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ee ne Matematica elemental desde un punto de vista superior Felix Klein Felix Christian Klein (1849-1925) comenzé a estudiar mateméticas y fisica en la Universidad de Bonn en 1865 con la Intencién de ser fisico, pero en 1866 fue nombrado ayudante de laborato- rio de Picker, fuertemente inte- resado por la geometria, y orien- t6 su trabajo hacia este campo. Se doctor6, también en Bonn, en 1868, siendo nombrado pro- fesor en la Universidad de Erlan- gen en 1872. Se traslad6 luego a la Universidad Politécnica de ‘Munich en 1875, en la que per- manecié hasta ser nombrado catedratico de geometria en la Universidad de Leipzig en 1880. Desde 1886 hasta su jubilacién en 1913 fue catedritico en la Universidad de Gotinga, donde la forma de trabajar que pro- movié servirfa de modelo a los mejores centros de investiga~ cién matematica del mundo. Su definicién de la geometria como el estudio de las propieda- des del espacio que permanecen invariables bajo ciertas transfor- notablemente en el desarrollo de las mateméticas, sO Matematica elemental desde un punto de vista superior Aritmética + Algebra Analisis Felix Klein Matematica elemental desde un punto de vista superior Aritmética « Algebra « Analisis Felix Klein 15 ciencia abierta “Tlo onl Elemente som hdteren Sandpunke one. Aine Altre, Anais ee: unio 2006 “Traduca y revo del texto de tercera ei veallzada pr Jets Feminder, Ricardo Moreno estilo, Cristina iba y Dad Blane. (© de enn eed: NIVOLA ros yediones SL. Apavad de Corts 13, 25760 Tes Cantos “4:91 45817 Fc 9904 1482 veweevoacom coe lectin: comtato@nivo.com Isa. 8495556108 Isai: 7849696 194 Ist (bra complets).0, 8965862158 IS (tra completa). 97834 96866207 Dens egal M 21082005 Impres en Espana sina aan ct deo tls pe gogo pos edcn lo ‘acta perce los penis opener rei el ne orien Miguel de Guzman In memoriam En 1999, afio en que la Editorial NIVOLA publicé sus primeros libros, Miguel de Guzman acept6 prologar tna nueva traduecién de la Apologia de un matemético de Hardy. Pasado algéu tiempo le visitamos para hacerle entrega de algunos ejemplares y fue entonces cuando nos comenté que el libro que seria muy apropiado editar era la ‘Matemitica elemental desde un punto de vista superior de Felix Kl Pero el proyecto resultaba entonces demasiado ambicioso para una editorial que daba sus primeros pasos. Hoy, tras numerosos libros editados, podemos ya ofrecerlo al lector en su recuerdo. Prdlogo alla primera edicién Prélogo ala tercera edicién Introduccion ‘ARITMETICA, 1, CALCULANDO CON LOS NUMEROS NATURALES |. La introduceién de los niimeros en las escuelas 2. Las leyes fundamentales del céleulo ce 3. Los fundamentos ldgicos de las operaciones con nmeros enteros 4, Lapréctica del célculo con nimeros enteros ... 2. LA PRIMERA GENERALIZACION DEL CONCEPTO DE NUMERO . 1. Los ndimeros negativos 1, Las fraceiones 1, Los ndimeros irracionales 3. SOBRE LAS PROPIEDADES ESPECIALES DE LOS ENTEROS 4, LOS NUMEROS COMPLEJOS 1, Los mimeros complejos ordinarios A 2, Nameros hipercomplejos, yen particular cuaterniones «...+..- 3. Multiplicacién de cuaterniones y giros de segmentos en el espacio 4, Los niimeros complejos en la ensefanza escolar ‘APENDICE: SOBRE EL DESARROLLO MOERNO Y LA ESTRUCTURA GENERAL DE LAS MATEMATICAS matemética elemental (vol. 1) B 15 19 a a 29 32 a a 54 58 65 89 89 92 101 112 15 ALGEBRA INTRODUCCION 1. ECUACIONES COW COEFICIENTES Y RAICES REALES 1, Eeuaciones eon un parimetro 2, Ecuaciones con dos pardmetros 3. Eeuaciones con tres pardmetros 2, ¥ 2, ECUACIONES EN EL CAMPO DE LOS NOMEROS COMPLEJOS A, Teorema fundamental del algebra B, Bcuaciones con un pardmetro complejo .. 1. Laecuactén “pura” La ecuacién diédtica .. — E Las ecuaciones tetraédrica, octaédrica e leosaédtrica Zl 3 4. Continuacién: establecimiento de las ecuaciones normales 5 6 Sobre laresohucién de las ecuaciones normales 1. Uniformizacion de las iracionalidades mediante funciones trascendentes .. eee 7, Resolubildad por radicales . 8. Lareduccidn de as ecuaciones generales a ecuaciones normales ANAUISIS. INTRODUCCION . 1. ELLOGARITMO Y LA FUNCION EXPONENCIAL .. 1, Recopilacién sistemtica del andlisis algebraieo 2, El desarrollo histérico de la teoria 4. La teotfa de logaritmos en los colegios 4. El punto de vista de la teoria de funclones 2, FUNCIONES GOMIOMETRICAS : 1. La teorfa de las funciones goniométricas ... 2 Tablas trigonométricas ‘A. Tablas trigonomeétricas naturales B, Tablas logaritmico-rigonomeétricas ... 3. Aplicaciones de las funciones goniométricas 10 127 129 129 131 at 151 151 155 162 169 175 179 187 191 196 200 207 209 209 212 22 224 233 233, 243, 246 249 indice A. La tigonometiay, en particular, la tigonometiiaesférica B, Teoria de las pequefias oscilaciones, y, especialmente, de las del péndulo iceccteun nets C. La representaeién de las funclones poriédicas mediante series de funciones goniométricas (series trigonométricas) Digresién sabre el cancepto general de funelén 3, SOBRE EL CALCULO INFINITESIMAL PROPIAMENTE DICHO . 1. Consideraciones generates sobre el célculo infinitesimal 2, Elteorema de Taylor 4, Consideraciones histérieas y pedagégicas APENDICE |. La trascendencia de los A, Demostracién de la trascendencia dem 1. Teora de conjuntos 1. Lappotenela de un conjunto bas 2, La ordenacién de los elementos de un conjunto rose yr indice onoméstico indice tematico . ened dened teak & 209 264 269 281 291 291 310 324 329 329 336 346 346 360 an 315 PROLOGO A LA PRIMERA EDICION Este nuevo volumen que a continuacién presento al piblico interesado cen las matematicas, y en particular a los profesores de matematicas de en- sefianza secundaria, debe considerarse como una primera continuacién de las lecciones Gber den mathematischen Unterricht an den haheren Schulen [Sobre la ensenanca de laz mateméticas en secundaria), en conerato, de aquellas dedicadas a Die Organisation des mathematischen Unterricus |La organizacién de la ensertanza mateméitica] que preparé en colabotacién con Schimmack, y que Teubner publicé el afio pasado. Por aquel entonces nos preocupaban las diferentes maneras en las que el problema de la ensefanza, puede exponerse al matematico, Mi interés se centra ahora en los avances producidos en el objeto de dicha ensefianza. Trataré de explicar al profesor, y al estudiante preparado, desde el punto de vista de la ciencia modema pero de una forma tan sencilla, estimulante y convincente como sea posible, tan- to el contenido como los fundamentos de la materia que se ha de ensefiar, prestando la debida atenci6n a los métodos de ensefianza mas habituales. No sseguiré un orden sistematico en la presentacién, como sf hacen, por ejemplo, Weber y Wellstein, sino que me permitirédigresiones libremente, al igual que los camblantes estimulos del entomo me ineitarian a hacerlo en el transcurso de las clases presenciales Fl programa asf enunclado, que aqui se levard a la prctica sélo en el terreno de la aritmética, el Algebra y el andlisis, ue