CONTRIBUCION ALESTUDIO COMPARATIVO
DE LA LIRICA ALEJANDRINA
Y LA DE LOS NEOTERICOS.
CALIMACO Y CATULO*
En el presente trabajo se examinardn los puntos de contacto
que presentan Ia obra literaria de Calimaco y la de Catulo.
Enorme, compleja y en estado ruinoso de conservacién la pri-
mera, relativamente breve y bien conservada la segunda,
constituyen, respectivamente, el mds valioso monumento llega-
do hasta nosotros de Ia lirica alejandrina y de la poesia neoté-
rica. Los rasgos que vinculan a una y otra obra son —en Ifneas
generales— los que vinculan a una y otra escuela literaria.
La nucva técnica instaurada por Calimaco en la poesia
griega fue una valiosisima gufa para aquellos poetas romanos
ansiosos de llevar su lirica por caminos no hollados atin por
la poesia tradicional.
Se mostraré, dentro de los limites de un trabajo de esta
naturaleza, que entre ambos poctas existe una coincidencia
total en cuanto a los procedimientos art{sticos, pero en cuanto
a los contenidos, una coincidencia sdélo formal en los temas y
una absoluta divergencia de actitud.
La POf&TICA CALIMAQUEA Y LA PORTICA CATULIANA. dypurvla,
enrétys, drcyosstyzia.
Tanto Calimaco como Catulo —si bien no han dejado un
arte poética a Ja manera de Horacio— han expresado en
* Tesis de licenciatura.158 Arrepo Epvarpo FRascHini
numerosos pasajes sus opiniones sobre procedimientes estilis-
ticos o géneros literarios, ya sea por medio de normas o prin-
cipios, ya por la alabanza o el ataque a determinados poetas
y a los estilos o gémeros que éstos practicaban. En muchos
casos estas opiniones servian de defensa de la propia obra.
Iniciaremos nuestra indagacién con el carmen 95 de Catulo.
En este poema e] poeta hace un elogio de su amigo, el neotérico
Helvio Cinna, autor del poema “Zmyrna”, y contrapone a él
tres nombres: Hortensio, Volusio y Antimaco, como ejemplos
de lo que no debe ser la buena poesia '.
Los dos primeros disticos:
“Zmyrna mei Cinnae nonan post denique messem
quam coepta est nonamque edita post hiemem,
milia cum interea quingenta Hortensius uno
(aut plura anno se scribere posse putat)' *.
(La “Zmyrna” de mi Cinna fue publicada después de nueve
siegas y nueve inviernos desde que se comenzé, en tanto que
Hortensio ‘piensa que pucde escribir quinientos mil o més
en un solo aiio’).
oponen la génesis de dos obras que representan dos métodos
de composicién, con dos resultados distintos: la ‘Zmyrna”
fruto de nueve afios de trabajo intenso, y la obra de Hortensio,
concluida cn un solo afio*. Naturalmente la primera, expuesta
a la maduracién y al retoque, resulta de mds valor que los
quinicntos mil versos —cifra hiperbdlica, por supuesto— » los
que, por elementales razones de tiempo, no se puede retocar
y pulir debidamente. La critica va dirigida al método, y en
1 Cf. Braga, D., 1. c., p&gs. 115 53.
1 Este verso no figura en los manuscritos. Reproducimos aqui la conje-
tura de Pascoli, citado por Braga, |. c., pég. 116.
* La obra de Cinna era, tal vez, un “epillion” al gusto alejandrino.
De é1 solo se conservan tres versos, El tema de Zmyrna, o Myrrha, fue
tratado posteriormente por Ovivio (Metamorfosis, X, 208 s8.). La obra
de Horteneio era un relate de la guerra Marsica y Nevaba como introduccién
una larga disputa entre el autor, Licinio Liiculo y Cornelio Sisena.ConTEiBuCION AL ESTUDIO COMPARATIVO... 159
este punto Catulo hace profesién de un canon fundamental
de la poesia alejandrina: la dypurvla 4
En los dos disticos siguientes el poeta confronta los destinos
que aguardan a Ja obra de Cinna y a Jos “‘Annales” de Volusio:*
“Ymyma cavas Satrachi penitus mittetur ad undas,
Zmyrnam cana diu saecula pervolent.
