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“ Mario Margolis te un larguisimo periodo hasta llegar al Homo sapiens—es resultado evolutivo de un proceso en el que interviene activamente la cultura que él mismo va creando y, consecuentemente, podria afirmarse que el hombre actual serfa re- sultante de una interrelacién dialéetica, desarrollada a lo largo de miles de milenios, entre biologia y cultura. Laculturano es una adquisicién externa del hombre que éste logra una vez completado su proceso evolutivo sino que en el interior del proceso evolutivo que lo ha conducido desde primitivos hominidos hasta sus formas actuales han intervenido fenémenos culturales.” Han prevalecido evolutivamente los ue estaban mas eapacitados para crear y utilizar elementos culturales por su cerebro mejor y por su sistema nervioso més desarrollado y adaptable, goza- ron de ventajas en el proceso evolutivo aquellos individuos cuyos rasgos biolé. sicos los tornaban més aptos para la adquisicién de la cultura. Las ventajas mencionadas incidieron en la eleccién de parejas sexuales, consolidando por transmisién hereditaria los logros biolégicos que favorecfan el desarrollo de la cultura. Hacia una definicién semistica de “cultura” Capacidad de comunicacién. Eu lu ‘segunda _mitad del siglo xx algunos estudiosos de la cultura, entre los que se destaca @liffiardl Geertz,)se han volea- do hacia (una orientacién semidtica, tomando en consideraci6n la multiplici- dad de sistemas de signos que caracterizan las formas de comunicacién huma. a y que permiten apreciar su diversidad.(@ontinuande con esa orientacién, intentaremos definir “cultura” en términos de los sistemas de signos que una comunidad humana ha produeido en su historia y produce en su vida social, ‘que sus integrantes incorporan durante su socializacién y que los orientan su accionar en el mundo, haciendo posible la comunicacién, la identificacién, el reconocimiento y la interaceién. La cultura implica, sobre todo, eapacidad de comunicacién. Sus contenidos se relacionan intimamente con Ja habilidad Para comunicarse eulre st que oseen los integrantes de un determinado colectivo human. Capacidad de comunicarse, de entenderse: la eultura supone modos compartidos de signifi. car el mundo que proven orientaciones hacia la accién, lo que implica que cuando se comparte Ja cultura los comportamientos de los demas se tornan Ghachas de mano) yIasees, que se fabricaban tallando el extreme de un nédulo de sflex del tama de un puto” Haris, 1995: 32). Leakey llamé Homo habilis (hombre habilideso) a este nuevo hhallazgo. Marvin Harris utiliza el concepto “seleecién cultural” para signifcar la presencia ene luencia de la cultura en el proceso evolutivo, 20, “Esto significa que la cultura, més que agregarse, por asi decitlo, aun animal terminado o Virtualmente terminado, fue un elomento constitutive y un elemento central en la Droduceton de ese animal mismo" (Geertz, 1990: 54). a nocion de cultura, 25 (iteigiblesiyFelativaniente|predeeiblesp}:stos conjuntos de sigid@ave posee- mos ¥ compartimos definen de alguna manera eso que llamamos “realidad? nocidn que se vuelve problemétiea si la concebimos por fuera de los instru: mentos cognitivos que poseemos para relacionarnos con el mundo sensible. Los instrumentos para conocer y comuniearnos que poseemos en tanto miem- bros de una cultura consisten, en primer lugar, en @iSSias BBiIStICOsyIpER también en formas socialmente estructuradas de percibir, de sentir, de valo- fiityete gustar, en Valores, estéticas y modos de procesar el tiempo y el espacio. stos aspectos (G#tsS1@501808), que difieren entre las culturas, SOSORMGHURD Jes sino que han sido ereados y procesados por los integrantes de un grupo Hiumatijen su trayectoria historica: son culfurales, han sido construidos por los hombres en su interaceién a lo largo de st vida social. Los signos implican construceiones de sentido, construceiones sociales del s@fitidy. Cada sentido, cada palabra que usamos (ineluyendo su significante y sus signifieados)" ha sido socialmente construida, tiene una historia. Y, en muchos casos, su sentido proviene de pujas sociales y de procesos conflictives. Esto alude a un proceso swrial que Pierre Bourdieu denomina “construccién social del sentido”.”