expuesto ya en el pre facio del Klein-Schimmack (abril, 1907). Contaba entonees con Ta esperanza de que el sefior Schimmack, a pesar de numerosos impedimentos, encon- trara el tiempo necesario para dar a mis clases un formato adecuado para la imprenta, Pero yo mismo, en cierto sentido, se lo impedi al desviar cons tantemente su atencién hacia cuesliones pedagégicas que nos interesaban matemética elemental (vol. |) 13 ‘a ambos. Pronto se hizo evidente que no se podrfa cumplir e plan original, Sobre Lodo si debia completarse en un corlo plazo de tiempo, lo que parecia deseable si es que se queria tener alguna influencia real sobre los problemas de la ensevianza que precisamente ahora ocupan el primer plano. Asf que, ‘como en afios anteriores, he recurrido al procedimiento mas aproplado de ltogvafiar mis lecciones, dado sobre todo que mi actual ayudante, el doctor Emst Hellinger, mostré una singular aplitud para este trabajo. No deberfa me- nospreciarse el servicio prestado por el doctor Hellinger. Forque media un mundo entre las palabras dichas por el profesor, influidas como estén por ‘ircunstancias fortuilas, y su posterior registro, pulidoy legible, En la precision de sus afirmaciones y en la uniformidad de cuanto explica, el profesor no llega al nivel que consideramos necesario para una publicacién impresa, Dudo a la hora de comprometerme a tratar de nuevo la ensefianza de las rmatematicas en fuluras publicaciones, al menos en el campo de la geometria Prefiero concluir expresando el deseo de que el presente volumen litografia- do sirva de inspiracién a muchos profesores de secundaria para un ejercicio renovado del pensamiento independiente a la hora de determinar fa mejor ‘manera de presenta la materia que imparten. Este libro se ha concebido tant sélo a modo de acicate intelectual, no como un libro de texto detallado. Dejo la preparaci“n de éste iltimo a quienes se hallan comprometidos de forma activa con los centros, Supone un error asumir, como algunos parecen ha- ber hecho, que mi actividad haya tenido munca otra intencién. En concreto, cl Leluplan der Unterrichiskornmission der Gesellschaft Deutscher Naturfors- cher und Arzte [Plan de estudios elaborado por la comisién de ensenanza de ta Sociedad de naturalistas y médicos alemanes| (el conocido como plan de ‘ensefianza Meran) no es mio, sino que fue elaborado, contando con mi coo- peracién, por distinguidos representantes de las matematicas de secundaria. Para terminar, en lo que se refiere al modo de presentacién de cuanto sigue, baste decir que he procurado combinar, como siempre, la intulcién eométrica con la precision de las formulas artméticas, y que me ha propor- Cionado un placer singular seguir el desarrollo historico de las distntas teorias para comprenderlas lamativas diferencias entre los métodos de presentacion ‘que conviven en Ja enseftanza actual Gotinga, junio, 1908 Klein “ prélogo a la primera edicién PROLOGO A LA TERCERA EDICION Después de que la compania de Julius Springer completara de manera lan encomiable la publicacién de mis obras cientficas completas, propuso, 1 sugerencia del profesor Courant, sacar en formato de libro los texlos de ‘mis cursos que, desde 1890 en adelante, han venido apareciendo en forma litografiada y que, salvo una pequefia reserva de ejemplares, se encontraban agotados. Dichos volimenes, de cuya distribucién en las ditimas décadas se habia hecho cargo Teubner, procedian en su mayor parte de las notas manuscritas de mis distintos ayudantes. Tuve claro desde un principio que no podria em prender una nueva revisin de los mismos sin contar otra vez con la ayuda de ‘gente mas joven. De hecho, hace ya tiempo que expresé mi convencimiento ‘de que a partir de cierta edad no se deberia publicar en solitario. Uno se en- ‘cuentra todavia, quizé, cualificado para dirigir en general cémo se prepara la ‘edicién, pero no para suministrarlos detalles en su debido orden ni para tener en cuenta adecuadamente los dimos avances bibliograficos. Por tanto, sélo acepté la oferta de Springer una vez que recibi la garantia de que dispondiia de una generosa ayuda en este tema. Estos voliimenes litografiados de mis clases pertenecen a dos categoria. En Jos mas antiguos aparecen los textos de clases extraordinarias que im partia de vez en cuando, y que preparaba con el tnico propésito de que los estudiantes del siguiente semestre pudieran tener a mano cierta materia que ya habja tratado y sobre la que me proponia basar trabajos posteriores. Son Jos voliimenes sobre Geometria no eutlidiana, Geometria superior, Funciones hipergeométnicas, Ecuaciones diferenciales lineales, Superficies de Riemann y Teorfa de ntimeros. A diferencia de éstos, he publicaco varios volmenes li- matemtica elemental (vol. |) 15 {ografiados de textos de clases que se dirigian, desde el principio, a un efrculo ‘més amplio de lectores. Son los siguientes: 4) 81 volumen sobre Aplicaciones del célculo diferencial e integral a ta ‘geometrfa, que fue desarrollado por CH. Miller a pantr de sus notas manus- cata. Su intencién era llenar el vacio existente entre las necesidades de las rmatematicas apicadas y las ms recientes investigaciones de los materti- os pues. Jy 6) Los dos volimenes sobre Matematica elemental desde un punto de vista superior, que fueron preparados por E, Hellinger a partir de sus notas ‘manuscritas, Ambos debian lamar la alenci6n de los profesores de ciencias y ‘matematicas de secundaria sobre la trascendencia de sus estudios académi- os en su labor profesional, en particular de sus estudios de matematicas puras. Una revision completa de los volmenes de la segunda serie se antojaba innecesatia. Se consideré que con limar algunas partes, junto con la incorpo- racién de notas suplementarias, seria suficiente. Con su publicacién se da, por tanto, el primer paso. Los volimenes b),c) ya) (en este orden) saldrdn alaluz ‘como las partes |, Ly Ide una misma obra que llevaré por titulo Matemditica ‘elemental desde un punto de vista superior. Esta manera de combina el vo- lumen a) con los voliimenes b) y c) recibird la aprobacién de todos aquellos, ‘que aprecien la importancia creciente que tienen las matematicas aplicadas dentro de la ensefianza modema en secundaria. Mientras tanto, se ha iniciado la revision de los vollimenes de la primera serie, empezand con el dedicado a la Geometria no euclidiana, Pero sera ne- ‘cesaria una refundicién més dréstica del contenido sit libro ha de contar con ‘una presentacién equilibrada que incorpore los titimos avances de la cien- Cia. Lo mismo vale para el plan general. Ahora, unas pocas palabras sobre la primera parte de la Matemdtica elemental. Se ha relmpreso el prélogo de 1908 a la edicién de 5) porque muestra con gran claridad los origenes del libro". La segunda edicién (1911), tam- bién ltografiada, no presenta grandes cambios, las nos secundaras que figuraban a modode apéndic se Incorporan ahora al texto sin ninguna men cif expita, La presente edicign conserva, a grandes rasgos, el