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Oee | * died, Judy Moody cambia de humor segtin la / adivina el Futuro ‘ocasi6n. '¥ ahora tiene un anillo del humor para demostrarlo! Ademés, ese anillo tiene _. Poderes Stiper Especiales y Judy se ha _' propuesto empleartos para adivinar el futuro. " Todos se preguntan en clase si tendré poderes i de verdad. Seguin Judy. Moody, desde ahora | --Madame.M, Ranita reapareceré, Judy sacara B un 10 en el examen de Lengua y el amor es i a auténtica razén de que el profesor Todd | eve gafas nuevas. ;Seré Madame M algo i mds que una fatsante? ;Tendra ocasién de demostrarlo? 1Wdy Moody adivina e1 futuro! iAtréve+e H @ preguetar, @ Judy Moody una OA ! (ceestion muy importante)! : eas J Megan McDonald petracines de Peter H Re AoldS Tato oiginl fay Mody Preis the ute Pubes primers por Wolke Books Limited, Londres SEL SH) 1 Del ext 003, Magan SeDonold SBeusiReameconesy in pata de fady Moody" 2003, Peter, Reynolds {Se lo rasuce: 2004 ataae ‘5 Decstnadcon: 2004, Santilana USA Publshing Company, Ie Dea esc “igs Aoullor, kes, Tours, Ragusa, 8A. Baones NE Eetndre Atm 720 (COOLAAD, Clu de Boenos Ass, Argentina Crayola es una marc estado Binney Sth san 10: er. 9e0463 BBR 1g, 97b967.06 016327 Hecho el dept qu marc aoy 11.723 Ingres on Argentina rnd i Agen, rural de 2008 cn ena de Santone hn cei, Visto Benes, aqualin Rlvera Magustacén Alvaro Games ‘Gootdinasn de de Botte Rociguer ‘sdopaconpors Amaia eet Mendoza ‘Von ctor de age Santana que eta on: Fane © kegemia bola «Brod» colonia (CB ice el» Eaundor =H Saleedo » EE. ‘Gintmolosfoaduir «Méxco» Panera Faroguay ects Pomupel Pacts Hho *Repubien Dominiana Unguay *venercla abana, eps aay oad trocar Aes gu ano tai, 2006 aig State oo ad) ya age Air Td Tiss dehy er i pubic no pte eon odo nen ‘ana srcsnuc en gtenamid goon sete eaeopera de infomene = ‘fngun frm n pr inn med, ee atc, noqmics, elec, magi, ‘Heropi pr eco ecalgie o, erm peo pa ea eee Dara Barbara Mak y tes os ators Parkes Contr So Megan MDorcitd Daa Das toy, Dua ipo 92 apago Deter W. Repotas Indice Ee ante der Lumor 4 Citeara wdeara ar La womada de Sapito y Madame Mh, de Mood, “9 La Sabectode Duemiente wee. eee, “ay Vipopstme diowo vies e eee eee) sf Prtictida es, boopocs ee ” So --””r”Errr ——r—— 1% "7 Una advinacitn que noes Geen eo. . 1386 Morado Tea. EL anro dev Lumor Judy Moody se tomé uno, dos, tres tazones de cereal. No encontré ningtin pre- mio. Se sirvié cuatro, cinco, seis tazones..._ | Por fin salié el Premio Misterioso. Judy rasgé répidamente el envoltorio. {Un anillo! Un anillo de plata con una linda piedra. {Un anillo del humor! ¥ una cartulina pequefia en la que decia: eCémo anda tu humor hoy? ew Como anda tu umor Oa & ene RECT) we le | Judy se: puso el anillo, presioné el | pulgar contra la piedra y apreté los ojos con fuerza. Mil uno, mil dos, mil tres... Esperaba que el anillo se pusiera mora- | do, que era el mejor color, Morado sig- nificaba Encantado de la vida. | Por fin se atrevié a mirar. ;Oh, no! No lo podia creer. jEl anillo estaba negro! Ya se imaginaba ella lo que eso e significaba sin necesidad de que se lo dijeran, Negro era inseportable. un! “A lo mejor conté mal”, pensé Judy. Cerr6 los ojos y volvié a apretar el anillo. Esta vez sélo pensé en cosas agradables y alegres. Se acordé del dia en que Rocky, Frank y ella pusieron una mano de goma en el inodoro para gastarle una broma a Stink; de cuando su codo salié en una foto en el periddico; y también de cuando recogié dotellas para salvar ei bosque tropical con sus compaiieros de Tercer grado. 