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Capitulo VI Formas bilineales y cuadraticas Se supone que todos los espacios que aparecen en este capitulo son espacios sobre un cuerpo conmuta.ivo (pero no sobre un cuerpo. cualquiera), § 21. Formas bilineales 21.1, Transformacion de formas. Un polinomio F (&) en las varia- bles E,, .-., §, con coeficientes de un cuerpo conmutativo K se Hama forma de grado p-ésimo sobre K en ,, ..., En, St todos los términos de F son de un mismo grado p respecto al conjunto de las variables, Se llaman tineales las formas de primer grado, cua: drdticas las de segundo grado, cibicas las de tercer grado, etc. Los problemas principales de la teoria de las formas son et pro- blema de] estudio de las leyes de variacién de los coeficientes de las formas en las transformaciones lineales de las variables y el problema de ja busqueda de fos tipos elementales a Jos que pueden ser reducidas las formas mediante estas transformaciones. . A veces, en lugar de una forma se considera un par de formas en las mismas variables y se plantea el problema de determinar una transformacion de Jas variables en la que ambas formas tomen ‘a forma més sencilla posible. Este es el problema de un par de for- mas. Se pueden plantear problemas sobre ternas de formas, etc. Al final de este capitulo daremos la interpretaci6n geométrica del problema de transformacién de formas, mientras que primero consideraremos el problema desde el punto de vista algebraico y daremos su solucién para el caso de formas cuadraticas. Escrjbiremos Jas formulas que relacionan las variables E,, .--, Ey con las variables nuevas &, .-., &, en la forma By = Bityyt Satay t+ Entay (Fd, 2... m) a) de acuerdo con el punto 5.1. § 24. Formas bilineates 255 Supondremos siempre que /a matriz T=||1;,|| es invertible asi que las relaciones (1) permiten siempre expresar las variables nue- vas en términos de las antiguas, La matriz T se Nama matriz de transformacién de las variables E, en tas variables &). En general, las formas dadas suelen transformarse paulatinamente: primero se introducen unas variables nuevas mediante Jas férmu- las (1), después mediante formulas andlogas se introducen en lugar de & unas variables §}, etc. Sea T=T, la matriz de la transfor- macién de las variables — en las variables &’, sea T, la matriz de la transformacién de §&’ en &", etc. Introduciendo en las férmulas (1) en jugar de & sus expresiones en términos de §), expresaremos jas variables &, finealmente en términos de §j. Los cAlculos directos muestran que la matriz de la transformacién de & en &” es T,T, (comparese con el p. 5.1). Aplicando este resultado varias veces, llegamos a la conclusién siguiente: si @ fa transformacién de las vartables § en las variables &’ le corresponde la matriz T,, si a la fransformacién de &’ en §” le corresponde la matriz T,, etc., enton- ces a la transformacién resultante de las variables en las variables ¥™ de corresponde ta matriz igual al producto T,T ,-, .-. T,T, de Jas matrices de las transformaciones intermedias. Supongamos, por ejemplo, que debemos reducir a la forma ele- mental la forma cuadratica Ps bi + §3—2E,E,— 26,55 + 108... Tenemos F=,—§,— 5)? 5 + 86s Introduciendo Jas variables nuevas B=6—-E—-& B=G y B=6, obtenemos Fsbo E4885) = La transformacién BisG, B= B—4bs oy b= 4s reduce la forma F a la forma elemental Fre EP eS Segiin la regta expuesta, la matriz de la transformacién de &’ en & es {oo 1 00 ! 00 -110 0 10)=]—-1 1 oO], —101 O44 —l-44 — Ea — 485)? 165. 