texto de a Primer, incuyendo aqueias pecllriades propas del tempo en que fue tecrito, De otro modo hublera sido necesero camblar su aitcuacion com- * MicolaboradorR.Schimmmacky del que alse hace mencién, murié en 1812, ala edad eteintay unarios, de unataque al corazon que le sobrevino de manerarepentna,rientas tesa sentado en su mesa de abajo, 6 prélogo a la tercera edicién pleta, con una pérdida de homogeneidad. Sin embargo, durante los dieciséis, afios transcurtidos desde su primera publicacién, la ciencia ha progresado y han tenido lugar profundas transformaciones en nuestro sistema de ensefan- za, cambios que todavia estin poniéndose en marcha. Se ha tenido en cuenta esta circunstancia en los apéndices que ha preparado, con mi colaboracion, el Dr. Seyfarth (profesor de ensefianza secundaria en el instituto local). E1 Dt. Seyfarth también taslad6 al texto los cambios estilisticos pertinentes, y ha culdado de la edicién, incluldas las lustraciones; por todo ello cuenta con sincero agradecimiento, Mis anteriores colaboradores, los sefiores Hellinger y Vermeil, también el sefior A. Walther de Gotinga, han aportado infinidad de sugerenclas de interés durante el proceso de lectura pruebas. En particular, me siento en deuda con los sefiores Vermeil y Billig por preparar el indice ‘onomiéstico y el indice general, editor, Julius Springer, ha vuelto a dar una ‘muestra notable de su disposici6n a editar obras matematicas aun a pesar de {ener que hacer frente a grandes difcultades. . Gotinga, Pascua, 1924 Klein ‘matemética elemental (vol. 1) INTRODUCCION En los titimos afios! ha erecido el interés de los profesores de matemét- cas y ciencias naturales de las universidades en relacién con la formacién apropiada de los aspirantes a ocupar los puestos académicos més elevados. ste es un fenémeno bien reciente. Durante un largo periodo antes de su aparicién, los académicos se han preocupado Gnicamente por su rama del saber, sin importarles nada las necesidades de las escuelas e incluso sin in- leresarse por establecer un nexo de union con las mateméticas escolares. {iCual ha sido la consecuencia de esta forma de proceder? El joven estudiante “universitario se ve confrontado, al comenzar sus estucios, con problemas que no guardan relacién con las cosas que eran importantes en la escuela. Y, en consecuencia, se olvida pronto y por completo de todas ellas, Pero después de lerminar sus estudios pasa a ser profesor y entonces se ve obligado de pronto a enserhar las tradicionales matematicas elernentales cle la antigua for- ‘ma pedante; y como sin ayuda no es capaz de encontrar un nexo que ponga ‘en relacién esta tarea con las matematicas universitarias, pronto cae en una forma de ensefiar avalada pore! tiempo, y sus estudios universitarios pasan a ser un recuerdo més 0 menos agradable pero que no ejerce influencia en su censefianza. Hay ahora un movimiento para eliminar esta doble discontinuidad, que no ayuda ni a la escuela ni a la universidad. Por un lado, se esta haciendo un esfuerzo por impregnar a las materias que las escuelas ensefian con las nuevas ideas derivadas de los titimos avances de la clencia y de acuerdo (0 Mamo su atencion de misvo sobre ef hecho de que este textos, casi en st totalidad, cl del volumen itografiado de 1908 y que los comentarios que hacen referencia a aos postriones se han siuado en fos apéndices. matemética elemental (vol. |) 19 con la cultura moderna. Tendremos ocasién a menudo de volver sobre este unto, Por otro lado, e intentan tener en cuenta en la ensefianza universitaria Jas necesidades de los profesores en las escuelas. ¥ es precisamente en estas. clases de cardcter general, como las que voy a impattirles, en las que veo una de las formas de ayuda mas importante. En ellas no me dito a los principian- tes, sino que doy por supuesto que todos ustedes estén familiarizados con los rasgos principales de los campos més importantes de las matemiticas, Hablaré con frecuencia de problemas de algebra, de teoria de niimeros, de teorfa de funciones, etc., sin poder entrar en detalles. Es, pues, preciso para ‘seguir estas explicaciones tener una cierta idea de todos estos ternas. Mitarea sera siempre mostratles el enlace mutuo entre los problernas de las diferentes disciptinas, una cosa que no siempre se resalta suficientemente en las clases normales, y, més especificamente, en hacer énfasis en la telacién entre estos problemas y los de las mateméticas escolares. De esta forma, contio en que les resulte mas facil conseguir alcanzar la habilidad que considero que es el objetivo real de sus estudios académicos: la de extraer (de forma amplia) del ‘gran cuerpo de conocimientos que se pone ante ustedes un estimulo vivo Para su actividad docente. Prmitanme presentarles ahora algunos trabajos de fecha reciente que ‘uestran el amplio interés que suscita la formacién de Ios profesores y que contienen un material valioso para nosotros, Sobre todo, he de citar aqui las Ponencias presentadas en el altimo Congreso de naturalistas celebrado en Dresde el 16 septiembre de 1907, en donde presentamos las "Propuestas para la formacién cientfica de los futuros profesores de matematicas y ciencias" realizadas por la Comision de Enseflanza de la Sociedad de Naturalistas y Médicos Alemanes. Encontrardn estas propuestas en la dltima seccién del in- forme completo de la citada comision*, que, desde 1904, ha tratado todas las cuestiones relativas a la ensefianza de las clenetas mateméticas y naturales y ue ha concluido ya a su trabajo; les emplazo a que lean no sélo estas pro- uestas sino también el resto de este informe tan interesante. Poco después de este congreso de Dresde tuvo lugar un debate anlogo en el Congreso de fl6togos y maestras alemanes reunido en Basilea el 25 de septiembre, en el que el movimiento de reforma de la ensefianza fisico-matemitica fue ‘debatido tinieamente como un eslabén mas en la cadena de movimientos en paralelo que se estaban produciendo en los circulos filolégicos. Después de una comunicacién mia sobre nuestros objetives con la reforma en la en sefianza de las matemiéticas y la clencias naturales, hubo comunicaciones 2) Die Tight der Unterichsommisson der Gesellichalt deutscher Natuforscher Lund Arate,etado por A. Gutemer Leipzig yBesin, 150, 20 introduccién dde P, Wendland (Breslau), sobre cuestiones relatvas a la arqueol [A Brandl (Berlin), sobre lenguas modetnas, y,fnalmente, de A, Hamack (Gerin), sobre historia y religién. Las cuatro conferencias se han publicado ‘en un follet! que les recomiendo especialmente. Espero que este promete- {dor comienzo tenga continuldad en una mayor cooperacién entre cientficos 1 fil6logos, porque proporcionara sentimientos de amistad y comprensi6n mula entre dos grupos cuyas relacones han sido tensas, cuando no host les, Debernos procurar siempre el promovereslas buenas relaciones incluso vando se nos escapa una palabra cca respecto a los fildlogos, cosa que también les puede pasara ellos en relacién a nosotros. Tengan