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Rita Segato Contra-pedagogias de la crueldad qprometeo libros ante yel placer de conversar, Podemos recuperar todavia algo de su creativa incerteza ‘Olreci las tres clases aqui transcriptas y revisadas en la Facultad) Libre de Rosario el 25, 26y 27 de agosto de 2016. Ellas dan testi- monio del estimulo creativo que recibi de los asistentes y de los organizacores. Aprovecho esta breve presentacién para hurgar en el diccionario en busca de palabras capaces dle expresar mi agradecimien- toy mi admiracidnalos jovenes que me recibieron y fueron anfittio nes en Ja Facultad Libre, representados en la figura de Adriano Pei- rone, Atin en tiempos sombrios, mi estado de animo se recupera cuando recuerdo la dedicacion de esos jovenes a la tarea de mante- ner-vivo el espacio comunitatio de la Facultad, que permite la circu- lacion y el debate de los conocimientos a través de los canales del companerismo y por medio de un gesto educativo que resiste y rechaza la mercantilizacion del saber tan en la pauta tecno-académi- cade nuestros dias. ‘A pesar de que revisé, edits, reescribi y complemente abundame- mente las nous trausesiptas para garantisar su comprension, las tres clases que aqut se publican representan bien la deriva cle mi manera de exponer alo largo de muchos anos. Uso,el ermine deriva para describirlo que en ingles Taman “stream of consciousness”, tradu ible como “flujo de consciencia’, y estoy convencida de que per- mite algo proximo a una conversacion en un nivel no plenamente consciente con las presencias en Ia sala ~pido venta a los lectores sin tolerancia para todo lo que parezca esoterismo. Naturalmente, cena version escrita, como die, por quedar suspendida hasta cierto punto y solo hasta cierto punto la co-presencia de ls interlocutores, el dialogo subterraneo entre la expositora y su publico, he revisado cada parrafo, cambiando su redaccisn y completando su sentido. El tema Llamo pedagoglas de la crueldad a todos los actos y practicas que ens habituan y progra a transmutar To Viv su vitalidad en cosas, Fn ese sentido, esta pe que varTaUcho mas alla clel matat, ens desritualizada, de una muerte que deja apenas ens man a los sujetos a transmutarlo vivo y Igo de una muerte siduos en el lugar del difunto. La trata y la explotacién sexual practicadas en estos dias’ de son los mas perfectas ejemplos y, al mismo tiempo, alegorias de Jo que quiero decir con pedagogia de la crueldad. Es posible que eso explique el hecho de que toda empresa extractivista que se esta~ blece en los campos y pequefios pueblos de América Latina para producir commodities destinadas al mercado global, al instalarse irae consigo 0 ¢s, inclusive, precectida por burdeles y el cuerpo- cosa de las mujeres que allt se ofrecen Cuando hablo de una pedagogia de la crueldad me refiero.aalgo ‘muy preciso, como es la captura de algo que fluia errante e imprevi- sible, como es la vida, para instalar alli la inercia y la esterilidad de la cosa, mensurable, venchible, comprable y obsolescente, como con- viene al consumo en esta fase apocaltptica del capital. Flataque sexuell y la explotacion sexual de las mujeres son hoy actos de rapifia y consumicidn del cuerpo que constituyen el lenguaje mas preciso con quee la casificacién de la vida se expresa. Sus deyectos no van a cementerios, van a basutales. La repeticion de la violencia produce un efecto de normalizacisn de un paisaje de crueldad y, con esto, promueve en la gente los bajos umbrales de empatia indispensables para la empresa preda- dora. La crueldad habitual es directamente proporcional a formas de gozo narcisistico y constumista, y al aislamiento de los ciudada- pos mediante su desensibilizacidn al sufrimiento de los ottes, Un proyecto histérico dirigido por ka meta del vinculo como realiza- id de la felicidad muta hacia un proyecto historico diigido por la meta de las casas como forma de satisfaccicin! lagogisr ense a mata deci ema, vor "a pola ce cfu errors ge dl iol mel spemeeny “Tas 12, Pag 12, er Lasujecton de las personas lx condicion de mercancia impves- taa ls mayotias por el caracter precario del empleo y del salaio, ast sclavo y es ‘como