You are on page 1of 16
Doctrina >>> Los delitos de peligro en el Derecho penal econémico y empresarial Carlos Martinez-Bujan Pérez, Universidad de A Coruna, Esparia Revista Penal México, niin. 4, marzo-agosto de 2013, Resumen: Se estudian las caracteristicas de los delitos de peligro en Derecho penal econémico en sus diferentes modalidades, y la legitimacién de la inervencién penal en estas materias. Tanto en la vertiente objetiva como en la subjetiva, con peculiar atencién al dolo de peligro, Patanras cave: delitos de lesién, delitos de peligro conereto y abstracto, delitos econdmicos, dolo de peligro. Aasrnact: This paper examines the characteristics of crimes of endangerment in economic Criminal Law through its different forms, and the legitimacy of penal intervention in these topics, from and objective as well as a subjective perspective, with special emphasis on deceit of endangerment. Kev woros: crimes of deliberate wounding, crimes of concrete or abstract danger, economical offences, deceit of endangerment. Sesanro: 1. Vertiente objetiva: configuracién del injusto en relacién con la intensidad de atague al bien Juridico. IL La vertiente subjetiva: el dolo de peligro IIL. Bibliografia Onsenvactoves: Este trabajo fue redactado camo coniribucién al Libro homenaje al profesor Gerardo Landrove Diaz, no sélo por los innumerables méritos académicos (objetivamente comprobables) que atesora, sino por ef afecto que nos une desde hace muchos (demasiados ya) aftos y porque fue él quien verdaderamente desperté mi vacacién por el Derecho penal en el curso académico 1973-1974 en la Universidad de Santiago de Compostela I. Vertiente objetiva: configuracién del injusto en relacién con la intensidad de ataque al bien ju En el sector del Derecho penal econémico y empre+ sarial podemos encontrar ejemplos de cada una de las diversas modalidades de tipes que surgen con base en el criterio atinente ala intensidad de ataque al bien jue ridico o, si se prefiere, el criterio referente a la manera fen que se afecta al bien juridico. Asi, en algunos casos hallamos supuestos de de- litos de desién 0 de daft, que se caracterizan por ‘comportar un efectivo menoscabo del objeto juridi- co tutelado (¢j., delito sovietario de administracién fraudulenta del art. 295, entre los delitos econémicos en sentido amplio, o delito de defraudacién tributaria, 107 Revista Penal México Los delitos de peligro en el Derecho penal econsmico y empresari del art, 305, entre los delitos econémicas en sentido stricto), En cambio, en no pocos casos pademos constatar la presencia de delitos de peligro, que suponen una anticipacién de la linea de intervencién penal a un ‘momento anterior al de la efectiva lesién y que, por lo tanto, se consuman con la concurrenefa de un mero peligro para el bien juridico, concebido como simple probabilidad de lesion. A su vez, dentro de la eatego- ria de los delitos de peligro encontramos supuestos de peligro concreto y de peligro abstracto. Los delitos de peligro conereto exigen que la ac- cién del sujeto activo cause un resultado consistent cn la creacién de un conereto peligro de lesién para cl bien tutelado, o sea, en unas condiciones tales que ‘quepa afirmar que dicho bien juridico estuvo en una situacién préxima a la lesién, porque el objeto mate- rial o el sujeto pasivo entraron en el radio de la accién peligrosa: el ejemplo mas caracteristico, unanime- ‘mente reconocido, es el delito contra la seguridad e higiene en el trabajo del articulo 316, al que cabria affadir otros ejemplos citados en la doctrina—aunque ‘en estos casos su reconocimiento no sea undnime—, por ejemplo, el delito de alzamiento de bienes del ar- ticulo 257, los delitos de violacién de secretos em- presariales de los articulos 278-2 y 279, el delito de facturacién ilicita del articulo 283, el delito societario, de imposicién de acuerdos abusivos del articulo 292 y cl delito de contaminacién del articulo 325-1 Los delitos de peligro abstracto se integran ya con la mera presencia de la accién del sujeto activo, y es suficiente la comprobacién de una peligrosidad gene- ral de dicha accién para algin bien juridico y sin que, por ende, se requiera conerecién alguna del peligro, que denote una probabilidad inmediata o préxima de lesi6n, Por consiguient, para evaluar el riesgo en los delitos de peligro abstracto se utilizaré un juicio ex dance acerca dela peligrosidad de la accién, a diferene cia de lo que sucederé en los delitos de peligro con- roto, en los que habré que recurrir a una perspectiva ex post para enjuiciar el resultado de peligro.” Ahora bien, situados dentro de la categoria de los delitos de peligro abstracto, conviene recordar que —como es sabido—ni es ésta una categoria uniforme niestéexenta de problematismo, en ateneién alo cual se impone efectuar una serie de matizaciones, que, por lo demas, devienen imprescindibles en el Dere- cho penal econémico y empresaral, habida cuenta de que en este émbito especifico de la Pare especial del Derecho penal nos vamos a encontrar con ejemplos de las diversas modalidades de peligro abstracto de- lineadas en la doctrina y, consecuentemente, tendre- mos que abordar todos los problemas dogméticos y politico-criminales que plantea esta clase de infrac- Por una parte, cabe apuntar que el Derecho penal econémico y empresarial es uno de los sectores don- de podemos verifcar la existencia de tipos de peli gro abstracto puramente formales o delitos de peligro abstracto “puro”, earentes de todo contenido de injus- tomaterial o sea, tipos queen la doctrina han sido ea- lificados de delitos “de pura desabediencia’ (Jakobs) 6 delitos “con funcién puramente organizativa for- mal” (Schiinemann), caracterizados por el hecho de que el sedicente “interés abstracto” resulta ya vulne- rado con la mera infraceién de la prohibicién y sin que el injusto penal incorpore restriccién tipica ma- terial alguna. Se trata, en puridad de principios, de auténticos ilicitos administrativos euya elevacién al rango de infraccién penal es criticable? " Aungue los dalitos de peligro abstract se configuren mayoritariamente elit de mora actividad (ene sentido de que no requiren resultado material algun), no siempre Uene por gut suceder ai, toda vez gue reslaperfectamente imaginable y eativamente fecuene nel dmbito de los delitos esonémicos) gue, con sre as extra pic, se consruyan coms tipos de eslado material Y ello, en fect, porque una cosa sla esd efectiva de un bie urdico (en cuanto destraccion del valor idea) y otra difereate esa veriacion de resultado maria, separable espacial y emporalmente de astividad del agente (vase por todos PG. unin, p31, Gimbeena, 1992 113, en referencia preczamente los delioscelativos ala propodad intelectual del aroulo 270) Apart del caso del aticwo 270, en sector de Tos deitosecondmicos podremos halla tos ejemplos de tipos de peligro abstract que incorporan i resultado materia ucede seein la opinion mayontara, que pesonalmente considera correcta con lor det de violacion de sstetosempresaras dels arculos 2782, 279 y 280, el delito de factirain lca del aculo 283 (Be lege forenda, desde lego, delito de abuso de informacion Drvlepada en el mercado de valores del articuio 285 (si se considera un delta de peligro abstacto pala libenad de disposi exon mica), fos delitos conta los derechos dels ahajadores dels arieulos 31, 312 y 313, 0 elit de contaminacin dl acto 325+1 En a docirina espaol, véase por todos R- Monta, 1994, pp. 324 ys, Mendoza 200, pp. 478 ys, quien menciona como uno eos ejemplos mas genuios el dito societario de obstaolizacin a actacion supervisors dea Administacia att 294), el ques tela el simple cumplimiento de fnciones de consol vigilancia pe prt de cierosérganos administalivos, eae ero mantenimiento el sistema de organizacon mpuesto, de tal modo que el dito consist en la pra inftaeionw obsiaculizacn de ls funeiones de contd Y vgilancia (a mera infreccion de un deer), desconectaa de cualquier afectacin efctiva a atenticosbienes jurdico-penales “fnaes ‘como podtan se,» gr. el pation del sociedad, los derechos de accimitas o soos o los ineeses de Tos aceadores), dems de 108 Doe Por otra parte, hay que afladir que el sector de los dolitos econémicos contiene también una muestra elocuente de la presencia de genuinos tipos de peligro abstracto, que, a diferencia de los que se acaban de citar, no son delitos puramente formales sino delitos de peligro real (por abstracto o genérico que sea) para bienes juridicos penales, con un contenido material de injusto que rebasa la mera ilicitud extrapenal. En suma, son delitos que no se consuman con la simple concordaneia formal de la conducta humana con los presupuestos tipicos correspondientes, esto es, con la mera infraccién de la prohibicién, sino que requieren Ia efectiva comprobacién en la conducta de un juicio ex ante de peligro para el bien juridico penalmente protegido, o, lo que es lo mismo, la infraccién del de- ber objetivo de cuidado en relacién con la eventual Iesién de dicho bien juridico, ‘Ahora bien, en el seno de la categoria de los deli« tos de peligro abstracto hay que incluir, segin la opi- nién dominante, una clase en cierto modo intermedia entre los delitos de peligro abstracto y los delitos de peligro conereto, Me refiero a los denominados ‘delitos de aptitud” para la produccién de un dafio, lamados también delitos de “peligro abstracto-con- cereto” (Schrder), delitos de “peligro potencial” (Ke- Iler) 0 (como ha hecho en nuestra doctrina Torio) de- litos “de peligro hipotético”, cuya utilizacién es cada vez més frecuente en el Derecho penal econémico y cempresarial ‘Aunque algunos autores han pretendido otorgar autonomia a esta categoria de los delitos de aptitud para la produccién de un dafio como