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UR. Eton. (Cro) Exes ENCE EV GREPOL DINAMICA DE GRUPO Utilizando su experiencia psicomnalitica, Freud * intents iluminar al- agunos de los pu: ir0s que Le Bon, Me Dougall y otros investigado- grapo humano. Yo me aportes que el psicoanilisis, en su evolucién pos- ofrece acerca de los mismos problemas, perticularmente en aque. ‘aspectos vineulados con Ia obra de Melanie Klein. El trabajo de esta autora muestra que al comienzo mismo de la vid 2a de este contact mm Tidades peculiares, que tienen profunde signi tanto para el des- arrollo del individuo como para comprender mejor los mecanismos ya fos por el genio intuitivo de Freud y su regresién revela el fracaso ‘Una parte esencial de su regresién cot existe como algo di partes de su regresién de que un grupo. luos y también son iduo atribuye al su- luo una pérdida de su “particula- que no se diferencia de - impide observar que el grupo es un agre- to se deduce que si el observador estima que duos que To componen deben haber experimenta- do esta regresién. Reefprocamente, cuando los individvos que componen un “grupo” (usando esta palabra para designar un agregado de indivi- 1, Especialmente en Totem y Tabié (1913) y Patcologie de les masat y endtisis del yo (1921). 16 Ww. R, BION dues en el mismo estado de regresién) por una razén u otra se sienten ‘amenazados por la toma de conciencia de su particalaridad como indivi- uos, el grupo cae en el estado emocional conocido como pénico. Esto no quiere decir que el grupo se desintegre, y mis adelante podri compro- Tbarse que no estoy de acuerdo con la idea de que el grupo pierda su ccohesién a causa del pinico. En este seoci rtas teorias a I ilegado aplican- do en los grupos las intuiciones logradas en del psicoanali- sis actual. Estas teorias difieren de muchas ott por sus méritos como por sus defectos, y por haber visto le luz en las situaciones de ‘ensiéa emocional que intentan describir. Introduzco algunos concep- ‘tos nuevos para el psicoanilisis, en parte porque me ocupo de un asunto diferente, en parte porque deseo comprobar si el hecho de comenzar li bre del compromiso que representan las teorfas previss, nos puede con- de vista sobre grupos y el punto de vista del psico- ividuo sean comparables. Juzgaremos de este modo si ambos son completamentarios 0 divergentes. Hay momentos en que pienso que el grupo tiene una actitud hacia mi, ¥ que puedo verbalizar en qué consiste dicha actitud; hay momentos fen gue otto de los miembros actia como si también pensara que el grupo tuviera una actitud hacia él, y creo que puedo deducir cuél es su creen- cia; en otros momentos pienso que el grupo tiene una actitud con rex ecto a un individuo y que yo puedo decir en qué consiste. Estas oca- siones ofrecen la materia prima de las interpretaciones, pero la interpre- tacién en si misma es un intento de traducir en un lenguaje preciso lo que supongo que ¢ la actitad del grupo hacia mi o hacia algiin otro miembro, y Ia actitud del individuo hacia el grupo. Solamente eprovecho algunas de esas ocasiones; juzgo que el momento esta maduro para una interpretacién cuando éta parece ser evidente y sin embargo pasa in- advertida. Los grupos en que intenté desempeifar este rol atraviesen una serie de complejos episodios emocionsles que permiten deducir, en relacién con la dindmica grupal, teorias que me resultan itiles tanto para aclarar lo que sucede como para descubrir los micleos de futuras evoluciones. Lo que sigue es un resumen de esta teoria. Ex. CRUPO DE TRABASO En cuslquier grupo pueden encontrarse rasgos que revelan una a¢- tividad mental. Aunque sea en forma casual, todo grupo se reine para EXPERIENCIAS EN GRUPOS a7 acuerdo con lar y no a Ia gente que se entrega Puede comprobarse que cuando los