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Gerarno Ropricuez Dinssor SILVIA ARRONADA, (Cecmtia Bane MARIANA ZAPATERO dione: Cuestiones de Historia Medieval Volumen 1 Facultad de Filosofia y Letras Departamento de Historia La Edad Medi periodizaciones y valoraciones posibles ALBERTO Asta, sina Nasa eMart Plate Joncr Estaetia Used Nerina ds Mar late Genagno Ropricurs UnisidedCatsiy Angina Unowied Nacional Sar Uinsidad Naina de Mord Plate Dividit el tiempo, segmentar fa croaologia en etapas temporales fuertemente individualizadas, ha sido una de las primeras operaciones intelectuales destina- das a hacer inteligible el pasado de las sociedades humanas. La taxonomi sub- divide la bistotia en una periodizacién, en uns clave de feceura que pone de rele. ve los presupuestos implicitos del historiador 0 de su época, Cada uno de estos petiodos nace progresivamente: esi, la Edad Media aficma su auronomia histérica superando un origen que remite al prejlcio y Ia desva- lorizacién, La periodiaacién tipartita se impone, hasta que en el siglo XIX, se cstablece ta tradicional divisidn cuatiparcica, basada esencialmente en ctiterios ‘que reflejan la supremacia de lo politico, En Ia actualidad, las erapas en que se subdivide el proceso histéeieo ast como los criterios que las sustentan se encuentran en una profunda renovacida que no implica desconocer los aportes que la periodizacién brinda a la ensefaniza secuencial de la historia Subyace a esta discusién una cuestidn esencial: la posibilidad o no de una Perlodizackin de la historia universal. Este verdadero audo gordiano iemplica, a Su vex, otma serie de planteamientos vinculados con la existencia de una histovia Universal o bien de peciodos globales homogéncos, posibles de ser genézicamen te caracterizados a partir de elementos constitutivos bisicos [La inicialvalocacisn positiva que los hombres “medievales” dieron a su peo- Pio tiempo fue consecuencia de la concepcisn temporal cristiana, vigente en esa Epoca, que dividia a a historia en tres periods: ef primero, ‘momentos previos 2 la venida de Cristo; un periado “medi “antiguo”, evaa los elde ellos, ageu- is ana Aa Joe sav - Graoane Rolo: paba aquellos sueesos comprendicos entre la Resurreceidn de Cristo y su segun- ‘a venida; en tanto, el Juicio Final daba paso a la iltima etapa, identificada con el fin de los tiempos. Por su parte, en el siglo XIX, filésofos, bistoriadores y hombres de las artes y de las letras idealizaron la Edad Media. Eran los tiempos del Romanticismo, tiempos en que se dejaron de lado las concepeiones propias de la Mustain y se encontraron en lo medieval elementos positivos que sustentaban un modo de concebir a realidad marcado por el nacionalismo y la idealidad Tas historias nacionales buscacon en la Fdad Media sus raices. Uno de los ejemplos mis acabados de esta identificacién entre In “Nacién” y los tempos medievales lo constituye el mito francés de Juana de Arco; pero también la bur guesia encontraba sus origenes en las ciudades de los sigios XI en adelante y los ériticos sociales destacaban los movimientos populares de aquellos tiempos, en particular las hazatias de Robin Hood y fos levantamientos campesinos y urba- 108 dela baja Edad Media. Enel siglo XX, la Edad Media se convitts en una etapa més de la periodiza- isn histériea, con sus fuees y sus sombras, destacdncose en estos mil afios Is multiplicdad de procesos y caracterizaciones posibles. Incluso, merced la labor de Mare Bloch y varios de sus diseipulos de Anmaes, los enfoques renova dores de la historiografia encontracon campo féetilen este periodo histético. Estos avances, sumados a los cuestionamientos que ha recibido la periodiza- cién tradicional, han permitido « los historiadores de hoy considerar la Edad Media como 1 foutesma vivo, nna fabricacin, una constvain, ana inenci, un mit, en sintesis, un ensamble de representaciones y de imagenes superpuestas y difu- sas, Se impone un didlogo crtico entre los avances de la ciencia histérica y cf ceoncepto de Fdad Media. Los investigadores subrayan la imposibilidad de dotar de homogeneidad y sentido a un periodo tan amplio como el medieval y afirman que, sise mantiene ‘exe etitetio de petiodizacidn, es solo por sentido