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Obras de Ralph Miliband Parliamentary Socialism, Londres, Medlin Pres, 1964 The State in capitalist society, Londres, Weidenteld and Nicolson, 1969 (ad. cas: México, Siglo XX1, 1970). Marsism and polities, Londres, Oxford Unversity Press, 1977 (vad, ast: Madd, Siglo XXI, 1978), Power and State Power, Londres, New Left Books, 1980. alist democracy in Britain, Oxford, 1982 Obras de Nicos Poulantzas Hegemonia y dominacin en ef Estado maderno, Cordoba, Pasa y Present, 1969, Powwoir politique et classes socioles de Pestat capital po, 1968 (tea, cask: México, Silo XI, 1969). Fasciome et dictate, Pais, Maspero, 1970 (tad. cast: México, Si. igo XX, 1971). as classes sociales dans le captalizme aujourd Soul, 1974 (ad, cast: México Siglo XXI, 1976), a crise de PEsta (6d. a cargo de N. Poulunvas), Pasi, PUF, 1976 (wad, east, Barcelona, Fonanela, 1977). Lest, fe pouvoir, le secialisme, Pats, PUR, 197 id, Siglo XX1, 1979), Paris, Mas. ui, Paris, Ed. da rad. casts Ma Obras de Ernesto Laclau Polis and kdeolegy in Marzst theory, Londtes, Now Left Books, 1977 (wad. casu: Madrid, Siglo XXI, 1978). Hegemony and Socialis Strategy (en eolaboracin con Chantal Mou {G) Londres, NLB, 1985 (wad. cast: Madrid Siglo XXI, 1987) New Reflections on the Revolution of ur Time, Londres, NLB, 1988. Iph Miliband ‘icos Poulantzas Ernesto Laclau Debates sobre el Estado Capitalista/1 Estado y Clase dominante (Compitacién y estudio preliminar de Horacio Tareus) Imago Mundi ISBN N"950-99671-5-9 Primera edicin en espaol: Imago Mundi (© Ralph Miliband / Nicos Poulanzas / Emesto Laclau (© Now Left Review, Eeonomy and Society (© de l presente edi: Imago Mundi Diseto de cubiera: David Belin Nie Impresoen Argentina» Printed in Argentina Lovia 1821 Tel: 91-1770 Buenos Aires ~ Argentina Estudio preliminar Con el debate Miltund-Poulanzas, que ol Isto ene en sus ma ‘0s, iniciamos la publicacién de una serie de libros oentrados en la naturaleza las Tuncionesy ls wansformaciones del Estado capitalista contemporineo, Privlegiand la recopiacién de debates ere distin lus perspecivasterico-poieas, al presente Volumen seguitin ots entrados en distinios aspectos de la misma problemstia: Estado y Capital, la eriss del Estado Benefactor, cl libsralismo y el nuevo oF den esta, ciétera Iniciumos ia presente sere con el debate entre Nicos Poulanteas Ralph Miliband pues, a pesur de haber anseurrio algunos ~dects vos afios deste su publicaci6n original, eatendemos que maatiene luna vigenciaexcepeional. ¥ esto por varios motives. En peimer lugar la publicacion de las obzas pioneras de ambos autores -Poder politi= ‘co y clases sociales en el Estado capitalist (1968) de Nicos Pou laniats y FI Estado en la sociedad capitalista (1969) de Replh Mili- band-, asi como cl intercambio eriico que siguié a su publicaciGn (cau los atios 1969 y 1976), ciera un tela de largo silencio en Ia ‘roduccionteérica marsista sobre et Estado desde los tempos de Le hin, Trotsky y Max Adler, slo intrrumpido por la slur labor de Gramsci en sus Cuadernos de la Circe, Con quella obris se abre ‘un nuevo cielo de-auge en la produccién sabre el Estado y que reco- noce en ellas su punto de panda, As despues siguensiendo consi- ‘eradas como obras fundamentals y precursors de los debates t20- rizaciones de nuestros das acerca del Estado capitalist (Olive, 1985: 246). En segundo lugar, se tata de un intreambio ertico inusual entre os tradiciones de pensamiento marisa, ins varias Gcadas de pre: ‘dominio del provinianismo te6rico propio det marxismo occidental (Anderson, 1976: 86-88). El estado casi “puro” de os models enfen- adore tas bra de oven yen poe que gu, pe Vias alas rectiicaciones y reslaboraciones de sus obras de madurez, permite vsualizar con mayor nid los desacuerdos, no s6lo en el te- 7 reno de la tora social y pola, sino tambign en el epstemolsico, EI debate en cust consttuye, pues, un “objeto de estudio ideal” (Olivé, 1985, p11) como conironacién de cancepciones basics del conocimiento cientiico y de Ta realidad socal. La contraposicion epistemoldgica “empirismofestructuralismo” parece haber encon: trado en Miliband y Poulantzas dos autores paraligmaticos. Desde el Punto de vista de la teora socioldgicasustantva sobne el Esta, pa- ‘ecen reresenlaracabadamente