You are on page 1of 40
PERSONAJES ACTORES CLEOPATRA » Sra. Guerrero. CARMIA..... seoeee » Rutze EIRAS. ..ccceecees + Sra. Sortano. MARCO ANTONIO. Sr. Vico DOMICIO ENOBARBO. + » Donato Jiménez. » Perrin. DIOMENDES. EROS, ..0505 +» Cirera. TIRREO... » » Marti. PROCULEYO. . » Rostes. ESCARO... » CALte. DEMETRIO, » Torner. SOLDADO 1.°, + » MONTENEGRO. SOLDADO 2.°......0sceeeeeseees 9 FERNANDEZ. Acompanamiento de esclavas, eunucos y soldados. i " iso, reimpri- yhra es propiedad de su autor, y nadie podra, sin su permiso, I mirla ni ropresentatia en Espana y #us pososiones de Ultraniar, ni eft 108 pai- ses en los cuales se hayan celebrado 6 se celebren en adelante tratados nacionales de pcoplednd ibrar. do Tradtweeién, i va el derecho « ¥ : 7 Plecmilitaniercs resentantes do a Administrackin Lirieo-Dramétiea de Ei Hidalgo, son los exclusivamente encai e eaten sea de re] Peeimtncion y del cobro de los derechos de propiedad. ‘Quodatnecho el depasito que marea In ley. ACTO PRIMERO® Habitacién del Palacio real de Alejandria, En el fondo un gran Pértico separado del primer término Por uns columnata, ESCENA PRIMERA (2) ENOBARBO, DEMETRIO y ELRAS Enos. Preparad Pronto Io necesario para el banquete; sobre todo vino, mucho vino Para beber 4 la sa- lud de Cleopatra. Sabéis que Antonio no lo escasea, . Demet, Comilonas, borracheras, lujurias, siempre lo mismo, Enos. |Quién lo esperara! Aquellos ojos altivos que fulguraban sobre las legiones romanas, no saben mds que mirar hu- mildemente el rostro atezado de una egipcia, a 92, d21 acto primero tieno en el original catorea escenas, contando por tales Jas ontradas de los personajes en escona, {16 suprimido 14s que pasan on Roma on el paacto de Octavio y otras, y Gade Jas Testantes reduciéndolas 4 siete. He suprimido ademts, ties weaver Fes, de decoracion, que representan apasontos dol palacio do Alea tn aoe ogy Beporaue todg la accion puedo ocurrir bien én un solo iugar, e (2). Bata escena ek nueva, fuera do algunas frases puesias theca de Kno- Darbo, dichas por Filo en el original. 4 CLEOPATRA Aquel coraz6n poderoso, que en el fragor de los. combates reventaba las hebillas de la coraza, se ha transformado en abanico para templar los ardores hibricos de una gitana. (Entrando 4 Enobarbo.) Un mensajero Iegado de Roma quiere ver 4 Antonio, Enos. Seré dificil que lo vea, aunque fuese enyiado del mismo César. No es hombre Antonio que deje interrumpir su gran ocupacién: la de adorar 4 tu sefiora. Hablara conmigo si le es igual, y después... veremos, Hazle entrar, (Se va Eiras.) Eras, ESCENA II (3) ENOBARBO Y TIRREQ “mkrEO, Salud, Domicio Enobarbo, ‘nop. Bien yenido seas, si traes buenas nuevas, “IRREO, Nuevas, si. ‘Nop. iDe Roma? ‘rRREO. De alli vengo, sdlo para hablar con Antonio, {3) Esta excena no existe en el original, La he compuosto con matorialos ios y con ideas J frses esparcidas en el acto sogundo y puestas en boca de ‘tayio y do 1.épldo. Considero que lo que en ella xe Teflere es mas oportune este lugar que en el acto segundo. Son antecedontes quo sirven para In oxposiclén do hochos y caracteres y teden embarazar cuando el draina esta andanco. : j{irreo cuenta como si lo hubiera ofdo lo que Octavio y Lépido dicen de An- nio y do Cleopatra, {ai descripeién que haco Enobarho del primer encuentro de Cleopatra y Monio esta en In escena segunda del segundo acto original, TIRREO, Enos, ‘TirREo, Enon, TirrEo. CLEOPATRA 5 Que lz hables alguna vez, no sera dificil, Que cuando le hables te escuche, no sera tan facil, Pero que aun escuchando tus palabras cumpla tus propésitos,., eso ya serd,,, Imposible, lo sé, Lo sabes? ¢Quién ignora en Roma lo que Antonio hace en Egipto? De labios del mismo César he oido con- tar la vida que aqui leva su competidor, Sdbese allé que apenas da audiencias, ni se acuerda de los negocios de Roma. Que pesca, que bebe, que consume las lampa- ras nocturnas en alumbrar bacanales: que, per- dida su entereza, es hoy tan afeminado como la viuda de Tolomeo que le ha quemado el cere- bro. Compendio, en fin, de todos los vicios que envilecen 4 los hombres. Sus defectos no bastaran munca para obscurecer sus virtudes, Son mas bien que adquiridos, he- redados y fatales, Si él peca de vicioso, tu amistad peca de in- dulgente, 6 no sabes lo que sucede en Italia, Bien sé que no son grandes crimenes, ni dor- mir en el lecho que dejé Tolomeo, ni dar un reino por un chiste, ni beber con los esclavos hasta emborracharse, ni irse tambaleando por las calles, ni luchar a brazo partido con la ca- nalla, Pase que Antonio empleara solamente CLEOPATRA 2NOB, SrRREO, NOB, Sus Ocios en voluptuosidades: 4 sus huesos ten- dria que dar cuenta; pero gasta en ellas todo el tiempo y todo el valor que le pide el servicio de su patria, Entretanto Pompeyo domina el mar, Menecra- tes y Menas invaden la Italia, Los piratas apre- San nuestros barcos y la rebelién cunde por las costas, César y Lépido lo necesitan para salir juntos 4 campaiia, Sélo hay un romano que celebre Ja perdicién de Antonio y se alegre con sus alegrias, El enemigo de César; Pompeyo, Pompeyo, que pide diariamente 4 los dioses que conserven frescos por siempre los labios de la carnal Cleopatra: que 4 su belleza se una la he- chiceria, para aprisionar perpétuamente al li: bertino Antonio: que la cocina epictirea le avive el apetito con salsas estimulantes para que la hartura y el suefio adormezcan su honor y su valentia, Pues los dioses oyen 4 Pompeyo, porque aqui nos defendemos del sol de Egipto durmiendo de dia, y acortamos las noches bebiendo, En cuan- to 4 Cleopatra, cada dia esta més hermosa y cada hora descubre mds seducciones, Nila edad ni la crépula ajan sus encantos, Otras mujeres hartan los apetitos ajenos alimentandolos; ésta