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la dversidad de estilo, emi de reste son rogue que Menta ol cardcer personal dels leis selecionaes por Rca Piha para esta atlas. Escrito a lo lay de casi cine tents afm son fcciones ensayon, inervenciones pablicasy relates tulbiogfics, varios de ellos indies, queelaborano regan ima. nuriamente experiencia viva, El count dibuja efor nid "ie consttuye lo veaeamente personal de a iteraturay raza uy ‘nuevo iinerai ara recorrer sor, que encventr en esta selec ‘tment mie fino yenignatio. Ea palabras de gis" fina marc ut osc stro ator eal en Ta obra yy que teste bo me representa mis lente que ningin or que haya pus Micado~ pains entonces imagine un faturo Leto de este vlu- men qv, comerti en un pain detective patencial seria eapa de ‘deseubrit slo afr ial sno tambidn el seereto ramad en el ted de sta antlogsa personal icanlo Fin (Agu, Born Airs, 191) 6 un de las escrito fam nrc, Nara coo hs wversidaes de Pincay Harvard rte te {nun nen Reracin aifiial (100), La dad ase (1992), Plata (eda {197} Blane ocr (2010) EL ming de Ha (2013), os ‘Ctnene eet nsi (1967, Nb fo (1975), Pris pep ta 108 y Chester males (1995), Tabi pablo ls Hoe deen ‘Shes Coie fed (106), Formas res (199) En lector 205 Tia vec etre tn, lo pee Ibonercam de Lire Jot Dann gms ecien (Che, 205) dea Cia ps, 2010) Rl Calg (ees 2011) €lleromencane de Netiv Manel Rj Chie, 2013), Desde 2012 faerie del Revived, pbliada orl Fo de Cara Exon, sg Antologia personal RICARDO PIGLIA Modos de narrar® sos muy honrado de estar aqui con ustedes. Agradezco ala Universidad de Talca I idea de ctear este premio que leva el ‘nombre de José Donoso, un esetor al que todos admiramos {¥ queremos. Y quisiera hoy no ya dictar una clase magise ‘como se ha anucado, sino mis bien tener con ustedes una ‘conversation. Javier Pinedo me deca que seria bueno reflexio- rar sobre el papel de ls Humanidades en el mundo actual papel de las Huranidadesen la universidad.¥ pensé que, pra Fefleionar sobre ese problema complsimo, quis podiamos partir de una experiencia muy préxima, que estéen el centr ‘dela preocupacin de los estos humanistios, como es el de os us0s del lengua +H problema de los uso del lnguafefoma pate dela gran ‘radicln de laeflesn sobre el seta, y cualquier cuestin fe ‘g2da alos problemas de a sgaficacén tiene sempre camo bs ‘se como punto de pat lipo de prcticacoidiana qu todos reallzamos con el lngusfe la capacidad fanstica que tenemos ‘de desire sentido deo que estamos percbiend en las con -versaions, ens logos, que son mya menudo el eto mis ‘mo a parti del cual se desarrolial trata. En lo que circula Tarpon del cus de cep del rei erat Do oo, ede e les, Chik en 208. en as conversicionescotidlanas a menudo se encuentran as- 05 rartros de lo. que podemos considerar después a alta lite- tra aaa poesia, st hablamos de poesay estamos en Chile, ‘no podemos menos que recordar la gran tadicldn dela poesta ‘tulena Yo digo sempre un poco en broma~ que les cilenos son los ilandeses de América Latina, porque los irlandeses, en tun paisrelaivamente al margen de las tadciones centrale te~ ‘en una Meraturarigutsima Podriamos vera Cale en es mis- ‘ma dingmica, un pais que est, al menos geograficamente, a sesgo, en el bord, y que a preducido una poesia de alisima calidad. 1a obra de Gabriela Mistral, de Vicente Huidabro, de Pablo Neruda, de Nicanor Parra, de Gonzalo Rojas ha servido sempre de referencia para cualguleresetor que escriba en cesta lengua. Peo ess poetas asu vez ban escuchado muy bien Jo que se decia on las plazas, en ls calles er las conversaciones cosas, ya ptr de abla poosa chilena ha sabldo encon- ‘ua su espacio y su pasion, esa manera tan propia de inventar Ju Jengua.a paride a experiencia misma Entonces, pensando cn esta cuestién de las Humanidades, de la cultura y del gee ‘men de la prctica cultural en términos de lenguaje, me pare- ‘6 