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“Historia, Ciencia, Sida PENINSULA Peter Burger Teoria de la vanguardia F ger Teoria de la vanguardia i gu y clencia critica de la literatura 1, LA HISTORICIDAD DE LAS CATEGORIAS ESTETICAS ‘La historia e¢ inherente a la teorla esttica, ‘Sus eategorins on historias en su Fala» ‘ooo! ‘Aunque los objetos artisticos pueden investigarse fruc- tsferamente al margen de la historia, las teorias estéticas estén claramente marcadas por la época en que aparecic- ron, como te comprueba en Ia mayoria de los casos me- diante un sencillo examen a posteriori. Si las teorias s- ‘ticas som histérieas, una teoria critica de los objetos artisticos que se esfuerce por aclarar su actividad debe ‘asomarse @ su propio cardcter historico. Dicho de otra manera: es vélido historizar la teoria estética. Hay que aclarar previamente lo que significa historizar tuna teoria estética, Desde Iuego, no se trata de construir luna teoria estética contemporinea con el eriterio histérico de que todos los fendmenos de una época se entienden sélo en ella, de que las épocas singulares se ubican, pus, fen una simultaneidad ideal (ca ia misma distancia de Dios», que diria Ranke). El falso objetivismo de este pun- to de vista ha sido ya justamente eriticado, y seria absur- do querer resucitarlo para la discusién de teorias? Tam 4, Th. W. Avon, Asthetische Theore (Teoria estéiea), et 4a por Gretel Adorno ¥ R- Tledemann en Gesammelie Schile ‘Smelante reflexion ¥ conflando’ en lo metédica de su proce Inlento clvida su propia historiidads, (Wahrhele nd. Meds st poco se trata de comprender toda construccién tedrica del pasado como un paso hacia la propia teoria. Algunos ele- Inentos de las toorias precedentes se separan aqui de st ‘contexto primitivo y se adaptan a uno nuevo, sin que se Telleje adecuiadamente el cambio de funcion y de signfica- ido de esos elementos. La vision de la historia como pre- historia del presente, caracteristica de las clases ascenden- tes, es unilateral (sin perjuicio de su progresismo) en el sentido hegeliano del termino, ya que registra solo una cara del proceso histérico y reserva la otra al falso ob- Jetivismo historicista, Historizar la teoria quiere decir algo distinto: investigar la relacion entre el desarrollo de los abjetos y las eategorias de una ciencia. Asi enten- dido, el cardcter histérico de una teoria no consiste en exorear esp de una pec (8 aspen biti), rnben que incorpore partes de teorias pretéritas (historia ‘como prehistoria del presente), sino en relacionar el desa- rrollo de Jos objetos con el de las categorias. Historizar luna teoria estetiea quiere decir captar esa relacién, ‘Se podria objetar que semejante empresa debiera re- lamar necesariamente para sf un lugar extrahisidrico, es cir, que Ia historizacion seria necesariamente, como tal, luna ahistorizacién. Dicho de otra manera: la constatacion el cardcter histérico del lenguaje de una ciencia supone tun plano superior, accesible a esa constatacion, y necesa- lamente transhistorico (con lo eual la historizacién del plano superior que resulte daria los mismos problemas). Pero cl concepto de historizacion no se ha propuesto para distinguir diversos niveles del lenguaje elentifico, sin ‘como reflexion que capta por medio de wn lenguaje ia his- toricidad de su propio discurso. {Lo que quiero decir se puede explicar recurriendo a Gradlige einer philosophischen Hermeneutk (Verda mdio- So Pendemenes st hermenation lastfice, Duet Tata fe, 186, 283) CY tambic anise ‘de Raske en HR Jaum, SGeschite der Kunst und Histories [olitorn dl arte © hate. fn se Licraturgeachiehe als Provokation (Historia de le Uterscera “como provecactn) (Ed Sahrkamp, 418), Francfor, 19tt, pp. 22828 3 mos importantes estudios metodoldgicos que Marx ha Heston al prlogo a sus Grandrave dor Krie der Polttschen Okonomie (Fundamentos para la ertica de ta Peemommta’ political. con el ejemplo. del trabajo, Marx ffaostra eque las propias categorias abstratdas, a pesar Bovsu valider —que deriva precisamente de s6 abstrac- ‘on para cualquier época, son sin embargo, en la deter- Stinacion de esa" misma abstracein, cl producto de re- Taciones histricas yposech su plena validex, slo para ‘Gas rclaciones y dentro de ella El