excita el hambre satisfaciéndola, Lo més carnal toma en ella formas tan delica- TrRREO, Enos, TIRREO, Enos, CLEOPATRA 7 das, que los mismos sacerdctes bendicen sus pecados, iDia nefasto aquel en que se enamoré Antonio! Fué el mismo en que la vié por primera vez, éRindiése tan pronto un hombre de su temple? Como ti te hubieras rendido al verla, Fué en el rfo Cidno; alli se ahogé el coraz6n de Anto- nio. Cleopatra iba en un bajel que figuraba un trono. Las velas de purpura despedian perfu- mes que embalsamaban el aire. Los remos de plata se moyian 4 compas de suave concierto de flautas, La reina recostada bajo un pabellén de seda, A su alrededor nifios hermosos agitaban abanicos de plumas, que mas que refrescaban enardecian el rostro de aquella Venus hibrica que hasta con el beso del aire se encendia, Sus damas formaban corte en posturas artis- ticas, La que llevaba el timén parecia una sirena, E] aparejo de cordones de seda temblaba al con- tacto de aquellas manos suayes que lo maneja- ban como si fueran de hdbiles marineros, La ciudad se despoblaba para contemplar aquel bajel maravilloso y Antonio quedé solitario en la plaza, envidiando desde su trono 4 los que podian salir en busca de la Reina encantadora, Cuando desembarcé, Antonio la convidé 4 un festin; ella prefirié que Antonio fuese su conyi- dado, .y nuestro cortés romano, que nunca dijo que no 4 ninguna mujer, asistié al banquete donde pagé caramente con su corazén lo que no comié, porque alli sus ojos devoraron sélo la belleza de Cleopatra. TirrEo. Y quedé atado por esa mujer, Pues ahora tiene que desatarse, Enos. No loesperes. TirREo. Las noticias que le traigo son tan fuertes, que cortarian esas cadenas aunque fueran de bron- ce, Antinciale mi venida, Enon, Si esta prevenido no te recibiré. Es mejor que le aguardes en ese pértico y cuando lo yeas te entras sin anuncios ni ceremonias, (Se va Tirreo,) ESCENA III (4) ENOBARBO, ANTONIO, CLEOPATRA, CARMIA, KIRAS Y DIO. MEDES; acompafindos de corte ostentosa: varios eunucos abanican a Cleopatra con grandes ubanicos de plamas de colores, Después TT. £0. Crop. Si lo que me dices es amor écomo cuanto amor me tienes? Ant, — ;Cuanto? Escaso es el amor que puede medirse, Lvow, Quisiera medir el tuyo para saber dénde acaba, ANT. Pues hay que buscar otra tierra y otro cielo mas grandes que los nuestros. (4) © dee ncr de Shakespeare empieza en esta egcona, salvo algunas alabras que dico antes Filo y son las eitadas en Ia nota sogunda: Tirr£0, Ant. CLEoP, Ant. CLeop. Ant. Cuop, ANT, CLEOPATRA 9 (Entrando.) Sefior, noticias de Roma, (Con enojo.) |Importuno! No me aburras ahora, Después me las dirds, (Con ironia.) N6: dyelo, Antonio. Acaso tu mu- jer, Fulvia, esta enojada contigo. Tal vez el joven César te dicta érdenes supremas mandan- dote lo que hayas de hacer, Como tt, amor mio, Quizd. No puedes permanecer un dia mas 4 mi lado. Sal de Egipto, Cesar te destituye, Obe- dece, (A Tirreo.) {Donde esta la orden de Fulvia... digo de César? :O es de ambos? (A Antonio.) {Te sonrojas? ;La Sangre sube 4 tus mejillas en homenaje 4 César, 6 tal vez tu ru- bor es miedo; miedo 4 los regafios de tu mujer? Oye al mensajero, éyelo y vete 4 Roma, No. Disuélyase Roma en el Tiber; derriynbese el gran arco del Estado. No me iré, Los reinos. son polvo. Mi centro esté aqui, Amarse es la gloria del mundo, cuando dos seres como nos- otros pueden vivir siempre unidos, Conjuro 4 la tierra para que diga si hay pareja mds feliz, |Hermosa mentiral,,, Amas 4 Fulvia, No soy tan crédula como piensas, Si no la amabas ipor qué te casaste con ella? Antonio, jsiempre igual! iPero tu amado siempre! Por bien de nuestro amor te pido que no perdamos en quejas el tiempo que podemos dar 4 las pasiones, El pla- 10 CLEOPATRA cer no deb2 de faltar ni un solo momento en nuestra existencia, {Qué fiesta tenemos esta noche? CLror. (Siempre con ironfa.) Pero escucha al mensajero, ANT, No hablemos de eso: no me hables, caprichosa reina; todo te va bien, todo te es facil; refiir, llorar, reir, Anoche tuviste un deseo; el de pasear por las calles de Alejandria solos y desconocidos entre la muchedumbre, como dos amaates felices, Hoy vamos 4 realizarlo, Déjate de mensajeros, Crop, Oyelo, dyelo; te interesa mds que oir 4 tu Cleo- patra. (Se va con su acompafiamiento. Antonio Ja si- gue hasta que desaparece.) TIRREO. (Aparte 4 Enobarbo mientras Antonio despide 4 Cleo - patra.) Poco caso hace de César. Enos. Ni de nadie, Tirrgo. Confirma las noticias escandalosas que de é] legan 4 Roma, (se va Enobardo.) ESCENA IV (s) ANTONIO Y TIRREO CRREO, {Quieres oir lo que te interesa 4 ti mds que 4 mi? \nr, (Con indiferencia.) Oiré, si eres breve, pero muy breve, (G) Esta escena forma parte de Ia segunda del original y est alli repart la riginal Mir tre dos mensajeros, cada uno de los caales Ute nitad de las noticias que i les dice ln mitad de las notic ll TirREO, Tu esposa Fulvia declaré la guerra, ANT, ‘TIRREO, ANT. TrirREo, ANT. TIRREO, Ant, TrrREO, ANT. ¢Contra mi hermano Lucio? Si; mas fué corta la campaiia. Razones de Es- tado los hicieron amigos bien pronto, y unieron sus legiones contra César, Este, mds afortuna- do, los hizo huir de Italia en el primer combate. Bueno cy qué mas? No quisiera enojarte, porque en verdad es poco grato dar malas nuevas y menos oirlas. Cuando se habla con necios 6 con pusilanimes, Sigue: nada me enoja; las cosas pasadas acaba- ron para mi, Al que me dice la verdad, aunque me vaya la vida en ello, le escucho como si me lisonjeara. Labiano,—otra mala nueva—Labiano recorre con sus partos el Asia, Pasea sus banderas triunfantes desde la Siria hasta la Lidia y la Jonia. Todos son desastres y se murmura. (temiendo hablar) que entretanto..., entretanto... ¢Se murmura de mf? ¢No es eso? Sefior... Habla claro, No ocultes lo que dicen de mi, Da 4 Cleopatra el nombre que suelen darle en Roma, Elogia 4 Fulvia para rebajarme. Califica mi conducta con la rudeza que usa el odio cuan- do le aynda la verdad. Bien lo veo: la ociosidad de la mente hace cre- cer en ella cizaia que la ahoga. Cuando se siembra el mal se cosechan afrentas. Sigue, 12 “IRREO, NT. IRREO, NT. 