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E] romanticismo ingles CARACTERIS- TICAS GENERALES DEL PERIODO Si algo peculiariza a los roménticos ingloses, es ] absoluto desconocimien- to de que estaban levando a cabo una revolucidn literaria, En verdad, tenian plena coneiencia de hallarse compro- metidos en un esfuerzo para desalojar Jos procedimientos del neoclasicismo —de Ia -“poesia artificial”, segin In Gesignacién que habian adoptado—, pero esta labor era en menor grado subversiva que reivindicatoria: el pro- pésito ultimo de la tarea emprendida era restaurar los cauces creativos que ellos consideraban “naturales” en In glaterra y que, efectivamente, entron- aban en una caudalosa tradicién cv- yos méximos representantes eran Shakespeare y Milton; en todo caso, quienes habian perturbado el orden artistico, al apariarse de tales mode: los, eran Dryden, Pope y sus secuaces, en la medida en que habian introdu- eido e incorporado las concepeiones del elasicismo francés, exdticas —de conformidad con tal juiclo— para el gusto britdnieo, Por supuesto, 1a res- tauracién que se proponian los ro- miénticos —como todo intento de volver fal pasado— estaba inspirada en una nueva sensibilidad e irdnieamente con- duciria de manera inevitable a nuevos ‘objetivos; pero no eabe duda de que a meta iniciel hacia la que apuntaban era restablecer una situacién que habia. sido alterada por obra de factores ajenos a la tradicién nacional. En el “Prefacio” a las Baladas liricas —acta de fundacién del movimiento, cuando su existencia ya estaba plenamente eonsolidada—, Wordsworth enfética- mente sefiala, en 1800, que sus pro- pésitos de innovar en materia de len- guaje artistic se hallaban convalida- dos por el ejemplo de las auténticas El poeta roméutico y los conflictos soctales El estudioso inglés Raymond Williams, en su libro Culture and Society: 1780- 1950, eserib “Poeas generaciones de escritores es tuvieron mis profundamente interesa- das y comprometidas en el estudio y Ia critica de Ia sociedad de su tiempo que los poetas que van de Blake y Wordsworth a Shelley y Keats. Sin embargo, este hecho —tan evidente ¥ féeil de comprender— esta en comple: to desacuerdo con Ia imagen popular ¥ general que prevalece al presente acer- ca del “artista romantico”. Segin tal imagen, el pocta o artista es indiferente por principio a la crudeza mundana ¥ fal materialismo de las preocupaciones sociales y politieas; em cambio, se har la consagrado a cuestiones mis sus- taneiales, relativas a la belleza natural yal sentimiento personal. Sin embargo, la supuesta oposicién entre sentimien- | to personal y accién social entre pre~ 4s ‘ocupacién por la belleza natural y pre- ocupacién por el gobierno politico— es una cuestién desarrollada mucho después. Los asuntos que a fines del siglo XIX parecian mutuamente ex- cluyentes y entre los que habia que elegir al adoptar Ia condicién de s0- cidlogo 0 de poeta, al comienzo de Ja centuria eran considerados como un grupo de cuestiones intimamente rela- cionadas: un criterio acerca de los sen- timientos personales se convertia asi- mismo en un criterio acerca de la sociedad, y Ia contemplaci6n de la be- Meza natural condueis por necesidad a ‘un enjuiciamiento moral de la exis- tencia integra y unificada del hombre. La ulterior disociacién de intereses nos impide, en verdad, ver la signifieacion plena de esa época singular; pero tam- ‘bien debemos agregar que esa disocia- eign es consecuencia de los intentos romnticos. Entre tanto, come un me- dio de ponernos a salvo de tales equi- vocos, resulta itil tener presente que ‘Wordsworth redacté volantes poltticos, que Blake fue amigo de Thomas Paine y se vio envuelto en un juicio por se- dicién, que Coleridge hize periodismo politico y filosofia social, que Shelley inclusive distribuia volantes en las ea- Hes, que Southey fue un constante co- mentarista de sucesos politicos, que Byron hablé sobre In destruccién de maquinas y murié como voluntario en una guerra politiea, Recordemos ade- mis, como resulta obvio en la poesia de los individuos citados, que estas actividades no eran marginales ni in- cidentales, sino que se hallaban esen- cialmente ligadas a Ia experiencia de donde surgié 1a poesia misma”. Iustracién tipica del periodo romédntico, que ‘muestra a una arcade det Coliseo en Roma [litografia de E. Isabey, hacia 1830] rraices literarias del idioma inglés, cuyo maximo exponente era Shakespeare, “muralla que defiende la naturaleza humana”, poeta que “mediante la pa- sin y el conocimiento unifiea el vasto imperio de la sociedad humana, en su extensién a través de toda Ja tierra y de todos los tiempos”. Por consiguien: te, a diferencia de la actitud que ha- bria de adoptar Vietor Hugo hacia 1830 en el oélebre prefacio de su Cromuell, tos documentos y manifiestos del ro- ‘manticismo inglés no son en modo al- guno una prédica revolucionaria; por Jo contrario, antes que nada son una biisqueda sistemética —y hasta eru- dita— de los paradigmas ofrecidos por Jos perfodos més flustres del pasado esplendor creativo. Para corroborar este hecho, también podemos acudir a Coleridge, cuando en la Biografia 1 teraria —su principal exposicién doo- trinaria— busca los “sintomas espe cificos de aptitud postica” en las pautas proporcionadas por el genio més pro- minente que quiz4 haya producide hasta ahora Ia especie humana, nuestro vyersitil Shakespeare”. En consecuen- cla, ninguno de los autores que propi- ciaba esta especie de retorno a las fuentes ereativos se consideraba inser. to en un proceso de transformacion radical, y el adjetivo “romintico" —que en lengua inglesa esté documentado desde mediados del siglo XVII— legs 4 ser usado exclusivamente para cali- ficar ciertos paisjes un tanto agres: tes, que suscitaban en el gnimo una sensacién de tierna y agradable melan- colia; en la préctica, el victoriano Car- tyle ‘es el primero que emplea el vocablo con un valor literario especi fico (pero aplicado a determinados autores alemanes), y solo hacia 1850 os historiadores de Ja literatura co mienzan a mencionar a existencia de una escuela romiintica inglesa, adop- tando las pautas de periodizacion que ya habian sido admitidas sin retaceos en el resto de Europa, Si so toma on cuenta la magnitud notable del cambio que engendraron os roménticos ingleses y 1a prolife. raciGn de escritos tedricos y criticos destinados a justificar su aceién reno. vadora, es I6gico progunterse por qué minimizaron esta labor e inclusive pa- Tece sospechoso que no hayan justi- preciado las proyecciones verdaderas de la metamorfosis postica desenca- denada. La respuesta consiste en que no erraban del todo —soguramente bastante menos de Io que pueda in- ferirse en un rapido panorama— al afirmar que sus aspiraciones eran res- tauradoras, en vez de innovadoras. A través de un proceso largo y gradual, Ia poesie inglesa habia perfeccionado un vebiculo de considerable naturali- dad en el cual la sintaxis, el vocabula- rio y las estructuras ritmicas permitian In integracién de una considerable sen- cillez coloquial con una intensa ex. presividad afectiva y una atmdsfera de ‘honda sugestidn; esta sintesis de re- cursos se habia ido abriendo paso a lo largo de la senda trazada por la poesia popular (canciones, himnos, baladas), or los més notables autores indivi. duales (como Chaucer 0 Spenser), por Jas tendencias italianizantes del Rena- cimiento, por Ios dramaturgos isabe- linos, para llegar a su perfeccionamien- to en él verso blanco'de Shakespeare, en la lirica “metafisica” de Donne ¥ Marvell e inclusive —hasta cierto pun- to~ en la obra de Milton, De tal forma, el verso consiguié transmitir una gran Vitalidad emotiva y una excepeional ri- ‘queza imaginativa, a través de un idio- ma