256 Cap. VI. Formas bilineales y cuadrdticas Como segundo ejemplo consideremos el problema general de trans- formacién de un sistema arbitrario de m formas Jineales Fis Eicut Gitar b+ Btn iio: Bo ERIE Boma SE (2) Fn = Ext + Eelam + ++ Ent en n variables. La matriz A=|[q@;,|], que para ms4n resulta rec- tangular, se llama matriz de este sistema. Introduciendo en las formas dadas en lugar de las variables §, sus expresiones en térmi- nos de & definidas por (1), obtenemos un sistema de m formas Hineales en las variables nuevas §j. El cdlculo directo muestra que Ta matriz A, del sistema nuevo esté ligada a la matriz A del si- stema antiguo mediante la relacién A, STA, es decir, al pasar a las variables nuevas ta matriz de un sistema de formas lineales se multiptica a ta izquierda por la matriz de la trans- forimacion. Para reducir el sistema (2) a la forma elemental escojamos entre las formas f,, ..., fa, is +.-, &, las @ primeras linealmente inde- pendientes. Sean éstas las formas fi,, .-.+ Fier Bpegs «+4 Sige ES evidente que el niimero r es igual al rango dé la ‘matriz A. Pode- mos introducir en lugar de &,, ..., &, unas variables &} tomarido Bmh, Oy ---. B= Fee (Bs Beas brvae eee Ely y después de ello el sistema dado (2) tomard la forma elemental requerida Bis eee Bre Pravs wees Fins donde fr41, -.-, fim son unas formas lineales en £;, ..., Ey. En particular, si todas las formas iniciales eran linealmente Indepen- dientes, Ja transformacion de variables sefialada las reducird a la forma canénica fi =i, ..., a= Eh 21.2. Equivalencia de formas bilineales. Frecuentemente en lu- gar de tos polinomios en un sistema de variables &,, ..., ,, se con- sideran los polinomios en dos sistemas de variables, por ejemplo, > &, Y Me +--1 Nyy aSf como los polinomios en varios sistemas de variables. Un potinomio en varios sistemas de variables se ilama forma si es homogéneo respecto a cada uno de los sistemas de va- riables por separado, Son de un interés especial las formas lincales respecto a cada uno de los sistemas de variables. Estas formas se llaman_ bilineales, si hay dos sistemas de variables, trilineales, si hay tres sistemas, y polineales en el caso general. El nimero de variables de cada uno de los sistemas puede ser distinte. El probiema de transformacién de formas de varios siste- § 24. Formas bilineates 257 mas de variables puede plantearse en diferentes aspectos, ya que se puede someter a una transformaci6én lineal cada uno de los siste- mas de variables independientemente de las translormaciones de los restantes sistemas y se puede también realizar con cada uno de ly sistemas transformaciones que estén ligadas entre si de algin modo. Se llaman eguivalentes las formas que pueden ser reducidas una a otra mediante una selecci6n independiente de transformaciones lineales de Jas variables. En cambio, se dice que las formas son congruenies, si todos los sistemas de variables contienen un mismo ntimero de variables y las formas de estos sistemas pueden ser re- ducidas una a otra mediante transformaciones lineales—de una misma matriz—de cada uno de los sistemas. Esta claro que las formas con- gruentes son siempre equivalentes, La reciproca, por supueste, no tiene jugar en ei caso general. Es facil dar ejemplos de formas equivalentes que no son congruentes limitandose incluso al caso de formas bilineales. En este punto consideraremos el problema ele- mental de equivalencia de formas bilineales y en el punto siguiente examinaremos el problema sobre la cofigruericia de formas bilineales simétricas. Una forma bilineal en dos sistemas de variables £,, .-., & y Ty +++) My es de la forma Fa Dajtm, (i f=1, 2... 0). La matriz A=||%,;|| formada por los coeficientes de la forma se llama matriz de ta ferma y el rango de la matriz A se llama rango de la forma. Introduciendo las matrices de una fila X=(E ee Eo} © Y=[m, +.) Male podemos representar la forma F de modo siguiente FaXAY’. (3) Supongamos ahora que debemos pasar de las variables — y a unas variables nuevas &" y 1’ ligadas a las antiguas mediante las férmutas ac 7 Ey Deltas Yo Wy Dicey o empleando la notacién matricial X=X,T e Y=¥,S, (4 donde T=[I tj], S=[ouyl] ¥ X= (Ey sey Eo] © Ya= [nie ++) mal Introduciendo en (3) las expresiones (4) para X e Y, obtenemos F=X,TAS'Y,=X,AYi, donde A, es la matriz de la forma transformada. 