pacientes se sign de terapia de jempre se dedica parte de la actividad mental raya solucién los individuos buscan ayuda, He episodio acaecido en un grupo: B se levanta para decir que do alguna manera debovs humor del grupo es ahora un compuesto de ereciente ansiedad y cién. Mucho antes de que me mencionen, se ve que transformade en un motivo de preocupacién. Abani Tecursos, el grupo A fin de lograr mis pro} los aspectos del episodio que me término grupo de trabajo. Podria hacer ello dependera de mi apreciacién del signif lustrar el uso que hago del 10 dentro del grupo, pero lo que el episodic tiene 3 Véase Is discusién que sobre el tabi en su obra Totem y Tabi (913, née. 54). Jos nombres hace Freed ue Ww. R. Bion dentro del contesto de su vida mental, hasta donde se ha manifestado en ese momento. Primero, es evidente que si siete personas han de mantener una conversacién, la discusién se veria faciitada si los miembros se lame: xan por sus nombres. En la medida en que la discusidn ha surgide de Js comprension de este hecho, es un producto de la actividad del grupo de trabajo. Pero el grupo ha ido més alla de la mera propuesta de der en cualquier gnipo, con prescindencia de su a que esto grape del que me capo, la amistad se considera de importancia fun- damental para las necesidades terapéuticss. En el momento en que el qi exacto decir que tanto la obje- cin de la seirita D como la solucién propucsta por el sefor E, pue- den ser consideradas como dictadas por necesidades terapéuticas: 7 de hecho sefalo que les sugestiones se ajustaban a la teoria atin no formu. Jada explicitamente, de que nuestras enfermedades se curarian si el gra po pudiera ser condusido de manera que s6 i agradables. Se veré que la demostracién de ssrupo debe incl que se produzca un cambio correspondiente en 0, una demostracién de la clase de hechos que es”. En el ejemplo que acabo de «tue luego pude demostrar que la funcién del grupo de trabajo, aunque no la lamé asi, besada en la idea de que la curacién podia logra un grupo que sélo experimentara sentimientos agradables, no parec ber producido la anhelada cura; y de i ficultad de treducinla a la sccién, spar nombres. Antes de pasar a la discusién de Ia naturaleza de las obstrucciones que sulre Is actividad del grupo de trabajo, quisiere mencionar una di. exposicién de mis teorias, que ereo ya se habra puesto de Deseribir un episodio del grupo, tal como el que he sei intentar luego deducir de él algunas teorias, slo representa para decir que tengo la teoria de que sucedis tal y tal cosa y que puedo sélo que en diferente lenguaje. El sinico modo de que el | ditema, seria recordar el caso de algiin comité ién en el que haya participado, y considerar hasta alli elementos que puedan apuntalar la existencia EXPERIENCIAS EN GRUPOS u9 el grapo de trabajo, sin olvidar la estruc- inector y demas componentes, como material que debe ser incluido en tal revisién. ‘Los supvestos nisicos Las interpretaciones hechas en términos de Ia actividad del grupo de trabajo dejan mucho sin expresar. La sugestin sobre el uso de seu- Aénimos gha sido motivada sélo con el propésito de encarar las deman- des de Ia reslidad? Las miradas furtivas, la preocupacién por la forma correcta de dirigirse al analista, que se hizo manifesta en seguida, no pueden ser interpretadas provechosamente como relacionadas con la fun- ida del grupo de trabajo. La actividad del grupo se ve obstruida, diversificada, y en oct- siones asistida por algunas otras actividades mentales que tienen en co- min el atribato de poderosas tend que a primera vista parecen ceéticas, adquiexen cierto grado de cohe. sién si admitimos que surgen de supuestos basicos comunes a la total dad del grupo. En el ejemplo que he dado, era facil reconocer que supuesto comin a todo