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Serie Historia y Grafia, 4 UNIVERSIDAD InEROAMERICANA Bernal Diaz del Castillo: verdad romanesca y verdad historiografica Alfonso Mendiola UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA | DEPARTAMENTO DE HISTORIA BOR tn sa UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA, BIBLIOTECA FRANCISCO XAVIER CLAVIGERO CENTRO DE INFORMACION ACADEMICA 1 Diz del Castilo : verdad romanesea y verdad / Alfonso Mendiola, ~ 2a. ed. corr. y aum, 1. Diaz del Castil verdadera de la Conqu Historia - Histori 4, Historiadoms » Bernal, 1496-1584. Historia F 1224 / Mas / __ ISBN 968-859-220-X ESTE LIBRO NO DEBE SALIR DELA BIBLIOTECA Impreso y hecho en México Printed aird made it Mexico Indice 146385 {Que Fs La strona EN LA Ebap Maia? Que entiende la historiogratia actual por Edad Media? Bs Caracteriza 3 La funci6n ina Edad Media? 9 2 43 31 61 o n » 1 0 APROUMACION A LA RECEPCION 06 1s HsTOR1A VERDADERA DURANTE Ht siGLo 0 * Bl acto de fer: del textoa sus lectores 0 laters interpretada desde el horizonte de expectativas de’ Bibliografe 109 115 n9 121 123 tet 162 165 169 Prologo raciéndelaobraqueantece. El presente argumento ros introduce esta-vez-no-@ ten ambigiiedad més, sino a un problema de deontologia. Si el pro- loguista estuvo tan cerca deese proceso, surge inmetiatamente a preguntade saber siese yo exer prilego acta dbr. Nose debe 10/ Guy Rozat dis en cierta medias su voto de confianza. Lo que es algo digno de tomar ent consideraciin tratindose de un texto de investi a pesar de les dificultades de haber ‘yibuerrida tarea de: Por otra parte, la obra de Alfonso Mendiola que presentar tampoco es dificil; aunque se pueda considerar xjo importante, no pertenece al género ista deberfa al para una obra imaer fruto impreso de un Jor desde la antropologéa y la fils foda obra porta Tos estign uestralashuellasdeladificull reinaba algo que se aut las menosomasdogmat 0, con sus diferentes 1 eseentonees, la obrade Marx Hegel y a la de los cldsicos de la filosofta pol ra To llevda cuestionar In naturaleza de ese anthropos tidad del homo Eneseentonces los lems de laensefianzaen lata eran: antropologia al servicio del puello” y “por una antropologia com: promelida”, Asi que el joven maestro desechando el camino estéril ‘que escogian muchos a fin de excontrar ef paradigma misterioso insmutacionde una antropologia denunciada day revolucionaria, el fundanento filosé dedic6 susesfuerzos fico del acto antropolégivo. Y eneste cami 1 que éstos, hace vein- te aios, eran producto de una préctice tolalmen vreditada daciones. grotescas y an, y que subs erudicién y su dlialéctica eran de tal magn: tos marxistas trasnochados ya no se atreviant a molestarlo, Porque probabl iisterio de un libro como {Cémo pudo enraizarse en un lugar donde, en nombre del in — se negaba toda hitoricidad concreta? ‘A pesar de las reiteraciones de Pierre Vilary no obstante las iplesteimpresionesde us Hamadosa una historiografia mar~ aistn, esevidentequeésta jamspudo constituirse, ysihay algunos iteresantesy que hoy sobrevi- historiogréfico de la 6poce. Por desgracia, el credo en general para esconder unas sencillas y lanas priicticas posi- tivistas, y una vez resquebrajido por el tiempo ese fino barniz, toriadores decimononicos. En la mayo- 12 J Guy Rozat inea, la referencia a Marx no le un nuevo paradi cer al lector —tarnbién obligatoria junto del aparato universitario, la legitimidad ret6rica de la investigacién presentada. La mayoria de estas suppuestas posiciones mu istas sebase- iento muy sumario dela obra det grars ancestro. ipre producidas como formas etéricas moral es lo que pequerio burgués. Y és explica el afin ing miento auténtico de Marx, menos algunos, modestos, que se daban cuenta de la di pensamniento verdadero del padre; se mul perioso de encontrar por dirigir por el buen camino de la lucha de clases, a Ia eminente e imposter gable revolucién. ELespecticilo que daban los grupos de alunnos y profesores jentos quea veces suscitaba Ia luchapai jentador sobre ‘muchos alunnos que —aunque pocts veces Io expresaban clara- merite— se encarinaban a rechazar todo discurso marxiska y las posluras politicas “progresistas” de tas cuales los marxistas se habian apropiado. Otros intentaron, frentealas m gonicas, desarrollar una post leespecta ual deestéril queladelos jan cansados 0 hastindos. ‘imo de algunas obras de Marx fica, a vision reflexiva y creadora Préogo | 13 Lo que podta molestar a alguien de origen popular y en sintonia con las ideas democraticas dela épeca era esa voluntad de todoxia leninista de gjercer el morio~ Una manera de escaper a Is aque cada maestrooulum- os grupos marxistas de li polio de las ideas progr: presiones “ortodaxizantes” ter tno tuviera qué escoger de manera obligatoria una membresinen el conjunto de posiciones revolucionarias en oferta permanent. fue la de la investigacién intelectual perse '3¢ frntaba, qurese leyera a Marx, pero no comoa un profeta, sfo de la modernidad, un pensador de la lad de que no habia antagonisma entre fadenuedodifeil, laces fruncesas y ps cia al estudio de los pensadores de la filosefia and all of them. heterodoxia marxist: 14 / Guy Rozat tropologta burgwesa, tal aparatas de Estado det las eonfusiones y mé con que élounaantropologia ie— podia ofrecer um camino hacia cas Febricas para la antropologia mexicana, El lugar Prélogo | 18 Estosjévenes estudiosos entendercémalaantro- sélo para gobern esos barbaros que Occidente nutriven su as canpesinas sin tierra, artesanos demoledores de ‘mdqiuinas, proletarios enfurecidas por su nueva existoncia enaje- vjeres nities, locos, desviados sexuales... todos fueron los opologia ales cotonizados, de Iejanas y ext aos nuevos relos sociales as Lair deca 1s desfiguradores de las arti- inthropos que construye y e mnilo de la modernidad, Heoaba al encuentro fe dora, y ese camino es tan formacién, se fuero npo completo en I c investigacién ode en interesd e Guy Rozit la excuela de Constanza —llamada “de la recepcién estética”—, conacida por los textos de H. R. presentada por Starobin 10 tanto porque ‘encontrara, por fin, “la neta”, foqueestaescuela ellos habian legado (50 he les que aprenden. Aparecia cla- ramente que el camiino recorrido por Alforiso Mendiola y algunos desus pares, no eravano, Laposteriorpublicaciénen espaiiol delos acto de le rictiens de ta versién francesa jembros mas ervii “pepena” semanal, en las esca Prlogo | 1 No sé si este prélogo ayudar Io he confundido con la enumeraciGn de las lecturas que han rmarcado la formaciém y el desarvollode lareflexi6n delautor, pero tonsidero que el apretado recorrida de la formacién intel ‘Aljonso Mendiola. es importante para que se entieda lo que ‘onde este pequero gran libro. Quisiera que el lector se dé fenta de todo lo que hay detvés de este intento de presentar una wevn lecturade la obrade Bernal [az del Castillo. Noes slo una erprotacid que la de quienes lo h retaciones de Bern para una miizva nueva lecture mera etic jpuedo menos que esperar que esta segunda apidamente y conforte los intentes de renovacién historiografica en curso en este pais. Guy Rozat. Introduccion tal que he perseguido en esta investigacion erdadera «su mundo: ‘propésito tiene como raz61 dores pueden dar a Ic fa de We interlocutor prinia de informacién que da al Ps gqué vari Spoca a otra? y muchas otras teriores. con respecto a la intencién ‘ia parte del proyecto global Ins siguientes partes: 1) la riogriifico al que pertenece Ia udio decémo y para qué se época; 2) una investigacién socialdgica del esc) la reconstruciOn medi ‘verdui romanesea | 24 undo, “La elaboracién de mi saentonces la obtencién del hori- festiones que se nas plantean cara El que omita este desplazarse al horizonte historico desde el que habla la tradicién estard abocado a malentendidos respecto al significado de los contenidos de aquclla”* 2. De Roman Ingarden retono el concepto deconcretizacién Roman Ingarden entiende cado del texto. Toda 2 / Alfonse Mendiola Eneste trabsjo solamente hedesarrollado el primer punto, y espero Ids adelante continua com los demds. que me han servido de guia en la de la teoria hermenéutica de la recepcién es sepostula como unac Hanis-GeorgGadamer, esencialmente dea obra liter arden, Los dos representantes mas conovidos de Tat ins Robert Jauss y Wolfgang Iser todoldgicas, expuestode mane- tomoel conerpto dee lo sigitiente:que toda compren nobr negar la prop histérico-efectual es un momento de la realizac sin, y [oo] epera yan la obtencisn de Ia pregunta correcta” situacion de mi horizonte debo decir, que desde la situacion de comprension abrirme al horizonte del objeto estudiado. Es en abandonar mii "De lar machasobras publiendas siguientes: Diciich 1p) Eo bused texto. Ter dl ror Iter, is de haber mostrade muy restemiderent ssalconten 5 Ta esa conconss histriea”. Ibid, 9.371 2 / Alfonso Mendiola reconstruye el horizonte de expectations de Ia historiografia de los siglos xvi yee bajo los cuales se escribi6 y leyo de manera originaria la obra bernaldiana, y la segunda analiza las lecturas que se han hecho en el siglo xx de la Historia verdadera para contrastarlas con la lecticra que posibilita el horizonte de expecta- tivas reconstruido en la ra parte, De esta manera se quiere pitulos, donde el ‘Diaz—lomismo wlilizo tos trabajos que durant le echo sobre In historia de la Edad Media, y 1a nucva imagen de esa época. Y ésta ha desvanecido la que tradicionalmente se ha tenido del Renacimiento. Los otros sie~ te apartades se concent era escribir sros de historia en la sociedad m iuesta por cuatro cap idas q Debo mencione tosen francés quemparccen alo Bernal Diaz dl Ci enese momento no se pudo hacer. Yet otro, un apéndice en donde realizo un balance de Ia historia de'este libro. verdad romanesen | 2 4 | I {QUE ES LA HISTORIA EN LA Epap Mep1a? 1 {Qué entiende la historiografia actual por Edad Media? Hace algunas decenas de afios que el término Edad Media se ba adores masunestorboqueunaayuda. Yesto ee causas en el sentido originario con que naci6 la palabra, no ha logrado desprenderse dela intenciinpeyorativa con 1a ha determinado, de una mane’ toriadores se han hecho En la actualidad éstos ya encia ant pues la wcordarnos que muy periodo temporal q) actitud de indi das sus formas, ha ‘ose dejaa hhumana.! Para el hombre ria nada que pudi ‘nos hizo creernos el mito nuestra verdadera dime! tender que vivimos en el lenguaje y 2% J Alfonso Mendiola La reflexién que vamos a seguir para campo ldgico-seméntico di su significado. Cada una de estas etapas expresa la comprension ue tenia de si misma una colectividad en relacién consu pasado y con su futuro. Podemos decir que toda periodizacién encuentra suverdad osu raz6nde sercuandose relaciona conlasil sino formas objetivantes distintas.’ Dado que el me actual ya no encuentra sostenible la vision dorada u escura del medievo—formas objetivantes que ya no loexpresan—seha en la necesidad de revisar la histotia de la palabra para de forma construir una Edad Media que esté mas de acuerdo con sit situacién, La expresion Edad Mai pasado por tres etapas anteriores queso yel Romai tres momentos, lo que ha permitido descubrit, Goff, “olra Edad Media” El Grmino Edad Media nace para despreciar una etapa de la ia humana, la cual se considera como un periodo de estan- camiento y atraso en la evolucién de la cultura. Como eseribe con justeza Bernard Guence: “La Edad Media nacié del desprecio esto se convirtié en un lugar comin, tanto en Frank inguir en la historia de las letras y las a endor romano y el del renacimiento, un’ ignorancia y de oscuridad, que no era mas que un unoentre-dos” *Este primerestrato ds ado del 10 fue acuftado durante el Renacimi revela la papel en ef desarrollo de las artes. Los artistas que es, por supu empiczanlasdi Bernal Diaz det Cuestillo: verdad romanesca | 29 valoracién negativa, por otro, el petiodo temporal que se le atribuye es inmenso: de la caida del Imperio romano —altimo estado de creacién artistica— al inicio del Renacimiento —mo- ‘mento en el que supuestamente se recupera la tradicin greco- tas dos dificultades nacieron con él y parece que di- luminosas de Una de las dificultades, como dijimos antes, con que se ista actual, deriva del nacimientodel término, | periodo temporal al quese refiere con Edad Media es sumamente extenso —mis de diez siglos—, por lo que _medievalista sabe actualmente que la Edad Media jams existio, y menos atin el espiritu medieval. ;Quién sonaria atin en poner en el mismo saco a los hombres y a las instituciones del siglo vu, del nay del xn EI Renacimiento crea el primer significado de la Edad Me- dia, ef cual de una manera tal vez matizada se conserva hasta la actualidad. Desde ese momento, por medievo se entenderd: mun- do de la oscuridad, época en la que se olvida lo alcanzado por et espiritu grecolatino y lugar de intermedio cuya tinica funci6n fue la deservirde bisagra entre dos momentos de la historia humana. ‘Aqui surge la primera imagen que se va a tener de la civilizas medieval: época de 1 que, enmarcados por la Ilustracion y la Revolucion radicalizan ain més. La Edad Media, en la época trada,se convierteensinénimode feudalismo—se utiliza para caracterizar al Antiguo Régimen— y se le hace responsable de anterior es suficiente on Revoluci6n francesa’ detestar y rechazar todo nacié del desprecio y crecié cor ble de Ia historia, pero al despreci el de atraso técnico, es decir, se le catalog6 como una sociedad Mb pA a 1d dal libra de Robert Bouteush pm. 30 / Alfonso Mendiola fica. Parece ser que la idea de lomedieval puedecontener (0. El siglo xvut la pensar a partir de las. progreso contra antiprogreso, igualdad intra monarquia,anar- quia contra orde Un acercamiento ripido a la evolucién del término Edad Media, del Renacimiento a la Tustracién, resulta muy enganoso, Pues pareciera que no hay sentido de una etapa aotma. Pero no esas jo los cuales se Hama “las artes y las mientras que la th haciendo a partir de la ciencia y la técnica, 0 mejor dicho, de la ciencia aplicada al me- joramiento de las artes mecanicas. Lo que el quuttroc por arte esel clasicismo de la Antigiiedad: las obras grecolatinas. Y por supuesto, desde ese modelo estético lo medieval les parece algo barbaro. Segundo, los sujetos que periodizan son totalmente intos. De un la anos, y del otro, a un nuevo tipo de hombres de letras que empieza a diferenciarse de la vida cortesana. Ademés las realidades sociales que estan viviendocada tunos de estos grupos son totalmente distintas: Ios primeros, el ‘origen del Estado abso ossegundos, laimpugnacié Para los renacentistas nundo del arte, y para los ‘aa ser a partir del romanticismo cuando la Edad Media empiece a ser valorada po inte. De ser repre: manera negativa —oscurantismo, barbai Pues hay que recordar que del proyecto ilustrido, lizacin —el univer- sal abstraco— el romanticismo opondré el de la cultura —el universal concreto—, De esta manera podemos entender por qué 1n este momento cuando se comunidad, magen puesto pe ideal de progreso del mundomoderno, Bernal Diusdel Castillo: verdad romanesca | 31 Esdecir, queelromanticismo noes una critica radical del proyecto strado, porque no va a pregustarse por los fundamentos que lo sostienen, sino que sélo se en el punto contrario al de la cién en la razén, pero, y aqui est lo importante, lo sentimental je donde el romanticismo hace su critica es un producto hist6rico del proyecto que rechiza. La comprensi6n critica de la modernidad no se puede hacer desde nociones como lo concreto, o espontaneo, lo inconsciente, como si estos elementos fueran transhist6ricos; toda actitud visceral que se tome en el mundo tanto, debe ser enten- co espontinea. En esto radica la jidad del romanticismoal construirotra Edad Media, ques6! cs la.cara opuesta de a Hlustrada. De la edad oscura se pasa a la edad dorada. Esesta concepciGndela Edad Media la quetienemas peso en los medievalistas actuaks. y la tema de nuevo a pos Los estudi derse tanto de la Nuestro presente se acereaa la ci un horizonte de perspectivas di pecifico que el términotiene, coma ya hemos visto, sino que s6lo nos indica que las interrogantes de nuestra época diferentes, y esto es lo que ha obligado a los »narsobre la historia del concepto. Para el hombre actual la eval ya no tiene la proximidadconquese la represen- taba el escritor romantico. Para nosotros resulta mas cercano el mundo antiguo que el medieval. La antigiedad clasica Hega al mundo contemporineo porla mediacién de las ciencias humanas queson herederas del humanism renacentista, Porestolacullura grecolatina para el mundo actual da la impresién de cercania, Mientras que el medievo ha adguirido el caracter de lo dis de “Io otro": el mundo de lo extiant, de lo que carece de ser —desde la obje 32 / Alfonso Mendiola teridad. Esto n que cn la actualidad una hi riografia sobre la Antigiiedad (Paul Veyne, Peter Brown, Nicole Loraux, etétera) quedesea recuperar la distancia que hay entre la sociedad presente y la griega 0 romana. Pero una cosa es construir ‘esa extrafeza y otra muy distinta partir de ella, y esto es lo que Estebreve esbozo dela historia del concepto de Edad Media nos permite analizar hacia dénde se dirige en la actualidad el estudio de este periodo. Los iiltimos trabajos sobre la sociedad medieval buscan alejarse dela Esta representaba una imagen fol resaltaba ico 0 heroico ica dela misma en donde se tomar en cuenta los otros el Renacimiento, ni dela individualidad heroica del Roman tivo como una soci riografia actual sostiene que hay una d ‘mayor, en cuanto vil y fines del xix, que entre el ra estudiar el periodo que vadel ssde esta nueva perspec- Lo que se puede observar es jelante han comprobado lalmenteajena investigadores de la Edad Mediaa utilizar métodos propios de antropologia sbcial, al ser ésta laciencia que se enfoca principal- mente al estudio de las sociedades preindusti Este ctiterio dediferenciaciinha hecho que: Edad Media de mayorduracién que la que se concebia an Le Goff el que mas ha insistido a esto: Ahora bien, la larga —para nosotros com raciin pertinente de nuestra historia oficio y como hombres que viven en el flujo de la historia— me parece esa langa Edad Media queduré dese: elsiglonomdenuestraera| mori lentamente bajo los golpes ds —de las revoluciones industria nuestros dias, Esa I sociedad preindus ‘mis acé hay una historia —Ia contempor i inventar, por lo que serefiere a los jad Media es para mi lo ontrario del hiatus que-vi humanislas del Renac hombres de las luce blaba de Ia imposi periodizacion creada pi nis largo que ése? Pero vea Gott Un espacio de cambios, y ita Edad Media separdndose igtiedad tardia propiament ra PA % / Alfonso Mendiola lo vn); una Edad Media central yendo de los alrededores del ano icio del gran despegue medieval, a la mitad det siglo xv; una Edad Me: Peste: iglo xv donde, mas qi Renacimie: rma pone final monopolio del cristia nismo medieval y sefala la ruptura de una unidad que se puede leer como totalitarismo. Estos son Jos Tiempos Mo- demos, de la Reforma a la Revolucion Industrial, que se constituyen en una mezcla deestancamiento (An iencia moderna, racionalismo de las Luces, afirmacionde la Idea de progreso, y porsupuesto, la Revolucion frances: nga Edad Media, Antes de pasar a expe posible esta nueva periodizaci los ottos criterios que hacen -de los cuales el prop ar una de las consecuencias que trae consigo esta forma de concebir la Edad Media, y que viene a afectar la Vision preponderante quese tiene del descubrimiento y siete sig lamente va des- apareciendo durante el largo proceso de las revoluciones indus- ri val,comose refiereellasel mismo Le Goit—, yque deja de existir hasta los inicios del siglo xx, vino a cambiar la comprensi6n tradicional gut: se tenia del Renacimiento, el cual servia para marcarelinieio dela modernidad, y por lo tanto, el fin de la sociedad medieval, Esto permitia que se interpretara la la dindmica de la mo- mpo que Jos cuando mas se les llega caracterizarcomo una sintesis cont toria de esas dos visiones del mundo. Esta nueva imagen de Edad Media ha venido a destacar, en la importancia que tuvieron ensu evoluci6nos renacimientos, ello ha dejado de veren el Renacimiento del siglo xvalgo realme te inédito, Dejé de ser el criterio que servia para marcar el fi mundo medieval y s "Jaques Le Go Bernal Diaz del Castilla verdad romenesca | 38 alga que empez6 varios siglos antes.Porlo tanto ya nose habla d que todo lo que caracteriza al quattrocento italiano yase encuentra presente desdeel siglo xm, por lo que e! llamado Reracimiento no es mis que la continuaci Ademiés, los tre ciudades, de la escritura y del comercio. Estos tres elementos fueron posibilitados por fuertes tendencias a la centralizacion del poder y de la riqueza. Y por supuesto, los tres se presentan como lun regreso a los autores grecolatinos. Regreso que en verdad es una recreacién-adaptacién de la cultura antigua. Estemovimiento zacisn occidental nos indica el modo en que hombres de la Edad Media, cuando me- ion sociopolitica: representaciGn mitica de laescritura y de la vida urbana por una ci inanalfabeta y campesina. Al grado de que cualquier rey que se sintiera con un minimo de fuerza inmediatamente se proclamaba emperador y trataba de Imperioromano, pero ya nopaganosino ;no. Para profundizar mas en esto veamos la siguiente cita Pero ciertas rupturas son mas afortunadas que otras para marcar el cambio. Aquclla a la que se le dio el nombre de Renacimiento no me parece pertinente. La mayor parte de los signos caracteristicos por medio de tos cuales se quiso reconocerla aparecieron bastante antes de la €poca (sigles wv-xvi) donde se le sitéa. El “regreso a la Antigiedad” esta ahi desde el siglo xm, de la invasion de Aristiteles en las universidades a las formas escult6ricas de los pillpitos de Pisano, en Pistoia y en Florencia. El Estado "maquiavélico” existe en la Francia de Felipe el Hermos ti ptica como en pintura se in lectura se expande bastanteantes de la Galaxia de Gutenberg, y la alfabetizacién —el fenémeno cultural importante— no esper6 a la imprenta. Alrededor del siglo xm al mel ind isma fuerza que en {a Italia del espero haberlo mostrado, dl suceso del 3% / Alfons Mendiola pues ya no puede seguir pensindosecome cl punto ‘en quesurge la modernidad. ‘mayoria de lasexplicaciones quese dan del fenéme- fundamento. inguna otra punto ‘nos, Todos les atributos del Renacimiento d desde el siglo. distinto de la Edad Media, pues tica. Para Jacques Le Gi lano hay uncambio jamos llamar medieval. Bernal Diaz del Castillo verdad romancsca | 37 jon, y que enespec I marca cl momento en que ‘0 uno de los impulses de mayor envergadura de este pe- "Ahora regresemos la explicitacion delos deméscriterics en Jos que se basa esta nueva concepeién de la Edad Media, y para esto volvamos,otra vez con J. Le Goff: sgos de una leyenda Teyenda negrade los Otra Edad Me- jaclor—una Edad Media siglos pasados. Eso no ¢ of esfuerzo det hi Esuna larga Edad Medi |, cuys aspectos todos se estructuranen unsistemaque, en Io esen ionadesde rio romano hasta la Revolucion industrial de los profunda, que! recut jodos etnolégicas permite alcanzar en sus Sus creencias, ensus comporlam ‘en una sola palabra, lo que Braudel Hama la civtlizacién Este acercamiento ha obligado a reconocer que en toda wa. rmarcadosporla problemtica de fiuemein cle un marsismo a la vez Hy de Ia etrologia. De tos las ‘por qué no simplemente sociales?) la tlentendidos ya dependiendo del que se trate, y que por lo tanto, aunque exi Lucien Febvre fue quien mas jo del instrumental termino- jencia social. Lo que hoy se conoce como \des, 0 quizés de manera mésapropiada hi i tampoco es homogénea pues tam! grupos sociales que la conform: Esta esfera de la sociedad cuando menos hasta la C sectores de la poblacién, ‘3 fa roflexin sobre los matin, que la vida del "ls imsgenes como sistema parroquial empez6 a funcionar desde el que tomaren cuenta que muchas parroquias carecian de sacerdo- tes o cuando menos de quienes fueran capaces de efectuarla. Ya hemos precisado el periodo que abarca esta nueva con- cepcién de la Edad Media, peroasin nos falta un punto mas. Y éste ion geogréfica en la cualella se presen- parti imperial, Oriente siempre fue la regién mis rica, tanto como culturalmente. Se trata de una de las razones por las que se explica que las denominadas invasiones birbaras hayan afectado masa la parte occidental que ala oriental. Y son estas invasiones el otto elemento significativo en la configuracién de de lo que para mayor precisiin podemos lamar Edad Media que no es mas que otra manifest adlas, Estos desgarramientos que tiempo vanavenir i La Edad Media —el obispo de Ror litGrgica, y porsupuesto cul Estos dos elementos no van aseraceptados pore! Imperio bizantino. Seria un error pensar que laautoridad del papaen la parte latina tenga més sentido queelde diferenciarla de la griega. Puesmds alld de eso Ja autoridad papal iene ninguna importancia real en la dinamica del medievo. 