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“LA QE RESENTACAO KK pel MUs_oY eh er NO” (KA et) : Introduccién 4‘ LOS PROBLEMAS Y LOS METODOS En 7 El problema que nos proponemos estudiar es vo s6lo uno de | jos més importantes, sino también uno de los més dificles de 1a psicologia del nifo: qué representaciones del mundo se den es Ponténeemente en los nifos en el tcanscurso de las diferentes tapas de su desarrollo intelectual? Este problema se, presenta balo dos aspectos esenciales, Dz una parte la cuestién de In mo~ Galidad del pensamiento infantil: ;cuales son los planos de rea- Tidad sobre ia cual se mueve este pensamiento? O, dicho de otro ‘modo: geree el aifios, como nosotros, en un mundo real y distin- de las diversas ficeiones de su juego 0 de su ida distingue el nifio el mundo exte- 'y qué separaciones establece iad ot terrogaciones problema: el de 1a realidad en el Jgada una segunda cuesti6n fundamental: la constituyen un pi | ‘A él se encueni de la explicacién en el nifio. {Qué empleo hace el ni de Ins aociones de causa y de yy? Cul es la estructura de la cavsalidad do Ia explicacién en los pri diversos tipos de explicaciones filo- 0 original de explicaci6n? He ‘que constituyen un segundo problema: De Ia realidad y de 1a causalidad en ‘en aste libro, asi como en una obra ulte- ‘0. Desde el primer momento 10s de los que hemos estu- plicaciéa en las ci séficas, Nos ofrecerd 12 Le representacién det mundo n muchos puntos de contacto, pera distinguidas sin demesiada arbitrariedad. Ahora bien: ts forma y fi funcionamiento del pensar se ponen d= manifiesto cada vez 1 nifo establece relacién con sus semejantes 0 con el fdulto: es une manera de comportamiento social que puede ob: secvarse desde ef exterior. El contenido, por el contrario, se des- Cubre 0 no, segin los nifios y seqtin los objetos de representacién Consiste éste en un sistema de creencias fatimas y se necesita una ‘Sonica especial para llegar @ descubritls. Es, sobre todo, un sistema de tendeacias, de orientaciones de espiritu, de tas cunles ti mismo nito no ha tenido conciencia y de las que nunca ha hablado. ‘estas razones, es 0 s6lo itil, sino indispensable, que nos pongamos de acuerdo, ante todo, acerca de los métodos 4) arg el estudio de les creencies infantiles. Pace ‘rgar de ia légiea de los nifos basta, con frecuencis, hablar con 5. Basta también observer cémo hablan entre sf, Para juzgar de sus creencia dk (que co: amos que es, desde el primer momento, dificil y laborioso, y ‘necesita un golpe de vista que supone, por fo menos, uno 0 aiios de entrenamiento. Los psiqufatras, acostumbrados a la clinica, comprenderdn inmediatamente por qué. Para aprecior en su justo valor una determinada expresiéa de un preciso tomer, en efecto, minuciosas precaueiones, De {auciones quertfamos decit unas palabras, porque, de al lector correria el peligro de de las paginas que siguen, y © desnaturalizar las experiencias como esperzmos, a repetirias y comprobi eden ser atlas por método de Ios tests, 1a observa El primer método que se be olver el problema que nos ocuga, es el de Ios f eganizadas, de ido, que satisfa In pregunta os idéntica para todos los sujetos y se propone si Lor problemas y les métodos 13 pre en las migmas condiciones; de otra, Ins respuestas dadas por fos sujetos son refericas a un baremo o a una escal, lo cual per~ amie compararlas cualitativa o cuanttativamente. Las, veatajas de este método son bles p i Jos nifios. Y en pticologie general ins estadisticas obtenidas pro- poccionan coo frecuensis informaciones de utilidad. Pero, con fespecto 2 10s problemas que nos ocupan, pueden reprocharse a los tests dos nciables igconvenientes. En primer término, n0 pes- te de loe resultados obteaides, Operando Siempre en condiciones idéaticas, se obtienen resultados brvtos, interesante: para Ja préctica, pero, con frecuencia, inutiizables para teorizae, por inguficencia de'contexto. Mas, esto, todavia bs nada, porque se concibe que 2 fuerza de ingeniosidad se Legue f variar los tests hasta descubrit todas las componentes de una fcttad psicolégica dada, El defecto esencial del test, en las in- Yestigadiones que nos ocupan, estribe en que falsea I orietacion tepirtual del nifo a quien se interroga, ©, por lo menos, tene ch ppeligco de falsearla, $1 nos proponemas, ‘por ejempl Eémo concibe el nifo el movimiento de los astros, y planes I pregunta: "Qué es lo que hace avanzar al sol?" el pio nos responderd quiza: “Es el Bue Dios que lo impulsa”, o “el veato fue lo empuja”, ete. Se obtendrén resultados que no debemos Gesconocer, incluso si son debidos 2 la fabulacin, es decis, « 1a terdeacia que tienen los nifos a inventar mitos