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ne gieeharal.om © ogia craneal Brian Preston ANATOMIA COMPARADA Bipedestacion a evoluci6n de una postura erguida y del caminar bipedo se han asociado con cambios notables que caracterizan muchos huesos y mtisculos en el ser humano. La existen- cia y la cronologia de estos cambios viene respaldada por observaciones realizadas en paleoantropologia y en estu- dios de anatomia comparada de los seres humanos y los, simios. En el curso del desarrollo de la postura erguida, la ‘columna vertebral y el craneo (esqueleto axial), la pelvis y las piernas, asi como todas las articulaciones, ligamentos -y miisculos relacionados cambiaron para acomodarse a la postura erguida y la bipedestacidn recién adquirida por el serhumano!. De forma acorde a esto, a columna vertebral ddesarroll6 curvaturas secundarias en las vértebras lumba- res y cervicales, el tamano de las vértebras aument6 de arti baabajo, la parrilla costal se aplan6 y la variaciGn en el ta- mafo relative del crineo y la mandibula permitio el equilibrio de la cabeza para desplazarse hacia atras, lo que requeria de muisculos de menor potencia en la parte pos- terior del cuello (fig. 4-1) Deeste modo, puede decirse que los ajustes anatémicos ligados aa postura anatémica se extendieron desde el vér- tex del crineo hasta la falange distal del dedo gordo del Pie. Junto con las adaptaciones anatémicas, el centro de sravedad del cuerpo se ha aproximado a un eje que se ex- tiende desde los condilos occipitales hasta la parte supe- Fior del sacro, Mientras el ser humano permanece de pie, el eje de gravedad del cuerpo se encuentra en un plano que asa a través de la cabeza del fémur, y se localiza mas 0 menos equidistante de las dos superficies primordiales, dorsal y ventral, del cuerpo. El sistema postural en su con- junto se ajusta a los movimientos que acompanan la res- Piracién, de forma que con cada ciclo respiratorio existe luna oscilacién pequefia y continua del centro de gravedad del cuerpo, Esta localizacion central del eje de gravedad li- bera los grupos de miisculos importantes de su antiguo, trabajo de soporte y les permite Hevar a cabo acciones ex- lusivamente humanas. Las modernas perspectivas de la bipedesiacion destacan la importancia de Ja cintura esea- ular y el esqueleto axial por encima del punto de vista mis tradicional que da mas importancia a la fortaleza de la parte inferior del cuerpo al caminar. La historia de la evolucion revela que la organizaci6n de los brazos y la co: lumna vertebral precede en gran medida a la capacidad de caminar sobre dos piernas! Base del craneo En el centro de los cambios anatmicos més notables que acompafaron al desarrollo de la bipedestacion, esta la base del craneo. La comprensi6n de la complejidad del de sarrollo, funcion y estructura de la base del crineo es im- portante para examinar las hipOtesis acerca de muchos as pectos de la variacion y evolucion craneofacial”. La base del créneo juega un papel clave en el crecimiento craneo facial, al ayudar a integrar, espacial y funcionalmente, di- ferentes patrones de crecimiento en diversas regiones ad yacentes del craneo, como los componentes del cerebro, la fosa nasal, la cavidad oral y la faringe. El tamano del cere- bro respecto a la longitud de la base del craneo parece ejer ceruna influencia dominante sobre muchos aspectos de la variacion de dicha base, en especial el angulo de ésta en el plano sagital medio, aunque otros factores, como el tama: hoy la orientacion de la cara, y la postura, pueden ser tam- bien importantes. Desde un punto de vista estructural, la base del crineo proporciona la plataforma sobre la que crece el cerebro y alrededor de Ja que se desarrolla la cara ‘Ademis, la base craneal conecta el craneo con la columna vertebral y la mandibula, y en este papel es posible que in- fluya sobre los patrones ontogené de variacion en la morfologia craneofacial Se sabe poco acerca de la relacion entre la morfologia de la base del craneo, la postura de la cabeza y el cuello, y otf0s aspectos de la morfologia cefilica respecto a la dl ambulacién, Una teoria propone que, debido a que la fl xin de la base del craneo localizan el aguiero occipital mas hacia delante, con una orientacion mas anterior, esto se produce como adaptaci6n ante Ia bipedestacion. Sin embargo, la hipétesis dle que las variaciones en la angul: ci6n de la base del craneo representan adaptaciones de la postura de la cabeza no esta bien respaldada por los datos comparativos. De hecho, existen indicadores de que la orientacidn del agujero occipital no se correlaciona bien 17 por delante del centro del desarrollo de la post erineo humano (B) ha llegado a situarse ceca del eje vert cal central del cuerpo. Dicho eje discurte a través del centro de la cintura pélvica (X), Los simios requieren de fuertes muisculos en la parte posterior del cuello para mantener la ppostura del crineo y la orientacién del eje visual, mientras {que en los seres humanos, unos musculos rectos relativa ‘mente mas pequefios pueden llevar a cabo estas tarens, con la orientacién del cuello durante la deambulacién ha- bitual’, Otra nocién ampliamente apoyada sugiere 4 la deambulaci6n bipeda requiere una flexion ventral de la cara, en particular de las drbitas, respecto al resto del cra neo, de modo que el animal puede continuar mirando al frente. Lna observacién es que la mayor parte de los prima- tes orientan sus érbitas ligeramente hacia abajo durante la deambulacién pero el eje orbitario en relacién con la base FM a Figura 42 Vista saga media de sero dla derncian en el despacanento cota rineo de un primate se producen humano (A}y de un humano (8), que mn ‘Parte 1 = Diagnéstico y planificacién terapéutica terior del crineo se correlaciona bien con la pos Treabera y e cello a re sincondrosis esferioidal media marca la division re a parte anterior y posterior de la base del cines tuales.son distintas desde un punto de vista embrigigg Jy erecen de forma algo independiente. En este conte entio de a base del créneo alana su tama y forma Sdulto de modo mas répido que las partes anterior, pou fiory lateral. Durante el periodo fetal delossereshiimar, ¥ de los primates no humanos, la linea media de ia bye traneal anterior crece segiin un patrén de alometria pea Qa respecto a la Kinea media de la base posterior del vg eo! La base anterior del craneo se alarga de acuerdo og Ios ldbulos frontales del cerebro, de modo que aleanza en cx del 95% de su longitud en el adulto a 10s 6 anos, eng aso de los seres humanos. Las partes mas inferior del, base anterior del c ian creciendo como pane de la cara despues de haberse completado la fase de ce miento neural, para dar lugar al complejo etmomaxiay {que erece hacia abajo y delante, principalmente por empa jey desplazamiento®. La base posterior del crineo ceceen Ia sincondrosis esfenooceipital y por empuje de la cotial tuna vez. que la parte anterior