171843 258 Cap. Vi. Formas bitineales y cuadrdticas Por consiguiente, si en una forma bilineal de matriz A se realiza una transformacién de matriz T del primer sistema de variables y una transformacién de matriz S del segundo sistema de variables, sé obtiene una forma bilineal de matriz A,=TAS’. (5) Hemos explicado ya que las formas bilineales que se obtienen una de otra mediante transformaciones lineales de as variables se Ilaman equivalentes. Por otra parte, segin el p.13.4 unas matrices A y A, se Ilaman equivalentes sobre un cuerpo conmutativo K, si existen unas matrices regulares P y Q formadas por elementos de XK tales que A,=PAQ. Comparando con la férmula (5), vemos que para la equivatencia de unas formas bilineales sobre un cuerpo con- mutativo arbitrarfo K es necesario y sufictente que sus matrices sean equivalentes. Segin el p. 13.4, todas las matrices cuadradas de un orden dado ny de un rango dado r son equivalentes entre si sobre el cuerpo conmutativo K y son equivalentes a una matriz de tipo £,+0,-,. donde £, es la matriz unidad de orden r y O,_, es la matriz nula de orden n—r. Aplicando esto a las formas bilineales obtenemos el siguiente resultado que resuelve totalmente el problema de equiva- lencia de las formas bilineales: Para la eguivalencia de unas formas bilineales sobre un cuerpo conmutativo arbitrario es necesario y suficiente que coincidan los 6r- denes y fos rangos respectivos de las matrices de estas formas. Las formas de determinante diferente de cero se Ilaman regulares } las demas se llaman singulares, E] resultado obtenido acerca de a equivalencia de formas significa que todas las formas bilineales regulares en sistemas de # variables son equivalentes a la forma Ena Bata tse + Enthas nurnlee que todas las formas singulares son equivalentes a formas le tipo Ete. En (r=0, 1, 2,.-., 2-1), donde r es el rango de Ja forma. Si el campo principal es el cuerpo de los nimeros complejos, suelen considerarse, ademas de las formas bilineales corrientes, fas formas de Hermite, es decir, las formas de tipo F= z a EMp donde la raya superior significa que se pasa a los valores conjuga- dos. La notacién matricial de una forma bilineal hermitiana de matriz A=||q,,[] es F=XA¥', § 20. Formas bilineales 269 y la matriz A, de la forma hermitiana nueva que resulta de F al realizar la transformacién (4) de las variables es igual a A,=TAS'. (6) De aqui obtenemos, al igual que antes, que fodas las formas bilineates hermitianas en sistemas de n variables son equivalentes a la forma _ _ Etat ata + ee + EM, donde r es el rango de la forma dada, 21.8, Congruencia de formas bilineales simétricas. Hemos sefia- lado anteriormente que las formas bilineales en dos sistemas com- puestos por un mismo nlmero de variables se Ilaman congruentes si se obtienen una de otra mediante transformaciones lineales de matrices idénticas de ambos sistemas. Tomando S=T en la férmula (5), Hegamos a la conclusién de que al someter ambos sistemas de variables de una forma bilineal de matriz A a una transformacién lineal de matriz T, la matriz de la forma nueva sera A,=TAT". (7) Unas matrices A y A, se Ilaman congruentes, si estén ligadas por una relacién de tipo (7), donde 7 es una matriz regular ade- cuada. Por consiguiente, !as formas bilineales son congruentes si, y s6lo si, son congruentes sus matrices. Una forma bilineal cuya matriz es simétrica o antisimétrica también se tama simétrica o antisimétrica, respectivamente. Si una forma bilineal dada es simétrica o anfisimétrica, la misma propiedad fendrdn todas tas formas congruentes. Efectivamente si A’= + A, de (7) resuita Aj= a TA'T’ = 2 Ay. Considerando andlogamente las formas bilineales hermitianes, ob- tenemos de (6) que la