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Wenceslao Cabrera Ortiz SAN ANDRES Y PROVIDENCIA HISTORIA | ‘EDIT ORIAL COSMOS “BOGOTA | or } Le publicacién de esta obra fué posible gracias al ‘apoyo financieio de Don Hernén Delgadillo, no, sélo Gran jective, sino entusiosta de todo lo relacio. nado con. Providencia. y San Andrés PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA BrauOTICA GENERAL SéLe.), Y ADGUISICION oneRA cee Dowco gq ewok ype DG-ED a, ABCESO: PEDO Ba, sao Proveoencia: * -soucita00 POR: Dewthor rssiveder centers 8 le key i. SINTESIS Espaha, desde el ao de 1595, unos’ cien aftos después del: descubrimieno de América, tomé posesion de las Islas de San Andrés y Providencia, con el derecho que le daba su cardcter de descubridora de uun Nuevo Mundo; Jas islas se,encontraban-de Dbitadas.. Tees ‘Nueve afios mds tarde, se envi desde Cartagena una expedi- cién a las islas, Posteriormente, los piratas y contrabandistas bo Jandeses as usurparon, acaudillados por el capitéa’ Abraham Blauvert, seguidos después por sibditos ingleses, quienes fueron en realidad los que efectivamente.se establecieron como colonos en. estas insulas, no six conocimiento de que perteneciari a Fspatia; esto sucedié en el afio de 1629.'-» Le La ocupacién extranjera, con todo, no duré més de doce afios, al cabo de los cuales Espafia las recuperd por medio de don Fran- cisco Diaz Pimienta, ocupandolas 2 su vez por un lapso de diez y ueve afios. A continuacién se sucedieron, entre los afios 1660 y 1670, una serie. de tomas y reconquistas por: parte de inglesés y es- pafioles, aquellos representados por filibusteros y corsarios, para finalmente ser abandonadas por ambas naciones durante cerca de siento diez afios, periodo en que se pierdé el-hilo de la historia, ‘pues qitedaroa casi totalmente desahabitadas y desemparadas. Oca sionalmente uno que otro navio acertaba a tocar en ellas, en tanto que en el afo de 1790, Espafia establece nuevamente gobierno: y posesin definitiva, hasta que la Independencia de la Gran Colom: bia le arranca todas las tierras-descubiertas y conquistadas, pasan- + dg" a manos patriotes y constituyéndose en territorfos y naciéa colombiana. A pesar de que; ef los tiltimos ciento noventa afios, han Hegado a'las islas pequefias inmigraciones de varios puntos del dmbito antiflazo especialmente, la tradicién extranjera primitiva por parte de holandeses, ingleses, franceses, jamaicanos, haitianos -y, pr cipalmente, rezas de color, provenientes indirectamente del Africa, 5 etemey SETNEND Eee te en volumen, si lo fué en profundidad determinante; ya que logré imprimir caracteristicas Ahumanas bésicas e indelebies en el conglomerado isletio, a partir de Hisonomias, aspectos, nombres, apellides, topinimos, costum- bres, primitivismos, folklore y otras caracteristices que han sido ya estudiadas o lo seran por separado. E] desarrollo tanto social, como material y econémico de las islas, no ha sido equilibrado, sino que San Andrés ha tomado ua marcado liderazgo por la admisién del turismo y del activo comer- cio, con ocasién de haber sido declarado “puerto libre”, caracter que también cobija a Providencia, Iz cual no ha aceptado aquélla situa- cién quedandose atras con sus tradiciones y sus encentos naturales, Jo cual para muchos representa un mayor atractivo. En realidad esta més aislada, pero naturalmente menos contaminada, con un grupo huniano diferente, mis puro, sociable y scogeder. Debera escribirse, en el futuro, Ja historia de cada una de las islas por separado, pues lo repetimos, son dos grupos diferenciados ¥ que, a pesar de los afios, no se ha amalgamado completamente, Para el lector inteligente le sera facil descubrir que el sanandre- sano desciende del providenciano fundamentalmente, estando aquel sds mezclado y fusionado con el nacional del interior, hasta el punto de que su cardcter, su idioma, sus costumbres son diferentes como cualquier antropdlogo puede notarlo. La historia, hasta el afio de 1830 es més rica’en hechos y figuras para Providencia, en tanto que a partir de esa fecha Sen Andrés adquiere meyor impor- tancia geografica e histéricamente. Pero volviendo 2 los léjanos afios del descubrimiento, debemos anotat que todos los mapas'levantados entre 1527-y 1601‘muestran nombres castellanos para las partes del archipiélago; Jas denomi- ssaciones de Kathalina, Saint Andrew o Henrietta con que los ingle- ‘ses quisieron Iamarlas, no figura en cartografia alguna corriente, {-probando ‘con esto el origen muy espaiiol de las islas desde aque- i os remotos tiempos. El antropélogo norteamericano Peter J. Willson, ‘en su-extensa obra, “Crab antics”, consigna una sintesis de la ingenua historia que los habitantes morenos de Providencia quisieran. reconocer como real, la de’ su: descendencia del pirata Morgan, y al respecto que- remos traducirlo como. dato muy ilustrativo. Dice asi: “La gente de Providencia desciende de Henry Morgan y de sus marinos, Henry Morgan fué un inglés y un famoso navegante y Pirata, Todo el mundo le temia pero él no temia a nadie.. El jefe compaero de Henry Morgan era un hombre llsmado Berelski, un polaco. Cuando Morgan abandoné la isla para-atacar a Panama, este Berelski salt6 por la borda y nadando regresé a la‘isla: Cambio 6 su apellide por Rebinson, y los Robinson son shora una familla importante de Ja isla. Hawkins fué- también uno de los capitanes de Morgan y Ia familia Hawkins es también descendiente de aquel Hawkins", “Morgan emples la isla como cuartel general para el asalto 2 las naves y el ataque a Panama. Después. del ataque’ a Panama regresé a Ia isla y enterré parte de Jos tesoros que habia tomado de tal manera qué no tuviera que entregarlos all rey. Los exterré en el Fuerte Morgan, el cual hebia construido para defender la isla contra los espafioles. Después de enterrar el tesoro se hizo a la mar para Inglaterra. El siempre pretendié regressr a Providen- cia porgue la ameba mucho y ankelaba recobrar el tesoro ente- rrado. El abla dejado algunos marineros para guarder el oro y también habia enterrado a un esclavo con el misino. a fin de que el oro se volviera encantado. Morgan también tenia compar Ja cual era rauy tella con pelo rojo, y sé habia quedado con el hijo de Morgan, Esta era otra de das razones por Jas que queria represar”. “La gente desciende de Morgén y de su triptlacién. Hay aia vesoros ocultos en la isla pero estan guardados por los espiritus, estén encantados y asi nadie puede encontrarlos y de seguro que ninguno los ha encontrado. Estos espiritus son tan fuertes aun para los soldados del gobierno que han venido a buscarlos”. “Esta gente que formé Ja tripulacién de Morgen vivié en Ja isla y tenia esclavos para el trabajo, y los esclavos eran negros. Los esclavos tomaron el apellido de sus amos y es as{ como se encuentra gente de diferente color con el mismo apellido. También, naturalmente, los hombres blancos tuvieron hijos con les mujeres negras y asi se encuentra la mezela, el’ mulato”. “Toda la gente aqui en la isla son Ingleses. Ellos hablan inglés, excepto que né un inglés correcto,” pero ellos no. son -espefioles: ni actiian de Ja manera de los pasy:(espafioles). Somos ingleses por- que descendemos de Henry Morgan. Toda la gente aquf.sor bue- nos navegantes, los mejores navegentes de Colombia. Por esto el gobierno quiere .anicamente gente de Providencia'ea su marina. Somos’ buenos nevegantes porque Henry Morgan fué el mejor y Jogré sobrevivir”. “Por supuesto, hay algunas femilias que no descienden de Morgan y de su tripulacion y esto: es porque vinieron de les Islas, Caimés y de Cayman Brac, no hace muicho tiempo”. “Cuando. Morgan murié, el rey de Inglaterra prometié cuidar de los islefios. Entonces, cuando Colombia se hizo libre de Espana, después dele ‘guerra, la reina Victoria entregé Ja isla al nuevo pais-como un libre obsequio. Pero ells dijo que deberie trararse al pueblo con bondad y cuidario o de ofra m: yerded los pasy no nos han tratado con bon 1 de gue Inglaterra nos tome de nuevo”. (pags. 39-41). ‘Naturalmente nuestro estudio no tendra ea cueata tales afir- maciones ingenuas. por estar Ilenas de errores y no disponer de pase histérica, como lo iremos viendo con verdaderos documentos, pero quisimos insertarla agui en esta sintesis, por considerarla verdaderamente curiosa. I. INTRODUCCION. En e} presente estudio intentamos reunir ordenademente uns serie de datos que corren escritos aqui y alla, referentes a. varias Gpocas y consignadas por diversos autore: Las fuentes de este trabajo provienen, pues, de varios libros, documentos, estudios, cuyo contenido: algunas veces: se repite y otras se presenta reformado, cuando né inexacto. Son obras que €2 Se mayoria es imposible conseguir hoy dia, estén. desapareciendo fon el paso de los afos y aun existe el peligro de que sé pierdan SRiinitiamente para el estudioso de Ja Listoria. Por ejemplo, le Ghee tan impertante del doctor Guillermo Ruiz, Rivas: El Archi- fidlago lejano, publicado en-Barranquillen, 1948, es ya wna rarezs Pibliogratica dificil de adquirir y que sin embargo, encierra obser- Vacioues preciosas. El Archivo Nacional de Colombia conserva Yaliosos manuscritos de Ia ‘época,del primer gobernador espafiol, You Tomas O'Neille. Un libro de Arthur Percival Newton: “The Colonizing Activities of the English) Puritans”, editado-en New Graven en 1914, es una reliquie, siendo ademas ‘una obra funda jnental y bésica para conocer a fondo el, primer intento de.colo- fumcion de Providencia y las incidencias de esa empresa mercantl, ¥ po hablemos de libros tan ‘antiguos como el de Buena Mai son: “Piratas de América y luz a la defensa de las Indias Occiden ‘cles", editado en Madrid en 1743 y que es el mismo de John Hsquencling (1): “Buccaneers of America”, editado en 1864. Del precioso: Hore de Francisco J. Vergara: "El Archipiélago de Sen Wadrés", publicado en Bogota en 1688, quedan poquisimos ejem- fplares en peligro de dessparecer, y sin embargo, es importante ues esta basado en los manuscriios del francés Paul Glabart, Pefaalizado en la €poca con todos los dates oficiales. Aun la obra Gal doctor James J. Parson: “San Andrés y Providencia, una geo- gratin histérica de las islas colombianas del mar Caribe Occidental” Bogota 1964, es ya un tanto dificil de conseguit, no siendo una 9 obra estrictamente histérica, pero aporta el mayor nimero de do- cumentacion hasta ese aio. ‘Algunos libros se refieren tnicamente de paso 2 San Andrés y Providencia pero citan documentos o presentan personajes im- Fortantes, como las “Memorias” de Agustin Codazzi quien vivid ea Providencia, o la obra monumental del doctor Duarte French: “mérica de norte a sur”, editada en Bogoté en 1975. Existen igualmente varios escritos que llenan folletos, revis- tas, periddicos, memorias, tratedos sobre limites’ y defensa de la integridad insular colombiana; podriamos mencionar muchisimos nombres cuyas paginas hemos consultado y que en parte serén citados a lo ergo de Ja obra y otros al final, en la bibliografia. ‘Sin embargo, nuestro estudio es sintético y m6 preteude agotar la materia dejando para otros historiadores la complementacién y aun profundizacién de ciertos puntos que son, a n0 dudarlo, més importantes; y nuestra narracién Negara bésicamenté hasta el afio Ye 1953, Fecha Bistorica en Ja que se inicia segin creemos, “una nueva vida para el Archipiélago, una historia mas conocida como que es’ contemporéneo, y de Ja cual apenas nos ocuparemos muy brevemente. Al presentar esta breve’ historia, queremos Megar inicialmen- te'a la gente joven de la isla, al visitante extranjero 0 nacional, y finalmente, al residente, el cual ha tenido poca oportunidad de conocer la ‘trayectoria y el fndamento histérico de Ja nacionalidad colombiana en estos previlegiados territorios inmersos en el: Mat de las Antillas. . En el plano estrictamente narrativo en que nos hemos situado, no nos fijamos en la critica histérica, dejando de lado la interpre- tacién y correlacion de factores tan complejos como la religién, el ~jdioma, la politica, la discriminacién, Ia economia, las costumbres, al regionalismo, etc., y aun la correlacién entre las culturas -anglo- sajona e bispana que naturalmente se “presentaron a lo largo de tos ‘afios. El anilisis de estos elementos corresponde a estudios mids ‘profundos, antropolégicos y sociales que seguramente seran realizados por especialistas, y dé hecho ya existen varies obras, li- bros y tesis, algunos girando alrededor del “impacto” del Puerto Libre en San Andrés en el afio de 1953 en que a su vez también se adoptaron nuevas normas concordatarias, Refiriéndonos 2 un sélo factor de los enunciados arriba, al religioso, se presenté indudablemente un choque 0 conflicto entre el Protestantismo de vieja raigambre en el archipilago, y el Car tolicismo.aparecido en forma casi. oficial. hace algo més de 50 aiios; y es Iégico suponer que.en algunos momentos se Ilegs 2 extremos que hoy dia nos parecen censurables y Jamentables, dado 10 el clima de entendimiento que vivimos en materia religiosa, quizé por el gradual déterioro de los principios morales antiguos y Ja re- Injacion consiguiente de las costumbres en un mundo tocado de pa- ganismo. Pero poco de esto aparece en estas péginas si no son los hhechos escuetos, ya que son pequefios lunares, muy explicables en épocas pasadas y medics sectarios como el colombiano; hoy con- vivimos dentro “de un gran respeto, catdlicos y protestantes de varias denominaciones. Ultimamenté han aparecido dos obras importantes orientadas precisamente hacia la cuestién de historia religiosa; la del Padre Manuel Castellas: “San Andrés y Providencia, Misiéa Cumplida”, Bogota 1976, con ocasién de cumplirse los cincuents afios de im- plantacién del catoliciemo; la segunda se debe al investigador beu- tista Loren C. Tornage: “Island Heritage”, Cali 1977, obra verda- deramente documentade y seria, modelo dé “honradez histérica pues cita todas Jas fuentes de informiacién escrita y ofal y afade datos desconocidos para la mayoria de escritores anteriores, no sdlo acerca del establecimiento de la Iglesia Bautista, sino de his- toria profana. Porque hablando de historia, o de cualaiuer otra disciplina, el valor de una obra esté dado en buena parte, por el acdpio de datos y citas que puedan traerse‘a'-cuento sobre un acontecimiento; ‘quien no haya tenido oportunidad de tener acceso a documentos antiguos y originales, ro podra presentar jams un trabajo real-( mente-serio, Es lamentable cémo varios escritores, y me refiero a a Ja mayoria de los que tiltimamente han publicado “historias” de Ja Isls, se han limitado a copiarles a otros, especialmente 2 Parson, sin apenas mencionarlo, desconociendo normas elementales de honradez literaria y cientifica. Y aun observamos con pesar que otra de las-tiltimas, no se sabe editada dénde pues no lo especifica, esté lena de errores:histéricos y geogrificos que van a producit mds bien perjuicio en la parte pertinente. Nosotros, para “curarnos en salud”, hemos estudiads ‘cuida- dosamente los documentos originales, auténticos, algunos de. ellos conocidos por el doctor Parson y otros no, puesto que han aparecido iltimamente a pesar-de ser antiguos, y hemos trabajado sobre el mayor acopio histérico conocido hasta Je fecha; algunos ‘de esos documentos fueron fotocopiados en afios pasados directamente en varias Universidades de los Estados Unidos por el economista Au gusto Segebre, enriqueciendo: en esta forma un “banco de infor- macién” que hemos venido formando con. cuanto material ha apa- recido. Pero no se crea con esto que nuestro estudio sea en modo alguno perfecto ni completo; no tenemos tal pretensién, pero sf gue sea lo mas ajustade a Ja verdad histérica. ¥ de paso anotamos u que nuestra obra no es un conjunto de biografias de personajes. sino més bien una ordenacién de hechos 0. acontecimicntos. EI ultimo libro publicado pot el doctor Félix Diaz. Galindo, Monografia de San Andrés, si bien no es una obra estrictament® historica, aunque contiene testimonios veridicos, constituye el me jor conjunto de anécdotas rarradas con gracia. singular, Jo que hace su lectura, singularmente amena, IIL ORIGENES HISTORICOS El presente estudio no constituye una historia exhaustiva del Archipiglago de San Andrés y Providencia, pues a pesar de se? un desarrollo ordenado, casi afio por afio en algunas partes, desde Jos inicios de estas islas, hémos omitido algunos detalles acceso- rios 0 pintorescos, pues nos fijamos de manera. particular en aquellos hecho: que nos serviran pata comprender el origen en. que, se apoya la nacionalidad de este conglomerado islesic. Se pre- sentarén sin embargo, una serie de datos muy interesantes, elgu- nos desconocidos y otros casi completamente olvidados. Tanto San Andrés como Providencia no tienen prehistoria, es decir, no conocieron en’ su ierriiorio- asentamientos humanos per- manentes o aberigenes, ni “indios”, como Jos denominaron_ gené- ricamente los descubridores espafioles. Y esto se comprende. por Ja poca extensiin superficiaria y por ef gran aislamiento”de las islas dé cualquier otro territorio importante. Es posible que tribus caribes hubieran pasado incidentalmente y aun periédicamente por sus territorios, y esto podria legar 2 afirmarse si se-comprobase » | un dato que corre escrito desde hace algunos afios en un directorio telef6nico, sobre Ja existencia de unos “jeroglificos”, en la pequefia asla de Santa Catalina. Personalmente hemos buscado alli mismo tales huellas y en Providencia lo hemos indagado,.sin que ninguna persona haya podido ni siquiera determinar, el origen de esta in- formaciones. Es posible que se tratase de marcas mds recientes, se- guramente de lz época hispana y que estuvieran sobre algunos de jos viejos muros, hoy dia ya muy destruidos del-antiguo Fuerte Auri, condcido ahora: como Fuerte Morgan. ¥ aun-es posible que Jos indios Miskitos de Centro América, visitaran las islas periédé camente en busca de tortugas, tan abundantesen afios pasados, shora casi exterminadas. : : Pero né puede aceptarse Io expuesto en una curiosa nota sobre el origen de los habitantes islefios, aparecida en Ja Revista de la Policia Nacional, en el aio 1964 y-suscrita por Walter Corpus Jo: B nes, ¥ que dice: ..."se parte de Ja tesis evidente, de pobladores naturales pertenecientes a la fomilia de los “abacoas”, que fueron pescadores némadas escapados del grupo caribe de los "miskitos” La afirmacién es un intento de explicar e] origen étnico, pero no concuerds con Ja realidad ni puede sostenerse con documento alguno. En esto como en otras alusiones que haremos més adelante, se trata de una gran confusi6n entre las dos Providencias, la nues- tra y Ja Providencia de las islas Bahamas. 