de la base del craneo ha ak anzado su tamano maduro, El crecimiento diferencial de {a linea media de la base posterior del crineo sitia el age jero occipital junto al centro de la base craneal en losses humanos, y més hacia atras en los primates no humanos (fig. 4-2), La angulacion de la base del crineo se produce cuando las porciones pre y postvertebral de dicha base se lexionan ‘ose extienden entre sien el plano sagital La angulacignde la base craneal ha sido objeto de investigacién debidoa que influye sobre las posiciones relativas de las tes foss \docraneales, lo que tiene influencia a su vez sobreelan- plio rango de relaciones espaciales que existen ent base del craneo, el cerebro, la cara y la faringe. La linea qt se utiliza de forma mas comu Fnirla base anenit Jos difere nuica de la escama del occipital. Como F n magnuny (FM) se sta hacia ete 1 atris en los primates no humanos. Ta region de el centro del for Sepitulo 4 » Las vias respiratorias superiores y 1a morfologia craneat 119 Los seres hu manos tienen una base craneal més flexionada que etros primates, pero no siempre se comprende que la base del eraneo en los humanos se flexiona después del nacimien. to, mientras que en los primates no humanos se extiencle durante este mismo periodo’, Probablemente. la sincon, Arosis esfenooccipital, que permanece activa hasta despues de la erupci6n de los segundos molares permanentes, es le ‘més activa para originar la angulacién de la base del ecaneo en los primates”. Los estudios entre especies muesttan que la variaci6n en el ngulo de la base craneal de los primates se asocia en parte con la variacién en el volumen cerebral respecto ala longitud de la base del crineo. Sin embargo, algunas evidencias demuestran que existe cierto grado de independencia entre el crecimiento y el tamano del cere bro yel Angulo de la base del craneo durante el desarrollo® lo que se sabe es que el cerebro humano se flexiona ripi damente poco después del nacimiento, casi por completo antes de los 2 anos de edad, y antes de que el cerebro terminado de expandirse de forma apreciable (fig. 4-3 Los datos interespecificos y ontogenéticos sugieren que una gran proporcién de la variacion en el angulo de la base raneal también debe estar relacionada con la variacion en aspectos del crecimiento facial?. Se ha sabido desde tiempo que existe una estrecha relaci6n entre el crecimien to de la base del craneo y el de la cara, pero atin siguen sin conocerse ampliamente muchos detalles acerca de como interactiian estas regiones. Aunque la cara tiene cierta in fluencia sobre el crecimiento de la base del crineo, existen buenas razones para creer que esta ejerce sobre la cara una mayor influencia que al contrario. Este argumento se basa en parte en el hecho de que la mayor parte de la base del crineo alcanza su madurez bastante antes que la cara®. En los seres humanos, la parte superior de la cara no sobresa Je por debajo de la base anterior del craneo hasta después de la erupcion de los segundos molares. Parece probable ue la base craneal anterior ejerce alguna influencia sobre Ia orientacin facia ensu conjunt, pero que in teen obit de a ears ot ny Iabase anterior de cranes 1a forma dela fen media del erinco, en eapecialiox als mayores del esfenides juga probasonce a Pel inluyene sobre Ia onenacton det ne an del compleo etmomasilar y demu ponder testo dela base crancal Ia weacén dels eal inluye sobre la forma dela nasofaringe La hen ha base craneal anterior y de I ears reaper oe cranel posteriorno slo rota aca por acbai des dad del espacio fariageo que exe del paladar y la parte anterior de ln cohumes fone les aetea de camo debe rettoceder el pada snr la fa tepiatoria. Puede que ls hominids haan amente la la directamente con, ntre la parte posterior 9 hominidos con una base craneal fle Regiones faringeas Los seres humanos tienen una configuracién exclusiva de |a faringe, en la que la laringe se dispone por debajo de la cavidad oral, de modo que la triquea y el es6fago compar ten un trayecto comin". La posicién baja de la laringe pro Porciona la base fisiologica para el habla en los humanos, ya que origina un tracto vocal supralaringeo (IVS) de dos tubos, en el que la longitud del tubo horizontal, desde los labios hasta la pared posterior de la faringe (IVS,) y el tubo vertical, desde las cuerdas vocales hasta el paladar blando (TVS,), tienen una proporcidn aproximada de 1:1° En los seres humanos, las dimensiones transversales del TVS), y TVSy pueden modificarse de forma independiente unas diez veces para dar lugar a vocales que son distingui bles actisticamente, independientemente de Ia longitud del tracto vocal. En contraste, los primates no humanos y los “Figura Radiografias cefalométricas sagitales to del craneo esté mis flexionada (1 ducido un mayor aumento en la longitud de la base posterior del cr: prados) que a edades mas te las a los 6 meses (A) y 5 altos (B) de edad. A la edad de 5 aftos. la base ranas (135 grados), ycon los aos. se ha pro 10 que en Ta parte anterior de ésta ‘16 1/1 presentan menos ventajas en cuanto al habla, ya que -no pueden producir voraes que ve distingan claramente: Como ejemplo, los chimpances encontrartan dificil hablar debido a que la longjtud extra de su cavidad oral impide la ‘voralizacion de consonantes Hl inciemento de longitud de a cavidad oral se asocia con diferencias en Ia musculatura Jingual y en la posicin relativa del hueso hioides. tate hhueso, que en humanos se sitia mas hacia arta y hacia tras que en los simios, proporciona un lugat para lain sercion del misculo hiogloso. 1a posicion elevada del hhueso hioides permite un control mas preciso y eficaz de {a lengua. Para producit un habla anticulada, os seres hus manos tambien han tenido que desatrollar una habil dad para controlar los misculos intercostales con la pre: ‘cision sequerida para permitir el habla y la respiracion simulténeas. De este modo, os seres humnanos contemporsneos ti nen una laringe en posicion baja dentso de la faringe, Jo ‘que permite 4 esta Oltima servir como camara de reso. nancia capar de generar un gran nimero de sonidos. Fl syado de flexion de la base del créneo modela el techo de Ia caja vocal y, de este modo, tambien se relaciona de f ma directa y estrecha con la posicion de Ia laringe. La fhe xi6n completa de la base craneal similar a la que se en ‘cuentra en el Homo sapiens comemporaneo se origind hace unos 100.000 afios. No ex acerca de por qué el lenguaje, Lat lacion socal, podria haber evoluc ddos. Sin embargo, sin importar po ppiaje, fue necesario que el aparato vocal se modificara y {que el cerebro se desarrollata rapidamente™, Exsten evi ddencias que tespaldan la afirmacion de que las areas de la conteza cerebral en humanos que se asocian con mayor frecuencia con el habla ya existian en forma rudimentaria ‘en-el Homo habi Jaro consenso forma de articu 1ado en los hom ie se inici6 el len Postura y equilibrio del craneo Se ha hecho teferencia a la localizacién del centso de ma sas del cuerpo respecto a la eyolucion de la postura eng dda de los seres humanos!