'RREO, IT, Es lao CLEOPATRA See Sefior... falta lo mds doloroso, lo mds triste. Tu esposa, tu Fulvia.., ha muerto, ¢Dénde? En Sici6n, ¢Cémo? (Dindole un escrito.) Aqui viene escrito con otras cosas que te importan, (Despidiéndole.) Déjame ya. (Tirreo se va.) iSalié del mundo una grande alma! ;Y yo lo he jdeseado alguna vez! iQué frecuentemente des- defiamos lo que después apetecemos! Ahora que la he perdido conozco que la queria. Mi misma mano que la ha despefiado 4 la muerte quisiera recobrarla, (Pausa.) Es necesario, €s necesario desligarme de esta mujer que me tiene hechizado, jCudntas desdi- chas, cudntos desastres pueden nacer de esta ociosidad funesta! (Llamando,) jEnobarbo! ESCENA V (6) ANTONIO ¥ ENOBARBO éQué ordenas? Tenemos que partir de Egipto. Pues se mueren nuestras iqujeres, Ya sabes que cualquier disgusto las mata. riginal, con alunos corte: iaciones de forma, Ant, Enos, ANT. Enos, ANT. Enos. Ant, Enos. ANT. Enos. ANT, Enos, ANT. CLEOPATRA WW Es forzoso, Pues si es forzoso... mueran las mujeres, Entre ellas yuna gran obligacién, hay que dejar lo que vale menos; ellas, Pero’si tus planes llegan 4 oidos de Cleopatra, muere enseguida. La he visto morir mil veces por menos raz6n, La muerte la enamora: con tal facilidad se muere. Pura comedia, Es muy astuta, No, Sus pasiones tienen una yehemencia inten- sisima. Sus l4grimas y suspiros son Iluvias y tormentas. Si eso es astucia, convengamos en que sabe llover como el mismo Jupiter. jOjalé no la hubiera yo conocido! Pues no habrias conocido la obra mas admira- ble del mundo. Y esto hubiera deslucido tus viajes, Fulvia ha muerto, Sejior, :qué? Fulvia ha muerto, ¢Fulvia? Ha muerto, Desgracia irreparable... si no hubiera mAs mu- jer que Fulvia, Sacrifica 4 los dioses porque po- nen junto 4 la desgracia el consuelo, Cuando la ropa se ‘gasta’por el uso, hay tela para susti- tuirla, Las dificultades provocadas por Fulvia deman- dan mi presencia en Roma. 14 CLEOPATRA Enos. Y los negocios de aqui requieren tu estancia, Especialmente los de Cleopatra no pueden re- solverse sin ti. Ant. No es ocasién de burlas. Comunica mi decisién 4 los jefes, Yo diré 4 la Reina las razones de mi partida y la pediré su venia, No me lleva sdlo la muerte de Fulvia. Mis amigos de Roma me piden que vuelya alld. Pompeyo provoca 4 Cé- sar. El pueblo voluble, que nunca estima 4 los hombres cuando debe, sino-cuando acaban, re- cuerda ahora las glorias del gran Pompeyo y las hace valer en el hijo, quien creeido con ellas, puede amenazar la paz del mundo. Manda, pues, mis buenos soldados que se apresten para sa- lir de Egipto, ‘Nos. Asi lo haré, (Se van.) ESCENA VI (y) SEOPATRA, CARMIA, KIRAS, DIOMEDES, DEMETRIO y Rcom- Puiiamiento, que queda’ & distancia respetuosa, -Eop. No quedé aqui Antonio? (4 Eiras.) Averigua donde esta. Y con quién, Y qué hace, (Eiras va 4 salir. Cleopatra la Hama y le dice.) Pero yo no te envio jentiendes? Acércate mAs, (Eiras se acerca. Cleopatra le dice.) Si le ves triste, dile que estoy ) Es la original, con algunos cortes, CLEOPATRA by eS alegre, Si esta alegre, dile que me he puesto en- ferma. Y ta vuelve pronto, pronto. (Eiras se va.) Caria. Pienso, sejfiora, que si le amas mucho, tienes mal modo para que te ame-también, Creop. {No hago lo que conviene? Carmta. No lo contraries, Cede siempre 4 su voluntad. Creop. Necia, asi le perderia, Carta, Le exasperas mucho, Sé mas blanda. El que se hace temer acaba por hacerse odiar. Cieop, Ahi viene. (Antonio aparece por el foro. Cleopatra toma una actitud de fingido dolor y dice.) Ya estoy poniéndome enferma y muy triste, ESCENA VII (8) Dichos y ANTONIO Ant. — Siento y temo decirte mi decisién, CLEOP. (Fingiendo que no puede sostenerse en pié.) Carmia mia, llévame de aqui, Sostenme: me caigo, Pero no te asustes: esto pasard pronto. Si no pasara no habria naturaleza que lo sufriera. ANT. jCleopatra amada! (Con interés y acercdndose ) CLEOP. [Apartdndolo como si.la sofocaran.) Apartaos, por caridad, (8) Es la original, con la diferencia de estar on Shakespeare dividida on dos artes: una hasta que Antonio so va_y otra hasta ol final. Entre ambas media ia escena de Octavio y Lepido en Romia, Las he unido haciendo algunos cortes y adiciones mias, 16 Anr. CLEop. ANT, Crop, Ant, “LEOP, ANT, LEOP, iT, EOP, CLEOPATRA. éPero qué te sucede? iQuél ¢traes buenas noticias? Las leo en -tus ojos. zQué dice tu mujer, esa mujer con fue- ros de casada? Ojala no te hubiera dado su permiso para venir, Puedes irte: no diga que yo te detengo. No Poseo ningtin poder sobre ti: eres de ella, Eso alla los dioses lo sabran, iAh! jninguna mujer fué engafiada como yo! Pero no; engafiada no; desde su Principio estoy viendo crecer tu traicién, No te he engafiado, éNo engafaste 4 Fulvia por m{? éPues cémo po- dia yo esperar que fuera siempre mio, que fuera leal quien hizo antes traicién 4 su mujer? Reina adorada, créeme: si me ausento, me [le- van razones de importancia, No busques pretexto para tu partida, Dime sélo adiés y vete. Los pretextos eran mejores cuan- do se los dabas 4 tu mujer para quedarte aqui, iQuién hablaba entonces de separarse! (Con pa- sién.) jParecia que en nuestros ojos y en nues- tros labios residia lo eterno, lo que no acabaria Jamas! todo Io que era de nosotros venia de] cielo. Y nada ha cambiado en’ mf, Sélo tu, el hombre mas