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AMON (cre z uote! aN ALE Ze ey HTS AIMEE TES MAU Te] ay ELV ey t3/200)) eee Calentamiento global en el Pleistoce: Mongoi mee so de Gengis Kan i EDITORIAL Llevarsela leve con adolescentes (;no!) Estoy tan frustrado con mi hijo de Id afos que estoy a punto de estalar. Levanto la voz. No, seamos honestos, rite. Ou rita. Vamos retrasados Odio llegar tarde. Mi hija de |9 levanta la vista de su teléfono, deja por un ins tante de enviar mensajes de text y me dice:“Oye, pa, tranquil" Odio que me digan que me tranquiloe. Mi hijo se sient frente ala television a ver Ja Liga Premier de futbol inglés. De algtin modo ya aprendié a desbloquear la Ielovisisn satel, Odio oso, Yo ni siquiera puedo encender a television Para colmo de males, descubrié I contrasefa de mi Phone y est enviando menses de texto ala “chica misterosa. Mi presion sanguinea esté al mé- immo, Noha hecho nada en la casa, Su cuartaes un desastre. No puede en contrar su camiseta para el futbol. Mo vamos allegaral partido, Por qué os adoloscentes actian asi? Para ayudarnos a sopartaris y,esperamos, comprenderls,hicimos“Ge- rebros hermosos", el artcula de portada de este mes Enviamos ala taento- sa fotégrafa Kitra Cahana, apenas a unos aos delstancia de su propia aufolescencin, a Austin, Texas, a dacumentar la vida en y alrededor de la pre- paratoria, Sus fotogratiasreveladoras provocan recuerdos gratos no tan eratos de nuestros aiios de escuola. David Dobbs escribe sobre el comporta- miento adolescente a través de la lente de la evolucién; descubre que hay una razon ral para este comportamionto voluble eittante, De vuelta a mi mafiana frustrante: por fin legamos al part jo. Mi hijo juega apasionadamente, anota un gol y se artoja alos brazos de sus compafieros de equipo. Eso si que me gusta. ee "De rnc quo se eter de cine pi, presente ‘oeltordeuna evita" Dark I? sos ‘uni e203 La maravila de solo tener sobrinos adoloscentos y io hijos adolescents es que convivo con ellos fo necesario para encon- trarlos siempre encantadores. Ante un conato de berrinche, rebeldia o incluso vielencia, salgo corrienda despavoride y me re- fugio em fa tranquilidad demi casa, Dicem que, mucho tiempo atrés, cuando yo misimo era adolescente, era “ol rey de fos rebol- des", Me parece que lo sigo siendo en cierta forma y estoy bien orgulloso de ello quizé ese fama de “iconaclasta” sea a que me gana ol afecto de las personas que mas me importan. Pero sil carifio que siento por mis simpéticas consanguineos es apenas tuna fraccién del que les prodigan sus padres, puedo imaginarme elterror que pueden sentir estos cuando perciben, de maneras aveces descarriadas, que sus vastages se encuentran en peligro. Creo que en el articula de David Dobbs, “Cerebros hermosos”, los progenitores podran encontrar varios consejos muy tities para entender a sus adolescentes, lo que significa tener una actitud ‘mas racional ante sus perfectamente adaptativos aunque a voces desquiciames comportamientos. Lo digo consciente de mi igno- raneia préctica en ef tema, aunque no esté de més recordar que Jaansiedad no es més que una “imaginacién desbordada” y que la mayoria de las desgracias vierien justamente de aque- Me que ne podemos ni podiamos imaginar. Asique, llevarsela eve con los adolescentes? Yo diria que un poco, si OMAR LOPEZ VERGARA Editor para América Latina Lacuna delareligi6n —_tarro,parocomastigico qolacons- _Escomo proponer que el fubol origins Me parece que las conclusionesalas _truccion de esa especie de “Vaticano lacerveza y los hot dogs porque la gon- uellegasuainorn seinfirende _neolico" yelsurgimlentodeunare- _telasconsume micntas ve ese juego. Jos datos duros que aliiaporta, sino _ligén organizada fueron impulsados ener ‘que parecon obedecer a una posicién 1d popular difusa, MASACHUSETS, EUA evangelizante: que lareligiénseriala como ccurrid con los mexicas. ‘causante de los asentamientos per- ‘manentes y, por ende, de Ia agricultu- +a, la ganaderia ya civilizacién, y no JORGEARMANDOMORA La suposicién de que hace 