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Kae R.PopreR LA Locicd We LA TWVESTIGACION CiENTIFICA CAP. T “PANORAMA De ALGUNOS RROBLEMAS FuisinetnAles ' Eb. Tecwos ,VAPAID , lggs qq cavizuyo PRoeeRo Panorama de algunos problemas fandamentales El hombre de ciencia, ya sea tedrico o experimental, propone enun- ciados —o sistemas de enunciados— y los contrasta peso a paso. En particular, en el campo de las ciencias empirieas construye hipétesis #"o sistemas de teorias— y las contraste con la experiencia por medio de observaciones y experimentos. Segiin mi opinidn, 1a tarea de Ia logica de Ia invest fiea —o légiea del conocimiento— es ofrecer un anilisis modo de proceder: esto es, analizar el método de las eien Pitieas. Pero, zeuiles con estos emétodos de las ciencias empi 48 qué cosa Hamamos aciencia empiricas? 1. Ex Prontema pe 1a rnpucct6w ‘De acuerdo con una tesis que tiene gran acept nos opondremos en este libro—, las eiencias empi terizanse por el hecho de que emplean los Hamad: tivose: segin esta tesis, In Togiea de In inves idéntica a In igi tiva, es decir, al a todos inductivos. Es corrieate Uamar cinductivas a uns inferencia cuando pasa de enunciados singulares (llamados, a veces, enunciados «particulares»), tales como éescripeiones de los resultados de observs rimentos, # enunciados universales, tales como hipétesis 0 teorfas. ‘Ahora bien, desde un punto de vista ligico diste mucho de ser obvio que estemos justificados al inferir enunciados universales par- jados singulares, por elevado que sea su mimero pues jque saquemos de este modo corre siempre el jesgo de remillar wn dia falsa asi, cualquiera que sea el'nimero de pjemplares de cisnes blancos que hayamos observado, no esta justifie cada la condusign de que todos los cisnes sean blancos. ‘Se conoes con el nombre del problema de la induccién In cues- Jn acerca de si estin justificadas Ine inferencias inductivas, o do jn sobre cémo establecer la verdad de los enun versales bastdos en Ie experiencia —como son las hipétesie y lor siz 28 La ligica de la investigaciin cientfica temas teéricos de las ciencias empiricas—. Pues muchos creen que Ia verdad de estos enunciados se «sabe por experiencian; sin embar- g0, es claro que todo informe en que se da cuenta de una experiencia ode une observacién, o del resultado de un experimento— no pue- de ser originariamente un enunciado universal, sino sdlo un enuncia« do singular. Por lo tanto, quien dice que sabeimos por experiencia Ia Yerdad de un enunciado universal suele querer decir que la verdad Ue dicho enunciado puede reducirse, de cierta forma, a 1a verdad de otros enunciados —éstos singulares— que son verdaderos segtin sabe- zmos por experiencia; Io cual equivale a decir que los enuneiados uni- ‘versales estin basados en infereni ‘pues, la pregunta fccrea de si hay leyes naturales cuya verdad nos eonste viene & ser otro modo de preguntar si las infereacias inductivas estin justifies das Iogicamente. Mas si queremos encontrar un modo de justificar las inferencias induetivas, hemos de intentar, en primer término, establecer wa prin ipio de induecién, Semejante principio seria un enunciado con cuya ‘ayuda pudigramos precentar dichas inferencias de una forma logica- mente aceptable. A'los ojos de los mantenedores de la logica indue- tiva, le importancia de wn principio de induceién para el método cientifico es méaima: «...este principio —dice Reichenbach— deter- mina Ie verdad de las teorias cientificas; eliminarlo de la ciencia significeria nada menos que privar a ésta de la posibilidad de deci- dir sobre la verdad o falsedad de sus teorias; es evidente que sin él Ja ciencia perderia el derecho de distinguir sus teorias de las crea- ciones fantisticas y arbitrarias de la imaginacidn del poeta’. ‘Pero tal principio de inducciin no puede ser una verdad pura- mente logica, como una tautologia o un enunciado analitico. Eu xes dad, si existiera un principio de induceién puramente l6gico no hi bria problema de Ia induccién; pues, en tal caso, seria menester ct siderer todas las inferencias inductivas como transformaciones pu mente logiess, o tautoldgicas, exactamente lo mismo que ocurre con Tas inferen a de la ligica deductiva. Por tanto, el principio de cidn tiene que ser tun entinciado sintético: esto es, uno cuya ne} a no sea contradictoria, sino logicamente posible. Surge, pues, Ie euestion acerea de por qué habria que aceptar semejante principio, J de cdmo podemos justifiear racionslmente su aceptacidn. ‘Algunas personas que ereen en Ia logiea inductiva se precipitan fa sefilar, con Reichenbach, que la totalidad de la ciencia acep fin reservas el principio de induccida, y que nadie puede tampoco Gudar de este principio en la vida corrientey?. No obstante, aun suc poniendo que fuese asi —después de todo, cla totalidad de In cien- Gao podria estar en un error— yo seguiria afirmando que es super- fluo todo principio de induecidm, y que eva forzosamente a incohe- rencias (incompatibilidades) logicas. Th, Revemenasce, Erkenntnis 1. 1930, pig. 186, (Cl. usmbiéa as pis. 64 4 sg.) CE bos comeniaron de Reel seera de ume, que be cltado en el spar Tado!*2 de mad Poser + peterenancn, Bid, pig. 67 Ponorama de algunos problemas fundamentales 29 A partir dela obra de Hume* deberia haberse visto claramente wrecen con facilidad incoherencias cusndo se admite el prt jo de induecién; y también que dificilmente pueden evitarse es que es posible tal cosa): ya que, a su vez, el principio de induccién, tiene que ser un enuneiado universal. Asi pues, mar que sabemos por experiencia que es verdadero, reaparecen -de auevo justamente los mismos problemas que motivaron su introduc eign: para justfiearlo tenemos que utilizar inferencias induetiv para justificar éstas hemos de suponer un principio de induecién de ‘ya que lleva, inevitablemente, Kant traté de escapar a es pio de induceiéa (que él Uamaba «principio de causacién univers ido @ priori». Pero, a mi entender, no tuvo éxito en su inge- ‘entativa de dar una justifieacién a priori de lox enun jdero que las diversas dificultades que acabo de esborer de la logica induct jerables, Y me temo que To mismo oeurse con la doctrina, tan corriente hoy, de que las infe- rencias inductivas, aun no siendo cestrictamente vilidas», pueden al- canzar cierto grado de csegurided» o de «probabilidads. Esta doce {rina sostiene que las inferencias inductivas son einferencias proba. bles». «Hemor descrito —dice Reichenbech— el principio de indue- ‘como el medio por el que la ciencia decide sobre la verdad. Para tes, deberiamos decir que sirve para decidir sobre Ia (d pues no le es dado a la cicncia llegar a la verdad a ‘as los enunciados cientificos pueden aleanz mente grados continuos de probabilidad, euyos limites superior © in ferior, inalcansables, son la verdad y la falseda Por el momento, puedo hacer easo omiso del hecho de que los creyentes en le logiea inductiva alimentan una idea de 1a. probabili- Gad