matriz A, de la forma hermitiana nueva que resulta al aplicar a la forma de matriz A wna transformacién lineal de matriz T de ambos sistemas de variables es igual a A,=TAT’. (8) Unas matrices A y A, se Ilaman hermitianas congruentes, si estén ligadas por la relacién (8) mediante una matriz regular 7, Por lo tanto, la congruencia de las formas hermitianas equivale a la congruencia de hermitiana sus matrices. Una forma hermitiana se llama simétrica si su matriz es hermi- tiana simétrica, es decir, si A’ =A. De (8) se desprende directa- mente que s{ una forma hermitiana dada es simétrica, todas las formas congruentes de ta misma son también simétricas, 260 Cap VI. Formas bilineales y exadrdticas Puesto que Ja congruencia de matrices implica la equivalencia de las mismas, para la congruencia de unas formas es necesario que coincidan sus rangos. Sin embargo, esta condiciédn no es suficiente, Las condiciones suficientes en el caso mas general serén examinadas en el p. 23.3; ahora daremos estas condiciones para los casos mas importantes solamente. Sea, ante todo, K el cuerpo de los ntimeros reales y sea A una matriz simétrica. Existe entonces, de acuerdo con el p. 19.4, una matriz unitaria real U tal que la matriz A,=UAU™? tendra la forma diagonal, Pero si U es unitaria, tenemos UU’ = E, de donde, debido a que las matrices son reales, se deduce que U-?=U’, es decir, A,=UAU’. Por consiguiente, A es congruente de una matriz diagonal A,. Luego, hemos demostrado el teorema siguiente: TEOREMA 1. Toda forma bilineal simétrica real puede ser reducida, mediante una adecuada transformacién unitaria real de las variables, a la forna MEM tobe be -- bOE Ny (9) donde r es el rango de ta forma y a, ..+, @, son fos numeros caracteristicos diferentes de cero de la matriz de ia forma, En par- ticular, para ia equivalencia unitaria de unas formas bilineales simétricas reales es necesario y suficiente que coincidan los polinomios caractertsticos de fas matrices de las formas. Este teorema de mas de lo que pretendiamos obtener, Significa que ja reduccién a la forma diagonal se puede alcanzar mediante una transformacién wnitaria real de las variables. Si no es necesario que la transformacién de las variables sea unitaria, podemos conti- nuar la reduccién a la forma elemental. Es decir, supongamos que hemos reducido ya la forma al tipo diagonal (9). Cambiemos ahora la numeracién de las variables de manera que primero aparezcan los términos de coeficientes positivos y después Jos de coeficientes negativos. Supongamos, por ejemplo, que a,, ..., %, son positivos Y que Gy.3, .++, % Son negatives, Tomando entonces HVeg, wean (lah... Sh B=V ab MeV oem (east, on Oy podemos reducir ja forma dada a la forma Emit. « Esms Ely atie + Erne (10) La diferencia o=s—(r—s)=2s—r sé llama signdtura de Ja forma (10). Es evidente que la forma (10) se determina totalmente por su rango y su signatura, ya que s=p+n. El hecho de que Ja signatura no depende de cémo se Ejemptos_y problemas 261 reduce fa forma dada a la forma (i) y, por consiguiente, se deter- mina univocamente por la forma inicial, constituye el contenido de la oe ae dey de inercia que serd examinada detalladamente en el p 3. Para las formas simétricas hermitianas la situacién es totalmente analoga. Sea F una forma hermitiana de matriz hermitiana simé- trica A, De acuerdo con el teorema 4a (p.19.4), existe una matriz unitaria U tal que la matriz A,=UAU™! sera diagonal real. Como U es unitaria, tenemos U-1=U', de donde A,=UAU": Hemos demesirado, pues, el siguiente teorema: TEOREMA 2. Toda forma bilineal hermitiana simétrica puede ser reducida, mediante una transformacién unitaria de tas variables, a la forma diagonal oy 87, +a +... +0,6,n, con coeficientes reales. Los valores Gy 2, 0, Son las raices diferentes de cero del polinomio caracteristico de la matriz de la forma y por ello