en cuenta que elas escuelns deberdn trabajar junto a los iélogos en beneficio de todos y que ello requiere de estimacién y comprensién reciprocas. Junto con esta evidencia de esfuerzos muy alejados de los limites de muestra especialidad, me gustaria citar algunos libros del Ambito matematico ‘cuyo objetivo va en nuestra misma direcci6n y que, por tanto, serén impor- tanles para estas clases. Hace tres atios, impart, por primera vez, una serie de clases con el mismo propésito. Mi ayudante de entonces, R. Schimmack, revis6 cuidadosamente aquel material y la primera parte ha sido publicadat recientemente. En ella se habla de los diferentes tipos de centros docentes, incluyendo la universidad; de cémo se dirige en ellos Ia ensefanza matemti- ‘a; de los intereses que los ponen en relacién y de otros temas similares. En lo que sigue me referiré de vez en cuando a cosas que aparecen all pero sin ‘yolverlas a repetir lo que me permite ampliar algo aquellas consideraciones, Ese volumen trata de la organizacion de la enseftanza escolar. Entraré ahora ‘a comentar el contenido matemalico de los materiales que componen dicha censefianza, Cuando, como frecuentemente ocurrird, hable de eémo se ditige nla actualidad la ensefanza ena escuela, mis comentarios no estarén basa dos solamente en Ideas mas 0 menos vagas de cémo debiera ser, ni tendrén ‘como base lejanos recuerdos de mis afios escolares; en efecto, estoy bien informado, a través del Sr. Schimmack, que ejerce aliora como profesor en ¢l Instituto de Gotinga y que me mantiene al dia sobre el estado actual de la censefianza, que ha avanzado sustancialmente respecto al de afios anteriores. [in este primer semestre hablaré de “las tes grandes A”, esto es, Avtmética, Algebra y Andiisis, mientras que tataremos de la Geometria en la continua ‘i6n del curso durante el préximo verano. Permitanme recordarles que en Universitit und Schufe, Comunicaciones de F, Kel, P Wendland, Bean, A. Haack. Leipzig, 1907 (Klein, orig tber den mathematschen Unterricht an hoteren Schuler. Pre- parado por R, Schimmack. Pate I, Vr der Organisation des mathematschen Unters. Leal, 1907, En to que sigue este bro ser citado como KleinsSchimmack matematica elemental (vol. 1) a 1 lenguaje empleado en la ensefianza secundaria estas tres disciplinas son agrupadas como arltmética, y que veremos a menudo diferencias entre later- ‘minologia empleada en las escuelas y la de las universidades. Vean, a partir de este pequeio ejemplo, como sélo el contacto real puede lograr la deseada ‘comprension. ‘Como segunda referencia he de citar ala obra en tres tomos, Enzyklopdidie der Elementarmathematit [Enciclopedia de las matematicas elementales], de H. Weber y J, Wellstein, que es, de entre las publicaciones recientes, la que mas se aproxima a mis proplas tendencias. Para este semestre seré mds im- portante el primer tomo, Enzyklopadie der elementaren Algebra und Analysis: Enciclopedia de lgebra y andlisiselementales|, preparado por H. Weber’. Sefialaré inmediatamente ciertas diferencias chocantes entte este trabajo y el programa de mis clases. En Weber-Wellsein, toda la estructura de las ‘matematicas elementales se construye sistematica y légicamente en el len- {quaje cientifico del estudiante avanzado. No se habla absolutamente nada de cémo son realmente tratados estos temas en la ensefanza escolat. Sin embargo, la exposicién de estos temas en las escuelas debe ser psicologi> cay no sistemtica. Por decitlo de alguna manera, el maestro debe ser un diplomatico. Debe tener en cuenta los procesos psfquicos de los nifios para poder captar su interés, y esto s6lo podré lograrlo si acierta a presentar las ‘cosas de una forma comprensible intullvamente. Una presentacién mas abs- ttacta s6lo seré posible en los cursos superiores. Por ejemplo: si al nifio se Je explican los ntimeros axiomaticamente, como entes abstractos sin conte- ‘ido con los cuales se puede operar segin ciertas reglas, le sera imposible entender, Por el contrario, asocia las ntimeros con Imagenes concretas. Hay ‘nGmeros de nueces, de manzanas, y de otras cosas buenas, y al principio s6lo pueden y deben presentarsele bajo esta forma tangible. No creo que sea necesario decir que se deberfa “mutatis mutandis- evar imbuida la idea de ‘que en toda ensefianza, incluso en la universitaria, las matematicas deben estar asociadas a todo aquello que interese seriamente al alumno en cada ‘momento concreto de su desarrollo y que pueda ponerse, de alguna forma, en relacién con las matemalicas. Esto es exactamente lo que esta detras de los recientes esfuerzos para dar a las mateméticas aplicadas mis peso en la universidad. Esta necesidad se habia pasado por alto mas en la universidad ‘que en las escuelas. Es precisamente sobre estos valores psicolégicos sobre los que trataré de hacer especialmente hincapié en mis clases. tra diferencia de erterio entre Weber-Wellstein y yo es la relativa a la definie¥én del contenido de las mateméticas escolares. Weber y Wellstein (6) Segunda edicién, Lelpig 1806, Cada como Weber-Wellstein 2 introduccién son, en este punto, conservadores, mientras yo me siento progresista. Estos conceptos se discuten detalladamente en Kiein-Schimmack. Nosotros, los la~ ‘mados reformadores, pondriamos al concepto de funcién en el centro de la ensefianza porque de todos los conceplos mateméticos de los dos dltimos siglos este desempefia el papel fundamental cuando se emplea el pensa- miento matematico, Introduciremos en la enseflanza, tan temprano como sea posible y haciendo un uso constante de los métodos graficos, la vepre- sentacion de las relaciones funcionales en el sistema (x,y), que hoy se utiliza inevitablemente en todas las aplicaciones practicas de la mateméticas. Para hacer que esta innovacién sea posible, prescindiremos de muchos temas de ‘ensefianza tradicionales que, aun interesantes en si mismos, parecen menos cesenelales desde el punto de vista ce su significado en relaci6n con la cultura ‘moderna, Un fuerte desarrollo de la percepcién espacial serd, sobre todo, un punto primordial. En sus niveles superiores, sin embargo, la ensefianza ‘debe adentrarse suficlentemente en los elementos del célculo infinitesimal {de modo que tanto el naturalista como el especialista en seguros terminen la ensefanza secundaria con las herramientas matematicas que les serdnn luego indispensables. Frente a estas ideas, relaivamente modernas, Weber- Wellstein se adhiere esencialmente a las imitaciones tradicionales respecto ‘los temas a trata. A lo largo de clases ser6, por supuesto, el valedor de la ‘nueva concepcién, Mi tercera referencia seré un libro muy estimulante: Didatit und Met- hodik ces Rechnens und der Mathematik® (Didéctica y metodologia de tas operaciones de ediculo y de las mateméticas| de Max Simon, quien, al igual ‘que Weber y Wellscin, esta en Estrasburgo. Simon coincide a menudo con ‘nuestro punto de vista pero a veces adopta el punto de vista contratio, y Co mo tiene una personalidad muy subjetiva y temperamental reviste sus ideas ‘opuestas con un lenguaje muy vivo, Para citar un ejemplo: las propuestas de la Comisién de Ensefianza de la Sociedad de Naturalistas reclaman una hora de geomettia propedéutica en la clase de 11 a 12 aos, mientras que ‘en la actualidad este tema se ve por primera vez en la clase de 12 13 ato. Se viene discutiendo desde hace bastante tiempo qué plan es el mejor, vel citerio ha cambiado a menudo en las escuelas, pero Simon califica lisa y llanamente a la decisién de la Comisién, que, como minimo, es debatible, de ser “peor que un crimen", pero Io hace sin justficar en lo mas minimo su afirmacién, Se pueden encontrar mas pasajes de este tipo. Como pre- ‘cursor del citado libro podria mencionar el del mismo autor: Methodit der {Segunda ediclon, Munich, 198. Separatareimpresa del Baumeister’ Handbuch der Brzichangs- une Untechsletie far haere Schulen, primera edicién, 1885. 