un auténtico gé- nero intermedio entre los delitos de peligro conereto y peligro abstracto, es mayoritario el entendimiento {que los incardina bajo la categoria general del peli- ‘gro abstracto porque, si bien es cierto que se exige al juez que constate la concurrencia del peligro, se trata de delitos en los que el juez no debe tener en cuenta, todas las circunstancias del caso conereto ni verificar lapeligrosidad en ese caso, sino que en principio debe calificar laaccién como peligrosa al margen de dichas circunstancias, En otras palabras, no se requiere la ve- rificacién de peligro concreto alguno para los bienes jjuridicos de sujetos individuales, puesto que tal pe ligro es simplemente un “motivo” ponderado por el legislador a la hora de decidir la criminalizacién del ‘comportamiento Por lo demas, conviene aclarar que, de acuerdo con la caracterizacién dogmitica de tales delitos propues- 1a por Torfo para lo que él denomina delitos de "peli- 79 hipotético”, la tipicidad dependerd en realidad de la formulacién de dos juicios por parte del intérprete: por un lado, un juicio impersonal de pronéstico en cl que desde una perspectiva ex ante, se determina si la accién del agente, ademis de poder ser subsumi- da formalmente en el tipo, es apta generalmente para producir un peligro para el bien juridico; de otro lado, el intérprete ha de llevar a cabo un segundo juicio (ex post) sobre “la posibilidad del resultado de peligro”, © sea, ha de verificar si en la situacién conereta ha- bria sido posible un contacto entre la accién y el bien juridico, como consecuencia del cual habria podido producirse un peligro efectivo para dicho bien juri- ico, De esta suerte, la idoneidad lesiva para el bien {ste cabria citar wmbién otros claro ejemplos de esta primera clase de tpos de peligro abstacio en el mbito socioecondmico: ast, el delito twhutarocontable en si modalidad de incumplinieta de In obliga de leva ios repistos sales (aula 310, do, 2) ol deli banistic del aticulo 319. eta clase deinasciones hay que revonducr asimisme acts! la ebta de acta ii, con clara vialacie dl prineipio de inervencion minima, un ejemplo muy istativo d tambica enol nuevo CP espaol en cl dlito scielano de obstaclizacin al ejesicio de lor derechos de Ios soci (a. 293). "De ah que la doetina mayriariaascrba esta modalidd as eategora del pligio abstract, aangue es evidenie que ede hablate gui ya de un "svar potencal de reslado" o (coms escrte Wolter) de'un"desvalor de esltado primario” qu, conezbido como un dssvaor dela peigrosidad,indadablementeeacieteriza a esos “deios de lesion o passa en plizo poteneal general” Vease por todos FR. Montais, 1954, pp. 19s. Véase ademas Cerezo, 2002, pp. 48 ss. quien subraya queen los delitos de apiud la gravedad dl desvalor de Ta accion es mucho mayor, puesto gue en ellos Ta plironidal de i aeisn desde un punto de vst ex ame apazece como un elemento ‘4:1 Spo, en atenion a Io sual lo debra abarcarconscevenemente no slo la conclnciayvoluniad derealizaci dela aci, sino tambien lad su poligosidd (p, 63) Fst posicin puede consierase mayoritcia en la doctina espafoln anse, ademas dos eta, por cjemplo, Siva, 1993, pp. 25 ys; Magueda, 1994, pp. 485 y ss; Alacer, 2003, p. 26; Mendoza, 2001, pp. 322 55,458 ys. pasim. Con todo, en el seno de a opin mayitaria se dscte si asta con que el resulado apareze ex ante emo una consecdehia 0 aso tamente improbable (as, of Silva, Cerezo} os, pr conta, se requir Ia eeacién deus eso tipiamenterelevanteandogo al que existe tos dlitos de resultado tase en este sentido Mendara, 2001, pp. 456 ys, especialmente p, 460, quien asada als dlitos de peligro srt la dogmica de los deltos de eultado lesivo con ln de offocr una merpretacin linitadora de aquellos deli, que permit resringt su alzaner sin emiarpo como a objet Feijoo, 2005, pp. 333 ys, n. SR, esta equiparaion de stamiento ele aba eases de deltas condoce aconsecvensas dogmaticasnsasfactorss,sefaadamente ade tener que tender el dlitodoloso de peligro absracto somo equivalents a una tentative dea del dito de resultado Lsvo) 109 Revista Penal México Los delitos de peligro en el Derecho penal econsmico y empresari jjuridico se erige como un elemento valorativo inexcu sable del tipo de injusto que debe poder ser imputado objetivamente @ la accién del autor, en virtud de lo ‘cual hay que entender que si éste adopté previamente Jas medidas necesarias para evitar toda posibilidad de {que se produjese un efectivo peligro para dicho bien jjuridico, quedaria excluida la tipicidad* Lo verdaderamente idemificador de estos delitos cs Ia incorporacién explicita al injusto de elementos tipicos normativos “de aptitud”, o sea, elementos de valoracién sobre la potencialidad lesiva de la accién del agente, cuya concurrencia habri de ser consta- tada por el juez. Si se repasa el catélogo de delitos socioecondmicos en el nuevo CP espafiol, se puede ‘comprobar que este recurso téenice —frecuente tam- bien tradicionalmente en otros sectores delictivos como, sobre todo, en el Ambito de la salud publica— ha sido utilizado profusamente por cl Iegislador de 1995. De esta manera, el legislador espafiol ha aten- ido en este punto las sugerencias de la doctrina es- pecializada, que habia preconizado el empleo de se- ‘mejante técnica restrictiva de tipificacién por razones de diversa indole, estimando desde luego que resul- taba preferible a la opcién de efectuar limitaciones cen el tipo subjetivo. Sirvan como ejemplo en materia de delitos socioeconmicos los elementos de apti- tud contenidas en los articules 282 (“de modo que puedan causar un perjuicio grave y manifiesto a los consumidores”), 290 (“de forma idénea para causar un perjuicio econémico a la misma”) y 325-1 (“que puedan perjudicar gravemente el equilibrio de los sis- temas naturales”) Un importante asunto particular, que no es desde luego privative del Derecho penal socioeconémico y «que se ha suscitado sobre todo al hilo de la regulacién de los delitos contra la salud pablica, se planta a la hora de establecer si la construccién del denomina- do delito de aptitud o de peligro hipotético requiere inexcusablemente la presencia explicita en cl tipo de ease I e “aptit 0 de tiveea indole Eso aa vite de as embargo taal adecuada, oda ver gi elementos normativos expresivos de la potenciali- dad lesiva de la conducta © puede recurrirse a dicha construccién, aunque esa potencialidad lesiva no se refleje expresamente, Un autorizado sector doctrinal ha aceptado esta segunda posibilidad y sostiene que, merced a una labor de interpretacién de la figura de- lictiva de peligro abstracto de que se trate, se puede Iegar a inferir que la antecitada potencialidad lesiva se halla implicita en la formulacién tipica. El asunto ha venido siendo debatido ya en relacién con delitos contra la seguridad del trifico y salud pitblica, se- faladamente en lo que atatie al delito de trifico de drogas.* En mi opinién, hay que acoger una posicién en cierto modo intermedia o matizada: no puede llegar- se hasta el extrema de restringir los tipos de peligro hipotético a aquellas figuras que incorporan explici- tamente una clausula expresiva de la idoneidad para producir una lesidn, pero tampoco puede sostenerse ue todos los tipos de peligro abstracto deban ser in- terpretados de lege Jata como tipos de peligro hipoté- tico, En otras palabras, hay que admitir la posibilidad de que en algunos delites su caracterizacién como tipos de peligro hipotético pueda ser técitamente deducida merced a una labor de interpretacién, pero se trata de un problema exegético que no se puede resolver en forma genérica, sino que sera preciso Ile- var a cabo un anédlisis de la conereta figura delictiva cn cuestién con el fin de averiguar si existen razones nnormativas para sostener dicha caracterizacién.® En todo caso, conviene afadir que el aludido re- quisito denotativo de la “aptitud” para la produccién de un dafo ha sido calificado en la doctrina como ele- ‘mento normativo tipico de cardeter relativa, en el sen- tido de que requiere una valoracién concreta en cada ceaso del riesgo potencial que la accién supone para el bien jurfdico. Y, consiguientemente, al igual que ‘ocurre con todos los elementos del tipo, los términos de aptitud (reveladores de la idoneidad lesiva) habrin 1, 19BL, pp. 838 y ss, 1986, pp. 43 y's Es preciso insist en a importancia que poses una comprensin de los deitos pig hipottco" en el seid que se aeaha de exponer, pesto que de ella se derivaran consecuencias dopmaias de ‘sinesrealizadas po l propio Trl, parece que la terminlogia po el empleadano resulta sin en puridad de princpis tales dlitosentaan pln fex ane el yno mame bps Seo, al gue se asociaria entonces, en todo caso, un "desvalor pteacial de resultado” (fe Siva, 193, p.158,0. 