que rechazaré Iuego por sumamente inoportuna para sus propios fines (véese, mis adelante, el apartado 80). Puedo hacer tel cosa, por- que con recurrir a Tn probabilidad ni siquiera se rozan las dificult des mencionadas: pues si ha de asignarse cierto grado de probabili- ddad a los enucciados que se basan en infercncias inductivas, tal pro- ceder tendra que justificarse invocando un nuevo principio de {induecion, modificado convenientemente; el cual habra de justificarse a'su vez, ete. Aum més: no se gane nade si el miso priue induesidn no ee toma como everdaderon, tino como meramenle epro- Dables. En rewumen: Ia logica de la inferencia probable 0 «légica as pets dessvs de Hue ota on ol apie *YTT (eno correspon leg tunaous 47 Oh eae telesales non 2 Sl peta BL 3 Eh Mach A Trense on Prateiny (98i)¢ 6. Késes, : ‘ter Logit (spor Sela, 1920), Rescnenone (que expe 1 a 3, aslo der Waachandhietrechnang, Mathem- batch 34 fbse), 7 ine ogee Seoenstn, eins 1, 1920, pig. 186, 30 La ligica de la investigocién cientifica de la probsbilidads, como todas las demas formas de Ia légiea induc- iva, conduce, bien s uaa regresidn infinita, bien a la doctrina del ‘apriorismo *. La teoria que desarrollaremos en las piginas que siguen se opone directamente 2 todos los intentos de apoyarse en las ideas de una ligiea inductiva. Podria describirsela como Ia teoria del método de- ductive de contrastar®®, 0 como Ia opinidn de que una hipstesis slo puede contrastarse empiricamente —y wnicamente después de que hha sido formulads Para poder desarrollar esta tesis (que podria Hamarce «dedueti- vison, por contraposicién al «inductivistoo» *) e8 necesario que pos- ga cn clare primero la ja entre Ia psicologia del conocimiento, Gue trata de hechos empiricos, y la légica def conocimiento, que s¢ Scupa exclusivamente de relaciones légicas. Pues Ia ereencia en wna Togica inductiva se debe, en gran parte, a una confusién de los pro- blemas psicaldgicos con los epistemoligicos; y quiza sea convenient adveitin de paso, que esla confusidn origina dificultades no silo ex Ia Logica del conocimiento, sino ea su psicologia también. 9. Euistinacién peL PsicoLecisso Ie dicho mis ariba que el trabajo del ccatifico contiste en pro poner teorias y em contrasteies e Ty Sone’ Jidat‘el ecto de concsbir o Saventar una teoria, no me parece a ealje wn andlisisLogico ni sea susceptible de él. La coer Pare ee Ge cima oe le ecurre una iJon nueva a una pertona —y8 toro tina sna un cont Gremio 9 una ier nice waa (eP'y' fan interes para la psicalogia empirica, pero earere Be GSortancig’ pesa el anilisis Ligieo del conocimiento ciatifico. el capitulo #1 del Posteript, ex bn quo se halla wos expel ees ertea, So hates otuerado ya que emplemos las expresiones contre, eanirastocin, eres, tata, Lat cee ts died —* incl ws cenlrme #0 depen» peer (ed 7) Taare (en Indien und Deion 1268) primes ge oe Je de cents ptals sme a ea a ba Tisoe.posgu, seb fe ruts Sina The Aten Setar of Pinel Tewy, 1956) {i Pureen el tive de Dube wer it oe 7 Panorama de algunos problemas fundamentaies 31 Este no se interesa por cuesti sino ‘inicamente por cuestiones de justifiracisn juris? Kantiano) ; sus preguntas son del tipo sig tifiearse un enuinciada’; cn caso afirmative, de! contrastable?; jsiepende. Kigiran ‘enuneiades? 0 Jos wad ig Kant (el quid ‘de contratlice quire? Pora que un entineiads pueda ser exat camente de eta forma tiene que habérsenns propucste oni che haberlo formulado y habérna-to entregady po fico. En consecnencia. é netamente entre el process de con cobir una ides nueva y los métodve 5 resultados de En cuanta a Is tarea de Ta logies det ene puesto a la pscologia det misme—, me hararé en ef supa onsite pura y exclusivamente en Ja inves Pleados en las conteastaciones sistemiticas a que debe someteese tala ie anies de gue se ta pueda so ‘Algunos tal ea, que com ocupacion penpia de Ta episten eign de la que 30 fin Hamado unn ereconstruceton encionals te los yaron que lan Hevado UT ciemtfico al descubrimiento, a encontrar una nueva venlad. Pern Ik Guertin sc comierte emtances on jane ex eaaetamente, fo Maccetnon reconsiruir? Si fe que se trata de recoastruir son Tos prove: gos que tienen luzar The hloge 2 aecpiae semejante cosa com taren de 1a i cinco sas son arunto de 18 pivslogia Gitcieate de fn Lapica. Otea cova es suc queramos reconstruir ra: Ih suntrasteriones subsigutentes, mediante Tas que 7 pus. arin fue om deseubrimicato, @ se puede feconocer como tn me En Ia medida on jaega,eriticamente, cseea propia See eriLssrr oo art nen placoms que cl suiliae we prendlide en esta obra cs ona espevie le eeeconstrucriia rarivnale de Tor procetes iatelectuales correspondientes, Pera eta reeonsiruerisn to habrd de deseribie tales proceses segdin arnatccen realmente? silo puede dar un exqucleto logico del proredimniento de contrastar, Y tal Ter esto cb tee to que quieren decir los que Wablam se una Trucsién racinale de Ins. melios por los que aly ms ‘Ocurre que los ratonamicnios expuesios en cate Tibro son enters mageailegies Be eur Rroke em eh opinin del alga To os Galicee sen an existe en ahem ico a aa eevimetrnerice lnpea Oe saree ii parecer dirirodla que todo. desta sairata-racioail ¥ cad tabitlon “ass doraw en el uentido de Dergson, Einsicin habla de un modo paree “Psigeda de arin Teer mma civ = pace ‘cuales puede oltenerse una imagen del mundo Son antae oe ine ie an eet wae 32, La ligica de la inivestigeciin cientifica eyes. Sélo pueden aleanzarse por Ja intuicién, apoyada en algo ‘como una introyeccin (‘Einfishlung’) de los objetos de le expe- 3. Conrmasraci6x EpucTIVA DE TEORiAS De acuerdo con la tesis que hemos de proponer aqui, el método de contrastar eriticamente Ins teorias y de escogerlas, teniendo en cuenta los resultados obtenidos en su coatraste, procede siempre del modo ‘ave indicamos a continuacién. Una vez presentada a titulo provisio- nal una nueva sin no justificada en absoluto —sea una antici- ppacién, una hipdtesis, un sistema teérieo © lo que se quicra—, se extraen conclusiones de ella por medio de una deduccidn ligica; ‘estas conclusiones se comparan entre si y con otros enunciados pert rnentes, con objeto de hallar las relaciones légicas (tales como equiv: idad, compatibilidad o incompatibilidad, etc.) que cuatro procedimientos de levar ‘2 cabo la contrastacién de una teoria. En primer lugar, se encuentra Ia comparscién légica de las conclusiones unas con otras: con lo cual se somete a contraste Ia coherencia interna del sistema. Después, esta el estudio de Ia forma légica de Ia teoria, con objeto de determinar fu aricter: es una tovia emplrien —cintfica— 0 Plo, es tautologica. En tercer término, tenemos Ie comparaciéa ‘con ‘tras teorias, que tiene por principal mira Ja de averiguar si la teoria exeminada constituirfa un adelanto cientifieo en caso de que sobrevi- viera 1 las diferentes contrastaciones a que Ia sometemos. Y final- ‘mente, viene el contrastarla por medio