1800 YUCATAN, MEXICO afios este avanzado grupo de artesa- nos puido surgir de una sociedad de al contrario. Pero sise reflexiona que Es comprensibie que un investigador _recolectores y cazadores no tiene enlaconstruccion del Santuariode dese asociarlalabor de toda su vida _sontido, Necositamos considerar a GdbekIi Tope, on Turaula,intervinieron _conel nacimiente delacivilzacién, pe- _posibilidad de que cxisticra una civi- “contenares de personas” que traba- © rometemo que Klaus Schmidt haexa~_lizacidn avanzada en aquel entonces, jaronalli durante afios, provenientes _gerada un poco. Vislumbra un grupo de s FREDERICK SCHAEFER de comunidades con una protendida _porsonas quo construye un contro economia de cazayrecoleccién, ello _religiosoy repentinamente desarralla, NUEVA YORK, EUA presupone una sociedad organizada _laagicuifuraparaalimeniarse.lo “Muy jévenes parael altar y permanente, capaz de producir ex- siento, pero la religion y la comida Es poco comtin encontrar una histo- ccadentes alimont para el soste- _satisfacen distintos tipos de apetitos. ria que provoque tal mezcla de nimiento de los constructores. Por No sun fondmano de causay efecto. emociones que solo podria deseribir Paquete Es ersion de Ne Cheques y Bane és, incluye la mm soria legal, fisea elses 00a fromess se $100 0006 Co | ox ) mo oo HERMOSOS Temperamentales. Impulsivos. Desesperantes. PAMORTICALN ADOLESCENTES actian eu acttian? Silos vemos a través de los ojos de la evolu- ciOn, Sus caracteristicas mas exasperantes quiza sean la clave para que se conviertan en adultos exitosos, eee eee Ce = eee a fee eee A - Daron Bee a) eee eee eee Lae) corredor de os Troyanos ycocapitén del equipo, Connor Sheehan, tavo que decir en Rees a eee cr eee victoria de postemporadaen la historia del Bachillerato Anderson, en Austin (ciudad. ee Ue ee Deore To eee ad ne tes valoran mas las recompensas que las cons¢ Pee EL CONCIERTO FUE DISTINTO a cualquier otro al que Austin Brown (al centro) hubieva asis~ Peete sete eet Ly hou eter en ore en ony Pei ae nie aa ene ane aioe eso ete) Pilate aces ance cena en ca ome to Great Geet eee eu tere eto ree irene ere nee ee ee Cen ue ete LOT Taine cconclertos desde la secundaria, ahora estudia disefio de iluminacién on la universidad. Durante el descanso para almorzar, un adolosconte muestra sus habilidades en el deporte urbane llamado parkour. Aunque sepas que tu adolescente asume algunos riesgos, en ocasiones puede ser sorprendente enterarte de ellos. Hace no mucho, una linda majiana de mayo, mi hijo mayor, de 17 aitos, me llamé por teléfono para decirme que acababa de pasar un par de horas detenido en la estacién de policia. Al parecer habia estado conduciendo “algo rapido” Qué es, “algo ripido”, pregunté, Resulia que este producto de mis genes y cuidados amorosos habia corrido a. 182 kilémetros por hora en la carretera. “Bso es mas que algo rapido”, dij. Estuvo de acuerdo, De hecho sonaba triste y arrepentido. No protesté cuando le hice saber que tendria que pagar las multas y probablemen- te un abogado, Tampoco discutié cuando senalé que a esa velocidad habria muerto de haber su- cedido cialquier cosa (un perro atravesando la carretera, una llanta ponchada o hasta un estor- nudo), Sonaba tan razonable que era casi irri- tante. Incluso admitié que el policia habia hecho bien en detenerlo, ya que, en sus propias pala- bras, “no todos podemos ir por ahi a 182 kil6- metros por hora’. Sin embargo, sf objet6 una cosa. No le gust6 que una de las acusaciones que le hicieron fuera 50 NATIONAL GEOGRAI por conducir imprudentemente. “Bueno -gruii, esperando por fin una oportunidad para poder gritarle-, ti como lo Hamarias?” “Es que no es correcto ~me dijo con calma~. ‘Imprudente’ suena como si no prestaras aten- cién, Pero no fue asi. De manera deliberada lo hice en un tramo recto de carretera, a plena luz del dia, con buena visién de los senalamientos y nada de tréfico. Digo, no estaba acelerando impulsivamente. Estaba conduciendo. Creo que eso es lo que quiero que sepas. Si te hace sentir un poco