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visto, pero, sabfan que era, aul, Todas creyeron haberle visto; sabianyside verdad. Vivi encre ensaladas, salseras, jugos picances, festividades nocturnas, tamborles, rondé Ia Liebre vestida de 010 yel Raréa ansioso. Los animales del monte hicieron negaciads con los hom Al Bal, codo resuleaba confuse Pero, habia tina gran belle. Y estuve en el alba de fos disses cuando ellos iaventaron los romates, 124 Al asomarme vi las “anconiae” azules; sobre los pétalos de celeste brillaban las pecas violeeas; parectan asder ¥ glear co fueran almas o planetas. A veces, daban un pequesio maullide fla bramar a los dibujos azules. Ast, que hablan nacido la Anterior, de subito, y un poco antes de tempo. A su lado, aso flores no podian subsisir ya, habian caldo los aeahases, la ma Ia, las rosas, desenroscadas Fuia esconderme, a encertarme, & acostarme; pensé en in ‘en un Iejano pais, que no me habia alertado lo vuficiente. Te lun miedo espantoso como si un muerro anduvicrs libre. Sin Dargo, jeran tan hermosst... Me atevi a esplarlas a través de u cortinla les vi las caras redondas y los ciices esttellados Después, todas las cosas parecieron cambiar de lugar, somné Pero, as “antonias” azules prosiguen su cersible proceso en pasado y en lo que wend, LA LIEBRE DE MARZO 1981 babe maa, Cay Cant, Menterien, 1981588 pina. Pitogy de Ea ira hacia todas pats il vrs ea ache cigs el 20, ico lado sobre Tov vcow. Lov doles won de placa Fei « ta cena Soven damanea, rubles —porqu todo ino comatafon ens Ineo an lo hondo de a cama. saint cine, guard wu ales, varias vars © maa, les Pos fares oes oti muertos, vaclven 2 arelar los patos, hacen ut odo queda en pa oct ov oon ao eos ort dja su econ; no une ni edi mtn uel como un omer oy como nn fecha eel sco, Por enon Seas pase: juendasy enamine, Sale palin, platy patomas, dan un breve it ue llamo ips, ers ys sempre es tae Hs hace el mucrto, da vericuetos, finge dormirse, ine, acti tin actor. Salta sobre las caberas, Ia destroza, las troza como gsc un druida, roma pocllitos de sangre. Las decapitadas bam- p, caminan atin y x desploman. El sigue, en vuclo, arriba de as doradas y plateadas, le caen pastilias sobre el lomo. primero, a la wampa, antes de que me mise, lo miro, ociamos, dejo alhelies y gatas, huimos como una flecha ects 0 en vericueton, a través de los infinitor inviersos © Huubo una tarde con varios arco iris. De mura norte, de erte a onste, ya no sé “Aquella golosins exquisita sobre el mundo ‘Aquel abanico en rorado inrenso ¥ verde Las ciruelar maduraron ee golpe, parectan cosgulos, co se las ofa pulsar: las manzanar de San Joan, blanguisimnas, racieas de poreelana quedaron abiertas y al acecho, y lat te cruces de Ios lries. El carro de los muertos que andaba por ‘casi ce denuvos el cadaver x08 cosas en colores. Y¥, todo, as Pasaron los afos.y cada ver, viene més cerca, y mis brian, tarde de los abanicos de colores ga, habla ofdo; pero, que entendi. Me pragunté tye exis: Maco toa ij riselean susicron por muchos lados; de entre for eae Scaplogos ante i, todo un patsaje de menses. hae cielo, no haba una esrella no habia nada Hy anciguas formulas las dije de diver modo, ammbian Babasr mata cave efecto. Gpie que dempo pass, mo pude salar de las vilers. Sige desespeadamente, ene, corr ls pocreas Bey habia comencado 4 squobrar la casa Fain hoy, re balances como un Duque. Fda de las bodas de mis padres aparecié un ave en el patio, spre, me parece haber asistido a las bodas de mis padres~ en lus patio de baldosas. Tce entre las pumas: el ver, sus propios huevos constcla as de oro, hilos brillantes, La miraban, y entonces, ¢ vols