37) ' Weave por todos Muflor Sinchez, 1995, pp 79 quien se inclina por la sepunda posiblidad de ot opinion Cerro, en el Prono csc libro de Mutoz,pp.9 ys. 2002, pp. 70s. A favor de exii en todos los delitos de peligro abstract la poligosida dela accion ‘desde punto deVsiaex ane, Vase adenis, ent oto, Medora, 2001, pp. 38838, passim; Romeo, 2002, p 951 yn 29, Teraillos, 2001, pp. 801 ys Gir en este sentido Feijoo, 2005, pp. 315 ys no Doe de ser abarcados por el dolo del autor, cuando menos a titulo de dolo eventual. Llegados a este punto, interesa efectuar una re- capitulacién y lamar la atencién ahora con cardcter general acerca de la importancia del recurso técnico de los delitos de peligra abstracto en latarea de tipiti- cacign de los delitos socioeconémicos. En efecto, de lo que se ha expuesto cabe colegir ya, en sintesis, que la técnica del peligro abstracto se toma en considera- cign desde un doble punto de vista en el eampo de los dolitos econémices y empresariales. Por una parte, la técnica del peligro abstracto se emplea en la construccién de aquellos delites so- cioeconémicos de cardcter supraindividual o colecti- vyo que son divisibles en intereses individuales. Como 8 sabido, este grupo de delitos se caracteriza por el dato de que en ellos se puede fijar una conexién més 0 menos inmediata con bienes juridicos individuales © individualizables esenciales.” Pues bien, segin in- diqué anteriormente, esto es lo que sucede, a mi jui- cio, con los denominados delitos socioeconémicos de consumo y con los delitos contra los derechos de los trabajadores!” y —aunque aqui el tema sea opi- nable— sucede también con el abuso de informacién privilegiada en el mercado de valores, al menos de lege ferenda. Cabe recordar que en ellos el interés supraindividual inmaterial en cada caso afectado no se tutela como un bien juridico auténomo © propio, sino que se preserva en tanto va includiblemente refe- ido a genuinos bienes juridicos individuales o indivi- dualizables, como son fundamentalmente el patrimo- nio o la libertad de disposicién 0 decisién econémi- cas, Asi configurado y como una “mera abstraccién conceptual” que es, dicho interés colective resultard lesionado al ponerse en peligro abstracto los bienes, jjurfdicos de los individuos eoneretos, 'Y de abi que dogmaticamente, desde el prisma de los bienes juridicos individuales, estos delites puedan ser coneebidos —segtin subraya un importante sector doctrinal como hechos imprudentes no seguidos de resultado lesivo o peligroso alguno (lo cual ha permitido a algunos autores hablar de “tentativas im- prudentes de lesién’), que, por eso mismo, comportan, ‘una anticipacién de las barreras de intervencién penal, 6, dicho de otro modo, se trata de supuestos en los que la peligrosidad de la accién debe ser entendida como cexigencia de una auténtica infraccién del deber objeti- vo de euidado con respecto a la potencial lesién de los, bbienes juridicos individuales, que son los que constitue yen el motivo de la criminalizacién, una peligrosidad ‘que, consecuentemente, pertenece (como fundamento, del injusto ademés) al tipo y que, como tal, ha de ser abarcada por el dolo del autor.” Por otra part, la idea del peligro abstracto también cesté presente a la hora de la tipificacién de aquellos delitos socioeconémicos que tutelan bienes juridicos colectivos inmateriales, institucionalizados 0 espiri- tualizados, no divisibles en intereses individuales, Eso sino hay que exigi al autor en su caso un conocimiento dela peligrosdad e a conducta en su exacia dimensin nica, sino ‘que ser sufciente Ta frmla general dela vlorain paral del autre la efera dl profano, lo eval no es obstiulo por supuest, poe tira pare, para que pueda aprecase un eror—vencible por rela gneral— sobre e elemento a apitad lesiva (ot. Moatans, 1994, pp ally) * Véase en la doctrinaespatola por todos ya Amoyo, 1997, pp. Ty. Vease R: Monta, 1994, p 304, y 1997, p. 710 De acuerdo tambien Aroyo, 1997, p 8 De acuerdo Corso, 1999, pp. 238) 3 Anoyo prefee, en cambio, engobar ete dlito ene primer grupo o sea ed os dlitos que tutelanbienesjuridico ineituclonalizadosnoreconduciles a bsnesjrdics indicus, = Vease en meta doting, pe Silva, 1993, p 150, R Monts, 1994, pp 281 y ss yp. 307 Com odo, a esta eguiparacin ene los deitos de peligro abstract los dios impradeats sin resultado sha obetado que ello “no se compagina muy bin com la inlencin nica de les dito de peligro abstaco, eu objetivo es estandarizar al msi cera condita" Y ‘ue, adem, se topa dele lata con el costco gue supone Ia exsencia en nuestro CP de dios depois abszacto que admit a vot- Shon imprudent (pest 51), lo eal requriiaexplicar dopmiicamente la ealiacin imprudent de una “tentativa imprderte”. Véase Feyjoo, 2008, pp. $24 ss, y 334, 60, quien, si bin reconoce que normalmeat a ealzacion de delitos de peligro abstaco coincide con Tainfraecin dea norina de euidado —"entativa imprudente'—, dello no puede dedcise una euivalencia material de aba estretras pices, puesto gue en dishos delitos la conduct ereaiza ya cand cl autor thar cons dol os elementos tipoos, sn que exist eu sito nozmaive adcional de euidado con respect a una eventual lesion dl que depend responsabilidad penal en Suma, a elacion ete {delta de peligro abstract el impradente de resultado no sera norma, deade el uno de vita dogmatic, sino meramentsfuctonal, ‘esd un unio evista politicomximinal en ateneion lo eval sera metodldgicamene een raconstie el injst de os ios de peligro ‘parr dela tradcional dogmitia de os delits de esén. Con iodo, el menconado penis reconoce que el fundarento leat que inspira referid eoncepidn del dlto de peligro abstract come tipicaion automa de una iain del dber decidao sn resultado porta rites que deben er ends encanta en odo caro ar, permite justia la mpunidad cuando cl agente adopta medidas decuidado ‘seguridad ideas para vita stuaiones de peligro en el caso coneret, Mm Revista Penal México Los delitos de peligro en el Derecho penal econsmico y empresari que afectan a estructuras bésicas del sistema econé- mico. A mi juicio, en tal supuesto el referido bien jue ridico colectivo general no es susceptible de lesién ni siquiera de puesta en concreto peligro por cada con- ducta individual. De ahi que, desde la perspectiva del bien juridi- co colectivo inmaterial, la téenica de construccién de esta clase de delitos sea la de los tipos de peligro abstracto, con la importante particularidad de que en los delitos econémicos en sentido estricto la conereta tipicidad se vincula a la lesién (0, en su caso, a la puesta en concreto peligro) de un bien juridico repre- sentante, que pasa a ser el bien juridico inmediata- ‘mente protegido, En cambio, en los restantes delitos en los que no es posible identificar un bien juridico representante que sea susceptible de ser lesionado (x: gr, delitos contra, la libre competencia o contra el medio ambiente eco- ccéntrico), la ofensividad debe verse directamente en cl peligro abstracto para el bien colectivo inmaterial ‘Con respecto a este grupo de delitos, hay que rei- {erar que un importante sector doctrinal considera que en todas los casos de delitas socioeconémicos que tutelan bienes juridicos colectivos inmateriales no divisibles en intereses individuales estamos ante es- tructuras tipicas de lesién. En efecto, guiados pre- cisamente por el fin de justficar la intervencién del Derecho penal en este dimbito, asi como la de satis- facer las exigencias basicas que comporta la necesa- ria materialidad del bien juridico, algunos penalistas parten de la base de rechazar la comprensién de los bienes juridicos colectivos como entes ideales, caren+ tes de materialidad, y, por ende, como entes no sus- cceplibles de lesién por acciones individuales, Frente a cesta comprensién dichos penalistas asumen una con- ccepcién del bien juridico como objeto de la realidad social, concepcién en la que el nécleo del contenido de los diversos bienes juridicos reside en las concre+ tas realidades sociales que son objeto de valoracién positiva y no en el juicio de valor en si mismo consi derado. De este modo, se adopta tna perspectiva die rnamica que —en su opinién— cobra especial relieve en el ambito de los bienes colectivos generals, tanto para delimitar su contenido como para configurar su lesién por medio de conductas individuales: el bien Juridico se sitia entonces en la funcién social misma, ¥y su lesin consistira en la perturbacién o afectacién (Cambién se habla de impediment u obstaculizacién) a dicha funcién, Con arreglo a esta concepeién, sus partidarios entienden que ya no resulta preciso recue rrira otros elementos, distintos del propio bien juridi- co colectivo general, para verificarlalesibn, sefialada- rent al sustrato material, como elemento intermedia con funcién representativa, a diferencia de lo que su- cede en la concepeicn ideal del bien juridico."* Ello, no obstante, también partiendo de una cone cepcién ideal del bien juridico (que, eso si, conciba la rmaterialidad del sustrato en un sentido sociolégico y no meramente naturalistico) es factible extrae, a mi {uicio, el bien juridico colectivo general dela realidad social y, en algunos easos, afrmar su cardcterlesiona- bie, al poder constatarse una afeccién real de objetos concretos a los que cabe referir el auténtico desvalor de resultado, como sucede en los deltas contra la ha- cienda piblica y la seguridad social" ‘Ahora bien, ali donde esa afeccién real a objetos coneretos, a los que poder refer el desvalor de re- sultado, no sca posible no podri afirmarse el caricter lesionable de los bienes, como sucede, a mi modo de ver, con la libre competencia 0 con el medio ambien- tc, bienes juridicos que, por ello, tinicamente podrin ser puestos en peligro abstracto por una conducta in- dividual, pero no lesionados (ni puestos en conereto peligro). Eso si, ni qué decir tiene que si en alguna figura delictiva determinada alguno de estos bienes Juridicos es susceptible de ser ulteriormente conere- tado, entonces la afeccién habra de ir referida a esa caracterizacién mas concreta, como sucede,¥. gr, con "El enfogue dinimico del bin undo como abjto dela rsldad social psee un antecedeme remota en Binding y un antecedent priximo en Wezel (5 bien uolizado de cara una fundamentacién del injsto asada en el desvalor de acc), pero la adopcion de dicho nfoave pata defn la esn del bien jrdico es ua tares que a sido emprendida modemamente, merced a la contbucion de 0s enalisa, como especialmente ya Rudolph (1975, pp. 346 y quien offece una werdadra caracterizaciin general la fens al bien jurgio come perturbaciin de “aquelas Funciones que son constiativas paral vids soil’, caacterizaci qc ha servo de has para gue espe otoe autres en lamas recente