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GRUPO DE INVESTIGACION Y ACCION SOCIAL FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS Universidad Nacional del Centzo de la Provincia de Buenos Aires Ontologia social y formacién profesional’ Autora: Yolanda Guerra ‘Traduccién: Maria Cecilia Perez Tandil, Marzo de 2006 Introduccién Las proposiciones aqui presentadas tienen como objetivo juntar los esfurerzos emprendidos por todos los profesionales, docentes y alumno de los cursos de Servicio Social, que se encuentran comprometidos y articulados en Ia construccién del proyecto de formacién profesional, proyecto que, por su cardcter histérico social, permite a sus integrantes responder, de forma competente y critica, las demandas y requerimientos que les son puestos en este final de siglo Se trata de la formacion de un profesional cuyo nivel de especializacion, tal como los demés, esta dada por la forma en que se inserte en la divisién social y técnica del trabajo en determinadas condiciones histbrico-sociales, En el caso de la sociedad brasilera, sobre la que muestra reflexién se realiza, hay que revelar que el servicio social adquiere particularidades, se reelabora, se redefine en los marcos de las estructuras socio-econémicas y ideo-politicas particulares a determinado estadio del capitalismo, en la cual, la coyungpré periférica, persiste le dependencia, la subordinacién y la expoliacién. Estas particularidades, presentes en la sociedad brasilera atribuyen determinadas configuraciones al Servicio Social, profesién engendrada por una necesidad social, tipicamente capitalista: intervenir en los conflictos oriundos de los antagonismos de los intereses de las clases. (de los segmentos de las clases) sociales fundamentales del orden burgués constituido (cf Netto, 1991) Porque la génesis de su proceso de profesionalizacién se vincula a este orden social, ella conforma para la profesion los espacios, las funciones y los procedimientos de cardcter eminentemente operativos, manipuladores, y de solucién de problemas urgentes, necesario al “tratamiento” de los problemas (administracién de los conflictos) resultantes de aquellos antagonismos. En este sentido es que la insercién ocupacional del asistente social se realiza, de un modo lineal En el plano de la intervencién en situaciones que se colocan en el marco del orden socio-econémico y politico constituido. Por medio de un contrato de trabajo — que lo encuadra como profesional asalariado, el asistente asocial ocupa determinados espacios en el émbito de las organizaciones afectadas a las politicas Ex Ontlopla Social Formecitm Profesional y Politen. Nisoo de Estudios de profindizacion Mares. Progra de Gradsadot en Servisi Social. PUC. San Paso, 1997 sociales. Tales espacios, dada las caracteristicas -de la formulacién, implamtacién e implementacién de las politicas sociales brasileras (cf. Guerra, 1995: 133-140), funcionalmente al trabajador social como “prestador de servicios”, cuya atribucién presupone el de aprovisionar soporte material, ideoldgico, social, cultural, las actividades productores de mercaderias, se trata de un profesional, que para sobrevivir, tiene que vender su fuerza de trabajo, y con ella, un conjunto de procedimientos, de naturaleza instrumental. (cf. Netto, 1989 y Guerra, 1995), Si el Servicio Social, configurado en la sociedad burguesa como un trabajo, una rama especifica en Ia division social y técnica del trabajo, un tipo de especializacion del trabajo colectivo (cf Tamamoto, 1992), se coloca como una actividad profesional, y por lo tanto ella se constituye , sin que pueda tener esta pretensién, en una ciencia* en una especie de saber cientifico’, ella tiene que reconocer una determinada realidad socio-historica, realidad que le atribuye una “razén de ser” y coloca sus objetos de intervencién. Si esta es su logica de constitucién, y si sus objetos de intervencién se vinculan a una determinada realidad hist6rico social, su substrato material es la realidad social, y la cotidianidad de determinados segmentos de la poblacién, sus objetos son definidos por las condiciones de vida de esos segmentos, su funcionalidad se encuentra en una manipulacién de variables