limpido y cotidiano. Por contraste, 1s corriente clasicista habfa canonizado el retintin del “distico heroleo”, habia escogido un lengusje de estructura y ommamentacidn artificiosas y habia sa- rificado el vuelo de In fantasia. Hasta el tono y los asuntos de Ia poesia se habian deteriorado y, en reemplazo de Jas preocupaciones humanas més hon- das y elementales, se habian aduefiado de la situacién Ios temas puramente ‘tmundanos 0 moralizadores. De acuerdo con este enfoque, la opinién que ex- pres6 Robert Southey en 1807 fue acertada: “el lapso que media entre la época de Dryden y el periodo de Pope es la edad sombria de la poesia inglesa”, Comparativamente, la retori- a elasicista parecia antinatural, adve- nediza; inclusive, mientras la “poesfa artificial” conservabs la primacia, nun: ca dej6 de perdurar —aunque fuese en un nivel menos conspicuo— la Tinea crentiva derivada de las formas tradi- cfonales, segiin lo testimonia una ex- tensa serie de composiciones que han pasado a ser calificadas de “prerro- minticas” (en virtud de que consti- tuyen el nexo entre la produccién que habia culminado en Shakespeare y sus 2 Caricatura ingtesa de ta Epoea, contra et reclutamiento de soldadios para tuchar en los Estados Unidos contemporiineos y los intentos mani- fiestos de restauracién que irrumpen poco antes de 1800). Ademds, si se to- ‘man los Ultimos Ifricos que hacla 1650 estuvieron libres de contaminacién cla- sicista —como Henry Vaughan o el obispo King— y se los compara con los primeros roménticos, es posible adver- tir una extraordinaria afinidad hasta en los defectos (alguna vaguedad on la expresion de sentimientos y cierta falta de audacia y de precisién en las imégenes, por contraste con Shakes- ypeare y con Donne); esta estrecha re- acidn emotiva y téenica —que sugiere una continuidad prcticamente inin- terrumpida— puede comprobarse, por afadidura, en forms conereta, ya sea ‘comparando la Oda de fa inmortatidad de Wordsworth con la visién platénica de Ja infancia que proporciona Vau- ghan, ya examinando las coincidencias del norteamericano Edgar Poe —he- edero inmedinto del romanticismo in- giés— con el tratamiento que King otorga a los temas de la muerte y del amor. Por supuesto, el romanticismo introdujo una modificacién significa. tiva en Ia linea tradicional de Ia poesia, inglesa, pero ello se debié principal mente a la necesidad de justificar st ruptura con la preceptiva clasieista; 1s diferencia fundamental consiste en que merma el clima de espontaneidad y surge una actitud demasiado progra mitica y deliberada, con una verdadere inundacién de materiales tedricos. y doctrinarios: mientras Shakespeare y Donne dijeron cuanto correspondia acerca de su labor mediante la exclu: siva préctica creadora, Wordsworth y Coleridge —muy a semejanza de las tnclinaciones clasicistas— elaboran mt. nuclosas y detenidas formulaciones orf ticas; y alin Shelley (on su Defensa de ia poesia) y Keats (en su correspon. dencia) no estén a salvo de ansloga Proclividad, Le clave de esta posioion militante y premeditada debe ubicarse en Is importancia que los romnanticos otorgan a la libertad imaginative, en oposicidn al racionalismo y a Ia obse- sidn normative de los clasicistas. Mu- cho se ha escrito acerca de lo que el romanticismo inglés entendia por “ima- Binacién”; de cualquier forma, el con- cepto sigue resultando complejo, im- preciso y hasta contradictorio; no obs- — — tante, clertas connotaciones del vocablo arecen evidentes y poseen un extraor- inario valor sugestivo para el estudio de la poesia en general: es natural en el hombre la existencia de una facultad creadera, que lo leva a configurar sus ‘emociones y sentimientos en obras de arte, cuyo lenguaje equilibrado, armé- nico y universal les confiere paradé- Jicamente una objetividad absolute, luna valider totalmente emancipada de las circunstancias que las engendraron. Sobrepasando las fronteras de la teo- rizacion literaria para caer en la me- tafisiea, algunos autores —Coleridge, por ejemplo— extendieron esta hipé- ‘esis y logaron a sostener que Ia ca- pacidad imaginativa del poeta revels, 8 un nivel plenamente consciente & intencionsl, esa voluntad operativa de Ia divinidad que solo en forma indi- recta, se trasluee en Ia constante y dingmica_transformacién del mundo natural. En suma, que el hombre es ‘un “animal imaginativo”, que Iz ima- ginacién es 1o que nos hace “a imagen y semejanza” de Dios y que la poesia ‘maxima expresién de nuestra voca- cidn especificamente creadora— es una labor imaginstiva, orginica y simbéli ca que debe tomarse como cifra de nuestra misién en la vida. Por tltimo, corresponde destacar la relacién in- tima que algunos romAnticos estable- fan entre el sentimiento poético ¥ la exploracién de las regiones més pro- fundas y penumbrosas de la conciencia; Wordsworth, que por Io general con- centré su lirica en emociones sencillas y habituales, forjé una eficas designa- cin para las preocupaciones de. su época con respecto a los estados ont ricos y a las fronteras del inconsciente, al hablarnos de “los modes descono- cidos de ser”; Coleridge, en su Kubia Kaz, ensay6 la transcripcion fragmen- ‘aria de un poema que habia elaborado en el curso de un suefio (pleza de no- table factura artistica que ha suscitado ‘el absorbente interés de criticos y psi- edlogos, en razén de que permite exa- minar jntrincadas conexiones entre vigilia e hipnosis); Blake, en EI tigre, intenta deliberadamente una especio de sortilegio, en el que aprovecha el efecto magico de las asociaciones se minticas y de los recursos prosédicos y formales inhorentes al verso; no en ‘vano, los investigadores actusles suelen Gestacar que ciertos procedimientos @el romanticismo inglés parecen pro- figurar, con bastante antieipacién, las estrategias de la “poesia pura” y del surrealismo. Le cronologia del roman- ticismo inglés ofrece caracteristicas problemiéticas, en especial porque este movimiento se introduce como una rolongacidn de procesos inictados eon anterioridad y, hasta cierto punto, re- sulta arbitrario establecer el momento de transicién entre los precursores y el estallido pleno de Ia renovacién pos tica. I punto de referencia adoptedo preferentemente es la aparieién de las Baladas tiricas de Wordsworts Co: Jeridge, en 1798, no solo por la natu rraleza misma de esta coleceiGn poética, sino también por el prefacio que el primero de dichas autores escribié pa- a ol volumen dos aos mis tarde, en el cual se ponia de manifiesto una 1i- ida percepeién de las innovaciones promovidas. Sin embargo, como he su- gerido C. M. Bowra en st estudio sobre 1a “imaginaclén roméntiea”, esta fecha de infeiacién exciuye la lirica de Blalce, tal vez una de las més poderosas ilus- traciones del cambio artistico. Para superar Ia dificultad, han sido pro: puestas varias alternatives: 1776, cups punto de referencia es Ia emancipacién 4e las colonias inglesas en In América de] Norte 1780, que fija convencional- mente una fecha aproximads; 1769, que corresponde a la Revolucién Francesa, de impacto tan profundo y coniradic- torio en Ia vida britaniea, La ventaja que posee este ultimo afio radiea en que coincide también con la aparicién do las Canciones de inocencia, la obra de Blake en que las tendencias romén- teas ya exhiben su total desarrollo. A su vez, el final del ciclo puede ubicarse hacia 1882, cuando la reforma electoral 4¢ Guillermo IV compleia el largo pro- eso de transformecicn politica inicla- a unos ciento cincuenta afios antes, en el momento en que empez6 a re sentizse la autoridad de Ia monarquia absoluta; por lo demés, dicho término corresponde aproximadamente al ago- tamiento creativo de los fundadores del romanticismo inglés, a in desapart cién de Ia segunda generaciin