dctrinahayan desarolado eee concepto on el mirc de os diferentes dls de la Pate expecta Yas eoneretamente, en cl anbito do fos delitosdestinads uel los hieneseoletves enerales gr, Tiedemann, Marinus y Doel Ais en a doctrine espafola debe ser resaltada la contibucén de Soto, 2003, p. 296 y ss en la que pueden hllarseamplia referencias a Ta concept del hie ards como objeto de Ia raldad oval, a como la materialidad yal carder lesionable do los bien jurldios coletivos generale. "Véase PG, Martine2sBun, pp 173 ys, nz Doe Ia libre fijacién de los precios en el mercado (aunque cn el delito del art, 284 CP se configura como un de- lito de consumacién anticipada), que es un aspecto de la libre competencia o, si se prefiere, una de las po- sibles formas de aparicién de este bien juridico en la realidad social. Sin embargo, esta mayor concrecién del bien juridico no significa que la libre fijacién de los precios en el mercado pueda resultar lesionada por tuna accién individual: lo sera si, a partir de una con- cepcién del bien juridico como objeto de la realidad social, se considera que la funcién social que desem- peiia a libre formacién de los precios en el mercado puede resultar efectivamente perturbada 0 afectada por la conducta individual (y siempre que el delito en cuestién se construyese como delito de consumacién normal, y no de consumacién anticipada); no lo seré si, sobre la base de una concepeién del bien juridico como ente ideal (como valor ideal del orden social), se entiende que la conducta individual dirigida a al- terar los precios que habrian de resultar de la libre concurrencia (aun cuando surta un efecto suscepti- ble de verificacién en la realidad social) es incapaz de destruir el bien juridico de la libre formacién de los precios en el mercado, puesto que dicha conducta tan sélo posee una aptitud abstracta para lesionar tal interés colectivo, que tinicamente se veria lesionado realmente en el caso de que las conductas infractoras se generalizasen, Asi las cosas, con respecto a los dos grupos de de- litos de peligro abstracto citados, cuestién diferente serd establecer en qué medida esté legitimada la in- tervencién del Derecho penal. Con cardcter general, la respuesta a este interrogante parece clara, En lo que atafe al primer grupo, la respuesta ha de ser indudablemente afirmativa' en tanto se parta de la De acuerdo, Antoyo, 997,98; R Monshis, 1997, p. 710 base de que en rigor se tutelan aqui genuinos bienes juridicos individuales esenciales, como son funda ‘mentalmente el patrimonio y la libertad de disposi- cin econémica de las personas; y obsérvese ademas que se tutela el patrimonio y Ia libertad de disposicién de un conjunto a priori inabarcable de personas, sien- do esta indeterminacién de la frontera del peligro la que incrementa precisamente el desvalor del injusto yy permite justiicar la anticipacién de la linea del cas- tigo al momento del peligro abstracto, sin necesidad dd esperar a que se produzca un peligro concreto para ‘un sujeto individual determinado.” Con respecto a la legitimidad de los delitos de pe- ligro abstracto incardinables en este primer grupo, ‘merece ser destacada, por su proximidad con la ex- plicacién aquf mantenida, la original contribucién de Kindhauser," quien, a pesar de partir inicialmente de los postulados de la escuela de Frankfurt, ofrece luna construceién en la que los delitos de peligro abs- tracto se conciben como delitos de datio sui generis, ce decir, daios auténomos —y no simples fases 0 es- {adios previos a las lesiones— que vulneran las con- diciones de seguridad que son imprescindibles para un disfrute de los bienes desprovisto de toda pertur- bacién (“condiciones juridicamente garantizadas de disposicién de los bienes sin riesgo"). Ciertamente, cen tales delitos no se trata de una vulneracién actual del bien juridico (por eso el peligro se califica de abs: tracto), sino del menoscabo de patrones de seguridad, tipificados o estereotipados, trtese de patrones obje- tivos o incluso de patrones referidos al sujeto (p. ei. cl premiso de conducir como requisito de Ia partici pacién activa en el trfico rodado), cuya eficiencia re- sulta esencial para el aprovechamiento racional de los bienes. En suma, con arreglo a estas premisas, cabe ‘ease ya Scatnemann, 1991 p. 36, y,posteiormenie, véase 1996, pp. 197 yss. Como razona est autre esslador penal no puede pasa por alo la circunstancia de Que en la modetna sociedad del resp los “contextos de acim individales” han sido sstiuidos por contexos de acidn colecivos", en los que el contacto interpersonal a sido reemplazado por une forma de comportamicntoandvima y estandaizada, AS ls cosas, st petende que el Derecho penal pueda parantiar Ia proteccin de bienesjuridcos en ales eas, el tipo de resulad lesivo clisico debe se sustuid por el moderso po de peligro abstract. En fin, como gricamenteeseibe este autor. mientras €Feiudadanoobtavo sis alimentos sempre dela misma grenade mismo camiceo ode mismo panaero, eye eitelo de cient eras ‘ez invariable ylimitado, la dstnbucion de alimentos nocivos para la salud podia ser abarcada sin problema alguno por medio de ls delitos {de hoeiciio lesions mprudentes, posto gue autor y vicina se allahan vinculados mediante relaciones personales perenecian @ Una ‘yecindad que permanecia vonstante¥ era perfectamente sbarchle, Sin embargo, al levarse a cao la distin masiva de alimentos, "lahorados pot fabvicants annimos apart de eadens de almacenes, ls eslabones casas se pierden en el anon de lasoiedad Je ‘mazar en eloncin so otal, si se pretend mantener la rotescin de los bienesjuridico, la tervncion dst Derecho penal ha de apoyarse fa acim de respirable en eu fl, exo, on Ia produceén ntoduecion on el mercado de elementos que sean d6neos para Tesionar-la salud (pp. 199 y's) Este razonamiento, eferdo aos deltos de faudesalimentaros, es itegramentetasladable alos deitos Socioeconémieos ge tuelan iene supraindividaisisttuionlizads en referents patimonia individual. De echo, el propio Seine ‘mann aia que io expuesto rig tambien para las conducts relatives alas inversoncs cnc mercado nanciro(p. 200), bre lla véase PG. Marine2sBujn, pp 194 9, us Revista Penal México Los delitos de peligro en el Derecho penal econsmico y empresari cconcluir que la lesividad caracteristica de los delitos de peligro abstracto se deriva del dato de que un bien del que no se puede disponer sin cortapisas no es ra- cionalmente aprovechable en su totalidad.”” Ahora bien, segiin aclara este autor, la existencia de delitos de peligro abstracto se vincula ademds a ulteriores limitaciones. Y, en este sentido, cabe recor dar ante todo que los bienes juridicos dignos de tutela penal en el dmbito socioecondmico por la via del pe- ligro abstracto son aquellos que tienen como misién preservar las condiciones de seguridad para el libre desarrollo del individuo en sociedad siempre que di- cchas condiciones no dependan solamente del propio individuo (competencia auténoma), sino que se ins criban dentro de las competencias del Estado (com- petencia heterénoma), el cual viene asf a garantizar juridicamente dicha seguridad (de ahi que Kindhiu- ser hable de “condiciones de seguridad juridicamen- te garantizadas”), Por consiguiente, en el Ambito del Derecho penal econémico la tutela de bienes juridicos por medio de la técnica del peligro abstracto seri, en esencia, legitima cuando se produzea una vulneracién de ambitos de libertad individual (como puede ser la del pattimonio o la libertad de disposicisn econémica individual), que se hallen ademas “jurfdicamente ga- rantizados”, o sea, en el sentido de que la seguridad heterénoma que haya de otorgarse al individuo sea atribuible claramente a la competeneia estatal. De ahi que, atal efecto, resulte imprescindible acreditar, a mi juicio, que la conducta tipica puede ser configurada ‘como una auténtica injerencia en la esfera de la liber- tad ajena juridicamente garantizada, lo cual compor ta, obviamente, la necesidad de incorporar al tipo de injusto los elementos denotativos de semejante confi- ‘guracién; a ello me referiré més adelante ‘Como queda dicho, entiendo que esta construccién de Kindhauser se identifica en lo esencial con la que aqui se sustenta con respecto a los bienes juridicos supraindividuales institucionalizados divisibles en in- tereses individuales, esto es, con respecto a aquellos que poscen un referente patrimonial individual. Es ms, creo que la discrepancia seria puramente termi- nol6gica, puesto que el autor alemn considera que en tales delitos existiria un auténtico desvalor de resul- tado; sin embargo, el daflo sui generis al que él alude no se distingue en nada del desvalor de accién carac- teristico de los tipos de peligro abstracto, esto es, la realizacién de una accién que generalmente pone en peligro el bien juridico protegid En cualquier caso, lo que si podria decirse de la caracterizacién de Kindhauser es que al no identi- ficar un bien juridico colectivo propiamente dicho, independiente de los bienes individuales, no aporta en realidad criterios materiales ulteriores diferentes de los agui expuestos, pero no es correcto objetarle que offezca un concepto vacto sin referente material alguno sobre el contenido legitimo de las normas, del mismo modo que tampoco puede dirigirse una obje- cién semejante ala caracterizacién que aqui se acoge. Algo distinto es que se critique (con razén) al citado penalista aleman que acuda a la idea de “la garantia dde una tranquila disposicién de los bienes” para legi- timar delitos de peligro abstracto puro 0 meramen- te formales, construidas de modo exclusivo sobre la base de una desobediencia a un mandato control de la Administracién, sin acreditar una especifica lesivi- dad para un bien