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FRIEDA FORDHAM. INTRODUCCION ALA PSICOLOGIA DE JUNG EDICIONES MORATA, S. A. Eendusiéa de JAVIER MORATA, Editor, en 1920 ‘MADRID. 4 Derechos reservados Daresrro uscaL: M, 27840-1770, © EDICIONES MORATA, S. A. (1970) derma tenvERUcs, 12 - sanraD4 IMPRESO EN ESPARA PRINTED IN SPAIN Grificas Color, Maria Zayas, 15 ‘Madrid (1970) CONTENIDO Pas. Nora nat error, por C! A. Mace .. ° Pronuro, de C.G. Jung 2 PRERIGO DE 1A AUTORA 4 Nova ne 1 aurora 6 a, TnIntroduecion a Stipes sicolseicos Bs HI—Loe arquetipos dat incouseieate colective ewwnces SL como 1o meramente curloso al estar dlspuesto a catalogar toda Ia literatura de la religién bajo la simple fang brea de eilusiones humans biliza por luchas sectarias. Con caracterfsticas modesta yt Terancia, se limita @ qué su punto de vista no se debe a una Nota det editor 1 vision superior innata, sino a Ia influencia de su’ propio tipo y clase de mente, En esta Introduccién su pensamiento es feliz y adecuada- mente presentado por un intérprete que, como JUNG mismo, no tiene prurito de polémicas partisanas ni un especial inte- rés en las peculiaridades menos agradables del inconsciente, sino una vasta e insaciable curiosidad en las variedades de Ia autoexpresién humana, aunque ésta tome Ie forma de algiin infechable mandala, un poema de Downe o la titima extrava- gancia de un mistico actual. Bl lector podré gozar todas Jas atractivas cualidades de Ia exposicién introductoria con la satisfaccién aiadida de conocer lo que es auténtico, Tiene el imprimatur personal de Juno y su propia recomendacién, PROEMIO* por C. G. June Frieda Foroitaat ha tomado sobre sf la nada fécil tarea de escribir un resumen legible de mis intentos por conseguir un conocimiento mejor y més comprensivo de la psique huma: na. Como no puedo afirmar que yo haya conseguido una teo- la definidva gue eXoligue ti ‘menos la mayora—de ies psicoldgicas, obra consiste en una serie de diversas eproximaciones o, si se prefiere, «circumambul. cio hacia Factores desconocidos. Esto hace especialmente cil dar un esquemé o, incliso, una simple relacién de mis oe e sentido siempre abligado a no pasar por alto él Hecho de que Ia psique humana es algo que no se revela | 2a momo sblo en a cenraltony del neice oe eee ‘sobre todo iret eI anché mindo-y en Tas protundidades de la historia. Ta “We de tas manitestaciones peiquicas observa el iaédico no es sino una parte infinitesimal del mundo psiquico, y que, ade mds, esté distorsionado por condiciones patologicas. Siempre de que una imagen adecuada de Ia (| ible por el método comparativo. Pero la gran desventaja de este método consiste en que en ét no es posible naturalmente evitar a acumulacién de material de comparacién, con lo que resulta que el profano queda des- concertado y pierde el hilo del pensamiento en el laberinto de paralelos. Proemio 13 La tarea de Ja autora habria sido mucho més simple si hhubiera dispuesto de una clara teoria de punto de partida y de un material de ejemplos sin digresiones dentro del inmen- 80 campo de la psicologia general. Creo, sin embargo, que esto tltimo parece formar la Yinica base segura y la tinica medida para la evaluacién de los fenémenos patoldgicos, ast como la anatomia y la fisiologia normales son indispensables para conocer los aspectos patolégicos. Del mismo modo que Ja anatomia humana tiene detrés de si una larga evolucién, igualmente Ie psicologia del hombre moderno depende de sus rafces histéricas y s6lo puede ser juzgada acertadamente si- gulendo sus variaciones etnolégicas, Mi obra, por tanto, offe- ce innumerables posibilidades de que la atencién del lector se desvie con este tipo de consideraciones. En estas condiciones ciertamente dificultosas, la autora ha conseguido, no obstante, un éxito, ya que ha evitado todas las posibilidades de caer en interpretaciones equivocadas, pues nos proporciona una clara y sencilla deseripcién de los prin- cipales aspectos de mi obra psicolégica. Por esta admirable labor, ciertamente, quedo en deuda con ella, KisnachtZirich, septiembre de 1952. PREFACIO DE LA AUTORA Desde que esta Introduccién a la psicologia de Jung fue publicada por primera vez en el afio 1953 ha aparecido una Considerable cantidad de material nuevo y algunos de sus It bros han sido traducidos por vez primera al inglés (ciertos Hbros nuevos sobre temas psicolégicos y una obra semioanto, biogratfica titulada Memories, Dreams, Reflections). Se me sugirié, por tanto, cambiar mi Introducciin y po- Berla al dia, No me agradaba hacerlo por varias razones, 1a mds importante era que habia trabajado en el manuscrito original junto.con el Prof. June y su esposa y ellos hicieron cambios cuando lo consideraban conveniente, y que lo que habia aparecido merecia su total aprobacién. Es cosa dificil condensar y simplificar sin variar el senti do. Yo no queria intentar la ‘simplificacién de obras ten im. Portantes como los nuevos libros Aion! y Mysteriums Contin. tionis sin la postbilidad de la aprobacién del Prof. Jung, sobre todo porque ¢1 era muy poco amigo de la divulgacién de su, obra, i enn aaa Habia yo tenido acceso a estas obras todavia no publica: das mientras escribfa ini Introducciém, y ellas influyeron en ‘mi trabajo, aun cuando no se Jas citase explicitamente. Ade mds, algunos de los tiltimos libros eran cortos—Answer to ‘Yob%, Synoronicity?, Flying Saucers’ y The Undiscovered self y totalmente ‘accesibles para el lector inteligente. La autobiografia ciertamente presentaba algo que era nuevo, Pero que podia ser citado con menos precaucién. Ademés, arrojaba luz sobre la finalidad y propésito de la obra de JUNG Y Sobre por qué él habia legado a desarrollarla tal como 10 hizo, De esta manera se hacia fécil y comprensible lo que Profacio de la eutora 15 habia sido dificultoso y oscuro de seguir para muchos. Por ejemplo: gpor qué empleé JUNG tanto tiempo estudiando un tema tan anticuado como es Ia alquimia? zQué es lo que habia podido ver en él? Por.tanto, decidi cambiar mi nota biogréfica original, usan- éo para este fin el nuevo material y mi propio conocimiento personal del Prof. Junc. No todo el mundo estar4 conforme con la seleccién del material ni con la figura que emerge, La personalidad de Juxc tiene innumerables facetas, y los que Te conocieron descubrieron en él diferentes aspectos y se for- maron de él su propia y favorita imagen. Creo que, aunque hace ya cinco afios que ha fallecido, es imposible conseguir la suficiente perspectiva para escribir con razonable objetividad. Necesariamente mi imagen final de June pasa por alto muchas cosas, especialmente la parte mas terreda de su naturaleza, Las cualidades que describe en stt madre (y que yo he tocado en mi nuevo capitulo) pueden con muy peueliag modificaciones ser tomadas como las caracte- sticas de su Indo terrenal: humor, hospitalidad, gusto por Tas buenas comida y bebida y delicia en la conversacién fas cinadora, Su amor a Ja tradicién y su capacidad de entrar en contacto casi mistico con el paisaje fueron también rasgos predominantes de sw’ persovalided, ‘Acepto la opinién de Juxe de que él y su obra eran inse- parables. «Mi vida es lo que yo he hecho, mi obra cientifica; Ja una es inseparable de la otra; el trabajo es la expresién de mi desenvolvimiento interiors’. También he intentado mos- trax que todo. ello empezé en, su infancia, que toda su obra estaba—como él dice—prefiguiada allt, Estamos en denda con la Dra. Aniela JAFB por su ayuda para que ce evase adelante la autobiografia. Estoy segura de que su dedicacién, lo mismo que su apoyo préctico, fueron factores importantes para despertar Ia energia necesaria y el interés de JUNG y que de esta forma Ilevara a término ‘sus memorias. RE Absit de 196, *Memorles, Dreams, Reflections, pf 211 (ed. USA, pig. 22). AGRADECIMIENTO * Estoy muy reconocida a Routledge & Kegan Paul, Collins, Bollingen Foundation y Pantheon Books por el generoso per- miso que me kan otorgado para hacer uso extensivo de extrac- tos procedentes de The Collected Works of C. G. Jung y Me- mories, Dreams, Reflections. NOTA DE LA AUTORA Las citas y referencias se dan principalmente a base de The Collected Works. of C. G. Jung,"nueva edicién inglesa, publicada'desde 1953 y ahora casi completa. (Damos la cita de estés libros en abreviatura C, W.)*. Incluimos relacién. al final del libro, juntamente con informacién de otros trabajos del autor que se citan, Hin esta traduecién espafiola también citamos Ja misma obra de Jona en su edicién inglesa. Aunque originalmente se escribieran cast to- {das ea alemén, ya que JUNG era sulzo, no obstante, la mayoria del pi blico eulto hispano tiene més facilidad para leer originales en inglés que ea alemén. Como, lamentablemente, de JoNe no poseemos todavia, nas obras completas tan perfectaments traducldas como las de FEIUD ‘que metecieren 1a alabanza del gran vienés, creemos més prictico ‘Gitar slguiendo a la autora. Ha casos extraordinarios, al dar la referen- ‘ia en alemén, incluiremos fa nota bibliogréfica entera. (N. del T.) CAPITULO 1 INTRODUCCION ee En este capitulo se intenta dar un simple bosquejo de la Psicologia de C. G. June. Hacer tal simplificacién es algo ast como dibujar un mapa del mundo en una hoja de papel. Obte- memos tan poca idea de Ja natursleza verdadera de la psicolo- gla como de los mares y continentes que forman nuestro glo- bo, Igualmente el mapa es un esbozo, un bosquejo en el que posteriores descubrimientos pueden irse situando, Si el con. tomo parece confuso o indistinto, quiz una jornada poste. rior del viaje lo haga més claro. Sugerimos que este primer capitulo se lea a esta luz y que se vuelva a leer, si fuese nece. sario, cuando-el lector-vaya més avanzado,.— \ ‘picosyNo es una psicopatologia, aunque tone we noes matetial empitico de la patologia; cou todoXeus tearing sou, ia ssugerencias e intentos de forme. Jacién de usa nueva experiencia ci - nosXI-No se da una formula simple a la que éo pueda reducir ‘Oda su experiencia, Concentrarse en um punto bace que se gane en claridad, pero entonces se pierde de vista la red de elaciones en que consiste la actividad psfquica. La busqueda { | Antroducsion a Tie Psychology of C. G. Jung, por Ia doctora Tor Jando Jacont (rev. ed, New Haven & London, 196, 7" Hay teaduccidn al castellano publeada or Fopasa Calpe; Made 1965, (Ns det 7) 18 Introduccion a ta psicotogta de Jung de precisi6a al definir fa experiencia mental hace perder mu cho a ella de Io que por naturaleza le pertenece. ¥ Al hablar de mente y activided mental ha elegido June los términos «psiques y «psiquico» mejor que «mente» y emen- tals, ya que estos ditimos se asocian primeramente con la jconciencia, mientras que epsique» y . "Canto mayor es la tensién en- tre los pz ito mayor es la energiax Si no hay oposteién, mm de energie. Se_pueden Gitar ejemplos de copuestose en muchos distintos ‘casos. y nivel: Ta progresign, movimiento baci adelante de a eet a y Ta inconscien siny el pensar 7 cl sentir, ee, ‘gpuesto’s Henea ‘una Tuncién réguladora (como Wank Giro deseubri hace 3a muchos ciestos de alos), y cuando la libido ha alcanaado un extremo, empieza a dirigirse hacia el contrario‘, Un‘ejermplo bien sendillo de esta afirmacién puede ser el Yer cémo una actitud Mevada hasta el extremo cambia gra- dualmente hasta convertirse en la contcaria: una violenta ra bia deja lugar a una posterior calma; y el odio muchas veces acaba al fin conviriiéndose en amoriyPare Jono Ia funcién | reguladora de los-opuestos es-inherente a la naturaleza huria- 2a yelp comprendr ef Belonamlento deo pet, CEL: Movimiento natural de la libido os hacia aflonte y kar cla atrds. Se podria pensar en el movimiento de las olas. Joxc lama al movimiento hacia adelante, que satisface las demaridas dé lo conscieiit, progrésion; y al movimiento hacia favoree ls cea “del inconscTente, regresién. 