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COACHING PARA COACHES TEORIA Y PRACTICA DE LA SUPERVISION granAldea epitores INTRODUCCION BITACORA DE UNA TRAVESTA La bitacora, del francés bitacle, por habitacle, es una especie de armario que se utiliza en las embarcaciones. Se ubica en la cubierta, cerca del timon, ya que alli se instala la brijula que facilita la navegacién. En la antigiiedad, la bitacora solia albergar un cuaderno (el “cuaderno de bitacora’), donde los navegantes registraban el desarrollo de sus viajes. Dicho cuaderno, al guar- darse en la bitacora, era protegido de las tormentas y los avatares climaticos. Con el tiempo, la nocién de bitécora pasé a asociarse de manera casi exclusiva con la de cuaderno de bitacora Una bitacora es, en la actualidad, un cuaderno o publicacion que permi- te llevar un registro escrito de diversas acciones. Su organizacién es crono- logica, lo que facilita la revisién de los contenidos anotados. Los cientificos suelen desarrollar bitacoras durante sus investigaciones para explicar el proceso y compartir sus experiencias con otros especialistas. Suele decirse que, cualquiera que sea el destino, todas las travesias co- mienzan del mismo modo: con el primer paso. tiene un antes, que muchas de las veces empieza con un suefo, con una ilusién, con un deseo. momento generalmente 23 ardo Wolk EL PUNTO DE PARTIDA Cada quien podria explicar como es el proceso creador; su proceso creador Hay quienes crean en soledad, quienes pueden hacerlo en medio del ruido cotidiano, en las tardes Huviosas, en las madrugadas trasnochadas. Y cada uno tiene su verdad. El proceso creador es y ocurre de acuerdo con quien lo expresa. Al terminar un texto siento una enorme tisfac 1 que, supongo, se asemeja bastante a la experiencia de dar a luz, de haber parido; al mis- ciado en la entrega, de haber dado mucho amor. Me sucede, entonces, un perfodo de latencia donde van mo tiempo, tengo la sensacién de haberme v apareciendo reflexiones internas, hipotesis varias, teorizaciones, en las que voy anotando cadtica y desordenadamente ideas sueltas con la esperanza de que algtin dia se transformen en un texto. Este vacio es reparado més tarde con el amor de aquellos que me leen o me escuchan, me escriben y comparten conmigo sus gratitudes, sus apren. dizajes, sus sensaciones de que en la lectura caminamos juntos compartien- do un didlogo y un encuentro. Fue a partir de esas conversaciones y de otras que suelo mantener con mis pacientes, alumnos y coacheados de donde surgié la idea de comenzar a concebir otro hijo en forma de texto. Fueron tus interrogantes, tus dudas, tus temores, tus confesiones, las que actuaron en mi como origen del proceso creador de esta obra. Fueron esos los des fios que invitandome a la reflexion soplaron mis brasas y me motivaron a iniciar otra travesia. Con-versar es “dar vueltas juntos’, y en este nuevo trayecto volveremos a entablar un didlogo intentando dar alguna respuesta a esas, tus inquietudes. Fue en mi adolescencia, mientras ba el bachillerato, cuando se des- perté mi vocacién, en buena medida gracias a una profesora de psicologia, quien me sugirié la lectura de algunos textos. Anos después, cuando me curs gradué como psicélogo (en 1973), me encontré con un titulo en la mano, un corazon entusiasmado y un temor desesperante. Ahi estaba yo con un suefo realizado, con toda la pasién, pero tam- bién con una gran carencia: no tenia experiencia. Durante .a carrera en la Facultad de Filosofia y Letras (alli se cursaba Psicologia en aquellos tem- pranos tiempos) no habia visto ni mucho menos atendido a un pacien- te; la “experiencia” habia sido el role playing de entrevistas de admisién, hing para coache lecturas de casos clinicos y mi propia terapia. No habia pasantias ni resi lencias, Mi interés ~ademas de mi tozudez taurina— habia hecho que atin antes 1i graduacion, ya avanzado en mis estudios y con la ayuda de mi her mana médica, ingresara en el Hospital Rawson como auxiliar en el area dle atencién psicologica del Centro de Adolescencia. Fue alli, participando como observador de todo lo que podia, donde comencé a satisfacer mi vo- racidad de aprendizaje. Luego vendrian la graduacién, la practica hospitalaria, los cursos de postgrado, las especializaciones, los talleres, jornadas y congresos. La responsabilidad que sentia era enorme y aun con el miedo del joven profesional inexperto pude hacerlo. Como te conté en mi segundo libro (Wolk, 2007), siendo un joven recién yraduado y preocupado por mi futuro en relacién con el ejercicio profesio- nal, consulté el I Ching! preguntando si tendria éxito. Fue enorme mi sor presa cuando la