de la aplicacién empirica de lag conelusiones que pueden deduciree de ella. Lo que se pretende con el iltimo tipo de contraste mencionado cs deseubrir hesta qué punto satisfardn las nuevas consecuencias de la teoria —sea cual fuere In novedad de sus asertos— a los requerimientos de la practica, ya provengan éstor de experimentos puramente cientific cos 0 de aplicaciones tecnoldgieas pricticas, También en este caso el pro- cedimiento de contrastar resulta ser deductivo; veémoslo. Con ayuda de otros enunciados anteriormente aceptados se deducen de la teoria a contrastar ciertos enunciados singulares —que podremos denominar ‘prediceiones»—; en especial, predicciones que sean facilmente con- trastables o aplicables. Se eligen entre estos enunciados los que no sean deductibles de Ia teoria vigente, y, mas en particular, los que se en- imi oe ue eee ca hii lm cma Mt PB pe a oe spe SRR Si Seapets oe a ial Peon ae oe ene rie nathan as 4 pect ig epi gr i a ar de orale Ge ee rag pi ee fing ie cee te Panorama de algunos problemas fundamentales 33 aentren en coniradiceién con ella. A continuacién tratamos de deci dir en lo que se efiere« estos enunciados deducidos (y a otros), com- parindolos con los resultados de las aplicaciones précticas y de expe- Fimentos. Si la decision es postive, sto ex, st las conclusiones singu Iares resultan eer aceptables, 0 verificadas, ln teoria a que nos refer ros hia pasado con éxito las contrastaciones (por esta vex): a0 hemos ‘encontrado razones para desecharla. Pero si la decisign es negativa, ‘as eonelusiones han sido falandas*®, esta folsacién zevela 3 feoria de la que se ham deducido ligieamente cs tambien fale Conviene observar que una decisién positiva puede apoyar teoria examinads slo temporalmente, pues otras decisiones negativas Gentes pueden siempre derrocsrla. Durante el tiempo en que ‘eslte contrastaciones exigentes y minuctosa, y en que 90 Ie deje anticunda otra teria en In evolueign del progres icattic, ppodemos decir que ha ademostrado au temples 0 que std «corre: Torada» ** por In experiencia. En el procelmieato que aabamos de eborar no apareee nade 12 pueda asencjarse 4 Te Logics inductiva. En singin momento he Sumido que podamos pater por vn razonamiento de la verdad de ‘counciados singulares «In verdad de teorias, No he supuesto un solo {instante ques en virtud de unas conclusiones everifcadasa, pucda ex tublecerse que unas teorias sean everdaderasn, ni siquiera merameate eprobabless. isia mis detallado de Tos mé- © intentaré mostrar que todos los problemas que se suclen Hamar cepistemoldgicos» pucden traterse denteo del marco de dicho anilisis. En particular, los problemas a que da lugar Is légiea induetiva pueden eliminarse sin dar origen a. otros nuevos en su luger. En este libro pretendo dar un ai todos de contrastacién deduct 4, Ex PRopLenA DE LA DEMARCACION Entre las muchas objeciones que pueden hacerse contra ‘que he propuesto shore mismo, la mis importante es, quiz guiente: al rechazar el método’ de la induceién —podria devirse— rivo a la ciencia empirica de lo que parece ser su earacte Importante; esto quiere decir que hago desaparceer las barreras que Sr Enalgoe nse nar» audio ell, ohn fala, ) come vera de jatabe, faunas ete.) Duce car oto falitar tienen em cutellene ia setido perfectamests vite que icesntes malentendidr sxe emplonen eal per tenuis to flay’ (ue ‘Pera capes eloaenie cn ol sally fo epine’ de taniteee cee igo 5 crm folios). Folar ex un tering tzenico del Jango del teil el el potsmoe fhotar de ete ot contenido semtica sin grave sing, al paren por sire Party toc ioesieate co le bale del ices Gan sgsifade Fetine I gue ecal 1s ‘Simons of, Humceo Vide de Santo Domingo de Son, 118 o Milagros de Nueva Se Fora, 91 €: Historie eroyaua polimérica, oes X, 151 (M del T $3 "aceren dete rm, Yeanse la nota ST anes del part o #29 de it Poseript 34 La ligica de la investigacién cientifiea eparan Ia ciensia de la eepeculacién metafisicn. Mi respuesta a esta Sibecion es que mi principal vosin para rechazar In hégies inductva sect Sscite que'no proporcionan resgo dserininudor epropie: UES pirioas no metaisice, de un sistema tedricos 0, €0 strat palubres, que no proporciona un eerterio de demorcacién» spropiodo. : lomo problema de le demorcacin' al de encontrar uo eriter que aed pebusta dating entre las cleelas empirieas, porn lado, os sistemas emictaiseass, por alr. 7 Mhume conocié este problema ¢ intents recolverlo; con Kant 0 conte cot problema ental de In teoria del conocimiento. S ooo kant atamos eproblema de Humes al de la induccion, ecto t Jeagaar a problema de la demarcaciin como «proble: mus de Kant» : “ios problemas —que son fuente de easl todos los dem “ic conocimiento™ el de la demarcation et sepsin en- eno. el mas fondonenta Bo realidad, a raz principal por a Ey Spistemblogos con faclinaciones eimpirisas tienden « preader sere Ttetiado de la inducebon», parece ser que Ia conatiture su ae ee sae dae es el nico metodo que puede proporeionar wn eae GE SEmareacion apropiado: esto se aplica, especialmente, « Tre pirstan que siguen las banderas del eposiivismos, Tov antiguos positvistas etaban dispuests « admitir dnicamente como statics legis aqulon onepts (bien nosones, © ee) ee Contos que ellos ereian lgicamente reducibles a elemen- wala experienc senorial tales come sensaciones (0 datos sent Alta}? kmpreionen perceplonen,reeverdos viusles 0 audition ee, de rere tecderaes com capaces de ver eon mayor claridad que Teetgia no coum sea de conepta; sno mis bien un sistem de ancien 20, en consccuenciay eatin dispeson a admitir Sncamen- raat oitigos 0 lgitimos los enuneiados que son reduciles a eceulnton elementales (o watomicoss) de experiencia —a «juicios seca sbio: eproposiciones atdmieass, «clausulas_protocolariags © pe da ee mm de aon pro 1s 6 3,188 8) compte Si etal Misanine 3, 1933, poe 420; "ls tncleyo al, taduiday or ed ws Engg Conering Haman Untrinig.