®”*, En estrecha relacion co del cuerpo esti el equilibrio del craneo sobre la ‘cervical, donde es mantenido en posicin ex isculos y ligamentos bajo traccin. Otros wieren que una posicién erecta ha permitido ‘que el peso de la cabeza recaiga direcian cervicales, con la reduccion consigu papel de los misculos de la nuca (fig, 4-4)". Eh de rollo de la deambulacion bipeda se ha ligado a la re tamahio de los dientes y el esqueleto facial, ¥ ‘con cambios ex Ia posicion de ls artiulacion atlantooce pital, asi como. el new: (Un aspecto interesante es que, al menos en wn ‘estudio com animales, se observo que la bipedestacin i ‘ducida ve asociaba con cambios importantes en el crec: nto global del exaneo'. “4 2 fin Jon simios (Ay, el fulero dela cabera (2) se Wealza favivamente bastante mas hacia aris en cranes, I requiere de unos mésculos cervicales postrions buries (1) para mantener el equilibtio de la cabeza sobee los ‘éndiles occipitals. bn los sexes hurmasn (B), lon cind Jon occipitales (2) ve localizan mis ceca de la pate cena bl rhea, Jo que permite qe unis misculon cerveaes postveriebraes mas debiles (1) equlibren la cabeza y com tamresten la traccion de lon masclos suprahioideon (3) (v deap. N) La postura de la cabeza esta influida principalmeme por la fuerza de gravedad; no obstante, los requisites fe siologicos de la tespiracion, la vista, el equilibrio ye oido también deben afectar a la posicién del crineo”.Solomy Tallgren®, y Posnice, demostraron que existen cone ones estadisticas entre el modo predominante de ep racion, la postura de la cabeza y algunas caracterisia fe Ciales. Dichos hallazgos no son exclusivos, ¥ otros aoa describieton observaciones similares, que indican quel cambios anormales y prolongados en la postura del ce neo durante el crecimiento y la maduraciin pueden ite fluir sobre la expresion de la forma de la cara’ *. Las ents investigaciones indican que una inci del plano odlusal afecta a la postuta del crineo y ala Be neral, ya que induce un desplazamiento de la columit cervical y una distribucion asimétrica de las tensiones @ Varios vestigadores han modificado de forma ape rimental la postura de la cabera alteando, por eet@P él flujo de ale nasal, la posicion mandibular ola pose fa dela lengua y la deglucion!”"*". Cuando se unen 50 pramos a a cabeza de individ oF ion de le Cabeza, pero esta respuesta es impredecible dento dee mismo sujeto y entre individuos”, Aparentemente Dil Jas condiciones experimentales citadas, no «a magnitud del peso como el momento producido 0 importa desde un punto de vista fisiologico ¥ bb nico La localizacion del centro de gravedad de a abe ‘rucal para aleanzar una comprension de | ‘que mantienen o ate te metodo doc blecerse la loclizacion ponible del ce de la cabeza en ani t ‘Sin embargo. s hal’ pleado calculos peo are | Figura 4-5 Los trazados de tres cabezas muestran los ejes y las posi- ciones de los centros de gravedad determinados por los meétodos empirico (E) e informatico (C). La region de la silla turca se muestra agrandada a la derecha de cada cabe za, para una mayor claridad. gravedad de craneos aislados!*??™., Dichos céleulos su gieren que, en los seres humanos, el centro de gravedad de la cabeza se situa justo por delante de los condilos oc Gipitales® El objetivo principal de un estudio mas reciente ha sido determinar si podria emplearse un programa informatico para identificar los centros de gravedad de cabezas de ca aver y comparar las localizaciones de estos centros con las determinadas mediante un método empirico basado en las leyes de la fisica’®, Los hallazgos (fig. 4-5) demues- tran que, en general, ambos métodos sittian el centro de gravedad de las cabezas humanas aisladas ligeramente por detras, y mas o menos a la misma altura que el punto silla (el centro estimado de la silla turca, seguin se observa en las radiografias laterales de crineo). Para cada cabeza est- 10 calculado se localizaba ligeramente mas hacia delante que el centro de gravedad determinado em piricamente. Las diferencias entre los métodos variaban entre las cabezas estudiadas y no fue posible demostrar un sesgo consistente en una direccién especifica. La razon ‘ms evidente para estas discrepancias es la presuncion ne cesatia en el programa informatico de que el objeto a es tudiar tiene una densidad uniforme. El método empirico se basa en las leyes aceptadas de Ia fisica y debe estable cerse 1a hipdtesis de que, para estas cabezas, dio lugar & 4 © Las vias respiratorias superiores y la morfologia craneal eal 121 tuna localizacion plano sagital Para ambos métodos, ea ban a region dela sia tae ean eet 8 loca Pordelante de la linea media vertical del eae? Estas determinaciones difieren de las ober seal Schulz", que en su muestia de dos chen rine Centro a unos 31 mm de promedio por delanreda neon media vertical del condilo occipital Hl mena situ6 el centro aunos 17 mm de promedia pot nen? formiético a unos 23,5 mm de media por delinne nnea media del c6ndilo occipital. Vor tanto: antes dos examinados identifcaron un centto, bastante toe det del descrito por Schult oe” La diferencia entre las posiciones del centro dad determinadas por Pere cae Cs tener relevancia elinica, Puesto que w conecie ch nee de cada cabeza, fue posible tener en cuenta un sistema de palanca de primer orden para cada individuo, Una ve calculado, las distintas posiciones de los centros de gra- vedad entre los dos métodos habrian originado un ca bio en la distribucién de pesos con un aumento de 0,3 ke por delamte del punto de fulero de la primera cabeza, de 0,09 kg en la segunda cabeza, y de 0,38 Kg en la tercer Por tanto, seria necesaria una fuerza muscular adicional siel centro de gravedad estuviera realmente mas hacia de lante, segtin lo determiné el método informatico. La fuer za muscular extra necesatia para el equilibrio seria de 0,72 kg para la cabeza tno, de 0,15 kg para la cabeza dos y de 0,71 kg para la tercera, De este modo, la localizacién precisa de la posicion del centro de gravedad no s6lo te he interés estadistico, sino que también posee relevancia clinica, Se deberfa tener cuidado as ce estudios en cadiveres alos individuos vos. En acidn del centro de gravedad de la Precisa de los centros de gravedad en el extrapolar conclusiones de: estos tiltimos, la local eza puede cambiar ligeramente debido al desplaza- 10 del cerebro gelatinoso y Ia alteracion det flujo san: ante el funcionamiento fisiol6gico normal. El pitico podria tener un lugar en los estudios an: los crineos, pero el método informatico parece mostrar la tinica forma practica de localizar la post- Eidn del centro de gravedad en individuos vivos. Bl esta plecimiento de la posicion anatémica del centro de grave- dad en los diferentes tipos morfoldgicos craneofaciales puede tener un valor teal para