que posibilitan Ia alteracién, aunque temporaria, del contexto social. (cf. Netto, 1989"); por todo eso, se tiene que referenciar en la y por la realidad social Partiendo de esta configuracion sobre Ia naturaleza del Servicio Social, es que podemos considerar su vinculacién orgénica con la realidad social, constituida por elementos materiales y espirituales. Si esta colocacién tiene pertinencia, la formacién profesional del asistente social debe estar referenciada al modo de ser, de constitucién, del movimiento, de la transformacién de la realidad social. Esta, por estar constituida en un campo de fuerzas contradictorias que contempla un conjunto de determinaciones objetivas, movientes y movidas, que solo puede seré aprehendida a partir de las formas mas complejas y generales puestas en el modo de aparecer de los hechos, fenémenos, procesos y practicas sociales , entendidas como formas necesarias de determinados contenidos. Es la sociabilidad, construida, constituyente y constitutiva del hombre, fiundada en el proceso del trabajo, posee las determinaciones més complejas. No obstante, la disputa ideologica entre las diversas formas de conocer ¢ interpretar la realided, la hegemonia han sido de aquellas corrientes que no extrapolan las evidencias , la forma, la empiria, el dato inmediato, las expresiones de hechos, fendmgaos y précticas, que no tienen en cuenta las mediaciones, que no asumen Ja negatividad, que’equiparan fendmenos sociales y naturales, y sobre todo operan con procedimientos abstractos , los abstraen de sus contenidos concretos y los abstraen de las relaciones que los engendran, Este modo de conocer no encuentra respaldo en el modo de ser, de constitucién y del movimiento del ser social, mas se fundamenta en modelos, reglas, formulas y técnicas predeterminadas Por esto entendemos que cabe a los segmentos criticos del Servicio Social buscar, entre las diferentes formas de conocimiento e interpretacién de la realidad, aquella que mas se aproxime y mas permita la comprensién no apenas de que es, sino sobretodo, las tendencias, el movimiento, el devenir de esa realidad social. Es en este sentido que los fundamentos de la ontologia del ser social que se constituye por el trabajo se colocan como una referencia necesaria, pertinente y relevante para el Servicio Social, y juego, para el desenvolvimiento de los debates referentes a la formacién profesional. ? Algunos profesionales o intslectuales de la profesién se auto representan como cientistas sociales * No pretendemos negar la posibilidad de los profesionales en la produccin de conocimientos teéricos sobre sus objetos (cuestiones sociales, la profesién, la realidad social, ec.) puesto que entonces reduciriamos, equivocadamente el SS a su dimensién técnioo-instrumental, ni tampoco desconsiderar el nivel de la contribucién de la intelectualidad del Servicio Social a otras éreas profesionales, Entretanto, entendemos que la naturaleza interventiva de la profesién es inseparable del estatuto de ciencia 2 Pero no es solo eso: esta perspectiva es Ia nica capd® de permitir la critica radical de lo cotidiano, a través de que se alcanza la ldgica constitutive de la sociedad capitalista, le racionalidad (o la irracionalidad) del mundo burgués. Buscar aprehender la totalidad por la cual el movimiento historico de la realidad social se constituye en la légica especifica que la rige, por medio de la captura de su génesis, necesidades y desenvolvimientos, requiere la realizaci6n de la critica a la racionalidad dominante, del padrén ¥ de los criterios de cientificidad y de objetividad que sustenta o el paradigma hegeménico de las Ciencias sociales. Requiere, también, no conceder las corrientes irracionalistas que, por su tumo, responden por una fractura ontoldgica en la relacidn totalizadora entre el sujeto y la realidad objetiva La racionalidad hegemOnica del orden burgués v el Servicio Social Por la trayectoria historica de la filosofia, la discusién sobre la relacién entre ser y pensamiento, objetividad y subjetividad, ha mantenido su presencia desde Kant hasta nuestros dias. Identidad, distincion, oposicién, fractura entre mundo objetivo y subjetividad se habian constituido en los