juridico penalmente protegido; pero ste es un asunto especifico, privative de una de las clases de delitos de peligro abstracto (cuya presencia es marginal en el Ambito socioeconsmico), que no afecta al aspecto general que ahora se aborda, relative a Ia caracterizacion de los delitos socioeconémicos de cardcter supraindividual o coleetivo divisibles en intereses individuales (que conceptualmente son de- litos de peligro de aptitud) como delitos de daflo sui generis." "Con carter general, véase Kindhauser, 1989, pp. 27Ty ss, 355 ys; con respeco al Derecho penal econimico, vias 195, pp. 48s. > Vease en este sentido Cero, 2002, 63s, len subaya aceriadamente que noes corecto abi al air aleman i ess de gue ‘mls dlitos do peligro abstracto se pots un ben uric diferente la seguridad--como han interpreted pc} Schinemann ena dock ta slemanao Soto, 2003, pp. 209 ys, en la espaola—, puesto qe lo que seed ex simplemente que dstingue ies formas de menoseabo ‘els bene jurdioos la ein, el peligro coneeto ya perturbation de as condiciones de sepuridad que son imprescindibles para d= Frue despreocupado de los bienes. Vase tambien en identco sentido, Coroy, 1989, pp. 21s, quin, tras reeonacer que Kindhser no ruye realmente un contenido de imusto propo alos dlitos de peligro abstract, seala qu prcisamente, a diferencia del autor alm, «lla st propane, empero, un bien jidice goletive diferente y autdnomo dels iene individaales “Vea, sn embargo, la interpretacion que de la cracerzacin del itado penalistaalemn realiza Soto, 2003, pp. 210.y sy 229, eum «ve no le fale azn esta autora cuando desde el punto de vst concept, afima qe Ta dead recut a defradacén de expectativas Sociales” y a su "restablecimiento por medio de a inerveacén puniva” evoca —en sos propos téminos— una concepcién purest Sociolgiea del Derecho como Ta propuesta por la teria stémicay que, po To tant, ofrece eoneptos que son slo les pa dseribit la na Doe En lo que concieme al segundo grupo, 0 sea al de los delitos que tutelan bienes colectivos inmateriales generales no divisibles en intereses individuales, el recurso al Derecho penal estard en principio justiic: do siempre que el bien juridico de que se trate consti- ‘tuya una condicién esencial para la supervivencia del sistema socioeconémico, Ello parece claro, en princi pio, en el caso de los delites econémicos en sentido estricto, que tutelan la intervencién del Estado en la economia (el Derecho penal econémico administrati- vo), pero también en el de aquellos delitos que prote- gen las estructuras basicas de la economia de merca- do y de la sociedad ‘Ahora bien, interesa recalear que el hecho de que algunos de los citados se califiquen como delitos de peligro abstracto para el bien colectivo inmaterial ge- neral no significa, obviamente, que se trate de delitos carentes de la necesaria ofensividad, porque tales in- fracciones se construyen sobre la base de un peligro real —no meramente formal— para el bien juridico, de tal manera que éste conserva toda su potencialidad critica y garantista® En fin, si se aceptan las consideraciones preceden- tes, no deberia haber obsticulo en via de principio para recurrira la construceién de las deitos de peligro abstracto en la tipificacién de los delitos socioeconé- micos, No obstante, hay que reconocer que su utiliza- ccién ha sido muy controvertida, El empleo de tipos de peligro abstracto en la de- finicién de los delitos socioecondmicos no es, desde luego, una originalidad del legislador espaol. Hay {que tener en cuenta al respecto que, en las modernas reformas del Derecho penal econémico alemén, se ha utilizado con frecuencia la técnica del peligro abstrac- to, Asi ha sucedido en las dos leyes para la reforma de la eriminalidad econémica, que han introducido las nuevas figuras delictivas econémicas en el SIGB, y en algunas tipicidades especificas incardinadas en diver- sas leyes penales especiales, Por tal motive, no puede resultar extraflo que los Proyectos espafloles de nuevo Cédigo Penal incluye- sen asimismo numerosos tipos de peligro abstracto. De todos modos, si se compara la previsién del nuevo CP de 1995 en relacién con la regulacién del mor de 1980, se puede comprobar que en el vigente tex- to punitivo se ha operado una sensible reduccién de esta clase de tipos, las mas de las veces basada en la renuncia a pergefiar sedicentes “delitos econémicos” ccarentes de todo contenido sustancial. En efecto, en algunos de los delitos proyectados en 1980 se trataba, simplemente de infracciones que se caracterizaban por una mera anticipacién de la linea de punibilidad ‘nein dela pena y, po end, la funsin del Derecho penal como subsistema de contro social. Precsamente, en este timo sentido cabe ‘destacar Ia posieién de —enrlacén, en particular, com los delitos soma la seguridad colectiv— quien, parendo tambien dela idea de {que el modelo dogmdtico de Kindhuiser ener, a su enlender, el peligro de una instsactora administaivizaién del injuso penal y de que educe Te eri de os delitos de peligro abstract a una chestin refer al bien juriico prego sn un eerencia la estructura normativa (véase Feijoo, 2005, pp. 328 ys) ropoe una carctrizacion material de tales dlios acorde con su concep funcional del injustoy dela woria de a isputasin objtiva en su opin, la impuacionobjetve de los dito de peligro abstract exige que, masala Je la constaucin de una conduct estadsscamestepeligrosa pueda abuse a infacor en el caso concteto “una organizaien insure del propo ambito de exaizasin o, dicho en terminos mis exacos, un organizacin peligro ms insegura gue una equivalence peritidn fo cual no significa que haya gue constr la idoneidad de la conducta pare lesiona un bien juriicoinéividal (como sostiene Ia tesis de ddetrinadominane que agu se ace), sino simplemente que desde una perspctva noemativaojuridca no se ha contolado 9 doinado slicielemente el propio bio de rganiacin, por lo demas, a referencia ala infracion de normas de sepurdadexrapenales ols cit= ‘ula de antorizacém qe se contianen en muchos dels delitos de peligro abstactodeben ser concebiasentones em eansuls de resg0 Permitido gue determina el sleance de! tipo objetivo de acuoréo con la confgureionnortaivamnte vigente de lasociodad, a dferenca de Toque suede en la dogmatic de a imprudenei, donde el riesgo permit es un institute para determinate deber de cidade (pp, 330 8), " Véase PG. Martinez-Bujn, pp. 225 ss. » Alqnospartiaros de una concepein del ben jurico como objeto de Ia ealidd social consideran gue et shandono del nica de peligro astraco en favor de estruturs de lei, conctetadas en unidades con valor funcional, permitziadtar de mayor contenido lsivo elertos dios,» gr, dlls cata el medio ambiente (ease Soo, 2003, pp. 316s, especalmente pp, 325 ys) lomo obsane, sin nogar qu el enfagusdinamico soiol6pio-normative que proponen dchospartdarios rele cepecalmente apo para llevar a cebo una a= Yor concrcion dels bieesjriicas colectvos generale, que pert su desomposicin en diversosbienesjuridicn autnomos, sabe base de indvidualizarundades(subsistemas) con valor funcional lo ier es que ello no tiene por qu inci en Ia leptimidad de La inter- a penal, Y es qe, en efecto, ala poste el mayor 9 eno contenido lesivo to puede dependet del aracteriacion que el inrpete berca sobre el dito en cuestion come dlito dels concebida como perturacionu obstaclacion de una coerea fansin soil) © omo dito depoigro abstacto paral ined del ben juriicacolectivo general, sino que dependerd dela coneeladeserpcin tiica En ras palabras, por si misma la diversaperspestiva ans la forma de atagus al bien jriic, dervada de un diferente entendimieato del oneupto de lesion, ni quia ni pone ofensividad de cata constr Ta leitimidad de la intervencin penal, con independencia de que wn tnfoguesoviolegico-normaivo penta offcer una mejor comprensin de cules som lat condutas gue comportan in efecto Ista fy ‘erent praducin para ls diversas fanciones sociales coneets en las que pede descomponere el bien jude us Revista Penal México Los delitos de peligro en el Derecho penal econsmico y empresari de figuras de contenido puramente patrimonial ind- vidual, esto es, lo que se ha convenido en denominar “tentativas auténomamente tipificadas”. En otros ca- sos, Io que se pretendia era lisa y lanamente resolver los problemas de prueba que surgen con los tipos de lesién o de peligro concreto. Evidentemente, ambas razones resultan insufleien- tes por si mismas para justficar la creacién de tipos de peligro abstracto. Sin embargo, conviene no olvidar que la legitimidad existria si se constatara que tales razones son simples motives acompaflantes de una fundamentacién esencial, a saber, la necesidad de tu- telar auténticos bienes juridicos supraindividuales in- materiales, generales o difusos, cuya proteccién no re- sultaria imaginable con otra técnica de tipificacién* Ahora bien, segiin se anticip6 mas arriba, en la la- bor de tipificacién de conductas hay que exigir que, ademas de dicha fundamentacién esencial atinente a la firme delimitacién de un bien juridico digno de tu- tela penal, se aflada la necesidad de que los tipos de peligro abstracto se vean rodeados de determinadas exigencias, de tal suerte que encierren un contenido de injusto que alcance el grado de lesivided exigible alas genuinas infracciones penales. Ciertamente, hay ya clisicos delitos de peligro abstracto que cumplen el contenido de injusto de las auténticas infracciones penales sin mayores exigen- cias (x. gr, el incendio en casa habitada, delitos con- tra la Administracién de Justicia, como el falso tes- timonio, o delitos contra la Administracién Pablica, ‘como el cohecho), pero en la esfera del Derecho penal socioeconémico la regla general seré la necesidad de plasmar en los tipos