mejor, estaba muy concentrado” En realidad si me hizo sentir mejor. ¥ eso me molestaba, pues no entendia por qué, Ahora ya lo entiendo. Con la aventura a alta velocidad de mi hijo me surgié la pregunta que siempre se hacen quienes reflexionan sobre la clase de personas que llamamos adolescentes: jqué diablos estaba haciendo? Los cientificos lo hacen de manera mas frfa, Preguntan: “jcémo se explica este com- portamiento?” Pero incluso esta es solo otra manera de preguntarse, “;qué sucede con estos muchachos? ;Por qué actéian as{2”. Ademds de cuestionar, la pregunta emite un juic A lo largo de la historia, la mayoria de las respuestas culpan a ciertas fuerzas oscuras que solo afectan al adolescente. Hace mas de 2300 aiios, Aristételes concluyé que “Ia Naturaleza calienta a los jévenes como el vino a los ebrios” En la obra de teatro Cuento de invierno, de Shakespeare, un pastor desearia que “no hubiese edad entre los diez y los veintitrés aos, o que la juventud durmiera durante el intervalo, pues entre las dos edades no hay sino muchachas em- GB barazadas, ancianos maltratados, robos y peleas”. Su lamento tine también la mayoria de las inte- rrogantes cientificas modernas. G. Stanley Hall, quien formalizé los estudios sobre adolescentes, en 1904 con su libro Adolescence: Its Psychology and Its Relations to Physiology, Anthropology, Saciology, Sex, Crime, Religion and Education, crefa que este periodo replicaba etapas antiguas, ms 33 Ta adolescencia: siempre On problema, Esa linea de pensamiento continué hasta fi- nales del siglo xx, cuando los investigadores desarrollaron la tecnologia para obtener image- nes del cerebro; esto les permitié ver el cerebro de los adolescentes con suticiente detalle como para rastrear su desarrollo fisico y sus patrones de actividad, Las nuevas imégenes proporcio- naron otra manera de preguntar lo mismo (jqué sucede con estos muchachos?) y revelaron una y poco favorable para el comportamiento exas- perante de los adolescentes como una mas com- pleja y positiva, La primera serie completa de imagenes del cerebro adolescente en desarrollo ~proyecto realizado por los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés) que estudié a mas de 100 jévenes cuando estaban creciendo, en los afios noventa— mostré que entre lo! nuestros cerebros sufren uni gigantesca, No es que el cerebro crezca mucho durante esie periodo, pero durante nuestro paso or la adolescencia experimen es y cableado. Para empe -largas fibras ner- viosas que las neuronas usan para mandar se- fiales a otras neuronas- de una sustancia grasosa y aislante lam: (la materia blanca del cerebro), con lo que su velocidad de transmisién aumenta hasta 100 veces. Mientras tanto, a las dendritas (extensio- nes semejantes a ramas que las neuronas usan pata recibir las senales de los axones cercanos) les crecen mas aD GB (pues coyunturasquimicas pormedto de las cuales axones y dendritas se comunican quimicamente) Esta “poda’” neuronal, como sefeTranta, Oeastona que la corteza cere- bral (capa exterior de materia gris donde se rea- liza una gran parte de nuestro pensamiento consciente y complejo) se vuelva més delgada vero RED En conjunto, estos cambios hacen del cerebro un érgano mucho mas rapido yssofisticado. Este proceso de maduracién continéa durante Ja adolescencia. Estos cambios fisicos avanzan Jentamente por etapas desde la parte trasera del cerebro hasta la frontal desde zonas cercanas al tallo cerebral que se encargan de funciones més antiguas y basicas, como la vision, el movimien- to y el procesamiento fundamental, hasta las regiones de evoluicién més reciente, que son mas complejas, de la parte frontal. El cuerpo calloso, que conecta los hemisferios derecho e izquierdo Gel cerebro y transporta informacién esencial para muchas de sus funciones avanzadas, se en- {grosa a paso firme. EI hipocampo, que es como um almacén de memoria, también desarrolla David Dobbs escribié Reef Madness, sobre la teoria dar- ‘winiana acerca del origen de tos arrecifes de coral, Este es cl primer articulo de Kitra