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V CONGRESO DE LA INTERNACIONAL COMUNISTA 17 de junio - 8 de julio de 1924 informes Primera parte Cuademos de Pasado y Presente/55 Cérdoba Publicselén periédica mensual Director: José Arico Serle: Problemas det movimiento obrerc Tapa: Miguel De Lorenz! Primera ediclon, agosto de 1975 © Ediciones Pasado y Prosente Distrbuldo por Siglo XXI Argentina Editores S. A. Derechos raservadas conforme a la iey N° 11723 Impreso en Argentina - Printed In Argentina EDWARD H. CARR EL V CONGRESO DE LA INTERNACIONAL COMUNISTA EI ¥ Congreso de 1a Internacional Connnista, reunido entre el 17 de junlo y el 8 de julio de 1924, conts con In pacticipaciin de 406 slezados de 41 paises, de los cuales 324 tenian derecho a voto> Su tarea era insélitamente compleja, El Il Congreso de la Cominters fla 1921, reunido nego de Iz implantaeién de In NAP, habia hecho sonar una nota de “retirada” en Ja marcha hacia la revolucién mun dial, Bsta nota ge intensifies en el IV Congreso de noviembre de 1922, que por primera vez se encontrs claramente enfrentado a Ia perspectiva de una prolongacién indefinida de las relaciones entre la Uaién Soviétiea y el suporviviente mundo enpitalista, y reconocié que Ta esperanza de revolueidn mundial se basaba nieamente en 1a poteneia y el prestigio de la Unién Soviétien.® El acontecimienta de mayor trascendencia ccurrido en el Ambito de la Comintern entre sus IV ¥ V Congresos fue el fracaso de la tentativa revolnci mana de octubre de 1923, Bl V Congreso difieilmente poiifa no x= flejar 1a brecha creciente entre el partido que tenia en sw activo tuna revolueién vietoriosa y aquellos otros que hab‘an fallado en ento de hacerla, o que ni siquicra Aabian hecho tal intento.* Lo aeontecido reforzé inevitablemente aun mis el prestigio y el predo- * Protokoll: fiinfter Kongress der Kommunistiohen Internationale (s.4.), m, p. 1054, 21 informe de la comisidn para la verificacién de los mandates, Plati ‘Veemirni Kongréss Kemmenisticheskogo Internacioe ala, 1925, 15, pp, 259-60, recondeia 286 delegados con plenos derechos ¥ 108 delegados con derecho al voto consultivo, eomprendiendo on la ‘ltima categoria 70 delegados de Ia Profintern ¥ 80 de otras organiza efones; 207 delegados eon plenos derechos y 80 delegados con derecho al voto consultive yenian de paises de fnera de la unss (ibid, p. 285). 2Vease E. H, Carr, Le revoluciin bolehovigue, Madrid,” Alianza, t. 8, pp. 895-07, 453-6 ® Rappaport enfrenté la cuestién con gran vigor en el congreso del partido franeés dos afios después: “Ustedes recuerdan la funosa far sai «Nada que declarary, No teniamos nada que declarar tanto a propésito de una revolucién vietoriosa, vomo de ideas originales, Su- 5 minio ruso en el seno de la Comintern y popularicé 1a opinién de que los otros partidos, para situarse on posieién de aleanzar ol mix mo éxito, debian primordislmente seguir el modelo ruso, y someterse ‘a In conduccién rusa, Esta impresién fue consolidada por el veredicto ‘oficial pronunciado sobre la derrota alemana, eonsiderado un restl- tado no de las condiciones objetivas, sino de la debilidad, y especial- mente de In direceién oportunista, del partido aleniin, La moraleja de Jo ceurride no fue la conviecién de que intentar una revolucién proletaria en Oceidente era un error, sino que los partides oecidenta- les no habion sido, hasta el momento, eapaces do prender de In ex- periencia russ cémo hacer una revolueién. E] diagnéstico del fracaso alemin como producto de una’ desviacién “prandlerlana” hacia In derecha habia sido espontfneamente adop- tado en el seno del propio XPD, y provacé, con el active apoyo de Zinéviev y do! ceic, el alejamiento de quienes Io eonceian en ese mo- mento en favor de los dirigentes de Ia izquierda del partido. Asi, la otra moraleja extraida en In Comintorn de los acontecimiontos ale- manes de oetubre de 1923 —paralelamente la conclusién acerca de Ta necesidad de aceptar Ia direccién rusa— fue la necesidad de un giro a la izquierda, Y esto concordaha con Ias leeciones extrafdas do In controversia sobre Trotski, que habia estado desde un printipio eetrechamente vineulado con el fracaso alemén. ‘Trotski mismo habia sido denunciado como el autor de una desviacién de derecha en et partido ruso, Los grupos de los partidos extranjeros —especialmen- te de los partidos aleman, polaco y francés— que hablan demos- trade el mayor ardor en sostenerlo, se encontraban ellos mismos bajo fuego como derechistas, Se volvié un eslereotipo en los partidos comunistas atribuir cnalquier eafda 0 desviacién de la lines oficial fa ervores de derecha, y busear romedio en un retorno a los bien experimentados prineipios de la izquierda. El V Congreso do ta Comintern no encontré ninguna dificultad en las principales cues tiones que enfrentaba por medio de este recurso familiar. El suceso mds importante que signé el V Congreso fue la egada fal poder del gobierno laborista en Gran Bretafia y el reconocimiento de jure de la Unin Soviéticat Bien pronto sobrevino la desilusiin eedié por fuerza de los acontecimientos que los autores de Ja primera revolueién vielariosa se encontraran en Rusia”, V Congrés National Gu Parti Communiate Francais, 1927, p. 405. ‘ ‘sManuilski seial6 la legada al poder del gobierno laborista brité- nico, la “'discusién del partide raso” y la derrota alemana, como los tres acontecimiientos que “provecaron ja erisis de Ia Comintern” Kom- manistichesl internacional, n, 7, 1924, eoll 17-20. 6 ‘hacia Mae Donald y sus ministros, Pero ésta no cambié el hecho det roconseimiento o la conviecién de gue el acceso al poder del Partido Laborista constituin un sintoma de la ereeiente revuelta de los obreros britinicos contra el orien constitutdo, ‘También agus parecié maduro cl momento para un giro a la inquierda. Por lo mismo, tanto desde cl punta de vista del gobierno govistico, como dosde el de la Comintern —y los interesee de ano y otzo eran on el pensamiento de tos rusos indisoefables— la sitvacion en Gran Bretafia era motivo de optimismo, y compensaba, plenamente el temporario fracaso le man, En una carta circular a Jos partidos fechada el 5 de abril do 1924, en ta que se anuncisha cl orden del dia del inminente V Con- gres0, Zindviey sugirié este cambio de acento: “Por primera voz en la historia dol movimienta laborista inglés se han creado ahora las condiciones para el establecimiento de un partido comunista de masaz, En este sontido lo que esté sucediendo en el movimiento laborista inglés es mis importante que los acon techmientos alemanes. EI tema de la sustitueién de Alemania por Gran Bretafia como esperanza y preocupacién principal de la Comintern se pudo off con frecuencia en los meses siguientes.’ Eaperanzas similares ee expre~ saron en alguna ocasién con respocto a Franc! la Academia Comunista del 19 de febrero de 1925, Radek Iamé 1a atencién sobre la fuerza erecionte de los partidos francés y briténico, y agregé: “En Alemania la curva est4 on una etapa deseondente”, ‘Tal situacién pareefa justifiear un fundado optimismo, Hn su carta cixeular Zinéviev tuvo dificultades para sefialar algin éxito, pos- teriov al IV Congreso de dieciocho meses antes, qsie fuese diguo de nota y mereciese ser celebrado, Pero deseribié a 1a Comintern como presa en ese periode “entre dos oleadas de revolucién proletaris”, sen un informe a 5 Provda, 10 de abzil de 1924; Intornationale Presee-Korreeponttonz, n, 46, 18 de abril de 1924, p. 586, La tarea principal de le Internacional Comunista —dijo Zindviev en su diseurso de apertura del Congreso—, se halla ahora transferida a Inglaterra en todo y por todo” (Protokoll: jiinfter Kongrecs der Kommunietieghen Internationale (s. &), 4, p. 77); €1 obsequioso Papper agregs que “la derrota slomana de octubre y la vietoria del Partido Laborista inglés, el gobierno laborista de Inglaterra, han trasladado el centro de gravedad de nuestras tareas actuales de Alemania @ In- glaterra” (ibid, p. 304). * Mirovaia politika, ¥, £024 god, od. F Rotshtein, 1925, p. 27. una de las cuales habia passdo y Ta otra no habia partido toda En ese perfodo KAmeney afirmé que, si se observaba al mundo ca- pitalista, en cualquicr Inga s¢ confirmaba 61 mismo diagnéstico: “enfermedad incurable”? En am dlscarso ex Ix escuela de los eecre+ tarios de partido en Is vispera del V Congreso, Stalin no encontré sino caracteristicas alentadoras em la situacién internacional: la incapacidad de las poteneias imperialisias para realizar una pax durable; el aumento de poder y de prestigio de la Unién Soviétien; Ja ereciente atraccién de las masas de los paises capitalistes facia Je Unién Soyiética, Y terminé saludando “el éxito de nuestra poll tica exterior en el curso de este afio".© Después que el nuevo culto del Ieninismo hubo sido honrade con una solemne ceremonia on el mausolea de Lenin, Zinéviev inauguré Jos teabajos del congreso con ol acostumbrado informe sobre te aetuado por el oxic, que era de hecho una declaracién politiea sobre Ju sitaacién del momento. Bl diagnéstico polities fundamental no suseité casi controversias. Todos estuvieron de acuerdo en que la causa de la revelucién mundial habia eufrido un retraces respecto a lag esporanzae precedontes, Zinéviey repitié aproximadamente en os mismos ¢érminos lo que Trotski ya habia dicho al III Congreso: “‘Hemos evaluado mal los tiempos: hemos eontado en meses cuando debiamos conter en alios”.? Pero la resolucién del IV Congreso, que habia tomado nota del surgimiento del fascismo, también habla considerado un desarrollo alternatiro: © Para la carla yéase nota 2, La oleada reyolucionaria constituia una de las metéforas preferidas en este perfodo. En una confevencia del partido en Mose, Kémenev admitié quo todavia no era ceyuro si “la novena y Gltima oleads de la avanzada profetarla contra el baluarte del capitelismo ser cosa de maliana 9 de pasady manana”, Pravda, 10 de mayo de 1924, Las instracciones formales de] KrD a su delegacién al congreco definian también el peefodo en curso como un perfodo “entro dos oleadas revolucionarias”, Die Taktiky der Kommu- nistischen Internationale, 1924, p. 38, * Pravda, 10 de mayo de 1924; en el manifiest de? Congreso sobre 1 décime ‘aniversario de la guerra, redaetado por Trotski (véase p. 435), se afirmaba audazwente que “en Europa no hay un solo punto 19 Stalin, Soohinéia, v1, 235-99. [En esp. Obras, v1, 248-259.) 31 Vaso Carr, Id sociclismo in un solo passe, Turin, Binaudi, 1969, 4, p. 509, EF Frofofoll: fiinfter Kongress der Kommunistischen Internationale (sd), 1 5; para el discureo de Troteki en el TI Congreso, véase Carr, "Ld revoiucign bolchovique, cit. pp, 396-97. 8 4 i 1 ; i 4 : “Bato no excluye que en el futuro proxi igunes importantes Dueda seguir a la reaecién burgaesa una era ); nun pertain tal te transicion edemocratico-pacifista> ex extremadamente probable, y esto puede a su ver provocar un relorno de las esperamzas pacifist em la Alemania burguesa y socialdemoenstiea,” #2 Ahora que ¢] Partido Laborista britiuice ¥ el “bloque de las i= vierdas” en Francia se encontraban on al poder, ¥ masts de elec tores elemanes burgueses ¥ socialdemderatas estaba por eeder feenta 2 las ilusiones del plan Dawes, este proteeta bahia encontrado uma briltanto contirmacién. El advenimiento de la ern demoenétice pach. fists fue saludads como “un signo del eolapso del capitalisme”. EL Blan Dawes reprerentaba um leze alvededor del euellp do la ease obvexe alemana’'s y cuanto mie tiempo permanceia en cl poder el Parlio Leborste Weiténeo, unto atores veseaeée las Hatoney que podia haber inspirndo, Les ataques a Tos partidos socialdemé~ exatas de todos tos patses, con Ta varlacién de ateques personales Radek, constituyeron el recurrente feitmati» del discurso de Zindviev: “La srialdemocracia europea seyrin el conoeimiento real que tenemos de ella, no representa ahora nada més, hablando objetivamente, qao ven terver partido de Ia burguesia amndi!”, y el Partita, Sociale. mcrata Aleman era definide como “am ala del fascismo”. La dene cia de los socisldemécratas no representaba ninguna novedad en la teorfa yen la retérica bolchevique. Pero habia adguivido de la retirica experiencia alemara, en el curso de Ia cual se habfa intentado, sin Gxito, colaborar con los socialideméeratas, un relieve quo habia faltado en las expresiones mas moderadee quo so habian oido en los Com sresos IIT y IV. En el presente contexto esta denuncia pareeia indie car un deslizamiento decisive hacia la isquiorda, y dio lugar a em. Sacazados comentarios sobre In. poltien del fronta nico, ae babia representado la manzana de la discordia entre Zinéviev y Réiek desde que habia sido proclamada por el oxi em diciembre de 1921.18 Qué hase quedsba ahora para un frente nico con Jos socialdemé eratas? Desaforinnadsimente, la resolueién del IV Congreso dela Comintern habia proclamado enfélicamente “ln indispensabilidad do Ta tactic dol frente Ymieo” y habia invitado a apoyar “gobiernos do trabnjadores", incauta definicién vara designar cealiciones se fequierda, do todo tipo. Zindviev twats ahora de explient mejor ou 8 Kommunisticheski internacional dok rumentack (1928), p. M4 Véase Carr, La revolvesén. bolohoviy ii 2, pp. 296-97, aceptacién precedente do los pasajes eruciales de aquella resolucién, cultando graciosamente @l frente tinteo bajo el manto de “frente ‘inico de tas bases” (expresion con la que se sefialaba una politi consistente en poner a los otros partidos de izquierda contra sus propios Jefes) y haciendo pasar su intorpretacién original de un gobierno de trabajudozes”” como sindnimo de un gobierno