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FRANCESCO BOLDIZZONI LA POBREZA DE CLiO ce) CRITICA Primers iin: mar de 2013 Lapobrsa de Clo Francesc Doldizoni No epee apoio tl o patil eesti, su insororacin aun stem rma, sa ani cul oma por cil gier medi. ease elasrnic. ‘mesic, por otoconia por aban ut modo, Sin el permaso previo por exe del edo Lanse ‘ties derechos mencionads puede sercoesiva de eto ont a pop nlstua (At 2°09 siguientes, ‘el Cog Pena Dirjse a CEDRO (Cease Esato de Dsehoe Reproges) Sloezesi erode agen rapmento J et bt, Puede contac con CEDRO a vas dea weh wn sonisenia cook ‘por telefoo ene 91702 1970/93 2720447 ‘Thal origin: The poverty of to {del eso de apo, ume Ferner, 2013, (© laimagen de apo, Gey Images Composicin: ama, ‘Princeton University Pes, 2001 1 e Intact, Luis Nong, 2013 ‘torial Panta S.A 2013, ‘Diagonal, 6-66, 08034 Barcelona (Espa) Ces un Selo eer de Eso Placa. A cdot edctin es sro odrenss ‘espace acaderin com IAN; 978-44.992-5972 Deposit legal 8. 2354-2013 201 Imps yencuaderna en Espa por Book Print Para mi padre 348, LAPOBREZA DE CLIO Vilar, Pierre, 202-204(n. 6), 205, 213 Voltaire, $1 Von Liebig, Justus, 269 ‘Von Mises, Ludwig, 193 Von Ranke, Leopold, 25 Von Reden, Sita, 125 Vovelle, Michel, 202 Vries, Jan de, 185-186 ‘Waal, Frans de, 235, Wagner, Peter, 163(n. 4) Walker, Francis A., 65(0.) Wallis, John J, 24 Ward, Keith, 82(y n.) Warde, Paul, 184 Weber, Max, 74,99, 123, 143, 160, 162-163(y ns. 4-5), 164-165, 230, 238 sobre la: cultura, 229-230 economia y la sociedad, 74- 75, 237-240 racionalidad, 162-165 véase también Weber, punto smuerto de Weber, punto muerto de, 160, 162, 164 Weingast, Bary R..24 Welch, Evelyn, 253 Wilk, Richard R., 271 Williamson, Oliver E., 46-47, 73 Wilson, Edward 0., 83, Winch, Donald, 266 Winter, Sidney, 81 ‘Wright, Robert, 83 Wrightson, Keith, 249-250 Wrigley, E. A.,212, 249 Wrigley, Tony, 212 Zeckhauser, Richard J., 194-195 Zelizer, Viviana A.,258 Zoaniecki, Florian, 259 CONTENIDO Prefacio ... Capitulo 1 La VERDAD EN LA CRUZ Ciencia e ideologia ... 13 Capitulo 2 ECONOMIA CON ROSTRO HUMANO? 39 Capitulo 3 EL FANTASIOSO MUNDO DE CLIO... 95 Capitulo 4 EL MUNDO QUE PERDIMOS Historia microeconémica. a7 Capitulo 5 EL Munbo que PERDIMos Perspectivas macroecondmicas... 350 LA POBREZADECLIO Capitulo 6 ‘ConsTRUIR 4 PARTIR DEL PASADO El poder creative de la historia .......++ - 23 Referencias bibliogréficas se 5 i indice alfabético. .. 333 | 2 LAPOBREZA DECLIO Kimberley Williams. Estoy igualmente en deuda con Peter Doug- herty, que desde 1 comienzo mostré tener fe en el proyecto. Por “ltimo, pero no por ello menos importante, quiero mostrar mi enor- ime agradecimiento a Katharine Hunt, que se encargé de convertir en inglés mi complicada prosa. Quisiera también reconocer con gratitud el apoyo econémico de la Universidad Bocconi, Las citas de los Finley Papers aparecen por cortesia del direetor y los miem= bros del Darwin College y de los sindicos de la Biblioteca de la Universidad de Cambridge. La Figura 4.2 se reproduce con la ama- ble autorizacién de su autor. Capitulo 1 LA VERDAD EN LA CRUZ Ciencia e ideologia En la mitologia griega, Clio es la musa de la historia y de la poesia Epica. El verbo kleio significa celebrar o ensalzar; historia, por su parte, significa averiguacién o investigacién. La