You are on page 1of 20
[ALB unca como en fa act Agencia de la Ari modos de actuar, el desempefio de las situaciones de fos grupos en des Las autoras retoman su concepeién como un proceso continuo los proyectos, desde surgimiento de Ja idea para solucionar © alivi O.Nirenberg / J. Brawerman / V. Ruiz Violeta Ruiz Aportes para la racionalid y la transparencia Olga Nirenberg Josette Brawerman Olga Nirenberg, Josette Brawerman y Violeta Ruiz, do los ciudadanos y el propio gobierno consideran priori- tarios (Tamayo Séez, 1997). EI proceso por e! cual algunos problemas son verdade- ramente politizados, socialmente problematizados 0, como suele decirse, clocadas en Ja agenda priblica, refleja los valores que una sociedad prioriza, da cuenta de su historia socio- politica y depende fundamentalmente del funcionamiento de un complejo campo de fuerzas donde los grupos, movi- mientos, partidos, organizaciones e individuos, segtin sus posicionamientos en la sociedad y sus diferentes cuotas de poder;' priorizan o seleccionan ciertas cuestiones (iss), y también los modos de resolverlas, Pueden verse asi las po- liticas piblicas como un conjunto de acciones y omisiones que ponen de manifiesto una determinada modalidad de intervencién del Estado en relacién con una cuestién que es de interés de diversos actores de la sociedad civil. Des- de esa perspectiva, el Estado es un actor mds que inter- viene, en una posicién sin duda privilegiada, dentro del campo de fuerzas donde se dirimen cules son los temas y los modos para su resoluci6n, es decir, cusles son las poli- ticas ptiblicas en un determinado momento (Oszlak y O'Donnell, 1984). De ese modo, el proceso de formula~ cién de politicas es considerado una construccién social donde intervienen diversos actores, que serén diferentes segiin el Ambito o sector de que se trate. En cuanto a la politica social, en su aspecto més gene- ral puede ser pensada como un conjunto de acciones publi- cas y/o privadas relacionadas con la distribucién de recursos de todo tipo en una sociedad particular, cuya fina- lidad es la provisién de bienestar individual y colectivo. La determinacién de los beneficiarios principales y la modali- 1. Para abundar en las cuestiones relativas al poder, no exclusiva- ‘mente el que se origina en el marco de las instituciones del Estado sino dentro del propio funcionamiento normativo dela sociedad, véase Fou- cault (1975). 4 La programacién social dad del financiamiento constituyen aspectos centrales de la forma de concebirla (Bustelo e Isuani, 1990). Es posible sostener que las politicas pablicas asf planteadas tienen siempre, en mayor menor medida, contenidos sociales. Sin pretender profundizar en la definicién del émbito de lo social y de las politicas sociales, diremos que éstas va- ran segiin cudles sean las concepciones que se tengan so- bre los principales valores que deben orientarlas, la forma en que se han de satisfacer las necesidades humanas, el rol que le cabe al Estado en la consecucién del bienestar co- lectivo y el papel de los principales actores -piblicos y pri- vados- en su construccién, En el marco del Estado de Bienestar que prevalecié hasta la década de 1980, el Estado era el principal actor tanto en la formulacién como en la ejecucién de las poli cas sociales. Mas allé de las miltiples tipologias existente: hay coincidencias en que el Estado de Bienestar se carac- teriza porque el aparato estatal asume la obligacién expli- cita de proporcionar proteccién a los ciudadanos que sufren necesidades y riesgos espectficos debido a los meca- nismos de mercado de la sociedad capitalista, que les impiden mantenerse adecuadamente por si mismos (Esping-Ander- sen, 1990). Su rol es el de equilibrar la asimétrica relacién entre capital y trabajo, acotar y atemperar el conflicto en- tre las clases y mediar en las luchas y pugnas de intereses que son caracteristicas del capitalismo en su acepci6n libe- ral Offe, 1990). El concepto esta intimamente ligado al mayor énfasis y a [a ampliacién de los derechos sociales en el marco de lo 2, Se han deserrollado diversas tipologias del Estado de Bienestar Para mayor informacin, vase Esping-Andersen (1990) entre otros. 3. Merece aclarase que difiilmente pueda encontrarse esa caracteri- zacidn del Estado de Bienestar concretada en estado puro, aungue adopta méximas expresiones en algunos de los paises europeos y en los Estados Unidos, mientras que en América latina ha adoptado formas imperfectas. 2 Olga Nirenberg, Josette Brawermuan y Vialeta Ruiz Los cambios en los estilos de planificacién Si las politicas se refieren a los lineamientos generales que orientan las acciones marcando la diteccionalidad de- seada e indicando los cursos de accién elegidos y a ser eje- cutados por un gobierno,’ la planificacién puede ser concebida como una de las principales herramientas para introducir racionalidad y previsién en la formulacién y gestién de las politicas. Mis allé de sus miiltiples acepcio- Res, es un proceso que se refiere a decisiones relativas al futuro, Pueden hacerse distinciones también segtin el ho- rizonte temporal (largo, mediano y corto plazo) y los nive- les organizacionales en los que se planifica. La idea de planificar desde el Estado reconoce antece- dentes atin en el siglo XIX. Sin embargo, a los efectos que nos interesan aquf, esa partir de la erisis del 30 y por la in- fluencia que entonces tuvo la teorfa keynesiana que se con- sideré importante la intervencién activa del Estado como protagonista ineludible para corregir desvios en el funcio- namiento del mercado y para reasignar recursos. La planificacién se desarrolla luego de la Segunda Gue- rma Mundial, y predomina desde mediados de los sesenta hasta comienzos de los ochenta. Era realizada casi exclusiva- mente desde reas del Estado (en sus distintos niveles), con sus propios recursos (humanos, materiales y financieros), con la autoridad y los instrumentos de los que disponta pa- ra inducir, controlar y/o restringir la conducta de los actores privados en pos de objetivos y metas de bien comtin, de me- joramiento de las condiciones de vida de toda la sociedad 0 de sectores de ésta. Esa forma de planificacidn estaba en- cy marcada en el paradigma del Estado de Bienestar al que hi- cimos refereni equipo) como alguien externo, que por car y definir la situacién, las necesidades y las soluciones, ba- jo el supuesto de que el Estado disponia de los recursos adecuados y suficientes para implementar las propuestis Se trataba de una concepcién temaeitiza (los técnicos son los que saben defini ficar sus prioridades y plantear las soluciones), autoritaria (se basa en la autoridad y el poder coercitivo del Estado), eentra- lista (el Estado como actor central 0 tinico, sin considerar ‘otros actores locales), estdtica (supone que los escenarios son En la década de 1970 ya surgieron criticas a esa concep- én. Carlos Matus (1972) desarrolla los fandamentos de s refiriéndose a los condicionamientos, esen- fluctuantes 0 coyunturales, que el contexto im- pone a la préctica de la planifica combinar la légica técnica con la l6gica politica. Incorpo- ra la noci6n de estrategia para identificar posibles escena- rios alternativos que aseguren la viabilidad politica de propuestas técnicas basadas en supuestos estéticos, dando lugar a los primeros desarrollos conceptuales relativos a la planificacién estratégica en el Ambito gubernamental. Esta re- conoce la complejidad de los sistemas sociales, incorpora el del contexto y valoriza el andlisis stwacional en fun- cién de las diversas racionalidades ¢ intereses de los actores en juego. Propone el desarrollo de una visién compartida entre los sujetos que participan en la formula i cin de planes y programas, que permita fundamenuar las acciones