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LA NUEVA NATURALEZA . DE LOS MAPAS Ensayos sobre la historia de la cartografia Compilacién de Paul Laxton Introduccién de J. H. Andrews FH 48305 ——usromicas AN-aa0les J.B. HARLEY LA NUEVA NATURALEZA DE LOS MAPAS Ensayos sobre la historia de la cartografia Compilacién PAUL Laxton Introducci6n J. ANDREWS Y a 0 w - ” & Ne. FONDO DE CULTURA ECONOMICA Prélogo Bran Harvey murié en Milwaukee en 1991, a los 59 afios, en el mejor mo- mento de su carrera académica.! Entre los diversos manuscritos y proyec- tos de publicacién que dejé inconclusos o en manos de editores estaba la propuesta de un libro de ensayos ya publicados y otros atin inéditos que se lamaria La nueva naturalesa de los mapas.? Me ha tocado a mi Ilevarlo a la imprenta y esto ha implicado decisiones dificiles: Harley no dejé notas para el importante ensayo introductorio que habia previsto, y tampoco quedaba claro e6mo y hasta qué punto se deberfan editar los articulos de esta coleccién. ¢Habfa tenido la intencién de quitar repeticiones, restituir los cortes editoriales u ofrecer reflexiones sobre los articulos en retrospec- tiva? Dado el especial atractivo que esta obra ofrece a los interesados en Jos textos de Harley (por su amplia importancia metodoldgica o filoséfica) también quedaba la tarea de ofrecer una lista completa y precisa de sus publicaciones.? Este no pretende ser un libro de memorias: la vida de Brian Harley como investigador y como profesor ya esta resefiada tanto en los obitua- rios como en una coleccién de ensayos criticos escritos por sus colegas y presentados en una reuni6n en la Royal Geographical Society de Londres 11 ,” mite PROLOG aqui se incluye wn Fedistro completo gg ve 1992-4 NUN : jr dear eS Jehemos asumir que Tos siete tos de este libro son jog ucla de Hares Se ue ejemplificaban de la mejor manera su filosy. do de los map: » Esta filosofia arias que 120" ‘ea y del signifies Trmental mas alté de fos eontines de La de los mapa rido encusiastas seguidore ideas siguen mo rapt variedad de diseiplinas, un grupo de los cuales ly Mio. akiunos de sus seguidores lo elevan al nivel de forma que a él probablemente le habri storia cartogrf Harley ha © estadioos de ua idolatra.* Por otro personalidad” de una también vergonzosa’ viviran como importantes pronunciamicntos en la igo. alteran todos los campos de investiga. : no contar con curs aunt Estos ensayos sobre picoria de ls maps: sine ay por eso resulta nec actin eritica de los mismos. Decidi que esta evaluacién, a modo jeintroduceién, debia entablar un debate en torno a las ideas de Brian drley, sin resultar claro esté, irrespetuoso, No me eabe duda de que él hubiera sido el primero en estar de acuerdo con esto: Hevaba hasta los huesos un vigoroso diseurso intelectual. John Andrews fue profesor en et Trinity College de Dublin de 1954 a 1990 y se gané la reputacién de maxi- ima autoridad en fo relacionado con mapas irlandeses; fue uno de los pocos edgrafos académicos britinicos de reputacién internacional interesados en la historia de los mapas. El y Harley eran amigos y, a pesar de que com- partieron e intercambiaron ideas durante muchos aos, nunca eolabora- ron de manera formal en ninguna publicaci6n.7 La mayoria de sus inter- ‘cambios fueron previos al establecimiento de Harley en los Estados Unidos y éste dejé de buscar la opinién de aquél a finales de la década de los ochenta, a pesar de que fue consejero editorial de la History of Carto- raphy [Historia de la eartografia). Por lo tanto, John Andrews nos offece una visién objetiva (los lectores ya se dardn cuenta de que “no apasiona- 4a” seria una frase incorrecta en este contexto) de la obra de Harley. Por esta razdn se le invité a redactar una version abreviada del ensayo que habia escrito para el Trinity College en el que plasmaba su critica a k sofia de los mapas de Harley. Se de Andrews resulta riguroso en ocasiones, ciertos aspectos ideoldgicos. A