el grupo consistia en que sus miembros estaban reunidos para recibir de mi cierta clase de tratamiento. Pero l tigacién de esta idea como parte de la funcién del grupo de trabs} que existian ideas investidas de reslidad por la fuerza de la ligada a ellas que no conformaban siquiera las esperanzas algo inge- rugs que alimentaban conscientemente los miembros menos sofisticados. individuos sofisticados (uno de los miembros, por ejemplo, era un diplomado en ciencias) mostraron con su comporta. rmiento que compartian estas ideas, El primer supuesto consste en que el grupo se reine a fin de Tograr cl sostén de un lider de quien depende para nutirse material y espiri- wente y para obtener proteccién. Asi establecido, mi primer supues- basico podria ser considerado como una repeticién de lo que he s¢- fialado anteriormente: que ol grupo supone embros se han reunido para recibir de mi alguna forma Por otra parte, aun es que el supuesto bésico usado se toman en un sent Re aqui una deseripe supuesto bisico de depend: Estaban presentes tres literal y no metaférico. de un grupo terapéutico en que actia el como fo he Harado. sjeres y dos hombres. En una ocasién ante- 10 w. R, BION ior el grupo habia mostrado sefales de orientar la funcién del grupo e trabajo hacia la cura de las deficiencias de sus miembros; ce podia . habian reaccionado con desespera- tiera. Un hombre es fia, que en sesiones ant fe en Dios, y en ta que Ja vor, sefialé que é! no habia hect :0 hablar porque sé que lo ‘tra parte pat expuesto su descreimiento, Cuando comencé mi estaba convencido de la verdad que ella encerraba, ro de qi pretacién no sélo 10 que estaba segu- ios con el conjunto cia hi recide, Después deun tiempo, el hombre que habia terminado su san- wich y guardado en el bolsillo el papel cuidadosamente doblado, mird en derredor con | interrogante, Una mujer ‘manos recogidas observabe que estaba comiend: con rapidez el resto de su chocolate. Interpreté ahora que me habia trans- formado en una persona muy mala al srrojar dudas sobre la deidad del Tupo, pero que.esto habia traido como consecuencia un aumento de la ansiedad y la culpa en la medida en que el grupo habia fracasado en desligarse del acto impio. [EXPERIENCIAS EN GRUPOS ww En este relato he hecho hincapié en mis propias reacciones por una arin que més adelante espero se haga patente, Puede afirmaree con jus- ticia que las interpretaciones cuyas mayores evidencias ze apoyan no en Jos hechos observades ex el grupo, sino en Ias reacciones subjetivas del analista, tienen mayor posibilided de encontrar su explicac i que ser confrontada a lizado por mas de un analista, la dejaré a un lado y pasaré a plantear un argu- és de este capitulo. En el tratamiento de grupo muchas interpretaciones, y entre ellas Jas mas importantes, se basan en la fuerza de las propias reacciones emo- i reacciones dependen de que el ana- te de lo que Melanie Klein e wna cualidad muy distinta que capacit al analista para distinguir cudndo es objeto de una identificacié yectiva y cudndo no lo es. El anilistasiente que lo estin ‘que desempefe un papel, sunque sea sia de alguien, Desde ef punto de vista del ppor dos fases estrechamen riento de que, sea lo ofrecido una interpreta: to de ser una clase especial d segundo supuesto bésico. Igual que el primero, éste también se relaciona con el propésito del grupo. Mi aten- i6n fue reclamada en un principio por una sesién durante le cual la da por un hombre y una mujer, que 122 W. OR. BION mente s¢ intezcambiaban los otros miembros parecian sugerir la opinién, ‘no tomada muy seriamente en consideracién, de que la relacién era grupo. Sin embargo, quedé impresionado por ef individuos, que generalmente eran sensibles a cual que los excluyera de la actividad supuestamente tera momento consistia