decidido de la tierra, te has vuelto el més embustero, Cleopatra,,, jCleopatra! Si Cleopatra tuviera tu poder, en- ANT, “CLEopP, ANT. ‘CLEop, ANT, CLEop. Ant. ‘CLEop, AN’. CLEOPATRA VW contrarias, 4 lo menos, un corazon en Egipto. Oyeme. Negocios graves piden por poco tiem- Po mis servicios. Pero mi coraz6n queda al tuyo: Italia arde en guerras civiles, Pompeyo Se acerca 4 Roma y gana partido entre los des- contentos, Tengo ademés otra razén m4s fuerte, decisiva para tranquilizarte respecto de los motivos de mi partida, ¢Para tranquilizarme? gceual? La muerte de Fulvia, (Con ineredulidud.) Aunque la experiencia no me ha salvado de las locuras, me ha salvado, por lo menos, de la credulidad juvenil. Fulvia no pue- de morir, Hamuerto, Leyendo esta misiva (le da el escrito} sabras cuando y cémo murié, y los disturbios que promovié en sus tltimos dias. Ahora veo més patente tu falsedad. Donde estdn los vasos que has debido Ilenar de lagri- mas? jFalso y siempre falso! iTu tranquilidad en la muerte de Fulvia me ensejia bien cémo reci- birias mi muerte! Cesen ahora tus enojos, y oye mis proyectos, éTus proyectos? ;‘Tuyos? Y tuyos porque serdn hechos 6 no, segtin: tu voluntad. ‘Te juro por el sol que fecunda el légamo del Nilo que continuaré siendo tu es- clavo, y tu soldado para hacer la paz 6 la 18 Crop. Ant. CLror, Ant. Ciror, CLEOPATRA guerra, segdn me Io ordenes. Ten confianza en mi amor, Pase el engaiio: pero engafame bien, Debes llorar por tu Fulvia: lora y dime que lloras por mi, por nuestra separacién, (Qué te cuesta esa mentira? Representa la comedia como si fuese la realidad, {Con ira por la burla.) Me enciendes la sangre, ‘Amenazando.) Basta, 6 juro por mi espada... ‘Con burla.) Y pcr tu escudo también, Observa, Carmia, observa que bien le sienta la ira 4 este romano, Me voy, Reina de Egipto. (Deteniéndolo y cambiando su tono burlén en tono amoroso.) Una palabra, duefio mio, Se que es forzoso separarnos.., no, no es esto lo que quiero decir, Nos hemos amado mucho.,, tam- poco es esto, Ti sabes lo que quiero decirte, Se me ocurre algo: pero todo se me olvida, En mi memoria no cabe mds que un objeto: An- tonio, Si la caprichosa frivolidad no fuera tu esclava, habria que tomarte por estatua viva de la frivo- lidad, : iY cuan trabajoso es Hevar tan grande frivolidad junto 4 tan gran corazén! Te suplico que me. perdones, Mataré mis caprichos: me estorba todo lo mfo si no agrada 4 tus ojos. iTe lama tu honor? Pues bien; no digas mis locuras, Ni CLEOPATRA 19 ti ni nadie las compadezca. Vete; yo quedo pi- diendo 4 los dioses que te acompafien; que los laureles cubran tu espada; que las victorias va- yan delante de ti alumbrando tu camino, Partamos, Ya tarda nuestra Separacién. Adiés, iEs esto despedida? Dices bien; no lo es: yO, que me voy, quedo contigo, Y yo aunque me quedo, voy contigo, (Antonio se va. Cleopatra le sigue con la vista, despidiéndolo hasta que desaparece. Vuelve 4 escena y dice:) iDiomedes! j;Dicmedes! Mi fiel Diomedes, si- guele, siguele hasta les afueras de la ciudad, Y vuelve para contarme cémo va, qué dijo al par- tir, qué hizo, 4dénde miré por ultima vez, cual fué su ultima palabra, Y prepara veinte mensa- jeros que le acompafien. Son pocos; més, cien- to, que vayan volviéndose escalonados de hora en hora para traerme noticias de Antonio, Diome. Lo haré, Sefiora. (Se va.) (Senténdose indolente y triste.) Carmia, CarMia, Qué ordenas? Cirop, Dame una bebida de mandrégora, Caria, ¢Para qué, sefiora? Cirop, Para dormir mientras Antonio esté ausente, Asi llenaré el yacio de su ausencia j Qué trai- cién! (4 Jas esclavas.) Cantad para adormecer mi dolor, (Cantan las esclavas. Cleopatra al oirlas, y como olvidada de que lo’ ha ordenado, dice furiosa- mente:) CaRMIA. Crrop, Caria. CLEop, CLEOPATRA ¢Quién se atreve 4 cantar, cuando yo sufro? Sefiora lo has mandado ti misma, Que callen y me dejen, No pienses tanto en él, Feliz tti, porque tu pensamiento no ird fuera de Egipto. (Pausa.) Carmia mia, dime idénde estar4 ahora? Quizd cabalga ya en su corcel, jAh, di- choso corcel que Ilevas el dulce peso de Antonio! Enorgullécete y arquea el noble cuello ;Acaso sabes lo que Ilevas? Al semiatlas del mundo; al brazo y la cabeza de los hombres. (Pausa.) ¢Hablaré ahora? Tal vez piensa en mi y se pre- gunta: donde estar4, que -har4 mi culebra del Nilo? Asi me lama, y con raz6n: llevo dentro Pponzofia dulcisima. (Otra pausa.) éCudndo volver4? Y cuando vuelva, después de ver las mujeres romanas de tez alabastrina gme encontrard tal vez ennegrecida por los besos del sol egipcio? ;Me encontrar4 arrugada por el tiempo? jOh, dias felices los del gran César! Cuando tii me conociste era yo alimento digno de un monarca, iQue otra era también cuando me vid Pompeyo! Cuando se qued6 inmévil contemplandome, con- templandome con los ojos fijos en mi rostro, como si pretendiera anclarlos en él para siem- pre y anegarse en lo profundo de mis pupilas! (Queda pensativa y triste.) CLEOPATRA 21 ESCENA VII (9) Dichos y DIOMEDES Diom. Salve, Reina de Egipto. CLEOP. (Con animacién.) Tienes poca semejanza con Mar- co Antonio. Y, sin embargo, viniendo de él me parece que le veo en ti. ;Cémo va mi valeroso sefior? Diom. Lo ultimo que hizo fué dar muchos besos 4 esta perla, (Le entrega un anillo.) Crop. 7Y qué te dijo? Diom. _Dile 4 la Reina de Egipto que su romano fiel le envia este tesoro oriental porque la haré Reina de Oriente, Que por desquite de estos dolores adornard sus sienes con coronas de muchos reinos, Y se despidid montando majestuosamente en el brioso caballo, cuyos relinchos fueron tales que ahogaron nuestra despedida. Cirop. iY estaba alegre 6 estaba triste? Diom. Como la estacién que separa el frio del calor: ni triste ni