1510 El conocimiento de las islas comienza muy tarde en la his- toria humana universal, ‘siendo por tanto relativamente re- ciente como que se inicia en_1510, en que creemos, con fundamen- to, que los navegantes, castellanos, ‘descubridores de América, pu- co wualmente. cuando hacian el recornido de Jamaica | hacia las costas’ de, Miskitos entonces. ‘comenzaron a dibujarse en mapas ‘nauticos: imperfector © incompletos, denomindndoselas, ‘no -sabemos precisamiente “por qué, con los nombres de Santa Catalina, Serrana, San Andrés, tal como aparece en la primera Carta: ‘Universal-o Mapa de Wei- man(1). En el no menos famoso mapa del portugués Diego Ribeiro, gedgrafo al servicio del.Rey de Espatia -y. publicado’en 1529, pue- den apreciarse también éstos tres nombres: S. Anidrea, S. Catalina, La Serrana; este mapa ha sido reproducido modernamente en la bra El Mundo en que Vivimos, tomo 1, del Instituto Gallach de Barcelona, edicién 1973. “ Opinamos que fueron capitanes dé\Alonso de Ojeda y de Diego (ee ‘Nicuesa los que ‘toparon con este peligroso rosario de bajos, cayos ¢ islas (); el escritor Guillermo Ruiz R, refiere a_prop6- sito del nombre de Providencia: “'...pero un capitén Sayle fue arrojadé a ellas dos veces por lds fuertes temporales frecuentes en el Caribe, por lo que Ia llamé Providencia. En las cartas de nave- gacién figura con el nombre de Vieja Providencia (Old Providen- ce), para distinguitla de la-Nueva Providencia en les Bahamas). Con, parecidas, palabras Archbold Britton(4) consigna: “Cueatan en Jones Point (vereda de Providencia), que por dos veces el Capi- t4n Sayle se salvé milagrosamente de la furia del mar y sas tem. porales, al ser arrojado.a las playas de Ia isla abacoa, y denomind (Q1Y General Karten von Amerika, 1527, editada por J. C. Kohl en 1860. (2) Jamaica Espaiol. Francisco’ Morales P Sevilla, 1952. : (8). Archipiélago Lejano. Guillermo Ruiz’ Rivas, Barranquilla; 1940, p. 41. (4). Principio para lor Relatos histhrieos y anecdéticas sobre el Archipiéiago de San Andrés y Providencia y sas habitantes, Marco Archbold Britton 1962 4 al artifice de su salvacisn Old Providence que asi se llama desde entonces en todas las Cartas rudimentarias de la época para la na- vegacién'”. Rero nd es cierto que Cristébal i y aplicado a este arctiipiéiago el de Abacoa, nombre con, el que se ‘abarcaron todas las iss de Nueva Providencia y el cual_parece que fué mencionado por Colén, sin que las hublese visitado tem- poco. La afirmacién de que “algunos sostienen que, Providencia fué descubierta por el Almirante en si Cuarto Viaje, es completa. mente inexacta y totalmente gratuita; sin embargo, otro historiador moderno al cual citaremos mas adelante, vuelve a aplicar equiv: cadamente él nombre de Abacoa para mencionar el actual archi- piélago de San Andrés y Providencia; aun corren impresas dos afirmaciones de que fué en el primer viaje de Colén cuando se realizd este hecho(S), El gran investigador doctor Parson. afirma ‘categéricamente:- “Los diarios de Colén indican claramente, sin embargo, que dicho Almirante nunca vié estas islas y que su “Abe coa” era un sitio que hey dia Weva el nombre de Nassau"(). Al respecto de estes dos Providencias, véase a Sainsbury(?) en donde se encontraré una razonada discusi6n... Nosotros hemos revisado la Relacién que de ‘su cuarto que bien pueden aplicarse a cualesquira’ de las muchisimes islas vecinas 2 Ia Costa de Mosaui- tos'o a “Veraguas”. Dice asf una parte de la relacion, la que mas, podria aplicarse al efecto: “"...legué el 13 de mayo a Ja Provin- cia de Mago, que parte con aquella de Catayo, y de alli parti para Ja Epafola; navegué dos dias con buen tiempo y después me fué contrario.. El camino que yo levaba era para deshechar tanto nitmero de islas, porque no me embarazar en los bajos de ellas. La mar brava me hizo fuerza y hube de volver atr4s sin velas; segui a una isla.a donde de golpe perdi tres anchas, y a la medianoche, que ‘parecia que el’ mundo se ensordia, se rompieron Jas amarras del otro navio y vino sobre mi que fue maravilla que no acabamos por hacernas rajas... De mi viaje digo: que fueron 150 personas ‘conmigo, en que hay hartos suficientes para pilotos y grandes marinos; ninguno puede dar razén cierta por dénde faf yé ni vine? Ja razén es muy présta. Yo parti de sobre él puerto del Brasil; en (G) “Diez Luces wire’ el Futuro, e Informe del “Ministerio de Gobierno al Congreso de 1912 Bogoté. * : (8) “San Andrés y Providencia. Bogoté, 1964, p.: 21 (7). The two Providence Islands, Noel Sainsbury, London 1877, as En realidad por la carta de Colin, este viaje fué pésim: las continuas tormentas que se les presentaron y no tuvieron ni Forma de darse cuenta exacta del camino recorrido sino hasta que casi ndufrago, lleg6 a la Espafola. Pero sigue insistiéndose en la presencia del Almirante en estas latitudes como aparece en la obra més reciente, diciembre de 1977(9), en donde la autora transcribe sin referencia alguna ni cita de documentos, Jo siguiente: “Dice Ferninando en sus memorias (1), que el cinco Hegaron a una her- mosa bahia que fué bautizada por su padre, Babfa de Agua Dulce,” ya la isla le puso Provi porque fué como un milagro el av mar ell en las condiciones en que se encontraba la tripulacién, Yespués de pasar muchos dias en un pequefio puerto ya casi sin “ia y sin provisiones, retenidos allf por el mal tiempo; y encon- ron frutas silvestres y maderas firias: que lavaron sus ropas y cansaron @ su antojo; que el 25 salieron de ahi y Ilegeron el 2 una bahia de altas montafias cubierta de maderas finisimas, que iz dio el nombre de Santa Isabel por haber Hlegado el dia de esa Santa, que volvieron en runibo a’Veragua, y que el 29 arribaron 1 una isla también montafiosa con mecha madera de cedro, des- aabitada; alli pasaron la noche después Ia marea era terriblemente rte, que el 30°salieron, Este punto fad bautizado por mi padre vomo San Andrés. Era el dia del Santo”. Cualguier marino se dé cuenta de que no se refiere, —caso de que Ia tal nerracion fuera auténtica pues se desconoce totalmente—, que no puede referirse a la actual isla de Providencia sino a las islas contiguas a la costa de tierra firme, pues de Veraguas a San Andrés podrian gastar en ese entonces de 12 @ 15 dias, y Ia narracién di¢e que él 27 enrum- baron 2 Veraguas y el 29 Hegaron a “San Andrés"! Imposible. Y recuérdese ademds que en la misma relacion auténtica de Colén que por ser muy extensa no podemos copiar, se duele de que su hijo, de 13 afios, tenga que sufrir tantas calamidades. Este hija de 13 afios es Fernadino. Respecto al nombre de Santa Catalina que fud'el que inicial- mente tenia Providencia, siendo hoy dia dos islas separadas y anti. _ guamente unidas por una estrecha franja arenosa, junto-con el nombre de San Andrés, nos parece acertada la sugerencia: de Char- (8) Historiadores de Indias Relaciéa de Cet Glasicos Jackson. ¥. 27, Buencs Aires. 1960, (9) Cémo se hace un Pueblo. San’ Andrée. y Providencia 1492-1977, Car- men Resa de Barth, 1977. sobre su cuarto viaje... 16 . ton(t0) 3 las fiestas de los santos en cuvos dias se descubrieran: Sante Catalina, noviembre 25, v San Andrés, noviembre 30; esto s{ tiene muchos visos de credibilidad pues los espafioles. acostumbraban bautizar las nuevas tierras en esta forma dada Ia fuerte influencia igiosa de su formacién. E Para finalizar este asunto, queremos copiar lo.que dice Veres- va v Velazco en su mazistral obra(i1): “La historia cuenta que archipi¢lazo fué descubierto por Is expedi a después que se separd de Ojeda por seguir rumbo al ocaso; di persada eu flota por la violenta borrasca, el’ barcode Olano, al ser arrojado hacia la costa de Honduras, deseubri6, el 25 de no- yiembre de 1510 una tierra a Ja que puso el nombre de la santa del dia: Santa Catalina, segin era uso entonces, y como al acogerse al puerto que sele ofrecfa, hallara otra‘isla, puso a esta Provi- denci, tanto por. haberse allf .salvado,"éomo por Ja dificultad que tuvo en ganar el ansiado abrigo”.. “2 En el mapa de Cabot, publicado en Paris en 1544 y cuya copia hemos tenide oporttinidad de revisar, figura.dinicamente el-nombre de Santa Catalina en medio de estos mares. 1528 Con todo, los espafioles no se preocuparon en ese entonces ¥ con justa razén, por estas mindéculas islas, estando. inte- resados en les inmensas y riguisimas-tierras.que luego formarfan Jas Américas Pasaron unos 100 afios.antes.de que comenzaran a figurar en crinicas y noticies reconocidas;"siendo corsarios, aven- - tureros y contrabandistas holandeses los primeros en.asentarse en estas insules, capitaneados principalmente: por el Capitan Abra- ham Blauver : Pero existen narraciones fantésticas, una de ellas:debida a los informes de un marino espafiol, Pedro Serrano, quien naufragara alla por los afios de 1517 en Ia soledades del “banco” 0: bajo’ que posteriormente levé su nombre, La Serrana, y quien logré subsis- ur durante 7 afios, al final de los cuales fué retcatado.en forma que mas parecia: animal. que hombre; Ia. narracién’la-consigné el gran indio peruano Garcilezo de la Vega en la parte I'del' tomo VI¥ de su obra Comentarios Reales, Esta curiosa historia dice asf sein una de las versiones: “Era, segin dicho escritor, natural de Espa- hha, llamabese Pedro Serrano y navegando por el mar de las Anti. (10) Viajes Modemos, Edusid Charton. Paris 1861. (2) EI archipigiago de Sen: Andrés y-Providencia.Noticia geogrifica, Bo- otd, 1888.-p. 68 (108 paginas), parte separada de ta Geogralia General de Colombia, Francisco Vergara. . 7 Mas vié perderse su navio en pavorosos arrecifes y dhogarse sus compaiieros. Por ser un gran nadador y tener cerca tierra, pudo Megar a ésta, donde se hallé en el mayor desamparo. “Alimentose primero con. cangrejos y caimarones que recogia en Ia playa, los cuales se comfa crudos por falta de fuego; y luego on tortugas, a las cuales volvia de espaldas para poderias degollar con el cuchillo que habia logrado conservar, y beber su sangre, Pues en la isla no habia nj el mds pequefio manantial. En las con. chas recogia luego agua llovida, y Ia carne la ponia en tasajos al sol. Para hacer hoguera buscé guijarros que le sirvieron de peder- nal, mas como no hubiera allf sino arenas, se sumergid.en Ja mar muchas veces y al fin hallé algunos. Puso como eslabén su arma cortante, y como yesca las hilas que:sacé de su camisa, y tras mu- cho porfiar logré tener candela, la cual aliment6 con ovas marinas ¥ madera de buques pérdidos que arrojaban las oles. sobre la rh Bera.’ Hizo una choza con las “conchas ‘de, ai mas grandes torn. ‘as, pero la ropa se Je pudrié a los dos méses y se v6,-dicé el cro- gista peruano, tal como habie nacido, le crecié el vello en todo _ el cuerpo tan excesivamente, que parecia la piel de un jabali”. “Tres afios pasé asi, en esa vida primitiva, cuando una tarde se le aparecié un hombre que-o “dejé sorprendido.“Eratambién sobreviviente de igual desastre, salvadé ex und tabla y eifpiijado Por el oleaje hacia aquellos cayos: Con aquel compaticio-/algo se alivié la vida de Serrano, pues ambos hacian le pesca de mariscos, buscaban Ja Jefia y cuidaban, como vestales romanas, que no se extinguiera 1a Jumbre. Un dia, sin embargo, tuvieron ian disgusto ¥ dejaron de hablarse largo tiempo. Se reconciliaron luego, se otor garon mutuamente perdén y siguferon en sus labores. solitarias. Cuatro afios hacia de la llegada del huésped, cuando un navio que as6 cerca vi6 la. humareda, les envié un bote para recogerlos. Lie. ‘vados a Ja nave, siguieron en ella con rumbo a Espatia, pero sélo Jleg6 "Serrano, pues el compafiero murié a boro”. “Carlos V estaba en Alemania, y allé fué el néufrago, sin re. cortarse:sus cabellos nf su barba, due eran-enormes, para que el Mmonarea se convenciera de aquella terrible odisea. En los pueblos de transito se exhibia a Serrano para ganar dinero, y el Emperé: dor Jo gratificé ‘también espléndidamente”. , ta isla donde. vivi6 el ndufrago es llamada Seirana, en recuer- do dé @i, la ‘cual pertenece a Colombia y hace parte del Archipié. Jago de San Andrés y Providencia, lo mismo que otra mas pequelia que se denomina Servanilia. La anterior historia la refirié al céle- bre historiador el indigena Sénchez de Figueroa, que la oy de labios del mismo ermitaiio, a quien conocid, y de cuya barba 1B tidied decfa que era tan larga, que se la entrenzaba al dormir para no enredarse en ella, pues esto le estorba el ‘sueiio”. “El doctor Manuel Uribe Angel escribié una tiadicidn, La Se- sana, inspirada ‘en la relacidn de Garcilazo de la Vega, la cual publicé en 1886 en el Papel Periédico Iustrado”; Hasta agui lo Wanscrito por Ruiz Rivas en las paginas 8586 de gu libro, he. bigndolo tomado de Don Eduardo. Posada. Un poco més adelante consigna: “Un documento hallado recientemente y, que pertenece al ar- schivo de Simancas, viene a dar mayor luz en este curiuse suceso, Es una relacién que hace sobre él, al Monarca Espafiol, su mismo Protagonista. La publica el sefior Salvador Diamez Leal en el Bo- letin del Centro de Estudios Americanistas de Sevilla, con el tit. Jo bien acertado de "Un Robinson Espatiol ‘del Siglo XVI". “De ella resulta que es exacta la historia referida en el. bro” del inca, y por consiguiente’én élescrito colombiano, con diferen- cia.de detalles, cosa natural por haberse fumdado Ia primers en palabras transmitidas de boca en’ boca y por tener el segundo tan ‘s6lo el caracter de leyenda. - AY "En. el encabezamiento del memorial, relacién de lo que hizo ‘Maese Jusn ‘en los'ocho' afios que estuvo en la isla de La Servana, $e vé que su nombre no”éra ‘Pedro, y que su residencia en’ la isla fué un tiempo mayor del septenio que Ie pone la historia incdica(l2) El escritor pesa a referir pormenorizadamente dicha historia con algunos otros detalles pintorescos. La narracién de Maese 0 Maestre Juan, abandonado entre 1528-1536, la publicé Lesley Byrd ‘Simpson (13). zs Finalmente, el Padre’ Manuel R¢ sdriguez, “de la ‘Compafifa: de. Jesiis (1544), consigna en forma sintética en’ su obra, “Compendio Historial ¢ indice cronolégico peruano, y del: Nuevo Reyno de Gra. nada, desde el principio de los descubrimientos de las Indias eri. dentales, tocando varas cosas memorables de ellas, ast eclesias. ticas. como seculares:. “1547, Por este ‘tiempo. ‘dizen ‘algunos, fué hallado en una isla que esta entre Cartagena y La Habana, un hom. bre Iamado Pedro Serrano, que en dicha isla abia. estado. siete afios;:los tres primeros, sélo sin tener que comer, sino tortuges gue.cogia porque es la isle pequetia de dos leguas y no tenia agua. De otro navio perdido.en aquellos Baxos, aporté otro hombre, que (12) Ruts Rivas, Obra citada, : (13) ‘The Spanish Crusce: 1927, Washington: Hisp” Am Hist Review! (es ‘traduccién ingless sacada de Documentos inéditos del Archivo de Ja- as, Sevilla. 57-66). a i te acompané 4 aries en la mesma mish: t a los 4 afios este, ¥# EF at otro, fueron sacados de allt de ip manera que refiere GF ‘Shuzo, 1a. parte, lib. 8. Llevéronls & ‘Alemania... etc. €t©."» 1596.1563 Politicamente hablands, los territories insulares de los Gue venimos ocupandonos, p2saroR de pervenccer, d= ta Audiencia de Panam, creada.en.15 ja nueva Capitania de ve ismala, y Nicaragua, establecida_en 104: TS ‘temporalment= dependieron 8 see virreinato del Pert, pero en 1563 volvie- deport evamence a la Provincia de Panamé, $9 estos cambios ren ysieran ocupacion de las mismas slss, situacién que continud Panta el afio de 1303 como veremos més adelante. el ortante conocer aqui los antecedents de la colonize: cidn tanto holandese, como inglesa en el Neto Mundo, después d& cién Rubrimiento por 10s espaficles en 1492, ya. estos hechos Se eeesy tt inflzencia en el poblamiento de Tes jslas del Caribe y en particalar de San Andrés y Providencis- 41875 En Inglaterra, Sir Walter, Raleigh, un fervoroso partidario. se ron inglesé, puso en duda la velider Gs 1s Bue tas otorsadas a Castilla por el Papa Alejandro V7, Rodrigo Borgia, tes stores cuales daba el derecho a Espafia sore todos los te- yritorios descubiertos © que Sé descubrieran ‘al occidente, “360 Tego al oste de las Islas, Azores, defendiondo principio nove- Tegan Be dl enuncié usf: “el derecho de dominio est vinculado 2 fevprioridad de posesida”@4) sbriendo con es:0 Jas puertas para es conguistas briténices ultramarinas. 