emban- derada en el movimiento, a la muerte de conspicuss figuras individuales de Je promocién inicial (Blake, Hazlitt, Scott, Charles Lamb, Coleridge). De tal modo, 1s corriente poética estudie- a queda circunseripta en un perfodo Dorothy Wordsworth relata en su diario un paseo con Coleridge 3 de febrero de 1798. Una mafiana apacible. El desayuno, las ventanas abiertas y los petirrojos cantando en el jardin. Caminata con Coleridge por las colinas. EI mar, al principio oscu- reeido por la bruma; luego, Ia bruma se desliz6 por In costa como una masa impresionante; ms allé de ella, Iss islas y un trozo de tierra permancefan, claros. La campifia distante —pérpura en el aire casi transparente— tenia en- cima dispersas colgaduras de nubes que surcaban el cielo;,parecfa como si Jas nubes mis oscuras que a menudo se ven desde una gran distancia per- manecieran inméviles, mientras Tas mas cercanas pasaban rapidamente frente a ellas, arrastradas por vientos amas bajos. Nunca contemplé tal unin. de tierra, cielo y mar. Las nubes que veiamos bajo nuestros pies Megaban hasta las aguas, y las nubes del ciclo ‘asi se mezelaban con ellas. Juntamos xamas en el bosque. Una calma per- fecta. Los petirrojos cantaban en los Srboles sin hojas. De los innumerables corderos que habia por cl campo, s6lo uno estaba, parade. Regresamos para Ia comida, a las cinco. 1. William Blake 2. “Dios Padre’ y Job” (grabado de William Blake) 3, "Suerte de un revelde negro de Surinam” (grabado de Wiltiam Blake) de cuarenta y cinco afios, que’ ulterior- mente puede dividirse en dos partes principales, fijando Ja separacién en 1815, con Ia derrota final de Napolen en Waterloo y con el apogeo de los Jovenes poetas roménticos (Byron, Keats, Shelley). En sintesis, aunque existan ciertos tittbeos con respecto a Ins fechas exactas, es posible reconocer Ia presencia de tres etapas bien deti- nidas en el desenvolvimiento completo del fenémeno: 1) el prerromanticismo, que abarea buena parte del siglo XVIII; 2) Ia aparicién de la “vieja ge- neracién” roméntica, durante la déca- da anterior a 1800; y 3) el surgimiento ¥ ln répida extincién de Jos ““jévenes Toménticos”, cuya produceisn se difun de entre 1815 y 1895. Es innecesario reiterar que el desenlace, aunque ob- Jetivo, es un tanto arbitrario: Southey, Wordsworth y De Quincey sobreviven or largo tiempo; las ideas romanticas penetran en la religlosidad del “movie miento Oxford”, que incluye la lirica de John Keble; y resulta evidente que los grandes poetas victorianos —Ten- nyson, los Browning, los Rossetti, Ws liam Morris, Matthow Arnold, Swin- bume y hasta W. B. Yeats— contintian Ja linea instaurada por las concepeiones Toménticas. Inclusive, serfa leito afir mar —con los debidos recaudos— que la reaceién antirromsntica fomentada or los “imaginistas” hacia 1914, con Ezra Pound y T. 8. Eliot a la cabeza, es en menor grado una ruptura total de una depuracién doctrinaria, median- te Ja cual se excluyen imprecisiones y vaguedades. ‘Una ver fijados los limites temporales del ciclo —sobre Ia base del itinerario que siguieron sus figuras mas. repre- sentativas—, conviene establecer las Girecciones principales que se observan en Ia produccidn literaria. Ante todo, en el romanticismo inglés prevalece Ie poesia, segin se desprende clara. mente do las comprobaciones realiza. das hasta aqui. En cambio, los alean- os de 1a narrativa y del drama son més bien limitados. Los pootas prac- tican a menudo el teatro en verso, pero no poseen un dominio conveniente de log instrumentos esoénicos: remedan con afén casi arqueolégico los proce- dimientos de la época isabelina y no advierten que para Shakespeare y sus A filler yry dad I bhi: Fo Ly Ean te fo loa fet! 9 fered Mien 5 Mend te bet A prey Bun Feat , Ai unl, ke ve, fe keh le), 6 beebbd, bet Pear hfe ng Sud? Kis ber g tue, be, Bnd go fet Ate ile 9 An etiyeh AD Mh Le rary hola! Melee! Lovet reams forgre 0oC hon Wa. Sheet: Meant of My | form worm Far, fo ef ~e Wh dag! AG ’ contemporineos el lenguaje es un me dio que conduce a la accidn, en veo de un recurso auténomo utilizado para suscitar emociones, en perjuicio del ritmo dramatico, A diferencia de lo que sucedia contemporaneamente en Ale- mania, no hay un desenvolvimiento significative del cuento en prosa; en forma casi aislada, lo mas proximo que hallamos en verso es la Balada del viejo marinero de Coleridge, con su atmésfera de narracién fantdstica Por lo que respecta al dmbito novelis tivo, puede afirmarse que aslstimos a la transicién entre el apogeo diecio chesco y el gran florecimiento victo- riano Ginielado por el Pickwick de Dickens, en 1836); hay, por cierto, una abundante profusién de historias po pulares, sentimentales y “goticas”, y asimismo aparece un autor como Tho- ‘mas Love Poncock que ensaya una co rrosiva pintura de las corrlentes in- telectuales de moda; por afadidura, debemos meneionar dos creadores pro- minentes pero casi insulares: Jane Austen continia y perfecciona el rea lismo narrativo del siglo XVIII, y solo en El porque de Mansfield parece in- corporarse on la sensibjlidad romén- tica (si bien en casi todas sus obras se Tefiere descriptiva o criticamente a Jos nuevos gustos e inclinaciones, ¢ in- clusive consagra integramente una novela, La abadia de Northanger, a parodiar y enjulciar los enredos in- verosimiles que més atrafan a los lectores); por su parte, el escooés Wale ter Scott crea la “novela historica”, que se aproxima a las prodilecciones romdintieas por 10s asuntos remotos y pintorescos, pero que este eseritor elabora con un sentido de eritica y de realismo social ajenos al romanticismo y mucho mas afines a la pintura cos- ‘tumbrista que luego habria de ensayar l franeés Honorato de Balzac, su con- feso disofpulo. Excluids Is poesia, qui zis el aspecto mas relevante del roman- ticismo inglés fue el esplendor del en- sayo; desde largo tiempo atrés este género era estimulado por el incesante crecimiento del periodismo literario y por la multiplieseion de conferencias ¥ lecturas piblicas, pero estas circuns- tancias favorables fueron acompafiadas a prineipios del siglo XIX por Ia apa- ricién de un notable grupo de autores que renovaron Ia prosa inglesa y que trataron de convertirla en un vehiculo tan diletil y aproplado para expresar emociones como el verso, segtin puede comprobarse en los escritos de Leigh Hunt, Thomas de Quincey, Hazlitt y Charles Lamb. Historicamente, el periodo se caracte- riza por las perturbaciones de una honda transioién, El cuadro general de Europa se halla dominado, hasta 1815, por los coos de la Revolucion Francesa y por la sucesién de guerras que se pprolonga hasta 1a caida de Napolesn; luego’ de la paz acordada por el can- greso de Viena, tiende a prevalecer un clima generalizado de intolerancia yy reaceiGn, que engendra la explosiva falmésfera ‘de 1830, cuyo desenlace es Ja caida de Carlos X de Francia, a fines e julio. En Gran Bretafia, los sucesos de 1789 suscitaron un entusiasmo int cial en los escritores roméntioos de Ta primera generacién, quienes evolucio naron posteriormente hacia una act tud de ereciente conservadorismo (con excepeién de Blake, cuyo ideario re- ligioso y politico siempre se mantuvo cereano al anarquismo ut6pico); Ia subsiguiente contienda perturbé poco J vida inglesa, salvo en determinados aspectos econdmicos y en el estimulo que signified para el enriquecimiento de algunos sectores (Ias rocompensas bélicas favorecieron, por ejemplo, Ia consolidacién social u profesional de Jos oficiales de marina, como queda documentade en Persuasién de Jane Austen, quien tenfa un s6tido conoci- miento dol asunto a través de dos her- manos suyos que alcanzaron con el tiempo el grado de almirantes); con yposterioridad © 1615, 1s tendencia