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LA GUERRA TOXICA | Por el Tenlente Coronel Osvaldo Canavosio La denominacién general guerra t6xica comprende el uso de agresivos quimicos, biolégicos y radiolégicos; por causas préeticas se incorpora también en este grupo el uso de incen- diarios y fumfgenos, dado que su empleo debe ser realizado segiin las reglas usadas para los agresivos quimicos (anexo 1). A la guerra téxica en los EE. UU. se la ha denominado anteriormente A.B.C. (Atomic - Biological - Chemical) y hoy en dia como C.B.R. (Chemical - Biological - Radiological). A) GUERRA QUIMICA. La guerra quimiea comprende el uso de agresivos quimi- cos, agentes fumigenos e incendiarios. 1. LOS AGRESIVOS QUIMICOS podemos agruparlos pa- ra su estudio en: a) Hostigantes, que comprende a los vomitivos y lacri- mégenos, los cuales dado los efectos que producen, son utilizados tnicamente para entrenamiento. b) Letales. Estos agresivos son fugaces, es decir, desapa- recen répidamente en el terreno (en 10 6 20 minutos). Para lograr los efectos deseados, es necesario la apli- cacién de los principios basicos de masa y sorpresa. Los letales comprenden: —Los sofocantes, como el fosgeno. Dados los medios de defensa efieaces con que se cuenta actualmente y las () Conferencla prgnunciada en Ia Escuela Superior de Guerra. LA GUERRA TOXICA 5m elevadas concentraciones necesarias a lograr en corto tiempo, es casi seguro que no seran utilizados en una guerra futura. , —Los sanguineos. Es posible el uso de un agresivo de este tipo como el cloruro de cianégeno, eventualmen- te para neutralizar el filtro de la mascara antigds. Sin embargo, la cantidad de municién quimica nece- saria es tan elevada, que solamente es posible en gue- rra de posiciones. —Los neurolégicos, lo constituyen el grupo de gases tri- Jones alemanes 0 la serie G. norteamericana; dentro de los agresivos quimicos conocidos, son los mis efectivos y verdaderamente terribles. En caso de una guerra téxica, éstos con toda se- guridad serdn usados. Tienen efectos por inhalacién, ingestién y a través de la piel, producen una serie de trastornos, siendo su accién principal en el sistema nervioso, aun en muy pequefias cantidades causardn incapacidad y casi siempre la muerte; teéricamente, una concentracién de 2 kg/ha. de sarin para personal trabajando y de 6 kg/ha. para personal en descanso produce la muerte al 50% luego de 1 6 2 inhalaciones profundas; a través de la piel, una gota de 1,7 gramos produce también la muerte y cantidades menores a través de la vista (el deceso se produce dentro de los 15 minutos). Comienza su accién a los 5 segundos de haber penetrado en el organismo y a los 35 segundos el atacado es incapaz de conducirse por si mismo; en los EE, UU. se instruye al personal de modo que dentro de los 30 segundos se coloque la mascara y se aplique la inyeceién de atropina, ‘ico elemento hasta el momento capaz, de neutralizar sus efectos. Para destacar atin mas su peligrosidad diré que son inodoros ¢ incoloros, es decir, dificiles de detec- tar. Son empleados tanto en el ataque como en la de- fensa. 576 REVISTA DE LA ESCURLA SUPERIOR DE GUERRA EE. UU. tiene prevista la utilizacién del sarin (G.B.) y Rusia el Tabin (G. A.); ducen practicamente los mismos efectos, siet sintomas un inexplicable goteo de la nariz, dis cién de la visién, contraccién de la pupila del tamafio de la cabeza de alfiler, estrechez del nduseas, vémito, contracciones y convulsiones, seguidos por el estado de coma y el deceso. La diferencia entre ambos es que el sarin tro veces mis téxico que el tabtin, siendo ést persistente. —Los dérmicos (0 vesicantes). Son agresivos pi tes, normalmente utilizados para crear obsté pidiendo al enemigo el uso de terreno y eq taminados y eventualmente para producir baj ‘Te6ricamente, concentraciones de 60 kg/h sarin ineapacidad 0 muerte con 1 minuto de lacién, ataeando los pulmones; la mascara colo pidamente protege las vias respiratorias pero el sivo también ataca la piel, penetrando uniformes, ni y atin a cueros no impregnados. Una exposicién de 10 minutos en una cone cién de 200 kg/ha. produciraé, unas 2 horas des tantas vesiculas que lo incapacitara, por varios ses; gotitas del agresivo sobre la piel caus mismos efectos. Los agresivos vesicantes son utilizados espe mente en la defensa, En caso de guerra téxica seran utilizados, con t seguridad, la Yperita y la Yperita nitrogenada, sea sola o combinada con Lewisita, ésta adema produeir vesiculas, produce un fuerte dolor en los oj Agentes fumigenos: Son utilizados para la produe humo o niebla artificial, ya sea para ocultar las propias talaciones y operaciones mediante generadores de humo, LA GUERRA TOXICA BIT tes, aviones, proyectiles y granadas 0 para cegar la observa- cién enemiga mediante aviones, proyectiles y granadas. Medios fumigenos coloreados son utilizados para seiiala- miento, Incendiarios: Se utilizan estratégicamente para producir destruecién y bajas en poblaciones, centros industriales, ete.; y técticamente para producir bajas e iluminar el campo de combate. B) GUERRA BIOLOGICA. La guerra biolégica es el uso militar e intencional de mi- croorganismos y toxinas con el objeto de producir la muerte 0 enfermedad de personas, animales 0 vegetales; por causas préc- ticas se agrega a este grupo ciertos compuestos quimicos anti- vexetales. La guerra biolégica puede ser levada a cabo ya sea en for- ma de sabotaje o abiertamente y es esencialmente estratégica, pero es probable el uso contra tropas enemigas en contacto, me- diante gérmenes para los cuales las propias tropas se hallen in- munizadas. La guerra biolégica se divide en tres partes: antipersonal, antivegetal y antianimal. No es necesaria ninguna explicacién sobre cual es el objetivo que se persigue por cada una de estas tres partes; solamente ereo conveniente hacer notar, que los agentes antivegetales