12 Pens6 en cosas moradas: piedras, caramelos y paletas, Judy Moody abrié los ojos. iHabia fallado! El anillo seguia negro. iEstaria dafiado? jNo! Judy estaba segura de que los anillos no mienten, y menos atin si vienen con instrucciones. Por si acaso, Judy puso su pulgar durante un rato sobre un cubito de hielo y después volvié a apretar la piedra del anillo. jNegro! Metié el dedo en agua caliente y apreté6 de nuev requetenegro. Ni un poquito de morado. Negro, negro “Sera que estoy de mal humor y ni siquiera lo sé”, pens6 Judy. “;Cudl puede ser el motivo?”, 13 Judy se fue a buscarlo. Encontré a su padre plantando bulbos de otofio en el jardin. —Papa, ime llevas a Pelos y Plumas? A Judy no le gustaba nada cuando su padre tenfa cosas que hacer y no podia levarla a la tienda de mascotas. Podfa sentir cémo se iba poniendo de mal humor. —Claro. Espera a que.me lave las manos. —jDe verdad? —pregunté Judy. —De verdad. —Pero tienes cosas que hacer. Y yo tengo tareas. —No importa. ¥a estaba acabando. Me lavo las manos y nos vamos. i —¥ las tareas? —Las haces después de la cena. —Olvidalo —respondié Judy. —jAh, si? —dijo su padre extrafiado. Judy Moody siguié buscando otro motivo para estar de mal humor. Le fastidiaba que su madre la man- dara a peinarse. Asi que se solté las cole- tas. Los pelos le quedaron de punta como las ptias de un Tyrannosaurus rex, y el flequillo le qued6 sobre los ojos. 15 Encontré a su madre en el sillén rosa, leyendo. —Hola, mamé. Su madre le sonrié. —Hola, carifio. —{No vas a decir nada? —pregunté Judy. —Como qué? —Pues “Péinate, Quitate el pelo de los ojos. Pareces un Tyrannosaurus rex”. Algo por el estilo... —Es por las coletas, carifio. Se te pon- drd bien en cuanto te Jo laves esta noche. —ZY si viene alguien a casa y lama a la puerta ahora mismo? —iQuién? Rocky? —No, alguien como el Presidente. 16 —Pues le dices al Presidente que enseguida bajas. ¥ luego subes a peinarte. Era imitil. Judy Moody tenia que encontrar a Stink, Si habia alguien capaz de ponerla de mal humor, era su hermano. a ee Ge Judy subio y entrd en el cuarto de stink sin llamar a la puerta. Stink! Dénde esté mi maletin de médico? —jQué maletin? Yo no lo tengo. —Pues siempre lo tienes ti. —Me dijiste que no tocara tus cosas. —{Tienes que hacer caso a todo lo que se te dice? Judy fulminé el anillo con la mirada. —£ste anillo miente —dijo mientras se lo quitaba y lo tiraba a 1a basura. Stink lo recogié. —jUn anillo del humor! ;Guauu! —dijo Stink, y se lo puso. La piedra se puso negra, negra como el aia de un murciéiago. 8 —{Lo ves? —dijo Judy—. No funciona. Stink ‘presion6 el pulgar contra 1a piedra. ;Se puso verde! Verde como el cuello de una tortuga, verde como la Panza de un sapo. Judy no lo podia creer. —Déjame ver —le ordend; estaba verde de verdad—. Stink, devuélveme ahora mismo mi anillo del humor. —Lo tiraste a la basura —respondid Stink jugueteando con el anillo para provocarla—. Ahora es mio. —iPuafl Ese verde es feisimo. —iMentira! —4I verde significa que tienes envidia, que te gustaria ser yo. Stink, jestés verde de la envidia! Ww —{Por qué iba a tenerte envidia si ti no tienes ningiin anillo del humor? —Damelo, Stink, que por ese anillo me comi siete tazones de cereal, me negué a ir a Pelos y Plumas y me congelé el dedo hasta quemérmelo. —Pues con todo y eso, ahora es mio. Grrr! —grité Judy. Cieara mdeara Al dia siguiente, Judy amanecié de un humor negro como un pan tostado que- mado. Et humor que, rapidito, pondria la piedra del anillo negra. Se propuso convencer a Stink de que elld poseia poderes mdgicos y por eso tenia que darle el anillo. De qué sirve un anillo del humor en manos de alguien sin poderes magicos? {Donde andaria el metiche de Stink? 21 Seguro que estaba en Ia sala leyendo la enciclopedia, asi que Judy bajé corrien- do. Efectivamente, Stink estaba acostado en el suelo, rodeado de enciclopedias, tocdndose un diente flojo. —iYa lo sabia! —exclamé Judy—. He adivinado que estarias leyendo la enciclo- pedia. {Tengo poderes especiales, super- poderes magicos para ver el futuro! —Siempre estoy leyendo la enciclope- dia. ;Por qué letra voy? —Por la M. —jNO! —exclamé Stink—. ;Por la St —De todas formas, adiviné. {Qué més podria adivinar? Buscé en Ja cocina una gallleta de pesca- do para Mouse, y la escondié en el bolsillo. 