or de 08a, aria cada plurma: era como ua daliaen el paraiso, rls rindi las flores, las exjas de comfites, pasé algo eve cbros0. inal, todos tuvieron miedo. ¥ se exrecharon en romo del ave Quisicron mararla y no se pudo. sieron ahuyentarla y no se pudo, Quisieron olvidarla yno se pudo. in, ahora, veo st uz desconcertante cruzando por la noche ‘Como las habitaciones estaban en fila, y las pereas cent ablereas, mi hermans y yo en un extremo, [a prima en el oto. comunicabamos con relefonos de juguete, (que hasta legaro Funcionar!y grits, ademanes, sefale, hilos misteriosos, mient crepitaban lor mayores, y la lovizna sobre los techos, 0 la lar de Juana Brillante como el aztcas Las calas, tiesas y nevada, se sain del jardin, entraban p las habieaciones con el pequeso falo amarillo en el medio. Na hnacian enamorar, pecar, morir,resuciear,vertidas de novia, ice mediablemente; 0 de delantal blanco, con los primeros libra nnosotras, también, tesas y nevadas, marchando hacia el amex, gloria y el olvide, “Vi moris el sol. Hl redondo centro y las larguisimas rayas que ensoscaron, sépidamente Sali, caming sobre trozos de latas, piedras y cormigas. En el prado me rodearon las violes; los ramos sombrios y azul ‘Ami lado, broeS un rer, del sexo femenino, de catro © ocd aahos, el ros redondo, oscuro, el pelo corto. Hablé ea un idiom 5 dulces. Su care, era, a ft0s, Oscura, ¥ a Fatos, clara Arba, tena papas aes y ovo: dabilos, yells AAS nos conocimos, Elen el plato, y yo, comigndolo, con agua Himén. use pretan anid, Con un fino rama de ilo vere sales hecho i, de bromelan cocina, cass es ur levaron a onan, oscars ean come Pome huevos, la caparazén blanca, los ojos rosados. B Gaces monscucn Sueno tenn ingles aan y mae Bois chan el won, cite de hres pequenon pares sina volar! suena lana de fos bosques Plo paciba vert de ogee agua ua lechuza desde ora, dovaradamont,fumabea “Canes Pero, estoy segura, de que, en otra parte, él navegaba aj de los dos ‘Virgen Maria, enorme ala sobre toda la nifier y code of ‘Rosaura plena, au, rorada, con una estrella en el medio, Palma se abanica sola, de eate a ocste, de sur a norte, pasaba si enorme bordeando las eamelias: los huevos y los jazmines ep efan. En la noche ard como una niniea ul, como una Limp ‘Nos despercabar en niefor Ia velamos, volaba: era Is hina. Pero, bajo su blancura de almendra y nieve, degollaron ‘corderos, muricron las palommas, los abuclos. No sé: ‘ahora, la miro, alld distante, como ala sa, como al laure pacazar insectos y adcrezarlos, mi abuela era especial. gzsnantenta la vida por mayor deleite y mayor asombro de los y convidados oche, fbamos alas mesitas dal jardin con plavtos ysaleros no, estaban los resales; las roma nica, inméviles y nevada, ‘run run de los insecror,debidamentestados y mareados jy clientes legaban como escondiéndase, pela luciémagas, que era lo mis caro. Aquellas huces La noche de la primavera, paseamos, nos enamoramos, nol samos. Enormes jezmines can a la fuente, se fran tulipang ‘zucenas, conejillos Blancos andaban entre los pies ‘Surgieron lechor, eocinas, aleares Los muchachos, los més bellos, de pelo sueltoy con guitars seguian; dulcemente, nos perseguian. Caminamos toda la noche ‘ALalba, dos o res de ellos, lox mis bello, ban a sacrificars Ja bellesa, por ol amor. En los ciruelos, duraznos o manzanos, son crucilicados, hincados de pies y manos; en una ago lag doloross, Horaron ligrimas ares y ligrimas granates, ‘Al morir una violencaluvia de flores de durazno velé elm Los padres sollozaban, los abuelos: doblaban las campanas, ‘mos de lute. Y, levemence no era cierto. jodscule caracolilo, ecuctdo cuando servimos a aquella gran mariposs