16s de la Reforma gregoriana el papa empiecea tener icas y econdmicas, pero época 4 / Alfonso Mendiola Mis que tener una unidad politica, el medievo —aunque el ideal de reconstruir el Imperio romano-cristiano permaneci6 du- rante toda su historia— tuvo una unidad religiosa y cultural, aungue ésta nunca fue homogénea en todas las capas de la sociedad. En laactualidad, gracias a los estudios sobre el campe- sinado medieval podemos apreci del periodo por desinterés d a evangelizacién de este sector de la poblacién— con la que fueron cristianizados.” y grandes senores— ica —éstosdependien- que ocuparan dentro de la mis que se encuentran en verdad bajo la tutela del cristianismo. Los demas sectores de Ia sociedad son bafiados en diferentes geados por esta forma de unidad cultural-religiosa, dependiendo de las Circunstancias coneretas en las que cada unose encuentra: no es lo mismo ser siervo de un monasterio que de un seforio laico. ‘Aunque, como ya dijimos, no hay que perder de vista que la or- cenmarcari a partir del siglo xi la sociali- imo punto hay queaclararlo siguiente: to de la doctrina. Sin embargo, en los si Reforma y la Contrarreforma la practica ante como lo va a ser después, y lo mismo se puede d conocimiento doctrinal. La Iglesia tam podemos pensar como una esencia intemporal. Bernard Guenee expone de una manera muy precisa la uni- dad territorial y cultural del mundo medieval: e griego y que,.de Espana y de tiende hasta alcanz: del Norte, Polonia y Hun- Como hemos podido constatar, cad Edad Media en funcidn de las interrogantes que plantea. Inte rrogantes que no son solamente expres consideraci ino politicas. Del Renaci istrado de la actualidad vemos transformarse li vision Ge la sociedad medieval, Y esas transformaciones son manifes| ‘yeturales que la sociedad ha sufrido a lo yee Tas otras en su ues en principioson incomparables: vas de una a otra se han sociedad actual les mas que hacen iedad medieval. 2 Caracterizacién de la literatura medieval hor, quienesta deacuer Goff del mundo medieval: ‘comparto la opinién de]. Le Goffsobre la existencia de una lo w yelinicio de la era desde la perspectiva de su “literatu- en la cons donde las futuras lenguas europeas se fa su punto final con el surgimientode nte este gran periodo se pasa de an sistema de comunicacin oral a otra television, etcetera). De esto surge l comprender una sociedad dondela tradicién oralescentral cuando se viveen una sociedad como la nuestra? En el centro de todo esti ¢lintento de reconstruirel significado que pudo tenerla literatura 44 / Alfonso Mendiola cen una sociedad donde la palabra hablada era Jo fundamental? Tero este gran periodo en que se crea y desarrolla la “itera- tura” medieval tampoco puede considerarse como homogéneo. Por lo tanto tenemos que buscar los criteris desde los cuales do, Nuestra preocupacion fundamental consiste en lo si ‘guiente:reconstruirelespaciocomunicativo enel quese escribela Cronica bernaldiana. Esto significa intentar, hasta donde esto sea posible, subordinar la lectura quese haceen pleno siglo xde esta Erinietal horizonte historico desu ereacion, Esta inlerrogante de nuestro trabajo nos gufa para plantear los erterios de subpe- Hodizacién que resulten pertinentes conelfin de orientar adecta~ amente el camino de su respuesta. Desde esta problemitica los criteris de periodizacion que vamos a seguir son fos si ‘buscar el sistema de comunicacién que es dominante en cada etapa yen funciOn de él analizar el papel que cumple el discumo feserito.en esa sociedad. A partir de fo anterior encontramos tes etapas en esta “larga” Edad Media: la primera correspond al jempoen que se van modelando las lenguas con las que se ese bird esta literatura (as lenguas romances) a segunda tiene que ver con la ereacién de esta literatura, y la altima se refiere al petiodo de eambio en el que se pasa dela oralidad a la escritura La primera ea glo vu al tiene que vercon 1a formacin y constt enguas verndculas (0 roman- ces) que servirin para featur” contesana. Es mpor~ tante resaltac que por | seentiende la que a partir del siglo xr intenta diferenciarse dela escrita en latin, Esta Clapa sefala el proceso en que las lenguas vulgares tratan de Accedera lo propio del latin, e ee en lenguas fas. El adjetivo ox clesiistica que se considera continuadora de na, Durante toda Tenguas (ademas de un latin vulgarizado o sim nunca en posicion de igualdad, sino uno definigndose como la lengua culta, el latin, y la otra como vulgar. Estas, en un futuro nen as lenguas nacionales, aun cuando en la peninsul Tin érica durante la segunda elapade la reconq clo de dar una respucsiaa esta pregunta, noteos so Indicaremos Igunas pesuenas pitas os sus implicaso Bernal Diaz del Castillo: verdad romancsca | 45: tras lenguas. en laque-l castellano empezb aimponerse sobre| jopuestaen conlas que coexistia. Hegemonia que hoy en dia has entredicho. La segunda etapa va del sig xv (1450-1550). Los primeros, deestactapa,sitéan| sana: primera expresi6n cultural en distinguis ¥y que logra objetivarse en textos. La diferen ltimas es manifestacién del momento en que la nobleza toma conciencia de su identidad colectiva en oposicién a Tos valores Jeticales? Esto provocaré la reaccién de la Iglesia durante el periodo de la Reforma gregoriana, tan bien estudiada en uno de sus aspectes por G. Duby: el de la conversién del matrimonio en lun sacramento OposiciOn real entre la nobleza pero que debe ser matizada, pues no hay que alvidar que el alto Glero se recluta de las familias aristocraticas. Esteclerase forma de los hijos segundos de estas familias que no tienen derecho a eredar los bienes del padre (0 sencillamente para evitar que los <= del padre se fraccionen) y por esto son enviados a las instituciones eclesidsticas, Ls valores de ambas colec pueden ser tajantemente antagénicos pues suorigen Ta verdadera contradiccion —siguiendo también en esto a G. Duby--* se da entre los grandes senores, que en el siglo x adquieren un poder ingobernable debido al debilitamiento de las monarquias, y las instituciones eclesisticas —extedrales y mo- nasterios— que no cuentan con la figura del rey para que las proteja de las arbitrariedades dé estos sefiores. Poresto la Iglesia Vaadefonderde maneramuy especial la figura del monarca, nico sujeto con Ja fuerza real y moral capa de controlar a la alta aris- tocracia Los iiltimos cien afos, que marcan el final de ta segunda etapa, se refierenal momento enque la escritura yel libro emp: a convertirse en la forma dominante de com: proceso que en verdad looax. Se puede decir que hasta antes Jades europeas eran, en términos globales 1 (1150-1250) a mediados del 1 afos, que marcan el inicio 1se puede lerfa", que se deta nobleza dels ges Duby “Los origenes de le ca ructuras deta Edad Madi. dire ri del feelin, 4 / Alfonso Mendiola analfabetas. Por estola comunicacién mediada pore libro noticne para ellas ninguna importancia. Esto no qui jeto tenga dentro de ciertos sectores de la poblacién un valor simb6lico, pero casi ninguna funcién comunicativa, En estas sociedades el texto transmite sus secretos a la colectividad por medio de la voz. del lector, yor que no puede existir sin un cuerpo, y cuerpo que se encuentra situado en un lugar conereto, Estas observaciones que parecen obvi que losean, pues la historia oral tande moda en la actu: ginindose querescata la tra lo dnico que hace, grac la grabadora, es despojar a la voz. de su corporalidad. Y de esta manera lo tinico que consigue es quedarse con una abstraccién de Ja voz, eso quese llama oralidad. Esto significa que el sentido de! texto para el hombre medieval s6lo se revela por medio de la teatralizacién que Heva a cabo el que lee el libro: voz y gestos silvados en un escenario concreto, ficado del texto medieval el que para nosotros sociedad alfabetizada— resulta ya inaccesible, J el texto medieval ests mucho mas préximo del cuerpo. del que Jo realiza (autor, recitador, cantor) y del que lo consume (aud iferencia del texto modern EL texto medieval, mucho mas que el texto modero, es acci6n, esté cargado de elementos sensoriales. Su in con el emisor y el receptor es necesariamente atrs, y més concreta* Es esta presencia de la voz y el cuerpo, en una palabra, la ralidad en la recepcién del texto medieval, lo que nos obliga a Ta palabra fiterafuracuando a util rirnos al medievo. Dicho de manera clara, no puede existir feratura antes de que los mecanismos de alfabelizacién —apren- dizaje de la escritura y la lectura— alcancen a la sociedad en su conjunto y, unido a lo anterior, de que la dif sea una realidad. Antes del siglo x texto escuchado, en este lenciosa que nosotros practica- lo xvi antes 10 «aso, escuchdndose. La lectura mos no adquiere una importancia real hasta el "Paul Zamihor, Porky du Moyen de, p. 8. Bernal Diaz tel Castillo: verdad romanesca | 7 se practicaba, a excepcién de los benedictinos, que por cuestiones de su regla monacal —estar en silencio—empezaron a usarlaen Gpocas muy tempranas, El texto sostenido por ella (se refiere a la voz] se dirige aun ssiGn de este espacio, para una sociedad pricticamente anal- fabeta:se calculéen cuarenia mila lo mds, sobre unos quince millones, en la Francia de fines de siglo xv, el ntimero de individuos capaces de leer 7 Si dos de las condiciones de posibilidad para poder hablar de literatura son las antes menconadas, veamos a continuacién Jos otros elementos que permiten su existencia: 1. La aparicion de la nociéa de autor de la obra, es decir, la concepeiénde que toda obra es elproducto de unautory slo uno. 2. La imagen de que una otra esta acabada cuando su autor lnconsideraasi, es decir, que yanadie le puede aadir nada mas. (Que no es mas que complemenio de la anterior). 3. La primacia dentro de las formas de comunicacién de la referencia sobre las demis, lo que posibilita la di ficcidn y realidad. Ninguna delas condicionesantes mencionadas se presentan rratura” medieval.” Las obras son concebidas como el en la nesultado de una colectividad y ao de un ser individual. La obra siempre aftadidos © cambios por cual ue as Io considere irtuaciénd ecesario, sin que persona di 48 / Alfonso Mendiola Ja literatura grecolatina,y por eso el tipo derelaciGn tan particu {que mantenian conella.sto es importantede destacarcon respec- toa la obra de Bernal Diaz, pues todos los comentarios quese ha- con de ella insisten en que la versi6n original se perdio, ya que tanto a que fue editada por el eronista delos mereedarios como ct manuscrito que conservaron los descendientes de Bernall fueron alterados. Ahora, el preguntarse por la version original ye rnegativamente a Tos que a alteraron son cuestiones que s6 preocupan al hombre del mundo actual. Porque como texto enla Edad Media permanece vivo y puede transfor- mar su contenido en funciGn de los cambios polities y sociales quesevan viviendo. Hay que dejar de preocuparse por cudlde los manuscritos es el auténtico pregunta que s6lo es formulable desde el horizonte actual— y mejor tratar de estudiar la funeién, social que cumplia el texto en esa época, para desde esta optica entender por qué se cambiaba el contenida de un libro, Poreso es importante situar el lugar del significadode la “Iiteratura” medie~ vala partir del modo de su recepci6n, | designando con un téemino derivado de fittcra un con- to de textos en los cuales fa transmisiGn era principal- X rnecesario insistilo, oral, fundada en la proximi~ dad del habla, inseparable de su lugar y del cuerpo del cual ella emana, no menos que de Tos que la escuchar, a fo largo, un tiempo roto donde pe- ojamas idéntico ast mis La escritura se va a ir imponiendo lentamente hasta que ne todas las formas de comunicacién de la sociedad. Esto tracré consigo un cambio en los modos de percepciGn: de un mundo que giraba en torno de la mirada, el gesto y la voz —la teatralidad— a otro donde lo nico que queda es Ia conciencia como pura inmaterialidad. Del texto a la conciencia sin la media cidnde la voz. El gesto ye! lugar desde donde s elsentido vana perder todo el valor que antes tenian. Entre el jel siglo xm y la mitad del xv, por todo Qccidentese pro gradosdiversos, una mutacion profunda Jigada a la generalizacion de la escritura en las adm pan. Bernal Diaz del Castillo: verdad romanesca | 49 piiblicas, que condujo a racionalizar y a sistematizar memoria. De donde vino una, exttemadamente Jenta y dda, devaluacion de la palabra viva! Comose puede apreciar, por todo lo dicho hasta aqui, nose puede uno aproximar al estudio de Ja “literatura” medieval 2 partir dela diferenciaciOn entre cultura popular y cultura de élite {ue se mangja dctualmente, porque esta distincién se sustenta en Giitso de la eseritura, Para lacual esnecesarioqueel hecho desaber ‘escribir se haya convertido en un valor deseable en sf mism« 1 rmanera que habria una cultuss oral y otra escrita que perm fan Ia separacion entre Io cute y lo popular. Pero en la Edad ‘Media el arte de saber es ine a la nobleza, y ain mas, fe visto como algo ajeno a la funcin que la caracteriza como tal: Ja guerra. ‘Vayamos sacando algunes postulados con relaciin a la ceeénica bernaldiana: sila escritura no se va a empezar a imponer hasta el siglo xv, podemos afirmar que esta cronica pertenece al mundo en que el sistema de comunicacién es fundamentalmente bral. Lo que nos plantea de manera clara la distancia histériea quae tos separa de ella, Qué significa lee, en la actualidad, un texto tomoel de Bernal Diaz?, .cbmo axcedera la funcion comunicativa en la que se encuentra inmerso?, puede ser lefdo como un libro informative 0 ésta noes su finalidad?, zqué cuenta y a quién se lo cuenta?, eteétera. Para tenercondencia minima de {que se halla, en la lectura de cualquier er6nica sobre la conquista de Nueva Espana, cito el siguiente texto de P. Zumthor en el cual cements las mediaciones por las que pasa todo lector del siglo > Slacercarse aun textoque pertentcea lasociedad pre-eserituristic: 1 (luego produccién y recepcién) original (generalmente fuera del alcance de nuestra mirada); Pcomunicaciin mediatizada 1 (produccion y recepcion del, manuscritos) [espacio cronol6gico, generalimente os, en el curso de los cuales pueden intervenir ‘cterminado de comunicaciones sociohisté- ricamente diferentes de n.1, 2,3 y Al 3. comunicacion mediatizada u (producida por el erudito, ecibida por una clientelaespecializad) ((ase-tipo de la en- wana), ud Zamora etree awe, p. 2 §9 / Alfonso Mendiola 4.comunicacién puesta en una forma de consumo actual (en funcién de una recepcién para todo individuo interesado).!? La Gitima etapa de la “literatura” medieval, que para nues- tro trabajo es la menos importante, va del siglo xvita principios del siglo xax. ¥ consiste en el lapso en que se transforma de manera defi jema de co inte de la sociedad melon pasa del mundo de la oralidad al mundo de 3 La funcién de la ret6rica en la literatura medieval En sus inicios, la lingiistica estructural estudié el problema del sentidoa part rase.En laactualidad se piensa que el sentido de una frase no se sostie: sma, sino envel lugar que ésta iscurso. De esta manera se (estructura curso. Para la lingiiistica actual, en especial gno 0 la frase sin contexto carecen de Esta preocupacién por la frase como unidad m ‘iistica diera mayorimportai de la Jengua y relegara a segundo térmi rnera que el lado empirico-concreto de la comur ra del interés prioritariode del cédigo —la lengua—, del fenémeno line ica estructural se vio levaba a cabo era interés hacia el la preocupa- entanto que acontecimiento concreto lo. De la frase al discurso y de la que a rec rrido la lingii jcar la forma ten que se producen los significados en la comunicacién humana. es dé la linguist jo-que 8 / Alfonso Mendiola desde la antigdedad grecol sentido desde el horizonte del se habia ocupade del estudi curso, Esto se puede ver en el seiminario que diclé Roland Barthes, en la Escucla Practica de Altos Estudios, en 1964-65, posteriormenteeditado como libro. En cuales se volvia necesario regresara confrontar la nueva semiotica de la ca del lenguaje literarioque durante lo que sefala las razones p Talectura de la ret6rica: escritura con fa antigua pré siglos se ha Hamado Retérica”.’ ¥ mas adelante defini centendia por retérica:“La Retorica, tema que se tratard aqui etalenguaje (cuyolenguaje-objeto fue“el discarso’) qui Occidente desde el s. va.C.al s.xnd.C."? La ret6rica, desde Ia Antigiedad hasta el siglo xx, era considerada como un conjunto de conocimientos (una ciencia 0, como la llama Roland Barthes, una protociencia),?cuyo contenido fundamentalmente consistia en una serie de reglas que servian para elaborar correctamente un discurso, tanto oral como escrito, Por ello estaba muy unida a la gramatica. Y este arte —pues formaba parte de las siete artes liberales— era ensenado en un Principio por via personal (de un retdrico a sus discfpulos o clientes, recuérdese a los sofislas), pero ripidamente pas6 a for- titucional. Corresponderia a lo que nosotros entendemos por ensefianza media superior y superior. La retérica, como saber que debia ser impartido en las escuclas, incipios del siglo xx. San Isidoro de Sevilla la ine de la siguiente forma: 1. RetOrica es la ciencia del bien decir en los asuntos civil con los recursos de la elocuencia propios para persuadir lo justo y lo bueno |...]2-La retérica aparece inseparablemente Tigada al arte de la gramatica. Con la grams mos en la cencia de hablar correctamente; aprendemos de qué modo deben exponerse los conoci dos ragaiones eviews 1. La ant -vaci automo que del Tur’ del lenguaje; b) una chsfiencisn de estor fenémenos (6x ita elas "iguras’ dela eléria} €) una ‘opera jan metalenguaie, conjunto de tratndos de relSriea cuya ficado— es un lemgunjeabjeto (el tivo yl p30, Bernal Diues sd Castillo: verdad! romanesca | 58 Por arte, en la época medieval, se entendia saber-hacer: conodmientos con fines practicos. Es decir, que la palabra arte, “Gurante este periodo hist6rico, también se ulilizaba para referirse a la actividad que realizaba todo artesano en su taller: arte es ode técnica. La diferencia entre un arte, la del artesano, y la del que se dedicaba a las letras, estaba en el adjetivo que ‘aba a la palabra arte: una efa arte mecénica y la otra, arte liberal, Este concepto define la capacidad que tiene unartista para imprinirle una forma particularala materiacn a que trabaja.Para Hovara cabo esta transformaciGn de la materia seguia una serie de reglas que habian sido extrafdas de la experiencia. Bl retGrico Venia siendo aquel artesano que trabajaba sobre una materia sii la palabra; con a finafidad de formar discursos que fueran To que la enseianza de las artes liberales se Ssemejaba a la manera en que un aprendiz. se apropiaba de los Conocimientos necesarios para poder desempefar un oficio. La estructura de las universidade: imilaren su fun- Cionamiento a la de los talleres artesanales: maestro, aprendiz.y Las artes liberales, como ya di nos antes, se dividian en in que ver con el uso del del pensani la I6ygica de los la ino de los numeros n delaarmonia dela creaci6n. Distinguian la realidad en snguiaje, Logica y aritmetologia, ct actual, Para la filosofia medieval el lo tanto, cont ica: lade encontrar la sn expresar. Porlo que la tarea de estas « fiberales esti concertada en elefecto del mensaje; en que n las roglas adecuadas para que resulte aa fijéndose en. tras que la jocuencia como capacidad de persuadir), crcayaaptcacn pormiccnnvenceratayente del io iaquellode que ha 54 / Alfonso Mendiola Por el hecho de que la retérica se ocupa del problema de la ca~ pacidad de perswasi6n de los discursos,la Edad Media la entende- 1 como un saber moral: vigilarel uso de los efectos de persuasién. Al grado de que durante la época medieval se desarroll6 una especie de burla dela retorica:la retérica “negra” que constaba de juegos lingtisticos, de parodias, de alusiones erdticas u obscenas, etedtera. Antes decontinuar es necesario que digamos algo sobre la tercera esfera de realidad que-se distingue en las artes liberales: la de las proporciones arménicas de la creacién (el nmero), aunque para nuestro tema noes tan importante. La Edad Media concebia dos niveles de significaciOn en los néimeros: uno, el de ser expre~ sin de cantidad (el sentido literal), al que el hombre medieval le daba poca importancia; y el otro, el de ser expresion de cualidad (el sentido alegérico}, que se fundaba en la aplicacién de ta filosofia neoplat6nica a Ia exégesis biblica. En este tiltimo sentido nGimero siete—cifra de lasartes liberales—significaba, desde perspectiva apocaliptica, que aloes pleno, es decir, que al ente al que se le atribuye esa cifra ha alcanzado la plenitud de suesencia. La séptima edad del mundo es a del juicio fina, es decir, la de su terminaci6n. Por otro lado, el ntimero seis también era considera~ te de interpre! ademas, es s artes libera~ jeratura” medie- ‘cribir en a sociedad que determina la {uneién pact ela dnica quebnaa ha exsgesis bil inenlaexgesse bia sido phantend Bernal Diaz del Castillo: verdad romanesca | 55 dos o figuras que se deben seguir. Habia modelos que prescribian cémo se debia contar una batalla,’ o como describir una ciudad, 0 cémo presentara vida de un rey, y muy seguramente, como rela- tar la cafda de un imperio paganoa manos de un ejército cristiano. 