previendo oposiciones e incertidumbres que segu- ramente surgirén. Considera también la necesidad de inver- tir recursos de todo tipo para construir la viabilidad del plan 2» rT” Olga Nirenberg, Josette Brawerman y Violeta Ruiz nacionales 0 provinciales), que plantea objetivos priorita- ros y explicita un conjunto de directivas generales (politi- cas) en torno a los mismos, las alternativas para alcanzarlos, (estrategias) y los medios para obtenerlos (esquema gene- ral de asignacién de recursos). El programa hace referencia a un conjunto coordina- do y ordenado de propuestas que persiguen los mismos objetivos y tienden a la atencién de problemas especifi- cos relacionados con algunos de los aspectos sefialados en el plan. Los programas no necesariamente tendrén remporalidad acotada, y aunque se los implemente para periodos determinados se les suele adjudicar continuidad a lo largo del tiempo (por ejemplo: programa materno- infantil, programa de comedores escolares, etcétera) En la préctica de la planificacién tradicional normati- va, la administracién nacional formulaba los planes de desarrollo econémico y social con discintas aperturas, ge neralmente denominadas programas y proyectos. En esa concepcién, esas aperturas se realizaban segtin sectores y/o temas especificos, por ejemplo: dentro del plan de sa- lud, los programas materno-infantil, de salud mental, de recursos humanos, de infraestructura, de regulacién y control, etc. Se aludia asf a la apertura programética del ‘plan. Algunas estructuras ministeriales conservan atin esa nomenclatura en sus organigramas, Esa planificacién cen- eral “bajaba” verticalmente a los otros niveles (provincias, municipios, establecimientos) donde se llevaban a cabo las acciones. Los proyectos se referian a niveles de interven- cin mas acotados ~temporal o geogrificamente-, vincula- dos a los objetivos mas especificos de los programas. Con los cambios comentados en los paradigmas de las, politicas sociales y del rol del Estado, fue desapareciendo paulatinamente la planificacién como proceso destinado a orientar los recursos globales de una sociedad en funcién de prioridades politicas, pues éstas ya no son definidas 32 La programacién social por el Estado como tinico o principal actor. Més atin, en al Estado remanente neoliberal, particularmente en ‘América latina, se sostiene que el mercado es el mejor asignador de recursos y que, por lo tanto, pierde sentido que el Estado programe para asignar mejor. La herra- mienta de planificacion que sigue vigente es el presu- puesto, formulado desde las dreas econémicas de los gobiernos. Consecuentemente, también perdié impor- tancia la practica de expresar el desarrollo previsto de las politicas en un “plan documento”. Si la programacién aludia antes al nivel més operativo y a plazos més reduci- dos, en la actualidad, en el campo social, planificacién y programacién son términos que tienden a usarse indistin- tamente.* Por otra parte, con el auge producido en la década de 1990 de proyectos a eargo de OSC," los términos “proyec- to” y “programa” también comenzaron a usarse indistinta- mente. Cuando se los distingue, las diferencias aluden a niveles de complejidad y de gestién, donde la palabra “pro- entrales (nacional o pro- vincial), y el término “proyecto” para las aperturas del programa en los territorios de aplicacién, a cargo de orga- nizaciones locales publicas y/o no gubernamentales. 8 Sin embargo, esto es diferente en el campo administrativo orga nizacional, donde algunos autores siguen diferenciindolas. Por ejem- plo, J. Hintze (1999) diferencia entre la planificacin, que establece los recursos necearias para la produccion de determinados resultados, y la programacién, que se ocuparfa de la previsién del uso de los recursos dliponibls. La planificacin se oriencaria asi hacia el deber ser (normati- va), mientras que la programacién tomaria en cuenta lo efectivamente posible en eada situacién (pragmtica). 9. Ya sea con fondos provenientes de las dreas del Estado ylo provincial, de programas bilaterales (con foncios de préstamos o do- naciones del Banco Mundial [BM] y del Banco Internacional de Desa- rrollo [BIRF y BID), 0 de agencias nacionales 0 internacionales de cooperacién para el desarrollo, ‘onal Olga Nirenberg, Josette Brawerman y Violeta Ruiz fortalecimiento de los docentes y los familiares para el tra~ bajo con esos chicos, y si ademés toma en cuenta otros fac- tores psicolégicos y sociales del nifio y de su grupo familiar que tienen que ver, directa 0 indirectamente, con el propé- sito planteado. Otra forma de entender la integralidad de los proyectos sociales es la inclusién de acciones de promocién, preven- cin y asistencia, aunque sean diferentes los énfasis. Por ejemplo: un proyecto que brinda exclusivamente comple- mentaci6n alimentaria es de perfil asistencial, mientras que si incorpora actividades de capacitacién de las madres para el mejoramiento de la dieta y la preparacién de alimentos a bajo costo, asf como sobre modos de advertir signos de perturbaciones en el crecimiento y desarrollo infantil, ad- quiere perfil preventivo, y si incluyera el diseio y distribu- cin de folleteria o mensajes radiales acerca de temas de nutricién, serfa ademés promocional, Otro aspecto vinculado a la integralidad de los proyec- tos es la articulaci6n de los diferentes componentes 0 acti- vidades entre si. Es frecuente que aunque un proyecto incluya una diversidad de actividades (por ejemplo: apoyo escolar, complementacién alimentaria, actividades recrea- tivas y deportivas, etcétera), cada una se desarrolle sin demasiada vinculacién con el resto, como si fueran subpro~ yectos independientes, lo cual genera fragmentaciones y oportunidades perdidas." Ejemplos positivos de articula- cién de actividades son, entre otros, realizar controles de salud mientras los nifios asisten al comedor infantil 0 acuden a las actividades deportivas; recibir indicaciones del centro de salud de los nifios en riesgo nutricional para priorizarlos o brindarles atencién especial en el comedor, 12. El término se utiliza en la jerga dela salud piblicay hace refe- rencia al aprovechamiento, durante contactos con la pobacién, de oca- siones para stender otras cuestiones no demandadasy brindar mensajes preventivos y promocionles 36 La programaciém social o bien detectar a las madres de nifios que requieren aten- cién médica, cuando ellas los traen a las actividades del proyecto Por carter participative entendemos las formas y meto- dologias de gestién que procuran incluir protagénicamente a los diversos actores, especialmente a los beneficiarios, en, las diferentes etapas: desde la identificaci6n de la problems- tica la priorizacion de actividades, las decisiones relativas al destino de los recursos (en particular sobre ad contrataciones) la realizaci6n de las acciones, la sistema cin de la experiencia y la evaluacién. Es decir que el signi fieado que aquf se le da al concepto de participacién es més amplio que el que usualmente se refiere a Ia inclusién de los, actores comunitarios en la realizacién de actividades ~gene- ralmente como voluntarios-, para abarcar ademas su intervencién en la toma de decisiones en los diferentes mo- rmentos de la gestiGn de los proyectos. Los proyectos que se formulan previendo esa participa- cién activa se constituyen en instrumentos para la cons- truccién de cindadania, que luego, dependiendo de las caracteristicas contextuales, podrin reflejarse en interac- ciones y modos de relacién igualitarios en otros espacios ampliados de la vida pablica, promoviendo de tal manera la democratizacién. Por cardcter aociativo hacemos referencia ala articulaci6n informal 0 formal para el logro de fines comunes, entre reas de los gobiernos