4578 Con estos antecedentes, fué facil al Memado padre de Ja 1erinizaciéa.inglese, Six_ Humphrey Gilbast, obverse de la Reina Jsabel Tudor, una patente y Un derecho “to inhabit and possess at his chois all remote and heathen Yands not in the actual posse ee of any Christian Prince” (p. 33 de la obra citada). Pero pese 2 out entusiasmo no. pudo realizar su objetivo, sucediéndole con fnayor éxito sw: hermanastro, Sir Walter Teigh, quien en 1584 ‘exploré los: territorios del actual estadd” ne rteamericano de Virgi- hia, déndole ese nombre. Ee 580. Desde hacia unos afios, los Hamados Paises Bajos, entre Jos que se contaba principalmente Holanda, se habjan le yantads contra Espatia, al mando de Guillermo de Orange, Tanzan- Gd Historia Universal de América, tH, p92 Mario Hernéodes, Madrid 1963 20 von sritor este ata Tas costae del Brasil y fundando Ademis del fuerte Warwick;se-comenzé otro, .¢l-Ha nandoselo al capitan Rudyerd, ‘quieA actuaba ‘tambi sario general; un tercer fuerte, el Darley's, y aun vin. Black Rock Fort se comenzaron a levantar, convirtisnidéce fina en verdadera fortaleza. te Cabe una pequeiia aclaracién y es'la de que tanto Rudye? como Rous, no embarcaron en el Seaflower como estuvo dispuesto, sino que lo hicieron en el Little Hopewell que salié de Londres el 25 de julio. En el mes de octubre de este aio legé otro grupo de 80 colo- nos desde Bermudas que vinieron a engrosar la colonia, haciendo més llevadera’la estadia en Ja pequefie poblacién de New West- ‘mister, En diciembre regreso l Seaflower a Inglaterra, pero en su viaje de regreso se produjo un encuentro cn fuerzas espafiolas, a consecuencia del cual el Capitan Tanner perdié un ojo. Los indios miskitos llegaban de tiempo en tiempo a Ia isla pa ra dedicarse a labores de pesca, especialmente de tortugas, y el g0- bernador ordené que no los molestaran y aun Jos recibieran bien Pues podrian ser buenos auxiliadores en Jas. tierzas continentales; fué una sabfa politica. : ( Por este tiempo los holandeses habisin ocupado Curacao, Bo- ‘naire y Aruba, frente a la costa venezolana, a més de otras islas \del Caribe; todo. esto se realizaba gracias'a que los Estados Gene - ws : rales Europeos habfan decretado libre comercio en la Nueva Ho- Janda Americana. Henrietta fue abandonada por los ingleses. 1633 En marzo llegé a Londres, procedentes de Providencia, el pastor Morgan, en el Charity, acusado de insubordinacién y de que- rer indisponer a los colonos contra Ja Compafifa y contra el go- bernador Bell. En junio o julio legs otro contingente puritano ; cia en el Golden ea bajo le Sn d@ Joseph Collins y de ‘Sussex Camock ‘como capitan y encargado del personal; los acom- pafiaba.el tuinistro Henry Rost, quien sin embargo no se quedé, ‘sino que se regresé en ¢l mismo barco a Inglaterra. En este ano Megaroa los prizneros esclavos negros traides des- de jg isla dé Tortuga 0 Asociacign, co ig Se Ie conoEis,” destinados alos trabajos rudos y pesadoé, ‘aumentandose en esta forma Ia colonia, hasta el punto de que por datos de uno o dos ais, después,-se_.contaban va.500 blancos entre ingleses y holan- deses, ‘muy pocas mujeres, unas 40 y pocos niflos; los ésclavos pa- [ece_que fampoco eran muchos, unos 90. - - ~ Algunos esclavos fograron evadirse y legaron a la isla de San i Andrés, en donde ‘se establecieron formando un. grupo primitive ‘senlillay Gut ségifaiiente’pildieron evar consigo; se cuenta que ellos mismos élaborabar la sal. Otros lograron también huir 2 los ‘bosques en la misma Providencia, formando.una especie de cuarte! en Palmeto Grove, al S.E. de la isla. 1634: Arribaron » Providencia, mandados por la ‘Compatila, tres testantes: Arthur Rous, como'lector, Hope Sherrard, ‘como pastor principal para'New. Westmister y Mr. Ditloff pare: otra de las parcialidades. El primero enfermé de fiebres y hubo que embarcarlo para Londres, el tercero result un hombre pusilée nime, apocado, cobarde y como tal también la Compaiiia tuvo que devolverio ene mes de mayo, quedando tnicamente Sherrard, “quien si-se mantuvo hasta el final implantando una dura discipli. a que posteriormente le valié. ganarse muchas antipatias por par te’ de. algunos directivos locales, La isla poseia ya 40 piezas: de artilleria, distribuldas en 14 puntos fortificados. Al capitén William Rudyerd se le remite a la = La pequeda isla de Tortigs, ust bautizada por lot éspaicles, fad conocida también como la isla de los Puerces, por la eantidad de estos animales, mig do 100 por habitante. Los de Ja Compania la denominaron Asociacién, por el convesio caue puritance y piratas Queda vecina a Haiti a subsistiendo:a base. cexpescado, tortugas, cangrejos y algunas | madve patria, despuds de tres afios de servicios y trabajos, acus sado de erucidad y de maios atos para con el personal; mas ade- Jane insistiremos sobre ésto. Regresé en el Golden Falcon, 1835 A mediados de afio, don Nicol’s de Judice, Gobernador de ___ Cartagena, realizé un ataque a Providencia con tres barcos, cinco embarcaciones menores y 300 soldados, pero en vista de la resistencia presentada por los ingleses, al cabo de cinco dias debio regresar a su base sin haber logrado su objetivo, que era, natural- mente, tomarse Ja isla. Por este tiempo se present6 una revuelte de los esclavos y algunos lograron escaparse hacia San Andrés, 1€36 El capitén Robert Hunt fué designado nuevo gobernador para Providencia, y la Compasia fue modificada en su or ganizacién; se compraron tres xavios: Blesing, Expectation y Ho- Fewell, el primero de los cusles fue puesto a drdenes de William Rous, quien fuera relevado como comandante del. fuerte Henry. En abril se designs al capitan Andrew Carter como gobernader en Ja isle de Henrietta, el cual debia evar consigo unos 70 plan tadores para iniciar una explotacion en grande, pero a tiltima hora el directivo Woordcock resolvié aplazar este intento y enviarlos mas bien a Providencia, aumentando atin mas el grupo colonizador. De- Finkuvamente se encontré que Frovidenca, por su abundancia en agua ule y Por sus sulos, ere mucho mis prometedora gue El capuchino inglés Tomas Gage, en viaje de Puerto Bello a Cartagena, cpnsigné en un célebre libro(15): "El mayor miedo que yo he visto, poseyé a los espafioles en este viaje, y fue cerca de la isla de Providencia, llamada. por ellos Santa Catalina o Santa Ca. therine, pues temfan que algunos barcos ingleses vinieran contra ellos con gran fuerza. Ellos maidecian los ingleses y llamaban a la isla un criadero de ladrones y piratas y deseando que su Rey “de Espaiia hiciese algo por ellos”. En realidad, la Compafia se did cuenta de que con sélo los cvltives no podrian mantener la empre- fay permitieron algunas acciones contra los barcos espatioles, y aun uno de los gobernadores intents una acci i gu. uno de los gobernad ent una accién contra la ciudad Precisamente el capitan Rous, que intenté realizar un Jn ciudad de Santa Marta, fracase"y fue hecho prisionere Tee do a Cartagena donde se encontr6 gon el fraile T. Gage y luego (08) ‘The English American: 2 New. &: is icant a New. Survey of the West Indis, me Bac t Tadis, 1648, 2B enviado « Espafia en donde-tuvo, que permanecer en Ia cércel, du- ante bastante tiempo. Finalmente en agosto se envieron otros dos barcos a Providen- cia transportando unos 20 ayudantes o auxiliares jévenes. 1637 Los holandeses propusieron a la Compafifa la compra de la isla de Providencia, y se afirma que ofrecieron. unas 30 mil libras, cantidad: muy-grande en. ese entonces, pero.consta que él mismo Rey Carlos I de Inglaterra se opuso. Es posible que afios después, los socios de la Compafia se lamentasen de no haber acep- tado esta oferta, en vista dei descalabro que represents para ellos esta empresa colonizadora. 1638 En abril se envié otra expedicién a Providencia bajo el.co- mando del célebre capitén Nathaniel Butter, quien fuera gobernador de Bermudas, y que fué designado también como go- bernador militar, pues el anterior civil no parecfa. el indicado en unos momentos dificiles para la Isla. Después.de 6 meses de lega- do, organiz6 un ataque a le plaza fuerte de Trujillo en colaboracién, con fuerzas holandesas, abandonarido la isla y por consiguiente su verdadera misién de gobernante. s 1638 Debido al maltrato’ recibido, los esclavos se sublevaron levantdndose contra sus amos, pero tal pronunciamiento fus dominado, si bien con alguna dificulrad yen forma un tanto bar- bara ya que los ingleses mataron a 50 de ellos; algunos afirman que los morenos sumaban unos 500; en todo. caso aquellos momen- tos tuvieron que ser de intenso dramatismo y dolor. ‘También conserva la historia el hecho de que un ndufrago fué rescatado por un barco holandés, después de haber permenecido dos afios ¥ medio en el cayo Roncador. El historiador Turnaje relata asf este hecho: "Una nioche'cin- co hombres robaron una chalupa con la cual esperaban alcancar y saquear .una-pequefia fragata Guatemalteca que se movia muy cerca de la costa. Una' tormenta se produjo y los condujo hacia el norte y su embarcacién se fué a pique en los arrecifes de Ronca- dor, a unas ochenta millas néuticas de Providencia, El cayo n0 tenfa agus dulce, y era frecuentado por las aves marinas en tiem po 0 época de cria. Los cinco puritanes intentaron sobrevivir co- miendo pajaros y bebiendo agua lluvia y la sangre de las tortugas verdes. Uno por uno fueron muriendo, Después de un afio y ocho meses, sélo uno. se mantenia vivo. Permanecié vivo otros diez me- ses y pata entonces ud rescatado por la tripulacién deun navio holendés. E] 15 de febrero de 1639 el inglés fue regresado-y desem- 29 hareado en Providencia despuds de dos aos y medio de sobrevi vir en Roneador” p. 12, 1640 En mayo, Don Meichor Aguilar, gobemador y capitén genie- yal de la Provincia de Cartagena, envio « Doo, Antonio Mak donado y Tejada a capturar Ie isla de Providencia, con 800 soldados irerd y & Halhead; con esto llené la medide do Sus injusticias y gn tal virtud fué denunciado, hecho prisionere ¥ con cadenas des- Pachado para Londres; esto’ en realidad sucedio en 1641. hemos consign: Jes, los cuales gir su desacierto, wehry para ocypar.la gobemnacin de Provider, mas posesiones en las Indias nta Catalina y se fonded en la parte opus: ' inglesas.'Por la noche el General y don 30 Pedto Maldonado, —quien hable pedido se le permitiera participar en la accién—, recorrieron la costa. El 21 se hizo Junta de Guena gn Is cual se acordé atacar por el levante al dia siguiente EI 22 Spanccis con viento contrario y hubo de possoncise el avance; el 23 un temporal inundé las chalupas y mojé ia polvora, “El 34 of amanscer se aproximaron los espatioles a los baluartes enemigos Gon Lisate tan favorable que los ingleses apenas si tuvieron tieapo ge usar Ia antilleria. En el encuentro murieron 20 ingleses y aclo 3 espafioles. Los restantes enemigos huyeron hacia el interior de Ja isla y regresaron Iuego para proponer una capitulacién: loc ce, Pafioles respetarian sus vidas y los transportarian hasta Cédie, de donde regresarfan a la Gran Bretaiia". “En S. Catalina se hallaron 60 piczas de-artilleria gruesa, 4 Pedreras, 32 de artillerfa ligera, numerosos mosquetes, cerabines fruniciones, etc. Se captararon 251 esclaves que fueron vendides La soldadesca oculté otros 150 en Jos navies con énimo de luerencg de ellos, pero fueron descubiertos por el Capitin “Pese al numeroso botin, Diaz Pimienta esperaba’ encontrar mis esclavos, Pregunt6 a los habitantes de la Islay estes le dije: FoR due & causa de un motin ocurrido hacia poco, los ingleses ee habjan matado 50 esclavos y trasledado los restantes a Sev tris ey bal'y Bermudas”. - ¥ En S; Catalina habla. 350 habitantes- El General quiso saber fudatos habia en S.-Andrés:’ se le contesté que ninguno, pues los imsleses esperaban un. atague espatiol desde hacia semanas y he ‘fan Hevado toda la poblacisn a S. Catalina. El general mandé conn probar esto @ Gregorio Castellén quien encontré en'S. Andrés cdlo dos hombres y dos mujeres legados recientemente’(16), A esta relacién hay que atiadir algunos datos intetesantes’ sue Ministrados por Newton ps. 298 y siguientes. El Almirante, the en el galeén San Juan, de 400 toneladas; su segundo, don Jerénn mo de Ojeda, en el Urca Sansén de 900 toneladas; ottoy berie gue ‘participaron. fueron: Jess Maria de ‘Castilla, 400 t0, Unee de SM. San Marcos to, Convoy 300° to, Teatisa 300 t0.. Je. ais Maria de Ajuda 250 to., San Pedro y 3 patachas de 70 2 40 foneladas cada uno, : El éxito de ia accion se celebr con una Misa’ y un Te:Deum en Ia plaza de New Westmister, con asistencia de vencedores ¥ Yencldos, el dia 26 de mayo. Otros historiadores, Rouland: New. fon anotan que los ingleses eran casi 600 y los ecclavos 381; Pan G9) Nuovo Reino ce Granada. Real Audiencis y Presdestee 1620684 Manuel Selisoral Bogoté 1967 (Hise Bre de Col vol 2 22), 31 son dice que los 400 prisioneros capturados, fueron Ilevados & Espaiia y las mujeres y nifios a Inglaterra, Queremos afadir aqui, siquiera una minima parte referente a esta conquista, sacada de un curioso libro publicado en Madrid en 1826: "... a las tres de la tarde arriaron las banderas que en los castillos tenian, y tendiendo una blanca en una chalupa que enderezé Ja proa al cuartel del General, por el puesto que se inter ponfa entre él y el castillo, enviaron a parlamentear a dos frailes dominicos que habia tres afios que los tenfan presos". “Fabiéndolos ido el General con gran alborozo y reverenci porque le tenia lastimado la large prisién de estos religiosos. y conocido el afecto religioso con que intercedian por los hombres que tan mal los habfon tratado, negandoles, sin embargo, todas las condiciones que en su nombre le pidieron, excepto las vidas y pa sajes, los hizo volver al castillo acompafiados de cuatro capitanes, que en su nombre aseguraron al Gobernador inglés las vidas de todos, pasaje hasta Cadiz. y que de alli se hubiesen de ir.a su costa de Inglaterra, y que los trataria con mucha benignidad, sin permitir que a las mujeres se les quitase su ropa de vestir ni de domnir, como se hizo. ‘Los capitanes lo asentaron asi despiiés de largas conferencias, y luego volvieron acompafiados del Gobernador y Sargento mayor y capitanes, y otros muchos oficiales que vinieron a besar la mano fal gobemnador y darle las gracias de la clemencia que habia usado con ellos, asegurando que ésta los tenia més vencidos que las ar mas, porgue de otra manera estaban ,determinados a mo- Tir defendiendo su fortificacién principal, ya que Dios, tomando por medio el viento con que las chalupas pudieron tan velormente dementir sus intentos, se habfa servido de imposibilitarlos de defen- der Ix desembarcacién de nuestra infanteria, El General los con sol y agasajé asentando sus brindis tan usados entre ellos, y or @ené que luego marchasen dos compafiias, que aquella noche que- daron de guardia en el castillo, encargando a los capitanes el tra- tar con gran cortesfa a las mujeres, que todas se recogieron a el ylegaron a némero de sesente, casadas y solteras. El dia siguiente, ‘que se contaron 25 de mayo, el general, acompatiado de el de Por tugal y de su almizante Diego de Flete Mascarefias, que para este efecto y para dar la enhorabuena a su sefioria se desembarcaron, y del conde de: Castilmellor, que en esta jornada vengé lz muerte del-capitén Nicolés de Sosa, su hermano, cuya rodela hallé en les trincheras, y de los demas caballeros, capitanes y oficiales de am- bas armadas, fud a tomar posesién del castillo, a cuyo transito tenian los ingleses cosa de ciento cincuenta carabinas y mosquetes, y otras armas echadas por el suelo, y « la puerta abatidas las ban- 32, deras de infenteria y le del castillo. Entré el General con un luct disimo triunfo, que hizo olvidar los sinsabores y peligros de la empresa”, . “wTomando posesién del castillo, se dijo misa entre cuatrocien tos herejes, a quien se hizo estar con la reverencia debida. y se dieron gracias @ Dios con el himno de Te Deum laudamus. Acaba- da Ia misa y estacién de gracias, entré el General en una pieza adonde estaban las mujeres y las visit con Ia cortesia de paz que se usa entre ellas, y las consolé y aseguré que hasta ponerlas en Cédiz y solicitarlas alli su embercacién para Inglaterra, Jas asis: firia con mucha atencién a que todos las respetasen; ellas lo egra- decieron entre grandes sollozos y ligrimas que pudieran enterne- cer al més duro de Jos corazones, porque son algunas mujeres her mosas y modestas” Paginas 347 a 350 del libro Varias relaciones Gel PERU y CHILE y conquista de la isla de Santa Catalina, 1535- 1658, Madrid, autor anénimo. oe ‘La érden-que tenfa el espafiol era la de’ desmantelar a S. Cata- Tina, pero no Jo hizo por estimar que debia ser ahora una plaza importante para Espafia, v asf lo comunicé a sus suveriores. De’ 150 soldados al mandé del capitén Jeronimo de Ojeda, 2 quien constituyé también como gobernador. Los prisioneros fueron Ile- vados inicialmente a Cartagena: y-de alli a Espafia segin’lo acordado.