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Aasueoy, Revista de Filosofia, 1, 1995, 95-112 Un solo sexo. Invencién de la monosexualidad y expulsién del hermatroditismo (Espaiia, siglos XV-XIX) FRANCISCO VAZQUEZ GARCIA" Y ANDRES MORENO MENGIBAR* Resumen: Este trabajo explora cl mogo en que se thn overdo el tratsmieno ya valrackn del he ‘alr en Espana, desde su inclusisin ens Driteas adminisativas y médica del Arwigvo Regimen, hasta su rechaz0y obeivacign« ptr de a biopic isa y Tas exigencias de Es tado liberal, La emergent del mxdemo concepuo de identdad sexual y I prplejidad suseitada por Ins transfigurcionesy dpliidades de $530 0 velan como conseevencias devivadas del mencio- sad proces. Palabras elaver Hermafrodnismo, biopolitiea, identi sexual, Espa ‘Abstract: This paper explores the way the ati {des and values about hermaphroditism in Spin have boen reversed, rom his integration iin the adminisative and medical practices of the Od Regine, to his rejection and ebyetivation within the biopoliice ofthe Enlightenment ad the egui- ements the Liberal State. The emergency ofthe ‘modems concep of sexval identity andthe anxity provoked by changes and doubleness of sex ap- ‘ear at conseqsences dorived from the proces in ‘question ‘Key-words: Hermapbrodtsm, biol, sexel ‘demtiy, Spain, Un emblema de transgresin La anormalidad sexval, objeto de un discurso psicopatolégico desde el dltimo cuarto del siglo XIX, se ha visto configurada en Occidente a través de miliples instituciones y saberes: la justicia ¥y la antropologia criminal; la pedagogia y el espacio escolar; Ia higiene privada y el émbito familiar; el alienista y el manicomio; la medicina social y la administracién sanitaria, Su definicién y percepcion social a cargo de estas agencias expertas han servido para modelar a contrario el ‘modelo de la vida sexual sana y equilibrada. A continuaciGn se trata de recomrer uno de los ejes de su genealogfa: e] «monstruo», 0 més coneretamente, el monstruo sexual, e! hermafrodita. En la tradicién del pensamiento modero, este personaje, aparece como simbolo de la transgre- sidn', una ofensa dirigida simulténeamente al orden de la naturaleza y de sus leyes y al orden + Francisco Vizquez Gorin, Departamento de Historia, Geogafia y Filosofia, Apaado 579, 11080 CADIZ y Andis Moreno Mengitar, C/Ruisefor, 5, poral 3,4 A, 1010 SEVILLA, Tino: 95-4332922, La partcpacién de Francisco Vazquez Gates en exe trabajo fe relizada durante une estancia en cl Cente de Recherches Historiqus de L’Eoole des Hawes Etides en Seionces Sociales de Pais financlada por una ayuda de a DGLEY-T Conse aqui su reeonocimicnt, 1B uno de os curses impandos en el Colege de France, Foucault ass revista alas tes figuras que formant insta el canormals el «monsruae (con el paradigm del ermafodita, et sonanista»y el endividuo incorepible» (ft FOUCAULT, Mz cLes normauxs (1974-1975) en Resumé des Cours (1970-1982), Pais, Julian, 1989, p. 7398), ‘La nocign del shermarodita» como esimbolo de Ia wansgresion> puede enconarse en uno de 1s pocos trabajos Fisticosdedicados a eta figura; GUICCIARDI, FP: xL hermaphrodite ele proletsren en Dia-Huitieme Sie, 12 (1940), pp 49-78, p. 7. Cir. tombién DASTON. L.y PARK. K- «Hermaphrodites in Renaissance Frances en Critical Maris: Princeton Working Papers im Women’s Studies, 1. vol 5 (1985). que matizan ls considraciones algo apresraas de Fovcaul