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Desde el

CIRCULAR
INFORMATIVA No 10 VALLADOLID
23 ABRIL 2020
confinamiento

23 de abril: Nada que celebrar


Llega la fiebre del 23 de Abril, famoso res pasados o en diferencias raciales jor que cualquier otra... y todo esto para
día de la batalla de Villalar, «día de Cas- o étnicas ficticias, pero lo que es más conseguir votos.
tilla», o de la «Comunidad Autónoma importante, en ningún caso puede dar
de Castilla y León». Ya están pegados respuesta a las necesidades de las per- Para ellos todo lo castellano es bueno en
los carteles que suplican nuestra asis- sonas que somos individualidades a res- sí mismo, y se olvidan de los toros ase-
tencia a la gran fiesta del politiqueo que petar y por encima de todo, soberanas. sinados cruelmente en las fiestas popu-
se celebra en Villalar. lares, el integrismo católico, pero sobre
Es hasta redundante y pesado decir que todo, del individualismo de las gentes
Nos parece importante analizar un de- el na- ciona- castellanas, que hunde sus raíces en la
talle que para algun@s puede parecer pequeña propiedad de la tierra y que ha
obvio: ¿Qué se celebra?. Esta pregunta producido un profundo adormilamiento
puede tener muchas respuestas. Por un en la sociedad que es alimentada a dia-
lado están el gobierno de la «Autono- rio por la religión.
mía» (que en el fondo no deja de ser
un Estado) que como es lógico, Quizá los castellanistas al subli-
celebra el día de la autonomía mar o idealizar tanto lo castella-
de Castilla y León. De cerca no, se olvidan de que el presi-
le siguen las fuerzas políticas dente del Gobierno es [fue]
y sindicales «representati- castellano, el policía de su
vas». Todos ellos aprove- barrio es castellano... y so-
chan la ocasión para hacer bre todo, de que la «Casti-
propaganda, poner un chi- lla de las Comunidades»
ringuito, y de paso darse y sus comuneros fue sim-
un gran baño de multitu- plemente la rebelión de
des. Y luego vienen los una burguesía incipiente
nacionalistas, que por contra la autoridad de
supuesto, celebran el día un monarca que no ga-
de «la Patria Castella- rantizaba su indepen-
na». dencia política y econó-
mica. Para colmo, los
Como el eje fundamental héroes de la rebelión
de la fiesta es para estos eran burgueses [o de
últimos la reivindicación la pequeña nobleza ur-
del nacionalismo, cree- bana] y militares como
mos conveniente hacer Padilla, Bravo y Maldo-
una síntesis de los que nado, o pertenecían a
es el nacionalismo es en una Iglesia que temía la
esencia. Lo primero a con- llegada de los protestantes
cretar es que el nacionalismo del norte, como el obispo de
no es en sí una ideología, ca- Zamora. En fin, lo único que
rece de base ideológica, por lo hicieron fue manipular y enga-
que acaba apoyándose en una ñar al pueblo con la idea de una
ideología ya sea de derechas o sociedad más justa que nunca
de izquierdas siendo ambos casos habría llegado a plasmarse.
igualmente frecuentes.
Después de todo esto, sólo nos que-
El nacionalismo se materializa dentro de da decir que nacionalismo y patriotismo,
unas fronteras, y se organiza en un Es- lis- mo nada tienen que ver con el amor de una
tado, lo que lleva a que las naciones no junto con la persona hacia el lugar donde vive y todo
garantizan la libertad de los individuos religión confor- man la peste cuanto le rodea, por eso expresamos
que las componen. Los Estados, ya que más cruelmente se ha cebado con nuestro profundo respeto hacia l@s que
sean democrático-parlamentarios, so- la humanidad, provocando incesantes se sienten vallisoletanos, castellanos,
cialistas, etc., imposibilitan la fraternidad guerras desde el pasado más remoto. vascos, albaceteños, andaluces, etc.
y el apoyo mutuo entre las personas, la ¿Por qué los nacionalistas usan la cul-
abolición de las clases y la igualdad so- EL NACIONALISMO ES UNA PESTE
tura tradicional para reafirmar sus creen- PARA LA HUMANIDAD.
cial. En suma, el nacionalismo es capaz cias? Quizá pretendan tocar la fibra sen-
de conseguir que un trabajador se sienta sible de la población rural, más cercana NI NACIONALIDADES NI RAZAS: LO
más afín a un empresario de su región a esta cultura, o de las personas que QUE NOS SEPARA ES LA CLASE
que a otro trabajador de cualquier lugar aún disfrutan de una música que está en SOCIAL.
del mundo. trance de desaparecer, pero que por su- AMOR Y RABIA, 21/04/2006
El nacionalismo se basa en esplendo- puesto no puede afirmarse que sea me-
La Voz del Pueblo
Adeline Rucquoi
[Aunque algunos pretendan convencernos de que los viejos planteamientos antiautoritarios e internacionalistas de los ácratas del
siglo XIX están ya caducos y obsoletos (y que algunos ‚libertarios‘ de hoy día parecen haber olvidado o tergiversado), en realidad
están muy al día. Los que defienden el apoyo y participación popular en el juego del poder político —o se dejan manipular involun-
tariamente— como algo digno de ser tenido en cuenta, que sepan que no es nuevo; siempre ha habido sectores sociales emergentes
que se han valido de las clases populares más desfavorecidas en su provecho (sea en nombre de la patria, del pueblo, de un derecho
a la autodeterminación o de una determinada clase social oprimida y, hasta incluso, nuestro planeta). Como bien nos cuenta una
historiadora medievalista francesa sobre el Valladolid de la primera mitad del siglo XIV. En muchas cosas no pasa el tiempo.]
Las crisis de finales del siglo XIII y de Un año después, en marzo de 1321, real, de los mercaderes que habían
las primeras décadas del XIV no pare- poco antes de su muerte, la reina con- conseguido desempeñar oficios públi-
cen pues haber afectado profundamen- firmó el compromiso establecido, que cos a raíz de la «revolución» de 1320-
te a Valladolid que, no sólo consiguió reservaba a los representantes de ‘la 1321, sólo se explica por su integración
mantenerse sino que aprovechó las Voz del Pueblo’ la mitad de los oficios en alguno de los dos linajes; entre 1321
dificultades de la Corona para obtener concejiles, mientras los linajes se repar- y 1332, los linajes vallisoletanos per-
mayor independencia. tían la otra mitad. dieron pues su carácter de «familias de
sangre» para convertirse en «familias
La vida política urbana se vio sin em- Ignoramos las circunstancias de este espirituales», en bandos.