respuesta me sugeria que emprendiera la busqueda de un maestro experto. Para ello previamente deberia reconocer con modestia mi inexperiencia y ser perseverante en el aprendizaje hasta apropiarme del saber. Ya entonces el texto me anticipaba el camino del aprendizaje. Buscar al maestro! jDénde?; squién?... Cualquiera, en todo lugar; en las personas y en la naturaleza; también me han ensefiado los perros y las plantas. El aprendi- vaje no dependia del otro sino de mis ganas de aprender, y para ello debia encontrar al aprendiz humilde en mi interior. Busqué los maestros y entonces aprendi que, sin duda, mas alld de todo valioso aprendizaje académico, los mas maravillosos y espectaculares es- pacios de aprendizaje fueron para mi la supervision, mi propio proceso de is y la experiencia. La supervisién era el espacio de confianza adonde podfa llevar mi ver- anal giienza, mis temores y mis dudas, sin miedo y sin pudor. Tuve que enfren- tar mi arrogancia para darle a un otro la autoridad de ensefiarme para con- tinuar aprendiendo. Hoy, sigo estando con la mente del aprendiz, aunque otros me honren considerandome su maestro. 1 O libro de las transformaciones 0 mutacion: cial milenario de origen chino. . Texto sapier Leonardo Wolk Hoy, son otros los “Leonardo” entusiasmados, pero asustados de que, a pesar de haber certificado como coaches, necesitan y desean continuar aprendiendo. Son ellos los que hoy, con un certificado en las manos, el corazén apa- sionado y un temor desesperante me preguntan “;Y ahora qué?”, “No me siento competente, ;cémo contintio mi aprendizaje?”. Alguna vez, hace tiempo yo estuve en tus zapatos de recién graduado. Sintiendo lo mismo y preguntandome las mismas cosas. [..] Un hombre de conocimiento es alguien que ha seguido de verdad las penurias de aprender. jPuede cualquiera ser un hombre de conocimiento? No, no cualquiera. Entonces, ;qué debe hacer un hombre para volverse hombre de conocimiento? Debe desafiar y vencer a sus cuatro enemigos naturales ritubed un rato, pero luego comenzé a hablar. —Cuando un hombre empieza a aprender, nunca sabe lo que va a encontrar. Su propésito es deficiente; su intencién vaga. Espera recompensas que nunca Hlegaran, pues no sabe nada de los tra- bajos que cuesta aprender. “Pero uno aprende asi, poquito a poquito al comienzo, luego mas y mas. Y sus pensamientos se dan de topetazos y se hunden en la nada. Lo que se aprende no es nunca lo que uno crefa. Y asi se comienza a tener miedo, El conocimiento no es nunca lo que uno se espera. Cada paso del aprendizaje es un atolladero, y el miedo que el hombre experimenta empieza a crecer sin mi- sericordia, sin ceder. Su propdsito se convierte en un campo de batalla. “Y asi ha tropezado con el primero de sus enemigos naturales: jel miedo! Un enemigo terrible: traicionero y enredado como los cardos. Se queda oculto a cada recodo del camino, acechan- do, esperando. Y si el hombre, aterrado en su presencia, echa a correr, su enemigo habra puesto fin a la busqueda” ~;Qué le pasa al hombre si corre por miedo? -Nada le pasa, solo que jams aprender. Nunca llegara a ser hombre de conocimiento. Llegara a ser un maleante, 0 un cobarde Coaching para coache cualquiera, un hombre inofensivo, asustado; de cualquier modo, sera un hombre vencido, Su primer enemigo habra puesto fin a sus ansias. 3Y qué puede hacer para superar el miedo? La respuesta es muy sencilla. No debe correr. Debe desafiar su miedo, y pese a él debe dar el siguiente paso en su aprendizaje, y el siguiente, y el siguiente. Debe estar lleno de miedo, pero no debe detenerse. {Esa es la regla! Y llega el momento en que su primer enemigo se retira. El hombre empieza a sentirse seguro de si. Su propésito se fortalece. Aprender no es ya una tarea ate- rradora. Carlos Castaneda Las ensefianzas de Don Juan Desafia tu miedo... jno te detengas! jEsa es la regla! Busca tu maestro. Ejercita y supervisa. Es una travesia sin final. Mi avidez por el conocimiento sigue en pie a pesar del tiempo y la ex- periencia transcurridos. Soy discipulo de otros maestros, aunque esencial- mente, es la vida la que me enseita. Siento fascinacién por las palabras, tengo una maravillosa biblioteca y, entre otros, muchos libros que hablan acerca de la “muerte del padre” y de la elaboracién de los duelos; atendi a muchas personas en procesos de pérdidas de seres amados y a pesar de conocer las evidencias de que no se puede tener padre para siempre, fue la “experiencia” de la muerte de mi propio padre el texto de mi vida con el que mas aprendi, Learning is experience. Everything else is just information.” Albert Einstein Vivir es un camino de aprendizajes, y una