8 | —Adivino que Mouse va a entrar | qhora mismo en la sala —anuncié. Se puso la galleta de pescado detrés de la espalda, donde Stink no pudiera verla. Mouse entré en la sala con su andar ondulante. —jMouse! —exclamé Judy—. Qué sorpresa! jS6lo que... yo ya lo habia adivinado! jJa! —Mouse siempre viene donde esta- mos —respondié Stink en tono burlén. —iY si pudiera leer el pensamiento de mamé? —Yo prefiero leer la enciclopedia. —jStink, tienes que venir conmigo! fabulosos poderes de adivinacién! H Stink la siguié al despacho de su madre. —Hola, mamé —dijo Judy—. ;Sabes una cosa? —{Qué? —le pregunté su madre mirdndola por encima de las gafas. —Sé en qué estas pensando —Ie ase- guré Judy. Apreté los ojos, arrugé la nariz y se levé los dedos a las sienes—. Estds pensando... que te gustaria que limpiara debajo de mi cama en lugar de andar molestindote. Estas pensand que te gustarfa que Stink hiciera ya su tarea para no tener que lidiar con eso durante el fin de semana. —iFormidable! jEso es exactamente lo que estaba pensando! —exclamé su madre, 5 —ZLo ves? —dijo Judy sonriendo. —jEstabas pensando en eso de ver- dad, mama? —pregunts Stink. —Ahora adivino que papé va a llegar ya ala casa —insistié Judy. —Porque has ofdo la puerta del garaje —respondié Stink. —s verdad. Estd bien, hoy le toca a papd hacer la cena. Adivino que serdn espaguetis. —No sabe hacer otra cosa més que espaguetis y macarrones. Stink cortié a la cocina. Judy corrié detras de él. —iPapa, papa! —grité Stink—. ;Qué hay para cenar? —Espaguetis. 6 —Acertaste, pero por casualidad —le dijo Stink a Judy. —P-S-E, Poderes Stiper Especiales —dijo Judy. —De acuerdo —concedié Stink—. Estoy pensando en un numero. —No funciona asi. —iDimelo! ¢Cudl es el numero? Judy fue por un trapo de cocina y se lo puso en la cabeza como un turbante Cerré los ojos, se levé las yemas de los dedos a las sienes y comenz6 a decir cosas raras. —Ali Baba. Abracadabra. & Cticara, macara. —(El trapo de cocina te ayuda con los PSE? —pregunté Stink. un ee —iCillate! Me estoy concentrando. —Date prisa. En qué estoy pensando? —En que no tengo Poderes Stiper Especiales. —Correcto. —En que si tuviera PSE no tardaria tanto —continué judy. —jCorrecto! ¢¥ lo del mimero? El ntimero favorito de Stink era siem- pre su edad. —El siete. —iMuy bien! —exclamé Stink—. Ahora estoy pensafdo en un color. —jEn el verde fefsimo del anillo? —pregunté Judy. —iNO! Berenjena —dijo Stink. —iBERENJENA! jBerenjena no es un color! Es una hortaliza asquerosa. 8 —Pues eso es en lo que yo estaba pen- sando. —Reconécelo, Stink. Tengo poderes especiales hasta sin el anillo del humor. —Asi que no te hace ninguna falta —e respondié Stink faroleando el anillo delante de las narices de Judy. —Una persona con poderes especiales como yo debe tener un anillo del humor. Es para adivinar el futuro, como una bola de cristal. {Se te ha puesto morado el anillo a ti? —Pues no. —iLo ves? Slo se pone morado con las persorias con Poderes Stiper Espe- ciales. ¥ se pone verde de envidia con los simples lectores de enciclopedias. 9 | | | Stink se quedé mirando el anillo. —En realidad, adivino que si no me devuelves el anillo, el dedo se te va a poner verde y se te caerd. —No pienso quitérmelo nunca. —Eso ya lo veremos. La rramada de Capito El sdbado, Stink estaba leyendo la enciclopedia jotra vez! El diente estaba un poco més flojo. Por supuesto, él se lo movia con el dedo del anillo del humor. La piedra resplandecia, lanzaba destellos. Stink se rascaba la cabeza con el mismo dedo unas cien veces por minuto. —Stink, tienes piojos 0 qué? —pre- gunté Judy. —No. jTengo un anillo del humor! —dijo, y se eché a reir como un loco. 31 EI muy piojoso estaba empezando a sacar a Judy de sus casillas. No podfa seguir