prictico. En cuanto a conte- nidas se eefiete, en nccesario desmitficaca, A una Edad Media “imaginada” debe oponerse la calidad de Ia investigacin histrica, que profundiza cada uno de los aspectos importantes de este perfodo. Fs imperativo recuperar un medioevo pleno y posible para el conocimiento general, que supere la minusvaloracién tan atraigada en la opinién general 0 bicn la idealizacin excesiva, que lleva 8 buscar y encontrar en estos tiempos los brigenes de elementos earacteristicos de épocas posteriores, de existencia incier- 1 0 poco probable en la Edad Media ‘Tal recuperacién permitiré problematioa la petiodizacidn histirica, Cuiles son, pues, los limites de la Edad Media? ¢Existen sub-periodos internns? zCémo carac- tetizarlos? La revisién de la periodizacin, rato externa como interna, se impone A partir de nuevas miradas y lectura ser‘ posible superar ls fleneias y imitaciones de os ctiteros eradicionales, petmitiendo observar matices temporales, epaciales «incluso, historiograficos, Para respondet x estuy iulertuyates es necesario recu ria histotiadores teconocidos que se han encargado de esta temitiea, La Edad Media no existe. Este perfodo ce mil atos, que se extiende de la conquista de la Galia por Clodoveo al fin de In Guerta de los Cien ios, ¢s una fabricacién, una construecién, un mito, se podia dei, un ensamble de representaciones de imégenes en perpetio movimiento, Jargamente difandlidas en Ia sociedad, de generaciin en generacién' Elabordaje de la Edad Media es arduo y dificil, no solamente por cuestiones vinculadas con la Galea de documentaciéa y las divergencias interpretativas, sino, fundamentalmente, por razones de indole conceptual, dado que con la denomi- nacién “Edad Media” hacemos referencia a tres aspectos diferentes —aunque relacionados entre si—, a saber: un perfodo cronotégleo; un proceso historico universal, de lagga durncisn; y un ipo de sociedad deteeminada® De estas aplicaciones conceptuales abordaremos aquellas cuestiones vincula- ccon la Edad Media entendida como periodo cronoléigico, profandizando los problemas centrales relacionados tanto con su “periodizacidn externa” —es lecit, ef comieniza yf final de esta etapa— como con su “periodizacisin inter- a” —etapas y momentos difeceriales que catacretizan el mileaio medieval — mo petiodo eronoliigicn, ta Edad Media resulta tan arbitraria como todos los demis, dado que toda periodizacin hiseétiea es el resultado de una conven- cid: los tiempos medievales abaccan aprosimadamente mil afios, que se extien- den desde ln crisis del Imperio Romano hasta los cambios generados por el Hlumanismo y el Renacimiento, Ahora biea, eras fijar estos limites, cabtia preguntaese euindo se produjo la crisis del mundo romano. ¥, en el mismo seatido, habia que situar con precisién el momento de los cambios que earaccerizan Ia modernidad, Dar cespuesta a estos interrogantes no es tarea sencilla, dado que todo intent cs patcial, ala vez que implica tomar postura —ideol6giea o historiogrifies—. A TN RG aa las), oe nda lin ss Nig ge Cae Gastar in 1 fet 9. 1 in), Disin e Sore » Algae As. Joes sins - Gonane Rosie, modo de ejemplo, podemos citar a Jacques Le Goff, quien evoca “una larga Edad Media” que concluye en el siglo XVII, con los primeros albores de kt Revoluciéa Industrial; a Guy Bois, quien prolongs hasta cl siglo X una Antiyiiedad definida por el modo de produccién eschvista; o bien a Henti Marrow y Peter Brown, quienes defienden la entidad de un nuevo perfodo deno: rminado Antigtiedad aedia —envidad dada, fundamentalmence, por la difusién y consolidacién del Crisianismo— ‘Se ha publicad, recientemente, una serie de articulos en referencia a ambos autores. Jean Marie Salamito realiza una apretada sintesis de la importancia de los trabajos de Marrou sobre Ix An:igtiedad Tardia y la de sus continuadores, en particular Peter Brown’; por su parce, en el libso en homenaje a este tardoanti- sista, Robert Markus plantea un testo comparativo entee los trabajos de Marron y Brown‘. El articulo arraviesa toda Ja produccisn del autor y resalta a importancia de sus teabajos sobre Ia Ancgiiedad tarda, no solamente en con- ‘cepto sino en relacidn a las Cristiandades tanto de Oriente como de