ayudar lacomprension de Pomo pueden asociarse las variaciones en la postura de 12 Cbeza con el crecimiento y desarrollo craneofacial, ¥ qu zA iniluir sobre ést0s. La cinugfa ortognatica para dibula Jas relaciones espaciales de t las cuales se ha n'8, Un ano despues de e signi mi guineo dur meétodo et tropologicos de adelantar o retraet la ravedad de la cabeza ¥ tructuras craneales Sth ociaclo con cambios en Ia gia se ob: a de la cabe axilar Y naxilar la yodificara el centro de gt as prahioideas, li postura de la cabeza serve una flexion estadisticame! eae arn un grupo combinado con intrusion de’ 1 avance de la mandibula, y en el caso de intrusl vi retroceso mandibular hub) wna tendene ler ia de la mandibula pal la Algunos de los vectores de fuerza que est In estabilizacion del erineo, eon st centro ocalizado unos 17 a 23 mm por delante del ele de ign del erdneo, V3 representa los musculos extensores, pposteriores del cuello, V2 los muscuos sty ‘eos y parte de Ia masa de la traquea y ls pultones, y Vi Ja envoltura anterior de tejidos blandos, que incluye el rmisculo plats correcci6n de un prognatismo mandibular, los resultad demostraron un ineremento en ta extension del crineo (media, 2,7 grados) y una reduccion media en el espacio de la via respiratoria (ad y ad2)", La alteracion en la pos: tura craneal, tal como se ha observado en individuos que se han sometido a la cirugia ortognatica, alterara los vee ores de fuerza resultantes de la interaccion det centro de imasas del craneo, su eje de rotacion y la traccion grav toria (fig. 4:6), En la linea de las observaciones de Vig y cols, Jos cambios relativamente poco importantes en las relaciones mencionadas darin lugar a variaciones en 1a postura del c POSICION NATURAL DE LA CABEZA te de las estructuras int ria hace que el analisis ba. La variabitidad inh dle referencia para la cefalon sado en las mismas sea posiblemente ertoneo, con graves, mplicaciones para ta planificacion del tratamiento orto. doneico y de cinugia ortognatica®®®, Las variaciones ocalizacion de lay te les pute den confundir ta ‘una orientacion estandar de aural cle 1a cabeza, me: slistante™, Los antropolo, sta han atilizado la post Las variaciones en la pasicion de la sifla turca (S) respect al nasion (N) influye en la inelinacion de la base anterior cl crinco y, por tanto, en las evaluaciones de la mortal pia facial realizadas tespecto a la linea SN Ide la cabeza para estudiar las configuraciones a. Tras la introduecion de ta radiografia cefalome se preconizd el uso dle una posiciin estandarizaday como es st posicion natu precisa ce dicha radiografia ce Gon natu de ic reproducible de la eabe ‘para facilitar la eval falometrica con fine: Lacreencia de que existe una posicion natutal d 24 no es nueva, De hecho, Leonardo da Vind ( 1519) y Alberto Durero (1471-1528) construyeron malls de lineas horizontales y verticales sobre trazados de mode Jos colocados en su spose natural» para permitic una cop ims artistica y cientifica de las cabezas que pintaban ye culpian®, Durante muchos aos, ha existido la erent tuitiva de que el eje visual del créneo, la alineacion de lt columna cervical, la postura natural del cuerpo ¥ 14 pose cion natural de la eabeza estan, le alguna forma, estes mente asociaclas y que esta ultima es reproducible en 68% rmedidat® HL eoncepto de una posie natural ele ka cab nido originalmente por Broca®? como la posicion dela eset Iaqueun ine : sue el plano horizontal, se introduyjo en ortodoncia et AS dda de los cincuentat?* EL eje visual pride aineatse ot el plano horizontal pidiendo a un sujeto relajado que mis 1.4 punto ae referencia Tejano, o pidigndote que 1 paso hacia delante!®, Mientras que da dicho pase un individ aleanza we un cin natural de la cabeza conocida tambien ef ME como sortoposicions, Probablemente es correcta casi ‘oul lay orientaciones mencionacks del dirig el Tango de movimientos posibles del hhueso hioides. La medicion precisa del hueso hioides por ‘medios cefalomeétricos es dificil, pero dentro de ciertas Jimitaciones, se pueden extraer conclusiones definitivas acerca de la posicién normal de este hueso”. Aunque al ‘gunos profesionales han hallado que la posicion del des varia en radiografias cefalométricas consecutivas del mismo individuo, otros no han hallado el mismo grado de variabilidad”®, Existe cierto consenso de que el hioides retrocede durante la extensién del crineo y avanza du- rante su flexién, pero mantiene su nivel en gran medida, desplazandose ligeramente hacia atris durante la apertura de la mandibula”®, Tri La relaci6n que existe entre el hueso hioides, la mandibu- la y las vértebras cervicales se mantiene desde la edad de 3 anos, en la cual el hueso hioides se sitia a nivel de la par te inferior de la tercera vértebra cervical. Con la edad, el hueso hioides puede descender para quedar a nivel de la cuarta vertebra cervical”*”, Los estudios del hioides con radiografias cefalométricas suelen emplear planos de refe- rencia intracraneales para medir la posicién del hueso hioides, por lo que muchos profesionales han comentado que no es inesperado que la posicidn de este hueso sea va- rable. Los planos de referencia craneales estan relativa- mente lejanos del hueso hivides, por lo que variaciones comparativamente pequefias en los planos craneales se re- flejan como cambios significativos en la posicion del dicho hueso, Dichos cambios de posicién aparentes en la situa- ion del hueso hioides se producirian de forma indepen- diente de si el hueso se hubiera movido realmente. Se de- sarroll6 el tridngulo hioideo con el fin de evitar los falsos efectos de relacion que los cambios en la orientaci6n de los planos craneales tendrfan sobre las mediciones de la posi- cién del hueso hioides”*. El triangulo hioideo (fig. 4-11) y su andlisis utiliza planos que se localizan entre las vérte~ bras cervicales y la sinfisis mandibular, los cuales reducen. en gran medida los efectos que los cambios en la postura craneal tienen sobre la evaluacion de la posicién del hue so hioides. El andlisis del hioides fija la posicion de este hueso en tres planos, sin el uso de planos de referencia in- tracraneales. A partir de los estudios del hueso hioides, parece que las relaciones angulares y verticales de este hueso son mas va- riables que su localizacion horizontal. La dimension ante- toposterior de la nasofaringe (AA hasta ENP) parece que- dar determinada a una edad temprana, tras la cual, dicha distancia es relativamente similar (32,9 mm + 3,7 mm) en la mayor parte de los seres humanos adultos?