un minuto més en la misma habitacién viendo su anillo que no era suyo. Necesitaba pensar. Judy eché un. vistazo al jardin por la puerta de atrds. Estaba lloviendo. Se puso las botas impermeables, cruzé él jardin corriendo y entré en la sede del club $.0.8. (Si te Orina un Sapo), tam- bién conocida como la vieja tienda azul. La Iuvia hacia: plip-plop, plip-plop. La sede del club parecfa desierta con ella sola alli. Le habria gustado que estuvieran los demds miembros ‘del dub, por lo menos Rocky y Trank; Stink, no: Hasta eché de menos a Sapito. No debié haberlo liberado, aunque fuera para salvar el planeta. iCroac-croac! iZas! De pronto, se le ocurrié una idea. Una idea perfecta para demostrarle a Stink que podia adivinar el futuro, Ella, Judy Moody, adiviné que su her- mano no tardaria en devolverle el anillo del humor. No necesitaba més que un envase de yogur, un poco de suerte y un sapo, 0 al menos una rana. 33 Judy abrié el paraguas y se agachd para buscar el dichoso anfibio. Miré en un monton de lefa, dentro de la manguera enrollada del jardin y debajo de la vieja bafiera que estaba detrds del cobertizo. jCroac-croac! Podia ofr como un millar de ranas, pero no vefa ni una, Seguro que habia por alli alguna criatura parecida a Sapito. No estaba buseado algo tan dificil como un escarabajo tigre ni nada de eso. Ya estaba a punto de rendirse y volver a casa cuando oyé algo en el porche de tras que hacia jcroac-croac! jEra Mouse! jMouse hacia un ruido igual al de una rana! 34 sicinnnis La gata estaba bebiendo agua de su plato. iEspera! No era Mouse, més bien era el plato el que croaba. jHabia un sapito nadando en el plato det agua de Mouse! Judy respiré hondo’ Sacgafuy despa- cio el envase de yogur. —iJa! —atrapé con él al sapo. Se pre- gunté si se pareceria a Sapito y levanté el envase para ver. jCroac-croac! El sapo se puso a dar saltos por el porche, bajé las escaleras y se metié en la hierba mojada. —Sapito, Sapito. Bonito, ven con Judy. Sapito bueno. iCroac-croac! ;Croac-croac! —iTe agarré! —grité Judy atrapando al sapito. 35 OOOO i i Llr©| —Estamos al rojo vivo —contest6 Judy—. Como para derretir la Antértida. —Me temo que la Antdrtida va a seguir donde est —y le devolvié el anillo—. “Contesta esto tu Cuestién Muy Importante? —i8i, si, sf! jGracias, sefior Todd! Judy salié disparada por la puerta. Madame M estaba otra vez en marcha. A partir de ahora iba a adivinar el futuro como nunca. Judy bes6 el anillo del humor. Se lo puso en el dedo tan pronto subié al autobiis. El anillo estaba ambar. Ambar significaba Nervioso, tenso. Sabia lo que la tenfa nerviosa: que habia hecho 1a mejor adivinacién de toda su 123 vida. Antes de que pudiera decirselo a nadie, tenia-que averiguar de quién esta- ba enamorado el sefior Todd. No iba a ser facil. eo 0 @ Judy volvié a la biblioteca el sébado por la mafiana, Busoé a Lynn, la bibliote- caria de los aros del. tenedor y el pastel. Ese dia levaba unos aros que eran unos monopatines. —jTe cambiaste de aros! —dijo Judy. —Suelo hacerlo. Qué quieres? —{Dénde hay libros que digan si una persona esta enamorada? « —Verds, esas cosas no vienen en los libros.. Normalmente una persona lo sabe... ¢ . —Para que lo sepas, no se trata de mi —dijo Judy, poniéndose colorada como un tomate—. Quiero saber si esté enamorada otra persona. —Ah, ya entiendo. —Hay miles de libros. Aqui debe de haber algo relacionado con el tema del amor. A todo el mundo le gusta el amor. —Déjame ver —dijo Lynn—. Tenemos libros del dia de San Valentin. Y también novelas de amor. —i¥ sobre hechizos? ¥ conjuros secretos? —Vamos a ver... La bibliotecaria lev6 a Judy a la sec- clon de amor y sacé un libro morado con letras plateadas perdido en una estanteria. Las letras decfan Descubre tu verdadero amor. Judy lo abrié y lo hojed. EI capitulo cinco se titulaba “jLo que necesitas es un taz6n de miel!”