las tadiciones “instrumentalist” y “estructuralist”, espectivamente. Finalmente, desde la perspectiva de la tens “estructura/sujeto” como prineipios diferentes de ex- plicacin en la eoria del materialism histéic, la contraposicion pa- Fece absolut. No obstante esto, Bob Jessop se ha quad del “ested ¥ engaftoso debate estructuralisma-instrumentalsto” bajo euyo in- {uj se habia reibido desdeniosamente la obra de Pouaneas ek {gu ingles. Para peor, la naturaleza de fa controntcign haba leva- {do al autor francés a evar su hiperdeterminismo a su pica més eleva {do Jessop, 1982: XIV y 156). Aunque reslia hoy evident fa neces ‘dad de superar ambas perspectivas,entendemos que el co camino posible consisteen la spropacicn eiica dels dificultades por resol Yer y Tos callejones sin salida que ha planteado la propia teria mar- xistaen su desaollohistico. El mismo Jessop, por ota parte, en sy recensién sobre las “Teoras recientes sobre ei Estado eapitalista” Gessop, 1977), toma como punto de para -a ser superado através 4e su programa tedrico-el Uehateen cuestién, ASimismo, las exage- racines“hiperdeteministas” Poulantzas) 0 “hiperempirists” (Mili ‘band propias de fa polémica ~parciaimente recificadas en sus obras posteriores- no dejan de ser instructivas, en cuanto a fos resgos de evar a ulranzaciertos modelos t6ricos 0, dicho en ots tExminos, de quebrar en un sentido o en ot, la articulacin diléctica entre su. jeto estructura, Finalmente, una dima ran justificaba In edicin del presence de- bat: consttuyendo un texto de referencia en lo estadios académicos ¥ en los debates teérico-politics, solo se podia acceder al mismo fragmentariamente (dado que hasta hoy se hallaba disperso en revs ‘as) o por referencias de segunda mano, Tras su primera aparicién en Tengua inglesa, slo conocemos una recopilacion parcial en alemsn (Kontroverse uber den Kapitalisehen Staat, Merve, Beri, 1976) La presente es a primera edicion completa en lengua castllan, 8 encuentro de dos tradiciones Las esiructurasespeciicas del Estado caitalista modsrno habla silo una de las grandes lagunas det marxismo occidental (Anderson, 1983: 20-21) Los aos finales de la décaa det “60 y os "70 ven ap rece una nueva cultura testa marxista, més voleada a Yo concreto, esto es, a cuestiones de orden ecoudmico, politico y socal, Las obvas ‘de juventud de Nicos Poulanzas, Poder Politico y clases sociales en 1 Estado capitalista, y Ralph Miliband, El Estado en fa sociedad capitalist, apaecidas cai simultineamente (en Pacts, 1968, y Loo «res, 1969, espectivamente) fueron pioneras de estas nuevas preacu- picionestedrico-polcas. Ammbos tienen clara conciencia de que se tata de una taea pioner, aunque tengan en las grandes liness trazadas por Marx un punto do Partids, Miliband setaata en la Inroduccin a su libro que el "Esta- 40, como sueto de estudio politico, hace mucho tempo que ha dejado 4e estar en boga”, especialmente para cl andlisis politico marxista, «que “no ha podido salir de su propio camino illadoy no ha mastrade [pseer mayores capacidades de renovaciéa” (Miliband, 1969:3.y 7). Poulantas insists en “el caricter no sistemitico” de Tos textes lega- dos por los elisicos del marxismo -Marx, Engels, Lenin, Gramsci ringuno de ellos ato, "en e nivel dela sistematicidad teria a te sion de To politica” (Poulantzas, 1968: 12). Su programa wdrico com sist, precisamente, en forjar el concepto de Estado como teora resi nal det modo de producisn capitalist, cuyas bases haba senlado Marx. [No obstante, esta comtn y simultinea preocupacién por lo canere- to ha aencontzar en estos dos autores dos dimensiones muy distin, 4 menudo opvests, Para Miliband no se rata de costruir una teria del Estado, sino que tras rescatar ls ideas centales de Marx al res ecto de las deformacionesy simplificacions de “marsism-leninis- ‘mo” “area a Ia que se habia ent gado en 1965 con su articulo Marx yel Estado! y In que retorna en 1977, con Marxismo y politica, se Propone estudiar Is naturaleza y papel del Estado en el capitalismo inci en peste vole. ‘contemporineo. Para Goran Therborn se trataba, todavia diez aos fespues, de “In investigacion empirica mas ambiciosa sobre ls Esla- tds capitalists modemtos avanzados que haya emprendido un marxis- ta" (Thesbom, 1978: 20) Si para Poolantzas era cna