experiencia no sometida al intercambio con otros pierde su sentido mas genuino. La supervisién, tema del que conversaremos en este libro, es un espacio pertinente para el intercambio y el aprendizaje. ) Aprendizaje es experiencia. Todo lo demis es solo informacién. Leonardo We LA HOJA DE RUTA Acerca de qué conversaré contigo en este libro? Sera acerca de como con- tinuar aprendiendo, cémo buscar la excelencia en el ejercicio del coaching y de cémo la supervision, tanto para el recién graduado como para aquellos que ya hemos andado un poco mas, se constituye en una extraordinaria oportunidad de crecimiento personal y profesional. Lo que pretendo en este nuevo texto es transferir aprendizajes compar- tiendo experiencia. Lo haré desde mi rol de coach, de formador de coaches y de supervisor, basindome en casos y sesiones de coaching con vivencias y experiencias tanto personales como de colegas coaches que me han honrado escogién- dome como su supervisor. ESTRUCTURA DE LA OBRA Coaching para coaches. Teoria y practica de la supervisibn consta de dos partes. En la primera -que incluye cinco capitulos~ presento desarrollos y nuevos aportes para la teoria y la practica de la supervision en coaching. En el capitulo 1 comienzo haciendo algunas distinciones basicas para que tengamos un lenguaje comtin a través del cual comunicarnos. En mi practica cotidiana observo y escucho que no todos los coaches comparti- mos la misma definicién para significar las cosas, lo que provoca frecuentes distorsiones y falta de entendimiento en nuestra comunicacién. Lo hago para que puedas entender el marco referencial desde donde me dit y cual es mi manera particular de entender determinados conceptos y no con el dnimo de imponer verdades. ati En el capitulo 2 presento un caso de supervisin en coaching. Tiene el objetivo de anticiparte lo que encontraras en la parte segunda de este libro, pero también deseo compartir contigo una de las supervisiones mas con- movedoras de mi existencia profesional y en la que se hace presente el con- cepto de interculturalidad. Es un claro ejemplo de como nuestras creencias, valores y otras expresiones de la cultura se manifiestan en toda comunica- cién e influyen en nuestra vida. En el final de este capitulo —asi como en otros de la segunda parte del libro- incluyo una apostilla como complemento tedrico. Coaching para coache El capitulo 3 refiere a la supervision como metodologia de aprendizaje y de profundizacion en el rol del coach En el capitulo 4 resalto la importancia del autoconocimiento para el rol del coach. Nuestras conversaciones entre alumnos y colegas suelen ser icerea del otro, del coacheado y no acostumbramos a hablar de nosotros. [rabajar con nuestra identidad personal y no solo profesional se hace im- prescindible desde la responsabilidad del coach. Incluyo en este capitulo -asi como en otras partes del texto- algunos conceptos que, provenientes del campo psicoldgico, enriquecen nuestro quehacer. En el capitulo 5, final de esta primera parte, me refiero y profundizo en el arte y propésito de la indagacién. La segunda parte, “Casuistica’, consta de seis capitulos. Como su titulo 4s alli casos y sesiones de coaching y partes de las res- pectivas supervisiones que realicé sobre ellas. También encontraras ejem- s de aplicaciones practicas, ejercitaciones y nuevas apostillas que com- plementan los desarrollos tedricos. Los casos que leerds estn basados en historias reales y solo modifiqué algunos datos para preservar el anonimato de los protagonistas. Estoy en deuda y agradecido con cada uno de ellos por la generosidad con que han compartido sus experiencias y sus vidas. Ya Ilegando a destino en la travesia encontraras algunas reflexiones per- sonales, asi como dos anexos: el primero incluye una guia para observar una sesién de coaching y el segundo reproduce algunos testimonios; por ultimo, la bibliografia que podrés consultar para profundizar y expandir tu aprendizaj Te doy la bienvenida y te invito, entonces, a caminar juntos las palabras. Este libro también esta dedicado a ti. lo indica, encontra pl PRIMERA PARTE PUNTOS DE PARTIDA CAPITULO 1 ALGUNAS DISTINCIONES BASICAS Dado que el propésito es caminar juntos entiendo que es importante tener entre nosotros un lenguaje comin y compartido, En el uso del lenguaje existe la Hamada regla de libertad de estipulacion. l’sta enuncia que las palabras son signos creados arbitrariamente. Establece que el ser humano es libre de establecer el significado que quiere para las palabras; es aplicable para dar significado a palabras que no lo tenian y/o cambiar el significado convencional que una palabra ya tenia. Pero la