razonamiento no 8 Sntiende con faclidad, porgue Marx afirma que determi Sadas categorfas simpice siempre tienen valor, pero que aT mismo tempo su generalidad se debe a determinadas felaciones historias, La dlsticion decisiva se establece Entre la evalidee para toda época> y el conocimiento de fan validce general (en palabras de Marg, «la determina- Sn de esa abstraccin»). La tesis de Marx dice, pues, ave Silo las elaciones desplegadas permiten este conocimien- fo. Enel sistema monetario, continda Marx, el dinero es la expresién de la riquera, por lo que la conexin entre el ‘abajo y la rigueza queda oculta. La teoria de los fi. {ratas sc refirié al trabajo como fuente de riquezs, aunque fo al trabajo en general, sino a ss modalidad agricola, La Economia clisica inglesa, Adam Smith, no hablo ya de una. ‘lave determinada de trabajo, sino del trabajo en gencral ‘como fuente de tiqueza, Marx no ve en esta evolucion tin simple desarrollo de la tcoriaeconémica: Ia posibilidad del progreso del conocimiento le parece mds blen motiva: da por el desplicgue del objeto sobre el que se drige el onocimiento, Cuando los fstdratas desarvollaron su t0- fin, durante la segunda mitad del siglo xvut francés la agricultura era, de hecho, el sector econémico dominante, Aistanciado de todos los demas sectores. Solo una Tngla terra muy desaroliada en lo econémico, donde la Re volucign Industrial ya'se habia establecido y se habia 3. K. Mars, Grundrisse der Kritk der poltischen Okonomie, reproduceita fotomectnica de ln eden moe 3 debilitado asi el predominio de 1a agricultura sobre los demas sectores productivos histéricos, permite a Smith conocer que la riqueza es producida por el trabajo sin ‘mis ¥ no por una clase determinada de trabajo. «La falta de interés por un determinado tipo de trabajo supone ‘una totalidad desarrollada de tipos de trabajo sobre los cuales yo no domina niguno en periular> (Grundrise, P ‘Asi pues, la tesis que defiendo dice que Ia conexién ‘que Marx puso de relieve entre el conocimiento de la va- lidez general de na categoria y el efectivo despliegue hhstérico de los objetos a ios que esa categoria se aplica, ‘vale también para las objetivaciones artisticas. También aqui la diferenciacién de los ambitos de los objetos es la condicién de posibilidad de un conocimiento adecuado de los objetos. Pero la plena diferenciacién de los fen6- ‘menos artisticos sélo se alcanza en la sociedad burguesa, on el esteticismo, al que responden los movimientos his: téricos de vanguardia! 4. 21 concepto de los movimienton histricos de vanguardia cue dul aplicamns se ha obterido a pari det also Yel Srimer surenimo, pero se rebere en fa isnampeida ivan Binrdia rosa postetior ata Revolucion Se Octubre: Lo que fice Sx comdn enn movimicaior aunque dieren en algunos 3 fs, consists en guc nose limitan a rechasar un dtetninaco pro: ‘etimlento artistic, sino cl arte de gpoca en mu totaad,y, or tanto, veridean ‘una ruprara con in todcn. Sus mafia aly come se ha formado tne eno des sociedad Purge Ser taly cone we ba formads oo al eae de ot ‘Eto se avica también al futrismo lalana yal expresonsmo Slemdn, ton algunas Festrcciones que Pouran descubriae me Evope durante fr afos cineucnta sents: Angus rears tarda se Propone lv mismo sbjetvor que prodamaron Ios Py La tesis se aclara en la categoria central de medio artistico (procedimiento). Con su ayuda se puede recons- truir el proceso de produccion artistica como un proceso de eleccida racional entre diversos procedimientos, cuyo lacierto depende del efecto conseguido. Semejante recons- truccién de la produccién artistica supone no sdlo un grado relativamente alto de racionalidad en la produccién “rtistica, sino, también, que los medios artisticos se dis- pponen con libertad, es decir, que ya no estén ligados 2 lun sistema de normas estilisticas, en el cual —aunque me- iadas— se reflejan las normas sociales. En la comedia de Molitre se aplicaron, desde luego, medios artisticos, ni mas ni menos que como sucede seguramente en Beckett; pero en aquella época no podian reconocerse coma tales ‘medios artistic, lo que Podemos comprobar en Ia cri tHea de Boileau,” La critica estética es, ada aqul, una critica directa a Jos medios estilisticos de los cémicos populares que no