construe tebricamente el concept de Estado eapitalista como parte de la teora mis general del modo {e prodoeicn capitalist, para Miliband la tarea consista en desarro- lar un estudio hist6rico comparativo a partir de ts Estados det ea pitalismo avatzado, Mientras el primero, siguiendo a su maesto Al husser, coneebadicha tare tedrica en polémice permanente con las ‘oneepcioneshistoricstssubjetvita e instrumentalists del Estado, presente en toda una tradicién del pensamiento marxista (Korse ules, en parte Gramsci). Miliband se proponia responder, desde tua investigacign empirca que partiers de las tesis marxista, a Tos te= fntos dela democracia liberal, quienes sostenfan qué la existencia de tuna pluralidad de éltes econémicas y politicas en constante compe- tencia entre sf hacia imposible una efectiva dominacion de clase. Para ‘icha corente hegemdnica segin Miliband en el pensamiento palt- co “existen tnicamenteloques de inereses que compiten entre sf y ‘uy compelenca,sancionada y garantizada por el propio Estado, g3- Fanta ia dfsion y el equilib del poder, gue ning interés parti- ‘ilar pesard demasiado sobre el Estado (Miliband, 1969: 5) Milind pare de fo que denomina el “esquema marxista”,segin cual" “clase imperante™ de Ta sociedad capitalist es la qu’ posee ¥y contola fos medios de produceiin y, en vita del poder economico Ze tal manera detentado, puede utilizar el Estado como instrumento para el dominio deta sociedad” (Miliband, 1969: 24). Intent, simul- fneamente, una valdacion emplrica de esta aftmacin en los Esla- tds captlistas modemos, al mismo tiempo que una ec en regla a {a teoria democriticopluralisa, buscando demostrar que esta dltima ‘estd“én todos los aspectos esenciales, equivocada, y, en vez de servi ros de guia para la compreasign de la realidad, viene a ser una pro- funda ofvseaein” (Miliband, 1969: 6), Si bien el Estado es una insti- tucién -0 mejor un sistema de insituciones~ separada, relativamen- te auténoma de la clase econ6micamente dominant, euyos aetores sociales son difeentes, la proteccion de los intereses de la clase do- miante queda asegurada pore] hecho de que el personal del Estado 10 se recta entre las clases media y superior, de modo que tienen inte- ‘ests, ideologia, etc, comunes, y, fundamentalmente, porque Ia clase conémicamente dominante pose una serie de recursos para imponer su volunta a nivel politico, La primera parte del intercambio entre Miliband y Poulantzas gir6 en tomo a la Valoracién de Fl Estado en la sociedad capitalist. Poulanizas, que seguia atentaments la evolucion de In weoria politica en Gran Brett (. Poulantzas, 1969), icici el debate en 1969 con ‘una reseta det libro de Miliband, aparecda en las pginas de New Left Review: El problema del Estado eapitalsta (NLR! 58, nov- dic, de 1969), En ella salud la aparcin de la obra, dado que cont- ‘uye -plantea~ a superar Ia laguna que en el pensamiento marxista representa la tora del Estado y del poder politico. Pero Poulantzas insite en las quo considera son as insuficiencias de ibeo de Mili- ‘and, Tlevando a cabo una etica que asumirs, desde un principio, co- ‘mono inocent". Aungue més adelante considera que Su obra posee tna intencin y un objeto "bastante diferentes” a fos del libro de Mil hand, Poulantzasadelanta que sus comentarios se derivarn dels po sicionesepistemoldgiens presentadas en su obra y "que difieren de las ‘de Miliband” Los ds niclens epistemolégicas de la erica de Poulantzas Mii- band pueden resumirse en dos palabras: “empirismo” y “subjetvis- ‘mo". Poulantzas, siguiendo la eritca del “empirismo” iniciada por “Althusser poco antes (Althusser, 1967 y 1968) sostiene que el métado elegido por Miliband, de dar una “respuesta directa a las ideologias bburguesas meslante ef examen inmediato del hecho concreto”, 10 ha conducido,inconsciente y subreptciamente, a caer en el campo ideo- Tico dol enemigo. Al creer que se podian combatir las teorta pol ticas burguesas con una apelaidn directa alos heches, en lugar de ‘mo coherencia, De aht que Poulanias, consecuente con esta mati de 'o, descarte el tmbaj tebrico sobre la “realidad do hecos” del empi- rismo y parta de una “materia prima’ coma conocimienta procestdo, ‘nansmitido por prictcasideolbsicas ycientficas previas. La cieniic cidad dl discurso es buscada 