locales, instituciones sectoriales(esta- blecimientos de salud o educativos, comisarias, juzgados, et cétera), organizaciones de la sociedad civil y/o asociaciones comunitarias de base y religiosas, que se localicen en el te- ritorio de actuacién de cada proyecto. La gestién asociada, favorece el desarrollo de capital social,” implica la confor- 13. En el sentido que P. Bourdieu (1980) atribuye a este concepto ‘como beneficios que reciben los individuos en vireud de su participacién 2 grupos que incluyen actores sociales diversos Olga Nirenberg, Josette Brawermum y Violeta Ruiz sustentabilidad se considera como el proceso de institucio- nalizacién de un proyecto, 0 sea, cuando los cambios o in- novaciones incorporadas por ese proceso pasan a ser pricticas o modos regulares de actuacién de los actores y organizaciones involucrados, y cuando sus costos se inclu- yen en las correspondientes previsiones presupuestarias. En los proyectos ejecutados por organismos piblicos, la sustentabilidad tiene una clara connotacién politica en tér- minos del grado de adhesi6n e involucramiento de las au- toridades gubernamentales con el proyecto. La programacién como proceso En términos generales, la programacién es un proceso por el cual se preven y determinan los pasos necesarios, las accio~ nes a desplegar y los diversos recursos requeridas para modificar tuna situacion actual que se presenta como problemdtica 0 provo- ca disconformidades, de modo de poder arribar a una situaciin deseable en el fut j6n de los problemas en la situacién imaginar cémo deberfa plantearse una situaci6n mejor en ‘mas identificados. Es evidente la necesidad de que quienes programen posean un cabal conocimiento de los factores incluidos en la cadena causal 0 que inciden en la particular jén problematica, y que estén al dia con el avance del linas relacionadas con la teméti- que deben tener una teorfa acerca del cambio en ese particular campo social para poder ima- ginar el modo en que podré llegarse desde Ia situacién ac- tual ala situacién futura deseabl Con ese objeto se formulan los programas y proyectos sociales. Pero los senderos de la programacién son intrin- 0 La programacién socal cados y ¢s ttl, para allanar ese tré rmientas existentes. Una se vincula al punto de partida de todo programa: el diagnéstico de la situacién inicial. (Dada su importancia, le hemos dedicado todo el capitulo 3.) Por un lado, permite caracterizar y brindar la magnitud y relevancia del pro sma que se procura resolver en la localizaci6n a la cual se hace referencia (en qué consiste, cusles son los factores que intervienen en su determinacién, a cuéntas personas afecta, qué pasaria si no se lo afronta). También permite conocer las respuestas institucionales o programiticas exis- tentes (0 no) y los recursos disponibles (que se usan 0 po- drian usarse) para afrontar el problema en ese territorio, No siempre se cuenta con un diagnéstico que brinde tales precisiones con un grado de confiabilidad aceprable; elo se iraduce frecuentemente en la formulacién de propuestas inadecuadas y/o posibles dificultades ulteriores para pro- ducir los cambios deseados. Por otra parte, imaginar el futuro deseado y reconocer la brecha existente entre la situacién actualy la deseable impli- ca poner en cla roa: de nuestra accién. Esa partir de alli que podrén detallarse las actividades con- cxetas que tenderén a su cumplimiento y los recursas de todo tipo que se requerirén para llevarlas adelante: estructuras fi- sicas, equipos, planteles de recursos humanos, insumos y inero y tiempo. Es ilusorio pensar que la programacién se realiza en forma definitiva y sélo antes de comenzar la ejecucién de actividades, para no volver a revisarla luego, durante la ac- 9, conocer las herra~ 1a reprogramacién durante la gestién, de modo de preser- var la direccionalidad de las acciones hacia el mejor cum- plimiento de los objetivos planteados. Por un lado, es posible que se hayan omitido 0 equivocado algunos plan- 1s de la formulacién (del diagnéstico, de la indole y se- 4“ Olga Nirenberg, Josette Brawerman y Violeta Ruiz embargo, éste es un aspecto crucial de la programacién pa- ra que las propuestas no resulten tna mera expresién de de- seos irrealizables. En este sentido, hay que tener en cuenta que los diversos actores involucrados (financiadores, decisores politicos, téc- nicos, poblacién beneficiaria) representan distintos intereses, y tienen diferentes racionalidades; todos ellos serén afecta~ dos de una u otra forma por las acciones del proyecto que se pretende ejecutar. Es por ello que la construccién de viabi- lidad tiene varias aristas. En primera instancia habré que construir la viabildad 1a, en términos de la constelacién de fuerzas que yen la propuesta. Desde nuestro punto de vista, mas allé de bu pertinencia o racionalidad técnica, la propuesta vera muy dificultada su concrecién si no se realizan esfuerzos construir una red de alianzas y apoyos con los actores vos. Si las autoridades locales, los profesionales y téenicos del lugar, y los propios actores comunitarios a quienes se dirigirén las acciones estin convencidos, adhie~ ren a ellas y las reclaman, la viabilidad politica de la pro- puesta seré alta. Un corolario de lo dicho es que las propuestas no pue- den surgir meramente de una tarea de escritorio, exch vamente de la idea de un profesional o de un grupo de los. Por el contrario, deben ser sometidas a discusién y busqueda de acuerdos con los actores involucrados en la problemitica que se intenta solucionar, asi como con las autoridades" y otros actores locales. Por lo tanto, todo programa deberi incluir una estrategia que procure su propia viabilidad politica ‘También debe tener viabilidad social, en términos de no encontrar resistencia en las creencias, actitudes, costum- 15. Enel caso de programas complejos habri que buscar el acuerdo de las autoridades nacionales o provinciales y en algunos casos habré {que construr esta viabilidad con los organismos financiadores. “4 La programacién social bres y expectativas de los grupos de poblacién que de un modo u otro intervendrén en el desarrollo de los respecti- vyos proyectos. Ello se logra bisicamente promoviendo su participacién (sea bajo forma de consulta o de involucra- miento directo) en todas las etapas posibles. ‘Ala vez, habra que tomar recaudos para no prometer a los actores locales certezas acerca de la concrecién final del proyecto 0 programa propuesto, pues eso no dependeré exclusivamente de la voluntad de los técnicos. En los apo- yos de las instancias decisorias y las agencias por lo gene- ral inciden, ademis, factores endégenos a sus estructuras y la excelencia o coherencia de la propuesta o las ad~ hesiones locales que conciten. Por ende, sera conveniente contar con sefiales provenientes de interlocutores en las instancias decisorias y/o financiadoras que permitan tener esperanzas en la aprobaci6n, para recién entonces, con al- gin grado de probabilidad, consultar y procurar com- promisos de los actores locales. Esto es particularmente importante respecto de los pobladores y organizaciones de base de la comunidad, que son los més urgidos para contar, con soluciones a los problemas que padecen. Si no se pone cuidado en esos aspectos, la viabilidad posterior de implan- tacién del programa o proyecto en el escenario local seré complicada. En cuanto a la viabilidad téonica, estar basada, por un lado, en la pertinencia y coberencia de la propuesta, es decir, en la correcta identificaci6n y explicacién del problema y la asuncién de lineas de accidn acordes con dicha explica- cibn, y por otro, en la ideneidad de los profesionales y téc- nicos responsables de llevar adelante las actividades, ast como la de las organizaciones intervinientes (reflejada en los antecedentes personales e institucionales). Sers tam- bién de importancia crucial la disponibilidad, oportuna in- clusién y adecuacién de aquellos recursos criticos requeridos para llevar adelante las acciones (infraestructu- ra fisica, equipos, materiales, insumos, etcétera). 