pueden tener dos misiones: la destruccién de las cosechas, para privar a hombres y animales de esta ali- mentacién, es decir, reducir el potencial alimenticio, 0 el seca- doy caida de las hojas, para marear blancos, aumentar la observacién y destruir el enmascaramiento natural. Las cantidades de gérmenes pat6genos para levar a ca- bo una guerra biolégiea son insignificantes, en comparacién con otros medios bélicos; pueden obtenerse ficilmente en se- creto, muy econémicos y con pequefios laboratorios, dado que un gramo contiene millones de gérmenes, los que luego se mul- tiplican mientras cumplen su misién, La defensa de guerra téxica en general la mencionaré mas 578 REVISTA DE LA ESCUELA SUPERIOR DE GUERRA adelante; en lo que respecta a la defensa biolégica, el Cuerpo de Guerra 'Téxica participa en la defensa activa y pasiva, sien- do una de sus misiones importantes la obtencién de muestras, las cuales son enviadas a los laboratorios para su identifica- cién a cargo del cuerpo de sanidad. Cabe destacar que siendo la via més importante la aérea, debe contarse con un detector que detecte y dé la alarma dentro de los dos minutos a partir del momento en que el mimero de gérmenes es superior al normal; en BE. UU. se esta trabajando activamente para lo- grar tal aparato, que atin no lo tiene; cuenta en sus fuerzas armadas con el prototipo E.25 R.1 que no reune esas condi- ciones. ©) GUERRA RADIOLOGICA, Es el uso de la fisica nuclear para matar o dafiar a seres vivos y para destruir 0 contaminar con radioactividad materia- les 0 zonas. Puede ser Ievada a cabo en dos formas: sin explosién y con explosin, 1, Sin explosién, significa una diseminacién silenciosa de polvo o niebla radioactivada. Esta forma no destruye el ma- terial, construcciones, ete., sino que obliga a la poblacién, que tiene medios para detectar su presencia, a evacuar la zona contaminada; en caso contrario, sufrird las consecuencias pe- ligrosas de las radiaciones. Es utilizada esencialmente en la neutralizacién de un obje- tivo sin destruirlo y en areas de la retaguardia (Ifneas de abastecimiento), en zonas industriales (para reducir al poten- cial industrial) y en rutas importantes en las lineas de avance del enemigo en el movimiento retrégrado. Esta forma de guerra radiolégica necesita refrescos y tie- ne serios problemas de transporte, de diseminacién y logis- tico. El término refresco se refiere a lo siguiente: el polvo ra- dioactivo a utilizar para que sea eficaz debe tener una vida media comprendida entre 2 semanas y 6 meses; segiin sea la LA GUERRA TOXICA 579 vida media del material empleado y el objetivo que se persiga, periddicamente debera incorporarse nuevas cantidades; lo mit me ocurre en la contaminacién con Yperita, a causa de su eva- poracién, Los problemas de transporte y diseminacién son produci- dos @ causa de la pesada capa de material necesaria para pro- teger al personal y a las elevadisimas temperaturas que se producen, 2. Con explosién: la carga nuclear puede ser transpor- tada por proyectiles de artilleria, cohetes libres o dirigidos y por bombas aéreas. El prineipio de funcionamiento de los proyectiles nucleares es mostrado en sintesis en el anexo 2. a) Las explosiones nucleares acttian mediante: —EI soplo: similar al producido por altos explosivos, solamente miles 0 millones de veces mas fuerte: este efecto es el principal en zonas edificadas 0 boscosas. —El calor, es decir, temperaturas elevadisimas hasta distancia de varios kilémetros, quizds hasta 40 km. para las de mayor rendimiento, Este efecto es el prin- cipal para tropas en el terreno. —La radiacién: rayos muy penetrantes, que a través de muros, ete., aun a distancias de unos kilémetros, des- truyen el tejido vivo, pero no el material, y se deben tener en cuenta dos partes: 1) La radiacién inicial, producida dentro del primer minuto. 2) La radiacién residual, que proviene del material de la bomba no fisionado (alfa); de los produe- tos fisionados (beta, gamma) y de los neutrones que inducen radioactividad (beta, gamma). La intensidad de uno u otro efecto depende del tipo de explosién (ya sea aérea, de superficie, y bajo la superficie), de la potencia de la bomba, que se indica en toneladas de T. N. T. (mil toneladas se lama 1 kilotén, 1 millén de toneladas 1 megatén), ete. Interesa destacar que en las explosiones at6- 580 REVISTA DE LA ESCUELA SUPERIOR DE GUERRA micas aéreas elevadas no se produce radiacién residual apre- ciable en el campo téctico pero si en aquellas aéreas a baja altura, También creo interesante hacer resaltar que con las ex- plosiones de la bomba nomtinal de 20 KT. en Jap6n y experien- cias posteriores, se legé a la conclusién de que las bajas pro- ducidas corresponden aproximadamente al 85% por soplo y calor y 15% por radiacién; y que de acuerdo a conclusiones a que se arrib6 luego de la explosién termonuclear de 14 mega- toneladas del tipo para diseminar polvo radioactivo, se pronos- tiea que las bajas por este tipo de bomba se producirian en el siguiente porcentaje: 98% radiacién, 1% soplo, 1% calor. Otro aspecto interesante que deseo destacar es la celeri- dad con que se van resolviendo los distintos problemas téenicos que se presentan: asi, por ejemplo, hace s6lo un aiio EE. UU., que sin duda es el pais mas adelantado en este dominio, habia logrado bombas atémicas entre 1 KT. y 500 KT. y bombas ter- monucleares desde 1 MT. hasta 40 6 50 MT., es decir, habia lo- grado toda la gama elevada. Con la gama lograda hasta esa fecha y ante la imposibili- dad de poder reducir el diémetro de 280 mm., se construyé el cafin correspondiente para uso tactico, con un peso de 85 tone- ladas, velocidad sobre ruta de 88 km/h., tiempo de entrada en posicién hasta apertura del fuego/aproximadamente 1 hora y alcance 30 km., estableciéndose la doctrina de conduccién con las modificaciones correspondientes en la organizacin, Hasta