bargo afectada por la lucha que entabló acuerdo y en particular si hubo, como
un sector de la población, enriquecido en numerosas ciudades europeas en A partir de 1332, los linajes se repartie-
durante la segunda mitad del siglo XIII, la misma época, violencias y distur- ron por mitad los oficios municipales:
para acceder al gobierno municipal, bios; en cambio, la élite de los no-pri- regidurías a partir de mediados del siglo
reservado, desde el privilegio de Alfon- vilegiados había conseguido, mediante XIV, alcaldías, escribanías de la villa y
so X, a las diez casas oligárquicas de el apoyo popular, el acceso al gobierno luego «del número», procuradurías en
los linajes de Tovar y de Reoyo. Apro- municipal. Cortes, fielatos, aposentadurías, guías,
vechando sin duda la crisis general y tasadurías, montanerías, andadurías,
cierto descontento popular, los merca- Entre 1321 y 1332 sin embargo, los pregonerías, así como los dos cargos
deres, plateros, peleteros y demás re- mercaderes y artesanos enriquecidos de «conservadores» de la universidad.
presentantes de los oficios de mayores que habían accedido al poder municipal
ingresos en la villa consiguieron de la no debieron de cumplir las expectativas La «revolución» de 1320-1332 y ‘la
reina María de Molina, durante la mino- suscitadas cuando encabezaban ‘la Voz del Pueblo’ vallisoletana no fueron
ría de Fernando IV, que se anulasen los Voz del Pueblo’. Privadas del beneficio acontecimientos aislados: en Italia y en
privilegios concedidos a los caballeros de su «revolución», las capas popula- Flandes, por esas mismas fechas, los
en el Fuero Real y se constituyeron en res reaccionaron al cabo de unos años «burgueses» enriquecidos consiguie-
un verdadero partido popular, ‘la Voz e intentaron llevarla a cabo reuniéndose ron también forzar el acceso a los go-
del Pueblo’. a campana tañida, distribuyéndose car- biernos urbanos, con el apoyo de las
gos y rentas municipales, e irrumpiendo masas populares. Sin embargo, al con-
En marzo de 1320, dos meses después en las sesiones del concejo. A petición trario de lo que ocurrió en otras ciuda-
que los linajes de Tovar y de Reoyo y ‘la del concejo —oficial—, el rey tuvo que des europeas, en Valladolid la apertura
Voz del Pueblo’ nombraran represen- intervenir: en marzo de 1332, las reu- de la oligarquía a nuevos miembros no
tantes para llegar a un acuerdo, la reina niones populares de los «menestrales y fue un hecho efímero, sino que se erigió
María de Molina, que necesitaba des- otras gentes menudas» fueron prohibi- en sistema; no hubo así, como en Flo-
esperadamente el apoyo de la ciudad, das y se devolvió el monopolio del ejer- rencia por ejemplo, nuevos disturbios a
devolvió a los caballeros sus privilegios, cicio del poder en Valladolid a los linajes finales del siglo XIV.
que incluían el monopolio de los cargos de Tovar y de Reoyo. La presencia en
municipales. el concejo, posteriormente al privilegio (Extraido de: Valladolid en el Mundo.
La Historia de Valladolid, 1993)

Sobre los comuneros de Castilla


Krates
En estas fechas [23 de Abril] se sue- esta radicalización, cuando sintió pe- Patriciado —compuesto por la peque-
le conmemorar la revuelta comunera ligrar sus privilegios. ña nobleza caballeresca— que ejercía
castellana de 1520-22 (que empezó el verdadero poder dentro de los mu-
en Toledo y acabó en Toledo, no con Siglos después, muchos pretendieron nicipios, en contra de la idea de una
la derrota de Villalar). Rebelión enca- ver en esta insurrección el preceden- «democracia directa» en manos de la
bezada por las villas y ciudades del te de las modernas revoluciones libe- asamblea vecinal o concejo abierto, lo
interior peninsular que pedían al rey ral-democráticas. Aunque se haya divi- típico dentro de una desigual sociedad
no tener que pagar impuestos para dido la historia por edades, fijando una como la feudal del momento. Las ciuda-
costear sus ambiciones imperiales especie de límite entre la Edad Media des medievales no fueron esos centros
en tierras lejanas, como también que y la Moderna, los acontecimientos del independientes y libres que se nos han
los cargos públicos del reino estuvie- siglo XVI estuvieron más condiciona- hecho creer, estaban sometidos por la-
sen en manos de castellanos y no de dos por los conflictos sociales de su, zos de vasallaje a los reyes y aristócra-
extranjeros. A esto habría que añadir no muy lejano, pasado medieval. Sola- tas, que eran sus verdaderos Señores
las exigencias consistentes en una mente que en ese episodio convergie- soberanos. Los derechos o fueros que
mayor participación del reino en los ron varios a la vez. tenían fueron otorgados, pero no con-
asuntos políticos a través de unas La revuelta comunera fue, ante todo, quistados. El gobierno local lo ejercía
Cortes más representativas y capa- un movimiento urbano cuya fuerza esta minoría privilegiada que heredaba
ces de limitar el poder del mismo mo- de choque la formaron los artesanos los cargos, en algunos casos, o com-
narca. Y, por presión popular, a una y los comerciantes, amparada de le- partían y se turnaban los diferentes
mayor democratización del gobierno vantamientos rurales antiseñoriales, linajes, una oligarquía concejil. Pocos
en los municipios. Gran parte de la acaudillados por el patriciado urbano. casos hubo en que los representantes
nobleza cambió de bando debido a del pueblo llano participaron, lo que
supuso constantes conflictos violentos
entre ambos grupos sociales.
y tales pos-
dose al frente
3 turas, ponién-
del movimien-
Aunque la fecha del 23 de abril de 1521
se conozca ampliamente como el fin de
to, momento que también la rebelión comunera castellana del si-
A mediados del siglo XIV se institucio- aprovechó el común o pueblo menudo glo XVI, en realidad fue el principio del
nalizó por orden regia este tipo de con- para exigir lo suyo. Aunque se pueda fin. En esa fecha fueron derrotadas las
cejos restringidos, también llamados considerar la rebelión como una espe- tropas comuneras capitaneadas por
regimientos, lo que vino a dar conte- cie de lucha de clases, la realidad fue Padilla, que tras su ejecución al día si-
nido legal a una situación ya existen- que en ambos bandos había de todo. guiente y la consiguiente rendición de
te en los municipios castellanos desde los municipios de la cuenca del Duero,
tiempo atrás. No fue un fenómeno aje- Otra petición comunera era que hubie- no implicó que todo acabase... aún per-
no al feudalismo de entonces. Según se una mayor representatividad en las manecían las comunidades comuneras
avanzaban sus conquistas hacia el sur Cortes. De un centenar de municipios al sur del Guadarrama como Madrid,
musulmán, los reyes concedían liberta- que se presentaron a inicios del siglo Toledo o Murcia, entre otras.