combinacién de elementos fabulosos y hechos concretos en Herddoto refleja esta ambigedad. Tucidides rompié de forma més decidida con el punto de vista tradicional al alumbrar un estilo de investigaciOn que en la actualidad llamariamos «positivista», ello a pesar de que él mismo no se consideraba en realidad un historiador sino una especie de politélogo. En cierto sentido, en la Antigiiedad el tiempo pasaba de forma mas lenta, y es por eso por lo que, quinientos afios después, el sirio Luciano podia referirse a Tucidides como si fuera un contemporé- neo. El panfleto Cémo debe eseribirse la historia es probablemente la primera obra sobre el método histérico producida en el mundo cultural griego. Luciano lo eseribié en reaccién a la literatura bas- tante mediocre que habia surgido para celebrar las victorias de los romanos contra los partos (161-166 d. C.). A medida que avanzaba en Oriente Préximo, el ejéreito de Lucio Vero iba encontrando nue- vos aduladores dispuestos @ manipular la verdad segin su conve- 4 LAPOBREZA DE CLIO niencia, Estos autores produjeron testimonios tan inverosimiles que resultaban grotescos ¢, incluso, distorsionaban la lengua griega, ati borrindola de latinismos absurdos, de ahi que fuera necesario restablecer las reglas de Tucidides. Dice Luciano: ‘Asi debe ser para mi el historiador: intrépido, incorruptible, bre, amigo de la libertad de expresion y dela verdad, resuelto, como dice el eémico al llamar alos higos, higos, al casco, casco, que no ‘nda tributo ni al odio ni ala amistad, ni omita nada por compas pudor o desagrado, que sea un juez ecuanime, benévolo con todos para no adjudicar a nadie mas de lo debido, forastero en sus libros y patrida, independiente, sin rey, sin que se ponga a calcular qué opi- nariieste 0 el oto, sino que diga las cosas como han ocurrido (Cémo debe escribirse la historia, 41).! Luciano usa adjetivos contundentes y se refiere a la renunci renuncia voluntaria que exige al historiador, como el precio de I objetividad. Cuando trabaja, el historiador debe ser como un ex- tranjero (xenos) sin ciudad (apolis) y sin soberano (abasileutos). Para el estudioso moderno, observar estos preceptos implica asumir el hecho de que forma parte de una comunidad y evitar la influen- cia, a menudo inconsciente, que esta ejerve sobre su manera de pen- sar. Significa rehuir el poder (no solo el poder politico) y renunciar a las ventajas que este offece a quienes se someten a él. Pero Lucia- 1no también previene al historiador contra las modas y las tenden- cias; de lo contrario, la historiografia se convierte en un ejercicio de imitacin en serie. 1. Trad, cast. de Juan Botella Zaragoza en Luciano, Obras, vo. Il, Gredos, Madi, 1990, p. 40, LA VERDADENLA CRUZ 15 LAS RAICES DE LA HISTORIA ECONOMICA ‘Antes de entrar a considerar el papel de Clio en este libro, es nece- sario que presentemos al personaje principal: la historia econdmica. ‘Como en todo relato digno del nombre, es imposible conjeturar ha- cin dénde se dirige alguien sin saber cual fue su punto de partida. El ceuento de Caperucita Roja empieza en la cocina de la madre y ter- rina en el estémago del lobo. Resultaria dificil imaginar los peli- gros del bosque sin tener experiencia previa de la reconfortante paz

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