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GEOGACETA, 20 (5), 1996 Facetas triangulares de ladera como indicadores paleoclimaticos en ambientes semiaridos (Depresién del Ebro) Talus flatirons as palaeoclimatic indicators in semiarid environments (Ebro Basin) T. Arauzo, Ml. Gutiérrez-Elorza & C. Sancho ‘ Clencias cola Tara, Fac. Clecas, Uw de Zaragoza Pe. San Francisco, $0009 Zaregoea ABSTRACT Talus flatrons are relic slope accumulations preserved atthe foot of structural platforms and mesas. The generation of talus flairon sequences involves alternating accumulation and incision periods indicating clear changes in the activity of the geomorphological processes. A good example exists to the South of Zaragoza within the Ebro Basin, where five stages of slope evolution have been identified in the talus flatiron sequences (5, to S, youngest to oldest). The deposits ofthese slope accumulations contain pottery remains, charcoal and ashes which permit to carry out relative and absolute dating of the slope ‘sccurulations. Based on the pottery content, the most recent accumulation stage (S,) is post-19th Century. The pottery remains ofthe previous one (S,) indicates a post-Middle-Late Bronze and the “C datings obtained for this accumulation are 2.529:-52 BP and 2.930360 BR The talus flatrons S, has provided an age of 27.862:444 years BP by °C and for the S, the age is 35.570:490 BP The oldest fccumulation has not been dated. The datings allow to correlate the accumulation stages with cold Climatic periods of the Upper Pleistocene and Holocene. These cold periods alternate with warm Climatic periods during which the dominant water erosion isolates the talus flatirons. Key words: talus latrons, slope accumulation, cltate change, semiarid environment, Ebro basin Ceogaceta, 20 (5) (1996), 1093-1095 ISSN:0213683X Introduccion Las facets trianguleres de ladera fue~ ron por primera vez descritas por Koons (1955), quiea las denomin6 talus flati- rons. Estas morfologfas corresponden @ Iaderas relictas que aparecen en torno a relieves estructurales, con una geometrfa en planta triangular 0 trapezoidal cuyo pice aparece desconectado y enfrentado al escarpe. Estas laderas poseen una cu~ bierta detsftica que en sus partes distales pede conectar con acumulaciones de gla- iso terrazas. Las facetas tiangulares de Iadera son ccaracteristicas de zonas éridas con relie- ves estructurales constituidos por un ni- vel esistente atecho de una serie de ma- terial uniforme y fécilmente erosionable, ‘ambos con una estratificaci6n horizontal © subhorizontal (Koons, 1955; Everard, 1963; Blume & Barth, 1972; Gerson, 1982; Gerson & Grossman, 1987; Sch- rmidt, 1989,1994). Tras un periodo de acumulacién y regularizecién de una la- era, éta puede verse afectada por la ero sin y destrucci6n de la misma. Cuando la incisign afecta a las partes medias de una Jadera, donde tiene lugar Ia confluen- cia de regueros tributarios, puede indivi- dualizarse una faceta, Una vez aislada, a faceta se comporta como un relieve relic- to independiente de la partes altas de le Indera (Budel, 1970, 1982). La aparicién de una secuencia espa- cial de facetas triangulares de ladera im- plica una secuencia temporal de etapas de acumulaciéa e ineisién en las Iaderas. Esta alternancia de los procesos morfoge réticos ha sido interpretada como conse- cuencia de cambios climiticos (Everard, 1963; Gerson, 1982; Gerson & Gross- ‘man, 1987; Sancho e? al, 1988; Schmidt, 1989, 1994), aunque también ha sido pro- puesto un origen no climético (Koons, 1955). Elérea de estudio Sean estudiado secuencias de face- tas triangulares de ladera generadas en torno al Cerro de San Pablo y Cerro de Las Coronas, relieves muy prximos en- tre fy situados al sur de Zaragoza dentro dela Depresin del Bbro (Figs. 1 y2)-El relleno sedimentario della cuenca terciaria cen esta zona eorzesponde al Mioceno y std constituido por arcllas, margas y e2- lizas