Occidente, ‘como lo sefiala Brown en uno de sus trabajos®. Del mismo modo, muchos historiadores consideran la precocicad det huma- nismo Italiano como inicio de Ia modernidad, siguiendo en ellos los postulados clisicos de Jacobo Burckhardr, en tanto otros recién observan estos cambios con la difusidn europea de! Renacimiento —entre quienes eabe mencionat a Lucien Febvre, por ejemplo—. [a aparicidn del concepto “Edad Media”, considerado literalmente como “época intermedia”, es Ia consecuencia de un doble fendmeno, cultural y rei- igios0, identifieado con los humanistas italianos del siglo XIV, en particular etrarea y su Gieneis Nuera. Junto a él, otros escritores —como Leonardo Bruni 0 Flavio Biondo—, percibieron con clatidad estar viviendo una época de pe fundas cransformaciones euleurales, earacterizada por la recuperacién del espit tu y la literatura de la Antigiedad clisiea. Esea recuperacién gener6 un modelo ideal de humanidad y establecié fuertes vinculos entre los siglos XIV-XV y ef mundo clisico. Los hombres de entonces desarrollaron plens conciencia de “Ja Nase Suan, “Pan Te Seance 4 Penrice ‘oom lee ens oem Benin iy eng Pot Ni ie) ep eng Epo eer ing dP Pee de Was Poe Soran 2am. 2 "fer Mans, “rwen Navan Brown: Teens of ate Atigey Csi, eo ip ‘sea Mans ap, Trt tp ey Pate Ein, hg Pr “eae Boe, “Gls On The Halo she Aas Otis Wo" on WF Kling ae Vay (ota, et gf AChE La lai Te Cnr Ro Me a Se, M19, [La pws Maman: maenzacnes mC RIS 2 jendo unos “tiempos micros", que permitfan recuperar unos “tiempos antguos” idelizadlos. Se generalizaron,entonces, expresiones tals como ves antiga, media arco © mi act. Sin embargo, ess terminologi inventads por Pettarca y los humanists ix lianos no aleanzariadesarolloy diftsin entre los erudtos Frances y alemanes sino hasta la segunda mid del siglo XVI. Hlacis 1639 In denominacn Pall Media fue utizads por primera ver con sentido histori por el lijense Rausi, en su obta Leon Tal denominaciéa qued insituida« pati dels obras de Cristopher Keller Hist ntgn (1688), Hira de lo Edd Mata de stems de Constantn el Grade bata ata de Contartinpla ores Tarr (1688) e Historie ‘ea (1696). Fo clas expaso los Fundamentos de una divsibntrpartia de In historia, aver, una earactetizacin ncgativa de os tempos medivales, cara verizaci6n que fue tomada, generalizaday difundida por los pensadoresihumi- sistas del siglo XVII. {La aceptacvn goncraizada de esta forma de valorar el pasado queds puesta dle manifesto en dos importantes obras de fines del siglo XVIL. En 1681, Charles du Cange se hace eco de ela en su Glande lo latnidad medi y tarda, En 1688 el profesor Loescher I epitid en un manual editado en Alemania, Los fillogos e historiadores de la literatura de los sigios XVII y XVIII mae- caton tees fses en la evoluci del ata In “Alta Edad” 0 “Fad Saperioe”, que prolongaban hasta Is époea de Constantino y constitu el momento det atin co; Ia “Bdad Media, que ubicaban entte Constantino y Carlomagno y “Edad fnfima”, que tenia su comienzo en los Juramentos de Estasburgo, pr- ser texto importante en lengua romance —remoto antecedente del “francés” y del “alemén”—. Nuevamente, desde una perspectiva diferente, la «que asociada a una etapa intermedi, de eseaso valor en sf misma, Enel siglo XVII, Voltaire tomé esta dvisin erpartida cel evouciga de ln lengua latina y la aplicd fa historia, en su conocido Ena soir ar estore, de 1756. A partir de entonces la dis trpartia de la historia se impone, al igual que una valorcién negatva de los tempos medievales. Sin embargo, en el siglo XIX los comaticos veneratin estos tempos dado que constiuyen el momento de gestacién de las nacionaldades. En el siglo dorado de fos pucbios y las naciones, la Edad Media oftecia héroes miticos y hazafasvalerosas. Heredora directa de esta forma de compeender el pasado his ‘6rico, aunque con una metodologia de trabajo diferente, fue Ia escuela alemana de Leopoldo von Rane. Fin el siglo XX ls imsigenes, interpretaciones y usos de la Fdad Media se rmuliplicaron, generando dscrepanciasylagos debates historiogifico, Fl pi lad Media 2 Aatans Ast Joc sts Gos Rona mero en planteat un cambio radical en fa periodizacion inicial del muncio medie- val fue Henri Pirenne, quien publics —en 1922, en