alegre, (9) Fs le original, también con adiciones mias, Constituye como aqui la iil- tima del acto primero, Lo que dice Diomedes ostit en boca de Ale: Je que, con algunos otros, he refundido en la figura de Diomed 1 Hed Rome por ml cuca paia pre) arr naturalmento su regveso y las no~ {icins qu traera Iuego del caramientoe Antonio con Octavia. En ol oviging Jag trae tin Mensajero oficioso, y las da, no por obligacicn sino por gusto de dar malas nuevas, CarMIA, CLEop, CarMIA. CLEop, DARMIA, “LEOP, JIom. CLEOP, om, ‘LEOP, 10M. ‘LEOP, CLEOPATRA Asi es él. Debia de estar triste; pero no lo apa- rentaba porque tenia que dar ejemplo 4 esos cortesanos que arreglan su semblante al de su jefe. Y tampoco estaba alegre para darles 4 en- tender que su felicidad quedaba en Egipto. Y, en fin, ya esté alegre, 6 ya triste, ambos senti- mientos son siempre hermosos en su semblante, (Con gratitud.) Seas bien venido, Diomedes. (ACar- mia.) Dime, Carmia, jamé tanto 4 César? César fué un heroe, - (Con ira.) Conftindate el cielo si lo dices. César fué heroico, (Amenazandole con el puito cerrado puesto en la boca de Carmia.) Te haré sangrar los labios si osas comparar otra vez con César al primer hombre entre los hombres, Repito lo que tti decias entonces, Era muy nifia, tenia el juicio inseguro, la san- gre helada, (4 Diomedes) Vete A Roma. éCon él? Tras él. Siguele por todas partes. Averigua lo que hace, lo que dice, hasta lo que piensa. Guardale bien, Un triunviro no necesita de mi guarda en Roma, Pero yo necesito que me guardes su amor. {Has despachado los cien mensajeros? éPara qué tantos? ¢Tantos? Pues prepara otros cien, Dia nefasto aquel en que yo no reciba mensaje de Antonio; Diom, CLEop, CLEOPATRA 23 todo ser que nazca en ese dia, como si no na- ciera: morira sin ver otro sol. Dispén los men- sajeros, ¢Habra tantos en Alejandria? Todos los egipcios. :No soy la Reina? Pues por él y por mi: ;que se despueble Egipto! (TELON) ACTO SEGUNDO “’ Ln decoracién del acto primero. ESCENA PRIMERA (2) DIOMEDES Y DEMETRIO Dem. = 2Quiéres ver 4 la Reina? Diom. No he atravesado tierras, montes y mares para otra cosa. Dem. Mi sefiora recibe poco y mal 4 los egipcios, desde la partida de Antonio. Diom. —Traigo noticias de él. () Este acto og casi nuevo. No he tomado del original mas que dos escenas, que'gon alli la quinta del scgundo acto y Ia tercera del tercero, y aqui la se- gunda, tercera y parte de la cuarta, constituyendo la admirable situacién do Cleopatra y el mensajero (aqui Diomedes.) Todo lo demas es mio, asi plan como didlogo, fuera de algunas frases intercaladas en éste que se sefalarén en sus notas correspondientes, * " He refundido en este-acto-el segundo y. gran parte del tercero de Shakes- .peare. Y suprimido sels escenas y seis mutaciones del segundo acto, y nueve escenas con nueve mutaciones del tercero, Las escenas suprimidas pasan en Mesina, casa de Pompeyo; en Roma, casa de César y casa de Lépido, en el cam- po de Miseno, en ol mar, a hordo de la nave de Pompeyo; en Siria, en Atenas, casa de Antonio y en las cereanias de Accio, 1 (2) Es nuova. Viono 4 decir en relacién lo que Shakespeare presenta en accion. Estd hecha para suplir lo suprimido, y ademas para prepurar ol efecto de la escena tercera entre Cleopatra y Diomedes, Al pronosticar los furores «le Cloopatra cuando sopa el casamiento de au Antonio, al aconagjar 4 Diome- des que mientras lo cuenta vaya pensando dénde le doterdn menos los golre porque son xeguros, y al desearle salird por la que Tuego Te fatte, Domettio ad- Yierte bien & Diomedes gue so arme de la paciencia servil, propia de aquellos tiempos, y advierte también al piiblico lo que debe esperar y temer cuando el criado léal, resuelto 4 no mentir, descubia Ja terrible verdad & una Reina en quien las pasiones africanas se juntan con la soberbin feroz y el poder tirinic En el originalesn escena surge de improviso, traida por un mensajero ines- perado, JEM, JIOM. .EM. ‘OM. JEM. tom, aM. OM. OM. CLEOPATRA Pues trazs la tinica lave que abre las puertas de palacio y los oidos de la Reina; te oir4, aun- que para ello tuviera que andar cincuenta pa- sos. Y las noticias gson malas 6 buenas? Segtin quien las oiga y segtin para quien sean, Las noticias son como el sol; para unos hace el dia y para otros hace la noche, Cuando te doy la cara, tengo que dar la espalda al que esté al otro lado, éPara la Reina cémo serdn? - Buenas y malas, Pues si quieres ser oido, empieza por las bue- nas; de otro modo no acabards de hablar, Mas te valiera haberte tirado de cabeza al agua, an- tes de entrar en Alejandria. ¢Y pueden saberse? No son un secreto en Roma y pronto no lo seran aqui: todo Egipto las sabra por los gritos de su Reina; por eso te las adelantaré, Antonio se ha casado, Tienes razén: pronto la pregonara 4 gritos la Reina, No eresindiscretomas que por unashoras, éY qué romana ha podido mas que nuestra egipcia? La Reptblica romana, ¢Pero en forma de-cudl mujer? En forma si. En realidad, Antonio se ha casado con Octavio; ambos con el odio 4 Pompeyo, Esta fué la realidad, Dem. Diom, Dem. Diom, Dem. Dio. Dem. Diom, CLEOPATRA 7 ¢Y la forma? Octavia, la hermana de César, El casamiento quedé concertado apenas llegé 4 Roma Antonio, y en la primera entrevista que celebré con su émulo, Agripa lo propuso para convertir la emulacién en fraternidad. Hacién- dolos hermanos, los intereses publicos se liga- ban con los privados. ¢Y no resistié Antonio? Ni un momento, Apretaba mucho la fuerza de Pompeyo. En cuanto César otorgé 4 lo dicho, Antonio le ten- dié la mano, firmando en el aire ese pacto que habia de regir las empresas de ambos. Has dicho que firmé en el aire, Me has entendido bien, En el aire por la mane- ray por el resultado, Nadie