que podiaos partie de una experiencia comin a todos que cla experincis de Ia narrcin, tno de los tants usos pos bles del Tenguafe En un sentido todos somos narradores, todos somos exper- tos en la narracin, todos intercambiamos historias, Todos so- ‘mos narradoresy todos sabemos naar, con mayor 0 menot perinenciay calidad Un di ela vida de cualquiera de noso- ‘ios es un dia hecho también de las historias que comtamos ‘nos centan. Los relatos que coniamos nos cuentan aT argo {de un dla podsian muy bien ser una de los registro wales de -nuestea experienc, ‘Seguramente yo volveré @ Buenos Aires ¥ mis amigos me rin: "Bueno, contame” (como decimos ene Rio de a Plata, y te pedido es una de las grandes exigencias socile, Estamos slempre convocados a narrr, estamos siempre recbiendo Ia solcitud de contar qué hemos hecho en el moniento en el que ‘stabamos ansentesy, por tanto, todos en ese seni eerce- ‘mos la narricin, todos sabemos lo que es un buen eto, £Y {qué seria un buen relat? Una historia que le interes n0 solo a len la cuenta, sino también a quien la rece. ‘Unbuen ejemplo ese relat de os sues. que cuenta in sueno afronta ls problems que tienen los maradores que cise ‘que las historias que les interesan a ellos les van a interesar a todos, porque claro, cando uno cuenta xn sete, cuando uno ice “son com a casa de mi infact eso ten para ef narrador uma sguficacin exaoedinarla, porque tno reeverda may bien lo que era esa casa del infancia, per hay que saber transmiie (5e sentimiento Emonces un buen narradorno es solamente el que tene la experiencia, el sentimiento de la experiencia, sino ‘también aque que es capaz de wansmii al oto esa emocia, "¥uando me cuentan un suefo Io digo también un poco «en broma~ tao de vers estoy yo en el sues aparezco yo ah, porque eso aria al suento un poco nls interesante, © ms peligroso quiz, pero en todo caso yo estaraimplicado en ex historia La nawacién depende de ea impicaion. st siempre ligada al que recibe el relato, Se acelera os dstende seg 1 inerés que produce, y es es una clave dela tradicién oral de a naracion CContar historias es una de las prctica mais estables dela vida social Siempre se han contado historias se sein com ‘ando, ys pensamos ene futuro, estoy seguro de que la nar ‘6n persist porque la narraion es el gran modo de iter- ‘cambiar experiencias. ¥ gut tendeamos que distinguir entre ‘experiencia einformaciin. La narracién es lo contario de 1a simple informactén. Est siempre amenazada por el exces0 de Informacion, porque la aracin nos ayuda incogpor I is- toria en muestra propia vida ya vivila como algo personal. Por ‘es0 les deci: sen un suefo estoy implica, si eso ene que ‘yer conmigo augue sea imaginariament, voy a tener una re Jaci diferente con la narracién. Muchas veces ke pensado quest contiramos con ino de e803 procedimientos de Ineraurafantistica que Borges usizaba con tanta habilidad y que resuelven cipido el paso alo fantisticn (desciendo las escaleras de un sétano y encuentro el ap; ale _Buien me ofrece In memoria de Shakespeare y paca reais solo tengo que decir que la acepto) st porno de esos mecanis- ‘os simples pudiramos tener a nuestra disposicén todos los relatos que circuan en una civdad en vn dia yo tiers kk posiilidad de conocer todos los relatos que citculan en Buenos Aires oen Talca en un dia sabria mucho mais sore la realidad de ese ugar que todos los informescientfica yperoditcos y todas as etalisticas todos los scursos de ls economistas © de lo scislgos. Tend en a multitud de historias que cire- Ja en un ea en un lugar, sin duda, una percepelén muy nia de lava cotidiana de ese lugar, de a vida rma de ese hg, 'y€50 no seria solamente tna cuestiin de contenidos de e335 historias, no se tstaria solamente de lo que se est eontando sino de a forma con la ques loess cantando, el modo espe- ‘ilicoy preciso de usar I wadicén del reat, Labov, el