julio de 1956 EE. UU. utilizarfa sus bombas atémicas en el campo téictico, con explosiones aéreas con una altura de ex- plosién de aproximadamente 650 m. para las explosiones préxi- mas a sus propias tropas, las que de inmediato deberian lanzar- se al ataque para explotar la situacién creada y teniendo en cuen- ta que para esta explosién a esa altura no se produce radia- cién residual apreciable en el terreno. Desde julio de 1956 hasta el presente, EE. UU. ha logrado ya toda la gama menor, habiendo realizado hace poco Ia explo- sién de la bomba de 1 KT.; ha logrado también la correspon- ERRA ‘TOXICA diente reduccién en el didmetro de los proyeetiles, contando con un cafién atémieo de 17 em. y es muy probable legue a reducirlo hasta 15,5 cm. 0 menos, lo cual y otras experiencias, han Ievado a las correspondientes modificaciones en el empleo téetico y en la organizacién, Actualmente se instraye a los cuadros en el empleo com- binado de la guerra radiolégica con la quimica, en base a explo- siones nucleares aéreas de baja altura, seguidas por el ata que inmediato en el cual las tropas téxieas avanzan en pi mera linea a los efectos de marear la zona contaminada, para que en el avance las tropas a pie no sobrepasen la linea de 2r./h., salvo cireunstancias especiales; anteriormente la dosis de comando era de 100r., pero dado a que se ha entrado ya a la abundancia at6mica, las explosiones serén mucho mas nu- merosas y siendo la dosis acumulativa, se trata de evitar que la tropa reciba una mayor cantidad de radiacién que la per- mitida; en cambio, las unidades motorizadas avanzan directa- mente para explotar la situacién creada por la explosién- sin peligro de consideracién. Es una de las misiones del oficial de guerra t6xica cal- cular el tipo de explosién y poteneia necesaria para obtener el efecto deseado por el comando y mantenerlo permanente- mente informado sobre blancos atémicos que presenten las propias tropas. LOS MEDIOS DE DISEMINACION DE AGENTES TOXICOS La guerra t6xica no es privativa de una especialidad, es lle- vada a cabo por la mayorfa de las armas, en la que cada una disemina los agentes t6xicos de acuerdo a sus posibilidades como lo muestra el anexo 3, en el cual se ve que todas estén capacita- das para emplear medios fumigenos e incendiarios. Las armas de calibre desde 10,5 em. o mayores, para el em- pleo de agresivos quimicos letales y dérmicos, siendo el arma ideal el lanzacohetes miiltiple (en la Artilleria y Cuerpo de Gue- rra Téxiea); en lo que respecta a proyectiles nucleares, ac- tualmente desde calibre 17 em. 0 mayores y dentro de muy poco’ tiempo es posible hasta el calibre 10,5 em. 582 REVISTA DE LA ESCUELA SUPERIOR DE GUERRA En cuanto a los gérmenes biolégicos, mediante los proyec- tiles cohetes de largo aleance y por aviones. EFECTOS DE AGRESIVOS LETALES En el anexo 1 hemos visto los agresivos quimicos que probablemente serén usados en una guerra futura. Para dar una idea de los efectos de ellos en comparacién con los cau- sados por las armas cargadas con altos explosivos, en el ane- xo 4 se muestra un golpe de fuego efectuado con sarin (el més eficaz de los agresivos neurolégicos). Con una salva de una compafifa lanza cohetes miltiples, tipo norteamericano, de 12 piezas cada una de 24 tubos de 11,4 em., el sarin cubre inicial- mente un 4rea de por lo menos 30 ha. (500 x 600 m.), con una concentracién 2 6 8 veces mayor a Ia concentracién letal. El gas no queda dentro de las 30 ha. primeramente afec- tadas, sino que se extiende. La zona afectada depende del viento; en el ejemplo una faja adyacente de por lo menos 1 x 5 km. es peligrosa. Hay ejemplos de dafios, atin muertos, has- ta més de 20 km. de distancia. Como comparacién, podemos ver que se necesita por lo menos 14 baterias de obuses 10,5 em. disparando durante una hora, para obtener aproximadamente el mismo resultado con municién explosiva. EFECTO DE AGRESIVO PERSISTENTE Los agresivos dérmicos, llamados también persistentes de- bido a que actéan durante un lapso prolongado por la lentitud de su evaporacién, se los utiliza para crear obstéculos 0 causar bajas (anexo 5). Mientras los letales evaporizan casi instantaneamente, los dérmicos al estallar el proyectil, bomba o mina quimica, la carga quimica es dispersada en forma de gotitas, contaminan- do el terreno (una pequeiia parte evaporiza en el momento de la explosién). La velocidad de evaporacién del liquido depende del terre- no y de las condiciones climéticas, en especial de la temperatu- LA GUERRA TOXICA 583 ra y del viento, pudiendo segtin las condiciones permanecer la zona contaminada por un lapso que produciré efectos de acuer- do a los medios de defensa que se dispongan; en el anexo 6 se puede ver de acuerdo a la misién, el terreno y los medios de protecciién para una contaminacién de 200 kg./ha. y viento de 3 a 5 m/seg. el tiempo aproximado que deberd transcurrir hasta que se puedan efectuar las misiones con las proteeciones indicadas, los cuales podran extenderse a meses bajo otras condiciones climaticas (muy frio y sin viento). Asi, por ejem- plo, se puede ver que para un avance bajo fuego, es decir, cuando sera necesario echar cuerpo a tierra, en un terreno con vegetacién baja, debera transcurrir de 2 a 3 dias segin el tiempo, antes de que se pueda efectuar este pasaje con ro- pas impregnadas sin peligro excesivo. Adicionalmente a la zona contaminada, la evaporacién pro- ducida obligaré al personal a protegerse a sotavento con la mas- cara antigas. ‘Las tropas que actiien en Ja zona contaminada, aun cuando dispongan de los medios de proteceién, deberan ser decontami- nadas eficazmente, tanto el personal como ganado, armas, equi- pos y vehiculos. ‘Una decontaminacién detallada, ejecutada por una compa- fifa de decontaminacién, reduciré las bajas considerablemente. EFECTOS DE LAS EXPLOSIONES NUCLEARES, (Anexos 7 A., 7 B., 