au- toritaria que prevalecia en el continen- te tambien se hizo sentir en Inglaterra, ealminando en la “masacre de Mén: chester”, el 16 de agosto de 1819, cuan- do 1a caballeria que habia participado en Waterloo cargé contra una pacifica asamblea que propiciaba la reforma ‘electoral (suceso que inspiré a Shelley su poema La méscara de la cnarquia); Ja segunds generacién de poetas romén- ticos tuvo en Byron y en Shelley dos figuras rebeldes cuyas existencias ba- Yaron prematuro fin en un exilio vo. luntario. Las condiciones sociales, po- liticas y econémicas del pais son de notoria fluidez y aun de inestabilidad; Ja emaneipacion norteamericana habia impuesto una revisién de le estrategia colonial y de las orientaciones comer- clales; entre 1760 y 1780 Londres asistid a motines populares que estuvieron centrados en la controvertida persons- lidad de John Wilkes y en el fandtico anticatolicismo de lord George Gor: don, conmociones que, segin declara Horace Walpole en una carta del 29 de enero de 1780, demostraban la de- mencia generalizada de le poblacién y haclan recomendable confinar en ms: nicomios a los pocos cuerdos subsis tentes, “pues resultarfa mds facil y barato que encerrar a tantos desequi Ubrados”. Un motivo de creciente de- sasosiego era la descomposicién del sistema electoral, que. privaba de re- presentacién parlamentaria a las clases modias urbanas y aseguraba el domi nio de la Ciimara de los Comunes a los grandes latifundistas; a medida que Ja crisis se agudizaba, tendian a perfilarse las fuerzas en pugna, esbo- zando la constitucion de los partidos modernos; en este proceso, se destacé muy especialmente Edmund Burke (1729.97), un landés proiestante de s6lida formacién intelectual que pro: picid 1a emancipacién de los catdlicos ingleses y 1a abolicién de la esclavitud ¥ que escribié algunos textos doctrina- rios de excepcional lucidez, como sus Reflexiones sobre ta Revolucién Fran- cesa (1790). Uno de los factores crit olales en la evolucion de Inglaterra durante a época es el avance del industrialismo, que se conecta. con variados aspectos de la situacién im perante: Ia mecanizacién de las ma- nufacturas crea incentives, suscita desequilibrios (a causa de los despla- zamientos de poblacién), introduce nuevas necesidades (en particular, con respecto a las vias de comunicacién) y desencadena serios conflictos (ante la amenaza de desocupacién que se origina en la capacidad productiva de la méquina). El desarrollo industrial se combina con una explosién demo- gréfica que prevalece a lo largo del siglo XVIII, para engendrar un répi- do crecimiento urbano, plagado de in- convenientes y tribulaciones en Is lirica, juvenil de Blake ya'vemos asomar la ciudad moderna (que luego retoma rian Baudelaire y 'T. S. Eliot), con su hacinamiento y sus injusticias (inclut- da Ia explotacién del trabajo infantil, que tanto preocuparia a Dickens en los 1. Manuserito de wn poema inédito de Coteriace 2, Samuel Taylor Coleridge (retrato de J. Northcote) 3. Wiltiam Wordsworth 37 “La vatalia de Bunker's Hill” (episodio de ta independencia estadounidense), por John Trumbull comienzos de la era vietoriana); ¢ interés por los paisajes “romuinticos” or las regiones agrestes y por la descripciones de la naturaleza tal ve haya sido una especie de biisqued compensatoria, ilustrada cabalment en Ja actitud de Coleridge, Wodswort y Southey, quienes se radicaron en un Tegién lacustre al noroeste de Ingle terra, En el émbito rural, se observ luna racionalizacién de la actividaé agricola, hecho que conduice gradual mente al reemplazo del antiguo terra tenfente por un granjero laborioso 3 sistematico, a menudo menos brillant: en su extraceién social pero producti ‘yamente mis efieaz (como lo insimiar William Cobbett y Jane Austen en for ‘ma incesante). Los primeros eonflicto: Inborales originados en la concentra cidn de 1a mano de obra conducen intentos de agremiacién obrera, que ¢ Parlamento trata de contener en 179% mediante leyes ropresivas, La paupe rizacion de los sectores populares, las corrientes liberales en crecimiento, e malestar desencadenado por los répi dos cambios de la-estructura econémi co-soeial y los ejemplos revolucionarios de Norteamérica y de Francia dieron lugar al desarrolio de una vigorosa teorizacién anarquista, cuyas concep. ciones utdpicas ¢ individualistas arrai garon hondamente en los roménticos; entre sus mayores doctrinarios se con taron Thomas Paine (1737-1809) y Wi liam Godwin (1756-1836). Este ultimo estuvo casacio con Mary Wollstonecratt 073997), autora de una temprana Vindicacién de los derechos femeninos 1792); la hija de ambos fue, a su vez, Is segunda esposa de Shelley y escri Dio algunas novelas que responden al gusto de la época (Ia mds recordada es Frankenstein, de 1818). En el campo filoséfico, la crisis del tradicional em: Pirismo racionalista inglés —desatada Por David Hume— desplazé el pensa miento hacia el idealismo, intluido por Ja restauracién de las doctrinas pla ténicas y por la irrupcion de las con. cepciones kantianas (que Coleridge tra jo de Alomania); esta situscién sc prolongaria hasta las postrimerfas del siglo XIX, cuando el ascendiente de G. E. Moore y de Bertrand Russell irradiado desde Ia Universidad de Cambridge, renové las tendencias rea listas. Un valioso material para estu iar las vicisitudes imperantes es la caricatura perfodistica, en cuya préc- tlca se destacaron algunos dibujantes notables: James Giliray, Isaac y Geor- ge Cruikshank y muchos otros, mani- fiestos continuadores del gran artista Gieciochesco William Hogarth, 2. EL PRERRO- MANTICISMO EN INGLATERRA Y EScOCcIA En ningiin idioms europeo ha quedado ‘un testimonio tan precoz y abvundante del prerromanticismo como en lengua inglesa; ademds, ninguna produccién de esta especie alcanzé un influjo com parable, como detonante de un cambio de sensibilidad que no solo moditios radicalmente las doctrinas poétices si- no que también repercutié de manera general en las formas de vida y en el comportamiento social. En la prictica, el comienzo del proceso puede ubicarse hhacia 1700, con la obra de Anthony Ashley Cooper, tercer conde de Shat- tesbury (6711712), cuyas Caracteris. teas de los hombres, de las opiniones ¥ de 10s tiempos —coleceién de ensa- ys aparecida en 1711— estaban desti- nnadas a introducir una nueva orienta- cidn intelectual, opuesta sl mecanicis- mo filosético cartesiano y a las eulaciones artisticas de! clasictsmo franeds. De tal modo, empiezg a desen. volverse una corriente renovadora que en ningiin momento se transforma en una orientacién coherente y unificada, ero que se pone de manifiesto a tre- 465 de muchos y dispersos autores, Los fnuevos criterios demostraron su vi- gencia més robusta y temprana en Ia poesia, a través de composiciones que postulaban una nueva tesitura creati. ‘va, mientras trataban al mismo tiempo, de corroer el prestigio mundano ¥ Jiterario de Dryden y Pope; en esta Iinea, uno de los precursores fue el escocés James Thomson (1700-48), quien publicé entre 1725 y 1730 su extenso poema Las estaciones, donde prevaleco Ia descripeién de escenas riisticas; mis tarde, Edward Young (1883-1765), pastor protestante en el rectorado de Weluyn, dio a conocer sus Pensamientos noeturnos (1742-45), fen los que asoma Ja disposicién in: trospectiva y melancélica del romanti- cismo, A medida que transcurren los afios, la gravitacién e impacto de la nueva poesia se van consolidando, has- ta alcanzar su plenitud con James Mac- pherson (1736-96) y, con Thomas Gray (1716-71). EL primero de ellos revo Iuciona el mundo literario con un frau de que primoramenie es acoptado como verdadero, Iuego suscita considerable polémica —al ser desenmascarado por Samuel Johnson— y en definitiva es- tablece