inglistanorteamericane, hizo una invesigaciin en Haslem com la imencién de ver las pecularidades del len- _guaje en ls guetos, del uso del Lenguaje en sectors populaes, Yy-como meen hacer los socilingbistas~ pens en grabar aun ‘grupo de jovenés para ver de qué manera funciona ef ln _guaj enese barsio.Entonces, parano obligara Ja gentea hablar ‘de tna manera espontinea porque eso seria na paradoja, ino es verdad? les pidié que Ie contaran xn dia en que su vida hai estado en peligro. ¥ la cantidad de historias que empea- rom a surgi alrededor de esa experiencia enn Ingar marginal _yviolento hizo que ese proyecto que ahora ess hiro Language {the boner Gy e convieraen un gra iro de eats, por {que el modo en cada uno contaba el dia en que su vida habia ‘estado en peligro era muy notable. Lo que Labor percbié fue sobre todo la forma en que estaban organlzadas esas historias y ‘compro’ que muchos de ess relatos no eferian ~en su ma rejo del suspenso, de a intiga, en su manera de presenta los Inechos de lo que se pola encontrar en la gran tadicn narae tira (naraciones ala Chéjoy, a a Falkner, a la Isak Dinesen, ‘serine los que por supuesto ellos no aban edo), Como Ibiera modos de narar que Son comunes yestinpresentes 2 Ja vez en la aka Iteratay en la wadicién popular Labov ba ‘studio este asunto, pero tambidn Albert Lord en The Singer of Tales analiza el mada en ue los relatos escritos se hasan en ‘ana antigua erencia olny bien descipta por Lod). Entonces, cuando decimos que pensames en los mods de narra yo slo en el contenido dela nartacisn, quetemos de- cr desde luego que quien cventa led forma a fo que nara. 1a naracién alude y desplaza, nunca dice de manera directa celles el sentido y ahi se define su forma Por ejemplo, yo recuerdo que en la Argentina, en Ta epoca de la Aictadra militar, cuando toa I difsén de informaciones c= ‘aba causuada,empez a circular un rlato muy elipuco, muy esiricturadoAlguien conta que alguien le habia contado de sgulen que en una esac de ferrocan del suburbia ama- ‘ecer habia visto pasar wn tren de carga, leno, interminable, Teno de tas. Un ten con Féretros que iba hacia el sur, en noche ¥ est historia esa imagen fantétca de alguien que en el medio de la noche ve pasar un ten cargo de aides empezd a cicularporla ciudad. La historia ald, desde luego ala dic- taduraque hacia desaparecer los cadiveres aque, porle tanto, ro habia féetros y no habia cadiveres los cuales se puters sepular.¥, también, st uno imagina que la narrativa muchas ‘poet anticipa el futuro, podeamos pensar que esos atades eran los tates de los sldads, de los jovenes sldados agen- tinos que ban a move en el su, en Malvinas. Porque ano pada preguntarse por qué ese ren ib al sur, no? "Hl relato depend del queen a madngada ve pastel ren. No pademos comprobar ies verdad, si efectvamente alguien ‘io un ten o ses relatos construe, Seva inventando, como ‘un elato que sve para desir la realidad, En todo caso, eel ‘modo que lene fa narracion de responder al realidad, porque ‘std ablerto, no juzga, no clea I signfcacon. Muesra y no alice. Vemos la imagen de ese ten en la noche. ¥ la primera y mis eficaz decsln nareativa es que se sabe que esos frets ‘estan vacios, nai lo explica, se parte de ai. ¥el segundo ele ‘mento importante dea histrla, como deci, es que hay alguien {que ha visto. Una presencia que nos puede servi para pensar ‘emo se cuenta la historia, Siempre hay un testigo. Porque en ese relate no solo ext el tren sino que est el que ve pasar el teeny eo también est en teratura en los relatos policies Jo mis dif no es cometer un cximen sino borrar las hula, ‘pero también ena histo politica y tegjca de nuestros pases. ‘as narracones muchas veces captan esos fugares donde tn testgo recuerda un momento de ina historia que en otas di ‘mensions ha sido borada¥ s volvemos ala historia del te, «ese momento tan particulary preciso de una historia ligada a 