sobre el esto de los hermafoias en In Edad Media y el Renacimieno, Al ints de 96 Francisco Vazques Garcia y Andrés Moreno Mengibar Juridico de la sociedad, pues trasciende los limites del género, la divisién de sexos, fuente de los roles familiares y las convenciones sociales. En rigor se trata de un individuo que carece de identidad, una cabeza sin rostro; nuestra cultura exige que el perfil juridico y psicolégico de los sujetos, que la verdad de cada sujeto, su personalidad, pase por su determinacién sexual, y ésta posee un caricter monosexual, una mismidad bien recortada: mujer 0 varén® Por esta razén, el andrégino tiene algo de ficticio, de simulacro artificial que encubre y deforma la transparente presencia de la Naturaleza y su division en géneros. El hermafrodita en estado puro, didn los médicos a partir de los siglos XVIII y XIX, es una ficci6n, un ente de razén cuando se hhabla de la especie humana; cl empeito por perfilar Ia identidad sexual Hleg6 a exigir por ello la exclusion y la objetivacion de esta forma de alteridad. La sumarin descripcién de este proceso, cifiéndonos principalmente al &mbito cultural espatiol, es lo que trataremos de exponer a continuacion, ‘Monstruos y Hermafroditas EI hermafrodita como el monstruo altera la secuencia de la especie, haciendo posible, a través de una secular y minuciosa tarea de clasificacién, la formacién de un saber sobre 10 ins6lito cempefiado, especialmente « partir del siglo XVII, en romper con el mito de los tres sexos posibles, instaurando la extraiia idea de que se posee un sélo sexo verdadero. El mito en cuestién, que reconocia la coexistencia de ambos sexos en un mismo individuo, formaba parte del derecho civil y canGnico en la Edad Media y el Renacimiento, si bien el eumplimiento de ciertos. preceptos (Gjaci6n de la identidad en el bautismo, en el matrimonio, en las sucesiones hiereditarias, en la testificacién ante los tribunales, en la vincién sacerdotal, interdiecién de la sodomfa) exigta, tal ‘como v.g. recogen las Partidas alfonsinas, optar por un sexo determinado La cleccién recaia inicialmente en el padre o padrino y posteriormente, legada la edad nibil, cen el propio afectado. Aunque se recomendaba escoger ol sexo que parecfa predominante, esta ‘opcién no se fundaba en ningiin saber positivo’. Por el contrario, la medicina arabe y de tradici6n ‘studi el hermafrositism en of mateo de una histre de le sexi y [a excsce de investgnciones reaizadas sobre esa figura se a referido el hisorader Jacques Reve: El hermajtolta rela una especie defaseinacin, por lo indiferenciad el sweRo de wn indivi que reanirta en ots ls potencilidades. Noes pura casual si sociedades ta es tiberiarias y conflitvas como las nuestas, fa figura erblemetica, el snbolo del hermefrodite recobra wna nueva imporiancia, Queda sin embargo por estudiar estate y a funcion euuraly socal de estes ‘represenacionesimapinarias del inermediario (REVEL, J: sElhisteriado 9 os papelessenuales en A.AV.V.