* “ . Por este tiempo habian salido de Boston con destino « Provi- dencia, dos barcos al mando del capitan William Peirce con unos 30 hombres, 5 mujeres y 8 nifios; le seguian el recién nombrado gobernador Humphry, quien no tuvo tiempo de ejercer sus fun- Ciones, pues ya Ia Isla babia cafdo en manos espafolas. El wltimo navio erviado a Providencia fue el Expectation, que retomné con Ja infausta noticia: Durante e] tiempo de 1a .colonizacién puritana no es posible que se realizare un cruce entre estos y los esclavos; estos Ultimos habfan venido eumentando debido a las capturas que hacian los ingleses a los barcos espafioles, y también por compras efectuadas a los helandeses que se los traian frecuentemente. ‘Estos morenos fueron tomando el apellido de sus amos, espe cialmente silos trataban benigna o humanitariamente; asi debieron ir apareciendo “familias” nativas en ese Japso de 11 afios de tra- bajo conjunto y contacto permanente en ten-remotas tierras; con todo, la gran mayoria de este personal desaparecié o fué trans * Las fuerzas “que quedaron con de Ojeda eran espafiolas y portuguesas, ds de unos pocos de loe 381 negros eapturados 33 sohpeiugnsseannitiotanucnnncni portado a otros lugares; otros pocos pudieron haber regresado des- bués de varios aiios. Ciando Espaiia conquists Providencia, se agvegé otro elemen- Hos Tt 2 los anteriores: ademis, es casi segure aoe treba va weradios miskito, buenos amigos de los ingisécs aun de. los esclavos, se hubieran quedado en la isla, Gabe snotar fimalmente, que Providencia fue en la época de If Gompatie, base importante para ls eoloniancosr ae Belice, en Ie costa centroamericana, Resumiendo Ia historia de Providencia a los-tiempos purita- Aeey gh anes due el primer gobernador (encarpado) lo fre Samuel Re: el primero en oropieded y que permaneud cove tiempo: Na- i 1631 hasta 1636; le siguié Robert Hunt, memer?, que a su vez se inspira en Newton (18), y dice asf: [Desde un principio, Providencia fue conccbien como un fondea- Gero Puritan: Los propésitos de la colonia fas os claramente esta. Dlecidos por los Directores: ..."nuestro sinecnn Provésito y deseo, Hern yon G® todas las coses, es sembrar la semille wel. verda. deta y sincera religion y Ia causa de Dios ln cons tiene ahora mu- cha opesicién en el mundo cristiano”, Np criminales, sino simpa- flzantes Puritanos de Anglia del Este, hombres libres y sirvientes Jos que se lanzaron'en el primero y los subsiguientes embar- Gass. 1s reela era obligatoria: asistencio a Ie Islesia y oraciones distias. Excomuniones, castigos corporsics, y el incesante conflicto Teect Mttoridad eclestistica y Ia civil eran can comunes en Pro- Widencia como en el mismo. Boston”. (aI) ements. pues ae detinaben & Bermudas ‘G2 Colonia Pusiasa de te Ila de Prods Mam W. Wamer, £0, p 803-814 (18) Obra citada do. Arthur Percival Newton, 34 parte de la visién de Daniel Elfrith sobre un paraise tropical con tesoros sobre Ja tierra y el mar se insinusba en esse documento, Tyee Tefiere a le Carta de Bifrith—. Ademés de oe concesiones usuales para la agricultura, los plantadores recibieron autorizacion are desembarcando la mayor patté de la gente forzaron la. guarnicion ¥ obligeron a rendirse todos Jos fuertes y castillos, los cuales de, molieron, excepto uno, en donde apostaron a 100 de sus hombres ¥todos los esélavos que habian tomado a los espaiioles. Com cl Zesto de Ja gente, continiia Esquemeling, se dirigieron a’ otra peque- Ba isla cercana y con puente que hicieron en pocos dias, pasaron ‘ell Hevando toda la artilleria que habian tomado en Ia isla grande. Después de incendiar y arruinar todo, dejando las érdenes del caso, se hicieron a la mar con los prisioneros (p. 102), ‘Mas ‘tarde regress Mansveldt, para visitar a los 100 hombres {21 gobemador Le Sieur Simén, quien muy activo, habia mejorade tas defensas y organizado la isla pequetia, con cultivos » plant Clones suficientes, para abastecer a la flota. Mansveldt, se mostra, ba partidario de retener a perpetnidad la isla en virtud de lo bien situada; sin embargo, debié regresar a Jamaica para reclutat per, sonal para Sta. Catherine, pues temian por una invasién; pero el (18) Nuevo Reino de Grenada, Real Audiencia y Presidentes, Sergio Elisa Ortiz. Bonoté 1968 GHist Ext de Col Vol. Tt 4) 38 scsi gobernador de Jamaica rehusd este proyecto temeroso de disgustar al Rey de Inglaterra; en vista de esto, pasé a Tortuga en donde le sorprendié la muerte, (p. 104). No parece tan exacto lo consignado por el historiador Ortiz, pues afade Esquemeing que D. Juan Pérez de Guzman, considerax. do que no era conveniente para los intereses de Espaiia. que las islas estuvieran en manos piratas, equips una considerable escua- dra enviéndola 2 recuperarias; pero que no queriendo emplear la violencia, escribié una carta Le Sieur Simon que se rindiese a su Majestad Catdlica, siendo por ello bien retribuido, pero que si se negaha, se veria precisado a castigarlo y a forarlo a rendirce. Le Sieur Simon, viendo que no podia oponerse con sus pocas fuerzas, después de una pequeiia resistencia, ‘se rindié bajo los mismos articulos que él habia obtenido antes con los espaiioles. Un’ dia después de Ja rendicion, se presenté a Ja vista un navio inglés en viado @ Jamaica’ coh pertrechos y refuerzos, hombres y mujeres; los espafioles habilmente enarbolaron el pabellén inglés y_persua: dieron a Le Sieur Simon abordarlo y conducirlo a puerto. Ast Io hicieron los. prisioneros. 5 Existe una muy antigua y curiosa relacién referente a este hecho, fechada ea 1667 con el titulo de: “'Relacién que tenia La Isla de Santa Cetalina,.. en orden 2 mejorar su defensa y'Ia for: mma en que Ja. ocup6 el enemig tado en. nuestros archivos histéricos. : Cuatro afios habia durado Ie “ocupacién filibustera en ‘las islas, sirviendo de base para toda esa clase de actividades aventu- réras y de pillaje, aunque parece que por tiempos estuvieron aisla- dos. y por tanto, el niicleo ético se desarrollaria muy paula- tinamente. : z : Vamos a ceder nuevamente la palabra al historiador Ortiz para que nos cuente las conquistas y reconquistas que se sucedieron en Jos aos posteriores, repasando de paso parte de lo, ya conocido y “narredo por Esquemeling, pues hay ciertos detalles en los cuales differen un tanto, especialmente en lo que se refiere a las fechas; sin embargo, la diferencia no es tan notable, El mismo Esquemeling, transcribe en su libro, pag, 105 y siguientes, una versidn de la re gonquista de Ia isla, sscrita por un ingeniero. espadiol'y. titulada Una verdadera relacién y particular recuento de Ia victoria obteni- da por Jas armas de su Majestad Catélica contra los piratas ingle: “ ses, bajo Ja direccién y-el-valor de Don Juan Pérez de Guzman, » caballero de la orden de Santiago, gobernador y capitan general de Tierra Firme y de la provincia de Veraguas. 39 documento que puede ser. consul. _ 1664-1665 "Los mismos piratas Mans Morgan, segiin noti Glas que Hegaron el 14 de julio de 1665 2 Panama, al Gobernador don Juan Pérez de Guzman, habfan llegado en la noche Gel 2 de mayo anterior en 14 bercos forzando Ia guarnicion espa. Pols de Santa Catalina, donde gobernaba don Esteban del Campo en realidad es de Ocampo). Habia sido el ataque tan sorpresivo ¥ Jos. habitantes estaban tan desapercibidos, que la maiiana sh. Bulente Ja resistencia que se pudo oponer tras breves combates, fue nula y todos, soldados y colonos, excepto tres individuos que lograroa escapar y que tras larga odisea Ilevaron la noticia del desastre a Panamé, fueron hechos prisioneros, “Pérez de Guzman dispuso levar a Portobelo, donde estaba anclado el navio San Vicente, perteneciente a la Compaiifa de los Regros, que estaba bien armado, todos Jos recursos disponibles ea Panamé en vituallas y gente de armas que llegé a formar un contin: fos de Ja guamicisn, 29 mulatos de Panamé, doce indios muy bi as, 7 condestables buenos artilieros 2 ayudantes, 2 pilotes, 1 cirujano y un religioso de la Orden Seré, fica” (datos de Piratas de América y luz a la defensa de lac Indies Occidentales. Doctor de Buena Maison), EI barco fué despachado al mando del Capitan José Sénchez ‘Jiménez, bravo y valeroso soldado, con instrucciones de detencrse en Cartagena donde se reforzaria la expediciGn con barcos, armas ¥ hombres que se pedian como auxilio al Goberador Fernando de Frodo y Plaza. El San Vicente fue recibido en esa ciudad con gran des muestras de jubilo y alli se les agregaron la fragata San Pedro, tua galeén, ung barca y 126 soldados, con todo lo cual zarpo el convoy hacia las islas el 24 de julio para llegar a la vista de Senta Catalina el 15 de agosto, sin otro contratiempo que la pérdida de una barca por un grueso temporal en Ja roca lamada de “Quitar Signos”, dice Buena Maison, quizé por decir Quita Suetio. “Los piratas habfan incurrido en el mismo error de los ante- riores ocupantes de dejar muy poca gente en la isla, sélo setenta hombres, de que tuvo conocimiento el comandante espaiol por res negros que se fugaron de los piratas y llegaron'en una piragua 2 la escuadra. Con esta noticia, para evitar efusién de sangre, Sin. chez Jiménez envié ua Oficial a intimar a los piratas, en nembre del Rey, su Sefior, que se rindiesen. a discreciém, pues le isla habla sido tomada en tiempo de paz entre las dos Coronas de Espaiia ¢ Inglaterra; y vara el caso de que sé obstinasen los arruinarin a to. dos a punta de cuchillo. Los piratas respondieron que antiguamente da isla habia estado bajo sujecién del Rey de Inglaterra y que eats, ban dispuestes a perder la vida antes que entregarla. Con esvo even. 40 ba sus a Jos barcos sitiadores y mientras el San Vicente Sisparabe 3 Sndenaeas sobre la bateria de La Concepeién de San Pedro ata = be el Fuse de Santiago al peso que los marinos de, deseinbar se dirigian en chalupas a la costa a tomar el puesto de rradusa", Los piratas se defendieron como. pudieron y hasta Sraron oon lor Srganos de Ta Iglesia, despdiendo cada tnd eetenta flares alg nas veces, pero abrumados por el némero y deslojados¢ et easilo de Santa Teresa por el Capitan Juan Galeano se refugiaron en “Cortadura” donde Se rindieron con In pérdida de € muertos y muchos heridos. Entre los prisioneros se deseubricron es espe els, que fueron arcabuceados al dia siguiente y Ia isa vou al poder espafiol. Pero como solo se trataba de ocupacion mil iat y no de colonizacién formal, los reconquistedores al rerirars 8 barcos dejaron tinicamente para guardar los fuertes 2 algunos pai dos y negros incapaces de resistir un nuevo asalto de los enemigos y asi en el aflo siguiente se present6, nuevamente el corsario he landés Nansveldty sin mayor resseneia se apader6 ot vex Ia isla, Durante su estancia en Santa Catalina dejé, este lobo e mar, en calidad de mejora, segin parece, un puente sobre-el canal sue ja separaba de Vieja Providencia y como comandante, con nos foros hombres, al Mayor Samuel Smith para defenderla, (Apuntes sobre la isia de San Andrés y Providencia, Alfredo Ballesteros Rot- ter)". Hasta aqui Sergio Elias Ortiz(20), “ / Exquemeling, suministra de esta acciéa otros datos: que el dia 13 fuss cuando Jos tres negros Iegaron nadando a ver al almi- rante; que el 15, dia de Nuestra Sefiora (la Asuncién), fué-el ata- que; que el navio San Pedro disparaba andanadas contra el fuerte de San James y que el teniente Francisco de Cécerez, con sélo 15 hombres, se expuso al fuego enemigo; ademas, que el capitén José Ramirez de Leyva con 60 hombres hizo un ataque fortisimo y oblt g6 a los piratas a rendir el fuerte. El Capitin Juan Galeano, con 80 hombres, pasé por sobre Jas colinas y atacé el castillo de’ San- te Terese; el mayor José Sénchex Ximiénes, comandante en jefe, con el reito de hombres, burlando la bateria de San James, desem- bareé a pesar de los enemigos, siendo el ataque por consiguiente dirigido desde tres direcciones distintas hacia La Cortadura. ‘Se encontré en Ja Isla 800 bias de polvora, 250 libras de balas las y muchas provisiones militares, eet or esta nantacien y por el botin tomado, se ve que, en realidad. era bien pobre Ia dotacion. . Com lo habré notado el lector, existe en Ja ttima narraciéa (20) Oba citada anteriormente. at un error al atribuir la realizacién de estos hechos, a un tiempo en que segin otro escritor igualmente serio, ya habia muerto Mans- veldt; es bien dificil hacer concordar las fechas histéricas antiguas, ¥en este caso nos dejan realmente confusos las dos afirmaciones. Esperamos que puedan descubrirse nuevos documentos que aclarent as fechas precisas. 1667-1669 La isla de Sta. Catalina vuelve ahora al poder 0 do- minio espaiol, gracias al empeiio de Don Juan Pérez de Guzman, ahora Gobernador de la Provincia de Cartagena y quien encomends al Capitan Andrés Ojeda Para la reconquista, como lo hizo arrebatandosela al Capitan Samucl Smith, el cual encuentra tnicamente 52 ingleses, pues e] resto se“habfan hecho al mar con. Mansveldt: Ahora quedarén en la isla 450 Personas entre soldados ¥ esclavos negros, . No habfan de pasar. sin JAfios de. calma, trabajo y vi Jancia, tiempo suficiente ‘para deesperar a los soldados espanoles que pasarian buena parte en ld'molicie y el ocio; el resto del perso. mantendria algunes cabezas éta.de pescado, abundantisimo aquella comunidad viviera 1670 “En 1670 el Gobernador inglés de Jamaica recibié érdenes de Oliver Cronwell, Jefe"del gobierno Briténico, de apode- Tarse nuevamente de las islas para sus planes de dominio del mar de ls anilas y faruras expediciones sobre el continente. La tarea se encomend6 al pirata Henry Morgan, distinguido ya con el ti de Almirante... E116 de diciembre de 1670 Morgan se ie me vele desde Tortuga a Santa Catalina con todos los barcos de que pado.disponer y mil hombres’ de desembarco, Ahora las islas ecta, ban defendidas por nueve fortalezas ‘conyenientemente artilladas, dotadas de abundante parque y con una guarnicion de cena a 200' soldados. “Era por esto empresa dificil tomarlas, pero. el Co- ‘mandante espafiol, a la vista de la escuadra anclada en Ja bahia de Agua Grande, frente a Santa Catalina y el desembarco.en masa fle fueraas superiores a las suyas, se atemorizé y casi sin lucha acepté las proposiciones que le hizo Morgan de una honrosa capi fulaciéa, con Jo cual las islas pasaron una vez més a manos ingleces (Ballesteros). Hay que hacer notar que ya para esta época resilian en las isles, fuera de Ja guarnicién, unos 90 colonos Y ochenta es- a2 clavos reunidos en poblacién y que éste pudo ser el primer nticleo, con el aporte inglés, de los actuales nativos de San Andrés y Pro- videncia, pues Morgan no permitié Ia salida del elemento coloni- zador espaol, sino de los soldados, que fueron embarcados para Cartagena”, : En el célebre libro del holandés doctor de Buena Maison inte tulado “Pirates de América y luz ala defensd de las Indias Occt dentales”, se refieren muy ai detalle los términos de esta capitula- cidn entre el gobernador espafiol y Morgan, la cual constituye una vergiienza para el rrimero. En parte escribe: “Que Morgen usaria de una estratagema de guerra, al saber, que egarfa por la noche 'y que atacaria Ia fortaleza de San Gerénimo; que todos los navios de su flota veridrian hacia el castillo de Santa Teresa para darle un ataque y que al mismo tiempo pondria, unas tropas en tierra, cerca de la baterfa de S, Mateo, las cuales cortarian el: camino al gobernador cuando quertia ir a la fortaleza dé S.Gerénimo, y que" ‘entonces le harfa prisionero haciendo la formalidad de forzarle 2 rendir el dicho castillo, y que él conduciria a’ los.ingleses dentro, debajo del engaiio que eran sus propias tropas; que de una y otra parte tirarfan continuamente; pero sin balas 0 porto menos al aire por no herir ni matar a persona”... “Después que el acuerdo ‘se hizo'con el gobemador y que todo, se puso en orden, los. piratas comenzaron.a hacer Ja guerra a las gellinas, temeras, ganado de cerda y semejantes cosas, no se ocupa su espiritn mas que en matar tales animales, asatlos y comerlos, y cuando no tenian lefia que quemar destrozaban las'casas, cuya. madera les servian para el fue- go. Contaron el dia siguiente a todos los prisioneros que hallaron sobre la Isla y numeraron 450 de todos: conviene a saber: 190 hombres de guarniciéa: 40 moradores casados: 40 criaturas: 34 esclavos de su Majested con 8 criaturas: 8 bandidos: 39 negros que pertenecian a partioulares con 22 criaiuras, 27 negros y 12 criat as, Desarmaron los piratas a todos los espafioles y enviaron a los hombres a los, plantajes para que biscasen. qué comer, y las mux Jeres quedaron’en la Iglesia encomendando a Dios” p. 16 a 64. Las.9 fortalezas.a que se refiere el historiador anterior eran: 1) San Gerénimo; 2). . Mateo; 3). Santa Teresa. (Ia principal); 4) S. Agustin; 5) la plataforma de La Concepeién; 6) San Salvador; 7) plataforma de los Artilleros; 8) Santa Cruz y 9) Fuerte de San José. Se