1a Argentina, y pensamos en el individio que en tna estaién ve pasar ese ten, vemos ai condensada esta tension entre lt historia visible las historias que ciculan, las historias quete- nen en certo sentido una sgniicaciin mikiple para todos. Lanareacdn es uno de los modos mis etables del uso del len ‘ae. Algunos, como Ande oles, como Georges Dum, - Tt cluso piensan que la naracin estéen el origen del lenguaje Narar seri la condicisn de postbiidad de ese acomtecimlento un poco enigmtico, un poco milagrso en el que surge el lengua; pofamos de hecho imaginar que ellenguaje se cons- titaye como tala pari de la naracién, Se usan ls plabeas para nombrar algo que no est ah, para reconseui una real ‘dad ausente para encadenar los acontecimientos, establecer un ‘orden, reconsinu Clevtasrelacones de causaidad. En ese se ‘ido, podemos pensar la naracin como una historia de larg sma duracn, “Erelata es inmensamente antguo, ve remota a Tos tiempas neokticos, quad aun alos paeolicos El hombre de Neanderial oj relatos, si pexlemes juzgsto pari forma dl cx neo’ decia FM, Foster en Aspects ofthe Now Siempre se han ‘ontado histories Pero Lomo empez6la historia de lanaracén? odemosinferr un comienzo.Imaginar cul fue el prime lato. odeiames esrb un ela sobre cio Fees primer relat, fa forma ini Podemos imaging que el peimeraarradr se ale de ace +a, quit buscando algo, persigiendo una pes, criz6 un ro y Juego un mont y desembocs en un valle y wo algo a extaoe- lnasio para yvolvis para conar es histor, Podemos imag: ar en todo caso que el primer nanador fue un vijero y que el viaje es una de las estructzasceneales dela arracon; alguien sale del mando cotdiano, va. ore Indo cuenta lo que ha visto, 4a diferencia Y ese modo de narra, el lato como Wana es ‘euetura de legs drain, ha legado hasta hoy. No hay ‘sje sn namacién, en un sentido podramos dectr que se vai "pa narrar. Pores os valeros acwales van siempre con miqui- as fotgrificasy tratan de capturar los rastos de lo que van a ‘contar a sis amigos cuando vuevan Pero podriamos pensir que hay otro orgen del acto de na rar. Porque sabemos que no hay nunca un arigen nic, hay siempre por lo menos das comienzos, dos modos de empezat. Entances poriamos imaginar que el oto primer narador ha sido el adivino dela tbo, el que nara uaa historia posible a partir de rastos y vestigos oscuos. Hay unas huellas, unos Indicios que no se terminan de comprender, es necesria dest fealas y descfaeas es construie un relao. Entonces poder mos decir queef primer narrador fue tal vex alguien que leia ‘signos, que lia el velo de fos pijaros, ls hues en la arena, el dibujo en el caparazin de la tortugns, en las vsceras de os animales, y que a pats de esos rasros reconstrufa una veal dad ausente, un sentido olvidado o fraro. Tal vex el primer ‘modo de nara fae I reconstrccién de una historia cifrada. A ces reconstruccién de una histoda a partir de cietas huellas {que esta ab, en el presente, a ese pasa a otra temporalidad podkriamos Hamarlo el lato como invesigacion. i pensamos en esa historia larga dela narracin, de las formas dela naracin, de los modes de narra, pears ima- ginar que ha habido entonces dos modos bisicos de naar ‘que han persistido desde el origen, dos grandes formas, que estan mis alli de los géneros y cuyas huellas nuinas pode mos ver hoy en las narraiones que circulany que nos icun~ ddan EL viaje yl investigacién como mods de nararbisicos, como formas stables, anteriores alos géneros y ala dstibu- 16m miliple de los relatos en tpos y en especies. Estamos frente af urelato, ala forma que da lugar aa evolycién y ala ‘wansformacin. ‘imolégicamente narrador quiere deci que sabe“ que concce’y poamos ver sa ientidad en dos sentido: que eo- noce ott huge porque ha estado ai y ef que adiving intent narrarlo que no esté ol que o se comprende (0 mejor: partt

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