la Rese Bele de Philalgis et dHishire— el avance de su innovadora tesis, que se difundiri péstumamente, con ia edicidn en 1937 de su libro Mabama y Carinae. Ba ellas sostavo que los comienzos debfan fijarse en el siglo VIII, con las transformaciones operads en, el Mediterrinco erat la dominacisa de lor musulmanes Desde perspectivas diferentes, Verdinand Lot y Helena Staermaa, en cambio, defendieron Ia postura que situaba el fin de los tiempos antiguos en Ia Hamada “Crisis del Siglo IIL”. Desde entonees, este siglo y esta crisis han sido un hito importante, peto no:siempre demarcador de épocas. Otros historiadores a lo largo del sig XX —entee los que pueden mencionarse a Moses Finley, Caroll Bark, Frangoise Ganshof, Leopold Génicot y Charles Patain— seftalaron la cesura en el siglo V, tras la instalacidn definitiva de los pueblos germanicos Finalmente, y asumiendo posturas historiogrificas difeentes e incluso encon- tradas, pueden sefalarse & aquellos que ven ea los siglos ILL al X “momentos de transicién de un modo de peoduccida & tro” —Guy Bois, Chies Wickham, Albdlilio Barhero, Marcelo Vigil, entre muchos otros— o bien los que defienden Ia identidad dle los siglos HIT al TX como propios de Ia “Antigiiedad tardfa” —a los ya sefalados H. Marrou y P. Brown ageegamos @ Santo Mazzarino, Amoldo Momigliano y Averil Cameron—. A modo de sintesis, Robert Lape, José Luis Romero, Fears: Mair, Gonzalo Bravo, Lais Garcia Moreno, Robert Fossie, José Angel Garcia de Cortizar y José Angel Sema Mui. han elaborado intexpretaciones en las que conjugan los aportes de las ediciones grecolatinas, germanas y judeveristianas que dan origen af mundo medieval y permiten la génesis de Ruropa, En conclusion, la historiogcafia actual se muestra fragmentada en sus visiones refetidas a los inieios de los tiempos medievales, que siguen motivando diferen: tes propuestas ¢ ineerpretaciones de anilisis sobre aspectos diversas pero no siempre —o de aingrin modo— excluyentes. Asi, las cuestiongs politicas hoy vuelven a ser taa importantes como las de indole econémica, social y cultural Peco uaa conclusiéin parece imponerse: imposible tener un panorama completo de unos comienzos cada vex mis dif ciles de universalizar y generaliza. Algo similar ocurre con el fin de la Edad Media y los inieios de la Modernidad. La historiografia tradicional fij6 el final del periodo en 1453, afio lo por primera ver por C. Kelle, tiene la pacticularidad de ser sig- in estudios regionales minuciosos seri de la caida de Constantinopla en poder de los turcos oxomanos. 1. Ee MDH: IZA Y AAAS BES 2 nificativo para tres grandes aiicleos geobistiricos: el Occidente eriseiano, cl Impetio Bizantino y el Islam. Menor fortuna tecibieron otras fechas selecciona~ das, tales como 1492 —descuibrimiento de Améties— 0 1517 —inicios det movimiento lutersno—. Sin embargo, mis alli de las fechas, ls discusiones siguen abiertas. ¢Los bbumaniseas del siglo XIV constitayeron el motor del cambio social y cultural o éste seri el resultado de la expansidn del llamado Renacimiento? ¢La crisis del siglo XIV cuestiona los profuntdos eimientas de a sociedad feudal o, por el con: tratio, sefiala la primera crisis de la transicién hacia el capitalismo, que abarcari los siglos sucesivos, hasta los inicios de la Revolucién Industeial? Varios debates han quedado inconclusas en torno a estos siglos de cambio —Debate Dobb-Sweexy, Debate Breanes—, que los historiadores hay acuer: haa, en general, situar entre los siglos XIV y XVI. Siglos denominados “bifron- es” pot Esteban Sarasa Sanchez’, que permiten el surgimiento de los rasgos y clementos esenciales de la modernidad. ¥ aqui, nuevamente, las discusiones: es una la modernidad o bien hay una temprana modernidad que da paso luego a la modernidad clisiea? En los comienzos del siglo XXI pareciera que las petiodizaciones dejan de Jado las cesuras terminanees y violentas, recurriéndose, por el contratio, a “fron- teras temporales elisticas”, coineidentes con los conceptos elaborados por Fernand Braudel sobre la larga duraci6n y los diferentes ritmos de la historia Ea lo referido a lt periodizaci6n interna nos enconteamas con varias posibil:

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