10 caso esté el modelo creado por Flavio Josefo sobre ro Guerra de los judiosy destruceién det Muchos de estos modelos fueron era ella la que mpresentaba lo que se podia llamar cl buen estilo. Dos de las “artes liberales” estén directamente imy aqui, porque conciernen especialmente a la prictica _graméticay la retérica. Es sobre todo a través de la segunda de ellas trechos, lainflue icadas Es a partir de la funcibn normativa que desempe' ret6rica latina en la constituci6n de la “literatura” medieval como va a penetrar en ella tanto la influencia sintéctica como esti del latin. Como expusimos en el apartado sobre “literatura” me- en sentido estricto, se entiende la que se escribi6 1s romances. Y estose hace para diferenciar- jeratura antigua, fundamentalmente la romana, y de la tserita por miembros de la institucion eclesiastic: tural y litirgica, que estan eseritasen. jeratura tenia cinones muy 5 }6n, es decir, se hacia con el uso de un. estructurado para ser uti- snguas romances careciant lenguas de uso exclusivamente ca de la antigitedad latina las, edeusocotidianoen poresto buscarsnen la snecesarias para transformar un lengu: uno de uso literario. Con el tiempo, la literatura escrita en las enguas verndculas adquirird conciencia de su especificidad ica y creard ret6ricas propias. Pero, ena primera etapa de sa esta nue- laque per- 86 / Alfonso Mendiola mite crear las reglas necesarias para Hevar a cabo el paso de una lengua bésicamente oral a otra escrita. Pues el tinico modelo que lenian en ese momento de lo que era una lengua literaria se los daba el latin. Al hacer esto, ellos piensan que estin elevando las Ienguas romances a la altura del latin. Por esto, durante mucho tiempo, el queescribaen lengua romancese presentariasimismo como un ser inculto, en una palabra, como un ser inferior al que ‘scribe en latin. ‘Antes de continuar hay que insistir en los siguiente: la cole termina las reps que my qui seguir eginel pode ea la forma Wr eriterios | ino que tiene conciencia de que s te en seguir las reglas espect- ficas del género discursivo queesté produciendo. Obviamente, cl ilimitada del artista. Dicho de \e sentido una xtaliterariomoder- al mundo de Tas Ma- —como un objeto que tiene una existenci dependiente de Ia de los demés objetas del hombre del medieval, donde Kin esa autonomia. Insistiendo en esta distancia temporal, P. Zumthor dice lo siguiente: “Ahi en donde los autores y el pil ignoraban enteramente las distinciones modernas de valorde uso nitacidn ocreacién, tradiciGn o ‘comprension de desde !a emancipacién de fas bellas artes [..."2 Enla Antigitedad la retérica se ocupaba fundamentalmente de a oratoria, pues —al igual que todas las sociedades europeas anteriores al siglo xvi— el mundo antiguo estaba basado en un sistema de comunicacin que giraban ¢n torno de la voz y del gesto. Yenesiasociedad el gesio y la voz—la teatraliclad—tenian Hans Robert Jaus al, Théorie deems, p39. Bernal Diss el Castillo: verdad romanesca | St un escenario privilegiado: la poli, y un auditorio determinado: el ciudadano. La comunicacionentre los iguales con la finalidad de alean- zar alguna forma de consenso que permitiera a Ja comunidad tomar resoluciones pricticas es ln que determin6, eneste period, las preocupaciones fundamentals de la ret6rica. Algunos de lo: géneros que desarroll6 fueron: d deliberuti servia para mostrar las capacidales del orador Dre, la epistolografia, estera, Si latarea més imp danode la Antigiedad era la poltica, se puede entender que una parte esencial de su educaci6n consistia en aprendera hablar en. “occidental enewntra su primera figura material en el debate politico, y no en la mercanes Pero debemos tomar en cuanta que la retbrica heredada por la Edad Media noes directamene la griega, sino la romana, y no al por la mediacidn de dos i nder centrado en un solo hombre— 0—. La que se xo el que interviene tiene el der sus argumentos, sino el debate entre \de Io que se preende es cristianizar al infiel. La desiguales, don erdad la tiene el que predica los dogmas cristianos y el que los este yelcristianismo —la a preocupacién de estaretdrica yanoes la ltimo ningian dere de la anliguedad clés ciudadanos, En el medievo la igealdad Gnicamente se daba entre los eristianos, pero nunca entre clcristiano y el infiel. Ladiferencia tre ambas retdricas esque la dela antig.dedadclisica no, medieval racer a los no iguales nos). La retéria medieval cristiana, tiene: yocact ta (quiere convencer a todo ser humano), inientras que a tocratica (solo se dirige al efreulo limitado de to que, 58 / Alfonso Mendiola EL mundo medieval estudiard las obras de Cicerén, Quin tiliano, Tacito..., pero siempre mediadas porel horizonte de auto- res como san Agustin, Boecio, Casiodoro; es decir, la recepcion de la cultura grecolatina que hace fa Edad Media esté sobrede- terminada por el cristianismo. Intentar definir qué es el eristianis- moenlaépoca de la patristica, he ahf una tarea titénica en nuestros dias. Porque quizés sean ellos mismos (los santos padres) —a través de una multitud de debates entre ellos ycontra los herejes— los primeros en darle una identidad al cristianismo: tanto ritual como doctrinal, Identidad que asi ivo del Imperio romano y de los valores del es u de nuestra era, jue vaadesarrollarla retGrica en la Edad Media se refiere ala escritura de epistolas; el ars rarios —drama, lirica, epope- predicandi queesté destinado al usode los predicadores engand que tiene que ver con el arte de con- veneer." Porlo que antecede podemos suponerla importancia que la enseftanza de la retorica en la época medieval, Debido a la llegada de gente que proviene del Imperio bi- zantino, queen esos momentos se encuentra sometido a la expan- jurea, durante los siglos xv y xvi se da una directa de los textos griego que viene desde leratura grecola este periodase componen de gram moral y ret6rica. La historia se c leratura en prosa,y el estud iguos, no era principalme siglo ~, y que desea recuperar la is que se form ia human Reynal Dia: del Castille: verdad romanesca | 58 sino para aprender a escribir bien. Pues a estos autores se les consideraba como ejempla delo que debfa ser el buen estilo. Se estudia a los historiadores antiguos dentro de la gramtica y a retérica con la finalidad de aprender a escribir correctamente. La relacién entre la retérica humanista y la historiografia sigue, en parte, un patron presente en la Antigiledad y, en grado menor, en la Edad Media. Se consideraba la historia una rama de la literatura en prosa, y los historiadores antiguos contabanentre Ins escritores de prosa preferidos en Ios cursos de literatura griega y latina. El escribir obras de historia de acuerdo con hs normas del buen estilo y de los historiadores antiguos em parte de la actividad literaria de os humanistas, y en muchos casos su ocupacion principal ‘Vemos que muchos de ells fueron historiadores oficiales de principes o ciudades, y a menudo combinaban tal puesto del siglo xv se joricae, claramente de los cursos humanistas, procuré hacer porla Jo que la retorica y la poctica haban hecho siempre por la oratoria y la poesia. Esta {teratura, que recientemente ha sido motivo de cierta tenia como propésilo guiar la lectura, ensefianza y escritura de la 6 ungénero nuevos surgido de los laude Eltexto medieval se construye a partir de reglas © modelos aprendi su creador, Digo aprendidos actarie de leer y toriografia, esté formada de una gran present idad. Con esto queremos decir que, dado qui 6poca utiliza figuras retéricasen la vlaboracién desu obta, figuras que vienen desde se constituye a través de esas formas sociales se utilizan modelos metodolégicos para apropiarse de realidad, en la Edad Media se empleaban modelos literarios con la Cakar 60 / Alfonso Mendiola sma finalidad. De esta manera esté elaborada la crénica ber- naldiana, y muchas de estas figuras retoricas habria que buscarlas en Jos libros de caballerias tan gustados por nuestro cronista sol- 4 La teologia como a priori de la historia medieval Los acontecimientes, durante la Edad Media, s6lo adquieren sentido cuando seinterpretan desde la historia dela salvacion. Cada hecho, tanto natural como social, se transforma en un simbolo al ser per (gico, Naturaleza sim- tive cuando se observa desde el ma es absurda, carente de sentido. ¥ esto es lo que priva en la comprensién quehicieron lo cronistas del descubrimiento y de Ia conquista, Ellos nunca pensa- o dela interven- la salvifica, Cada ipGeneste magno acontecimi fue por voluntad propia, sino porque el Dios de los lo dispuso. Dios eligio al pueblo espanol para que Hlevara a cabo este acto tan importante desde el sentido cristiano de la historia, cién de x e religioso: es Dios y con su ayuda como se ob- itos, se sale airaso de los peligros, se ganan ba- ter providenci conquistador: y no hay sta y del fervor @ / Alfonso Mendiola en élexageraciéno disculpa por mados peculiares de hablar del siglo xvi. Es un convencimiento? Lahistoria humana, o masbien de la criaturehumana—pues para el pensamiento medieval todo Io existente es creacién de pidecualquier asimilacién; ionmedie- val alhumanismo moderno—empieza con la Creacién (el Génesis) {yest determinada por un hecho primordial: el pecado original Sin pecado no hubiera sido necesario poner en movimiento los ina caidadel rredenciénde lahumanidad pecadoraen sis). En este camino hacia la redencién, hay un acontecimiento fundamental: la Encernacién, Dios hecho hombre con el propésito de redimir at género humano (el Nuevo ‘Testamento en su conjunto). La historiografia medieval sabe per- fectamente cuales el punto final de Ia historia humana, por ello es capaz de juzgar plenamente el vé -ada acelén humana. La preocupacién esencial de los cronistas es la de esclarveer el lugar echo del descubrimiento y la conquista dentro del es el snomasia; tanto como modelo literario que: seguir, como fuente documental que se debe consultar, Para el hombre medieval la is que comprobad. cellos que pensarque s6lo seria la expresidnde los mitos del pueblo, de Israel. Parafraseando a Hege! podriamos decir Io siguiente: todo el contenido de la Biblia es real porque es revelado y todo lo revelaco es real. Por eso la necesidad de los cronistas de adecuar las nuevas realidades que deseubsren en América sabidas por la lectura del texto biblico. La historia es vista como un largo peregrinaje hacia la Je- rusalén celeste, Peregrinaje en el sentido de purifi ena tierra. Aqui rite el aspecto simb6lico del m cuarenta, pu fos los que debe pasar el pueb I desierto para poder: nia tierra prometida. Esta ica limpieza d Bernal ol Castillos verdad romanesca | 63 triunfo de la ideologia d basqueda, mas que di Jerusalén celestic Poresta idea de que la hunanidad se encuentra en camino permanente hacia su salvacisne ha insistido en que la nocién de tiempo, en la historia medieval, s lineal;adiferencia dela concep- mn grecorroniana: era cielico, Considero que al reducir ambas a una forma geométrica —linea 0 cérculo—se pierde muhode la riqueza que tienclas dos concepeiones. Ci lo que © quiere resaltar es la distineién le: que la historia antig carece de una idea de progreso, mientras que la cristiana sila tndefa. Pero resulta que el funda- meniode la polis griega es preci jeque las eyes sociales (namos) a diferencia de las leyesaturales (physis)son perfectibles por lo que sostener que carecen de idea de progreo es absurd Ademas, para la teologia cristiana al ascenso haia la beatitud no esta libre de re- trocesos y, asimismo, este tienpo fundamental se encuentra empo rilualyrpetitivo quees el litargico. Entre Ia historia novay, como se ha querido ver, una las Guzadas, que consistfan en ira la la Jerualén real, de Ia sobrenatural: la La representacién de la storia salvifica, durante toda la Edad Media, estuvo relacionaci con el esquema del libro de san Agustin, la Ciudad de Divs, El cul consistia en lo siguiente: la ciu- dad terrestre que se encuentra di idida entre paganos yeristianos* es gobernada por el Imperio nmano y va en marcha hacia la ciudad Pero enel seno ¢ la ciudad terrestre, para guiarla wy 1 ‘oquela jerarquia eclesiasticase habri deadjudicara lolargo construido. De manera que, a pesar de que el fin de esta se hallaba en la otra vida, la lad y de sus miemb Bernal Diaz det Castillo: verdad romanesea | 65 Enel momento en que llegamos a la Edad Media occidental latina, dos tradiciones de historiadores se han ya rven- contrado pero sin haberse comprendido bien: portina parte la tradicién judeo-cristiana, con Moisés a la cabeza, y mas tarde los evangelistas, Julioel Africano, Euscbio de Cesarea yy Jernimo, un Flavio Josefo latinizado por los romanos, todos angestros y creadores de una nueva historiografia que se denomina “cristiana”;porotra parte una linea de célebres historiadores representada en el oecidente latino por Jos, Livio, de Tacilo, de Amiano Nepos, Justine pecado original, de Adan y Eva taal género del Paraiso. Y la historia humana ja como el indicéba: ss sinpecado no hay redencidn. La historia s6lo tiene sentido para el hombre medieval cuando es pensada ; desde su realizacin. La historia medieval para ser correctamente comprendido, debe ubicarse con relacién punto final de la historia, No interesa comprenderlo en sf 10 en funci6n de un futuro altimo istoria de la redencidn hay una ion esencial y basica: la Encarnacion: ta primera venida de Jesuctisto, Pero esta intervencién de la Providencia, como anteriores y las poster encaminadas ala reden- razén de ser. ¥ esta lectura fina Bernal Diaz del Castillo: verdad romanesca | 61 6 / Alfonso Mendiola ica es lo quese entiende por escatologia: el fin de los En otros términos, a realizacién esca sado hacia un futuro cuyo cum piensa el nuevo nperio cristiano. durante la Edad Media, pe modo en que periodizaban | esta etapa a las ci hebreo— y tripartita corresponde El significado del término historia en Ia Edad Media La impresi6n que tiene el historiador actual al estudiar una impo es que las palabras son escasas. jr fenmenos tan joriogeafica en épecas diversas. , para los griegos, los romanos, los escritores medievales y o primero que se piensa con esto es en una larga ia _de la escritura de la histori que como eseritura es algo natural.’ Algo perteneciente ,énero humano: un atributo de la esencia humana. De lo quese deriva la paradoja siguiente: la histo fal, Para esto vamos a historia no es un 10 fendmeno alo largo dela historia occi pues pensar esto es convertirla auevame! ji rrencias y no continuidades. 70 / Alfonso Mendiola Dejemos de creer que los griegos son los padres de la historia aly rescatemos la diferencia radical que exite entre Antigitedad y en la 6poca medieval. Pensarc¢ ¢ el reto del historiador actual. jon que la Edad Media daba de la historia era similar a la que le habia dado la Antigiiedad: la narracién de los hechos pasados (rerum gestarum narra fi no es mas que el sentido general de la palabra; las apa: semejanzas entrela historiografia medieval necerin mientras mas nos vayamos aproximando a ella. EI histo- Hador medieval es el individuo que genera relatos a partir de los os. La historia, para dos. ela intrigas en las que se cuentan los podemos deducirla cereania que iteratura”. Pues una narracion Eneste tipo de historia siempt destinatario de la mist tiempo que se va esc iendo, por lo que el pa destinada influye real y ef construccién ‘Esta narracién no es de cualquier tipo. La Edad Media la tratard de distinguirdela narraci6n ficticia, porloquecompletasut de la siguiente forma: la narraciGn verdadera de los ‘pasados. De un Jado la historia, cuya intencién ¢s la de contar los hechos que realmente suc del otro la fbula, que contarfa hechos inventados. ‘Aqui se trata, por tanto, menos de una ri veracidad: loentend tuna verosimi salt se propaga la técnica de la prosa, un nuev‘ prosa dice la verdad, los versos mienten”?* Mis adelante trataremos sobre los eriteri verdad el historiador medieval, ahora s6lo diremos como vimos cuando analizamos las carac sdela ra” medieval, los senticios privilegiados por wi picacion centrado en la voz. el gesto son la vista y el oldo, y lo acién de mos, que de Langue, texte, énigme,p. 26. Bernal Diz del Castitlo: verdad romanesca J 7 verdadero para la historiografa medieval responde a esas dos vas. La verdal para el historiador medieval, es, i jos y, en segundo facultades sensi primerament lugar, lo que se supo porque ‘verdad, mas que estar sustentsla en alguna clase de critica de los documentos sados, esta fund.da en el sujeto que vio 0 escuchd, rf como verdadero aquello que jersonales sean dignas de fe: cuenta un Ja verdad laverdad tambiénesjerarquic: Seg inel lugardeimportancia que ocupa en la sociedad, a una persona se le creer mas 0 menos de lo que da test ‘muy lejos de las ideas gregarias de la democracia moderna, Ia det villa en sus Etimologii Media: oria que da san Isidoro de Se- obraconsultada durante toda la Edad Historia es la narracion @2hechos acontecidos, porla cual se ‘conocen los sucesos quesivieron lugaren tiempos pasados. a en griego de historein, que sig 1s que entre los antiguas. no escribia historia més qu quien habia sido testigo y habia visto los hechos que dian narrarse. Mejor sabemos los hechos que hemos obserado con nuestros propios ojos que los que sabemos de ofds.* Para Ja Edad Media lehistoria es la transformacién por medio de la cual se pasa de lo hechos acontecidos a un relato de los mismo jo tenemos we resaltar lo queenesta definicion significa fransformar en relato "ara esto vamos aseg ur las indi ciones de G. Genette y de P. Zeoeur? ‘La palabra relatoimplicedenteo de la idea de historia medie- 72 | Alfonso Mendit 2) la narracién objetivada ¢l real 0 ficticio productor dela narracién, es det Gonette precisa estas distinciones por medio de los siguientes conceptos: aquello de lo quese narra son los hechos pasados, por Jo que lo in; éste es uno de Tos sentidos que tiene la palabra enlaactu: oral 0 escrito que cuenta los acontecimientos io que produce este discutso, es decir, to de contar los hechos pasados, 10 Lo que la Edad Media entiende como historia es fo que Genette tame rel Jo que podemos concluir que sole se accede a la historia y a Ja narraciGn (en el sentido que Tes da G. Genette a estos dos conceptos) por Ia mediaci6n del rel el mis que a través de los relatos mo el de Bernal Diaz, en que se en el tiempo a que los cuentan, Aunen vivieron esos hechos; p' a época de su vida. Por ‘comprender eslaque se realizaal transformacion que nos convertir los hechos a contar. ¥ para analiza la compl ‘a seguir algunas ideas que desarrolla P. ‘Segdn?. Ricoeurel proceso por medio delcual seconvierten losacontecimientos en narraci6n, es decir, la experiencia vividaen 1a pre-comprehensién det mundode laaccién,2) a puesta enintriga delosaconte 3) la recepcién del relato. Y la finalidad de este proceso es la de emporalidad en a cual se vive priori de la percepeion humana de forma (sentido) al dato es decir, en tanto que pra po hum humana que se desarrolla en 61. Ahora veamos en qué consiste medida en que Bernal Diaz del Castillo: verdad romanesca | T3 cada uno de los momentos en que este proceso se Leva a cabo. rentobasico y esencial gorel que pasa la transforma ‘en relato es el que P. que 1a po janoesté fundadaeneste p! la de percibir ‘qué cansiste cada una de sna capacidad dedi sujelo—. Eldominiode la acci componen su estructura bésica. To nde alcanzaralgo, selleva a cabo, que respo sme que ver con| noshablan del cardcter bis raque constituyea la media son las lascreenci ‘enla que se 74 / Alfonso Mend’ ‘Yes esta esfera la que se manifiesta en la intriga que da sentido al hecho contado. Estas formas simbilicas, en se lenguaje socialdel hacer, por loque vienen a cumplirla funciénde ‘normar socialmente la accién. Dicho de otro modo, lo que define al obrar humano como distinto de cualquier otro obrar animal) es su dimensién ética. No hay relato que no valore éti- camente la accién de sus personajes. La o) tiene que ver con el caricter temporal de la accién. Es la manera en que el agente se orienta a partir de las tempomles que Fe presentan ena scién: pasado, pecs Estas tres capacidades pertenecen a la pre-comprehensién del mundo de la accién. Ahora vamos a examinar los otros dos ‘momentos que permiten la transformaci6n del acontecimientoen segundo momento consiste en la puesta en intriga de los acontecimientos: lo literario propiamente dicho. Mientras el mo- ‘mento anterior es el lugar del paradigma, éste tiene que vercon la cadena sintagmstica, Laintrigaes lo que vaa dar unidad al relato, cs decir, lo que convierte los acontecimientos oincidentes separa- ddos en algo relacionado, Transforme los incidentes separados en una histeri, La intriga constinye thle conductor des nama cién, En pocas palabras, la puestaen intriga es la operaciin por stole sca ve pata deUnasieple atest ouigurecon de|sentide deesa sucesién. Un hecho pasado, para volverse relato storia, debe ser mas que una ocurrencia singular. yfltimo, tiene que vercon la recepeién © leido. Siempre que se cuenta algo esta destinado para ser aruchadg poralgulen, Agia liaceexpliciialainboraccion queds da entre el mundo interno del discurso y el mundo del receptor 0 tor. Estos dos mundos pueden ser semejantes —en la comuni- tintos —en las comunicacio- nes secundarias—; en este ‘aso el lector se enfrenta e Jeetura con un mundo que le es extrao, por lo que se vuelv abajo de reconstrucci6n historica del horizonte al que pertenece el texto. En estos casos se da la presencia de dos rcventia on Clilord Coert, La inter etactin de os clans — Bernal Diaz:tel Castillo: verdad rovanesea | 78 Ienguajes del hacer distintos, lo que sucede cuando se Ieen las cri ie es el momento firal de la elaboracién de un relato, es decir, el encuentro con su destinatario. ‘Ya que hemos visto lo que implica llevar a cabo la transfor~ macién de loshechas pasados enrelato, podemos ahora compren- deren toda su complejidad la definicién de historia queseteniaen a Edad Media: en general mantiene dara la distinciGn entre los aconte- {tos mismos (gesta) y su relato (historia). EL historiador es aquel que dice la “estore” de un “geste”, que escribe una “*historiade rebus gestis” . No duda un instante quesutareano sea la de relatar los acontecimientos.