* Com cate! ee tt tegen, pt jens In te SUTASEAAE TA tea cchmietes Sa St ear oe ders’ Bene I, elardade que; a ene vespecte cl prometedor comienso del me yt co ta a seein oa et ca ae at ses die a eae ae Coes ay Bel hh ee Se Te LA Ponorama de algunos problemas fundomentales 36 © como los quieran Hamar *—. No eabe duda de que el eriterio de demarcacién implicado de este modo se identifica con la légica in- ductiva que piden. Desde el momento en que rechazo la li iva he de recha- sar también todos estos intentos de resolver el problema de Ia demar- cacién: com Jo cual este problema aumenta de importancin en el pre- seate estudio, El hallazgo de un ceptable tiene que ser una tares que no acepte Is ligien inducti Los positvistas suclen interpretar el problema de Ta, demare. dle un modo noturelista: como si faese un problema de la eiencia na- tural, En lugar de considerar que se encuentran ante Tn tarea de pro- poner una convencién apropiada, creen que tienen que descubrir una {iferencia —que existiia, por decirlo asi, en le naturaleze de las co- s8s— entre la ciencia empiriea por une parle y Ia metafisica por otra. ‘Tratan constintemente de demostrar que la metafisiea, por su misma naturaleza, no e6 sino un parloteo absurdo —asofiseria © ilusion», como dice Hame, que deberiamos earzojar al fuego». Pero si oon las expresiones eabsurdo> «carente de sentido» no queremos expresar otra cosa, por definieioa, que «no perteneciente fla ciencin empiricn», en tal caso la caracteriani como un absurdo carente de sentido scrd trivial: pues « a metafisica se la define normalmente como no empirics. Pero —neturelmente— los positivistas ereen que pueden decir de la metaisica muchas otras co- 45, ademis de que sus enunciados son no empiricos. Las expresiones cabsurdo» y ecarente de sentido» comportan una evaluscidn peyorm tive (7 se preteude que la comporten); y, sia duda alguna, Yo que los ponitivstes tratan realmente de conseguir no es tento una demar ja acerteda como derribar definitivamente* y aniquilar Ia me- ‘Como quiera quo rea, nos encontramos con quo cada vex que ‘stas han iotentedo decir con mayor elaridad Io. que nificaba «con sentido» la tentativa condueia al mismo resultado: a tuna definiciéa de elausula con sentido» (en eontraposicion a «peeudo- implemente_reitere el erterio de demar- psa depende do lor nombres Cuando invents el nuevo nome senuncindo bison (o spropnion bseeys wanan nce saje To apartaden 9 Seb ala pocgn moleinin an tiring a mgrie om rete ae lado "peromtiva pers deqracetament Io nlopioa pont ‘its erty flo neem justamente te clgse Je igileado gue yo nba guide nln ml Poscrip, sparta 29, or tain, conden nt propa Enquiry en la lina pina de solo que Witfentsiny rtrd, ha stodenade s progio Precis ene ila ‘ison! (Vener sins. tpertde 10.) Chunar, okenninis 21902, pigs 209 y sgn, Anteviorment, Mab wd ln epreainecaente de pentdon de Loren slag Sa dua elgune bajo le ffloenla dp Comte; cf, tambiea Tos Early” Buoys on Sotil Philsophy de Core, of H. Den, 8H, ciadea ea at Open Sociyy ata ST el capital T, 30 La ligica de la investigecin cientifica tein, segin el cual toda proposicién con sentido tiene que ser 1égica- mente reducible* a proposiciones elementales (o «atomicas»), que caracteriza como deseripeiones o wimagenes de la xealidady* (earac- jin, por cierto, que ha de cubrir todas las proposiciones con fo). Poilemos daenos euenta de que el criterio de sentido de Wittgenstein coincide con el eriterio de demareacién de los indue- Uvisuss, sin mads que remplazar Ias palabras acientificay o «legitima» por econ seatidos. Y es precisamente al llegar al problema de la in- in donde se derrumba este intento de resolver el problema de idm: los positivistes, en sus ansias de aniquilar la meta flsica, aniquilan juntamente con ella la eiencia natural. Pues tempo- co las leyes cientifieas pueden reducirse logicamente = enunciados Clementales de experiencia, Si se aplicase con absolute coherencia, el “riterio de sentido de Wittgenstein rechazaria por earentes de sentido Squellas leyes naturales cuya busqueda, como dice Einstein, es «la {area suprema del fisicor: nunca podrian aceptarse como enuneiados dutenticos 0 legitimos. La tentativa wittgensteiniana de desenmascarar fl problema de la indueeién como un preudoproblema vacio, ha sido ex- presade por Sehlick ** con las siguientes palabras: «El problema de fe jaducein consisto en pregunter por la justificacién légica de los enunciados universales acerca de la realidad... Reconocemos, con Hu- fie, que no existe semejante justifieacién logica: no puede haber ninguna, por el simple hecho de que no son auténticos enunciado: ‘Esto Brace ver que el eriterio inductivista de demareacién no con- sigue trazar una linea divisoria entre los sistemas eientificos y los me- tafisicos, 7 por qué ha de asignar a unos y otros el mismo estatuto: T Werrcenstens, Trocttus LagicePhilosphicus (1918 y 1922), Proposcin, 6 Geb, Ticano Cutsin, Mevista de Occidente, Madi, 1981 (T)) Esa por tant tne tefiero ealusvomente, como e& saltral, oes favorita) + Chula nota 1 del apariado 2. Sanlck stribuyé © Wittgenstein la idea de tratar tas leyesclentficas como pecuopropositionea eon fo cual se revolvn el problem de In inducléa. (CE. mi Open Eeciet cats 46:9, $1 y sige del coptulo 11.) Pero eo realidad, es mucho mis, eo i ‘puede hscerse remoatar a Bex icy e incluso mis eta. [Veanse, por ejemplo, mai trabajo «Three Views Concerning Tiulas Reowledgen en, Contemporary British Philosophy, 1956, y «A Note on. Ber Leley es'a Precunot of Macho, ea The British Journal for the Philosophy of Science, "26 y signs Teimpreso en tal Conjectures and. Refutations, 19595 eens on motos recede al pra 12 (eS, reienechajten 19. 1931, pag- 196 (la cues e@ mia)” Ea fo (que se selene a las leyes naturales, Selick ecerbe (pig. 161): «Se be hecho notar (Mpcsedo que, edicamente, no podemes hablar pute de una verificacién abvolate tetany foc, hacemos,tempre —por decnlo asi— la salveied de que puede oS Mouiitian'a la vista de nuevas experiencia, St puedo aad “ontinia Sehlick--y algunas palabras acerca de esta situcisn 1 See se sia eo My srl oe eae. prt re Germ ociedo, sine que eo ms bles! una prescripcisn para Ia formacién de, eaunci- 3 ue fade de que se pretend Incltr en tloracione le tensformacia Ye dedceline) Sehlick stb Jeostein, Vase también ol eo Ponoroma de algunos problemas fundamentales 37 1a postvita del sentido es que ambos son to prdoeserctone sin snatid Aut poon eu lugar de dex ic dele tn pn em del campo centfice por aquclia Eictew ctas estos animezalins antimetatisiens en In inteurtén, capo cate no eousero que bays de ocepeame ex deret bar Ie mitts, sins en vod ‘semejante cost, en formar une ropinda. do, lsiewsitmmpition; oan dein tow Soncopuas do colonels expéren : tate tn tena dado de’ encmticden Srunto 0 n0 de la elencie empties el et Mi riterie de demarescion, por tanto, bade considers como nn propa parm curd o coment. Em cho fl se Toucion co apeopiads © bo lo en lm opiaiones pueden diferir; met «Sie yebi aau dunn reo de eas uations ete ue tes que Hienenciertafinatidad comin» ln vst Por supocst. oe a Cited deta fnalidad tiene: que scr, en atime insane, objeto de‘uva decision que vaya mo alla de toda angumentacion raional *, Por tonto, qurenquiers que plant tm sistema de enueefados aby sluanente Sitio irostlementevoradere', ome Salida de a cheueity es spare. quo recuanare-ls proposes que: yor’ barer pis Y lo migmo hardn quienes ven sla tone a atpnidads, up conideray reside en vu coarater do tlaldad> y ot sven yeild salen, Dineen diusion ‘ otorgar eae Sgnidad + la free tedrien maderam, en Te que tanto tas fovioust ents fo vere ln recicesion tale ourpleta bade 2h once cera mace oe orn ee Tas metap de le eiencia Ine que me reliero son otras. No tro de justifies, sin emburgoy preseatindolea como el blanco verde dora o eaeaval'd la cienely To cul seryvinninmente pare peta tir Ie corti y siguifioaia un reids on of dopintnao: pol vinta No aleanzo‘a