negra, cia de terciopelo, que parecia una mujer. a erizadla, emblando, me tenfan de wn alas habla gran os othe bravia. Un mercado, una luz azal. Un hombre-cruzé sobre palls,(rosados y dorados como la luna); con su exeraordinaria ud, sali6 de entre las naranjas; habia una muchacha acostada, 4 Peot, domingo al mediodia, nz radiante, giré, mirando, ido, Ya era carde, [Me hechizaron las cosas que salen de la tetra, zcmo salen? an que yo habia nacido. Dbromelias que pareeian de viva porcelana rosada, que pareci Vilcémo me miraban, me levaban 2 ota C25, ¥ trian yyayos y musecas ‘Por donde habia errado libre, durante siglos, desde sen cencre las plantas, alhelies, alias, pusiezon ota planta y maban maross [idee afuera. Aunque a veces de las puerta, sale agin Be eS unde,enseguids, o dela ventana, ¥ desaparece EY Soouen~y no a6 como se ver hay wna paloma, que fa Srrovilyciece, dos owes hjevos, ya, pata siempre, juntos ee despedirme, leme: una vex hasea egué al camino rea. oo “Seruajes por. baje,cnscguida. En aquel sempo, en los huertos,codas las mujeres I Eacrell label 4 Las casas levaban sombrilay vestian de largo: aba a con movie, y tran, muy soles. Vivian en las extn. ‘Una earde resol visearlas. En puneas de pie me puse el én, salt romé una vara de flores de durazno & manera de ‘En los érboles habia gatos grandes como cotdetos pa blanguisimas, Un nso con alas baj6 al prado; pero, no fi nada Lam a I primer cana. Me recibieron con un poco de lo, mi siludarom, post lx vale, ol nperado. Ol sue se “Bhs” “Teabel” Pocilitor de huevo, conftes estellados, estrellas de confit Lae mujeres sleers en la tarde, verian de novia, res hy szahares, Pero tod el ie era como un wl. Volaban higos, oe “Teeming la visita Volvi. En puntas de pis pute ol stv en ol ropero y las al en l bol. Habia caida la noche; pero, mama cra adivina. Ded In orcuridad me dio: -No vuelas& hacerlo. Somos gente sl El viento daba vel, envolvia ta casa, Dela Entel. aba io, de noche, me encontré algo ardiendo, una amapola; peo. iio Angel saltaba entre el paseo, como si estuviera atado, © Le weia los ojos negros ¥ brillantes, u oblicuos y anules. "qué haces? "Voy a ver brllar los bie . De noche, azules y rosados, color caramelo, clavelina. Iban cio, cambiindote sehales; u owas muy grandes, de capa ne- La casa era de madras granates En su torn habla conse, grandes como repollos, y repollos, oj ‘como tosas, Calan einuelas, Vinieron wn lobo y una lob; y en {saron mis lobos y se ofa el ruido de los chacales en el desiero. ‘La casa sigue slendo soja Delante de ella, cravard, otra vee, tu regimiento. firme, se deshacian con wn ramor de sed y de papeles. Me daba cansancio y temor. Y asi volvia ala silla nica, Pero, techo estaban boca abajo, macas que yo con peligro habia mado, tomates ¥ azucenas conejas de adentro de la casa miraban hacia exo con aflic- Y la Divinidad, peluda y brillane, descendia por la pared, Habia mucho rocio sobre las gruesas hojas de flores: desde « barullo luminaso caian pequenos serest Iban a mori cexca, aba onando sus clscaras plareadas que eran comestibles y en pos fas cuales saliamor con las eanactillas. Y fresias y azucenas. Lk bbamos, todo, a vender en los meteados. El gladiolo se enfermé, de sus pavororos cabellos osadoe enviaba chispas « mi hab En todas sus bocas ablertas tenia Ligrimas, rosas,y, ambin [pas copes granates, (las que tienen pétalos y perfume como cla- se vuclven de un lila ten; casi blaneas. Gs munecas, entre los almobadones, caminan un poco. Van fo tras los eizos, evaran una idea fia fedito, siempre, acerca de ellas. La vida inmévil, los vestidos iransparenites ‘tengo miedo de que alguna se vaya. lento juega en las mis alta corres. 