. —iMiell {Qué facil! {Me lo evo! iGracias! Judy empez6 a leer el libro mientras esperaba en la fila a que lo registraran para llevarselo, y siguié leyéndolo de camino a casa. “Antiguamente, se usaba un taz6n de miel para revelar la identidad de un ver- dadero amor”. 128 Judy fue directo a la cocina y vertié un frasco de miel espesa y pegajosa en un tazén. Afiadié Iuego unas palabras magicas. —Ciicara, mécara. ¢De quién esta enamorado el sefior Todd? —dijo, y se quedé mirando la miel. Lo que vio se parecia a... un pollo ilmposible! El sefior Todd no estaba enamorado de un pollo. “En Egipto, en cambio, miraban en Jos tinteros”. Judy agarré un tintero del escritorio de su madre. Vacié la tinta en una fuente, pero lo tinico que vio fue el reguero que habia armado y un manchén de tinta en Ja camiseta, que 128 parecia la Antdrtida. Nadie estaba enamorado de la Antartida. “Pon un plato en una mesa y echa dentro veintitin alfileres”. Ese se lo salté. No tenia alfileres ni nada por el estilo. “Pon un trozo de pastel de bodas debajo de la almohada y suefia conla | persona con la que vas a casarte”. iPastel de bodas! ;Dénde demonios iba a encontrar un pastel de bodas? “Vas a necesitar un reloj y un cepillo del pelo”. . {Un cepillo del pelo? A Judy nunca le habian gustado los cepillos del pelo. ¢Qué tenia eso que ver con el amor ver- dadero? jEste asunto del amor era com- plicado de verdad! 129 “Récorta veintisiete cuadraditos de papel, cada uno con una letra del alfa- beto. Coloca las letras boca abajo en un cuenco con un poco de agua. Las letras que se den la vuelta formardn el nombre de la persona amada”. Cuenco de agua, letras... Lo rodeé con un circulo. ;Podria convencer al sefior Todd de que lo hiciera! “Aprieta una semilla de manzana contra la frente y recita las letras del alfabeto. Cuando la semilla se caiga, ésa seré la inicial del nombre de la persona mada”. Semilla de manzana. {También podia hacer éste! Le dibujé unas estrellas al lado. 130 “Enciende una vela. Sila cera se derrite | hacia la izquierda esta enamorada una mujer; si se derrite hacia la derecha, esta enamorado un hombre”. jQUE CURIOSO! Judy se escribi6 una nota a si misma: Crees deg + Serdl deren # lee # Ararvedlen oie 131 Una adivinacign que no es Fiecién / Judy fue la primera que legé a la | dlase el lunes por la mafiana. —{Quieres repartir los crayones, Judy? —pregunté el sefior Todd. —~{Para qué? —Hoy vamos a escribir todo con crayones. —{Para qué? —volvié a preguntar. —jPara divertirnos! —Son mejores los marcadores gordos. 133 rrr LCL El sefior Todd fruncié el cefio. —Era un decir... —{No te gusta el olor de los crayones? Judy los repartié enseguida. Luego le pregunto al sefior Todd si podia hacer un experimento cientifico en su mesa. Puso un cuenco con agua y veintisiete letras de papel junto a su ldpiz. Le parecié una eternidad mientras esperaba a ver qué letras se daban 1a vuelta. {Muy pronto, ella, Madame M, sabria el nombre del amor secreto del sefior Todd! Ya no seria Madame M, de Mentira, ni Madame Farsa. En clase de Ciencias, Judy vio que unas letras en el cuenco de agua se habian volteado. El sefior Todd habl6 de las nubes en forma 134 de ctimulos. Judy dibujé unas nubes con un crayén azul ventisca, Dibujé unas nubes con forma de corazones y crayones. Al terminar la clase, se fue directo a la mesa del setior Todd. ;Se habian volteado muchas letras! Pero la tinta del marcador se habia corrido y emborronado en el ‘agua. {No se podia leer ni una letra! 135 —;Te funcioné el experimento? —pre- gunt6 el sefior Todd. —No. Ha sido un fracaso total. —Vuelve a intentarlo. La ciencia de verdad requiere tiempo y dedicacién. “Si”, penséd Judy. Pero esta vez emplearia una semilla de manzana. eo 8 @ Judy se comié la manzana en el recreo y cuando vio al sefior Todd hablando en el patio con Rocky y Frank, se acercé a él. —Sefior Todd, gme ayuda con otro experimento? —Todo sea por la ciencia. 