7C. y 8) Es necesario considerar separadamente los efectos de las ex- plosiones nucleares sobre el material y sobre el personal. En Areas edificadas, el radio de dafios severos varia entre 800 m. (2 KT.), 1.650 m. (20 KT:), 4.700 m. (500 KT.), 7.500 m. (5 MT.) ; 12.000 m. (14 MT.) y aproximadamente 25.000 m. (30 MT.); es atin posible que con explosiones termonucleares se produzcan incendios de material inflamable a distancias ma- yores (ver anexo 8). En las zonas edificadas 0 en bosques, el efecto del soplo es 584 REVISTA DE LA ESCUELA SUPERIOR DE. el causante de la mayoria de las bajas producidas en el perso- nal pero no a causa de la presién, pues el cuerpo humano resis- te mucho més que las construcciones, sino como consecuencia de derrumbes y fragmentos que vuelan haciendo las veces de proyectiles. En el terreno abierto, el principal efecto sobre el personal y que alcanza las mayores distancias es debido a la radiacién termal, que produce graves quemaduras; este efecto es redu- cido mediante cualquier pantalla que impida a estos rayos llegar directamente, asi por ejemplo en dia claro para tropas en terreno abierto, el radio de efectos severos para una explosién de 20 KT. es de 2 km. para personal al descubierto y escasamente 1 km. para personal atrincherado; no ocurre lo mismo con los rayos (gamma) de las radiaciones que si bien su aleance es menor, su penetracién es tal que es necesario gruesas capas pa- ra protegerse; asi por ejemplo se necesitan 20 em. de tierra, 0 4 cm. de acero, 0 11,5 em. de hormigén, o 27 cm. de agua, para reducir la intensidad de la radiacién a la mitad. Segin la distancia al punto de explosién y a la potencia de la bomba, ser necesario entre 10 y 5 veces las cifras mencionadas para obtener una proteccién adecuada. Adicionalmente, deseo mencionar que el 10% de los rayos gamma que Ilegan a un determinado lugar de la explosién sufren un fenémeno por el cual doblan y penetran en los hoyos de tiradores, por lo que éstos deben tener una construccién particular para disminuir sus efectos. He mencionado répidamente los efectos iniciales; en el anexo TA, se puede ver como las tropas dispuestas segiin el R.R.M.35/1955 serian afectadas por explosiones nucleares de 2 KT. y 20 KT. (tipo téctico), tanto en el ataque como en la defensa. En el anexo 8 hemos visto la diferencia del radio de efec- tos sobre tropa atacando y en posicién, en el anexo 7A. se puede ver c6mo una explosién nuclear de 2 KT. destruye préc- ticamente a una compaiia en la defensa o a un regimiento reforzado en el ataque; la cantidad de municién explosiva pa- ra obtener este mismo resultado se puede ver en la 2* columna. LA GUERRA TOXICA 585 En el anexo 7B. se indican los radios de los diferentes efec- tos de una explosién termonuclear estratégica de 14 MT. que hiciera explosién sobre Plaza Once. Ademas de los efectos iniciales, hay posibilidades de pro- ducir efectos residuales, ya sea por la accién de los neutrones que inducen radioactividad cuando la explosién se produce cer- ca o en la superficie o bien por la cafda de polvo radioactivo, como ocurre con la explosién de una bomba termonuclear ro- deada con una capa de cobalto o uranio 238, que produce tanto polvo que de acuerdo al informe de la Comisién de Energia At6- mica sobre la explosién termonuclear de 14 MT. producida en el atolén de Bikini en 1954 (ver anexo 7C.), se calculé que las bajas que se producirian en la zona contaminada en forma de cigarro que fue de aproximadamente 350 km. de largo por 64 km. de ancho en la direceién del viento y hasta 2 km. en la direceién contraria al viento a partir del punto de explosién, de haber estado poblada y bajo las siguientes hipotesis: 1) Que la poblacién ignorase las formas mas elementa- les de contrarrestar los efectos (caso nuestro actual). 2) Que no tomara cubierta y estuviera completamente expuesta por el lapso de 36 horas. 8) En consecuencia, recibiendo la mayor cantidad de ra- diacién. Bajo estas condiciones, se estima que: a) Hasta los 225 km. todas las personas que no tomen medidas de proteccién mueren, b) A 255 km. muere el 50%, ¢) A 300 km. mueren del 5 al 10%. d) A mas de 350 km. no se produciran bajas. Solamente personal especializado y equipado con instru- mental necesario puede determinar cuando una zona contami- nada con radioactividad puede ser franqueada u ocupada o el tiempo maximo que el personal puede permanecer en ella para realizar una determinada misién. » 586 REVISTA DE LA ESCUBLA SUPERIOR DE GUERRA EMPLEO DE LA GUERRA TOXICA EN LAS ULTIMAS GUERRAS. En la segunda guerra mundial ambos bandos se prepara- ron eficientemente para una guerra t6xiea. Los aliados ocei dentales disponian de enormes cantidades de todos los agresivos ‘quimicos, eon excepcién de los neurolégicos. Rusia contaba con Yperita y sofocantes. Alemania, en los primeros afios de la gue- rra, no necesit6 recurrir a la guerra toxica; mas tarde, cuando necesitaba usarlos, disponia de los trilones (el agresivo mas po- deroso de la actualidad) pero solamente contaba con materias primas para unos meses de esta forma de guerra, de tal modo que de iniciar la guerra quimica debfa tener la seguridad de ga- narla antes de tres meses, dado que con toda seguridad los alia- dos tres meses después contarfan con el mismo gas en gran des cantidades; no obstante ello, segin varias publicaciones Hitler ordené su uso y en algunos sectores las tropas norte- americanas avisadas por su servicio de informaciones comha- tievon durante una semana con todo su equipo antigas, espe- rando el ataque que no llegé a realizarse porque la orden fue saboteada, La guerra biolégiea fue usada por los japoneses contra la poblacién china, aparentemente sin gran resultado, Los rusos, al finalizar la segunda guerra mundial, capturaron una uni- dad biolégiea con sus laboratorios para la produccién en masa de gérmenes patégenos, pero los japoneses