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BRSREREREEEIFELELEREREELL EEE ELL ELE EL Roberto Andorno Bioética y dignidad de la persona SEGUNDA EDICION Version espafiole ampliada y actualizada del texto original en francés: La bioéthique et la dignité de la personne, Presses Universitaires de France, Paris, 1997 2 HOE Tino ging La bogthigu ela dignté del personne Diseho de cabiers: eli Poe, 1 edi, 1998 2 ein, 2012 Reservadce todos los derechos, El contenido de esta abe esté protege por ls Ley, que extblece peaas de prin yo malas, ferns de Tas correspondiente indemaizacones or das y Drsiuicios, para quienes reprodujeen, plagiaen, distibuyeren 0 Conamicaren pibicamene, ea tod on part, una obra itera ti, antics cientfiea, o so wansfermacién imerpreiacion 0 ‘Sevucion atte iiade en casigier tipo de opore« com (da iraves de cualquier medi, spl precepvaautodzacor © Rowen ANDoRNO, 2012 ‘© Publicado originaramente por Presses Univesiaizes de France, 1997 ‘D EDITORIAL TECNOS (GRUPO ANAYA, S.A}, 2012 Suan Ignacio Luca de Tena, (S~ 28027 Wadd ISBN: 97R-86309-5445-2 ‘Deposit legal: M-25-2012 ‘Printed in Spa, Impres en Espa por Clsas Orcoyen INDICE, eRoDven, Pi LABIOETICA 0 LABTICA DELA VIDA, CAb.1, LAS BASES DE LA BIOETICA [LA AMBIGUSDAD DEL. PROGHESO CINTIFICO RE case tare 1, Enca matanvisi Vinsis Ech OIVIsTA I. CALIDAD DE Vibw¥ wiGeaDAD DE LA vIDAY TW Los panabiog DE La BIOETICA LE! principio eminence de a Bodice! res. eto do la dignidad amano Erprinapie de bonefieenio El principio de autonoria El principio do wulnorabiiad Lor prmcpios propos delimited la sa Fad pb nn Ye Lawioincay a penecno VL. LAINTERNACIONALIZACION DE La BIOETICA (CanTh, {QUEES LA PERSONA? «SIR PERSON EOUIVALE A wSER DIONON TE Larnoown' ov NOMDUDHUMARD IL La FERSONA: UN SUR AUIOCONSCIRNTE TV. UN Danate hs Que rEemICO m 15 6 28 2 35 Fa 2 a 9 35 os 6 57 7 2 7 RAR ARARARARARRAROALRHAOARADOEDADDHOHAA p35 EL PRINCIPIO EMINENTE DE LA BIOBTICA: EL RESPETO DE LA DIGNIDAD HUMANA La preoeupacidn central de ta bioética es que las practicas biomédicas estén en armonia con el respeto dela dignidad humana, Este constituye el punto de re- ferencia decisivo para entender ta actividad biomé- Of Blea a Nicémaco, VI 5, 1140’. La prudenci resae sobre 10 erg ES: Dieta ejrccrun derecho subjente ons, Si,ite $e ejerce sobre is cosas, Mas atin core per- Tea ge CHetPo no a, estrctamentehablandes vie to juridico alguno, puesto que ambac realidades se \dentifican. En otras palabras, la person we ose Cuerpo, sino que ella es un enerpe pose Jo. a ABH ae la mayoria de los jusistas de todas one POS Se hayan resistido a la idea de un dings Tam suorum nemo videuws. Larelacién de un sujeto con su cuerpo corresponde se illad al plano dele naturaleza y no plano del Aerecho; es aquélia y no éste quien ave que el hom. Nene! ¥ dsba permanecer é mismo ext sy Propio tyes Palabras, «el lazo jucidico vinen a Tobe ao C28 84, no consigo mistno; esto mann ya © ha hecho por él la naturalezan®. Kan; agrega otro ar- Bimento en este mismo sentido, al afirmes que el os UON Laie de den sone GE 8 2.1 troit subjectif Latcier. Bruscias 1982. n. 916, Hee QUE ES LA PERSONA? n hombre no es propietario de su cuerpo, porque aél es responsable de la humanidad en su propia personay Por esta razén, los desarrollos biomédicos no obli- gan al derecho a traducir en términos juridicos el lazo ue une @ la persoria con su cuerpo. Por el conttario, el derecho aparece como el garante de Ia unidad de la persona, que de oiro modo se veria afectada por una Interpretacién dualista de tipo «sujeto-objeton, La persona se identifica con su cuerpo. Y sin em. Dargo, no es en razén de las cualidades de su cuerpo que ella es la realidad més sublime sobre la tierra, Es gracias a su acto de ser, dotado de una intensidad nica, que ella posee una dignidad constitutiva. To- més de Aquino, habitualmente muy parco en sus ex- resiones, no duda en exclamar, frente a la maravilla del ser-personal, que «la persona es lo mas perfecto que existe en toda la naturalezan', Y el camino que adopta para precisar esta nocién