**, La pro~ fundidad lineal de la nasofaringe es comparable (tabla 4-1) con la distancia entre el cuerpo del hueso hioides (H) y las ingulo hioideo Jos adultos (31,8 mm + 2,9 mm). vertebras cervicales (C3), 1a cual ¢s también constante en @ © Las vias respiratorias superiores y 1a morfologia craneal 125 El triangulo esta formado por la unién de los puntos cefa lométricos retrognation (RGN, el punto mas inferior y posterior de la sinfisis mandibular), hioidal (H, el punto mas superior y anterior del cuerpo del hueso hioides), y 3 (el punto mas inferior y anterior de la tercera vertebra cervical) Postura del cuello, respiracion y oclusién dental Se ha seialado una asociaci6n entre la postura cervical y la oclusién dental, de modo que los nifios con una ma- loclusion de Clase Il de Angle presentan una tendencia tuna cifosis exagerada de la columna cervical en compa Gién con aquellos que tienen oclusiones normales”. Este aumento en la curvatura cervical acorta la longitud del quello, y también da lugar a una mayor inclinacién cervi aly una mayor extension del crineo de la que se observa en nifios con oclusiones normales. Se piensa que la exten sion moderada del craneo disminuye la resistencia al flujo de aire en los trayectos de las vias respiratorias superio: res, Woodside y Linder-Aronson®? afirmaban que los respiradores bucales inclinaban Ia cabeza hacia atrés con el fin de aumentar la via respiratoria, a la vez que senala ban que la creacién de una via respiratoria normal por la adenoidectomia da lugar a una postura menos extendida de la cabeza, Otros autores han demostrado que cuanto mis pequena es la distancia entre las adenoides y las con has en las placas laterales de la cabeza, mayor es el Angulo ed Pee re kde 67,20 mm, DE = 66 mn 31,76 mm, DE = 2.9 mm Coe 436,83 mm, DE= 5.8mm 6 la resistencia nasal en los Stietos normales mediante una pletismografia corporat y luna rinometria posterior. Enconutd soe fen flujo de aire através de la fosa nace) on Hae iable la resistencia en las vias respiratoia Re extension del crineo en sujetos anestea permeabilidad de la. orofaringe, al separar la base de la len- gua de la pared posterior de lafaringe”™ 1 ‘media la resistencia de la via respite medios ciclos respiratorios completos, una extensién cra- neal de 10 grados respecto a la Posicion habitual de la cabeza no afectaba de forma significativa la resistencia de lava respiratoria superior™. Weber y cols" prowoenon Ia extension pura del craneo, mientras que la obstruccién de las vias respiratorias superiores se asocia habitualmente. con la extensién del craneo combinada con una lordosis: cervical. Se puede especular que la inclinacién hacia de Tante dela columna cervical es un aspecto crucial en losin tentos por mejorar el flujo de aire cuando aumenta late sistencla dela via tespratora superior, Desde un punto de vista experimental, la obstrucciin completa de la via nasal se ha asociado con un jento de 5 grados en la extension craneocervical™ Esta postura ex tendida de la cabeza se acompana de un cambio en la po: sicion de descanso de la mandfbula y, posteriormente, de ‘un aumento en el espacio libre oclusal. En un grupo de ni. fos que requerian de una adenoidectomia debido a una obstrucci6n nasofaringea, Linder-Aronson® describié un ineremento medio de 6 grados en la extensién eraneocet. vical. En esta misma media, no pudo encontrarse dicha ex- tension después deun mes de a ciugfa ques lev a cabo para eliminar el exceso de tejido adenoideo. La adenoidec tom(a por sf sola puede variar Gnicamente el patron de res piracin, sin tener una influencia significativa sobre la ma- Toclusién o el tipo facial En sujetos con la via nasofaringea obstruida, se ha aso Glado un ineremento en la angulacion craneocervcal. Ea ¢stos individuos, la eliminacidn della obstruccin area se asocla con tuna reduecion de dicha angulacion'”. Se ha su- feidolquellairetucciOnide lalldonesdadifuncional de la via respiratoria superior, la alteracién de la postura de Ia'cabesay el estiramien(o de los tjidos blandos Induct do por la postura (fig. 4-12) estan conectados en un ciclo. que afecia al erecim de la cara”. Estimulos visuales y postura craneal Los impulsos visuales, laberinticos, musculates y propio. ceptivos continuos hacen que los individuos conozcan la posicién de su cuerpo. Se llevan a cabo los movimientos adaptativos necesarios para 1 equilibrio postu: ral en respuesta a estos estimulos. Bajo circunst normales, los individuos no conocen estos finos ajustes se se producen en su mayor parte a nivel re flejo, Se utilizan estimulos visuales en el sistema nervio: so central para aportar informacion acerca de los movi: nientos posturales y de la relacién de un individuo con rodea, Las aferencias laberinticas bios angulares al moverse y, por tanto, de van de los can Figura 4-12 Los mésculos hioideos y facials afinan el equilibio Gala la vez que sostienen otras funciones vegetative ciadas con el complejo craneofacal. El muscu pat (rojo) es una limina muscular que se extende desde pared anterior del trax hasta el cuero cabeludo a waves de los misculos de la expresin facial. Si una alter ci6n de a postura craneal coloca a este musculo bso tn si6n, esirindolo, podria influ sobre la forma dle queleto facia los cambios posturales del cuerpo. Cuando el progende una enfermedad altera la funcién laberintica, la postu de la cabeza se mantiene en gran medida por |os refit visuales de enderezamiento en solitaro. Por el conta Si los reflejos visuales de enderezamiento se ata ostura craneal y corporal tiende a suftir cambios 6 ficos?™, a Aunque se piensa que el eje visual juega un papel equilibrio crani plja y se eno tra bajo el control de los centros nerviosos supa incluidos aquellos relativos a los process vst Partiendo de a idea de que los invidentes parece FS sentan alteraciones en la posicin craneal habit tudio investigo la influencia de la vision en la) postural rine en 20 pacientes trol, El estudio hallé un au f Ia flexion del erineo en el grupo de inv racion con el grupo control. Aunque la bibliog Aue los sujetos invidentes son especialmente SS a ano! postura corporal, se le ha casa atencién a las desviaciones de la dichos individuos” Se ha descrto la postura del erineo Y 41a morfologia cra 30 suietosd Hlazgos se han comparado con los previ en sujetos sanos.” Los 1 el cuelld Jeuris tuna menor inclinacion de I i tuna menor incinacion de la arcada superior respeco la Vigy cols. demostraron que la obstruccin total de la nariz da lugar a un aumento en la exten: que la eliminacion de dicha obstruccién permitia que Ia postura de la cabeza volviera al valor inicial de este para metro. Asimismo, pusieron de manifiesto que la obstruc. ién nasal y la supresin de la retroalimentacién visual producidas de forma simultanea dan lugar a una respuesta similar a la inducida por la obstruccion nasal en solitario. En tiltimo lugar, demostraron que la supresion de la retro. alimentaci6n visual mediante la colocacién de un vendaje de ojos no daba lugar a cambios significativos en la postu- ra de la cabeza. Un estudio reciente sefialaba que la an- gulaci6n craneocervical es mayor con luz que ante la oscu- ridad”? sion del craneo, y MODO DE RESPIRACION Y MORFOLOGIA CRANEAL La interpretacion del significado de las variaciones en el crecimiento y funcion de las