La pelota
Guano yo tenia aco anos pas una larga temporada con mi abuela en
sma casita pobre.
Tina tarde le pedi muchas veces una peloia de varias colores que YO Yea
‘acada momento en el almacén, Al principio mi abuela me dijo que no
oda comprérmela,y que no la cargosear; después me amenaab con
ipegarme; pero al rato y desde la puerta de acasta pronto para co-
tren. yo le vol a pedir que me comprar la pelota.Pasaror unos is-
tantesy cuando ella selevanté de la mga donde cst, yo salt
corriendo, in embargo ella no me persigui6: empecb arevolver un bail
ypatsacar apo. Cuando me di cuera de que queria hacer wna plots
ide trapo, me vino mucho esi. Jands esa pelota seria como la del al
smacén. Mientras ella In forrabay le aba puntadas, me decta que no
ota comprar la ora: que no habia rene que conformars con
vita Lo malo era que ella me deca que lade apo sera ms linda; era
solo que me hacia rabiar. Cuando la estaba terminando, vi como ella
la redondeabo: tue un instante de sorpresay sin querer hice una Son:
risa; pero ensguida revo aenenrichar A tara contra el pati el
trapo blanco defor seensuci6 de lena: yo la sacudiaylapelota
peta a forma edb agus deverla ton feo; auellono era wna
pela; yo tent tin de la otra y empect a rabiar de nuevo. Des
ps de haberle dado las més firosas ‘patades'me encntré con aie fa
pelotahacta movimientos por su cuenta: tomaba direecones ¢ ibaa lue
ares que no eran os que imaginaba; tenia un poco de voluntad propia
Yyparecta in arial; le vera coprchas que me halon pensar ie
‘la tampoco tendrfa ganas de qe yo jugara con ella. A veces se acha=
thay cori con una dif rica; de pronto pareia que se iba a
paran peo después rsobia dar dos ores melas mds, En una de las
teces que le peguécon todas mis ura, no tom6 direcion ninguna
quedé dando vieltasauna velocidad vertginosa, Quis que es se repi-
tera pero no lo consegu, Cuando me cansé sé me ocurié que aque
parle ala plot era lindo pro después uno se cansabe de ir abs
aria acada moment. Entonces la abandoné en la ited del patio
Después voi a pensar en adel almacén yapedile ami abuela que
mela comprar lla vosié anegérnela pero me manda comprar
~__erazur juego muy bobo; casi todo el trabajo To tenta que hacer Yes DS
dhulce de membrilo. (Cuando era dta de festa oestGbamos iristes |
‘amos dulce de membrill), En el momento de cruzar el patio para ir al
‘macén, vila peloa tan ranquila que me tnt6y ise pegarte wna
“pa! Blen en el medio y ben fue; paraconseguiro te que enst-
Sarl varias veces. Como yo thal abmacén, mi auelame la quit me
dijo que me la data cuando volver. Ex elaimacén no quse rar (a
otra, aunque sent que ella me miraba amt con sus colores fuerte.
‘Después de que nos comimos el dulce yo empecé de nuevo a desear la
pela que mi cbuela me habia quitado; pero cuando me ado ge
ide nuevo me aburria muy pronto. Entonces decidf ponerla en el portén y
‘uando pasara uno por la calle irate wn pelotao. Esperésentadoen-
‘ima de ella. No pasé nadie. Al rato me paré para seguir juganéo y al
amirarla la encontré mds rdicula que nunca; habia quedado chata como
tina tora. Al principio me hizo gracia.y me la ponia en a cabeza la
tn el suelo para sentir el rio sordo que hacia al eaer conrae piso
die erray por lino la hacta corer de costado como sifuerana
rueda.
Cuando me yolvi6 el cansancio y la angustia lef a decir ami abuela
que aquello no era una plea, que era una tray que si ellano me
‘compraba ade almacén yo me morta dela tristea. Ela se amperb
retrya hacer sltar su gran barriga.Entones yo puse mi cabeza ens
ibdomen y sn sacarla de allfmesentéen ra sila que mi abuela mie
‘rim La barriga era come una gran pelota caliente que subfa y ba-
aba con la respracion.¥ después yo me fi quedando dormido
ray
Felisberto Herndndez, “Primeras invenciones”,
‘Montevideo, Arca, (1969).