— Familia y Serualidad en Nueva Espata, Mésico, FCE, 198, pp. $354), 2 Ladisparida ene sexo y género que constsa el hermofroitima y le sacudia que esto imac en musts ideas ‘comunes sobre In «mascliidad y la feminidads han sido destacadas por STOLLER, R: Recherches sur dent partir die Tronsexualsme, Wad, trane., Pais, Calla, 1978 y DOLLIMORE, 3. Sexual Dissdence. Augustine to Wilde. Freud Foucault, Oxford, Clarendon Press, 1991, p, 296 3 Siguiendo a S. Agustin, S, Isidro admitia sin problems Ia exstencia de los hermatidias: Se denomina asta fos Iermafroditas porque en ells se mesiran uno y ctr sexo.) Estos tonen lpecho de la parte derechacaractersion dd homie dela icgerda come el de las mares, y pueden fecundaryparir(S. ISIDORO: Eumologies XU, 3,10, “Madhid. BAC, tome Hl, 1982, p. 49). Como he realads Hoswell, aunque en el peiodopatsistico era muy coma I confusién ene wsodoritar, afeminadoo yshermafrditas (v2. en Clemente de Alejandra y Teliano), en el curso se a Edad Medi ambas nociones serfan laramente deren —por empl en la aba de Pera Cantor, 112), De Vitio Sodomiuco, ineluida en apéndiee por Boswell. Postenormene, en Is Baja Bad! Medi, juno cuando ve acteiens el rechaz0 teoligico-moral de los sodemitay, Is noviones de sodoméa y hernafodirno volveisn confundie (cfr. BOSWELL, J: Cristanismo, Tolerancia Social y Homaserualidad, Barelona, Mochnik Ba. 1992, pp. 402, 462, 0.30, p. $07, m. 100 y $69. m. $0), Sobre el esto legal de ls hernafoditas en las Poridas Hermaphrodinesen latin, tanto quiere deciren romance, cme aguél que a natura de vardn,« de mujer E ese ata. Un solo sexo, Invencién de ta monosexuotidad y expulsion del hermafroditismo (Espana, sighs XV-XIX) 977 aristotélica, si bien parca dita, Esta aceptacién derivaba de la teorfa medieval de la generacién, que combinaba una representa- ci6n de la matriz femenina escindida en tres cavidades, y una presentacién del acto generador como Pugna entre los sémenes del macho y de la hembra. Si el semen masculino vence en el torneo, cayendo en la cavidad derecha, se engendraré un nifio de rasgos viriles. Si el semen femenino sale victorioso y se derrama en ¢l mismo lugar, se obtendra un varén afeminado. Una argumentacién andloga pero referida a la cavidad izquierda explica la generacién de hembras. Por diltimo el hermafrodita aparece como resultado de una justa indecisa, por la cual los sémenes se mezelan en Ja cavidad central de la matriz', Si el discurso médico y la literatura de prodigios, apoydndose en los testimonios de Aristételes (De Generatione Animatium) y de Plinio (Historia Naturalis)* admitia sin grandes paliativos hasta los siglos XVII y XVIII, la existencia de seres hermafroditas y los cambios de sexo, la sabiduria Popular, poco diferenciada de aquél", dotaba a estos sujetos de ciertas propiedades mégicas y de te el asunto, legitimaba la posibilidad de un tercer sexo, el hermafro- dfeclmos, que si tira mais a natura de mujer, que de vardn. non puede ser testigo en testamento, nin en todas las otras mands que ome fciesse. Mas si se acostase ms a natura de varén, estonce bien puede ser testigo en testamentn & en todas las otras mandas que ome fiiesse (Partidas, Part. V1. Tit 1, Ley 10). Paté se refiere a la tradicién del derecho romono que obliga alos hermafroditas a escoger un sexo y a mamtenerlo: las leyes untigtes x moderna les hicieron —y les hacen sin— legir qué sexo desean uilzar, con prohibiciin, so pena de perder la vida, de uilicar aauel que no hubieran escosito, debido a tos incomvenientes que de ello pudieran resultar. Pues algunos han abate de tal manera, que mediante un uso mutuo » reciproco se entregaban a la lascivia con uno y oito sexo, a veces de hombre. a veces de mujer, puesto que tenan naturaleza de hombre y mujer adecuada para tal acto (PARE. A. Monsiruos » Prodigios, Vi, Madrid, Ed. Sirela, 1993, p. 38), Zacchias, Slebre precursor de la medieina legal, en ‘érminas similares, se refiere a la eeremonia de elecciGn de sexo y a sus consecuencias: Ad legum uuctoriiatem, cen Jubent, Hermaphroditas sexu, quem libuerteligere, quasi utrumgue ita perfectun obtineant, ut in voluntte corvon ait posit feligere quo uti vlin, poenas imponendo, si quando propriae electioni non fecerin, ac contra fecerint alten Sexo abusentes, dicendum id sibi votuisse. quod serum, in quo potentiores sunt, eligant, et ev utentes ab alters atbstineat, arbitriogue eorum id remiserunt, quia cerium est, unumauemgue seam elecruram, in quo se potensianom experiuy et caus usu Natura magi insinuat,simalisque urget ocuioribus: nam si trito wantur, graviter peccant Sadomiae peccatum (ZACCHIAE, Pauli: Quaestionum Medico Legatium, Venetil, 1771 —I*ed, 1660-166}. Lib.VI1 Tit, Quacst. VII, 32, p. 80), Uno de los libros de «inaravillas» mas divulgados en Espata, refiere dos casos de hermafroditas —acontecidos en Burgos y en Sevilla respectivamente— que fueron quemados bajo acusacion de Sodomia, por no haber respetado la eleccin de sexo realizada (cfr. Antonio de TORQUEMADA.— Jardin de Flores Curiosas(¥" ed, Salarnanca, 1570), Madrid, Sociedad de Biblidfilos Fsparotes, 1943, pp. 2-23). ‘4 Recogiento la exposicin de S. Alberto Magno sobre la generacin, uno de ls textos elisicos de la proifea literatura fspalola sobre «maravillay de Ios sighs XVI y XVII, se refiere 0 lo frmacion del sexo como a una batalla compu entre los sémenes femenino y maseulino (ef Fray Antonio de FUENTELAPENA: El Ente Dilucidado, Trotado de Monsiruos y Fantasmas, (1676), Mari, Ed. Nacional, 1978 p. 180). Sobre la medicina medievslacerea de este punt, ‘ft. IACQUART, D. y THOMASSET, C.: Sewalidad y Saber Médico en la Edad Media, Barcelona, Labor, 1989, pp, 47-149 y BUSQUET, G. t BEAUNE, C. Les Hermaphrodites Paris, Jean-Claude Simon, 1978, pp. 56-58. Esta {coria proporcionaba una explicacin naturalista de hermafroditismo, negando su origen railagroso, como testimonia, apoydndase en HipSerates, HUARTE DE SAN JUAN, J.: Examen de Ingenios para tas Ciencias, Madsid, Ed Nacional, 197, pp. 336-337. 5 Estas autordades de la Antigiedad son mencionadas en favor de la existencia de hermafroditas por Cir. Antonio de TORQUEMADA, op. cit. pp. 22-23; Pedro de PERAMATO: Opera Medicinalia. Saniicar de Bamrameda, 1376, tol 117 6% Juan SANCHEZ, VALDES DE LA PLATA: Crier y Historia General del Hombre. Madrid, 1598. cap. XVI, fol. 17 v*. Este dltimo cita también a Ovidio. © Brccisamente la ecisién y posterior expansiGn e imposicién de los contenidos de la cultura de lites cespecto a los Gs las wadiciones populares es el contesto en el que pudo desarollase el descrédito de los hermafroditas y la Percepciin puramenie médica de las deformidades orginicas. Con el pensamiento ilustrado, ls atribuciones Faria y Andrés Moreno Mengbar esotéricos conocimientos sobre el modo de obtener los mayorcs placeres de la mujer, Piénsese que la medicina hipocratica y galénica —no Ia aristotélica— exigia el placer femenino como conditio sine qua non de la generacién, producto de la mezcla de los sémenes del macho y la hembra. El hermafrodita, depositario de los arcanos de un ars erotiea con la capacidad de revelarlos a los hombres, sfmbolo de Cristo en los primeros tiempos del Cristianismo, era una figura