fosas nasales, la nasofaringe y la orofaringe depende de la comprensién del crecimiento normal del créneo. Sin embargo, a este respecto, el conoci miento de dicho crecimiento normal se ha alcanzado con frecuencia mediante el reconocimiento y observacién de la funcion y desarrollo anormal del crineo. De este modo, se han implicado en las deformidades dentofaciales ciertos modos de respiracion aberrantes, como la respiracion bu. cal crénica®#®25, Por el contrario, no todos los investi- gadores han descrito evidencias significativas de que exista tuna relacién entre la respiraci6n bucal y la forma dentofa- Gial**?, Muchos conceptos actuales acerca de! papel de la respiracion en el origen de la maloclusi6n se basan en im- Presiones subjetivas y presentaciones anecdoticas que constituyen una parte significativa de la literatura sobre esta materia. Segiin lo publicado, la respiracion bucal pue de asociarse con todos los tipos de maloclusién y con la odusién normal El término sindrome de obstruccién respiratoria se ba utili- zado para describir los diversos caracteres morfoldgicos asociados con la obstruccién crénica de la via respiratoria nasal en los nifios en crecimiento”. Otros términos comu- hes para el sindrome son los de facies adenoidea, sindrome de cara larga y exceso vertical del maxilar. Las caracteristicas faciales que se asocian con una respiracién predominant: mente bucal son la altura excesiva de la parte anterior de {a ‘ara, 1a incompetencia de Ja postura labial, la prowusion. de los dientes superiores, unas narinas anchas, un plavo Mandibular inclinado y una mordida cruzada postencr 1 Postura craneocervical se ha relacionado con fa obstr Sion de la via respiratoria superior, con la morfologia cra: neofacial y la maloclusién. Se conct la observacion de que los su del plano mandibular se cai tendida de la cabeza y una columna cervical, es decir, ‘extension’®, a respiracion bucal puede derivar de la obstrucci laresriccion de cualquier pane dela va repines ne Flor. La mucosa que tapiza la fosa nasal cubre las super ies de todos los canilagos y huesos que forman el acto nasal, y se extiende hacia los senos paranasales, a los que también recubre. La irritacién de estos tejidos eréctiles de licados produce la dilatacién de los vasos sanguineos, que da lugar a un engrosamiento de la mucosa, lo que a su vez restringe el tamano normal de las fosas nasales”. En el cur so de un dia, los individuos respiran habitual mente de for ma ciclica a través de la fosa izquierda, la derecha 0 de ambas, Este ciclo respiratorio esta controlado en su mayor Parte por cambios temporales en el espesor de las distintas areas de la mucosa nasal La faringe es un tubo muscular que se extiende de arri ba abajo, desde la base del craneo hasta el nivel de la su- perficie inferior del cuerpo de la sexta vertebra cervical. La faringe queda por detras de la fosa nasal, la cavidad oral y la latinge. La parte nasal de la nasofaringe se asemeja a la fosa nasal en que posee una mucosa altamente vasculari- zada, rica en tejido linfoide. La mucosa de la seccién nasal de la nasofaringe es de tipo respiratorio, mientras que la parte posterior recuerda a la orofaringe, al tener un epitelio Pavimentoso estratificado. La porcion nasal de la nasofa- ringe presenta elementos 6seos en su pared y, por tanto, es rigida (fig 4-13), mientras que la parte faringea es co tractil, como resultado de la naturaleza muscular de su pa Se concede cierta aceptacién a Hetos con una gran inelinacion racterizan por una postura ex. inclinacién hacia delante de fa luna postura craneocervical en Q ElQurRAS 0 or las I a cefalometta, definida po 1 la cefa ha po ———— ‘occipital, y finaliza ° de la parte mas ancha comunica con las fosas nasales a través de ‘con el ofdo medio mediante las trompas "Desde un punto de vista geométrico, 1a nasofaringe ‘6sea tiene forma de gablete en el plano medio sagital ((v: fig, 4-13). La parte anterior del gablete esté formada ‘por una linea que une la espina nasal posterior con el hormion, es decir, el punto dorsocaudal de contacto del vomer con el hueso esfenoides. En los seres humanos, ‘esta linea se encuentra en un plano que se aproxima a la direccién principal de las apofisis pterigoides, es decir, el plano de las coanas. La linea que une hormion y basion forma la parte posterior del gablete. Esta linea se utiliza por convenio, aunque excluye la regin situada entre basion y AA, la cual contribuye a la pared posterior de Ja nasofaringe””®®. El techo dseo de la nasofaringe esta constituido por Ia parte inferior del clivus formado por las porciones medias de los huesos esfenoides y occi- pital. El flujo de aire inspirado esta sujeto a las limitaciones fisicas de la dinamica de flujo de fluidos, que incluye fac- tores que dan lugar a resistencia al flujo de gases. Con fi- nes practicos, la constriccién en cualquier parte de la via respiratoria superior es la causa principal de resistencia al flujo de aire a través de la nariz. A este respecto, Ja val- vula liminar a la entrada de las fosas nasales, asi como ‘el revestimiento mucoso de los cometes, pueden contri buir de forma sustancial a la obstruccion del aire inspi- rado. Mas hacia atrds, el tamafio de la nasofaringe pue- de tener una importancia especial para determinar si el modo de respiracion es de tipo nasal u oral, predominan- temente. La invasion de tejido linfoide en las regiones palatina, faringea posterior, adenoidea y de la amigdala lingual tie- ine lugar entre el tercer y quinto mes de vida intrauterina, Estas masas linfoides rodean la parte superior de la oro- faringe para dar lugar a un anillo incompleto (anillo de Waldeyer) de tejido inmunodefensivo, que crece tras el nacimiento para proyectarse hacia la orofaringe. Se pien- sa que el tejido adenoideo se hipertrofia durante el pe riodo inmediatamente anterior a la pubertad**””. Este agrandamiento del tejido linfoide contribuye a la proba- bilidad de que se estreche la via respiratoria a nivel de la hasofaringe. y en consecuencia, es importante la relacion ‘entre el tamaho de las adenoides y el de la nasofaringe 60a Tomes™, que describié que los nifios con agranda- miento de adenoides presentan arcadas dentarias con for- tna de V, propuso una teoria de la compresion. El este Chamiento de la arcada superior se debe a una posicién baja de la lengua, junto a una fuerza descompensada de compresion sobre los segmentos vestibulares de dicha sede. Ouos estudios se centraron mas en las relaciones cstentes entse los modos de respiracion, la postura cra ee ta taccion muscular y aquellas caracteristicas craneo- seales que quedan expuestas en una radiografia cefalo métrica lateral?