apli- cacion indiscriminada de la regla de libertad de estipulacién levaria a una dificultad en la comunicacién; por eso el lenguaje esta regido por una regla de uso comtin que establece que deben usarse las palabras con el significa- lo convencional que se les ha dado, Cualquiera puede definir alguna cosa del modo que quiera. Si quiero puedo definir mesa como un objeto que sir- ve para sentarse. Tengo la absoluta libertad de hacerlo. Pero si lo que quiero es conversar y dialogar con otro tengo que hacerlo desde un cédigo perte- neciente a todos los miembros de una misma comunidad biolingiiistica. Las personas que supervisan conmigo vienen de diferentes escue- las y formaciones y acontece lo mismo con aquellos que participan en mis workshops o seminarios. En el campo del coaching, no siempre y no 33 todos significamos de la misma manera. No hablamos el mismo lenguaje y esto trae aparejadas incomprensiones y distorsiones en nuestra comu nicacién. Por deformaciones en el aprendizaje confundimos definiciones He escuchado a alguno de mis supervisados decir “Hice un coach” en vez de “Hice un coaching” 0 usar como sinénimos los conceptos de brecha y quiebre. Hago esta introduccién porque quiero presentar un marco conceptual y algunos significados desde los cuales me expresaré en este libro con el propésito de hacerme entender. Lo dicho es dicho desde el particular observador que soy. No tengo la pretensién de hacer un diccionario. Tampoco tienes que estar de acuerdo conmigo. Puedes tener tu propia manera de entender o explicar algunos conceptos y no pretendo transformar los mios en una verdad. Mi intenci6n es sefialar una serie de distinciones con el afin de corregir lo que yo creo que son distorsiones y vicios en el lenguaje del coaching, pero mas que nada para transmitirte desde donde, desde qué concepcion tedrica me comunico contigo. EL OBSERVADOR QUE SOY En mis presentaciones publicas suelo decir que soy un bigamo profesional. A pesar del tiempo transcurrido sigo enamorado y ejerciendo la practica clinica en psicoterapia y también me he casado con la practica y el ejercicio del coaching, tanto bipersonal como con grupos y equipos en el ambito organizacional. He cumplido treinta y nueve aiios como psicoterapeuta y diecisiete como coach. Haciendo un célculo aproximado (siempre fui malo para las matemé- ticas), de 100 h x mes x 10 meses = 1000 h x afio x 17 afios = 17.000 h. jMientras estoy escribiendo este libro llevo trabajando diecisiete mil horas como coach! Millones de segundos, miles de minutos hablando, escuchando, emo- cionando, conversando. Dando vueltas juntos. Ensefiando y aprendiendo. No es retérica ni lo correcto que se debe decir; es mi verdad cuando digo que aprendi de mis maestros, mis pacientes y mis coacheados. 34 Coaching para coache Atencion flotante, escucha activa, comprension, ser compasivo; a veces, muchas, no siempre, Des-atento, disperso, distraido, irritado, confuso; a eces, no muchas, no siempre. Pase por todos los estados; a veces, en algunos momentos, me senti ge- nial, brillante e inspirado por la divinidad, semidios. Orgulloso de lo que ¢ y de quign soy. En otros, dudando de todo, irritado conmigo mismo, ivergonzado, culpable, incompetente. Cada coach elige aquella teoria y aquella practica que mas le conviene (conviene = viene conmigo). Aliento el pluralismo y sostengo que el hecho cle que las teorfas no sean validadas por otros, no significa que sean invali- las. El sectarismo es contrario al espiritu mismo y a la ética del coaching. fl coaching que practico es una sintesis integradora, resultado de mi propio recorrido profesional. Construi mi manera de trabajar sobre la base del desarrollo de muchos maestros en el tema como Fernando Flores, Rafael Echeverria, Fred Kofman, Julio Olalla, Humberto Maturana y otros, con algunos de los cuales tuve la oportunidad y el privilegio de aprender y trabajar. En esencia, mas no exclusivamente, la orientacion es ontolégica: ;¢6mo no integrar lo sistémico si la diada coach-coacheado es en si misma un sis- tema?, ;como trabajar con equipos no los pienso sistémicamente? ;Como no integrar el conocimiento del estudio de lo corporal y las emociones, i estamos hablando de diferentes dominios de observacién? ;Por qué no integrar al pensamiento guestaltico, a los cognitivistas y a tantas otras vi- jones? Entonces, mas tarde, esos aprendizajes iniciales se fueron articulando con conceptos y reflexiones personales provenientes tanto del campo de la psicologia, el aprendizaje transformacional y organizacional, la teorfa de Jos sistemas y la comunicacién, asi como de concepciones y aportes perso- nales que fui consolidando en el desarrollo de mis cursos, practicas, nuevos aprendizajes y experiencia. EL ARTE Y EL OFICIO DEL COACHING Cierta vez una muy entusiasmada novata coach me dijo que para ella el coaching era un estilo de vida. No acordé con esa definicién. Para mi, ser coach es una funcién, un arte y un oficio; por eso, aunque no suene poético 35 eonardo Wolk © romantico, hablo de trabajo.’ Es un rol. Que ejercemos con entrega, dedi cacion, amor y responsabilidad. Es una profesién. Tanto como ser médico, albanil o maestro. Suelo decir que no “tenemos” hijos; “somos padres” de nuestros hijos. Ser padre también es una funcin. Me irritan -y me aburren- algunos colegas psicélogos cuya vida gira alrededor de interpretar todo y en todo momento al igual que algunos colegas coaches que hacen lo mismo hasta en sus conversaciones mas triviales como las que se dan en las reuniones entre amigos. Hacen de ello un modo de estar en el mundo. Ser coach (0 ser psicélogo) no es ser el agente 007, no es tener licencia para matar. James Bond Heva un arma, pero solo la usa en determinadas y justificadas situaciones. Como coaches no tenemos armas sino herramientas poderosas y posibilidades de hacer distinciones que sugiero que sean utilizadas en determinados espacios, cuando corresponda y con el pedido o Ia autorizacién del ocasional in- terlocutor. Personalmente no entiendo el coaching como un estilo de vida. Es una muy noble tarea y de una tremenda responsabilidad en la que nos involu- cramos profesional, ética, fisica y emocionalmente. Ademis, tenemos que reconocer que el coaching tiene sus limitaciones y nosotros como coaches tenemos las propias. QUE ES COACHING Coaching es un proceso + de aprend + transformacional + de asuncién de responsabilidad. Es aprendizaje en la medida en que se entienda el aprender como el proceso que posibilita expandir la capacidad de accién efectiva de un individuo, de un equipo o de una organizacin. 3 No concuerdo con ciertas posturas tedricas y hasta “almibaradas” o roménticas de presentar al coach como un par del coacheado. El coach tiene un rol diferenciado y claramente asimétrico porque tiene competencias y autoridad que el coacheado no tiene y porque, ademas, no seamos puristas 0 ingenuos, cobra por sus servicios, 36 Coaching pa Es un proceso para obtener resultados diferentes. Poder hacer hoy lo que ayer no sabia 0 no podia hacer, Pero desde la concepcién ontolégica hay una distincion fundamental ya que se entiende que no se trata mera- mente de un aprendizaje conceptual o de nuevas habilidades, sino de obte- her aprendizajes a partir de una transformaci6n personal. E's fransformacional porque en ese proceso se produce una transforma- cin del tipo de observador del mundo que cada persona es. Tiene el senti- do de aquello que transmuta. Por eso me gusta decir que el coaching es un proceso alquimico y el coach un alquimista. Tener mayores posibilidades de hacer distinciones permite observar de manera diferente, pensar dife- rente y, por ende, decidir acciones diferentes. Estas acciones nos conduci- rin a resultados diferentes y muchas veces extraordinarios. Es asuncién de responsabilidad 0, mejor atin, respons(h)abilidad, ya que implica asumir el protagonismo de ese poder transformador. Es concebir- nos como cocreadores y coautores de la gestién de una empresa 0 una or- ganizacién, como asi también de nuestras propias vidas y decisiones. Sig- ifica habilidad para RESPONDER frente a las circunstancias que la vida nos enfrenta. EL ROL DEL COACH h's un provocador y un facilitador durante ese proceso en el que ofrecemos, establecemos y hacemos posibles las condiciones y los recursos necesarios para que los individuos sean gestores de si mismos. Como coaches somos coautores y cocreadores de esas condiciones trabajando con otros sobre sus propias capacidades. Parafraseando a Martin Buber (1994) diremos que el yo coach no le dira 1 otro quién 0 como ser, sino que con su “soplido” creador estimulara al tti del coacheado a ser un cocreador de si mismo y a responsabilizarse por ello. El coaching contribuye también al ejercicio de la libertad, entendida como potencial para la creatividad y para la expansién del autoconoci- miento y la capacidad, para actuar en forma responsable como un yo en el respeto del otro como un tt. Leonardo Wolk EL QUIEBRE Y LA BRECHA s esa Hablo de quiebre para referirme a aquello que aqueja al coacheado. situacién que provocé o desencadené lo que define como problematico; el dolor, incomodidad, molestia, sentimiento de incapacidad o incompeten- cia frente a una circunstancia y que se transforma en motivo de consulta. La brecha, por su parte, es ese espacio o distancia entre lo que el coachea- do sabe y no sabe, entre lo que puede y no puede, entre lo que tiene y lo que no tiene, pero quiere. Coachear es declarar que hay algo que no puedo pero que quiero. Esta declaracién implica una herida narcisistica.