1 jque hate? ;Voy ala guerra de secesign conera el Sur? Peleo con las banderas de Pewn? No lo sé. Flas mac aleas corres juega-l viento. Yiene un rumor tenuc desde ls alas ‘murciclago escucha. Con las hijtas hibricas debajo del ala Iuesos,y peines, Ateradaclamé ala Virgen “Llévalo”, pero, la Vig bho ac soparaba dela esampa.¥ lardia como un brasero, una did ‘Adentzo de los petalos se le formaban coms. Cuando quise ayudar, ya, ea inde ‘Y cerca del alba falless Me puse el vestdo excolas, verde pido. Busque la canasta habia hilado mi padre. La flesta de eximenes, un soldado yg hada, Brillaban ef miedo y el ensueso. Tomé la calle. Las flores zapalio corrian a tas de serra igual que monedas de oro. Las ‘ladiolo tban tectas hasta el cielo, de tan blancas puras, inc bles. Cada corola era un rorto. Estavimos sentadas, con los i abiertos, haja gladiolos, como entze alma, (OMe alls, ls inspeccores y los padres ambiaron sefales, Pasaban avimeros, Lees) Elviento hacia mover las hadass entonces,cafan sobre noso pétalos, enigmsticascaritas de loza, y nunca anocheci6, (Concepeitn Sitoa Bélinzon) srboleda luctuosa gisaba como el mar. Cayé lluvia. Sobre le quedaron unas piedras, chicas, y otras mae grandes; ran bsimas; parecian pedazos de extellas. SBallaban con Faria, con desesperacién. Creia que se iban a ir 0 liebres; y no se iban. Bauré cortiendo; pero, rodo era distinto, Los raperos,abiertos tos jin marco, y de pie! pajarillo roralmente azul volaba, siempre, en el mismo lu nee de mi mano; no lo pude espantar ni cara. e me cays la crenza, se me cayé el vestido, cayeron las azuce- yl cua. “Quedé prendida a no sé qué, Sobre los cactos hay mechas, luces. Sopla un extrafio te desde las praderas al Sal6n. {Cémo se llaman las mujeres de entonces? Lena? :Mary eaella? (Rosa de Sharon? ‘De pantaldn negro ytrenza rubiagalopo al norte o adonde no Pasan como en un vuclo un sherif yw eestu2. Secye el eintico de los coyotes en el desiert. [Las balas me atraviesan las trenzas hasta el ciclo az ‘Desde las nubs, algo exuve bsjando, srabsjosamente, por una ho Ena un mureidiago embarazado. ‘Cando volvia mirar ya, habla puesto sus clas Rinebres Bprcsas. ‘Vi hervirse papas blancas como mérmol, papas grses pos, apion,pajaitos. El abuclo observaba mirando hacia otro lado, coma lejos. A veces, en os intervalos, ba a visitar a algtin vecino ©, amigo. "Y yo padecia su sombra de loba y rosscrus Al descender la tarde, comeras de otros niftos cruzaban Rojas, rosadas, amarillas, eran sefiles “Andabamos por los oscuros comedores, ccorredores. ¥ algin Fagaz visiante sexual era atendido 0 evitado, Y clavelinas, tenebrarios, enebrarios, clavelinas, y més cons Be sbrian codos los caminos de la vids, pero, :dénde poner los yuna mafana siento eal temor que me acuesto tratando de flinenor sitio, no como casi, o slo agus llevan a la mesa, me intervienen quirigicamente; de blen ode mi, s2can objecor monseruosos rclojes, muieets much ps dientes peines, ¥ huevos, huevos, huevos, azules, blancos y dos, infintamente, como sl yo fuera na palorna de cuatro alas ENo #631 moriré Yala ited de la tarde me apresan, otra ve "Al volver del baile nos estaba esperando tana mariposa. No, la sala, de pie. Ni plegada enere los bombones de la dulcera, fen el nico sitio en que debia estar: sobre la lampara; como i dibujo: pero, tan intenso que producia penumbra ‘Quedamas azorados. Era negra como el vino o azul come li cirsclas ‘No, es blanca, blanca, blanca, dijeron otros. Y no sabem uiénes, porque ne habia otros. "Al mirarla, de nuevo, vimos bien la larga vaquita, los cue dle hilo, el ala de nieve, sobre la que bullian perlas, al mira d ‘nuevo, era una blanca hoje de cul ‘La mariposa dio un ligerisimo grit. ‘Y¥alguien invisible, omens aesino de las vacas va en un rayo de kana, may raudo, pasa 4 mi puerta, hacia los lejanos saladeroe. Sus pasos son leguas ‘vaca, ya, estin atadas como santos. Todas grandes y her- ectangulares, blaneas, rojar, aegras 0 rosadaa jamente, vanamente, miran ls magana de hielo eh que nacta, [oro de lor huereor. Tazas de leche colman tn expacio incon jrable, hijtos aelpados: ahors, perdicron los grandes ido, PPonen en claice una fja mirada de vosa lL asesino las golpea de sUbito. Las deja sin mclena, sin cabera, diladas bajo ta luz fanana, ala misma hora, les daré muerte de nuevo. for Dios, no acabarin de morie, aunea? Floran extrafas flores, navegat por el aire hassa mi enloquecido “Las casas campesinas guatdan huesos, huevos. En Ia noche de los relimpagos, desde Ia cama, los veta bill: [Bajo las mesas ban perros, gatos y murciclagoss cada uno pet siguiendo a se perseguidor. Por cl aire habla caballos pequed como moscas; de era colmena de caballos venia el sonido. FF muchisimos pdjaros que cantaban por todas partes, y otroe les, negres, etses, pasando como flechasaleecedor de la co~ ania: algunos ban de peluca rubia, rorads, color oro. Ma lejos, en la beuma del arardecer, s6lo sobresilian los cestos Valle de las eramas donde un dia empers el milagea. puts de unos instantes, se deruve el tamn-tamm gucrreroy est Bide sombrs, de clave. Wella comenz6 a avanzat, Inmmévil, con westido negro, sucesivi- re blanco, negro, hacta el ferval y Ia consigna Feds jo, clave, cubt Bijo en mi ms remota infancia, rol Adesolada, mieé el mundo por esa pupila puns. Clavo de ls Sela Pain. Sublas de todas la hojas,arstba de ka Fg! paca la sangre seve desbordaba a bothorones, sin exerse,y el O03 ra lesy el perfume demencial, Los dioses, que estén por todos lados, juegan muy intensa en los tomate, Es lo que eocuctdo de mi vids en la granja, cuando ellos 2p cron, de subico, un mediodia, sobre sus polvorientos mato eres azucarados, ensangrentados, debajo de la fina seda iba locus de fuego, Algunos decian “Son manzanas’, Oxros les Hamaban “las rs ‘Un perfume de budines salvsjes, un fagor de jaleas y jugucy ceuaé todo claire, donde las palomas, las abeja, as ninieas me fer deefesaflos, volaban agieando sus plumas y sus fzos. “Tods la terra fue una tomatera ssombrosa. Yo estaba alucina ates, ‘Olvidé el primer vuclo, Lo recordabs, apenas, y volvia a olvi- Jo: Después, con la frocucnecla, me vino cierta alarma. En el mo- fo preciso, cuando todos duermen, de pronto, salgo al cela reade las nubes de humo, maz arriba de los cipresesalisimos, fegrs siempre, con sus coronas rornaroles, y los otros Arboles ain Faltor, que, muy arriba, tienen canticas de frutas luminose Bsrillos. Aunque no hay nadie, saludo, me ro, hablo. ¥, ambign, Gogo zozobra, verglienca, porque iqilé 3 esto? zqué me sucede? Y easi de sibito extoy de pie cerea de la case © Lo mis heemoso esa infinia hz de luna con las alas bien blan- ablereas, aunque reo que no tenga alas un cane La Virgen Las cares hermejas sufsfan mutaciones, se volv diablas, higos; cuernor como guias en los que perduraba alg hoa. [Las caras seconds, cojas, eran suffientes, sortadas; perdian leve vino, una sangre muy temible ‘Se multiplicaron las falsos earamicntos y las festa, cada vere nis tones y pimpollos, “Aprendl los tae, y secieé desnuda, a lo largo de toda esa prla vera interminable, sMi madce rezonga como una hoguers, da gritos que nadie oye: pata cl caballo, ounce a vehclo deoladon aque ene ne, Pr cieo, iene un ala ergulda y samba Fe Caen nisperos, pledeas, por odos lado. Las can rece sin ribo; son