carismética, dotada de poderes magicos que la Edad Media recibe de la Aquileida de Estacio y la Metamorpho- sis de Ovidio’. Implicado también en los episodios de cambio de sexo, admitidos con facilidad por el pensamiento renacentista siempre que supusieran el paso de lo mas imperfecto (mujer) a lo mas, perfecto (vardn) sin romper el orden teleol6gico de la Naturaleza, el hermafrodita se presentaba a luavés de una experiencia magica y divinizada, previa, por decirlo en términos weberianos, a la racionalizacién y desencantamiento (Entcauberung) occidentales del sexo ‘reencins populares acerca de los hermafraitas serin sistemitcamente desclificadas, Sobre estas teins delay hes para colonizar In culture popula, cfr. BURKE, P.— La Cultura Popular en la Europa Modema, Madd, Alianza Universidad, 1991, pp. 298-342 y ZEMON DAVIS, N— Sociedad y Cultura em la Francia Moderna, Barcelona, Cries, 1993, pp. 248-256 7. Enlascultras de ls Antgiedad gresoromans, cl hermaleia cron enor dels Natraleza qe susitaba escndaloy ra sactificado para aplacar lai de los doses efi. DELCOURT, M.— Hermaphrodite. Mythes et Ries de la ‘isezuaité dans TAniquié Clasique, Paris, 1938), Sob a iagen del wandeginn» com simbolo de Jesters en el {Ceistianismo primitive eft MEEKS, W.— The image of Androgyn: sme axes of x Symbol im Easiest Christin» cen srry of Rtigions, 13 (1973), pp, 165-208. 8 Bl pensamiento médico renacomist,apoyindose en la sutoridad de Pini, Pomtanus © Hipserates, ene mches oes, ‘xiii sn epars Ia conversion de un sexo en sv contrara, dé mode que el paso de mje a hombe inyplicaba un iejora de natraleza (eft; BUSQUET, 6, € BEAUNE, Cop. ct, p. 59,» los casos ctados por Ambroise Paré en Monsiros » Prodigios op. cit, VI. pp. 41-42), Bray Juan DE LA CERDA, en su Libro iitulado Vido Poti de Todos los Eaados de Mujeres, Alea de Henares. 1599, pp 18-519, cit varios casos de metamotoss sen, algunos referdos por autores modern: en un lngor que se Mamas Exguevra, dette deta ciudad de Coimbra nueve legis, ota a cubaero que tena waa Mla armada Maria Pacheco: ¥ qe esta donclla,viniende la edad em gue ava de Dejar su cosumibre. en lugar dela te nad 0 sald de dentro, sexta excondido, ef sex vii» avi de hembra te omvirto en var.» le ister luego en habia de hombre, madndoe el nombre yHemévdote Marae! Pacheco) Se cass can ana miger principal: i vo hijar © mo, dice este Doctor que no los two: pero que vi que nunca e ava rnacito barb, sino gue ena rose nugeril» (pp. 518-19), Aerionmente, Huare de San Juan, fandndoseen a tora hipocrtiea de es humors, proporcon6 una explicasion natraista de estas trmsmtaciones: mache were hat hecho naturale: wa hembra, ya he sido ano don meses el sente desu madre; ysobrevni¢hdoes «fos miembros seniales copia de calor por lguna ocasin. salle fuera » quedar hecko varin. quien esta tramemuiacion fe ‘acontccire en el venre de su madre, se conoce despues elaramente on certex mavimientos que tiene, iecentes at Sexo vir: mujerites, maroso, lave end y elasa; son fs tales nenadon a hacer obras de mujeres, ¥ cae ‘ordinariaments en el pacao nefando HUARTE DE SAN JUAN, op. sit, pp. 318-316), La ansmutacién de sexo, por To amo, nunca es completa, permaneciéndose en un estado présen sla eroginia (cf, BUSQUET, Get BEAUINE. (C.op it, p60). Otros casos de aleracionrepentina de géner sn mcncionadon por Antonio de TORQUEMADA, op it, pp 80-41; Pedro de PERAMATO, op