describen pormenorizadamente todos jos cafiones, los 49 arcabuces, balas y demas elementos de dotacién que se encontraban, en cada una, El castillo de piedra de Santa Teresa tenia. graesas paredes reforzadas para resistir el ataque junto con terraple- nes y un foso seco de 20 pies de hondo, plataformas seperadas pa- 43 ico holandés Es- Fa sus 20 cai ‘pcion del mé quemeling.2 Morgan organiz6 Ia isla como cuartel general y en el ao de 1674 iogsé reunir 37 bergantines y 400 hombres en Santa Catalina, los cuales le acompaiaroa en su célebre expedicion de conquista, toms, destruccién y saqueo de la ciudad de Panamd, de donde huyé con el botin a Jamaica 1672 Reficre Vergara en la pagina 69 de su obra sobre San Andrés lo siguiente: “Al fin los acontecimientos hicieron abrir los ‘ojos alos espafioles y apenas se supo la fuga de Morgan a Jamaica, con lo robado en Panamé, resolvieron aprovechar el primer mo. mento de sorpresa de los pirates para recobrar el archipiélago El gobemnador de Panamé, Juan de Guzmén, reunié consejo de guerra con tal fin en Jas ruinas ain umeantes de la ciudad y alli se dis. puso proceder a esa reconquista con preferencia aun a atender.a Ja defensa del istmo. En el acto se trasladé a Portobelo, apronts viveres y floca y de alli envié al capitin José Sanchez Jiménez, con un-buque bien armado y..tripulado por 270 soldados, desde indice flecheros hasta arcabuceros y artilleros, a Cartagena, con oficio Para él gobernador de esa plaza en demanda de auxilio, Esta auto. Tidad dié una fragata, un galeén, un bote y 120 hombres, con cuyo refuerzo siguié Sanchez hacia Providencia: Uegado que jiubo, for, 26 el paso de Cangrejos, desembarcé en la punta’ que hoy lleva el nombre del valeroso Pérez de. Guzmin y tomé por asdito’ (1672) iis fortiticaciones que sélo. estaban defendidas por unos pocos hombres, Ocupadas las islas, el goblermo de Panamé dejé allt wor, Bicién y expulsé gran nimero de piratas no permitiends quedarse sino a los que tenfan cultivos establecidos; los bucaneros introdes jevn al primer ganado ¥ 1 algodén a estas islas y desmontaron a ‘ovidencia, cuyo clima elogiaban, a la vez que la limpiaron de tor Providenela, gi que la limpisron de to- 1677 A pesar de que a nivel diplomético se suspendieron por aquel entonces las actividades filibusteras y hostigamioats o las naves espaficlas por medio de un tratado de Estatlecinieste de la paz y amistad en América, firmado en Madrid en 1670 se 42 corte espafiola y Sir William Godolphin, comisionado per Inuit fers, tratado por el cual Espafia concedfa a los ingleses comenvay ¥ aun establecerse en tierras de América, el acatamiente de conn orden sy demoré, tal vez por ignorancia, y asi vemos cSme Mae (21) Sir Heary Morgan, Buccaneer end Governor, Adolphe Roberts, Nuee va York 1922, “4 gan siguié merodeando por el Caribe, y sus ayudantes atacando la cluded de Santa Matta, —otros historiadores aseguran que fue en el afio de 1669—, uno de los peores desastres de aquella plaza, por el saqueo a que'se vid sometide y las humillaciones, tanto que fue tomado prisionero el mismo sefior Obispo Lucas Ferndndez de Piedrehita, gran historiador y uno de los més ilustres prelados que tenia en ese entonces La Nueva Granada, y quien a pesar de set natural de estas tierras del nuevo mundo, tuvo el privilegio de di- igir en cierta ocasién memorable, la sagrada palabra al Monarca espafiol. Cuando To sorprendieron los corsarios preparaba viaje hacia Panamé, para encargarse de aquella diécesis. | Los aventureros cometieron muchos atropellos y profanacio- nes, dispararon contra el Sagrario en donde se guardaban Jas sa- gradas formas com énimo de roberse los vasos del culto. Se hizo prisionezo al Prelado y se lo embarc6, segiin se afirma; para Pro- videncia, ea donde se Jo presentd ante Morgan. Y caso curioso, al Pirata lo recibié en forma sumamente cortés haciéndole objeto de grandes distincfones y cuidados y aun ordenando”se le devol viese parte de lo que a €l personalmente le habfan robado, como era su anillo episcopal, y después de un poco de tiempo Io envis al gobernador de Jamaica, Lord Varighan, junto con otros prisio- neros pero ea forma preferencial, el cual a su vez, fleté una nave para devolverlo a Cartagena. Fué ast como Providencia tuvo en su territorio a un ilustrisimo Obispo, cuya autoridad y bondad fue- on tantas que dejé en el mismo Morgan una huella imborrable, como él ‘mismo lo atestigué después por escrito como lo veremos ‘unas lineas adelante, y se le atribuye:precisamente al contacto y a la sabidurfa del Prelado en mencién Ja transformacién de Henty Morgan, pues de ser méximo exponente del: corsarismo, se volvié, afios después, un hombre ecuénime, pacifico y aun perseguidor de filibusteros y aventureros. cuando al final dé su carrera fué nom: brado por el rey Carlos IT de Inglaterra, gobernador de Jamaica. No estan de acuerdo los historiadores acerca de las fechas en que sé sucedieron estos uiltimos scontecimientos de la vida de este eélebre personaje, Pero. vamos a ceder la pluma'a dofia Soledad Acosta de Sam- Per, una de las escritoras més notables de Colombia, para que nos cuente en forma amena, sobre el cuadro histérico, los hechos que estamos narrando. Dice asf dofa Soledad en su libro: Los Piretas en Cartegena, pag. 136: “Al llegar-delante de su capitén los invasores de Santa Marta, presentaron los tesoros que habian sacado de all, y le avisaron que Uevaban prisionero al obispo Piedrahita. Preguntando Morgan ia manera como habfen apresado al obispo, los que Je habjan maltra. 45 tado se jactaron de ello, haciendo mofa de la-santidad de aquel hombre. “Silencio! —grité Morgan de repente, interrumpiend a ente, interrumpiendo a. los que hablaban; y aiiadi6, dirigiéndose a sus edecanes—! Encetra. réis a estos hombres en los calabozos mas seguros, e iréis a traer 2 mni cass al santo obispo, “Miréronse asombrados los corsarios, pero obedecieron a una y otra orden sin replicar, Morgan no era hombre que se compade- siese jamds, y no comprendian Jo que aquello significaba. ‘Reverendisimo e jlustre sefior obispo, —dijo el capitén cor- sario saliendo a recibir al sefior Piedrahita hasta la puerta del Sposento—; me véis aqui, —aiadid—, avergonzado y confuso... "—Vos ‘avergonzado y confuso! s-exclamé el obispo con sor- press, pues conocia, por haberlos ofdo referir repetidas veces, los grucles hechos de aquel pirata, y aguardaba algun nuevo insulto, cuando fué lamado a Ja presencia-idel capitan. ~ SI, seBior; estoy leno de pena por la conducta que con vos observaron mis, oficiales y soldados en Santa Marta, es decir, con Tespecto a vos; que los demés no merecian las . mismas consi- deraciones. “Le hizo sentar en Ja ‘mejor.silla; después le mandé servir en. platos de oro, que eran los que ét usaba con gran boato, lo mejor que habia en la isla; le cedié su . propio aposento, y le dijo que apenas pudiera le devolveria a:su didsesis de Santa Marta sin oi girle ningin Tescate. - "—Sefiot, dijo al fin. él sorprendido obispo no crefa lo gue sus ojos veian y sus ofdos oian—; ya que vuestra merced me hhace estos favores... “Justicia sélo! —interrumpié diclendo el corsario y hacién- ‘dole una ‘cortesfa. “Le suplico, siguié el obis; > gue vuesti 1S mande a Santa Marta, eo Si Reret ne. me “Y eso {por qué? —"Yo estoy nombrado obispo -de Panamé; pero mis feligreses me habian cobrado tanto © inmerecido carifio, que no me dejaban ‘Partir y a mi, que también los amaba, me costaba’ mucho trabajo eres oe ellos Puesto que aquello ya se hi verificado, no me agdis pasar nuevo por el dolor de despedi de mis rie dos samarios: a ae + | “—Si'0s place, sefior obispo, podéls deci el ‘aiviag SPO, Pr lecirme a dénde os debo vA Cartagena... Deseo ver al setior obis; obispo Sanz Lozano, (después Arzobispo.de Santafé de Bogot4)-—-, que me consagrés 46 ¥ como yo ya estoy muy anciano, quizd no Ie volveré a ver en es: te mundo, “wSe haré como manddis, —repuso el corsario; y le acompaiié en seguida a un dermitorio que le habian prepatado con toda clase de comodidades y regalos. “—Quizds, dijo el capitan filibustero antes de separarse de su huésped~, quizd vuestra sefioria no aguardaba que yo le rec’ biese con las consideraciones debidas; pero quiero deciros cu: ha sido €1 motivo... “—Luego, ¢habia un motivo? —exclamé el obispo—. Yo creia que esta buena conducta yuestza era hija tan s6lo del buen corazén y me decia’ para mi mismo: cémo han calumniado a este capitén Morgan que habjan pintado'tan enemigo de Ins espafioles, tan recio y tan duro con ellos ;'Yo le he encontrado més suave que un guan- te de seda, més amable que una dama, mas cortés que el caballero «mas galante de la cfistiandad, No me digdis, capitén, que tenéis ‘un motivo. para tratarme como a vuestro amigo... Dejadme partir agradecido de vos, y hasta amandoos como 2 un hijo. “"—Sehior, —dijo Morgan, -hincando una rodilla “en tierra—, bendecidme, si bendecidme, pues aunque hoy me lamen hereje, no siempre lo he sido... . “Oh, si! Lo haré con toda el alma exclamé el obispo ben- Aiciendo al capitan, muy conmovido—, {No digdis que sois hereje “todavia,-puesto que podéis dejar de serlo cuando querdis! “No, no; ya esto es imposible! Pero os diré el-motive que / tenia." Mi madre era itlendesa catélica, la cual, robada por un corsario Hamado Mansfield,.casé con mi padre, que era mitad cor- sario, mitad labriego y contrabandista del pais de Gales, y que pertenecfa'a la religién reformada; y como la maltrataba cuando se-decia catélica, ella resolvié ocultar pero no olvidar sv religién. “-Pobrecilla! —exclamé el obispo. * “Me hizo bautizar por un sacerdote catdlico, y cuando nifio me enseiié a rezar las oraciones que sabfa— contnud diciendo el pi- Tata—; pero desde nifio me mands mi padre'a servir a Mansfield, y olvidé cuanto me enseié mi madre... : “Pero podrias recordarlo, dijo el obispo—; ‘nunca eé tarde para volver al buer camino. Mee “—Repito, —contesté el corsario con impaciencia—, lo .que pasd, pasd, ...y no hablemos mas... El-motivo ‘que tenfa, ‘pues, Fara trataros como a amigo y vengar las afrentas que os hicieron es. el recuerdo de mi madre, que murié de pesadumbre, jpesadumbres en gran parte causadas por mi! . “Tba’a salir, cuando le [amd el obispo. aT —dijo—, son las que vais vengar? ...Yo no “—e0us aftente recuerdo ninguna ya "—iCémo! ¢Habéis olvidado a los que os ataron las manos y os atormenta: los que os golpesron y trajeron preso y contra vuestra voluntad hasta aqui? “—Si capitin, s{: todo lo he olvidado y lo he perdonado des- de et fondo del alma. . “Les habéis perdonado j porque sois un santo! Pero yo, que no Io soy les he de castigar! ° “iPerdonadles, perdonadles por Dios! ;Por la tiiemoria de vues- wa madre! —exclamé el obispo juntando las manos. “En nombre de mi madre —repuso el otro— sf; en nombre de ella. Y al decir esto se alej6 a pasos precipitados. “—gLes perdonaré o no les-perdonara? —exclamé en voz alia el obispo, midiendo con suis pasos el aposento, “A] cabo de un rato quiso salir a buscar 2 Morgan, pero en- contré todas Jas puertas trancadas por fuera, y hubo de acostarse a descansar, que bien lo necesitaban sus debilitadas fuerzas, “No bien Ia luz del sol habla empezado a arrojar sobre la tie- ra sus primeros albores, cuando Morgan entré en el aposento del obispo y le hallé ya levantado y de rodillas delante de un crucifijo que siempre levaba consigo. Detiivose respetuosamente en el um. bral de Ia puerta y aguard6 a oue él concluyese sus oraciones. “En breve se levanté don Lucas Fernandez Piedrahita, y dié os buenos dfas a su huésped, . “Ved, —le dijo éste, extendiendo.a su'vista varios omamen- tos de iglesia y un lujoso pontifical— os hago estos peauetios obse- euios, para que os acordéis de mi. “Acercése el obispo a los ricos regalos con alguna desconfianza, “Pero, —dijo—, estos objetos no pueden ser vuestros; gen dén. de los toméisteis? “"Los saqué de Panamé el afio de sesenta y 0; —contesté son- Tendo el corsario—, asi, pues, yo no hago sino restituir al obispo lo que es suyo. Me lo adjudicaron en la reparticién.que se hizo del botin, y los tenis guardados hasta que se presentase ocasién de dis- poner de ellos. ‘El obispo suspiré y dié las gracias al corsario, el cual niands que encerrasen los ornamentos en una caja que debian embarcar con el sefor Piedrahita en un bajel, mandado preparar para en. viarle a Cartagena. : “Como es sabido, el obispo Piedrahita era un hombre suma, mente instruido, estudioso, y hebia escrito ya Ja Historia de lac Conquistas del Nuevo Reind de Granada, aunque no se dié a ln i stn ee estampa sino en el mismo afio'en que murié); sii elocueneia:era grande y su catidad proverbial. Entre tanto que se.preparaba [a embsrcacién que le debia llevar a Cartagena, se entretuvo conver sendo familiarmente con el capitan Morgan (que hablabi ‘caste. iano muy. bien), y,en darle consejos que este recibfa en silencio, Fero que seguramente Je aprovecharon, como veremos despu “Al fin, por la tarde del dia siguiente avisaron a Morgan que el bajel preparado para el obispo estaba ya listo para darse'a la vela. Salié el corsario a acompaiiar al obispo‘hasta el puerto; pero en el momento en que dejaben el castillo, el prelado lévanté'los ojos hacia las almenas y quedése quieto, con los ojos espantados, fijos en cuatro cadaveres que tambaleaban, impelidos por el vien- to, pendientes de unos maderos. 5 “-iJesis!' —exclamo el buen obispo—, 2qué veo alli? “Son les cuerpos de los que os afrentaron’ en Santa Marta. rrsontesté friamente Morgan— anoche les hice shorear en castigo “eNo 0s habja rogado que’ les perdondseis? “85, pero ya estaban condenados a muerte, . ‘Hincdse el obispo de rodillas en el suelo, y con los, ojos arté- ‘sados en lagrimas y vueltos hacia los cadaveres, oré un buen ratb por aquellos desdichados. Levantose en seguida, y dirigiéndose al corsario dijo: “7-77 oes “jOb! me habéis hecho sufrir mucho’ y no me consélaté sind ‘cuando sepa que habéis abandonado esta carrera de crimenes. Ojalé que aquellas muertes fueran las ultimas que hubieséis hecho. ‘Cuando hubo partido el bajel que llevaba al obispo a Carta gena, Morgan se estuvo paseando solo y callado sobre Ja miaralla de la fortaleza, hasta que la noche cubrié de oscuridad el.mar y perdi de vista las velas del barco en que iba el sefior Piedrohita, “El santo obispo fué recibido en Cartagena con grandes rego: clios,y de allf pasé a Panamé, en donde se ocupé de borrar las hbuellas que habian dejado los piratas dos afios antes, y en fabricar iglesias y monasterios en-la nueva ciudad, edificada en sitio mejor después de Ja invasién. : "Dos afios después de haber llegado a Panama el obispo, reci- bid una carta de Morgan —no supo jamés enviada por qué-con: ducto—, en Ia cual Ie decia: ao “lustrisimo sefior: “Esta es para avisar a su sefioria que, después de haber re~ flexionado maduramente en las palabras que me dijisteis antes de Yuestra partida, resolvi abandonar para siempre la carrera militar, Empecé por persuadir a mis compafieros qué no convenia que atacasemos a Portobelo, y después, temiendo que no me permitie- sen dejarles, huf vin noche con algunos de mis més adictos y pasé 49 fea, en donde me he radicado, al amparo del gobernador de la Isla después de casarme con una de sus hijes. Acabo de recibir el nombramiento de Comisario del Almirantazgo en Jamaica, y el titulo de Caballero que me envié su majestad el rey de Inglaterra Carlos IL. Como esta posicién la debo a vuestros buenos consejos; me apresuro a daros parte de ello y a enviaros la expresién de mi agredecimiento. Juan Enrique Morgan. ‘Bendito sea Dios! —exclamé el obispo, dando seiales de uma grande alegris—; a lo menos. se logré sacar esta alma del ca- mino de una irremediable perdicién, (Habra esperanza de salvarla? Sélo Dios podra saberlo en su misericordia infinita”. Hasta aquf esta larga cita que no pudimos mienos de incluir: anotando de paso que la carta de Morgan Ja ponen en duda muchos historiadores, al igual que Ja misma estadia del prelado en Pro- videncia, tal como en otro lugar lo consignamos. 1680-1730 Hacia 1880 se firmé entre “Espafla e Inglaterra un Buevo tratado de paz, ef lamado.de Windsor, para Ia supresién de la pirateria, si bien, como de costumbre, su aplicacién @emoré algunos atios, teniendo Espafia que continuar persigniendo Jos ultimos restos: del filibusterismo. En 1715, un nuevo acuerdo entre Jas dos potencias, permitis a la Gran’ Bretaa comerciar abiertamente con. negros africanos para venderlos; se estipulaba que hasta un total de 4800 de estos infelices podian anualmente ser desarraigados desu suelo. Hoy nos parece increfble este co- ‘Retelo humano practicado por una nacién que se preciaba de ci Jas varias ocupaciones militares. VI EPOCA DEL ESTANCAMIENTO ‘Vienen ahora largos afios de olvido, de pardlisis de las activi. dades, de vida reposada, sin asaltos y casi sin historia, como que Jos documentos gon escasisimos: apenas se sabe que hacia 1780,,el navegante William’ Dampier, quien realizaba una’ correria alrede- dor del mundo, encuentra las islas casi desiertas y.as{ lo consigna en su libro, anotando que los jamaicanos venian a co-tar madera de cedro “de la mejor calidad” a San Andrés especialmente@2). Ocho afios més tarde, una expedicién venida de. Cartagena, Tas encuentra igualmente deshabitadas, quizé sea tal vez poco. ba- bitadas, pues es posible que se haya hecho un examen muy, superfi- cial-y aungue los habitantes se hubferan escondido, conocedores ‘como Jo conoefan, de la serie de contratiempos que siempre traian consigo el arribo de naves no bien identificadas; en todo caso, no quedaban rastros de la ocupacién puritana, y tal vez tampoco ‘de Las obras de defensa comenzarian a detetiorarse a partir del puente que tnié las dos islas de Santa Catalina y Providencia atri- ‘buidas al-pirata Mansvelat, cuando fueron los espafioles y especial- mente don Estevan de Ocampo, quien tuvo que ver con. esta estruc- tura en madera hecha muy lentamente, como bien se narra en la relacién de este mismo-gobernador y que hemos. citado un poco atrds; las fortalezas y castillos, por el abandono y el. tiempo fue- ton desapareciendo, pero conocemos bien como estuvieron dotados: el Castillo: de Santa Teresa, elms importante, leg6 a’ tener. 