negrae, pequetsimas, de colores gsnar es naciron banderine, wns sete, delante ura ove Beate puede pagar cl alguller ni volar, por eso, todos tentan Peperan me siento y exper, junto ala ventana; estoy in rato, luego, elo eer hilos, uno rojo, une amarillo, uno verde, bits nc; os elo porgue a al aan, ys, comfenzan Ios anos ao. ‘Se casé a los nucve afos, a eravés de una raisima ceremonia lisigi un samen, Sobre las matas cayeron flores, lvios pequefisimos, exp sgranor de plata, geanos de oro. jun huevo, blanco, puro, beillance: parecia una estrella ‘Ya, con incervalo de afos, habia dado otro, celeste, y ot, lor de rosa: pero, éste era puro, blanco, brllance, y el mis de invierno, com nubes negras, por la del estio. Los ojos sepia, ‘Lo coloqué en sina tara, con tina mano arriba, para que no boca roja, rotada, devoraban las ross, los gladiolos; cuande ta {foert el brillo; lo mime con disctecién, con clerex fingida ddormfan, yo proseguia exe murmallo hipnotiaador, estuviecon ef Eiifrencia. Las mujeres quedaron envidiosss,insidigeae; me cxi- la vencana, lar chimeneas: tn dia, una noche, abeacé una, Se pleg i durmid un minuto, se fte entre las teas y entre los érboles BE rcxidos. ‘i hermana, dijo: Qué ocurre? Of un sollozo, segs impereérita. Dijer ~Nada, Es el viento noms que juega, abt. © es el socio fo puedo decir qué salié del huevo porque no lo sé pero, sea lo ena Me sigue; su sombra, filial y dle, se abare sabre mi Vi las ebres, de guantes y alas, cruzar por el mundo, por lac Recuterda I Primera Comunién, a los veinticinco afos, ¥ cond vestido verde que dejaba los pechos desnudos. Su madre la ‘pai, escaleta por escalera, hasta cl alear que estaba leisimo, cer dl cielo: y a techos, se decenian y la madre bebja y almorzaba Droveguia scompafiindola, hasta qu ella t0°6 los pies de lx Divi Aidad y se efecrud la Comunién. 'Y el descenso, con el asustance vestido verde que defaba aFue los pezones esas y alhelies santos. No sli del tema, sallgn Is infancia de oro se sucedian fogntas dulces,y en la pet Juventud nimbada de turquesss. Sas bodas nuimerosas, ss Jemtos com animales, con plantivas, con niios de la cscucla, os apaches, de un solo zapato y ojos de vibora, que la levaban, repiciamente, hacia mde lejanos jardines “Y los casamicntos eran sélo pancomimas, ecitados, cambiarse objeto. Hart que las abuelas todas lor descubrieron san dia, rendidos fl cielo, comados de la mano; ella, imperértita, y el mucha- de ojos de viborss y se desaté el loquetio, as gucreas de las sis, batallas, matorrales,cendidos bajo el ciclo, tomados de la 10, apenas se renfan, gorjeando despacieo xisee una ciudad en la que, nunca, salié l sol. Bs as Las casas parecen arrugas, orcas: las vacas y los cabal como de palo y hierro: en el sito donde nacen, se desarro Imueren, tl si crruviesen atados TLos hombres usan auscaras con brotos; seman papas y bon Sargieron casas 2 dos aguas, y resulté que eran mariposs, que ‘quign sabe por qué, habjan erecido, desaforadamente, pero, luego s tina eninienda, vovfan a su tamano natural de pocos centinecos De sibito, en Ia noche, misteriosamente, silenciosamente, la ‘Y hay palomas negras y perros negros por todos lados. Beciposa aparcci6, Se puso en un cosado de la tara, vencienda Fuivisjance y participé de la delicads sieuacion. ‘ “Tafa un vestido, moderne, grande, casi sin forma, de un verde, a tal, con puncas mis oscuros, o plateadas, No quise lamar la arencién sabre ella porque temia al ot rmensal, Que arrimara ua cigarcllo, pusiera ftego a es8 £25, TTemfa al otro comensal,y temo a rodo el munda, La mariposa no se tba Yo temblaba, levemente;

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