®™. Al_ menos un estudio sefiala que , Tos ensayos clinicos de adenoidectomfa examinaron |, {aia de estos procedimientos quirirgicos en ninon en, {que las indicaciones de este procedimiento eran cuesig ables. Cefalometria de Ia via respiratoria superior Elempleo de radiografias cefalométricas laterales pata, Juar It via tespiratoria superior es limitado, ya que Gonan imagenes bidimensionales de la nasofaringe, jy ual estd constituida por estructuras anatomica iden, Sionales complejas. Sin oponerse a esta observacin, tn: der-Aronson™ encontré un alto nivel de correlacin entre Jos resultados de la rinoscopia posterior y la cefalometia_ radiogrifica en la evaluacién del tejido adenoideo. Etadb. servacion también ha sido realizada por autores anteriores, que hallaron que las radiografias laterales de crineo pro porcionan una buena imagen del tamafo de la nasofarn. ge en nifios de todas las edades™*®*, La aptitud funcion Ge la via tespiratoria superior debe evaluarse siempre pt completo, haciendo uso de todos los medios diagn6stins apropiados Linder-Aronson y Henriksson*” se plantearon deter minar el tamafo medio en sentido anteroposterior de Ja via nasofaringea en nifios de 6 a 12 aftos de edad. Mie ‘on a longitu de la base posterior del craneo (bahae ta §), la profundidad de la nasofaringe (ba hasta ENP) y el tamano de la via respiratoria (v. fig. 4-13). Determi: naron el tamafio de dicha via midiendo la distancia entie las adenoides y la espina nasal posterior en dos radios previamente definidos. Los resultados demostrarom que al planificar el tratamiento ortodoncico, podria comple mentarse el registro clinico del modo de respiracion, com Jos datos radiocefalométricos sobre el amano anteropos terior de la via nasofaringea. Los valores estindar obten dos en el estudio (tabla 4-2) pusieron de manifiesto qe” deberia recomendarse una exploracién otorrinolaning® légica del espacio nasofaringeo, si ciertas distancias inferiores a la media menos 1 de desviacion estandat para los respiradores nasales en el grupo: de edad apie piado. Las observaciones sobre trazados consecutivos de concretos demuestran que la silueta de los tejidos J la via respiratoria varia de afo en afo. Durante d sarrollo, el margen inferior de la silueta del tejido deo proyectado sobre la via respiratoria es conves©s la madurez, se vuelve concavo. Jeans y cols. sugieren las mediciones lineales de los tejidos blandos: de la faringe son poco fiables, y que las mediciones de cies tienen mas significado en estudios de la via ria superior. Asimismo, encontraron que el «rei Ja nasofaringe dsea, en el plano sagital- medio grafias laterales, se produce principalmente Oa mm por ano), En los chicos ta supe blando nasofaringeo es constante después de mientras que en las chicas disminuye leases Jos 9 y los 19 anos. En los chicos, Jeans ¥ “ que el aumento de tamano de la nasofaringe 64% 4 7 iy Py de la via respirator Se [oe ofa ae cr 16 anos J en las dimensiones de los tejidos blandos representaban un aumento progresivo del tamaiio de la via respiratoria desde los 5 aios en adelante Deberian llevarse a cabo estudios que aborden el creci- miento de la via respiratoria superior relacionando la ma- duracion esquelética de los sujetos a estudiar, con la de los 1os en los que se basan las referencias madurativas espe Gificas"?. En sentido técnico, otra recomendacién es que las radiografias cefalométricas tomadas para evaluar la via respiratoria superior se expongan mientras que el sujeto mantiene en posicin natural la cabeza, y preferiblemente sin el uso de un cefalostato, A pesar de los estudios mencionados y de muchos otros, Persiste el problema asociado con la estimacién del tama Ro tridimensional del tejido adenoideo a partir de una ra iograffa cefalométrica, que en esencia proporciona infor- macin en dos planos. En el cuadro 4-1 se muestran definiciones de algunas Teferencias en las radiografias cefalomeétricas utilizadas on frecuencia en estudios de la via respitatoria superior (fig. 4-14). En el cuadro 4-2 se exponen algunas lineas de referencia empleadas en los estudios de radiografia cefa- lométrica de la via respiratoria superior (fig. 4-15). La fi- Bura 4-16 y el cuadro 4-3 muestran algunas met angulares importantes empleadas en dichos estudios cefa- lométricos IL figura 4-17 presenta algunas mediciones de super ie que se emplean en los estudios de radiografia cefalo- ‘ética de las vias respiratorias superiores. La superficie de Ta nasofaringe Gsea se define con frecuencia como un tra Pecio demarcado por las siguientes Iineas: AA-ENP, la ver- tical pterigoidea entre ENP y la interseccion de esta linea Yettical con ba-N, una linea trazada a través de AA parale- la vertical pterigoidea y que se extiende para cruzarse ‘cal pterigoidea y 1a vertical trazada a través del punto AA. f i ‘600 la linea ba-N, la seccion de la linea ba-N entre la vert if El drea del tejido ad observada en una radiografia cefalométrica sagital, puede expresarse como porcentaje de la superficie de la nasofaringe Numerosos estudios radiograficos han abordado los tejidos calcificados y blandos que componen la via respi ratoria superior. Los problemas asociados con un estudio radiografico cefalométrico de esta region pueden dividir. se a grandes rasgos en aquellos que aparecen al identifi car las referencias anat6micas, y los que derivan del he cho de que las placas radiograficas convencionales dan lugar a imagenes bidimensionales a partir de estructuras tridimensionales. De este modo, se debe tener gran cui dado en extraer conclusiones de las radiografias cefalo métricas acerca de las dimensiones de las vias respirato rias y su contenido. A pesar de la considerable atencién prestada al creci- miento de la faringe, atin sigue siendo verdad en gran me- dida Ia afirmacin de Scott!” de que «se sabe menos del ‘crecimiento de la region faringea que de cualquier otra par te de la cara» Crecimiento de la nasofaringe ‘Aunque existe un acuerdo general respecto a que, en los ninos en crecimiento, la altura y anchura de la nasofarin ge depende en gran medida de la edad, hay algunas di ferencias de opinion respecto a la relacion ente la edad y la profundidad sagital de la parte nasal de la favinge, Un punto de vista ya antiguo sostenia que el tamano de a hhasofaringe aumenta con el crecimiento de la base poste rior del crineo!