9 més pronto toda cosa corre hacia su oponente Two Essays om Atte: Uytical Poychotogy (C. W, 7), § 111. — rN Introduccién 2 |Pias necesidades interioresy/Por tanto, la regresién es el nor mal Contrapolo negativo dé la progresion (difriendo de alga: 10s puntos de vista), 1o mismo que el dormir es al velar, mien. tras la libido esté funcionando de manera normal, esto es, de acuerdo con las leyes de Ia enantiodromia*, para volverse Paulatinamente en un movimiento progresivo. Regresién puc. de significar, entre otras cosas, vuelta a un estado de disten- sion después de un periodo de concentracién y de fuerte ae. tividad mental. © puede significar la vuelta a un perfodo anterior del desarrollo. Tales cosas no son necesariamente «malas», sino que mds bien hay que mirarlas como efases de restauraciéns, reculer pour micux sauter**, $i se intenta lle. var a Ja Hbido por un canal muy rigido, o Ta represién ha greado una barrera, o por cualquier razin hia fra adaptacién consciente (quiz porque las circunstancias exte: Hores Jo Bait hecho miuy dificil), entonces se hace imposibl ¢l movimento natural hacia adelante. La libido cunstanclas retlaye inconsciente, ¥ éste pilede qué rgado de exergia, qc busca intensamente una sa; ‘Quiz buscard el inconsciente un escape a través de la con. ciencia como fantasia 0 como un sintoma Heurstico, 0 s¢ ma: nifestaré como conducta infantil © incluso como comporta: miento animal. Puede inéluso. iaundar la coneiencia de tal modo que haya una violenta ‘explosién o se desarrolle una Pslcosis ***, Cuando esto ocurre, es como si una presa hubiera Sedido y todo. cl campo mas bajo que ella quedase inundado, En alginos casos extremos, donde la libido fracesé del todo en-su-intento de encontrar.tina salida, se otigina una retirada de Ja vida, como en algunos estados psicéticos. Esto es una regresi6n patolé§pta, y es muy distinta de la regresién normal, que es una necesidad de vida. Un hombre no es una maquind . gue pueda de continuo adaptarse a su enforno: tiene tambien gus estar en armonia consigo mismo; esto es, adaptarse a sti Propio mundo interior. Y viceversa, s6lo puede ajustarse a Sut $8 mundo interior propio y conse Wo, si se ba adaptido a las condiciones que an» YMovizaiento en sen edevenir opueston,(N. det R.) een Be ct i lt) "Se habré notado eémo en determinadae circunstancias hay perso- ‘pas que reaccionan violentamente ante palabras o situaciones totaimen- ute gstas reacciones son originadss por cargas inconscientes, que dejan después pecplejo al gujeto mismo. (I. del 7.) 10m Poychic Energy (C: Wy 8), 8 1 2 Introduccién a la psicologia de Tung La libido es una energia natural, y primera y principal: mente sirve a las finalidades de la vida; pero una cierta canti- dad sobrante de Jo que se necesita para fines instintivos pue- de convertirse en obra productiva y ser empleada para fines culturales Testa nueva utilizacién de la energia se hace post ble transfiriéndola a algo que sea de naturaleza semejante a la del objeto del interés, instintivo. La transferencia, sin em argo, no se puede realizar por un simple acto de voluntad, sino que se consigue por medios indirectos. Después de un periodo de gestacién en el inconsciente se produce un simbo- Jo, que puede atraer a la libido y que sirve también como ca- nal que desvia su corriente natural. El s{mbolo no es conce- bido de manera consciente, sino que de ordinario se presenta como una revelacién 0 como una intuicidn, y frecuentemente aparece en un sueiio. X ‘Como un ejemplo de esta transferencia de energia, de un propésito instintivo a otro cultural, cita JuNc el ceremonial de la primavera entre los primitives watschandis: cavan un hhoyo en Ja tierra, lo rodean con arbustos imitando Ios genita- les femeninos y danzan alrededor teniendo sus espadas de frente para simular un pene erecto. «Cuando danzan alredte- dor, blanden sus espadas en. direcciéa det hoyo, gritand Pulti nira, pullé rira, wataka! (jNo un hoyo, no un hoyo, sino un c—!)*, Durante la ceremonia ninguno de Ios particfpantes puede mixar a una mijers', La danza, que tiene lugar en Ja Primavera, esta cargada de extraordinatio significado. Los ba Jarines,.por_medio de sus movimientos ¥_ gritos, entran en trance: estan participando en un acto magico, la fértilizacién de la madre Tierra, y cualquier otra mujer debe ser apartada para que Ja libido no fiuya en el cauice de la sexualidad ordi- aria, El hoyo en la tierra no es un sustitito de los genitales femeninos, sino un simbolo, que representa Ia idea de Ia max dre Tierra’al ser fertilizada; y es el simbolo que transmuta Ia libido. - Hay que hacer notar agui que 2 Io largo de su obra Juxe usa la palabra 25 Introduccién a ta psicologia de Jung pendiente, y que Jas ideas y afectos que se constelan a su al- rededor entrasen y saliesen en la conciencia de una manera incontrolable. Aunque es artificioso hacer fronteres muy cla- ras cuando se trata dé delimitar y describir contenidos psi- quicos, pod sin ae Sus hay comple. au ers nay offs que perfenc- ea paigue due & comin VEL ae colectivo es un. estrata del ineonsciente ie" Taconscientepersonal}Es el mater Stra com oats el material” rierge nue rte de la observacién def comporta- ‘define a 16s fistintos conic «impulsos a jvacién conscientes)",.o. més precisamente (puesto que hay muchas acciones motivadas inconscientemen- te que son por entero personales y que dificilmente mere- cen el apelativo de instintivas) una accidn instintiva es here: dada 2 ‘A jos instintos por lo general se les reconoce. Pero no ast a este hecho de que siendo impulsados a seguir amplias lineas de actuacién en circunstancias espectficas, aprehendemos y experimentamos Ia vida de un modo que ha sido predetermins- ‘do por nuestra historia }Con‘ esto no quiere Jun implicar que Ja experiencia en cuanto”tal haya sido heredada, sino mas | Gigm que el cerebro mismo fa sido Conformado e influenciado ‘por las jotas_experiencias_de Ja humanidady Pero ‘aunque nuestra herencia consiste en rastros Hisioldgi obstante, fueron procesos mentales de nuestros antecesores Jos que trazaron estos rastros. Si alguna vez volvieron a la gonelencla en el individuo, lo pudieron hacer solaments en forma de procesos mentales: y at ¥Si queremos Ser estrictos, hemos de afirmar que hay complejos ‘que pertenecen a ambos sectores simulténcamente. Un complejo «mater os, por ejemplo, es personal en canto que se rellere @ muestra propia madre, y es colectivo por sus relaciones con el arquetipo materno. “netine end the Unconscious (CW 8) § 25- 3 3 AS Introducctén 2 es tna rowura en el lecho de un viejo rio previamente incons- ciente>®*, - [ %A esta tendencia—podria decirse necesidad—de rcibir i | yexperTmeHlar Is vide de un modo condicioado ree | el i Tie preterita de Ja Hmmanidad Ta amma Toney garquetpicn cepciGn y de aprehensién dentro de esquemas especificamente Los arquetipos som inconscienies y, por tanto, su existen cla puede solamente postulaise. Pero nos dammos cinta de Glldg a través de clertas imigenes tipleas que aparece y vael- Yen a aparecer en nuestra mente. Teno en un tiempo hablé de tlios como de imagenes primordiales» (expresién que tomé de Jacob Burck1axbr), pero més tarde vino a usar el tér- mino arquetipo de un’ modo comprensivo, el cual inciaia ambos aspectos, conscientes ¢ inconscientes. * (* Podemos aventurarnos a suponer que las imdgenes prizior- ‘diales, o arquetipos, se formaron durante los milenios en que el cerebro humano y la conciencia humana iban lentamente emergiendo de un estado animal; pero sus representaciones, cs decir, las imagenes arquetfpicas, como tienen una cualidad primordial, s¢ modifican 0 se alteran de acuerdo, con Ja era ‘en que aparecén. Algunos, sobre todo aquellos que indican un cambio importante-eivTx economia de-Ta psique, aparecen en forma abstracta o geométrica, tal como un cuadrado, un circu: 16.6 tina fueda; ya sea Bor separado, ya en combinacién for mando de-modo més o menos elaborado un simbolo ‘par ticularmente importante y tipico. Todo esto Io discutiremos detalladamente en un capftulo ulterior. Otros se presentan como formas humanas 0 semihumanas, coino dioses 0 diosas, enanos © gigantes; o aparecen como animales o plantas, rea- On Psychic Energy, § 100. *La concentrada prosa cientiica de Frieda Foxpaa no ei en modo ‘lguno fécil. Pero mucho menos lo es Ja del ya en peosamiento oscuro ¥ cotnplejo C. G, June. La idea que en este pérrafo explica es que en Gad tn ‘de nosctos tay, como’ veoslechos de ios aparatemente ‘200s, pero Lenos de agua’ te, ‘una Hon, ce srines con sf contenido arguclpico, es como ti peforase¢l echo del Tio. (N- del 7.) ‘Winstinct and the Unconscious, § 270. 2% Introduccié a la psicologia de Jung les 0 fantsticos, de los que hay ejemplos incontbles en la mitologia. Los. yuetipos_son_vivenciados igualmente como emocio- 7 te ef situseiones humanas muy tipicas o de mucho significa-, do, como pueden ser el nacimiento y la muerte, el triunfo ! sobre obstculos naturales, estadios de transi como Ia adoléscencia, y experiencias de peligro extremo o que! inspiren temor. En una de estas circunstancias una imagen arquetfpica, que puede haber sido dibujada en wna caverna ae nuvtrnls idl apaesta es os sues del is moderne de los hombres actuales. El Jargo asunto de los sueiios y de su interpretacién nos ocupard en un capitulo ulterior y, por tanto, bastaré con de- Jcir aqut queWunc considera a los suefios como productos na- [tara Stpouiocor de Iz ptgue muy dignos de ser tome dos en setio y que-producen por s{ mismos un efecto propio, thn cual Safco no see notado af entncida, Hl fen dunjde log chee ox steioay ace uo ese consiant da \analostas de donde le viene su cardcter oscuro y aparente- mente sin, sentido, , : nel hombre 23 W6gicas,que aparecen en sus te, de las que & no ha tenido conocimiento consciente pre- vio—, En.ciertos casos es dificil probar que tal conocimiento nunca existié en realidad (siempre s¢,puede decir que existe Ta posibiidad de tna criptomnesa(®); pero en algunos. tipos de desequilibrios mentales se da un despliegue tan asombroso de imagineria mitolégica, que de ninguna manera es posible que el individuo la haya adquirido por experiencia propia. . Como ejemplo de lo anterior aduce June el caso de un pa- ciente acogido en un hospital mental, por el que se interesé en el aio 1906, E] hombre estaba por completo desequilibra- do ¢ incluso a veces con la razén totalmente perdida; pero cen sus periodos tranguilos describia visiones muy pecullares y aducla ideas ¢ imégenes simbdlicas del todo desacostum- bradas: No se consiguié arrojar luz sobre estos simbolos has- ta €l.affo 1910, afio en que JUNG tuvo conociimiento de ciertos papiros griegos que habfan sido descifrados hacia poco tiem- Wepiptomoesia: cuando se olvida algo lid, visto u old, ¥ poste. simi fenrodice ‘honedenterctt, Sn saber ue 90 8° Wo, O98 oto fete EL aetn 2 Po y que contenfan material’similar. EI paciente habla sido recluido en el hospital mental afios antes que hubiese apa- recido el texto del papiro, lo que excluye en absoluto la posi- bilidad de criptomnesia ¥. ies sini ha sd formadeT OTE , | Gado en palabras cs clerto que es ta conciencia quios ie ha dado forma; pero cl esprit del milo—ia urgencis evesdors i 2, Jos sentimientos, que expresa y evoca, e in en gran’ parte la materia del asunto—proviene del jente colectiva¥Es cierto que los mitos frecuentemente ‘ntentos de explicacion de los acontecifentos nate tales como la salida’y Ja puesta del sol o-la venida de Ja primavera con toda su nueva vide y u fertilidad, pero ena opinion de Joxo son mucho més que esto: son la eh sin de cémo el hombre vivencia estos hechos, La salida sol entonces se convierte en el nacimiento del héroe-dios des- de cl mar. El conduce su carro a través del cielo; yen el occ! dente un gran dragémmadre le espera para devorarlo al star decer."En el vientre del dragon ataviesa las profundidades adel mac, y después de un aterrador combate con la serplente \p) de Ta-noche wielve a nacer de muevo en la mpafiana, Esto es WO" na (explamacid milica del proceso fsico dela salida del sel y de Su Ocaso, pero su contenido emocional le hace ser mucho ards que eso, Los pueblos primitivos no hacen una diferer- ciaciéa nftida entre cllos mistios 7 sui entorno; viven en 10 gas LeveBauitt llama participactin mistion, que signiicn due lo que oc én ocutie dentro, y vceversa. El mito, por ta sién de Io quie esta ocurriendo en ellos cuando el sol se est4 levantando, mientras viaja a través del cielo y al perderse de vista a la cafda de Ja noche; | yes al mismo tiempo reflexién y explanacién de estos acon: ' tecimientos ”, Sete 3s, mitos son una expresién del incons cliente colestivo;-se-encleutrait en Tornias siuilaies Ga todos iy ttando un hombre ha ido su capacidad de crear mitos es que ya no ercuentra The Structure of the Psyche (C. W. 8), § 319. UPara mayor profundizacion de esta idea y para ofrecer ejemplos c lo que en Ja prictica actual puede significar partcipacion mist remitimos al lector al libro de Henry Fauxorr ¥ colaboradores, ttt lado Before Philosophy (Pelican Books, 1985). 