* Narrares volver inteligibles os hechos pasados,sacarlos de sucontingencia y singularidad para insertarlos dentrodelalogica de la accion. Pero, y esto es de gran importancia para nosotros, el ‘rear una inttiga por medio de la Iogica del hacer es imposible sin la mediacién 5 jad al actiar desde la estructura cultural especifica del que hace el relato. Es decir, no existe un lenguaje del hacer que sea universal, sino que toda ‘comprehension de la accién esti mediada por un sustrato histéri- co determinado. Este se manifesta en la normativizacién de la fccion que cada narracién acepta. La bondad © maldad de una fccin depende de la normativizacion que cada época se da a si na; Jo migmo sucede con todo el ‘expresaeel relato. De esto podemos sacar el sig toda conversin de unacontecimientoen relato pasa porla media~ ci6n simbolica, aquello que se cuenta es contado desdeuna I6gica de la comprehensién prictica especifica, porlo que laserénicas de la conquista s6lo ha ios hechos desde la légica del hacer propia de la sociedad medieval espafiola de esemomento, y no desde la prehispsinica a narraci6n de los hechos pasados, para medieval, debia fijarse en tresdatos fundamental ‘Sisesigue a Hugues de Saint-Victor, el conocimiento histo~ rico se reduce a tres datos fundamentales: “las personas por quienes los acontecimientos llegan, los lugares en los que aconte- cen y el tiempo en el que suceden”.? culture itoriqu dns VOesite istoriografia elie, p23. 7 / Alfonso Mendiola Los tres factores pretende situar el hecho narrado al contes~ tara las preguntas basicasde toda comprehension de la accién: quien en donde y cudndo.[eroel historiador medieval, a diferer }, dara prioridad al eje temporal sobree! espacial. ssdefa Ja informacion geogrdfiea. Esto nos concepcién del espacio y, por supuesto, tambi EL ne una relacién part “ n conquistadora, que lo obliga a ar todo en funcién de un centro real: la ciudad de Roma, que imperio. Durante la 1 Castille verdad romanesca | TT ran agrupados frecucntemente juntos”. a historiografia medieval tlataré todo el pasado, es decir, 4 del comienzo del mundo hasta la época del historiador. Lo a la historia es la muerte de quien Ia toriador es el medio a jos. que ‘autores medi depende menos del hecho mismo que de quie se eonsidera que tiene todos los mérilos para quedar en la memo- fia de los hombres no es cl acentecimiento sino el agente del mnismo. 2Quiénes son estas personas que ennoblecen un hecho? Los grandes, que dentro de la visién medieval son los que se encuentran mas cerca de Dios: 10s re poca es dif inguir entre incia de estos agentes Io que ida de Moctezuma) ‘son las guerras, as Cruzadat ernaed Gene 6 Un saber secundario y subordinado en la Edad Media: Ia historia BIBLIOTECA CENTRAL ULM. A. Me Durante este periodo la historianunca forms partede laensefian- zacomo una disciplina aut6noma. No era un arte que pudiera ser objeto de un aprendizaje particular, como la gramética y la ret6ri- ca, Ademés desde la nocion deciencia de la filosofia aristotélica, predominante a partirdetsi considerada como tal, Pues segan Arist6 les s6lopuede haber ciencia de lo general lo que la historia quedaba fuera de se pueda o deba ensenar, ent se encuentra més cerca de l . La principal final res, nola de transmitir el recuerdo veraz toria no esti tan alejada d vratura [ ino era autGnoma. No era mis que una cienci a tradiciénciceroniana se le ‘cuya tarea principal consist 8 / Alfonso Mendiola nos obligea poner ent esa supuesta verdad, pues nada fiene que-ver con la nociin de verdad del positivism, Desde lo {quernosotres Ha mamos reldadlles solo contaban.en sus historias ig avorecer bon comporamient de ets Los mals cjemplos no se debencontar. La epistemologia medieval esta me- diada porla moral. De a ae Lalectura defo dergrama hablar. or esto, coma ya Gentro dela ensefanza dela gramatica Las historias ecsiisticas eran vistas como una parte de la teologia Flavio jose(o, Orosio, Eusebio de Cesarea, etettera— y cen general, toda historia era lefda teoligicamente, pues: “Cada uno sabe, en la Edad Media, que aquelto que Hlega, tea por la voluntad de Dios. La histo ha hecho Dios, esta Det asia la Reforma gregoriana ora muy dificil que los Argos mle Biblia completa, lo que mas Hegaban a tener eran los bros quese usabanen'aliturpias los evangelios, las epistolss los mos; esto nos demuestra lo poco que e le estudiaba. Para el cngusempica aarp mayorintrés por estas seseritaras, sini ereando algunos mi storiadores antiguos se hacia para apren- dijimos antes, la historia se ubicaba tas medidas facilitarin usc \dor se apropiara de estas técnicas para sus tral ee citar las fuentes. que conocimiento de Ios I de das de cémo se debe escribir la nvertiran con el tiempo en modelos Ademés, el estudio d vaa suscitar, en los siglos at la creacién trumentos de trabajo siones y subdivisiones de textos por necesidad de refe- rencias precisas;confecciGn de indices, de Iéxicos,deconcor- dancias...) de tos cual mayor utilidad de los libros hi pm. 4 Castillo: verdad romancsca | BI proveeraunal historiadorel énico relato que hay delos pa ‘meros tiempos de la humanidad.? Pero verdaderamente va a ser la praxis juridica la que Jentamente transformari la escritura de la historia. Los pleitos legales por a defensa de sad de tierras —heredadas por donaciGn de los senor jes, en los que se vefan inmersos ‘onasterios medievales, los fue obligando a organizar en vos tos documentos que a comunidad religesa habfa recibi- rgode su histori ad de paleografiatlos, dle darles un orden cronoligico, de tratar de distinguir entre un documento auténtico y uno falso, y mas adelante, de acompaftar- ‘de una pequena crénica, Y todo esto con la finalidad de vencer os casos juridicos en que se veian envueltos. De la verdad ju- ridica nacerd la verdad historia. Pero la historia, hasta avanzada la formacion del Estado moderno J, permanecera siendo una dis ria, es decir, sin un lugar propio. Siempre que piensa en una razéaque vamdsallé dela historia misma; se escribe para divertir,o mejor dicho, para divertir moralizando, 0 para lle~ var a cabo la defensa legal de un caso, 0 para interpretar profé- jera, Pero nunca por la histo- ria misma. Estascaracteristicasdefinena lascrénicasdelaconquista fen su eonjunto; todas ellas son libros que persiguen algo més que ‘solo ser libros de historia. En cuanto al caso particular de los Cronistas-soldadas, sus crénicas son verdaderos dossiersjuridicos. ‘Archivos documentales que los ejércitos hispanos exigfan coma instrumentos legales para otorgar cualquier beneficio a sus inte~ i:rantes, por loque todo soldado estaba preocupado por Painima memoria o relacién de las batallas en las que participaba, pues esto le redituaria finalmente algian beneficio. El tiempo y los Imedios que gasta cada soldado en su claboraciin s6lose ju ppor los beneficios que més adelante va a obtener con ella. No son Ristoriadores puros, sin embargo se esha leido como silo fueran. 1sia, el derecho y las artes, la historia mas que un lugar jotecas reflejaba joria estaban, Dividida en?re la t no tuvojamas, en la universidad medi secundario. Como laclasificacion de las bit Ia estructura de la ensefanza, los libros di peste ® / Alfonso Mendiola i pS aqui als, dlspersos.Perolentamente, muy lent : anuylentamente, cosas evohuclonaron, La historia conqulsto su autonom 7 Cantar de gesta, novela e historia Estas tres formas discursivas vanaiircreando los fundamentos del 'Y durante gean parte del desarrollo de las ‘Aan més, la investiga- itades para Iquiera de estas erarias de las fal mundo dela escritura —pues el cantar alrededor de smo. Y las tres mnden, en diversos grados, a darle mayor impo escritura en prosa sobre la hecha en verso. ;Qué dificil res tardesepararlanaturaleza delascrénicas de laconquista delos eantares de gesta, y quizés aan mis de las novelas de caballeria! Veamos por qué. Los cantares de gesta expresan, en lengua vulgar, las pre- cocupaciones de la a a laica, es decir, de la naciente caba- fore, aun cuando en la mayoria de los casos hayan sido puestos to por clérigos endo en las cortes les. Solamente pu cin actual sobre la diferenciar claramentee ‘momento puede parecer, el que una “ presar una temitica no clerical sea escrita por clérigos, pues para 84 / Alfonso Mendiola inopolio de la escritura, es decir, si {a forma escrita habrian permane- oral. Eseritas por curas, pero los contenidos no tienen que ver con la vida cclesiéstica sino con la experiencia de la nobleza laica: los hechos heroicos de una comu, nidad guerrera, Normalmente se les atribuye a los cantares de gesta un ori- gen popular —debido a que eran los trovadores quienes los can \aban en las plazas publicas oen os salones de los palacios— pero ya_vimos al estudi: ratura” medieval la dificultad que existe paraaplicar a una sociedad pre-escrituristica la distinelon entre cultura popular y cultura de élite. Lo que resulta mas co, ecto pensar es que a feraria no eces plejaquela clerical. Dichodeotro ice mas sencilla no es su origen popular sino la distancia que mantiene con la cultura de la Iglesia, contra la cual 8 ctural di val desborda nuestras explicaciones, pues sibien es antares de gesta que representan los valores cortesanos ex contra de certos valores propics de la Iglesia gregoriana de ese momento, esta oposicién no puede ser entendida como absol menos como elenfrentamiento entre dos grupos sociales (pues hablar deque son dos clases sociales di 6m total) que tienen intereses opuestos. Elanlagonismoesde otra ‘indole, muchisimo mas complejo, pues tiene que transformacion de la sociedad de esa época, qui tituyendo una nueva relaci Esta literatura se encuentra ln conciencia colectiva de la mente en la figura del rey. En el momento en que estos cantares tienen auge, la institucién monérquica en Europa se encuentra {olalmente debilitada en especial la de los francos_—, a pesar de que en ellasel reysea un personaje central. Al grado de que los «studios actuales han Ilegado a pensar que en dichos cantares vl "ey 6s un personae itcapaz de resolver los problemas con los que seenfrenta yqueesle unidad deles propietarios de senorios la que resuelve los conflicias.°Y por eso, lo queen estas representaciones spicas se pretende redistribuirsonlos papeles ylas misionesde los stintos grupos queforman|asociedad feudal, queparalossigles Sof Vietoria Galo a at, mya historia al Diaz del Castillo: verdad romanesca | 5 viv y xv habra vuello a consolidar la figura del rey. "Algo sedge an pico que tiene nei dun auxilo moral, de un estimulo, comunicdndole entusiasmo o al menos reconfortandolo, como por una suerte de eatirsis tragica. La nociin de identidad que viene a reforzar el cantar de gest os lade la comunidad que gra en torno del heroism de los éaballeros y de a autoridad real (aunque esta dltima seencuentce Abiltada), por o que ls prncpios de esta concincacolect son los de reateza, linaje, relaciones feudo-vasallaticas y la re ica de los antepasados del grupo, la conservacion del recuerdo, es evidentemente fundamental de la literatura, de la escritura sélo pudo reforzarel papel de laseantilenes, de rales se supone su existencia desde la 6poca carvlingia. cro muy seguramente todas estas funciones se resumen en latabricadnden de personajes figuras arquetipicas se constituyen ast a partir coleecién de 5 wuidas a los antepasados.* de le unciones que cumpleeste ipods discursocon relaion itrioal ques en primer lugar, antes que Iisicamente por lis fetes de de definirvalo- faba eu i over lugar, de cruzadasse veo! Ase 8% / Alfonso Mendiola Lanovela —see llama roman porque esté escrita en lengua romance, nada tiene que ver con la novela actual, aunque el romanticismo la tomé como ejemplo de loque queria hacer —tan- to como Ia historia nacen en la misma situacién que el cantar de gesta, y van a ser dos componentes mas que desean dar una res- la situaciOn de crisis y cambio que esté viviendo la Edad ia en esa época. Pero, a di en lengua verndcula —la Histoire des iglnis de Geoffroi Gaimar—o que nos indica queen ese tiempo la conciencia de grupo ha aleanzado una mayor concre El fenémeno épi guos cantares de g¢ Bernal » verdad romanesca | 81 modo en que se relacionan con el pasado y conel futuro, es decir, segiin entienden el presente vivido de la comunidad. Mientras pica compensa la ruptura entre lo real vivido y lo imaginario: recuerdo de las grandes hazafias de sus antepasados como pro! cia de lo que esta por llegar, la historia se concentra en un futuro ‘que debe ser construide; par fuerza de accion del grupoes rica encomparaciéncon izada y sacralizada. la 6pica sera menos dram signos de un crecimiento de conciencia de la clase principes y elérigos, asi como las categorias mas mas en més, de los burgueses. Para ellos, una tradicién, garante de las iniciativas trata (con todos los matices que se quiera) de justificar, por el relate deloqueadviene, la innovacion quesucede baj promover el cambio por la expresiGn de una costumbreala cual se finge integrar cuando en realidad se le desintegea.” nos, que esta necesai tecimiento pasado, y declarado tal, es re sta ese Momento; en conse ‘or finalidad engendrar un conoci- 88 / Alfonso Mendiola Las primeras novelas que aparecen—Ja Roman de Thib Ena y la Roman de Troie—rocuperan, adaptandolos, temas a suis como la Thabide de Stace, Ja Encida de Virgilio, qu sinlesis tardias de la Ilfada y la Oalzea de Homero.!* La nove expande en la misma época y en los mismos lugares en que se desierolla la historiografia. Val igual que ésta se dirigea una clase doninante ya mis estructurada,a diferencia del cantor de gesta Lasdos dan mayorimportancia ala escritura que a la melodia de layoz.La novela yla historia seirinimponiendo lentamente sobre Ja npresentacion épica, pues los valores de la guerra emplezan a patibles con la dinimica del siglo xm, en donde militar fundada en la rapina y elsaqueo de las compinas ida porlaguerra de conquista y evangeliz. ido de las eruzadasse impone (la espadas estructuradas, una Ja nocividad de la la epopeya ¢ y husta intolerable, Clérigos y caballeros ins dos aspiran a una forma de liberacién de la palabra postica, Esacllosalos que se dirigeexpresamentee|autorde Thébes, enunos versos pintorescos dondeasegura que sélocllosson capaces de percibir y comprender su disctrso. EI lector medieval del siglo x no percibe una diferencia nolovia entre estoireyromun. Paraeste period, y atin masade a todo relato en lengua vulgar, y principalmente los que estructurados en octosilabs Diable historia o nevela La época medieval no distingue ficciin y realidad; esto se comprucba fécilmente leyendo el libro. de Irving Leonard sobre las lecturas que hacian los cong) res, pues uno constata que el contenido de las obras que para nosolros serian literarias (fieticias) las novelas de caballeria— elloslas interpretaban como algo real y existente. Quiras los que més han insistido en que el horizonte del lector medieval ademas en que esta falta de pertitente hasta el siglo x0, y que para el hombre contemporaneo, Bernal verdad romanesca [89 fan porel ipo de spas a posi lidad de dliferenciar nov Pues ambas manifiestan la misma relacién con el pasado, y la dnica incién posible entre ellas es laque nosotros mantejanvos entre ia flei6ny la cual como heros visto, es inaplicable al me~ dievo, “Tengamas en cuenta queexiste ja diferencia entre nues tr dos grupos (novela ehstora) de ene, pero pestenee a debido a los avances técnicos, ha perdido s a historiograffa y la epopeyase di las con el pasado, Tos tres enero discursivonson muy cerca enel mismo siglo y con la mma intend la de sera Con te cracks ica en formas res favereceran la prosaytendsinlafunci6n de insiruira rie elector, Torloque, podem conclu las impede las profundidades, :,peroe) son casi inexistentes. Esta dificulted para distingui tatambiénen la lectura de las eroricas, sise les desea leer desde el tivista, 8 éQuiénes escriben textos de historia en la Edad Media? 1, como ya hemos visto, es una ‘como un estado al cual sino s6lo La historia en el mundo medie actividad secundaria, No existe la histor los que hacen 105, monjes, clérigos, cortesanos, can- ss, exsoldados, comet |, pero nunca historia res. Se puede quererserobispoomiembro de lacortede ungran ¥y después, por razones azarosas, llegar a realizar tareas de sdor, pero nunca a la inversa. ra una sociedac que la gente queria si distribucion jento que se pertenece,al sexo: ue el segundé quesevaa tener. No hay ni por lo tanto para angustias males a yombre de las demoeracias actuales. Aun ‘ea darse un tipo particular jan de las burocracias y de las monar- 8 / Alfonso Mendiola quias absolutas, final te tipo de movilidad se reduce a Pequeniossectores dela poblacién,y se logra porel uso dela pluma ode la espada—dos maneras distintas de serviral monarea —. En Suk fase Particular ef hablar de deseo es solo con inalidad de resaltar que Ia historia no existe institucionalmente poca medieval. Sten aeeaes Durante los primeros siglos de la Edad Media (v al vm) la la gente que se dedicaba a escribir historia eran abis- e debe al lugar social que van a ir ocupanioa partir de ién de Constantino —como funcionarios menores de la burocracia imperial, pues san Agustin cuenta como lo hacian es, perar las gentes poderosas ‘4 contar con las cond sarias para dedi ‘otra parte, tienen el pri s- Enel transcurso de: cargo de obispo alcanzaré a tener una posicion de fuerza en la nimica del poder, pues se ndo en el confesor y consejero directo del monarca, por lo que a fines di dichas outoridades tiempo para dedicarse a e ida nGnigos los que, aprovechando Ia bil nuarén escribiendo las historias de obispos, Desde su aparicién en Occidente a fines monasterios seran los espacies en los que se conseevay ti lncultura, Algrado convirtiéndose en una op. nes de las familias acomodadas, ial del ciudadano romano que iudad. faralaeducaclonde laarntove que ofrece la bastlica, hasta que aparezcan isque expresin Antigi publico de la ciudad al dela ile Dichas familias mandarin asus verdaal romanesca | 98 Bernat Diaz del Castil terios, para de esta manera conser la unidad de sus propieda- des ertitorialesen tas manos de un solo propietario:el hijomayor. La institucion mondstica cumplird durante toda la Edad Media esta funcién econémica. Los mons no son més que los hijos segundos de las familias aristocrdtias, por lo que se puede enten- dlr fa relaci6n taf intima que erancapaces de sostener con los poderosas, pues finalmente eran pusonas muy cercanas a inos tanto de parentesco cono de concepeidn del mi de las veces no permarecian elernamente en el nasterio, sino que ya formados se ineorporaban dle nuevo ala vida terrena, ocupando cargos importants dentro de lajetarquia vcle- hasta antes deque la Rebrmagregorianase imponga, ses compraban. Esta era sna buena mancra de aumen- far un senorio a Jos bienes familias, aunque éstos no fueran les, pues siempre permanecian enias ma- -entrosculturales que fueron para cl refugi lado de la historia, No se puedegeneralizar la relaci6nentremonasterio y ultra o aqui ® historia, pues no todo monasterioera un centro cultural, ai todos ellosse escribia h inosseinteresalan mas porla his entonces, hastalos que se preocupaban por jones culturales, en general,y por la historia, en pay 1 por rizones litirgicas, y nunca por exclusivamente cultural Dentro de las Grdenes mondstias que daban importancia a fa cultura se destacaba un espacio particular: el scriptorium, verdadero centro artesanal en el quese elaboraban los libros. En vaba a cabo desde la peparacién de los instrumen- {0s tecnicos —las plum: ta, el porgamino—hasta el co de las obras. Pero el capista no era in simple repetidor di copiado, sino un verdadero intérpret, es decie, un co-creador di textoal llevar a cabo su reproduccién Por otra parte, hay que recordar que la caligrafia dela época era sumamente complicada, lo que facia que el trabajo del es bano fuera un verdadero arte, y,algo}edavia mas importante, una ters estesitio 9 ) Alfonso Mendi realizaciin al pedirle que afta: cualquier otra cosa que ellos consideraran que la podia hacer més. atractiva. Los temas que trataban iban desde la Historia de la Sal- o mejor di del abad, ra, razén por Ia cual los notarios, al cribira mayor velocidad, inventaronmétodos de escritura muchi- mis simples. ‘Los monjes quese dedicaban a escribir eran los escribanos responsables del funcional rum o de la biblioteca del monasterio. En cangados de la escuela 0 del coro o de las rel ‘monasterio. Esto nos indica que en general era gente que destaca- Aunque ninguna de estas dos Grdewes rel wr dela vida de la comunidad y, porsupuesto, hacer gran importancia a la historia, verdran a cai historiograffa por el nuevo tipo de rida apost deeacuerdocon los cambios quese vividnenese momento. Del mo- nacato de clausura y silencio de bos siglos val a al redicante del siglo xa hay un verdadero cambio en el Occidente ieval, que se debe analizar par comprender adecuadamente wcerestas nuevas érdenes imo era el género mas soco- emis,elrey les podiasoli- aparecen las érdenes mendicantes —francis canos y dominicos—como expresién religiosa de la grantransfor- maci6n que se da en todas las e: lad medieval.* ja que hacianestaba basada en Como dice Bernard Guenee, era sn altima de la historia que queza.’ Lo tinico que decide: distribuciOn es el uso de la ia; predomina la imagen de la Por més que un mv esto Georges Duby dicelo fundamentalmente un apasionado por la historia es o define el contenido de su seve con mucha claridad en dominado por el habito det Arrebatar, ofrecer: 96 / Alfonso Mendiola Bernal Diaz det Castillo: verdal romanesca | 97 jementarios dependenengran parte Hevaba a cabo con las manos, sin herramientas o con herramientas: culacion de rega- ide una minima cficacia. Pero lleg6 el afto mil y trajo consigo, més presta sy sacta- que las calamidades apocalipticas, el despegue econdmico. Seink- cabeza el cuerposocial; las ofrendas 2 lasegunda edad feudal, empieza.l crecimiento de la poblacion deestos dos actos c los intercambios los y contrarcegalos, lizadas, recorre de destruyen en parte los frutos del trabajo, pero aseguran una yel aumento de la productividad agricola. Dos sectores de la so- ‘cierta distribuci6n de lariqueza, y sobre todo procuran alos Gedad cuyo crecimiento hasta la fecha es dificil de explicar: 0 hombres ventajas que ivas:el favorde mejoramientocn las técnicas agricolas —uso delorado pesado, del Jas fuerzas oscuras que rigen el universo? caballo 0 del buey como animal de tracci6n, etestera—, o mejora~ miento en los elimas, o transformaci6n en Ia estractura - un cambio en el uso de la violencia por la aristocracia —<ésta seca- ino y empieza la Paz. de mn Tos que explican este Estos monasterios buscaban lo dades para instalarse, y dirigian lugares alejados de y ‘apostolado a la aristocracia naliza hacia afuera del Occidente eri ‘cua actividad fundamental ra la guerra, es decir, era una evan Dins—, 0... todos esas factores junto: igelizacién de gente que vivia del uso de la violencia. Los mon) despegue econ6mico. concentraban su actividad en come forma de combate En este nuevo pal « social es donde surgen fas Grdenes contra el demenio; en genera toda su forma de vida simbolizaba mendicantes, ya no como el monacalo anterior en una sociedad sein batalla permanente conta el maligno, itomamos en cuenta Felagalo ylavapina sino cn una economia delbenefcio. Resunge Sue eran ijos segundos de familias aistoriticas podemos en- npeonajeausente duranteun gran lapso de lahistoria europea anor que sus valores fueran también les de la guerra, Lo que rahte_consy primera cara:la del usurero—ycon él. por prtendian era que la violencia —elemento incontrolable de la Supuesto, ef dinero. Este viene a trastornar los cimientos del primera edad feudal— fuera dligno de un cristiano: el quese izada para el dnico combate cristianismo vigente que no sabe qué hacer con este personaje, wva en contra no del campesino hasta que Hlegan los pobres voluntarios —I -anos—, cristiano sino en contra del infiel. Estos monjes buscaban dare {quienes odiando el dinero le dan carta de legitimacién dentro de ‘uso de La espada, a la cual ef monje renunciaba al Ia sociedad medieval. orreng, Al aristécrata —cuya funcién princi ‘consistia en apri « hubiera servido que se le predicara, Siendo inculto como lo sresaban los arguments, Por ello, el mon ie La usura es uno de los grandes probl cristiandad en I eel ano 1000, nas del siglo xm. En. vigoroso desarro- du cra, para mada jpermanece estat predicar” De aqui que los benedictinos fueran 54 regla horas de silencio total —por algo.son lo Jectura en silencio, tan extrana para toda | “Toda la estructura anteriorde evangelizacion corresponde a ha, el emplo masivode préc tuna Europa pobre, tanto en hombres como en alimentos. Es una ticas condenadas desde siempre por la Iglesia. Una fucha {geogratfa lena de zonas bescosas que evita el contacto estable y enecarnizada cotidiana, marcada por repetidas prohi permanente entre las distiniasaldeas, en todos sentidos, noexcls- nes, emprendida en la coyuntura de los valores y de tas Sivamenteen términos de inlercambio comer: mentalidades se propone benefivio licito que = Georges Duby, esde jardineria; casi en sentido literal se hay que distinguirde la usura Georges iby, * Para profurizar en tos cra edn Iainase sl Obderde etic nos. Esti a punto de formarse un nuevo. sino nuevas téenicas tas Grdenes religinsas se ubicardin, ya no en los desiertos, de las ciudades —que son resultado del impul- ndo—, pues se dirigen a la evan ino de los habitantes de las -omerciantes, banqueros, abogados, maestros de escue- la, etcétera. La parte central del apostolado ya no sera la oracion. sino la predicacién, pues todos los sujetos que habitan la ciudad tienen mayorcultura que la nobleza guerrera, yademds son gente que trabaja con el uso de la persuasién verbal. Esto obliga a que pues se desplazan a predicar a todos los. ros; en el caso de los dominicos esto igiosos de las primero, el deser ‘segundo, el de ser Ios confesores por an- 1s que elaboran los primers manuales de confesores, donde se dete incia en funcién del valor de pecado cometido, prictica totalmente comercial, comase pue- cia que hay entre Ja historia que se hace en los jos y la que realizan los dominicos, como ya dijimos, ye que vercon los dist tras la historia que hacen los benedictinos se jon queera locomdn en losbenedi te tipo de historia en forma de manual es la 4) co Vincent de Beauvais, el Miro Luis py es el trabajo de un equipo bajo la direccién de Vincent de Beauvais; esta historia es universal, es decic, una historia de la que estd sustentada es fundamen- imiismos menos como investigadores que como escritores de ma- nuales”. ternare Gunes ac p56. Bernal Diazdel Castillo: verdad romanesca | 9 Si entre los dominicos y los benedictinos eran matices los qque distingufan una historia de otra, encambio entre estos Gltimos y los franciscanos haba un verdadero abismo, Mientras las dos primeras permanecfan siendo histor 5, lade los francis anos se elaboraba de experien testimonios, de relatos populates y de una fue Tanto los dominicos comolos franciscanos perteneciana 6r- consistiaen la predicaciGn, pero habia una diferencia en cuanto al modo enqueéstese llevaba a cabo. Mientras los dominicos micenconla intenciénde convertir a los herejes —en especial santo Domingo se dirigié a la here albigense—, los franciscanos nohablan a ningiin tipo especial del condos cosas: primero, en cuantoa las earacteristicas de las perso- nas que cada una de ellas estaba dispuesta a recibir como herma- nos de la comunidad; y segundo, en cuanto a la eleccion de los sitios a donde mandaban a su gente a predicar. Como loque persiguen losdominicos es 5, necesitarén que sus miembros tengan una formacion jemprese preocuparsn por la edu- cacion de sus miembros, por esto desde un inicio hermanos legos que se encanguen de las tareas dom que se conoce qu iscanos que desconoefan el fuerona predicar a una aldea alemana, esperando in entendieran. Por supuesto ef lados, mientras que los ban a todos los lugares sin que les preocu- Es importante observar que estas di- ios de las 6rdenes, y que des- que no seria posible hacer la mar en cuenta a la otra franciscanos se de: paran tanto Jos re 100 / Alfonso Mendiola Los franciscanos deseaban, como se puede ver, ser literal- mente los juglares de Dies. Se paraban en las plazas de las ciuda- des y se ponfana predicar, esto les exigia hablar un latin vulgar ceewando no hasta las lenguas verndculas— y alejado de las reglas de la ret6rica, Del pasado sélo les interesaban aquellos ejemplos ‘gue atrajerana os nifios ya los pobres, es decir, al gente sin nin- guna preparaciin cultural La historia que hacian carecfa totalmente del uso de docu- mentos de archivo, y en cuanto a los libros s6lo consultaban al~ junos manuals recientes comoson:la Historiacseisticade Pedro Bl Comedor, el Espejo de la historie de Vincent de Beauvais ta Leyenda dorada de Jacques de Voragine y la crGnica de Martin el Folaco, El pasado Iejano les interesaba poco, se conformaban con el pasado proximo y bisicamente con aquellos acontecimientosde Jos que habjansido testigos. Ademas, como fueron grandes viaj tos contribuyeron a abrir el panorama de la historia medieval al jncorporarle el sentido del espacio y de la diversidad humana. Salimosde la seguridad de [os claustros pars entrar al mun dodelas cortes, dejamos alos obispos,a jes que tenfanla vidaasogurada y que eseribian historia como una dad misde sus vidas, paraencontrara este grupode letrados que van de puerta en puerta esperando que algin gran sefior aque les resolvia aprecie su trabajo y los haga parte de sus problemas materi Estas cortes se Son una ha perdido gran parte desu poder ‘condiciones de imitar una vida como la del rey dependen de fa Fiquezaquese tenga, yeomola riquezaenestasocedad e tstaen funciénde los rontasquelos campesinos p w como dice la ideologia de los tes 6rdenes que cs exprest economia seforial— la proteccién q ‘Algunas de estas cortes —por supuesto las mas f someter por medio de las relaciones feudo-vasal las rode ‘onvertirin pata el siglo xv en Estados —monar- {quias absolulas— y posteriormente en naciones. Habra cortes de reyes, de prineipes, de duques, de algunos vasallos de estos senores y, para el siglo xv, en algunas ciudades italianas, hasta de pode: nin fos obreros de la pluma.a estas Bernal Diaz del Castillo: verdad romance { 101 de mecenazga. Songente que vivedel ejercicio desu esciture POF foque todo b que escriven tiene por finalidad agradarasy Sef0¥, {que is da comida y techo. Todas las obras que haces on Pe oy llevan ena primera hojactsignodeesto: una dedicatoria lograban agradar, podian en ocasiones ascender ent Teaminarsiendo candnigos 0 funcionarios impor tantes de la corte. ‘Eran dlérigos, juglares trovadores al servicio de la conte, quienes contaban y escribian Fistorias que entretuvionh os seine: combates de santos caballeros, relatos sobre las cruzadas, vidas de reyes, canciones de gesta, historias de romanos,las ma ravillas del mundo e6tera. ‘Selas historias varlaban en su claboracion dependiendo de lncultura que tuviera el mecenas quelasolicitaba, Habiarey qe ecMerded tenfan una buena formacién, sabian leer y escribir en Idtin vulgar, contaban con una biblioteca en su palaciy de on cus tardes a la lectura. Encontrar un potentado con estas va Siristicas resullaba bastante diffe para 1a época, pero ¢ Farathre de letras quelo hallaba tenia asegurada Ia diftsion de su Chrys condiciones apropiadas para desarvollar su trsbafy ets grandes sefores que sentian pasién por la erudicion n9 S10 fe faciitaban su biblioteca al historiador sino que lo enviaban 9 v meultar otras, ¥ por supuesto se encargaban de la edicion y sHtaién de la obra. Pero.como hemos dicho, éstos eranlos menos, otro extremo del mundo delas cortes estaban aquellos a quienes los libros lo dnico que les provocaba eran nscts. aeeeeioce les entregaba la obra terminada Ginicamente a guarda- ban en un cofre: en una prisiOn perpetua. Preferian dedicar su fiempoacazar, alos orneos caballerescos,aladanza sia masicy Las letras, entre ellas prineipaimente quedaban en un plano muy secundai a mayoria de los jefes de una corte no tenjan una buet formacion pero sentian alin interés por el mundo de Ins eteas, Floclan que sus capellanes les leyeran y explicaran algunos paisa jpebiblicos, eque les conlaranalguna novela ena quese reletatan sesvavanas de los de su linaje. Los que dependian de est ipo de patrones, que eran la mayoria, componian sus obras oe historia aaa revconsatta de un solo libro, del cual les bastaba con traducirlo $yadaprarloa la moda imperante en asociedad corte. 1 0100 Jee aciin que utlizaban para constituirsus obras de historia la 12 / Alfonso Mendiola oaks cieeeares te ents oan tora ra totalmente ajena a una historia bres, se tri funda- fécil debido al pablico al que estaba destinad: sees Mientras Ia historia mondstica se encontraba sélidamente re sese teen evans pel coi ne Proezas, para que secantara en las plazas pablicas."* con los cortesanos porque no existe distineién entre los. bienes Up eamplo sien dete historia eortesans es ass Geoffroy de Monmouth, jido de Robert de Gle baal imo ef encima dees eoniie spenden a sistemas elo que es vero cortesana, mia que ser tas telaciones de poder que ae estructuran Bena verdad romanesca | 108 personales del rey o principe y les de la nacién; aparecen como ‘dlomésticas de la casa real. De laaéministracién de un patrimonio ‘ala administracién de un Estado:“El mundo de las cortes y el de Jos ad ministradores s6lo parcialmente semezelaron, y por esto los administradores crearon historiadores muy diferentes de los de la Jores son subproductos de los sistemas admi- Son gente perteneciente a familias aristocra- ntas razones ven en los estudios universitarios lad de ascender sosialmente. Hay que tomar en. ‘cuenta que del s in adelante habré una mayor diferencia- 9, Io cual permite que algunas -ondmica buena, yque busquen acién. El iéstica, pero también sseconvierteenuna iste cen ciertas instituciones la p ‘mecanismo tradicional apattirds opeiénreal, Paral sigloxy ya es un lugar comin la concepcion de {que se le puede ayudar con la misma dignidad al rey tanto conta espada como con la pluma, Muchos de ellos evidentemente son ‘gente que estudia con la finalidaddeser clérigos, y que yasea que fo lleguena ser o queno, terminantrabajando en estas administra- ciones burocriticas: Fl trabajo de esta gente es el de escribir. Escribir en propor- ciones que ninguna otra institucidn medieval lo hubiese imagina- do. Ni los copistas en los scrijtoria ni fos letrados de las cortes tuvieron una exigencia escriturftica dad obligéaque las personas. que naran sobre el proceso técnico delacto de escribir con la intenci6n de hacerlo mas eficiente. Terminaran por inventar la Hamada escritura gética que viene a simplificar la ealigrafia carolingia. ‘Ademis de escribir —fundameatimente documentos ofc tienen la obligacién deordenar ydasificar un volumen considera- ble de documentos. Su profesiin creara ciertos elementos ‘metodolégicos que transformarin la historiografia, dentro de los cuales el principal es el uso de documentos originales y un ade- ‘cuado modo de citarlos. ‘Como lo vimos al estudiarlas etapas de la’Titeratura” me- dieval, el nacimienta deestas tivas traeré para el siglo xvi la trinsformacion del sistema de co- ited, pas 104 f Alfonso Mendiola municacién oral en el de la escritura, Por esto, es comprensible que estos historiadores empiecen a darle un peso mayor a Ip es- crite sobre Jo oral. No hay que perderde vista que esto es tenden- Gal, es decir, que nose da de la noche ala maiiana. Para que este proceso culmine hubré que esperar los grandes gastos de los estados nacionales en a alfabetizacién de todos los sectores de la Poblacién. Pero esta historia, a diferencia delas anteriores, da ma- -yorimportanciaa lo escrito —libros y principalmentedocumentos elaborados por las cancillerias— quea los io del declive de la verdad fundada en lo visto y lo ofdo que jerminaren Ja verdad fundada en lo escrito. Laidentidad colectiva que estosindividwos adquierenen las iciones de administracion prblica en las cuales realizan sus trabajos, es Ja nacional, Por ello harin las primeras historias na- cionales. Historias que slo son posibles desde el lugar del Prin- cipe, como explica Michel de Certeau en Lat escritura de la historia un poder politico que crea un lugar étera) donde un querer puede y debe oma (una raz6n que organiza pricti- lad comohistoriadorel monjenoespera ningiin 0 celestial; por el contrario, el cortesano Este nuevotipo —que es el burvicrata— hace historia por és de exaltarlos ves rudimentarios de una identidad nacional en vias de cons- e. Del primero, tenemos la historia de la salvacién como historia universal; del segundo, la historia dinéstica; y del ultimo, Jo que en el futuro seri la historia nacional: “En Polonia, bajo Ladislao Jogellon (1386-1434), parasostenerla lucha de la Orden teuténica, la élite intelectual reuni Cracovia hace un esfuerzo de documentacisn hist6rica sin el cual 4a gran historiografia nacional polaca no hubiese sido posible” !* Otro grupo de historiadores es el que esta formado por los ‘anateurs, esdecir, por gente que en principio no tiene que ver con el oficio de las comerciantes, médicos, etcétera, que en sus ratos libres 0 en su vejez dedicaran su tiempo libre a Ja escritura novela, poesia, dramas— y algunos de toria. Este tipo de historiadores surge bien terrenal sino escribe historia por unsalario que le permita Bernal Diaz del Castitlo: verdad romanesea [ 106 los wv y xv, cuando la escritura ya empieza a |. Es gente que luvo alguna clase de educacién, 1a. Por supuesto, eseriben en su lengua alrededor de los natural algunos de ellos sibert leer el latin vulgar, pero no son capaces de comprender ef lati kulte, y mucho menos escribir. imits (aridammentalmente a los tiempos queles se fan cast extluntamette en Het ei eron lo quo excactason, exsoldados queen su Sere evn narra ba es enpuslinres Je Keto Goste cist Cuando utitan foros para caborarsus historias no pasanjen la rypric de es tno oe uno been enen titguan ela con doguinehtadévaue Yo ave narraiva, Hace lobe # que can del aches ableinece y Act tonaaiion necesara pare fila aad Media cadaver de manera | descend del guatur, del ee der, 0 del funcionario”.” ‘ entras todas las otras formas de historia jad para sereditadas, y con esto aceesibles aun publico; esta 1a no contaba con ningunaseguridad en cuanto a su edicibn, orlo cual era c empre en su presenta~ cert canos del autor, "ibid, pO tg AAPROXIMACION A LA RECEPCION DE LA HIsTORIA VERDADERA DURANTE EL SIGLO XX 2 Elacto de leer: del texto a sus lectores ‘Ante la actitud natural de que alo largo desu existencia todo libro mo, encuantoasu significado, queremos coponer una ica" que intente rescatar la historicidad del ceee Con dicha actitud se prelende dar prioridad a los cambios thterpretativos que se van dango en torao ala lectara de un bro, intetforo nunca es e1 mismo cuando se lee por primera vez que can ndo se lee por segunda o tercera ver. Dejandode lado, por el aeanento, la historia de las ediciones por medio de las cuales la Shes Tega al public lector,? pues ya este aspecto del libro nos confronta con el hecho de que toda obra literari formas de existir dependiendo de los criterios exitoriales que se Siguieron en su publicacion: a igual que el pablicn lector no se nirenta con una sola publicacion de La Iida idea que el coneepto deere ao estar ne acuerdo on una opin, mel us yo sea —tiene {tanto en el sentido 110 / Alfonso Mendiola una varedad més omenos amplia para escogerencull delas ver siones existntes va leer la obra To mismo sucede con la cro ie Beal Dia Ta bn Iara en ante quote ms terialsenosppresentacome una pluralidad y nocom una una De esta evidencia nacid en la historioga orien a wr aceptada como auténtica y ver- esta determinaci6n y suponiendo inde un texto, de tal manera que el contenido al que acceden todos los lectores posibles sea siempre el mismo, aun en esa situaci ras d literaria no preexiste ira, 8 decir, el libro no dice , si el sentido del texto no, la interaccién que se da entre texto podemos postular que la iL que se encuentra el lector hace variar la comprension de la obra leida. Por lo que toda obra literaria es la historia de sus di interpretacion ¥y esta diversidad as se basa en los horizontes ‘desde donde a preocupacion actual le en buscar la lectura correcta sino en intentar recons- la medida de lo posible, los lectores a los, mente la obra que se estudia.> Bernal Diaz del Castillo: verdad romanesca | 11 Sin perder de vista que nuestro horizonte, en relaciin con la obra de Bernal Diaz, es distinto al que primeramente fue dirigida. Po- demos concluir lo siguiente: que toda lectura de una obra tempo- ralmente distante del lector consiste en el encuentro de dos hori- zontes: uno, el del lector, y otro, el del autor, es decir, que lo que se pretende, en ese acto especifice de leer, es abrirelhorizonte del lector para que sea capaz. de entrar en dilogo cone! horizonte en sro constituyo su funcién comunicativa originaria. Y te propio en la medida en que cto reflexive nos permite Jativizar nuestra forma de leer, y de esta manera acercarnos a la alteridad de la obra, Pero siguiendo a Gadamer hay que precisar la reflexion del ser hist6rico: “Tampoco se puede var a cabo por completo la jluminacién de esta situacién —I toria efectual—; peroestainacababilidad sino que esta en la esencia quiere decir no gota ste rescatedel lectorqueha venidohaciendolahermensutica jeraria de manera consecuencia la imp interpretacion de un do, entendiendo por esta iiltima la fe que se tenia en que el texto significaba de manera independiente al lector. El libroo texto no habla mas que al que lo interroga, slo se vuelve sentido para ese alguien que realiza el acto de leerlo. Ahora, no se tratade unlector cereari el contenido del texto de manera o, se busca reconstruir el funcionamiento, en todo acto de leer. Sn libro no hay ectura por actualizar, sin lector no hay mas que lectura potencial Elmismo libro prefigura, en tanto que producto delaescritura, al Jector;noexclusivamenteencuanto publico al que luobra esti des- ‘al comportamiente que se texto no est’ indefenso ante el intérprete sino svea buen término suactividad de compremion. Esto es lo iv acusiado de una vee para siempre, es accesible lane Robert jauss, "Histoa dela fileratucs 112 / Alfonso Mendiola que se conoce como el lector implicito 0 el lector modelo; el lector nel texto mismo. Y por otto lado, esta el lector ‘obra, que, como se puede prever, no siempre autor de la obra esperaba. Esto resulta ain mas claro cuando la obra tiene Ia suerte de permanecer viva més de la época en que fue creada, lo que permite que surjan una de lectores ajenos al horizonte originario de la obra, ‘Ademés, cuando nos referimos a la presencia del lector no estamos hablando, como quiza se podria pensar, de cuestiones ino hist6rieas. horizontede expectativas determinantes del ti obra cualqui que constituy cual se va a una época determinada. lamado horizontede expec- la obra: Jen primer lugar, a pa del de normas conocidas o de la que, para el lector que reflexiona siempre existe, durante la Jectura, como posibilidad de comparacion? Al veoger las determinac lerarioencada moment ca de ese texto ha: ubicarlo dentro de un género literario particular, El lector tiene una interpretacion previa ala lectura de la obra, més 0 menos de- Bernal Diaz del Castillo: verdal romanesca | 18 del presente estudio consiste en la recons- ciones bisicas del horizonte stores de los siglos xvt y xt. de recepcisn o expectativas de lo esta segunda parte vamos aplicarlas a la lectura dela Historia gendatens, con ello esperames, hasta donde esto sea posible, re- celsignificado de lacrénica bernaldiana dentro del mun- ferario en que se cred, Hay que insistir en un aspector no se trata de presentaraquila lectura wrdadera en: tade Jacrénica de Bernal, sinodeexpo que ten funelén de su horizonte propio eran capaces de hacer los hombres y mujeres del siglo xvu. Debido a la dificultad que ‘presenta esla empresa hay que subrayar que lo que se pueda ir en esta ‘no sera mas que una primera aproximactién; nada mis resultado final que el conside- rarlo como un trabajo terminadc Este intento poi mundo tiene porfinal ss hacen de pregunta: jla Ilistoria ver puede ser utilizada ac fion historiogrifica actual o su origen histérico impide que sea tratada asi? Y la respuesta que podamas ir dando depende de que ‘empecemosa concebi smo productos culturales yno como seres atemporales: eso que Hamamos f 1 de ser estu Lo que se busca es contestar la siguiente wuista de la Nueva Esparia ie unsentido que noteniaensuorigen. in de la objetividad del texto no es mala en si misma, lo que es malo es no reconocer esta nucva mediaci6n que, desde la jacién del historiador, viene a iguear el se iginario del documento en stidn. Y finalmente es este sentido originarioel que determina snto que se debe hacer de la informacin que el docu- ene. ‘Antes de exponer nuestra lectura de Bemal Diaz siguiendo formulados en la primera parte algunas de las lecturas quese han hecho de la misma en este: Pues como veiamos, unoaccedeal texto partirde las tecturas que sehan hecho de él. Enel estudio de estas lecturas vamos a recons- truir las preguntas que se le hacen al texto bernaldiano y las 114 / Alfonso Mendiola respuestas que se le dan, pues finalmente toda interpretaci6n no es mas que un juego de preguntas y respuestas. Y después n 1a siguiendo las pregunias que las. Ieeturasanaizadas han planteado, para quedecrtaformasea mis jo vera diferencia que ofrece esta nueva lectura en relacién no podemos exposicidn de la historia de los manuscritos que Ja crénica bernaldiana y que finalmente determinai ‘ediciones que se han hecho de ella, 10 Los manuscritos: rastros de la escritura de la Historia verdadera’ hhablamos de la Verdadera historiacon las certeza gramal se trata de un libro, y solamente de uno, Pero esto no es 1d se conservan tres versiones distintas —2qué tan ynes que de la obra se han hecho, pues cada (os que se conservan debe ser presente conjuntamente| construya su propia Historia verdadera. r nuestro estudio sobre los manuscr lo siguiente: el buscar el mayor namero de datos ‘que habra sido ese cir una preocupacion actual, y que nente desde el hori ja obra fue creada, pues para la sratura” medieval no existe, como lo vimos en el apart segundo de la primera parte, la nocién de aut a mientras perdure; problema moral, afiadirle o supri crmacidn que se expone aqui es sca tin Laon de Bera Dire 116 / Alfonso Mendiola quier cosa queast se crea conveniente.