Cahana para la revista, CEREBRO ADOLESCENTE 57 Cent a ea a Ge ee ae Pere eU Meus eee mene eee Cet aia) Po ete eee cee Cray Dee eerie Ce ee Se ee ee aed % Cen conexiones mas fuertes con reas de la parte frontal encargadas de establecer metas y cony r planes diferent tiempo, las zonas frontales desarrollan mayor velocidad y conexiones més ricas, permitiendo generar y sopesar muchas mis variables y planes que antes, Cuando este desarrollo procede de manera normal, equilibramos mejor nuestros impulsos, deseos, metas ¢ intereses personales con las re- glas, la ética e incluso el altruismo, lo que da lugar a un comportamiento mas complejo y, por lo menos a veces, més sensato, Pero hay ocasio- nes, en especial al principio, en que el cerebro hace su trabajo con torpeza. Es dificil hacer que todos esos engranes nuevos encajen bien. Beatriz Luna, profesora de psiquiatria que es- tudia el cerebro adolescente con técnicas de neu- roimagen, usd una prueba simple que ilustra esta curva de aprendizaje. Luna escaneé los cerebros de ninos, adolescentes y jovenes veinteafieros Los rasgos problematicos, como la es- tupidez y la prisa, no caracterizan la adolescencia, Son los que mas notamos Porque nos irritan 0 ponen a nuestros hijos en peligro. mientras jugaban, sin tocar nada, una especie de videojuego cuyo objetivo era evitar mirar una luz que aparecia de repente, Los participantes tenian ante si una pantalla donde una cruz roja ubicada al centro a veces desaparecia, al mismo tiempo que una luz parpadeaba en otro lugar de la pan- talla. El objetivo era mirar en la direccién opuesta alaluz. Un sensor detectaba cualquier movimien- to delos ojos. Bs una tarea dificil, ya que las luces parpadeantes Haman nuestra atencién natural- ‘mente, Para triunfar hace falta suprimir tanto un impulso normal por ponerle atencién a la nueva 62 NATIONAL GEOGRAPHIC + OCTUBRE DE 2011 informacién como Ia curiosidad de ver algo prohibido. Los nifios de 10 aftos son pésimos: fallan 45% delas veces. Los adolescentes son mucho mejores. Para cuando tienen 15 afios les puede ir tan bien como a un adulto si est motivados: resisten la tentacién entre 70 y 80% de las veces. Sin embar- 0, estos resultados no fueron lo que le pareci mis interesante a Luna, sino las imagenes del cerebro que tomé mientras los participantes ha- cian la prueba. Comparados con los adultos, los adolescentes tendfan a usar menos las regiones del cerebro que controlan el desempefo, locali- zan errores, planifican y mantienen la concen- tracién. Al parecer los adultos utilizaban estas reas de manera automitica. ‘No obstante, si se les ofrecia una recompensa adicional a los adolescentes, podian forzar esas regiones de su cerebro a trabajar més y de esa manera mejorar sus resultados, Para cuando tie- nen 20 afios, sus cerebros reaccionan a esta acti- vidad de manera muy similar a la de los adultos. Luna sospecha que esta mejora llega cuando la region ejecutiva del cerebro se vuelve mas efectiva gracias al en- riquecimiento de las redes y a co- nexiones mis répidas. Estos estudios ayudan a explicar por qué los adolescentes se com- portan con una inconsistencia tan irritante: son cautivadores en el desayuno, desagradables en la cena, autoritarios el martes y so- nambulos el sabado. Ademis de todavia estén Geka Reel eee fiendo a usar las nuevas redes de su cerebro. El estrés, el cansancio y los retos pueden ocasionar falas Lacurva de desarrollo lenta y dispareja que re- vvelaron estos estudios de imagenes cerebrales ofre- ce una explicacién atractiva y concisa para las estupideces que cometen los adolescentes a perspectiva, como se desprende de los titulos de muchos articulos cientificos y de divul- gacidn acerca del “cerebro adolescente”, pinta a los adolescentes como una “obra en construccién” cuyos “cerebros inmaduros” hacen que la gente se pregunte si estan en un estado “parecido al retraso mental”. Sin embargo, el texto que lees en este momen- ‘to cuenta una historia cientifica distinta sobre el cerebro adolescente. En los itiltimos cinco aiios, mientras