20 Introduccién a la psicologta de Jung el contacto con las fuerzas creadoras de su ser. La religi6n, Ia poesta, la sabiduria del pueblo, los usos y costumbres ti cos y los cuentos dependen también de esta misma capac fdadlas figuras centrales en todas las religiones son por st gees i agit is bate aee meta. pero, 10 miseio que en el mito, con: a tomiad6 “parte en Ia conformacion del material. En {Se culos pumiaves esta patticipacion oe ire concen 6 en Jas religones. superior es y mas elev ‘arquetipico es mucho més cla- i ro\(Las expresiones is pce is eis del bcm colo) encuentran, ctiando los arquctipos sparecen como imagenes ae “Ta mente o en las fantasias de Tos pslodticos. Estas imégen pareve nergia_y un pod mueven it 7 as oun tenes porque jou eel ooults tsoro que Ja Huma nidad ha ido acumulando ¥ dél que’ha producido si {sus demonios, y todos aquellos pensamientos poderosos influyentes sin Jos cuales el hombre defarfa de ser hom- bre», Por tantopara June el inconsciente no es solamente Jun sétano donde ef hombre arroja toda sti bastira, sind-que s a ae ek ras meter y destruc” 196 We toa x Humanidad wr“ Tateitay-definr-el inconsclente colectivo es pretender 10 orgie no’ tenemos sfuraléza, ‘Todo lo que podémos Baer se pe Hse jservar sus manifestaciones, “describirlas y t en ae ae ee orb Una gran part dele Oba Ge TONG ha estado dedicada a este trabajo. De los arquetipos dice June: «Clertamente ni siqulera nuestro pensamiento los puede comprender con clatidad, pesto que él no los ha in- Ventado> 2. No obstante, se ha conseguido aislar varias imé enes, qe suelos 6 series de fantasiaa, que pa- éce tienen una signifcacién tfpica para los_seres_humanos ya las que se puede poner en correlacién con paralelos histo Hos y con mitos de fodas las partes del mundo. Tras cue 8 wo Essays on Anabytical Psychology, § 105. ibid, § 19, tector que deseo wn éstulo mds datatlado do los artis ‘y Gt inconite‘coltro. puede conan em Sow: eerie “en trodain 3 dada y fatigota labor de investigacién ha‘descrito Fuse algu- pos que se relacionan con el afecto y el Com ano, ¥ las ha llamado Ta person, Ta sombra, 5 ek ania Hoibre Sab t0, WS rast etre y Betbst*. De muevo hemos de recordar aqui que cuando hablamos de arquetipos del inconsciente colectivo no hay que pensar aque éstos son compartimientos estancos de Ta mente. Los ar. juetipos pueden incluso tener un aspecto personal, La ime Gx del conimay, por ejemplo, et4 condicionada conjuntamen- te por la experiencia que durante millones de afios han tenido Jos hombres de trato con la mujer y, al mismo tiempo, por la actual experiencia personal que «este> hombre tiene con una mujer o con las mujeres. Algunos arquetipos son, sin embar- 480, mids colectivos que personales; otros, como Ia. spersona> Ya , Cuando esta actitud es la hab ; |tual, entonces habla Juxe de.un «tipo introvertido»yA este ‘ipo le falta 1a confianza en sus relaciones con personas y co- sas, tiende a ser insociable y prefiere la reflexién a la activi- dad. Cada uno de estos tipos tiene al contrario por inferior y ve sobre todo las cualidades negativas de la actitud contra- ria. Este hecho ha Hevado a innumerables malentendidos, ¢ in- cluso.en.¢l devenir del tiempo a la fofmulacién de Blosofias antagdnicas, de conilictos psleoldgicas y' de diferentes valora- ciones y estilos vitales, En Occidente preferimos Ja actitud extrayertida, descri- bigadola en téimhinos tan favorablés" como abiertas, «adap- tada al mundos, etc, mientras gue a la introvertida se Ja juz- ga como egocéntrica ¢ incluso morbosa. Por el contrarid, en Oriente, al menos hasta tiempos muy recientes, la actitud que prevalecia era la introvertida. Sobre esta base se puede expli- car el desarrollo técnico y material de Occidente en contraste con la. pobreza material, pero gran desarrollo espiritual, del hemisteno heitae \ En Bsichdlogical. Pypes rastrea Tush 14 infliencia.histérica_ de estas dos actitudes, al afectar acla fon ee sot ga deseo de alga anes sus ot { ePoychological Theory of Types», en Moderns Mant in Search of @ Soul, pag. 98 (cf. C. We 8). yy Tipos psicolégicos 35 tos en Ja poesia, en Ia estética y tltimamente en la psicolo gia. Vistas a esta luz las diferencias entre Ins qué Haman SLo mismo que el leén derriba a su adversatio oa su presa con sue zarpas, en las cuales reside priceipaimente su fuerza, y 20 con la ‘ola, como el covodrilo, igualmente nuestras Teacciones ce caracterizan omnalmente por la aplicacion de auestras funciones més seguras ¥ fhcientes; e¢ tna expresién de noestra fuerza. Sin embargo, esto no ‘bos previens de reaccionar algunas veces de un modo fal que delata huestra debiidad especifica. Fl predcminio de una funcién nos inclina 2 organisar o a buscar determinadas situaciones, al tlempo que evita: ‘os otras; y asi noe lleva a tener experiencias que son pecallares nues- fas y distintas de las de otras personas. ‘Un hombre inteligente so adaptaré al mundo ambiente por medio de Su inteligencia y no a golpes a la manera de un boreador, aun cuaa- 40 alguna ver, en tin alaque de ita, aga uso de sus pailose’ ) i » Introduccién a ta psicologla de Jung pensars; y, sin embargo, como apunta JUNG, hay otro modo e pensar al que no se le puede despojar de este titulo. Yo lego a este otro'modo de pensar de Jn siguiente manera: Cuando mis pensamiantos estan ocupados-con un asunto concrete 6 con una idea general, y esto ocurre de modo que el curso de mi Pensamalento me ileva de nuevo hacia el objeto, puedo afimmar que este proceso intelectual no es el Unico devenir psfauico que esté fenjendo, lugar en mf en este momento. Yo no prestaré atenciéa a todas squellas posibles sensaciones y senllmlentos que, puedo reco- ocer como compafita mas 0 meaos perturbadora de mi tren de pensamiento, y solamente haré hincapis en el hecho de que este proceso de pensar procede de datos objetives ¥ se esfuerza por val- tera objet, pro de manera stmultéues pennapecs cousantemente ‘ea continua ‘relaciéa con el sujeto, Reta relacion € Ua Shs dia none a eer os ee aoe se te ning proceso ensante, Aun cuando mi proceso intolectual se dirige, en todo To posible, hacia datos objetivos, no obstante, es mi proceso sub Y¥.no puedo nl esquivar esta mezela de subjetivise my siaulera ‘indir de ella. Aunque haga todos los esfuerzos posibles por dara ‘i linea de pensamiento una direcel6n completamente objetiva, no odeé eludir el paralelo proceso subjetivo con su participacin omni- presente sin al mismo Hempo extingulr basta la ultima cblspa de ‘ida ea mai pensamiento, Este proceso aubjetivo paralelo tiene una Tendencia natural, sélo parcialmente evitable, a subjetivar los datos bletivos, es decir, a asimilarios al sajeto. Dondequiera que al proceso subjetivo se Jo atribuye el valor prin- cipal, vemos que se presenta el otro modo de pensar, que es el pro- ‘puesto al pensamniento extravertido, a saber, la pura orientacién sub- Jetiva del pensamiento, a la qué hemos’ Iamado.«introvertidas. Vemos que de esta otra’ orientacign surge tun género de pensamiento que ni se dirige hacia datos objetives ni se determina por hechos objetivo: un pensainienta, por tanto que procede de datos subj {ios y qua se-diize hac Ideas subicivas © heehas de “ip ay se tse eat lita ehsis do Frecuentemente se usa como reproche el decir que una Idea es «subjetivay. Peto esto es pasar por alto el hecho de | ee “Tight Typen ost 1 A cat contact oe tanta difcullsd coffees al taductor o al eimple lester. Eas Fg Spee ee ply ora ote Say Ce ey mal ea reels cole Se Natl rendveneats me frecuent intactas: Qui en parte se déba.a ‘por extension de ets ideas; ademas de Ia desconfianca con que los psi- logos més o menos behavioristas y mateméticos suclen ver este fip0 Se, por ota parts, itersanisimas y rofuadas ivestigciones. (Note + fei traduotor,) pigs en ef 3 ASH SG 16: lis seme po_su Tam ee 3 a estar abrumado por wua montasa de material uo eigerido, ¢ intenta estapar de esta dificultad por medio de simplifica: ciones artifciales, inventando formulas y conceptos que apa- rentemente dan coherencia alo que realmente esti desco- nectado, Una mente éreadora, como la de Charles Danwn, efempto excelente de pensador extravertido, cousigald dar orden y-$eh- fa de datos que Habfa ac ‘pero donde cl espiritu creador falta, el pensador lo suple aduciendo més y mas datos hasta que se acumala una montafia de material | de, valor muy discutible, | por su pensamiento y son sus aor : rly tds dein motivo Hs i a El tipo puro iF'5e" encuentra con mayor frecuencia entre los hombres que entre Jas mujeres, ya que la manera de pen sar de éstas es preferent Este tipo de perso- nas «piensan todo» y llegan a conclusiones basadas'en datos gbletivor—to que ellos aman «los hechos reales—, at tive. ‘Bensador Je le Sia-tnisma. En cuanto es posible incluye a sus familiores, ‘sus amigos y a sus colaboradores en este ®. sy SPsychotogteat Types, pig. 42. 9Tbid,, pags. 4001. Tipos peicoldgicos «3 arrolio y presentacién de las eimégenes primordiales» y su _Basniasion eb ideas, Esto anquiere pars eL una Rees aoa ‘madora; tiene una vaga nocién-de que Ia idea puede ser uti- Jizada en el mundo, algunas veces incluso Ia conviccién de que se podria salvar el mundo si conociese a Ja idea; pero esto son pata él consideraciones secundarias y nunca de im- portancia vital. om ee ae de ser un cardcterextzaiio. Por su intensa atencién a.las.rea- lidades interiores, no la presta més que miiy escasa, 6 absolu- tamente nula, a sus relaciones con el mundo circundante. No se entera de lo que esta pasando ni de cémo slenten o pien- san otras personas. Se comporta timida y silenciosamente cuando est4 en compaiifa, e incluso algunas veces hace una afirmacién inadecuada, El clisico profesor distraido es un ejemplo tfpico de pensador introvertido. Una divertida anéc- dota del filésofo ScrropeN:tavER ilustra bien estas caracteris- ticas. Se dice de él que se encontraba de pie inmerso en sus pensamientos en medio de un macizo de flores en un parque ee Ja ciudad, cuando un guarda le grité que st sabia lo que estaba haciendo y que quién pensaba que era él. «jAb!—dijo ScHOPENHAUER—, si al menos conociese yo la respuesta a esto» ®, ie a otra_experiencia-de’ este tipo, implica waa -SiénjdPero cuando se dice ae Mento Utbter-O-esfeuto-qus ‘esto es malo» o «bueno», entonces se est4 haciendo una valo- yacién de una experiencia de tonalidad emocional. En este sentido usa Iuyg Ja palabra sentimiento cuando habla de una dancin sentimientions Quando pensamot, Jo iaemos pera focent 6 pas stctr me coitng $cnnd! tines, fas dar 2 igs 8 Po ‘standemaniel Pactoloead Concerions (36, 3 ePeychological Thoory of Typess, on Modern Man in Search of a Sout, pag. 105 (cf. C. Wy 6). M Introduccin a te pstotort de Jung wee exmOSSG De hecho, June mencne-e tes sabes ae ‘Gente, cael como st se tratase dela misma Cosa, pero cand habla del tema expresamente, deja entonces bien sentado que cualquier funcién puede contutr a in emocion,y qud ia emer Gin misma no ef la funciony Nos el senintcato ub cope ie do pensions cantare como queria cere el po pew sador. Es la funcién por la que se ponderan, se aceptan 0 se bazan Jos valores. (se i 259,05 estd mas cerca del final emocional de la elemento valorativo entra en los dos. En aaa ssituacién de sentimientoe 7 lo.con.ella. De ordinario.las mu. ite tno. pero Lay también varones Ee tos. Todos ét funciona Helo jor en situa veer acag toda. dese poms at \ i 7 2 eae Sentimlento y pensamlento son enemigos entre st. «Ea la & clenela, donde a poncataleate os Ix funion prImoraat < mis misero mictoblo tena que ser observado con la misma concentraci6n que el sol». Pero el sentimiento desaprueba esto efasste eu que so reconowca a diferencia en sus valores. ...El_sentir es una funcién racional. De ordinario no se sien- | 46 en-ki SIOMEnID ie Ma So evalloun-y af momento ee guiente que no Jo'es en absoluto. 3g esentimiento> tie- nen. de las cosas, una fe valo- || 4. ay de Tipos psicolégicas 45 travertide-se_origina. ‘Sioa eae algunos.de.valdr, ptros completaments es | EL sentimiento rimlento eet. sobre toe en rata cons taio. Jhuano_y,con el valor {0 “Valor) de las personas y.con los modos de_compoxtamicnto, de Bee Saute. ScNeet extrafio, por, tanto, que. sea, un.elemento. importante. en Tavs | ghagsliones, my en ees... al Bientos, Y-cuando el ‘su sentimiento sera go CATE -mauijetes. que. entre — El tipo extravertido se adapta-bien al mundo, valorando de ordinario a Jas cosas como son valoradas por Ia mayoria y no encontrando dificultad ent concordar con su tiempo y st milieu, Esto se observa particularmente cuando a mujer de este tipo se casa, ya que siempre elige un marido que se Te adapta perfectamente, de tal-modo que puede pensarse que todo Jo ha hecho con un frio plan, pero realmente lo que ocu- 16 es que ella se enamoré sinceramente del «acertado> tipo de varén. y frecuentemente. 