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Geng realmente el cerebro.
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Un ingeniero tiene puesto un casco con sensores en el Centro ‘Martinos de Imagenologia Biomédica (p.0p).
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captan las seftales que se producen cuando el campo magnético del escaner estimula moléculas de agua en
aan ROR ee alae Bre coresEL COLOR DE LOS PENSAMIENTOS
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tro veces. Imgenes com
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specific
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eae eters‘an Wedeen se acaricia la bar-
ba al tiempo que se inclina
hacia el monitor de su com-
putadora para revisar una
cascada de archivos, Estamos
sentados en una biblioteca,
rodeados de cajas manchadas
llenas de cartas vejas, articu-
los de revistas cientificas y un viejo proyector de
diapositivas que nadie se ha tomado la molestia
de tirara la basura. “Me tomaré un momento lo-
calizar su cerebro’, dice.
En un disco duro, Wedeen ha almacenado
cientos de cerebros: imagenes en 3D exquisi
tamente detalladas de monos, ratas y seres hu-
‘manos, yo incluido. Wedeen se ofrecié allevarme
ahacer un recorrido por mi propia cabeza,
“Tocaremos todos los lugares turisticos’ pro:
metié sonriendo,
Este es mi segundo viaje al Centro Martinos de
Imagenologia Biomédica, en Boston, La primera
vez, hace unas cuantas semanas, me ofreci como
congiillo de Indias neurocientifico para Wedeen
y-sus colegas. En una sala de exploracién me acos-
‘8 sobre una plancha, con la parte de atrés de la
cabeza apoyada sobre una caja de plistico abier-
ta, Un radidlogo bajé un casco de plistico blan.
o sobre mi cara. Lo miraba por dos agujeros para
los ojos mientras ajustaba firmemente el casco, de
‘modo que las 96 antenas miniatura que contenia,
6 Magus antea
estuvieran suficientemente cerca de mi cerebro
para que captaran las ondas de radio que yo estaba
4 punto de emitir, Mientras la plancha se desliza
ba dentro de la abertura cilindrica del escéner
ensé en El hombre de la mascara de hierro.
Los imanes, que ahora me rodeaban, empeza
ron emitir sonidos y pitidos, Durante una hora
estuve acostade, inm6vil, con los ojos cerrados y
tratando de mantenerme en calma, No fue faci
El aparato tenia espacio apenas suficiente para
que cupiera una persona de mi constitucién
Para contrarrestar el pénico, respiraba suave.
mente y me transportaba a lugares de mi
ria; recordé cémo habia caminado a la escuela
on mi hija en medio de montones de nieve
Mientras yacia ahi, reflexioné en el hecho de
ue todos esos pensamientos y emociones eran
«reacidn del pedazo de tejido de 1.4 kilogramos
que estaba bajo escrutinio; mi miedo, transpor-
tado por impulsos eléctricos que convergen en
un trozo de tejido en forma de almendra de mi
cerebro, llamado amigdala, y la respuesta para
calmarlo se organizaban y activaban en regiones
de mi corteza frontal, El recuerdo dela caminata
con mi hija fue coordinado por un pliegue de
euronas con forma de caballito de mar llamado
hipocampo, que reactivé una vasta red de enla-
ces por todo mi cerebro la cual se habia dispa-
ado por primera ver cuando trepé por los bancos
de nieve y formé esos recuerdos.
Me estaba sometiendo a este procedimiento
‘como parte de mi reportaje sobre tna de las gran-
des revoluciones cientificas de nuestro tiempo:
‘os impresionantes avances en la comprensién del
funcionamiento del cerebro humano. Algunos
neurocientificos se enfocan en la estructura fina
de las células nerviosasindividuales o neuronas
Otros grafican la bioquimica del cerebro, estu-
diando cémo nuestros miles de millones de
neuronas producen y emplean miles de tipos
distintos de proteinas. Otros mas, Wedeen entre
ellos, crean representaciones a detalle sin prece-
dentes de las conexiones cerebrales:la red de unos
160000 kilémetros de fibras nerviosas, lamadas
materia blanca, que conectan los diversos com-
pponentes dea mente, dando origen a todo lo que
Pensamos, entimos y percibimos.