nexos por los cuales las polémicas se articulan. Esta fractura alcanza su descanso mas alto en el “racionalismo burgués moderno”, con Ja matriz positivist y sus derivaciones, (estructuralismo, estructural — funcionalismo, sistemismo, etc.) las cuales subyacen al pensamiento formal- abstracto* Esta vertiente, de base neopositivista, recusa todo y cualquier reflexién de carécter ontologico. En el momento actual, la hegemonfa de la racionalidad propia a ese racionalismo viene siendo polarizada por una “nueva” referencia epistemolégica: la inter-subjetividad. Se reivindica en ‘cuanto substrato de racionalidad, no a la ldgica inmanente de los hechos, fenémenos o practicas sociales, sino a aquella que pueda surgir del consenso, de la intercomunicacién, de la interrelacién de los diferentes agentes sociales, reivindicacién compatible con posiciones irracionalistas, ya que los defensores de estas consideran que el contenido, Ia esencia, la sustancia de la realidad, son meras atribuciones de los sujetos individuales Pero la disputa entre objetivismo y subjetivismo no puede ser apenas resuelta, disuelta por una raz6n inclusiva, para la cual ser y pensamiento se encuentran substantiva y orgénicamente vinculados. Pero por su grado de incluir y por la fidelidad de! objeto, laygaz6n inclusiva actia en el sentido tanto de disolver la apariencia fenoménica de los hechos dé lo cotidiano, cuanto de apafiar su proceso de constitucién, sus legalidades tendenciales, su movimiento inmanente y, al superar las formas de raciocinio (bipolar, analégico, causal, empfrico) propias de las concepciones formalistas, poder captar el emergente, el devenir de los procesos. : En este ambito, la hipétesis que nortea estas reflexiones es que la problematizacién central que istéricamente viene constituyendo los desafios de nuestra profesién, dada su insercién en el orden burgués maduro, refiere ala incidencia del paradigma de la racionalidad formal-abstracta, que en cuanto un modelo hegemdnico peculiar de este orden social, viene ejerciendo predominancia en las formas de ser y penser del Servicio Social, en las concepciones y practicas de la profesion y, consecuentemente, han sido histéricamente una mediacién en Ia formacion profesional El desvelemiento, de esta forma de racionalidad pasa por la comprensién del nicleo esencial el cual ese paradigma se funda en las resultantes de este modo de pensar y de operer. “Son fuentes para la discusién profunda de ese cuestién Lukacs (1968) y Guerra (1995) Nuestra oportunidad, discutimos muestra comprensién del emergente como aquello que salta, que manifiesta, que sole del estado en que se encontraba. Acreditamos que apenas una razin inclusiva, racionalista y dialéctica, por superar el empirismo, es capaz de captar tanto nuevos fenémenos que se insintian tanto muevos trazos que se ‘manifiestan en el interior de los procesos ya configurados en la realidad social. 3 Elementos para la critica dela racionalidad formal -abstracta Sintéticamente, podemos afirmar que la racionalidad formal-abstracta trata a los fenémenos y @ los provesos sociales como cosas, “exteriores, superiores y anteriores a los hombres” y por esto, independientes de la voluntad de los sujetos (cf Durkheim, 1984). Mistifica y niege los aspectos ontoldgicos de la realidad y consecuentemente, 12 posibilidad del sujeto de intervenir sobre elle, que segin el pensamiento conservador, es dada objetivamente por conexiones causales, posee una legalidad férrea y una “positivided” que garantiza la manutencién, cristalizacién y permanencia redeterminadas formas de comportamiento y pensamiento debajo y sobre el orden social burgués. El grado de racionalismo contenido en el pensemiento formal-abstracto esconde y vela las determinaciones fundamentales del ser social, por las cuales los hombres se diferencian de otros seres naturales (orgénicos e inorgénicos). Porque los fendmenos sociales son tratados tal como los fendmenos de Ia naturaleza, y por eso pueden ser manipulados con la misma destreza e instrumentalizad con que se tratan las cosas de la naturaleza, la instrumentalizad puesta en relacién entre hombre y naturaleza pasa a dominar la relacién de los hombres entre si (cf. Guerra;1995). La racionalidad que al mismo tiempo funda y engendra esa relacién y la racionalidad de tipo manipuladora es la que, en el ambito ideo-cultural, sustenta las acciones instrumentales. Lo que esta relacién deja transitar, es la extension e intensidad de la racionalidad instrumental por los diversos niveles e instancias de la vida social Si el pensamiento burgués, si Ia racionalidad del positivismo (como forma de hacer y pensar sobre el capitalismo) se mantiene y reproduce en el orden burgués® es porque ese tipo de pensamiento se encierra en abstracciones producidas en el proceso de trabajo (el mismo proceso de produccién y reproduccién de la vida material y espiritual) subordinado por el capital. De un lado, Ia racionalidad formal-abstracta abstrae dos hechos de sus contenidos concretos y, de otro, abstrae los hechos de las condiciones y las relaciones que los producen. Los hechos, fenomenos y procesos abstraidos de sus contenidos y de la dinémica de las relaciones sociales solo pueden adquirir para los hombres la apariencia de 12s cosas como un poder “absoluto” que los domina, poder que incorpora las relaciones entre los hombres, “codificéndolos”. Transforma al ser social en “sujeto” (puesto debajo, subyugado) frente a un “objeto”, los hechos,y-los procesos sociales, las representaciones y auto representaciones ideo-culturales. Por eso ‘miestro emprendimiento debe buscar el estatuto objetivo (tedrico-ideoldgico) de es ruptura entre sujeto y objeto. Si ese recorrido es correcto, hacer la critica de la racionalidad formal-abstracta solo es posible si partimos de una racionalidad que sea, al mismo tiempo, critica y dialéctica y que busque los fundamentos ontolégicos del ser social, ya que ser y pensamiento son instancias diferenciadas de la realidad, con determinado grado de autonomia, pero que mantiene entre si una indisoluble unidad En su proceso de constitucién, el ser social desenvuelve formas de sociabilidad, dentro de ellas, el pensamiento y el lenguaje. Al elcanzar determinado grado de desenvolvimiento social, los hombres responden a sus necesidades en la medida misma en que enriquecen sus respuestas con tales mediaciones. (cfLukacs, 1978). En la relacién entre los actos de responder y de preguntar sobre las posibilidades de respuestas y conciencia ejerce una funcién de “guias de actividades”.” © Con esto no se pretende afirmar que hava un ‘nico padrén de racionalidad vigente en la sociedad burguese, ni tampoco que la racionalidad formal-abstracta no tenga infiltrado en las sociedades del “socialismo real”. Lo que se quiere enfatizar es que hay una afinidad entre un determinado padrén de pensamiento y la accién y el proceso social propio del orden burgués. La reflexion sobre la conciencia ocupa en Lukacs un espacio privilegiado. Pero no solo eso. Entiendo que Lukacs, al superarlas concepciones idealistas que en un determinado momento desenvuelve (1923), puede dimensionar adecuadamente la relacién ser/conciencia, La siguiente afirmacién , es en este seatido, emblemética: * La 4 Emtendemos, aun, que la racionalidad que recupera eltprotagonismo de los sujetos, que busca aprehender los aspectos ontoldgicos de los hechos, fendmenos y procesos reales, en su logica constitutiva, que tiene la capacidad de, partiendo del procedimiento de abstraccién, a través de miiltiples y complejas determinaciones, alcanzar los contenidos mas concretos, los vinculos y las mediaciones mas estrechos y las determinaciones mas predominantes de los fenémenos, en tiempos y espacios histéricamente situados, dado que completa el ciclo realizando el “camino de vuelta” y , al hacerlo, alcanza el conereto en un proceso de sintesis, entendemos que esta es la racionalidad critico-dialéctica. Es la racionalidad dialéctica, -ontoldgica y critica- y, por eso, “inclusive”, que da cuenta, no de suprimir, no de manipular las contradicciones, sino de comprender como es que exactamente en los procesos sociales esas contradicciones se explicitan y, por eso, el anélisis de tales procesos posibilita su aprehension y permite su comprensién. Tratado en le éptica de esta racionalidad, el positivismo aparece como la reflexién invertida, deformada, de las relaciones