3! s imaciones di te en Jas aguas embraveck- “das: Ellaes quien bace-posible la vide social y° familiar Es—~ ‘buena anfitriona por naturaleza y se encuentra a gusto en grt pos, reuniones numerosas y cualquier clase de actividad social 0 comunitara. El-tipesentimiento- que sea a-darse cienia. de la desgracia o injusticia que le rodea-sut Fo deseo de. ayadar.y_una. fon cantidadde-sxoalentesbres “sociales estén cimentadas en-esta-funcidn. Lo mejor de este ‘tipo es su simpatie, su encanto y su propensiOn a ayudar. Lo peor su superficialidad y su ocasional insinceridad, En tanto que su sentimiento sigue siendo personal, se mantiene verda- dero; pero si se le eva al extremo, Iega a convertirse en ale- jado y artificial, pierde su original calor humano y da Ja im- resin de pose y de falsedad, “amable-extravertido, cando-con fresnencia la impresién de 46 Introduccién a ta psicotogta de lung i en realidad el sentimiento aumenta en intensi- “dad conla falta de expiesion,y de este Tipo podemos Gece — Aunque se miuestran reservados, poseen mucha simpatia y comprensién para con sus amigos o para con cualquiera que sufre o est4 en una necesidad. Con frecuencia en una mujer de este tipo el sentimiento suele fuir hacia sus hijos secreta- mente, No lo demuestra, pero tiene un amor apasionado, que se patentiza cuando el nifio estd seriamente enfermo o si es separado de st lado de alguna manera. El sentimiento intro- vertido se expresa también en Ia religién, en la poesia y en la musica, y en ocasiones en fantasticos sacrificios personales. El tipo sentimiento introvertide es inadaptable, Elo ella— eg desconcertantemente autentico, 9 al se le Ruerza a ehacer \ tuna comedia» es probable que se rompa en troz0s, y por esto algunas veces se les describe como esquizoides. Pero en circu Jos de intimidad, a los que se encuetren unidos por lazos emo- cionales fuertes, su valta es bien conocida y son constantes y ficles amigos. 7 { ALo que Tox entiende por sentimientos frecuentemente es $7! mal comprendido. Pero no hay duda de que lo que él entiende por sersacién es aquello que nos Hlega a través de los senti fos Como pereepcion Sensoril, la scusaciou depende del ob- jeto que Ia causa y también del sujeto que la-recibe. En el en ef objet primer caso—es decir, cuando se hace i _S€ dicé qué es una sensacién cxtravertida. Cuando Ta sénsa- cin tiene Ta prioridad—en vez de secundar meramiente a la ~~ otra funcién—, hablames de un «tipo sensacién». En este tipo no se excluye ninguna sensacién objetiva. En otros tipos, especialmente en el intuitivo, mucho de lo que se siente ape- nas si alcanza a la conciencia. Los intuitivos, por ejemplo, ol- ‘vidan con frecuencia que tienen un cuerpo; sienten casi como ‘si flotasen. EL tipo «sensacién» toma todo como viene, experimenta a lis Sosa5 como ellas son, nf TAS HY menos; la hmaginacion no tiene ningtin lugar en sus vivencias, | pensaitiento in- tenta profundizar en ellas ni explorar sus misterios. Las cosas son lo que son. Tampoco se hace ninguna valoracién; lo que importa es la fuérza y el placer de la sensacién. Este tipo es, por tanto, irracional; hay poca légica en las cespetiencias de los sentidos, e incluso el mismo hecho puede despertar diferentes sensaciones en tiempos distintos. Sin em- ‘argo, con frecuencia se les tiene por gente muy racional, ya Tipos pstcotégicos 47 que su insistencia en hablar de Jo ffctico y sus naturalezas calmosas-¥ east flematicas isa impresién de razo- nabilidad. Los tipos «sensacién> son frecuentemente personas fciles y ‘con gran capacidad de-distrutar de Tas cosas, pero , Ia_vida con 1 munca es.menétona. 1] (@iravertldD fGitultive se preocupa de lo que comin: meiifs cOnocemos como «el de Tag realidadess. a intuitivo le ectipan las fossa dal Inconselente co iectivo; el fondo oscuro ufo dé la experiencia: todo Te todo Jo que.es sub- \fetivo, extrafio y desacostumbrado para el extravertido. { _, ela peculiar naturaleza de la intuicién ififover@a) cuando con | sigue "a" psioridad en un, temperamento (J, produce un tio de \ Gs arain Y Seeees i a por un indo, y A excéntrico. er | SES rede "como el e280 Fa que \ vis ended generat en et ops contingent | el eardcter pereeptvo do la inuleton. Como, re inte | ae deans ch Ie percepctn: Ea perepein asa bended pro ‘Fundamental Psychological Conceptions, pée. 13. Tipos meiotic 19 [ Yepearcygle de eties cee stra Pereilen el exetnrcn, por nu pasts se content con la itis, Bar in que dl alemo es édtenninedo ¥ modelado®, Este es el tipo que ve visiones, que tiene xevelaciones de | gor f } tipo religioso 0 de naturaieza cdsmica, que experimenta sue fos proléleos fantasies extras, tos Tos cuales son Fae tan reales como lo erat Dios y el diablo para los hombres, del medioevo.*Hoy en dia tales personas nos parecen muy raras, casi Jocos,.como lo son en efecto, a no ser que logren encontrar un camino para relacionar sus experiencias con la, vida real. Esto Jo consiguen cuando encuentran, o incluso for- min ellos mistnos, un grupo donde sus visiones son observa das como cosa‘de valor. En comunidades primitivas estas per- sonas han sido estimadas y respetadas—son de la madera de Ja que se hicieron los profetas de Israel—, pero en el mundo de hoy tienen poco sitio, a no ser como mifsticos en alguna comunidad religiosa, Comiinmente no «hacen ruido»’con sus experiencias extrafias, 0 forman sectas esotéricas 0 peque. fos grupos de una manera dife- ente, y no porque sea obtuso, Al maestro le ayudaria a com- prendér qué un nifio introvertido, por ejemplo, no es ni des- graciado ni inadaptado si no se une a las actividades de los demés con el mismo entusiasmo que, los ‘extravertidos. Y al psicoterapeuta le ayudaria para acertar a tratar a sus pacien- tes. Entre las personas neuréticas es'muy comiin haber des-_| arrollado una funcién hasta tal punto que por fuerza tienen que haber sido desatendidas las demés. Los intuitivos, por efemplo, de ordinario desprecian la. sensacidn y, por const guiente, sus proptos cuerpos, dé tal modo que ataban ponién. dose enfermos. Los tipos pensadores desprecian el seatimien- fo, y ast Hones difeltades ali dondeasrelacions interper sonales y sociales juegan un papel importante, La salud men- tal (y no pocas, veces fisiea) dependera del desarrollo de 1 funcién desprecada, ya que sdlo aif podrd Ta personalidad Sar ihés cerca de su totalizacion, la de Jas personas usan solamente una funcién © St cin); personas RAS complejas wean dos clones’ y las personalliader sain ooonsiads be HARES de. tres. La inclusién de Ja cuaria pextetiote 2.10 que JuX¢ ha Hamado y Ia Teconciiacién mutua de las tendencias opuestas Ge If natu: yaleza de una persona, Pero para entender bien esto debemos isiderar primero con més detalle cual és Ta idea que JUNG tiene del inconsciente personal y del colectivo. a CAPITULO TIT ‘ LOS ARQUETIPOS DEL. INCONSCIENTE COLECTIVO cs El desarrollo de una actitud, sea extravertida o introverti- da, y de una funcién es una parte del proceso del vivir, de adaptamos a nuestro mundo y de dejar nuestra huella en él. Anno ser que haya interferencias extrafias, nos desenvolvemos segiin les lineas que son més féciles para nosotros, pero al zaismo tlempo también queremos «mostrar Io més bello que poseemos», Esto quiere, decir que acostumbramos desarro- Har nuestra mejor funcién, ya sea ésta el pensar o ef intuir, Sentimiesto o Ta sensaeién; y, al mismo tlempo, tenemos ‘una fuerte-tendencia-a adaptamnos'2-lo que se espera°de nos: — ‘tts, a responder ala edutacion ye le Wedoa seal ee porfamos de un modo aceptable. En este proceso mucho de Jo que realmente pertenece a la p iefo, me- {or dicho, no se perde, sino que jado hacia el incons- ciente, En términos psicolégicos a es mido>. Si a los nifios pequetios se les deja seguir su impulsol ‘natural, son frecuentemente caprichosos, ambiciosos y agre. sivos, mostrando toda una serle de tendencias que en los adul tos se suponen han desaparecido o han sido dominades por a educacién, Pero Ja equivocacién de la mayoria de los pa-( dres, educadores, maestros y otros consiste en creer qu han conseguido cambiar realmente la naturalezs de Tos Hos @ fiers de Ciidadoa,cegdo at gus Io Gales Gos horas os que las tendencias infetiores o desagradatles, emipajalae hacia Ia oscuridad, hin sido olvidadas; pero en realidad si- guen viviendo en el adiulfo, Este olvido e8 a veces tan perfecto 82 Introduccién a la psicotogia de Jung que creemos ser exactamente tal como parecemos, y esto al- _ Sunad veceslens cectos:desasttoson as tendentles repr {midas pertenecen a lo que June lama inconsclente personal, | y que muy lejos de marchitarse, como cabria esperar, se seme- | jan a plantas salvajes que florecen en cualquier rincén olv- dado del jardin.) ! (Bl proceso de civilizacién de un ser humano lleva a un lcormpromiso entre 1 mismo y la sociedad, a aparecer «como debe> y a formarse una méscara, detrés de la cual viven Je | mayoria de los hombres. Jono llama a esta mascara la/per- | Sona) que es el nombre que se daba a las mAscaras Hlevadas | por los actores en la antigtiedad para significar el papel que era representado por cada uno. Per tores que desempefian un pape e oficio 0 una profesién, una mujer qué § jge una ca- , todos de alguna’ manéra adoptan las caracteristicas que \| de ellos ‘se esperan de acuerdo con Ia posiciéa Bs | necesario actuar asf para poder tend éxito. Un J negocios intentara parecer (e incluso intentaré ser) fuerte-¥ ~ ‘enérgico; ua profesor, inteligente; un mayordomo, correcto. Una mujer de empresa hoy'en dfa necesita aparecer no s6lo inteligente, sino también bien vestida, y a una esposa se la exige que ‘sea buena anfitriona, madre y compafiera o cual: ‘quier otra actividad que exija Ia posicién social de su marido, . A letter dfs does Sta cop Eee a do académico serta el dilettante, en politica, «un voto imprevisibles, fen religién un lbrepensador. £m resumen, siempre se le verfa como Sospechoso de inconsecuencia ¢ incompetencia, porque 1a sociedad + fest convencita de que sélo el remendén que no es pocta puede | arregiar los zapatos convenientementes va La «personae es un fenémeno colectivo, una faceta de la ersonalidad que podria pertenecer igualmente a otro indi ido, pero que, sin ex suele ser confundida con Ia del propio sujeto. Al actor o artista que lleva cabellos Tatgos y as idadas se le mira como a alguien «tinico»—como AT wo, Essin's on Analytical Psychology, § 305. Los arguetipos del inconsciente colectiva $3 a una «personalidads—, mientras que de hecho Ia mayorfa de las veces s6lo ha adoptado la manera de vestir y las cos tumbres de los demés de su grupo. Dofia Fulana de Tal, la esposa del pérroco, es muy cariiosa y hospitalaria, cosa que parece brotar de su natural inmensamente bueno; pero en realidad Sdopt6 este modo de actuar cuando se cas6 con el parroco, pensando que «la mujer de un sacerdote debe ser afectuosa con todos los que puedan necesitars. Hasta cierto punto es verdad que se eligem los papeles para los que se esté, mejor dotado y, en este sentido, Ia persona es «individuals, Pero nunca es plenamente este hombre o esta mujer. La na- turaleza humana no es consistente, y, no obstante, al desem- pefiar un papel debe aparecer asf; de abi que inevitablemente se falsifique. La persona es, no obstante, wma necesidad. A través de lla os ponems en contacto cofi nuestro entorao*, Simpli- fica nueattos coniactos. cou Tos: deus: Indietndoncs Teas podémos esperar de elds, y en general hace a los offos més agradables, lo mismo que buenas ropas mejoran cuerpos feos. enes desdefian el desarrollar una «personas tienden a § dé tacto, a ofehder a los demds y a encontrarse con liades para conseguir establecerse en el mundo adects | i iante, el de autoiden- sanel que apela, peligro que ho 8 tan el papel es bueno y cuadra bien con el indivi- duo. Sin embargo, a veces notamos que él «est representan. do un papels, que «ella no es asf en la realidad» porque al menos-parcialmente somos conscientes. del peli senta vivir de un modo innatural 0 artificioso. ga alguna crisis y haga que el individuo se muestre més fle | + Fara entender mejor la alusién de Juno, recuérdese que en Ja pri ralra Grecia ls attores no se magulaban, ino