consiste en conside- rar Jos grados de individualidad de los seres. Lo «in- dividual», Jo «amo» se presenta, en efecto, de un modo distinto segtin el grado de perfeccién de cada ser (mineral, vegetal o animal). En la cispide de esta eseala de individualizacién creciente se encuentran los seres racionales, los més «individuals» de todos, a tal punto que son tinicos; es por ello que «estas sus. tancias racionales han recibido un nombre especial, y este nombre es el de persona» "1 Kant, La Meafiica de las Costumbres, 2 ed, Teenos, Madi, 1994, §17 de la Primera Parte: Dostina del Derecho, * Persona significa id quod est perfectssinuon in tora natura (Ste teoldgica, 9. 29, 43), i 72 BIOETICA Y DIGNIDAD DE LA PERSONA, También Kant asigna a la persona el valor su- remo. La persona merece ser siempre tratada como un fin en si y munca como un simplé medio para sa- tisfacer intereses ajenos. La dignidad de la persona es «algo que se ubica por encima de todo precio y, por lo tanto, no admite nada equivalente»: mientras las co- sas tienen «precion, las personas tienen «dignidady” En otras palabras, la dignidad, como prerrogativa ca- racteristica de las personas, es un valor absoluta que escapa a todo caiculo utilitarista de costos-beneficios La formulacién kantiana de la dignidad conileva tuna exigencia de no insirumentalizacion de la per- sona y es sumamente esclarecedora en e| campo de la bioética, Ella implica, por ejemplo, que no se puede someter a un individuo a experimentos cientificos sin su consentimiento 0 cuando fos riesgos son despro- potcionados, por importantes que puedan ser los be- neficios potenciales para Ia sociedad: que no es tole- able que personas en estado de extrema pobreza s vean forzadas 2 vender un érgano para cubrit sus ne- cesidades: que no se pueden producir clones humanos © predeterminar las caracteristicas genéticas de una persona futura sélo para satisfacer los deseos de los padres potenciales. En todos estos casos hay una ins- ‘rumentalizacién indebida de la persona y por tanto una practica contrarie a la dignidad. Para evitar malentendidos, es importante aclarar que la nocion de «dignidad» puede ser usada en dos sentidos distintos: '©1, KANT. Fundamentaciin de le metaisiea de las castnnbres, Aviel, Barcelona, 1999, p. 189 {QUE ES LA PERSONA? B — La dignidad inirinseca, que se refiere al valor que posee todo ser humano en virtud de su mera - dicién humana, sin que ninguna cualided ediciona sea exigible. Se trata de un valor que esta indisoluble- mente ligado al propio ser de la persona y por ello es el mist para fodos y no admit grados. En este en- tido, todo ser humano, ain el peor de los criminales, es un set digno y por tanto, no puede, bajo ninguna circunstancia, ser sometido 2 tratamientos degradan- tes © inhumanos, como la tortura o la esclavitud’ — La dignidad ériea, que hace referencia, no al ser de la persona, sino a su obrar: En tal sentido, et ser humano se hace él mismo mayormente digno cuando su conducta esté ditigida a la realizacion del bien Esta dignidad es el fruto de una vida virtuosa y, por tanto, admite diversos grados. Asi, puede decirse ge un hombre honesto tiene mds dignidad que un estat 7 Gor, Se trata de una dignidad dinamica, en el sentido de que es construida por cada uno a través del ejerci- cio de su libertad, Cuando nos referimos a ta adignidad de la per sonan en el presente trabajo. Jo hacemos normal- mente en el primer sentido, es decir, como sinénimo del valor que debe reconocerse al ser humano por su 6n humana. It xe sat in iid I Dele ‘cién Universal de Derechos Humanos de 1948 cuando "hard Des nivel Dc nos, sain tals oxen rer derma qe 80 ts ee sod gene dten tine roa (Me Sderecho nose cometso aa ara, J xl ‘tens inumanon 0 dents, 74 BIOETICA Y DIGNIDAD DE La PERSONA afinna que hay ‘miembros de la todos los seres huma it nos nacen libres ¢ i hiidad y derechos» (ar. 2 i todavia més en claro cuan les en dig- 1. Esta misma idea ‘quad ido sefiala que todos pueden n distincién alguna, en espe- *0, de lengua, de religién, de nacional o social, de fortuna, ier otra sittacién» (art, 2), nocién de dignidad humana era en la escena internacional ante un concepto antiguo se ha advertido (0 Ser espirinual, es decir & «el abjeto més prodi- nuevo. Al contrario, desde que el ser humano, en cuant dotado de razén y' libertad Sioso de Ja naturalezay!2 on el cielo, ya que n celestial, 2B Pasoa, Pie Ga Cit La Repiittica, 1X. 589. a 8 Frege 185,» 160 "Cf Biica a Nicomaco, X. 7 eee QUE ES LA PERSONA? 