para la congruencia unitaria de las formas hermitianas simétricas es necesario y suficiente que coincidan los polinomios caracteristicos de estas formas. Si en lugar de la congruencia unitaria se considera la congruencia respecto a transformaciones lineales arbitrarias, el proceso de reduc- cién de una forma puede ser continuado como ha sido sefialado anteriormente y asi obtendremos una forma de tipo Bab = PEM Beatle = SE (i) Toda forma hermitiana simétrica puede ser reducida, por consiguien- te, a una de estas n-+1 formas (r=0, 1, ..., 2). Otra vez la ho congruencia de las formas (11} para diferentes valores de s se desprende de Ja ley de inercia mencionada anteriormente. Ejemplos y probleitias 1. Demuésirese que el sistema de formas lineales en &, Ba Es ¥ Ee Eth Eetiss fstbs y ErtEs es equivalente al sistema Et&th, tities Eth+e Y Bibb y no es equivalente of sistema Erm beth otis Ey “Eres y 261 +3bs— Es 2, Demuéstrese que un sistema de formas lineales Fea but beat bent Gl, ee md (12) es equivalente a atro sistema B= SBut eB ee et babe (Hd, ve. a3) 262 Cap. Vi. Formas bilineales y cuadrdticas cuando, y sélo cuando, el sistema de vectores y= [G1y, Gog ve, Sail Gal, ..., m) (4) del espacio lineal de los vectores filas puede ser convertido, mediante una adecuada transformacién lineal regular de este espaclo, en e! sistema de vectores b= (Bay, Bar, ..-. Bal = 1, .. 6, mm). (8) 3. Demuéstrese que el sistema de formas fineales (12) puede ser reducido, mediante una transformacién wnitaria de las variables, en ei sistema (13) cuando, sélo cuando, e! sistema de vectores (14) del espacio unttario de jitas puede ser convertide, mediante una adecuada aplicacién unitaria de este espacio, en ef sistema de vectores (15), ‘i 4+. Demuéstrese que para la equivalencia de formas bilineales en sistemas gue contienen diferente numero de variables es necesario y suficiente que coin- cidan las dimensiones (es decir, el namero de fitas y el nfimero de columnas) y los rangos de las matrices de las formas, En particular, las formas bilineales en dos sistemas de variables &, .... By Y Mav --+1 Nm (1 > m) de rango r son equivalentes a la forma Emad. +E § 22. Formas cuadraticas 22.1. Congruencia. Segiin Ja definicién general, una forma cua- drafica en las variables %,, ..., &, es un polinomio homogéneo de segundo grado en estas variables. Toda forma cuadratica en las variables indicadas puede ser representada univocamente en la si- guiente forma simétrica FE)—DasE, (aia). (iy) La matriz A= | a || se llama matriz de la forma cuadratica‘’y la forma bilineal simétrica FE w= Dagémy en dos sistemas de variables, que tiene la misma matriz que’la forma cuadrdtica, se llama forma polar de esta iltima. Identificando en la forma polar el primero y el seguiido sistemas de variables obtenemos la forma cuadrdtica inicial. Asi se establece una co- rrespondencia biyectiva entre Jas formas cuadrdlicas y las formas bilineales simétricas, Por ejemplo, si F@=H—E+ Hb, 668s, ja notacién simétrica de F (&) es F(i}= gou+ses +3 bE, — 388. — 8h, ¥ la forma polar correspondiente es FG, W=En.— Ess + Sen, + bm — 3b jy — SEst- § 22. Formas cuadrdticas 263 Se dice que una forma cuadrdtica es diagonal si su matriz es diagonal, es decir, si la forma contiene sdlo términos con los cua- drados de las variables. Realizando en la forma (1) una transformacién lineal de las va- riables de matriz T, obtendremos una forma nueva (p. 21.1) F (8) = X AX! a X,TAT'X; (X=[B ee Bel oy Xi [Ei ---, Gal) Ay= TAT’. de matriz Por consiguiente, la ley de variacién dela matriz de una forma cuadratica es la misma que para la correspondiente forma bilineal polar. De aqui se deduce que unas formas cuadrdticas son congruen- tes cuando, y s6!o cuando, son congruentes las correspondientes formas polares y del teorema 1 del pardgrafo anterior obtenemos directamente el teorema