* Es declarar que hay algo que no sé, Pero al mismo tiempo requiere una declaracin de querer saber. Este es un requisito indispensable para entrar en proceso de coaching. Sin brecha no hay coaching posible. Puedo declarar que hay algo que no sé pero que, al mismo tiempo, no me interesa saber; por lo tanto no hay brecha. Por ejemplo, personalmente me declaro un incompetente en mate- miaticas 0 en tecnologia informatica pero, como todo el mundo, tengo solo veinticuatro horas al dia y elijo invertir mi tiempo en el aprendizaje de otras tematicas como psicologia 0 filosofia. No tengo brecha ante las matemati- cas y cuando requiero para mis tareas alguna cuestién en esas areas solicito colaboracién a quienes saben de ello. Diferente es la cuestién cuando un coacheado tuvo un quiebre en su trabajo; por ejemplo un malestar con un superior por una baja evaluacion de desempefio que considera injusta y teme las consecuencias de confron- tarlo en una conversacién. Declara: “Me siento desmotivado y enojado”; su juicio: “Las injusticias de mi jefe”; su deseo: “Aclarar las cosas y recuperar mi motivacion? Su brecha: “No sé cémo, pero quiero hacerlo”. Entre uno y otro polo de la brecha podemos graficar que hay obstaculos que estan impidiendo acortarla. Y, justamente, el trabajo de coaching sera el de procesar esos obstaculos, disolverlos o resolverlos asumiendo responsa- bilidad, protagonismo y poder. En ese proceso, el coacheado transformara el observador que es para encontrar nuevos sentidos, nuevas respuestas, 4 En alusién al mito de Narciso, narcisismo refiere al amor ala imagen de si mismo. Al hablar de herida narcisistica me refiero a algo que lastima la autoestima del sujeto. La nocién de narcisismo aparece por primera ver en S, Freud en varios de sus escritos a partir de 1910, 38 on la finalidad de expandir su capacidad de accion efectiva en procura de ilcanzar los resultados deseados. LA ONTOLOGIA vegtin su etimologia, la ontologia se ocupa del estudio del ser. “Onto”, en uuriego, significa ser, estar. “Logos” es tratado, estudio, teoria. Este término surgié a principios del siglo XVI; se define como la rama de la filosofia que se ocupa de la naturaleza y la organizacion de la realidad; es decir, de lo que “existe”. Muchas preguntas tradicionales de Ia filosofia pueden ser entendidas como preguntas de ontologia: existe Dios? entidades mentales, como ideas y pensamientos? ;Existen entidades abs- (ractas, como los nimeros? La ontologia en el sentido que aqui le doy es la investigacin del ser en lanto que ser, o del ser en general, mas alla de cualquier cosa en particular que es 0 existe. Mas especificamente, la ontologia se encarga de determinar qué cate- yorias del ser son fundamentales y se pregunta si a los objetos incluidos en esas categorias se los puede calificar de “seres’, y en qué sentido. Echeverria, Maturana y otros pensadores no conciben a la ontologia en un sentido metafisico como convencionalmente se define esta nocién;? la refieren a aquellas dimensiones que compartimos como seres humanos y que nos confieren una particular forma de ser. En este sentido, el lenguaje es la clave para comprender los fendmenos humanos. Ese lenguaje de la interaccién entre los seres humanos; no como un fenémeno biolégico sino social. Un objeto es definido como tal en un dominio consensual con otros y es constituido en el lenguaje. De ahi que digamos que los seres humanos vivimos en un mundo lingiiistico y coordinamos acciones con otros a tra- s de él. (Echeverria, 1995) Siempre que hablo de este tema surge una pregunta y una legitima in- quietud en alguno de mis alumnos: “Pero hay especies que también tienen lenguaje propio y coordinan acciones. Por ejemplo, las jaurias 0 los pajaros”. > Segiin el Diccionario de la lengua espatola (RAE, 2005), es la parte de la metafisica que trata del ser cen general y de sus propiedades trascendentales. La ontologia define al ser y establece las categorias Jamentales de las cosas a partir del estudio de sus propiedades, sistemas y estructuras. 