que adaptaban amt ‘cabera unas méscaras. Por medio de una especie de pequeto meek fono en a boca de ia méscara, hacian que su vor aumentase de Yolu ‘men (personare). En la esceoa cada actor tela tuna mascara que le ‘caracterizaba para la recftacioa, Y que aturalmente le impedia toda ‘matizaciOn facial de expresiones. Bl actor risiefo adaptaba a su Tostro ‘una mdscara con rasyos rientes, y en todo aquel acto tinicamente podta ser el alegre>. Sélo con vetle salir a escena go diferenciaba. del otro ‘ctor, que era pao Sia sombra 6s ef 166i BE i PS ri contre aaseae y enociom y ammoetonee Met alos que. |) Sompattles on las HoFane cots ¥ Cou aesatrs b lidad ideal, todo aquello que nos aierplienza, todo lo que no i nosoer mls. De evo ee sige ave ‘Ya sombra, al ser nae xno puede ser alcanzada por | gs métodos ordinarios de educacién. ein eps zai | sB como desde Ja infancia, cuando nuestras acciones.eran pu- (Serer impulsi aaa desde que el primer hombre empezé a errar por la Tierra, ‘que Ja sombra es Jo natural, el hombre instintivo. = — ape eae erent pene meaiclanen “pase ani i rool als y dvi | { omo es comin a Jods Ta Hues i, se puede! aie Soe Seacesss) mune cole Ma ie sabe epean bo “AY escoger ld palabra «sombrax-para describir estos-aspecl-— tos del inconsciente, tiené en su mente JUNG algo més que el mero deseo de sugerir algo oscuro y vago en sus contornos, ‘No hay—dice €—ninguaa sombra sin sol y ninguna sombra |{ | (en el sentido de inconscienfe personal) sin la luz de Ja con- ciencia. En la naturaleza de las cosas est4 el que haya de haber luz y oscuridad, sol y sombra, La sombra es inevitable, y sin ella el hombre est inacabado. La supersticién afirmaba ‘que el hombre sin sombra (tomada esta palabra en su sentido material) era el demonio mismo; y nosotros mismos estamos edo not love thee, Dr. Fell The reason swhy 1 cannot tel. ‘But this alone I know full welt, T'do not tove thee, Dr, Fell. = Puedea notarse Ios trazos, que todavia permanecen en esta euncep- sign gamutans, defo que fof Tnoonsente ‘pra sit astro Pam (Ne det 7.) 56 Introduccién a la psicologia de Tung inguietos ante alguien «que es demasiado bueno para serlo, de verdad>, como déndonos ciisnta iastiadvaniente de que la ‘numana necesita la levadura de un poquito de m: cia, Jung, médico a quien vienen las personas enfermas, pien- oAfue rn roo intentar reprises falmente Desde este punto de vista, ples, <6 hace necesario | srtin modo de convivencia con este Tado oscuro de ‘nosotros Hilsmos. De hecho, la salud fisiea y mental depende "veces de ello, El aceptar la sombra implica frecuentemente, Sonciderables esfusrase morale, is Fanuc de Ideals largo tiempo acariciados, Pero s6lo porque los ideales se pusieron te alt ‘tina sugestién. El intentar vivir como personas mejores y més nobles de lo que en realidad somos, nos Tleva a infinitas hipo- cresias y fracasos y nos obliga a una tensién tal, que aa . jente ids hundimos y Ilegamos a ser peores de lo que de- beriamos haber sido, La irritabilidad ¢ intolerancia_ de los virtuosos a ultranza» son Bien conocidaa. La vida sexual de Gudadanos muy respetables es sorpreddente, como nos lo ‘muestra la prensa digria;y el erimen aparece én los estamen- | tos més inesperados. Todo son manifestaciones de la sombra, a Hace falta mucho coraje para admitir que estos aspectos de Ia naturaleza humana pueten estar-—y probablemente estén— acschando dentro de nosotros mismos; pero al mismo tiempo es un alivio comprobar que, una vez que s¢ ha afrontado y admitido. el problema,-hay-al. menos .ciertas posibilidades_de. mejorar, mientras gue en el estado inconsciente nada car bia: Un hombre que tnconselentemente odia a su mujer de tal modo que la quisiera matar, puede en esta sitacién antmica Ilogar a matara realmente en um atague de ira—tales situa Clones ho son excepeonales-} pero sf previamente Teconoce como suyos a estos sentimientos de odio puede, o Iegar a Superarios 0 cambiar la situacién que los proves. Mientras que una dad de fa it verd abra én fuerza y su Vigor. Y asi cuando Hlega el momento—como -octirre frécuentemente—en que ha de aparecer en Ja superfi- ie, es mucho més peligrosa y hay auch tis riesgo de que deltas ae Poreatgad que sin represion DOT aS fade como wha totalidad. Esto es particularmente cierto Cuando se trata de aspectos Golecivos dela sombra, que se Los arquetivos del inconsclente colectivo ST desatan cuando una multitud pierde el control y donde los fiombres aparentemente mAs inocenites € WOCUOS se compor- fan del modo més destructive y como fieros salvajes. ¥ i—dice Juxc—es un problema moral que enfren- a a lad entera del yo Mds atin, es un problema ‘social de importancia Inmiensa, que de ningdin modo debe ser pasado por alto. Nadie es capaz de darse cuenta de su propia { Sombra, si no posee una decisién moral muy fuerte y si no. orienta'de nuevo sus esquemas normativos y sus ideas. JUNG | sugiere ‘que ninguna redencidn es posible sin amor y toleran- cia, actitudes que se han mostrado como muy fructuosas al ‘tratar con renegatlos sociales, pero que de ordinario no.pen- samos en aplicarnos a nosotros mismos. Después de haber descrito con cierta extensién el alcance dela sombre, podemes penetrar ahora més hondaments ea el inconsciente—de hecho, dentro del colectivo—; pero antes de pasar adelante es necesario hacer una distiacién entre los homibres por un lado y las mujeres por otro. Mientras que ‘hemos usado por conveniencia Ja palabra chombre» para des- cribir lo mismo al hombre que a la mujer, habia para cada ‘sexo una «persona» y una dadey 00 propia expeticadls de iy wasoulmaae Los arquetipos det inconsciente colectivo 61 ? vide: x, por sitinOs el principio snasculino latente en ella misma. “ET principio masculino—esto ¢s, el elemento masculino | ‘en la mujer—encontré expresiones muy positivas en las acti- vidades de la mujer durante los afios de guerra, cuando quedé claro que podian perfectamente desempefiar actividades y ocupar trabajos hasta entonces reservados a los varones. Pero s6lo tna situacién anormal pone de relieve tales manifesta- clones, Hoy hay un movimiento que se dirige a conceder a la mujer un campo més amplio de actividades, pero de ordina- rio su actividad se expresa mejor en el milieu doméstico* o en un medio que tiene alguna relacién con él, por ejemplo, la ensefianza, el culdado de niffos, la asistencia social, etc. «Bor la general son para ella més importantes e interesanites lag Felaciones personales que los iéchos objetivos y sus inter- exlones- Ta mujer Telega a la pemitabra de la conciencia Jos amplios campos del comercio, la politica, Ia técnica y Ia ciencia, maientras que por el contrario desarrolla una concien- cia muy minuciosa de las relaciones interpersonales, cuyas infinitas matizaciones suelen de ordinario escapar completa- mente de la atencién del varém>?. Dicho con otras palabras, es habitual—aunque no ocurre siempre—que el pensar corresponde en la mujer al incons- clentemlctias gus en el hombre pertencoo a fo Sneonscien te el sentimiento y la emocidy. El anima origina estados bueno mal ; el énimi produce aI gen del ja para él muchacho, igualmente personifica_¢] la ‘del animus para la muchacha, y esta combi- patel ‘parece ejercer una “ecinacién provunda y duradera ‘sobre Ja mente de ella, de tal modo que en vez de pensar y_ actuar por sf misma, est citando continuamente a su padre y actia como él incluso en etapas mAs avanzadas de Ia vida. | En el curso del desarrollo normal el animus va siendo pro- Yestado sobre innumerables figuras masculinss, 'y cuando esta | proyeccion se realiza la mujer cree jente que el hoi. | ‘bre es en realidad como ella Jo ve (con Ja figura del animus), y le resulta cast imposible aceptar al varén como es en reali} ad, Esta actitud puede ser muy perturbadora en las rela-! ‘Bn francés en el original, (N. det 7.) 9Two Essays on Analytical Psychology, § 330. 62 Introduccién a la psicologle de Tung ciones personales, que solamente discurrirén_suavemente en tanto el hombre se adapte a lo que la mujer supuso ded. E) imus puede ser personificado como una figura masculina, desde la mAs primitiva a la mAs espiritual, dependiendo esto del grado de desarrollo de Ja mujer. Puede aparecer en sue- fos como ua muchacho e incluso es escuchado frecuentemen- te’como una mera vor. Otra_particularidad del animus en cuanto contradistinto del anima, que es vista con frecuencia como tuna mujer, ¢s su _tendencia a ser expresado «como un grupo» de varones ®™, Giiemos a JUNG: sEl animus es més bien semejante a tina asamblea de padres «9 dignstarios, que dan juicios incontrovertibles, “racionales", ex ox thedra. Cuando se examina més de cerca a estos exactos jucios, se comprusba que soa cael siempre dichos ‘traidoe tas ‘menos’ inconsclentenient 6 en for: {a de wn canon de "justi y Taclonsblidad hormales, com: Funllo de presenpeoiss, que obliga en soguida con su opiaién a cuanto fal un julcio cotpetente y conscieste (cosa que ocurre con Hrecuetcla). Aveces estas opinioses toman Ja forma de aforismes di senido oomany clas ees spared \nuevo centro de la personalidad Das Selbst ‘Al ego—dice Juxo—se le puede considerar solamente | Lee 1 conseenne 4 oa paeneierar lanents come dos del inconsciente (es Sec del ealestive: no dat personal =o sonibra—, te ya pertentce al ego) hay pelisra da des- jtruirlo como ‘am barco sobrecargado que s¢hunde bajo el peso. El Selbst, sin embargo, puede incluir a ambos, Jo cons: Vek inconscfente, Parece como sl fuese tin iman que j ‘iversos elementos de Ia personalidad y s0- |! bre los procesos del inconsciente; es el centro de esta totali- || dad, como el ego es el centro de 16 éonsclente, porque él es y | | la ftmcién que une todos tos elementos opuestos en el hom | + | bre y en la mujer, conciencia € inconséiente, bueno’ malo, ‘| macho y hembra, ete, y al hacerlo asi los cambia, Para con. seguirlo necesita aceptar lo que es inferior en la propia natu- raleza de cada uno, lo mismo que lo que es irracional y caé- tico. ke do_una persona madura sin intensa lucha, Implica_sufsimniento para la menté occidental, ‘Ya que ésta—a diferencia d@'a oriéhtal—no acepta fcilmente aradojas. Para un indio, «todo, lo més elevado y 16 mnds bajo, esta Ei Sujeto (trascendental)», es decir, en el Selbst. Ea ~~~ el pensamiento de los.chinos el coneetpo de Tao incluye tam- bién a todo; y el desarrollo de la Flor de Oro o el cuerpo del — Espiritu Inmortal (la meta més elevada del Yoga chitio) de- penden de la interaccién equilibrada de las potencias lumi- nosas (Yang) y de las fuerzas oscuras (Yin) #*, i Fue el contacto con Ja mentalidad oriental lo que iluminé Jose para entender muchos secretos del inconsciente y 10 que le Hevé a formular en The Secret of the Golden Flower el concepto del self **, Pero con esto no quiere aconsejar June Tons no usa el término setst en el sentido del lenguaje ordina- tio, sino a 1a manera oriental, donde como Atman, Pura, Beaman, ‘edtera, ha sido tun concepto fleséco feliar desde tempos inne: Bovis, Hale pennlent hind, teeter el princi apron, ‘suprema unieldad del ser. SI Wins, en The Secret of the Golden Flower (192), nége. 12. *Véase ol Teo Teh King do Lao-Te, Madris Mors, 164. (Ne del) formar pute el fengaje nea pacldeee. Use tees bea se formar pat co Hi ree oe Reade oo in su Tongsen alemana (cuando el aater cemuido Pertenece al 862 68 Introduccién a la psicologia de Jung que imitemos nosotros la mentalidad oriental: esto seria fran- ‘camente ridiculo, como si usdramos para diario un recargado traje de etiqueta. «Este instrumento penosamente forjado gue es la voluntad» y el vasto conjunto de conocimientos la- Boriosamente adquiridos por la fisica, 1a quimica, las ciencias naturales y otras ciencias semejantes, no hay que arrojarlo ‘Ja ligera por la ventana,\, La clencia es el instrumento de Ia mente occidental, y con cla se pueden abrir muchas més puertas que can las desoudas ma vadoconocimiento por medio de la vida ( foga y'llegar a ser un misero fmitador, (La teosofia es el mejor ejemplo de este tipo.)s"**. ftoxc hace ver claramente que este concepto del self no es tun género de conciencia smiversal, Ia cual realinente es s6lo otro nombre del inconsciente **. Consiste més bien en Ja vi sgermicica); otras, como en este caso, por provenir del inglés, so usa If exoresida ineesa. Self, en inlés,o Seibs, en alemd, signican Ia risa idea. Nosotros In usaremos indistintainente, (N. del T:) ‘fla cits jongiann esta tomda del comeataro al The Secret of the Golden Flower (6. W, 18) 