*Y estos eoautores dela His- toria verdaderason los que principalmente van a hacer variaciones ‘de! manuscrito que Bernal escribié 0 dict6. Digo principalmente, yaque el mismo Bernal mientras siguié vivo, ya des enviado en 1575 su manuserito al Consejo de Ini de Bernal Diaz como les de los demas, que hoy en dia podrfamos denominar coyunturales. Dado que las relaciones de fuerza van cambiando, resulta que algunas afirmaciones ya escritas se vuel- ven, debido aesos cambias, srosas, Io que a transformarias. Por lo qui no tiene na venladera en elseni esa palabra. Dar fechas exactas con relaciona la biograffa de y al inicio y termina ‘conquista es impos bles. ¥ esto es normal. P —un genuino miembr: biogrifica quedaba registra: don nadie, como la mayoria de esa época, si recordamos que durante el reinado de los reyes cat6licos los grandes de Espana no pasaban de euarenta fa sorprendente es que Bernal Diaz no hubiese quedado en el anonimato, como la mayoria de los conquistadores. Todo lo que sabemos de 61 es fundamentalmente lo que corresponde a la primera parte de su vida, antes de que se aftadiera el "del Castillo”, a través de su erénica. De la segunda etapa desu vida contamos consus cartas y los registros del cabildo. de Guatemala, de! que fue miembro desde su traslado a ese lugar. Sobresu fecha de nacimiento contamos con cuatro versiones distintas queélmismoda. De nuevo nada extraio para sumundo, 2Quiénsabfaenesa épocasu verdadera edad? Sélo aquellasgentes de quien debido a su impe se registraba la fecha de su nacimiento. :Quiénse interesaba porsaber sttedad real? Nadie. El Diaz, de ta lo se pueden determinar fechas proba- Bernal Diz del Castilla: verdad vormanescu | 117 saber Ia fecha de_nacimiento no se vuelve algo comiin hasta que aparece la sociedad administrada en la que nosotros vivimos. A. esas cuatro fechas hay que afadir una que results totalmente mitica y que se encuentra s6lo en uno de los manuscrites —el Cusa- emalu—, a de 1492. A tono con la Edad Media, en la que todo Lo {que caracteriza al individuo prefigura su destino, cs obvio que Bernal escogiera para “nacer” la fecha del descubrimiento de ‘América. Las otras cuatro fechas son: en 1557 dice tener sesenta anos; en 1563, sesenta y siete afos; en 1567, setenta y dos anos, y ten 1569, setenta y cuatro afos. Partiendo de estos datos podemos suponercomo fecha de nacimientoel period octubre de 1495 y marzo de 1496, en Medina del Campo. La fecha desu muerte seencontré recientemente en la probanzade méritos de Marcos Ramirez y es la del viernes 3de febrero de 1584. Un caso insolito, vivir casi 90 anos, cuando el promedio de vida era alre os 40. Cuando Bernal Diaz. termina su relacion, dificil- algiin conquistador que pudiera contradec rita, El dice que para 1568, cuando finaliz6 d su manuscrito, s6lo quedaban vivos cinco conquistadores. De los datos que se pueden obtener en relacidn con la manuscrito podemos afirmar que emped a escribir borrador” en 1563 y que terminara de corvegirla y \pioen 1568, El mismo envia un manuserito desucro- en 1575. hay un carta queestd fechada) /0 de 1576 que informa que elmanuscrito jcios que se encuentran e jos cuales se da informacion sobre escritura que va haciendo Bernal. La priticra|noticia que: de a elaboraci6n de Ia crGnica bumaldiana st-encuentraen la obra, de Alonso de Zorita, Historia de lu Nuevw Espuari, en Inqque’ dice: Bernal Diaz. del Ca! un buen reparti yen Nueva Espafia y en Guacacynalco, me dixoestando yo poroidoren la Real Audencia de wereside en Ta ciudad de Santiago de Guatemala, que escribia la 118 / Alfonso Mendiola jerra, y me mostré parte de lo que tenia escrito; acabé ni si ha salico a la luz. Zorita ocupé el cargo deoidoren Guatemala, de 1553 a 1557. Gracias a que ‘que entonces tuvo noticias es que se pued fechar esta informacién. Es la primera noticia que se tiene de la ‘obra bernaldiana. La segunda noticia que se conserva se encuentra en una probanza de méritos en favor de los descendientes de Pedro de ‘Alvarado. Enesta probanza queselleva caboel9 de junio de 1563 participa Bernal Diaz como testigo. Y en ella se puede leer lo si- guiente: “Pasadas muchas cosas que es tunmemorial deguerras, como persona quea todo ello estuvo pre- uso legal que presta ha participado. Y segundo, derivada I de ponerse a escribir una memoria de| {que se estuvo era [a de que sirviera como documet ‘comprobaciénde los mérilos personales para poder s Y que con el tiempo esa memoria de las gus ras, que la mayoria de los soldados de Hernan Cortés debi jaborado —los que nosal las hiciera—, pues era necesario para realizar ap nica ya esta en Mad: Por Gltimo, en relaci6n conel periodo en qt verdad romunesce {119 210 de la Historia verdadera en la que se sefala en el ano 1568 como aquel en que se est “trasladando esta relacién”. Aun cuando ya en 1568 haya te 1, no se debe creer que Bernal dejé de corregir su escrito. El que se envia a Espafa en 1575, que seguramente es una copia d en ese momento Bernal ‘dejade tacharlo einterlinearlo, Pero la copia que se queda en Gua- find reescribiendohasta su muerte en 1584. Después, Io hereden y el primer e: Los mantscritos de la Vendudera historia que se hasta la actualidad son tres. El primero, s en Madrid, en 1632, pues esta e partir de él, Este manuserito se conoce por el nombre del que rea- lizé la edicién: manuscrito Remin, ya que el responsable de la publicacién fue el eronista de Remén, Elsegundo es una copia que se quedé en Guatemal ste enalgunos aspectos del publicadoen Madrid, yse leconoce con el nombre de manusc Y por éltimo, el tercer manuscrito es Suaemala que se principios del se encuentra actualmente en la Presento ladescripeién que Carmelo Sienz.de Santa Maria hacede ‘este manuserito: Esté formado por 299 dos escritos por ambos ne29.50x 43cm, y sus io de 2.50x 4em. Los folios ivo, Uno de ellos 37, loque parece 120 / Alfonso Mendiola Bemal Diaz. de Castillo. El orden ha sido restaurado |...] El tamafo actual de os folioses un poco menor que cloriginal xyalserrecortados para la encuademaci6n perdieron a veces hhotasmarginales y con frecuencia os primitivos nmeros de orden, que eran romanos. Mas tarde se les numer6 con Gifrasarabigas, Lanumeracién romana aparece énel folio 21, al queda la cifra x; sigue con un nimerode diferencia hasta el folio 109, en que se ponen de acuerdo ambas series. En el folio 216 desaparece la numeracién romana y reaparece en ef 247, al que sefala como coor, prosiguiendo con esta diferencia de diez ntimeros hasta el folio 268, en que desapa: aba encuadernado con pastas de cartén cubiertas de ceuerode color rojo oscuro, Presentaba en el lomo adornos dorados que separaban cuatro franjas horizontales de des- nla segunda de esias franjas estaba pegado una tira adicional de cuero que tenia en letras doradas el titulo: Barat Diss / Historia Ovanat / be La Conaussta / bt Misaco ¥ Guatemata. Tenia guardas blancas sencillas; en la Gltima estaban sealadas las fechas enque el manuscrito habia sido copiado? EI manuscrito fue sometido a un proceso de restauracién ¥ laminacién, en la Library of Congress de Washington, por él experto W. }. Barrow, en 1951, quien vinoa corregir los deterioros que hasta entonces tenia. En la actual rosensus tres dimensiones.Su ‘aba, en esa &poca, en. a cabo el proceso de laminacién exi el uso de acetona, lo que podia borrar la eseritura. Gracias a este estudio se sabe que en st esc radas condiferentes sustan ‘Ambas clases eran utilizadas en las actas del C la en la época de Bernal Diaz. Carmelo Séenz distingue,enel manus. tos de caligrafia, que designa con las iit, pp. 1946. Bernal Diz del Castillo: vérdad romanesca | 124 se caracteriza por trazos ligados, movides y algo abastardillados; casi todas sus lineas se contingan a través del margen derechoen tun {raz que a veoes es recto ya veces curvo".’ Esta caligrafia abarea, sin que esto sea de manera continua, un total de treinta y seis folios. “La seccion B presenta letras redondas, verticales, aisladas y muy claras”,’ Esta seccién os la mas extensa, también se encuentra presente de manera discontinua, y ocupa un tot doscientos cincuenta y trvs folios. "La seceién C comprends folios gencralmentcescritos con tinta negra; sus rasgose coineiden con las cartas aut6grafas de Bernal, que se conservan en fl Archivo de Indias 0 en el Hist6ricy Nacional y que estan fechadas en 1552 y 1558"." ‘La conclusion més erefble que se puede derivar de lo ante- rior es la siguiente: que hubo {res amanuenses distintos en Ia escritura del manuscrito Guatemala, y que probablemente uno de éllos haya sido el propio autor. Este manuscrito, después de la muerte de Bernal Diaz, se quedéen posesi6n desus descendientes, Jos cuales fueron alterando el content 10, al grado que Carmelo Séenz en su edicion ert jera que el menos desvirtuado de los manuseritos ¢s el bb) Fl manuserito Remon ad. Tenemosacceso nélse hizo la primero edicién de la orden deta Merced don iene es la eaigign de 1632, que lorpolaciones qup no se encuer Esta ela peimora version que a de Bernal, pues = Hevadas a cabo porlos edito- Comaya dijimos, noseconservaenlaactual pliblico pudo leer, pero no es ver tiene afadides y transformaci Los cambios massimp! que ver con corre fos a que porerror el editorse salta una o dos lineas. Algunos onde censura palabras usadas por Bernal que le pare vulgares. ¥ por altimo,en ocasiones confunde el sentido de la pa 12 / Alfonso Mendiola Jabra que usa Bernal, como enelcasi loinerpeta por “despues ks dec Podriames dtr uc hens aauiadla wtttadecomeecanes de nemetiparsnen tenes toss sqrt gid date Ease {sue ualplel annem oc nal Ciel open aeons Vamenta La cdtonpubada jel noma coisa dela orden imereedart fay Alonso Remon iencions ochenla veces fray Bariiomé de Olmedo, capullan de expediion de Cor 1G. Decl ieslimetes ally na cada en sco Guatemalan la misma forma en que se len Remon, Veindinueve nxsciones del mereedaso que "Gus, female” expresa con fo palata fra fee dea Merced vom amas por “Remi”, que as transforma en fy tole deOlyey de hde dela Merced Esta teintenade variates, pocas yd puta Inportandi, se encuentran nombredeiny Barkin unscuarentaveceen clap lo 163 se introducen dos fraikss mist fray Gonzalo de intervieneenacionesdeimportanci, cs mencionado ven- veces y hasta es aceptado por Fuentes y Gueman. El feciode merc is Tegada Ie Nuova Espana de once (rales —uno muri6.en el camino, prece- didos por fray Juan de Leguizamo, confesor y consejero de Cortés. Un tal de sesenta y lantas mesciones que no existen enel manuserito . : El manuscrite que termina transformando América. En una espe Berl Din af Cone de Madi on ova dels Mere de papa dalos warotetne puerta nrpacione, qe Camu Sere Moe ees Bernal Dies del Castillo: verdad romanesca | 1% Para nosotros, preocupados por la propiedad privada, esto nos parece terrible. En el siglo xvtera lo comin, ZNO tenemos, a¢s0, ‘Como ejemplo a los editores de los clasicos grecolatinos del Rena- ‘cimiento, que cuando consideraban necesario es ahadianalgunas frases de su propia inspiracion? Tampocose vaya a pensar, como se hizo durante toda la mitad de nuestrosiglo, que la copia quese tencontraba en Guatemala erala que mésrespetaba el original. No, ahora se sabe que esta version también fue alterada por los des- Cendientes de Bernal Diaz. Buscar el original, el auténtico, es im- ‘posible. Tenemos versiones y con ellas hay que trabajar. Cuando llega esta primera ediciéna Guatemala, ena quese afirma que los mercedarios fueron los primeros enarribara ticrras jguatemaltecas, por lo que tienen prioridad sobreel apostolado de {a region, inmediatamente comienza la critica de esa versiona ma~ nosdelasotrasdosérdenes religiosas que comparten elapostolado con Jos mercedarios: los franciscanos y bs dominicos. Tanto uno: ‘comootros cotejan la edicién de Remsncon la copia que se conser- Vaen Guatemala y, por supuesto, denuncian las alteraciones que contiene. ‘Con relacién a si se puede responsabilizar de las interpreta iones al fraile Remén, parece que no, por las siguientes razone: Remon murié inmediatamente después de que la edicion hab sido terminada, y ademas mientras Uevaba a cabo el trabajo de la | verdadcne tenia a su cargo la elaboracién del segundo de Ia Historia general de la orden de N! de la Merend. Ensta dectica once capitulosalas actividades de Olmedo fen Nueva Espana, y nunca’se aleja de lo que se encuentra en manuscrito Guatemala. En consecuencia, se piensa que las varia erona cargo desu sucesorcomo cronista de la orden fray Gabriel Adarzo y Santander, ©) El manuscrilo Alegria Las caracteristicas de este manuscrito son: 1s de texto, mas de seis de indice y éstos a doble [324 fo! jene una media de cuarenta y tres lineas por columna, pagina y ésta un tamano de 23x40 cm. Papel de hilos con corondele: ana, Muy bienconservado: ligeras pica- duras de polilla enel Angulo inferiorinterno que no perjudi 14 / Alfonso Mendiola canlalectura.B grafia,que juena caligrafia, quese mantiene uniformeen todo el manuscrito, con imitacién de imprenia en k res de capitulos; de la segunda ‘1 ce las pastas; guardas en papel jaspeado; en Ja encuaderna se han cortado algo los folios y el corte tiene color rojo." Es una copia que mand hacer el ij de Bernal Dia, do Francisco Diaz del Cas ‘| manuscrito Guater ie nin le hacerse en 1605, y que heredb a suo niet del conguis- tador, Ambrosio del Cas y Pa Nose sabe cul fi rsccre gu af tlcalde de corte yoidorsulbdecano de In Audioncia de Mexico don Dicgo Antonio Perninder de Madrid. Y que fue el viewy Roillagigedo el quelocnviéa Espa La mayoria dels afta. ciones que se hacen sobre la manuel se basamven traren él lascualesson fie ries que sus ico a ninguno de los otres eos manus- jener que es una copia del Guatemala Ahora, esta copia respeta todos los interlineades y los avisos de cambio que tenia el G ‘Ademés se afiade una’ quen nal, mas un colof6n, que sons indices, y nose han copiado niel capitulo 110 ni las hojas finales. Las dan al copista se deben probablemente 4 Francisco Diaz del Castillo, que fuequi supervis6 la transerip- Wit, p10, uw Dos lecturas de la Historia verdadera Como ya dijimos en el capitulo x, ya en esta segunda parte, el 10 s6lo se alcanua en fa interaccién entre texto y ello, en esta parte vamos a estudiar dos formas en que ido el texto bernaldiano, Para esto hemos escogido a Ramon Iglesia ya Miguel Le6n-Portila. La primerase llev6.a cabo duranicel periodo que vade los atos treintaa a primera mitad de Jos cuarenta, con la interrupcién de la Guerra Civil espanol; la eygunda es una lectura que aparceis publicada con motivo del cuarto centenario de la muerte de Bernal Diaz, en 1984. Con esto tenemos una lectura que se efectud fundamentalmente a pios de los aftos cuarenta y otra de inicios de fos ochenta. La distancia que las separa es de cuarenta afios. Esto nos permitira analizar las transformaciones, sios que las ha habido, que se han presentado en la interpretacién ée la obra de Bernal Diaz.en esta Segunda mitad de siglo. Lo que vamos a estudiar en ambas Tecturasson dos cuestiones basics: por un lado, el ipo de pregun- tas que sele planteana la erSnicabernaldia Jas soluiciones que se les dan; y por otro, el horizonte hist6rico y cul {ural desde dondese formulan yresuelven las preguntas. No est por demas insisti: toda Jectura es una interpretacion de la obra, hinguna deellas ese libro misme. Ellibro porsisoloes mudo;s6lo habla para el lector que entra endidlogo con él. Yes este didlogo cl que nos interesa reconstruir. rada en la figurn de Cortés! Antes de empezarconla lectura de Ramon iglesia sobrela relacion bernaldiana, veamos algunos aspectos de su teoria de la historia. Este rodeoes necesario, pues su valoracién de la Verdadera historia se basa en la posicts ma con respecto @ la discusién sobre loque es la verdad en la investigaci6n histérica Iglesia permanente contra la histo- riografia positivist la, Est en contra de todo objetivismo que pretende sostener la della neutralidad enel conocimiento del pasado, Contra n de verdad, él defiende la idea de que la verdad del hecho patadosiemprees expresionde un punto de vista. Elquiere revelar la presencia envl enunciado del discurso hist6- rico, Veamos lo que dl mismo dice: Yonocreoen la imparcialidad hist6rica en else la historiografia liberal positivista ha dado este término, el dla existencia dena versiad exclusiva, inica, quese puede alcanzar [..] Los hechos se han producido, sin duda, en determinada manera, cle manera tinica; pero ensuaverigua- ci6n, como en el andlisis de los mismos, nosotros no pode ‘mos ir mas alla de quienes los han presenciado y los han vivido, dandocuentade ellos. EI punto de vista del narrador inmediato es el cuerpo simple con el que tropezamos en. ues in. Cuando los actores o testigos que podremosreunirsus puntosde vista en grupos afines, perosi hay disparidad entre ellos, en la selecei6n que nosotros hagamos entrara un nuevo factor que seri, querimoslo o no, nuestro propio punto de vista, onado, tan Limitado por una serie comy factores, comoloson aquellos quesometemos a examen. No ‘reo, como normalmente ha venido aceprindose, que una orcione porsisola una mejor visién de loen que Bernat Diaz del Castillo: verdad romanesca | V2 Lacita es muy expl idea de la existencia de una verdad como tinica y exclusiva, Iglesia sostiene que todo ser hu- mano, en tanto que ser hist6rico, siempre expondrd, sobre cual- quierhecho, unpunto de vista ys6lo uno. ¥ este puntode vista es: ‘4 fundamentado en la vivencia que cada individuo tenga de su mundo. Al comentara qué se debe su cambio de valoracion de la relacién bernaldiana dice lo siguiente: “En mi no ha habido una simple acumulacién de datos, sino sn cambio de punto de vista mo- tivado, no por lecturas y reflexiones, sino por tuna experiencia vi- vvida, por una Evlebnis”.? Alvaro Matute, quien hace la introducciOn del libro, afirma que Ramén Iglesia pertenece al grupo de los que,en oposicion a historia-ciencia, defienden la historia-arte. Finalmente, segiin el ‘de Matute, es la confrontacin entre neopositivismo e his- luta contra verdad relativa; ante el peso a- esia lama historia deshu- adefensadela mediacidnsubjetiva detodaobjetividad, humanizada. Este perspectivismoen toda comprensién deun hecho que sustenta Iglesia, va a guiar su estu de la obra de Bernal Diaz. del Castillo, como vamos a ver a con- tinuacin. lectura de la Historie verdadera durante el jglo xx ha Jectura, Una de ellas, que quizis podriamos llamar la gran obse- sion en torno de la er6nica bernaldiana, es acerca de las razones ‘por las cuales un soldado del ejéreito conquistador eseribié una crénica de la magnitud de la Verda Un elemento im- portante en esta pregunta es el que relaciona soldado con hombre inculto. Porque en verdad la cuestion es la siguiente: eSmo una persona sin formacién pudo realizar una obra como la Historia ‘verdaiera, pues ningun otro soldado dete escrito. tan amplio como éste sobre la conquista, Aiin més, no existe otra erdnica sobre la empresa cortesiana de la magnitud de la de nuestro soldado eroni {La otras preguntas q Verdadera h 128 / Alfonso Mendiola Diaz a la erinica de Lopex.de Gomarat gpor qué se le ha dado, enel mayor peso ala endnica de Bernal que a la de Goma. ra?; ccuil estilo literario sigue Bernal Diaz? y por altimo, zeual es la calidad literaria de la obra? Ramén Iglesia propone que la Hisforia vordadera tiene sus raices en el pleito que mantuvieron los conquistadores con la Corona para que s¢ les dieran los beneficios a que sentfan tener derecho, por haber participado en la conquista. El ambiente de Insatisfaccion, de resentimiento y de avidez de los conquistadores es el motivo de la redaccién deesta obra El germen de la obra de Bernal ha de buscarse, pues, en la lucha por las encomiendas y enas relaciones de méritos y se esel de la cantidad de paginas que iana. ;Cémosis6loes una memoria jos para luchar legalmente por obtener los beneficios conespondientes, pudo aleanzar la dimi tiene la obra? Para contestar a eso, Iglesia dice lo siguit Vendutera historia fue creciendodesmesurada no era capazdes No descarta que la lectura de Gomara influyera también ef Ia claboraciénde la cronica, Sin embargo el mot clalegato legal. Del deseo de tener mas repartimi — segin Rai nacié la Historia oerdadera, Mucho -xto presenta las earacteris que eran to iene que resolveres el de lados en la narracion, y sobre esto dice lo siguiente: “Su libro es una desmesurada re “pp 1950, Bernal Djaz det Castillo: verdad romanesca | 129 segiin éL le lama. Y para destacarsu personalidad tiene que elevar de nivel la de todos sus eompafieros”” Esta necesidad de elevar el papel que cumplieron los solda- dos dea pie en la empresa de la conquista lo obliga a rebajar los mérilos de Cortés. Pero esto nos leva a tratar la relacién de Bernal Diazcon Gomaza, pues la vinculacién gira en torno de a figura de Hernan Cortés, Con respecto a la polé obra de Bernal y ta de Gemara, Iglesia tiene dos posiciones distintas: una, anterior a la ‘experiencia militar que va a teneren la Guerra Civil espanola, que iypone en in texto de 1935, donde acepla como verdadera la vi- iin de Bernal Diaz, pues coi irista de Ci mnquista, por lo que tacha a Gomara de panegirista di la otra, posterior a la Guerra Civil espafola, en donde dice que toda mi concepcién de una serie de judio con mayor Terminada la guerra la comparo ambos [ atencién que antes Gémara, reconozco que Coriés tuvo un papel mucho mais destacado en la conquista gue el que Bernal le asigna.* dos posiciones. La anterior a la Guerra C uiente forma:al seguir Ramén Iglesia sus po ria, plantea que la mejor historiogratia que se ha escritoen quecontaba,queladeGémara, juien habia sidoactord: a Elotro factor que lo inclina fadn en Amé lado de Bernal 180 / Allonso Mendiola lo que cuenta, al elegante y erudito de quien nolo presentando la perspectiva de Bernal como la popular, en oposiciGn a Ia aristocritica del capellin de Contes. La transformacidinque tiene ensuapreciacién de Ja Historia de la guerra, El cambio de punto de v mismo lo Hama, se centra en una reva~ loracidn de la funcidn de Cortés en la conquista. A partir de esta posturaconeibe que Bernal presenta una cericatura del conquista~ dor: No me cabe la menor duda de que la Conquista de América esuna empresa detipo popular, que la masa desempefa en ella un papel destacado, pero lo que esta masa da de sf ‘cuando no encuentra hombres superiores que alumbren sus ideales y eneaucen sus energias [.