39 Leonardo Wolk Efectivamente es asi. Sin embargo, hay dos aspectos bien diferenciados en tre humanos y otras especies: a) los humanos tenemos un numero mayor de signos consensua- dos y seguimos creando nuevos; b) el lenguaje humano es recursivo. Esto significa que podemos hacer girar el lenguaje sobre si mismo; podemos hablar sobre nuestro hablar 0 podemos pedir especificaciones sobre algo que ha sido dicho. Dice Echeverria (1995, pp. 51-52): Esta capacidad es la base de lo que llamamos reflexion. Los me- tafisicos vieron la reflexién como una propiedad de la mente, escindida de alguna conexién con el lenguaje (de ahi la caracte- rizacién de seres racionales). Sin embargo, la razon es una fun- cidn del lenguaje. Somos seres racionales porque somos seres lingiiisticos viviendo en un mundo lingitistico. LA ONTOLOGIA DEL LENGUAJE Es una tesis que trata de explicar al ser humano como un ser intrinsecamen- te lingitistico, Esta basado en trabajos desarrollados por pensadores como Fernando Flores, Humberto Maturana, Rafael Echeverria, Francisco Varela, partiendo de previas lecturas de Friedrich Nietzsche, Martin Heidegger, Martin Buber, Ludwig Wittgenstein, John L. Austin y John Searle, Los tres postulados basicos de la ontologia del lenguaje son: 1. Interpretamos a los seres humanos como seres lingitisticos. 2, Interpretamos al lenguaje como generativo. 3. Interpretamos que los seres humanos se crean a si mismos en el lenguaje y a través de él. Ellenguaje es activo. Crea realidades. Esa accidn genera ser. Generamos senti- do a través del lenguaje y mediante la accién que nos permite transformarnos como observadores, como personas, haciéndonos responsables de nuestra existencia y asumiendo la responsabilidad de transformar nuestro mundo. 40 Es importante hacer una distincion entre ontologia del lenguaje, y, fi- losofia del lenguaje. El foco de atencién de esta titima al igual que en la linguistica esta puesto en el lenguaje, mientras que el principal interés de la ontologia del lenguaje son los seres humanos y el sentido del vivir. En este sentido, la ontologia, nuestra comprensién de lo que sig- n de nifica ser humano, no implica necesariamente la adopc una perspectiva metafisica. Podemos tener una ontologia me- tafisica, como la tuvieron los metafisicos griegos, pero podemos también generar ontologias no metafisicas, como lo reivindica la ontologia del lenguaje. (Echeverria, 1995:28) UL CONCEPTO DE DISTINCION I lenguaje nos proporciona la capacidad de distinguir aquello que nom- bramos. Cuando distinguimos algo nuevo, adquirimos un aprendizaje ue amplia nuestra mirada y que, por tanto, modifica nuestra capacidad de accion. Con el avance de los conocimientos tecnoldgicos, cientificos, médicos, elc,, tenemos hoy la posibilidad de observar realidades que ya existian pero que no podiamos ver, como por ejemplo el descubrimiento de nuevos nu- roreceptores, planetoides en el espacio, etc. También tenemos mas compe- encias para poder intervenir en ellas en la accion. Alli donde yo veo solamente cables, metal, tapas, gomas, etc., un meca- nico automotor puede ver, definir y operar en un problema de carburacién de mi automévil. En el mundo empresarial organizacional acontece lo mismo. Las dife rentes dreas o gerencias que la constituyen se especializan en distinciones que responden a distintos ambitos de accién: ventas, recursos humanos, , marketing, etc. Cuanto mayor es nuestra capacidad de hacer distinciones, tenemos mas finanzas, informati posibilidades de accién. No podemos distinguir algo que no conocemos, para lo cual no tene- mos una distincién lingiiistica; aquello, en suma, que no podemos nom: brar. Solo somos capaces de observar lo que podemos distinguir o separar en el lenguaje como algo diferente. El mundo existe independientemente con todo su misterio a la espera de una observacién y explicacién. Leonardo Wotk El poder de accion de una persona o una organizacion en determinados mbitos depende del conjunto de distinciones disponibles para observar y operar en ese dominio de realidad. En coaching utilizamos las distinciones que el lenguaje nos proporciona como herramientas de intervencidn. Trabajamos con palabras cotidianas que el coacheado suele utilizar en su estilo coloquial con otra interpreta- cién: somos observadores diferentes. EL OBSERVADOR Quien distingue es siempre un observador, alguien que mira desde su pro- pia concepcién del mundo, desde su historia, su cultura, sus experiencias; su vida toda. El mundo se constituye a partir de las distinciones con las cuales vemos y operamos en la realidad, Personas u organizaciones son observadores di- s diversas que les dan ferentes porque poseen un universo de distincion| otras capacidades de accion. Llamamos observador a la particular manera que cada uno tiene de dar sentido a algo que observa. Es imposible separar el objeto que es distingui- do del observador que distingue. Si la percepcién de la realidad es subjetiva y depende del observador y de su concepcién del mundo, entonces