en hablar y obtener una “interpret sin otro miembro del grupo, no parecieron dar importancia all hecho de es que ias diferenciaba mucho de aquell po transcurria entre el aburri rse que los elementos sobre los que ha » bajo lo de grupo de emparcjamiento, se manifiestan en forma exclusiva © aun predominante. En verdad original. Pero, en mi opi ida por tales re- del grupo se veria espera su ovaluacién en la de grupo. Propengo que por el momento se ignore este material, y me dedicaré shora a una consideracién de la atmésfera de expectaciSn Hlena de pro. "nejonado como una caracteristica del grupo de empare- EXPERIENCIAS EN GRUPCE 133, acteristico del grupo de emparejamiento y debe to- ‘marse como una.evidencia de que el grupo de emparejamiento existe, ‘aun cuando aparentemente no haya otra prueba. Es, a la vez, un pre- cursor de la sexualided y una parte de ésta. Las ideas optimistas que ba- lan su expresién verbal son racionalizaci desplazamiemo en el tiempo y un culpa; gozar de dicho sentimiento se como esperanza. La dificultad que el grupo hace de su naciente pia, En le medida en que Jo a esperanea se desvanece; pues es evidente que ya entonces no hay nada que esperar, y, dado que con fines de discusién, aceptamos a ser manejado de manera que se mantenga que aquellos que tengan un interés propio en funcién de su capacidad como de miembros de ma que debe enfrentarse dentro del grupo ter e citar al grupo para que esté conscientemente alerta a los sentimientos de esperanza y sus conexiones, y al mismo tiempo los tolere. nuesto basico es que el grupo se ha reunido para luchsr de algo. Esté preparado para hecer leseo de huida dentro de un grupo de ataque-fuga, aunque, igadas con la etapa de evolucién que el grupo habia alcan. relé en términos de la funcién del grupo de trabajo. Canacrenisticas COMUNES A TODOS Los GRUPOS DE SUPLESTO RASICO dad de. supues- 4 cogperar, sino posean aquello que ke lls- EXPERIENCIAS EN GRUPOS 125 snar durante meses. Para explicar el destino de los eupuestos bisicos que no estin en actividad he postulado la existencia de un sistema protomen- tal dentro del cual Ja actividad fisica y mental esté indiferenciada, y ‘permanece fuera del campo que ordinariamente se considera adecua- do para las investigaciones psicolégicas. Debe tenerse presente que ol he- veho de que un campo sea adecuado para la investigacién psi depende de otros factores ademés de la naturaleza del campo a gar. Uno de ellos es la fuerza que poses la técnica de investigaci ‘colégica, El reconocimiento del campo i fendmenos psicoldgicos de los fisicos. Por lo tanto, jeterminados los limites que separan el supuesto bi: sico activo de aquellos que he dejado relegados al hipotético sistema pro- tomental, Muchas téenicas son de uso diatio para la investigaciéa de la funcién del grupo de trabajo. Considero que el psicoanilisis, 0 ciertas extensiones de la técnica que derivan directamente de aq ciales. Pero dado que las funciones del grupo de trabajo Tigadas con los fendmenos de supuesto basico, es evidente que nicas que ignoren a estos iltimos darn una impresién equivocada de las primeras, Las emociones asociadas con el supuesto basico pueden ser des- ctitas con Jos términos usuales: ansiedad, temor, odio, amot y otros similares. Pero las emociones comunes 2 cualquiera de los supuestos bésicos se influencian entre si en forma sutil como si constituyeran una ‘combinacién peculiar del supuesto bisico en actividad, Es la ansiedad dentro de un grupo dependiente tiene una cual rente de la ansiedad que se ¥ lo mismo ocurre con otros. sent . ‘Todos los supuestos bisicos incluyen la existencia de un lider, eun- gin individuo del grapo; no necesita en absoluto ser una persona, sino que puede estar identificado también con una idea o un objeto inant. mado. En