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t opsres LA9.202.0.0.8,2.P.9.2.P. PPP, no J. 6, COBO BORDA a obec, seh ponte eB edo cont bate een orale opera War oye amETON ft Str oor is hs sande fe nose Sinan crnene an pron pia d oes | DE Se aa | sean | eto ce i recent | DES oe le pe ey eb eee are a pods Pee et orange de een cn paste 2 een pn esas cre er tenor en SN aan ese ne rea ncn ineag? et Paso 0 ters dont pace, samt guobarenda ines bes | WAS THE MAN, 1 SUFFERED, 1 WAS THERE / HE RIPENESS 15 ALL. Enero, 71. Mictant. BACHTIN CARNAVAL Y LITERATURA Sobre la teoria de Ja novela y to cultura de te rise I El camaval (en el sentido de wn conjunto de diversas festividades, de ritos y de formas de tipo carnavalesco), gu ecencia, sus raices profundas en el pensamiento hums: hoy las estructuras sociales primitivas, su evolucién en na sociedad de clases, su excepeional vitalidad y 0 presigio permanence, plantean uno de los problemay rege complejos y més cautivantes de Ia historia culcura No podemes evidentemente abordarlo a fondo. Lo que ach hos inceresa es Gnicamente el problema de a cara: vGlimelén, es decir de la influencia determinante del Carnaval sobre la literatura y los diferentes géneros lite rarios. El carnaval mismo (Jo reeptimos, en el sentido de un conjumto de diversas actividades de tipo earnavaleses) tho es un fenémeno literurio, Es una forma de espectdews v qo sincrético de caricter ritual. Esta forma muy rica y varlads desarrolla, sobre una base carnavalesca comin, Uifeventes variantes y matices, de acuerdo con Tas épo- ax low pueblos, las festividades particulares. EX carman/ Sal se ha forjado todo un lenguaje de simbolos concre- PRP , SPPRPRPPRPPE PE - 312 MICHAIL BACHTIN tos y sensibles (desde acciones de mass amplias y com- pliendas, hasta gentos carnavalescos ados). Este len Fiaje expresa de una mancra diferenci’s © inclusive lambs decir que articulada (como toda Tengua), unt Fereepcién det mundo carnavalesco SO (pero com: Pieja, inherence a todas sus formas. No puede ser dew Figura manera tradueido en forma mAs 0 TO com: pleta 0 adzcuada, en el Ienguaje hablado, ¥ mucho me Pista © cl de las nociones abstracas, pero st DICED & ot en ransposieidn en imdgenes arcnicas del lenght fecraHo, que se aproximan a él por su cargcter Son to-y sensible. Esta eransposicion de) carnaval en la lite: ¥ toy ei gue llamamos caravalizacén. Y os dese rae ag qpe esudiaemos algunos de ss moments § de sue particularidades de a0 Paver un expecticlo que se desarrolla sn rps yn separaion ence ator epecadorss TS "amo Y erlipanes von activo, todos comunican €” @ de sit Parraimcor- Nove mara cl carnaval Y, para $f eto arm, abr que decir que Ti siquers 10. rae Sin age que oo ve, ocd plead #08 STE reste ig tienen coro, 7st leva ml una existencie men evn sin exbargo oe stia por [era de Jos be raaepituales, es una especie ée “vida al tert Sun moade A Yenvers”. 2 nar at prohibiciones, Tas restisones que de eee wey eeruetura, el buen desarcllo de It vids termine” qovearnevaesa) extn suspendigas rane) more dal carnaval se comienza por Sverre omen Wine oy tas iat formas de ried que te ena jertrauige” piedad, eiquels, eb deci codo To que ett reoeras por ia desigynldad coco cumiquer um (8 3 dicate Po ejemplo). Quvedan abotidas también todas CARNAVAL ¥ LITERATURA au tas distancias entre los hombres, para reemplazarlas por vee, acriuud carnavalcsca especial: um contacto libre y fomiliar. Es éxe'un momento muy importants 2c 18 POS repcién carnavalesca del mundo, Los hombres sepi0% sre ge la vida por barreras jerérquicas infranqueabless Got dan con toda simplicidad en plaza del carnaval ‘Fee actitud faruiliar impone un cardcter particular 2 qe organizaci6n de las acciones de masa, una gesteule én carnavalesca