tuvieron dificultad con la diseminacién de los agentes mediante los insectos y roedores portadores. Rusia comenz6 sus estudios biolégicos en 1938 y no se tiene la seguridad de que los haya utilizado, a pesar de que las unidades alemanas encontraron todos los pozos de agua en de terminada zona contaminados con gérmenes de tifus. Durante la guerra de Corea, los norteamericanos cerea de la capital de Corea del Norte conquistaron un laboratorio pa- ra guerra biolégica; por otra parte, los rusos, norcoreanos y chinos, acusaron a los norteamericanos por el nso de insectos infectados con gérmenes patégenos. LA GUERRA TOXICA 687 Durante la segunda guerra mundial, Japén probé disemi- nar gérmenes antivegetales sobre la cosecha de los EH. UU. mediante globos y se dice que al finalizar la guerra estuvo a punto de lanzar gérmenes antipersonal y antianimal. Inglaterra, en su lucha contra los comunistas en Malaca, utiliz6 gérmenes antivegetales para destruir la cosecha de las aldeas donde éstos tenfan sus bases. EE. UU., en la guerra de Corea, ha utilizado productos quimicos antivegetales (tiocianato de amonio y éxido de zine) para destruir el enmasearamiento natural, ampliar la obser- vaeién y marear blaneos. GUERRA RADIOLOGICA. Es sabido por todos que EE. UU. inicié esta forma de guerra lanzando 2 bombas de aproxi- madamente 20 KT. sobre dos ciudades de Japén, con los re- sultados conocidos. OTROS MEDIOS QUIMICOS. Agentes fumigenos fueron usados en gran eseala, especialmente por los aliados. Se em- pleé municién fumigena para crear cortinas de humo y cegar a armas y a la observacién enemiga, pero principalmente se utilizaron los generadores de humo, con los cuales se cubrié vas- tas zonas durante dias, asi como también se utilizaron aviones para la formacién de cortinas de humo. En los comienzos de la segunda guerra mundial, en los bombardeos por la aviacién, se utilizaron principalmente car- gas con altos explosivos, pero Iuego répidamente fue aumenta- da la cantidad lanzada de agentes incendiarios tales como fés- foro blanco, magnesio,termita, etc.; en los tiltimos meses de la segunda guerra mundial los norteamericanos efectuaron sus bombardeos utilizando hasta el 80% de agentes incendiarios y sélo el 20% de altos explosivos. En Corea, los incendiarios fueron empleados en gran es- cala (napalm), tanto en forma estratégiea como tActica: minas incendiarias delante de las posiciones, bombas incendiarias con- tra depésitos, columnas de tanques, automotores, ete. Los lanzallamas fueron utilizadps por todos los ejércitos URLA SUPERIOR DE GU 588 Revis' en la segunda guerra mundial y en Corea; actualmente, EE. UU. cuenta con tres tipos: uno portétil, otro montado sobre jeep y un tercero instalado en tanques con un aleance de 200 m. LAS DOCTRINAS PARA EL USO DE AGENTES TOXICOS Agresivos quimicos. Solamente trataremos los agresi- vos de uso més probable en una guerra futura: los letales y los dérmicos. La doctrina general para agentes t6xicos: masa y sorpresa, vale especialmente para este grupo. Si con un agresivo letal (sarin, GB, 0 tabiin, GA) se sor- prende al adversario creando sobre él una concentracién ele- vada en una drea bastante grande, es casi seguro que la ma- yoria de las personas que se encuentren dentro de ella inhalaréin algunas veces el agresivo antes de que logren colocarse la mis- cara protectora (anexo 4). Con una concentracién de mas 0 menos 20 kg. de materia quimiea por ha., es decir, 320 kg. sobre un blanco de 400 m. por 400 m. de extensién, basta una sola inhalacién para introducir Ja cantidad letal en el organismo y con ello la muerte. Si esta concentracién es creada dentro de los 30 segundos, se nece- sita una tropa muy bien disciplinada y adiestrada para descu- brir la presencia del gas inodoro e incoloro, para que inte- rrumpa a tiempo su trabajo (de exeavacién o ejecucién del fue- go) y se enmascare. La mejor arma para efectuar tales golpes quimicos es el lanzacohetes: mtiltiple, seguido por el mortero pesado. La Artilleria clésica es menos apta, a causa de la can- tidad pequefia de agresivo que puede contener cada granada. Contra tropas mal adiestradas, no ser necesario usar una coneentracién tan elevada, debido a que el efecto del agresivo es acumulativo: 10 minutos de inhalacién en una concentracin de 2 kg./ha. tendré el mismo efecto que 1 minuto en 20 kg./ha., naturalmente si antes no se cubre con la miscara. En sintesis, el mejor empleo de un agresivo letal contra tropas més 0 menos preparadas sobre guerra téxica, es una serie de golpes quimicos. Como ya hemos mencionado, contra una tropa no muy bien adjestrada en guerra t6xica se puede LA GUERRA TOXICA 589 calcular un efecto adicional en una zona a sotavento del rea batida. Segtin el viento, la nube téxica se mueve a través del terreno y mantiene su toxicidad hasta distancias que varian entre 5 y 50 km.( debido al tiempo, el tamajio y concentracién de la nube). Una nube letal tiene Ja facilidad de penetrar en las trinche- ras, abrigos, etc., donde no es posible llegar con altos explo: ‘vos; con un viento comtin de 8 m./seg., el area batida estaré libre del agresivo unos 10 a 15 minutos después. Limitaciones en el uso de este tipo de agresivos: —El agresivo s6lo debe ser usado bajo condiciones ade- cuadas: viento débil entre 1 y 5 m./seg.; el sol no de- be brillar intensamente (en este caso, desde el suelo caliente sube una corriente de aire que eleva el agre- sivo y lo dispersa) ; en trincheras, bosques, abrigos, sétanos y en otros lugares, donde el viento no entra, el agresivo es efectivo hasta 14 a 1 hor: —4Si el viento sopla hacia las propias tropas, éstas deben ser avisadas con tiempo hasta una distancia de varios kilémetros, a fin de que tomen las medidas de protec- cién. Los agresivos dérmicos se usan para dos fines (anexo 5): a) Obstaculizar. El agresivo liquido, al tomar contacto con las botas, los