la versién de los adolescentes como obra en construccion seguia difundién- dose en nuestra cultura, unos cuantos investi- gadores comenzaron a ver los descubrimientos cerebrales y genéticos recientes bajo una nueva luz, més favogecedora, marcada por la teoria de laevolucis plicacién resultante -llamé- mosle la versiofradaptativa del adolescente—lo pinta menos como un borrador y ms como una criatura sumamente sensible y adaptable, con un cerebro casi idéneo para la tarea de pasar de la segamidad del hogar al complicado mundo exter Este ¥ision probablemente guste més a los adolescentes. De mayor importancia es que en- caja mejor con el principio més fundamental de Ja biologfa: la seleccién natural, implacable con los rasgos disfuncionales. Sila adolescencia fue- ra.en esencia una coleccién de ellos ~angustia, estupider, prisa, imprudencia, egoismo, torpe- za-, scémo lograron sobrevivir? No habrian podido, al menos no si ales caracteristicas fue- ran las mas importantes o trascendentales de esa etapa de la vida, La respuesta es que esos rasgos problematicos de hecho no caracterizan la adolescencia; sim- plemente son los mas notorios porque nos mo- Jestan © ponen en riesgo a nuestros hijos. BJ. Casey, neurocientifica, seitala que “estamos muy acostumbrados a ver la adolescencia como un problema, pero mientras més aprendemos sobre Jo que la hace nica, mas parece que es un pe- riedo muy funcional e incluso adaptativo. Es exactamente lo que necesitas para hacer las cosas que en ese momento se requieren’. Para ver mas alla del adolescente bobo y mo- lesto, y poder vislumbrar al adolescente adapta- tivo que lleva dentro, no debemos fijarnos en conductas especificas, ya veces alarmantes, sino en los rasgos mis profundos que subyacen a di- chos actos. NEGOCIORIESGOSO Proton por referenda por bt he. Ba 225 2600 en ew Esad Ls adolescents punden entender gue las conductasiogo= 535, com fumary ener relaclonoe scausie sin rotecion acarrean eonsceuencia, pera tendena dare més peso at Placer que alos cosos. ‘Hablemos primero de la atraccién que sienten Jos adolescentes por las emociones fuertes. A to- dos nos gustan las cosas nuevas y emocionantes, pero nunca las valoramos tanto como en la ado- lescencia. En este periodo alcanzamos la cima de Jo que los cientificos de la conducta Ilaman la iisqueda de sensaciones: la cacerfa de la excita- cién neural, ese sobresalto que nos proporciona Jo inusual o lo inesperado. Buscar sensaciones no es algo necesariamente impulsivo. Es posible planear de forma muy de- liberada una experiencia en la que se busquen tas sensaciones -saltar en paracaidas 0 con- ducir ripido-, como lo hizo mi hijo. La impul- sividad tiende a disminuir a lo largo de la vida, a partir de los 10 afos, pero el gusto por las emociones fuertes alcanza su nivel mas alto alre- dedor de los 15. Y aunque la biisqueda de sensa: ciones puede llevar a conductas peligrosachal también ocasiona algunas positivas: las ganas de conocer gente nueva, por ejemplo, pueden crear un circulo de amigos més amplio, lo que gene- ralmente nos hace més sanos, felices, seguros y exitosos. Este lado bueno tal vez explique por qué la curiosidad sigue siendo tan destacada en el de- sarrollo del adolescente, aunque a veces mate al gato, Una atraccién por lo novedoso conduce CEREBRO ADOLE! eee aCe Oe Coe ene Deere eee cae ee eey temacionante y que daba miedo” en el centro da/Austin, Traté de ocultar la perforeciéna suis padres permaneciendo callada, perais6dieron cuenta. Meses después se quit el renee ern Pana ics oe eee eee tS ee ene € 7 Rete Cg cee Se ea hicos Se reunian después de la escuela en el patio trasero de Bryan Campbell (extremaiza.) Pate ee en eee eee ai or Sacer ee nee Tee tn een eee oven erect stclefonos cclulares para filmer las peleas y despudsTas publicaban en un grupo privado ee i eee eee mere ee Pe fado y un vinculd antre amigos: sus luchas generaban emocin y fecompensas sociales, directamente a experiencias titiles. De manera mas amplia, esa caceria de sensaciones prapor- ciona la inspiracin necesaria