923. cligroro pers Ia cencla ex ol despreco de cualquier Wa de cons: cimiento que bo sea exctamente datuctiva, Efemplo de exo pueds fer el exanvo entutasmo por lo mafematio, so bo cite cn sete fue go puedo suede, es expresion tan generdlizadora como eqivocs- G2 ¥udato mas cuntto ve trace de censas humana 0 ‘Ademts del conocimiento reductible a mimetos existen otras vias G& Denetrecién cn la realidad. Ta estadisticn, In demnacopi, lor cerebro Slctnicos feentr aon do coneeimiento, Fero ni son ness ni oon {nfalibon. En cl recuerdo do toon evtdn fracass ruidoson dela star listen 7 la demoncopia. El wojo clisicoe del maclco es algo mas qoe em rua do ats on ear acto, ition, sigan ‘otras vas semefantos no Deden impunements ser daopreciadas. Teal- ‘mentees peligro el otro extrem: creer sin més cualquer senien. tora sentimentalswo que lave a error. (N. del T) **No es siempre igual la nocién de conciencia universal, p. ¢j., en ‘ris cot en el penesmcnto de aguas Beet pero ho fe pus rin coins en 1 pensnstto 3 fésofos pero no ee De ‘de acer con ambas Meas una ecuacién: Parece que esta admaciéa de SSieia Foran se extende unde allt‘ de Io Rosdtcamente comect, Ea conciencia universal de Averroes, Ja pantestica, etsy dstan raucho Los arquetipos det inconsclente colectivo 69 |yencia de nuestras naturalezas individuales, por un lado,-y, | por otro, en la percepcién de muestra fatima relacién con toda, vida, no. solamente humanf, sino también animal y vegetal, incluso. con Ja materia. y_con el cosmos mismio. Esto lleva Rs como si la dc Ia vide bubiese pasado a un centro y hay una] liberaclin de compulsion y Go Teipense. oi Ne, que son los resultados Inevitables de la participa ei6n mistions Jona observé el crecimiento de este nuevo centro de la personalidad en muchos de sus pacientes antes de intentar formularlo de esta manera **, Sin embargo, no hay que pensar | us tovlos los que decken someterse al proceso de ands | tienen esta experiencia o alcanzan este estadio de desarrollo. | Para muchas persouas seré suficiente el conseguir liberarse de la dependencia infantil inconsciente, el ser aliviado de un sintoma oprimente gracias al conocimiento de la causa que Jo origina o el conseguir elaborar una nueva y mis satisfacto- ria adaptacién a la vida. No obstante, hay personas que se| sienten obligadas a responsabilizarse de una manera plena de su inconsciente, que deben encontrar un camino para co- nocer y aceptar_su_vitla inconsciente paralelamente con la msciente, ¢ integrar_ambas.en realidad de tal manene Gu ‘que €n su personalidad a formar un todo, Porque, para- ‘yefortmadamento—de Ia Idea de inconsciente universal aportade por ‘or, El asimulo de conocimientos y experiencias transmltido por he Fencia desde Jos tiempos més, remotes hasta el hombre de hoy dia es algo muy distinto de la pociéa averrofsta ode cualguier ofa mis ‘© menos similar. (N, del T.) * Este sentirse en contacto con el universo entero no ha de ser en- tendido en sentido pantefsta. A este respecto arrojan uz las obras de ‘TmLHAR pa Crawon, Desde el punto de vista cristiano, puode verse cesta idea expresada en Ja este género de cosas. Estamos seguros de que Tomado de una serie de charlas radiofénicas tituladas The Process of Evoltion y pblicadas en Listener el 2 de novienbre do 151 No ce debe olvidar que In religion tleae un fundamento objetivo, 4. gus sobre ete campo no tiene eapaciad suicients ef peotlogo ex | Suunto tal, sino en cuanto tedlogo. Humsy puede opinar sobre la rell- ‘ifn en sii yertiente psicolégica, no as{ en su verticnte objetiva 0 teo- érica. Siguiendo en cl simil anterior puede estudiar las reaeciones do Javnifia al hablar con su madre por teléfono, pero no si la madre | ‘sate realmente al otro lado del Mo (N. det | 78 Introduccién a la psicologia de Jung las verdades religiosas son casi siempre paradéjicas. Si la Feligidn intenta evita Ia patadoja, @ceblita senelllainente a ama ‘JonG define a la religién como «una particular actitud de Ja mente, que puede formularse en consonancia con el uso! original de ta palabra retigéo, la cual significa una cuidadosa | consideracién y observacién de ciertos factores dinamices, | | que son concebidds como «poderéss—espiritus, demonios, dio ses, leyes, ideales—o sr nombre que el ser humano Ihaya dado a tales factores en su mundo cuando él los ba en-; contrado_sufictentemente peligrosos, potentes o ayudadores | (como pata tomarlos en. cauta- consMleracion: © -arandes, be ltos viens de sents Come pare amavlos ¥ adrarlos deve | tamente> ***.), t EI mundo operativo es por definicién «dindmico». Es el dinamismo de la funcida religiosa el que hace a la vez Fadil Ypeligroso Todo intento qué sé haga para legitimarlo, Este ‘inainismo_se_expresaba en el pasado, en Tos grandes movi" iniientos proselitistas, en las cruzadas, guerras de religién, per- secuciones, caza de herejes y brujas y en los esfuerzos cres: ores que Uevaban a construir inniensas tumbas y templos abarrotados con todo género de tesoros. Hoy mucha de esta ‘energia encuentra su expresién_en diversos_. »0 Sugerir que hay factores psiquicos que corresponden con las figuras divinas, y que puede incluso existir un elemento semejante en los absurdos de los locos y en las experiencias de los misticos, puede ser tomado como una menor estima de los tltimos (y' frecuentemente es interpretado asf); incluso puede considerarse como rastro de blasfemia. Sin embargo, estamos preparados para aceptar que el «genio esti cerca de Ja locuras *PJUNG, no obstante, lejos de menospreciar la expe- ‘TeArchetypes.of the Collective Unconsciouss, § 12, 17. ‘*Que on In actividad genial hay ua tanto de sobrehumano, es a to- ‘das Ices claro. Desorbitado y genial tienen puntos de contacto. Que {os contenides mentales de un genio tengan puntos de contacto con Ios de un parancico, por ejemplo, no es Taro, ni tampoco inusitado, en Ja historia de lor horabres. No parece tampoco se haya de tomar a blas- femia gue los contenidos mentales ¢obrehumanos de los misticos ten- La religdn y ol proceso de individuactén 81 riencia religiosa, no sélo demuestra Ia existencia de Ia fun- [cién religiosa en el individuo y abre un camino para su com- /prensién «por razén Jo mismo que por sentimiento>, sino que subraya que ees a primordial tarea de toda educacién (de adultos) conducir el arquetipo de la imagen de Dios, o sus. | emanaciones y efectos, hasta la mente consciente> tx | ase silo que Je educacién cristina ha intentado hacer, ia adtitud occidental, con su énfasis de lo objetivo, tien- ast des: [si polatle dé si misteriosa relac Es esta actitud la gue al proyectar todo bien sobreunn ; figura remota de Dios y fodo mal sobre una figura remota del | detponi, despofa ala plgue desu valor y sigullead, eva por un ado 4-una sobreraloracion de Ix conclenciay Y por | otro a Ja deificacion d stra jones comio eI Estado- Ade. { * nals de eso, eVeredoy el tual an legado estar tan elabo-| Talos y tan reinados qué ya io expresin el estado psiguico | Gl hombre ordinario, 7 TenBOR ae ha congelado en tes | ecats 9 formalisnos, Seni “El hombre neceslia experimentar la fmagen de Dios den- tro de st mismo y vivenclar sW correspondencia con las for- ‘Was que su religién proporciona para ello. Si esto no ocurre asf, se origina una fisura en su naturaleza; por fuera podré ser un hombre muy civilizado, pero interiormente es un bér- baro dominado por un dios arcaico. viven"en unt pueblo, lo que-prucba la verdad’de este argumento. Los—~ ‘grandes acontecimlentos de nuestro mundo, en cuznto pleneados ¥ ‘lecutados por el hombre, no respiran el espiritu del eristianismo, ‘sino ms bien el de un payatismo descarnado. Estas cosas se otigi+ ‘nan en una manera de estar psiquica que no ha sido ni remotamente tocada por el eristinismo y que ha permanecido arcaica. La Iglesia ‘alpa—y to sin razin en general—que el hecho de semel oredidisse (haber crefclo ua vex) deja detrés de of rastro, Pero nada de est astro se puede ver en Ia marcha de los acontecimientos, La civil Zaclén cristioa se ha mostrado hueca hasta un extremo atervador. ‘Ean puntos de contacto con los de ciertos tipos desequilibrados. Natu Talmente, esto en Ia vertiente psicoldgica de tales contentos. La creen Gia de que el santo ‘es tn ser extraterreno e intangible, ademés de ‘desilusionante para los que pretenden imitario, es psicoléyicamente falsa y teoldgicamente equivocads. Et nihif humanum a me allem: puto Vale también para los hombres que alcanzaron el honor de los altares. (N. del T.) "Psychology and Alchemy, § 14. *Piychology and Alchemy, § 8. 8 Introduecién a ta psicologta de Jung 2s toda ella bare, mientras que el Hombre ntvior ba pernaoe- Seatac spor tamara Sel Miers igs perme, eee ee She dl Sind Ss onceenos eee ga? Pes to 2c ends ences eomccomiengs exes St ce, esl cn ibs tee es ae ees Yat areaicos, supremos como fueron siempre. Esto_es lo mismo_aue decir que Ja concordia interior con Ia imagen exterior de Dios esta tx permanacido pricieanesfo on el oramiguo, Ly eateicee oe sido practicamente en el pagani ¥ sién cris- Bek br steeds Io isensnane Sade pero ne estes ke Hie cain Ui uns Go baste oer cae es ‘encido sagen divnn com la mas tation oss su peo Tiss liza: Cos somes So tack enacts ca ce desde he, to te dng arte stn en ees Pocnlabo wis Site Me aqachana gue tad ronates Ee En rldee gue ov guede nf deeamee de calcein Ee asa ids ins Saas Este inconsciente pagano, que también ha influido en nues- tra literatura y arte, se expresa claramente em los suefios mu- cho antes qué Megue a ser ostensible en Ja accién, Un cléri- g0, por ejemplo, que tiene dudas sobre Ia fe, suefia lo si- guiente: Viniendo a su iglesia por la noche, se encuentra con que la pared del coro se ha derrumbado. Sobre el altar y las Tuinas han erecido ‘vides, que estén ahora repletas de fratos, ¥ la luz de le luna bella fa través de la fractura del muro, es pintoresto y Simbo! ricter simbélico y analégico de las imAgenes onfricas, no es dificil comprender que la expresién exterior de la fe—ta Igle- sia—esté derrumbéndose y que algo «naturale est introdu- cigndose en ella. La vifia era un sfmbolo cristiano primitivo. «Yo soy la vid y vosotros los sarmientos» era también un simbolo de la orgiéstica adoracién del dios Pan. La luna da un aire roméntico y levemente misterioso al cuadro total. Fue en ua tiempo mirada como un dios 0 diosa, y como tal ado- ada, cosa que ¢s interesante recordar aqui. En estas analogfas tenemos un indicio de lo que este suefio. significé para el sujeto del mismo. Aquf aportamos otro, que describe atin més claramente un estado mental que no armo- niza con una moderna y cultivada comovisién. Fue sofiado por una paciente mfa, una seffora culta de mediana edad: Paychotogy and Alchemy, § 12 MIbid., § 179. 5 La religion y el proceso de individuacién 33 Se trataba de un espacio cerrado, pero vacio. En el centro, 20- bre el terreno, ardia un pequeto fuego con una coluumna de himo, aque de él se levantaba. ‘Yo estaba de rouillas enfrente del fuego @ inclinando mi cabeza, cantaba ‘tmicamente: “Dios esté en el Existen también suefios que apuntan en la direccién‘opues- ta y que pueden demostrar a un agnéstico confirmado .(si quiere darse tuenta de ello) que en realidad hay un creyente en cada coraz6n, 0 que pueden conducir a un renegado, de nuevo, a la fe que abandon6, Muchas neurosis se pueden. cu- rar si él paciente es capaz de volver a la Iglesia a la que per- tenecié o si experiments la conversién. Mas estas soluciones de las neurosis no pueden ser impuestas desde fuera; tienen que brotar de Ia necesidad interior de la persona, y de stu conciencia y comprensién de esta necesidad. Pero si la salud mental del individuo y el progreso de Ia civilizacién dependea en tan gran manera de la acertada expresién de Ja funciéa religiosa, equé solucién existe para aquellos que no pueden volver a’ ninguna Iglesia 0 no encuentran en el edrama cris- o» la expresign satisfactoria de estas necesidades? misino dusante afios de labot con pacientes ‘Eneontsé que Habla up ‘personas qu, a pesat de Estar ya.curadas en el sentido érdinario de Ja palabra, o insis- fan on continuay el tratamiento analitico, esa discusion d 2 ogc nels aoe om ee heme el nie | Se trataba de personclidades maduras y que no estaban «cok fgando de ia manor del analista por miedo ala vida o por e== particular union con el psicélogo que se conoce con el Dom bre de «transferencia» "; se trataba mds bien de que estaban ‘buscando inconscientemente, ‘pero sin variar de direccién, una eta que eventualmente se define a sf misma como biisqueda de i tuldad—esa etlad misterosa que ex elcome t- fal—y que necesitaban forjar un eslabén entre los asi , no por eso hay que creer que sea fenémeno neuré- tico 0 patolégico. seat stotale significa haberse reconiliado con aguellas ver. que basta ahora no hablar sk Estas vertientes son freciienteliente, pero feriores, porque muchas personas no se perca tan de {as posibilidades que poscen. Nadie que seriamente Dusque Ia «totalidads puede desarrollar su entendimiento al precip de reprimir su inconsciente; ni, al contrario, puede ivir en un estado més 0 menos inconsciente, a stucidecin pscoligica de estas imfgenes, que no puede par sarse sin. mip en slencio ni legamente porate; conftce Ieges Toente a las profundidades. do Ia fenomenologta reisoss. a histo. ia ce Ja religion en su mis ampllo sentido (ncayendo, por tanto, 4 Archetypes of the Collective Unconscious, § €, y The Integration Of the Personality, pég. 90. | Fitw-mismo.