uniformes, ete., seadhiere a éstos, los pe- netra en pocos minutos para después atacar a la piel y el tejido, produciendo vesfeulas. También se ad- hiere sobre las armas, las ruedas y otros elementos que toman contacto con el agresivo liquido, y de éstos pasardn por contacto al personal. El agresivo se evapora lentamente y los vapores son peligrosos; al ser inhalados, atacan a las vias res- piratorias y a los pulmones. Se necesita una concen- tracién muchas veces mas fuerte que la de los agre- sivos letales para obtener un efecto mortal con los va- pores, A causa de su evaporacién lenta, es muy dificil 590 REVISTA DB LA ESCUBLA SUPERIOR DE GUERRA crear una concentracién peligrosa como inhalante du- rante unos minutos. La inhalacién durante 10 minutos més podré ser’ peligrosa, pero las tropas con un equi- po protector individual siempre tienen bastante tiem- po para cubrirse. La dispersién de unos 200 kg./ha. es considerada una contaminacién buena del terreno, pero es posible contaminar con cantidades entre 50 y 500 kg./ha.; éste siempre puede ser atravesado con automotores (te- niendo en cuenta que luego sera necesario decontami- narlo eficazmente lo antes posible). Cuando las tro- pas a pie franquean una barrera quimica, el agresivo se adhiere a las botas, las penetra y ataca a los pies. E] efecto naturalmente seré mucho mas grande si se pudiera obligar al agresor a echarse cuerpo a tierra. Una decontaminacién a pie de una pista puede ser ejecutada en unas pocas horas, mientras que una decontaminacién gateando es priictieamente imposi- ble. Por esto, una barrera quimiea defendida por ame- tralladoras, que impiden el avance a pie, y armas anti- tanques u obstaculos para automotores (arroyo, zan- ja, minas, ete.), aumenta enormemente el valor de la barrera. Una barrera quimica de unos cientos de metros de longitud no tiene’ valor, porque puede ser deshor- dada facilmente. Para crear una barrera de unos kilé- metros de longitud y por lo menos de unos 100 m, de profundidad, se necesita una cantidad tan gran- de de materia quimica (para eada 2 km. 4 Ton.) que no serfa practicamente posible contaminarla con pro- yectiles (3.000 granadas 10,5 llevan 4 Ton. de materia quimica). Fajas grandes solamente pueden ser con- taminadas mediante el rocfo desde aviones, 0 even- tualmente desde camiones cisternas. Si la barrera es realizada antes de que las pro- pias tropas (seguridades de retaguardia) hayan pa LA GUERRA TOXICA 591 sado, se deben dejar intervalos a través de los cuales puedan pasar —naturalmente con las méscaras co- locadas—; estos intervalos pueden ser cerrados lue- go con proyectiles quimicos. b) Causar bajas. A causa de su efecto doble: inhalacién y contacto con la piel para causar bajas, la protec- cién es més complicada que contra los fugaces, don- de solamente es necesario colocarse la mascara, dado que si bien éstos en forma liquida son sumamente pe- ligrosos, s6lo en contados casos se presentardn asi por su répida evaporacién, El método mas simple y rapido para poner el agresivo liquido en contacto con la tropa enemiga se- ré rociar la materia desde aviones, directamente so- bre ella, por ejemplo, si estén marchando en columna (anexo 5) 0 descansando, ete. Tropas sin equipo e instruceién adecuada sufriran bajas entre el 90 y 100%. En cambio, tropas con equipo e instruccién adecuada y que ademés serdn decontaminadas efec- tivamente dentro de 4 a 1 hora sélo sufriran del 2 al 5% de bajas. Blancos de poca extensién pueden ser contaminados mediante un bombardeo con pro- yeetiles cargados con el agresivo. 2, No emplearemos mucho tiempo en desarrollar el tema sobre guerra biolégica. Los gérmenes patégenos (siempre va- rios tipos empleados simultdneamente), son diseminados por saboteadores o por aviones; quizés también por proyectiles de largo aleance. Solamente si las propias tropas estén inmuni- zadas contra determinados tipos de gérmenes, podrén ser usa- dos éstos técticamente. Es muy diffeil ocultar una vacunacién en masa, y cuando el servicio de informaciones enemigo la descubre, inmediatamente se vacuna contra los mismos gér- menes. 3. Guerra radioldgiea, que hasta hace pocos afios no in- teres6 al téetico, porque fue una arma eseasa de uso tinica- mente estratégico, ha aumentado sumamente su importancia en el ditimo afio, Mientras en los primeros afios después del 592 REVISTA DE LA ESCURLA SUPERIOR DB GUERRA bombardeo de Japén sélo existié uno 0 quizés dos tipos pesa- dos de bombas nucleares (peso cada uno en toneladas), hoy dia se cuenta con una gran gama de estas cargas y en cantidades que en los EE. UU. se habla de “abundancia atémica”. Literalmente, existe en la actualidad cargas nucleares pa- va eada fin y uso; falta solamente la bomba nuclear de bolsi- lo. Se conocen cargas nucleares con rendimientos que varian desde 1 KT. (tamafio de un pomelo) hasta las de 40 6 50 Me- gatén (peso aproximadamente unas 10 Ton.). La explosién nuclear de rendimiento de 1 KT. tiene efectos severos hasta un radio de mas o menos 600 m., y la de 40 Megatén hasta unos 35 km. Existen cargas nucleares que practicamente limitan sus. dafos a los creados en forma instanténea por la explosién y otras que adicionalmente a sus efectos iniciales cubren vastas freas con un polvo radioactive que hace esta zona mortal du- rante meses 0 afios. Como ya se ha meneionado, se puede hacer estallar el pro- yectil en el aire lejos del suelo, cerca 0 sobre éste, 0 abajo de la superficie de la tierra o del agua; de esta manera se puede variar sus efectos. Es claro que en una conferencia de dos horas no es posible explicar el uso correcto de todos estos tipos y métodos ; los ofi- ciales, para especializarse en este tema, realizan un curso de 10 a 12 meses; por ello debo limitarme, diciendo que: —Si las armas nucleares no seran abandonadas totalmente ‘a causa del temor mutuo de las represalias, dentro