tene- mos que aceptar la posibi' observadores y que todas ellas son igualmente legitimas. idad de que existan tantas interpretaciones como Somos observadores diferentes porque tenemos 0 construimos modelos mentales diferentes y porque tenemos mayores 0 menores posibilidades de hacer distinciones. ESCUCHA ACTIVA Y ESCUCHA EMPATICA Sefalo esta distincién porque muchas personas, incluidos coaches certi- ficados, confunden estos conceptos has ‘a el colmo de hablar de simpatia como sinénimo de empatia. La escucha activa significa hacerlo con atencién y confirmar que hemos entendido. Es estar totalmente presente y legitimamente interesado en el discurso del otro. Segiin S. Covey (1996), cuando otra persona habla, por lo general, la escuchamos en uno de los cuatro niveles siguientes: Coaching para couche + Podemos estar ignorandola, no escuchando en absoluto. + Podemos fingir y solo estar esperando que termine su alocu cion. + Podemos practicar la escucha selectiva, oyendo solo ciertas partes de la conversacién. + Podemos brindar una escucha activa, prestando atencién y centrando toda nuestra energia en las palabras que se pronun- cian. Para que este tipo de escucha sea efectiva es conveniente: 1. Prestar atencién a lo que se esta diciendo, mirando de frente, y no estar ocupado al mismo tiempo con alguna otra tarea 0 cuestion. 2. Solicitar aclaracién 0 pedir que se repitan las ideas si hay algu- na ambigiiedad 0 duda. 3. Proponernos que mientras estemos escuchando no interrum- piremos el discurso del interlocutor, no completaremos sus frases o ideas cuando esté en alguna pausa reflexiva de su discurso y mucho menos estaremos pensando en nuestra respuesta. 4. A veces -no siempre, porque seria tedioso e irritante para el otro- hacer un chequeo de comprensio6n de lo escuchado. La escucha empdtica va més alla de registrar, reflejar y entender las palabras pronunciadas. Es aquella en la que tratamos de comprender al otro pero no meramente desde el significado de sus palabras; propone ponerse en cl lugar de la otra persona, intentando ver la realidad desde el marco de -ferencia de nuestro interlocutor, evitando tehir toda la comunicacion con nuestras propias apreciaciones y preconceptos. Decimos comunmente, y con acierto, “ponerse en los zapatos del otro”. En cambio cometemos un error cuando decimos “Yo, en tu lugar, haria otra cosa”, porque desde ese lugar el del otro, siendo ese otro-, diria/haria lo mismo. Mas correcto seria decir: “Yo en esa situacién, desde este que soy haria...” Se trata de hacer el esfuerzo de entrar en el marco de referencia de la otra persona, intentar ver con los ojos del observador que es el otro, 43 Leonardo Wolk identificar lo que siente. Poder hacerlo aun sin estar de acuerdo, tratando de comprenderlo emocional e intelectualmente. Un encuentro de dos: ojo a ojo, cara a cara Y cuando estés cerca, tomaré tus ojos y los pondré en lugar de los mios, y tu tomaras mis ojos, y los pondras en lugar de los tuyos. Y luego te miraré con tus ojos, Y ti me mirards con los mios. Jacobo L. Moreno Acceder a una comprensién de su modelo no significa acordar con él. Em- patia es tratar de comprender desde el sistema de creencias del interlocutor, la logica de su respuesta frente a las circunstancias. Empatia no es justificar; es validar su opini6n 0 su emocidn, ayudando luego a procesar y rearticular su creencia. 44 CAPITULO 2 COACHING EN EL CRUCE DE CULTURAS Participando en un encuentro internacional sobre procesos grupales que se realizé en Roma fui invitado a supervisar en un subgrupo sobre coaching. Conformaban el grupo unas cuarenta personas; estabamos alli entre pares con el objetivo de realizar aprendizajes a partir de casos o situaciones pre- sentadas espontaneamente por los participantes. El tema central convocante del encuentro era: “Resolucién de conflictos en el entrecruzamiento de culturas”. Como era un encuentro internacional los asistentes provenian de diferentes paises y también de diferentes cultu- ras. Unos pocos argentinos nos sumamos a brasileros, italianos, griegos, israelies, espafoles, dinamarqueses y otros mas. El trabajo que comparto a continuacién fue de un tremendo aprendizaje y lo tengo presente como una de las sesiones mas profundas y conmovedo- ras que experimenté en mi vida. Reunido el grupo no fue necesario generar contexto porque ya estaba creado desde la eleccién de cada uno de estar alli presente y porque el ambiente de todo el encuentro era de mucho compromiso y participacién. Por informa- cién previa todos estaban en conocimiento de cual iba a ser mi metodolo- gia de trabajo. 45

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