el grupo dependiente el lugar del lider puede ser ocupado historia del grupo. Un grupo que se queja por su falta de i recordar lo que habja sucedido en ocasiones previas, se Tun registro de sus reunions. Este registro se tran: forma asi en una “biblia” a Ia cual se apela si, por ejemplo, el int viduo que ha sido investide por el grupo para desempeiar el lide- razgo demuestra ser material refractario para ajustarse a las caracte- 126 Ww. R. BION isticas propias del lider dependiente, El grupo recurre al dictado de cuando se siente amenazado por una idea cuya aprebacién ignificaria ev i do un grupo de dependencia o de ataque-fuga esti en actividad, se origina una lucha para suprimir la idea nueva, ya que se considera que la aparicién de una idea nueva de guerra, la idea nueva —ya se trate de un tanque o de un nuevo método para seleccién de oficiales — se considera como una noveleria, opuesta, por lo tanto, a la biblie mi- Titar. Dentro de un grapo dependiente la idea nueva se ve como una amenaza al lider de dependencia, sea este lider una “biblia” © una El fenémeno resulta verdadero aun dentro del grupo de empe- to, pues, como he dicho antes, la idea o persona nt Uenar la funcién que demanda este grupo. FORMAS ADERRANTES DEL CAMBIO DE UN SUPUESTO BisICO A OTRO El cambio en la mentalidad del grupo mo necesita obedecer a des- plezemientos de un supuesto bésico a otro y puede tomar ciertes for- que dependen del supuesto bisico que esté en actividad ‘cuando la tensién oumenta. Estas formas al 4 un grupo externo. Si el grupo dependiente amenazado por la presién que ejerce el lider apo de empareja- miento —quiés en la forma de una idea que esté teitida con todos tales como el recurrir a uns amenaza provocendo la vided ol grupo de ataquecuga se tiend ranza mesidnica—, cuando reclamar evolucién, y los gry sapacitados para tolerar dicha evolucién. zones de este fendmeno. de supuesto bisico est Mas adelante prescntaré EXPERIENCIAS EN GRUPOS 7 EL GRUPO ESPECIALIZADO DE TRABAJO Existen algunos grupos especializados de trabajo, sobre dencia y al grupo ataquefuga respectivamente, y de esa manera impe- dir que Ia funcién de grapo de trabajo, aquéllos. Si adoptames 186 dentro de los grupos especializados que por el contrario crezca hasta alcanzar un poder fuera debe verse como un fracaso del grupo especializado de ‘cualquiera de los casos mencionados, Si el grupo especi i no pu Jos fenémenos del supuesto bisico que son de su incur ciones de grupo Ja presién que ejercen dichos supuest de trabajo consiste esen , los esfuerzos que realiza para llevar ade- Jante el proceso inverso, es decir, tradu 6 —_un procedimiento mucho ién de notables caracteris- jo, es presenteda ante una una dificil tarea en el plano de non nobis, Domine. Desde el punto de vista de facilitar miento del grupo de trabajo, la Iglesia, préspera y triunfante, debe 128 Ww. oR. BION combinar cl robustecimiento de la creencia religiosa con Ja insistencia de que ésta no se lleve a la acciéa, Si la lucha cumple exitosamente se favorecerd la creencia de que todo se puede lograr por la ido que ésta nunca se use, En ambos pera Js esperanza mesidnica que, como he sugerido ant ra del deseo sex ‘semejante a ara expresar Geseads, dentro del sengute convencional, sea el de “ En el grupo terepéutico el subgrupo “aristoct mente a que el grupo comprenda que la realidad una idea con la cual ya estén completamente SupurStos wisicos, TIEMPO Y DESARROLLO Al hablar de le mentalidad del supuesto bésico deberemos men- cionar dos caracterfstices sobre las que Usmaré la atenciéa. El tiempo no tiene que ver con ella; es una dimensién de Ia funcién mental no econocidas por tanto, todas las actividedes que reclaman conciencia EXPERIENCIAS EN GRUPOS 29 den a provocer senti del tiempo son captadas