de pocos afios meses estariin a disposicién de los jefes de unidades tacticas (batallones) proyectiles nucleares para los cafiones, obuses y quizis morteros pesados con ealibres desde 10 a 12 em. y mas grandes. Una dotacién tal cambiara, como veremos en seguida, las. doctrinas técticas y operativas, como asi también la organiza- cién. Si un solo proyectil causa los mismos dafios que ahora producen varios miles de granadas con altos explosivos, seré LA GUERRA TOXICA 593 posible reducir enormemente el niimero de las piezas de artille- ria, A su vez, esto significa un ahorro enorme en el abasteci: miento (un problema principal en la guerra moderna) ; la can- tidad de municién a transportar seré més pequefia, el nimero de vehiculos y el consumo de combustible menor, la longitud de las columnas y su vulnerabilidad por lo tanto seré més re- ducida, ete. Pero también significa que sera inevitable revisar las formaciones de combate (los frentes y las profundidades). Sera necesario dispersar a las unidades técticas, de manera que una sola explosién nuclear no aniquile a mas de una de ellas. Hace s6lo seis meses parecié que se mantendria a los batallones como unidad bisica, es decir, que una explosion nuclear bien situada podré practicamente borrar hasta un ba- tall6n. La abundancia atémica creciente y los éxitos logrados en la reduceién de los calibres y rendimientos, ha originado (segtin publicaciones militares norteamericanas y las tltimas instrueciones recibidas) que ahora se adopte una dispersion en compaiiias reforzadas. Por el momento, no es probable que la dispersién sea ma- yor; se estima que una unidad de aproximadamente 200 hom- bres, es la mas pequefia que puede ejecutar una lucha inde- pendiente hacia todas las direcciones. Adicionalmente a las armas nucleares mencionadas (de pequefio rendimiento) los comandantes operativos disponen de cargas més poderosas, las cuales serdn diseminadas ya sea por aviones o bien por cohe- tes. En los EE. UU. se ha fijado el alcance maximo de los co- hetes a disposicién del ejército con una autonomia de 350 km. mientras que los cohetes con un aleance superior (se experi- menta por el momento con unos de 8.000 km. y este no es el limite) pertenecen a la Fuerza Aérea y son considerados estra- tégicos. El Comandante operativo también tiene cafiones de largo alcance con cargas nucleares. El cafién de 280 mm., con aleance de 80 km. y peso de 85 Ton., ya parece anticuado a causa de su peso e inmovilidad relativa. Existen ya cafiones y obuses de 24, 20, y segiin publicaciones, de 17 y 15 em. con municién nuclear. 4. Los medios fumigenos se ,usan para ocultar a la ob- 594 REVISTA DE LA ESCUELA SUPERIOR DE GUERRA Servacién enemiga los propios movimientos, las instalaciones, ete. y también para disminuir la accién de los rayos termales de una explosin nuclear. Sea para cegar, es decir, que el humo o la niebla sera co- locada dentro de las lineas enemigas, cerca de las armas o pun- tos de observacién que deberan ser cegados. La ventaja prineipal es la economia, porque necesita poca munieién. Unas pocas granadas por minuto son suficientes. Desventaja: Solamente unas armas 0 unos pocos puntos de observacién podran ser cegados. Desde otras armas 0 pun- tos de observacién situados unos cientos de metros a barlo- vento se puede disparar y observar. Para cegar se necesitan proyectiles fumigenos o aviones. Cuando se quiere ocultar, el humo seré colocado cerca 0 sobre las propias tropas e instalaciones, Ventaja: El blanco seré ocultado contra la observacién terrestre (una cortina) o adicionalmente contra observacién aérea (un manto de humo). Desventaja: Se necesitan grandes cantidades de materia fumigena, y la niebla podra ineomodar al propio tiro 0 los mo- vimientos. Para ocultar se pueden usar proyectiles, bombas aéreas 0 rocfo desde aviones, pero a causa de la gran cantidad que se necesita, es mas ventajoso usar generadores de humo y potes fumigenos. El agente fumigeno fésforo blanco, es también un incen- diario y productor de bajas. 5. Hasta la guerra de Corea, los incendiarios (excepto el lanzallamas) fueron usados principalmente contra blancos estratégicos como las grandes ciudades, los nudos de trafico, los depésitos, las fabricas, ete. Los aliados lo usaron en gran escala de esta manera en sus “bombardeos aéreos estratégicos morales”. En la guerra mengionada, la introduccién de la nafta ge- LA GUERRA TOXICA 595 latinizada (popularmente llamada napalm), ha aumentado el valor téctico de estos agentes. Desde los aviones se han arrojado estas bombas incendia- rias contra las columnas, concentraciones, etc., especialmente contra unidades motorizadas. Una bomba pesada incendiaria de 350 Kg. de napalm cu- bre un 4rea de 150 m. x 100 m. con llamas de alta tempera- tura. Pero también la infanteria usé medios incendiarios. De- lante de las posiciones se utilizaron sistemas de minas incen- diarias 0 simplemente latas con napalm. Cuando atacaba el enemigo, las minas estallaban y adicionalmente de noche ilu- minaban por un cierto tiempo el campo de lucha delante de la posicién, lo que en Corea fue muy importante, a causa de que los chinos a menudo atacaban durante las horas de oscuridad. 6. Antes de ver la influencia de la guerra t6xiea sobre la conduceién en general, veamos répidamente la defensa t6xica. No existe ningin arma contra la cual no haya surgido la defensa correspondiente. En los primeros afios después de 1945, se creyé que una defensa contra las bombas nucleares serfa imposible, pero ahora se conocen docenas de medios y medidas para reducir los efectos, para descubrir la radioacti- vidad y para tratar a los atacados. En el anexo 9 se muestra la defensa téxica que abarea los tres esealones: —La proteccién individual. —La defensa colectiva tActica, es decir, dentro de las unidades técticas, y —Ia defensa operativa, o las unidades especializadas. 