™. De forma mas reciente, los investiga ido que ud de la nasofarin: dores han concluido que la profundidad de ece durante los primeros «los afios de vida, y ee ihn cimension se manene COS ge se es {jue, posteriormente, dicha dimension s 5 tante, de lo que surge el concept de cue ele tn la sincondrosis esfenooccipital es comps Figura 4-14 Cuatro mediciones lineales empleadas para determinar el espesor del tejido adenoideo, La distancia al tejido ade noideo mas proximo sobre las lineas sos-in, ad, ad1 y ad2. Definiciones de algunas referencias en las radiografias cefalometricas empleadas con frecuencia en los estudios de las vias respiratorias superiores AA Arco anterior del atlas, el punto mas anterior (ventral) del arco anterior del atlas (C1) que se asume que esta en el plano medio sagital (v. fig. 4-14) ad Interseccién de la linea trazada en Angulo recto hacia la vertical pterigoidea y a 5 mm por encima de la espina nasal posterior (ENP) y la pared posterior de Ja nasofaringe (v. fig. 4-14) ad1 Interseccion de la linea ENP-ba y Ja pared posterior de la nasofaringe (v. fig. 4-14) ad2 Intersecci6n de la linea ENP-so y la pared posterior de la nasofaringe (v. fig. 4-14) ba/Ba Basion; el limite mas posterior del punto mas bajo en la linea media del margen anterior del foramen magnum (éste es el basion externo o ectobasion) (v. fig. 4-14) C2 (ev2p™), C3 (ev3p™'), Ca (cv4p™*) Los puntos mas posteriores de los margenes inferiores de las siluetas de los cuerpos de las respectivas vértebras cervicales C2e El punto medio anteroposterior del margen inferior del cuerpo de la segunda vertebra cervical (axis) ho/Ho Hormion: el punto de contacto mas posterior del vomer con el cuerpo del esfenoides; se asume que queda en el plano medio sagital, entre las alas del vamer, En una radiogratia cefalometrica lateral, el hormion es el punto donde el borde posterior o cresta de la coana del vomer se encuentra con la silueta faringea de la base del craneo, y se asume que esti en el plano medio (vy, fig. 4-14) hi Hioidal: el punto mas superior de la superficie anterior de la silueta del cuerpo del hueso hioides; se asume que queda en el plano medio sagital del hueso hioides. in Extremo inferior de la perpendicular trazada desde sos a la linea que une ENP con AA (vy. fig. 4-14) od El punto mis superior de la punta de la apéfisis odontoides segun se ve en la nidiografia cefalometrica lateral ran Retrognation: el punto mas inferior de la superficie posterior de la sinfisis mandibular se asume que esta en el plane medio so punto medio de la linea sillasbasion (v. fig. 4-14) sos sincondrosis esfenooccipital; el punto mas inferior de la mitad anteroposterior de la sincondrosis esfenooceipital, segun observa en una radiografia cefalométrica lateral (v fig, 4-14) ev2ty, El punto mds posterior de la curvatura superior del extremo de la apdfisis odontoides _- Neen Capitulo 4 » Las vias respiratorias superiores y la morfologia craneal 134 Figura 415 Fi Algunas mediciones lineales importantes empleadas en EE lores cefalométicos radioed na rap toa super (cao 42), Algunas mediciones angulates importantes empleadas en los estudios cefalometricosradiogrticos de lava weit toria superior (¥, cuadto 43), ‘Aigunas lineas de referencia empleadas en los estudios de radiografia cefalométrica de las vias respiratorias superiores |v. fig. 4-5) Bje cervical: La linea od-C5¢ Tangente odon yea que pasa a través de ev2p y es tangente ala superficie posterior dela silueta de la apofisis codomtoides Vertical pterigoidea (VP): La linea que pasa através de Ia hendiura ntes mediciones lineales son importantes en los estudio de adiografacefalométrca de a via respirators superior ‘aa sila) (SAN), donde Ses la posicion de la silla ura y Nese nasion I base posterior del crineo(bS) jea (TAO): La pterigomasilary ex perpendicular al plano de Frankfurt Las sig 1, La ongitud de la base anterior del crieo (antr 2. La longitud dela parte posterior ala silla trea 3. 1a longitud total o efectiva de la base det crineo (ba-N) 4 La longitu de paladar (suelo de la fosa nasal) La altura posterior de la fost nasal (S-ENP) 6. Hl didmetso vertical de la apertura de las coanas (ho y ENP?) 7. La Jongtud del clivus de la faring (ba hasta ho) 4. La longinud del suelo de la nasolaringe (AA hasta ENP) 9 La profundidad total dela nasofainge 10. La longitad efectiva del mailar (ATM hasta ENA, donde la ATM es ‘nasal anterior) 1. La pare superior de la al ta artculacidn temporomandibulary la ENA es spina ‘Algunas mediciones angulares ‘empleadas en los _estudios de radiografia ccefalométrica de las vias respiratorias superiores (wv fig. 4-16) 1. EL Angulo de carga incluido entre las lineas que unen ba ‘con Sy Scon N (baS-N) 2. El Angulo entre a base anterior del craneo y ep ‘Av del masilar 43, Elsingulo entre el plano anterior del crineo (S-N) 4. El ngulo de la profundidad nasofaringea y el ngulo incluido baS-ENP '5. El ngulo vertical de la nasofaringe y el ngulo incluide ENP-baS 6, El Angulo del techo de la nasofaringe y el ineluido basho-ENP 7. Bl angulo craneocervial incluido entre a extension superior de la tangente a la superficie posterior de Ja apafisis adontoides y la extension posterior de la linea bas ino (ENP-ENA) y la base el crecimiento hacia delante del arco anterior del atlas y el crecimiento hacia atras de la espina nasal posterior, de modo que se mantiene al m{nimo el aumento en pro- fundidad de la nasofaringe 6sea’*"8. Dos estudios cefa lométricos recientes que abordan el crecimiento de la nasofaringe afirman que la profundidad de ésta puede aumentar realmente con la edad. El primero de ellos encontré que la profundidad de la nasofaringe aumenta Figura 4-17 Se han emplea ‘dos técnicas para medit las supeticies de Parte 1 = Diagnostico y planificacién terapéutica desde los 3 meses hasta los 17 aflos de edad" Et segun do de los estudios mas recientes sefialaba que la profin, Gidad de la nasofaringe era constante desde ta infancig hasta la madurez. en mujeres, pero que aumentaba de forma moderada desde los 3 afios y 9 meses hasta la ma dures en los varones!” Parece existir un dimorfismo sexual considerable en e crecimiento sagital de Ia nasofaringe dsea%™, y aungye tl crecimiento en la profundidad sagital se produce en am bos sexos hasta, al menos, los 18 anos de edad, la velod ddad de crecimiento disminuye considerablemente antes en las chieas (12 afios) que en Tos chicos (14 afios)". nel timo estudio, la longitud media del suelo de la nasofarin. ge era de 38,45 mm para los chicos, y de 37,40 mm pata las chicas. En ambos sexos, la diferencia entre la longitud media del suelo de la nasofaringe en los grupos mis je nes y los dle més edad fue de, aproximadamente, 4 mm Se ‘observ una disminuci6n significativa en la longinud me las chicas del grupo de més edad ‘Aunque los cambios en la postuta de la cabeza pueden alterar la distancia entre la primera vértebra cervical ya nasal posterior, se ha empleado la longitud de una nea recta que une el arco anterior del atlas (AA) com i nasal posterior (ENP), con el fin de defini la di: ‘mension sagital del suelo de la nasofaringe™ ®. Deben w rmarse radiografias laterales de cranco con la cabeza en lt posicién horizontal de Frankfust p: mensiones, como las del suelo de la nas pleo de la distancia AA-ENP para expre suclo de la nasofaringe concuerda con las observaciones de Tobias”, que afirman que «el limite inferior le la nao ge Se encuentra, por delante, en el plano del paladar blando», Dicho plano, sise extiende hacia ates, cruz hi bitualmente el arco anterior del atlas. Mediante esta de finicidn, el suelo de la nasofaringe no puede estudia® 2 estandatizar la di singe. Elem la longitu del Tas adenoids (A) y as vias respiratonas (8):

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