-Al.busearla,-l 88 Introduccion a la psicologla de Tung ritologia, folklore y la antigua psicologia) es un tesoro de formas ‘rquetipices, de las quo el doctor puede sacar paralelos luminado- fes'y comparaciones que aviden, fin 4s calmar y clariicar la Com ‘Sensis que esta "per at Tar’, He absohitamente nscesario dar estas insgenes, quo to Tevantan ante fos ojos de a ineate tan extramay y amienazadoras, una especie de.contesto, a finde haccrlas mis intellaibles Con este fin JUNG usa mucho los paralelos de la mitologta. ‘Tanibién descubrié fa afinidad, in ‘que existe entre Tou simbollaon do loa suatos individuates ia alguimia me Seva "f Se he considerado wulgarmente a a slguimia como a un eh ee reise o cuando iis, Came ttn citfose interludio que precedié al desarrollo de la industria quimica. ‘Apenas nadie sabe que hombres tan grandes como Tomés DE AQUINO, Isaac NEWTON y Robert Boy.e la tomaron muy en serio y que tuvo conexiones muy importantes con la filosofia y la religién medievales}Se entiende por alquimia el deseo de USdoar arifciimente el ros y cieramente algunos To in tentaron, peo igualmente iubo muctios otros Monbres—raky lmrcigenee y de tales levadasrce velan sobre tolo coma simbélicos a los procesos quimicos que éstudiaban; y que fo que intentaban no era conseguir oro, sino descubrir la piedra filosofal. Esta pledra misteriosa—que contenia ef sécreto to- tal del «arfé>—era por una parte un resultado de sus esfuer- tony por otea un'dou de Dios, ia el cual i aiguinin no Polis isdn Tenfa un caplet y ae pension que ol cop peo aiauonatn so ceaiaba: a elespintu qs a ae ae haciendo asf preservaba de la destruccién el puente naturaleza—es decir, hacia Ja psique inconsciente—, que la Iglesia, en su énfasis sobre su inocencia, estaba destruyendo *. io sigeinatas to tnlan a f moms por buenos crise nosy pero eran como tnuchos hombres modernos, que pref Psychology and Alchemy, § 3%, : ‘Este <énfasis sobre la inoceacias puede ser entendido come algo ‘que Ia Iglesia bused en Ia realidad objetiva de su actuacion a través et meatevo.¥ come alan que ented en sa, doctina tradicional, ‘Que en 1a realidad bistérlea del medievo Ia Iglesia hizo, 0 no, dema- siado, hincapié en esta inocencla como algo posible, no es asunto de teste lugar. ¥ no puedo ser afirmado o negado sin pruebas histéricas “testiguantes, clentificamente verificadas. Que en Ja doctrina tradicio- nal de 1a Iglesia te olvide demasiado la oscuridad del hombre, no pa- tece posible afrmario desde el punto de vista de la mera eritica his- orica. (N. del T:) La religion y el proceso de individuacion $9 ren buscar el conocimiento a través de la propia experiencia, mejor que aceptar por fe aquellas cosas que da la tradicién, Usaban sus procesos quimicos para provocar visiones y expli- caban sus experiencias en simbolos que encuentran muchos paralelos en los suefios de hoy dia ®, Se pueden aducir otros paralelos entre Ja alquimia y el proceso analitics, aunque este wltimo no iene HecesTand a crisoles “ni Yetortas, sino ®, No obstante, no es suficiente tener simplemente notables suefios 0 experiencias desacostumbradas; hay personas que tienen una exuberante fantasia sin resultados positives. In- cluso totalmente al contrario, Cualquiera puede vivenciar los arquetipos en suedos, incluso ef arquetipo del sf, sin llegar aun desarrollo correspondiente de su personalidad. Bs como si algo Hloreciese durante la noche y se marchitace durante el dia, pero sin dejar semilla, A su vez, la persona que de ‘buen o mal grado ha entrado en este camino tiene que pro- mover y cultivar cualquier cosa grotesca, extrafia o bella que Je nazéa, Debe elaborar este material, describirlo, pintarlo y modelarlo, intentando por todos los medios darle una forma en Ja que pueda ser contemplado y estudiado y donde sea po- sible sacar su significado oculto. Por eso se compara el tra- | bajo del analista con el del alquimista, y la transformaciéa que 41 espera se produzca con la transmutacién alquimnica. ~~-También ha hecho uso Juno. en. sus obras.y_escritos_de analogfas de Oriente, particularmente de Ja China. De hecho, fue el trato con el sindlogd‘Richard WiiteLM lo que le con: dujo a formular por vez. primera el concepto de individua- | ciom, yen colaboracién publicaron los donThe Secret of the Golden Flower, En este libro se investigaban los estrechos pa- ralelos entre un método de misticismo chino y las experien- ‘clas de los pacientes en su esfuerzo por llegar a la individua- ciénipLa filosofia china, de Ia que depende el método de me- ditacién descrito en el texto de The Golden Flower, es hasta cierto punto propiedad comiin de todas las tendencias flo- séficas chinas. Se basa en Ia premisa de que el cosmos y el hombre, en ultimo andlisis, obedecen a la misma ley; que ¢l Sons estudia cerca de 400 de estos suetioe en su Ubro Psychofosy and Alchemy. The Integration of the Personality, pée. 9. 90 Introduccién a ta psicologta de June hombre es un microcosmos y que no est separado del ma- crocosmos por barreras fijas. Las mismas eyes valen para el tino y para el otro, y un camino leva del uno al otro. La_ que y él cosmos son respectivamente como el mundo inte- Bor y al mmdo exterior Por tanto el hombre participa por ‘natiiraleza “en Tod6s Tos acontecimientos ésmicos, y tanto ‘interior como exteriormente esté entrelazado con ‘lls. El '20, pues, el Camino, gobierna al hombre lo mismo que aTa satiialesd vblble y a ia invstble (ele Ptiewa)**, ¥, La ma- | yyorla de los pacientes a quienes esto se aplica han tenido vi | as bien adaptadas y Ienas de éxito. Muchos de ellos reci- | bieron antes algin tipo de tratamiento psicoterapéutico «con | resultados parciales o negativos> ®, y la mayorfa se quejan de | Psychology and Alchemy, § 3 athe Aims of Poychotherapy> (C. W, 16), § 83 Psicoterapia. 101 Ja vaciedad o falta de sentido en sus vic lican su es- tado actual coimgsi xestuvieran estancado@* 9 no tuviesen idea de lo que deben Eacer o hacia dénde deben dirigirse. Se irata de ordinario de personas capaces ¢ inteligentes, para Jas que Ja palabra «normalidads no tiene sentido. En efecto, sus neurosis (si es que asf puede llamérselas) consisten-en su «normalidads, y su necesidad més profunda radica en poder vivir una vida no se refiere a Ia moral, sino al conocimisnto reflejo que el paciente ten. Se contrapone a inconsciente y no a nociéa moral alguns. Hs um ejen plo més de fallo de ese fabuloso instrumento humano, inapreciable en su valor eiviizador, que es el lenguaje, todavis, como todo lo nuestro, fen vias de desarroiio y perfeccionamleato, (N. del 7.) WeThe Aims of Paychotherapy>, § Bf. 102 Introduectin a ta psicotogla de Jung tan familiar y se ha dado tantas veces en Ia historia de Ja | humanidad, que se ha constituido en tema central de muchos | nda j dé tiltos del tipo de 30, abretels, en Jos que la puerta cer labras mAgicas, 0 el camino oculto llega a ser conocido grax cias a la ayuda de algéin amigable animal o de una criatura extrafia. «Quedar estancado» es uno de aquellos acaeceres th cos «qué fa evocads en el curs empos reacd FP Smopensaciones ‘ipicas» #®. Por tanto, ¢s completamente — normal que cuando se repita esta situacidn tipica en la vida de un hombre moderno su inconsciente tienda a reaccionar con ul suefio de tipo semejante. —=—SSOSCSC*S*~S En este estadio, Ia. psicoterania tiene como meta que el iente explore le les later n_ él mismo, que | ag él realmente ¥ que aprenda| a e acu Be to, el analisis debe apartar todas i clente ha de seguir; y no ha de poner el énfasis.en ol miento», sino en Ia relacién ¢ i ingumo Conoce previamente Jo que ha de sucederskDe manera alguna—dice Junc—puede | ser el tratamiento otra cosa que el resultado de la mutua | interinfluencia en la que entran en juego el ser total del doc- | tor y el ser total del pacientes #. ‘ nse dor» ent an fe mde va aes oo a Shite ae oes Ie pouniisd inde estilo y mas poderoen deeaird el rerltado find Caos vst ea insu el penta a Seimlacor steno ‘forma. pé Investigaciones de June sobre Ja. decir, el de la transformacién mutua) te del analista como del pacientes, la. severancla, la misma disponibilidac Dbrbie of Moder Papchotheriy, § 185 ‘BIbid, §§ 194165, : ‘ACE. «The Psychology of the Transference (C, W,, 16). Psicoterapia 108, cosas duras al analista, ya que en tltima instancta el factor determinante es siempre su propia personalidad y no un mé todo o tma técnica. Si la dificultad del paciente es de tipo religioso, debe en- tonces el analista encararse con sus propios problemas reli- Fiosos y—lo que es mie—debe ser eapar de discutirlos fram { Eamente con aquel, Si el objetivo del paciente consiste en im desarrollo cultural més clevado, deberé entonces el analista desarrollarse él mismo en este sentido. Ysa pacoterapia toomo die To) reben su erignesmédos | ges > de tratar a enfermos, Tra \ {as prlmeras etapas del andlisis se ocupan muy en espe | desta ee ce te coi ie cate i SeGncnte sudo ena lado ins geesactne, tn en (ate con el inconsciente colectivo. Y es esta teorla de ‘que diferencia su psicologia de todas las otras. ®aProblems of Modern Psychotherapy», § 11. CAPITULO VI LOS SUENOS Y SU INTERPRETACION eee eee eee ese EES Mucho se ha dicho en Ios capftulos anteriores acerca de los suefios, quiz lo bastante como para hacer ver !a gran im- portancia que June les concede en su calidad de manifesta: ciones de la actividad psiquicantin suefio : gbservado con Ia debida seriedad, com Bay que compaginar con tna actitud z ido que «si m ditamos sobre un suefio con la conveniente tranquilidad y | 4~ profundidad, si damos vueltas y mas vueltas sobre su signi- ficado, sacaremos casi siempre algo de él>?, “Umi Stiéio eS-un producto: involuntario y- eeponténco de Ia side, una vor de la ‘de ordinario es-oscuro y fell de entender, porque se expresi en slibolos e imagenes, | ‘Wle'minera de Yas ‘escrituras més primitivas, o como esas cartas complicadas: que a veces gustan a los nifios, donde unos dibujos reemplazan a las palabras mds importantesy/En sus intentos por comprender el lenguaje de los suefios, Juno 5 um jpliicaciéa que en muchos Sent dos podemos comparario con los que usan los filélogos pera / descifrar inscripciones y escritos de lenguas ya olvidadas.t + El primer paso para comprender un suefio—piensa JoNc— Gonsiste en establecer al contenfo.en que se pro‘ujoytsto | Sa cecearater la rei oe laciones qué “el steno tiene | ‘cont el qué siiétia y con su vida, y descubrir el significado de { ‘seThe Practical Use of DreamAnalysis» (C. W., 16, § 33. be Aim of Potiouerapys (GW 0) 8 6s” 106 Introduccion a ta psicotogta de Jung Jas varias imégenes que presenta, Por ejemplo, en un suetio pucde-aparsoer Ta tiadie del sujeto; hora blont todo ser ‘bumano tiene un concepto de Jo que implica la nociéa de ma re; pero para cada persona es diferente Ta imagen de la madre, ¢ inciuso el significado de esta imagen podré variar para la misma persona de una a otra época. El pensamiento de «la madre» puede estar asociado para una persona con las ideas de amor, de proteccién y de cuidados, ¥ para otra con Jas de poder, rabia o frustracién; y as{ el significado de un suefio sobre la madre puede variar de ecuerdo con estas ideas. Ea cuanto sea posible, hay que considerar y dar vueltas a cada imagen’ 6-simbol6 has ede claro si sentido para “este sujeto'del sitio Geterminado; y hasta que no se haya conseguido esto en la medida de Jo posible, no se encuentra ‘1 analista en condiciones de interpretar lo que el suefio sig- nificaxPor ello puede verse