23 elementaren Arithmetit in Verbindung mit algebraischer Analysis" (Metodo- logia de ta avitmética elemental en relacién con el andlisis algebraico|. Después de esta breve introduccién pasemos ya a nuestro tema propia: mente dicho, que dividiremos en tres secciones, como antes se indic6, ARITMETICA Leipzig, 1906 4 introduccién 4. CALCULANDO CON LOS NUMEROS NATURALES [Empezamos por el fundamento de toda fa aritmética: calcular con nimme- 10s enteros positivos. Aquf, come haremos siempre alo largo de estas clases, ‘nos plantearemos primero cémo se ensefia este tema en las escuelas y luego ‘examinaremos qué implica esto cuando se analiza desde un punto de vista superior. 1, La introduccién de los ntimeros en las escuelas Me limitaré a dar unas breves indicaciones que les permitiran recordar ‘como aprendieron los niimeros ustedes mismos, En una exposicién de este tipo no es mi propésito, por supuesto iniciarles en la tarea de ensefiar, que se Iimpane en otro lugar, sino que me limitaré meramente a presentar los temas sobre los que basaré mi critica. El problema de ensefiara los ninos las propiedades de los nimeros ente- ros, c6mo calcular con ellos y como condlucitles hasta su completo dominio, sun tema muy dificil y vequiere varios afios de trabajo, desde los primeros aftos en la escuela hasta que el nifio tiene diez u once afios. El método que hoy se sigue generalmente en Alemania puede quiza ser caracterizado mejor ‘con los calficativas de inmuitivo y genético; es decir, que toda la estructura de la ensefianza se erige tornando como base cosas concretas y familiares, fen claro contraste con el acostumbrado método logico y sistemtico de la universidad. Este tema se puede dividir aproximadamente desta forma: todo el primer afio esté ocupado con los numeros de 1 a 20, dedicando la primera mitad a los niimeros de 1a 10. Los nimeros aparecen al principio como imagenes de ‘matemtica elemental (vol. |) 2 puntos 0 de grupos de todo tipo de objetos que resultan familiares para los nifios. La suma y la multiplicacién se presentan, por tanto, intutivamente, y quedan fjadas en la mente. En el segundo aio se manejan los niimeros de 1 a 100, se intwodueen las cifras arabigas junto con la nocién de valor posicional y el sistema decimal Digamos de paso que la denominacién de “cifras arabigas" es, como muchas, otras en cieneia, incorrecta, Este sistema de escritura procede de los indios, no de los érabes. Otro de los objetivos de este segundo afi es llegar a conocer Ja tabla de multiplicar. Se debe saber al instante, por asf decirlo, cual es el resultado de 5-7 6 de 3 8. En consecuencia, el alumno tiene que aprender perfectamente de memoria tabla de multiplicar, lo que logrard s6lo después de que se le haya explicado visualmente con objetos concretos, Para este fin sirve perfectamente el dbaco, que consta, como todos sabran, de un bastidor con 10 alambres fijos colocadios en paralelo en cada uno de los cuales hay 10 bolas que son méviles. Desplazando estas bolas de forma conveniente se ‘obtiene el resultado de Ja multiplicacion y también su forma decimal En la tercera etapa, finalmente, se ensefia a caleular con mimeros con més de un digito en base a reglas conocidas y simples cuya validez general 5 evidente, 0 deberia serlo, para el alumno. Lo que es cierto es que esta cevidencia no siempre permite que al alumno estas reglas le parezcan como propias, pues a menudo le son inculcadas de forma autoriaria: “Es asf y de esta forma, y sino lo sabes todavia, peor para ti", ‘Todavia conviene sefialar otro aspecto de esa ensefianza que es habitual- ‘mente pasado por alto en la ensefianza universitaria: el poner énifasis en las aplicaciones de los niimeros ala vida practica. Desde el principio, ls alumnos trabajan con niimeros tomados de situaciones reales, con monedas, medidas, ¥ pesos; y la pregunta écudnto cuesta esto?, que resulta tan importante en Ta vida diatia, es el punto sobre el que pivota una buena parte de los temas que se enseflan, Sigulendo el plan de ensefianza se llega después al nivel de los problemas, cuando se necesita ya pensar profundamente para calcularlo que se plde. Fsto leva a los problemas de proporcién, de mezclas y medias, etc, A Jas palabras intuitivo y genético, con las que antes hemos caracterizado esta enseftanza, podemos afiadir ahora una tercera, aplicaciones. Podemos resumir el objetivo del trabajo numérico diciendo: Tiene como fin ‘elmanejar cor fabitidad las operaciones elementales en base a un desarrollo €en paralelo de las habilidades intelectuales que intervienen, pero sin una preocupacién especial por las relaciones légicas. Incidentalmente, me gustaria dvigi su atencién hacia un contiaste que a ‘menudo juega en la escuela un papel dafino: el que hay entre los profesores 28 ‘alaulando con los nimeros naturales {que proceden de la universidad y los que han sido educados en escuelas normales para la preparacién de los maestros de ensefianza primatia. Los primeros desplazan a los segundos, como profesores de atitmética, durante 0 ‘después de la clase de sexto de primarla, lo que provoca una lamentable dis- ‘continuldad, Los pobres jévenes se ven de pronto obligados a utlizar nuevas ‘expresiones, y se les prohibe el uso de las antiguas. Un pequefio ejemplo de ‘esto son os diferentes signos de la muiplicacion: los maestros emplean pre. Ferentemente el x mientras que el punto es uliizado por os que han asistido ‘ala universidad. Estas divergencias podrian ficilmente allanarse, silos profe- sores mejor preparados prestasen mds atencién a sus colegas y procuraran buscar una zona de trabajo comin, Esto resultaria mas facil para ustedes si se diesen cuenta de la alta consideracion que debemos guardar por la manera ‘en que realizan su trabajo los maestros de ensefianza primar, Ilmaginemos la metédica preparacién que es necesaria para la tarea de inculcar una y otra vez.en las mentes de cientos de miles de estupefactos nifios sin preparacién {os prineipios de Ia aritmética! Iniéntenlo con su formacion universitara, ino tendran mucho éxito! Regresando, después de