libre, lo mismo que la palabra cara: ca ssea franca, En el carnaval se instaura una forma s&n Tinie reeibida de una manera stmireal y semiactuada, silts jade nuevo de relaciones kumanas, opuesto a 138 wi smlones sociojerirquicas todopoderosss de Ia vida venfence, La conducts, el gesto y 1a palabra del hom oe oeren de Ta dominacién de las situaciones jer Gquieas (capas sociales, grados, edades, fortunss) gH los TNcrmminan completamente cuando se esté fuera del ear aval, y resultan por est hecho excentrices, dsplazades Gente el punto de vista de la Wigiea de Ia vida habitual La excentricidad es una categor(a especial de la percep” Fon del mundo earnavalesco, intimamente ligada 2 1 Gel contacto familiar; permite abrirse (y expresarse em ‘ona forma concreta) a todo cuanto estd normalmente re primido en el hombre. Sobre la familiaridad se injerta In tereera categoria de in percepcién carnavalesca del mundo: las desove or mciae, Las relaciones familiares libres se comunican todos a Tos pensamientos, al sistema de valores, & Tos Teadmenos, 2 10s ebjeos. Todo lo que Ta jerarquizacién xeoraba, separaba, dispersaba, entra en contacto y for soe alianzas carnavalescas. El carnaval. aproxima..reune mma, amalgama 10 sagrado y lo profano, Yo alto y lo 34 MICHAIL BAGHETITS 1, Jo sublime y lo insigaiticante, ta sabiduria ya snteriay eC The necesario agregar 2 ox ojoncciin, Ys sarilegios Preemo y de burlas camavalescs, Jas inconveniencias civas alas fucrzas genésicas de la tierra ¥ del cver vor parodias de Tos textos yd Tas palabras sagradas. snag eavegorias carnavalescas nO 298 ideas abstvactes donee Iv igualdad y Ja Wbertad, 0% 1 laro intimo en: see todas las cosas, sobre 1a dentidad de los contrarios, pensamientos” Fituales y espectaculares, con representages en Ja forma de que se han constituide siglos en amplias masts fo una coarta categoria: 18 todo un sistema de envile ete. So? crevamente pereepulbles ¥ ceva misma," pensamientos” than vivido en el curso 6 Tos 72 jamanidad europen. Es To avs Ie ha permitido Svogcer vn ascenaiente formal tl fobre 1a constitueli “ie los géneros oF cso de los siglo Tas categories carnavalescas, am do a de la famiiarizacign del Homer Y el our tore eranspuesto en Ta literatura, principnin Gogiea, Han contribuido a 1a abolt ica ya 12 transferencia “jel contacto libre. Har do, 5 fen su cortiente dil fon de Ta distancia pica y (4 Se to representado en 1a 70m eos consecuencias importantes de G2 £ Ia organi- icin del cera y_ de Tos situaciones temiticas, en Ja far waearidad particular del autor con relacion a sas per mynajes Gmposible en Tos géneros superiores), en 1a nue dee y de toi sicuncidn Gerérauica) 1 ‘entronizacion der yaa idea de 1a desentroniunciS® futura: € conteepte desde e| comienzo, Por OWS PATO eo fag un verdadero Tey, s© entroniis exe hecho esclarece on sts aoa el mondo al revés carnavalescos 00: ofrece su cl: forma ly rito de Ia entronivaciés. todos 15 momentos e_ poder del entroniza: tronizacion s¢ © troniza Jo contrario yn esdavo 0 un buién, de ta ceremonia, los simbolos es = a ws ss = os a s s x ox be os WwW = PANN 316 MICHAIL BACHTIN dio, los vestidos con-que se le recubre, se tornan ambi- valentes, se tifen. de wna feliz relatividad, son casi ac cesorios ‘del ‘especticulo (pero accesorios rrituales); sus significaciones simbélicas se sitdan en dos planos (mien: tras que fuera delvcarnaval, en cuanto simbolos reales del poder, se enciientran en un plano“tinico, absoluto, pesado y monoliticamente serio). A través de la entro nitacién se percibe ya la desentronizaciOn y esto se apli ca 2 todos los simbolos’ carnavalescos: todos contienet en’ perspectiva'la negacién y su contrario, E1 nacimien- tovestd prefiido ‘de-muerte, y ésta anuncia el renaci- miento. El rito de la desentronizacién sirve en cierta forma''de (ermiiacién a la entronizacién y no puede separaite"de' la’ (#2 frata'ée wn rito “dos en uno", lo repelimos);"deji’ presagiar‘una nueva entronizacién. 