creyé-en la eficacia del pacto, ni-en la sinceridad de Antonio, ni en el acierto de César. Aquel lazo, en vez de ligar la amistad la estrangulaba, El desamor del nuevo esposo, tenia que ser un agravio mas que César recibia en su hermana, La del desamor sera la cara buena de la noti- cia, Pronto verds 4 la Reina, Oye un consejo. Mientras le cuentas lo del casamiento, puedes estar pensando dénde te dolerén menos los gol- pes; porque son seguros. Entretanto, salud, por la que después te falte. Cumpliré con mi deber y con la verdad. Mi 28 CLEOPATRA Reina me envié para eso. «Vete 4 Roma»—me dijo:—Busca al triunviro Marco Antonio; ave- rigua como esta, qué hace y hasta qué piensa, Y ya que no puedes traérmelo, trdeme la verdad. Y con la verdad yuelvo, (Se va.) ESCENA II (3) CLEOPATRA, CARMIA Y EIRAS; acompafamiento de esclavas, Lror. Os he dicho muchas veces, que los que aman €n ausencia se alimentan con Ja musica. (Las esclavas se preparan para cantar, Cleopatra las detiene con el ademén, y dice:) No; no la quiero ya. Entretenedme de otro tnodo, Vamos 4 jugar. (Vacilando otra vez.) Pero no....tampoco eso, Manda Preparar los apare- jos de pesca, Al rio, Alli engafiaré 4 los peces de aletas doradas; los atravesaré con mi anzue- lo, y al sacarlos recordaré aquel lance de An- tonio; jte acuerdas? a kMIA, Cuando apostdsteis sobre quién pescaba con mas destreza, y tii quisiste que te venciera, de burlas por supuesto, sop. Y mis buzos colgaron de su anzuelo un her- M080 pez seco, Es unu parte de Ja quinta del aeto segundo i Es una pas en el original, ri mente una frase poco ilecorosa que Cleopatra dine gee ares UPTO PATRA 2) Caria, Y Antonio lo sacé, mostrandolo muy ufano, mientras td refas. Cieop. A carcajadas: eso, eso, jtiempos alegres y bur- lones! Con mis carcajadas perdié la paciencia aquel dia; pero aquella noche, aquella misma, recobré la paciencia y también con mi risa. Es- taba ya muy alto el sol de la mafiana cuandu Antonio cayé en su lecho, La embriaguez no le dejaba andar solo; yo le Ievé, Y tampoco iba muy en mi juicio, Para divertirnos, habiamos trocado los atributos de nuestro oficio, Antonio llevaba puesta mi corona y arrastraba trabajo- samente mi manto; yo cejfia la espada del heroe, la espada vencedora en Filipos jtrueco quiza simbélico! ESCENA IIT (4) Dichas; DEMETRIO Y DIOMEDES Dem. (Entrando.) Sefiora, Diomedes ha vuelto, CLEOP. (Con interés.) 3De Roma? Dem. Ne CiEoP. (Con viveza.) ¢Y por qué no ha entrado ya? (Entra Diomedes Hamado por Demetrio. Cleopatra al yerlo (4) Esta escona y la siguiente son de Shakespoare: la quinta del acto se- gundo y lu tercera del tercero, 3 Las he traducido literalmonte ¢ porque son intangibles, Constituyen las esce- yas capitates de ia obra, sanefonadas por la critica, por los siglos y por el mundo Mterario y eentadas enfre Ins més famosas v grandes dol teatro shinkespeviano, ¥ por tanto, del teatro universal. No he hecho sino colocarias juntas, poniends de mi parte in accién y las palabras necesarins para soldar esas dos joyns seporadas. En lugar oportuno, y notas siguientes, se sehalarii la soldaduia, 10 que es mio y donde acaba lo ajeno. )IOM, LEOP, TOM, -EOP. OM. EOP, CLEOPATRA eee se va hacia él répidamente y le dice.:) Aprestirate 4 volcar tus noticias en mis oidos, tanto tiempo cerrados, (Con temor y vacilando.) Sefiora... Sefora... éHa muerto Antonio? Si lo dices vienes 4 ma- tar 4 tu ama, (Volviéndose 4 Carmia.) Estehombre es un miserable asesino, Pero di que esta sano ylibre, yahi tienes montones deoro... y aqui esté (presentandole la mano) mi mano, para que te har- tes de besar sus venas mas azules; esta mano que han besado con temblor los Reyes, Esté en paz, iRespiro! (Pausa breve; reflexién y recelo,) Pero... explicate; también de los muertos suele decirse que estén en paz. Si has querido decirlo asf, todo ese oro que te ofrezco s2r4 tuyo; pero fun- dido, fundido te lo haré tragar por la maldeci- da boca. Oyeme, sejiora, Contintia. Tu rostro me anuncia buenas noti- cias. Si Antonio est4 bien, gpor qué no me lo has dicho desde el comienzo? Si no lo esta, tam- bién desde el Principio debieras haberte presen- tado como una fiera, coronada de serpientes, Si no me escuchas,,, Siento mas deszo de arrastrarte que de oirte, Sin embargo, dime que Antonio es amigo de César, que no es cautivo suyo, y haré que caiga sobre ti otra Iluvia de oro con granizada de perlas, Diom. CieEop, Diom. CLEop. Dio. CLeop, Diom. Crrop, Diom. CLEop, Drom. CLEop, Dio. CLEop. Drom. Crrop, Diom. CYRAPATTA 31 Esta con salud. Empiezas 4 hablar bien, Y en paces con César, (A Carmia.) Este hombre es‘un hombre honrado. César y él son més amigos que nunca. Hoy vas 4 hacer tu suerte, Pero... Me desagrada ese pero, Pero, es carcelero que guarda detrds de si muchos malhechores, Te Tuego que derrames en mi ofdo todas tus noti- cias, juntas y de un golpe, Has afirmado que Antonio est4 con salud, en paz con César y libre, : No he dicho que libre. Esta ligado 4 Octavia. tA Octavia? A su lecho. . (A Carmia.) Carmia, :Entiendes ti lo que dice? Esta casado con Octavia, (Furiosa y dando ungritosalvaje.) | Conftindante to- dos los rayos del cielo! (Le golpea.) (Aterrado.) Sefora... (Arrojdndose sobre él y tirandolo al suelo.) Sabes lo que has hablado? jTraidor, vil! Voy 4 sacarte la lengua que lo ha dicho y lo ojos que lo han vis- to, y hacer que rueden delante de mi. (Le ase por los cabellos y lo arrastra por el suelo.) Voy 4 arran- carte 4 manojos el cabello. Lievadlo: que lo azoten y que muera lentamente al fuego. Yotraigo la noticia; pero yo no he hecho laboda. 