* Tam- bién se han ido construyendo soeialmente muestra sensibilidad y nuestras for- 1as de pereibir: no pereibimos naturalmente sino a través de procesos com plejos que se han ido desarrollando en la interaccién social. ¥ estos procesos ho se detienen, estén activos y contimian cambiando, lo cual iaiealtnid FELD @WGIRAGPly cn transformacién que supone, también, cambios continuos en los Instrumentos culturales con los que pereibimos y conocemos. El lenguaje es un instrumento privilegiado para la incorporacién de la cul- (Gra Cada idioma conlleva ideas, contiéne -ce modo implicito- una cantidad de saberes, metacomunica una forma de oranizacin social, formas de actuar yy cle relacionarse y modalidades socialmente construidas de'eonechir el mun- @®. Al incorporar el lenguaje en Ta primera infancia se van asimilando, en el © en un nivel més complejo pesos refers yan nivel dele palabra sino al dela frases ire cenpstictc tcc oc anjosarttivoanly brs pag Vani iy fondetas, os gusten ofa cn, 22, "Lae ich simbsie a propio dla perepién dl mundo soda pucen tomar de formas thirentes. Ene pect objet se puede actuar per actions de veperenacone, vines t colectivas destina ns a hacer very acer valerGeriasrealiade, pense por demplo en ls Inanitadonee qo nen por ojvo manta aun grip, su namo ou fore, o eke tn, hacero eit viblomente yal nivel individual, en tas las etrateies de pesetarion We titan bien snalzadae por Goffinanydestinada ¢ manipula a imagen de tse ta Gotan olvidar positon el espace vaca, Porel ad ubetivo,e pune ectoar Venlo decmbia In catagorin de peeepion ye precicin del mance sia, as estrus fat soniivasyevaluativas as xtegnrias de perepsn, ls sistemas de claiacin es dei, $0 Jo mei las palabras, lon nombres que se consirayen en la Fealced seal tanta como a ‘xprenan, sonia spuesta por exclencia da Tacha pole, ucha yor la inpsictn del prnpe Avis y de dvsionleptimo,e ects, oro ere leit del efector” Counc, wow 1) Mario Margulis ‘mismo proceso de aprendizaje, una cantidad de estructuras culturales. Se in- ternalizan maneras de percibir, modalidades de la sensibilidad, maneras de sentir, de valorar, de gustar; el nifio va ineorporando formas de sensibilidad y de emotividad socialmente pautadas, maneras de expresar el afecio y también muchos otros aspectos caracteristicos de su cultura. Por eso hemos dicho ante. Hormente que si sabemos hablar otro idioma ademas de nuestra lengua nati- ‘va, de alguna manera tenemos la posibilidad de acceder a otro universo afecti. voy sensorial. Cuanto més distante sea ese idioma del nuestro, mas grandes serdin los obstaculos para su comprensién, pues las dificultades provienen de ‘que hay que penetrar en una sensibilidad diferente, en una “realidad” distan. te, en clasificaciones y modos de aprehender el mundo que nos son extrafios, peters ocr ‘comunicarnos incluso en Pe inger nivel de bastante le bastante sofisticacién: podemos entender y transmitir concep- tos abstractos y complicados. Esta misma nocién de culturaes una ancien a compleja que podemos transferimos, que estamos capacitados para diseutir y analizar en la medida en que pertenecemos al mismo émbito cultural. Gran Parte de los cédigos que poseemos, de estos saberes que tenemos, no son cons- Cientes: no sabemos que los sabemos, no tenemos eonciencia de su posesién, Pero homos internalizado los eédigos de la cultura y eso hace que actuemos esponténeamente: interactuamos con comodidad con otros que poseen los mis ‘mos e6digos, nos entendemos a medida que interactuamos conjugando los eS. digos culturales esperados que hacen fluida la comunicacién y permiten que Podamos transmitir ideas e incorporar conocimientos. Por ejemplo, cuando doy una clase les hablo a los alumnos y tengola sensa- cin de que me entienden. Confio en que lo hagan, confio en que la eleccién y el ritmo de las palabras y de los silencios, los tiempos, los gestos, hayan sido suficientemente eficaces como para ingresar en su sensibilidad yen su