sociales del mundo burgués, 0 mejor dicho: se constituye en la interpretacién cientifica deformada de este orden social, reivindicando para si el estatuto de una tmica y ultima forma de interpretacién (y justificacién) del orden social burgués. Funcién de la racionalidad critico-dialéctica en la formacién del asistente social Parece consensual, hoy en dia (y lo demuestra el debate conducido por la ABESS sobre la reforma curricular), que la formacién profesional del asistente social tiene que ser pensada en el contexto de las relaciones sociales mas amplias que ponen en movimiento al orden burgués constituido, de las demandas y requisiciones que el mercado de trabajo_nos coloca en este final de milenio y, también , las tendencias de! movimiento de la realidad, de las respuestas que estén Ilegando la sociedad civil, los movimientos sociales, sindicales y populares. Es preciso, todavia, hacer el debate avanzando aun més: la discusién sobre la formacion del asistente social no puede prescindir de un anilisis critico de la instrumentalidad del Servicio Social y de las racionalidades en ella subyacentes. En este ambito, vemos que el desenvolvimiento de las fuerzas productivas, las iuchas de clases y de los segmentos de clases, la maduracién de las contradicciones sociales de diversos érdenes ponen y reponen desafios, requisiciones, objetos y formas de operar del Servicio Social. Estando sus objetos,insriptos en las condiciones de vida de las clases popularegyé! asstente social acta en le produccién y reproduccién de la vida social, material y espiritual. {a intpupnacién 0 el descarte de uno de estos dos niveles que se articulan en el proceso de totalizacién, que hacen del hombre un ser social, viene trayendo consecuencias en muestra profesién, ahora direccionando al Servicio Social para generalizaciones abstractas, llevandolo @ particularismos estériles Por esto mismo, como defendemos, la formacién del asistente social no puede dejar de referenciar por la realidad social, constituide y constituyente de las categorias econdmicas y de representaciones histérico-sociales. En este sentido, la formacién de los asistentes sociales inmersos en Ja dindmica de los procesos sociales debe estar volcada para las condiciones econémico-materiales de la vida de los usuarios y apoyada en un marco categorial sélido, que Jes posibilite tanto comprender esas formas de produccién y reproduccién materiales y espirituales de los usuarios de sus servicios cuanto también reconstruir las procesualidades de ellas. En base a esas consideraciones, que se colocan como la base para la direccién ético-politica de Jos cursos de Servicio Social, @ partir del cual los contenidos tebricos-précticos de las curriculas conciencia es antes que nada, la forma de reaccin ( de cardcter alternative) de las relaciones concretas objetivamente diversas en el plano social, y también en el campo de accién de altemnativas posibles en cada oportunidad y obviamente delimitado en el plano econémico-social” Lukacs, 1979:147) 5 se deben desenvolver-, entendemos que la profesién gomo un todo necesita acompafiar mas efectivamente el movimiento, las alteraciones, las modificaciones que se operan en Ia sociedad, cuya comprensin exige mes que la mera capacidad de mantenerse informado sobre la coyuntura. La efectiva comprensién de los hechos y procesos contemporéneos exige u profesional que no se deje engafiar por las retéricas, apariencias, mistificaciones, formalismos y fragmentos, que no se satisfaga en contemplar la realidad a la moda de una linterna magica De ahi la necesidad de una teoria que produzca, de la manera mas aproximada posible la l6gica, el movimiento y el devenir de la realidad, Teoria que represente, en el plano del pensamiento, la actividad practica, que se coloque vinculada a la vida real y que sea sustentada por una raz6n inclusiva, capaz de dirimir las dificultades hist6ricamente presentes en la profesion en cuanto a la relacién teoria/practica (sefializadas por el equivocado pensamiento de que “en Ia practice la teoria es otra” Es esta necesidad que nos lleva a considerar la pertinencia de la incorporacién tedrica, en la formacién profesional, de la matriz marciana de la