pesar de mba coidn relacionados con ell tana eval la filo- Jmente em pecia que Harley € pROLoGo, consciente de esto, Andrews era el primero de los cinco aeadémicos qu haba nombrado como dictaminadores poteneiales de esta obra.” En este breve prélogo no ¢s apropiado ni necesario hacer ningin comentario acer- ca de lo que John Andrews presenta con admiri |; sin embargo, quiz conviene aconsejar a quienes han adoptado los ensayos tedricas de Harley sin una perspectiva critica, que lean el ensayo de Andrews con la misma apertura con la que el autor se entrega a su tema. Lo més importan- te es que Ia filosofia de los mapas de Brian I: e convierta en una ortodoxia ineuestionable 0, peor atin, en un catecismo.™ Algunos quiz in a Andrews simplemente fuera de tono respecto del tempera mento posmoderno y juzgarn su introduecién como una ineémoda in- trusién. Lo tinieo que yo deseo aclarar aqui es que la yuxtaposieién de su o a los articulos que Brian Tlarley eligié para representar su propia in de la nueva a de los mapas es deliberada: este libro no es tun elogio ni un homenaje a Harley; espero, mas bien, que sea el inicio de én y, quiz4, de un replanteamiento de los temas que él abor- ble clarida ensa nen su forma original, sin ninguna se reprodu do; slo se I. El aparato bibliografico se ha estan 1e ampliaron algunas ilustr alteraci6n editoria hicieron algunas correeciones menor referencias eruzadas per- $, ambas de sumo tinentes. Se proporcionan también dos bibliog: render las i las notas de Harley son en sf mismas pequerios ensa to de citar, cuando los editores lo permitfan, no s6lo las obras en cuestién, sino también el lugar donde las habia encontrado citadas). La bibliografia, que omite las pocas referencias a las publicacio~ nes del mismo Harley, resulta lcrable interés, De las easi 500 obras citadas en Tos si reproducidlos, slo 53 apare~ cen on mais de un artioulo y sélo 10 en tres o mis articulos. Harley siempre s6lo para dar seguridad a ese 1B O06 tes de abordar el £80 LA Obras se gigg ce otra Hs VETS Ta tori 0 PAA PrOPOFCIONAT informa a bs cores hacia TT articular, no para ofrecer una bib sovrea ce agin ATAU Jos comentarios indiscutibles del eae ve de los eoleccionistas de citas. orl tan? «inmorsiin en st viaje intelectual, Hane! ieufoso al reconocer sus deudas sont los muchos estudio. aon tiveiptinas de quienes tomé ideas y referencia se dena varia de disci detps hatte ieatcatedetvened. natural ects STs tambien ama relaeién completa de las pub. sabe i er thew Edney, Esta lista vuelve ca ensiones de Hare Poias facetas de su investigaciGn, asf como la mang. Fae Te fund sus pensamientos ¥ descubrimientos, Para oes aoa Harley recurrid asiduamente a las revistas locales ya Cee popubares entre los coleecionist como a los comen. evnpanatan a as ediciones faesimilares. Aqut hay tuna Teecién para coats Tos sei jia moderna, segsin la cual entre casas eoriaks y vistas existe una jerarguia natural que, independientemen- te del contenido, confiere prestigio a los autores, De hecho, el registro de in primeras pubicaciones de arly se tendria por poco valioso de aeuer do con e! histérico clima de indicadores de desempefio que actualmente invade las universidades. Sin embargo, Brian Harley era curiosamente am- hivalente acerca de los detalles locales: le encantaban ciertos Iugares (lo proche el ensayo de 1987 acerca d favorito, In hoja de 15 conti metros del Servicio Estatal de Cartografia de Newton Abbot, su hogar durante casi 22 aiios), pero se negaba a dedicar mucho tiempo a lo que po- driamos llamar ef “anilisis” de Jos primeros mapas, Aunque era testigo de ocasidn en los casos legales que involueraban evideneia earto- fritica para el extablecimiento de derechos de paso ent los eamtinos (prue- ba de fucto para el verdadero especialista en detalles eartogrificos loos kes), en su trabajo de investigaeidn le gustaba trabajar en equipo ¥ ue otros trataran los detalles locales mientras él se encargaba