son acepados por las capas sociales do- fminantes. En la sociedad feudal absolutista del siglo xv11 francés, el arte esté todavia ampliamente integrado en Ia vida ‘de Ias clases dominantes. Cuando en el siglo xvi. Ta estética burguesa, que se ha desarrollado por sf misma, se libera de las normas estilsticas que el arte del abso- Tutismo feudal habia vineulado con las clases dominantes de esta sociedad, el arte se alinea con el principio de Ia fimitatio naturae. Los medios estilisticos no han sometido todavia la generalidad del medio artistico al efecto sobre ‘ovimientos histericos de vanguard, ia pretensin de un reir {reso del arte en la praxis val ya, ho pucde plantcarse seria mente en In sociedad’ exstete, una vex gue han fracarado las Intenciones "vangtaruist Cuando un artista de nuestros ns fnvia un bo de estufa una exporcin, ju no std a su alcance {e'igtemsidad’ de la protesta que ejerceron Ios ready mader de Duchamp. Al contario: mientras que sl Uraoir ds Duchamp pre- ‘endia hacer volar a ta institucéa arte (con sos especies for je organracion, como tuscos J exposiiones), et artista Que fa el tubo de estufa aoheia que cu obras aceeda a lot Ippon Feo de cote oso, la protests vanguard sh conver: ss los receptores, sino que siguen subordinéndolo a un prin cipio estilistico que varia con la historia. Evidentemente, el medio artistico es la categoria ge eral para la descripcion de las obras de arte. Pero los procedimientos particulares sdlo pueden ser conocidos ‘como medio artistico desde los movimientos histéricos de vanguardia. Unicamente en los. movimientos histéricos de vanguardia se hace disponible como medio la totall- dad del medio artstico. Hasta ese momento del desarrollo del arte, la aplicacidn del medio artistico estaba limitada por el estilo de Ia época, un canon de procedimientos ad: misibles infringido solo aparentemente, dentro de unos limites estrechos, Mientras un estilo domnina, la categoria e medio artistico es opaca porque en realidad sélo se a como algo especial. Un rasgo earacteristico de los mo. Vimlentos historicos de vanguardia consiste, precisamen: te, en que no han desarrollado ningun estilo; no hay un estilo dadaista ni un estilo surrealista. Estos movimientos. hhan acabado mis bien con la posibilidad de un estilo de 1a époea, ya que han convertide en principio la disponi- bilidad de los medios artisticos de las épocas, pasadas. Solo la disponibilidad universal hace general la categoria, e medio artistic. Cuando los formalistas rusos hacen del TAMSE an cot Sncu Saheb Wewr Stowe (Eero Stientoy ln saueva mirada” on Victor Sklovskl), en Poetca 3 {ity pp. ol Le merecants oberyacon de K-Gamaie dt Siraclralimo’'y'taneuataa, uaa tntnacon metodliice 9 ericas tSerukearetigmus, umd “esentgarde. (Estructuraltsm ‘Senpuardiay Ree Hanser, 48), Murigh, 1970, p. 29), sin embar- ten dering lo dl ipa ‘don a combi, ‘Sade: generals. sobre rae oni “ambiente pos ‘La Haya/Paris, isa 7 nicidad, Ia subordinacién de las partes a un todo) son ne- ‘gadas precisamente por las obras de vanguardia. As{ pues rho se puede aceptat que todas las categorias (y lo que mplican) conozean un desarrollo similar; precisamente, ‘sta interpretacién evolucionista anularia el carécter con: tradietorio del proceso historico en favor de la idea de tun progreso lingal del desarrollo. Frente a ello, hemos de insistir en que el desarrollo hisidrico debe ser captado tanto respecto a la sociedad en su totalidad como respecto 18 Ambitos parciales, sdlo como resultado de los desarro- Hos lenos de contradicciones de categorias.” 1a tesis anterior requiee una precision mis Solamen: te la vanguardia, como hemos visto, permite percibir el medio artistico en su generalidad, porque ya no lo elize desde un principio estilistico, ino que cuenta con él como ‘medio artistic, La posibilidad de pereibir eategorias de Ia obra de arte en su validez general no es procurada de modo natural ex mihilo por la praxis artistica de van- fguardia, Tiene su condicion histérica en el desarrollo del arte en la sociedad burguesa. Este desarrollo, desde la Iiltad del siglo xix, es decir, desde Ia consolidacion del poder politico de la burguesia, ha sucedido de modo que {a dialéctica de la forma y el contenido en Tas ereaciones artisticas