enten. Gimiento y lograr asi la comunicacién esperada. Esto es posible porque com. Partimos una cultura y, més atin, una subcultura espeeifica: la de la universi- Gad, y dentro de ella la de la Facultad de Ciencias Sociales, lo cual brinda un contexto implicit que hace portinentes el tema y lus vunceptos que estamos empleando. Pero los efdigos de la lengua no son los tinicos presentes en la comunica- cidn verbal, en una conversacién o un dilogo. De hecho, junto con la palabra hablada intervienen en cualquier comunicacién verbal, en forma simulténea y sincronizada, otros cédigos, no solamente los vinculades al cuerpo, a la mimi. cay otras formas no verbales de expresidn. También hay eédigos que refieren a sontexio, la institucién donde el evento transcurre, referidos al tiempo, la proximidad o a la lejanfa respecto de nuestros i 5, a cu - lary a cuando no hablar. Se La nocd de altura 0 Ja eficacia en la comunicacién , lo que supone ser whe estar capacitados para su practi- ca, Para entender los mensajes es preciso también descifrar correctamente el contexto, Esto permite que los mensajes del interlocutor se tornen inteligibles, y no s6lo sus mensajes verbales, también los que emite~a veces involuntaria- mente- eon su propio cuerpo. Cuando hablo suelo acompafiar mi discurso con mayor © menor volumen de la voz, con mimica y otros recursos que puedo 1 voluntariamente. Pero también soy hablado por mi cuerpo. Mi cuerpo te mensajes que no siempre son voluntarios y lo que el cuerpo expresa (emociones, eansancio, seguridad, ete.) puede ser lefdo, es inteligible para los demas miembros de mi cultura (Bourdieu, 1986). Una conversacién o una charla grupal ponen en marcha una cantidad de procesos complejos de los que, por lo general, los participantes no estén cons- cientes. Ello es asi porque la conversacién requiere un uso apropiado de los c6digos de la cultura; para emitir eficazmente mensajes y para recibirlos e jerpretarlos adecuadamente se activan saberes internalizados que posee- ‘mos en tanto integrantes del mismo grupo cultural y, asimismo, se conjugan multdineamente varios eédigos pertenecientes a esa cultura. Entre los varia- os c6digos que actaan simulténeamente en una conversacién podemos men- cionar los ritmos que implican eédigos del tiempo, los referidos a la aprecia- cidn de la oportunidad, los del uso del cuerpo. Hay cédigos que aluden a la distancia corporal (la proxémica) que establece ~segiin las caracteristicas de cada cultura—la distancia corporal éptima que separa a las distintas personas que intervienen. Hay cédigos no escritos ni necesariamente conscientes que dependen de la dindmica del grupoy del habitus grupal, que regulan el tiempo de cada exposici6n, la duracién y oportunidad de los silencios, o los que pre- fnuncian que el que habla va a callar y predisponen a otro interlocutor a pre- parar su intervencién. Hay eédigos culturales vinculados con la cortesfa, con ‘ol respeto mutuo, reglas sociales que se observan con distinta intensidad y ficacia en las comunicaciones sociales. En una conversacién compartimos miil- liples eédigos que estén presentes y activos en la cultura; se trata de un fend- meno cultural muy delicado y complejo, que contiene sutilezas y una cantidad de saberes implicitos. La interaecién con gente que no comparte nuestros cédigos, topar con la otredad cultural, nos hace tomar conciencia de nuestra propia cultura, de su vigencia y alcance y también de sus limites. Esto ocurre con frecuencia al en- traren contacto con una cultura diferente, por ejemplo al viajar fuera del pais, ineluso cuando ~como en otros paises de América Latina se hable también ‘ospasiol. Al no compartir todos los cédigos se percibe la carencia de lo habitual, de lo que se considera implicito en el ambito de la comunicacién con los demas. Jaa sensacién de extrafeza es mayor cuando se viaja a un pais en el que se habla otra lengua. En esas circunstancias se toma conciencia de la importan- ‘on del facil entendimiento que se produce al interactuar en la propia eiudad: cultural que ineluye

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