20 cafiones para cargas de 18 libras cada uno; el de San Lorenzo, en piedra y mortero,.con muros: sblidos y foso de defensa exi la cusp. de de una montafia, tuvo 4 cafiones regulares; el Fuerte San Jeré- imo, tuvo 8 cafiones mayores pera cargas de 8 2.12 libras y estuvo’ situado en las cercenias del puente o "cortadura”; el de San José, (22) A New Voyage Round the Werld, 1697, London 1927 “SL 6 caones; los fuertes de San Mateo y el San Agustin, 3 caftones, ¥ Finalmente 2 cadones tenfan Ie Plateforma de Concepctén, y los for- tines de Los Angeles y San Salvador. De todo ello queda bien poca cosa hoy dia, aunque hay muchos cafiones botados en el mar y abandonados completamente, esperando la accién de un gobierno local capaz de restablecer aquellos fortines como singularisimo atractivo y monumento a una historia casi perdida también. 1730-1739 Después de estas fragmentarias noticias van a trens- carrir cuarenta afios en que sélo esporddicamente sé ven aparecer naves desviadas de su curso, yes posible que algunas goletas -con provisiones o mercancias se acerearan, pues no cree- mos ciertamente que hubieran permanecido tan desiertas. Para 1730, la gobernacién de Costa Rica debié de tener alguna ingerencia 0° tutela sobre él Archipiélago, pues se sabe de cierto ‘que en 1738, sa gobernador propuso para repoblar a San Andrés, enviar unas 20 familias desde las islas Canarias; pero ademés se tiene noticias de que ain vivian aqui algunos ingleses residentes que se dedicaban a la fabricacién de embarcaciones pequefias. Un afio més tarde, en 1739, se expidié en Espafa la Cédula que cons- tituyé el Virreinado de Santa Fé, con jurisdiecién sobre las pro: vincias de Panamd, Portobelo, Veraguas y Darién. Recuérdese de paso que’ por Veraguas se eniendian el conjunto de tierras des- cubiertas por Colén sobre tierra centroamericana, la costa de Mos- Kitos, y que esta ultima siempre estuvo relacionada con el actual archipiélago de San Andrés y Providencia. Existe un curioso libro editado en Londres en 1831, escrito por Jane Porter y titulado: “Recuerdos de Sir Edward Seaward, su Naw: fragio y el: Descubrimiento de ciertas islas en el Mar Caribe”, que hace referencia a otros lejanos afios, pero parece que es una narra: cién pintoresca, sin mayor fondo histérico. 1780 La isla de San Andrés fué visitada incidentalmente, por un barco desviado de su ruta, y su comandante, el norteameri- cano Stephen Kemble, escribié que habja encontrado tinicamente unas 12 families, en sw mayoria mulatos, 100 cabezas de ganado y Buenos cultivos de algodén. 1783 Por medio del Hamado-Tratado de Versalles entre Espafia ¢ Inglaterra, esta iltima reconocié finalmente la soberania castellana en Ja costa de Moskitos y sobre todo el ambito insular vecino, incluyendo el archipiélago de San Andrés y Providencia aungue no se lo mencione tan expresamente. Su aplicacién, sin embargo, demoré como veremos, un tiempo prudencial, 52 Convencién firmada entre 19s dos potencias mencionadas, el desalojo de los sdbditos. ingleses. La Hamada Convencién de Jas Cortes de Madrid 1786 En este afio comenzo, gracias a le , Londres, segun los términos castellanos... “puso término+a esas a srmeciones territoriales con el desalojo'y desembaraz0 de las ‘posesiones inglesas en estas partes de la propiedad espaiola..."(3). Fenemos datos de que de 537 blancos y 1677 esclavos transferidos a la colonia inglesa de Belice, muchos lograron evadirse legando ‘a Jas islas Gran Caiman, Jamaica y aun a San Andrés y ‘Providencia. “Este tratado que devolvia a Espaia el dominio de esta parte de la costa centroamericana, tenia cldusulas terminantes para los colonos y pobladores ingleses, determinandose que deberian ser transportados a las Bahamas 0 Nueva Providencia, a Jamaica, etc. Por parte del monarca espafiol, se produce una Orden Real, fechada el 24 de septiembre en San Ildefonso, mediante la cual se vurgia al presidente de Guatemala para que procediera sin demora a la evacuacién de los ingleses de los territorios de Mosquitos. Sin embargo, encontramos que un ciudadaiio britdnico, el coronel Ro- berto- Hudson, residente en ‘Bluefield, logré el favor de la coréna, previo juramento de obediencia al Rey, para permanecer'en ese jersitorio. Hudson, muy hébilmente logré el apoyo del’ entonces Virrey de Santa Fe, don José de Ezpeleta, el cual en carta fechada el 19 de mayo de 1790, défendié a este ciudadano de ciertas inculpa- ciones. Con todo, a la larga,’el’ tal Hudson’ traicioné Ja confianza depositada en é. 1787 Para repoblar en parte a Providencia, el gobierno espafol dié licencia al capitan de marina inglés, Francisco Archbold, quien negociaba con esclavos negros, para establecerse en Ja par cialidad de Boon House, otorgindole terrenos para cultivos en Jos cuales pudiera emplear sus esclavos africanos. Este Archboid tuvo en Kingston, Jamaica, en 1785, una hija denominada Marfa, que a su vez fue, posteriormente, madre de Philip Beekman vington, nacido en Providencia en 1814 y posteriormente radicado en San Adrés, en donde funds la Iglesia Bautista en 1845, casdndose con una hija de don Tomés O'Neille, personaje muy célebre 2 quien presentaremos enseguida. En lo que atafie a los subditos ingleses y sus esclavos que po- blaban a San Andrés, elevaron al Rey una solicitud para quedarse Tadicados alli, peticidn que fué sustentada por el entonces Arzobis- po-virrey con sede en Santa Fé de Bogoté, doctor. Antonio Caba- (23) Archivo Nacional de Colombia. Poblaciones t IL, fol 371, Bogotd. 33 lero ¥ Géngora, la cual no fué aceptada por ese entonces sino afios mds tarde en nueva instancia, Por estos afios de 1787 y 1788 se presentaron Jas visitas de los jefes indios de Mosquitos, los cuales venian a rendir homenaje al Monarca espafiol en cabeza de su representante en Cartagena, lo cual prueba que hesta aquellos apartados lugares llegaba la admi- nistracién espafiola y la accién de los Virreyes de Santa Fé, los cuales tomaron’ siempre especiales providencias de aquella costa, El historiador José M. Restrepo escribe a este respecto en su “His ‘toria de Colombia”, pags. 34 a 38, refiriéndose al Virrey Antonio * Caballero y Géngora: “Aquel Jefe (el Virrey Géngora), proyectaba también colonizar la costa de Mosquitos, de la que “se habia con deguido excluir a los ingleses por medio de negociaciones entre 1a Espaia y Is Inglaterra, que duraban desde, 1783. Con tal objeto se armaron en Cartagena varias expediciones maritimas, mecclindose en este negocio, y como intérprete, un coronel inglés llamado Hudion, que tenia un establecimiento en la Boca de Bluefields. * Algunos jefes de los indigenas de aquellas costas fueron conducidos a Cartagena, donde Géngora los obsequié espléndidamente; y aut el que se titulaba Gobernador, llamado Britton, recibis el bautismo de mano del Arzobispo Virrey, quien le puso el nombre de don Garlos Antonio de Castilla, Mas, fuera ‘de estas visitas que conti nuaron Jos indios mientras se les obsequid y regal6, ningunds otros progresos se hicieron que variaran los crecidos gastos impendidos en las expediciones, (afio.de 1788), que con el objeto de colonizar Ia costa de Mosquitos y de comerciar con los indios, se armaron ‘en Cartagena durante la administracién del Arzobispo Virrey"': ‘Por otra parte, F. de P. Borda consigna: “Los jefes de las tres parcislidades en que han estado siempre divididos los indios de la Mosquitia, alternativamente amigos © enemigos entre si, y los in- ios mismos, reconocian por necesidad o por costumbre inmemo- rial como se ha visto, la autoridad de los Virreyes de Nueva Gra- nada y de sus agentes, no'solo en lo que a su régimen interno se referfa, sino aun en aquellos actos solemnes de piblico vasallaje ‘que para todos los pueblos, cualquiera que sea el estado de su ci © _ vilizaci6n, abren’o cierran una era histdrica en sus relaciones con Ia vida civilizada”. : : “La adhesién de los indios y de sus jefes no’ alcanzé nunca a ser debilitada por Ja'influencia intencionada de las autoridades in- ,glesas de Honduras Briténica, ni por Ja de Jas misiones religiosas, (Moravas 14 mayor parte de ellas), enviadas por el gobierao bri ténico y empefiadas unas y otras.en seducirlas con la perspectiva de un Protectorado” p, 335. 4 No podemos menos que consignar aqui, pese a extendernos de- masiado sobre este panto que tiene una gran importancia en Jas futuras Snterpretaciones de pertenencia territorial, como lo vere- sos més adelante, una curiosa noticia que dice: ~ “Con motivo de la amistad que se cultiva con los naturales y habitantes de la costs de Mosquitos que han desalojado los ingle- ses, se presentaron en la plaza de Cartagena a fines del aiio de 87 al Visrey del Nuevo Reino residente en ella, siete oficiales, ge~ nerales, indios, zambes y mulitos, asegurando la obediencia de sus, naciones al dominio espafiol, fueron tratedos-con mucha afzbi dad en hospedaje, comida, vestuario y toda asistencia, y se les con- dujo.en embarcaciones del Rey.2 sus paises, ofreciendo que 2 la despedida vendrian innediatamente el Rey y otros jefes superiores 8 practicar igual diigencia, ‘“Werificdse la venida’ del Rey nombrado George con algunos de sus oficiales en las “primeras embarcaciones que. regresaron, enseguida vino el gobernador de los Mosquitos llamado Britton que ya en las anteriores habia remitido al Virrey un hijo suyo ‘como de catorce ios, para que se.le instruyese en Ja religién ca- 6lica. “El Rey, es de aspecto de muilato y se entidade ejercer su auto- ridad sobre las gentes de esta clase'y zambos habitantes en aquella costa, El gobernador es de naturaleza indio y ejerce superioridad sobre todos los indios con independencia uno de otro." °. “BI gobernador desde su arribo manifest haber practicada el viaje por recibir el bautismo y seguir la religion catdlica en que demostraba ciertos principios generales de instruccién .diciendo que aunque habia sido bautizado, tenfa sus bien fundadas dudas dé la validacién y queria reiterarlo, de Jo, que complacido-el celo del Virrey, le manifesté particular agrado auxiliéndole con.su ins- “tmuccién, que particularmente encargé a su confesor, y halléndose Bastante instrufdo, se trasladé su Excelencia del Retiro del Pue- blo. de Turbaco donde se hallaba con estos huéspedes, trayendo al e6fito en ‘su coche, y disponiendo la solermnidad de este sagrado. acto del bautismo” ne P. Dae aS We ge RS. (continis una larg, pero interesante descripcién del bautizo, etc) Véase Borda p. 337 y 338 1789. Al mando del capitan espafiol Juan Castel, se presen- t6 un barco en San Andrés, enviado para ejecutar la penosa orden de transportar les familias y sus pertenencias, Y para fact Uitar esta labor, trajo consigo al bilinglle teniente Tomés O'Neille, del contingente de Cartagena, como intérprete inglés-espaiol. Este ersouajé estaba Uamado a desempefiar un’ papel muy importante 5. 0 de estos i Como. medida muy justa y én vista de la y dela buena voluntad manifestada ‘por los pobladores sanandresanos, O’Neille elevé una nueva solicitud al monarca espadol, gue lo era Carlos 1V, logrando esta vez su beneplécito; ya veremos adelante Jos términos de este permiso real. 2790 En este afio el Virrey Ezpeleta dirigié una nota al gober- nador de-Guatemala que 2 partes dice los siguientes: Ne 239 “Excelentisimo Sefior: - “Em uno de los varios articulos que comprende la Real orden de 25 de enero ultimo que acabo de recibir, me previere V.E., informe lo que juzgue conveniente se haga con el Coronel Don Roberto Hudson para evitar en Jo sucesivo los perjuicios que, pur dieran resultar del abuso que hace de las facultades que se le ‘han copferido para evacuar las comisiones.y encargos del Real ser, vicio relatives a la reduccién de los “Iiidios Mosquitos”... En otra parte al final dice jirvase VE, hacerle presente, cuanto dejo expuesto en cumplimiento:de.la del 25 de enero ulti- mo, y queen caso de ser su real voluntad,-permanezcan en Ia Isla, de-San Andrés los habitantes ingleses:que‘residen en ella, ponitn- doles parroco y gobernantes espasdle: separado). Podrian estos celar y obs ld Conducta de Hudson.” 1792 Mediante'la Orden Real del 20 de ‘giayo,.cl Rey encarga al capitin general. de Guatemala;’"‘don “Bernardo ‘Troncoso, ‘efectuar un reconocimientg de las islas de San Andrés y Providen- cia comunicdndole lo referente a sus moradores en-estos térininos:- “Exeelentisimo Sefior: Habiendo visto en el Consejo de Estado Jas instancias que han hecho Jos habitantes de Ja isla. de San An- arés, Providencia y demés contiguas a la costa de Mosquitos, en virtud del tltimo convenio con [a Corte de Londres debian eva~ cuar, las que repitieron wltimamente al intimarles: su cumplimien-. to, segin manifesté V.E., en carta del 19 de mayo de 1790 para que se les permita permanecer en ellas, ofreciendo al Rey vasalla- Je y fidelidad, obedecer al gobernador que se les ponga, seguir 1a Religion catélica, construfr a su costa Iglesia, mantener el cura que se les envie, y sujetarse en todo a nuestras leyes; conformén- dose S, M. con ei uniforme parecer de dicho Consejo ha resuelto que se le permita a los enunciados habitantes permanecer en dé chas islas, bajo las condiciones expresadas, enviéndoles im gober- 36 er ee fianza, Cura y Maestro de primeras Jetras, se procure enviar también a las mismas isias algunas familize espafolas, para que mezctindose con los actuales bab qantes, introduzcan nuestra lengua y‘costumbres, y con-el tiempo jodos se puedan reputar espafioles. Lo aviso.a V.E, de Real Orden para su inteligencia y cumplimiento, y ue asi 1o haga entender oe interesades, previniéndoles la depeadencia que deben tener del Presidente de Guatemala como Jefe de los establecimientos de fa costa de Mosquitos, a quien prevengo con esta fecha lo con yeniente y que les envie el gobernador y parroco que sean de st satisfaccion. . on ‘Aci mismo quiere S.M. que V.E. me dirija las noticias mas cireunstanciacas que tenga y pueda adquirir del nimero de hal tantes, su profesion e industria, de la extension de cada una de Jas islas, la naturaleza del subsuelo, puertos y demas particulares notables, Dios Guarde a V. E. muchos afios. Aranjuez 20 de mayo de 1792. Alanje, Sr. Virrey de Santafé".(24) . Un mes antes, él 12 de abril, habia llegado otra Orden Real al gobernador de Cartagena, concediendo a los vecinos de: San-Am- epés el derecho para Ja entrada y salida de mercancias, con cate- gorfa de “puerto menoz”, sin impuestos, Parece que en realidad habia pocas personas inglesas con 185 esclavos que se consideraban vinculados'a aquellas por pertenen- Gia, lengua y afinidad religiosa} pero que sin embargo, aceptaron de buen grado las condiciones; parece que no. todos optaron. por permanecer en Ja isla, sino que algunas familias salieron, como Se colige dé una referencia de O'Neille en 1809, pues refiriéndose 2 esto afirma: “,..fueron sacados los habitantes de la isla de S. Andrés en barcos despachados al.efecto en el siguiente atio. de 1787, repartiendolos entre Jamaica, islas Gran Caiman y la Baho- jas o Nueva Providencia"@5); la fecha naturalmente no ‘con cuerda o esti errada, y la referencia de O'Neille se refiere sim- plemente a le "providencia” de sacarlos, sin que en le practica se realizase tal cosa. nador de cont fuera posib! 