se ha decidido siempre en benelicio de la forma El aspecto del contenido de Ias obras de arte, sus (Grundrisse, p. 25), Nos refetiremos a esta eritica como critica inmanente al sistema, Su particularidad consiste fen que funciona en el seno de una institucion social. En fl ejemplo de Marx, la eritica inmanente al sistema en el ‘seno de la institucién religion es la critica a determinadas ‘concepciones religiosas en nombre de otra. En contraste, la autocritica supone una distancia de las concepciones roligiosas enfrentadas entre si, Pero esta distancia es el fruto de una critica radical, In eritica a la propia institu: ion religion, ‘La distincion entre la critica inmanente al sistema y 1a autocritica se puede tradvcir al Ambito artistico. Ejemplos de Ia critica inmanente al sistema serfan, tal vez, la critica de los teoricos del clasicismo francés al drama barroco, © la de Lessing a las imitaciones alemanas de la tragedia tlisica francesa. Esta eritica se mueve en el seno de la {nstitucion teatro, donde hay varias concepciones de la tra- ‘gedia opuestas entre si, basadas (aunque con mediaciones ‘iltiples) en distintas posiciones sociales. Distinta de ésta fe Ia critica que concierne a la institucién arte en su tota- Tidad: Ia autocritica del arte. La importancia metodolégiea de la categoria de autocritica consiste en que presenta también Ia posibilidad de burguesa ya conocidos; de este modo, no se obtiene co- nocimiento alguno porque lo que buscamos (Ia historia del arte y su resultado social) ya se da por sabido. La historia de la sociedad en su totalidad aparece asi como sentido de la historia del subsistema. Frente a esto, ex necesario insistir en la no simultaneidad en el desarrollo e cada subsistema en particular, aunque ello signifique ue Ia historia de la sociedad burguesa sélo se puede es cribir como sintesis de la asimetria en el desarrollo de los distintos subsistemas. Las difcultades que se oponen f semejante empresa son evidentes; vamos a indicarlas para que pueda entenderse por qué hablamos de una in- ‘dependencia de la historia del subsistema artistico. Para construir la historia del subsistema artistico me parece necesario distinguir la institucion arte (que funcio- za seqin el principio de autonomia) del contenido de las ‘obras concreias. Solo esta distincién permite comprender la historia del arte en la sociedad burguesa como historia de Ja superacion de la divergencia entre la institucion y 6H contenido, En la sociedad burguesa (incluso antes de ‘que Ia Revolucion Francesa diera a Ia burguesia el poder politico, el arte alcanza un particular status que el con- ‘eepto de autonomia relleja de modo expresivo. «El arte solo se establece como auténomo en la medida en que ‘con el surgimiento de la sociedad burguesa el econdinico y el politico se desligan del cultural, y las {imagenes tradicionales del mundo, infiltradas por Ia ideo- logia basica del intercambio justo, separan a las artes del contexto de las prcticas rituale acy NNN, Bewabinacdende oder rene Khe ccaidt Water Beams (Cie coins. 6 cca {ahora Ls actualng de Wal Beja er Aust Waar Rnjains ts) (Sobel tual de Wale Beno Ged ar 8 Gas (Sheckamp taste 8), tot = Hay que subrayar que ta autonomia se refiere aqut al ‘mode de funcion del subslstema socal arustico: su inde pendencia(relativa)respecto al pretension de aplicacion {cial Desde hugo, no hay que interpreta Ia se clon del arte de la praxis vital yn simultanca diferen {dacign de una esfera capecial del saber (el saber estético) ‘como un transto lineal (ha fueraas contrariasimportan- fea) nl como un iransito adileetico {algo asi como und utorrealizacion del arte) Antes bien convene subrayar gue el stanus de autonomia del arte n0 aparece con facil 424 ‘sno que es fruto presario del desarrollo de ln socie: dad en u otalidad. Puede ser cvestionado por Ia sociedad {por sus dominadores) cuando considerenconveniente vol Vera servise del arte. El ejemplo extremo sera la politica Bre Fssna gus iglda estates de autonoml, peo podemos recordar también las larga listas de procesos Eootea artistas por motivo de fates a la moral y a la Geconcia™ De cate atague sl status’ de autonomia, Por parte de insianclas soclales, hay que distinguir aquella Foren que surge de lov contenidos de las abras concretas ‘que se manihestan enlafotalidad deforma y contenido, y fiends e cube ln distancia entre obra y praxis vital. 