siguiente: Teorema 1. Todo forma cuadrdtica real puede ser reducida median- te una adecuada transformacién ortogonal real de tas variables, a fa forma diagonal oS + abit... +087, (2) donde r es et rango de fa forma inicial y a, ...,@, son los niime- ros caracteristicos diferentes de cero de ta mairiz de la forma. En particular, para ta congruencia ortogonal de unas formas cuadréticas reales es necesario y suficiente que cotncidan fos polinomios caracte- risticos de las formas. Si se aceptan también transformaciones no ortogonales de las variables, es posible continuar la reduccién: si a, ...,@, son po- sitivos y a4, ...,@, on negativos, la forma (2) se reduce median- te la sustitucién H=Vape, HHV ak, G=1,...,5 fesel, nn 3) a la forma “i Se gy a Be FEB B, Por consiguiente, a esta forma puede ser reducida, sobre el cuerpo de jos nimeros reales, cualquier forma cuadratica. El caso de otros cuerpos conmutativos sera considerado en el punto siguiente. Una expresién de tipo PR) = Daye XAX (X= [Ey es bale donde @,,=@, (i, f=1, -.+,m), se Hama forma cuadrdtica hermi- tiana en las variables ,,...,&, de matriz A=||q,,|]. La forma bitineal simétrica hermitiana F (, nye Babi se llama forma po- jar de F(€). Las leyes de variacién de tas matrices de una forma 264 Cap. VI. Formas bilineales y cuadrdticas cuadratica hermitiana y de su forma polar coinciden. Por esto la congruencia de las formas cuadrdticas hermitianas equivale a la congruencia de sus formas polares y del teorema sobre la reduccién de formas bilineales simétricas hermitianas (p, 21.3) se deduce el teorema siguiente: TEOREMA 2. Toda forma cuadrdtica hermifiana puede ser reducida, medianie una iransformacién unitaria de tas variables, a ta forma HEE, + UE Et. ba ZE, (4) donde r es el rango y ay, ...,%, son los ntimeros caracteristicos no nulos de la mairiz de ta forma dada. Para ta congruencia unitaria de unas formas cuadrdticas hermitianas es necesario y suficiente que coincidan los polinomios caracteristicos de las matrices de tas formas.” Mediante una transformaci6n ulterior de Jas variables de tipo (3}, que ya no sera unitaria, la forma (4) puede ser reducida a la forma BEit 1+ 4+ Bb beasesi— + EE, que es en este caso la elemental. 22.2. Algoritmo de Lagrange. Uno de los métodos mas simples de reduccion de una forma cuadratica a fa forma diagonal es el asi !amado método de Lagrange que sera considerado aqui. Se puede aceptar que ef campo principal es un cuerpo conmutativo cualquiera de caracteristica diferente de 2. Supongamos que la forma (1) debe ser reducida a la forma dia- gonal. Pueden darse dos casos: a) la forma contiene el cuadrado de al menos una variable y b) la forma no contiene los cuadrados de las variables. a) Supongamos, por ejemplo, que a,, 0. Representando la forma del modo siguiente PeeayGit Qabbet--- + 2aubbat |B tay bh = se OG (ety By eget + += rnb n) ori (EZ b Dat, ct sEgbs + HOR) BF oaybb = crit (Girby + Obs to A> ll a>d see baba + Fy Bas 0s Bede donde F, es una forma cuadrdtica en &,,...,8,, y realizando la sustituci6n Bi OB, + abs + s+ Pt tabas BE, (=2, 3, ..., 0), podemos reducir F a la forma Fea donde F, no depende de §. 2 +Fy § 22. Formas cuadrdticas 265 b) Supongamos que =-+.=G,,=0 y que, por ejemplo, @,,7=0. Representando la forma F del modo Siguiente Fa 2E, (Gaba t basa) + Fi (Eas +++ &) y realizando la transformacién Be aubt beta E f=& G=1, 3, 4 ..., 2) obtenemos la forma F = 25 (Bi + Ba) FF = 26 + DEG t Lor ctesBiBs +... que contiene el cuadrado de la variable &, Por consiguiente, aplicando el proceso a) y complementandolo, en los casos necesarios, con el proceso b) podemos reducir la forma dada a la forma diagonal. Ejemplo. Es necesarto reducir a la forma diagonal la forma FonBE+ ARE + OE} — EF ABLE + OB1Es — 128.35 + 28 bs + Babs — Babe. Tenemos P= G1 — Bet Bo)” — HE + Maks + Babs — Eas Realizando Ia