7. Todo combatiente en tiempo de guerra, desde que se sospecha el uso de medios t6xicos, lleva siempre consigo un equipo antigas individual, para cuyo uso ha sido perfectamente instrufdo. En sintesis: se enmascara si se sospecha cualquier forma de agresivo t6xico (gases, gérmenes) ; se cubre adicio- nalmente con tina capa antivesicante en caso de rocfo de un agre- REVISTA DE LA ESCUBLA SUPERIOR DE GUERRA sivo o polvo radioactivo; en los casos de ataque con un agresivo letal, cada uno debe autoinyectarse atropina al primer sintoma y si ha sido tocado por un agresivo dérmico usara las unturas protectoras correspondientes, etc. Después de cada ataque con agresivos persistentes, se de- beré decontaminar no sélo la piel, sino también los uniformes, las potas, las armas, los equipos, los vehiculos, ete. 8. Cada jefe sera el responsable de-la defensa colectiva antitéxiea de su unidad y tendré para este fin a los auxiliares instrufdos en la Escuela de Guerra Téxica (1); estos auxilia- res no seran los responsables, sino los ejecutores de las diree- tivas recibidas de su jefe. Para ello tendrén en cuenta: a) La deteccién de agresivos inodoros e incoloros, de radioactividad y gérmenes; lo més dificil es descu- brir la presencia de estos agresivos. Como los cinco sentidos no bastan serdn necesarios los siguientes apa- ratos especiales: Un detector de agresivos quimicos y otro para gérmenes patégenos; intensimetros que indican la in- tensidad de la radiacién, de manera que se podra cal- cular si es posible pasar la zona o no, o cuanto tiem- po podré permanecer una tropa en un determinado lugar sin exceder la dosis determinada por el Coman- do; dosimetros que indican la cantidad de radioacti. vidad recibida, de la que debe levarse un registro pa- ra todo el personal. En caso de que el adversario haya usado un nue- vo agresivo, lo que es muy probable, se envian las muestras a la compafifa de laboratorios para su iden- tificacin. b) El sistema de alarma, en caso de un ataque téxico. c) La decontaminacién, después de los ataques con agresi- vos persistentes o de la caida de polvo radioactivo. Principalmente se decontamina a personas y ganado, si- (2) Bscuelas o Institutos especiatizados, que debe crearse para tal fi GUERRA TOXICA 597 multéneamente o después a las armas, equipo, ve- hiculos, ete. Las unidades tacticas no pueden evar consigo grandes cantidades de materia de decontaminacién, ni los aparatos necesarios; por esto, solamente inician la decontaminacién, y en caso de una contaminacién extensa, se pide la asistencia de la compaiiia de decon- taminacién. d) La construceién de abrigos antitéxicos, especialmente para los puestos de sanidad y los de comando, que de- ben trabajar aun durante un ataque téxico. e) Ademés, este personal acttia como asesor de su jefe en todo lo referente a guerra téxica; por ejemplo, sobre qué otras medidas deben ser tomadas para reducir las bajas, si se debe evacuar una zona, desbordarla, o si se puede franquear, ete. En caso de guerra biolégica, los médicos y los veterinarios, respectivamente, son los responsables de las medidas a tomar; el personal antitéxico colabora con la toma de muestras. 9. No es posible equipar a las unidades tacticas con todo lo necesario para una defensa téxica completa, como no se da a cada batallén un hospital con equipo quirtrgico, etc. Como he mencionado, las unidades tacticas y cada soldado tienen los medios indispensables para contrarrestar los primeros efec- tos de un ataque t6xico; en caso de graves dafios deben soli- citar la asistencia de los especialistas. Para cumplir esta misién se organizan batallones de gue- rra téxica (anexo 10); generalmente, un batallén por cada 100.000 hombres, es decir, que en nuestro caso seria un bata- llén por cada ejército. Cada comando operativo de los paises que tienen una de- fensa t6éxica organizada, dispone de un oficial de guerra t6xica con su P. M. En los ejércitos se cuenta generalmente con un oficial superior con P.M., que organiza tanto la defensa como el 598 REVISTA DE LA BSCUBLA SUPERIOR DE GUERRA uso eventual, el abastecimiento con material de guerra t6xica y manda a las tropas de guerra téxica. En las divisiones de ejército hay un oficial jefe con una P. M. mas reducida, Las misiones del oficial de guerra téxica en los comandos operativos, podemos sintetizarlas en: a) Asesorar al comando operativo y su E. M. en todo lo referente a guerra t6xica (quimica, biol6gica y radio- légica) ; planeamiento y coordinacién del empleo de agresivos, armas y municién de guerra téxica en to- das las armas y las unidades especiales, as{ como to- das las medidas y medios de defensa contra el uso de agresivos por el enemigo. b) Controlar las requisiciones, la adquisicién y distribu- cién, el almacenaje y mantenimiento de todo el mate- rial de guerra t6xica para proteccién o empleo. c) Realizar estudios de materiales y elementos de guerra téxica conquistado y de las medidas y operaciones de guerra téxica del adversario. Sobre la base del ser- vicio de informaciones de guerra téxica, informa al comandante de las posibles intenciones del enemigo y propone las medidas y medios de defensa. a) Es el jefe de las tropas téxieas subordinadas a la unidad operativa; propone al comandante su empleo; las manda y controla su instruecién. e) Es el jefe profesional de todas las actividades de gue- rra téxiea dentro de la unidad operativa. El batallén de guerra téxica esté constituido por: —1 Jefe con una pequefia P. M., solamente para fines de administracién, porque el oficial G.T. del comando operativo dispone directamente de las subunidades. —1 Ca. de laboratorio, que es el cerebro cientifico del ofi- cial G.'T.; esta unidad reune todas las informaciones de G. T. del adversario, examina nuevos agresivos, examina material G. T. conquistado, etc. y sobre esta

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