3 CLEop, Diom. CLeop, Caria, Chrop, SARMIA, SLEOP, IOM, cLEOP, CLEOPATRA Pues di que es falsa y te daré un reino. Todo pasé: pide lo que quieras; pero desmiéntet e. Esta casado, jPues has vivido bastante. (Diomedes huye arras- trandose al fondo de la escena, donde queda aterrado.) Sefiora, considera que es: hombre es inocente. (Fuera d2 si.) También el rayo alcanza al inocen- te, ;Oh! ,Desbérdese el Nilo, ahéguennos sus aguas y derritase en ellas el Egipto! Séres hu- manos, vyolveos serpientes; quizd asi me parez- cais més humanos que ahora, (Pausa, durante la cual, Cleopatra se pasea furiosa y desesperada, sin ha- blar, pero haciendo todo aquello que la situacién ins- pire 4 la actriz. Puede tirar 6 romper objetos, golpear 4 sus damas, golpearse 4 sf misma, etc. Desahogada su ira, muda repentinamente de pensamiento y dice me- nos irritada, pero con imperio.) Que se acerque ese esclavo, Te tiene miedo. No le haré dao, Tiene razon, Estas manos se envilecen golpeando 4 los humildes, cuando yo misma llevo dentro el motivo de mi célera (Carmia va por Diomedes. Este no se atreve 4 acercar se. Cleopatra al advertirlo, dice:) Acércate, Tal vez sera accién honrada la de decir verdades; pero conveniente no lo es, Cuando traigas buenas noticias, publicalas con mil lenguas, pero deja que las malas se publiquen por si solas. Es mi deber, éEsté casado? (Diomedes calla.) No lo ocultes: CLEOPATRA 33 porque lo repitas no he de aborrecerte mds de lo que te aborrezco ya, Diom, Si, sefiora. ( CLEOP. (Volviendo 4 la furia.) Vete, vete, vete de aqui. No quiero verte. Asi tu rostro fuera el de Nar- ciso, me parecerfas un monstruo. éConque est4 casado, dilo? Diom. No es justo castigarme por lo que me obligas 4 repetir, Est4 casado. Cirop. Pues su vileza es tanta que te hace vil 4 ti por- que lo dices, Vete, Las mercancias que traes de Roma son muy caras para mi, Guérdatelas, y llévente 4 tu perdicién. (Diomedes se va.) Dime Carmia gpara alabar 4 Antonio he ofendido al- guna vez 4 César? ‘CaRMIA, Muchas veces, Creop. {Pues se ha vengado bien! (Pausa; después como asaltada por otra idea dice Namando.) {Demetrio! (Demetrio se acerca.) Mi buen Demetrio, busca 4 ese, 4 ese que ha salido, Hablale ta. Haz que te describa el rostro de Octavia. Y su edad, y su cardcter, No olvides el color de su cabello, Y vuelve pronto, (5) (Demetrio va 4 irse, Cleopatra le llama y (5)_ La escena original acaba en este punto y Cleopatra So rotira fisu aleo" bacenny In Yeoltn de Dismeten oe orfus Heiue deato gn! hasta on a in amas escenas, Shakespeare pono en modio do ollas un entrencto, Ins escenus Fofloren nl remotaments Gia. stuneroe teen ee eet eee aro gue BO a ¢on Antonio, sino & sucesos de la politica y de Ins guorras de Roma. F’sos opiso- dios intermeédios pasan en los campos de Misono, on el mar en la navo de Pom- Peyo, en Siria y en Roma. So interponen, pues, muchas tlerras distantos; ate 34 CLEOPATRA dice, arrepentida de su propésito:) Pero no, no vayas. Ni sabes preguntarlo, ni sabrds retenerlo. Ni 4 ti, ni a nadie le interesa, Yo, yo sola debo pre- guntarlo, Trdéeme 4 ese maldito, Dem. — Sefiora, temeré volver, “Leop. Obligale. Cézalo como 4 una fiera. Jem. = Huird, cLEoP. Cértale los pies. Dem. Se resistira, ~ SLEOP, Cértale las manos, Pero traemelo vivo. Sobre todo respétale la len- gua como si fuera la tuya; mds, como si fuera Ja mia. jPronto! (Demetrio se va. Cleopatra dice 4 Carmia:) Carmia ten l4stima de mi, “ARMIA, jReina mia!, ‘LEOP. Pues ten ldstima de tu Reina, ‘ARMIA. Sefiora... ‘LEoP. No me hables, La voz de mujer no me suena 4 voz humana. Ahora sélo me gusta oir la palabra de ese esclavo. (Pausa breve. Cleopatra mira adentro y dice:) ¢Viene ya? ; ‘ARMIA. Parece que le oigo murmurar y quejarse. rovistas dle César, Antonio y Pompeyo, guerras contra los partosy el tiempo re aide cstos acontecimivntos y aquellas distancias, ln su argo tzascuteo ho acnerda nadie de Cleopatra ni Cleopatra de que qued6 pensifente Ja contes~ cion a las preguntas que acerea do las cualidades de Octavia hizo probable- ente muchios inoxes atras, Al cabo do ellos 8e acuerda, lama al esclavo y rea~ ida su conversneidn con él, Intorromecle'y obvener la respuosta seguidamente, como ahora sucede, me reco mas Fropio do la impaciencia celosa dela mujer, de las vehemencins beranas de Ja Reina, de la égica do las pasiones y hasta do la verdad y de 3 efectos teatrales. CLEOPATRA 35 Creop, {Mi fiel Demetrio! Le ha dejado expedita la lengua. ESCENA IV Dichos, DEMETRIO ¥ DIOMEDES, que entra agarrado por Demetrio y como d Ia fuerza, CLEOP. (A Demetrio.) Suéltale, (Demetrio suelta 4 Diomedes y se va. Cleopatra le dice con imperio:) Ven aqui, (Diomedes no se atreve avanzar. Cleopatra le Hama con un ademén benévolo para tranquilizarlo. Diome- des ayanza poco 4 poco sin alzar los ojos y con temor. Cleopatra le dice:) Mirame, Diom. Reina y sefiora, ni el mismo Herodes (6) de Ju- (8) Se ha dicho alguna vez que esta frase es anacrinica. No hay tal anacro- nismo. Este Herodes gobernaba efectivamente la Judea en dias de Cleopatra, Fué del partido de Antonio y subordinado suyo. Y por cierto que lo abandond y 80 paso f César cuando éstos se combatieron, ae ft PLUTARCO, VIDA DE ANTONIO; pag. 124, traduccién de Ranz de Ro- manillos, También se ha crefdo que es prematuro Hamar César & Octavio, suponion- do que no lo era todavia en Ia época del drama. famporo lay on ello anacronismo. Shakespeare hizo muy bien. 1lamando Cone 4 Octavio, porque asi le amaban todos los romanos y se llamaba ¢1 mismo, ‘Tratando de los nombres que sucesivamente levé Octavio, dice Suctonio: stomé el de César y al fin el de Augusto; uno en virtud del tostamento dese. ay el cio propuesta de Munacio Planco». Los voc Cksargs; vida de Au- rusto; cap. 7. By hablando dot testamento de Julio César dice el mismo Suetonio: Ultima clausule idoptaba &C. Octavio y le daba su nombres: Los DOCE C nus; vida de Jullo César; cap. 83. 