el retorno y expansidin del trabajo servil, semi ‘avo, también son parte de lo mismo. La predacion de temtorios aque hasta hace poco permanectan curmo espactos de arraigo comu- wry de palsajes como inscripeiones de la historia, es dee cos tibros de historia, para su conversion en commodities por laexplo- tacign extractivista en las minas y el agro-negocio son facetas de esa ccosificacidn dela vitalidad pachamamica, Incluyo aqul también la alienacion, robo o cancelacion de ta Thencia del tiempo vital, en- annadrado ahora, encarcelalo, por tes preceptos del capital -compe- titividad, productividad, caleulo de costo/benelicio, acumulacion, ‘oncentracién-, que confiscan ta fuencia que Hamames “tiempo” en la que toda vitalidad esta inmersa. La pedagogia de la crueldad sr entonces, la que tos habitia «esa disecacion de [0 vivo y to vital, y parece ser el camino inescapable de la modemidad, su wti- mo destino. El paradigma de explotacign actual supone una vyariedad enorme de formas de desproteccian y precariedad de Ta vida, y esta modali- tad de explotacion depende de un principio deerveldad consisten- teen la disiinucién de la empatia de los stjetos. Como he afirma- doen otras oportunidades', el capital hoy depende de que seamos capaces de acostumbramos al espectaculo de la crueldad en tn sen- tide muy preciso: que naturalicemtos la expropiaclon de wida, la predacisn, es decir, que no tengamos receptores ppara el acto comu- hicativo de quien es capturado por el proceso de consuinic son, EX- propiar elaliento vital pasa aser visto como un mero tramite que hho comporta dolor, que no puede comunicarse, un acto maguinal, como cualquier consumicion, Es por eso que podemos decir que Ia estructura de personalidad de tipo psicopatico, no vincular, de- fectiva en to que respecta a emociones y sentinitentos, ¢s a perso- ralidad modal de nuestra época por furrcionalidad a la fase actual Foraker el Dole a cco, Depa sac y clad ea eed aan fa Qantas gee. Maki Talat de extrema del proyecto historicn del expital: ba relacion entre personas vaciada y tansiormada en una relaciGn ent funciones, utiidades e intereses, Es muy dificil encontrar las palabras adecudas para desenbit lo aque no es nada, la nada marmorea restante del proceso ce const ion y obsolescencia en que se ha transformado Ia vida en los cen tros de la modernidad. ;Acaso no percibimos qué todas las obras de la mas nueva tecnologia inician su proceso de degradacion ape- nas erigidas? ;No eséste, entomces, un arnbiente mortuorio, de de- cadencia acelerada? ‘Naturalmente, las relaciones de género y el patriarcado juegan tun papel televante como escena prorotipica de este tiempo, La mas culinidad esta rnas disponible para la crueldad porque la socializa- ‘ion y entrenamiento para la vida del sujeto que debera cargat el fardo de la masculinidad lo obliga a desarrollar una afinidad signi- ficativa en una escala de tiempo de gran profundidad histérica- entre masculinidad y guerra, entre masculinidad y crucldad, entre ‘masculinidad y distanciamiento, entre mascutinidad y baja empa tia. Las niujeres somos empujadas al papel de objeto, disponible y idesechable, ya que la organizacion corporativa de la mascutinidad conduice a los hombres a la obediencia incondictonal hacia sus pa- res ~y tambien opresores-, y encuentra en aqueéllas las vietimas a ‘mano para dar paso ala cadena ejemplarizante cle mandos y exPro- piaciones, En este sentido, es muy importante no guetificar la cuestion de género. Esto quiere decir, no considerarla nunca fuera del contexto ‘mas amplio, no verla exelusivamente como una cuestion dela rela cionentre hombres y mujeres, sino como el modo en que esas relacio- neg se proxlucen en e!contexto de sts circunstancias bistoricas, No guetificarla violencia de genero también qurete decir que st caricter tnigmatica se esfurma y ka violencia deja de ser un misterio cuando ella se lumina desde la actualidad del mundo en que vivimos, El hombre campesino-indigenaa lo largo de la historia colonial de nuestro continente, asi como el de las masas urbanas de trabaja- lores precarizados, se ven emasculaclos como efecto de su subord= racic a ka regla del blanco, cf primero, y del