ver mis que une sola vin para argumeatar Satan py de ns papa: Te de goa su come Cinslogicas —soltlar su fertdadyo sea, ou Poder de eucidr ls pros Blends iltora dal gooecniaaee ose eet ‘Asi pues adnito abicrtamente que para Hegar «mi : ‘ ara lagat & aie propane ame he guiade, en ima istancn, po Juiios te valor y por pred icin Ha er ae ot ae pr tyne no sprecan el rgor ligicn, sino la ibertad de dogmatiomoss para quie rumen InfapHesuiided prdcion pete ws seuten nrotoe ace Cho epnade 2 (or cima Ie note 1). *Véane tabi z sotes 46, SLY 8 del ele Tey ah sels cThe Dewepon beeen Seca come detent Camap ain yee ch por Pe, (Creo gue ate cote a ons ole eee pate interes oo sire ateocian mtuameate (el ml Open Society, WEste 9 lates de Dingler ef. note 1 del Wo ‘Tesis de 0, Sranw (Kategorienlehre, 1 Bs 38 La ligica de la investigacién cientifica mayor medida por la aventura de Ia ciensia y por los descubrimica- {os que una y otra ver nos enfrentan con cucationes faidag, que nos desafian a ensayar reepucetas pucras © insospechads El echo de que ciertos juicis de valor hayan mis propuestas 80 quicre decir que esté corneliendo el error de que he Tena a los positiists —-al de intentar el asesinato de Ta mocta Ge'por medio de nombres infamantes— Ni siquiera ego « afirm due le mctaisiea earezea de valor para Ia cicncia empiriea. Pues no fhuede negarse ques ai como ha babi ideas metafisieas que hen pcs Touma bervera al avance de la ciencia, han exiatido otra ial el Bomiomo especulativo=s que ham ayualado, ¥ ai mirgmos el asunto me siento inclinado ‘penser que. Ta mponble sin fe en algunas ideas de ona ectlativa (jy a veees, sumamente brumoses): fo enteramcnte de gorastias desde et punto de vista de Ia cioncia, y que —en esta misma medida— ‘Una ‘ver que he hecho estas advertencias, go considerando quo In primere tarea de Ia logics del conocimiento es proponer ua con- cept de ciencia empiriea con objeto de llegar # a uso Tinguistico sefftualmente algo incierto— lo nas definide posible, ya fin de trazer ua lines de demareacion clara entre la centia y las ideas meta ao —aun euando dichas ideas puedan haber favorecido el avance de Ta eiencia a lo largo de toda su historia, La EXPERIENCIA como séroD0 La tarea de formular una definicién aceptable de Ia idea de cien- cia empiriea no esti exenta de dificultades. Algunas de ellas surgen fel hecho de que tienen que existir muchos sistemas tedricos cuya estructura légica sea muy parceida a Ja del sistema aceptado en un momento determinado como sistema de la ciencia empirica En oca- Siones se describe esta situacida diciendo que existen muchisimos emundos logicamente posibles» —posiblemente un nimero infinito de 'y, con todo, so pretende que el sistema Mamado cciencia ‘ay “represente’ dnicamente un mundg: el emundo reals 0 mundo de nuestra experiencia» *. ‘Con objeto de precisar un poco més esta afirmacién, podemos dis- singuir tres requisitos que nuestra sistema teérico empirico teadrd que tatisfacer. Primera, ha de ser sintétieo, de suerte que pueda repre- Sentar un mundo no contradictorio, posible; en segundo lugar, debe Satisfacer el eriterio de demareacién (ef. los apartados 6 y 21), es decir, no seré metafisieo, sino representard un mundo de experiencia Ch también: Puan, Poststimas and reale Aussenuelt (1931), 9, Eoesre, Die Religioat der Fonchunge, co) Mein Welibitd (1984), pig, 43; td. fngh po ‘Ar Haunsy The World on 1 se It (1935), pips. 23 y sigse *Véanse, wimismoy od sparta 85 y mi Powerit a Gh el apeaice Panorama de algunos problemas fundamentales 39 posible; en tercer termina, ex menester que sea un sistema que s© Aistinga —de alguna manera— de otros sistemas semejantes por ser tl que represeate nuestro mundo de experiencia ‘Mas, jedmo ha de distinguirse el sistema que represente nuestro mundo de experiencia? He aqui In respuesta: por el hecho de que se Te ha. sometido a contraste y ha resitido las contrastaciones. Esto Aste dese ie Tem de tinge apliséndale ek metodo dedue tivo que pretendo avalisar y descr ‘Sepin este opinion, ln sexperiencian resulta ser un método dis tintive mediante el cual un sistema tebrico puede distinguiree de ‘tres: con lo cual Ta ciencia empirics se caracteriza —a no aélo por su forma Tigi, sino por su métotlo de distin Iepo, ésta es tambicn la opinion de lor inductivistas, que iatentan caraelerizar Ta eiencia empiriea por su empleo del método induetiv.) ‘Por tanter puede deseribire lu teoria del conocimiento, euye ti ‘sel anile del metodo sel proceder peculiar de Ix efencia ci Piriea, como una teoria del método empirico —une feoria de lo que formelmente ve Hama experiencia. El eriterio de demarcacién inherente a la Iogica inductiva —esto ces, el dogma positivista del significado 0 sentido [en ingl., meaning }— equivale a exigir que todos los enunciados de Ia empirica (©, todos los enunciades «con sentido») sean susceptibles de una de cisién definitiva con respect a su verdad y a su falsedad; podemos Gccir que tienen que ser vdecidibles de modo concluyentes. Esto quic- re decir que han de tener una for tanto verificarlos como falsarlos. Asi, dice Schlick enuneiado tiene que ser susceptible de verificacién concluyenten *; y Waismann escribe, ain con mayor cla ‘Si no es posible de- terminar si ua enunciado es verdadero, entonces carece enteramente de sentido: pues el sentido de un enunciado es el método de su ve- ifieacién» ‘Ahora bien; en mi opivin, no existe nada que pueda Hamarse induceién *', Por tanto, seré logicamente inadmisible la inferencia do teorias « partir de enunciados singulares que estén «verificados por Ia experiencia» (cualquiera que sea lo que esto quiera decir). Asi pues, las leor'as no son munca verificables empiricamente. Si quere- ‘mos evitar el error positivista de que nuestro eriterie de demareacion climine los sistemas tedricos de la ciencia natural *, debemos elegir Seance, Neturwisensheften 19, 1951, pig. 150. 