una pauta artistics que seria ‘aceptada y elogiada en casi toda Euro- pa; basndose en restos fragmentarios de poesia tradicional escocesa, elabora en prosa ritmica un conjunto de piezas ‘que asegura haber traducido del semi- legendario bardo gaélico Osiin, cuyas ‘composiciones no habian sido conser- vadas; mediante esta supercheria, pro- duce una verdadera conmocién publica hacia 1760 e incorpora algunos elemen- tos de fundamental significacién ro- méntica: el entusiasmo por lo remoto en el tiempo y en el espacio; el interés por lo medieval; el empleo del versicu- lo y de una suerte de versolibrismo, que quiebra las rfgidas estructuras mé- tricas del clasicismo. A imitacion de Macpherson, Thomas Chatterton tra- gué los Poemas de Thomas Rowley, un imaginario monje del siglo XV; sumido en la pobreza y en la desesperacién, este autor se suicidé el 24 de agasto de 1770, a 1s edad de discisicte afios. Por su parte, Gray, profesor de historia y de lenguas modernas en Cambridge, reconeilié el equilibrio elésico y Ia sensibilidad romdntica en. sus “odas rinicas” —de inspiracién escandina- va—, en su Elegia eserita en un ce, menterio campestre y en su Oda a la muerte de un gato predilecto, Otros esctitores siguieron una trayectoria postica afin: James Beattie (1735 1803) complets los dos primeros libros do El ministril entre 1771 y 1774; Ws Liam Cowper (1731-800) eseribio ohn Giipin en 1782 y La tarea en 1184; Geor ae Crabbe (1786-1832) difundio en 178 1a aldea, compuesto en disticos herok cos; Robert Burns (1759-98) se inspiré en la lion tradicional eseovesa, pars claborar canciones a la vez apasions das e impersonates. También la narra tiva refleja el avance de la mentalidad romdntica, Samuel Richardson, en Pa rela, Clarisa y Sir Charles Grandison desplaza el intarés de una téonica epis tolar que luego imitaron Rousseau Laclos ¥ Gosthe, Laurence Steme es cribe su extenso y revoluoionario Tris tén Shandy y sw autobiogrético Viaje sentimental, donde exhibe desenfaco un humorismo robusto y un singular tacto en 1a exploracién de los. senti mientos. A partir de 1770 se adviert un répido avance dé la novela popular J anecdota sentimental tiene su mayor exponente en Ia cbra de Fanny Bur ney (17521840), autora de Evelina (aT), Cecilia (1182) y Camila (1796) 1 relato “gético” introduce historias de sucesos misteriosos 0 sobrenatra Jes, representadas por EI castillo de Otranto de Horace Walpole (1764), Los misterios de Udoijo de Ann Radcliff (A190), EI baron inglés de Clara Reeve (ATT y Bi monje de Matthew Grogory Lows (1796). La irrupeién de 1s nueva sensibiidad literaria va acompafiada de una nutrida teorizacién, que contiere a los mate riales eriticos y eruditos un papel des tacado on el desenvolvimiento del pre rromanticismo. Los hermanos Josep y Thomas Warton —nacidos respect vamente en 1722 y 1728— desarrollaron diversas Investigaciones sobre la nati: raleea de la crenci6n literaria; el pri mero de ellos se consagré al estudio de Is obra de Pope, tarea comenzada en 1786 y completada en 1782; el se szundo, en. carabio, ocupé ol puesto de profesor de poesia en Oxford (1757.67) ¥ publics algunos trabajes de const erable Tepereusidn, como tas Obser taciones sobre fa “Reina de las hadas” de Spenser (1784) y la Historia de ta rroesia inglesa (17741811), cuyos Res tos de ta antigua poesta inglesa cons: tituyen tuno de los monumentos més 59 Cronologia literaria e histérico-social de Inglaterra desde 1 ACONTECIMIENTOS LITERARIOS ACONTECIMIENTOS POLITICOS Y SOCIALES ACONTECIMIENTOS LITERARIOS. 193%: Nace Blake. 1759: Conjeturas de Edward Young; Investigacion sobre lo bello y sublime de Edmund Burke; Rasselas de Se- muel Johnson. Nace Robert Burns. 1760: Aparecen Osidn (Macpherson) y Tristan Shandy (Sterne). 1959: Wedgwood inicia 1a produceién en masa de loza; los ingleses entran en Québec. wi 1761: Muere Samuel Richardson, 1962; El vieario de Wakefield de Oliver Goldsmith, 16H: Aparece EI castillo de Otranto (Walpole). Muere William Hogart 16 ‘Muere Edward Young. 1768: Muere Laurence Sterne. 1710: Nace Wordsworth, Suicidio de Chatterton, 1762: Wilkes inicia Ia rehabilitacién de las libertades populares. 1764: Maquina de tejer y maquina de ‘vapor an Reynolds primer presidente de la Academia Real. Cook lega a Australia, ‘Nace Byron. Canciones de inocencia (Blake 1791: Vida de Johnson de Boswell ‘Nace Shelley. 1794: Udolfo (Ann Radcliffe). Muei Gibbon, 1795: Nacen Keats y Carlyle. 1796: EI monje (Lewis). Mueren J mes Macpherson y Robert Burns. ang Muere Horace Walpole. TM: Nace Walter Scott. Muere Tac mas Gray, 1772: Nace Coleridge. 1M: Muere Oliver Goldsmith. Nace Robert Southey. 175: Nacen Jane Austen y Charles Lamb. 1776: Muere David Hume. Gibbon co- mienza su Decadencia y caida del Im- perio Romano. NTT: Escuela de esedudato (Sheridan). 1078: Bvelina (Fanny Burney). 177%: Thomas Coke, de Norfolk, ditun- de la explotacin ‘agricola racionali- 1976: Independencia _nortesmericana. ‘Adam Smith publiea La riqueea de las nactones, Bentham escribe. Sobre el gobierno. 1798: Baladas lirics (Wordsworth Coleridge). 1800: “Prefacio” de Wordsworth. Nac ‘Macaulay. Muore Cowper. 1801: Nace Newman, 1804: Naco Disraoli. 1805: EI pretudio «Wordsworth), 1806: Elizabeth Barrett y John Stuat Min. 1807: Abolicion del comercio de e elavos. 1780; Motines populares de Gordon. 1808: Los ingleses invaden Espatia, 1982: John Gilpin (Cowper). 41784: Muere Samuel Johnson. 1983: Se firma la paz con los norteame- ricanos. 1785: Nacen De Quincey y Peacock. 1785:. Cartwright inventa el telar me- eanieo. 1787: Se funda te Sociedad para la Abolicién de la Bsclavitud. 1809: Nacen Charles Darwin y Alfre ‘Tennyson, SLL: Sentido y sensibitidad (Primer novela publicada por Jane Austen Nace Thackeray. 1812: Nacen Charles Dickens, Robe Browning y Edward Lear. 1814: Waverley (Walter Scott! = a 7(nacimiento de Blake) hasta 1834 (muerte de Coleridge) ACONTECIMIENTOS POLITICOS Y SOCIALES ACONTECIMIENTOS LITERARIOS ACONTECIMIENTOS POLITICOS Y SOCIALES 1789: Revolucisn Francesa, 1790: Reflexiones sobre Ia Revolucion Francesa (Burke), A791: Derechos del hombre (Thomas Paine). 1792: Derechos femeninos (Mary Woll- stonecratt) F793: Se deporte a tos que propician reformas, Guerra con Francia, Justicia politica (Godwin). 1815: Nace Anthony Trollope. 4816: Nace Charlotte Bronté. Muere Sheridan. 1817: Biografia literaria (Coleridge) y Personajes shakesperianos (Hazlitt). Muere Jane Austen. 1815: Derrota de Napoledn en Water- Joo. Congreso de Viena. Leyes de pro- teccién agricola, 4818: Endimidn (Keats), Don Juan (Byron) y Abadia de la pesadilia (Pea- cock). Nace Emily Bronté. 1819: Nacen Mary Ann Evans (George Eliot) y John Ruskin, 181 1820: Nace Herbert Spencer. 1820: Jorge IV ascfende al trono, Re belién griega contra los turcos. 1797: Muere Edmund Burke. 1798: Nelson derrota a los franceses en el Nilo. 1799: Leyes contra Ia agremiacién obrera. 1800: Los ingleses ocupan Malta. 1808: Nelson derrota a los franceses on Trafalgar. 1821: Muere Keats. 1822: Confesiones de un comedor de ‘onio inglés (De Quincey). Nace Mat- thew Amold. Muere Shelley. 1822: Canning en el Ministerio del Ex ‘terior. 182%: Ensayos de Elia (Lamb). 182%: “Doetrina Monroe”. 1824: Se derogan las leyes contra I agremiaeién obrera, 1825: Ferrocarril de Stockton y Dat Ungton. 1826: Peel reforma las leyes penales 1821: Muere Blake. 1828: Nacen George Meredith y Dante Gabriel Rossetti. 1827: Fundacion del University Colleg (luego Universidad de Londres), 1829; Emancipacién catdlica. Se ore la administracion policial de Londres 1811: Por insania de Jorge TIL, el Prin- cipe de Gales —luego Jorge 1V— asu- me Ia regencia. 1812: Primer barco de vapor. Fracaso de Napoledn en Rusia. 1830: Mucre Hazlitt. 