esta digresiOn, a los temas de ensefianza, nos ddamos cuenta de que en el curso en el que los alumnas tienen entre 12 a 13 ais, y especialmente en el curso siguiente, la aritmética empieza a vestirse ‘con al aristocrition vestida da Ins mateméticas, una de euyas caracterfslicas ‘5 €1 pasoa realizar operaciones con letras. Se denominan4, b,¢...0%y,2, ‘andmeros cualesqulera, que al principio son siempre enteros positivos, y se aplican las reglas y operaciones aritméticas a los nimeros simbolizados por [etras, con Jo que se privaa los ndmeros de su significado concreto e intuitivo. Esto es un paso tan grande en el camino de la abstraccién que bien se podria decir que las mateméticas reales dan comienzo con las operaciones con letras. Naturalmente, este paso no puede realizar répidamente sino que los, alumnnos deben acostumbrarse progresivamente a tal ado de abstraccién. Parece absolutamente incuestionable que, para esta ensefanza, el profe- sor domine completamente las leyes légicas y los fundamentos del célculo y de la teorla de los niimeros entero. Las leyes fundamentales del calcul Laadicién y la mulliplicacién eran operaciones familiares mucho antes de ‘que nadie preguntase por las leyes fundamentales que las rigen. Fue en las ‘décadas de 1820 y 1890 cuando principalmente matemiticos ingleses y fran- cceses formularon las propiedades fundamentales de las operaciones, perono quiero entrar aqui en detalles hist6ricos. Si desean estudiarlos les recomnien- matematica elemental (vo. |) 29 do, como a menudo hago, la gran Enzyklopadie der Mathematischen Wis- senschaften mit Binschluss ihrer Anwendungen’ [Enciclopedia de las ciencias, ‘mateméticas y de sus aplicaciones}; asi como también su traduccién france- sa: Encyclopédie des sciences mathématiques pures et appliquées®, que es, en parte, una edicién revisada y ampliada, Si una biblloteca escolar tuviera que tener un tinico libro, creo que deberta ser esta enciclopedia, pues permite al profesor de matematicas drigir su actividad hacia cualquier direecién que pueda interesarle. A nosotros, en este momento, el articulo que nos interesa es el primero del primer volumen'*: "Grundlagen der Arithmetik" [*Funda- ‘mentos de la aritmética"] de H. Schubert, cuya traduccién al francés es obta de Jules Tannery y Jules Molk. Volviendo a nuestro tema, enumeraremos las cinco propiedades funda: ‘mentates de las que depende la adicién: 1. a+b es siempre otra vez un niimero, es deci, la adicién es posible siempre (en contraposicién ala sustraccién, que noes siempre posible en el campo de los niimeros enteros positivos), 2. a+b puede dar dnicamente un valor. 3. Se cumple la propiedad asociativa: Gib) 1e-a1@+o ppor lo que los paréntesis pueden omitrse completamente, 4, Se cumple ta propiedad conmutatica: atb=b+a 5. Se curmpe la propiedad ce monotonta: si doe entonces: atb>ate © Lolpalg (H. G. Teubner), de 1898 en adelante, EI Volumen I se ha publi: ‘ado comple y los volimenres del Ital Vestn a pun de terminare, (©) Paris (Gauthier-Vilars) y Lelpzig (Teubne), desde 1904. Desaortunadamente, ‘este proyecto ha tenido que ser abandonado despite fallecimiento de eit, Mol enisia, (G0) _Arthmete une Algebra, edtado por W. Fr. Meyer (166-1904, En la edn fran- cosa eleior he Moll, 30 calculando con los nimeros naturales Estas propiedades son todas obvias si se recuerda en que consiste el proceso de contar; pero deben ser definidas formalmente para poder luego justificar légicamente desarrollos posteriores. Para la muliplicacién, hay cinco propiedades andlogas: 1, a-bes siempre un nimero, 2, a:b puede dar tinicamente un valor. 3, Propiedad asociativ: abc 4, Propiedad conmutativa: ba 5, Propiedad de monotonta: b>e entonces: abrae La mulliplicacién, junto con la adicién, cumple también la siguiente propiedad: 6. Propiedad clstributiva: Es facil mostrar que todos os célculos elementales pueden estar basa- ‘dos en estas once propiedades, Para mostrar sirve un ejemplo sencillo, a rmuliplicacién de 7 por 12. Segin la propiedad distributiva tenemos: ysidescomponemos 14 en 10 + 4 (llevando las decenas), tenemos, utilizando la propiedad asociativa de la adieion: 70+ (10-+4) = (704 10) +4 = 8044 = 84 Reconocersin en este procedimiento los pasos habituales de operar en el sistema decimal, Seria conveniente que ustedes propusieran ejemplos més complicados. Podemos entonces resumir diciendo que ef operar normalmen- {econ enteros se basa en la aplicacién una y otra vez de las once propiedades matemitica elemental (vol. |) at fundamentates y en memortzar los resultados de las tablas de surmar y rl: pica. ¢Pero dénde se emplea la propiedad de monotonia? En los edleulos for- ‘males corrientes resulta superflua, pero no lo es en algunos otros problemas. Déjenme recordarles ahora el proceso que se conoce como muliplicacién y divisién abreviadas con nimeros decimales", Este es un tema de gran im- portancia préctica y que, por desgracta, es demasiado poco conocido, tanto en las escuelas como entre os estudiantes universitarios, aunque en el curso de 11 a 12 fos sea mencionado a veces, Como ejemplo, supongamos que queremos calcular 567: 134, y que en ambos niimeros el digito que indica las Uunidadles es de una exactitud dudosa, por ejemplo porque se haya obtenido ‘como resultado de una medida fisica. Seria entonces un trabajo innecesario calcular exactamente el producto pues no se podria garantizar un resulta- do exacto. Sin embargo, es importante conocer el orden de magnitud de! producto, es decir, saber entre qué decenas 0 entre qué centenas se halla su valor exacto. Esta estimacién nos la da inmediatamente la propiedad de 'monotonia, pues de ella se deduce que el valor buscado se encuentra entre 560 134 y 570-134 0 entre 560-130 y 570. 140. Les dejo a ustedes que com- pleten los detalles; al menos verin que la propiedad de monotonia se emplea constantemente en el célculo abreviado, Una exposicién sistematica de todas estas propiedades fundamentales es, por supuesto, impensable en la escuela primarta. Después de que los alumnos ‘comprendan y dominen con seguridad las operaciones con nimeros y estén preparados para la transicién allas operaciones con letras, el maestro deberia aprovechar la ocasi6n para definir, por lo menos, las propledades asociativa, conmutativa y distibutiva, y para ejemplifcarlas con numerosos ejemplos numéricos obvios. 