6 CAPITULO 2 La légica de la programacién en la formulacién de proyectos Queda claro, 2 partir de lo expuesto en el capitulo an- terior, que para emprender una intervencién social de cualquier indole o magnitud, de modo de producir cam- bios positivos en situaciones problemiticas, es necesario transitar un proceso de programacién que debe, ademés, quedar plasmado en un documento escrito, En este capitu- lo:nos detendremos en el arduo trabajo de formulacién de proyectos. El proceso para arribar a un documento escri- to, como instrumento comunicativo, tiene que ver con di- versos fines: + Brindar un marco compartido para la accién, que unifi- que lo més posible los criterios y visiones de los diferen- tes miembros del equipo que Ilevaré a cabo las actividades previstas, de modo de no dejar librada la ac- ci6n a la intencidn, interpretacién o criterio de cada uno, * Contribuir a la tansparencia suministrando informa- cién, més allé del propio equipo técnico, a los destina- tarios y a todos aquellos que puedan interesarse por las acciones y los resultados del proyecto. * Facilitar la gestién ante las instancias politicas y/o fi- ” (Olga Nirenberg, Josette Brawerman y Violeta Ruiz: plicarse en otros contextos, con los ajustes necesarios, de modo de poder transferir los conocimientos que se obten- gan de la experiencia, Sugerimos también indagar sobre los montos habitua- les que se otorgan para el tipo de proyectos propuesto, pa- ra tener una aproximacién al techo financiero que incidiré en los recortes respecto del problema a solucionar. Asimis- ‘mo, hay agencias que estipulan s6lo ciertos perfodos anua- les para la recepciGn de propuestas; conocerlos permitir’ acotar el lapso disponible para el proceso de formulacién. Antes de la presentacién de un proyecto completamen- te formulado es aconsejable comenzar por el envio de una carta de intencién o propuesta preliminar, que serviré a la vvez para averiguar algunas de las cuestiones precedentes e in- agar acerca del interés por la temética y la viabilidad para continuar con el proceso de formulacién, Nos referiremos a esas presentaciones preliminares al final de este capitulo, Es probable que se disponga de un formato preestable~ cido para la presentacién de proyectos; en caso contrario, existe una apreciable cantidad de gufas que pueden resul- tar de utilidad. Todas llevan implicita la Logica de la pro- sramacién social, explicada en el capitulo previo. En los puntos que siguen se detallan los contenidos que deberfan incluirse y que de una forma u otra suelen estar presentes en cualquiera de estas guias.! Fundamentacién o justificacién de la propuesta, caracterizaci6n y dimensionamiento del problema Como se anticip6 en el capitulo anterior, todo proyec- to tiende a resolver algsin problema socialmente significa- tivo. Por lo tanto, un primer paso consiste en definir el 0 1. Bl lector encontrard al final del capitulo un esquema que le per~ mitra seguir los distintos puntos que se desarrollan aqui. 2 La ligica de la programaciin en la formulacién de proyectas Jos problemas que se abordarén, y brindar la fundamenta- ciin o justificacién de las acciones que se propondrén, ‘Los problemas sociales se plantean en forma de dafios, carencias 0 insuficiencias absolutas o relativas, ya sea por comparacién con otros segmentos sociales o con pardme- «ros deseables. La indole y magnitud de los problemas de- penden del contexto (local y global) donde se producen. Porlo tanto, hay que situar el problema en un espacio geo- grifico poblacional local y en un contexto global, asi como en un periodo de tiempo determinado, No basta con presentar el problema en términos de sus sintomas visibles o consecuencias iiltimas; hay que expli- carlo en funcién de los factores causales y asociados mis importantes, ya que una accién que combata esos factores ser mas efectiva que otra que actie sdlo sobre las conse- cuencias manifiestas. Un enfoque de ese tipo tendré un ca- récter anticipatorio y preventivo. Ademés, la explicacién en funcién de los Factores causales y asociados pone de ma- nifiesto la teoria 0 concepcién del cambio que hay por de~ tris 0, en otros términos, el marco teérico que se tiene en rela fendmenos de la realidad en que se procu- ard Por lo tanto, afin de que las explicaciones y variables a considerar resulten lo més actualizadas y ade- ‘cuadas que sea posible, es necesario conocer el estado del conocimiento en el particular campo disciplinario relativo al problema que se analiza. Por ejemplo, el problema alta tasa de mortalidad infian- sil? en un drea geogrifica y poblacional determinada puede acotarse diciendo: altas tasas especificas de morbimortali- dad infantil por diarrea (bajo el supuesto de que las estadis- ticas indican que ésa es la primera causa de muerte infantil en el 4rea). Para visualizar la tendencia es conveniente pre- 2. La tasa de mortaldad infantil es la cantidad anual de muertes de nifos/as menores de un afo en relacién con el total denacidos vivos du- zante el af coasiderado, 3 Olga Nirenberg, Josette Brawerman y Violeta Ruiz cumento de la propuesta propiamente dicha y anexar la in- formacién restante considerada relevante. Para determinar la magnitud del problema en el area geogrifica de acruacién se debe identificar y cuantificar la poblacién objetivo, 0 sea, todos los que padecen o estén en riesgo de padecer el problema en el érea geogréfica consi- derada. En caso de usar estimaciones, se explicitarin las fuentes o los criterios a partir de los cuales se efectuaron. Nuevamente, el diagnéstico es la herramienta que pro- veeré la informaci6n relacionada con la poblacién objetivo. En este item se aclarard qué recorte geogrifico y/o po- blacional abarcaré la propuesta. No necesariamente todos los que constituyen la poblacién objetivo serén los benefi- ciarios' de un proye: 10 que pueden ser menos, de acuerdo con las posibilidades operativas y los recursos con que se espera contar. La caracterizacién de los beneficia- rios y los criterios de inclusi6n se detallardn més adelante. Antecedentes Ningtin proyecto parte de cero; siempre existe histo- ria al respecto, al menos en la percepcion y en la preocu- pacién de los actores locales acerca del problema. En parte ya nos referimos a esto cuando sugerimos presentar series estadisticas que evidencien la evolucién del proble- ma expresado cuantitativamente. Exponer la historia re- fleja también el hecho de que el problema constituye una necesidad sentida o bien una demanda expresada por ac- tores locales. Un problema se constituye en problema so- cial cuando asf es percibido por un conjunto significativo de actores sociales. 4. Aungue hay muchas discusiones acerca del término “beneficia- ios” para nombrar a los destinatarios/involucrados de las aeciones de tun programa o proyecto, no abundaremos en ellas. 