1820: Guillermo IV asoiende al tronc Ferrocarril de Liverpool y Méncheste Carlos X es depuesto en Francia, 1832: Muere Walter Scott. Nace Lewis Carroll. 183%: Abolicién de Ia esclavitud en el Imperio Briténico. 1832: Reforma electoral. Universida do Durham, 1834: Sartor resartus (Carlyle). Nace William Morris. Mueren Coleridge y Lamb. 1834: Reforma a la ley de pobres. R pert Owen promueve el cooperat vvismo, memorables de 1a filologia de la época; utllizando principalmente un manus tito en folio del siglo XVII, este pa clente y minucioso investigador resca- td un valioso caudal de composiciones Populares, que inclufa baladas, sonetos ¥ otras piezas en verso; los textos pro- venfan de un amplio perfodo, abarcado entre fines de la Edad Media y el rei- nado de Carlos 1; Percy completo esta Compilacién con’ un valioso “ensayo sobre los antiguos ministriles o tro. vadores de Inglaterra” y establecié un decisive cotejo entre las baladas con- servadas en la Gran Bretafia y el ro. ‘mancero espafiol. Juntamente con estas indagaciones de Ia literatura inglesa, ‘aparecieron otras sobre la poesia de Gistintos pueblos: el obispo Robert Lowth (171087) publicé en 1753 un ciclo de Conferencias sobre poesia hebrea, compuesto originariamente en latin y traducido por G. Gregory al inglés, en 1787; a su ver, Robert Wood completé en 1763 un Ensayo sobre ef genio original de Homero. De todos los studios tedricos, el mas influyente fue el que redacté hacia 1759 el posta Edward Young, cuyos Pensamientos nocturnos ya mencionamos; titulado Conjeturas ‘sobre ia composicién ori. ‘ginal, consiste en una extensa epistola Gestinada al novelista Samuel Richard. son; el principal argumento que alli ‘Se expone es la defensa de la creacin artistica concebida como libre mani: festacién de Is genialidad natural, por gontraste con el método restrictive de imitacidn que se ajusta a normas in flexibles; en cierto modo, con 1a for- mulacin de esta tesis culmina el de Sarrollo de Ia principal linea doctrina. Tia del prerromanticismo inglés, que ya habia sido anticipada por Jonathan Swift en sus Proposiciones para co rregir la lengua inglesa, por Leonard Welsted en su Disertacién sobre el erfeecionamiento de la lengua inglesa ¥ el estado de ta poesia, por Josepha Warton en su primer ensayo sobre Pope y por Thomas Gray en su oda Sobre La libertad del genio. De esa forma, quedaba abiorto el camino para Ja plena irrupcidn de la literatura ro- mintica, como lo comprendieron Les. sing y Herder, en Alemania, que de- Gicaron preferente atencién al pensa- miento expuesto en las Conjeturas, 62 3. LA PRIMERA GENERACION ROMANTICA El escritor que inaugura el romanti- cismo inglés fue una figura aislada y mas bien insdlita en sus ideas y en su poesia: William Blake (1757-1627) cups un lugar prominente pero in cierto en Ia historia literaria de su tiempo; es un prerromintico, si nos atenemos a la opinicn de quienes ponen el avento en Ja circunstancia un tanto fortuita de que no sistematizs sus con. cepeiones ereativas ni dejé un testimo- no inequivoco de que tenia coneiencia de Ins innovaciones que estaba deser- volviendo; en cambio, es el verdadero iniciador del nuevo movimiento, si se toman en cuenta los aleanees artisticos de su obra. En buena medida, la per- plejidad que suscita su Iabor se origina en el temperamento . desconeertante Que exhibis Blake a Io largo de su existencia: visionario, anarquista y ca- ‘si mesidinico, pasé de una lirica sencilla y transparente a una compleja y a ‘menudo oscura produecién “profética”, en In que traté de olaborar una cos. mogonia de inspiracién gndstica con el objeto de explicar la presencia det mal en el mundo, de interpretar el {raeaso de Ins revoluciones politicas de Norteamérica y de Francia y de enun- colar su credo libertario fundado en la validez ética e intelectual de la ima- sinacion. En conjunto, este: ideario puede impresionar como una argu- mentacién lindera con la extravagan- cia; pero la armonfa y belleza de ciertas composiciones, la perspicacia de su @octrina en aspectos de significativa actualidad y la afinided de su obra con Ia poesia de vanguardis cultivada en nuestro siglo deben servir de adver- tencia, si se desea formular un juticio adecuado. Hijo de un tejedor londt nense, fue educado en las enseflanzas religiosas de Swedenborg, el mistico protestante de origen sueco cuyas ideas habian penetrado con rapidez en In. glaterra; recibié una sélida formacién artesanal en las téenicas del grabado ¥ del dibujo, y desde fecha temprana Gemostr6 interés por el arte aético, en oposicion manifiesta a los gustos que revalecian en la pintura academicista de aquel periodo, Su existencia trans- currlé sin mayores conmociones: 1a vida conyugal result apacible; las con: Giciones econémicas siempre fueron Siffeties; el principal medio de vida consistid en la composicién de ilus- ‘traciones para textos literarios ajenos, incluidos la Biblia y los poomas de Virgilio, de Dante, de Chaucer y tam. bién de slgimos coniempordneos su yos. Como grabador, revolucion la técnica de impresidn e iluminacién de Utbros, al ensayar con sus propios poe. mas el novedoso procedimiento de di bujar en tas planchas metilicas con. juntaments Ios textos y las figuras En general, sus acuarelas y grabados se caracterizan por una atrevida con cepeidn, que esti noteriamente vincu. Jada a su literatura visionaria; por ‘afiadidura, posefa esa cualidad psiquica muy especial que suele denominarse “vision eidética”, que le permitia vi. sualizar de antemano en el papel o en Ia tela Ia imagen que todavia no habia trazado, Como escritor, Blake se inicid en Ia poesia Iirlea, renovande estructuras tradicionales de Ia cancién popular y de los himnarios protestan. tes; estas piezas revelan una excep. clonal capacidad para crear un efecto de fascinacién ritmica y hasta pueril, De tal forma, fueron apareciendo sus primeros voltimenes. En 1783, el reve. rendo Henry Mathew resolvié editar algunos de los Bocetos poéticos que Blake habfa escrito entre 1769 y 1778, Sefialando que eran “la obra de un Joven sin instruccién sistemstica, co. menzada a la edad de doce afios y prolongeda por su autor hasta los veinte, Iuego de 1o cual sus talentos 8e orientaron a perfeecionar su pro. fesién de grabador, circunstancia que Jo privé del ocio necesario para re. visar esias péginas y para hacerlas mds dignas de la difusin publica”. En 1789, el mismo Blake grabé sus Can- clones de inocencia, las que reunié en 1. “Grecia que expira sobre las ruinas de Missolongh?” (cuadro de Eugenio Delacrois) 2. Lord Byron (dibujo de H. Harlow) 1794 con una ulterior colecclén de Canciones de experiencia, logrando un Teducido conjunto de poemas donde se pretendia “exhibir los dos estados con- trarios del alma humana”. Complemen- tariamenie, han subsistido otros ms- teriales Iiricos que fueron redactados entre 1793 y 1818, pero que Blake nunca publicé, y que incluyen sign! fleativas y vallosas composiciones. ‘Una ver agrupados, estos textos abar can la totalidad de la produccién que Blake considers estrictamente “poé- Hea"; en gencral, prevalece en ella un seductor aspecto de encentamiento e ingenuidad, una atmésfera de honda termira; sin embargo, 10s objetivos que se ha fijado el artiste ya estén anticipando la compleja estructura de sus “profecias” y enuneian de manera cabal las preocupaciones fundamenta- es que luego serfan elaboradas ince- santemente: el hombre llega al mundo con la pureza de su inocencia, que muy pronto se deteriora por accién de las injusticias sociales; a causa de ello, 64 las aptitudes naturales del individuo Geclinan y la imagen de 1a realidad obtenida por su inteligencia se parcla- tiza; en un principio la naturaleza humana es generose © integra, pero gradualmente se