sovistico ode 1a dictadura del proletariado, Los frocasos del pasado fueron Stribuidos a una false interpretacién dada por Ia derecha a las consignas del frente sinieo y del gobierno de los trabajadores, 1a cual era responsable de la derrota alemana de octubre de 1928 y fue inmediatamente relacionada con 1a oposicién trotskista en el partido rao, Un breve Hamado de atencion a un compviero de In Vamada Niaquierda” que rechazaba completamente la tactien del frente nico tlevé a la conclusion de que “nosotros, 1a genuiua eizguierda> de la Comintern, debemos tomar Ia direccién de la eampaiia contra la derecha”, Estas criticas moderadas a los “ultraizquierdistas” no in- Slayeron’ seriamente sobre el tono fundamental de] diseurso, gue represents le tentativa per parte de Ziniviev de garantizar para sf } para la Comintern tuna posicién bastante mis a la iquierda de quella adoplada en el IV Congreso. El informe politico de Zinéviev fue inmediatamente seyuido por tun informe de Varga, el experlo econdmico de la Comintérn, sobre is situacién econémica mundial, EJ IN Congreso de la Comintera de 1921 habia ya diagnosticndo “ona ofensiva contra las masse trabajadoras tanto en e) frente eeonémico como en el politico”. EL TV Congreso de noviembre de 1922, en un capitulo de sa resolucién titulado "Ya ofensiva del capital” admitia que la burguesia habia ¥reforzado su dominio polities y eeonémico, y comenzado une nueva ofensiva contra ol proletariado”.% Antes del V Congreso, reunido fn el verano de 1924, e] éxito de esta ofensiva habia sleanzado une evidencin amenazadora, eon la recuperseion gue siguié a ln primere Gepresign econémica de la posguezra, con Ta estabilizecion monetaria fslemana, con la vasta ayuda del plan Dawes y con la penetracién del capital notteamericano on Europa. En mayo de 1924, Varga habia publieado un folleto titulado sAsconso o onida det capitaliemo?, cuyas conclusiones anuneiaban que “la aguda erisis social del capi- ‘tliame” de posguerra habfa sido “ampliamente superada", y pareefa ‘dmitir la verosimilitad de un largo diferimiento de su caida defi 2% Bl diseurso de Zin6viev se encuentra en Profokoll: fiinfter Kon- gress der Kommuniotiscken Internationale (s.d.), 1, pp. 42-107. SKommunistichseli internacional » dokumentach, 1933, pp. 166, 296-97, ao | | nitiva, Quando Varga fue llamado a hacer su informe al V Congreso sobre la sitaacién econémica mundial, parecia justificada uma acta menos pesimists, Nada, explied ahora, podia alterar la eerteza de Ja caida del eapitalismo, que habla ya entrado en ou iiltima face. Poro, “dentro de la crisis general dol capitalismo” pueden toner jugar variaciones, tanto bajo la forma de parciales recuperaciones como de diferencias entre Ios distintos paises: el capitalismo no era ya un sistema mundial uniforme, La etapa presente, aunque no ofrociese ninguna pracha objetiva de la caida del eapitalismo, ofre~ cfa “osibilidades objetivas de luchas vietoriosas para el protelaria~ do”.1" Hsta oscura exprosién sonaba parecida a un compromise entre Te concieneia profesioual de Varga y Ia nee reyolueionaria tal como para catisfaeor a la Seqniorda,'§ Las difieultades de la posiciéa, tanto de Zinbviev como de Varza debian apareeer en el curs de los debates, Treint, el delegado francés, apoyé a Zinéviev afirmande que el peligra principal pro- venia no de la izquiorda sino de la derecha, Un delegado alemén, que Rablaba cubriéndose con el nombre de Rwal, deciaré impid mente que en octubre do 1928 “el partido alemén y la Comintern en su conjunto estaban en eondiciones da plantearse en forma aguia Ia cuestién de Ia toma del poder”, Marphy, el delegade britdnica, in- trodujo el primer elemento de duda Tamando la ateneién sobre el hhecho de que el irente Gnieo constituia Ia base eseneisl de Ta téctica Gel parti britanico.1? Roy, 1 delegado hinds, mientras saludaba como positiva la atencién tardfamente dedicada a Gran Bretaéa, se dedied a dostruiy Ios difusas ilusiones sobre las perspectivas del Gras, El proletariade briténico como clase estaba “extraviado ¥ em- papado hasta la wnédula de un espiritw impericlista conscionte © in conseiente”, Vivieado del beneficio extra del imperialisino, no habia perdido todavia sa fe ni en ol gobierno laborista ni en la demoeraeia. durguesa, No se poifa legar a ningéu resultado hasta que el eran no ze convistiese en un partido de masas activo en todo ol im perio. Nadie se mostré propenso a vecoger el habil desatio de Roy. Rédok hablé como ol principal disidente de la Iinea oficial, habiendo # de waa plataforma 3 Protokoll: funfter Kongress der Konmunistischon Internationale (5.4), % pp. 108-21, in'Trotski definio més tarde a Varga como un “Polonio teérico”; un “trabajador util y califieado", que “propereiona argumentos eco nomieos a Ta Linea econdimiew de quien sea”, Archivo Trotsks, . 2120, P. © Protolcoll: finftor Kongress der Kommuniatiachou Intornationale (sd), 1 pp. 138, 142-44, 2 Thid,, pp. 148-53. Wn obtenido permiso para expresar un punto de vista personal 1; “timo smplo en (a historia def partido ruso de oposicion autorizada. Atacé Ja posicién de Zinviey on cuanto ropresentaba “la liquidacién de las decisiones del IV Congreso”, y desafié a Zindviey a decir si rechazaba realmente toda eoalicién con los socieldeméeratas. Ref) riéndose a Varga, leyé extractos de su folleto del mes precedente, oponiéndolo a los pasajes mas belicosos de su informe: en el Con- reso, declaxé, “la paloma habla rugido como un leén”.# A Radek de responiié Ruth Fischer, Las instrueeiones de la delegaeién alema- na estaban decididamente mareadas por um espiritu de circanspec~ Gi6n hacia el frente nico y definian la consigna éel gobierno de los trabajadores como “suporada”2® La mayoria de la dolegacién ale mana, bajo la enérgien direccién de Ruth Fischer, formé ¢ ala inquierda del Congreso, mientras la delegacién britnica formé 1a derecha, Aquella deelaré que Radek y sus partidarios “no ereian mas en una revoluciin alemana y europea” y predijo como inmivente “yng aguda crisis reyolucionaria”, La sltuacién en el partido brits nico era totalmente diferente de la de los “partidos mas maduros”: su actitud de debilidad frente 2) Partido Laborista era ol resultado de eu “inexperiencia”.1* Brandler, que no era miombro de le delega eign alemana y no tenia derecho de voto, defendié no sin dignidad su pasado politics, pero sin resultado. Un delegado atirmé evitica- mente que fas tesis de Varga habian sido concebidas doliberadamen- te en términos més optimistas que su anilisis, con l fin de justificar la polities de “izquierda”, Por otra parte, un miombro dé la izquierda slemana atars Jas tosis como reflejo de las doctrinas derrotistes de Ja derecha, y express la opinién de que seria poligroso admitiy que el capitalisma pudiese gozar de una recuperaeign, aun temporaria.