2 frie vive, en la sociedad burguess, de la tensién entre marcos tnsttucionaes(iberaciin del arte de la pretensign de aplicacion social) y posibles contenidos polldcos de las tras concretas, Esta felacion de tension no es nada ex fable; mas bien depende, como veremos, de una dingmica Historica que la dirge hacia su superacion TMabermas ha intentado deterinar para el arte este contenido global dela sosiedad burguesa, «El arte es 13. J Hagens define Ie autonomia como sindependencia de 1a obra de arte tente a pretemsiones de apiacinsjens al are (bewupimachende oder Fertende Krak, p10), yo prefiero hablar {de prtensoner sociales de splcacln porque alte evtaincorpe- eamicion equello que quereron dei. 1 Mf eat feapora Xs Hit, Dey morte roe ia francostsche Literatur im 1. Johrhunder [Las process for inmoraidad contra ta literature francesa ev el siglo XIX), fl reservado de una siquiera virtual satisfaccién de las nnecesidades que en el proceso material de la vida en la sociedad burguesa se convierten en cierto modo, en ile- gales (Bewubtmachende oder reitende kritik, p. 192). Entre estas necesidades, Habermas, incluye, como otros ‘autores, la «comunicacién mimética con la naturaleras, la sconvivencia solidaria» y la efelicidad de una experiencia, ‘comiunicativa que se ve dispensada del imperativo de Ia racionalidad de los fines y concede del mismo modo un ‘margen a la fantasia y a la espontaneidad de Ia conducta» a, pp. 192 y ss.) Tal consideracién,valiosa sin duda en el ‘marco del intento de determinar en general Ia funcién del arte en Ia sociedad burguesa, en muestro contexto seria problemética porque no permite captar el desarrollo his- {rico de los contenidos expresados en las obras, Me pa- rece necesario distinguir entre el status institucional del arte en la sociedad burguesa (separacion de las obras de arte respecto de la praxis vital) y Jos contenidos realizados ‘en Ia obra de arte (éstos pueden ser enecesidades residua- les» en el sentido de Habermas, pero no es preciso que asi sea), Pues solo esta distincion permite distinguir la €poca en la que es posible Ia autocritica del arte, Slo con la ayuda de esta distincién se puede responder a la Dregunta por las causas sociales de la posibilidad de Ia au twcritia del arte ‘Contra este intento de distinguir la determinacién de Ja forma del arte" (starus de autonomia) de la determi- nacién del contenido («contenido» de las obras coneretas) se podria objetar que el mismo status de autonomia debe- ria entenderse desde el punto de vista del contenido, que Ja superacion de la organizacién de la sociedad burguesa, conforme a la racionalidad de los fines, significa aspirar ‘ya a una felicidad que no esta permitida en la sociedad, 18. I concepto de determinacion formal no quiere decir aqut sq Ta forma constituye ian afrmaciones del ate, sing que Se fefere a ia determinacion por Ia forma de relaconsrs, el aco stitucoral en el cual fupesonan las obras de arte Ei concept ‘std aplicado, tambien, en el sentido dado por Mars a is del: Iminaclon de los objetos por la Yorma de la fercanct, o ial occas ty ae gt sc forme ns Ses cc ern, Fotis parte de la obra conservadora desde su contenido explicito, Pero esto, precisamente, debe mover al cientifi- orig Regn amy i rani ce a 4 omni del cond iS elm cena poi tae ee ale Simons geet Sine ae a he eee sh at te See flan cr ee Recnaercacs rorwiegy ar ki poof del eon eae moto de funcionar es la autonomia) y los contenidos de po tcc sy peepee cence seme cs is rede sham i ses oe cm ieee nena ners rents oem seine circa ea eo mae rere ees yi eg er it oy ihren pnt on sie eco cee re a a seo caga ab i ii ie mph om etwas tyne erie cere ea ne Sopa ceca e ae me sin rp Tbsoluto no asume, como la religion subjetivada y In flo- Set mina Sie ee 6 cargo de necesidades residuales que no pueden ser satis- fechas en el ‘sistema de las necesidades”,o sea, la sociedad Durguesa> (Bewubimachende oder rettende Kritik, pagi- nas 193 y s.). Yo me inclino mas bien a suponer que la autocritica del arte aut no puede verificarse sobre bases historieas. Pues incluso cuando la institucién del arte fauténomo esta completamente formad, todavia actiian dentro de ella contenidos de cardcter politico que se opo- nen a su principio de autonomia. Solo en el momento en ue los contenidos pierden su cardcter politico y el arte simplemente su arte, se hace posible la autocriti del subsistema social artistico, Este estadio se alcanza al final del siglo xix con el esteticismo™ 16. 