2 través dela produceign de “formas” alecuadis, De severdo ala problematicaestablecida por Althusser y retomada Por Poulanzas, todos los objetos, ant reales como formales, son" ‘dos estructurados contraditorios predominantes", 0 “todos estructa- rados complejos” (a diferencia de las unidades hogelianas, con so simple par de opuestos). En otros téeminos, dichos objetos son un compleja estructura de contradicciones, donde una prineipal predomi ra sobre las ots y donde cade conradiceon depende del reso de m4 las contradiceiones (sobredsterminaciéa). Un objeto es conocido cientiicamente pus, si se especfiea la mnera en que est estuctl- rao, Ast Poder politico y elas sociales se propone consrur la es ‘ouctura contradictoria itera del Estado eapitalistay su aticulaco. es con otras contadiccioncs(instancias) de esa unidad estructorada complja con predominio que es el modo de producciin capitalists (MPC) El Estado capitalist es aqui elemento del MPC, estoy, la te ‘ria dei Estado capitalists presupone Iigicament a teria del MPC. Ahora bien, dado que los modos de preduccién son tn solo obje- tos bstractos formales(abjeta formal, que se comin para dat Tv {ra formaciones sociales (objeto eonereto real), nos hallamos qt ante un grave problema: zcémo ealides cuya existenca slo se 0 én el pensamiento pueden eombinarse para producir objeios conse tos reales? La misma pregunta cabe a la alimacion de Poulanaas do ‘ue el Estado histrio eonereto (objeto real, propio de uns forms. in social, “esula de una combinaeida de varios tpos de Estado st lidos de 1s diversos modos de produccin gue entra en combinacion fn aquellaformacio” (Poulsnts: 1968, 178-179). El texto de Pou. Tantzas care de un procedimiento para vieular los dos reinos (lee ‘mal y real), de modo tl que la relscién de sw diseurso con la realidad ‘concreta no puede evaluarse (decidise). La potensign de eienifiie ‘ad centr exclusivamente en Ia elaboracion y construccicn plena coherenie de concepos (a ‘problemstica’),eulmina frutrada én un {ormalsmo absoluo, donde toda corelaign ene tori y objeto re~ al queda excluida (Olivé, 1985, cap. 3), La dialéetica estructuraisujeto ‘También las diferentes presuposiciones onologicas las referidas a ‘a maturaleza de i realidad social influyen en la sustancia de los tes- ‘eetivs discursos socioldgicos. En este plan, la piordad olorgada ‘aalla praxis de sujetos sociales, sus accionesy su concienci, ya a ka ‘eterminacign por las estructura sociales de ls aciones de 10s sje- tos en tanto que necesris ¢ independiente do su voluntad,remite a dos paradigmas explicativos y a dos modslos de presuposiciones on- tol6gicasclaramente diferencias, La problematica en cuestin se contra, tal como la ha definido Perry Anderson, en la naturaleza de las relaciones enue estuctiras y 25 sujetos on fa sociodad y en la historia humanas. Dicha cucstin “sim ‘teh consituido uno do ls problemas mis centrale y fundament- Tes del materialsmo histrco: si reflexionamos sobre ls permancate ‘oscilacidn, sobre la ponecial disyuncidn que existe en ls propios es ritos de Marx, entre la asbucign de primer motor del cambio hists- rico, por un lado, a Ia coniadicidn ene las fuercas de produecisa y Jas relaiones de producciOn ~pensemos en fa famosa Introduccion de 1859 ala Contribucion a ta Critica de la economia politica- y, por otro lado, ala lub de clases ~pensemos en EL manifesto comi- hista~(..) {Cémo se avtculan estos dos ipos diferentes de causali- a 0 prineipios de explicacidn en la tora del materialismo histni- ‘0? (Anderson, 1983: 36). I marnismo elisico -sigue Anderson- no offeci6, ni siquiera en su mgjor moment, una respuesta coherent a este punto, y las mis- mas cuestiones no resullas han sparceido una y ola vez tanta en a politica como en la historiografia marisa. El autor de Tras la huella Gel materialismo histGrico encuentra en las dlatadas discusiones, ‘ontemponneas en Lorn a la obra de Edward Thompson sobre cases, y estructoas socials, ast como en ls contrapuestasreconstrucciones ae fa transicidn del feudalism al capitalisino europeos propuestas respectivamente por Robert Bremner y Guy Bois, ds ejemplos de esta froblemtca abi, Podefamos agregar nosotros que tambign ede bite entre Miliband y Poulantas en torn a la naturaeza del Esto coptalista gira en tomo ala