transformaciéa FB t0, Bee WD 0, obtenemos Ja forma Fue 8 +28 E+E ats (BE) +B BE que mediante la transformacién nes bi—f wel @ #3) se reduce a la forma FP, =a —nh + nate — nats Ahora, de acuerdo con b), realizamos la transformacién: M=h—M—ty en U4), obteniendo asi la forma he ye kf DN Fe=n —ae +1415) =n as +(m+ 50 ame Esta forma mediante la transformacién pt os a ‘ S=mtyie Gey (=, 3, 4), Gone se reduce a la forma diagonal F=ded--ta. 266 Cap. Vi. Formas bilineales y cuadrdticas Para hallar la matriz 7 de ta transformacién de las variables 7 en las va- riables iniciales & es suficiente, por lo visto en ei p. 21.1, muitiplicar Las ma- trices de fas transformaciones Intermedias. \ Si en vez de una forma cudrdtica es necesario reducir a la forma diagonal una forma 6ilineal simétrica, sustituimos la forma bilineal por la cuadrdtica correspondiente, reducimos esta ultima a la forma diagonal y determinamos la matriz de la transformacién. Debido a la relacién que existe entre las formas cuadraticas y bilineales, esta transformacién también reducird a la forma diagonal la forma bili- neal dada. Para concluir, consideremos el problema sobre la reduccién a la forma elemental de una forma bilineal anttsimétrica Fa Dagny (a=— ap) cuyos coeficientes pertenecen a un cuerpo conmutativo cualquiera. Si todos los coeficientes son iguales a cero, la forma estd ya reducida. En el caso contrario aceptaremos, por ejemplo, que «,, + 0. Escribiendo ia forma del modo siguiente PSE, (Gate t -- Ont) — th (Gaabe + es + nbn) + +R Eu 1 San as oe Mad y realizando la sustitucién Bp aba ee babar Mra oe tenth Bab, wen, (ol, 8, ..., 2), obtenemos la forma Fy =Eimi— Ea + Ra (Bas vee Bas Mes we vs Th) Ahora pueden darse dos casos: a) el resto R, no contiene & y, por consiguiente, tampoco contiene 4, y b) el resto contiene &%. En el caso a) aplicamos el proceso solamente al resto, ya que éste no de- pende del término que hemos despejado Ein,—Einj. En el caso b) representamos la forma del modo siguiente Fy = Erma — Bam + Bs (as t-te) — =e (ess +. Poaba + Re (By = =(bi— Gibs— - . . —0rn8 2) (Ms —eegats — « s —oraathe) Ba + Re (Ba, «= -) y realizamos la sustitucién § 22. Formas cuadrdticas 267 obleniendo como resultado la forma descompuesta Sim —bim + Ra (Ese ee Ms ee) Aplicando el proceso expuesto al resto, después al resto nuevo, ete., reduciremos Ja forma a Esta —E,M, + Bata — Este t et Bae Mar — baer nae donde 2r es el rango de la forma reducida y, por consiguiente, también de la inicial. En particular, obtenemos de nuevo que ef rango de una matriz antisimétrica es siempre un ntimero par. Ejemplo. Redizcase 2 la forma elemental Ja forma Fsbina— Eom + Ena — Sa — Bina + Bare + Eas — Shama + +Eane— Sana — Eas + Bans. De acuerdo con la regia, realizamos fa primera teansformacién Ea 8, t+ Eo—2Eu the= tha +s — 2a wah ww G=1, 3, 4) después de ia cua! la forma se convierte en Fy Bins Bini +385 8nd +m — Ein Abin + Ran Realizando ahora la transformacién =H — Fy =m —3m— Me G=& wen (12, 3, 4), obtenemos fa forma elemental Fa= Eina—Eimt — 48ona+ Ena Desde el punto de vista practico el problema sobre ta reducctén de las formas cuadraticas a la forma elemental se descompone en dos momentos: la determinacién de la forma elemental definitiva y la determinacién de. la matriz de la transformacién de las varia- bles mecesaria para reducir la forma a la forma elemental. Si la reduccién se realiza mediante transformaciones lineales arbitrarias, ambos problemas quedan resueltos al aplicar el algoritmo de Lagrange. La situacién es m4s compleja si las formas se reducen mediante transformaciones unitarias de las variables. Sea dada una forma hermitiana de matriz A. En el espacio unitario auxiliar de vectores filas la multiplicacién de las filas por la matriz A representa una aplicacién lineal simétrica .