At Volusi Annales Paduam morientur ad ipsam
et laxas scombris saepe dabunt tunicas”.
(La “Zmyrna”’ penetrar4 hasta las profundas olas del Sdtraco
y los siglos encanccidos leerin durante mucho tiempo la ‘Zmyr
na”, pero los “Annales” de Volusio morirén junto a la misma
Padua y a menudo dardn holgadas tunicas a las caballas).
En este caso cl ataque va contra Ja obra y contra el autor.
Se refiere a él en tono vulgar (vv. 7-8), micntras que usa im4-
genes alsdas para referirse a Cinna. Sin duda el mayor defecto
de Volusio era Is falta de delicadeza, de A]extétq¢ —otra de las
bases de la poética helenistica.
La posicién de Catulo frente ala obra y al estilo de Volusio se
aclara mds atin en el carmen 36, donde Catulo lo sefiala “pes-
simus poeta” y destina al fuego sus “pleni ruris et inficetiarum
Annales Volusi, cacata carta’, (Anales de Volusio, sucios
papeles, Henos de rudeza y de groserias).
E} ultimo dfstico del carmen 95, afirmacién del principio
de éAryoovtyfa ex un ataque contra el Exes mismo, representado
en el nombre de Antimaco *.
4 Cf. Finetas, en La encina, dice que su obra es para quien conozca
Ja bellezn de las palabras (xéouov sav éxéwy) para el que haya palido Tucho
(xod2% poyhsa) y el que conoce la senrla de toda clase de palabras (uGduv
ravtciwy ulyev). Cf. también Horacio, Ars poetica, “castigare ad unguem”’.
* Identifieado por algunos —segtin la Epistola 93,17 de Séneca, con
un mal poeta de nombre Tanusiue. Era un personaje contemporaneo de
Catulo, autor de unos ‘‘Anales”, en verso, sobre la historia de Roma, inspi-
rados en los célebres de Enio.
* Cf. el fragmento 398 (Schneider) de Calimaco: “Lé2y xat cay) yeaa
xal ob sopbv cagés’. (Callimachus, ed. Pfeiffer, tomo 1, pag. 325). No sa-
bemos si Catulo alude especificamente a Ja ‘“‘Lyde”, a la '‘Tebaida” o a
otra obra de Antimaco.160 Aurrepo Epuarpo FRascHINt
“Parva mci mihi sint cordi monumenta sodalis,
at populus tumido gaudeat Antimacho”.
(Tenga yo en mi corazén los pequeiios monumentos de mi
amigo, y regocfjese el pueblo con el hinchado Antimaco).
“Parvum monumentum” es la sintesis de los tres princi-
pios —pulimento, delicadeza, brevedad— que se opone al
engorroso poema ciclico del “tumidus Antimachus”, con el
que se regodea el lector inculto, que valora Ja literatura por
la cantidad de pAginas escritas.
Los epigramas XXVII y XXVIII de Calfmaco ofrecen
un planteo semejante’. En el primero, el poeta saluda a log
qatvéusva de Aratos de Soles.
“‘Horé8ou 1d c’dewpa xal & ctpdmog” od tav dotdav
Usyarov, GAN’ éxvédo ph td wedtypdrarev
sOv éxtuy & Lodede dreudtaro. yalpere Aenrat
dices, 'Aptrou cdvtavog dy puxvin.””
alia lectio [odu¢odAov dypurving).
(Es la pocsia y la manera de Hesfodo. El (poeta) de Soles
ha seguido no al menor de los aedas sino, creo que a lo mas dulce
de la épica. Salud, sutiles expresiones, esforzado desvelo de
Arato —o simbolo del desvelo de Arato).
La linea de Hesfodo significa para Calfmaco la conjuncién
del conocimiento profundo y minucioso del tema y del trata-
miento poético severo, gracil y mesurado del mismo.
En el otro epigrama, Calfmaco se muestra adverso al poema.
efclico y a los principios literarios vulgares. Se evidencia tam-
bién en 6] el ansia de transitar nuevos caminos, la busqueda
de una nueva poética.
OR Walpw 7d colqux th nuxdrrndv, od88 xeheddy
xrtpw tle nohdode de xat de pépet.