corrompe y sus fa- cultades se debilitan; de tal manera, Se produce una grave ruptura —algo similar a la encamacién animica de tos platénicos 0 al trauma de nach miento de los freudianos—, segiin que- da admirablemente expuesto en Ia pieza titulada El gabinete de cristal; ‘como consecuencia del menoscabo su: frido, el individuo toma concieneis de Ia iniquidad y del desequilibrio social, en tanto que “al amor, jal dulee amor!, 0 10 jurge pecado”; pero estas cala- midades no son culpa exclusiva de las criaturas mortales ya que provienen, ante todo, de Ia indiferencia divina que hha ligado despreocupadamente sime- ‘ria y flereza y ha mezclado en el mun- do crueldad y mansedumbre, como pa- Tece surgir de ese prodigio verbal que Se denomina £1 tigre. En suma, Blake 1. “Shelley mientras escribe ante las ruinas de las termas de Caracalla” (cuadro) de J. Serven) 2. John Keats (dibujo de C. A, Brown) suele mostrarse convencido de que Ia confusién y desorden imperantes son obra de un irascible y autoritario de- mfurgo; pese a ello, siempre conservé una secreta fe en la posible redencién el hombre, por influjo de un poder espiritual —quiz4 un dios bondadoso, ‘a menudo identificado con Ia figura de Cristo— que esti resuelto a esta- bblecer ef imperio de la Ifbertad, de la profecta y de 1a imaginacién. Por ose ‘motivo, las revoluciones norteamerica- na y francesa le dejaron ta impresién, en un primer instante, de que trafan augurios favorables; pero los cambios ho acabaron de satisfacer sus espe- ranzas, y pensé que cuanto se habia logrado era sustituir una tirania por otra no menos despiadada. A partir de tal comprobacién, se lanzé a la ta- rea de componer su voluminosa serie de escritos “didécticos y simbdlicos”, un vasto cuadro —tan ambicioso y ge- nial en sus concepeiones como trunco Y azaroso en su realizacién— que tra- taba de indagar, mediante un complejo Keats habla de la impersonalidad pottica “En cuanto al propio caréeter postico (quiero decir esa cosa de la cual, si algo soy soy parte)... es algo que no fs, que no tiene yo, es todo y nada y ne tiene earacter; goza de la luz y de Ia sombra, vive en Io que le place, sea feo 0 hermoso, rico 0 pobre, bajo 0 elevado; y el mismo deleite tiene en coneebir a Tago como a Tmogen, Lo que choca al fildsofo virtuoso deleita al poeta camaleén. Saborear el Indo oseure de Ins cosas no Ie daa mis que probar su lado brillante, porque ambos acaban en contemplacién. Un poeta es In cosa menos poétiea que existe, porque no tiene identidad; y de continuo esti informando algin otro cuerpo: el sol, Ia Iuna, el mar, Hom mito, la causa originaria de Ins pertur- baciones morales y sociales y Ia via de salvacién imaginativa que ain pa- recia abierta para Ia humanidad; en uiltima instancia, todavia podia insta arse el apetecido reino de la libertad, si se lograba abolir las funciones del Sacerdote y del Rey (instrumentos de] tininico demiurgo, en la instauracion de! fanatismo religioso y de la coereisn politica). Tal vez, uno do Ios métodos més eficaces para aproximarse a la obra de Blake consista en ensayar la lectura de su Matrimonio del cielo y del infierno (1798) con el criterio de (que las expresiones literales deben in- terpretarse en forma irdnica: el mundo existe por Ja accién dialéctica de los contrarios; en general, 1os hombres se prestan al juego de la opresién, admi- tiendo que Ios principios compulsivos y estéticos nos proporcionan una “‘sa- Proclaman que alma y cuerpo poseen res ¥ mujeres, que son criaturas de impulso, som poéticas y en ellas hay algiin atributo inalterable. Pero el poe: ta no tiene ninguno, ni identidad; es ciertamente Ia menos poética de las criaturas de Dios. Entonces, si no tiene todo, siendo yo un poeta, zpor qué asombrarse si uo escribiese mas? Es cosa lastimosa de contesar, pero es un hecho que ninguna palabra dicha por mi puede aceptarse coma opinién nacida de mi naturaleza idéntica. ,C6- mo podria serlo, cuando no tengo na- turaleza?... Mas acaso tampoco ahora estoy’ hablando de mi, sino de al gin cardcter en cuya alma vivo ac- tualmente”. Carta del 27 de octubre de 1818, dirk wida a Richerd Woodhouse. (Version de Luis Cernuda, en su bro Pensa: miento poético en Ia tirtea inglesa: si- glo XIX.) equiparable dignidad, que 1a energia y el dinamismo son la auténtica dolicia eterna y que solo predican In modera- cidn quienes son bastante débiles para no apasionarse. El principal grupo de “viejos romin- tices” estuvo eonstituido por los postas gue fueron Hamados “laquistas” (pri- mero en tono peyorativo, luego como denominacién candnica), en razén de que se instalaron en Ia regién lncustre vocine a In localidad de Keswick, en el condado de Cumberland. Los prin- cipales integrantes de este cfrculo son ‘William Wordsworth (1770-1850), Sa- muel Taylor Coleridge (1772-1834) y Robert Southey (17741943), quienes estuvieron ligados por una estrecha amistad y también por vineulos de parentesco 0 por afectos comparti- dos. Todos ellos pasaron por la Tal. versidad de Cambridge, donde Cole- ridge y Southey se conocieron y tra- zaron los planes para organizar a ori- Yas del rfo Susquehannah, on los Es tados Unidos, una “pantisocracia” (es decir, una comunidad anarquista en I que ‘todos sus miembros tuvieran igual participacién en el gobierno), proyecto que fracas6 por falta de re cursos financieros y por exceso de utopismo, Entre tanto, Wordsworth —deslumbrado por la fase inicial de Ja Revolucion Francesa— viajé al con tinente, de donde regresé decepeio nado por Jos sucesos que estaban en cumbrando a Napoledn; a su retorno, vivid en compafiia de su hermana Do rothy, cuyo Diario es un documento incomparable acerca de los aconteci mientos y de Ta sensibilidad de la épo ca, En 1795, Wordsworth —que ya ha ‘bia publicado algunas composiciones— conocié a Coleridge, con quien viajé Alemania. Por aquel entonces, Sout hey se trasladé a Espafia y Portugal, paises que dejaron una significativa huella en su produceién ulterior, En 1798, Wordsworth y Coleridge publi caron las Baladas Hricas, a las que el Primero contribuy6 con poemas so bbre temas de Ja vida rural y cotidiana, 6 1. BL duque de Wellington fretrato de Goya) 2.Cuadro de la época que representa Ia batalla de Trafaigar en tanto que el segundo aports piezas donde prevalecfan Ia fantasia y los ingredientes sobrenaturales. Words ‘worth se instalé on Grasmere, al sur de la regidn lacustre, en 1799; por su parte, Coleridge marché a Keswick, donde asimismo se radicé Robert Southey en 1803; afios mis tarde, el prosista Thomas de Quincey se unl- ria al grupo, luego de trasladarse a Grasmere. Hacia 1800, Inego de una seria enfermedad, Coleridge se habi- tué al opio, que tan profundo impacto parece haber producido en su vida; inds tarde, viajé a Malta ¢ Italia, entre 1604 y 1808, En 1805, Wordsworth com- plets la primera version de BL pretu dio, extenso poema que habia iniciado afios antes y cuya revisién prosiguié hasta el fin de su existencia, Hacia 1810, Wordsworth y Coleridge se dis. tanciaron temporariamente. En 1013, Southey fue designado poeta laureado (funcion oficial que Je aseguraba una remuneracién estable); Wordsworth, en cambio, obtuvo un cargo publica en Ios condados de Cumberland y Westmoreland, En 1817, Coleridge aio @ conocer la Biografia literaria, sa obra doctrinaria de indole més ores- nica; en 182% se incorpord a la Real Sociedad de Literatura, con una re- tribucién anual; finalmente, al cabo de varios afios de salud vacilante, mu- rid en Londres el 25 de julio de 1834. Southey enviudd en 1837, y volvié a. casarse en 1939 con la escritora Carc- ine Bowles; poco después eay6 enfer- mo, y muri en Keswick. Wordsworth fue designado poeta Iaureado en 1243 —como sucesor de Southey—, funcién que retuvo