1793. Con fecha dos de febrero se informa al capitan general que se ha comisionado al teniente de la Real. Armada, don José del Rio, para que visite, levante planos, indague y demés pertinen- te para un mayor concimiento de las Islas, de acuerdo con los (GH) Algunos dates ‘suevos sobre las islaa de Sim Andrés y' Providencia y Costa de Mosquite:, Raimundo: Rivas, 1915, Bogoti. (@5) Archivo Nal. Col. Poblaciones varies. t TL 37 deseos y peticiones del Rey, lo cual hace a cabalidad consignando sus apreciaciones en unas “Reflexiones Generales” en donde da cuenta del abandono y translacién de sus habitantes y de la nece- sidad de trasladarlos a Bluefield en Ja costa-firme de Mosquitos y del apoyo que este pensamiento merecié al capitén general. . Parece que por este tiempo no habfa en Providencia mas de 32 personds, contando los 21 esclavos de Archbold; no as{ en San An- drés en donde del Rio indica vagamente que encontré unas poces familias con unos‘180 esclavos y varias mujeres de la tribu de los, Mosquitos, Téngase presente que por entonces las islas estaban cubjertes de espesa vegetacién y que un reconocimiento de los hhabitantes era muy dificil si estos no querian presentarse. Por otra parte, comandada por don Tomés Ramirez, lleg6 la goleta Nancy enviada por el comandante general de Cartagena, don Gregorio de Cafiabere, en cumplimiento a su vez de una orden del Virrey de Santa Fé, para efectuar un censo de poblacién. El ceaso que realizé don Tomas constituye un excelente tra: * Bajo y, hoy dia, uno de los mejores documentos que tenemos para conocer los apellidos y nombre de esos primitivos moradores de San Andrés, Anteriormente, el teniente don José del Rio, como lo hemos dicho ya, habia efectuado un célculo como parte de los datos que levant6 y que puso por escrito en sus “Reflexiones Ge- nerales”, y por los’ mismos sabemos que en Providencia, hallé cuatro familias; Francis. Archbold, Joan John, Andrés Brown y José Hygges, 32 personas a més de 21 servidores esclavos. ¢28) ‘Ahora Ramirez nos suministra para San Andrés, 37: familias (23 matrimonios), 59 solteros, 5 viudas, 3 hijos y 281 esclavos con total de 391 personas. Algunas de estas primitivas familias han desaparecido, otras. emigraron y finalmente algunas permanecie- ron y conocemos sus descendientes. i : Hemos ordenado lfabéticamente Jos datos de don Tomés Ramirez para presentar um cuadro complete, pues reconocemos que.es: un documento de-singular importancia: (26) ‘Manuot Peralta, Limites de Cortarsica 'y Coloimbia, Madsid 1890. 58 Estado que manifiesta Ja poblacién de San Andrés - Ajitaball_ (1) “Anderson, ‘Allen. Bald Bowie Brown Brows Brows Taylor, Taylor “Taylor Tobers Enero 1? de 1793 esyosa Diego Catalia Diego Sara Corio Juana, Diego Laisa Torcuat Sara Carlos Daniel Sera Diego Bersabé Isabel Guillermo ‘Susana Huge) -Deroten ‘Alejandco ‘asa Joan Jorge Cristobal Samuel Carlota Jorge Jean ‘Asa Juma. ‘Elizabeth “ Taabel y'-3 hermanos“ Jean tra Guillermo | Isabel Pedeo os gg Joan aa Pedro An Juan, Guilleme Samuel - “Joana Juan Sofia oh Salomén Susena © Guillezne Raquel Guillemns Maria ‘Apa y Tommie (nieto)" Tomés Elena Toren 6! “Benjamin: yun criado | Rebeca TOTALES & (Gy Bebo sor Archbold (W. Cebrere Ort) (21) Revista de Archive Nacional, Nos: 18-18, afd 59. jot 2 2 z 4 2 4 5 2 ecclavos toa 4 a 48 2 4 1 4 22 8 2 3 7 Bo 2 2 3 1 8 132 2 ae 2 4 3 4 4 5 ‘p30 8 5 10 Pea 6 bans 50 8 assis 8% ahi Bo Seo 8 a4 Bainsedd = ‘de. 1927, Bogets. ver: con Juan 30; Bowie 16 y He Seyuaton los primitives apellidos isledos terminando ya. fgible AVE posteriormente comenzaron a lepar gentes dee habjan emigrado voluntariamente o parientes 9 conocides doceonng Ge repoblar las islas, y asi aparecieron otros nombres de ron raigambre en las islas, : Pero es no sélo interesante conocer el estado de la poblacion sino que también, para completar un poco el cuadro de les. seule dades) es conveniente hacer una corta descripeién geverafi jumbrista y, vamos a dejar que sea Parson quien nos conccocs esa realidad, ilies y de ochocientos ochenta y cinco esclavos en la Isla (An bitramento Costa Rica Panamd, Serrana y Saris), Habitcben Chit ademds varias mujeres indias Miskitos, cocupafieras de los eclowee del edntinente, que se habian trasladado a San Andrés de bees de la economia era entonces el cultivo del algodon; exes producto fenls mejor precio en los mercados ingleses que el mejor sultivede ee Santo Domingo o en las costes vecinas. Las haciendss cultivadas ree pesegatlavos Negros se encontraban en las porciones norte y eets Conmines eran el maiz, le ahuyama, la batata, las naranjas, sl aguacate y los cocos: el plétano asado era el pan diario. tonkoy £¢ cultivaba café, cata de anicar, indigo y tabaco, pero solamentn en'cantidades suficientes para el consumo local; atlemée cone, cerdos, lef: tha y de esta manera logran mantener el orden sin necesidad ao Wen aces ¥ sin religién oficial". El puerto principal ea Souk West Cove, pero si utilizaban las embarcaciones ‘menores, el fon- : 60 ellinas y pavos. Un oficial visitante describis asi a lee ws - table nat rte por ser sacada de pozos, era causa de muchas quejas ya en esa ép cay se cmpezaba a emplear las cisternas, tan indispensables he para almacenamiento de agua Uovidas, en la isla de San André no asi en Providencia donde existian cinco pozos de agua duke permenentes” (Parson, p. 42). 1794 Hay una referencia muy interesante contenida en una cart fechada el 6 de noviembre de 1795 en San Lorenzo de E: pafia,en la que se da cuenta para este afio que anotamos: ...“igua mente se instruyé S. M. (su Majestad) de una instancia de D Juan 7D. Tomés Tavlor, vecinos de la isla de San Andrés y ape derados de aquellos habitantes y dirigida y apoyada por el Virre de Santa Fé en 19 de diciembre witimo para que se nombre por su go bernador a D. Tomés O'Neille, Teniente del Regimiento de Cartagen: de Indias". Como se ve, es de larga procedencia esta actitud y ma nia de escribir cartas solicitando nombramientos!. 1795 Es de singular importancia transcribir buena Parte de] con tenido de la Real orden al capitan general de Guatemala sobre Ia defensa de la costa de Mosquitos y nombramiento de Don Tomés O'Neille para gobernador de las islas de San Andrés. El documento, con la fecha y procedencia que ya anotamos, determina: 1. “Con preseacia de todos estos particulares y de lo que expuse en conferencia por varios sefiores acerca de unos y otros; de los excesos que cometen los ingleses y libertad que se toman las embarcaciones de Jamaica con ia corta de caobas, cedros y otras maderas que produce Ia isla de Providencia, S. M. ha resuelto: Jo primero, que por ahora no se obligue'a los ingleses a evacuar la isla y reunirse en el establecimiento de Bluefields y s{ se lee incline y excite a ello en ocasién oportuna y por medios prudentes, Gontinuando entre tanto en ellas en los términos aprobades por S. M, poniéndoles un gobernador-con dependencia del de esa ca. pitania general que vele Ia conducta de aquellos habitantes, y que en dichas islas se coloque bandera u otras sefiales de posestén ¥ dominio a nombre de S.M. # Que con el objeto y demas relativos a la defensa de dicha gosta de Mosquitos se tenga presente el plan relativo al arreslo de sus establecimientos y de la tropa veterana y milicias del Reyno, sobre el cual se ha prevenido a ese mando, con reales rdenee a 20 de marzo del 94 y 8 de mayo del 95, informe lo conveniems, “x Que para contener en lo posible los excesos que ocasionan tos ingleses y la libertad que se toman las embatcaciones de Tamaice con la corta de maderes, xe trate y vea el modo de ponerles alguse contribucién 0 derecho bien arréglado, 6 “42 Que se haga Jose ey BAe, haBeR al Teninte de Navio de la Real Armada D. s gue son de ordenanza y estilo en semejantes referidas islas al mtenc ior ge icionado D, Tomds O'Neille, aie Sir aren See aa etn rp ee 2 h @ mantenerlo, y que el. Virr . muchos afios, San Lo; —s i renzo 6 de noviembre - Capitin General de Guaiemsle” Gay 1797 El gobernad obernador O'Neille, canarfo de nacimiento’ dos sacztflico, solicits. a. Corona ‘espatola gue se" savaren des ea ee ste pene Je ween de los fielés' jan An é ‘ Hegé a Ja isla en el mes de abril. Jus- nueve personas mds, hubie: i pintenake S 7» hubiesen muerto sin time Be tuales a & Fesepcion de Ios santos ae ere ae roe ree Teeengs oy Justa petcién, no consta expresaménte’ que buble, Taiseeees? ce les solicitados, tal vez por Ja escasez Beles en as tn pons eens a donde, se remitian estas solicitud: Sin argo, Is adslante, en la relacin de la tonne de’ Son chando: is er inane te cot Pe wn bees 2. a al ir Faia anaes cng seo 1804 “Pasada Ja emer; i vane One rgencia exi él Continente, se pernit se mend ERE 2 gee dBm he mn bate cha ‘simpatia hai bondadoso, emprendedor y ‘progesion of Bien ia) Archivo de Tod : las. Aiden ‘ bemsadores Pres it de Gustemala. Dept res Presidentes, afce 1803 a 1804. eplicados de tos Go- 2 © chaen este afio @ encontré la isla en completa enarqufa y gren desconcierto, -acha- Céndose al gobieme de Guatemala, Jos males reinantes por et des: gobierno a que 1a hubja sometide, Por esto s¢ pusieron todos los Secinos de acuerdo. para soliciter a Ia corona espaficla, su depen- Gencla directa del Virreinato de Santafé, en vez de la gobernacién Ge Guatemala, 2 1a que tedricamente estaban sujetos. Se ha que- Neille esta solicitud, pero rido atribuir a un interés personal de oO & Io clerse que 1040s los islefios estuvieron de acuerdo, aunque tal Seer as Tomes el que ala large obtuviera particularmente ~ mayor provecho- _ ELS de diciembce de 1802, se elevé ante su:majestad. el Rey de Espata, esta peticién que pasé luego a ta Junta de Fortificaciones } Defence de Tndias. la entidad que debia estudiarls y dar su opi nidn al respecto->- de septimbre, se producé un primer pronum favor de esta solicitud por parte de.la men- jada Jonts on Ia cual no sélo se acepta y recomlends, sino que se diab cl eeio de O'Neill, se pide su ascenso ® teniente coronel, con "y s¢ pone de presente: “lo el aumento de sueldo correspondiente, Gul y conveniente que seria cl que las islas de San Andrés para, st Fomento y conservacién, dependieran del Virreinado de Santale™ ‘Por ser de gFan interés, reproducimos aqut parte de'la comu- nicacién de Ja. Junta al Rey espafiol ” sence: Con atenta reflexién ha examinado la Junta de Fortifi caciones y befensa de adias, las representaciones del goberador de Jas Islas y de sus vecinos de 5'de diciembre titimo, remitidas Gel:26 de agosto préxime das representaciones tiene todas 1803" Con fecha 2 ciamjento @ ‘al examen de esta Junta por Real Orden pasado, El lenguaje de las expresa Jas semales que caracterizan la verdad, el candor la rectitud. por To que jumpy Ja Justa que aquel gobernador, don Tomés. O'Neille; que a.esfuerzos de 1 laudable celo ha sabido fomentar tanto aque- Jee aS Ge dispendio alguno del Real Erario, astiende ya si cose: 4000 quintales' de algodén,-es acreedor no solo Sl gradg de eniente coronel que solicita, sino también a que se le See? ct gseldo hasta § 2000 mensutales por si recomendable des. interés, segin manfiestan aquellos colonos, y por 1a necesidad gue lene de proveerse, de Cartagena, hasta de sal y demés gastos Gue.se ve precisade a hacer; pero convendré a que se prevengs ate 4 Los firmantes de 12 & Juan Taylor, Sealdss Balomén Taylor ¥ Jonge Otis. 83 ‘Roberto Clark, sindieo procuntdori por ahora es util su permanencia en aquel destino y que mas ade- Jante se le concederé el afio que solicita de licencia, para que por su permanencia en la actualidad acabe de consolidar y arreglar las leves municipales de la isla... ete, etc."(28) Mas adelante, ya que el documento es muy extenso, al reco- mendar la defensa y el inctemento de la isla de San Andrés, con- tinda' asi: “Pero para que esto tenga menor y mas pronto efecto ne que estos establecimientos, hasta el Cabo Gracias a Dios inclusive, DEPENDAN DEL VIRREINATO DE’ SANTA FE. DE CUYO VIRREY DEBEN DEPENDER TAMBIEN EN TODOS SUS RAMOS (COMO LO ESTABAN ANTES) LAS ISLAS DE SAN NDRES, tanto por su mayor inmediacién comic por los prontos sxilios maritimes que pueden recibir, para lo cual tendra el Vie ry Jas érdenes dadas al Comandante del apostadero de Cartagena, cuyo gobernador deberd tener igualmente instruccién y facultades del Vierey para facilitarlos, segin lo exijan las circunstancias, y entenderse con él en derechura el gobernador de San Andrés, & quien ‘es muy conveniente se le envie, en los términos que solicita, el destacamento de los 30 hombres de acreditada honradez, con un sargento y dos o tres cabos y las correspondientes municiones, y un buen subalterno que sepa, si es posible, el idioma inglés, y que imite y aprende las buenas maneras de O'Neille, de quien ha de ser su segundo, para mandar en falta suya las islas, y aun seré de mayor ventaja si este destacamento de gente escogida se establece fijo en la isla, en donde al soldado qué se case con mujer pudiente debe dirsele su licencia absoluta para que aumente el nimero de colonos, pidiendo en este caso su reemplazd a Cartagena. .. con lo cual se iré fomentando en aquellos naturales el amor al servicio militar para cuando llegue el tiempo de que puedan formarse unias proporcionadas milicias de su vecindario... bien que seré con el padrastro de que muchos de ellos sean negros y mulatos,. por el crecido nimero de esclavos que ya hay establecidos en el dia, para euya sujecida en la debida. sumisin, es también alli itil el indi. cado destacamento, del cual si algurio se casa con mujer que no tenga bienes, podré continuar de soldado'el tiempo de su empefio; Ja cual regulecién de sila mujer es pobre o rica, seré asunto pe. culiar del gobermiador de Is isla el determiniarlo”. “Aun cuando las razones expresadas y relaciones mercantiles que los vecinos de San Andrés tienen ‘con los de Cartagena no fuesen suficientes para que aquellas islas sean‘ dependientes del (28) oF. de P. Borda, Limites de Colombia con Costa Rica, Cita Rutz Rivas en “El Archipiélago lejeno", pig. 45. oe Virreinato de Santafé, su sitvacién local los imposibilita que de. pendan de la cobernacién de Guatemala, de donde no pueden en ninein caso ni.circunstancias recibir socorro alzuno por ser mu cha la distancia a que se hallan, y la mayor parte de ella tenerse que andar por caminos dificiles de transitar, siendo esto tan evi dente, que la Junta de Guatemala resolvié en el afio de 1797 que, no pidiendo ‘auxiliar Ia isla de San Andrés, quedase su gobernador OWeille en el continente hasta la paz, dejando la isla comoleta mente abandonada, y es asf que para la correspondencia incierta poco segura desde San Andrés a Guatemala se necesita de seis a siete meses, cuando todas les semanas. pueden tenerla de Car- tagena... Firman la comiinicacién al Rey, D. Francisco Gil, D. Fernando Davis, D. José Vasallo, D. Francisco Requena, D. José Betegén,-D. Pedro Cortés y D. Jeronimo de'la' Rocha y Figueroa. En octubre 21, como lo hemos: anotado, se presenta un segun- Wo informe de la Junta al Rey sobre el mismo asunto, que repite fn parte las razones en pro-afiadiendo varias otras consideraciones bien razonadas cuya transeripcin, por ser bastante extensa y versar sobre lo mismo, no la inclufmos aqui, pudiendo ser consul- tada en F. de P, Borda, “Limites de Colombia con Costa Rica” pags. 344 a 354, 0 en M. Peralta, “Limites de Costa Rica y Colombia”, p. 263_y siguientes. 2.Con estos dos informes a la vista, el Rey, muy bien informado, expide la Real Cédula del 20 de noviembre, desde el Escorial, y gue fué comunicada al Virrey de Santafé, al capitan general: de Guatemala, al gobernador de San Andrés, al Jefe del apostadero de Caragena, al gobernador inglés de ‘Honduras Britinica... en Jos siguientes clarisimos términos: San Lorenzo, 30 de noviembre de 1803. Seior Virrey de Santafé: El sefior don José Antonio Caballero me dice en oficio de 20 del presente mes lo siguiente: E! Rey ha resuelto que las Islas de San Andrés y la parte de Costa de Mosquitos desde el Cabo Gra- clas a Dios, inclusive, hacia el rfo Chagres, queden seerecadas de Ja capitanfa generél de Guatemala y dependientes del Virreinato de Sanca Fe;“y se ha servido su Maiestad conceder al gobernador * de las expresadas islas, D. Tomas O'Neille, el sueldo de dos mil pesos fuertes en lugar de los mil quinientos que actualmente disfruta. Lo aviso a Vuestra Excelencia, de Orden Real, a fin de gue por e! ministerio 2 su cargo ce expidan Jas que corresponden en cum plimiento de esta sobérana resoluciéa. Lo que traslado 2 Vuestra 6 Excelencia dé orden de Su Majestad para su debido cumplimiento, Dios guarde a Vuestra Excelencia muchos afios. Soler”. Este Soler era Don Miguel Cayetano Soler, ministro de Gracia y Justicia de Espatia, y el texto de la Real Cédula es copia del ori” Binal del Archivo Nacional del Virreinato. . En virtud de este transcendental documento, Colombia adqui- 116 el dominio sobre la Costa de Mosquitos y sobre el Archipiélago de San Andrés:y Providencia. Y esto se debe a las gestiones ‘de don Tomés O'Neille, secundado por los islefios sanandresanos, hecho que tal vez los historiadores no han reconocido suficiente- mente estando 12 Reptiblica en mora de xelievar el nombre de don Tomés. " Quiero citar lo consignado por Borda en su libro, (pags. 359 300): “El gobernador de aquel Archipiglago y de Mowgulce D. To. més O'Neille; al recibir Ia Real Orden que determinaba su com ducta, vino a Cartagena,se puso a.las Srdenes del Virrey, e incor + pord'las cueritas de ‘su-adinis acién..en Ja contabilidad -general de Jas’ auitoridades“de ‘esta‘plaza?Detaquella fecha en adelante se hicieron: en Cartagena todo: sStos. piiblicos del territorio a su mando. La capitania génefal'io:tuvo ya que intervenii en ellos yho intervino mas," 328 BT “Habilitaronse “por! lose Jas costas hasta el Cabo Gracias dad de reformar desde-antessSsireglainentos dé marina. Apresados al lempo de introducir mereantiaetde contrabaado y de pescar ca- rey, etc., fueron algunés buddes*traidos al Virreinato’ y juzgados en Cartagena. Los expedientes’ dé-tstas causas existen en el Archi- vo del’Virreinato, que se consefva’en esta ciudad de Bogotd. Ocu- padas por los ingleses las islas de