3. Los fundamentos légicos de las operaciones con ndimeros enteros Aunque en la ensefianza primaria no se pueda llegar muy lejos en cues- tiones todavia mas dilfciles,investigaciones matemdticas recientes arrancan, con las preguntas: ée6mo se justfican las mencionaclas leyes fundamentales?, écémo se explica, ante todo, el concepto de ndmero? Intentaré dar explica- ci6n a estos asuntos de acuerdo con el anunciado propésito de estas clases (1) _La propiedad de monotona ser también empleada més adelante, en tora de ‘némeras irasonaes, 32 calealandlo con los niimeros naturales de anojar nueva luz sobre los temas escolares considerdndolos desde otro punto de vista. Y estoy tanto mas deseando hacerlo cuanto que todas estas ideas modernas les legan de todas partes durante sus estudios universitarios, pero no siempre vienen acompanadas de Indicaciones sobre su significado psicolégico, Lo primero, por lo que respecta al concepto de niimero, es muy diffil descubrir su origen. Quizés se sienta uno més contento si decide ignorar Jas cosas mas diffciles. Para més informacién sobre estos temas, que son debatides intensamente porlos idsofos, les recomiende el aticulo, yacitado, cen la enciclopedia francesa, mientras que yo me limitaré a hacer algunas observaciones. Es una creencia muy extendida que la noclén de namero esta estrechamente unida.a la nocién de tiempo, y a su sucesién temporal El fil6sofo Kant y el matematico Hamilton representan este punto de vista, Ouwos piensan que el niimero tiene més que ver con el concepto de percepcién ‘espacial y basan el conceplo de numero en la percepcién simulténea de diferentes objetos que estén préximos unos de otros. También hay otros que vven, en los concepios de niimeros, la expresién de una especial aptitud de ta mente que existe independientemente, y coordinadamente o incluso en un plano superior, de toda percepcién de espacio y tiempo, Esta interpretacién (queda bien caracterizada en la cita del Fausto que Minkowski, en el prefacio de su libro Apraxinaciones dioranicas, apica a ios numeros: Las diosas reinan majestuosas en soledad, Para ellas no hay lugar ni tampoco tiernpo. Mientras que este problema se relaciona con temas basicos de psicologia ¥y de epistemologia, la justificacién de nuestras once propiedades, al menos en Io relativo a las investigaciones recientes respecto a su compatibilidad, implica cuestiones de légica. Distinguiremos los siguientes cuatro puntos de vista: |. Segtin el primero de ellos, representado mejor quizés por Kant, las re- las para operar son resultados necesarios ¢ inmediatos de la percepcién, donde esta palabra tiene que tomarse en su sentide mas amplio, como “per- cepcién interior” 0 intuicién. Lo que no quiere decir que las mateméticas estén completamente basadas en hechos comprobables provenientes de ex: periencias externas, Por mencionar un ejemplo sencillo, la propiedad conmu- {ativa se fija observando la figura adjunta, que esta forma: da por dos flas de 3 puntos cada una, estoes,2-3=3-2 @ @ @ Si se pone la objecién de que en el caso de nimeros bas- {ante grandes esta inmediata percepcién no serd suficiente, @ @ @ lentonces la respuesta es que acudimos al lamado principio. matemitica elemental (vol. ) 33 de induecién completa: si un teorema es vAlido para ntimeros pequerios, y si (el asumnir su validez para un nimero n significa que también es valde para 11+ 1, entonces es vélido de forma general para cualquier imero, Este pritt- ipio, que considero que es realmente intuitivo de verdad, rompe las barreras. en las que el sentido de percepcién fala. Este es también, poco mas omenos, el punto de vista de Poincaré en sus bien conocidos escritosfilos6ficos. Si quisiéramos ver lo signficativa que es esta cuestion come fuente de va- lidez de fos once principios fundamentales del calculo, deberiamos recordar ‘que, al igual que la arimética, las matematicas en su conjunto estan basadas cen ellos. Por tanto, no es aventurado afirmar que de acuerdo con la concep- cin de las reglas de célculo que acabamos de esbozay, la seguridad de fodo el edifcio matemético descansa exclusivamente en la intuicién, entendida esta palabra en su mas amplio sentido, 2. El segundo punto de vista es una variante del primero que consiste en. intentar descomponerlos once principios fundamentales en un mayor niime- 10 de pequeios pasos y justficar los més sencillos de entre ellos mediante la Intuicién, mientras que el resto se deduciré de los anteriores por procedimien- {os légicos y sin volver a utilizar la intuici6n, Mientras que en el punto anterior la posibilidad de utlizar operaciones logicas s6lo se produefa después de que Jas once propiedades fundamentales ubieran sido fijadas, aqui se puede ya empezar antes, una vez que se hayan seleccionado las més seneillas, El limite que separa a la intuicién y a ta logica se ha desplazado en favor de esta titra, Hermann Grassmann realiz6 trabajos pioneros en este campo en, su Lehrbuch der Arthmetit"® (Manual de aritmética| en 1861. Como ejemplo de ello, mencionaré solamente que la propiedad conmulativa se deduce de la asociativa aplicando el método de induccién completa, Por la precisién de su exposiciOn se podrfa situar junto al libro de Grassmann el del italiano Peano: Arithmetices principia nova method exposita', libro que no esté es- crito en latin, aunque asf pudiera deducitse de su titulo. Esté escrito en un lenguaje simbélico peculiar con el que su autor pretende resaltar cada paso del razonamiento, Peano quiere, de esta forma, tener la garantia de que ulli- a tinicamente el principio que especificamente menciona, sin que nada en absoluto provenga de la intuicién. Desea evitar el peligro de que incontables e incontrolables asociaciones de ideas y recuerdos de la percepcién puedan (2) Con el afadido al lo de “Yr Nohere Lehranstalten” (Bevin, 1861) Los cap tulos quea esto se referen han so reproducids en Grassmann, H.; Gesarnmelen athe- ‘mauischen und phystalschen Werke (edtado porF Engel), VoL 1, pgs. 259.349. Lelpag, 190 (13) Aygustae Turinorum Turin, 1889. 4 ‘alaulando con tos nimeros naturales falrarse 1o que ocuria si uilzaré el lenguaje corriente. Hay que tener en ‘cuenta, también, que Peano es elder de una escuela muy extendida en Italia «que intenta descomponer en pequefios grupos, de forma similar, as premisas de todas las ramas de las matemticas e investgar sobre sus conexiones Jégleas con la ayuda de ese lenguaje simbstic. 3, Llegamos ahora a una moderna ampliacién de esas ideas que, ademas, se ha visto influenciada por Peano, Me estoy refirendo al tratamiento de los fundamentos de la aritmética que coloca a la teorla de conjuntos de puntos en primer plano. Se hardn una idea de la amplitud de la idea de cconjunto si les digo que la totalidad de los niimeros enteros y la de todos los puntos de un segmento son ejemplos especiales de conjuntos. A Georg Cantor se le reconoce el haber sido el primero en hacer de esta idea general un objetivo sistematico de investigacién matemética, La teorfa de conjuntos por él creada esta logrand atraer la ms profunda atencién por parte de la ggeneracién mas joven de matematicos. Mis adelante les haré un resumen rapido de esta teoria; baste, por ahora, caracterizar de la sigulente manera la tendencia de esta nueva manera de fundamentar la aritmética que se ha basado en ella: Las propiedades de los nimeras enteros y de las operaciones con ellos se deben deducir de las propiedades generales de los conjuntos y de las relaciones abstractas entre ellos, de forma que los fundamentos sean tan sigurosos y generales como sea posible. Uno delos pioneros de esta tendencia fue Richard Dedekind, que en su pequefio peroimportante libro Was snl und ‘was sollen die Zahlen?"