56 r La ligica de la programacin en la formulacin de proyectos Pueden haber existido intentos previos de abordar el problema, que no lo resolvieron o sélo lo resolvieron parcialmente, puesto que subsiste. La explicacién de es- fos antecedentes contribuiré también a fundamentar la propuesta. Se aclararé cémo seri tomada en cuenta esa historia, ya sea para incorporar nuevos métodos o bien pa- ra diferenciarse de los fracasos. Es frecuente que existan problemas similares y expe- riencias de superacién exitosas en otras localizaciones que pueden ser trasladables, con las correspondientes adecua- tiones. Estos antecedentes también se explicitaran, sefia~ lando su utilidad para la accién que se propone y aclarando ademés qué adecuaciones deberén introducirse en funcién del contexto local. En la propuesta propiamente dicha se realizar una sfn- resis de todos esos antecedentes, anexando informacién adicional si fuera necesario, Propésito, objetivos y algo sobre las metas En materia de programacién, existen diversidades ter- minolégicas para denominar las aS. cosas; asi, por ejemplo, los términos “propésito “finalidad”, “ob- jetivo general” hacen referencia a aquella “situaci6n furura deseable” 0 “imagen objetivo” o “imagen horizonte” a la que aludiamos en el capitulo anterior. ‘Mis alld de las diferentes denominaciones, tanto el pro- piste como los abjetivas deben ser formulados con precision para que resulte comprensible la parte del problema plan- teado que se procura resolver. La mayor precisién en su definicidn facilitaré el proceso de evaluacién del proyecto. El propésito de un proyecto hace referencia a la solu- ci6n del problema central planteado; en nuestro ejemplo, reducir la mortalidad infantil mediante la prevencién y atencién adecuada de la diarrea en un drea geogréfica de- terminada. Olga Nirenberg, Josette Brawerman y Violeta Ruiz perfodo total de la ejecucién del proyecto, Volveremos a las metas, sobre todo a las de los beneticiarios, después de refe~ rimos a ls actividades, pues deben precisarse en funcién de étas, para poder calcular coberturas y costos por actividad. ‘Componentes Una vez que se tienen claros los objetivos, las metas y la cobertura esperada, pueden detallarse las actividades que se llevarén a cabo para aleanzar esos logros. En proyectos complejos, que requieren de diversos ti- pos de acciones simulténeas, pueden diferenciarse compo- nentes 0 grandes Iineas de accién; en el ejemplo de la mortalidad infantil por diarrea, pueden distinguirse al me- nos los siguientes componentes: © Infraestructura, construcciones y equiparientos.! + Alfabetizacién y capacitacién dé las madres de nifios me~ nores de un afio y que viven en hogares con necesi- dades bisicas insatisfechas (0 por debajo de la linea de pobreza). © Control del crecimiento y desarrollo y atencién de salud de os niias menores de un aito que viven en hogares con necesidades basicas insatisfechas (0 por debajo de la linea de pobreza). + Capacitacién de los recursos humanos de los centros, de salud, de agentes comunitarios y promotores, de los miembros del propio equipo del proyecto.’ 8, Este componente incluye la instalacin de la red de agua potable para las viviendas y las construcciones y el equipamiento de los centros de salud. Podrian existi algunas dudas sobre si este componente debie~ ra desdoblarse en dos, ya que la red domiciliaria de agua y las obras en los centros responden a diferentes esferas de devisién gubernamental 9, También existirfan dudas acerca de considerar la capacitacién (de todo tipo de actores) como un sélo componente; en el texto se la divi 60 rT La ligica de la programacién en la formulacién de proyectes * Comunicacién social para sensibilizacién de los dife- rentes actores. En general, los componentes se determinan y diferen- cian en fancién de los objetivos, de las acciones que inclu- yeny de los requerimientos de capacidades o insumos que implican, de los universos a los que se orientan, o de los mbitos decisionales a los que responden. Por ejemplo, re- sultard poco operativo colocar en un mismo componente Jas construcciones de locales y la capacitaci6n; aunque és- ta requiera contar con espacios apropiados para su concre- cién, ambos tipos de acciones necesitan personal con capacidades diferentes y se realizan en tiempos diversos y con recursos distintos. ‘Cada componente puede verse como un paquete de ac- tividades 0 subproyecto en s{ mismo, pero debe quedarcla- ra la intervinculacién o sinergia existente entre ellos, pues se orientan en forma mediata y articulada a un mismo pro- posito. En proyectos de cierta complejidad, la determinacién de los componentes condicionaré la divisién del trabajo y Ja modalidad organizativa que se adopre para la implemen- taci6n, Las actividades Una vez planteados los componentes habré que detallar las actividades correspondientes a cada uno. Utilizando el mismo ejemplo, para el objetivo/componente alfabetizar y capacitar a las madres, as actividades pueden ser: detectar y Ais en dos debido a que para alfabetizar y capacitar madres e requieren, diferentes perfiles de capacitadores y materiales didacticos que para ca- pucitar recursos humanos del sistema de salud. a Olga Nirenberg, Josette Brawerman y Violeta Ruiz des: por ejemplo, en la capacitacién, cudntos cursos o talle- res (de cuantas horas de duracién) se realizarén, cuéntos materiales didécticos se disefiardn y editardn, etcétera ‘Nos detendremos especialmente en las metas de benefi- ciarios, cuestion que a simple vista parece sencilla, pero que a medida que procuramos mayores precisiones se vuelve mas compleja, Recordemos que son escasos los proyectos, que pueden alcanzar con sus acciones a toda la poblacién objetivo, por lo que deben realizarse recortes en funcién de los recursos disponibles y establecer prioridades con ba- se en criterios de dais, riesgos 0 grados de vulnerabilidad de la poblacién escogida (el grupo donde la prevalencia del problema es mayor) ‘La determinacién de metas de beneficiarios se ve difi- cultada muchas veces por la poca claridad de las pautas es~ tablecidas en este punto por la mayorfa de las guias para la presentacién de proyectos. ‘Algunas hacen escasas distinciones mientras que otras distinguen a los bene ectos de los indirectos. Los primeros son aquellos hacia los cuales se dirigirdn las acciones programadas, y los indirectos son los que, si bien no reciben ningin tipo de prestacién"" por parte del pro- yecto, no obstante se beneficiarsn porque repercutira en de los beneficiarios directos; el resto de los integrantes de los grupos familiares de los 10 Lae de cxblecerpriorddes en eso lao cone coos de oan de le poyectso programe soals qua ret sien muy estonado por Toque shor Shula elt “ip, mimo welds lo previos deal 0 TI'S semi prezcons se sa hoy dia e los proyectos scl, pero proviene del emp santa, done los exablecmentosbrindan, tained dd emo unidads coisas y meds, qv pet Pen cas de producti (ost wien ‘Teampo socal en gnc se denoinan prestacones los bens oe Sic fue se nda a pobacon como produces de satis Selo proyectos (in Haoadas eta fen). “ r La ligica de la programacién en la formadacién de proyector nifios en riesgo de padecer diarrea y/o de las madres alfa- betizadas, asi como los demés usuarios de los centros de sa- Jud (los mayores de un afio), ya que como resultado del proyecto se prevé que contarn con sus plantas fisicas y sus equipamientos mejorados, y dispondrén de personal més capacitado. Es conveniente presentar cuantificaciones 0 esti- maciones lo més ajustadas posible en el caso de los bene- ficiarios directos, y tal vez menos exigentes en el de los, beneficiarios indirectos." Como se aclaré antes, el cociente entre los beneficiatios directos y la poblacién objetivo arroja las metas de cobertu- “ional que se propone alcanzar el proyecto con sus es. Por otra parte, hay actividades con destinatarios inter medios o instrumentales (por ejemplo, en proyectos destinados a nifios y adolescentes suele incluirse la sensi- bilizacién y capacitacién de miembros de las familias y de otros adultos pertenecientes a organizaciones sectoriales, ode la comunidad), otras actividades tienen destinatarios difusos 0 no del todo individualizables (en particular las de indole comunicacional) y también pueden existir su- perposiciones parciales 0 totales de los beneficiarios en diversas actividades dentro de un mismo proyecto, por lo cual deberdn efectuarse depuraciones de las eventuales nes entre las diferentes actividades para iarios cubiertos por el proyecto como un todo. También es necesario prever la cantidad de beneficiarios que se espera cubrir con ca- davuna de las acciones, para dimensionar los distintos re- cursos sobre bases mis ciertas y para el cileulo de sus, costos. 