cit, (ol. 117 77 et ejemplo de una monja de Santo Domingo del Real que se eansform6 en var y reeibié habitos de fraile y Juan SANCHEZ VALDES DE LA PLATA, opt, fol 17 “Texts posterores de la iteratra sobre «marailass,géneo florceent en Espana dura siglo XVI, promo ‘una tradicin medieval sobre el earnbio de sexo experimentado por alguns sanas,reogeo otros casos de eumblo repentino de sexo provocados por itervencionesgratias dela omamoda voluntad divina: Sante Paul, natural de Avila por tirarse del furor de wn Cavaller, ue desstinadament a amava iis a Dios la deforms, al panto 1 salerom barbas. En semejante trance santa Liberata, 0 Wigefort, a del Rey de Portgalimpetré la misma ?; iqué sistema de evidencias rige la aceptabilidad de esta negacién? La historia natural, [a anatomfa, y 1a medicina legal del siglo XIX heredan de la HustraciOn el rechazo a admit la existencia de seres humanos dotados de ambivalencia sexual. La creencia en Jos hermafroditas forma parte de las fbulas mégicas y las supersticiones del vulgo, es un aspecto ‘mis de la fascinaci6n por el prodigio y lo maravilloso que caracterizaba a Ja infancia de la 33. Duran mucho tempo ef individuo se auentfice gracias a la referencia de los dems yaa maniestacvin des nado con oro (familia, jerament de fielded, proteccién): despuds elo euentifis mediante ldiscursoverSadero {que era copazdejormalar sobre simismoo qu se ecbligaba a formar (FOUCAULT, M-: Historia dela Sexalided T-La Voluntad de Saber, op. cit. . 7. 34 Un caso paradigmatico de ests primeros penajes médicoepales es el de Mavic Marguerite en 1813. Bautzads y registrada lcgalmente con el sexo femenino, erode conformacisn mis dudosa a medida que svanzabs ene dxarolle, a muchacha fue sliiada en matrimoni: condacida al médico por sus propos padres, el dctamen faaltativo, eeanocid por los tnbunales, I obliga a cambiar de sexo” ist également dre publi ede Vinterit de Vind dont est question, que som acte de nuisance so rectifie («Rapport du Tribal, 5 Oct. 1813», ci. por MARC: “Hermaphrodite en Dietomnaire des Sciences Médicles, Pars, 1817 p 92) 110 roncsco Vieques Garetay Andrés Moreno Mengibar hhumanidad. De la misma manera que las prctieas de la medicina popular deben ser desterradas por una medicina profesionalizada y sabia, as ideas corrientes sobre li naturaleza y la divisiGn de los sexos, tienen que ser definitivamente arrinconadas. El hermafrodita, del mismo modo que el transexual, es una figura de la sinrazén, portador de una doble negatividad, En efecto, por una parte se trata de un error; él mismo término que sirve para designarlo Cabermafiodismo», ambisexualidad) —seiiala Orfla!*— induce a la felsedad, una falacia del len- guaje que debe ser expulsada del diseurso médico cuando se trate de la especie humana. El hermafrodita llega a ser definido negativamente; es un engafio que la naturaleza parece fabricar para burla de la observacién positiva: Aquella disposici6n viciosa de las partes genitales por las que el sujeto parcee ser de tun sexo, al que realmente no pertenece, o no se puede determinar cuél sea su verdadero En segundo lugar, la creencia en los andréginos es portadora de una negatividad moral, no séto epistemolégica. Como pensaban los filésofos de las Luces, la errdnea supersticién se articula performativamente en actos birbaros, crueldades que son aberraciones de la razén, por ello esta absurda fe