15 cimiento primitivo de nuestra alma, y es arriba donde Dios ha colocado nuestra cabeza, que es como nues- tra raiz, y de este modo, ha dado al cuerpo entero ta posicién vertical»’® En el pensamiento griego antiguo, e] alma humana es ol lugar privilegiado de encuentro de lo humano y lo divino. Fila es comparada a menudo a un espejo que permitiria percibir un reflejo auténiico de la divi- nidad. EJ hombre es visto como una estatua tallada por el mismo Zeus, siendo por ello mucho més vene- rable que cualquier estarua de Fidias!*, La misma idea se encuentra en el pensamiento es- toico. Cicerén compara el intelecto humano con una estatua consagrada, sicut simulacrum aliquod dica- tun, La nocién de dignidad es press i risconsulto romano como el caracter di humano respecto de los animales. Ciceron se ocupa de destacar que este principio constituye el punto de partida necesario de cualquier reflexiéa ética’® Con el cristianismo se difunde la conviecion segin Je cual el ser humano, en cuanto persona, es decit, en cuanto ser racional y libre, es el tinico que ha sido he- cho @ imagen y semejanza de Dios": cada alma hu- mana es una obra maestra de Dios y su fin iltimo Timea, 90 Ci 1 Py, Idées grecques sw’ homme eum Diev, Les Belles Lenres, Pals, 1971, p. 8. De legions, 1, 22, 59. ° Chx De ofits, 1,30, Paro un antics profundo de la nein de ‘ignidad humana ex el pensarionto astiguo, en especial en les esto 605, vr A. PELE, La dignidad humana, Sus origenesen el pensaniento a 4a, sinO que reconoce 4 lee 41a persona en ‘ ealidod aman. La conciencia no es mas que a faieats ia Persona, impertnote sin duda, pero noo lecisivo; el acto conse ni el decisivo; el acto eonsciente supone Peron yo exne antes de tl aelos eo dee ge individual de naturaleza ya- La person ea A UersONe tn Ser de rarrlezs raion, pero reduce a su razén, nin asu clencia, En verdad, ella perienece «ane ng ue se caracteriza por la clas a a it distinges, nuutalez, ella se constinye en suieto y se Bue netamente del resto del mundo nats al on ne > Par un nis profi Rasen yd escent ROSS The Peto oe tae ene and Paosphy, 198 a ae Perio et duabus nats. 3, Paroogie Laie, 64, el Aistincign entre | a ls nociones de debate en torn al emtbén, ver i390, Journal of Mee QUE ES LA PERSONA? 9 Cada persons tiene mayor densidad ontolégica que todo el universo insterial que la rodea Ningiin ser humano tiene por qué probar sus capa- cidades intclectwales para ser respetado como un fin en si. Su estatus de persona en una realidad que su- pera la actividad neuronal. En otras palabras, la no- cién de «persona» tiene un caricter ontolégico y no simplemente fenomenoldgico® De aqui se concluye que el concepto de «persona» es perfectamente aplicable a todo ser humano vivo, incluso cuando no haya desarrollado atin todas sus potencialidades (como en el feto, en el recién nacido © en el nifio), o que las haya perdido imemedia- blemenie (como en ciertos casos de demencia espe- cialmente graves). Al mismo tiempo, debe sciialarse que ‘el hombre alin perteneciendo a una naturaleza, la tasciende Esto significa que no se identifica con ella, Cada uno de nosotros advierte sin dificultades que posee una > Cabe recondar aqui un célebre passje de Pascal «él hombre noes sds que una cafa, la mas débil de le natralezs, pero una cafa pon- sante. No es preciso que el universo entero ge alee part aplastrle: a ‘vapor, una gota de agua bastan para hacsre pereoer. Pero ain cuando cl universo lo aplastara, el hole seria todevie mis noble que lo que Je mata, porque sabe que muere y conoce la ventas que el universo tiene sobre él pero el universo no sabe nada de esc (Panes, up. Fragment 186, p. 161) © 1B CHANGEUX, home newonal, Fayard Pats, 1983: eNads ‘= opone a que, en adelante y en el plano teérco, las conductas del Ihombee sean descripas en términos de actividades neuronaless 4p, 364), También defienden el materalismo neuronal Daniel Dennett (Consciousness Explained, Litle Brown, Boston, 1991) y Patsicis Churehland (Newephilosaphy: Toward 9 Unified Seiece of the Mind/Brain, MIT Press, Cambridge, 1986). 