dialética sujetosestuctras. sta “potencildisyuncion (or momentos “sin” enue suezos y esc pours stease on fs avatars del histor del mae ‘smo, onsttuyendo veidaderamente dos radiciones en su Seno Maniamos de cone economics (omo el dela Seguna Insaco. tal) marxtsmos de tipo volar como el de Sore), marsisms Te tadeignhepeina (Como el de Latrilao Toss) frote a ma Sas de wadiion materials elsia Pljano o Lenin): mars dow dela "pans (Gramsci) dela “iotalidad” (Lies) frente a ‘rarismos dtermintsts(Kausty 0 Burin, parecen responder ae tairesucaanunomia* Sips Andersons dna nin pr menos es) na isto del amc masa, noe faa vegas yr sae. [ce Andon Se deanenne en semi de a neapenencte dalton Se 6 Pignsese, por ejemplo, en la solucién antttca que proponen, res- peetivamente Plejanov y Trotsky al entonees denominado “papel de Individuo en fa historia”. Pljanoy, il ala wadicign matraisafran- ‘esa, entende que el hombre es producto dol “media” y ls “eircuns- tancias”, Si Robespiere hubiers mucro acsideralmente en los um bales de Ia Revolucidn Francesa, esa sociedad hubiera ereado oto Robespirre. Trotsky ibuari dela tradici hegelina via Labriola, entiende a los “grandes hombres” como productos y camo producto res de calaGpoca histérica, No son meros epifenémenos, creados ad hoc son el resultado de un largo proceso histérico en que “homes” y “cicunstancias” se implican reciprocamente. $i Lenin no hubiera Hegado a Rusia en abril de 1917, la Revolucién Rusa no hubiese sido Posible, Asimismo, el debate actual en el Seno do la woria marxista ‘nize quienes piorizan las fuerzs productivas sobre las relaciones de [roducci6n (Gerald Cohen) y quienes prorizan estas timas sabre las Drimeras (E. P. Thompson), ten lejanos antecedenes:pignsse en las erfieas que, cada uno por su pane, dirgioron Gramsci y Lukses al de- terminismo teenol6gico del Manual de Materiatismo Historica de Bujarin? Pero quizés la esn entre sujetos y estrcturasaleance su maxima ‘expresién en el “marxismo occidental", cuando Tos intents sosteni- ‘dos de Sate, Mecleau-Ponty y De Beauvoir de replatear las elacio- nes entre sujeto y estructura como una especie de sintesis ene of ‘marxismo y el existeneialismo fueron duramente cuestonados por el Dpensamienio estructuralisia a parr de los sesena. Este nuevo aslto a {a rz6a (dialética) en nombre de la ran estuctual fue iniciado por LeviStrauss, contimuado desde dentro del marxisma por Althusser y ‘bos minor owes cro Avia Gouner “i el mann ‘ined ea else de npn a tne, de dor sabeinena noel “moran cen etal ‘emis, y ema es hay Ueto. VA, Ceo a masons, Mas Al, 199 Pho papel de oon iri,» Thy ori dea Rae ily Raa, ee. Ban, Tori del matri htice, Clea, PSP 1 Lacs, Tecnology racine soar (en Reva soca planes, (Crt, PyP 198” A Gms tar vr sabre a ayo Popa Soi. i lenFiairlon hn a floss dB Cac, Sco tices). 2 rematado finalmente por Foucault, cuando inentaronimperiosamente cortar el nudo gordi de la relacin ente estructura y sujlo expul- ‘snd a este ilkimo de. cualquier campo de eonocimienlo eientifico (Anderson, 1983: 38-42), El debate abierio ene la raz6n dialética y la raxdn estructural, nie el marxismo historicistybumanista y el marxisino estructural resitu6 las distinias tadiciones arriba senaladas en funcidn de esta nuova oposicin,y se irradi al conjunto del campo cultural europeo lo largo de los sos sesenta y setenta (eepercuiend seasiblemente, ademas, en el campo cultural lainoamercano). No es casual, pcs, ‘que siendo ta New Left Review lx principal difusora del “marxismo ‘ceidental” en Inglaterra, haya sido cl vehicula de esa nucva versién de la contraposicién ene “estructura” y “sujelo” que epresena ct in- tercambio ene Poulantas y Miliband Reconfemos brevemente edo Poulanuas, en su rescha de 1969 Sobre el libro de Miliband, crey6 detcctar on éste una tasposicis de |i *problemdtica del sujet” propia de fa deologia burguesa al corpus leGrico marxista. Miliband se eneontara ea difcultades “para com rend as clases sociales y el Estado como estructuras obietivas, sis relaciones como un sistema objetivo de eonexiones reg ‘como una estructura y un sistema cuyos agentes, “los hombres, son en palabras de Marx “portadores' (trager) dela misma, Miliband da constaniemente Ia impresion de que para é as clases sociale 0 los ‘grupos’ son, de alg modo, reducibls