Hevaba a sactificar a los seres inocentes reconocidos como hermafroditas, del mismo modo que la fe en la brujeria conducfa directamente a las hogueras de la Inquisici6n: La ignorancia y 1a credutidad aumentaron y perpetuaron este error de siglo en siglo, {que serfa en cierto modo escusable por el estado en que yacfan las ciencias naturales si algunas veces no hubiese hecho correr la sangre del inocente™, Este «gran rechazo» se sostiene parcialmente en una critica histrica de las observaciones realizadas en el pasado en tomo a supuestos hermafroditas. Los testimonios artisticos, literarios y las especulaciones pretendidamente cientfficas legadas desde la Antigledad componen un muse 35. Ya es rompo que se borren en muestra escrior las descripciones de lox Andviginos (Quan FERNANDEZ DEL. VALLE: Cirugia Forene..op. ci... Madd, 1797p. 295), La fiaion ustrada de este rechazo al heralds lu consiguieme afrmacin de que sblo hay’ sexo nico y verdadero on ada navi, puede rastrearse en cas literatora médica de siglo XIN. Cr, VIGUERA, B.: «Apuntes sob el bemaftadisma» y , ec.) pueden enconmarse todavia finales de siglo, eft. VALENTI ¥ VIVO, I. Tratao de Antropolopia Médica y Iuriica, Barcelona, 189: [0 sbronatural. marallosy 0 absurdo etotalmeme Inadmisibte en ese captalo de la Embriogenia humana (p29). 36 Deberta borarse de lengnaje mético lo polabra -hermasrodiomo. sempre que se iraiase de le execie humana (ORFILA, M.: Tratado de Medicina Lega. 1. Made, 1847. . 188) 37 MATA, P. Tratado de Medicina y Cire Lega. Maid, 1874 (1 ed 1846), p. 339. 138. PEIRO, PIM, y RODRIGO, J, op cit, p. 9: en semido andlogo se proguncian HURTADO DE MENDOZA: Suplemer tal Diciomario de Medicina y Crap del Profesor D. Antonio Balaro. ll, 2 pare, at. shermafrodismes, Madi, 1823, p, 1135 y VIGUERA,B, op. eit, p. 116 Un solo sexo, Invenctn de ia monoseswalidad y expulsion del hermafodttiono (Espana, sgloe XV-XIN) LLL de exrores que la razn s6lo ha podido desenmascarar asentando el imperio de la observacién positiva: Lo mis estrafo es, que tanto entre los antiguos como entre los modernos, los patro- nos del hermafrodismo partieron de hechos fantasticos y muy mal contestados; y sin ‘embargo fueron bastante para cohonestar cl error, y deslumbrar Ia imaginacién, ain de Jos hombres despreocupados, hasta que la bnijula del escalpelo desentratié por fin el simulacro del prodigio e hizo desaparecer lo maravilloso”” Del mismo modo que en otros dominios (diseccién de cadaveres en anatomia patolégica, reconocimiento nosogréfico de la enfermedad mental en cl alienismo), el prejuicio y la supersticién son expulsados al quedar liberada la mirada médica. El apoyo en la observacién, a través de la inspeccién anat6mica y los estudios de fisiologia de la reproduccidn serdn los argumentos principa- Jes contra la ereencia en los hermafroditas. Sin embargo, no hay una completa untanimidad en estas razones extrafdas inductivamente; por tuna parte se sefiala que los supuestos hermafroditas hasta ahora observados no eran capaces de reproducirse mediante autosexualidad, como sucede en cl hermafrodismo vegetal; ott0s auto- res —y esta sord la opcién que acabaré imponiéndose— sefialan que estos seres son incapaces de ‘quedar fecundados o de procrear, de modo que en ningin caso se trata de verdaderos andréginos®. Junto a estos argumentos fundados en la inducci6n, algéin autor subraya que el