penales determinados elementos que expresen de modo explicito esa dosis de ofensi- vidad aftadida, Pues bien, desde esta ultima perspectiva, cabe ‘mencionar sefialadamente ante todo la técnica de in- ccorporar al tipo especificos elementos normativas de Asimismo, hay que incluir aqui también todas aquellas restricciones tipicas que en general permitan colegir que el injusto vulnera las antecitadas condi- ciones de seguridad que deben ser garantizadas por el Estado y que, por lo tanto, posibiliten una adecua- da reduccién teleolégica de los tipos. Ello impone, como pauta general, el logro de la mayor taxatividad posible en la descripcién tipica y, en particular, una precisa delimitacién del circulo de sujefos activos con cexpresién en su caso de los especiales deberes que les incumben en relacién con la proteccién del bien juri- dico (esto es, una precisa configuracién de los delitos especiales propios, como, p. ¢j., se hace en el delito de abuso de informacién privilegiada en el mercado de valores del art. 285), alo que cabria agregar un inere- mento en el desvalor de accién estrictamente conside+ rado, merced a la inclusién de especiales modalidades de condueta que resultan especialmente intolerables (como sucede p. ¢j., en el delito de maquinaciones para alterar los precios de las cosas, del art. 284, 0 en el delito societario de imposicién de un acuerdo Iesivo del art. 292)2° zn ocasiones, la previsién en el tipo de un resulta- do material puede contribuir también a delimitar los contomos de lo punible, en la medida en que describe * Vease por todos Tiedemann, 1985, p. 36; Schonemann, 1996, p19; PG. Garcia Cavero, p. 128 ® De auezdo ean eta propuest, véate Cee70, 2002 p71 9's quan subraya que Ta transforma de los tipos de peligro abstacto pros en dls de atid pare a producciin de un dato Uebe realzaaeunicamente en estos dlitos que él denomina “contra bigs far {ics coleciva”, en Ta medida en que cece frecentemente decontrnos preciso ysuponen una aticipacion dela potecisn penal de Bienes jurdicosindviduaes. Pore contrano, no debcran tansformarse en dpos de api aquellos deltas de peligro absacto que proie- zen bene juridicossupeindividuales (generale, come ls delitos conta la Adminstracign de Tustici conta la Adminitacion Publica, neste sentido véae Aroyo, 1997, p. 7. Con tod, con repeco al principio de exasvideg, = important advert que los tpos de peligro abstactoplantan muchos menos problemas gue lo pos imprudertes de resultado lesvo, babi events de que en estos ino la ‘oma conereta de conducta no suele esa desea pot a ey y iene que ser entonces la jurispmudencia la que con postrioriad se ncargve perfil (ldeterminar eu ea el euida objetivaments debido), mientras queen el delito de peligro sbstrato el leyisladr puede debe edactar un tipo dotad de contomos pressos que permitancumpir eserupulosemente el mandato de determnacion (er Schanemann, 196, 201, Cetera, 2002, 9p. 628) 16 Doe un efecto de la accién tipiea sobre un determinado objeto, que es acotado usualmente por el propio tipo (objeto de a accién)y que habré de producirse para la plena realizacién dei delto. Obviamente, en tal caso dicho resultado material no comportaré una lesin del bien juridico, pero tampoco tiene por qué implicar ya Ja constatacin del peligro tipico para el bien juridico, puesto que el objeto de la accién puede tener, © no, una vinculacién material con el bien juriico, Asi en el delito del articulo 283 (ejemplo de de- lito que tutela un bien juridico colectivo divisible en intereses individuales), el tipo requiere un resultado ‘material, integrado por la efectiva facturacién de pro- Auctos o servicios, pero Ia ofensa al bien juridico exi« ge ademiés la veriicacién de un peligro abierto para el grupo colectivo de consumidores; y otro genuino ejemplo vendria dado por los delitos contra los de» rechos de los trabajadores de los articulos 311, 312 yy 313. Por su parte, en el deito de contaminacién del articulo 325-1 (ejemplo de delito que tutela un bien Juridico colectivo no divisible en intereses indivi- duales) el tipo requiere la causacion de determinados resultados materiales en a realidad naturalistic (emie siones, vertdos, ec.), pero la ofensa al bien juridico exige ademis el peligro para el equilbrio de los sis- temas naturales. Por otra parte, en la tipificacién de los delitos de peligro abstracto cabe citar también otras exigencias, como eliminar(dejando a salvo supuestos excepciona Jes) la versin imprudente e incluso la propia restric- cin del tipo subjetivo del deito doloso, limitando su posibilidad de ejecucin sl al doto directo e incluso previendo en su caso especiales elementos subjetivos del injusto cuando la fundamentacién de a antijuridi- cidad asi lo exija Por lo dems, las posibles objeciones que todavia pudiesen esprimirse desde la perspectiva del prin pio de ultima ratio inherente al Derecho penal puc- den y deben ser refutadas con la previsién de otros recursos dogmaticos, como, especialmente, la inelu- sién en la figura de delito de especificas causas de levantamiento o de anulacién de la pena, basadas en ¢larrepentimiento activo del autor, que permitan exo- nerar de pena al sujeto que, pese a haber consumado ya el hecho delictivo, evite (0 se esfuerce seriamente en evitar) en forma voluntaria el agotamiento del de- lito, Esta técnica ha sido utilizada por el legislador aleman en los modernos tipos defraudatorios de peli- sro introducidos en el StGB (parrs. 264-4, 264 a3 y 265 b)-2) y también ha sido adoptada recientemente por el legislador penal espafiol en los delitos contra la Hacienda publica y la Seguridad social.” Finalmente, hay que reclamar, desde luego, el rese peto escrupuloso al principio de proporcionalidad, esto ¢5, la eonsecucién de una proporcionalidad eon- ereta entre el injusto tipico y la pena con la que se conmina, Ahora bien, de nuevo cabe observar que la Aebida proporcionalidad puede establecerse en forma més sencilla y precisa en los tipos de peligro abstracto que en los tipos de resultado lesivo, puesto que en aquéllos el autor va a responder tinicamente de la rea- lizacién de la accién peligrosa y no de un resultado lesivo, que en muchas ocasiones incorpora en buena ‘medida un componente de azar.* Por lo demés, desde otra perspectiva vinculada al principio de proporeionalidad en abstracto, convene salir al paso de una argumentacién —a menudo es srimida— que ve en el empleo de los tipos de peligro abstracto una invasién del terreno propio del Derecho administrativo, que cercenarfa la libertad de aceién empresarial y que, consecuentemente, vulneraria el principio de proporcionalidad. Frente a este modo de razonar, procede indiear, por de pronto, que en ‘ocasiones lo que sucede es justamente lo contrario, puesto que, mientras que la normativa administrativa, puede someter a control toda la actividad del empre- sario, la regulacién penal tiene que circunscrbirse a tun sector en particular intolerable de dicha actividad. > Convione rsa que, en I tea de restrngt el Ambo de os ips de peligro abstaco, la ita slucigndogmstica esa preferibe ‘lade exclir de tales pos aquellasaciones que respondan al usdadoobjelivameatedsbido, enc sentido de ue (a ser conebidos como ‘uteticas entaivasimprodertes Ia accion no seri pies cuando el sujet hubiese afoptado medidas de cuidado de euridad para evitar €l peligro de binesjrtics aenos(vedse Feijoo, 2000, pp. 165 ys Cerezo, 2002, pp 68 ys) lo susede elrament e os dls orientads a la protein de bienes juricosinmairaesistiucionalizados no dishes en inex reses individuals, pero también puede predicase dc los dltos de peligro abstract orienados ala tala de iene juridcosindviduales © Suieiertemente indvidvalizads, sore todos se tata de pos gus Se inian a dscribtaeiones generalmentepligosis no continen, pues, referencia alos binesjurics indviduaes, ni, po lo tat, Evisu eso, 1909 pasa I observance nobservanca del cuideda ajcivamente Scbido pars Schonemann, 1996 . 201. Ea nuestra dctrina sobre la proporconaidad en los dsitos de peligro abstract, véase Aguado Corea 7 Revista Penal México Los delitos de peligro en el Derecho penal econsmico y empresari En otras palabras, no cabe desconocer que un Dere- ccho penal que se limite a establecer un control de la actividad empresarial mediante la probibicién de los ilfeitos més intolerables en la materia puede Megara ser mds permisivo que una legislacién administrati- vva desprovista de toda sancién penal.” Y semejante razonamiento fue ya asumido por et XIII Congreso Internacional de la Asociacién Internacional de Dere- ‘cho Penal, celebrado en El Cairo en 1984, sobre “E cconcepto y los principios fundamentales del Derecho penal econdmico y de la empresa”. En efecto, en su. recomendacién 2* se establece que “El Derecho penal cconstituye solamente una de las medidas para regular la vida econémica y para sancionar la violacién de las reglas econémicas, Normalmente, el Derecho penal desempefia un papel subsidiario, Pero, en determina- dos sectores, el Derecho penal es de primera impor tancia y prevé medios mas apropiados para regular la actividad econémica, En tales casos, el Derecho penal implica una menor intervencién en la vida econémica que el Derecho administrative o el mercantil”. Por su parte, merece también ser reflejada aqui la recomen- dacién 9, en la que literalmente se dispone que “El ‘empleo de los tipos delictivos de peligro abstracto es un medio valido para la lucha contra la delineuencia, econémica y de la empresa, siempre y cuando la con- dducta prohibida por el legislador venga especificada ccon precisién y en tanto la prohibicién vaya referida directamente a bienes juridicos claramente determi- nados. La creacién de delitos de peligro abstracto no std justficada cuando obedezca