5] carnaval feta el-eambio, sa proceso mismo, y no Io que sure ef cambio, Es) por asf decirlo no substancis] sino funcional. No hace nada absoluto sino proclama fen-la felicidad Ja relatividad universal. El ceremonial de Ia desentronizacién repite antitéticamente el de la ‘entronizacién: se despoja de sus vestiduras al rey, se Je quita la ‘corona, sus otras insignias de poder, se hace mofa de 41, s¢ lo golpea. Todos los momentos simbé- licos de Ja ‘desentronizacin resultan doblados por un plano positivo; no es la destruccién, Ta negacién pura, absoluta (el carnaval no conoce 1a negacién nila afir. macién_absolutas). Mas bien cabria decir que es jus tamente el rito de Ja desentronizacién el que ofrece 1a imagen mds viva de Jos eambiosrenovacién, de Ta muer- te creadora y fecunda. Por ello ha sido utilizado tan co- rrientemente por'la literatura. Pero, repitamoslo, la en- tronizacidn la desentronizacién son inseparables, son “dos en uno” y se mudan la una en la otra; después CARNAVAL Y LITERATURA 317 de un divorcio total, su sentido carnavalesco se pierde automsticamente. La ceremonia de la in-desentronizacién esté eviden- temente penetrada por las categorias carnavalescas (de tuna légica del mundo especifica): de contactos familia- res (flagrantes sobre todo en la desentronizacién), de desaveniencias (el esclavo-rey), de profanaciones (el jue go con Jos simbolos del poder supremo), etc No podemos detenernos ni en los detalles de este ri- to (aunque sean muy interesantes) ni en sus mulkiples. variantes debidas a las épocas y a las festividades par ticulares, ‘No analizaremos tampoco los diferentes ritos secundarios del carnaval, tales como los di decir el cambio carnavalesco de vestidos, 4 de destino), las mistificaciones, las ‘cas sin efusién de sangre, los propésitos agénicos, el in- tercambio de regalos, l2 abundancia en cuanto momento: de wopia carnavalesca, etc. Todos estos ritos han pa: sado igualmente a la literatura, confiriéndole una pro- fundidad de simbolo y de ambivalencia @ los temas y a las situaciones temiticas, © dotindolos de una relativi dad feliz, de una ligereza de carnaval, de una rapider de cambio. Pero el pensamiento literario y artistico fue marca- do sobre todo por el rito de la inesentronizacién que hha engendrado un rito particular, “desentronizante”, ety Ja estructura de lat imagenes artisticas y de obras ente- ras, un tipo fundamentalmente ambivalente y que se sitda en dos planos. Si la ambivalencia carnavalesca se borra en las imagenes desentronizantes, aquellas dege- eran en una simple denuncia negativa, de cariecer mo- ral‘o socio-politica, que se desarrolla sobre un solo pla: no y pierde todo valor artistico, situacién y s carnavales- 318 MICHAL BACHTIN Todavia algunas palabras mis sobre Ja naturalera ambivalente de las imagenes carnavalescas. Tales ima- genes siempre son dobles, reunen los dos polos del cam ‘bio y de Ja crisis: el macimiento y Ja muerte (imagen ide la muerte portadora de promesas), Ia bendicion y la mnaldiefén (las imprecaciones cernavalescas, bendicen, desean simulténeamente la. muerte y. el renacimiente), el elogio y ia injuria, Ja juventud y la decrepitud, lo alto y lo bajo, la cara y la espalda, Ja sabiduria. y. la tonteria, El pensamiento carnavalesco es rico en image- fnes géminadas que siguen la Jey de los contrastes (pe ‘queiio y grande, gordo y flaco), o de semejanzas (Jos dobles, los -gomelos), Se usa abumdantemente de las co- sas puestas al revés: vestidos voleeados (o con a parte ede delante hacia atrés) pantalén en la cabera, pieza