hasta el fin de su vida. La produccién de los tres autores fue abundante y alcanzé considerable re- percusién. Entre las composiciones iniciales de Wordsworth, corresponde meneionar el ciclo de poemas relat ‘vos a Lucy (un personaje femenino cu- ya identidad verdadera se desconoce), ademas de Michael y de los Versos es eritos a pocas millas de la abadéa de Tiatern, plezes que fueron incorpora- das a Ia edicién de las Baladas liricas aparecida en 1800, en la que también se inclufa el famoso “prefacio” que sig- nificd la maduracién plena de la com ciencia roméntica inglesa; mis tarde, Bl preluiio traza una autobiografia en ‘verso, centrada en “el desarrollo de una mente poética”; en 1807 aparece la Oda de la inmortalidad, uno de los mayores aciertos liricos de su autor; en 1814 se conocieron nueve libros de La excursidn, comienzo de un vasto poem “épico-filosético” que nunca fue completado; con posterioridad, la pro uooién del posta nunca ces6 hasta sus uiltimos afios. Tin general, el acen- to de esta fecunda labor recae en la. evocacién exacta y sencilla de las emociones suscitadas por la naturaleza ¥ por los hechos cotidianos, a través Ge un lenguaje en que prevalocen la intensidad de los afectos ¥ una perma- nente entonacién meditative, caracte- istieas que han conferido a Words. ‘worth una ubicacién inconfundible en- tre Ios escritores de su época, La ple- nitud creativa de Coleridge debe si- ‘tuarse, a su vez, en un periodo de casi dos afios en el que produjo la pri- mera parte de Cristabel, la Balada del viejo marinero y el fragmentario Ku- bla Kan, sus composiciones mis me- morables; ya en una carta del 21 de marzo de 1801, dirigida a William God- ‘win, confiesa que “el poeta en mi esti muerto”, segin vuelve a reiterar en su oda Afliceidn escrita el 4 de abril de 1802; en consecuencia, consagré el resto de su vida a uns incesante pro- duceién critica y erudita cuyo copioso inventario todavia no ha sido comple- tado, pero de la que ya se extrajeron inapreciables materiales sobre In obra de Shakespeare y otros autores, sobre Jos origenes de la imaginacién poética y sobre muy variados problemas de {indole artisties y filoséfica. Kn sus momentos mis Iogrados, 1a poesia de Coleridge posee una extrafia virtud mé- gica, que logra unificar en un clima so- Drenatural los inagotables ingredien- tes extraidos de sus amplisimas Iectu- ras; esta capacidad de sintesis ha sido descripia por C. M. Bowra como una prodigiosa labor de alquimia incons- ciente, pocas veces rivalizada en la historia de Ja literatura moderna, en Ia quo son tan frecuentes Jas explora- ciones onfricas. Por Io que respecta a Southey, ademds de su abundante pro- duceién’en verso, cabe mencionar su obra en prosa, que incluye las biogra- fins de Nelson y do Wesley, e innume- ables articulos misceléneos. El nom- bre de otros postas suele vincularso al grupo de “laguistas”; entre ellos, co- rresponde citar a James Hogg (1770- 1835), @ Christopher North (seudéni- mo de John Wilson, 1785-1854) y tan bién a Charles Lamb y a Walter Sco (asimismo recordados como pros tas). 4. LA SEGUNDA GENERACION ROMANTICA Incuestionablemente, entre Ios _jév nes poetas roménticos que surgen hi cla 1615, tres figuras se destacan « forma significativa: George Gordo Jord Byron (1788-1824), Perey Bysshy Shelley (1792-1822) y John Keats (1785 1821). El primero de ellos procedia 4 una familia aristocrética, cuyo titul nobitiario hereds en 1798; edueado ex Cambridge, complets sus estudios un! versitarios en 1808; entre tanto, publi €6 sus primeros poemas en 1806, 4 Jos que siguieron otras composiciones hasta culminar en os dos primero: cantos del Peregrinaje de Childe Ha rold (1812) que consagraron su presti gio literario y le otorgeron un consi derable ascendiente en Ia sociedad ele gante, donde su fama y su atractiv personal le permitieron satisfacer su yolubles propensiones amatorias. ‘Mientras su renombre crecia, dio s conocer en 1813 EI infiel y La novia de Abydos; en 1814, EU corsario y Lara fen 1816, El sitio de Corinto, En 1815 se casé con Annabella Milbanke, dé quien tuvo una hija; pero su matri monio solo duré un afio, a-causa del escdndalo que suscitaron sus relacio nes con Augusta Leigh, de quien era pariente muy préximo; este suceso 1d obligé @ emigrar definitivamente de Inglaterra; en Suiza, se encontr6 con Shelley; de allf pasd a Italia, donde Uevs una vida disipada. En 1818 co menz6 a escribir Don Juan, quizd su a obra mas lograda, pese a que no legs a completarla; el nud argumental de este relato en verso se ubiea en los vagabundeos eréticos del protagonista, que dan oportunidad para desenvol yer con realismo una aguda sdtira de las costumbres e ideas imperantes, En 1822, Byron se marché de Italia para unirse a los revolucionarios griegos, cuya empresa apoyé con entuslasmo; enel curso de esta accién, contrajo una fiebre que determiné su muerte en Missolonghi, el 19 de abril de 1824. En raz6n de la conducta irregular que habia exhibido, no se permitié deposi- tar su cadaver en la Abadia de West- minster, donde suelen ser enterrados los grandes poetas ingleses; finalmen- te, fue traslaardo a la boveda familiar, en el condado de Nottingham. Fuera de Inglaterra, Byron es consi derado el arquetipo roméntico de su pais, opinion que estén muy lejos de ‘aceptar sus compatriotas (quienes hoy en dia no dudan de sus méritos artis- ‘icos, pero 1o ubican en una relacién més estrecha con los escritores clas cistas del siglo XVID), En clerto mo- do, el problema radiea en que Ia Euro- 8 pa continental vio en Byron el arque- tipo humano de una época de inesta- bilidad y revolueién, y hall6 on su acti, ‘tud un modelo que era digno de exal- tar y aun de imitar, pese a las reservas morales que pudiera engendrar su com- Portamiento; en consecuencia, indivi duos tan diferentes como Goethe, Maz. zini y Pushkin celebraron su geniall dad y su espfritu de aventura; en cam. bio, Wordsworth y Coleridge 10 dese- charon porque ihistraba “Ia idea mas horrible de la naturaleza humana”; en- tre los “viejos roménticos”, solo “Bla. ‘ke parece haberlo compadecido y has- ta comprendido, en virtud de su pro- pla vocacisn de rebeldia (si bien opt naba que el error de Byron consistia en entregarse a un naturelismo desen- frenado, en vez de exaltar los poderes de la imaginacién); por su parte, She ley fue quien més 10 admirs entre los “j6venes roménticos”, y considerd la aparicién de Don Juan como uno de Jos mayores acontecimientos poéticos de Ja época, en razén de la autentici- ad que exhibia la imagen trazada, ple- na —a su juicio— de fuerza, de belles ¥ de ingenio, Shelley nacié en Sussex, hijo de un acaudalado terrateniente; recibié una eculdada educacién e ingress en ‘1810 en la Universidad de Oxford, de donde tuvo que alejarse al afio siguiente, lue- go de Is conmocion producida por su ensayo sobre La necesidad del ateis mo; pocos meses después se casé con Harriet Wesbrook, matrimonio que se desintegré en 1814, cuando el poeta huy6 de Inglaterra con Mary Godwin, para instalarse en Suiza y més tarde en Italia; el @ de julio de 1822 Shelley muri ahogado en el golfo de Spezia, 2 consecuencia de un naufragio. Pese & la brevedad de su existencia, la obra poética de Shelley es nutrida y ma- dura, y documenta una curiosa sin- ‘esis de abstraceion y calidad senso- la, de pasién y reflexién; profunda. mente integrado en la corriente anar- quista_que prevalecta en Inglaterra, ‘buena ‘parte de su labor exhibe la re- ‘eldfa de quion lucha contra los esque: mas morales constrictivos y contra el autoritarismo politico; su ideal era la instauracién de una’ epublica per- fecta, en la que prevalecieran el amor y ln Justicia, para que pudiera reali-

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