en disposici6n horizontal. Ambos relieves estructurales estén coronados por calizas sobre las que se dispone en disconformidad mediante un contacto cerosivo un conglomersdo Pliocuaternario (ig, 3), Las facetas aparecen al pie yen tomo a ambos cerzos (Figs. 4y 5) El rea se encuentra entre 500 y 600 spor encima del nivel del mar. Las carac- terfsticas climéticas corresponden a un medio semidrido con una precipitacién ‘media anual en orno a 350 mm y una tem- peretura media anval de 15 °C. Las pre- Cipitaciones se distribuyen en dos méxi- ‘mos plaviométricos de carécter tormento- son primavera y otofio, Resultados Enel éreade estudio han sido diferen- ciadas einco etapas de acumulacién en las Iaderas, denominadas S1 a S, de la més reciente a la més antigua Figs. 1, y 3). ‘La més reciente (S,) aparece en facctas incipientes tnieamente al pie del cantil generado en algunas zonas de los cerros. LaS,es a nica acumulacién que presen taun perfil continuo y regular que puede alcenzar las zonasaltas de los cerros, apa 1093 GEOGACETA, 20 (5), 1996 ee Ww ig. 2- Mapa geomorfolgico del Cervo de [Las Coronas. 1: Conglomeradespllocuater- ars, 2 Calas mocenas 3 Vales de fondo plano. 4 Incisioneslineles. 8: Acamau- 28, 7:8, 8S, 9:8, ig. 1- Localizacién del ‘mapa geomorfolégico del Cerro de San Pablo. 1: Conglomerades plocuaternarios. 2: Calfzasmiocenas. 3: alles de fondo plano. 4 Inclsioneslineles. 5: Acumula- cin de Iadera 8, 6: 8,72 8, 8: Se 9S, Jockin de Indra. ton ofthe study area an ‘ig, 2- Geomorphologicl map of Cerro de barnereh dnabr: daterirl ‘Las Coronas. 1: Upper Pliocene Lower ‘Pleitocene conglomerate. 2: Miocene Ainexone 3: Tle ereks 4: Gull, 5: Stops acualation Sy 6 Sz 728, 85, 9: Sy Fig. geomorphological map of Cero de San Pablo. 1: Upper Pliocene-Lower Pleistocene conglomerate, 2: Miocene limestone. 3: Infiled creeks 4: Gules 5: Slope accumulation S, 6S, T: 5, 8:S, 9: Se w,S -Facetas triangulares de ladera z te = Ss ous 2 a = 2 “5 Zo do fy EB Aca EFS Mags GES Cea BEB Conger MM Acumen ese Fig. 3 Corte exquemstce del Cee de San Pablo, Figs 3 Schematic crosesecton af Cora de San Pablo. reciend localment en facets triangul- Cerro de San Pablo permite obtener una Fes. 5, apaecen siempre como dntaci relative posiquem pare amas facet uiangularesdeadera,corespon-_scumuaciones, Las erdcas enoata. Giendo las acumulaciones mas antiguas das ene interior de I acumulacin 8, on as misleads des cerros, indian una edad final de genercin pos: ‘Laacumulaci6ndetrcedelaslade- terior al Bronce Medio‘Final (3.300- rasesidcompucsta por latoshetromé- 3,100 BP) Las ladras , continence ticosdecalzayevaretacom ina matic. cat de asm edad gue a arterory arslosa Losclstoscalzosycusciicos _cevdmieas de lo siglos XVI XIX, por fonsiministrads porlecaizamiocenay Tocual sued inal de eneractnes pos. eleonglomerad plicastemaro respec terior al siglo XIX. wamente Estos depts presentan na Lagpriion de carn vest yceni- pofenciamediade my apucces lige” as dentro de las acumulacione permite tment cementados por catboraoe,Lace- relia dtaionesabslutas por Carbo. tmentacion increments pogresivamen- nor. Los resultados para a acumule- teconaedad dels acunulacionesfavo- cn Shan sido de 2.930260 BP en el reciendo por anos preservacin, Cerro de San Pablo y 2.529252 BP en el lcontnidoqucologicotimersocn Cerro deLas Coronas, Para la acumul las dos acumulaciones mas recientes del cidn S a obtendo une dtacién de 1094 27,862444 BP en el Cerro de Las Coro- nas. Para S, la datacién ha sido de 35.5702490 BP en el Cerro de San Pablo. Finalmente de Ie S, no se ha padido obte- ner ningtin tipo de datacién, Diseusién En general se considers que i alter- nancia de prfodos de acumulacine inci sidnen a Ideras, como consecuencia de Ia vriacin de las procesas morfogenéti- os, se encuentra ligada a cambios am- bientales de cardcterclimatico. No obs- tanto, la acién antrépica debe de ser sig- nificativa para tiempos recientes, especialmente