des a las ciudades, además de obte- XIV, en el siglo XV solamente queda-
ner impuestos y milicias, también con ron diecisiete (dieciocho, tras la toma Tras la campaña del obispo Acuña por
el motivo de atraer nuevos pobladores: de Granada por los Reyes Católicos). Tierra de Campos, la Junta comunera
los fueros. Cortes que eran convocadas por los re- reunida en Valladolid decidió trasladar-
yes, cuando querían y no estaban obli- lo a Toledo, para recaudar los fondos
Los municipios además de su núcleo gados a solucionar los problemas que del arzobispado de la ciudad en be-
urbano tenían su alfoz, el término terri- se les presentaban, solamente para neficio de la hacienda comunera. Con
torial que dominaba incluyendo aldeas votar nuevos impuestos. En ellas es- la muerte en enero del año 1521 de
rurales subordinadas a estos. Aunque taban representados los tres estamen- Guillermo de Croy, quien detentaba el
se dedicasen al comercio y la artesa- tos: nobleza, clero y los municipios. puesto de Arzobispo de Toledo, Acuña
nía, su base económica seguía siendo Hablar de ellas, comparándolas, como disputó la mitra con María de Pacheco
la agropecuaria. Cuyos propietarios (esposa de Padilla y, posterior-
eran los más ricos. Los veci- mente, su viuda) quien propug-
nos tenían derecho a usar los naba a favor de su hermano. El
bienes comunales, como mon- obispo Acuña salió de Vallado-
tes y pastos, aunque no todos lid el 20 de febrero, recibido
los habitantes tenían la condi- apoteósicamente en varias lo-
ción de vecinos, los moradores calidades al sur del Guadarra-
que tenían pocos derechos. ma, se enfrentó con las tropas
La oligarquía urbana (descen- realistas del prior de San Juan,
diente de los aldeanos que y sufrió una derrota. Pero con
podían mantener caballo y ar- su entrada en Toledo, el 29 de
mas: los caballeros villanos) marzo, las masas populares
tenían el privilegio de no pagar lo aclamaron y sentaron en la
impuestos, eran los exentos, silla arzobispal; y lo nombran
igual que el clero y los nobles. jefe de la Comunidad, en sus-
Las cargas fiscales las paga- titución de Padilla que estaba
ban la gente del común o pe- entonces en la meseta norte.
cheros, exceptuando los más A pesar de la latente rivalidad,
pobres. Entre esta gente del pero no explicita, con la Pa-
común había ricos y pobres, checo y sus correligionarios,
propietarios de tierras y jor- en una entrevista entre ambos
naleros, artesanos con taller acuerdan repartirse unos car-
y sus oficiales y aprendices, gos: Acuña se hace con la ad-
mercaderes y comerciantes, ministración del arzobispado y
un grupo social muy diversifi- ratifica su liderazgo, a cambio
cado. Las minorías étnico-reli- Padilla sería nombrado maes-
giosas estaban aparte y solían tre de la Orden de Santiago. A
padecer los ataques de una pesar de la negativa de los ca-
población frustrada en épocas nónigos de la catedral a acep-
de crisis. Desde mediados del siglo si de un tipo de parlamento fuesen, no tarle en el cargo. Aunque obtenga par-
XIV, y por encima de todos, estaba el tiene sentido: sólo tenían un carácter te del tesoro, Acuña aún forcejea con
representante del rey: el corregidor, al consultivo. Decir que con la derrota co- éstos y se acrecienta la división interna
que tenían que mantener. munera Castilla perdió sus libertades, entre los comuneros toledanos.
no es verdad, porque no existían tales.
Cuando la nobleza no pudo obtener Tras el conocimiento del desastre de
más tierras de conquista al frenarse la Por mi parte, los comuneros con los Villalar y la ejecución de Padilla, se or-
expansión del reino, buscó otras alter- que mejor me identifico son con los pa- ganizó un duelo colectivo popular en la
nativas para impedir el descenso de risinos de 1871, y no con los castella- ciudad del Tajo, participando el mismo
sus ingresos, conminando a los monar- nos de 1521. Aunque yo sea nativo de obispo ante la casa de la viuda. Con
cas para que les concediesen otros pri- aquí, de estas tierras mesetarias. la división del bando comunero, y al-
vilegios más a costa de los municipios. gunos enfrentamientos y refriegas en
Y los reyes para fortalecer su poder les TOLEDO, 3 DE FEBRERO esos días, Acuña abandona Toledo a
entregaron el dominio de varios munici- DE 1522: EL FIN DE LOS comienzos de mayo de 1521. Dejando
pios, entrando en conflicto con las oli- COMUNEROS DE CASTILLA que la señora Pacheco se haga con el
garquías urbanas. Oligarquías que no control de la Comunidad y mantenga
dudaron en recurrir al apoyo de las cla- — ¿De que sirve defender su viva la llama de la rebelión. Tras la ren-
ses populares contra las pretensiones derecho a parir si no puede parir? dición de Madrid el 7 de mayo, Toledo
anexionistas de los grandes. Valiéndo- — Es un símbolo de nuestra lucha se queda solo como el último foco co-
se, incluso, de la propaganda basada contra la opresión. munero, avivado por la presencia de la
en el «bien común» que sólo servía viuda de Padilla.
a sus intereses particulares, otras en —¡Es un símbolo de su lucha contra
la realidad! María de Pacheco (la «leona de Cas-
cambio preferían llevarse bien con el tilla») erigida en auténtica dueña de la
rey y la alta nobleza. Durante la rebe- (Monthy Python, La vida de Brian) ciudad se instala en el Alcazar para or-
lión comunera se plasmó tal conflicto,
ganizar la resistencia. El prior de San
Juan se aprestó de inmediato para
munidad». 4 sociales en ambos bandos, con el pre-
dominio nobiliario, en uno, y el menes-
acabar con ella. Durante el verano Todo comen- zaba años teroso, en el otro. Algo muy similar a
hubo varios combates entre las tropas atrás con la llegada, en 1517, de un las revueltas antiseñoriales y urbanas
realistas (o imperiales) y las de Toledo. adolescente rey extranjero, acompa- de siglos anteriores, lo cual de nuevo
A primeros de septiembre da comienzo ñado de un séquito de cortesanos fla- no tuvo nada.