1 Of, Broga, D., 1. c., pigs. 119 5a,ConTRiBuci6N AL ESTUDIO COMPARATIVO.. 161
wis xat xepigoitoy gpdmevay, odd’ ded xpiyns
alo" oixyatvw tévra te Sqydoea’? ®
(Odio el poema efclico y no me gusta el camino que lleva
@ muchos aqu{ y allé, Aborrezco al amante que se entrega 4
todos, y no bebo de la fuente comtin. Me repugnan todas las
cosas ptblicas).
Se reitera la idea de que el vulgo mide la calidad de la poesia
por la cantidad de versos y no por el valor estético de los mis-
mos. El camino de la literatura abultada, nutrida de temas
harto trillados, puede llevar al poeta mediocre a un triunfo
aparente —entre el elemento vulgar— mientras que al triunfo
verdadero, en los circulos doctos, sdlo Ieva Ja obra que parti-
cipe de las caracterfsticas sefialadas anterio~mente.
EI tema vuelve a aparecer en el himno II, “Els 'Ax6\Xwve”
(vv. 105 al 113). La Envidia® que habla al ofdo de Apolo es la
personificacién de la mala poesfa, de los poctas que se resisten
a los nuevos principios mediante la practica de temas trillados
en un estilo tosco y abultado. La Envidia sélo acepta a aquéllos
cuyo canto suena como el mar. Apolo —suprema personifi-
cacién de la poesia— prefiere unas pocas gotas del agua puri-
sima de la fuente.
(Q Bdavog "AxéAAwvog éx’ obara Addctog elxev.
"Obx Eyapar tov dorBdy bo 0b8! Baa xdveog aeldy.”?
Tay Ptdvoy aadrdwv rod! t'hdacey cde t’bernev’
“PAgsuptou motapoto wéyag bdog, AAA tae TOAAE
Kipata vig nal moAddy Eq’ Ubate cupgerdv EAxet.
Anot 8’ odx% dad zaveds Uwe popdouct péAroat,
G2? Arg xzdaph ce nal dyodavtog dvéoret
aiBaxog gE lepic odtyn AtBdc, dxeov dwroy.”
aipe Eval & BE Mapos, I & Bddvos, Ba vdorzo.””
* Cf. Honacto, Odas, III, 1,1: “Odi profanum vulgus”.
* Cf. epigrama XX, en el que, al hablar de sf mismo, dice: “8 2 Fatcay
xpéacova Bagxavlns”. Véase ademds Cahen, E., |. c., p&g. 274.162 Atrrepo Epvarpo FrascHINt
(La Envidia hablé furtivamente a los ofdos de Apolo: “No
me agrada el poeta que no canta como el mar’. Apolo aparté
a la Envidia con el pie y dijo: “Grande es la corricnte de] rio
Asirio, pero arrastra sobre el agua muchas inmundicias de la
tierra y mucho barro. A Deo sus sacerdotisas no le llevan el
agua de todas partes, sino la que surge pura y limpida de la
fuente sagrada, pequefia gota, pureza suprema”’. Salud, sefior.
Que Momo vaya all& donde est& la Envidia.).
Hay en estos versos una autodefensa en Ja que flota la idea
del poeta como ser predestinado, un xomrts pice
En la invectiva zpig Tedyivag', especie de testamento
literario de Calimaco, el poeta expone importantes principios
de su poética. Pocos son los versos que se conservan de este
poema, pero ellos brindan un material muy valioso. Aparece
alli el tema de] poeta atacado por los ignorantes y envidiosos,
quienes lo acusan de haber compuesto, a pesar de sus varias
décadas de edad, un pocmita de pocos versos en lugar de un
largo canto sobre la ira de los dioses o de los héroes™, Cali-
maco se autocalifica entonces de édtyéottzo¢ y encomia su
valor con esta imagen:
“ddAd xaddAner Bpdv word chy paxothy buxvia Cespopdpoe”
(Pero Ila Tesmoforia nutriz la eleva sobre cl haya inmensa).