imperfectamente y th otro. Porque, simple de logra dad del supuesto basico, y acercarse asi requiere capacidad de desa obtener por tal cambio ps tero sentimiento de vitalidad, Podemos apreciar la defensa que la escisién representa contra la amenazadora idea del desarrollo en la dinamica de los grupos 1 compensacién que se puede ir en el aumento de un placen- oponen all su Shab aoe un aiel que ico. EI grupo rec proco, que aparentemente apoya la idea nueva, se hace tan exigente en sus demandas, que cesa de renovarse, Asf, ambos grupos evitan el cho- que doloroso entre cia del conflicto ros0s, se oponen as de el punto de vista numérico. El resultado recuerda el temor, a veces expresado, de que eventualmente la sociedad se reproduzoa abundan- temente a través de sus miembros menos cultivados, mientras la gento “mejor” permaneoe obstinadamente estéril RELACIGN ENTRE UN SUPUESTO BisICO Y OTRO Podemos retomar ahora los tres grupos de supuesto bésico y el grupo de trabajo para comprobar sino pueden resolverse en algo 33 Ww. oR, B10N Aun concediendo que el postulado de los supuestos # dar forma y significado al complejo y cactico grupo descubre ante el participante dado a una explicacién razonable de por qué deben evidente que ninguno de los tres. supuestos Gel grupo y sus emociones; de otta manera cambio de un supuesto bési spondientes grupos. especi uno de los tres supuestos inciuye awe pazecem residir fuera del amb ‘Iscionan fundamentalmente, grupo espe- funciona de acuerdo con el supuesto bésico de preocupactones ligadas con ideas sponder con més propied: ex un lecho de as clevado ranzo ip hacia el desarrollo que reclama en EL grupo ataquefuga expresa un sen- el amor sin el cual, por no puede existir. Pero el lider EXPERIENCIAS EN GRUPOS aah cual hay otro escondide, en res ordamos que en el grupo terapéutico el analista es el lider del grupo de trabajo, y que si bien se supone que @1es quien desempeia el lideraago, aparentemente se lo percibe como lider s6lo en raras ocasiones. De acuerdo con mi experiencia, muy frecuentemente se me dice que no tomo parte en ci doy una oportunidad para que el grupo conozea mis opiniones, aunque probablemente yo hable més que ningin otro. Lo esencisl aqui, como siempre en un grupo, consiste en el sentimiento que acompafia a Ia idea expresada, y vuelvo a subrayar el hecho de que, si bien se supone que soy el Tider del grupo, no se me percibe como tal, He indicado ya que dentro del plano emocional, en aquellas si- tuaciones donde los supuestos son dominantes, se pueden per- ibir en el material las figuras edipicas tal como suede en un psico- cluyen un componente, poco tenido en cuenta, de! inge. En la medida en que se me considers el lider en la funcién de grupo de trabajo, y el reconocimiento de este hecho ie temores de una naturaleza ex- tremadamente p ipresién es que el grupo se aproxim estrechamente, en las mentes de los individuos que Jo componen, ivas con respecto al contenido del cuerpo miatern Melanie Klein 132 W. R. BION imentales guardan entre 1as semejanzas que me hacen suponer que ellos pueden no constituir fenémenos fundamentales, sino mas bien expresiones de un , sunque he comprobado que la valiosa ayuda para ordenar el caos que representa el material pronto se hace evidente que una hipétesis, Esta necesidad, y el camino hac is que pueda sa- al considera cul er el elemento que Dusquen aliados, Esta derivacién del impulso de apareamiento esté encubierta por la explicacién aparentemente racional dentro de! grupo lento esti en actividad, nueva: tificarlos con ellos, de manera que no pasa mucho tiempo antes de que la ansiedad psicética surja con tal fuerza que deba encontrarse una nueva defensa. Supongamos que toma la forma del grupo de ataque- fuga, es decir, una descarga de odio que encuentra