12. La cuantificacin y earacterizacin de los beneficiarios indirec- tos permite agregar precisiones al dimensionamiento de los efectos que se los eriterios que se utlizan para ese célculo, 65 Olga Nirenberg, Josete Brawerman y Violeta Ruiz ‘Ejemplos de aportes locales no monetarios Recursos humanos que aportan trabajo volunturio, profesio- provinciales 0 m Uso de equipamientos locales propios, alqulados 0 cedidos en ccomodato o préstamo para utilizar en actividades del pro- yecto, Los criterios para las valorizaciones de los aportes no monetarios pueden ser, por ejemplo, el valor del alqui les, el salario por hora de una ocupacién si realizan los recursos humanos voluntarios, el valor de mer- cado de los medicamentos donados, etcétera; esos critetios itaran en la mencionada base de edleulo. En cuanto a los otros aportes locales monetarios, 2 veces denomina- dos recursos genuinos, pueden provenir de cuotas de asocia- dos, donaciones de dinero por parte de empresas 0 pai \gresos por venta de bienes o servicios aran- celados por el propio proyecto, por ferias o festivales, ct- cétera. ‘Cuando los proyectos son financiados por varias agen- cias que solicitan reportes financieros por separado, el pre~ supuesto y los ulteriores informes de su ejecucién deben petmitir diferenciar esas distintas fuentes. Hemos encontrado resistencias, sobre todo por parte de algunas organizaciones de la sociedad civil, a detallar y 0 La ligica de la programaciéin en la formeulacién de proyectos valorizar los aportes locales tanto en la formulacién como en las ulteriores rendiciones presupuestarias. La razén aducida es que ese requerimiento seria una imposicién 0 forma inadecuada de intromisién de las agencias financia- doras en cuestiones propias de las organizaciones. Por el contrario, consideramos que detallarlos contribuye a la transparencia y favorece la autoestima organizacional, ya que permite mostrar a los financiadores, a los destinatarios yal resto de la sociedad la importancia de los esfuerzos lo- cales en relacién con las donaciones o subsidios, que pier- den asf su cardcter exclusivo. Owra raz6n importante que justifica el detalle de esos otros fondos, en efectivo y valo- rizados, es que permiten calcular con més exactitud los costos reales de las actividades. Previendo la cuestién de la sustentabilidad, sobre todo en su sentido econdmico, es deseable que el presupuesto muestre una curva decreciente de los aportes solicitados a la instancia financiadora y creciente de los otros aportes a lo largo del periodo completo de ejecucién, Hay guias de formulacién que asf lo estipulan; por ejemplo, para un pro- yecto previsto por un periodo de tres afios, en el primero los aportes de la donacién (0 préstamo) pueden ser del 90% y 10% los de contraparte local; en el segundo, 70% y 30%, y en el tiktimo aio, 50% y 50%. Una vez aprobado el proyecto, para la ejecucién presu- puestaria habré que guiarse por el programa operativo de cada periodo y el consecuente cronograma de ejecucién detallada, de modo de calcular el flujo financiero en forma mensual y poder contar con disponibilidad de dinero que permita ir afrontando los gastos en forma oportuna, evi- tando riesgos de obstaculizar la ejecucién por demoras ad- ministrativas o financieras. m Olga Nirenberg, Josette Brawerman y Violeta Ruiz: tiempos y los recursos (humanos, materiales y financieros) requeridos para Ilevarla a cabo. Insistimos en esta cuestin pues es muy comiin que los proyectos sociales no prevean la evaluacién como actividad en la formulacién y Inego se encuentran sin los recursos necesarios para realizarla. Diseminacién y difusion Las agencias gubernamentales y las de cooperacién sue~ len estar interesadas tanto en el éxito local de los proyectos como en la transferencia y replicacién de las experiencias en otros contextos. Por lo tanto, la propuesta debers explicitar las acciones de conceptualizacién y sistematizaci6n, asi co- mo las de difusién y diseminacién que se llevarin a cabo acerca de la experiencia desarrollada. Por otra parte, las actividades comunicacionales y de di- fusién se vinculan con la transparencia de las gestiones y con la posibilidad de concitar adhesiones por parte de los diferentes actores, es decir, con la cuestién més general de la construccién de viabilidad. Por ello es aconsejable acla- rar c6mo la comunicacién y la difusién contribuirén a la sustentabilidad de los procesos incorporados por el pro- yecto cuando el periodo subsidiado finalice. Viabilidad y riesgos del proyecto En el capitulo anterior se dieron precisiones acerca del concepto de viabilidad en sus aristas politicas, sociales y técnicas, asi como de los diferentes momentos de la ges- tién de un proyecto en que debe ser considerada. Se expli- carn las estrategias previstas para dotar de viabilidad inicial a la propuesta, para su implantaci6n, para su conse- cucién de acuerdo con lo programado y para su finaliza~ ci6n en términos sustentables. “ La ligica de la programacién en la fermulacién de proyectos Es importante identificar los riesgos posibles y la mane- ra en que se espera sortearlos. Los riesgos son aquellas cuestiones que pueden influir en los procesos del proyecto yy obstaculizar el logro de sus fines, pero cuyo control esté por fuera del dominio de sus ejecutores. Aun asf es posible plantear algunas estrategias que, aunque no permitan evi- tarlos del todo, procuren morigerarlos, Para citar un ejemplo, es frecuente que las autoridades politicas que respaldan 0 adhieren a una propuesta finalicen su gestion durante el periodo previsto para la ejecucién; en esos casos se debe explicitar la manera en que se procurard la sensibilizaci6n, Ja adhesin y el compromiso de las autoridades que even- tualmente sucedan a las iniciales,” de modo que no se per- judique la continuidad de las acciones del proyecto. En algunas localizaciones donde el problema de la violencia 0 la delincuencia es grave, es conveniente aclarar los meca~ nismos por los que se intentarén proteger los bienes 0 equipos a incorporar, probablemente mediante acuerdos establecidos con las fuerzas de seguridad locales. Algunas agencias de cooperacién solicitan adjuntar ava- leso cartas de adhesin a las propuestas por parte de actores significativos y autoridades gubernamentales o institucio- nales locales, para corroborar asi su viabilidad politica. Se explicitars, ademas, la estrategia general o los meca- nismos para asegurar la sustentabilidad o instivucionaliza- cién de las acciones una vez que finalice el perfodo de vigencia del subsidio o donaci6n. 17. Por ejemplo, en el caso de proyectos locales, en el marco de mu~ nicipios o provincias (estados) pueden llevarse a eabo reuniones con los candidatos de los principales partidos politicos para su informacin y sensibilizacién acerca de las caracterstieas del proyecto, en procura de sus adhesiones. Josette Brawerman, Olga Nirenberg y Violeta Ruiz Le ligica de la programaciin en la formulacin de proyectos 1. POR QUE PLANIFICAR/PROGRAMAR? Ml. LOS CONTENIDOS DE LA FORMULACION DE UN PROYECTO Problema/s que procura resolver = para qué reall ariel proyecto, r | SITUACION INICIAL QUE RESULTA i tres rid op INSATISFACTORIA | | SITUACION DESEABLE/FUTURA | ‘Magnitud y relevancia del problema: guises y IMAGEN OBJETIVO - ADONDE SE DESEA ARRIBAR ‘Mapeo de actores (que pueden contribuirw oponerse) yy recursos disponibles Vineland problems ye mod propos