En los versos siguientes alude a Mimnermo: Miuveppos
* Cf. on Ia misma composicién, vv, 9-10:
“ Omdddov dv xavit gaeiverat, &h2’ Bees EBA 65
35 pey TSp, Béyas ebtogt Bs adn Be, Aueds dncivog’
Cf. también epigrama XXI:
“MeGeat yép ctisovg Tov Byaart xaidag
wh AoGG, codtoug obx dxédevro ofhous”
La misma idea que luego expresaré Horacto en Odas, IV, 3.
“Quem tu, Malpomene, semel
nascentem Placido a mine videris”,
" Hesychius anota: “"Tedyives: Bacvdviot, yénres, qdovepol””
42 Vid. Braga, D..1.c., p&gs. 122 ss.; Calfmaco, ed. Caben, pigs, 92 as-ConTRIBUCION AL ESTUDIO COMPARATIVO ... 163
Sct yhundc... peydhy S’ovx ddidake yuri. (Mimnermo que es
dulce (poeta)... nada le enseiié la gran mujer). Opone el largo
poema Naw (jueydaq yuvt] a las obras breves y otorga supe-
tioridad a estas tltimas "3,
En los versos 17 a 20 vuelve a aparecer cl tema de Ja valo-
racién vulgar por la cantidad y por Ia expresién altisonante.
“UE Dete, Baoxaving ddodv yévog addr Bt téxvn
xplvere, wh oyolvy Tepatd: thy coginy.
Mye’ dx’ dued dipare wéya popéoucay dorkhy
cixceadar’ Bpovrdy B’odx eudv, dAk& Acés.””
(Alejaos, funesta estirpe de la Envidia, juzgad mi ciencia
poética en Ia medida del arte, no con la cuerda pérsica. Y no
esperéis de mf que dé a luz un poema ruidoso. No me corres-
ponde a mf tronar, sino a Zeus).
Dice luego que Apolo Lycio le pidié, cuando é1 se disponfa
a escribir, que le ofrendara el incienso pesado —nrdéytotov—
pero la Musa ligera —Acrrakénv—.
Pone & continuacién en boca del dios Jas siguientes normas
(vv. 25 a 28):
Tled¢ 8¢ ce xa 163’ Gvwye, ta wh natéous duakee
td otelBerv, etéowy 8 Wve wh x00? dud
Bigpov éhav pnd’ oluov dvd arardv. dAAA xededdoug
onedd’ (Slag, el xal oretvorépyy éddoers.””
(Para ti esta orden, que sigas el camino que no huellan los
carros, y que no Jleves el tuyo sobre las huellas de los otros ni
sobre la ruta ancha. Signe tu propio camino, por angosto que
él sea).
Normas éstas que pueden interpretarse as{: primero, no.
abordar asuntos demasiado largos o complicados, en Ia reali-
13 Fel escoliasta aclara: “‘napariOecal re év cuyxpices ch éXlywv otlzuv
Svea motipaca Musviguou 705 Kodogovlov nat @tAlca coi nov Bedclova cov.
rodusttzwy aueGy edoxuy civat... GBs ebeag HB av colg pixpots”
Vid. Callimachus, ed. Pfeiffer, tomo I, pigs. 3-11.164 Atrrepo Epuardo FRASCcHINI
zacién de los cuales puede faltarle el aliento al poeta; segundo
no imitar, mantenerse en lo propio por diffeil que ello resulte
Interesa esto dltimo porque afiade a las normas anteriores la
de originalidad.
Té xéuyy dice en el verso 29. Reconoce haber seguido
en sus obras los principios que le recomendé Apolo.
E] poema contintia con una serie de juegos de oposiciones
del tenor de las citadas anteriormente. Canta para quienes
aprecian e] dulce canto de las cigarras —?1ydv yoy terctyor—
y no el rebuzno de los asnos —dépufovy svw»—. Que otros se
expresen como un animal de grandes orejas; él desea ser grdcil
y alado, diaxé¢ -rrepéetc. Alimentado con rocfo, como la ci-
gaira, estar& a resguardo de la vejez. Con lo cual afirma la
conciencia de la perdurabilidad de la obra poética sujeta a
Jas normas expresadas.
El fragmento conservado de IIpt¢ Tedyivag finaliza con dos
versos que —segun opinién de Pfeiffer— fueron agregados al
epigrama XXI™. (Ver nota 10).