* {Qué son y para qué sirven los raimeros?} intent6 tal formulaci6n para los ndimeros enteros. H. Weber se inclina por este punto de vista en la primera parte de Weber-Wellstein (Volumen ). Pero esta deduceién ‘es lodavia bastante abstracta y presenta ain algunas dificultades importantes, por lo que el mismo Weber, en un apéndice del Yolumen Ill? de la misma ‘obra, hace una presentacién més elemental, utilizando dnieamente conjuntos finitos. n ediciones posteriores este apéndice ha sido incorporado al Volumen |-Alos que estén interesados en estos temas les recomiendo especialmente su lectura, 4, Por tiltimo debo referirme a la feorfa de niimeros puramente formal, ‘ue, por supuesto, se remonta a Leibniz y que ditimamente ha vuelto otra vez al primer plano gracias a Hilbert, Su ponencia “Ciber die Grundlagen der Logik und Arithmetik” [*Sobre los fundamentos de la légica y de la artmnéti- a"] presentada en el Congreso de Heildelberg de 1904 es importante para (19 Braunschweig, 1888, (15)__Amewandte Elementarmaatemati Revisado por H. Weber, J. Westin y R Weber Lipa, 1007 matemética elemental (vol. |) Ja aritmética"®, Su concepeién fundamental es la sigulente: Partiendo de las ‘once propiedades fundamentales del célculo, se puede operar con las letras 4b, 6... Que representan a niimeros enteros cualesquiera, sin preocuparse de si tienen una significacion numérica rea, En otras palabras, sean a, ‘entes desprovistos de significado, oentes de cuyo significado no sabemos na- ‘da; supongamos tinicamente que se pueden combinar cumpliendo las once propledades, pero que estas combinaciones no necesitan tener ningin signi- Ficado real conocido, Obviamente, podremas entonces operar con a, ¢ ‘como se hace normalmente con los nmeros reales. ElGnico problema que se presenta es de siestas operaciones nos podrian llevar a contradicciones. Se di- ‘ce ahora habitualmente que la intuicién nos muestra la existencia de nimeros pparalos cuales son vidas las once propiedades, y que, por tanto, esimposible que aparezcan contradicciones en ellas. Pero en este caso, donde no pode- ‘mos pensar quellos simbolos tengan un significado concreto, al apelaci6nala percepcién no es admisible. De hecho, esto hace surgir un problema comple- tamente nuevo: demosirar légicamente que ninguna operacién con nuestros simbolos que sea hecha conforre a las once propiedades fundamenuales ‘pueda llevar alguna vez a contradicci6n; esto es, que las ctadas once propie~ aces son consistentes y compatibles. Cuando estudiamos el primer punto de vista adoptamos la postura de que la certeza de las matemiticas est basada en la existencia de entes intuitivos para los que se curmplen sus teoremas. Los partidarios de este punto de vista deben, a cambio, aceptar que la certeza de las mateméticas radica en la posibilidad de mostrar que sus propiedades fundamentales, consideradas de un modo puramente formal y sin hacer refe- renecia a ningin contenido intitivo, consttuyen un sistema l6gico consistente. Cerraré este tema afiadiendo algunas observaciones: 4) Hilbert formul, en su ponencia de Heidelberg, todos estos puntos de vista, pero no desarroll6 completamente ninguno de ellos. Posteriormente avanzé algo mas en ellos en un curso, pero luego los dej6. Podemos, por tanto, afrmar que aqui hay un campo para investigar."" 1) Latendencia a eliminarla intuicion de todo este campo, ya mantener- se siempre en un terreno purarnente l6gico, no me parece completamente posible, Me parece que se debe conservar siempre alguna, aunque sea mini- ‘ma, intuicién. Se debe emplear siempre cierto grado de intuiciOn incluso en la formulacién més abstracta con los simbolos que se emplean en las opera 46) _Verhandlungen des 3. inernaionalen Mathemaaiteronayessescelebrado en Hel- detberg del al 13 ce agosto de 190, pig. 174y sigulentes. Leipag, 105. (47) Véase la nota anterior en telaién con los times avances sobre estos temas. 36 ‘aleulanclo con tos niimeros naturales ‘ones con el objetivo de poder volver a reconocer los simbolos, aunque s6lo sea pensando en la forma de as letras. ) Asumamos, sin embargo, que el problema en cuestién haya sido re- suelto satisfactoriamente de una forma exenta de objeciones, y que la com- palibilidad de las once propiedades fundamentales haya sido demostrada logicamente, Precisamente en este punto, existe la posiilldad de hacer una observacién, y me gustaria hacerla con el mayor énfasis. Se tiene que ver clararnente que la aritrnética real, la teoria de los niimeros enteros actuales, ‘ni ha quedado fundamentada ni lo sera nunca mediante razonamientos de ‘esta naturaleza, Bs imposible demostrar de una forma puramente I6gica que las propiedades cuya consistencla se ha fundamentado de esta forma sean realmente validas para los nimeros con los que estamos familiarizacos de forma intuitiva; que los entes indeterminados de los que hablamos, las ope- raciones que les aplicamos, puedan ser identificados con niimeros reales y con os procesos de adiccién y multiplicacién en su claro significado intultvo, Lo que realmente se ha conseguido es que el gran problema de elaborar los fundamentos de ta arimética, inetacable a causa de su complejidad, ha sido dividido en dos partes, y que la primera, el problema puramente I el establecimiento de principios fundamentales independientes 0 axiomas y el imvestigar su mutua independencia y consistencia hia quedado preparado para ser estudiado. La segunda, la parle mas epistemologica, que trala de ta Justificacion dea aplicacién cle estas propiedades a las condiciones reales, no se ha tocado, aunque, por supuesto, debiera abordarse también si realmente se quieren construr los fundamentos de Ia aritmética. Esta segunda parte plantea, en si misma, un problema muy profundo, cuyas dificullades tienen ‘sus races en la campo general de la epistemologia. Pudiera, quizé, dar una ‘exacta idea de la naluraleza de este problema mediante la algo paradéjica afirmacidn de que cualquiera que pretenda hacer pasar como matematicas ‘puras investigaciones logicas puras, debe, para ser consistente, otorgar a la segunda parte del problema de los fundamentos de la aritmética y, por tanto, alaaritmética misma, el caracter de matematica aplicada, ‘Me he sentido obligado a insist aqui cuidadosamente en este tera por (que en él se incurre frecuentemente en incomprensiones debido a que mu: hos pasan por alto la existencia del segundo problema. Naturalmente, no es este el caso del propio Hilbert, y nl mi desacuerdo o mi acuerdo con él son consecuencia de tal asuncién, El profesor Thomae, de Jena, ha acufiado la expresién de “pensadores sin pensamiento” para aquellos que se ocupan exclusivamente de investigacio- nes abstractas relativas a cosas desprovistas de significado y a teoremas que nada dicen, y que se olvidan no slo del segundo problema sino también, a ‘matemética elemental (vol. 1) 37

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