del panort- ‘ma general? Muchas obras de Harley sobre ciertos rtdgrafos ¥ ciertos aan de mapas, o sobre mapas en particular, fueron bastante a * en eeasiones de no mis de 2000 palabras, aunque con muchas ilustet genvina sar citas tambidn foe met sicismo Si tars que wres de Ha he u PROLOGO, ciones, No obstante, las usaba para transmitir ideas de dencia de lo que sugeria el titulo, La publicacién en perid comerciales tiene sus estimulos, sin embargo Harley tenia la opinién pric- tica de que, ademas de la oportunidad de colocar generosas ilustraciones ‘que requerfan poca extensiGn de texto y poca o ninguna atencién a las notas y eitas, estas publicaciones también le permitian legar « un priblico mas amplio, cuyo conocimiento de los mapas en ocasiones era tan amplio, y seguramente tan valido, como el de los historiadores académicos de mapas. El truco era decir algo igualmente importante con un estilo fluido 41 dominaba— sin mostrarse demasiado condescendiente con el lector. Estos textos no son de ninguna manera vacfos: Brian no toleraba Ia paja. La bibliogratia de Harley también nos muestra un viaje por siete temas principales: la geografia histérica de Inglaterra, los mapas de condado ingleses, los mapas y atlas ingleses més generales, el mapeo de América, is del Servicio Estatal de Cartogratta (a través de su historia como institucién, lo mismo que a través de sus mapas facsimilares), la filosofia de la historia de los mapas (que nacis en Ia década de 1980) y el gran pro- yeeto, concebido con David Woodward, de la History of Cartography [His de la cartografia}, editado por la University of Chieago Press. Es necesario resistirse a la tentacién de ver estos amplios temas como etapas programadas: Harley siguis su instinto (esto significa que fue oportunista, ‘en el mejor sentido de la palabra) y, como muchos aeadémicos (quizd la ‘mayoria), su viaje intelectual fue una combinacién de descubrimiento de cosas que lo fascinaban, planeacién de proyectos especificas y atencisn a sugerencias y peticiones de colegas y editores. Incluso en las iltimas ‘tapas de su vida, en la medida en que fue avanzando en Ia History of Car poco probable que tuviera una agenda intelectual propiamen- \ayor trascen- os 0 revistas tography, es te dicha, Este punto ha de ser importante para quienes desean evalus obra; Harley reaccions ante la historia de los mapas que encontré. Al aprender y tomar prestado de otras diseiptinas, al entablar batallas armado de una ideologia personal y politica que lo mova a escandalizar a los dems, népidamente reeonoeis contra qué lucharia: contrat un pensamicn- to estrecho y torpe, y contra cierta historia de ln eartografia que se negaba A reconocer las realidades politieas y culturales, En resumen, 1os textos Ss PROLo, je arly no son dectaraefones 6 mand ennocides las de piedra, Sino apasionadas q sr asus Hectares: 808 fons cos mis iseu reorho asi eae present Tones, fioos pre jas a inc cocainadas 9 deben considerarse un sustiyes En cierto sem eri gon conetuiria¥ que hubiera llevado por qi trabajo que Harley tra de sus preocupaciones id, ao oe pehent, Dicho texto era una de lag name ae spc de eseritos (en proceso ¥ programados) que tae se gno un mapa en el piso de su estudio en Milwauke = rpitulos de est libro, en tespues ge. Thomp. Sitorde a Johns Hopkins University Press, fueron esertos apy ses apuntes del mapa como ieologia. Hata mucho tempo que tae te queria continuar con la elaboracién de ese libro, cuya priniera ven, fue completada en junio de 1984. Quiz valga la pena contar Ia historia de ese proyecto su elacién con el presente trabajo. De acuerdo eon us horrador de un prlogo fechado en julio de 1984, el proyecto de “El maya como ideologa” (al cual se reliere como ensayo) surdié durante una roe nin del consejo editorial de la History of Cartography que tuvo higar en Chicago en noviembre de 1963. El ge6grafo Paul Wheatley pregunts alguna ver habia habido una interpretacién marxista