exclusivamente al propésito de facilitar Ia prueba de los delitos”.” II, La vertiente subjetiva: el dolo de peligro ‘Cuando el dolo se proyecta sobre los delitos de peli- ‘gro, sungen algunas peculiaridades que lo diferencian del dolo de lesién, estas que varian en funcién de la cconcepcién del dolo que se acoja. Entre los partidarios de mantener un elemento volitivo en el dolo hay coincidencia a Ia hora de en- © Gi Tiedemann, 1985, pp. 33 ys © Soe esto limo vee tambin Sot, 2003, pp. LTT ys yn 24 tender que en los delitos de peligro dicho elemento posce una relevancia mucho menor que en los delitos de lesion, en virtud de lo cual puede observarse una significativa aproximacidn sobre el concepto de dolo de peligro entre quienes propugnan dicho enfoque volitivo (como me parece correcto) y quienes, por el contrario, parten de un enfoque puramente cognitiva, ‘Sin duda, la menor relevancia del elemento voliti= vo se explica por la mayor conerecién del riesgo tipi- 0 objetivo que presentan los delitos de peligro frente alos delitos de lesién, esto es, por la descripcién ex- haustiva y precisa de la norma de cuidado, caracteris- tica de los delitos de peligro, que se proyecta sobre sectores de actividad altamente reglados (como suce- de sobre todo en los delitos econémicos més genui- nos), en Tos que la experiencia nos permite pronosti- car que se estén tipificando conductas potencialmente lesivas para bienes juridico-penales” La mayor conerecién del riesgo tipico objetivo per- mite explicar también el rechazo jurisprudencial a con- ceder relevancia al eror en el caso de delitos socioeco- nnémicos Hevados a cabo por “profesionales”.”* Por olra parte, en consonancia con ello, cabe ob servar que la pérdida de peso del elemento volitivo se predica también de los delitos de mera actividad. De hecho, en el seno del enfoque cognitive se afirma aque la innecesariedad del elemento volitiva referido a Ja consumacién del tipo es aqui mucho mas evidente ue en los delitos de resultado, puesto que atal efecto bastard el mero conocimiento de los elementos tipi- 0s, mientras que el error sobre alguno de ellos elimi- nard siempre el dolo.”” ‘Asimismo, esta razén es la que permite explicar que en algunas ocasiones en la doctrina (especialmen- te en el seno de un enfoque puramente cognitivo) se haya aludido a la posible identificacién entre dolo de peligro y dolo eventual de lesién, por un lado, y en- tte dolo de peligro e imprudencia consciente referida 4 la lesién, por otro lado, Veamos ambas cuestiones. lo que atafie a la primera de ellas, semejante idemtificacién no puede ser compartida, puesto que * Véase por todas. Mentaés, 1994, pp. Ly ss. y 165, 8 quien, partindo de un consepto de dolo gue exige un slemento valve, cofroe la expsicin ans paradigm ai rexpeco, puesta gue opne una caracterizacin del olo els dls de peligro eh a qu a= bye al elemento voliive un pape! marginal en los dlitos de peligro concreto(p. 168) y acaba pr rescind de él en os delitos de pelio abstacio(p. 312) * Véase Corcoy, 1999, p. 316; Horta, 2005, pp. 218 y 232 ss ene ejemplo de a seguridad ene abajo. Wéase por todos Fisch, 83. pp us ‘ela dtina espaol vease Siva, 1987, 651, 17, y Feijoo, 198, p. 327, Doct si bien es incuestionable que el dolo (eventual) de Iesionar presupone necesariamente el dolo de poner en peligro, no puede formularse empero la hipdtesis contraria, 0 sea, el dolo de peligro no implica un dolo de lesién, por muy eventual que sea éste." Desde un enfoque que requiera el elemento vo- Titivo en la estructura del dolo, hay que convenir en que la identificacién apuntada es imposible, pues- ‘to que puede perfectamente suceder que el autor esté consciente de la peligrosidad de su conducta y no confie ya en la evitacién del peligro en si mismo considerado, pero no asuma la eventual verificacién de la lesién al confiar con fundamentos en poder controlar el curso causal peligroso y evitar a la pos- te la lesién.® Y, més en particular, si se acoge una perspectiva normativa como la que me parece e: recta," cabria decir en particular que, aunque pueda considerarse comin a ambos conceptos la constata- cin del “dominio de la técnica” en la actividad de que se trate, la calificacién en altima instancia del dolo como de lesién o de peligro descansara tam- bign en una valoracién, conforme a la cual se podré doslindar, a la vista de los conocimientos y represen- taciones del autor en relacién con el caso conereto, cudndo el compromiso de actuar del autor contrario al bien juridico iba dirigido a su lesién efectiva o tan sélo a su puesta en peligro, Desde un enfoque puramente cognitive, tampoco resulta plenamente sostenible dicha identificacién, puesto que, al menos cuando el autor mantiene el pe- ligro dentro de su esfera de dominio (0, en su caso, adopta las medidas necesarias para que sea la propia victima la que pueda controlarlo), entonces no es fac- tible hablar de un dolo eventual de lesién, sino mas Hay que aclarar al respecto que, cuando la doctrna alude a esta posible ide bien de una verdadera imprudencia consciente referi- da a la lesién, seg aclaro més adelante.” Lo que, en cambio, si cabria sostener —y con ello centro ya en la segunda de las identficaciones apun- tadas— es le gran aproximacién, e incluso equipara- cin, entre las nociones de dolo de puesta en peligro € imprudencia consciente referida a la lesién. Si se parte de una orientacién puramente cognitiva para determinar el contenido del dolo, la identific cién de los referidos conceptos es una consecuencia ‘obvia, puesto que con caricter general dolo e impru- dencia consciente compartirian la misma base cogni- tiva, En conereto, se llega a coneluir que existe una completa identidad en la estructura subjetiva de los delitos de peligro y la imprudencia (consciente), en virtud de lo cual cabe afirmar que en los delitos de peligro estamos ante supuestos en los que el sujeto se representa la peligrosidad de la condueta, pero debido ‘aun error en su evaluacién la descarta para su caso 0, si se prefiere, no Hlega a “reconocer” en su situacién cconcreta todos aquellos elementos que en conjunto permiten postular la posibilidad inmediata y directa de ocasionar la lesién.™* Si se asume una orientacién voliriva para caracte- rizar el contenido del dolo, como aqui se acepta, es cierto que, conceptualmente, dolo de peligro e imprue dencia consciente siempre seran dos nociones diver- ‘as, pero no lo es menos que la estructura de ambas vendria de hecho a equipararse en la prictica, habi- da cuenta de que usualmente se acaba definiendo el dolo de peligro con base en los mismos criterias que se utilizan para describir la imprudencia consciente: por un lado, la conciencia del riesgo; por otro lado, Ja confianza minimamente razonable en que la Tesién ficacin, se estérefrendo exclusivamente al doo Ade peligro conereto to dota de pusta cn plist), puesto que solo en Este se exige un auto dalo de poner em peligro (ease por todos FR Montas, 1994, pp. 41 ys.n 2; de atuerd,a partir de oto razonamiento,Corcoy, 1989, pp. 11S y 188 y58) 2 Vease por todes PG. Lune, p 431 2% Vease PG. Martine-Bujn, 2007, pp. 346 ys.» 2008, p. 326 ys > Yéase Core, 1999, pp 295 ys, Eso, como aad esta ufo, cuando el utr no contol cl peligro, amb clases de dolo (lo de peligro dolo eventual de lesion) se aproximan mucho, puesto que normaments si el riesgo es elevadoy existe un conocimiento preciso) {tal hipétesis cals hablar ya—con areglo ala petspectiva puramente cognitive de una trative con dolo eventual (que, de mii prevalecria en el concrso de leys), cuyapunbiidad, por certo, es contovertida en la doctia yrechazad po a jursprudencia, sgn fe indicd mas aba Enel jemplo dl dei loral del articulo 316, véase Horta, 2008, p. 224 Vs. ym S84, 2004, pp. SSO 88, guien recverda que n se a diciado ninguna resolucion judicial en la que se haya imputado al empresario una tenttiva de homo o de esones con dlo eventual et los supusstos en que, aeveditado el conocimiento concrto de esgolaboral por pat dl empresa, el resultado 80 Seha producido por pure az "ease po odos Lauren, 1999, p. 305, quien aide las consecuenciasobvias queen tl easo se inten de dich ientiicci:re~ sult posible estableer los limites entre una grade peligro concet la tentativa del correspondents deta dels sn sbandonar el protcetores de un mismo bien juridie,asimismo, se ‘igurabvida ene el dolo de lesion ylaimprudencia. 