el asedio de la ciudad comunera; tras mencos que se repartieron los mejores
la derrota del 16 de octubre se iniciaron cargos del Reino y, a su vez, rapiña- Varios historiadores han pretendido ver
las negociaciones entre ambas partes, ban todo lo que podían, produciendo en estos acontecimientos un preceden-
nueve días después se firma un acuer- un gran malestar entre los autóctonos. te de las revoluciones modernas. (In-
do entre los representantes de Toledo Agravándose con el deseo del rey de cluso la gente de IzCa y Yesca llegan
y el prior de San Juan. El pacto ade- recaudar más impuestos para financiar a considerar en un manifiesto reciente:
más de poner fin a la guerra, reconocía los gastos por su elección al trono im- «La Rebelión de las Comunidades
los derechos y libertades de la ciudad perial, cosa que gustó mucho menos a es un referente clave, es nuestra
y aseguraba una amnistía. El 19 de los castellanos. A pesar del enfado de primera revolución, nuestra primera
diciembre se rompía tal pacto, el prior varias ciudades, el joven rey convocó organización en lo político, lo social,
ocupaba la ciudad y daba comienzo a a Cortes para aprobar las nuevas car- lo económico, que tiene como sujeto
la represión. El 3 de febrero de 1522 gas fiscales en 1520. Dos municipios político a Castilla desde un proyecto
vuelve a estallar otra revuelta más, (Toledo y Salamanca) se negaron a en- que pretende dar respuestas a sus
hasta ser sofocada en tres horas. Y viar sus representantes para tal farsa; necesidades y problemas.») Revolu-
esto supuso el acto final y definitivo de y cuando algunos de los gobernantes ciones modernas que sólo supusieron
la rebelión comunera o Guerra de las toledanos fueron llamados ante la pre- el cambio de poder de unas manos a
Comunidades de Castilla, en la misma sencia del rey, en abril estalló un mo- otras. Revoluciones que en nombre del
ciudad donde se inició todo dos años tín para impedir su salida de la ciudad. pueblo, la nación, las clases oprimidas
atrás. María de Pacheco huye de To- Motín encabezado por uno de sus regi- o la democracia, auparon a lo más alto
ledo disfrazada, para dores y capitán de milicias, Juan de Pa- a ciertos sectores sociales que tenían
terminar refugiándose una posición social
en Portugal, donde y política secundaria
murió en marzo de para convertirse en
1531 sin obtener el las nuevas élites. La
perdón del emperador Revolución Francesa
Carlos V. Y en marzo dio el poder a la bur-
1526 sería ejecutado guesía; las luchas de
en Simancas el obis- liberación nacional
po Acuña, tras pro- para sustituir el po-
tagonizar un intento der colonial por el de
frustrado de fuga el las élites nativas; etc.
mes anterior. Algo muy parecido
con las sublevaciones
La semana pasada [3 medievales de varias
de febrero de 2012] se ciudades europeas,
cumplía el 490 aniver- que dieron paso a
sario de los sucesos mercaderes y cam-
que pusieron el punto pesinos ricos para
final a esta rebelión. formar parte de las oli-
Hecho que fue con- garquías dominantes.
siderado por muchos Nada nuevo. Padilla y
como el fin de las li- señora, el obispo Acu-
bertades castellanas ña, el conde de Sal-
ante el absolutismo vatierra y otros líde-
regio y la gran noble- res comuneros eran
za terrateniente. Liberales, republica- dilla. Rebelión que fue seguida en otros miembros de las clases dominantes, y
nos, castellanistas y otros han aboga- municipios, y dando inicio a la guerra. al igual que los diputados Montañeses
do por ensalzar la mítica figura de los Guerra que terminó ganando el monar- de la Francia revolucionaria de finales
comuneros ejecutados en Villalar y, ca, cuyo poder central salió más forta- del XVIII, se apoyaban en las clases
también, a los posteriormente represa- lecido, y sus aliados, los grandes se- populares para adquirir más poder ante
liados como auténticos símbolos de la ñores feudales. Victoria con la que se sus rivales. Los comuneros castella-
libertad y de la identidad popular caste- identifica más tarde como el comienzo nos exigían al rey una mayor participa-
llana. Por ejemplo, tenemos a la gente del declive de las libertades de Casti- ción de los municipios del Reino para
de IzCa y Yesca reivindicándolos como lla… Pero con la derrota comunera no la toma de decisiones políticas en las
luchadores por los derechos del «pue- se acabaron tales libertades, porque, Cortes. Cortes representadas por una
blo trabajador castellano» y dignos en contra de que se ha dicho y se ha minoría respecto a la totalidad. Si en
de recordar en nuestra memoria colec- creído, ya no existían o eran raquíticas las Cortes de principios del siglo XIV
tiva. Aunque durante esta rebelión del en una población que mayoritariamen- hubo 100 localidades, a finales del si-
primer tercio del siglo XVI hubiese habi- te carecía de derechos. glo apenas eran la mitad, y en el XVI
do una gran participación de «la gente solamente eran 18. Y, prácticamente,
del común», en realidad más que po- La Guerra de las Comunidades fue ninguna de las exigencias comuneras
pular fue una revuelta acaudillada por una revuelta netamente urbana, aun- fue ampliar el número. Exigían partici-
una parte de los sectores privilegiados que acompañada de algunos levanta- par en el poder político pero sin contar
de las urbes del momento, y atizada mientos antiseñoriales en el campo, lo con la mayoría.
desde los pulpitos por los sermones in- que implicó y posibilitó un mayor acer-
cendiarios de curas y frailes. Fue esta camiento de la alta nobleza al bando Otro factor supuestamente revolucio-
pequeña nobleza, la que componía real, inicialmente mantuvieron una ac- nario fue el de una mayor democratiza-
parte del patriciado urbano castellano, titud pasiva. Aunque se pueda simplifi- ción en el interior de los municipios. El
la que verdaderamente dirigió a las ma- car que fuese un enfrentamiento entre mítico «concejo abierto» era inexisten-
sas populares en nombre del llamado el pueblo y la aristocracia, la realidad, te (solamente existió en el pasado y en
«bien común» y bajo el grito de «Co- más bien, fue heterogénea. Había localidades pequeñas), el concejo era
componentes de los tres estamentos cerrado y restringido, estaba en manos
de unas pocas familias, que conforma-
ban la pequeña nobleza o patriciado
Pero otras
posibles mo-
5 veces, ante
tines popula-
nera» (del manifiesto de IzCa y Yes-
ca)… ¿¡!? Decir que estos comuneros
urbano, cuyos miembros heredaban res, recurrían a los nobles. Algo de Castilla, como Padilla y la Pacheco,
los cargos municipales; generalmente parecido hacían los artesanos y cam- sean símbolos del pueblo castellano,
se los turnaban o se los repartían en- pesinos más ricos respecto a sus veci- símbolos de la lucha por la libertad,
tre los linajes y banderías oligárquicas, nos más pobres del mismo estamento, está completamente fuera de lugar. Si
algo muy parecido al bipartidismo ac- defendían el «bien común» en unos hubiese triunfado su rebelión, no ha-
tual. Los anhelos de ciertos sectores casos y se apoyaban en los oligarcas, brían cambiado mucho las cosas, creer
populares eran formar parte de ellos, en otros, según sus intereses. en su «revolución» es algo que está
pero no un cambio radical del sistema. fuera de la realidad.