San Andrés y Providencia, las autoridades de Cartagena sostuivieron, mientras no fueron, evacua- das, una verdadera campafia maritima por recobrarlas. Los gastos ingentes dela guerra, ocasionados desde 1803, la vigilancia y de- fensa de Mosquitia y de las Tslas, fueron también todos'a cargo él ‘Virreinato; ‘Estos se hicieron’ con. piblica notoriedad, constan ca Jos. archivos: nacionales: sgregados @ los administratives, y los ‘ac- tos a que ellos se refieren estin consignados ‘en la historia de Co- lombia, Espafia e Inglaterra” sae ada. Syatios ‘cruccros =pata’vigilar ids, para lo cual bubo necesi ; 1804 Naturalmente- esta segregacién territorial .tan importante * pins 205 oPentores del lado gstemalisco,y no falar ls mnes ante las autoridades espafiolas quejéndose y atribuyendo ‘8 intrigas de O/Neille este mandato real, con un atreviaiento ; una sudacia increible ‘ante, un hecho cumplido y sancionado; veamos, t 6 aiininnn yeoainas rl niin capitan » de Peralta, paginas 281 a 294. - : 5 : por ejemplo lo que dice Don Rogue Abarca, Sub-inspector de Gua- temala, al Excelentisimo Sefior Secretario del: Despacho y Estado, refutando las representaciones de don: Tomés O'Neille y el dicta- Jnen de Ja Junta de Fortificaciones y Defensa de Indias: * “Guatemala, 9 de mayo de 1804, Excelentisimo Sefor: : .capitén’ general de este Reyno, .D. Antonio Gonzélez, me Ya comunicado, para -ni conocimiento, la Real Orden bre obra: “Esta Real Orden fué ratificada por otra expedida en Aranjuez el 26 de mayo de 1805. Como.consecuencia, el Vitrei- nato'de la Nueva Granada (Santa Fé) envié una expedicién’explo- radora-al mando de don Miguel Patifio, quien se hizo a la Véla en l caionero Concepcién, con el objeto de recorver la'costa ¢ islas 6 nesacns: y esta expedicién levanté mapa y £36 posicion geogrifica de Jas islas y cavos que forman el Archipiélaso de San Aadrés y Providencia, incluyendo las islas de Santa Cate Bina y les Cayos de Roncador, Quitasuefio, Courton, Albuquerque ¥ Banco Serrana, donde dade la situacién y proximidad de estas islas y cayos es de presumirse aue un mismo accidente geolbgico Jas hiciera surgir a la superficie de las aguas y que forman un todo Continuo con las partes profundas”. Ia orden a que hace referencia Ruiz Rivas’ es la siguiente: (respetando Ia caligrafia de la época). “Excmo. S. or, “Al Capitén General de Goatemala comunicé con esta fha. Io ae sigu lEnterado el Rey de los que V.S. ha expuesto en carta de 3 de Junio del aiio préximo pasado (No, 467), y la representaciéa que gcompafia del Sub-inspector que fue de las tropas de ese Reyno Da. Roque Abarca, sobre el plan del Governador de la Yele de Sn. Andrés D, Tomds O'Neille y medios aprobados en R. lone Ge 20 de noviembre de 1803 PARA LA POBLACION de une patte de la Costa de Mosquitos, agregandola al Virreinato de Sta Fe SE HA SERVIDO RESOLVER S. M. conformandose cott el pare. cer de Is Junta de Fortificaciones y defensa de Yndias, @ LLEVE “lo transledo a V.B. de R. lor. para su noticia y cumpli- miento en Ja parte que le toca. + “Dios gue. a V.E. Msas “Aranjuez, 26 de mayo de 1805, CABALLERO, Sefior Virrey de-Santa Fé" {2 voluntad del Soberano espafiol se cumplié aunque el traslax do de ONeille no se Iev6 a cabo y siguié como gobernader. bo yee aay otto documento importante referente al mismo asucy 32,4.¢8 1a respuesta del obispo de Cartagena, Excelentisimne Sefior Jerésimo, Girgida al secretario de Estado del Reino de Espata, José Antonio Caballero; el misino que transcribi Zee Antoni 0 a seribié Ja Real Orden *“Excelentisimo sefior: : 68 : En ¢| instante en que recib{ en diez del corriente, la Real Orden de veinte de noviembre que Vuestra Excelencia, me comuni- ca en treiata del mismo de 1803 por virtud de la cual Su Majestad se digna incorporar las islas Catdlicas de San Andrés al Virreinato del Nuevo Reino de Granada, y a mi Diécesis y celo pastoral de la ciudad de Cartagena de Indias, Ie obedect ciegamente y dicté auto para la ereccidn y provision de aquellos templos y curas, to- do conforme a la soberana resolucidn. Iomediatamente la comuni- qué al excelentisimo sefor Virrey gobernador y capitan general con copia de las diligencias actuadas para que tuviere a bien der sus correlativas disposiciones a fin de que por la cajas reales de aquellos destinos 0 de esta plaza se acudiese a los costes de edi ficacién de Santuarios y a los pérrocos con la mesada que asigna Ja enunciada Real Orden, cuya contestacién espero con oportuni- dad. También mandé edicts convocatorios en los lugares pabli- cos de estas plazas, en Ia Villa. de Mompés de esta Provincia, bastante populosa, y en Ia capital Metropolitana mediante ¢l alla. pamiento de sus. superiores eclesidsticos porque debiendo. estar adornados los opositores ademas de las licencias. precisdés que exi- ge él Santo Concilio de Trento y Leyes de la materia de los idio- mas inglés o irlandés, como se me previene? he discurrido que Prodigando Ja noticia hasta aquella universidad, tal-vez ocurrieran al concuiso individuos: apreciables y que llenen con toda perfec: cién las dbligaciones delicadas de sabios cures. Para proceder con todos Jos conocimientos y prestatlos si fuere necesario he pedido al actual gobernador de las islas de San Andrés se digne informarme Gel mimero de poblaciones que desean abrazar el catolicismo, y “catequizadas que necesitan culto con el riego de Ja. semilla Sagrade Evangélica, faciliténdome cuantas noticias estime conveniente para “fas fabricas de iglesias y modo breve de constrnirlas. Es eusnto puedo poner en Ja alta-consideracién de Vusstra Excelencia en Prueba de mi exactitud en obedecer para que se digne elevario a ln Augusta Real inteligencia de Su Majestad”, El gobierno de Cartagena nombraré ‘én’ adelante, hasta 1815 por lo menos, a los gobernantes de San Andrés, despachando deede ‘un comienzo el destacamento de 30 hombres que se habia solicits, do, el cual vino al mando de un subteniente, hermano de don To- ‘més, procediéndose a construir una pequedia iglesia, fortaleza y otras varies construcciones,, todo lo cual pudo no ser muy de agrado de los islefios, pues una administracién y un destacaniones espafioles de denominacién catélica chocaba un tanto con are Gonvicsionss y antecedentes, no acordandose de a premesa aoe hicieron cuando solicitaron su permanencia en la Tell, Para el ato siguiente asistiremos a un hecho completamente 9 jnesperado, como fué la aparicién de un navio de guerra briténi la tome transitoria de la isla por fuerzas inglesas, aunque tal acon” ecimiento no dur6 sino pocos meses. Los afios anteriores habian transcurrido en forma muy pacifica incrementandose los cultivos especialmente del algodén, con el cual, se comerciaba bastante, ‘aceptdndose ademas a los comerciantes de. Jamaica principalmen- te, noténdose un progreso impulsado por el gobernador, a quien hay que abonarle muchas normas y leyes altameate benéficas; ex - tre otras cosas, O'Neille hizo los primeros.repartos de tierra dando su propiedad 2 colonos y nativos. : . 1806 E126 de marzo hizo su entrada la mencionada éimbarcacién de guerra, la H.MS. Survaillance, armada con 46 caiiones y bajo el mando ‘de Sir Joan Bligh, junto,con otra goleta menor a Grdenes del Weniente Traver; se recuerda ademés ontre los suboft ciales al sargento mayor Max O'May u Oglemay; el nimiero dé ma- “tinos y soldados era"de 144. La goleta aparecié por. lo: Cove-y la otra por el Este. ° rere Por su parte el gobernador hizo frente a la situacién. desde Jas alturas que dominan El Cove, el desembarcadero natural més ‘profundo de la isla, con us reducidisimo destacamento formado jor ef oficial Enrique O'Neille, 4 sargentos, 2 cabos y 25. hombres “se unieron ademds a esta fuerza, tres morenos libres dé muy’ buena’ indole, el alcalde de la ciudad que lo era don Jorge.El ‘ayudaba administrativamente a O'Neille, el capitan’ de col custo Bowie y un vecino, Juan. Taylor. El gobernador,ordend al capitan de Ja goleta “Marsellesa” con otros dos oficiales que fuesen’ al Fuerte San Antonio en Ja bahia del Este para defender el puerto, No falté un traidor, Samuel Wright, quien se acered a la goleta bri- tania ¢ informé al comandante de la dificil situacién en que estaba el gobernador O'Neille y naturalmente esto animé al briténico al ‘esembarco ante !a indiferencia de los negros, aun muchos de los ‘cuales comenzaron a gritar “Viva el Rey Jorge”; después de algu- nos intentos de defensa y de enviar O'Neille como embajador’a Juan Taylor para parlamentar con Bligh,'se:vié obligado a capitu- Jar y.a entregar Ja isla al comandante inglés, el cual tenia como ob- _jetivo el proteger a los sibditos ingleses y levarlos’a la laguna de "Perlas en la’costa. de Moskitos.que:los ingleses trataban de poblar. {La goleta “Marsellesa” que. habia Iegado hacia, poco de ‘Trinidad, {fus apresada pero sus tripulantes aprovechando un descuido de los Jngleses y en la madrugada, saltaron a bordo, cortaron las amarras _y se Ilevaron a los cinco vigilantes britinicos;: esto disgust6 mucho ZI comandante Bligh creyendo que habia sido orden de O'Neille. Finalmente se puso preso'a O'Neillé junto con Enrique, el pa‘ 70 i si tndos del. i 7 | re capellan y otres cinco y embarcados en la “Survaillance™ fue- yon transportados y echados a tierra firme.a barlovento de Cart gena en donde fuleion recogidos; a O'Neille se le siguis consejo de guerra pero fué encontrado libre de culpa y devuelto a stt gober~ hracién. Por este tiempo también estuvo de visita en S. Andrés el rey Miskito con dos de sus ayudantes. .- Por parecernor de singular interés, queremos transcribir tex- {ualmente todo {0 referente a los acontecimientos que hemos con sigaado, por. ser documentos desconocidos..¢ ilustrar muchisime sobre toda una serie de sentimfentos humanos: lealtad, caballero- sidad, esertipulo, valor, etc copiamos ademés, las cartas que s¢ cruzaron O'Neille y Bligh pues son dignas de conocerse: ‘Gobernaba la Isla de San Andrés el teniente coronel de infan- teria don Tomés C’Neille, cuando el dia 26 de marzo de 1896,'co- Sho a la uaa y media se le particips que por la parte del sur y en direccién'a la isla se yelan una Fragata y una Goleta, Una vez.que “fe hubo cerciorado de la veracidad de la noticia, O'Neille se dirigis ‘I cuartel y mandé tocar generala y el caracol para convocar la tropa para aprestar le defensa, Bib vePiya fragata Survaillance de 46 cafiones bajo el mando del S g & zg E EB 5 i 2 j < 8 ¢ “Muy sefior mio. oe Ane He “'Satisfecho perfectamente por el papel de V-S,'de"que fos Puntos principales y esenciales de capitulacién estan’ establecides ¥ finalizados con tan justos y consistentes con.el espiriti de las leyes generales de las naciones civilizadas, y convencida igualmente de Ja: superioridad de las fuerzas bajo. las.érdenes de V. S, debo - Teconocer mi débil situacién y.Ja necesidad de evitar una jafric. ‘tuosa resistencia, y por consiguiente de.enttegarme y constituitme Prisionero de guerra 2 un conguistador: generoso y honrado gue Como uno de tantos barcos de una nacidn ilustrada, manifestard todz sefial de bondad a un mimero de recomendables y. laboriosos ‘vecinos, que han estado a mi cuidado por espacio’ de nueve aiios, con mucha satisfacci6n de mi parte. En cuanto a mi persona y jos individuos de mi guarnicién, estamos muy.a las érdenes de V. S., dispuestos a experimentar los acontecimientos de la’ guerra. Las estipulaciones adicionales, que V.S., requiere de mi acerca de los habitantes britanicos.que quieren salir de la isla, seran eoncedidas ofreciendo mi palabra de honor. de que se les permitira verificarlo fen cuanto les perterezce sin obstdculo alguno, excepto el de que "Bajo Jos referidos articulos se entregsré le ihe ne Ss a m8 Se = Gree con baterias, cetiones y demds utenclive arses of, Secon fHenen, a las armas de S. M, Briténica, " ado en San Andrés isla: @ veinte y seis dj 70 de mil ochocientos seis)" 7 SFI Alas del mes de max. y : ° Tomés O'Neil ‘"Sefior gobemador de San Andrés; ‘Muy selior mio: en contestacién a la de Ud. acerca de los lle, ag 6 puedan vender Jas tierras, porque deben volver de! soberano que se las dio sin costo slguno, pu casas y demis fibricas, como sus indispensables propiedades. ¥ si hubiese algunos habitantes britanicos que quieran quedarse en Ja colonia para disfrutar de algunos bienes, seran tratados enteramen te como espaiioles, consideréndolos bajo las mismas leyes consis: tentes con mi limitada autoridad, ‘Tengo el honor de ser, sefior, con el mayor respeto muy humilde servidor. “Tomas O'Neille, S. And. marzo 26 de 1806”, “BL destacamento fut embarcado el 8 de abril en la Survei Hance, sin armas ni caja de guerra, ni fornituras, y sus miembros hechados a Is costa firme de Earlovento de Cartagena. “Cuando los dos barcos ingleses fondearon en aguas de la isla, Ja goleta Marselless, que procedente de Trinidad se hallaba en el puerto, fué apresada. Para su custodia, el comandante mandé colo- car en ella cinco soldados de marina. El 1? de abril, al ocultarse 1a Tuna, a eso de las tres de la madrugada, los tripulantes de dicha goleta, saltaron a su bordo, cortaron las amarras dé sus anclas y se hicieron a la vela Ilevandose los. cinco marineros ingleses. La Surveillance y la Maria se pusieron“en’‘si"persecusion y regresa- ron @ la jsla sin haber logrado darle glcance. “Bligh creyd que el golpe dado ‘ela Maisellesa habia sido de acuerdo 2 O'Neille e inmediatamente ‘mandé @ poner una guardia en su casa y tres centinelas alrededor'y-esto por tres dias, hasta que se convencié de su inocencia. “EL comandante inglés salié con’ ruibo a Jamaica el: 10 de bril y regres6 a Sen Andrés el 11 de mayo trayendo en su compa- fifa la fragata Mediador. A O’ Neille le coimunicé que tenia érdenes de transladarlo a las costas de Cartagena lo que haria apenas se resolviese Ia graye enfermedad que aquefaba al capitin del Me- diador. Este murié el 17 al medio diay a las dos de la tarde se hizo saber al gobernador que Jo embarcarfa al siguiente dia, como-en efecto lo’ejecutaron, Hevando tembién al teniénte del destacamento don Enrique O'Neille al padre capella y cinco hombres que en la isla habian quedado. “EI inglés habia violado la capitulacién pretextando que pri- mero Io habia hecho la contraparte ayudando a le fuga de la goleta La Marsellesa, La noticia de la ocupacién de San Andrés causé gran sensacién en Cartagena. Su gobernador, don Anastacio Zejudo, formé un consejo de guerra al que fu llamado O'Neille. “Aunque en ella se traté de poner en estado de guerra los bar- 76 outa t cos que habfan én el puerto, sus miembros comprendieron Jo ini fil de sus esfuerzas pues aunque por un descuido casual se spode- aba de la isla, ésta, pronto volveria al poder del enemigo dueha como estaba su marina de aquellos mares y apoyadas por las fuer- zas de Jamaica, Ademés los habitantes de San Andrés eran en su mayorfa sibditos de Ja nacién briténica cuya causa apoyaria. EI Virrey Amar por pronta providencia, a peticién del maris: cal de campo Anastasio Zejudo dispuso 2 que a Don Tomas O'Neille ise le formase proceso y se le juzgase en un consejo de generales""(28) ‘Ahade una posterior narracién de O'Neille traida después por Raimundo Rivas, que “asi se verificé y por mayoria de votos fué absuelto de sus cargos, y conseeuente con ello empleado de coma Gante interino de la fortaleza de Bocachica, cuyo empleo estaba va" cante”, M&s adelante el mismo documento transcribe que “los in- gleses conocieron Ia inutilidad y gravamen que recibian con Ja sub- tencia de estos cayos en sus dominios, y fueron abandonando poco fa poco la posesién que tenfan en la isla’ principal (San Andrés) dando principio por permitir a los habitantes un gobierno-por me dio de tres personas que entre si eligiesen nombréndose comité, y ge fueron desapareciendo poco 2 poco sin Ilevarse cosa alguna, y antes bien Ios tiltimos, como despedida, les dejaron una corta por Gidn de municiones sclo para qué pudieran defenderse de algunos Pinatas o cersarios; de modo que al camplirse un ao de la expi- fulacién, ellos mismos habjan desalojado su conguista dejando & los habitantes en Ia més dolorosa consternaci6n; ‘que un.espafiol prineipal, don Manuel Gonadlez, con la més cautelosa diligencia y ‘observacién logré entonces despachar, sin ser sentida, Ja winica goletila que habfa en ella a Cartagena, con aviso del estado de fas cosas, implorando por si y a nombre de muchos fieles y leales, ¢] auxilio de aquel gobierno y del superior del reino en represent” Gién de 10 de agosto (1806) que tuvieron favorable acogida, dando ‘el Virrey comisién a una Junta de Guerra de Cartagena, con orden J facultades para el pronto reconocimiento y amparo de la isla § que continuase todas las diligencias correspondientes al ‘buen ttecto: avisindole y —proponiéndole cuanto en el, particular se ha- Hlase conveniente”. (80) ‘De esta manera cuidaba Espafia sus propiedades y sus sibditos. 1807 E17 de octubre resolvié la junta’a que se refiere-el parra- {ie) Emisto Restrepo Tiras De Gonzalo Jiséner de Quesada a Don Pa io Morillo, Documentos inéditos para ia bistora de la Nueva Granada Parle 1928 ps. 127-137 : (30) Ratmiundo Rivas, p. 309 de ta obra ya citada 7

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