9 Revista Penal México Los delitos de peligro en el Derecho penal econsmico y empresari del bien juridico no se va a produc, con lo cual un elemento que no forma parte del tipo (el resultado le- sivo) se erige en ineludible punto de referencia de la estructura subjetiva de los delitos de peligro, Es més, en el seno del enfoque volitivo algunos autores llegan a considerar incluso que en los deli- tos de peligro el elemento volitivo es una conseeuen- cia necesaria del elemento intelectivo, en virtud de lo cual se coneluye que el conocimiento del peligro lleva aparejado indisolublemente su aceptacién en el caso de que el sujeto se decida a actuar, esto es, que si el agente tiene conciencia del peligro concreto, y a pesarde ello decide llevar a cabo la accién, se dara ya cl elemento volitive del dolo:” Ello no obstante, frente a esta posicién cabria ob- jetar que el agente puede tener conciencia de la peli- ‘grosidad de la accién, pero confiar en que ningtin bien jjuridico pueda llegar a entrar en el radio de peligro de ddicha accién, con lo que faltaria el elemento volitivo dol dolo de peligro conereto y sélo habria impruden- cia consciente:* Y, desde luego, si se concibe el elemento volitivo normativamente, como un compromiso del autor con la vulneracién del bien juridico que prescinde de la aceptacién del resultado en sentido psicolbgico, po- ddr mantenerse una nitida separacién teérica entre el aspecto intelectual y el volitivo en aquellos casos en «que el bien juridico afectado no hubiese entrado toda- vvia en el radio de la accién peligrosa realizada por el agente: aunque quepa afirmar que en tales casos exis- te el dominio de una técnica pot parte del autor, este dato no es suficiente para poder llegar a concluir que cl agente se hallaba ya autométicamente comprame- tido con la produceién de un resultado de peligro que se verificard en un momento posterior ala realizacién, de la conducta peligrosa, Cuestidn diferente, obviamente, es el caso de los dolitos de peligro abstracto, en los que el compro- miso con la vulneracién del bien juridico existe ya desde el instante en que el agente lleva a cabo vo- luntariamente la accién con conocimiento de su pe ligrosidad estadistica: aunque en los genuinos delitos, » Asi véase R, Monta, 1994, p13, q en, i bien admit que en In estructura del dao de de peligro abstracto (esto es, los delitos de aptitud para la produccién de un dafo) se requiera —como creo correcto— la constatacién de la posibilidad de la produccién de un resultado de peligro, ello es algo que conceptualmente tenia que ser conocide por el agente en el instante de realizar la accién como una consecuencia no improbable, en virtud de lo cual el clemento volitive queda ya embebido en el elemen- to intelectual y el compromiso con la vulneracién del bien juridico debe ser afirmado desde el momento en ue se acredita ya el dominio de una técnica por parte del autor. Otro interesante aspecto que plantean los delitos de peligro y que a veces es pasado por alto en los comentarios doctrinales y en las resoluciones juris- prudenciales es el relativo a la posibitidad de apreciar cl dolo eventual en tales delitos. Este asunto suele resolverse por los comentaristas con escuetas con- sideraciones que, indebidamente, trasladan aqui los criterios referentes al dolo de lesién para decidir si tuna determinada figura delictiva de peligro debe ser ejecutada con dolo directo 0 puede ser realizada con dolo eventual. El problema se ha suscitado con espe+ cial relieve en el seno de los delitos socioeconémicos, ala vista de la abundancia de delitos de peligro y so- bre todo, particularmente, de delitos de aptitud para la produccién de un daffo, que pertenecen a la categoria de los delitos de peligro y, mAs precisamente, a la ca- tegoria del peligro abstracto. Pues bien, frente a esa opinién ampliamente ex- tendida en la doctrina, hay que advertir que Ia via- bilidad del dolo eventual en los delitos de peligro dependerd de otro tipo de razones, derivadas de la pe- culiar estructura de esta clase de delitos, En conereto, cabe afirmar que el dole eventual no serd admisible en los casos en que la realizacién de la accién tipi- cay la puesta en peligro sean simultineas y el autor esté consciente de ello; en cambio sera posible en los ceasos en que el peligro se produce sélo si concurre tuna cireunstancia desconocida para el autor en el mo- mento de ejecutar la accién tipica, sea porque se trata de una circunstancia futura en relacién con el instante lige hay coneeptusimente un elemento Jteleciv y oto voli, acaba por reconocerguc, en realidad, ls dltos de peligro son conducasimprudetes no sepuida de resultado Tesivo, eto e,tentatvasimpradents, elevadas aa categoria de dls auténomos, Vente PG. Lazsn, {pt tadio de acién dea conduct PG. Cereza, Il, p. 148, 87, quien alae queso sel ben juridico sujet, cuando éte decd Hevea cabo, teniendoconeienia de In peligrosdad de la acca y de que estado habia entra ya en Ja produccin del resultado de peligro era una consecvencia no uprobable en absolut, el eleminto Voli ik necesariamente Unio al slemento ieee dl dol, 120 Doe de la accién, sea porque, aunque estuviese presente en dicho instante, no era en efecto conocida por él! Con arteglo a lo expuesto, cabe colegir que el dolo even- tual habra de ser descartado en los tradicionalmente denominados delitos de peligro abstracto (0 dolitos de peligro abstracto formal), pero puede ser perfecta- ‘mente imaginable en los de peligro conereto e incluso en los denominades delitos de aptitud, siempre que se conciban en el sentido que le hemos otorgado en el apartado correspondiente, esto es, como figuras en las que el intérprete debe efectuar dos juicios diferentes: uno ex ante, acerca de la peligrosidad general de la acciGn, y otro ex post, que versa sobre la posibilidad del resultado de peligro.** Aguado Corea, EI principio de proporcionalidad en Derecho penal, Madrid, 1999. Alcacer Guirao, {Lesién de bien juridico o lesién de deber? Apuntes sobre el concepta material de de- lito, Barcelona, 2003, Arroyo Zapatero, “Derecho penal econémico y Cons- titucién”, Revista Penal, nim. 1, 1997. Cerezo Mir, Curso de Derecho penal espafiol. Parte general, vol. Il, Teoria juridica del delito, 6 ed., Madrid, 1998, “Los delitos de peligro abstracto en el dmbito del Derecho penal del riesgo”, RDPC®, nim. 10, 2002 Coreoy Bidasolo, Delitos de peligro y proteccién de bienes juridicos supraindividuales, Valencia, 1999. Feijoo Sanchez, “La distincién entre dolo e impru- dencia en los delitos de resultado lesivo, Sobre la nomativizacin del dolo", CPC, nim. 65, 1998, fjoo Sanchez, “Cuestiones bisicas de los delitos de peligro abstracto y concreto en relacién con el tinsito", Revista Ibero-Americana de Ciencias Penais, nim. 0, 2000. © VéaseR. Montants, 1994, pp. 175 y ss. y 182s. ‘eguridad colectiva y peligro abstracto, So- ‘bre la normativizacién del peligro”, LHR, Mouru: Ho, Madrid, 2005, Frisch, Vorsatz und Risiko, Colonia, 1983. Garcia Cavero, Derecho penal econdmico. Parte ge- eral, Universidad de Piura, 2003, Gimbernat Ordeig, “Otra ver: los delitos contra la propiedad intelectual”, EPCr, XV, 1992. Hortal Ibarra, “El concepto de dolo: su incidencia en la determinacién del tipo subjetivo en los delitos de peligro en general y en el delito contra la segue ridad en particular”, ADP, 2004, . “Proteccién penal de la seguridad en el traba- jo”, Barcelona, 2005, en Kindhauser, Gefahrdung als Strafiat, Rechistheorestische Untersuchungen zur Dogmatik der abstrakten und konkreten Ge- ‘fahrdungsdelikte, Francfort del Meno, 1989. Kindhauser, “Acerca de la legitimidad de los delitos, de peligro abstracto en el imbito del Derecho penal econémico”, en L-H. Tiedemann, Madrid, 1995. Laurenzo Copello, Dolo y conacimiento, Valencia 1999, Maqueda Abreu, “La idea de peligro en el modemo Derecho penal. Algunas reflexiones a propésito del Proyecto de CP de 1992", AP nim, 26, 1994, Martine7-Bujin Pérez, “El concepto ‘significative’ de dolo: un concepto volitive normativo”, en F. Munoz Conde (dir), Problemas actuales del De- recho penal y de la Criminologia, Valencia, 2008, yen Modernas tendéncias sobre o dolo em Direito ‘penal (en colaboracién con P.C. Busato y Maria M, Diaz Pita), Lumen Juris, Rio de Janeiro, 2008, . Derecho penal econémico y de la empresa. Parte general, 2 ed., Valencia, 2007, Mendoza Buergo, Fi Derecho penal en la sociedad del riesgo, Madrid, 2001 Muhoz Sanchez, El agente provocador, Valencia, 1995, Puente Aba, Delitos econdmicos contra los consumi- dores y delito publicitario, Valencia, 2002 Rodriguez Montahés, Delitos de peligro, dolo e im- prudencia, Madrid, 1994, “=Fnel ejemplo del dito dl arculo 29, véae la proyeccién de ete rtrioefecwada por Puente Aba, 2002, pp. Lys, gben ams cometiamente gue puede sucedcr que cl auto estéconscicne de a peligrosidad dela aciém(conorca la fasedad del mensaje publictario ‘que est diftundieno), pero, por desconocimiento de una crests Tour, no tenga plenaSepuridad de a posbiidad de qe se Tee 2 causar un resultado peligoso (el peligro grave y manifesto de causarpejuicios econémicos alos consumdores). As, ejmplifica est futora, “pode imaginarse cl cao del decor de una academia que snnetafalsarente gue a inaiatfoseatsos all impacto, se oor tn titulo oficial y, aunque hasta ese momento eraindierente a todos los efectos que el tle fuese oficial o pivado, el anunciantesospecha ‘qe puede emperar ase inprscinible en determinados casos wn cerificado ofa, ya pest de ello antieneindfeentemente su publi= ‘ha alsa". Vease en ete sentido tambien la SAP Granada 246-2002, en la gue concura realmente un dla eventual con respecto als posbliéad del peje para el prpo clestivo de consumidores. 121 Revista Penal México Los delitos de peligro en el Derecho penal econsmico y empresari Rodriguez Montafés, Algunas consideraciones acer- ca del desarrollo actual de 1a teoria del delito. A propésito del problema de la responsabilidad pe- nal por el producto, LH, Casabé, Valencia, 1997, Romeo Casabona, La peligrosidad y el peligro en la estructura del tipo del delita imprudent, 1H. Ce- rez0, Madrid, 2002 Rudolphi, “Los diferentes aspectos del concepto de bien juridico", en NPP. 1975. Schiinemann, *,Offece la reforma del Derecho penal econémico alemén un modelo o un escarmiento?”, (tad. TR. Montatiés), Cuadernos del C.G.PJ, num, 8, 1991 , Consideraciones criticas sobre la situacién espiritual de la ciencia jurdico-penal alemana, trad, M, Cancio, ADP, 1996, ire Silva Sinchez, “Observaciones sobre el conocimiento eventual de la antijuridicidad”, ADP. 1987. ——. “Consideraciones sobre el delito del articulo 340 bis a) 1° del Cédigo Penal”, en AAVV, Dere- cho de la circulacién, 1993, Soto Navarro, La protecciéin penal de los bienes co- lectivos en la sociedad moderna, Granada, 2003. Tertadillos Basoco, Peligro abstracto y garantias pe- rales, L.H. Valle, Pamplona, 2001 Tiedemann, Poder econémico y delito, Barcelona, 98s, Torlo Lépez, ADP, 1981 “Naturaleza y émbito de la teorfa de la impu- tacién objetiva", ADP, 1986. Los delitos de peligro hipotético”,

You might also like