patron, el segunclo patron blanco © blanqueado de nuestras castas. Ambos se redi- men de esta emasculacion, de esta vulneracion de su condicion so ial, labora, incompatible con las exigencias de su género mediante laviolencia, Ante el avance de la pecagogta de las cosas, como tam bien podyiamos Llamarle a la pedagogia de la crueldacd, el hombre indigena se transforma en.el colonizador dentro de casa, y el hom bre de la masa urbana se convierte en el patron dentro de casa, En. otras palabras, el hombre del hogar indigena-campesino se convier- twenel representante de la presion colonizadoray despojadora puertas dentro, y el hombre de las masas trabajadoras y de los empleos precarios se convierte en el agente cle la presion productivista,com- pelitiva y operadora del descarte puertas adentro. Acesto se le agrega la expansion de los escenarios de las nuevas formas de la guerra en Ameérica Latina, con la proliferacién del eon: trol mafioso de la economia, la politica y de amplios sectores de la sociedad. La regla violenta de las pandillas, maras, sicariatos y to- ‘dos los tipos de corporaciones armadas que actitan en una esfera de control de la vida que he caracterizado como para-estatal, atraviesa e interviene el ambito de los vinculos domésticos de género, introdu- ce el orden violentu tireuanlante dentro de casa. Es imposible hoy abordar el problema de la violencia de género y la letalidad en au- ‘mento de las mujeres como si fuera un igma separado de la situa- cin de intemperie de la vida, con la suspensidn de las normativas ‘que dan previsibilidad y amparo a las gentes dentro de una graméti- cacompattica aaa ‘AThablar de la pedagogia de la crueldad no podemos olvidarnos de mencionar a los medios masivos de informacion, con su leccion de rapitia, escarnio y ataque a la dignidad ejercitadas sobre el cuerpo de las mujeres. Existe un vinculo estrecho, una identidad comin, enire el sujeto que golpea y mata a una mujer y el lente televisivo. También forma parte de ese datio la victimizacion de las mujeres a manos de los feminicidas como espectaculo televisivo de fir de var- Ge o de domingos después de misa. Los medios nos deben una explicacién sobre por qué no es posible retirar a la mujer de ese lugar de victima sacrificial, eypuestaa la rapitta en su casa, er la calle y en la sala de television de cad hogar, donde eada una de esto: leminieidioses reprocucida hast el hartazgo en sus dete mérbi dos por urna agenda periodistica que se ha vuelto ya indefendible e insostenible A pattir de lo dicho, como entonces concebir y disenar contra~ pedagngias capaces de rescatar una sensibilidad y vincularidad que puedan oponerse a las presiones de la época y, sobre tedo, que permitan visualizar caminos alternativos? Son cuatro los temas que vinculo a la posibilidad de instalar en el mundo esas contra-peda- gogias, Me referité a ellos de forma muy sucinta y afortstica, mi {que nada como una convocatoria para juntar esfuverzos y seguir de~ batiendo. Eltexto de las clases pod car pistas para entender mejor Jo que propongo. 1, Lacontra-pecagogia de lacrueldad tendra que ser una contra- pedagogia del poder y, por lo tanto, una contra-pedagogia del patriarcado, porque ella se contrapone a los elementos di tintivos del orden patriarcal: mandato de masculinidad, cor porativismo masculino, baja empatia, crueldad, insenstbili- dad, burocratismo, distanciamiento, tecnocracia, formalidad, universalidad, desarraigo, desensibilizacion, limitadla vincu- laridad, El patriarcado, como he afirmado anteriormente?, es la priuicca pedagogia de poder y expropiacion de valor, tanto ‘en una escala filogenética como ontogenética: es la primera Jeccidn de jerarquia, aunque la estructura de esa jerarqutfa haya ido mutando en Ia historia’ 2, Laexperiencia histérica de las mujeres podra sentar el ejem plo de otra forma de pensar y actuar colectivamente. Una po- liticidad en clave fernenina es -no por esencia sino por expe- riencia histérica acumulada’-, en primer lugar una politica del arraigo espacial y comunitari pragmatica y orientada por las contingenciasy no pri en su moralidad; proxima y no buracratica; investida en el Dole, Buenos Aes: Prometeo, 2003 