pu reoluién, con sine poles de la intane 1, QUE ES PLANIFICAR/PROGRAMAR? Pertinencia | ques sac spoyo. vyantecedentes a del problema en el propio contesto 0 en * Pensar en un fururo deseable, en una situacin que se aspiraaleanzar ‘Format prevas de abordalo Prever una serie de aeciones y organizar los pasos 2 aleanaar un fin | Wenifcar los recursos necesarios para realizar las acciones ‘Objetivos | Qué se propone cumplir en términos ymets | cuantiativas yen funcion de los dempos Prever e6mo evalua proceso y resultados Beneficiatios [ES UN PROCESO CONTINUO QUE SE REALIZA ANTES Y DURANTE LA EJECUCION DE ACTIVIDADES Componentes ‘Modalidad deintervencién | Atributos de la gest: integralidad, partcipacén, | gestion ascitva, trabajo en red "8 0 CAPITULO 3 a irc 3 El diagnéstico: algo mas que una herramienta para la programacién y Ia evaluacion El principal objetivo de un diagnéstico es brindar un mejor conocimiento acerca de los problemas que se pre- tenden solucionar 0 aliviar con la ejecucién de los progra- mas 0 proyectos sociales, dando informacién confable sobre su magnitud y caracteristicas, asf como sobre los fac tores que influyen en tales problemas en los contextos con- cretos. Su utilidad principal, por ende, es justificar y fandamentar las acciones programadas, asi como también focalizarlas y dimensionarlas mejor. Antes de encarar un proyecto, tanto los téenicos y pro- fesionales del campo social como los propios pobladores que padecen los problemas, tienen hipétesis acerca de c5- mo funciona una determinada realidad, en particular en relacién con el tema de preocupacién do porta cudl sea éste; tienen una idea aproxi cules son los déficit y requerimientos y cules son las for~ talezas u oportunidades. Ese conocimiento puede provenir de diferentes fuentes: por vivir en el lugar, por conocer la historia o formar parte de la situacién a i estar fami i i6 , Por expe- iencias y aprendizajes de otros proyectos similares realiza- dos, entre otras. El diagnéstico serviré para corregir, 8 Olga Nirenberg, Josette Brawerman y Violeta Ruiz en cudnto se ha modificado la situacién inicial, lo que permitird cambiar rumbos de accién o bien ratificarlos. evaluaci6n final servird para contrastar la situacién. egada con la del punto de partida, para poder sacar conelusiones acerca de la eficacia del proyecto y de la metodologia de trabajo adoptada con el fin de aliviar 0 solucionar el problema al que se orientaron las acciones. Sintetizando, asi como antes afirmamos que es el pri- mer paso del proceso de planificacién/programacién, aho- ta podemos agregar que el diagnéstico es también el primer paso del proceso de evaluacién continua; tanto es asi que muchos lo denominan evaluacién diagndstica, lo que 1 esta lejos de ser una denominacién correcta, ya que im- plica recoger informacién segtin un esquema pautado, pa- a analizarla y compararla con estindares deseables y factibles y asf valorar la realidad a la cual se refiere en términos de su adecuacién 0 no a dichos pardmetros; y fi- nalmente, aporta ala toma de decisiones acerca de las ac- ciones programiticas requeridas para revertir aquellos aspectos con los que hay disconformidad. Si se compara este proceso con nuestra definicién de evaluacién, conch remos que es correcto decir que el diagnéstico es también tuna actividad evaluativa. ‘Volvemos a comprobar entre la planificacién y la evaluacién; sin duda el diagnés- tico constituye uno de esos momentos de interseccién, da- da su doble utilidad para fundamentar las hipétesis y las acciones propuestas y por su contribucién al pardmetro comparativo requerido para el proceso evaluativo, En particular, para evaluar la cobertura o el alcance de tun proyecto © programa es importante contar con infor- macién, lo mas precisa posible, sobre la poblacién que en- frenta el problema en el territorio considerado (la poblacién objetivo o los beneficiarios potenciales); eso per~ mitird tener denominadores ajustados, bisicos, para poder medi y apreciar si las acciones del programa/proyecto han les intersecciones 85 EL diagnéstco: algo mas que una berramienta alcanzado a una proporcién significativa de la poblacién afectada? En el caso de programas complejos, que contienen pro- yectos en diversas localizaciones, es conveniente pautar el iagnéstico para todos por igual para poder establecer comparaciones también entre proyectos; por otra parte, la consolidacién de todos esos diagnésticos contribuiré construccidn de la linea de base del programa respect ‘Como veremos a continuacién, cuando se realiza parti- cipativamente, incluyendo los saberes y puntos de vista de actores diferentes, y en especial de la propia poblacién afec- a, el diagnéstico trasciende los objetivos de fundamentar lasacciones de un programa y de brindar elementos bisicos para diferentes pasos evaluativos. Ademés permite iniciar la construccién de un escenario donde interaceian dist actores sociales, un espacio de de articulacién y de negociacién, un ambito para el apren- dizaje social de todos los participantes y un espacio de oportunidad para el protagonismo de los actores sociales, que luego serin involucrados en los proyectos. Es en s{ mis~ mo una prictica demoerética de rel: tird imbuir de ese cardcter al ulterior proyecto. Hemos visto, en proyectos locales para adolescentes,' que la reali- 2, Una discusién aparte mereceria el tema de las metas de cobertu con escasas ambiciones de cobertura aunque altas expectativas de repica~ Said poner so, clo so programas mai, de pore de que procuran alus coberturss. 3. Véase el capil 4, Hacemos referencia al proyecto de Salud Integral de los Jévenes de San Pedro, donde las tres autoras trabsjaron, relizado entre 1992 y 1995 en la ciudad de San Pedro, provincia de Buenos Aires, llevado a abo por el Centro de Apoyo al Desarrollo Local con la ayuda financie~ 1a de la Fundacién W. K. Kellogg. 7 Olga Nirenberg, Josette Brawwerman y Violeta Ruiz: participativo, que se realiza en un 4mbito territorial defini- do, barrial, de un conjunto de barrios, municipal o también provincial Se requiere transitar un proceso gradual ¢ interactivo, donde diversos actores sociales (incluidos los beneficiarios potenciales de las acciones) brindan, recogen, recopilan, discuten y analizan la informacién necesaria. Como ya se adelanté, ese proceso tendré efectos de sig- nificativa importancia, como los siguientes: * Los actores que intervienen en su elaboraci6n se mos- trarin mis interesados y comprometidos en el posterior proceso de ejecucién de las actividades, brindando ast viabilidad al proyecto/programa. * Los programas se enriquecen por la informa conocimiento y la experiencia de un naimero. tante de personas involucradas. Tienen, por lo tan- to, mayor probabilidad de correspondencia con las necesidades reales de la poblacién. * Cuando se sustituye la pasividad por la participa- ci6n, se da a los actores intervinientes la oportunidad de ampliar sus conocimientos y perfeccionar sus competencias. En este sentido se afirma que es un espacio de aprendizaje Se espera que el diagnéstico permita establecer los nu- dos mas probleméticos que se presentan en el émbito local en relacién con la situacién a que el proyecto alude. Si bien se debe reunir y analizar la informacién estadis- tica y documental existente a nivel local, también serd rele- vante contar con informacién primaria, Esta se podré recoger mediante diversas tScnicas, por ejemplo: através de talleres 0 grupos focales que se realizar con los beneficia- rios potenciales, actores significativos e informantes califi- cados, que permitan dar cuenta de las condiciones de riesgo 0 dafio de la poblacién objetivo, de las respuestas existentes 0 EL diagn algo mds que wna herramienta para resolver esas situaciones por