que JUNG no tiene un método de- terminado para la interpretacién de los s decir, por ej pretacién de suefios> que si se suefia con un gato negro sig- nifica buena. suerte), puesto que a cada suefio fo toma como una expresin directa del inconsciente del sujeto que ha soiado y como algo que sblo a esa luz puede ser comprendido. EL modo con que June se ocupa de los suetios difere del metodo de asociaciés “ToNG dice, ayud B miplejos jos, x conexign con el sucto! de hecho, la asociacién libre cont --diicira. frecuentemente. incluso lejos del suesio mi o Subje~ a ee ans 9 Bite bleh o sab ocurriendo en su entorno. Se toman como reales a las perso- bas que en él aparecen, y se analizan sus relaciones y posibles / infuencas sobre el seo, Tn el sogindo cao sé toman 8 \ as figuras onfricas como aspectos representatives de In per — Shale ato cade de lay exrcunstanciag* del momento si ha de hacerse hincapif en uno u otto de Tos ‘iveles. Una taujer qué suefia con su padre puede tener nece. | sided de entreatarse con ta problem relaconado com la per | soua de su padre, 0 puedo mils bien tencr necestdad de reco. siocer en sf misma el «principio masculinos (personificado por aquél). Hablando en términos generales, el aspecto subjetivo de Jos suefios Iega a ser més importante en las tltimas eta- pas del andlisis, cuando ya han sido vistos y comprendidos ~—los-problemas .de_tipo personal, & de lo meramente personal. Tales stietios son con fre- ciiéticia intensos y vividos, usan simbolos ‘Sorprendentes e in- Cluso incomprensibles y resulta dificil el rastreo de sus rele / ciones con el sujeto. June 1c ‘como «suefios colec-| tivos», y para conseguir descifrarlos hay que hater-Uso-ton frecueiicia dé analogfas cori la historia y la mifologia, a fin de ‘encontrar qué significaron egos stmbolos para otros hombres de otras edadesy/Puede a primera vista resultar extrafio que ) tales cosas tengan que ver con nosotros. Nos hemos escindi- do hasta tal punto de nuestro propio pasado, que se nos hace dificil comprender Jo que las experiencias de pueblos ya re- motisimos puedan todavia significar para nosotros. Y, con todo, es asi: pensamos inconscientemente todavia como pen- ‘ete Practical Use of Dream Analysis, § 320521. 108 Introduccién a la psicologla de Jung saron nuestros remotos antepasados. Darse cuenta de esta realidad significa profundizar nuestra experiencia, abrir ante nosotros nuevas posibilidades y darnos a nosotros mismos Ja estabilidad y vigor que nos viene de descubrir nuestras propias rafces *, Es dificil describir una clara_distincién entre los suetios personales y los colectivos sin entrar en més detalles de los ‘que aqif Podeniés. Sin embargo, puede decirse que—Jo. mis zo que en la vida—no hay aqui fampoco ua linea clara de demiarcacién entre ambos, Cualquier cosa que pensamos o a- Seinds Con capacidad personal tiene influjo o significado para nuestro tiempo y a nuestro milieu **, que nos conforma, giis- fenos oo. Esvstamente hablando, uh sto iesonsbr gird del inconsciente personal y tendr4 relacién con Tos aspec- familia, los anaigos y los acontecimientos de la vida diaria. "tha sets GatecH) cin embargo’, presentard arquetoos del ‘Teomacleme coed 1 a Gué para el que suesia. Hay probe. for que habrd contado un suelio de "hecho sobre Ios oyentes, ya que los arquetipos siempre oca- sionan un impacto sobre Ias personas. No obstante, wn suefio, Ja que pueda tener cualquier efecto dramético inmediato, Los "pueblos -primitivos-conocen ‘instintivamente Ia-diferencia: en-— los colectivos, ¥ los describen como y sus_simbolos tendiin sentido cate po ene denauno, nod lero qu ta suet ba colectivo tiene una significacién considerablemente mayor que tre estos dos géneros diferentes de suetios, los personales y frecuentemente abren fuentes de conocimientos que de ofro polo: uno de los miembros de la tribu habia tenido una vi-| Muchos de Jos miedos inevitables © innatos que seatinos, por iemplo, el miedo a la oscuridad, se remontan a tiempos anteriores 4 uct ‘ealizacldn ‘como hombres cuando ai nuestros antepazades ds estos Sonos ex diversas obras cua y anal. 72 una serie entera de ellos en «A study in the Process of Individus- tion (CW, 9D.” Las suetios 9 su interpretacién 109 sién en un suefio, y en funcién de ella condujo a los demés ; | durante muchos dias a través de los hielos hasta un empla- | zamlento nuevo, donde se encontraba alimento y cobijo, como | el suefio habfa predicho, Sin embargo, algunos perdieron 1a | fe durante I larga travesia y volvieron str, para acbar mu | riendo de hambre, como igualmente habja predicho el suefio. Los suefios colectivos eran muy apreciados en la antigiie- ad, cuando se les aceptaba por creetles dotados de una na- wraleza méntica, y se tomaban sus avisos totalmente en se- Hlo, Estos suetios y sus interpretaciones correspondientes son vistos ahora como productos imaginarios y sin fundamento. No obstante, hay posibilidad de sacar paralelismos con los principios de interpretacién que hoy dia usamos. El suefio de Fara6a, referido en el Génesis, 41, y la interpretacién que de 41 hace José es un ejemplo de sueiio de este género: «Al cabo de dos afios completos el Faraén sofé...> *, Los suefios del rey eran de suprema importancia para el pueblo, ya que el Faraén era al mismo tiempo dios y repre- sentante del pats ante los dioses. Era el intermediario oficial entre los dioses y el pueblo, de modo que sus snefos eran algo asf como la vor de Dios comunicéndose al pueblo. Sin embargo, no parecia necesario que el Faraén mismo interpre- ‘tase suis suefios, ya que en este caso envié a buscar a sus ma- £805, que fracasaron totalmente en sus esfuerzos por descifrar el niensaje. Entonces el Farsén hizo lamar a José, que ya habia mostrado anteriormente su habilidad en descifrar sue- ~—fios; interpretando los-de-dos siervos-de aquél. «(17 Conte, pues, el Faraén a José: “Zin mi suefio he aqut que yo estaba a Ia orilla dal Nilo (18), ¥ hete alf que sallan del wio sicte Ihovillas weetidas en carnes ¥ de hermoso aspecto, las ctales ee pu sieron a pacer en el juncal (19). Luego he aqut que sbfan del Nilo ‘ras ollas ofres siete novillas flacas y de muy mala apariencia y ear Tas, no se conocéa que hublesen penetrado en st ‘ aspécto era tan malo como al principio, Entonces desperté (22). Des- oes vi oa mi sueto siete expizas que brotaban de una misma caa Gb, $1, 1, (N. ded 7.) + Gbriy 1824- (CE, Bower & Coes, 1961) (N. det T:) MO Introduccién a ta psicologia de Jung ‘Ambas cosas, vacas y espigas, tenfan una significacién enor- me para los egipcios, que se expresaba en sus mitos y en sus ceremonias religiosas, impregnada de un sentido magico tras. cendente, mucho més all del mero significado de alimento. ‘Simbolizaban la muerte, el nuevo nacimiento, la creacién, et céiera, y todo esto arquetipicamente’, La comprensién que de los suefios de Faradn tiene José parece que fue intuitiva. Anteriormente, cuando fue consultado por el panadero y el copero de Faraén, habfa contestado: «zAcaso no correspon- den a Dios las interpretaciones?» ¥ ahora dice: «Prescinda- mos de mi; Dios es quien puede dar a Fara6n respuesta pro- picia> ¥ después: «EI suefio de Faraén es todo uno. Dios ha manifestado a Faradn lo que va a hacer. Las siete novillas hermosas representan siete aflos y las siete espigas Iucidas también simbolizan siete afios: el suefio es todo uno> *, Podriamos hacer una afirmacién semejante acerea del ra- terial soBado hoy en dia, porque—como hemos dicho en ante. Hores capftulos—el inconsciente usa constantemente diferen- tes simbolos para aquello a lo que la conciencia considers ‘una misma y tinica cosa. José continsia: o que miran hacia_ 1a Tejatila, Parete, ent efecto; como’ siel espacio y el tiempo fueran creaciones de nuestra conciencia y fuesen sélo relati- vas, y como si el inconsciente no actuase de acuerdo can es- tos conceptos. Un ejemplo bien simple de suefio «con perspectivas es el sofiar que tno se levanta y viste, mientras que en realidad estd en Ja cama y la alarma ha sonado. Pero bay suefios que son més impresionantes que éste, como el de aquella mujer que estaba a punto de irse a una provincia para ella desconoci- day que ve en suefios clara y distintamente toda su futura mo- rada donde va a vivir, hasta el mds pequefio detalle, e incluso Ia razén por la que los actuales inquilinos estén abandonando esta vivienda, Tales suefios no son demasiado raros. Osbert ‘eTbid., § 340. Los susiios 9 ou interpretacién 13 Strwett cita en su autobiogratia algunos ejemplos interesan- tes; pero de ordinario nuestra desconfianza y desprecio de esta actividad psiquica hace que los miremos despectivamen- te como «meras coincidencias», A veces Jos. suetios parecen ser claros_ avisos_de.peligro-— como, por ejemplo, aquel montafiero que sofié que trepaba escalando cada vez mds arriba y de repente perdia pie y se precipitaba en el espacio. Uno pensarfa que un sueflo tal ha- bria levado a la persona menos supersticiosa a dejar de pen- sar en su escalada; pero muestro hombre simplemente se rid, No mucho después aparecié muerto en las montafias, habién- dole visto un amigo precipitarse en el vacio®. Sofar con Ia muerte no significa, sin embargo, necesariamente que va a ocurrir un accidente fatal. Existe una muerte simbélica, Io mismo que hay una muerte fisica. Como bien saben los poe- tas, el aio muere, el canto muere, el emante muere de amor y el mistico muere a esta vida: Vivo sin vivir en mf, y tan alta vida espero, {Que muero porque Bo muero *. Solamente un conocimiento profundo del sujeto y de st cir- cunstancia inmediata mostraré en dénde hay que poner el énfasis al juzgar el suefio, ‘Algunas veces los suefios reproducen cosas vistas, leides 1 ofdas mucho tiempo antes y posteriormente olvidadas. Y¥ otros” suetios”t muy distantes, I Tea sndo a revivir realmente una antigua vivencia o sélo es una experiencia attual; pero esto es de poca importancia préctica. Lo interesante es ver por qué el que suefia tiene este suefio en este momento y por qué él vivencia que en otro tiempo tuvo esta particular experiencia. Un tipo curioso de suefios Jo constituyen aquellos en que 9 The Practical Use of DreamAnalysis» (C. W., 16), $§ 32324. +*He preferido citar los conocidos versos de Teresa de esis mejor que los~para el propésito do la autora—seragjantes de Richard Cais- Hitw cltados por ella. Los transcribo, ao obstante, en su otigioal inglés: Leave nothing of myself im mez Tet me so read thy life that T ato all Bfe of rine may die, @e su obra Upon the book and picture of the Serafical Saint Teresa.) (W. et) 114 Introduccién a ta psicotogia de Jung amigos {ntimo: una familia—sobre “Yodo mario y miijer'o padres ¢ hijos—tienen el mismo suefio, sin haber bablado entre s{ previamente'del.femia. Atin més no- table resulta el quie algunas veces los nifios suefian sobre pro- _-blemas de sus padres que éstos han ocultado cuidadosamen- {te para que aquéllos no pudieran enterarse, Un suefio no es ‘una Gonstruccién de légica cerrada, sino’algo’simbélico y fre- ‘cuentemente pintoresco en su expresién, Ejemplo curioso de esto lo constituye el caso de tres muchachas que tenian una madre muy sacrificada: seyaSande, te gtaban acereando a ta edad de Ia pebertad. so com fesaron entre sf con gran vergtienza que durante aos, suf do de suefios horribles {sobre su madrel, Sozaban con ella viéndola ‘como si fuese una bruja o un animal dafno, y no podian compren- der esto de ninguna manera, ya que su madre era tan amorosa tan totalmente sacrificada pata biea de ellas, Afios ms tarde la mar dre ge volvi6 loca y en su locura (..) se arrastraba a cuatro patas ¢ imitaba el grufido de los cerdos, el ladrido de los perros y el rugida de fos osoes i, Los suefios més extrafios son aquellos que parecen surgir espontdneamente del inconsciente, aportando algo por com- pleto sorprendente de un modo tan vivo que obliga a nuestra atencién, Algunas veces parece que expresan una tendencia “\del inconsciente que apunta a un cambio completo de nues- tra actitud consciente, y pueden llegar a ser tan impresionan- tes que-el sujeto de hecho cambia totalmente con esta viven: cia sin que necesite ninguna ulterior explicacién del stieio. Ejemplo de esto puede ser el siguiente suefio que tuvo una sefiora cultivada intelectualmente y que se acercaba a la edad madura: , ~“Fefnalytical Poychology and Education» (C. W., 17), §§ 216219. DC Mchaet Fonoiu; The life of Citdhood (Londres, 199), niet

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