de la eartografia, Harley, en un prefacio leno de desmentidos euidadosamente adjetivades, Insistiaen que lo que habia eserito no era “un intento de levar a cabo tay radical reinterpretacin de la historia del mapa”, sino que, mas modesta- mente, “pretendia vineular la idea del mapa como un ‘lenguaje’ grafico sivo con cierts aspectos del concepto de ideologfa, clave de la filosofa ‘araista, para ilustrar la posibilidad de eseribir una historia social del ‘mapa y no una historia cuyo enfoque fuera principalmente bibliografi anticuario 0 técnico”, Probablemente jo, estos ens lo gy *C. Todos log son. e esto no era sino una alternativa més realista de la mis- ma “reinterpretacién radical” sugerida por la pregunta de Wheatley. En a eon Harley presents el “argumento principal” de su obra en el 7 phan de Oxford. La discusién que surgi abi y, particularmente, “bro fi Raphael Samuel de publiear sus conferencias como a “EL mapa come fen a0 4 eseribirlo, Bl resultado fue el borrador de “Some ideologfa” que Harley deseribié como un “ensayo [+] # 16 PROLOGO, borrador preliminar de una historia ideol6giea del mapa”. Para 1986, Har= ley habia concebido un bosquejo nuevo y més amplio titulado “Elm como idcologia: conoeimiento y poder en Ia historia de la cartografia"; no ‘estaba seguro de si era mejor, aunque estaba “eontento por haber espera- do” en ver de publicarlo antes."7 Desafortunadamente, luego retomé otras tareas y esperé demasiado; asf pues, sus lectores se tendrén que conformar con los ensayos de este libro en lugar del magnum opus. El método de Brian Harley no carece de eriticas en Ia fraternidad de Jos mapas, para quienes la filosofia y la ideologia, en el mejor de los casos, s6lo se reconocen de manera subconsciente. Barbara Belyea censuré su manejo de fuentes filos6ticas y el historiador eartogrifico John Andrews ha criticado diversos aspectos de su trabajo; los lectores pueden juzgar sus argumentos en el presente libro.'* No obstante, en términos generales, las voces en desacuerdo han permanecido en silencio. La obra de Harley con- tinda provocando un enorme interés entre gedgrafos, histor gran niimero de historiadores culturales y literarios que actualmente exploran Ia relacién entre los mapas, la literatura y las artes visuales. Es dificil saber hasta qué punto las publicaciones de Harley influyen en la investigaci6n y Ia literatura actual, ya que no hay un registro de citas en tesis, monografias y obras colectivas. Sin embargo, a juzgar por el limitado criterio de las referencias bibliogréficas en las revistas, sigue siendo muy leido.1° Por supuesto que Harley no fue el primero en lamar la atencin hacia el evidente hecho de que los mapas pueden mentir, pero abrié un nuevo terreno al tratar esos mensajes ocultos como parte integral de los ‘mapas en tanto que textos, es decir, en tanto experieneias recuperables. Para lograr esto, llev6 los argumentos al extremo y a menudo se acere6 peligrosamente a la presentacién de teorias de conspiracién. La vida in- teleetual de Harley se puede ver como un conflicto constante entre su natural inclinacién a convertirse en una molestia incesante e inquisidora ara las ideas estableci a intelectual que siempre lo hicieron consciente de la necesidad de busear evidencias y ape- lar a la raz6n. El reciente estudio de Jeremy Black sobre emo los atlas hist6ricos han reflcjado, por una parte, el ambiente histérico de su tiempo y han recreado, por otra, la historia a su propia imagen surge, de manera natural, de las ideas de Brian Harley.2° is tradicionalmente y su disci Ww Pro FOL, se eneantabs proves diseusi0Nef, PETO A Mendy a, 2 ener eazones de 1 que & ¥ECES PATECE en sus toyqe MH ete ton Andes "6 debe ASUINIE QUE Lary on NY stos clave que el propio Harley cligig, yo tt amente estén tan abiertos al anlig, AB menos seguro © * obstante. como insist decir lo que dio", era ver, SUpUCS a Pt ox mapas acerca de 10s que él escribe 2 man inte de que habriaesperado