80 —_BIOETICAY DIGNIDAD DE LA PERSONA cierta estructura ontologica comin con sus co: res: le naturaleza humana; pero al mismo tiem rose bien que él mismo ¢s mucho mas que una attralez : Se afirma en este sentido que esi la naturaleza de. sian una estuctur de orden, un sats abstato, 7 la persona la que le da moviniento vid, dandole : con sus componentes fisicos e intelectuales, La persona es este acto de ser, de existt, que actualiza realiza las posibilidades de la naturalezay*, i ; {Por qué cada ser humano «desborda» la natura- leza que le es propia? Porque es una persona, es de- cir, porque su grado de individualidad es tan elevado guess romper con i atsalez comin, cata hom tre coun sjemplar nico, no selment dex el pio vista fisico, sino y sobre todo, por la parte mas {n- tima de su ser, su espirity’ it Se impone asi la distincién entre las nociones d «naturaleza humana», tomada no en sentido biolopico sin flostico, y de epersona humans. Ente fos hombres se pueden encontrar constituciones fisicas y capacidades intelectuales muy diversas. Pero la natu: raleza es la misma para todos, aun cuando ella se fn pene disminuida en algunas de sus facultades. a in consecuencia, la igualdad entre todos k vant afirmada por las declaraciones de deren y por las leyes. no es una simple metéfora, sino que tiene un fundamento bien real. Todos los hombres q les por su naturaleza comim. Pero, dentro de une 2M. TRgENe, Persone on Editeriate di Cultura. Génova, 1990. p. 194. ae iS seep ie a man en sets spiritual (B. PASCAL, Pensées. op. cit.. Fragment 185, p. 159), a {2QUE BS LA PERSONA? 8h misma naturaleza, cada persona es nies. No hay aqui ninguna contradiccion: es justamente la personalidad fo que juega el rl de elemento individualizador de le haturaieza humana. Por ello, Mounier tenia razon al tostener que. estrictamente hablando. la persona no es Gefinible, ya que sélo se puede definir Jo que integra tin género, y no Jo que es tnico y singular: «La expli- caclén, por definicién, deja escapar lo singular, le que fe uno ¢ indivisible. La persona no es “algo” que se pueda encontrar después de un andlisis, «une cornbl- Pacién definible de caracteristicas. Si ella fuesa una uma de cualidades, seria inventariable, pero resulta que es el lugar de lo no inventariabley” Por este motivo, toda definicion de la persona no es mas que una aproximacisn pobre y necesariamente jncompleta, jue no hace mas que explictar Ia natura- feza que se descubsre en este hombre, Si se quisiera ser preciso, no habria que decir que el hombre es una per son, sino que este hombre lo es. ‘La persona no es, por tanto, un micleo espiitual aisiads del cuerpo. ni una manifestacidn del mundo de las ideas, sino la totalidad humana. anirpada por un principio espiritual. Cada persona es un «yor, que es Tr mismo tiempo espiritual y corporal, siendo espirita por el mismo titulo que es cuerpo. ‘Como Io veremos mas adelante, esta perspectiva conduce a sostener —o, al menos, a presumir— que tl hombre es persona desde ¢] momento misto en {que comienza a vivir y que conserva sv estatus de per aha mientras permanezea con vida. No se exige de 1 E, Mousten. Le personmatisme, PUP, Pats. 1951, P S8 82 BIOETICAY DiGNIDAD DE LA PERSONA 41, por tanto, que acredite la ara tisticas particulates para ser reconosido como mans en, : la simple pertenencia a la especie hu. mana le basta para ser tenide lo por digno del respe que se debe a las «personas, ifn osesion de determinadas TI, LA PERSONA: UN SER AUTOCONSCIENTI : En ana Perspectiva opuesta a la que acabamos de ceiaetah Se encuentra la visién dualista, de rale var. Uerpo, en