cuando st eo- fuentean.perplejos por una pregunta dada, Pero, aunque some- tiéramos & prueda a los nifos de todas las edades, no hubiéramos avancado nada, porque puede ocurrir que et niio no se haya pl feado mince a cuestiéa de [a misma manera e incluso que n0 se eado de ning modo, Puede ocurris muy bisa 4 sol como un ser vivo cuyo movimizato ie e8 pr Al “iQuiéa hace avanzar al sol?”, se sugiere sdbitamec- riot, y se provoca el mito. Al pregua- sol?", se sugiere, quizi, sl contrario, una 1yCémo avanza el ‘c6mo”, que tampoco existia, y se provocaa 1) avanza soplando”, “con el cal i variar las preguntas, © eo renunciar & tode cuestionario fij ‘0 en patologia mental, Un demente precoz fe tener une lucide? © una reminiscencia suficiente pare decir ‘goign es su padre, aunque se crea habituaimente salido de fama més ilustre. Peto Ja verdadece incégaita estriba ex saber cémo se planteaba ei problema eo su espi 14 Le represented dei mundo ax el nifio Lor problemas y los enéiodar 18 ‘Bl arte del clinico no consiste en conseguir que hays une respuesta, Excojamos un ejemplo. Estudiaremos en ‘este volumen el oti sino en hacer hablar libemente y en descubrir las coudencias es- mismo infantil. Veremos que, cuando se pregunta 2 los nifos s ponténeas, ca vex de canelizerlas y ponerles diques. Co: en a sol, etc,, esté vivo, dotado de saber, de sentimieato, etc., los Sitar t0d0 sistoms dentro de un content mea gar de ides de cierie edad responden afirmetivamente, Pero, jes éste i realizer una abstracciGa de En resume, el test o8 lino idee esponténen o es una respueste sugeride dircota 0 indirec. ements por #!interrogatoric? Se busca entonees en las colecciones Pero, pate nuestro propésito, tiene el peligro de falzear las pers fe pregontes de nifos si existe slgGn fenémeno ansiogo y se ve pectivas, desviando la orienlacion del esprit del nifo, el de que que un aihe de seis afos y medio, Del (véase L. ?, cap. l § ©) Se orillea les cuestiones esenciales, de Jos intereses esponténeos y fa preguniado espontineamente, al ver rodar use bole em de los modos de ser primitives + diteecidn de le cbservadora: “2Ella sabe que estis ah abajo Recurramos, pues, a Ja observacién pura. Toda iovestigacién Se ve también que Del ha formulado un gran mimero de pregon- sobre el pensamiento del nifio debe partir de le observacién, y tas pate saber euéndo vn objeto, como Una hoje, esté raverlo © volver @ ella para comprobar Jes experiencias que esta observe: vive. Se ve, sobre todo, que, peta responder 2 le afirmacién d= cidn haya podido inspirar. Ahora bien: en lo que concierne 2 los | Que las hojas muertas estaban muy muertes, Del he contestado: problemas que nos plantearemos en nuestra, investigacién, ia Siero ellas se mueven con el viento!” (Fd, § 8). Bay, pues Sbservacién primaria nos ofrece une fuente de documentaciéa nidos gle, por la manera de formular sus, preguntas, pareceo de importancia: el estudio de las preguntas esponténeas de los i nto. Estos hechos demuestran que nifos. EI examen detalado del contenido de Jas preguntas revela } tin interrogatario sobre el animismo, practicado de cierts manera sus fotereses en las diferentes edades, y nos indica numerosos (preguntando, p. ej, al modo de Del, si un cuerpo en movimiento cid de ta problemas que el nifo se plantea, en Jos cuales nunca hubiéramos que avanza), no es artificial, y que le as pensado 0 que no noe planteariamos jamds en los mismos térmi- Y del movimiento corresponde a algo espontinco en el niko Bos El estudio de le forma misma de las preguntes, mussire, sabe ‘Pero, ei vemos la necesidad de Ia observacién directa, adver- todo, cuales son las soluciones implicitas que se dan Jos nifos timos también qué obstaculus limitan forzosamente so uso. El porque casi toda pregosta contitoe su solucién smanern todo dr ie cbservacién pura no sélo es leborioso y parece 0 eb que e: planteada, Asi, cuando un nifo pregunta “iq poder garantizar la calidad de los resultados més ue en detr- al sol?”, parece elazo que lo concibe como debido & una x Printo ce su eantidad (es imposible, en efecto, observer en les fabricante. O, también, cuando un nifo pregunta por qué hay Thsmas condiciones on gran niimero de nifos), sino que, ade- dos Saléve, uno grande y uno pequefio, mientras que no hay dos qhds, parece contener cferios inconvenientes sistemsticos, de fos Cervino, parece coneebir las montafias como dispuestas confor Que vamos 8 exponer re 2 un plan que excluye todo azar, En primer 16 ject del niho cons- Estamos equi, pues, dispuestos & exponer ona primera regia | sinnye un serio abstéevlo para see conocerle por pura de puesto método. Cuando se emprende una investigecién sobre fabservacién, sin