ontologia del ser social. De hecho, es a partir de ella que se puede procesar ricamente le critica de la instrumentalizad antes referida. La ontologia social v la formacién profesional La ontologia merxiana no concibe el pensamiento disociado del ser (de ah{ que en Ia teoria y préctica se vinculen substantivamente). Ella permite la comprensién tanto de la realidad objetiva, por el andlisis de sus elementos constitutivos y de su relacin, cuanto también de los contenidos de la conciencia (reproduccién ideal de la vida real del hombre) La racionalidad critico-dialéctica recoge sus categorias analiticas en la propia realidad, las recorre, establece sus vinculos, busca sus mediaciones, satura sus objetos de determinaciones y reproduce, en el nivel del pensamiento, las multiples y complejas relaciones que se procesan en la realidad. En esta bisqueda de la totalidad, la interrelacién entre las categorias de la realidad da jugar a los complejos cada vez mas abarcativos, la perspectiva de la totalidad no se toma como tun hecho formal del pensamiento, sino como un modo de ser de lo existente, Es en esta perspectiva que permite sefialar algunos parametros para la formacién profesional. Entendemos que el principio bésico y articulador de la formaci6n profesional, del cual derivan los otros, se localiza una preocupacién en formar asistentes sociales que puedan hacer la critica radical a Io cotidiano , por Jo tanto, es necesario “ despertar la congjencia cientifica con la intencion de restaurar en el pensamiento la realidad autentica, efistente en si” (Lukacs, 1968:102) Para tal critica, se requiere de un conocimiento que va desde la apariencia inmediata y mas allé de su utilizacion directa, que no sea meramente instrumental, requiere de un espiritu cientifico que aprenda los hechos, los fendmenos, procesos y practicas a partir de una funcion que desempefian en la estructura, coyuntures y contextos historico-sociales y en la interrelacion universal/particular/singular, o sea, desde el punto de vista de la totalidad. Es este espiritu cientifico que toma la singularidad como “ eslabén de una cadena de acontecimientos que va desde las leyes descubiertas de la universalidad concreta, a la singularidad como fin del proceso del pensamiento” (Lukacs, apud Guerra, 1995) y que, también, “en cada comprobacién singular de Jos hechos, en cada reproduccién ideal de una conexién concreta, indaga continuamente la totalidad del ser social y con ese parametro evalia la realidad y el significado de cada fenémeno singulac” (Lukacs, 1979:102) Principio recurrente de esas consideraciones es de que la formacién profesional debe orientarse por un elenco de finalidades, a partir de la comprensién y de la critica de Ie realidad, ella debe proponerse objetivos factibles Teniendo en cuenta que le profesién encierra diversas y conflictivas racionalidades, que se mezclan y entrecruzan y en las cuales subyacen diferentes proyectos de sociedad, la definicién de esas finalidades puede operar como un elemento unificador. Su definicién implica el conocimiento mas aproximado posible de las tendefftias de la economia (reestructuracién productiva, globalizacién e internacionalizacién del capital), del mercado de trabajo (internacional, nacional, regional), de las demandas actuales y potencias puestas a la profesion y de los deseos, aspiraciones, formas de vida, expresiones culturales, formas de lucha y resistencia de los usuarios de nuestros servicios. La determinacién de Jas finalidades en el sentido amplio, como referencias para la accién (referencias de caricter socio-histérico, movido y moviente por y en la propia realidad social, saturadas de contenidos éticos-politicos) permite eliminar la tendencia a pautar la practica profesional en modelos preestablecidos. Siendo el para que el norte de la intervencién profesional, y el como hacer, que se refiere a los medios y condiciones a ser movilizados, es escogido, creado, perfeccionado teniendo en vista su adecuacién al alcance de las finalidades. En el interior de su proyecto profesional es que el Servicio Social podré realizar sus competencias tedrico-instrumentales y, consecuentemente garantizar una Unidad (que no significa