Esta oligarquía urbana cuando entraba «Conocer la historia de aquellas
en conflicto con los grandes, recurría leonas y leones que deben estar en Fuente: Los de abajo a la izquierda,
al apoyo de la gente del común, enar- nuestra memoria colectiva de pue- 22 de abril de 2010 y 22 de febrero
bolando el lema del «bien común». blo trabajador castellano para llevar de 2012).
a cabo una nueva Rebelión Comu-

Los Comuneros: ¿La última revuelta


medieval?
Julio Valdeón Baruque
La rebelión, en tiempos de Carlos V, racteres definitorios de los nuevos tiem- to de las Comunidades de Castilla, como
de los Comuneros de Castilla y su ven- pos (el Estado moderno, la burguesía, el respuesta inmediata a una serie de pro-
cimiento final en la batalla de Villalar, capitalismo, etcétera). Esta ruptura entre blemas particulares de los años finales
cobran en nuestros días un relieve in- tiempos medievales y modernidad ha te- de la segunda década del siglo XVI,
usitado, debido básicamente a su reva- nido quizá su expresión más genuina, al entendemos que su encuadre debe de
lorización por las corrientes regionalistas aplicarla a la historia de España, en el efectuarse en el conjunto de las transfor-
castellano-leonesas. Villalar, considera- contraste establecido entre la época de maciones que se produjeron en el reino
do como el sepulcro de las libertades de Enrique IV, en la que campaban a sus castellano-leonés en los siglos XIV y XV,
Castilla y León, ha adquirido así el valor anchas las distintas facciones de la le- o más exactamente en el período que
de un símbolo. De esta manera ha re- vantisco nobleza, y la de los Reyes Ca- siguió al establecimiento de la dinastía
surgido la aureola semilegendaria con tólicos, paladines del moderno Estado Trastámara en 1369.
la que ya en el pasado siglo se rodeó al centralizado y fustigadores de los pode-
movimiento de las Comunidades, a) Desde el punto de vista de la estruc-
cuando contemplado a la luz de tura social, el rasgo más sobre-
la ideología liberal, fue interpre- saliente fue el fortalecimiento de
tado como el primer alzamiento la alta nobleza, o, por decirlo con
popular de los tiempos modernos palabras de B. Clavero, la conso-
que reivindicaba la conquista de lidación de la propiedad territorial
las libertades. feudal. Un puñado de linajes,
vinculados a la nueva dinastía,
Sin entrar en la polémica sobre el ascendieron a la ricahombría,
significado del movimiento de las terminando por constituir, junto a
Comunidades nos interesa llamar las viejas familias que sobrevivie-
la atención sobre un aspecto que, ron a las crisis del siglo XIV, una
a nuestro juicio, puede aportar cerrada aristocracia, poseedora
nueva luz para la comprensión de ricos y extensos estados se-
de la famosa rebelión y que, no ñoriales. Los sucesivos monar-
obstante, ha pasado un tanto des- cas de la dinastía Trastámara, en
apercibido. Se trata del enfoque primer lugar Enrique II y Enrique
del fenómeno comunero desde la IV, concedieron a manos llenas a
perspectiva de sus precedentes, sus partidarios tierras, villas y ren-
entendiendo por tales no sólo las tas. Desde Galicia hasta Andalu-
circunstancias concretas de los cía todo el mapa de la Corona
años anteriores a la revuelta, sino de Castilla se pobló de señoríos
los rasgos fundamentales que de- nobiliarios. La cuenca del Duero,
finían a la sociedad del reino cas- baluarte tradicional del realen-
tellano-leonés, cuyas transforma- go, no escapó a las apetencias
ciones en el período transcurrido de la nobleza feudal, siendo es-
entre la instalación de los Trastá- cenario del florecimiento de li-
maras en el trono y el reinado de najes tan destacados como los
los Reyes Católicos fueron cierta- Enríquez (en torno a Medina de
mente decisivos. rosos. Así las cosas difícilmente podían Rioseco), los Pimentel (alrededor
buscarse conexiones entre el fenómeno de Benavente), los Velasco (en tierras
De acuerdo con su cronología la rebe- burgalesas), los Manrique (en tierras
lión comunera se sitúa, si nos atenemos comunero y la problemática del reino de
Castilla de la segunda mitad del siglo XV, de Palencia), etcétera. Gracias a la ins-
a la tradicional división por edades de la titución del mayorazgo, configurada de
historia, en la denominada Edad Moder- una vez que entre ambas épocas, aun-
que poco distantes en el tiempo, se ha- forma definitiva a fines del siglo XIV, los
na. Este dato, aparentemente inocuo, grandes patrimonios de la alta nobleza
tiene mucha importancia. Al fijarse una bía colocado una muralla prácticamente
infranqueable. podían transmitiese indivisos a sus su-
barrera demasiado rígida entre la Edad cesores. Este proceso señorializador
Media y la Moderna, los acontecimientos LAS TRANSFORMACIONES DE LOS del reino castellano-leonés, desarrollado
acaecidos después de los Reyes Cató- SIGLOS XIV Y XV a lo largo de los siglos XIV y XV, fue el
licos se han interpretado comúnmente punto de partida de la configuración de
en función de los que se suponían ca- Sin negar la especificidad del movimien- unas estructuras sociales que, con lige-
ros retoques, tuvieron continuidad hasta
principios del siglo XIX, cuando la legis-
económica
y a Medina del
6 de la época,
Campo, famo-
mediados del siglo XIV se encuentra en
la expansión incontenible de la nobleza
lación liberal acabó con las superviven- sa por sus ferias internacionales, feudal y la reacción que frente a ella se
cias del Antiguo Régimen. así como a Segovia o Cuenca, notables suscitó. Nada más lejos de la realidad
por su industria textil. Toledo, Salaman- que imaginar que la caída de un territorio
b) Otro rasgo característico de la época ca o Valladolid son ejemplos ilustrativos bajo dependencia señorial suponga el
que analizamos fue el indudable fortale- de ciudades con funciones prioritarias sometimiento de sus habitantes a una
cimiento de la monarquía y de sus órga- de tipo intelectual o político. ¿Qué re- situación de tiranía. En muchas ocasio-
nos de gobierno. De la época trastama- percusiones tuvo en el plano social esta nes los señores feudales pusieron en
rista data la creación de la Audiencia y expansión de la vida urbana en la Casti- práctica medidas que resultaban benefi-
del Consejo Real o el perfeccionamien- lla bajomedieval? Con frecuencia se ha ciosas para sus vasallos. Con objeto de
to de las instituciones fiscales. Ahora establecido la equivalencia: crecimiento atraer pobladores los nobles podían exi-
bien, ¿cómo puede compaginarse este de las ciudades - desarrollo de la bur- mir a los campesinos que acudiesen a
proceso de creciente centralización mo- guesía. Pero hay que ser muy prudentes su llamamiento del pago de ciertos tribu-
nárquica con el señalado anteriormente al manejar estos conceptos. Las investi- tos por un determinado número de años.