11 testamento y asesinato del gran César, fueron muy anteriores 4 1a época del drama y por fanto en olla Octavio Hevaba ya el apellido de César que no ora entonces titulo de dignidad, sino el sobrenombre de la familia Julia i la quo aquél representab. yor adopeién, Y por esta adopelén y no por error, se llama en la obra 4 Julio César padre de Octavio, aunque fué en realidad tio por ser hermano de Julia, abuela de Qc: tavio. Este fué considerado siempro como hijo de César, y Shi ama con razén porque sabia bien que Ja paternidad adoptiva tenia tanta fuerza como 1a natural en el derecho romano; tanta, quo toda una familia patricia pa- saba dla condicién plebeya por el solo hecho de que el primogénito fuese adop- nta 36 CLEOPATRA dea se atreveria 4 mirarte cuando est4s enojada, Crop. Aproximate més, ;Has visto alguna vez 4 Oc- tavia? Drom. — Sefiora, si. Creop, ~Dénde? Diom. En Roma. Creop. {De cerca? Diom, Cara 4 cara. Iba entre su hermano César y Marco Antonio, Creop. Di: jtendra mi estatura? Diom. No. Cirop. Y la has ofdo hablar? Diom. Algunas veces. * Cieor, Cémo es su voz? iEs débil 6 lena? Diom. Reposada y baja. Crop, Eso no es bueno: Antonio no gustara mucho tiempo de ella, Carmta, ;Gustarle? jImposible! Cieop, Eso mismo digo, No habla fuerte, (A Diomedes.) Sigue respondiéndome, Di, zhay majestad en su porte? (Diomedes hace un signo negativo con la cabeza.) Recuerda bien lo que es majestad, (Vol- viéndose 4 Carmia.) Este hombre ha visto 4 veces algo de majestad, y por ello debe de distinguir, 7 tado por un Plebeyo, Jo mismo que si hubiera nacido de él, De modo que sus efectos no sélo afectaban al individuo, sino i tora In. casta. Ho procurado purgar la obra de Shakespeare de los anacronismos de con- cepto que eran frecuentes en él como en nuestros clisicos. Solo he mantenido Jos do accién, los quo se refieren al orden cronoligico de los sucesos, condensa- clones del tiempo nocesarias en el teatro, sopena de dislocar la trabazon dra= matica, CLEOPATRA 37 CarMiA, |No ha de haberla visto estando 4 tu servicio tantos afios! Diom. Anda arrastrandose, El reposo y el movimiento son en ella casi iguales, Tiene cuerpo; pero sin vida. Mas que ser vivo Parece estatua, CiEoP. (Con alegria.) {Eso es verdad? Diom. O me falta discernimiento, CLEop. Lo tienes muy claro, Carma. No hay tres observadores tan inteligentes en Egipto, Cizop. Se le conoce. Pues hasta ahora no encuentro en ella nada de particular, Te ruego, amigo, que calcules la edad de Oc- tavia. Drom. Era viuda de Cayo Marcelo, CLEoP. (A Carmia.) | Viuda! Carmia, iviuda! (A Dome- des.) Pero, sus aiios? Diom. Como treinta.,. Cueor. {Te acuerdas bien de su cabello? éQué color? Diom. —Castafio. Creop. Y la frente? Diom. Mas chata y baja que ella quisiera, Cieop, Te pido que olvides mis anteriores durezas, ¢¥ su cara? ;Como es? ;Larga 6 redonda? Diom. Redonda por demés, Cieop, ;Por dem4s? Oh! esas asi son generalmente ton- tas, En suma, esa buena mujer vale poco, muy poco, Lo dicho; Antonio no vivira con ella mu~ cho tiempo, 38 CLEOPATRA Drom. Eso mismo entiendo, (7) Ciuor, {Tu también? Este hombre es muy inteligente, Diom, Y eso se murmuraba en Roma cuando yo sali. Creop, Dices que en Roma se murmuraba “Ya.ej Se creia ya, gno es esto mds exacto?, se crefa,.. que no sera duradera la unién... Diom. De César y Antonio, Crop, Bueno: yo hablo de la de Antonio y la hermana de César, fs Diom. Quien habla de lo uno habla de lo otro; porque ciertamente el rompimiento de Antonio con su nueya esposa, motivaria el rompimiento de C3- sar con su nueyo cufiado. Creop. Raciocinas admirablemente, Y tendr4s tus fun- damentos... Diom. Grandes, Ya se susurraba que Antonio no vol- veria de su viaje 4 Atenas. Crop. Atenas esté lejos de Egipto. Diom, Pero puede ser camino, Todo es arrancar, Na- die crefa que el viaje era mas que un pretexto para alejarse de Roma, Cirop, Antonio ggusta de las griegas? Diom. Gustarfa... (Con temor, pero con deseo de decirlo.) no habiendo.,, Crop. jEh! Mira lo que dices, (Con amenaza.) (7) Desée estas palabras hasta el final del acto todo es de mi invencién, asi lo que pasa como lo que se dice, accién y didlogo. La escena original termina aqui, y el mensajero so va. Cleopatra y Carmina dicen algunas frases que he incluido en el didlogo anterior, y 1a accién shakesperiana toma por otros cami- hos muy distantes del asunto principal de Cleopatra, Dio. CLEOpP, Dio. CLEoP, Diom, CLEOP, Dio. CreEop. Diom. CLEoP, CLEOPATRA 30 No volveré 4 desagradarte, Entonces, di libremente 10 que piensas, No habiendo egipcias. Una egipcia, dirs. Se entiende... Eso est4 bien y es muy respetuoso. ;Ves? no llevo 4 mal que te mezcles en mis asuntos, aun siendo tu Reina, Témate descanso si estds do- lorido, Pero descansen las piernas, la lengua no. Conque quedamos en que Antonio salié de Roma y esta en Atenas, a Ya no estara. Iba para Siria. ‘ Esta mds cerca de mi, y quiza... Esté en Egipto, porque aun saliendo después pu- diera legar antes que yo. Sus carros andan mas que mis pies, Sus naves son mds veleras que la mia y ademds vienen disparadas rectamente como la flecha al pecho que busca, (Con alegrfa ya.) Mucho dafio me has hecho con tus primeras noticias; pero las redimes bien con las segundas, Compensacién consoladora de la distancia, que hace llegar casi juntas Jas noti- cias malas y las buenas; el trueno y la luz, Sal- ga toda Alejandria 4 los puertos, (Eiras y Diome- des se van.) [Felices los ojos que vean primero la vela de Antonio! No lIloraran mas en su vida, jFeliz quien me anuncie que ha visto en salvo 4 Antonio! Ser4 mds dichoso que yo, porque lo verd antes y después sérd el tercero en mi Rei-

You might also like