6. Merunstore plates wna critica poten la primecia de Jo formal onl sricamo™ ss fora ete etic tanplas {uo al smbio dein poitica, cave total lndetrsinacion de Cor fealdo ofree un espacio para a saturacion Idsologies (Bier tions, Sutheische Opposition bei Beardsey tnd Coorge {le triaOposieon tsietce on Beerdstey y George. Munich. 17 2h) Beta cca comporta un aman comecto dela Prove ftca poles dl estetcoma, pero no repara esl echo Be ‘nel esteicimo, el ate dein rociedad burgussa ae wucve hacia A mimo. Esto loa obssrvado avons flay algo Hoerador cn Ih Sutosoiencia quel arte burgude,en calidad de Darga, 5 race si mismo. desde el momento eae st toni Pola 7c Aida, ova que no et (ober arate Stathers (0G) ta emo lgartenenten), en sus Noton zr Liter d [Notas sobre feria 1 CB Sura, #7, pp i, Tae, Prancor, TR Sob eh problema sel exitclmo ce tambien HC. St fh, Kruik des auiherschen Menschon. Hermeenik und Aral tn Wopmannstats Dor Tor wd dor Tods Terns del hombre treo. Hermenéutce 3 moral or Ei toco 7 ta meres de Hoh ‘marshal, Bad. Homburg/Borin/Zurich, 19. Para, See. a {tualidad et estetcsme contste en que sel Propio Principio ‘Sstetio™ del modelo elon, que debe Yactta in comprension AP's realidad pero aifcitando experiencia nmedita’ en br {o (conduse) & aquella peraica de le resed que ya Clausio Dadeviae (ip WD) Bl acfesto eta ingenona extice alee. {lsmo consisie ‘en poner i base, feat a principio de modelo fcchnate {gue punde fuclomsr perfetamente coma istutmesto Dara conocer Ia realidad), una obliga, cexpericnia ined En'brotor Pero ast se erica un momesto Gel estticimo ‘edo de oft. Por Yo que te rehere a Ta perdda Ge i relied, © Por motivos relacionados con el desarrollo de Ia bur- sguesia desde su conquista del poder politico, tiende a de- Ia tensidn entre marcos institucionales y conte- hhidos de las obras particulares en la segunda mitad del Siglo «rx. La separacion de la praxis vital, que siempre ha Caracterizado al status institucional del arte en Ia socie- {dad burguesa, afecta ahora al contenido de la obra. Mar- (008 institucionales y contenidos coinciden. La novela Fealista del siglo xrx todavia estdal servicio de la autocom- ppreneién del burgués. La fccidn es el medio para una re- flexién sobre la situacion del individuo en la sociedad. En fl esteticismo, la tematica pierde importancia en favor ‘de una concentracion siempre intensa de los productores dde arte sobre el medio mismo. El fracaso del principal proyecto literatio de Mallarmé, los dos afos de casi com- pleta inactividad de Valéry, la carta Lord Chando de Hof- mannsthal, son sintomas de una crisis del arte." Este se Convierte por #i mismo en un problema desde el momento fn que excluye todo To eajeno al artes, La coincidencia de institucién y contenido descubre la pérdida de fun tién social como esencia del arte en In sociedad burguesa ¥ provoca con ello Ia autocritica del arte. El mérito de los ovimientos histéricos de vanguardia es haber verificado esta autocritica Tay aoe concebira, aendlendo a autores como Hofmannsial, ome producto no de in bingueda de Ggurns estéticas sino de Sus mother socaimente condicionados. Con otras. palabras: In ‘Sica al evtcicinmo de Secba queia atrapeda por aqvello que (lso eftsar, Cf. ademis P. BOnose, «Zur asthetiicrenden Wir $MeSisiecarseling bel Prove, Valéry und Sertees [sSobre la {nterpretacion esctzante de ia feallgad em Proust, Valery y Sar {fenl en su (como editor) Vow Asdheticiamas am Nowe Ro Iman, Versuche kriacher Literaturatssenschaft (De esteticismo ‘Tnowean roman. Ensayor de clncia criten de la literatura). Francfore i Te Cf. netic rexpecto W. Jens, Sttt einer Literaturgeschichte de una historia de la Iteretura), Sa ey Plingen. {Seb cap: cDer Mensch und dle Dinge Die Revolution der deut ‘eben Prosis [+E] hombre 9 lax conse La revolucton en ln ross Blemanas) pp. 10138. n 1

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