4, Waiswann, Erkenninis 1 1930, pig. 32%, Nolin mle aqui desde Tego, a alameda eiodueeio.matemitcess lo que lego ex que ete sada que puedo lemarse nducisa en To que se denoting, eceinieator inuetvess 0 eiferencis iat Bao Losi! Syntar (1937, pigs. 321 y sig.) Cormap Ao un error (y enclounba eis rieas); y todavia avanud mis 40 La Logica de la investigacin ciemtifiea tun criterio que nos permita admitit en el dominio de la ciencia empi- rea incluso enneiados que no pucdan verificarse. Pero, ciertamente, silo ailmitiré wn sistema entre los cientificos © empiticos si es susceptible de ser cuntrasiado por la experiencia. Estas consideraciones nos sugieron vue el eriterio de dlemarcacidn ve hemos de adoptar no es el de la vevificabilidad, sino el de la falsali- lidad ile los sistemas *. Dicho dle ot modo: no exigiré que un sist ima cientifico pueda ser seleceinads, de una ¥ez para siempre. en sentido positives pero si que sea susceptible de seleceivin en un ser: tid negativo por meilio de conteastes pruchas empiricas: ha de ser posible refutar por la experiencia un s'stema cientifico empirico*. (Asi, el enunciade ellovera o no Toverd aqui matiana» no se con siderara empirieo, par el simple hecho de que no puede ser refutado mientras que a este oteo, «lloverd aqui mafianan, debe considerarsele empiric.) Pueden hacerse varias objeciones al eriterio ded acabamos We proponer. En primer legar, puede mu reacién que bien parecer fque tora sugerencia de que la ciencia que, segiin xe gulmite, nos Proporviona informaciones positivas— haya ile earacterizarse por Tisfacee una exizencia neyativa, come es la de refutabilidla, se enear mina en na ireeciOn false. Sin embargo, haré ver (en los apar- tudos 31 a 16) que esta objeciin eazece de peso, pues el voluimen de informackin pocitiva que xm enuneiade cientifiew comporta es tanto mayor ctianto mis fieil es que cheque —debide a su carie con enunciados singulare=.posibles. (No en vano Hamamos eleyess las Ieyes de La Naturulova: cuanto mas prohiben mas dicen.) Puede también hacerse de nucva wn iatenta de valver contra mi propia eritica del erileria inductivista de demace ies po ria parecer que cabe siscitar ohjeciones contra la falvabilitad como eriterio de demarcaei igo a las que yo he siecitads contra La verifieabilidad. ligieo— Touabily wad Movning. dente revonecié el hecho de que Ios leper universes no ten online oss ln sinc, st nelusn sexneistes. [Philosophy Science Povo eo su eles imutvits Fogicel Foundations of fn onaysevteante 4a que aq ericson? al fncontar gue lay yee universake tienen pesaildad cero (yas. 321) see obliga STD gS a "fn ogee ose expan de Te ena 1 pare Insnghinsls perfectimente si ellos, ee Steere ue peepenge In fabsbidad) como citer de demarcaciin, pero ne ile sem has, anermente crostini 4) be ee UEcE'A"ahgmndetscn, ad mae entepicomente. en el spurtoie 9. Por °C pure mito Cunque gram mero de refutariones de te $2) Hecte'que hoya propuest jamie Ia fokabidad como crite de sentido. La {Eid separa ew ty de eouncndar perfectanente dota de eral ly fale een dens det ensue con sent, no alder el captat #1 de mi Posters expecistonente tres encuentran Hat andlozae: poe ejemplo, en Presa. Die © je § 10 (page 15-y sig). y en Dears ave Die Definition (37 ed 1931), foes. 100 7 sig. (Cf. osm ote Tel apsrtado 4.) sone Seiy bs Ponorama.de algunos problemas fundamentales 41 Ente ataque no me alleraria. Mi propuesta esti baseda en una asimetria entre Ie veriicabilided y Ia falsabilidad: asimetria que se deriva de In forma Logica de los enunciados universales **. Pues éstos rno son jamés deductibles de enunciados singulares, pero si pueden falar en contridieeién con estos sltimos. En eonsccuencia, por medio de inferencias puramente deductivas (veliéndose del modus ‘ollens de Ia Logica clisica) es posible argdir de la verdad de eounciedos sine glares Ie felsedad de enunciados universales. Una argumentacion de fate fadole, que leva a Ja falsedad de enunciedos universales, es el finico tipo de inferencia estrictamente deductiva que se mueve, como ti dijéramor, en edireccién inductiva>: esto e5, de enunciados glares a universales. Mas grave puede parecer una tercera objeciSn. Podria decirse incluso edmitiondo la ssimetzis, sigue tendo imposible —por varias Tezonee— falar de un modo coacluyente un sistema tedric jempre cs porible encontrar ‘uaa via de escape de le fala tjemplo, mediante In introduecién ed hoe de- una hipétesis auxiliar © por eambio ad hoe de una definicign; se puede, incluso, fen incoberencia ligies, adoptar la posicidn de. nogerse a admitir cual ‘Guier experiencia falsadora, Se reconoce que los eientifieos no suelen Proveder de este modo, pero el procedimiento aludido siempre es Ii jeamente posible; y puede pretenderse que este hecho convierte en Audoso ~—por lo menos el valor Iigico del eriterio de demarca que he propuesto, Me ¥e0 obligado admitir que esta critica es j cxsito, por ell, retirar mi propuesta de adoptar la falsabi triteio de demareacion, Pues voy a proponer (en los apa Siguientes) que se carecterice el método empiric ‘precisimente aquellas vias de eludir finario oritice seiala iusistemtemente, con toda razdn, como. Iigiee- Imeate’ posible De acuerdo con mi’ propuesta, 1o que caracteriza al método empirico es su mancra de exponer a falsacién el'sistema gque ha de coatrastarse: justamente de todos los modos imagiaebles. Su meta no es salvarles la vide # los sistemas insostenibles, sino, por del problema de Hume de Ia induceiin, 0 sem el problema dela vali dex de las leyes naturales, Su rei se eneuentra en In aparente contra: ‘licelou caineate entre To que poudiie atervy le tore fundamen] dal canpifeniy “in do gus silo Ie expertencie pumde decidir soarea dle te verdad » la fasedad de Tos enuncindoscientficos— y Ia inadan spill de ls rronamienton induction, do Ta que do chen ume. Eats contradiceion surge tinieamente si ae supone quo todos Jos enuncladoscieatfices empiricos han de ser edecidibles do mode coneluyente>, esto es que, en principio, tento au verficacion come Alo ocupe shore mix a fondo de ete asin en el spartado #22 de Poseint 42. La ligica de la investigacién cientifica tu falsacin han de ser posibles. Si renunciamos a esta exigencia y ad- Imitimos como enuneiados empiricos también los que sean decidibles lateralmente, 0, mas en particular, falsables— y puedan ser contrastados mediante ensayos sistemiticos de falsacién, desaparece la contradiceién: el método de falsacion no presupone [a inferencia inductiva, sino tnicamente las transforms iones tautologicas de Ia logica deductiva, cuya validez no se pone en tela de juicio : 7. EL pRopLeMA De LA aBASe EMPiRICA® Para que la falsabilidad pueda aplicarse de algin modo como eri terio de demarcacion deben tenerse mano enuneiades singulares que pueddan servir como. premises en la inferencias fasadoras. Por tanto, Thucstvo erlterio aparece como algo que solamente desplaza’ el pro- Dlema "que nos terotrae de la euestion del eardcter erpiico de las feorfas a le del cardcter empirico de los enuaciados singelares. Pere incluso en este ease hin cooseguido algo. Pues en la price tica de la investigacion cientifica la demarcacion presenta, a yeses, lime urgencia innediata en lo. que se relieve « los sistemas teérieo tuientees que rara yer se suscitan didas acerca de la condieiéa empi ene os enuncldoy single ert que sine errors de ob Servacigns y que dan origen a enunciados singulares falsos, pero um Ennio cnt munca se encuentsa eo el trance de deseribie un enune ado singular come no empirico o metafsico. ‘Por tanto, los problemas de la ase empirica —esto es, los com ceruieatea al carder empirieo de enunciados singulares y 8 8% con {iastaclon— descmpefan un papel en la logics de le ciencia algo di- frente del representado por le meyoria de les demas problemas de flue habremos\de oeuparaos, Pues gran parte de éstos se encuentran Gn'rclacion estrecha con la prdetica de Ia investigacion, mientras que ST probleme de la bese empirica pertenece