y Colonidad en Ory Brsayos y una Antropol ps Dem Sega 4. proceso nity ren el prodtuetoy y sobre todo solucionaclora dle problemas y prewervadora de la vida en lo cottdiano, Las mujeres hemos identificado nuestro propio suftimiento y hablamos de él. Los hornbres no han podido hacerlo, Una de las claves del cambio sera hablar entré todos de la vietimni- zacién de los hombres por el mandato de masculinidad y porla nefasia estructura corporativa de la fratria maseutina Existe violencia de género intra-género, y la primera victima del mandato de masculinidad son los hombres: obligados a curvarse al pacto corporativo ya abedecer sus reglas y jerar- aquias desde que ingresan ala vida en sociedad, Es a familia la que los prepara para esto, La iniciacion a la masculinidad eum transito violentisimo, Esa violencia va mas tarde a re- verter al mundo, Muchos hombres hoy se estan retirando del pacto corporativo, marcando un camino que va transfor ‘mar la sociedad, Lo hacen por si, en primer lugar. No por nosotras. Yast debe ser. De una lorma esquuemaica es posible decir que existen dos _proyectos historicos en curso en el planeta, orientados por concepeiones divergentes de bienestary felicidad: el proyecto histarico de las cosas y el proyecto historico de los vinculos, di- rigidos a metas de satisfaccion distintas, en tension, y en ul- tia instancia incompatibles. El proyecto historico centrado en las cosas como meta de satisfaccion es funcional al capital y produce individuos, que a su vee se transformarén en ¢o- as, El proyecto histérico de los vinculos insta ala reciprocl- dad, que produce comunidad. Aunque vivamos nevitablemente Ge forma anfibia, con un pie en cada camino, una contra- ppedagogia de lacrueldad trabaja la consciencia de que sola- mente un mundo vincular y comunitario pone limites a la cosificacion de la vida. En Brasilia, 13 de febrero de 2018. Contra-pedagogias de la crueldad. Clase 1 Pensar en conversacion Buenas tardes a todos, muchas gracias por venir. Ojala que po- damos construir un pensamiento en conversaci6n, que es la mejor manera de pensar, porque pensar no es otra cosa que contestar, Al cabo le muchos afios de experiencia como educadora y conferen- cista he comprendico que los cuerpos en co-presencia conversam, y que la exposicion nunca es, en realidad, un mondlogo en el estricto sentido de que el expositor habla solo, es un enunciador solitario. La presencia de su audiencia, can sus gestos, miradas y corporali- dades, habla y se manifiesta en el discurso del orador, basta con que éste tenga el coraje de abandonar los papeles que ha preparado y se centregue a la deriva de esa interaccign sutil que es la escena del conferencista con su pubblico. En ese sentico hay ana dimension performatica, y por lo tanto ocurre también lo que se conoce como “stage fright", "miedo escénico", que es el sufrimiento psiquico que produce el atravesamiento de la frontera entre un estado normal de consciencia y un “estado alterado” o“alternativo" de consciencia al que he llamado “estado de habla” y Maurice Blanchot, en su precio so libro El Espacio Literario (1955), describe también como un um- bral que se atraviesa cruzando la experiencia limite de la muerte det sujeto cotidiano y elrenacimiento en la piel del sujeto literario fren teal papel en blanco ~en mis términos: un “estado de escritura” Es ésta una variante muy semejante, aunque no tan racional y sf algo mas esotérica, del concepto de dialogismo formulado por Mikhail Bakhtin. Este concepto bakhtiniano, lejos de hacer referen: ‘ia-como se malinterpreta muchas veces~ tuna relacién de dialog entre sujetos cpie conersan, exhuma otra reatidad subyacente alacto de conversat: revela que cuando alguien habla, en su enunciado se encuentra inseripta —impresa como el negative de una fotogralia, podria decirse~ la figura —con sus proyectose inter .