** Ja corriente se inelinaha con fuerza hacia la izquierda, Togliatti, que partictpaba bajo el seudénimo de Ercoli y tenia uma posicién de eentzo en Ta delegacién italiana, fuertemente dividida, expresé agu- damente <1 temor de que el dnico resultado de los debates fuera sustituir ambignas femules de derecha con ambiguas f6rmulas de izquierda.2® Bordiga aparecl6 en el Congreso como el dinico portavoz % Para In posicién de Radek on este periodo, véase Carr, L’interveg- no 1iag-192h, Turin, Binal, 1985, pp. 220-27. 13 Protokoil: fanfter Kongeess der: Komminéstischen Internationale (8), po, 163-00. 2 Dio" Pati’ dor: Komnsenistichen Internationale, 1924, p. 42. 28 Protakel; finer Rongrece dor Konantcrcstischon internaticinate ted), 1, pp. 191-208. Void," pp, 352-58, 388 2 Tbid., p. 877. 12 de Ia “ultraizquierda”, calificando abiertamente a le resolueién del TV Congreso de “desconsideracién”, proclamanda “el frente finieo de Jas bases y no do las alturas” y'pidiendo “un funeral de tercera clase” para la téctica y la consigna de tam gobierno de trabajado- res".*" Varga y Ziséviow respondieron las panencias. Varga se de- fendié um poco torpemente de los ataques que so le habian hecho, admitiendo una cierta diferencia entea el folloto y las tesis, pera afirmando que Ia sitvactin del mundo cepitalistn habia ido deterio- rindose en los tltimos dos moses.** Zinéviev extrajo las conclusions, sefialando que el debate habia sido “mis amylio que nunca”, y que hhabfan participado 62 orsdores, Como on su diseurso de apertura, se ineliné decididamente 2 la kequierds, tomando a Rédek y los social deméeratas como adversarios principales, ya quo Ia intervoncién de Bordiga le ofrecia Ie posibilidad de equillbrnr su posicién con alguna fuerte punzada contra 1a ultraizquierda, En un pasaje, eitado eon frecuencia posteriormente, se amparé discutiendo la posibilidad de dos alternativas: © una répida maduracién de la revolucién en Europa en el lapso de tres, cuatro o eines afos, o una lenta y grax aval modurscién en an lerge perfows. La distancia que separaba In iaquienta de 1a derecha se cubrié con esta formnala.% Paxecerfa que en la comisién polities, eneargada de esbozar una resclucién, la oposivién de derecha mo se hubiese hecho ofr. Pero Bordiga persiatié en defender su propia posieién y presents un proyecto alternative del mayoritario, La batalla ge renové en 1a sesiin plenaria a la que se remitié la eomisién, Una vex més Bordiga la- £ Ibid., pp. 394-408} ol rol de Rordigs como jefe de Ja ultraizquierda fue sefiaitdo por ol jefe polaco Domski, que lo detinis, después del V Congreso, en un artienlo on ol Novy} preegtad (citado por J, 3. Regula, Wisteria Komunistyrene; Portst Polski, 2884, p. 116), corns “ana de las eminentes figuras de la Internacional". 1 olvo “extrem ta de inquierda” de imaportancia similar de este periodo orn Korsch, un culto marxista que habfa sido ministro del gobierno cde coaltctén de Toringia de 1923, y dicactor del porisdico tedrico ge) 17D, Die Jn- ternationaie; éta, a diferencia de Bordiga, no disponia de un amplio respalde en su propio partido, Korseh no hablé en el Congreso sino Para interrampir mo de los disoursos Lanzando el insulto de “impe- Tialismo soviético” (G. Hilger y A. Meyer, The Incompatible Allis, 1955, p. 108; el pasaje se encuentra omitide on Ia edieién alemana de esta’ obra, G. Hilger, Wir und dor Kroml, 1055, pero sl acho es bien cierto). Ta seusaci6n de “imperialismo rojo” habia sido ya adelmts- da luego del discurso ide Bujarin en el TV Congreso (véace p. 907). 28 Drotckall: finfter Kangress dor Kommanietizehon Internationale (sede)y by ppe adit 38 Protokoil: fanfter Kongress dor (s:6.), 5, pp. 485-509, Komuenistigoken Internationale 18 menté el heeho de que lu resolucién mo rechazase de un modo sufi ciewtemente decidide tas férmulas ambiguas sobre ef frente tnie y sobre ol gobierno de los trabajadores adoptadas por el IV Congreso. Bujarin replieé que Bordiga ora un individualista que no comprendia Js nocesidad de un acereamiento Ins masas, La resolucién proyee- tada fue entonees aprobada por una mayoria aplastante, mientras la mocién de Bordiga obtuve solamente ocho votos.\% Mientras se plan teaha como objetivo 12 reafirmacion de las decisiones det 1V Congre- so, la resolucién rechazaba firmemente todo intento de hacer de la polities del frente nico “algo més que un método vevcluciousrio de agitacién y de movilizaciéa de Jas masas” o “de utilizar Ie consigne del gobierno de los obreros y campesinos, no con el objetive de una agitacion en favor de la dietadnra proletaria, sino con el de erear na coalicin democratico burguesa”.* Las tesis de Varga sobre la situacién econimica, 2 Ins cuales s¢ habia veferido 1a comisién ¢ rrespondiente encargada de prosentar un proyecto, fueron adopladas por unanimidad, ya que “se hacia constar gue, presumiblemento a consecuoneia de una presién de la jzquierda, aquellas habfan sido ulteriormente modifieadas en al seno de la comisién a fin de haccrlas mis favorables a las perspectivas de uma aceién royolticionaria,®= En su forma final Jas tosis insistian en el eardeter excepeional de la prosperidad eapitalista en Norteamérica, que contrastaba con Ia miseria ¥ el eaos del capiteliemo on Europa, y sobre el caos mundial reinante €n sl sector agricola. Pero la conclusién fimal pareefa ser poco més que una banalidad retériea: “Si Jogramos finalmonte disgregar 1a influencia de los partidos soclaldemécratas y nacioual-faseistas sobre ef profetarindo, movilizar a 1a, mayorfa del proletarinds en sus ostratos decisivos bajo la direecién do loz partidos comunistas en la lucha por ol poder estatal y arras- trar en ung lucka unitaria contra fos propivtarios ruvales y Ios capitalistas a os trahajadores del campo que sufren la erisis agraria, centonees estas luchas en el actual perfode de declinacién del capi- talismo condueirén a Inches por el poder caronadas por ef éxito,” 2° bids, 1, pp, 592-604, 817} de los ocho disidentes, siete eran rwiombros’ de’ 18 delegacién italiana, el otro um miembre’ de ts dele- gacidn francesa relacionado estrechamente con emigrados Stalionos en Francia que hablan pasado a formay. parte del partido frances, EL contraproyects. de Berdiga ‘no pareve haber sido publicado, 2 'Kommuristicheshi sotermations! o dakzmerteck, 180%, p.. 989, & Brotokoll= finfter Kongrest der Komicristischen Internationale (4), Mh pr, 10007. "Va Feeelucign €© encuentra en Kommunisticheskt internacional wy dokuriemtach, 1988, pp. 41528, 14 o— a Algunas de las mismas cuestionce estaban presentes on Ia larga resolucion del Congreso sobre los “Problemas de tictica”, sexin ia cual el mundo habia entrado on una “etapa democrético-pacifista”’ dose Gran Bretafia y Francia “las ilusiones ¢demoeratieo-pac aso” habfan penetrado “imeluso en Alemania”. Definiendo el periodo como “ina époea entre dos revoluciones 9 entre dos oleadas del vance revolucionario”, la resolueién adelantaba ta consideracign de ue era probable que tal poriodo fuese particularmente fértil en des Viagiones. Asegurando su propésito de mantener el equilibrio entre Jos dos extremos, denuncisba “lag desviasiones de ultraizquierda” que faabfan encontrado su expresion tanto en la politica sindical como ‘ea una general negaclén ade principio> de Ia téetiea de maniobra”.