€ de matriz A en la base elemental (p. 4.1). Debemos determinar una base ortonortnal en la que la matriz A de la aplicacién sea de forma diagonal. Para ello haila- mos los niimeros caracteristicos a,, ..., @, de la matriz A que se obtienen resolviendo la ecuacién caracteristica de A. Después, 268 Cap. Vi. Formas bitineales y cuadrdticas resolviendo ¢l sistema de ecuaciones lineales [By --+) SJ Ase [Ey - +, Sal respecto a las incdgnitas §,, ..., &,, encontramos a vectores pro- pios linealmente independientes x (BP, EP] (FST, -.-, 0) de la aplicacién .4. Normalizando estos vectores, obtenemos una base ortonormal en la que la matriz A y, por consiguiente, la forma hermitiana inicial adquieren la forma diagonal con les ele- mentos diagonales a, ..., @,. Si los vectores x; son ya normali- zados, la matriz requerida de la transformacion sera T =||E? |I- 22.3. Ley de imercia de formas cuadrdticas. En los resultados del p. 22.1. acerca de la reduccién de formas cuadraticas reales, asf como de formas hermitianas complejas, a la forma diagonal hemos dejado una laguna: no hemos aclarado si pueden ser congruen- tes formas de diferente signatura. El teorema que sigue llena esta laguna. 3 TEOREMA 8 (ley de inercia). Toda forma cuadrdtica real puede ser reducida a la forma diagonal a,fi+...-+-,8? medianie un nimero tnfinito de transformaciones de las variabies. Sin embargo, aun cuando dos propios coeficientes a, ..., &, pueden depender de ta transfor- macién que se emplee, el ntimero de tos coeficientes positivos y el ntimero de los coeficientes negativos que aqui figuran no dependen de ias transformaciones seRaladas y, por consiguiente, se determinan univocamente por la propia forma inicial. Supongamos, al contrario, que una forma cuadratica real Bib. Hebi — Oar. EF (a; > 0) se convierte, mediante la transformacién de las variables £;="D)Ejtn, de nuevo en Ja forma diagonal BE + + BES —BiBi— BE B,> 0), pero siendo s<¢. Esto significa que la igualdad Obit... adios bia -.- adi = 3 ’ 2a af SBE +... +887 Biya... — BES se convierte en una identidad al sustituir las variables 2; por sus expresiones en términos de las variables £7. Representemos esta identidad en la forma EE ee PORE Bry Be te BE = =BEP +... +BEl +e Bert. +08 5) y consideremos el sistema de ecuaciones veer B= 0, Bir =O, 0.0, Bx =0, 6) § 22. Formas cuadrdticas 269 donde por &,, ..., &, se comprenden sus expresiones en términos de Sis ney E. El] sistema (6) es un sisterna de ecuaciones Sineales homogéneas respecto a las incégnitas &}, ..., &4, siendo el niimero de ecuaciones s+ (n—t)=n—(t—s) indudablemente menor que el numero de incédgnitas, ya que f>s. Pero en estas condiciones ef sistema (6) debe tener al menos una solucién no nula Bi vie cee Ber Brrr 0, oe, BO. (7) Introduciéndola en Ja identidad (5), obtenemos Brit +++ BAR Osa Bhan +... bb? = 0. (8) Los nimeros Bp; y @, son positives y los ntimeros y} y §&} son no negativos y por ello de (8) resulta que y,=...=7,=0 lo que contradice a que la solucién (7) es no trivial. La ley de inercia tiene lugar también, con el mismo enunciado, en el caso de formas cuadraticas hermitianas. La demostracién no difiere de Ja que acabamos de realizar. 22.4. Formas de signo constante. Una forma cuadrdtica reat F@ =D) aif5; se tama no negativa si su valor es no negativo cualesquiera que sean los valores reales de las variables §;. La forma se llama definida positiva si su valor es estrictamente positivo para cualquier sistema no nulo de valores de las variables. Andlogamente se_introducen los conceptos de formas no positivas y de formas definidas negativas. Las formas no negativas y no positivas se Ila- man_a veces formas de signo constante. Si una forma en # variables &, ..., &, 8 de forma diagonal MEE ee OER Os 4 biar— 6. — aE? (ty > 0), es facil ver que sera definida positiva cuando s=”, no negativa cuando s=7

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