138 —Péngase esta semilla de manzana en la frente. Luego diga en voz alta el abecedario. — {Qué gracioso! —exclamé Frank. —;Va a hacerlo? —pregunté Rocky. —No me su ny cientifico esto —el sefior Todd se puso la semilla de man- zana en la frente mientras decia—: A, B, CD EE Todos los chicos se rieron. —js una broma? —pregunté el sefior Todd. —iNo pare! —exclamé Judy—. jO se daiia el experimento! El sefior Todd siguié hasta que se le cayé Ju seiiiilla de i i Hegar ala T. La letra T, pens6 Judy. Igual que Todd. 138 —jQué hago ahora? —Ya veremos —dijo Judy—. La ciencia de verdad requiere tiempo y dedicacién. —Me alegro de poder ayudarte. Ahora, mejor volvamos adentro. No olvi- den de que hoy es el gran dfa. Nuestra invitada especial va a venir a clase. —iLa Dama de los crayones? —pre- gunt6 Frank—. ;Hoy? —iCémo olvidarlo? —dijo Judy—. EL sefior Todd lleva toda la semana con los crayones en el cerebro. 2A quién le importaban los crayones? Los crayones eran para los de Jardin. Ella tenia cosas de mayores en que pen- sar. Cosas importantes. Como el amor. eo ®@ 139 En clase, limpiaron el pizarrén y recogieron los papeles de debajo de los asientos. Dieron de comer al pez, vacia- ron la papelera y borraron las marcas de ldpiz de los pupitres. El sefior Todd queria que el salén estuviera super- especial, superreluciente. —Nunca lo habfamos limpiado asf por nadie —afirmé Frank. —,Cémo te parece? —dijo Judy—. {Quién va a mirar en la papelera? —jfsa es la invitada? —pregunté Frank, sefialando a la mujer que estaba Mamando a la puerta. En cuanto la mujer entré, todos escucharon con mucho interés. 140 —Atencién, todos. Quiero presentar- les a una amiga especial, 1a sefiora Tater. Como ya saben, es escritora y artista, y ha venido hoy desde Nueva York para hablarnos del libro que acaba de publicar, titulado Los crayones no se comen. Todos aplaudieron. {La Dama de los crayones parecfa una caja de crayones! Llevaba un suéter amarillo limén y una faida estampada. Tenia el pelo corto y tizado, y se habia puesto un colorido pafiuelo alrededor de la cabeza. Hasta los aros eran crayones. {Lo mejor de todo era que sus botas tenfan disefios que parecfan haberse hecho con un crayén anaranjado derretido! Mi La sefiora Tater ensenié el libro donde se contaba cémo se hacian los crayones. Dijo que era un libro informativo, o de no ficcion. —No ficcién es lo contrario de ficci6n. Significa verdadero. La sefiora Tater era nada vieja (0 sea, joven), nada fea (0 sea, guapa) y nada aburrida (0 sea, interesante). Conté que el primer crayén se habia hecho hacia cien afios; y que la férmula secreta de los crayones era: color, polvo y cera. Luego encendié una vela y mezcl6 unas gotas de cera con polvo rojo para demostrarlo. orina pare hacer un pastel —les explicé My La sefiora Tater les dijo que una vez habia conocido a un tipo famoso llama- do el Capitan Canguro en un museo de crayones de Nueva York. Ademés habl6 de la maquina come- crayones, que detectaba los crayones rotos o con defectos y los tiraba a la basura. La sefiora Tater dijo que una vez le puso nombre a un crayén. —{Cé6mo lo lamé? —preguntaron todos. —Luna de calabaza —y mostré un cray6n naranja que le hacia juego con las botas—. El sefior Todd me ayudé a buscar el nombre —tenia una sonrisa de noche clara—. Hay algunos nombres 145 nuevos de crayones como mandarina atémica, bananamania o berenjena. iAsi que berenjena era un color! ;Stink tenfa raz6n! —jHay algin crayén que se lame calabacin? —pregunté Judy. —No, pero es una buena idea. Aunque mi favorito de todos es el morado real. —jQUE CURIOSO! —exclamé Judy. {Morado reall! Eso en el anillo del humor era Encantado de la vida. —El favorito del sefior Todd es el bermellén. —Es decir, rojo —aclaré el sefior Todd. las orejas todo lo que pudo. 146 —iNo debemos olvidamnos del macarrones con queso! —la sefiora Tater levanté un cray6n de color queso—. jParece que se puede comer! Pero de eso se ocupa la méquina comecrayones. Toda la clase solté una carcajada. —Ahora les toca a ustedes. {A quién se le ocurre un buen nombre para un crayén? —iMarrén guante de béisbol! —respondié Frank. jRosa cerdito! —exclamé_ Jessica Finch. —Barro —sugiri6 Brad. —jAaul melancolfa! —dijo Judy. Cuando acabaron, la sefiora Tater los dejé que hicieran preguntas. 