parte de instituciones gu- bernamentales o no gubernamentales, de las oportunidades y fortalezas locales en relacién con la problemitica analiza- da, y de los intereses, preocupaciones y demandas de esa poblacién. Se recomienda el uso de otras técnicas 4 como pequefias encuestas, entrevistas semiestructuradas, cuestionarios autoadministrables, censos barriales, etcétera, que permitan obtener informacién en poco tiempo y aho- rrar esfuerzo en su recolecci6n. Salvo excepciones, en gene ral no se buscard representatividad en términos estadisticos cuando se recoja informacién primaria, sino que se procu- rard preservar el rigor, por ejemplo, a través de la deteccién de informantes reconocidos y confiables y mediante el con- traste o triangulacién entre diversas fuentes que permitan arribar a sintesis y conclusiones basadas en evidencias. Se consideran das momentos bisicos en la elaboracién de un diagnéstico local participativo: * El primero, de carécter intersectorial y multidisci- levado a cabo por los profesionsles y técnicos, quienes recopilan y analizan la informacion existente y accesible (del propio sector referido ala te- mitica en cuestin y de otros que se orientan a la misma poblacién objetivo en temiticas afines). + El segundo, consistente en la busqueda de informa- cién primaria y complementaria de la anterior, es de carécter _multiactoral, inclusivo de los diferentes puntos de vista acerca de la temiética, especialmente de los pobladores, miembros de organi base y beneficiarios potenciales, con la a las mencionadas técnica, tendientes a la identifica- ci6n, caracterizacién y priorizacién de problemas, asi como al establecimiento de acuerdos prelimina- res sobre las estrategias de solucién para la ulterior claboracién de programas provinciales y/o locales que cuenten con suficiente legitimidad. a1 Olga Nirenberg, Josette Brawerman y Violeta Ruiz: + Situacign labora de los mayores de 14 aos “ Adolescentes en situacign de calle / menorestrabajdores. les valores y modelos, participacin politica, = Pautas de comportamiento = Uso del tiempo libre. = Proferencis ¢ intereses, by Recursos institucionales y programas orientados a los adoles- centes y j6venes por m yzonas. * Establecimientos de salud del primer nivel de atencién (cantidad, dependencias y distribucién segin municipios u otros erterios eras para adolescents (uhicadas en los estable- ‘imientos de salud 0 no), sein dependencia y ubicacin geogréfica, ecimientos educativos segin nivel y dependencia (cantidad y ea de Adolescencia/Juventud en el sector guberns- id. Dependencia. Programa de actividades. Tareas ibucién presupuestara. + Exiscencia de otras éreas o programas gubemamentales orientados alos adolescentesy jvenes segin vemaicas, éreas de coberura y dependencia + OSC con actividades que se orientan ala poblacién objetivo segin tematicas de trabajo y reas de cobertura. * Se hace referencia aqui alinstrumento dseBado por el Area de S los/as Adolescents del Miniserio de Salud de la Argent ‘specfcas que pueden huberse efecrusdoloealments EL dingnéstico: algo mas que una herramienta El segundo momento: construccién de un espacio multiactoral técnico que redacte el documento base se res- aré también por la construccién de un espacio ‘multiactoral para la participacién, donde los dos primeros pasos son la identificacién de los actores relevantes (me- diante un mapeo preliminar de actores) y su convocetoria para la realizaci6n del diagnéstico. -Fjemplo de actores a conmocar para un diagnéstico sobre adolescenia, enadores deportes. es de Sres y programas gubernamentales (provincs- fe + Docentesoinvestigadores del + Lideres juveniles. Se les entregars el documento base con suficiente ante- lacién a la realizacién del encuentro 0 ara que pue- dan leerlo previamente, aunque el cumplimiento de esa consigna serd tal vez escaso y de diferente aleance segtin el tipo de actores, por lo cual deberd destinars? un tempo para la lectura compartida y la nivelacién de su compren- si6n entre los participantes que concurran al encuentro 0 9 Olga Nirenberg, Josette Brawerman y Violeta Ruiz, El diagnéstco: algo més que una herramienta ‘mayor seguridad y riqueza a la informacién que se vuelque en el diagnéstico. Para completarlo, se podran realizar también entrevistas pautadas a informantes clave que no se hubieran incluido en los talleres. Es conveniente realizar ademés el mapeo de recursary ac- tores que en forma preliminar se comenz6 al momento de realizar la convocatoria. Para ello se aplicarin diversas téc- nicas, como censos participativos o pequefias encuestas, {que permitan identificar los recursos locales, instituciona- Jes y humanos que puedan ser utiles para el establecimien- to de coordinaciones o articulaciones durante el desarrol n. Ese mapeo debe referirse con precision 1 y poblacional que se pretende cubrir (an barrio 0 un conjunto de ellos, un mut excétera), sin dejar de considerar la relevancia de sus problemas en el marco de unidades territoriales mayores (municipio o pro- vincia, segiin el caso). vez.cumplidos los pasos anteriores, el equipo técni- co elaboraré un nuevo documento, que luego de redactado ser sometido a la revisidn y ajuste por parte de los actores convocados. Recién entonces, ese equipo técnico estard en condiciones de formular un programa provincial y/o local que también serd puesto a consideracién del grupo o comi- x multiactoral ‘Cumplidos los objetivos de diagnéstico y formulacién del programa, los integrantes de ese espacio pueden cam- biar sus funciones para convertirse en una instancia de ase~ soramiento, consulta y seguimiento semiexterno de las acciones de Sin duda, la principal diferencia entre los diagndsticos participativos y los tradicionales es quién los realiza; el pa~ so participative propiamente dicho (cuando intervienen los actores no téonicas, particularmente los pobladores y los beneficiarios potenciales) es el segundo, pero ya en el pri- mer momento se establecen los lazos intersectoriales entre técnicos de diferentes areas 0 disciplinas, lo cual también 98 ‘marca una diferencia con las formas tradicionales de hacer diagnésticos, més nitidamente externas y escasamente multidisciplinarias La experiencia indica que el proceso puede interram- pirse al cumplir el primer momento y que el documento base se constituya en el diagnéstico definitivo, utilizado para la formulacién del programa o proyecto. Ello sera mejor que no tener diagnéstico en absoluto o tener uno formulado por un técnico en soledad, con informacién de escasa diversificacién y/o actualizacién. Por otra pi cuando se ponga en marcha el programa, siempre se esta- 4 tiempo de llevar adelante el segundo momento, cons- situyéndose ésa en una forma posible de convocatoria a las, actores para que se incorporen a las actividades. Por tiltimo, debemos relativizar la secuencialidad real de los dos momentos planteados, aunque es importante los por sus caracteristicas y productos principa- les, Es claro que puede haber variantes, de acuerdo con las, posibilidades o conveniencias concretas de cada caso parti- cular. Por ejemplo, los integrantes técnicos de un érea u organizacién determinada pueden elaborar el documento base para que, en un segundo paso, se desarrolle un version definitiva mediante la tarea conjunta de los técnicos de otros sectores o disciplinas y de los actores de la sociedad civil. También hemos conocido casos en los que se inclu- yeron en el proceso intercambios de informacién y consul- tas por via electronica. Aqui intentamos plasmar las lecciones aprendidas a partir de ciertas experiencias reali- zadas que podrin servir como matriz.generadora de diver- sas formas de encarar los procesos patticipativos para formular diagnésticos confiables, 9

You might also like