Otros testimonios sobre los principios literarios de Calf-
maco pueden hallarse en los epigramas II, VI, VII y VIII.
Epigrama II:
Elme tic, “Hoduarerte, tedv wdpov, é¢ Séue Bdxpu
Arayey, euvfodyy Wacdns dupdteper
Hedtoy Moxy xateddcauev’ dAAe ob wey zou,
ety’ ‘Adtxapyyse, cerpdrddat oxodu}.
ai 88 saat Cdousy adydévec, av & cdvewv
dpnaxnis 7ALns obx éxl yetpa Badel.
(Alguien me dijo, Herfclito", tu destino y he llorado;
recordé cudntas veces ambos nos habfamos tendido al so] para
conversar, Pero ti, mi huésped de Halicarnaso, después de
mucho tiempo no serds mas que eceniza. En cambio viven tus
“4 Vid. Callimachus, ed. [feiffer, tomo I, p&g. 8 y tomo LI, pag. 86.
38 Herfclito de Halicarnaso, supucsto autor de) epigrama AP, VII, 465.CoNTRIBUCION AL ESTUDIO COMPARATIVO... 165
cantos de ruisefior, sobre los que no echar4 su mano Hades
el que arrebata todas las cosas).
Epigrama VI:
Tod Dowlov xévoc elul S6uq nxoré Detov corddv
BeEaudvou, xArelw 8’ Etpurov, toe’ exadev,
nat Eavddy "Lédeav, ‘Oprieccoy 8 xadedpat
yedupa’ xpeagday, Zed gle, toito wéya.
(Yo soy la obra del Samio, el que una vez recibié en su casa
al divino aeda; canto a Eurytos y cuantas cosas padecid, y
a la rubia Idleia, me Haman pocma homérico. Para Creéfilo,'*
Zeus querido, esto es grande).
‘Vuelve al tema de la pureza de expresién en el elogio a
Teéteto'” (ep. VII). \
"Have Ocatryntog xaflephy od6v ef Bent xtogdy
toy tedv oly airy. Bdxye, xércudog Eyer,
didwy uty xipuxeg ext Beayby obvoua xatpdy
gdeyEovrat, xelvov 8 “EAAds det coplny.
(Recorrié Teéteto un camino puro. Ese camino puede no
conducir hasta tu hiedra, Baco; pero los nombres de los otros
por breve momento pronunciarén los heraldos, en cambio la
Hélade siempre proclamaré el de aquél.).
Una vez més conffa Calimaco en la perdurabilidad de la
obra bien pulida.
En el epigrama VIII Calfmaco asocia, mediante un juego
conceptista, la expresién breve con el resultado final de Ia crea-
cién poética. Nexd (venzo) dice el poeta triunfador: oxdnoed
% CreEGFILO, autor del poema Za toma de Oichalia, en el que figuraba
Héreules como pretendiente de Ioleia, hija de Eurythos. Este poema se
atribufa a Homero y se decfa que el gran aeda se In habfa cedido a Credfilo
en agradccimiento por la hospitalidad recibida de él.
* Teéteto, poets alejandrino epigramdtico, No se coneervan obras
suyas.166 Auraepo Epvarpo Frascaint
ca ytyvéueva (dutos los acontecimientos) respénde aquél a
quien las Musas no favorecen. Calimaco pide entonces a Didny-
sos: “éuol, dvat, 4 BeayucvAdafty, es decir, la palabra breve
—el vx del vencedor— y la expresién breve.
Para completar cl cuadro —antes de considerar otros pa-
sajes anflogos de Catulo— nos referiremos al “Iambus” XIII
(fragmento 203 de Ja edicién de R. Pfeiffer) en el que Calimaco
defiende otro principio de su poética: la zoAuet8ste (variedad),
EI estado en que gc conserva este pocma es muy fragmentario,
pero gracias a la 3eyyy2t¢ sabemos que estaba dirigido a quicnes
le reprochaban la variedad de su obra. Variedad que se da en
todos los planos: combinacién libérrima de dialectos, riqueza
métrica y temdatica
Dice la sujynoig: Moicat xadal xdnddrdov, olg éyd onévda"
"Ey tobtw xpbg tole xatapemgoutvous airdy del tH xodverdelg
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