de robustecimiento de la alta nobleza? gaciones recientes han demostrado que Incluso a la hora de administrar justicia
¿No sostuvieron la nobleza y la monar- en las ciudades del reino castellano-leo- el nuevo señor podía ser más ecuánime
quía un combate agotador en los siglos nés, por lo menos desde fines del siglo que los tribunales vigentes en la época
finales del Medievo? L. Suárez, el prin- XIV, el control político de los concejos de pertenencia a realengo. Esto explica
cipal estudioso de este enfrentamiento, se hallaba en un grupo muy reducido la emigración hacia tierras de señorío de
ha señalado que al final ambos con- de personas, las cuales a su vez per- muchos campesinos establecidos en zo-
tendientes resultaron beneficiados: «La tenecían, por lo general, a linajes de la nas de realengo.
pugna permitió, por curiosa paradoja, el pequeña nobleza local. J.A Bonachía ha
fortalecimiento económico y social de la demostrado cómo en Burgos los cargos Pero en cualquier caso, el fortalecimiento
nobleza de forma tal que, al fin de ella, el del poder de la alta nobleza se hacía en
rey pudo recobrar su po- detrimento de otros sec-
der absoluto en el orden tores sociales que resul-
político». Ambos rivales taban claramente perjudi-
salieron triunfantes, según cados. Sin duda alguna la
nuestro punto de vista, no contradicción antagónica
por la presencia de facto- por excelencia de aquella
res aleatorios ni por curio- sociedad era la que exis-
sas paradojas, sino por- tía entre la nobleza feudal
que sus diferencias eran y el campesinado, pues
mucho más superficiales del trabajo de este último
de lo que se supone. En extraía aquélla las rentas
realidad los reyes y la alta que le permitían preservar
nobleza defendían, en lo su condición hegemónica
fundamental, los mismos como clase social. Pero el
intereses y sustentaban campesinado era muy he-
idénticas opiniones sobre terogéneo en su compo-
la estructura de la socie- sición y difícilmente podía
dad. La expansión de la tener conciencia de su si-
nobleza y la consolidación tuación real en la estructu-
de sus intereses econó- ra social. En cambio podía
micos y sociales reque- ser más directo el choque
rían el fortalecimiento de de la alta nobleza con las
la monarquía, aceptada oligarquías de caballeros
como la fuente básica del locales que controlaban
poder político y de la juris- los regimientos municipa-
dicción. La culminación de les. De ahí que la posición
este proceso tendría lugar de la pequeña nobleza
con los Reyes Católicos, concejales estaban monopolizados en el resultara oscilante, pues
forjadores de un «estado feudal centra- siglo XV por una serie de familias de la mientras unas veces actuaba como sim-
lizado». pequeña nobleza ciudadana (los Pres- ple clientela de los grandes, en otras
tines, Camargo, Villegas, Santa María, ocasiones, para evitar ser absorbida por
c) Al analizar las coordenadas básicas los poderosos, se ponía al frente de las
del reino castellano-leonés en la Baja Maluenda...). Los sectores dedicados
con preferencia al comercio o la banca masas populares.
Edad Media es preciso referirse al de-
sarrollo de las ciudades y del comercio. no constituían un grupo aparte de los Desde mediados del siglo XIV se pue-
Hay que observar antes de nada que a anteriores, sino que estaban íntimamen- den señalar en la Corona de Castilla
fines de la Edad Media la estricta delimi- te ligados con ellos. Había, por lo tanto, movimientos diversos de resistencia al
tación entre ciudad y campo no era nada una estrecha vinculación entre el poder dominio señorial. Son casos aislados,
fácil de establecer. Muchos núcleos de político y el económico. Los hombres sin conexión entre sí y con una tipología
población, aunque tenían consideración de negocios de la época, lejos de tener muy variada. Por lo general esos movi-
de villas o de ciudades, eran esencial- conciencia de que constituían el germen mientos se desarrollaron en concejos
mente centros de actividad rural, a lo de una clase social contradictoria con la de cierta importancia y con una larga
sumo con una función de mercados re- nobleza, intentaban acercarse al modo tradición de pertenencia al realengo. He
gionales. Villas como Benavente, Toro o de vida de ésta, siendo su aspiración la aquí algunos ejemplos de lo sucedido
Sepúlveda, por acudir a ejemplos de la inversión en tierras y la adquisición de en tierras de la Meseta norte. En 1371
Meseta norte, estaban marcadas de un un título (es lo que algunos autores han los vecinos de Paredes de Nava dieron
fuerte ruralismo. Pero en cambio otros bautizado como traición de la burgue- muerte a su señor, Felipe de Castro, el
núcleos destacaban por su vitalidad mer- sía). cual había pretendido cobrar a sus vasa-
cantil o artesanal o por sus funciones po- LA CONFLICTIVIDAD SOCIAL llos un tributo no especificado.
lítico-administrativas. En el primer caso,
y limitándonos a la Meseta, cabe recor- La clave para la interpretación de los En 1394 la villa de Sepúlveda se negó a
dar a Burgos, punto de partida de uno conflictos sociales que se desencade- aceptar el señorío de Leonor de Navarra
de los principales polos de la actividad naron en la Corona de Castilla, desde y si dos años más tarde cambió de pare-
cer fue después de que su señora acep-
tara que su dominio se ejercería en tanto
efectuaba en
los poderosos.
7 beneficio de
Recordemos
dades, clérigos diversos e incluso, en
calidad de dirigentes, algunos miembros
que hija del rey, sin que la villa perdiera la actuación de Badajoz frente de la propia nobleza.
su condición de realenga. a los Suárez de Figueroa a fines del si-
glo XIV, de Córdoba frente a Gutiérrez ¿ULTIMA REVUELTA MEDIEVAL?