para “salir de la casa’ y ponernos en terreno nuevo, como dice Jay Giedd, investigador pionero del cerebro ado- lescente en los NIH. Correr riesgos también alcanza su maximo durante la adolescencia (¥ es quiz lo que mas afliccion causa a los adultos). Cuando samos adolescentes, coqueteamos con el riesgo con mas avidez que en cualquier otra etapa de la vida. Esto se puede ver consistentemente en el labo- ratorio, donde los adolescentes se arriesgan mas en experimentos controlados que implican des- de jugar a las cartas hasta conducir un auto en un simulador. Y se puede ver en la vida real, donde el periodo entre los 15 y 25 afios trae con- sigo una gran incidencia de aventuras riesgosas y-consecuencias terribles. En este grupo de edad, los indices de muerte a causa de accidentes de todo tipo (excepto los de trabajo) son altos. La mayoria de los casos de abuso a largo plazo de drogas 0 alcohol empiezan en la adolescencia, e En términos cientificos, los adolescentes pueden ser un dolor de huevos, pero quiz sean los seres humanos mas completa y crucialmente adaptativos, incluso la gente que después suele beber alcohol con moderacién a menudo lo consumié en ex- ceso durante la adolescencia 3 Qué, estos jdvenes son simplemente estipidos? Esa es la explicacién convencional: no piensan 0, de acuerdo con el modelo que los ve como obra en construccién, sus cerebros endebles les fallan. Pero estas explicaciones no se sostienen. Como sefiala Laurence Steinberg, psicélogo del desarrollo especializado en la adolescencia de la Universidad de Temple, incluso los javenes de entre 14y 17 aiios (quienes mas riesgos toman) usan las mis- ‘mas estrategias cognitivas basicas que los adultos y suelen resolver sus problemas razonando tan 68 NATIONAL GEOGRAPHIC + OCTUBRE DE 2011 bien como ellos. Contrario a lo que se cree, estén plenamente conscientes de ser mortales. Y, como los adultos, dice Steinberg, “los adolescentes en realidad sobreestiman el riesgo’. Entonces, si piensan tan bien como los adultos, y reconocen los riesgos de igual manera, gpor qué los adolescentes corren més riesgos? Porque so- pesan el riesgo contra la recompensa de manera distinta (ve la gréfica, pagina 15): en situaciones donde el riesgo les puede dar algo que quieren, otorgan ms valor a la recompensa que los adultos. Steinberg usa un videojuego que Lo ilustra muy bien. En él hay que atravesar un pueblo en auto en el menor tiempo posible. A lo largo del camino hay muchos seméforos. Como en la vida real,a veces el semaforo cambia de verde a ama- rillo mientras el auto se acerca, lo que te obliga a decidir répidamente si cruzar o frenar, Ganas tiempo (y puntos) si logras pasar antes de que el semiforo se ponga en rojo. Pero silo intentas cuando esta en rojo, perderds ain mds tiempo que si te hubieras detenido. De esta manera, el juego te premia por tomar cierta cantidad de riesgo, pero te castiga sies demasiado, Cuando los adolescentes hacen el ecorrido solos, en lo que Stein- berg denomina la situacién emo cionalmente “tranquila” de uns habitacién yacia, toman casi los mismos riesgos que los adultos Pero si se afiade algo que al ado lescente le importa, la situacién cambia, En est= caso, Steinberg ahadié amigos: cuando hab: amigos presentes, el adolescente tomaba el dobi: de riesgos, tratando de ganarle ala luz amarill cuando no lo habia hecho antes, Los adultos, p su parte, no cambiaron su forma de conduc cuando un amigo los veia. Para Steinberg esto muestra claramente qu la predileccin por correr riesgos aumenta r por un cerebro endeble, sino por una valoraci mayor de la recompensa. “No es que se arriesgaran més pofar } de pr: to subestimaron el riesgo —dice-. Loftleron pc que le dieron un peso mayor a la recompensz Los investigadores como Steinberg y Casey ereen que esta ponderacién en favor del riesgo ha sido seleccionada porque, a lo largo de la evo- lucién humana, la disposicién para arriesgarse en este periodo de la vida otorga una ventaja adaptativa. A menudo, el éxito requiere salir del hogar para ira situaciones