— de su inter Fpcutor: en lo que dice puede Teerse a quien se lo dice, y siempre hay ente‘aquien", Se trata, en realidad, de dos voces que se entrelazan y se oyen,a dd: la del bablante y a del interlocutor, slendo ese el signtficada real del diaogismo bakhtiniano. En el caso de un profe- gor o de un conferencista, que creemos estar frente a un putblico silencioso, elestar juntos aqui permite la irrapeidn, inesperada y No provocada deliberadamente en un principio, de una interlocucion Eubyacente, de una subyacencia en flujo que nos atrapa a todos y nos hace conversat en esa hapa subterranea de la realidad. Una polt- fonta que vaa ser registrada por mi voz. Déjenme, entonces, en mi deriva, hasta que encuentre gu cauce, como el aluvién en la quebrada Me imagino que, como viene sucediendo en los tikimos tem pos, han venido a escucharme por mis trabajos sobre violencia y enero, pero quisiera dejar claro que munca he ratado de ese tema sh aislamiento ni es ese el nico tema a que me he dedicado. En el entrp de mis preocupaciones se encuentra tambien la cuestion ra- ‘Gal la permanente colonialidad del poder y del saber, el eurocen- trismo como forma de dominacidn intelectual que corroe muestra eceala de valores y nuestra forma de ensefiar en las escuelas y univer- Sidades, Por eso inclu, entre la literatura de apoyo para este semi ‘rio, mis libros La Nacidn y sus Otros (2007) y La Critica de la Colo- riclidad en Ocho Ensayos (2015), asi como ottas publicaciones anteriores en las que venta ya trabajando el tema de la raza y dela discriminacién fn esa linea, no solo contenido, sino y a la par, el modo de la ‘enunciackin de un saber es crucial Es indispensable preguntarse siem- pre de que manera es posible representar mejor Jo que uno ha com- prendido, ¥ estoy convencida de que nesotras Jas mujeres nos he Conte. pedaolis le Ua crueldad mos autorizado mas que los hombres a entretejer el pensamiento con la vida, No soy esencialista, peto creo que ta historia de las ujeres y Ia historia de los hombres son dos historias diferentes, aunque entretejidas y constituyendo un mundo tinico, y que Ta ‘manera en que las mujeres estamos dentro del pensamiento €s post blemente menos burocrética. La historia de la burocracia no es la historia de las mujeres, no es la historia de los temas femeninos; es la historia del patriarcado, Por lo tanto, tampoco la historia del esta~ do es la historia nuestra. La historia del estado es la historia del patriarcado y el ADN del estado es patriarcal. Podremas, entonces, trabajar estas cuestiones dependiendo de las interpelactones que aqut surjan. Quiero adaptarme a las expecta tivas de este publico que no conozco, pero tambien atraer a este puilico a una vision ampliada de las formas de diseriminactén y exclusion que nos afectan. Por un lado, he venido trabajando el tema de la discriminacion racial, de ls jerarquias no nombradas pero muy presentes dentro de nuestras nactones en América Latina “Lo he hecho comparando lo que he llamado, ya en un texto de 1990!, “la matriz de alteridades” de tres naciones: Estados Unidos, Brasil y Argentina. He comparado la forma en que el lexico, que es el mismo con que todos los paises del continente hablan sobre sus diferencias: blanco, negro, mestizo, criollo, indigena, metropolita~ no, provinelano, capitalino, interiorano, a pesar ser un vocabulario comitin que parece remitir a entidades semejantes, se organiza en. _gramticas nacionales diferentes como resultado de ls historias que ‘configuran la organizacion de cada nacién del continente, En otras palabras, en cada pats el significado o referente de eada uno de esos clementos, la forma en que se constelan y as fracturas que los s_pa- ran, asi como tambié arqiaias que representan y el modo en “que se inteseecionan, es particular y propio, como resultado de Unit historia nacional, eee ‘TTidentiaves poles y alteiaces histones Unt critics as cetezas del phrase ata Anat anrpoliges 37, Hemp Base, Rio Jane, 199; was ae seeuibeaden Sarvs Soceda, N° 178, 1-125, marzoabit 2002, ¥en 2007 ex La categoria “género” y las trampas de la nocion de cultura: Se va colocando asi el dilema de pensar los problemas de la mujer, pero, al mismo tiempo, desencializar, desbiologizar la nocion de “mujer” en un principio mediante la categoria “género". Es impor- tante entender, frente a los ataques por iaquierda y por derecha, que género no es ot7a cosa que una categoria analitca que pretende dar Caenia de como representaciones dominantes, hegemnicas, orga- nizan el