En 1395 los vecinos de Agreda, caballe- de Sotomayor a mediados del siglo XV,
ros y peones, impidieron con las armas Somos conscientes de que la presen-
de Segovia frente a Andrés Cabrera en tación de las Comunidades de Castilla
en la mano la entrada en la villa de Juan tiempos de los Reyes Católicos o de To-
Hurtado de Mendoza, mayordomo ma- como la última revuelta medieval no es,
ledo frente a los zarpazos señoriales de en el fondo, sino un mero juego retórico.
yor de Enrique III de Castilla, que le había la segunda mitad del siglo XV.
hecho esa donación. En 1400 el concejo ¿Añade algo a la comprensión del fe-
de Benavente envió al rey de Castilla un Un papel muy importante en la lucha an- nómeno su adjetivación como medieval
memorial de quejas por la actuación de tiseñorial podían jugarlo las Hermanda- o como moderno? Es evidente que no.
su señor, Juan Alfonso Pimentel, noble des. Este tipo de asociaciones, de muy Ahora bien, con el título que encabeza
de origen portugués asentado en la Me- variada tipología, tuvo un gran auge en este apartado se quiere dar a entender
seta después de Aljubarrota. el reino de Castilla en los siglos XIV y que el movimiento de las Comunidades,
XV. Básicamente eran instituciones pro- si bien respondía a una serie de motiva-
En la cuenca del Duero los más destaca- movidas por los concejos para asegurar ciones específicas del momento, reco-
dos los protagonizaron Agreda y Sepúl- el orden y la justicia, pero también para gía, tanto en el significado de fondo que
veda. Agreda se opuso en 1472 a entrar defender sus privilegios. De ahí que en subyacía a la revuelta como en muchas
en la órbita del conde de Medinaceli, su seno actuaran tanto los caballeros e de las formas que adoptó, numerosos
Luis de la Cerda, a quien había otorgado hidalgos de las ciudades como las gen- elementos que se habían manifestado
la villa el rey de Castilla. Por su parte Se- tes del común. No obstante, en el siglo en los conflictos sociales de los siglos
púlveda hizo lo propio cuando fue dona- XV las Hermandades fueron un cauce XIV y XV.
da al marqués de Villena, Juan Pacheco. idóneo para la cristalización de una acti- 1) Uno de los hilos argumentases bá-
Desde otro punto de vista un análisis tud de hostilidad abierta contra los gran- sicos de las Comunidades es la actitud
atento de los cuadernos de Cortes de des magnates. antiseñorial, entendida como oposición
la época revela una actitud a la expansión continuada
manifiesta de hostilidad con- de los ricos hombres y a la
tra la expansión señorial por merma del patrimonio real. El
parte de los procuradores del carácter antiseñorial de la re-
tercer estado. Especialmente vuelta, puesto lúcidamente de
enérgicas fueron sus peticio- manifiesto por J.I. Gutiérrez
nes en las Cortes de Ocaña Nieto, afectaba por supuesto
de 1469. Después de señalar a extensos territorios que ha-
que la concesión inmoderada bían caído en la época trasta-
de mercedes por parte de los marista bajo la órbita de la alta
reyes a los ricos hombres «va nobleza, pero también prendió
bien acompañada de lágrimas con fuerza en las ciudades de
e querellas e maldiciones de realengo. La presencia al fren-
aquellos que por esta causa se te del alzamiento comunero de
fallan despojados de lo suyo», sectores de la nobleza ciuda-
los procuradores de las ciuda- dana recogía la tradición de los
des hacían prácticamente un dos siglos anteriores, en los
llamamiento a la rebelión an- cuales esos mismos sectores
tiseñorial, pues solicitaban de sociales habían defendido con
Enrique IV que enviara cartas ahínco los patrimonios munici-
para que todas las ciudades, pales frente a las apetencias
villas y lugares concedidos a la señoriales, habían elevado a
nobleza en los últimos años «por si mis- En el País Vasco las Hermandades, or- las Cortes peticiones en un claro sentido
mos e por su propia autoridad se puedan ganizadas por los habitantes de las villas antiseñorial e incluso habían dirigido la
alçar por vuestra alteza e por la corona para defenderse de las banderías de los resistencia armada de algunas villas que
rreal de vuestros rreynos, e que asy poderosos, enfilaron sus baterías con- se opusieron a la entrada en ellas de los
alçados queden e finquen por de vuestro tra los parientes mayores, el grupo do- señores feudales.
patrimonio o corona rreal e que puedan minante de la nobleza de la región. En
tomar e ocupar las fortalezas e castillos Las villas y ciudades reunían, en princi-
1442 los hermanos de Álava, según Pé- pio, condiciones más apropiadas para
de los tales logares para la dicha corona rez de Guzmán, «comenzaron a derribar
rreal, e que para esto puedan llamar e convertirse en elementos aglutinantes de
algunas casas de cavalleros». cualquier movimiento de resistencia o de
ayuntar gentes e valedores e quitar qual-
quier rresistençía, si rresístençia alguna En tiempos de Enrique IV de Castilla, en- rebelión como se comprobó en la revuel-
les fuere fecha». tre los años 1464 y 1468, el movimiento ta irmandiña. En ellas había unos grupos
de las Hermandades tomó gran auge en dirigentes que, por su condición de ca-
Aparte del interés indudable del párrafo el conjunto del reino. Su propósito esen- balleros, podían ponerse al frente de los
hay que poner de relieve que la propues- cial era garantizar la paz y defender el amotinados. Pero al mismo tiempo en
ta fue hecha por los procuradores de las patrimonio real, pero entre los asociados las ciudades había amplios sectores de
escasas ciudades que tenían represen- prendió de tal forma el espíritu antiseño- pobres y miserables, lo que constituía un
tación en Cortes. Esos procuradores, rial que Galíndez de Carvajal no duda espléndido caldo de cultivo para una de-
aunque hablaban en nombre del tercer en afirmar: «los populares... pensaron tonación social. El simple contraste entre
estado, en verdad eran portavoces de con la hermandad sojuzgar totalmente el grupo dominante de las ciudades, los
los intereses de los caballeros dominan- a los nobles». Pero donde la potenciali- caballeros patricios, y la masa popular
tes en las ciudades, cuando no pertene- dad antinobiliaria del movimiento de las de artesanos, pequeños comerciantes
cían ellos mismos a esas oligarquías lo- Hermandades se puso mas claramente y menestrales, podía desembocar en
cales. Se pone, por tanto, de manifiesto de relieve fue en Galicia. Allí, en 1467, conflictos internos. Ejemplos de este tipo
una contradicción importante entre las el movimiento irmandiño fue el punto de de enfrentamiento se habían dado con
ciudades y la alta nobleza. Las ciudades partida de una revuelta generalizada de demasiada frecuencia en los siglos XIV
lucharon con todos los medios a su al- signo antifeudal, en la que participaron y XV, siendo quizá uno de los últimos el