preguotar de ningin modo al nifio observado. Ea ae eno modo: Cutds se eppende une inves Sse) ee um iin Semone eo ova pte. Pop 10) vestgecion, per de elgunas preguntas espontaneas formuladas ig pusce espontancemente, 0c Lega ® comuniesr, por aiios de la misma edad o més iévenes, y oplicar Ie forme std en ip sociedee de su Frisma ée estes pregustas a las que os proponemos fantes, y Je convereasion ¥ fos aioe que srvan de sujetor, Import, robre todo, josgo, sn inclinarse sobve esta freccion esenci pretende obtener alguna coaclusién de Jor resultados de une in Pee Ge le aacign 9 se Gesoovuelve en contacto de los es Nestigaci6n, busear une contraprucbs al estudia Gotvided 2dulta © de [a paturelecs, Desde i Espontineas de los nifics. Nos damos entonees cventa de si las ins representaciones del mundo y le causelidad fisice | representaciones que ¢ siibuyen a los nifos correspond Tarecerkn desprovisias pare e) aise de todo interés, O bien f preguntas que ellos plane ¢ ie manera misma def rere erey gouedad ge lor a0ultos y enlonces pregunta sin ceser, esas preguntas ny tinder sus props explicaciones, Las call, pimero, porgue ree que todo 41 mundo las conoce, y después, = continuacién, por pudcr, por miedo de equivocarse, por temor 2 las desilusiones. sobre todo, porque, siendo suyes, sus ex rales y basta las expresarse clara porgue el pensamiento ‘0. Peto, al ado igeacias al leo ovéntos pensamientos informulabies no perma- -ognoscibles cuando nos limitamos a observar al niho sit ie? Eatendemos por pensamientos informulables tas acti- des del espitity, los esquemas sincrétices, visuales o motores, dos estos preealaces que se siente existir en cuanto se habla con un aiBo, Hay que conocer, ante todo, estos preealaces, y, para hacerlos aflorar, es necesasio emplear métodos especiales. Ei segundo inconveniente sistemético de la observacién pura se refiere a la dificultad de diseernir en el nifo el jucgo de le creencia, He agui a un nifio que se cree solo y que dice a un rodillo compresor: “7Has aplastado bien jas piedres grandes?” {Juega o persorifiea realmente la maquina? Es imposible decir fen tal acontecimiento, porque es un caso particular. La obser~ vacién pura es impotenie para separar y distinguir la ereencia de. Ja Fabulaciée, Los Gnices eriterios, como veremos posteriormen- fucdados sobre Ja multiplicided de los resultados y 19 rta, pues, 2 toda costa, rebasar el método de la obser- vacién pura y, 3 inconvenieates del test, alcanzar 'S principales ventajas de la experimentacién, Emplearemos a este efecto un tercer método que jos recursos del observaciéa directa sus respect 26 dete ef método del examen clinico, que -0$ incon 5 psiquia por ejompio, ciertes formas paranoides duraate’ meses enteros aflorar fa idea de grandeza que se presente, no obst exuafie. Por otra parle, no se dispone de 4 los diversos sindromes mérbidos. Pere nico puede, a le vez: 1) conversar con el en ole en iamas respuestas de manera que no pierde nada de Jo que pueda surgir en relaciOn con las ideas delirantes, y 2), conducitlo suavemente hacia las 2008s cr ftulos militares, politicos, sus taleatos, su vida ris- ber saturalmente dade afloraré le idea delirante, jeado de modo coustante Ia coaversacién en un te- I | ios (7 Lon problemas 9 las reno fecundo, De este modo, el examen clinico participa de la experiencia en a] sentido de que el psiquiatra se plenten proble- mas, forma bipétesis, hace vorlar las condiciones que eniran en juego, 7, fiaalmente, comprueba cada una de sus hipétesis al contacto de las reacciones provocadas por Ia converseci6a. Pero 1 examen clinico participa también de la observacién directa, en fl sentido de que, ef buen clinico, diigiendo se deja digit, y tiene en cueata todo el contexto meatal, en vez de ser victima fe “errores sistemétices”, como ocurre con frecuencia en el caso ‘del experimeotador puro, Ya que el métado clinico ba rendido grandes servicios, en un campo donde, six dl, no habria sino desorden y confusi6a, seria tun gran error privar de él a Ja psicologia del nifo. En efecto, no hay a prior) ninguna razén para dejar de preguntar a los nifios acerca de dos puntos en que la observaciéa pura deja Ia invest gacién en suspeaso, Todo lo que se ha dicho de Ia mitomania y de la sugestibilidad del nif, asf como de Jos errores sisteméticos que producen, no puede impedir al psicélogo preguntar al ail salvo precisemente la determinaciéa, por el examen clinic exacta que correspoada a le sugestién o a le fabulacién en respuestas obtenidas. Es jG! citer agui ejemplos, ya que este obra se propone, todo, cousttuir usa compilaciéa de observaciones

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