cambio, no es pacie pent 7% eHensa, una «cosa» que ocupa nes. isice, y que pertenece mas al mi y an - Pon ido de los ob- pivsamiento, y que para existir no tiene necesidad de pnetin lugar, ni depence de ‘ninguna cosa material De modo que yo, es decis, mi alma por la que soy lo ane Soh €S enteramente distinta de mi cuerpo._»® 4Visibn dualista ha influida mucho en la filoso- fia modema, que tiende a exclair al cuerpo de la re- * Dios de a meh ty tata es edhanone ena it cro eno Pies, yes co que ce Seri y serdadstaea goa xi Vain Pa ‘Vein, Paris, 1989, p. 33, Cf hlasophia: Tengo na ides dis, imenie una cosa extensa que no i alma, por a que soy toque soy, 4 ani everpa y POY que puede ser 6 editacin 6+. 96), QUE ES LA PERSONA? 83 flexion sobre Ja persona".-Se la encuentra, por ejem- plo, en Locke y en Hume. Locke define a la persona ‘como «un ser inteligente pensante, que posee razon y reflexion y puede considerarse a si mismo como la misma cosa pensaite en diversos tiempos y luga- res», Para Hume cl hombre no es més que «una co- lecoién de diferentes percepciones que se suceden unas a otras con una increible rapidez y que estan en un flujo y movimiento perpetuos»™. Como se advierte, en el esquema dualista de la per- sona, el cuerpo deja de ser un elemento constitutive de la persona para volverse um objeto exterior sobre el cual se ejerce un dominio andlogo al que se tiene so- bre las cosas. El cuerpo se tora un simple instru- mento @l servicio del pensamiento. Ello explica que, cuando ta técnica nos da la posibilidad de ejercer un poder cada vez mayor sobre el cuerpo, la realidad cor- poral del ser humano —y todo Jo que ella implica: su vida, su-enfermedad, su condicion mortal, ete.— sea vista como un dato puramente técnico, Por este ca- mino, es la persona misma en su dimensién corporal Ja que viene a ser asimilada a las cosas, es decir, @ simples materiales regidos por criterios de eficacia y uitilidad. Radicatizando 1a visién dualista de la persona, e! biceticista norteamericano H. Tristram Engelhardt es ° Solamenie en esas htimas década, en parte como consecuencia de los dilzmas bioéticos, se ebserve unt revalaizacion del erp en a reflexion filoséfies 2 an Exsi: Concerning Human Understanding, Clarendon Press, ‘Oxford, 1975, bro I, cap. 27, § 9, p. 35. 4 Treatise of Human Nature, Green and Grose, Londres, 88,1 ‘bro 1 IY pane, seceién 6, p. 534, i Ra BIOETICA Y DIGNIDAD DE LA PERSONA tablece una distincién neta entre las personas en sen tido esiricto y la vida biolégica humana®>. Las perso- nas en sentido estricto son seres autoconscientes, ra- cionales, libres en sus elecciones, capaces de juicio moral. Sdlo a ellas les concierne el principio de auto- nomia y su corolaria.el deber de respeto mutuo. Por tal motivo, segiin esta posicién, ano todos los seres humanos son personas» y sdlo hay derechos para los Seres autoconscientes™, En cambio, todos Jos individuos huimanos que no Tefinen los requisitos enunciados entran en la catego- tia inferior de vida bioldgica humana, Es que, segin Engelhardt, aque un ser pertenezca a una especie de- terminada no interesa desde la perspectiva de Ia mo- ral sceular'*, En consecuencia, y dado que no son personas. eslos seres no estén proiegidos mas que por un simple deber de beneficencia, si son capaces de experimentar dolor y en la medida en que tengan tina cierta significacién para alguna persona en sentido estricto™. Por tanto, «los fetos, Jos recién nacides, los enfer- mos mentales graves y los que se encuentran en coma irreversibie son ejemplos de seves humanos que no son personas, Aungue se trate de miembros de Ia es- pecie humana, no tienen en si mismos un estatus com- pleto en fa comunidad moral secular. No pueden ha- 2} Chi The Foundarions of Boethies. pp. 135 ss Got all humane are pectonsy (Te Foundations of Bioethice p38), HLT. BNGELAARDT, ibid Cit ibid, p. 143, El autor destaca que este deber de beneficencia cel mismo que se tiene respecto de las animales, {QUE ES LA PERSONA? 85 cer reproches ni evaluar nada positivamente, de la mista manera que no son susceptibes de reprocte a de elogio alguno [...