salida en ataques ‘eon respecte al ppacidad del grupo para escapar por este medio de la escena primatia primitive, conduce nuevamente a una EXPERIENCIAS EN GRUPOS 133 descarga de ansiedad y le necesidad de otro cambio de supuesto bisico. ‘A través de esta descripciin podra apreciarse que los supuestas bisicos emergen como formaciones secundaries de una escena primaria muy temprana, elaborada en un nivel de objetos parciales, y asociada con la ansiedad psicética y los mecanismos de division y dk eacién proyectiva, que Melanie Klein ha deccrito como caracteri de las posiciones esquizo-paranoide y depres proyeccién del grupo, que por momentos es el fen que es mucho més grotesca ¥ que parece suponer que una parte de ‘uno de los padres, ‘otros objetos, an es del grupo Sumanro euerdo con mi opinién, los puntos de vista de Freud con res- pecto 2 Ja dinémica del grupo requieren ser completados antes que ies en que Ja interpretacién adecuada es la que sefiale un comportamiento del grupo que seria apr de una reaccién ante una situacién familiar. En igar corigen. Yendo mis lejos, pienso que la posicién le grupo esté ocupada por aquellos meca- jue Melanie Klein ha descrito come peculiares lo a probarlo con se trata simplemente de decir que, al sostener el grup. rototipo de tedos los grupos, Freud hace un esquema spuesto, puede que esto sea un mecanismo produc dentro del grupo, del deseo que experimenta lo conmigo. No quiero restar importancia 2 este h Ja verdad es que no creo ‘gTupos estimulan y al misiao tiempo frustran a los individuos que los integr 0 cada uno se siente impulsado a buscar sat dades, y al mismo tiempo se siente inkibido por que el grupo oF juier grupo de individuos que se retinan para tra- ropios de Ia activided del grupo de trabajo, es mental dedicado a llevar adelante la tarea ca . La investigacién muestra que en algunas ocasiones tales obje- fivos se ven entorpecidos, y en otras favorecidos, por impulsos emocio- nales de origen oscuro, Si se supone que en el plano emocional el gru. EXPERIENCIAS EN GRUPOS 153 po actia como si participare de ciertos supuestos bisicos en relacién ‘con aquellos objetivos, daremos una cierta cohesién a estas actividades thos supuestos aperentan tener cierto nexo comin, tes unos aspectos de otros. Una invest fa qute cada supueso basico contiene rasgos lacionados con objetos parc ha puesto de manifies- 108 que les son propios, y sus deseripy no se contradicen totalmente con bien les suplementan. En mi criterio, es necesario ahondar en las tensionés que pertene- cen a las pautas familiares, y aiim més en las ansiedades primitivas de las relaciones parciales objetales. En realidad, considero que en éstas se hha enseiado que la resistencia contra el inconsciente leg: que puede distorsionar los descubrimientos analiticos, y 154 W. x. BION en apoyo de alguna defensa personal” (Jones, 1952), y en consecuencia debe continuar aplicéndose, en la medida en que a indamentales del psi- mente con grupos cuyos inte. Kzados. de grupo, cade individuo puede de- si las teorias que he exbozado oftecen alguna expli- menos que él, como miembro de un grupo, puede BrezrocRraria lization an its Discontents, Londres y Nueva ‘omplete Works, vol. 21. {Traduccién castell ex la cultura, Obras completas, Bs. Aires, 1943, Pavia ( Harvany, Pauta (1952 b). “A Contribution to the Re-evaluation of the Oedipus Complex - The Early Stages”. Int, J. Psycho-Anal, vol. 23. en Klein y otzos (eds.). New Directions in Prycho- EXPERIENCIAS EN GRUPOS 155 castellana en prensa, Bs, Aires, “Notes on Some Schizoid Me cin castellana: Desart 1962.) (1920). The Group Mind. (2 ed.) Londres, Cambridge sity Press, 1927. Trorrer, W. (1916). Instincts of the Herd in Peace and War. Londres.

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