menos seguras. “Mien- tras mas busques lo novedoso y tomes riesgos “dice Baird-, mejor te va air” Como sugiere el juego de Steinberg, losadoles- centes responden fuertemente a las recompensas sociales. Tanto la fisiologia como la teoria evolu ionista ofrecen explicaciones para esta tendencia. Fisiolégicamente, en la adolescencia el cerebro alcanza una sensibilidad maxima a la dopamina, ‘neurotransmisor que al parecer prepara y activa Jos circuitos de recompensa y favorece el apren- dizaje de patrones y la toma de decisiones. Esto ayuda a explicar la rapidez. de los adolescentes para aprender y su extraordinaria receptividad a Jas recompensas, al igual que sus reacciones en- tusiastas, ya veces melodramiticas, tanto al éxito como al fracaso, De manera similar, el cerebro adolescente es sensible ala oxitocina, otra hormona neural que, entre otras cosas, hace que las conexiones sociales sean particularmente gratificantes, Hay una gran superposicién de las redes neurales y las dinémi- cas asociadas con la recompensa en general y con Jas interacciones sociales. Si se activa tna, muchas ‘veces también lo hace la otra. Si se activan en la adolescencia, es como prender fuego. Esto ayuda a explicar otro rasgo propio de los adolescentes: prefieren la compaiia de gente de su edad mas que en cualquier otra etapa de Ta ‘vida, En cierto grado, esta pasion por estar con pares de su edad simplemente expresa, en el ém- bito social, la atraccién general de los adoles- centes por la novedad: otros adolescentes ofrecen mucho mas que le familia, Pero gravitan hacia sus pares por otra raz6n ‘mas poderosa: invertir en el futuro en lugar del pasado, Llegamos a un mundo hecho por nues- iros padres, pero la mayor parte de nuestras vyidas transcurrira en un mundo dirigido y mol- deado por nuestros pares, ya sea que prospere- mos o no en él. Conocerlos, entenderlos y crear relaciones con ellos es esencial para nuestro éxito, Por ejemplo, las ratas 0 los monos més espabila- dos socialmente suelen conseguir las mejores zonas para procrear 0 los territorios mas codicia~ dos, més comida y agua, mas aliados y més sexo con parejas mejores y més sanas. Y ninguna es- pecie es mis compleja y profundamente social que los seres humanos, Esta caracteristica sumamente humana hace de las relaciones entre pares no una atraccién secundaria sino el acto principal. De hecho, al- gunos estudios de escaneos cerebrales sugieren {que nuestros cerebros reaccionan al rechazo de los pares de manera similar que ante amenazas ala salud fisica 0 el suministro de alimento. En. otras palabras, a nivel neural percibimos el re- chazo social como una amenaza ala existencia, Saber esto nos ayuda a tolerar la histeria de al- Entusiasmo, novedad, riesgo, la compatiia de los pares. Estos rasgos definitorios de la adoles- cencia nos hacen mis adaptativos, como indivi- duos y como especie, Sin duda es por eso que, definidos en un sentido amplio, se trata de rasgos que parecen surgir casi en toda cultura, moderna Este reconocimiento casi universal des- truye la nocién de que la adolescencia.¢s una La cultura no crea la adolescencia. La singu- aridad de este periodo surge de genes y proce- sos de desarrollo que han sido seleccionados durante miles de generaciones porque desem- peiian un papel importantisimo en este period clave de transici6n: producir una criatura opti- ‘mizada para salir de un hogar seguro a un terri- torio desconocido, Salir del hogar es lo mas diftcil que hacen los humanos, asi como lo mis decisivo, no solo para CHREBRO ADOLESCENTE 69 Bm ec as ou Reece eget TET es Ooi ee kon ae Oe oe ieee enue Se ieee cep eee ees eer ae ie eter ees Coe ene ee ees ey ea a COCO ioe etre Tre ee tT art) eee ewe ene ae mee ee ee Jos individuos, sino para una especie que ha mos- trado una habilidad sin igual para conquistar ambientes nuevos. En términos cientificos, los adolescentes pueden ser un dolor de huevos, pero posiblemente sean los seres humanos mas com- ‘pleta y crucialmente adaptativos. Sin ellos, la hu- ‘manidad quizé no se hubiera esparcido