a relaciones interpersona es, de qu ol Estado se puede reducir als relaciones imterpersoales {de Tos “individuos’ que componen of sparato del Estado”, Concep- cin detivada de la “‘problemitica det sujeto", segin la cual "los agentes de una formaciin social, los "hombres", no son consierados ‘como los ‘portadores’ de las instancias abjetivas (como Io son para ‘Marx, sino como el principio genético de los niveles de la totalidad Social, Es una problemaica de actores sociales, de indviduos como ‘tigen dela accidn socal: de este mod, la investigacién socioligica conduce inalmente, no al estudio de las coordenadas objtivas que determinan la distribucién de los agentes en clases sociale y las con- teadiciones entre estas clases, sino a la bisqueda de explicaciones Finalistasbasads en las motivaciones de la conduecta de ls actores sociales’. (V.p. 77-78 presente volumes), 8 Miliband, en su Réplica a Nicos Poulantzas, seal que éste su bestima en qué prado usne presente en su fibro que las “reaciones ‘objetivas”inluyen y coniguran la Tune del Esido,y cémo el go bicmo y la buroeracia esti sujetas alas fuerzas estructural dol is- tema, Poulantas sera vibaaro segin Miliband de un “sperdeteri- nismo estructural”: su "Enfasis exclusiva en las “elaciones objeti- vas" lo lleva a concebie un Estado "iotalmente determina, en todos y cada uno de tos momentos" por dichas rlaciones. Mas que una st Perocién dela concepeién instrumental del Esiado, Poulantras acu Fla a un algo tebrico donde “el Estado no es “manipulado” por la ease dirigente para que cumpla sus érdenes; las lleva a cabo automdticn- ‘mente aunque de forma tu, causa de ls “rlacionesabjetivas™ que le impone et sistema”. Su apelacién a la “lucha de clases” como prin iio explicaivo ~argumenta Miliband en su contibucién de 1973 sia puramente format pues, dado que ls clases Sociales no son para PPoulanzas sino "efecto de una eonjuncién de esruturasy sus tl ciones, a lucka de clases apareccra en sv obra s6lo como “un ballet de sombras evanescentes excesivamente forlizado" (Vp. 120). He ‘agu las principales objeciones que mutuamentediigen a sus espoct- vos modelos teéricos.;Que hay de consisiensen lla? Olivé ha destacado la tensi, 0 bien la contradiccin iresuelt, ‘que opera en cl discurso de Miliband, entre fa explicecin por los ‘agentes y fs explicacién por fas esructiras. Si en su obra Marisa Y politea (1977), Miliband arma que el andlisis del Estado capitals ia tiene que descansar tanto en ls condiciones estcucturales como en Jo que podria calitiarse de problema de las relacionesinerpersonales ((clacin entre miembros dela clase dominant y la lite de Estado), To cioeto es que en El Estado en la sociedad capitatstapredomina lt explicacién subjtiva por los agentes sobre la explicacién por ls es twucturas. Vimos arriba que Miliband, para fundamentar la tess de ‘que la clase (tite) dominant es una ciase (politcamente) imperantc, ‘Se apoyat~con arrelo a.un modelo empirista en la vbservacion de ‘conexiones sociales empiricas enue los miembros de la élite burocré- ‘ica los miembros de la clase dominant, También vimos el cardctet ‘inadecusdo dela critica que le dirige Poulantas en el sentido de que Se limita al horizote ideogico empirista de la cencia socal bunguc ‘a, dado que Miliband, en la privtica, reeure a su entramiadoteico ‘rxista para constitu los hechos (por ejemplo, recute a concepts » te6ricos como “ubajo”, “capital, “clase dominante”,ef.). El quid Consist, para Oliv, en que Miliband se queda & mia de camino en In elaboracintedrca, pues una vez identficads algunas conexiones entre dite haroeriica¥ clase dominante, es necestrio explicerlas con fundamento nla estrictura peculiar de ia sociedad capitalist, es de. ‘ir, dar cuenta y razdn del echo de que, dada la estructura peculiar de Jas sociedades capitalists, las regulardades idemtificadas necesri mente tienen que aparecer, cosa que slo puede Mevarse a cabo tra ‘és de la teorf. Miliband apuntaen esta direceidn, y su propio entra ‘mado teétco 1o condace & intoucir cierto eoreaivo estrctural en su modelo explicativo -lo qu, por otra parte, constitu la fuerza de su refutsci6n de las teins democriico-plralistas-, ero en aia insane favorece Ia nocign de agente por encima de Ia de estrvtura ¥ las explicaciones de tipo volunarsta