%* Pero esto constitufa solamente el proludio do la seria empresa de exponer Jas desviaciones de la derecha. Bl frente Gnieo, doeluraba Ja resolueién, podia o no impllear acuerdos negociados con Jos jefes do otros partidos; pero no podia limitarse a tales acuerdos, FE] “Sromte Ainico de las tases” constituia parte esencial de aguél. B] “gobierno do obreros y campesinos”, lejos de implicar una coaliclén, era. sim plemente “una tmduceiin’ al Ienguaje de la revolucién, al lenguaje de las iasas trabajadoras, de In eonsigna de I edietatura del pro- Jetariadoo”, Lo cual implicaba logicamente una alusién al “carécter burgués y antiobrero” del “Uamado «gobierno laborlstay de Mac Dogala"’* Cuandy esta resohicitin Megs af Congreso en sv sesién Final, Bordiga adopté una nuova Tinea. Aunque sipuiern estando on ddesacuerdo con parte de su lengrunje, esta resoluciin se habfa alnjado fanio de In posieién det IF Congreso ¥ neereads tanto a sus opinio- ‘ves, que estaba dispuesto a votarla, No hizo ninguna objecién & los ataques diriyidos contra In ultraizquierda, puesto que éstos eran claramonte irreievantes respecto a Ias opiniones expresadas por Ia dolegacion italiana, La resolucién se aprobé, por lo tanto, por unanimidad,®® Suesivas ambigiedades concernientes a Ta estrat ¥ la técticn estadan fatentes on estas resoluciones dei V Congreso. La actitud de 1a Comintern hacia la tection del frente nico seguia % Para la cuestin sindieal véase pp. 526-81; el rechazo de la “maniobra” era una referencia a los intolectualés de izquierda det partido alemin (véase B, H, Carr, 11 sociatinmo in un solo prese, Torino, Winaudi, 1969, wp. 103-4). 2 Kommuniaticheski international » dokumentack, 1988, pp. 397~ 415. alli | 38 Protokoll: fiinfter Kongress der Kommunistischen Internationale (e.}, , pp, tOLeT2, at Huctuando entre los dos extremos; y estas fluctuaciones reflejaban las variables actitudes de las relaciones soviéticas eon el resto del ‘mundo, Reconocer a divisiin entre los “dos campos” —el soviético y ¢l eapitalista— como Gniea contradiccién efectiva en la eseena internacional, signifieaba rechazar el frente nico, considerado poco més que im expediento propagandistico accidental. Reeonocer 1a exis teneia de waa fractura en el mundo eapitalista como una contradic- eign esencial del capitalismo, y tratar de aprovechar tal fractura cen interés de in seguridad y del poder soviético, signifieaba conside- rar el frente tinico como elemento esencial de la politica exterior. Ninguno de los puntos de vista habria podido ser mantenido ineon- Gicionalmente con exclusién del otro. Las mismas smbigtiedades aparecfan en las resoluciones especia~ les dedieadas a “el gobierno laborista de Inglaterra” y al “faseismo". La dificultad en cuamte a la posieién a adoptar hacia el Partido Laborista briténico se remontaba a Lenin, quien hablé con mordar despreeio de sus dirlgentes, y especialmente de Mac Donald, pero impuso al craa que tratara de formar parte de aquél, En él periodo en que se reunié el V Congreso, en junio de 1924, el gobierno Iabo- rista habla revelado sufieiontemente su propensién al compromiso y ‘su tibieza hacia los acuerdos anglo-soviétieos, como para haber per~ ido todo Jo que le hubiese quedade de 1a popularidad de que gozaba iniciglnente en Mose, Zindviev afirm6 desenfadadamente que los comumistas eran “la finica fuerza de la escena mandial a la que el gobierno laboriste> no habia echado tierra en los ojos”, y records In metéfora de Lenin del sostén dado por Ia cuerda a quien est& por ser ahoreado#* Bajo la presién de estas considersciones, la re- solueién adapts una linea fuertemente orientada a la icquierde y revoluefonaria: “La tarea de la Internacional Comunista y de st seccién, el Partido Comunista de Inglaterra, es arrancar el movimiento obrero de las manos de sus jefes reaccionarios, destruir la ilusiin, todavia existen- te entre las masas, de que la liberacién puede ser cbtenida a través do un lento proceso de reformas parlamentarias, y explicar a los trabajadores que es s6lo a través de una lucha de clases sin com- promisos y el socavamfento del poder de Ia burguesfa que pueden Uberarse del peso de la expropiacién eapitalista.” Por otra parte era evidente que la hostilidad hacia ci Partido Lahorista inglés era menos clara e Incondicional en la delegacién briténica que en las otras delegaciones, ¥ no hubo nadie que tomaso © Tbid., 1, pp. 462-63. 16 en consideracién el abandono o 1a modifieacién de 1a polities consi tente en tratar de obtener Ja afiliucion al Partido Laborista: la directiva de sostener Jos movimientos 49 minoria en el ala izquierda implicaba la intencién de permanecer dentro del Partide Laborista ¥ de lo sindicatos.°* Para ol cPce 1a politica del frente Gnico seguia siendo de capital Imporiancie. En esta cuestign, como en tantas otras, el V Congreso acentué de un mode més clara el sentido revoluciona~ rio de sa propio lenguaje sin alterar la politica usual. La euestién del fascismo presentaba una mayor complojidad, “La marcha sobre Roma de Mussolini habja ecurrido poeas semanas antes del IV Congreso de la Comintern de noviembre de 1922, En osta ocasién Bordiga habia sostenido que el fascismo “no habia aportado nada nuevo a la politica burguesa” y en su diagnéstico lo precontaba como “la enearnacién de la Jucha contrarrevottcionarla eombinada, de todos Jor elementos burgueses”.#° Pero este argumento 20 se habia discutido serinmente; y fuera de una meneién en Ia resolucién ge~ neral sobre a téctica, acerca de la necesidad de “inétodos ilegales de organizacién” en Io lucha contra “el fascismo internacional”, y cou exeepein de una referencia en passant » la “victorin de la reaceién fascista” on la resolucién sobre el Partido Couyanista Taliano,#® el IV Congreso no se pronuncié sobre el fascismo, Esia tarea qued6 para le esi6n del cure de junio de 1928, ¥ se volvis cada vex més dolieada a causa de la proclamacién por pasta de RGdek de. + Kommuntsticheshé internacional dokumenteck, 1988, pp. 445-48. 