de vajilla a manera de sombrero, utensilio de cocina como arma, etc. Se trata de una manilestacién particular de Ja.categoria de Ia excentricidad, una infraccién de todo Jo habitval y comin, una vida fuera de toda corriente normal. La imagen del fuego carnavalesco es profundamente ambivalente. Es a la ver un fuego destructor y renova- Gor. En los carnavales europeos habia por lo corriente lun aparato especial (generalmente un carro con toda clase de articulos referentes al carnaval) Uamado “in fierno”; al final de las ceremonias se lo’ quemaba so: Jemnemente (a veces este-“infierno” formaba una pare ja ambivalente con el cuerno de la abundancia). El rito Ge los moccoli del carnaval romano era igualmente muy vearacteristico: cada participante Hlevaba un cirio alum- brado (un “pedazo de esperma”) € intentaba apagar los «de los demds gritando: ;Sie ammezzato! ("Que muera"). En la célebre descripcién del carnaval romano (en el CARNAVAL Y LITERATURA 319 Viaje o Mtalia), Goethe, quien intenta’ descubrir detris de Jas imagenes carnavalescas su sentido profundo, rele ta una escena absolutamente simbélica: durante lot moccoli, un muchacho sopla el citfode su padre mien twas grita feliz: ;Sia ammazzato il Signore Padre! ‘La risa del carnaval mismo ¢s profundamente ‘ambi- valente, Genéticamente, remite a las formas més anti- guas de la risa ritual, Esta estaba orientada hacia to alto: se hacia burla, se ridiculizaba al sol. (divinidad su: prema) y a los otrot dioses, Io mismo que al. poder te Frestre soberano, para obligarlos.a renovarse, Todas las formas de la risa estaban ligadas.a, la muerte y al 7 nacimiento, al acto de la procreacién y alos simbolos Ge la fecundidad, La risa ritual era Ja reacciém a las crisis en Ia vida del sol (solsticos), en la de las divini dades, del universo y del hombre ‘(risa finebre). La Durla y el jibilo se combinaban, Esta orientacién ritual antigua hacia lo alto (los dioses, el poder) ha determi: nado los privilegios de la risa en Ia Antigiedad y en Ta Edad Media. Se permitia en la risa muchas cosas prohibidas en la seriedad. Su libertad legitimada hacin posible Ia “parodia sacra”, es decir la parodia de los textos y de los rites sagrados. La risa carnavalesca tine bién esté dirigida hacia Jo superior, hacia la “mutacign” dle los poderes y de las verdades, de los érdenes estable- tiddos, Engloba los dos polos del cambio, se relaciona con su proceso, con Ta misma crisis, En el.acto de Te risa carnavalesca se juntan Ta muerte y el renacimiento, 12 facién (Ia burla) y la afimacién (la alegria). Es tuna profundamente universal, cosmogénica ‘La risa nos lleva a hablar de la naturaleza carnava- esca de Ia parodia. Esta es, como y lo hemos anotado, nin elemento inseparable de la “sitira menipea” y de dan Pa DL aS el el Sal el ali i iS ~_ - - < 1 4 | ! | l | 1 | | 1 I ! I MOLGSELGG AY of Ms u x 320 MICHAIL BACHTIN taéos los géneros,carnavalizados en general. Es en cam- bio absclutamente extrafia a los géneros puros (epope ya, tragedia). En. la ,Andigiiedad, 12 parodia era inhe- rente a la percepeié carnavalesca del mundo, Creabs doble ‘desentronizalor que ‘no era otra cosa que ef vondé'a Venvérs"!"De alli su afibivalencia, En esa for- ya, el drama’ satirico era,‘en' su origen, una imitacién cémica'de Ia trilogia trigica. No era evidentemente una pure negicién del objeto parodiado, Todo tiene su pr rodia, es decir su aspecto eémico, pues todo renace y s¢ renueva a través de la muerte, En Roma la parodia era tun momento obligatorio de la risa, tanto finebre como triunfal (una y otra eran, naturalmente, risas de tipo carnayalesco): En el carnaval se la utiliza abundante mente con formas'e intensidades variadas; las diferentes iimdgenes (las parejas carnavalescas de toda