unicidad) e las diversas acciones desencadenadas por sus agentes profesionales. Si la profesién tiende a ser reconocida y requerida por los resultados que efectivamente produce, nuestra compresién acerca de ellas es un indicador importante acerca de Jas direcciones para las cuales la profesin camina, y sobre todo, para el (re) establecimiento de finalidades profesionales capaces de engendrar nuevas competencias y direcciones para el Servicio Social. Un segundo aspecto recurrente que constituye la formacién capaz de operar la critica inmanente de los procesos sociales, es la de formar profesionales habilitados a hacer, capaces de garantizar competencia y eficacia en la intervencién profesional. Pero este hacer no se reduce solo a un aspecto técnico, porque las demandas que se colocan a la profesién son de naturaleza ética y politica’. El hacer del asistente social exige el conocimiento de la situacion, de lo cotidiano de su practica, de sus medios y condiciones de realizacién, de las posibilidades que la realidad contiene y de las tendencias que su accién podré desencadenar. Por esto mismo, este hacer debe estar amparado por una teoria social (tomada como una forma de explicacion microscépica de la realidad social) que, no limite, depende de la busqueda del sujeto, que no significa que sea una busqueda individual, episédica y aleatoria, Se trata de una busqueda que requiere el conocimiento de los fundamentos filosoficos y epistemologicos de la vinculacién de esa teoria a un proyecto de sociedad y sobre todo, el sentido que ella posee para las fuerzas politicas mes avanzadas. Es, también, el hacer al que nos referimos exige que el profesional detente e] dominio del método que le posibilite dg/gita al conocimiento, conocimiento que le posibilitara establecer estrategias y tacticas de inteVencién profesional. Mas aun, la formacién profesional debe contribuir para que el asistente social sepa “oler” la realidad, percibir las potencialidades que emanan de la “clase que vive del trabajo” (Antunes, 1995), aprender las respuestas que estén emergiendo de la realidad del trabajo en base a las exigencias del mercado y de su significacién. Para lo cual el asistente social tiene que conocer Ia poblacién usuaria de de sus servicios: sus modos de vida, formas de lucha, su universo cultural, sus deseos, necesidades, aspiraciones, e igualmente, sus formas de lucha, presién y resistencia. En esta perspectiva, la formacién profesional propicia la conciencia de que el Servicio Social puede ser comprendido y situado a partir de otra racionalidad, que trasciende el racionalismo formal-abstracto, Racionalidad que puede superar su dimension eminentemente instrumental, posibilitando respuestas criticas y concientes a las demandas, alcanzando la competencia técnica y politica necesaria al avance profesional en las distintas dimensiones: éica, técnico-politica, intelectual. Racionalidad que solo puede ser fundada por ‘una ontologia social que, rompiendo con el pensamiento burgués y con el mudo dele ® Donde el papel fundamental, en la formacién, del espacio propicio para desenvolver en los futuros profesionsles la racionalidad que les permita actuar en los complejos sociales. Entre tanto los vinculos entre formacién y préctca profesional, es fundamental la apropiacién + le actualizaciém de los supervisozes, 7 superficialidad, rescata la relacién dialéctica entre ser yeonciencia, traduciéndolos en principios de pensar y hacer y en procedimientos concretos, politicos y éticos. En otras palabras: una ontologia social que se coloque como fundamentacién de la teoria y de le accién del profesional en la sociedad contemporénea Esta otra racionalidad, critica y dialéctica, por ser capaz de iluminar totalizadoramente las finalidades profesionales pone en escena razdn y voluntad, permitiendo a los asistentes sociales la bisqueda de procedimientos técnicos y ético-politicos, entre ellos, el instrumental técnico- operative mas adecuado ala naturaleza y al alcance de las finalidades. BIBLIOGRAFIA Durkheim, E. Las reglas del método sociolégico. S. Paulo, Nacional, 1984. Guerra, Y. La instrumentalizad en el Servicio Social. S. 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