28 Protokoll des vierton Kongresses der Kommunistisehen, Intorna- tionale, 1928, p. 841. La misma Tinea s€ habia segaido, antes de la toma del poder, en las tesis adoptadas por el ror bajo la direcciin ae Bordiga en el Congreso de Roma de marso de 1922 (véase p. 148) éstas dofinfan al fascismo como “un estadio natural y_ previsibie em al curso del desarrollo del ordenamicuto capitalists, una expr sion especifica de las funciones y de las tareas del estado democri- fico” (citado on Prideat'ol sizni i bor’by” Ital? jansoj Komumunistisches- koi parti, trad. rusa del italiano, 1953, p. 143). 4 Kommunisticheski internacional v dokmertach, 1988, pp. 207, 58; para In wltima resolucion véease Carr, La revolicién belchevigue eit, p. 466, Zin6viev, hablando en el II Congreso del KM en dic bre’ do 1992, sobre Tas noticias relativas al asesinato de Naratowicz, cl presidente polaco, atribuy6 el asesinato de Kathenau y de Nan towies a “bandas fascistas", y continué: “‘Liegaré el momento on que tendremos que hacer entrar en accién a los nuestros y, si es noce- sario, combatir contra las bandas fescisias con las Pistola en la mano” (Bericht vom 8, Kongress der Kommuniatiachon Jugendintor- nationale, 1988, p. 298). Pero tales expresiones se ofan Taramente en boca de jefes sovieticos. it a “linea Schlageter”. La resolucién finalmente adoptada deseribia al fascismo como “exprosién de la desintegracién de 1a economia capitalista y del colapso del estado burgués”. Esto representaba el resultado do le pSrdida de te te en el sovjaliemo y en el profetariado de parte de los sectores, antes simpatizentes, de In pequefia_y me- diana barguesta y de los intelestuales, pérdida debida a la debilidad y a Ia traicién de los jefes soclaldemécratas, Hn estas circunstancias, “1g burguesfa tomé al fascismo a su servicio”, y sustituyé “ed apa- rato coercitive del estado burgués Tamado con los Srganos abiertamente ‘erroristas del fasciomo, Al referirse a la ‘jnea Sehlageter”, Ia resolueién replicaba que “Ios elementos revo- lucionarios confundidos —e inconscientes— que se encontraban on las filas fascistas debian scr ateafdos a la lucha de clases proletaria”. Ademés, si bien se declarabs que el faseismo tenia eardeter inter nacional, se trataba principalmente como un fenémeno italiano. En el XII Congreto dol partido ruso, de mayo de 1924, Bujarin tzaz6 un paralelo entree) fascismo y al giro a le inquiende que se eslaba produciendo en el mundy capitalists ““B] faseisma es In coalici6n de la burguesia con Ios socialistas, esto es, Ia tdetica de bloques de la izquierda y la téctica del fa io, tienen... un timieo e idéntien significato, puesto que el fascl no et violencia pura y simple sin nada més, como piensa cierta gente, sino wn método que on cierta medida ofrece una alianza, y se apo- dora de una determinada parte de las masas populares,” Como los bloques de izquierda, el fascismo estaba inspirado por ta “necesidad objetiva de In burguesia de conducir a una cierta parte de las masas tras la mela del veactivamiento del eapitalismo”.* En el V Congreso de la Comintern, Bordiga inicié una ver més 1a Giscusion sobre el fascismo, repitiendo en sus lineas fundamentates 1 diagnéstico por él ofrecide en eo] IV Congres. No habia habido ninguna revolueién en Ttalia, declaré, sino sélo “wn cambio del per sonal gubernamental de la clase burgucea”, que no habfa implicado ningin cambio de programa; ol fascismo Gra la continuacién de la demecrseia burguesa, y no representaba nada sustancialmente nuevo. Subrayé muevamente con onergia el paralelo entre faseismo ¥ s0- cialdemoeracia: “il fascismo repite fundamontalmente el viejo juego de los par- 41 Véase Carr, Jatorregno city yp, 292-74 4: Kommioisticheski internacional v dolrimentach, 1988, mp. 87% 88. : $: Prinadeatyj steed Rossiskot Kommunisticheskoi parti (bolshevi- ov), 1924, p, 326. 18 tidos burgueses de izquierda, es decir apela al proletarindo en nom- bre de la par civil. ‘Trata de aleangar ese objetivo formando sindi= catos de trabajadores de Ja industria y de [a agrieultura, que luego conduce a colaborar précticamento eon Ia orginizacién de los em- pleadores.” En este contexto Bordiga confirms su oposicién a toda tactiea de frente nico, Wl partido italiano habria debido dedivacse a le Hiquitiacién de todas las otras oposiciones autifascistas y a la “ac cién abierta y directa por parte del movimiento eomunigta”.* El otro orador fue un delegado alemén presentady cou el nombre de Freimuth, quien condond la Iinea Schlageter y la incapacidad de actuar demostrada en octubre de 1928, y express la opinién de que en el pasado el ep habfa accptado aparecer “ins bien eoao el ala extrema de la resistencia socisldeméerata ul fascisme que como una fuerza activa y dirigente”. Al fascisuio se lo podia enfreutar sola menta con la fuerza —“con los méindas y Jas tenicas de bataila del comunismo revolucionario”—; esto formaba parte de la nueva tactiea de izquierda adoptaia por el KPD en el Congreso de Francfort. El frente ‘nico podia venir solamente “de la base”. A] faseismo se lo dobia combatir combationdo a los reformistas; “la socialdemoeracia. ¥ 4 fascistwo ropresentan dos métodos distintos para aleanzar el mismo objetivo”4* Las dnicas novedades de la rescluciéa (mucho més breve que Ia del cme de wn afio antes) eran Ia taslacién det acento do Talia a Alemania, donde ol fascismo habia sido “obligada a apo yar ya defender el dominio de Ja gran hunguesta”, y ta afirmaciin de que “Sascismo y socialdemocracia representan los dos filos de la misma arma, esto os, de 1a dictadura del eapital on gran eseala’’40 La ccuaciin asi establecida entre socialdemocracia y fascitmo, que fg Roetoknts Pinfter Kengrese der Kommunitichen Internatio nale (s, d.), th pp. 713-51; para los pasajes citados yéase pp. 119-20, ‘ab-40; ta Yorsdn rusn del primero be estos pasdjen, Piatt Voorn Kongress Kommuniaticheskogo Intrrnacionala, 1925, % pp. 687-58, tiene muchas, variantes respecto a Ia_slemana, “8 Protokolls fiixfter Korgrase der Kommunistischen Intornationote GG G)e ah po. TE56T; Te identidad de Hreimuth no se ba esteble- 4 Kommunistichoski internacional » dokumentach, 1988, pp, 446- 49; 1a yesolucién sobre la taetiea unin también fascisino y socialie~ moeracin como formas slternativas con gue Ix burguesta “Ge esfuerza por enmasearar el eardcter capitalista de su dominio y dale earac- Keristicas mas o menos mientras insist sobre el principio marxista de que «1 ealtivo en gran eseala era més progresista que el cultivo en peque- fia scala, observaba que “el peso social de los campesinos” no podia, ser ignorado, ¥ que era argente que so liberase 9 In agriealtura det “yugo de la industria” que le habia impuesto el capitalismo; y Thzl- heimer, replieando en el mismo debate a Bujarin, afirmaba que Ia exigencia de la divisin de la tierra entre los campesinos ne signifi- cabs que la Comintern hubiese caide en Is pasada herejia de lor revi. sionistas alemanes y demostrase preferencia por el cultiyo en peque- fia eseala.