cance para evitar una desmembración gentes del campo, habitantes de las ciu- de Salamanca de 1467, cuando entre
de sus términos, que por lo general se los miembros de la Hermandad se pro-
dujo una escisión y, según la versión de
Alonso Flórez, «se levantaron caballeros
comunitarias
fuertemen-
8 estaban tan
te arraigadas
los «caleros, mamposteros, sombre-
reros, herreros menestrales..., débiles
hidalgos contra el pueblo». Situaciones nada tiene de extraño que se tenderos e ignorantes labradores...,
similares se produjeron en el desarrollo reforzaran los lazos de solidaridad en el ganapanes y gente baja..., se armaron
del movimiento comunero, lo que expli- momento en que la expansión de la no- contra la nobleza y los supremos magis-
ca la fluidez en la actitud de la nobleza bleza y la centralización de la monarquía trados». «La hambrienta y vil plebe», se
ciudadana, que unas veces aparece al estaban a punto de borrar las huellas del dice en otro pasaje, se lanzó «a buscarla
frente de la revuelta y otras se presenta pasado. En conclusión puede afirmarse igualdad de bienes». Los pueblos, dice
como la víctima principal de los estragos que en la rebelión comunera se conden- Mártir de Anglería, se levantan contra
de la plebe. só multitud de elementos que hundían sus señores, se agregan al partido de la
sus raíces en el pasado, y que podían insubordinación, esperando mayor liber-
Los estudiosos de las Comunidades han sintetizarse en la resistencia contra la tad. Y el almirante Enríquez puntualiza
señalado la importancia del enfrenta- consolidación de unas estructuras cuyos el concepto de libertad que tenían los
miento entre manufactureros y exporta- dos polos básicos eran la nobleza feudal rebeldes al señalar: «El fin sobre el que
dores de lanas, ejemplificándolo a través fortalecida y la monarquía centralizada. armaron su maldad los que revelaron el
de la distinta actitud de los pañeros de reino fue publicar libertad. Esta libertad
Segovia, favorables a la revuelta, y los 2) En opinión de J. Pérez, en el movi- consistía en que ni obiesse servicio ni
mercaderes de Burgos, contrarios a la miento de las Comunidades no hay que alcabalas».
misma. Sin entrar en la validez o no de ver una lucha de clases, sino un conflic-
esta apreciación cabe señalar que la to de intereses. Esta afirmación, desde Todos apuntan hacia el establecimiento
pugna arrancaba de atrás. La ofensiva nuestro punto de vista, requiere alguna de una clara barrera entre el común y
contra la exportación masiva de lanas matización. Es evidente que en la rebe- los poderosos, entre quienes defendían
había cristalizado en la famosa petición lión comunera predominaba la comple- la tradición (y esto no era necesaria-
hecha por los procuradores de las ciu- jidad, pues en ella participaron grupos mente retrógrado; en los levantamientos
dades (portavoces, sin duda, de los inte- muy heterogéneos, con intereses a populares de la Edad Media se pedía
reses de los pañeros de Castilla) en las veces contradictorios entre sí. Separar el respeto a la costumbre y se soñaba
Cortes de Madrigal de 1438. rígidamente a los grupos sociales de la con la vuelta a una idílica edad de oro
época de acuerdo con el bando en que inspirada en fuentes bíblicas) y los que
Otro campo en el que se pueden encon- luchaban es imposible, pues nobles, clé- estaban construyendo unas nuevas es-
trar vestigios de la tradición medieval es rigos, mercaderes, menestrales y cam- tructuras, basadas en la omnipotencia
el relativo a la actitud del clero. Al igual pesinos los había en los dos campos. de la nobleza feudal terrateniente y en el
que en muchos levantamientos popu- Pero esto fue general en todos los con- robustecimiento del poder político de la
lares de fines de la Edad Media, desde flictos sociales de la Edad Media, y ello monarquía. Pero en el desarrollo concre-
la revuelta del campesinado inglés de no es óbice para poder delinear, más to de la rebelión se interfería multitud de
1381 hasta los irmandiños, hubo ele- allá de la presencia concreta de gentes elementos locales, de intereses perso-
mentos del bajo clero que se pusieron de una misma clase social en uno u otro nales, de mediaciones de tipo ideológico
de parte de la rebelión. Recordemos al bando, las líneas maestras del enfren- que desfiguraban el fondo del problema.
célebre fray Alonso de Medina, califica- tamiento. ¿Acaso no se dio esa hetero- Los cambios de actitud tan frecuentes, la
do de atizador del incendio. Pero en el geneidad en el movimiento irmandiño, falta de un claro proyecto de alternativa
transcurso de la revuelta fueron cada con una actitud oscilante de la pequeña por parte de los rebeldes, la confluencia
vez menos los miembros del clero que nobleza, y, sin embargo, podemos cali- en el movimiento de intereses contra-
continuaron con los comuneros. La in- ficar al mismo, en su sentido global, de dictorios entre sí, lo que significaba que
mensa mayoría de los cabildos que ini- revuelta antifeudal? no había entre los comuneros unani-
cialmente habían dado muestras de sim- midad en sus objetivos, la inexistencia
patía hacia el movimiento terminaría por La línea argumental última de la lucha de una nítida conciencia de clase, todo
abandonar su causa. En otro orden de de las Comunidades apuntaba hacia contribuía a oscurecer la comprensión
cosas la rebelión comunera estuvo pre- una dicotomía clara entre el común y de la rebelión. Pero en esto también se
cedida de una agitación antifiscal, lo que los poderosos. Así lo pusieron de relieve parecía a las revueltas populares de la
también la asemejaba a la mayoría de muchos de los protagonistas del con- Baja Edad Media, a los irmandiños por
las revueltas populares europeas de los flicto, para quienes, aún sin tener cierta ejemplo. Al igual que sucedió en la re-
siglos XIV y XV. conciencia de ello, no pasó desaperci- vuelta antifeudal de la segunda mitad del
bido el carácter popular de la revuelta, siglo XV en Galicia, dice I. Beceiro, «la
El sentido mismo de exaltación de lo y su hostilidad radical a los poderosos.
«común» que subyace en el movimien- heterogeneidad del frente comunero y la
Maldonado indica que, en general, en radicalización de los intereses de cada
to comunero tenía amplias resonancias las ciudades de Castilla y León había
medievales. «A voz de común» se ha- grupo lo debilitaron grandemente, favo-
dos bandos: uno, el de los artesanos y la reciendo su aplastamiento final».
bían producido levantamientos popula- confusa multitud del pueblo; otro, el de
res durante la minoridad de Alfonso XI, los nobles, los mercaderes y el alto cle- Historia 16, nº 24 (Abril-1978)
según dice la crónica de aquel monarca. ro, todos ellos opuestos a los crímenes
En unas tierras en donde las tradiciones de los plebeyos. Para Álvaro de Zúñiga,

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