147 —Cuanto se tarda en Hacer un Tengo un cor te ‘ Ae = mentario, no una 24 pre- crayén? —pregunt6 Jessica Finch. gunta. —Unos quince minutos. Fe a hora —,Cudnto se tarda en escribir un cm fater. libro? —pregunté Rocky. —Usted es muy... nada aburrida. —Gracias. Es un gran cumplido. Todos aplaudieron a la Dama de los crayones cuando acabé la charla. que lo otro. Me costé casi un afio. ; —jQuién inventé los crayones? {George Washington? —pregunt6 Frank. i £1 primero fue idea de unos tipos i llamados Binney y Smith. Era negro. La i esposa de Binney, Alice, era maestra, | como el sefior Todd, Ella fue quien inven- t6 el nombre de “Crayola”. Mas preguntas? —dijo el sefior Todd. Judy agité la mano en alto. 8 —Atencién, todos —dijo el senor Todd—. La sefiora Tater nos ha traido crayones de regalo. Hagan una fila para que los reparta, y luego pueden volver a su puesto a dibujar. fudy se puso on le fila para recibir su cray6n. Entonces lo vio. {La vela! Toda la cera de la vela que habia prendido la sefiora Tater se habia derretido por un solo lado: el izquierdo. {Un momento! Si el sefior Todd estu- viera enamorado, la cera se habria derreti- do por el lado derecho. El lado izquierdo significaba que estaba enamorada una mujer. judy observé con atencién a ia Dama de los crayones. El sefior Todd le dio un 150 | | crayén bermelion y ella le sonrié como si se hubiera convertido en un apuesto principe o algo por el estilo. jAlgo por el estilo! {Claro! ;Por supuesto! jLa sefiora Tater estaba enamorada! Las gotas de cera lo demostraban. Judy se lo noté en la mirada. Y Tater empezaba por T, como habia adivinado la semilla de manzana. {Al fin, ella, Judy Moody, habia hecho in! {EL una adivinacién que no era ficci seftor Todd y la Dama de los crayones esta- ban enamorados! Habia un bermellén de razones. Morade Tea. Judy Moody tenfa ganas de contérselo a todo el mundo, asi que se lo dijo a Frank, Rocky, Stink y a todo el autobiis. Se lo conté a sus.padres cuando volvié a casa, ¢ incluso Hams a Jessica Finch, Anuncié al mundo entero su mejor adivinacién del futuro que no era ficcién: —Madame M adivina... jta-ré1 +. que el sefor Todd y la Dama de los crayones estan enamorados. 153 o 6 8 ‘Ala mafiana siguiente, la escuela era un hervidero con esa noticia. {De ver dad? {Si? :Habfa adivinado Judy Moody aigo por fin? ;Cémo lo habia sabido? {Habria que preguntarle al sefior Todd? Esa maiana los de Tercero parecian palomitas de maiz saltando en Ja sartén. —jQué les pasa esta mariana que no se pueden quedar quietos? —dijo el sefior Todd. —Hay algo que queremos preguntarle nuevos al lépiz. 15H —Si, si, si —la apoyaron todos. —Pues antes de que me pregunten, tengo que darles una noticia importante. Es un secteto, pero creo que ya es hora de contarles. Chas. Chas. Judy comenzé a mascar el borrador del lépiz. —Se acuerdan de la sefiora Tater, la escritora que conocieron ayer? iJudy estuvo a punto de ahogarse con un trozo de borrador! Todos contuvieron el aliento. Las palomitas dejaron de saltar. —Espero que les haya gustado su charla y que hayan aprendido algo sobre cémo se hacen los crayones y los libros. Chas. Chas. Chas. 155 —Ya les dije que la sefiora Tater es una amiga especial. Y me alegro de que Ja hayan conocido, porque ella y yo esta- mos comprometidos. {Vamos a casarnos! Y todos ustedes estén invitados a la boda. —{Boda? jMmm, pastel! —jPuedo ir? —{Seguird siendo nuestro maestro? Surgian preguntas y mas preguntas. —jlendrén muchos crayones en su casa? —pregunt6 Jessica Finch. —;Sus hijos serdn los Tater-Todd? —1i6 Frank. Judy tampoco paraba de reir. —iLO SABIA! 