hermafrodismo ‘es una imposiblidad a priori, una contradict in adjeciio con indepondencia de cualquier desmen- ido empirico; se trataria de una derogacién de las leyes que le plugo al Supremo Hacedor establecer en orden a ta reproduccién de los seres animados". El hermafrodita desaparece de Ia escena; serd recluido en los xdenes mas bajos de la escala de los viviemtes (casi todo el reino vegetal, animales inferiores), 0 a lo sumo identificado con una cierta indiferenciacion sexual que caracteriza a la infancia y a la vejer de los seres humanos®. 38 VIGUERA. B..op. itp. 116, 40, MARC: «termaphrodite» en op. cit. p. 117, sefala que) problema de a posible repredcein de lox berms es ‘us asunto en el que los médices no extn de acuerdo. MOSACULA, J. Elemento de Fasilogia 2, Madrid, 1830, 1. 370, rechaza ol hermafiodismo en ly especie humana por la imposbilidad de rlaci6nautosexul, sung es posible a reac heterosexual founds e incluso la coneepcién monosexual pro sin cSpula: BALLANO, A. Diccionario de Medicina ¥ Cirupia Madi. 1817, V. at sermalrditas,p. 103; HURTADO DE MENDOZA, M. Supfement.. 6p cit p 1138, PEIRO, P.M. y RODRIGO. .et,p. 9, HURTADO, ML: Diccionario. op. it, p 479 y ORFILA, 'M.-op it, 18 sean la imposbldad de reproduccén cn todos fos sos. 41 MONLAU! PF: Hipiene del Matrimonio ool Litre de ax Caxades, Madr, 1865 (13, 1853), p 158, 42, enccro del herria en fs grads inferiones del euaho do las especies puede enconterse argumentado or jemplo en is «Obvereaiin que puede servi para la historia del hemrodismen, noticia sobre un caso de hermafrds- mo abservado en Francia hacia el primer curt dl XIX y ecogido en Gaceta Meiicw de Madi, (1835), pp. H9- 151:e! mismo raronamiento se puede hallar en HURTADO, M.: Dicefonori. op. cit . 478; ORFLLA, M. op. p. 188 y MATA, Pop. ci p. 339. La indiferencaciin sexual de Ia infaciay de la vee es subrayada por VIREY. Ji: Diccionario Frances de Clete Médicas. Tratado Histrico y Fisioligicn Completo sobre ta Generacion (a. erstellana de M. Hurtado de Mendors), Madrid, 1821, p. 75: VIGUERA, Bop. ci p. 127. Est experiencia del heenafrodismo como orgen pedo y eveado nastilgictmente se afrma con fuerza cla Naturphilosopie romantics, en direct flacin con la adic mii estéiea europea (Bah, Amol, Sint Matis) especialmente en ta obra de Franz Von Baader (1765-1841) andegino sitbolia la econcliocin de los concarics eel primigeni oigen de |i Naturaleza, Sobre esa fascinacinroméaticasuscitaa alo largo del siglo XIX en tomoal heart (em contaste ‘com chaz iustradoy pos 112 Francisco Véeque: Garcta y Andrés Moreno Mangibar Humanidad y hermafrodismo son conceptos mutuamente excluyentes; sélo cuando el hombre no lo es todavia o cuando comienza a dejar de serio, corroide por la edad y la muerte, parece que el sexo se borra y emerge una inidentidad semejante a la androginia. El hermafrodita, anulacién irisoria de Jn diferencia sexual, habita el Ifmite de lo humano, como si el moderno concepto de hombre Hlevara necesariamente aparejada la idea de monosexualidad. Octubre de 1994 ‘ne a In décarencen en Inroduccion 8 ANTICH, J: El Andrélno, Madeid,Tecnos, 999, pp. 14-22 y xpecalmente BUSQUET, G.et BEAUNE, C, op cit pp. 78:0, donde se analiza la figura del andrgino primigenio y anglieo en la Weraura francesa (ines dl siglo XIX y pincpios det XX) y en el Romanscismo alemén.

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