casi exclusivameste a Ia tolls del eonocimiento. Me ocaparé. de ellos, sin embargo, ya que dian Tuger a muchos puntos obscuros: Io cual ocurte, especialmente, Sin Ing velacionee entre experiencias perceptivas y nunciados bast Sox, (Llamo cenunciado bisicos 0 «proposicion Disica» a un enune SGhile que puede servir de premisa en una falsaciom empitica: breve- SEN Uicnoy ele enunciactén de un hecho singular) : Sin condiderado com Sreonncin que is experiences perepti proporcionan algo asi como una justificacion de los eaunciados bis Fret tetha mantenide que estos entnciados estin wbasados sobres tales Sipeflonclan que mediante estas ce cmenifiesia por inspeccion» a TEind do aguéllos 0 que dicha verdad se hace «patente» en las expe- Tencias mencionadas, ete. Todas estas expresiones mucstran una ten- ‘Acces de eta cuestin, éase también mi trbojo mencionsdo en ls pola 1 del spantade t,t que shore a oslolde aqui en el apendice yy, isn, mi Postscript ‘ipesilmente'aparads, Panorama de algunot problemas fundamentales 43 dencia perfectamente razonsble a subrayar Ia estrecha conexién exis: tente entre los enunciados hisicos y nuestras experiencias perceptivas. Con todo, se tenia la impresin (exacta) de que los enunciados sélo pueden justificarse légicamente mediante otros enunciados: por ello, Ja conexién entre los percepeiones y los entineiados permanecia obs: y era deserita por expresiones de anéloga obscuridad que no aclaraban nade, sino que resbalaban sobre las dificultades 0, en el mejor de los c3s0s, las sefialaban fantastaalmente con metéforas. ‘También ex este caso puede encontrarse una solucidn, segiin ereo, 4 separamos claramente Ios aspectos psicoldgicos del problema de los lgicos y metodolégicos. Hemos de distinguir, por una parte, nuestras experiencias subjetivas v auestros sentimientos de conviceién, que né pueden jamie justifiear enunciado alguno (aun cuando pueden ser ‘objeto de investigacién psicoldgica), y, por otra, las relaciones ldgicas objetivas existentes entre los diversos sistemas de enunciados cient ficos y en el interior de cada uno de ellos. En Jes apartados 25 a 30 trataremos con algin detalle los proble- ‘mas referentes a la base empiriea, Por el momento, he de volverme a el problema de la objetividad cientifica, pues los términos cob- jelivon y «subjetivos que acabo de utilizar nevesitan aclaraci 8. Ongerivinin -cienririca x convicci6N sua, Las palabras «objetivo» y esubjetivo» son términos filos gados de una pesada herencia de usos contrad des interminables y nunea concluyentes. El empleo que hago de los términos «objetivo» y eaubjetivos no ces muy distin del hantiano. Kant utiliza la palabra eobjetivo» para indicar que el conocimiento cientiico ha de ser justifieable, indepe dientemente de los caprichos de nadie: una justificacion es eobjeti va si en principio puede ser contrastada y comprendida por cualquier persona, «Si algo es valido —eseribe— para quienquiera que esté en ‘uso de azn, entonces su fundamento es objetivo y suficiente> '. ‘Ahora bier; yo mantengo que las tcorias cientificas no som nunca enteramente justificables © verificebles, pero que son, no obstante, ‘por tanto, que la ebjetividad de tos enunciados sa en el hechp de que pueden contrastarse intersub- larios y de discusioe * rue der winen Vernunt, Methodeslere, 2. Haspatiek, 3. Abechnit (22 ede ison’ 6485 trad ng. por'N. Kenr Surrn, Toaiz Crttgue'9f Pure Reason, Th ‘Pec aa of ttt ca ore 7F, be Atvanez, 1952 (42 cl): Cries dea ream pure (Sopent Hrgnings Borla Ae), Tors nest el oda epee cea die 192 delet (Th Dose oie sl eas pbs he geoeaida ete formals contretctin tntesabjetiva co meramete vo, Speco muy Lnpartate de Sew tat [coeal de la erica internation, a, dicho de tr modo, de a ea dele regcacon ffeloal mutes bor medo al debate eitco Ents iden nis geste que he" trinde Kant aplica la palabra esubjetivo» a nuestros sentimientos de con- vieeién (de mayor'o menor grado). El examen de edmo aparecen Estos es esunto de la psicologia: pueden surgir, por ejemplo, esegin eyes de la acociacion»?; tambien pueden servir razones objetives como ccausas subjetivas del juzgar»*, desde el momento en que xe flexionamos sobre ellas y nos convencemos de su congruencia. Quiz’ fue Kant el primero en darse cuenta de que la objetividad de los enunciados se encuentra en estrecha conexién con Ia construc tein de teorias —es decir, con el empleo de hipdtesis y de enuncia- los universalee—. Sélo cuando se da la recurrencia de ciertos acon ecimientos de acuerdo con reglas o regularidades —y asi suede con Jos experimentos repetibles— pueden ser contrastadas nuestras ob- servaciones por cualquiera (en principio). Ni siquiera tomamos muy fen serio. nuestras observaciones, ni las aceptamos como cientificas, hhasta que las hemos repetido y contrastado. Sélo merced a tales repe- jones podemos convencernos de qus no nos encontramos con una mera «coineidenciay aislada, sino con acontecimientos que, debido f su regularidad y reproductibilidad, son, en principio, contrastables intersubjetivamente *. ‘Todo fisico experimental conoce esos sorprendentes © inexp! bles eefectos» aparentes, que tal vez pueden, incluso, ser reproducidos en st laboratorio durante cierto tiempo, pero que finalmente desapa- peeen sin dejar rastro. Por supuesto, ningin fisico diria en tales ca- fos que habia hecho un descubrimiento cientifico (aun cuando puede intentar uma nueva puesta a punto de sus experimentos con objeto de hacer reproducible el efecto). En realidad, puede definirse el efecto fisieo cientificamente significative como aquél que cualquiera puede Feproducir con regularidad sia mas que Hevar a cabo el experiniento apropiado del modo prescrito. Ningtin fisico serio osaria publicar, en concepto de deseubrimiento cientifico, ningin «efecto oculto» (como | con ciesta extension en mi Open Sucety and its Enemies, eaptulos 29 y 24, y en ml Bort of Hatonciom, (tatuccin eatelana por P. Sevwant2, La miseria del his fovieumes Tauru Maiev 1961. (7'J}- sparta 32, se tomete 4 estudio tmbiéa en ‘Petre priln om or expo 1 thy + Ch Krith der reinen Vernun|, Trascondentale Elementarlehre, § 19 (2* ely piainn a9 tral inp par No Kase’ Surra 193%, Critique af Pare Reqs, Teas ESfdsntal Dectsine of Element, BD. (rt fsb). feces ps eine ee M6 del eT ‘CL. Kriit der reinen Vernunfe, Metholelehee, 2. uptick, 3. Abu » capitulo II, seccién 3, ‘pas me He [usd cats ity BE de que dela cjetivdad gue se ha requerido para los emu siadonsientficon se sigue chloe intereubjetivamente en cue qlee apomeat y que ban de tener, por tanto, la forme de leyes univers 0 eos. ‘Eepeeat tl deceubimiento, de modo poro cleo, por medio de su eprioepio de wuce ‘Sdn temporal de acuerdo com la ley de. cowelidads (principio que eters podia de ‘el rasianiente que hemes indieada). Yo. no. pstalo too ero estoy de scserdo em que las enunciadoy ‘Sinden, pueste que dalen ser cooaetsubiesinerebjetvament, bap de tener seme pre el eaviier de