158 Salt6 del asiento. El borrador mordido de su ldpiz fue @ parar al otro extremo de Ja clase. Casi se puso a bailar en el pasillo entre los pupitres. —iJudy Moody ya lo habia adivinado! —iAyer ya lo sabia! —dijo Rocky—. Nos lo conté en el autobiis. —jA mi me llamé por teléfono! —dijo Jessica Finch. Todos sefialaban a Judy. | {Nos lo conté! {Lo sabfa! jLo habja adivinado! —jEs verdad, Judy? —pregunté el sefior Todd. cién —contesté judy. —Cémo lo supiste? Crefamos que era un secreto bien guardado. 158 Judy recordé todas las formas por las que se habia enterado. EI anillo del humor que se habia puesto rojo, la semi- lla de la manzana, la cera de la vela... Pero, sobre todo, la sonrisa de oreja a oreja del sefior Todd a Ja sefiora Tater. Y la mirada de ella cuando les ensefié el cray6n luna de calabaza. Podia decir que habia sido el anillo del humor o sus PSE. Podia decir que ella, Madame M, de Moody, adivinaba el futuro. Como Jeane Dixon, famosa adivina estadounidense, pero sin recurrir a huevos. Aunque Judy se dio cuenta de que hay cosas que se saben sin més, con el coraz6n. No tienen explicacién. —El cémo lo supe es un secreto —dijo. 159 Por fin Judy Moody habia adivinado el futuro, Al llegar a casa fue directo a su cuar- to, abrié la caja donde guardaba los dientes de leche y sacé el anillo del humor. Se lo puso en el cosas de color morado y abrié Ios ojos. iNegro! El anillo del humor estaba negro como la noche, negro como el car- bon. Negro como un manchén de tinta regada por descuido. Negro como el mal humor. 160 iCémo podia estar negro si ella esta- ba encantada de la vida? jUn momento! El anillo del humor habia empezado a cambiar de color. Si. Ante sus propios ojos. jSe estaba poniendo morado! jMorado real! EL sefior Todd habia dicho que el futuro depende de cada uno. A partir de ese momento, Judy iba a decidir su futuro; y no habia mejor momento para * empezar que el presente. Sacé un lépiz (no uno Grufién, sino otro) y escribié en “el cuaderno de no tareas” estas palabras de no ficcién: 161 Planes de Judy Moody para a. Gituro ee eee Ser médica Conse que Stik no me maleste Vestine pars ua la Qui ese un a lne se eyes!) Escrirhen tail y a Alefarme de ta Antirtile Phar mi euarta de mora reel EL futuro estaba esperandola ahi fuera. Y habia otra cosa de la que Judy esta- ba absolutamente convencida: vendrian otros muchos cambios de humor. 162 LA AltorRA Megan McDonald, autora de la inmensa- ‘mente popular y galardonada serie protagonizada por Judy Moody, nacié en Pensilvania, EE. UU,,y fue la menor de cinco hermanas en el seno de una familia de infatigables contadores de historias. Como a ella no la dejaban contarlas, comenzé a escribirlas. A propésito de jJudy Moody adivina el futurol, dice: “Soy una nifia de los afios sesenta y los aniltos del humor fueron algo mégico para mi. En cuanto vi que volvian a ponerse de moda, supe que Judy Moody tenia que tener uno. ;S6lo Judy Moody es capaz de pensar que puede ponerse un anillo del humor para ver el futuro! {Quién sabe? Tal vez sf {Acaso no es cierto que nuestro destino es en parte obra nuestra”. Megan McDonald vive en California, EE.UU., con su marido, Richard. BL ILUSMADOR Peter H. Reynolds es el ilustrador todos tos libros de Judy Moody, y afirma: “Judy se ha con- vertido en una parte fundamental de mi vida. jA veces tengo la sensacién de que es vecina mia! judy Moody adivina el futuro! trata un tema profun- do, el de poder ver el futuro. Judy lo explora jugan- do mientras animg al lector a hacer lo mismo. Espero que Judy anime a los lectores a adivinar un futuro de buen humor, un futuro de paz". Peter vive en Massachusetts, EEUU.

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