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Alien triste
© Pedro Mancini, 2015.
© Hotel de las Ideas, 2015.

Hecho el depósito que marca la ley 11.723


Impreso en Argentina / Printed in Argentine
La reproducción total o parcial de este libro, en cualquier forma que sea, idéntica
o modificada no autorizada por los editores, viola derechos reservados; cualquier
utilización debe ser previamente solicitada.

Mancini, Pedro
Alien triste / Pedro Mancini. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Hotel
de las ideas, 2015.
112 p. : il. ; 17x24 cm.
ISBN 978-987-45922-0-0
1. Humor. I. Mancini, Pedro II. Título
CDD A867

Fecha de catalogación: 06/07/2015


El Alien Triste, en el horizonte eran variaciones infinitas sobre tres o cuatro clichés: la
escatología, la autobiografía, el humor poético y el reportaje en algún lugar
la Superlástima conflictivo del mundo (llamado también “novela gráfica”).

y la Esencia del Artista Lo primero que llamó la atención fueron esas historietas herméticas, negras,
Por Esteban Podeti incomprensibles, de personajes inhumanos y distantes que no hablaban ni
transcurrían. Comparado con el agotador desfile de personajes comiendo
caca o hablando a cámara que empezaban a calentarnos las orejas, esto
significaba un descanso y un estímulo. Un recreo para la racionalidad, cuyo
uso constante atrofia otras funciones del cerebro.

El problema con este tipo de historias alucinadas es que a veces nos dejan
en ayunas. Se convierten en una descarga de imágenes oníricas, pero sin un
sustento un poco más terrenal corren el riesgo de agotarse rápidamente en
su propio alucinamiento. El famoso “uhhhh, looocooo, qué viaje que tenés.
Pero sabés qué pasa, también quiero comunicarme con un ser humano”.

El Sr. Mancini agregó otra dimensión con su tira El Alien Triste. Tiene
mucho de la vilipendiada historieta autobiográfica, pero montada sobre el
clima claustrofóbico de una pesadilla de Lovecraft. Y al mismo tiempo, es
MUY graciosa: no he visto la conjunción de estos tres elementos muy a
menudo, por no decir nunca.

El descubrimiento del Alien Triste Mancini nos puede atormentar durante varias tiras seguidas con anécdotas
horrendamente patéticas, para luego exponernos a una serie de imágenes
En mi Universo, el extraordinario Pedro Mancini pertenece a la categoría del pobre Alien sentado, sin hacer absolutamente nada (“Así no tengo
de “Dibujantes que conocí a través de Facebook”, un mundo que habitan gastos”) y en un silencio asfixiante. Además de esa mezcla de identificación
otros dibujantes que admiro como Joan Cornellá, Iván Riskin, Muriel Bellini, y sadismo que nos provoca el Alien, todo está acompañado por una
Molg h. y el creador de monstruos Aeron Alfrey. Apareció en un momento incomodidad subterránea a lo Polanski, con la que sentimos que está
providencial, un momento en el que estaba llegando a la conclusión de pasando algo horrible aunque no podemos determinar qué es (quitando
que la historieta se había terminado. Según mi percepción, lo que se veía que estamos mirando a un tipo con cara de tentáculo viscoso).

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La Lección del Alien Triste al que no le interesa cambiar un cuadro o ir a comprar aceite, ¡porque
tengo que encontrar este sustantivo!, un sustantivo del cual la humanidad
El Alien Triste, además de ser perturbadoramente encantador, nos ayuda a seguramente podría prescindir. Pero, a cambio… En realidad no, no hay
entender algunas cosas sobre el ser humano: pero. Eso es el artista, un ser bastante inútil y patético.

La primera es lo liberador que resulta el ejercicio de dar lástima cuando se Afortunadamente el artista la tiene bastante fácil. Se le toleran sus rarezas
hace de manera profesional. El tipo que da lástima puede ser muy irritante, y excentricidades, con la excusa de que es un artista y por lo tanto un poco
pero cuando se pasa de la raya – llamémosle a esto “Superlástima” – se anormal. En una sociedad utópica, el artista sería echado a los bosques
transforma en un personaje casi heroico. No podemos tomarnos en serio la para ser devorado por los animales salvajes, sino quemado en grandes
Superlástima. Este sentimiento tiene un aura tan ridícula que contamina al incineradores construidos a tal fin. “Hoy incineramos un retratista de perros”,
que quiere provocarla y al que debería sentirla, relevando completamente se anunciaría por los altavoces para llevar contento y tranquilidad a la
de gravedad nuestros problemitas y taras de personalidad. Lo que debería población. Pero digamos que por ahora el artista puede ser criticado, pobre
ser un quejido insoportable se transforma en una fiesta. y fracasado, pero nadie lo incinera.
La segunda es sobre la naturaleza inevitablemente infantil del artista.
Si bien frases como “El artista es como un niño” suelen provocarnos El Alien Triste es la quintaesencia del Artista. Además de dar lástima,
vómitos, hay una realidad en esta declaración. El artista necesita, se la pasa pensando una y otra vez en sus nimias obsesiones,
para realizar su tarea correctamente, invertir el orden de algunos perdiendo el tiempo en Internet o escuchando heavy metal, jactándose
valores muy claros para la gente adulta. Por ejemplo, que es más de su inutilidad total para las cosas prácticas, rumiando su bronca por
importante apagar un incendio que terminar el puto dibujito las odiosas comparaciones (“Dibujás parecido a Moebius”) o
que está haciendo (en medio de las llamas). Si el artista sintiéndose amenazado por otros de su especie. El Alien Triste
no tiene la capacidad mental de crear una “burbuja-patio debería ser entregado como parte del programa educativo
de juegos” donde el mundo puede venirse abajo, sea de las escuelas de arte para que los jóvenes estudiantes
porque está pensando qué le va a pasar al cazador de sepan cómo comportarse, y para aprender a switchear de
ballenas monomaníaco, o qué acorde debería seguir a la lástima común y corriente, tan paralizadora, a la festiva
este re menor para ser más patético, o para abundar Superlástima.
un rato en tonterías dignas del más idiota del pueblo,
difícilmente saque su cosa adelante. Pienso leer una y otra vez este volumen inspirador, y confío
en que todos hagan lo mismo. Bueno, todos no. Tiene que
Esto no habla muy bien que digamos del artista. Lo quedar alguien que se encargue de cultivar comida, arreglar
convierte en una especie de nene caprichoso al que sólo le los motores de los autos, esas cosas.
importa jugar con sus juguetes, en un parásito irresponsable

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Agradecimientos

A Lucía Alvarez, por el amor. A mis viejos y a Cata, por bancarme siempre.
A Diego Rey, Santiago Sanchez Kutika y a todos en Hotel de las Ideas, por confiar en este proyecto.
A Claire Latxague, por impulsarme a ser un mejor autor.
A Mariana Aijenbom, mi psicóloga en esos años turbulentos.
A mis amigos desde hace tanto tiempo, Sonia Vecino, Juan Ruiz y Franco Quagliardi.
A todos los colegas que me ayudaron con su opinión, Natalia Lombardo, Ariel López V, Juan Pez,
Renzo Podestá, Rodrigo Díaz, Dante Ginevra, Pablo Vigo, Darío Fantacci y Santiago Fredes.
A Esteban Podetti, por su prólogo para este libro.
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Este libro se terminó de imprimir en Julio de 2015

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