por el mundo con tal facilidad. Por acertada que sea, eR@visién del adoles- cente adaptativo puede ser dificil de asimilar, mas ain para los padres que tienen que lidiar can los momentos mas agotadores, contradicto- rios y aterradores de la adolescencia. La seleccién natural blande una espada afilada y los momen- tos de descuido del adolescente pueden traer consecuencias espantosas. Quiz no corramos el riesgo de morir en batallas rituales 0 de que nos coma un leopardo, pero las drogas, el alcohol, Jos accidentes de trifico y el crimen cobran una cuota enorme, Mi hijo vive y prospera en la uni- vyersidad, sin auto, pero algunos de sus amigos del bachillerato muricron durante sus experimentos al volante. Por supuesto, nosotros los padres también tro- pezamos a menudo al tratar de caminar sobre la Tinea borrosa que divide el ayudar a nuestros hijos yestorbarles en su adaptacién a la edad adulta. Y no obstante podemos ayudar, lo hacemos. Podemos prevenir algunos de los peores peligros cel mundo y dar un empujoncito alos adolescen- tes para que respondan adecuadamente ante los demnds riesgos. Los estudios muestran que cuando los padres se involucran y guian a sus adolescen- tes con mano suave pero firme, manteniendo el contacto pero permitiendo la independencia, generalmente a sus hijos les va mucho mejor en Ja vida, Los adolescentes quieren aprender sobre todo, pero no por completo, de sus amigos. En cierto grado y en algunas ocasiones (detectarlas es tarea de los padres), el adolescente reconoce que sus padres pueden ofrecer algo de sabidur un conocimiento que se valora no por venir de la autoridad paterna, sino dela lucha de los propios padres por aprender cémo funciona el mundo. Mientras tanto, en tiempos de duda, uno puede inspirarse en lo iltimo que distingue al cerebro adolescente, la clave final tanto de su torpeza como de su sorprendente adaptabilidad. Se trata de la plasticidad prolongada de las zonas fronta- les, las que mas tardan en desarrollarse, mientras maduran lentamente. Como se menciond antes, estas regiones son las tiltimas en las que se esta- blece la capa grasosa y aislante de mielina (la materia blanca del cerebro) que acelers la trans- mision. A primera vista parecen malas noticias: si necesitamos estas éreas para afrontar la com- pleja tarea de entrar en el mundo, spor qué no van a maxima velocidad cuando los retos son mayores? La respuesta es que el precio que se paga por la rapidez es la flexibilidad, Aunque la cubierta de mielina acelera mucho el ancho de banda de un axén, también inhibe el crecimiento de nue- vas ramas. De acuerdo con Douglas Fields, new- rocientifico de los NTH que ha dedicado ais al estudio de la mielina, “esto hace que el periodo en el cual se establece la mielina en un area ce- rebral sea crucial para el aprendizaje; el cableado se est mejorando, pero cuando el trabajo ter- mine, sera dificil hacer cambios”. La ventana en la que la experiencia puede recablear mejor esas conexiones es muy espect fica para cada zona del cerebro. De esta forma, los centros de lenguaje adquieren su aislante con nas fuerza en los primeros 13 afios, cuando un nifio esta aprendiendo el lenguaje. El aislante completo consolida lo ganado, pero hace que obtener algo nuevo, como un segundo idioma, sea mis dificil. ‘Asi sucede con la miclinizacién de la zona frontal del cerebro durante el periodo del final de la adolescencia y el principio de los veinte. Este retraso en la finalizacién del proceso ~que frena nuestra preparacién- aumenta la flexibi- lidad mientras confrontamos y entramos en el mundo donde viviremos como adultos. Esta larga y lenta ola de desarrollo, que va desde atris del cerebro hacia adelante y que ter- mina hasta mediados de los veinte, parece ser una adaptacién exclusivamente humana. ¥ pue- de ser una de las mas trascendentales. Quiza parezca algo extrafio que nosotros los humanos no maduremos més pronto, pero si nos volvié- ramos listos antes, acabariamos mas tontos. 0 CEREBRO ADOLESCENTE

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