especie) se parodian ‘mutuamentel forman, en cierto modo, todo un sistema de espejot deformantes que los alargan, los re Gucen, desfigurando’en direcciones y en grados distintos. ‘Los dobles parddicos te convierten en un fenémeno fre ‘cuente de la literatiira camavalizada. Esto es muy cla- ro en Dostoiewski; casi todos los personajes principales de sus novelas tienen muchos dobles que los caricatu Fizan de diferentes maneras: para Raskolnikov estin ‘Svidriagailov, Lugine, Lebeaianikov; para Stavrogine, Pior Verkovenski, Chatov, Kirilov; para Tyin Karama. rov, Smerdiakoy; el demofio, Rakitin. El héroe muere (se niega) en cada, uno de ellos para renovarse (puri cAndose y rebasindose). En la parodia literaria norinal, en el sentido estricto actual del térmirio,’el lazo con Ia percepcién carnavales- ‘ca del mundo ha desaparecido casi por completo. Pero ‘en Ia época del Renacimiento (Erasmo, Rabelais). el ‘ERATURA 32 CARNAVAL ¥ suego det earmaval ard todavia: I parodia era ambi {uezo Ge) fonecente desu proxiai@ad con Ja muerte ree ace lo que ha pemisdo el nacimient, ene serge in parodia, de una dela grandes obras earns wreae de"is ieratura mundi el Don Quijote de Cee te agat To que ex novela representaba part Senttewskis "No bey en el mundo entero obra mis estende i mde fuerte, Bs hana aera la skims pala Pear vublime dl penamiento humane, e 8 iro a esr urga que haya podide expresr un mortal pe al imundo' tocar au fin ys Te pregntara: "Ex vee tha lopado comprender su vida sobre Ia errs eee ldo algo de ello, el hombre podria mor 2 eistencio el Dan Quijote: “He agul mi conch wea Sour a aida, qpuede Ud. juagarme con bate on seems que, Dosoiewe consiaye eta apse eon act Dom Quijote en la forma tpia de un “Aik logo al pie de la tumba") 2 Pe Jule muse aps del carnaval ese’ ngale de Ia exnavliaion Tera), igomos algunas putsbrar sobre fos Tare de su sarcll, erat publica pls calles adysencs Te sven d arena princpal Bs cero que el exmaval petra srertne te Tae cans (oe encontaba Timitado de he sree tl erapo goo no en el espaol; no conocia a Sh ceconaro na tunpa del teatro, Pero su lugar central Sieeeaia ser Ia pla, pues ere, por 30 concepcisn wee y popular, todos deben tomar parte ea el creel Batitan La plea era el simbolo de la com Siiuiea Pero Ia lara del carnaval, lade ls actor a avalon, sdquiere un matt simbolio suplemensario, et anplio'y mas profundo. Ea Ta Ktratura carnaval ins plat, en cuanto lugar de la 2ccién, se conven 322 MICHAIL BACHTIN te en ambivalente y se sitda en dos planos: deja en cier~ ta forma transparentar su equivalente earnavalesco, 1a plaza del contacto familiar libre y de Ia desentroniza- in publica. Ocurre lo mismo con todos los demas si- tios (motivados evidentemente por Ia semejanza y el te ma) que pueden ser lugares de encuentro y de contacto de hombres diferentes: las calles, la tabernas, los cami- nos, los bafios, Jos puentes de los navios, ete. Esto no impide, por otra parte, el naturalismo en su representa ign: la simbologia universal del carnaval no le es hos. Las festividades de tipo carnavalesco representan un papel considerable en Ia vida de amplias masss popula. res de la Antigiedad griega y sobre todo romana, en donde las ceremonias centrales (pero no winicss) eran las sotumnales. Las fiestas de exe género eran no menos importantes (quizis inclusive lo fueron més) en Ia Eu: ropa de Ia Edad Media y del Renacimiento, en donde constituian por lo menos en parte Ta prolongacién di- recta, viva, de las saturnales romanas. En la esfera del carnaval popular no hay ninguna ruptura de tradicién entre la Antigiedad y la Edad Media. Esas solemnida- des de tipo carnavalesco tuvieron en todas las épocas y estadios de su evolucién una influencia considerable (injustamente descuidada) sobre