sobre las de tipo estuetural (Olive, 1985: 59 y 5). Poode afirmarse que el recorrdo del panorama te6rico de Poulan ‘za es el inverso si Poder politico y elases sociales... pared la pro= blemutca de la determinaci6n estructural, es indudabie gue la lucha de clases i ocupando una centralidad creciente en sus obs posterior, hasta desembocar en Ia autoertica implcita a lo largo de ls piginas de Estado, poder, socalismo, Su obra de juventul. Poder politico y clases sociales. arte de In matrz estctralista concebida entonces por Althusser para plantearse e problema dela loacign esreturl del Estado en la sociedad capitalist, Poulantzas quiere constituir una eo ra que dé event, al mismo tiempo, dela natualeza de clase del Est do y de su sutonomia relativa, partiendo del concepta de modo de pro ‘daccién, asf como de la specifica artculacidn de niveles propia del ‘modo de produccin capitalist, Es precisamenie la espeeifica spara- ‘in del nivel de To politico propia del modo de prduccion capitalists Ja que permite a Poulantzas expicar la autonoma teatva del Estado ‘apiaisa. “Esta sutonomia tiene lugar sin embargo siempre intema- ‘mente a un poder de clase en la media en que en la sociedad capitalis- ta las relaciones entre las cases son siempre anagénicas. En su con- jn, estos antagonismos surcan al Estado capitalista. Dicho Estado ‘organiza, por un lado al bloque dela clases dominantesy, por el ot, ‘desorganizay divide a las clases dominadas, En tal sentido, el Estado una rela de fcrzas entre las clases, 0, mejor dicho, una conden sacign de dicha relacin de fuerzas”(Lacla, 1981: 48), 30 Una teoria estructura del Estado captalistay una teers estructural elas clases en ef modo de produccidn captalista debian eli toda ontaminacién con 1 “problematica del sujeto” de a que seria eb ‘aro Miliband, segin Ia cual los agentes de la prodiceion son visios como los actores-productores, como Tos sujetos crendores de las c3- tructuras,y las clases sociales como los sujetos de Ja historia. Para Poulantzas, esta concepeién “desconoce dos hechos esencisles: en Primer lugar, que los agentes dela producci6n, por ejemplo el brea ‘ssalariado y el capitalista, en cuanto personificaciones del Trabajo ‘salariado ¥ del Capital, los considera Marx Tos apoyos 0 los porta- ores de un conjunio de estucturas. En segundo Tug, qe as clases sociales no som nunca concebidas feGrieamente por Marx como el taigen genético de las esrscturas™. A la inversa, Is clases m0 son s- to “efecto de un conjunto de estactras y de sus relacones” (Pot Ianzas, 1967: 67-69), Hay, sin embargo, una ambigbedad fundamental en el pensamiento e Poulantzas puesta de manifesto en el debate, que han detectato Aistinfos autores (Laclau, 1981: 48-52; Tessop, 1982: 156; Olive, 1985: 97.96) En efecto, lo que Miliband Tams su “hiperdetermin 'mo" se enfenta en una inedmoda tensin con el lugar que asigna en $1 tori ala lucha de clases como principio explicaivo. Esta fension parece en Poder politico y clases sociales... asf como en el debe [resent en el par antindmico estructuras/prcticas, Poulantzas parte el presupuesto ontol6gico de que en la realidad socal existen un ennjunto de prcticas y un conjunto de estructura, Peo, como seta Lela, esto entraia una grave dffeulta: “porque o bien las prticas som un efecto de ls estucturas y or lo tanto un momento estructural mds ~con lo que se reducirfan a una duplicacion conceptual innecesa- ria o bien son una fuerza auténoma que no puede explicarse total. ‘mente a partir de la estructura sobre Ia ue operan con To que se ins. ‘iri un duatismo y se conclira por referirlaunided de una forma en socal determinada aun sujeto taseendental, La obra de Poulan. 