# Sélo se dadicé una sesién al debate sobre Ia cuection agravia, que fae ablerto por Kolarov, quien més bien superficialmen~ te roz6 la relacién existente entre el frente imico y log partidos agra- rios, La téetion del frente tinico de las bases podia aplicarso a todos estos partidos. Pero sélo unos pocos —mencioné como ejemplos la Unidn Bélgara de los Campesinos y, eon algunas reservas, ef Partide % La toma da posieién mag autorizada fue una reeolucién. del HI Congreso de 1920, Kommunisticheslet internacional v dokumentack, 41933, pp. 13239. [Véase en esp. on Lou cuatro primeros congress de Ta Internacional Comunésta, Cuadernos de Pasado y Presente, n° 43, Cordoba, 1978, pp. 161-72.) 8 Protokoll: 'fiiniter Kongreas der Kommunistischow Internationa- male (8. da), mp. 794, % Protekell: finfter Kongress der Kommunistivchen Intormetiona- nale (3. 2), 1, 9, 468; también Varga senalé esta general despreoea- paclon (ibéd,,"n, p. 793). * Para esta diseusién véase pp, 981-53. & Protokoll: fiinjter Kongreas der Kommunistischen Internatio nate (8. d.), 11, pp. 628-80, 579-80, 22 a a Eee eee Republican Croata de los Campesinos y el Partido Americano de los Agricntiores— eran suficientemente revolucioneries para la apli- eacién del fronte tinico total, es decir, aquel que incluia el acuerdo een sus jefes.s Ninguno do los jefes de delegacién particips debate ¥ no se propuso ni adopté ninguna resoluctin sobre in politicn agraria, Una resolueién de préetica, que saludaba la fundaciéu de Ix Internacional Campesina (Krestintern) exhortaba s los partidos comunistas a mantener contactos permanentes con las orgavizacioues afiliadas a ella en los paises respectivos, y @ “apoyar todos las mo- vimientos de campesinos dirigides 2 mejorar mm situacién 0 a condu- cir a una lucha general contra las clases dominantes”, y adslenteha a hipstenie de que sta podria requerir “la constitueién de un bloaque entre obreros ¥ campesinos por un periodo més o menos prolongado”.’ La “cuostion nacional y colonial” anduvo un poeo mejor. Dos pi trafos de Ia resolucién general del informe del cmc se roferian a la Importaneia dol derecho a la autodsterminaelén y al apoyo al mo- vimiento de liberacién de los pueblos eoloriales y de todos los pueblos orientales”,S* y Monuilski, en ona etapa ufterior del congreso, hizo tan informe particular sobre la cuestién.t® Hahilmente distinguié entre cuatro tipos de problemas. El primero nacin en los paises coloniales ¥ semicoloniales (como China e Indonesia), donde el deber de los ‘partidos comunistas era apoysx a los pertidos de la borguesta nacto- nal en rebeldia contra el imperialisma europeo: los partidos briténic y francés se habian mostrado remisos ep sostener tales movimfentos ie rebelién, El segundo apzreeia en Tarquin y Egipto, donde ciertos comunistag babian puesto un énfasis infustificable en el apoyo a los gobicrnos de Ia burguesia nacional. El tercer tipo de problemas hab’ surgido en Alemania y en los Baleanes, y se referia a la vieja cues- de quién debfa ser el detentador del derecho de autodetermin’ nt Aqui se habfan cometido dos errores opuestos. Bn Aleman ‘Thatheimer faba identificado la causa del communism con In del nacionalicmo burgués lenin en la Incha contra el tratado de Ver~ salles.!? En otros paises, algunos comusietaa no hablan Tegado a reeonocer del todo 1a valider de los resentimientos de las minorias na- mat & Ibid, yp. 186-88. : % Theten end tesolalionen des V. Weltkongressea der Kommunis- fischen Internationate, 1924, pp. 134-36. “ Konmsnistichecki internacional “v dokumentach, 1988, p. 290. Finiter “Kongrose dor Komnneniatischen Internatio: nale (s. d.), 0, pp. 620-87, St Véase Carr, La revolucién bolchevique, t, 1, pp. 286-89. © Cann, Intervegno, pp. 201-64. 23 cionsles burguesas (como por ejemplo los eslovacos, los eroatas, los eslovenos), #) caarto tipo de problenas surgia del irredentismo na- cional, que aspiraba a la reunificacién con los compatriotas de otros estados (los alemanes de Polonia 0 Checoslovaquia, los magiares de Rumania, ete.): algunos comunistas de los paisey intoresados so ka- ian mostrado hostiles al reconoeimiento de Ja valides de teles veivin- Gicaciones. Hn el caétieg debate que siguié, delegados de varios paises trataron de defenderse de los reproches de Manuilski, Entre los que con mayor energia partieiparon en el debate estaban Roy, que repi- is obstinadamente los argumentos adelaniados en el IL Gongrése de 1920, y Nguyen Ai Quoe (seudénime de Ho Chi Minh), el delegado de Indochina; y iavieron lager eanbios de apiniones més moderados sobre problemas del nacionalisino en Turquia y gipto."* Dos dolega- dos norteamericanos hablaron extensamente subre Ia cuestién negra.s* No obstante, prevalecié Ja impresién de que en lo que respects a Ja cuestién nacional los jefes de 1a Comintern astaban interesados pre~ ferentemente, por ahora, on utilizarla como medio para imponer wi didas disciplinarias a grupos recaleitrantes de los partidos enropecs. En los Congress Lif ¥ 1V, ol interés por fos movimientos extra enro- peor se habia mostrado todavia superficial. Esta improsién se confirmé cnando Mauuilski ee refivié en la titi- ma sesién del Congreso al trabajo de Js eomisién constitulda pare tratar la cuestiOn#® La comisiin estaba dividida en cinco secciones cuestién colonial, Extremo Oriente, Meio Oriente, Belcancs y Europa central, y cuestién negra, Poro las resoluciones que debian haber preparedo no estaban prontas, y Manuilski propuso remitirlas al csc para su eventual aprobacién en nombre del Congreso.%> El resto del discurso estuvo dedicado a contestar criticas particulerizadas. No se dijo nada mas de las resoluciones de lax distintas seceiones, con exenpeién de una rescluclin gobre Kuropa cantral y los Baleanes, que ® Para estas disensiones véate pp, 583-85 (Roy y Neuyen Ai Quoed, pp, GOS (Turquia}, ¥ pp. 614-15 (Helps) & Frowkoll: finftor Kotgross” dor Komarunistiscken Internatio. nale (8 d.), 1 pp. 668-69, 704-8. © Protekell: funftor Kangresa’ der Kommumistischen Internatio nate (3. d.), i, np. 998-1004. * Segin ia versiin francesa de lon trabajos V¢ Congres de U'Tnter- national Commauniste, 1984, p. 827, Manuilski presents un proyecto de resolueién. sobre Europa eentral, y propuso pasar, las euestiones en stspenso al Cue ampliada, Proguse ademés constituir waa cons sign para enfrentar las “enestiones contrevertidas", que debia.pre- sumiblemente referirse al erie; puede ser, sin embargo, que a> trate de una confusion eon la comisiin constitnida por e) cate (véase en la presente edieiin mp. 408). 