el desarrollo de toda ta cultura, comprendida ia literatura, en la que algunos géneros fueron sometidos.a una earnavalizacidn partic larmente profunda. La comedia dtica y todo el campo de lo cémicoserio suiren en la Antigiitdad la carnavali racién mas acentuada. En Roma todas las variantes de la sitira y del epigrama estaban ligadas hasta en su et tructura a las saturnales: fueron escritas para esas fies: {as 0 por lo menos creadas bajo la eapa de las libertades CARNAVAL ¥ LITERATURA 328: carmavalescas, de Tas que aquellas testian el privilegio (Goda la obra de Marcial se emparenta ast directamente con las saturnales): S Durante la Edad Media, una vasta literatura comica y parédica en lengua vulgar o en latin estuvo unida ee una mancra u otra a las solemnidades de tipo car navalesco, al carnaval propiamente dicho, a la “fiesta de Jos locos”, a la Hbre risus paschalis, ete. Cabe decir que de hecho, durante Ia Edad Media, casi toda Testa religiosa, el Corpus-Cristi en particular, tenfa su mo- menco carnavalesco dé plaza publica, Muchas estas regionalcs: las corridas, por ejemplo, tenfan un cardcter’ camavalesco nitidamente pronunciado, En los dias de mercado, en ag fiestas’ de Ia vita, en los dias de' las representaciones de milagros, de misterios, etc, reinaba igualmente wna atmésfera de carnaval. Imprégnaba to- do el dominio del eepecticulo, Las grandes ciudades de aja Edad Media (tales como Roma,’ Napoles, ‘Vene- cin, Paris, Lyon, Nuremberg, Kéln, 'eic) Hevaban’ du tres meses all aio, si nd ids, si sumamos todas Ins fiestas, una vida absolutamente carnavaiesca. Puede ciendlo evidentemente ciertas reservas) que, el Ih Edad Media tenia dor vidas: Ya una’ oft mente seria y limitada, sometida a un» rigido, penétrado de dogmatisnio, de veneracién, de piedad,'y la otfa de camaval piiblica, libre; Nena de risa ambivalente, de ios, de profanaciones, de envilecimientas, de in- contactos familiares con todo y con fos vidas estaban perfectamente separadat por limites temporales estrictos. Pefo"al mismo Gempo- eran también dos vidas perfectamenie licitas. L Dae A LOD a a a a m2 It. MUI UU UNA ‘RARRARSS 324 MMICHAIL BACHTIN Sno se-tiene en cuenta Ta alternancia de esos 00s isn de vida y de pensamiento (oficial y camavales Sa del hecho de que ponen de selieve reclprosarets <2) pects singulare, no e& posible medir 8 origine sr ely a conciencia cultural del hombre de Ts Béad rea sci clertos fenémenos de 1a literatura medieval, tales como 12 parodia sacra, ele. ra época ae remonta también Ta carnavalizacion ch ducurso. entre Tos pueblos europeas. Capas enters Se a tengus, lo que ‘puede lamarse Ia lengua femilier Se plese pubis, fueron tocadas por 1a concepcién $2 a pg camnavalescor s¢ ve constituirse una inmensa re sade gests earnavalescos bres, La lengua familia servtdos lok pueblos de Europa, sobre todo la de los ju veaenta’ y los sazcasmes, etd todavia en nuestros Glas Tere veminiscencias carnavalescas; ocurre lo mismo con lor gests, injuriosos y de bela. ha epoeadel Renaciiento el impulio carnayales Go ha echado abajo muchas barreras y ha irrumpido en famos pertenece a wn libro en preparacién que leva el tuto provisional de: “Loe sere invertebrados La obra de Mucnaii Baciros, ja mis importante de, todas Tas figuras dentro del movimiento postiormalisa, se siti hoy eit el punto més sensible de Ia-reflexién sobre la exeitura, Naido: cn 15, ensefa actualmente en la Universidad de Saransk.: Loi ex: fos aqu presentados han sido extraldos de su obra Literatur und Cernavel, publieads en 1a “Coe {el mismo nombre en Miinehen, ag7o. Lx traduceién’ ines ailor FL grabado de In po Is es de Ravan én Hanser", por Ta. editorial, L LELI SLD DN LD SODA A a a dd

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