Kipseis onivenales, * ease tambica la uote *l del spsrtada 12, Panorama de algunos problemas fundamentales 45 propongo Tlemarlo) de esta indole, es decir, para cuya reproduccién ho pudiese dar instrucciones. Semejante «descubrimiento» se recheza- Tmis que de prisa por quimérico, simplemente porque las tenta- ‘2 resultados negativos*. (De ello. so sobre la euestion de si ocurren en wrincipio sean irrepetibles y sinicos ‘se trataria de una controversi absoluto acontecimientos que en no puede decidirse por la cien metati Podemos volver ahora a un aserto planteado en el apartado ante. rior: a mi tis de que una experiencia subjetiva, o un sentimiento de convieeién, nunca pueden justifiesr un enunciado cientifieo y de ‘que semejantes experiencias y convieciones no pueden desempenar en Te ciencia otro papel que el de objeto de una ind: empi (psicoldgica). Por intenso que sea un sentimiento de conv’ podré justificar un enunciado. Por tanto, puedo estar absolutame: te convencide de la verdad de ua cnuneiado, seguro de Ia evidenc ide mis percepciones, abrumado por la intensidad de mi experienci puede parecerme absurda toda duda. Pero, zaporta, acaso, todo ello Ta mas leve 1azén a la ciencia para aceptar mis enuaciados? ;Puede justificarse ningin enuneiado por el hecho de que K. R. P. esté abso Jatamente convencido de su verdad? Le dniea respuesta posible es que no, y eulquiera otra seria incompatible con In idea de Ia obje- Uvidad clentifiea, Incluso el hecho —para mi tan firmemente estable- ‘cido- de que estoy experimentando un sentimiento de conviccién, no puede aparecer en el campo dela eiencia objetiva mas que en forma Ge hipstesis psicoldgien; 1a cual, naturalmente, pide un contraste 0 comprobaciéa intersubjetivo: a partir de la conjetura de que yo ten- go cate sentiniento de convieeién, el psicdlogo puede deducir, valigo- {dose de teorias psicologicas y de otra indole, cfertas predieciones acer~ ea de mi conducta —que pueden confirmarse o refutarse mediante Contrestaciones experimentales—. Pero, desde el punto de vista epis- temologieo, carece enteramente de importancia que mi sentimiento de conviceidn haya sido fuerte o débil, que haya procedide de una im presign poderosa o incluso irresistible de certeza indudable (0 ee Ueneia»), o simplemente de una insegura sospecha: nada de todo esto lesempetia el menor papel en le cuestiin de eémo pueden justifiearse Jos enunciados cientificos. Las consideraciones det ipo que seaho de hacer no wos proporcio- “+ Bn le biliograia de In fisien se encuentran. vvis ejemplos de informes pre scotadns por livesigndars setiee abe In apariiin de. efector gue a0 podian er ‘preeidoc a valuatds yo que sitar contrateions posterior fabian fltodosnopatias, Un ejemplo muy conocido, y eeiete, exo resultado pos fr ha reltide expliesstin del eperisete de Michebon, resultado bse Mitte (1921-126) em Mount Wihen, despace de lsber rproducio al miu (ai Tae’ Mertey) el teslads negative de Micheoon. Per prsto que otras contrat, Smt anche velecron dar neultedosnepatives, cs costume considers que Ee'ieekie a ster times, y exponr lor sieervacones divergent de Mille come ‘cdebidarm caus de error desconeida. Tambicn espero 2, en especial In pow #1. 46 La Logica de la investigacisn cientifica tian, desde luego, une respuesta para el problema de la base empiriea pero, al menos, nos ayudan a caer en la cuenta de eu dificultad prise cipel. Al exigir que haya objetividad, tanto en lus enunciados havicos como en eualesquiera otros enunciados cientificos, nos privamos de todos los medios Iigicos por euyo medio puigramos haber experado reducir Ia verdad de los enunciados cientiicos a nucsiras exyericn. s. Aria mis: nos vedamos todo eonceder un range privilegiado a los enunciados que formulan experiencias, como ton los ques describes nuestras percepciones (y a los que, a veces, se llema weldusulas pro: tocolariasn): pueden aparecer en la ciencia sinicamente como enune ciados psicologicos, lo cual quiere decir como hipstesis de uo tipo cuyo nivel de contrastacin intersubjetiva no es, ciertamente, muy ele. vado (Leniendo en cuenta el estado actual de la psicelogia), Cualquiera que sea Ta respuesta que demos finalmente a la cues tiém de la base empirica, una cost tiene que quedar clara: si persis: tinios em pedir que los enunciados eiemtfices stan objetiven, entosces ‘equellos que pertenecen a le base empirica de la eleacia tienen que ser también objetivos, es decir, cantrastables intersubjetivamente, Dero Ja contrastabilidad intersubjetiva implica siempre que, a parti de los counciados que se han‘de someter a ecateaste, puedan deducirse otros también contrastables, Por tanto, st los enuavindos seas has Se ser contrastables intersubjetivamente a su vez, no puede haber enum. ciadosiiltimos en ta eiencia: no pueden existir en la eiencia enucla. dos sltimos que no puedan scr contrastados, y, en consecuencia, a guno que no pueda —en principio— ser refutado al falsar algunss de las conclusiones que sea posible deducir de el. De este modo egemos a la siguiente tesis. Los sistemas tedricos se contrastan deduciendo de ellos enunciados de un nivel de univer: salidad mis bajo; éstos, puesio que han de ser contrastables inter subjetivamente, tienen que poderse contrastar de mancra andloga asi ad infinitum. Podria pensaree que esta tesis leva a una regresin infinita, y que, Por tanto, ¢s insostenible. En el apartado 1, al criticar la indhucelSa, opuse la objeciéa de que evaria a un regces0 infinite; y puede muy Diem parecerle ahora al lector que la misma objecion’ exactamente puede invocarse contra el procedimiento de contrastacion deductive ie defiendo # mi ver. Sin embargo, no ocurse asi. El metodo deduce 0 de contrastar no puede estatuir ni justficar los enuneiados ie fe contrastan, ni se pretende que lo haga; de modo que mo hay plli sro de una regresion infinita. Pero ha de admitirse que la siteacion sobre la que sesbo do lpmar Ia atenciu —Ia contrasiabildad od see finitum y Ia ausencia de eouaciados iltimos que no necesitasen sey contrastados— crea, ciertamente, un problema, Pues es evidente que, de hecho, las contrastaciones no pueden prolougerse ail tnfenitem mis tarde © mis temprano hemos de detenernoss Sin discuttr ahora 1 problema en deta, quiero tinicamente seialar que la eireurstans de que las contrastaciones no puedan continuar indefinidamente zo choca con mi peticion de que todo cnuaciade ciewtifica sea com Panorama de algunos problemas fundamentales 47 trastable. Pues no pido que sea preciso haber contrastado realmente todo envnciado ciemifico antes de sceptarlos solo requiero que cada tino de estos enunciados sea susceptible de contrasacidn dicho de ‘otro modo: me niego a simitic Ia tsis de-que en la ciencia existan fnunciados cuys verdad hayamos de aceptar resigoadameate, por In Simple rexin de no. parecer posible —-por rezones logieas— someter- ios @ eontraste. Gt

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