mundo de la sexualidad, de los afectos, de los roles sociales y de la personalidad. En un primer momento, lo que hicimos fue ‘poner el sexo —referido al organismio biologico, alo que los bi6lo- {gos llaman “dimorfismo sexual’~al género, perteneciente al campo simbolico como telacion ente posiciones. Luego, este primer mo- elo encuentra su limite, porque pasamos a percibir que és el dise- fio del campo simbélico el que organiza la clasificaci6n de los cuer= ‘os, capturindolos en el modelo dimofico,binaro, cuando se podria hhablar de una variedad abierta de formas corporales, Actualmente, la discucion ¢e sitia en el hecho de que el mapa cognitivo que el géne- 10 oftece es binario —como veremos més tarde, binario para la es. tructura de mundo de la colonial-modernidad, pero dual, y no bi- nario, en las comunidades~ produciendo posiblemente una inercia enel intento de romper la matriz heterosexual y libertar ast la clau- sura binarra de laclasficacion de sexualidades, personalidades, sen- sibilidades, papeles y la maren coche. Lo que sucede es que, como toda categorfa analitica, su papel es mapear los disenos que anclan Jos comportamientos otorgandoles vocabulario, identificar las nor- ‘mas que pautan la vida social. Yaen el dltimo subtitulo del segundo capitulo de Las Estructuras Elemeniales de la Violencia, “Androginia como circulaci6n por los registros del género”, hablaba yo precisa- mente del contraste entre el carécterfjo del género como referencia, como pauta, y la {luidez incontenible de la vivencia humana, que permite a todo sujeto vivenciar ténsitos afectivos, sexuales, com- portamentales y soctales mucho més libres, aunque ni siempre cons- Cientes o transleribles al lenguaje. Como aprendi de la gente de la comunidad religiostafro-braslera con que trabajé, toda persona tiene ibilidad ahierta de ser una criatura mixta con respecto a Su la pe composicién de género, y circular, en sus vivencias, por registros diferentes de genero, aunque se trate de trinsitos carentes de un vyocabulario especifico, Mas lla de las complejidades del debate sobre eltema que acabo de resenar muy sumariamente, también fuimos hablanclo progresivamente de “mujeres” en plural, sin perdernos de Ja perspectiva critica ferninista Hemios entendido asi que es por el prisma del campo simbélico que atin transita por un orden que describ en Las Estructura. como “la prehistoria patriarcal de la humanidad’— que leemos tanto el género como también nuestro propio organismo. En la prehisto- ria patriarcal de la humanidad la atmésfera, el ordenamiento de la vida esta regido por la asimetria de genero. Se podria decir que este orden jerarquico de geneto es “cultural”, porsu caracter arbitrario, es decir, porque emana de normas culturales, Sin embargo, es nece- sario precavernos con relaci6n a algunas trampas de la explicacion cultural, pues ella Snormaliza”, es decir, pasa de contrabando la idea de que estannos frente aalguna forma estabilizada cle “normalidad” o “forma de ser” que se encuentra en una dimension inalcanzable por el pensamiento critica. Es el efecto de un relativismo cultural mal comprendido, como explico en mi texto sobre infamicidio indige- na®, publicado en La Critica de la Coloniatidad en Ocho Ensayos, y sintetizo entre los siete corolarias de mi argumento allt. A partir de la reflexion que emprendi para construir el argumento de ese texto, ‘uso poco la palabra “cultura”, Tomé esa decision por razones politi- cas, ya que el término “cultura’, a pesar de tener un aspecto que parece servir al proyecto de la autodefensa de los pueblos, encierra también, como dije, ciertas trampas, pues tiende al culturalismo, que es sinonimo de fundamentalismo. Lo importante es entender que todos los pueblos, todas las sociedades, se encuentran en el fluir det viempo, es decir, en un constante proceso dé abandono, vencién 6 préstamo de costumbres, ¥ ese movimienta se da por Ta practica deliberativa, Creer que hay pueblos de historia y pueblos Que cada pueblo tea tos hos de #4 bistorta: Ja cotonlahdad legskiva de i salvadores de [s nfancia ndigena” en La Crit la Colona ydemanda, Buenos Aires Promete, 2015, Antropol says 9 na de costumbres es un desvio