~| Cortés, con todos sus defectos —dejaria de ser hombre si no los tuviera—era un, » que no queria admitir Bernal: jenela personalidad de Cortés? eleardcterdeexcepein qui Deuna imagen dela conquista en la que el peso re masasaotra donde éstas necesitan de un ser suy ‘ser superior. Esto le hace revalorar 1e muchas de las eriticas de Bernal ‘a Gmara son infundadas, y Iglesia, en que el primero tsa mucho acciones de la conquista y el segundo e [ue] con lo que ya no podemos estar conformes es con el continuo plural de Bernal Diaz, con el “acordamos", “orde- namos”,“hicimes", quereducea Cortésa simpleinstrumen- foen manos desus eapitanes jo lo unilateral que sla visién de Gimaca al prescindir de los compasieres de Cortés, yo lo ereo menos va de Bernal al ermal Diaz del Castillo: verdad romamesca | 131 cada uno de los historiadores de Indias manifiesta un pt to de a sobre los acontecimientos de acuerdo con sus vivencias del mismo, lo que resulta parad6jieo es gpor qué razén la recepcin actual de esas obras da mas preferenciaa la de Bernal que ala de ‘Gémara? De acuerdo con su posicién historiogrstica, Ramon logia democratica que la bafa, tiende a nivelar e igualar a todos Jos hombres, sin aceptar la posibilidad de la existenciade hombres superiores. Por ello, la Historia verdadera estaria Adel hombre actual, mientras que jquista del capellan de Cortés seria la expres rarquica. La apres naldiana ei Historia de a con- in de la sociedad je- empezando por el cronista Antonio de Solis, siempre la juzgo como un producto literario de poca calidad: “Salié después una icularde Nueva Espana, obra postuma de Bernal Diaz Pasa hoy por historia verdadera ayudindose det oy poco adorno de su estilo [...J"" En contraste con la opinién de Antonio de Solis veamos lo de Bernal todos ha- blan dela rudeza del estilo[...] Todo elloes inex de Bernal es dificilmente superable en fuerza en la gracia de la natracién. Tiene preciso, para lo cus Ademés res Lo mas extrao tura libresca, no tiene lar y se hunde d tomado parte”. de Mévin cap. 4, p-. fbi p. 18% etl 182 / Alfonso Mendiola 1b) Miguet Leén-Portill:lectera entrada en ta nocién de farsa“ Esta interpretaciOn de a erénica bernaldiana fue realizada en 1984, afloen queseconmemoraba el cuartocentenario de la muer- te de Bernal Diaz, Para aries de la lectura de Iglesia, Con esto esperamos poder detectar hada dondese ha ido desplazandoel horizonte de lecura, enestos G@ltimos cuarenta afos, de la erdnica de Bernal Diaz. y lade los vencidos. Estas visiones son ai ‘eben ser pensadas como complementarias, Con esto nos queda’ de un lado, la visi igena conquistad cién de una obra romintica, que cree encontrar en la vivencia del qi sentido del texto, Esta postura es lo que hace caer a do de la mentalidad vencides, cuando to- escribes! ue ual que Ramon Iglesia, naldiano el horizontecultural desiglo xx, de malentendidos, Si el campo de preguntas en torno de las cuales gira la comprensién de la ob dese busca contestarla damental estaba en la sindedos perspectivas tica representada porel soldado dea pie del ejército de C aristoerstica 0 jerdrquica encarnada porel eapellindeContés. ly sia no enfrenta a Bernal y G6mara en términos de verdad y men- que existenson puntos de vistaacerca de los ynoverdades absolutas, ee fundamental ya noes el de puede consul al texto ber- eva a unaserie del Castillo: verdad romanesca | 18 Gémara, aunque siga presente. Alcentrarse en este debate el 10 de Bernal s6lo tenia sentido si era considerado como una respuesta al texto del capellin de Cortés. Al poner esta confronta~ ion en segundo término, el horizonte de lectura se concentra en tralar de comprender la Historia verdadera desde ella misma, y no exclusivamente como la reaccidn ante la erénica de Gémara, Dentro de la interpretacion de LeGn-Portilla la pregunta fundamental es la de ;por qué motivos escribié Bernal Diz la Historia verdadera? Todas las demés preguntas se mueven en fun- ' tienen que ver con: qué formacién educativa y soldado-cronista? y jqué valor estético tiene fa i? Como se puede ver, as preguntas que desapa- vcieron de Ramén Iglesia a Leén-Portilla son las que tentan por terés central la polémica BernakG6mara. Leén-Portlla, antes de dar sus razones de por qué escrbi Bernal su historia, expone de manera sucinta las que se han veni- dodando. La primera, ylaqueconsidera la més simplista,diceque Bernal escribiG fundamentalmente para contradecir a Lopez de Gémara, En relaci6n con esta explicaciOn, Ledn-Portilla hace una aclaraciGn que es importante tomar en cuenta: “No quiero decit jue deba prescindirse del hecho innegable de que la apavici6 dela obra de Gémara de varios modos influy6 en Bernal. se hace ahora a un lado es tener esto como motivacién clave para comprender por qué escribié Bernal” La segunda explicaciénes la que ve en los motives de Bernal para hacer su historia, no la necesidad de contradecir a Gémara, sino el intento de hacer una autobiografia desus méritos en hs ta~ reas de conquista. Para esto sostienen que Be cribir antes de tener conocimiento del texto de Gomara. ¥ cuando tuvo conacimiento de él lo tinico que hizo fueaumentar su interés por terminarla,al darse cuenta que no hablaba de ninguno de sus compafieros de batalla mas que de Cortés La tercera es la de Ramén iglesia, que debido a que nosotros ala expusimos no es necesario repetirla, ¥ la altima es la expli- n que maneja que Bernal escribié para resaltar su participa- en la conquista, al igual que la segunda, pero también para ‘que la hazana épiea de los conquistadores no se olvidara nunca. La explicacin que da Lebn-Portilla tiene elementos comu: nes con las anteriores, perose distingue de ellas por considerarlas Historia venders delaconmuistadela Nucwa Espa, p42. tes. Para él a primera razén por la que se pone a escri- bir Bernal Diaz es para exponer Sus méritos y que de exaltar y recordarsus part imera probanza de en el arte de narrar. Pero considera que no es entender por qué redacté ros. No quiere que se olvidi sidera como inigualables. que cree tener derecho busca ra siempre en|a memoria de la mbién la fama. El permanecer pa- te: lo a la demanda —probanza exageracién simplista. El ya referi- ‘Tees elementos estin presentes en la redaccion de la er6nica tode que muchoera lo realizado por ‘ompensa que habjan recibido era {mo, que no debia de ser olvidada nunca la ron, En cuantoa la formacién que pudo la hace una sca | 195 primera parte en quese ‘macion —remito al capi sal jeval, enel cual se plantean las. El quesu padre haya sid que! iia debié tener una bu ‘al—aun- quealardea muchas veces de mis palabras tan groseras y alguno era persona ruda. Lleva pensar que habia sta forma de educacién. A diferencia de muchos, sabia leer y escribir. Mas tarde le atraerfan los libros de los ‘Amadises y también las historias de griegos y romanos y tras obras mis, a las que alude con relativa frecuencia.” primor” [x que no sigue ningin es! una persona inc iene que la Histo- os de caballerias: y su rey, resuena a veces como Taspirada en los eédigos de honor de los caballeros.!* || menos que, desde el sig! jo de nuestro cronista a los 96-1584)", Vuete 4% / Alfonso Mendiola micos de Bernal en radigma del idioma”. su Diccionario de autoridades, incluyen a res y obras que pueden tenerse como pa- 12 La Historia verdadera interpretada desde el horizonte de expectativas de los siglos xvi y XVII Antes de empezar esta lectura de [a eronica de Bernal Diaz, hay que aclararalgunas cuestionessobre las dos interpretaciones que iaron en el punto anterior. Esto con el fin de ex rela lectura que pretendo hacer en este je Ramon Iglesia y Miguel Leon-Port e entre estas dos lecturas —la de y no en cuantoal pla Estas interpretaciones tienen por preocupacisn esencial al autor. Piensanque mientras mésseconozca alautor—en términos biogrificos— mejor se entenderd la obra. Adin més, la basqueda sss la de descubrir la intenciGn n, que por olvidaral texto mismo. pportancia el conoci- ira el significado del texto. Ademés, enel cas ernal Diaz, es muy poco lo que se puede saber acerca de su vida independientemente di que 61 nos cuenta de si mism fa verdadera A tenemos acceso no es al Bemal Daz.real —el concepto de real 488 / Alfonso Men Jo usamos para facilitarla distinciGn—, sino al Bernal Diaz. perso~ ruje. Es decir, lo que podemas conocer de Bernal Diaz. es el per- sonaje que acta en la narracién que hace el autor Bernal Diaz. En opesicién a estas interpretaciones centradas en el autor nos interesa presentarotra que toma comoejeesencialel del lector. Deesta manera pasamos de una hermenéutica de la producciina tuna hermenéutica dela recepcion. Eltextoescrito tiene la cualidad de volverse independiente de su creador. La obra literaria, al ser abandonada porel que laescribi6, queda en manos de sus lectores. Dentro de las muiiltiples lecturas que se hayan hecho d 1 sk la que estaban posi obra. Para de la erénica bernaldiana podiamos haber seguido dos caminos: uno, que consistirfa en buscar documentos del siglo xen tos que ecomente laobra, es decir, resefas quese hubiesen escrito recién ada la Historia venfulera; y dos, reconstruir el horizonte de expectativas 1-y desde él intentarhacer una lectura de la cronica, Este titimo es el camino que nosotros hemos seguido. Con respecio al primer camino hay que decir lo siguiente: aunque protblemente no existan resenas, en sentido estricto, hechas en el siglo xvn de la relacién bernaldiana, si contamos con muchos comentarios que hicieron de ella otros cronistas, y no se olvide lo que deciames en el apartado sobre los. manuseritos: inmediatamente que llegé a Guatemala la prin cerdnica, debido a las interpolaciones mercedarias q) doel manuscrito enviadoa Madrid, fue estudiada detenidamente ppor los franciseanos y los dominicos. Ademis los cambios que hacen en la crinica sus primeros editores debe indidos como una forma de recepcidn de la misma, Conesta enumera Bernal Diaz. s6lo quiero jentes para poder realizar tipo de investigacion. Con relacién al camino que nosotros seguime tar susalcances y sus limites. Este tipo di ende de Jo cuidadosa que sea la reconstituci terpretaciGn del horizonte determinaciones, segin se vaya avanzando en la reconstitucién, Bernal Diuz det Castillo: verdad romanesca { 139 del horizonte de expectativas. Lo que nosotros hemos expuestoen la primera parte del trabajo—de a situaci6n en la quese encontra~ ba todo lector del siglo xvu— podemos decir que son sélo las condiciones bisicas que se deben tomaren cuenta para haceruna stura que respete la historicidad de la crénica bernaldians. Pero solamente eso; habria que seguir trabajando més sobre esta re- construccién del modoen que recibia una obra de historia elhom- bre deesa época, Deesta manera, loquese trata es de noimponerle al libro de Bernal Diaz el horizonte de lectura del hombre del siglo La primera parte de este trabajo, por lo expuesto anlerior~ mente, es la fundamental, y ademés es Ia que hay que seguir profundizando, Hasta ahora s6lo se tado Tos rasgos inimos que permiten caracterizar al i horizonte medieval. Nos hemos preocupado por recon experiencia que tenia de la historia el hombre de esa época, y hemos concluido que nada tiene que ver con la actual. Parallevar acaboesta reconstruccién hemes partido dela determinaciinmas general que bana a toda obra escrita —caracterizacién de la “Titeratura’ medieval en funcidn del sistema de comunicacion dominante de la época, la oralidad— para ir acercindonos poco a pocoa un tipode “literatura” en particular: el libro de historia. De aqui se podria continuar en el intento por especificar el tipo de drian a vperdadera sélo indieo dos: uno, la de ve claramente que sirven de modelo a la escritura bernaldiana; y dos, la de las autobiografias de soldados de a pie que se vuelven relevantes a partir de final xv debido a la transforma- cidn de los ejércitos durante este periodo2Transforma aparicién de las armas d que cl soldado de infanteria vaya adquiriendo mayor importan- enla tactica y estrategia militares, que los soldados deacaba- ieaca de las atnas de pies, Sobeeel arma de fuego 14 / Alfonso Mendiola idad de hacer una lecture exhaustiva de la tara las mismas pre- .guntas que le plantearon las dos interpretaciones que analizamos en el punto anterior. Al definir nuestra lectura a partir de las pre guntas que se le formularon a la Historia verdadera en las dos lec~ turas ya estudiadas facilitamos dos cuestiones. Primero, quenues- tra inlerpretacién se concentre en unos cuantos aspectos de la obra; y,en segundo, quese vea claramente el contraste de esta lec- tura con las dos anteriores. mal Dive ta Hi a) {Por qué escribis ia verdadera? Como ya hemos visto, para aquella época la vidad secundaria. Todoel quesededicaaescril no, comerciante,exsoldado y, en los ratos libres, historia. Este es el easo de Bernal Diaz. Para él quier hombre del siglo xv, la historia carece de misma, Bernal es y seri, antes que otra cosa, un soldado, un encomendero y un {uncionario del eabildo de Guatemala, pero joriador, Los soldados retirados son quienes se dedicana a actividad literaria; s6lo basta con ponerse a pensar en. de los grandes autores del llamado Siglo de Oro espanol mnsidosoldados. Es Bernal Diaz ala edad de mas decineuenta ans el que decide comenzar su famosa cronica,Inicia su proyec- to de escritor cuando la actividad militar se le vuelve imposible, antes n0. No se olvide que sin6nimo de vejez Durante la Edad Media se eseribe historia sobre los hechos ‘memorables; y éstos —Ios que deben quedar en la memoria para siempr— son los que hacen los notables —reyes, principes, randes sehores,eteétera—.. Dentro deestos hechos siempre estu- eron incluidas las batallas, pues eran vistas como una parte de ‘omo para cual sportancia en sf 1 cincuenta afos, en el siglo x0, era finalidod quelas eriniisledan a lonareabucesesla mismad fn uso contra los comperinos. La imagen que las crBnieas hacen del indio se deriva, en gran parte, de le que tenia Ia sociedad aristocritia y clerical del wo europeo la epresentacion del pagano por antonomasia Jr. Philippe Ve agro Ie Edad Media, Bernal Diaz del Castillo: verdad romaneses | 14 fas funciones del rey, sobre todo desde la época de laseruzadas; Jas guerrascontra el inficl. Delo anteriorse desprende la raza por la ‘cual Bernal considera que deba quedar constancia de las hazafias de la conquista: wn que haga esta mlaci6n para que aya memo memoria de mi persona yde los muchos y notables servi ie ehechoa Dios y a su magestad y a toda la cristiandad, delas duques y marqueses ycondes rvieron en las guerras, y tanbién y desendientes osen dezir con ganar mi padrea su enda que tenfa en ello y fue en ts y para que mis hijos y ni verdad: Estas tierr costa y gasto Ia ha: conquistar de los primeros.! Ja historiografia grecolatina y medieval Fs una constant se cuenta nuncaseolvide, eldecirqueseesc con ver lo que dice Herodoto en sus F La publicacién de la histori se como fin npo los hechos di is acciones grandes y maravil jegos y los barbaros, ieron muluamente 10s unos alos ottos.* 10 lleguen a desvane- bres, come tampo- tras que se hi Para una sociedad cuyo: ‘come lo es Ja de los siglos «v1 y x ‘dura, atin més, de lo que jamas se juvsto por escrito tiene estesentido de permaneneia. Toda narra Jos hechos que cuenta, porque solo cuand ‘ma grandeza merece ser Movado a Ja escrityra. A {aes la que mueve a Bernal y a todos los cronistas a lar por escrito los sucesos de la conquiista. Y dado {que la conquista es considerada como un he ‘que ningua '@ / Alfonso Mendiol de los que participaon en ela debe se olvkado, Est sun be- nefco que ene todosaldo que participa enlashazaas pan Gide quedaren la memoria dee hombne Este benefice fa tan imporante como! muterlal Riguczrs toma e lo que busca soliado espafol de edcssigles Ys la rguosa ead en tent Sufciertesencomvenda a fasten queelnombre delsetda- direpasetia an to Si come hemes ch desig au actividad secundaria come le hetorase encuentra tla momorabilidad del hecho que vaa set contado, eat no et eparaenpardcisogelafatrncoialon. Adem de au tec acto miltar merece ser conservado por ls razon de escritura, habia un proced Pt oa presentara la instancia legal nombrada porla Corona unescrito de Jas batallas en que se habia participado. dems este documento , de susactivida- soldado supiera ios fuera mas det millaresY Guandovedaba d caro dc ave, deer podémos esperrqite eu rmemorictass stn ea Val pedloge del ran ecaly Reread aelical sistema epae las probanzas. Y este prologo ens a Itciones ce servicios “V ademis de esto eusndo mai Rist a, dard fe y claridad de ello; la cualse acabé de'sacaren limpio dems memoriany boradores nesta muy eulcladad deSaniiege de Guatemala, donde reside la reg : i delmerde febrero de Polencesupone Fageoturmasievea you que Bernal Diaz, eser! sro hay qu dad social ds der, pues ide memoeia su relaciGn de la conquista, nsistir que fue Poa Bernal Diaz del Castille: verdad vor facultad mediada por la sociedad. Hay sociedades en las que la ‘memoria es fundamental, y otras, como la nuestra, enque carece de importancia, Pero ademis, aquello que debe ser recordado en. estassociedades donde la memoriaes esencial esseleceionado por los sistemas de valores que rigenala misma, es decir, no todo debe ser registrado y conservado por la memoria. En este sentido, algunos comentaristas de la obra bernaldiana se sorprenden que Bernal recuerde todas las batallasen que estuvo presente y que embargo nose acuerde decuandonaci6. A estas comentaristas se les olvida que toda memoria es social, y que por eso dentro de sus experiencias lo que socialmente es relevante y deja sin registrar lo que no lo es. Rernal vive en una sociedad donde el no saberleery escribir es locomin. El poner por escrito sus hazanas noi ai gente las va a conocer, sino que perdurarén en el esta perspectiva podemos sospechar que la Historie verdadera, antes de pasar a los trazos de la eseritura, existié como narracion oral. Cudntas veces no habri contado sus aventuras, tantoagente que no participé en la como a compafieros de batallas. Muy probablemente aqui ronoseasola- mente lo que sus re colectiva —los que pat constituyendo en la medida enquese lo contaban. De tantocontar se Megs a elaborar la relacion ontarse los hechos v' conserva mucho dee ese os Para el mundo me tipo de escrito como el de Be Bernal quese los dejaa sushi puedan defender sus beneficios. Qué mas bencficio que el poder demastrar que su padre fue uno de los conquistadores de esas jerras. Conesto vemos c6mo la cxinica se convierte, dentrode sus antesea, Ademés de libro de otras cualidades, en uns historia es documento legal Acompafiande al deseoderiquezas y de ron la escritura de la Verdadera historia, peros6lo acompanando a 's otras dos razones, esté el malestar que siente nuestro autor ca de Lpez de Gomara” Vea- ma que motiva- crdnicade Francisco LiperdeGémara 14 / Alfonso Mendiola Estando escribiendo esta rlacién, acaso vi una historia de buen estilo, la cual se nombra de un Francisco Lopez de Gémara, que habla de las conquistas de México y Nueva Espafa, y cuando leisugean retdrica, y como mi obraes tan sgrosera, dejé de escribir en ella, y aun tuve vergtenza que pareciese entre personas notables; y estando tan {1 Gram en sus libro esrbis e vi desde cl principio medio y hasta el abo no llevaba buena rela, y va muy ade lo que fue e paso en la Nueva Espana [.] nae la mano, comet buen ay, asi haré yo encaminar, historia del cronista Gémara | yque ademas esti mal informido— contra lo que Bernal se opone Constantemente. La relacién bernaldiana desarvolla un j 'vo que consiste nde Ci suorigen y hasta la actualida icio. Por ello, la historiogra separarse de lo falsoo fuce su sombra manera presentarse riografia me- de los hechos pasados, que se entiende por verda- wiedad a otra. Aan camara aparsce en po um 1553 y es \ Diz del Castillo: verdad que contenian informacion veridica, para nosotros son libros mi- ficos ode ficcién; basta con pensar en los textos religiosos. Esto nos indica que el concepto ce verdad cambia de una sociedad a otra. Es deci, aquello que una sociedad presenta como lo real, otra sociedad putede concebirlo como itreal 0 imposible, Con esto po- demos postular losiguiente:no existe loreal independieniemente dela mediaci6n social que lo adjudica como tal. Lo quetenemosen las distintassociedades son diversas formas derealismo,"ynouna forma de realidad comin a todo el género humano, que seria transhistérica Esesia transformacionen su concepcién delo verdadero, de Io posible y de lo creible de una sociedad a otra lo que ha vuelto para nosotros a Bernal Diaz.comoel cronista ms fiel delos hechos: te la conquista. Primero, porque los cronistas con formacién Jogica, al hacer uso de elementos sobrenaturales —interven- ionexplicita yclara de Dios en las hechos de la conquista—ensus narraciones se volvie bles desdela nocisn derealismo de la sociedad actual y segundo, la ideologia democrética actual privilegia af cronista menos aristocratico; por ello se le da mas mportancia a Bernal que a Gomara. Es nuestro progiame de verdad el que viene a darle un peso nuevoa la relaciin berraldiana; peso que, por supuesto, no tuvo durante ef siglo xv. Ademas, hinguno de estos atributos —realismo antit antiaristocrética— que se le dan al tex! sostenibles desde Ja obra misma. Bernal cree en la providencia y tiene una mentalidad aristocrstica. En resumen, podemos decir lo siguiente: en el hecho de que Bernal se pongaa.eseri a confluyen varias razones. Por unladola situacion deocio enque se encuentra a partir del regreso de su segundo ‘pues como hemos dicho, para esa poca la historia es una actividad secundaria, Por otra, el peso ico que tienen las probanzas de méritos y servicios que soldado a realizar una minima relacién 42 su par- ticipacion en las batallas. A estus dos elementos se unenel deseo de fama —pro wentalidad caballeresca—, de quedar en Ia memoria de la humanidad para siempre, y el considerar los hechos de la conquista como hazanas memorables llevadas a cabo en nombre del rey y de Dios. Y finalmente, el encuentro con la narraciénde Lépezde Gomara,quevaa permitirel granefecto del decir verdad del texto bernaldiano. 