24 i cnate (8. a. fue publicada por el Presidiny del ome algnnes semanas més tarde como resolucién del Congreso. Se referia a la creacién, por obra de Jos tratados de Versalles y de Saint-Germain, de “nuevos pequefios ‘estades imporislistas Polonia, Checcslovaquia, Yugeslavie, Roma- nia, Grecia”—; y preseribia “en el presente periodo prerrevolneiona- rio” @ los partidos comunistas de Europa central y de los Baleanes 1a consigna: “separacién nacional de los pueblos oprimiides de Polonia, Rumania, Checosloraguia, Yugoslavia, Grecia”. Solicitaha a los par- tidos comumistas, especialmente de Polonia, Rumania y Hungria, lle var adelante “una kucha firme y enérgiea contra el antisemitism Y¥ dedicaba wna sceciéa a la “euestiin ucraniana” en Cheenslovaguia (Rutenia. subcarpética), Polonia (Galitzia oriental) y Rumania (Be- sarabla y Bueovina), Hl objetivo era “In reunién en una replica soviétiea de lox obrers y campesinos de los territories ueranlanas hors divididos entre Polonis, Checaslovaquia-y Rumania"; y so dio- ron instrucciones a Jos partides de “apoyar Ia consolidacién de los ‘partidos comuistas ¥ de las organitaciones de estas rexiones”.®* Los otros aspectos do In cuestion nacional cleyados al Congreso se eva- enaron con las decisiones del cetc de formar una comisiin permanente compuesta por miombros de los partidos inglés, belga y francés y por ‘an representante del Chic para seguir Ix cusstién negra y para “or ganizar Ia propagand® entre los negros”, y una comision permanente bajo la presidencia de un miembro del partido amoricano para vigi Tar Ia cuestién nacional y el movimiento revolucionario en Oriente. Ms alld de las ambigiledades de Ja “era demoonitien-pacifista” y de In thctica del frento tinico, mAs all de las complejidades de Ins des visciones de derecha y de izquierda, estaba Ia importantisima cuestin Gel informe de los partidos eonstituyentes de la Comintern sobre su érgano central, y de los otros partidos sobre el partido raso que cons- titufa ol miicleo central de la instituctén, Formalmente, el partido ruso exa sélo uno entro los partidos micmbros; sus recientes disonsiones no podian interesar a la Comintern menos que las que s¢ encontraban ‘en los otros partidos. La teoria de que e| Congreso Mundial de la Internacional Comunista representaba la mas alta corte de apelncio- nes en todas Ias euestiones relativas a Ios partidos gue la constituian continuaba siendo propngnada; pero su aplicacién al partido ruso tenia en este periodo un sontido de irrealidad. Nadie suponla que Thesen snd Resolationen dey ¥. Weithongressee dor Kemmis. fischer. Internationale, 1924, pp, 429-81. Para las secetones de le zesolucién. rolativas a’ enda ‘partide en particular yéase pp. 187-03, 187, 203, 213. oh Provokoll: fiinfter Kongrese der Keswmunistischen Internatio. +1 pp. 1080.81, 25 cualquier cosa que el Congreso pudiese hacer 0 decir podria influen- ciar el desenlace de la escixidn entre los dirigentes rusos. Pero el grupo mayoritario estaba ansioso de obtener el aval formal de los partidos comtnistas del mundo por su acciin contra ‘Trotski; y el trrado de agilidad mostrado por los jefes de los otros partidos en acor~ dar este aval se considerd en le organizacién central de Ix Comintern como [a prueba reveladora de su lealtad. Quando Tvotski aparecié en a tribuna en Ta sesién de apertura del Congreso, fue saludado por tun fragoroso aplauso, y foe clecto, juno con Zinéview, Bajarin y Stalin, para formar parte del Presidium del Congveso."* Pero, inicia- 4os tos trabajos, prevalecié la disciplina, Cada jefe de partide impor- tante se unié a si turno al coro de las denuneias, e hizo todo lo que prdo pare deciarar a Ia oposieién existente en su partido culpable ce trotskismo; y ninguno de los que hablaron en nombre de las diver- sas oposiciones de partido —ni siquiera Rédek— oss defender a Trots- Ki, Después de hacer un informe al Congreso sobre Ia situacién eeond- mica de Ia Unién Sovicticn, Rikov terminé con ona declaracién breve ¥ Télativamente no provocativa sckre a “diseusién dol parti istié sobre Ia unanimided con que se habia condenado la oposictén en el XIIT Congreso del partido. Todo peligro de que el veredicty fuese controvertido en el eongreso de la Comintern fue alejado por 1 rechazo opaesto por Trotski a una invitacién a éxponer su’ eaco en el Congreso." Ta tinica partiefpacion que tuvo en los trabajos fue 1a elaboracién del manifiesto, ajeno a las controversias, publieade por el congréso sobre cl décimo aniversario de la guerra, Fue som brada una comisién pare discutir los asuntos del partido ruso,"? pero, supuesto quo se haya reunido, no s° hizo nuuea mencién de su activi- dad, Kn la sesin plenaria se adopté sin discusién una resolucién que haciendo el elogio de les sucesos det partido ras, sefialaba que ésto habla ya condenado la oposicién en sus propias filas como un producto de la “influencia pequefioburguesa”; que los representantes de le oposicién hab(an recharado Ya invitacién a exponer su caso en 1 Congreso de Ia Comintern; y que a oposiciéa ruse habfa recibide ayuda de los exponentes de ‘una desviacién {oportunista) de derecha” 40 vires paises, BE] Congreso avalé formalmente las resoluciones de a conferencia y el congreso del partido ruso, y coudené la plata- &= Protakoll: fifter Kougress der Kommunistischen Internatio. nate (s. a), 1, p. 2 20 Ibid, ty, Bp. 5EL-69. 1 Véase Carr, Socialismo, 1, p. 512. 1a Protokoll: fimfter Kotigtess der Komnunistischen Internation nale (s, d.), 1 p, 1061. 26 | } 5 { | | { | forma de lv oposieién.’® No se nombraba a Tyotski en la resolueién. Entonees, cuando tuvieron Tugar las elecelones del cmc al fin del -congreso, de acuerdo con el nuevo trémite instaurado por el 1V Con ‘pres0,!4 "Trotski y Radek fueron exeluidos de a lista, Bra ésta la primera sancién formal o Ja que estuvo sajeto Trotski, que eoutinua- tin siendo miombro del Comité Central del partido ruso y de su Polit- urd; Radek habla ya perdido su puesto on el Comité Central del partido dos meses antes, en ol XIN Congreso. Stalin, que antes del V Congreso no habia tenido parte alguna on los asuntos de la Comin- teen, fue electo para el omIC. No habia hablado en Ia sesién plena- rin del Congreso, contenténdose con dejar a Zinsviey Jas candilejes Pero habia estado activo ei las comisiones,"* y habia cireulado Hbre- mente entre los delegades, haciendo buena impresion por no haber intervenido en la oratoria y por su ateneién, paciente, informal, por toda cosa que se estaviese desarrollando.* Manuilski se presen’é da- ramente al Congreso coma un hombre de Stalin, refiriéndoso a ta “inca Lenin-Stalit”” en Ta cuestién nacional —una innovacién sorpren~ dente on of verano de 1924.19 Ta controversia con Trotski se express también en una nueva com: signa que pasé a formar parte en el V Congreso de] arsenal de Ta Comintern: la demanda de la bolchevizacién de los partides eomunis- tas. Al condenar a Troteki, los jefes ruses habinn proclamado que no era un verdadero bolehevique y habian insistido en ol holehevismo

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