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intervenci6n y control administrative por personal vin- ‘ambio de nombre de Quimants por Editora Nacional Gabriela Mis- empero, la propiedad de la industria en poder del Estado icin del personal de alrededor de 1.600 trabajadotes y em- Despicos masivos, funclamentalmente por razones lo la empresa argumenta una racionalizacton. iento del General (R) Diego Barros Ortiz como maximo di- Y como Presidente de un Consejo conformado por del régimen, entre otros, Enrique Campos Menénde”, lestruccion de una cantidad no determinada de libros, per Hieleniosn is colecciones «Nosotros loo Chilenoss seacine aberhan #Euinlernos de Educacién Popular», «Quimantii para Todos», «Minilibrosy, Wouneuna» y «Documentos Especialesm™ 4 go iterruneiony desartiulscin de aparato de distbucon masiva qu = Promoci6n, via los medios de comunicacién, de un ch ant a habla de «literatura subv eses foréneos», del «marxismo internacional», ados aquellos autores susceplibles de s esto. Autores como Pablo Neruda, Hernan Vall Alegria, Patricio Manns y Armando Uribe. Ent Marquez, Recordando este clima inquisitor dad de Concepeidn y ex Ministro de Educaciin, Fdgardo Ent que su bil wubo que enterrarla y alla en ma vex he pensado» ~dijo-, «que asi como Segunda Guerra Mundial la gente enterraba joyas o dines sotros en. Wvimos que scorer oquemarLbross OS neO-NO Mis all del caso Quimanti, les progresistas se track Hummerosos escritores, intelectuales y cientificos). Filo expli una pérdida de referentes culturales y de una caida en totalmente puede Leonardo Espino y Poet publicados por afo~ que durante la primera década del régimen militar el porcentaje de reediciones haya sido atisimo en contraste con el de novedades y primeras ediciones. Explica también un fenomeno inédito en la historia del libro nacional, la creacién de por lo menos 3 editoriales chilenas en el exilio: Eiliciones Cordillera en Canadé, Ediciones LAR (Literatura Americana Re- unida) en Espafia y Ediciones Casa de Chile en México. Enel plano de la produccién se descontinian las lineas editoriales que apelaban -siguiendo las pautas de la masificacion estatal- a nuevas capas de lectores (Biblioteca Popular de Nascimento, Editorial Huda, Vicerrectoria de jan también de operar algunas editoriales vinculadas a partidos politicos declarados ilegales 0 cu- yos bienes son incautados (Prensa Latinoamericana y Austr Mientras en la etapa 1973-76 las restricciones se manifiestan de prefe- mente represivas, desde 1977 se canalizan més bien a politico-burocréticos: bandos y decrelos reglamentan la libros durante casi una década, sien- Emergencia puede autorizar fundaciGn, edicién y circulacién de nuevas pu- blicaciones. Bando Militar 122 (22/11/1978) modifica el anterior y establece que al culacién de nuevas publicaciones. Decreto 3259 (27/7/1981) establece que fundacién, edicién y circula- Ministerio del Interior. Ley 18015 (27/7/1981) complementa decreto anterior con sanciones -a de 1980 (entra en vigencia en 1981). Disposicién sesidente de la Reptiblica para restringir entre 1981 y cin, solo en cuanto ala fundacién, edicién y circa lacién de nuevas publicaciones. Decreto 262 (24/6/1983) modifica decreto 3259 y pone té autorizacién previa del Ministerio del Interior para ediciOn y circule libros en el pais. En lo que respecta a la distribucién en los aftos inmediatos al golpe, algunas librerias fueron con frecuencia controladas, debiendo autocensuratse y clasificar sus stocks en 3 categorfas: vendibles, reservados (en bodega) y

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