racista. Todos los pueblos son de cos: tummbtes y tienen historia. Ast, un pueblo no es un pueblo porque puede ser referide a un patrimnonto fijo de. costumbres, sino porque eee asi mismo como viniendo de una historia comun ~aunque pueda estar fracturada pot facciones en disenso~ y yendo hacia una historia comtin, es decir, porque comparte el proyecto historico de continuar como pueblo, como sastengo, por ejemplo, en el subtt {ulo“Una palabra sobre incios”en el capitulo “Los cauces Profundos ide la Raza Latinoamericana’ de La Critica de la Colonialidad. Digo todo eso todo porque la interpretacion habitual es que ge nero es “cultura”, en el sentido de que seria la forma en que el di- torfismo biologico es representadbo y reglado pot la cultura de cada sociedad. Esa idea tiene por lo men |imites, si no mas. Uno dealloses que, por un lado, en el campedel género y la sexualidad existen pot lo menos cinco universales que ‘acaban comprometie! do los preceptos relativistas bisicos de la antropologsa, ast come también ef relativismo cultural de la construccién del género. Al deerr“universales” no estoy afirmando que se encuentren en todas las sociedades, pero sf que su dispersion es planetaria, en el sentido de quesu presencia se encuentra en calfuras de Tos cinco coatinen- tes, Enutnerados de una forma muy sintética, esos universales son: 1 La experiencia del amor roméntico expresada en liricas hallables ‘en todas las civilizaciones en general bajo la forma del amor inter dlcto o imposible, aun en civilizaciones en que la conyugalidad no se consuma a partit de Ia eleccién individual y en las que el indivi- dduo, en el sentido occidental, no existe La lirica del amor romant coeg universal aun cuando la futon social de a narrativa pasional idifete marcadamente de una civilizacion para otra y al interior mis~ cro de Tr historia occidental, ya pesar de que la funcion del amor ‘romantico como ideologta—en e! ‘sentido preciso de falsa conscien- cia que fandamenta y leitima la union marital es exclusiva del Occidente modemo’. 2, La formula mitica de la Vagina Dentata, que alude a la peligrosiclad de Yo femenino. 3. EI “mito de las amazonas” TFuina ineeresamsinas invetigneones antropotogicas respecto de i wniversalidad see Uerce romantica. Ve, de Joseina Pena Laat, ello bro Anreplia Se tone at Onin (Bele Horizonte «Sav Paul: Auwentea, 2012). | i i » o matriarcado originario, cuya derrota da inicio ala historia de una civilizacion. 4 La universalidad del conocimiersto de la experiencia de la violacién, aun en sociedades en las que la inidencia de esa forma de violencia tiende a ser nula, 5. La adquisicién del estatus masculino como resultado de un proceso imciatico de probacion. Fstos cinco universales contradicen el relativismo o culeuraismo aniropologice relative al genera, ast como también la apuesta de algunas autoras decoloniales en la inexistencia de un patriarcado previo al proceso de Conquista y Colonizacién de los pueblos tri -s de América y Africa El segundo limite de la culturalizacion del genero es el que he Hamad a veces “chantaje caciquista’, una especie de extorsion cau- dillista que ancla la identidad de un pueblo a sus *costumbres' “entre ellas ls costumbres relativas a las relaciones de género. Es aqui que calturalismo es fundamentalismo, en el sentido de la ten- tativa de cancelar la historia, retirando del flujo temporal la historia de las practicas sociales y aboliendo la deliberacion interna. Es por este fendmeno que he enfatizado la idea de que un pueblo es tin pueblo no con relerencia a un repertorio mmutable de costumbres, sino por el proyecto mismo de continuat siéndolo, El vector de la identidad es historico, no cultural, pues la cultura, concepto central dela antropologia, experimenta grandes dificultades en sus teitera~ dos intentos por retirar de la definicion de cultura el elemento esen- cialista y costumbrista, especialmente al traspasar sus hallazgos al sentido connin del puiblico en general. He desarrollado esta discu- sign inicialmente en el mencionado texto sobre infanticidio indfge- na, uno de Jos capitulos de La Critica de la Colonialidad.

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