238 no ha logrado superar esta antinomia fundamental. En la pictica, 4s lucha de clases se ha tomado en su anslsis un Dews ex machina ‘ue funciona como factor explicativo en todo aquelo que no puede ‘er reducdo fécilmente a momento necesario de ls estructura. Esto ‘Snifiea, simplemente, presentar como efecto de la lucha de clases aguello que es histricamenteindeterminado e inasimilable por la Io 31 ica emergente del modo de produccién.. Como, por otro lado, et ‘ampo de lo determinado estveturalmenie ha tendo a estocharse progresivaente entre el primero y el dhimo libro de Poulazas, esto hha conducido ala expansion ereciente del rea de indterminacin e= rca” (Laclay, 1981: 49), Esta inflexion en 1a rayectoria intelectual de Poulantzas se hace cevidente al comparar su obra temprana coa su kimos libro, Estado, poder, socialism, que se bre can el rconaciminto “hisiricisia™ {de que “La tooria del Estado captalisa no puede se aislada de una Historia de su consincién y de Su reproduceiGn” (Poulantzas, 197% 23). No obstane, estos correctivos *histoicstas” por intcaduci la historia y la lucha de clases en su modelo explicativo, al no estar avompuiados por un esfuerza ssiemati de reformulcn tdrica de Ja dilética esrucurasujto, condujeron a Poulantzas una mayor Incoberencia. Estado, poder, socalismo, sin dua la obra mas suges- ta yea de Poulan, gn en ngs de eas ge pc x Una woris que diera even, pues, de a rlacin dialética enue ‘esuuctuasy sujet, sin pretends liminar alguna de estas ealegorias sino explear su necesara interdependencia, quedaba planteada como Parte del programa tedrica del matrialismo histric. Los desarrollosulterires frente al debate instrumentalismofestructuralismo Las obras de juventud de Miliband en Inglaterra y de Poulanias cn Francia marcaroa, cada una desde su peculirisina aproximaciéa, el renacimiento de las investgaciones marxisas sobre el Estado capi alist, Las dos daa siguientes conocieron una vastisima y fecun- a produccisn deicada a dichaproblemsic, més creunscrpta hist rica y tericarente ala formacién, coaslidaci y ersis dal Estado Inteiventor-Benefactor, poro que necesit6nutrtse, como momento inicia, del debate pretimtnar sobre lanaturaleeay las funciones det Esado capitalista en general y a su elacién con cierias premisasteo- ricas sentadss por Marx. Es asf que buena parte de las nuevas contri bbuciones vuelvan una y otra vex sabe ls textos de Miliband y Pou- Jntzas, para sefalar la necesidad de supers la antinomiainsteumen- 2 talismojestructuraismo, pero encantando simulténcamente en ellos sugestvas antieipaciones para ulterioves desarolloswérics. Silas investigaciones marxisias sobre 1 Estado propias de estas {os dias décadas, en el contesto de la crisis capitalist internacio- nal y do la crisis del Esta Inerventor-Benofactor, volveron sobre lt rela inrinseca enue economia y Estado, cl aporte de Miliband y Poulantzas se cons el nivel de i elativa atonomta del Estado y dela politica, Ambos autores quiseron escapar dela waticién econo ricsta del marxismo de a IL la I Inerracionals y desu concep- idm del Estado y la poltca como epifenémenos y expresiones “de- Formadas™ de las telaiones de produccion. Amlos intentaron retomar Ta sis marxiana de la natraeza de case del Estado sin spear al ei feaomenalismo economicisia, para lo cual sostuviron la neesidad de tuna teoca que dirs cuenta dela autonom/a relativa del Estado capita- lista (espocto de la clase dominant y también det nivel econdmico). Miliband apo a ta tesis de que la case (econdmicamente) domi- runte 20 es inmediatamente dominate (rinante) tambign en el 1e- ‘reno poliico: necesita llevar a eabo maples estategias para instru mentar el poder estatal de acuerdo alos intereses del poder de clase, Pero en gtima insianea el poder esata, en virud de su autonona relaiva (y que es Jo que toma eficaz en tanto que insancia separada) ‘nunca es totalmente reducible al poter de clase. El Est acta. ae ‘Gaamamente en nombre de la class dominant, sin ser nua “ins- teument” directo que ata obedientementesegtn su dictado (V. Mic Iiband, Poder estaale intereses de clase, en la presente eicion). Para Poulantzas, en cambio, no puede hablarse propiumente de “poder estatal” 0 de “intereses props del Estado" como hace Mit and, pues el Estado es una esuuctura y el poder concieme al campo ie la lucha de clases, En Estado, poder, socalismo, habiendo ariba- {do aun conceptorlacioal del Estado -cl Estado como condensacicn de telacones sociales antagénicas~ sostendré que el mismo es “un far y un centro de ejerieo del poder, pero sin poser poder propio” (Poulantzas, 1978: 178). Pero en Poder politico y clases sociales. tebutario dela definicia estructural de Estado, su sutonomia relativa es delinida a parti de la especificaseparacin ent el nivel politico y el econémieo propia del modo de producci6n capitals. El concepio 3

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