}. No son actores plenos de la em- prese moral seculat. Séjo las personas poseen ese €8- rae respeto de fa persona se reduce asi al respeto de sit autonomia moral. Por tanto, sino hay tal autono- mfa, no hay ada que respetar. Tal como lo sintetizan bien dos autoras, para la tesis de Engelhardt, «ni si- aqiera un recién nacido es persona: Jos lazos que ik tejiendo le permitiin constrit poco @ poco su autor nomia, a condicién de que sea capaz de tal aprendi- zaje, Un recién nacido anencefic no ser jams ua persons. fortior ni uo embrién humane ni un fto son personas, sino solo personas futuras 0 posibles o rablesy® Pn ina de pensamiento cercana a Ja de Engel- hard, Peter Singer sostiene que la vida de los recién nacidos con retarde mental no vale més que lade pe- rr0s 0 chimpancés adultos, Al eantario, sostener Ja primacie de la vida humana constituye una suerte de ‘eespecismo. es decir, un privilegio arbitrario en favor de los seres humanos®. Singer critica el principio rip 1 Sein Ent ene ee na ee re Se ae con eferno: mens ae ear oe mh etooria es: poda oft ‘Hues os scsi een cet To gn poset i pees Ta, ones deem eae ra el dnl eo hd) _— Se ps Passe ees tod en ee onde ee ain Mean ca dammnle ieee } Che. Animal Liberation, A New Ethics for Our Treatement of Ant mae i Nae S6 _BIOETICA y DIGNIDAD DE La PERSONA coo de Fespeto incondicional de la vide humana, sronctiendo que este principio tiene una base reli, Ee £0 especial, en la tradicién judeacristiana, Poy cllo, este autor considera legitimo el infanticide Te los reoién nacides afectados por enfermedades graves”, IV._UN DEBATE MAS QUE TEORICO Esté claro que la nocién de «persona que se adop- te como punto de partida condiciona questra conduct ceapeeto de la vida human. O la persona es identifi it sin mis con todo ser humana vivo, 0 $e one te C3 #lgo més (por ejemplo, la autoconciencie a ‘enomia moral, a capacidad de dolor, exe) {primera posicisn conduce a ada una acttud de respeto hacia todo individuo humane, cualquiera Sea Su edad 0 Su estado de salud, y por consiguane MZear que clectas pricticas, tales como el aborte al Infanticide, la experimentacién con embriones a eutanasia son ér; licamente inaceptables, * sblemos rechazado e hone, taza el principio radicional de satidad de a vida nee tram tuetiant cn as OW Hane aes 8. Mar eli eee cele of QUE BS LA PERSONA? 87 paros, El respeto s6lo se dirige aqué a un niimero I mitado de individuos selectos, los que tienen la suerte de poser ciertas cualidades que se juzgan «esencia- leg», Los limites temporales de Ia persona —su co- mienzo y su fin— se vuelven difusos, y de este modo, €s el respeto mismo de la persona el que se debilita Segin Robert Spaemanni, esta segunda posicién va contra la idea misma de «derechos humanos», ya que esta nocién implica que nadie esta autorizado para de- cid si otro individuo humano es un «sujeto de dere- chos», Por el contrario, es la sola pertenencia a la es- pecie home sapiens lo que deberia determinar su status de «persona». Todo otro eriterio convertiria @ algunos hombres en jueces de otros y la nocién de de- echos humanos quedaria suprimida de raiz. Pero si aceptamos que los derechos humanos existen, parece innegable que el primero de estos derechos consiste cen que nadie esta autorizado para poner en discusion la pertenencia de otro @ la categoria de «sujeton y a privarlo de sus derechos. Por éllo, «sélo cuando el hombre es reconocido como persona sobre la base de Jo que es simplemente por naturaleza, puede decirse que el reconocimiento se dirige al hombre mismo y no a alguien que cae dentro de un concepto que otros han convertido en criterio para el reconocimiento. Como es natural, de aqui se deduce que todo limite temporal para su reconocimienta inicial como hom- bre es convencional, y por lo tanto, tirdnicon! 1". SPARMANR, «ls namualeza come instanein moral de apele ‘ign, en C1. Masini (comp), 6 iuznauealismo actual, Abciedo-Pe- ‘rot, Buenos Aires, 1996, pp. 347-364,

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