que los estudiantes abordaray on™ oe ery una mencalidad viva, ertica y, sobre todo, informadg: a.” ry el uturo de la histori de los mapas serd emocionante, ‘Una dels irons lamentabes de la geografia modema es no s6lo gy Iapradaceién yl estudio de los mapas se haya convertido en una especy. spectos, incluso se hay, 24 hubiera lamentado ex, lidad diferente, sino también que, en diversos separado de la geografia académica. Harley qu ruptura (hizo més que cualquier otro para combatirla al srafia de sus estrechos confines téenicos); sin embargo, a la vez se rehelg, istentes entre las diversas ‘ara la arto. ron todos sus instintos contra las fronteras e: disciplinas. Su trabajo y su legado en la Historia de la cartogratia, proves to que continéa bajo a direecién de David Woodward, serdn considerados Jmportantes para la geografia con la que Brian estuvo intelectual e instity, cionalmente comprometido durante su vida adulta, Como recordé su eo. laborador en la Historia de la cartografia, Harley a menudo se referia ala historia de la eartografia (y no cabe duda de que lo hacia totalmente cons. ciente de que la metifora era adeeuada) como “un campo en el que el vi- jiedo es grande y pocos los trabajadores”.2? Casi nadie ha usado un ‘mento mvs afiado que el de Brian Ha La publieacion de este libro ha sido un proceso prolongado y en ocasiones dite se ha consequido gracias a la eolaboracién de académivos, bibliot- *. A todos ellos ofrezeo mi agradecimiento. En cuanto a las straciones, ha sido esencial la ayuda de Jovanka Ristie, Yolanda Th ene Carcyn Travers y Ronald Grim. Matthew Edney aclaré detallada Paciencig oh tos George Thompson y Randall Jones impulsaron con pool, ieee ae ¥ mantuvieron viva la comunicacién entre Liver mie } y Harrisonburg, Virginia, cuando mi energia venfa a me- *9 a Ellen Goldlust-Gingrich la elaboracién del indice anal 18 co. La eficiente y totalmente comprensiva transcripcién de Celestia Ward inuscrito me ha hecho recuperar la confianza en los editores. Roger ¢ Delano Smith y David Woodward hicieron comentarios igual que John Andrews, cuya aportacién al aceptar Imente a del Kain, Cather sobre el prélogo, escribir la introduccién habla por si misma. Agradezco espe Catherine Delano Smith y a David Woodward por su gufa, apoyo y ayuda prdctica constantes en Ia preparacién de este libro; la relacién de ambos con Brian Harley y con sus ideas va mucho mas allé de lo que puede expre- sar un breve reconocimiento, 9 cake B Ga Introduccién SIGNIFICADO, CONOCIMIENTO Y PODER EN LA FILOSOFIA DE LOS MAPAS DE J. B. HARLEY! J. Axprews En 1980, después de un aprendizaje largo y sumamente productivo como historiador de los mapas, Brian Harley comenz6 a publicar ensayos sueltos sobre lo que se puede llamar filosofia eartogratien.? Su propésito inmediato cera establecer fundamentos tedricos para una historia definitiva de la ear- tograffa, emprendida en colaboracién con David Woodward; sin embargo, contrario a sus expectativas originales, se mantuvo activo en la filosofia mucho después de que el plan de la historia habia sido deeidido y muchos de sus colaboradores informados.* A la fecha de su muerte, en diclembre de 1991, Harley habfa escrito y preparado para su publicacin mis de 20 en- 108 sobre diferentes aspectos de su nuevo interés. Hay pruebas de que medida en que se fueron desarrollando estos ensayos él abandond algunas de sus primeras doctrinas 0, por lo menos, ya no les dio tanta importancia. Es notable, por ejemplo, que poco antes de su muerte, cuan- do planeaba volver a publicar algunos de estos textos, no escogié ninguno ‘que hubiera aparecido antes de 1988.4 No obstante, a pesar de un eambio importante de énfasis y de algunos desacucrdos oeasionales, ninguno de los Gltimos ensayos descalifica de manera explicita los anteriores, y parece Justificable tratar todo el conjunto de manera no hist6riea, como un grupo 21 en _e ee

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