ANATOMIA DE UN MISTERIO
ara principios del silo xix los cientifico
distinguir las regiones del cerebro visibles
ta ilustracin). Nuevas teenologias perm
puedan escudrinar su estructura ocala,
alta resolucion dela imagen de las dos pe
rioresrevelafibras de materia blanca ora
tuna estructura reticular misteriosa (p. of
neas longitudinale y latitudinales deINDAGAR EN NEURONAS INDIVIDUALES PODRIA RESPONDER
PREGUNTAS BASICAS ACERCA DEL CEREBRO.
Mientras observan el cerebro en accién, los
neurocientificos también pueden ver sus fallas.
Estén empezando a identificar las diferencias en-
tre la estructura de cerebros normales y la de
cerebros de personas con trastornos como esqui:
zoftenia, autismo y la enfermedad de Alzheimer.
Mientras trazan el mapa del cerebro con mayor
detalle, pueden aprender cémo diagnosticar tras-
tornos por su efecto en la anatomia, y quiz4 en-
tender cémo surgen.
En mi viaje de vuelta a este laboratorio, Wedeen
finalmente localiza la imagen de mi sesién en el
escéner. Mi cerebro aparece en su pantalla. Su
técnica, llamada imagenologia de espectro de
difusion, traduce las senales de radio producidas
por la materia blanca en un atlas de alta resolu-
cin de esa internet neurologica. Su escaner ma-
pea haces de fibras nerviosas que forman cientos
de miles de vias que transportan informacion de
una parte de mi cerebro a otra. Wedeen resalta
cada una de las trayectorias formando un arcoi-
ris de color, asi que mi cerebro aparece como
un pelaje colorido explosivo, como un gato per-
sa psicodélico.
‘Wedeen se centra en vias cerebrales particulares,
mostrindome algunos de los circuitos importantes
para el lenguaje y otros tipos de pensamiento, Lue-
g0 elimina la mayoria de las vias de mi cerebro, de
modo que puedo ver mas ficilmente cémo estn
organizadas. Conforme amplia la imagen, algo
sorprendente toma forma frente a mi, A pesar de
laabrumadora complejidad de los circuitos, todos
se intersecan en sngulos rectos, como las lineas
de una hoja de papel milimetrado.
“Todas son retfculas’, apunta Wedeen.
Cuando descubrié por primera vez la estruc-
tura reticular del cerebro en 2012, algunos cien:
tificos estaban escépticos y se preguntaban si
habia descubierto solo parte de una anatomia
‘mucho mas complicada, Pero Wedeen est mas
convencido que nunca de que el patrdn es signi-
ficativo. Dondequiera que mira ~en cerebros de
humanos, monos y ratas~ encuentra la reticula.
Carl Zimmer escribid sobre revivir especies extintas
en abril de 2013. Elarticulo anterior de Robert Clark,
sobre el azticar, se publicé en agosto de 2013.
8 NATIONAL GEOGRAPHIC + FEBRERO DE 2014
Nota que los primeros sistemas nerviosos de gu-
sanos del Cambrico eran reticulas simples: solo
un par de cuerdas nerviosas que iban de la cabeza
ala cola, con enlaces semejantes a escalones entre
ellos. En nuestro propio linaje, los nervios de la
cabeza aumentan a miles de millones, pero toda-
via conservan la estructura tipo reticula, Es po-
sible que nuestros pensamientos corran como
tranvias alo largo de estas vias de materia blanca
conforme las sefiales viajan de una regién a otra
del cerebro.