debido a modifcaciones en lncobertere vegetal (Everard, 1963: San- chet al, 1988; Gusiérez & Pena, 1989), A nivel regional, concretamente para 1 NE de la Peninsula Ibérica, Gutiérrez & Pefia (1989) y Gutiérez er al. (1992) correlacionan distntos estadios de acu- ‘mulaciéneincisin en ls laderas con pe- tfodas climéticos del Holoceno superior Segin esios autores, los dos perfodos mnfs recientes de acunmulacin en laderas cortesponden respectivamente con los perfodos fefos de la Pequefia Edad del Hielo (1.450-1.850 AD) y la Epoce Fria de la Edad el Hierro (2900-2.300 BP), Estas acumulaciones se han visto poste riormente afectadas por sendos perfodos de incisiOn, coneretamente durante las tapas edlides del Subatlintico (2.300 BP-1.450 AD) y laincisién que peedura en [a actualad con predominio de las causes anrépicas. En el rea estudiada en este trabejo, Jas cuatro etapas més recientes de acuma- Jacién en laderas pueden correlacionarse con perfodos climéticos frios seg las dataciones relativas y absolutas obteni- das. En este sentido 8, correspondent a la Pequefa Edad del Hielo y S, ale Epoca Fria de a Edad del Hierro. 8, vS, pensa- ‘mos se cortelacionarfan respectivamente con los sucesos Heiarich H, (27 ky BP) y H, (35 ky BP) (Heinrich, 1988; Bond er al, 1993). Los sucesos Heinrich coin den con una gran profusidn de icebergs en el Atléntico Norte durante Ia dltima glaciacién, quedando registrados en los sedimentos de fondo marino tanto por el saterial detec trnsportado porlos ice bergs, como por un acvsado descenso de Jas conchas de foraminiferos. Estos even tos tienen lugar al final de periodos de extremo enfriamiento atmosférico en el Hemisferio Norte y son seguidos por ‘bruscos y corto interestadials. En nues- tro caso estos interestadiales correspon derian alos perfodos clidos 4 8 de las cscilaciones célido- is de la tima gla ciacién Dansgaard et a., 1993). En ambieates dridos la generacién de ‘facotastriangulares de ladera responde a cambios climitioos con una frecuencia de 100 ky (Gerson, 1982; Gerson & Gross- ‘man, 1987; Schmidt, 1989, 1994). Sin embargo, on ambientes semigridos Ia apa- rieléa de facetas triangulares de ladera responde a cambios climticos de menor ‘magnitudy frecuencia, perfléndose estas morfologias como marcadoras de cam bios climaticos recientes. Referencias Blume, H, & Barth, H.K. (1972): Brlun- de, 26: 108-116. Bond, G. eral, (1993): Nature, 365: 143- 147. Biidel, J. (1970):2. Geomorph. W. R14; 157 Budel, J. (1982): Climatic geomorphoto- ¢y. Princeton University Press, 443 p. Dansgaard, W. eral. (1993): Nature, 364: 218-220. Everard, C. E, (1963): Trans. Inst. Br Geogr, 32: 31-47, Gerson, R., (1982): Israel Jour. Earth Sei., 31: 123-132. Gersoa,R. & Grossman, 8. (1987): Cli- ‘mate, history, periodicity, preditabili- ty (R. Rampino, J. E. Sanders, W. S, Newman & L. K. Kénigsson, Eds.) ‘Van Nostrand Reinhold, 300-322. Gutiérrez, M. & Pefia, J. L. (1989): Euro: pean Conference on Landscape Ecolo sical Impact of Climatic Change, Lun- ‘eren,21 pp. Gutiérrez, M.; Pefia, J. L. & Sancho, C. (1992)' Abstracts ofthe International ‘Symposium on Evolution of Deserts, Ahmedabad, India, 7-80. Heinrich, H. (1988): Qua. Res.,29: 142- 152. Koons, D. (1955):Amer: Jour Sc., 253; 44-52. Sancho, C., Gutiéerez, M., Petia, 3.1. & Burillo, F. (1988): Carena Suppi., 13 139-146, ‘Schmidt, K.-H. (1989): Catena Suppl., 14: 107-118. ‘Schmidt, K.-H. (1994): Geomorphology of deserts environments (A. D. Abra~ hams & A, J. Parsons, Eds). Chapman & Hall, $53-570. GEOGACETA, 20 (5), 1986 ig. 4+ Secuencia de facetas trlangulares de ladera (S3, $4 y $5) en torno al Cerro de Tas Coronas. Fig.d Talus fladrons sequence (S3, S4 y $5) around Cerro de las Coronas. ur (S)) y ladera més reciente (S1) al ple del Cerro de San Pablo. ig, 5+ Talus flatiron (S,) and youngest slope aceumulation (S1) atthe foot of Cerro de San Pablo. 1095

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