446 / Alfonso Mendiola wrrogantes que se ada por la obra misma. sobre los conocimientos que pudo haber cidn has referencia escritura dice Maxime Chev: feta realidad esa siguiente: un 80 por 100 de apo tspanola por lo menos —todos los aldeanos, la enorme de ls artessnos queda exclula, por el unico iso, total o parca, de la prctca del iro, A ls que pondan en duds este porcenaje,recorde- ms ia palabras de Hent-Jean Mati, el mejor conocedor problcnas a ix altura del “La ica * capaces de leery escribir corrienteene ern en Dudas estas Maxime Cheval saya pp. Bernal Diaz del Castillo: verdad romanesca | 14 siglo x1, fe eliminar a la 0 suficiente para comprar Recordemos que en Ja Espaf {mente abiertasal publi- conigabinetes le lectura ni que anadir un elemento d generalizada por la lectura. Di europea de esta época icho positivame! tradicion oral. El quesabe leery se lo exige, nposible diferenciar a los semia- los anal r aquellas personas que ‘bas nunca adquieren unniveleficazdela lectura \dica el namero ial de grdos que ura y la escritura:se puedesaberleer se pucdesaber firmarsinsaber escribir, se puede mina, sino de grados mé Con esto podemos decir lo Bernal Diag, sin olvidar lo que he dic A debe ser vi pertenecian ae maria parte de esos func oria de los que habla Chevalier, que ven enelaprencizaje del » de escritor una forma de movilidad social. Pues nohay que nde las i burvcracias de las la pluma, ic la espada, como grados, otra forma para servi Francisco conquistadores, di rirse al grado cultural de los senblat, Peter Boyd-Bowman, Irving Leonard y Manuel ‘Alvar demuestran lo contrario: es cierto que ni Francisco Pi- de Almagro y Sebastidn de Benalcizar sabjan idado convtin —por venir fun- 148 / Alfonso Mendiola damentalmentede un dmbito urbano—eselevada, Ademis de proceder de este grupo un considerable nimero de sol- dados escritores (Bernal Diaz. del Castillo, Pedro Cieza de Le6n, Francisco de Xeres, Juan de Castellanos, el mismo Bartolomé de Las Casas) enalgunes casos los ejemplos sobre conocimientos alfabetos son sorprendentes sobre aquella imagen de un conquistador ignato: de los 153 compafierus de Valdivia, porejemplo, 105 saben firmary 33 saben firmar y escribir [ Ahora vamos a tratar de reconstrsi ‘misma, los libros que utiliz6 Bernal Diaz en Historia vordadvra. a partir de la erénica elaboracion de su de retacién aparecidoen 1522, 23 y 25, respectivamente. Bernal dice que viola quinta carta impresa; ésta no se conserva en Ja actualidad. Otra ‘obra que cita es la Bre de fray Bartolomé de Las Casas. Encuantoa los comentarios de Julio César que hace Bernal, se puede conjeturar que consullé la obra, atribuida en esa épocaa Ferndn Pérez. de Guzman, Valeri publicada en 1542. Ademés, Bernal sefala haber destruc- cidn de Jerusalén por los romanos, por lo que debié tener Las _guerras judaicas de Flavio Josepho, traducidas por Alfonso de Pa- Tencia y e Bemal recuerds lo que habia escrito Gonzalo de Alvarado sobre la de Guatemala Yallas obrasanteriores hay que afiadi de la Historia verdadera: la His de Gémara; la Historia pontifienl de Gonzalo de Il ‘eves de los caballerosantiguosy modernos de Pablo Giovio y, por tiltimo, Las cuatro libros del virtuoso cxbvallero AmuadisdeGauda, “que habia lanzado, co Jn igual, al mundo irucekin de Tenoehtitian. Bernal Dis del Castillo: verdad romanesca | 149 des letras, el egidorde Medina del Campo, probable compane- rodel padre de Bernal Dia, Garci Rodriguez deMontalvoy que circulaba porel mundo en m sdicionesy tadiciones”# Si recondamos que la histori Ja Fdad Media se escribsia normalmentea partir de muy pocos libros, podemos afirmar que cl trabajo de Bernal Diaz pertenecea la historiografia desu época: el mundo medieval eal Diez et. © Carmelo Stenz de a Conclusién La historicidad del acto de leer La pregunta que se encuentra alo largo de todo e: siguiente: gen qué consiste el acto de leer? Cu sumamente sencilla, pero queen realidad noloes. Estainterrogan- te la hemos tratado de contestar sobre un libro en particular: Ia Historia verdadera de laconguistade la Nucoa Espana de Bernal Diaz. bernaldiana. Yes ha venido a com) época concibe de manera di r9, lector, ver smentos que-con Algradode que poder determinarlos contornos que especificaban alo! enel mundo europeodelos siglos vl xvi. Apenas nes empezamos a dar cuenta de que el cs na sustancia, sino el resultado de un sistema ony relaciones. Lo mismose pod fe: para utilizar un texto si no se quiere caer en malen su horizonte cultural Documento endedemanerainmed ibro las determinaciones de istorica quemesepara deél. Esto yaciin de las cronicas por parte de loriadore ido desde el horizonte Piitural contemporéneo, Séloasise puede explicarquesediga que 452 / Alfonso Mendiola fray Bartoloméde Las Casas es cl primerantropélogo de Améti ‘o que Sahagiin prefigura el trabajo de los antropélogos al consul- tar informantes, como todos los cronistas, pertenecen a imposi sino en abrirlo para poder entrar en didlogo con el del pasado. El trabajo para lograr esta fusion de horizontes nos haensefiado que el concepto de verdad cambia de una épocaa otra: la verdad eam- bia de verdad. La verdad que desea alcanzar Bernal Diaz nada tiene que ver conla verdad de la historiografia act fun da su verdad encl i ene nece- lad de las tual. Esto nos di na propias del lariode la relaci6 es el especialistaen historia como en los trabajos actuales, ya que no existen los profesionales de lai ‘a época. Deaquique la preocupacionde Bernal sea la dese re cuerdocon sus hazanias en laconquii puede y debe hacerle jus Al lado del concepto di mil para e! mundo medieval —Ia intervencién de D toria humana—no lo es para el nuestro. El mundo literario me- dieval, realizado por ese grupo minoritario de los alfabetizados, a bernaldiana es el dela aristocracia me val, nada mas ajena a la visibn democritica, comosele ha querido, ver, Bernal vive bajo una mentatidad aristocratica, yson esos va los que se expresan en su Mistoria verdad Sila verdad y k lad del medievo son distintas de las nuestras, hay que tener cuidado eon el uso que hacemos de las erOnicas para tehacer la historia de la conquista. Cada personaje y cada accién quese nos cuenta en la Historia verdadera debe ser re mitida al contexto medieval del cual nace. Es ese mundo de l leratura medieval ef que nos va a dar las claves de interpretaciin de las crdnicas. Mientras sigamos haciendo una lectura ingenua de las erénicas, seguicemos "Apéndice Cinco afios después Cinco aftos después de que fue publicado por primera vez, apare- segunda ediciénde mi libro. Este hecho me permite hacer un erpretaciones quese han dado de él. Balance que ‘[presupuesto bajo el cual realicé el estudio de la primacia del lectorsobre las intenciones cle! ode laautoridad del autor balance delas i asume seriamet lector. Yo m lector del mismo. jonte desde el cual leer mi Bernal. Y leclura son los comentarios que en dos grandes partes: pri que se le han hecho a mi planteamiento y, segund cidn de la situacion en que m me recuerda a Herd libro? Sélo Pars ss de comentarios de mi libro, Reitero: esta explicitaci seria indispensable si yo ereyera que Ios texto tienen sentido in. dependientemente dei lector, pero como no es asi, me veo obli gado a seguir esta desviaci6n. Lo que no puedo hacer es d 184 / Alfonso Mendiota lo que el libro dice para objetarlas; pero éste s6lo dice algoa quien Jolee. Enestecaso, a mi. No cuento con el recurso tiltimo del libro, es decir, con la afirmacidn: “el libro dice tal cosa y ustedes lo le- mn mal”. Por lo tanto debo buscar otro camino. Este camino es de considerar las lecturas no como algo dado —por el libro— ;no como una produccidn que se actualiza en la interaccién entre obra y lector. Los comentarios a mi libro son eonstrucciones hhechas a partirde los criterios que el lector siguié lo. Chis cucston 9 analzar dels lecture on scenes od tinciones a partir de Ins cuales se hicieron, Lo que quiero decir es queno tengo un acceso inmediatoal texto (esto significarfa que las, interpret anal libro en sf fo que tengo en cada lec turaes el juicio que el intérprete emite en funcién desu subjetivi- dad. Asi pues, con las leeturas hechas a mi libro me propongo estudiar desde qué presupuestos son posibles; es decir, indagar sobre la tradicién o comunidad desde la cual se Jey6. De lo que se de cemitirlas lecturas a un lugar social srhistoria. Y eneste caso hacerhistoriaconsisteen historizar acto de leer. 1) Hace una interprets de las recepes Recojo dos objeciones quese lehan planteadoa mil eo:|a primera rater Uno de los argumentos centrales —junto con el de la lad delactoce: Idiana es que atin sigue como fa mayoria de las crdni eseritas desde la cultura sta. Aunque ante lo que se entiende por ista en esta polémica, por el 0 me basta con qi serve que, en esta discusién, Apéndice | 15 omatizada, que los conquistadores o cronistas seencuentra situa~ dos en un proceso de transicién, porlo que son tanto renacentistas # como medievales. ‘Ya que mi interpretacién delas cr6nicas y delas pricticas de conquistadores plantea que pertenecen a la lgica de la cultura ‘osa de la sociedad anterior a la moderna —para referirme a la utilicé el Concepto de medieval—estaba obligado a iniciar mi fibro con una demostracién de que el siglo xvt seguia dominado por la dindmica de la sociedad medieval y no renacentista. Para Justentar lo anterior expuse la periodizaciGn que Jacques Le Goff de los anos setenta, Para él fe una langa Edad Media, que puede subdividirse, y va de la (0 romano hasta la Revolucién francesa. De ese 'Diaz-—escrita durante ‘gunda iglo xv-—como parte de medieval. Pues bien, result6 que este argumento fue el que mas moleste a mis lectores: zcGmo era posible que sostuviera que el Renacimiento no era una ruptura, o leruptuta, conel mundo me- dieval? La segunda objecién es mis facil de ex posible que si yo ofrezco un estudio de la f fhunca aparece en mi texto? Traduzco el reparo del siguiente mnodo:“en tu ibros6lo aparecen lecturas dela historia bernaldiana junto con una exposicién de lo que era escribir historia en la Edad Media, peroel texto de Bernal en sf nunca lo veros”. Bien, comen- zaréporhaceruncomentario wlacionado con lasdos refutaciones, Yy después trataré cada una por separado. ‘Ambas impugnaciones s6loson posibles bajo un presupues- to: el de un realismo ingenuo. Es de independientemente del observador. Mi tunrechazo de todo objetivismo que se explique sin re sujeto. Con respectoa larnocién de que la realidad conocidaes una realidad construida, ya Karl Marcensus Tesisssobre Feuerbach decia que fue formulada por el idealismo aleman. Pero, al contrario de > que sostiene una de las tradiciones de Ia interpretaci6n de las Tesis, Marx nunca neg6que la realidad es construlda; nosexplicara que no sélo la conocida —la que sucede en nues! producto, sino que también la realidad material —Ia ol Social— es construida. Con esto podemos decir que Ingenuo se vinoabajo desde la Critica herazén parade Kant, yque 18 / Alfonso Mendiola la y expandirla a la realidad social- ser vista como producto y no como tradicién —que en el siglo x se denomina n exlo es porque no ‘con unsujeto situado—presentismo— ‘idm y no una cosa. A Ia lectura de laquesurgen las tulado de una existencia 105. Mientras que el requis lad —en este caso el pasado y bservador. No hay pasado en si ni nos habla de él. Et pasado terpretaciones la contea ‘Ahora veamos cad: i erprelacidinque s hecho de él, La noci6n que rechazo es la utilizada para interpretar lasernicas. Este Renacimiento conmaydiscula, como lo he venido es concebido, a pa la Edad Media. Dentro de esta ¢ deun mundo ajeno a la ant isten tales ruptu into tal como lo concebi- Apindice (151 ‘mos en nuestros dias, para designar no la novedad particu- lar de una obra definida, sino el conjunto de la produccién, artistica yluego literaria 0incluso filos6 ficade una época y, misma, dotada de una persona- nmuy tardia. Es: idea nosecon- Tos anos de 1830-1850. En relacién con aquellos que siguen pensando que el qua Hrocento italiano es una ruptura con el mundo religiosa medieval, veamos esta olza cita de Heers: En 1942 el admirable libro de Lucien Febere, Pro Vincroyance au xve sidcle, denuncié esas v tas y puso magistralmente las cosas en su lugar. Un estudio pormenorizado de las verdaderas curiosidades intelectua- les en la Roma del Quattrocento y algo mastarde, aportaria raciadamente a menudo olvidada, numero- aciones y re oy Renacimiento —apasionado to, ¥ porello mismo pagano— pasados de moda.‘ ; al repertorio de los clichés Noes aunRena séalquese niegaen mitexto,sino 4 Jaidea de quea partirdeese momento se deja depensar yactuar de una manera teooéntriea que, independientemente de cimo éstos siguen inmersos, y de una manera tajante en ci conquista y la escritura de las eronicas, en un mundo teo| cristiano. Atin mas, la coherencia de las erGnicas escritas siglos es incomprensible si se les sitéa como el resultado de una cultura “antropocéntrica” -Porello, no me molest to, siempre y cuando no sé le interprete como um ruptura con mundo medieval en cuanto lo religioso y lo teoldgico. Quiza, estuviera investigando otros fendmenos del sigloxvi, encontraria cambios con respecto a los siglos xt y xn, pero enrelacion con mi tema esa supuesta ruptura no tiene sentido. jerpretacion de las eronieas, momento de las grandes transformaciones de lac 158 / Alfons 6, e$ la reforma gre- goriana realigada(en Jos siglos xy x1.* Poreso, desde mi plantea~ miento, ef Renacimiento no viene a cambiar la tendencia quese va imponiendo en la reestructuracion de la Iglesia a partir de ella contrario, dicha reforma se consolida plenamente con el Con de Trento, Hasta donde —y ésta es una interrogante que habria que estudiar— la reforma protestante no deberia ser entendida Como una reaccidn contea la Reforma de los siglos x y xt. Si este postulado fuera correcto podriamos concebir todos los movimien- tos “racionalistas” dentro de la Iglesia, durante los siglos xm al x comola presenciasubterrinea de lo que més tardese expresaraen cel protestantisme. Concluiré esta parte con lo siguiente: la dindmica de expan- ‘europea, tanto econdmica como espiri ioen jndmica va a culminar con los descubri- mientos de los siglos Esta interpretaciGn implica aceptar que el mundo que se constituye durante la oriana tiene la fuerza necesaria para poner en movi edad cristiana de esa época, Para comprobaresto bastarfa con pensaren las cruzadas. Y esto significa dejar de suponer que eso que hemos Edad Me \capaz de ninguna expansién. 56 sigue s jo la tesis anteriorse tiene que partir de jo imaginariodela modernidad para explicarsecl descub to de Am De naev tivismo, mi tarea fue presentar, en re pea y la me presupuesto de mi trabajo es el construc o de la fue siglo ccién de lo que puede ser la es hasta el estudio de las rafces teo- en la época de la con- lemostracién, esta parte es central; pues mientras in del pablico lector de estas jentoargumen- arlaslecturas dela Historia ita es eld] a, FOE, México, jplanteaesta on Apéndice {159 verdadera que se sostienen como estindares en la actualidad con log criterios desarrollados en la primera parte. Al hacer esta con- frontacién descubriel desplazamiento contextual que las lecturras abl siglo han realizado en su interpretacion de Bernal. De un Bernal que esctibe desde un contexto teolégico aun Bernal que aparece preocupado por contar las cosas tal y como sucedieron, Este desplazamiento se manifiesta en el uso —acritico— que se hace de las crénicas como fuentes para la historia de México. Estes obras tienen enstsconstruccién unos mecanismos,tanajenosa no- sotfos, que nos es sumamente dificil entenderlas ta nucva pregunta afios que han pasado desde la primera edicién de mi libro hasta ahora, me han cevelado con mayor nitidez la cues! acién: qué clase de procesos re: ‘momento me doy cuenta que mi trabajo s pricticas de la lectura a lo lecturas que me han influide aciGn que Ilevo a cabo actualmente: Le: irre Bourdieu, "de Iloquence de Mare Fumaro| tigre de Philippe Buc." Las tres obras analizan la influencia de Jos contextos las pricticas de la lectura. Bourdieu, al estudiar siglo xtx, destaca como en ese siglo las universidades inventaron la lectura descontextualizada 0 ahistériea. La practica de hace de una manera pul es decir, sin tomar en cuenta los contextos de discusién en que emergen las obras estudiadas, Nace la idea de que hay unacceso inmediatoa todo texto. Fumarol al stigar sobre la retérica del xvn en Francia, destaca el peso que cortesana en la préctica de la lectura. Y, por iniversidades del siglo xu cn la interpretacién del Génesis. En las tres Investigaciones se reconstruyen las reglas institucionales que se siguen en Ta activi- dad de la lectura. 160 / Alfonso Mendiola estudio sobre la Historia historicidad del acto de leer, en la actualidad tengo mayorconciencia de que para entender las distintas interpretaciones de una obra es necesario analizar la cién social en|a que esta inserto el lector. Conesto quiero resaltar lo sigs expresi6n de la ins de una u otra manera, ya en en una universidad del siglo xu; en el primero hay ui devocional o littirgico, mientras que en el segundo lo devocional est subordinado a un proceso mayor de racionalizacién de la Las précticas que cada institucién desarrolla aun las que coexisten en una ierias reglas una forma de sgrar definir los limites entre una lector es el que durante su proceso de integeacin a la ins- ha interiorizado esos criterios. Toda lectura que se haga margenes de a institu Todolo anterior de! los libros. Como seas tor entrega manuser yde qué forma la tipografia de un libro afecta la comprensidn ds inismo? Estas interrogantes se iran contestando en Ja medida en ando en la transformacién de los disefios de iseno de un ledaaccesoa une! s preguntas quemas reocupan son las siguientes: JcSmo se aprehende a leer socialmente?, {por quéciertas interpretaciones institucionales se /en hegem@nicas durante un periodo?, de queé manera trans- forman la estructura de personalidad los medios de comunica- ci6n: la imprenta, la radio, la televisién, eteétera? El estudio del pasado no es una evasién del presente, como privi 2) Algunos aances: de la socivlogia uel soldado a los relatos de batalla En mi Bernal ofrecia la continuaciOn de la investigacién. En ese TRager Apéntice | 161 momento yo queria estudiarel funcionamientos enelsighoxvien Europa yen particular, en la peni p actualidad estoy terminando ese trabajo, pero con algunas Transformaciones, Continiio mi anslisis de ta milicia, peroa través dela mediation de ; {quista. Mi preocupacién actual esla de encontrarlas mediaciones que se dan en una sociedad entre la forma de conjar una batalla y Jacultura de la guerra, A continuacion presento los presupuestos bajo los cuales vengo desarrotlando ese trabajo. jos a los hechos mer presupuesto: de las tudio sobre los episodies militares de la conquista de Ia Jupuesto —que debemos aciarar— de que noes lo mismo veruna batalla que contarla. Mientras observar tuna batalla implica estar ante ella en el momentoen que sucede, contatla, en cambio, sélo es posible cuando ésta ya ha terminado. ‘nos cuenta la batalla sabe su final, mas noel que la observa. ‘Ademis, el que narra los sucesos de la batalla lo hace desde wn lenguaje determinado; es decir, leet o escuchar en contacto con frases dichas o escritas por alguien, y no co chas, areabuces, sangre, muertos, etcéter Después de esta aclaracién es posible exp 6 far las batallas di Mi Nueva Espafa parte un lenguaje determinado (Ia jana europead 3s xvi y xvu), acerca de los ia conquista. En otras palabras, lo que tene- sséstalaque hay moses una constr: gue entender en sus mecanism« que estas narraciones nos transimi hombre y la mujerde la sociedad actual estin habituados ‘alos medios de comunicacion as. Estos nos hablan de los conflictos militares desde persp. eberia- ‘mos tener conciencia de que estamos ante formas de hablar y no ante hechos. Esta evider nos obliga a hacernos las si ‘mos informacion: ;quién habha?, desde don habla?, eteétera. habla?, ga quién le 162 / Alfonso Mendiola ‘que nos cuentan los cronistas espanioles de la conquista de México. El segundo presupuesto: la diversidad cultural y la guerra nos surge L guerra se realiza de la misma forma y bajo la misma finalidad en toda sociedad y toda época? ¥ aqui, cuando nos preguntamos por la misma forma o finalidad, no nos referimos a estra mento, pues es obvio que cllas han ido cambiando. storia, sino a las razones y motivos profundos por sociedad hace la gue Estamos habi sarque la guerra colectividad de hombres, medianamente evolucionada, ej misma forma. Pero si abandonamos el mundo de li (elde una naturaleza humana independiente de la te y se forma) y pasamos a las particulai tiene la obligacion o el derecho de hacer la guerra, en épocas di tintas, nos eneontramoscon diferencias: todo ciudadanoes poten- cialmente un guerrero (la Grecia clasica), slo la nol rechoa hacer la guerra, pues todos los demas estan excl esta funcién (la Europa medieval), se paga un sa que deciden ser guerreros (la Europa moderna), ferencias se hacen més claras: los ciudadanos de la p terrilorio (la Grecia clasica), el rey para defender la fe Europa medieval), el estado para defender la nacién (la Europa moderna). Y para ahondar mas en Ia diversidad forma y finalidad de la guerra, bastaria con preguntarse quién arma ai soldado, qué preparaciénse leda, qué jerarquia ocupa en la sociedad, etcétera Si rompemos con la idea comin de que toda sociedad hace | Apéndice | 188 misma manera, podemos sospechar que ‘nla misma concepcisn de josostener, aunquesea de manera faron militarmente, Es decir, la guerra dela fo tos meseas no fn Sr pomtlador suas ironic ef ce se neces quetos dos conendients sigan as paajupar alee so rs maginar que pata jgara ls EUETO © Hércitos sepan las mismas reglas, lo que se 2 gue os ertclo poe referimos ala conguista de ede poner en duda cuando nos rl Mexico. Noviembre de 1995 Bibliografia ! 1984. “Historia verdaterade la eonpuista dela Nucwa Espo ixico, 1942, Lépezde Gémara, Francisco, Historia dela con nquistade Méxice, Biblioteca iblio- Gallimard, Pats, 1983. Paris, 1986. "Ep esta bibliografia sélo aparecen ki ro lor que'se eferen el Apéndice, encuyasnolas se da I ficha completa Bliografia | 161 185 / Alfonso Mendiola susfuentes, RR MExico, Kristeller, Paul Oskar. Elen Bernard, Elage dela vari rd. Ege iante; Historie evitique de la plilologie, Dupront nse, Du Sacré C a ypront, Alphonse, Du Saeré Croizadeos of pélorinages; Gallimard, Pars, Pomian, Keaysatot. L Paddy, Raffaele. EL saldato, | Rall, Dietrich (comp). ‘nas, México, 1987, jareolona, 1984, ‘deBeral Vauchez, André. Late id, 1985. 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Gadamer, Hans-Georg 16,29, eemas 13 Harlog, Frangols 16 Heers, Jacques 156-7 Hegel 62, idexger, Martin 16, 27 n Herielito 153 erodote 142 cas, Gonzalo de 148 Inganden, Roman 20-1 Iser, Wolfgang, 16,20, 10-n Juin 14 Jauss, Hans Robert 16, 20-1 jas 3, 2, 88, Jerdnimo 65 Leon-Portilla, Miguel 22, 125, 1235, 137 ward, Irving 88, 147 erK 9A Locke 13 Lopez de Gémara, Feaneiseo 128 yn, 129-93, 144-5, 148 foun Wie Yorn: Jorge Pin Lumeau, Auguste 54 n Macpherson, CB.14 lermo de 86 Bernal Diaz det Casti el Polaco 100 Martin, Henci-ean 146 Marx, Karl 10, 12,13, 155 ‘Matute, Alvaro 127 Maree! 37 1 Moctezuma 77 Moises 66 Monmouth, Geoffroy de 102, Murphy, James J 58 n. Nicole 16 Nietzsche 13 Not 66 Nolasco, Pedro 9S ‘Olmedo, Fray Bartolomé de 1223 then (67 Palencia, Alfonso de 148 Parménides 159 Pedro el Comedor 100 Pérez de Guzman, Fe Pizarro, Francisco 117 Iatén 58 Polignac 16 Pomian, Krzysztof 28 1. dra, Pray Gonwalo de 122 | Raflacle 38m. sno 58 h20n-21 n. Cabafias, Joaquin 118 n jonso 119, 121-3, 142 Revillagigedo, Virrey 124 Ribeiro, Darci Ricoeur, P. 16,713 Rodriguez de Montalvo, Gari 9 Rosenblat, Angel 147 ssienz de Santa Maria, Carmelo 115 n, 119.22 Sahagan 152, Saint Simon 13 Saint-Vietor, Hugues de 75 Salustio 65 San Agustin 58, 63,92 San Pedro 39 Santo Don Searle 15, Sevilla, an Isidoro de 52, 71, 98 ino, Francisco de 147 131 Vauchez, André 96 Xeres, Francisco de 148 Zorita 118 y Zumthor, Ps 56 143, 441,47 1,49,

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