“Hay cero posibilidades de que no haya prin-
cipios detrés de esto ~dice Wedeen, hurgando de
‘manera intencional en la imagen de mi cerebro
Solo que atin no estamos en posicién de ver la
simplicidad”,
108 CIENTIFICOS ESTAN APRENDIENDO tanto hoy
dia acerca del cerebro que es fécil olvidar que du-
rante gran parte de la historia no teniamos idea
de cémo funcionaba o incluso de lo que era. En
el mundo antiguo, los médicos creian que el c
rebro estaba hecho de flema. Aristételes lo veia
como un refrigerador que enfriaba el corazén
ardiente, Desde su tiempo y a lo largo del Rena-
cimiento, los anatomistas declaraban que nues-
tros razonamientos, percepciones, emociones y
acciones eran todos el resultado de “espiritus
animales’: vapores misteriosos incognoscibles
que daban vueltas por cavidades de nuestra ¢
beza y viajaban por nuestros cuerpos.
La revolucién cientifica del siglo xvii empezd
a cambiar eso. El médico briténico Thomas Wi
liis reconocié que el tejido tipo natilla del cerebro
era donde existia nuestro mundo mental. Dis
cioné cerebros de ovejas, perros y pacientes fa-
lecidos, y produjo los primeros mapas exactos
de este érgano.
Tomaria otro siglo para que los investigadores
se dieran cuenta de que el cerebro es un érgano
eléctrico. En lugar de espiritus animales, picos de
voltaje viajan a través de él y por todo el sistema
nervioso de nuestro cuerpo. Todavia en el siglo
x1%, los cientificos sabian poco de los caminos
que seguian estos picos. El médico italiano Cami-
Ilo Golgi afirmé que el cerebro era una red per-
fectamente conectada. Basado en ka investigacién
wede Golgi, el cientifico espaitol Santiago Ramén y
Cajal probé nuevas maneras de colorear neuronas
individuales para trazar sus enmarafiadas ramifi-
caciones. Ramén y Cajal reconocié lo que Golgi
no pudo: cada neurona es una célula distinta. Una
neurona envia seftales por prolongaciones largas
conocidas como axones. Una brecha mintiscula
separa los extremos de los axones de los extre-
mos receptores de las neuronas llamados dendri-
tas. Los cientificos descubririan mas tarde que los
axones vierten un coctel de quimicos en la brecha
para disparar una seftal en la neurona vecina.
JEFF LICHTMAN, un neurocientifico, es el actual
profesor Ramén y Cajal de Artes y Ciencias en
Harvard, el cual esta llevando el proyecto de Ra-
mén y Cajal al siglo xx1. En lugar de hacer dibu-
jos a pluma de neuronas coloreadas a mano, él y
sus colegas estan creando imagenes tridimensio-
nales sumamente detalladas de neuronas, que
revelan cada bulto y cada tallo que se derivan de
ellas. Excavando en la fina estructura de células
nerviosas individuales, finalmente podrian obte-
ner respuestas para algunas de las preguntas mas
basicas acerca de la naturaleza del cerebro. Cada
neurona tiene un promedio de 10000 sinapsis.
jExiste cierto orden en sus conexiones con otras
neuronas 0 son aleatorias? ;Prefieren vincularse
con un tipo de neuronas sobre otros?
Para producir las imagenes, Lichtman y sus
colegas colocan pedazos de cerebro de ratén con-
servados en una rebanadora neuroanatémica de
carnes frias, que corta capas de tejido de menos
de un milésimo del grueso de una hebra de cabe-
Ilo humane. Los cientificos utilizan un micros-
copio electrénico para tomar una imagen de cada
seccién transversal, luego emplean una compu-
tadora para ordenarlas en una pila. Lentamente
toma forma una imagen tridimensional, una
imagen que los cientificos pueden explorar.
“Todo queda revelado’, afirma Lichtman.
El tinico problema es la enormidad gigan-
tesca de “todo”. Hasta ahora, el volumen mas
grande de un cerebro de ratén que Lichtman y
sus colegas han conseguido recrear es de aproxi-
madamente el tamafo de un grano de sal. Sus
datos por si solos suman un ciento de terabytes,
EL BRILLO DE LA MEMORIA.
Al formar un recuerdo, ‘el cerebro cambia fisica-
mente”, exlica Don Arnold, de la Universidad
del Sur de California, Puntos rojos y verdes en
los ramales que se extienden desde esta neurona
de rata muestran dénde contacta a otras neu-
ronas, Cuando la rata forma nuevos recuerdos,