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4, Cuarta etapa: La penetracién del capital internacional (1952-1970) Esta Ultima etapa se halla aia en pleno desarrollo. Lejos de hhaberse encontrado solucién a los problemas centrales, este parece cada vez més dificil; de abi que esbocemos apenas algunas de sus caraczeristicas més selientes. 1. La formacién del Estado autoritarid yy modernizador) Hsig/Wel stado| peronistd) se desercadend con ef to de Ia coyuntura que habia presidido su génesis) EI precio y la sostenida demanda de articulos alimenticios, que | fe prolongs con I quer de Core, legion brstaments as fin. Por otra pare, a puja entre las grandes potencias se de- finjSrdpdamsenes cx favog Se(Gstadoe Unidas) que cometh | aa cain del ive abla reconstitio fu pledominie Bday eps «ck eis delay ns Begerox Hates Cages sR occa cis ee dst eer pos deo ue ua Ses} Caracterfstica del periodo,de guerra Inteznamente, se asistié a 1a esintegracion del bloaue de po der de la etapa peronista y\ a la(disminucién del margen de maniobra del Estado para mantener la adhesin de Ia clase ‘brera al/pfoyecto politico de dicho bloque. La reduccién en fos benblicies del comercio de articulos alimenticios y a a crisis agricola de 1950-52 demostraron la endeblez del olexporeadon, inapan de segs sree el sacl indusi con is dvs qe genera) y bie de cididamente a los sectores 9 sue 1h oposieiba| Agotado el proceso de sustitucién, le ind — ‘sufrié n0 solo la falta de insumos y de reequipamjento’'sino también el estanca- miento de la demanda— soportar més la dble pole aes a ea 186 at 20D mulé PO cial el gum on bicieron frecipnies eoronces ios i, tas entre ef sector gbrero y la burguesfa industrial) ante los cuales al ee 19 nd pudo seguir pracicando su habitual pol tice de Eevueres ae a toda la crisis del peronismo, La ia = seo ue empezaba a sentir el peso de la if a ajo en hnuelgas) como las de los mesa- a ly fersoviaros; 1a fespuesta aa gia situa, fueron los Congresbs dela Broductividad y [os (esticsulos para disminuir el consumd, La cepresi6n a los sdctores mas combs- tivos, del movimienta obrero no le gan, sin erabargo, el apoyo del pétior propietarid; desde 1951 el zégimen suirifenfrentas ‘mientosfcon sectores militares, a los que debié bacer cada vez ads tein con la Tplesia, Esta flebilidad) ese surgimignto de los partidos de clase medial en espe- Blfalisnd, que tratando de recuperac una fisonowia {que habta perdido’ea la alianza con los conservadores comen- 26 4 combat al pecniazo oe esicones reputadss de “aprogresisas», intentada pot el Estado peronista era “ Ia sinica viable; sin cambiar el sistema, abrir las puertas a las fnversiones extranjerap para poner en ‘marcha nuevamente el crecimiento industrial) La Ley de Radicacién de Capitales y fos contratos petvoleros ceflejaban un cambio de posici6n global frente a Estados Unidos, con el que se habla perdido Ih posibilidad de negociar. Sin embargo, esta politica era difi- Glpenepraccable por un poder tan dismimido y ae vvla tan intensamente sus contredicciones. Estas, mas que el levan- tamjento militar mismo, precipitargn la caida de Perén. Er fsolacin de Jo alias polite) gue To habla sstenads fue, sin embargo, (ends lental en el donglomerado de intereses contradietorios que confluyeton en la Revolucién Libertadora, tun grupo intent, desde la presidencia, reeditar el acuerdo entre el Ejército y Ie clase obrera.t Su’posicién era débil y ya habia pasado el momento en que eso era posible. Répida- mente las distintas fracciones de la burguesia, en las que pre- dominaban os Gestoresagratios tradicionales,reeonstituyeron su dominio} contando con e! apoyo de masas que le brindaban Jos tradicinales partidos de clase media, especialmente la Jan Civica Radic aguda cr ara hacer frente # | 1 Ea sepia tna por el ppd Load ws mite Co trutl Costa 7 ef equipo. miler nacionalista iospinds por a econdmica ori pS ouxinversiones directa freeditar le tancamiento industrial, se adoptaron planes de estabilizacién monetaria, restricciones eae y redugcidn de los gastos Sel Bao, Af lopli 0 po ns la produc. aa spon ala que ee consideraba Lafuente posible Ge cvsan par a facivacidn iui para ello se toprinid “el control de cambios y Ja comercializacién oficial, y se acudié tepetidamente a devaluaciones que operaban una inmediata ttalacda de ingress al campo. Events las lnveriones ate nacionales no se adopté una politica definida, aunque el pais inggeeé al FL y af DIRE La alucién Libertadora puso cl acento en el problema poli- tie ‘epresién del movieniento populer peronist) Esta igida posicién, al tiempo que le enajenaba el apoyo de las Slases medias, provocd el endurecimlento de Ia oposicién gre ‘ial peronista, planteando claramepte el problema que per dduraria a lo les de toda i cannes fof se balleba en una CRRURD a al es nes, a Pula aa slurs tendencas 4 sfrmare'en Laquouméscs volando 4 é jets tanto ddpfovechat log mercadas ‘existented como a Controlar su ulterdbr erecimient El gobietno frondiista intent6 concretay politicamente esa posibilidad que se abria para realizar el(desarrollo de las in-! dustrias bisicas con el apoyo del capital internacional) En las Primetas etapas de su insercién en el sistema productivo na- ional, ese capital actud como reactivante de todos los niveles de Ja economia, estimulando a industrias subsidiarias de las tuevas empresas y ampliando el mercado de mano de obra y sl nivel de ocupaciéa. Se daban entonces las copdiciones pa : i volo elapoyo pal articipacié — populares ea los E| proyecto politico de Frondizi implicaba ese apoyo popular, btenido por la captscién de los votos peronistas a teavés de tun acuerdo ocasional coa los dirigentes; logrado el pades, pro- curé desarrollar las industrias bésicas, como el petrélea, le quimica y I siderurgis, con el apoyo de capitales extranjeros, 188 eee: oniendo el acento en el futeabaetasimients de Patalelamente, se esbozaba un proyecta general de zatién del aparato productivo y estatal} que adaptaria a la ‘Argentina 2 las necesidades de la nueva estructura econémica que se delineabe. Este programa, que adoptaba sacéndolas de su contexto una serie de reivindicaciones progresistas, permitié lograr a Frondiai ura base de sustentacién muy amglia, que forzosamente se fue desgastando a medida que se advertian las reales implicaciones de su programa. Reps inan Efctvanens acc del apt inal seeing | fo alaquellos Gee ible acentu las viejag contradiciones, marge totes indorsed ue babion = fn al periodo de Sistituciones) y gle resultaban ahora faeficientes) frente 3 las agrandes corooraciones; por otra parte, las uayores exigencias dde productividad 91a (alea teenihicacién influtan sobse el at Yelle empleo sfecando las postbidades de absorisn ef roapo de obra s El flujo de capitales setae si remotamente todo fol liblio ¥ Saga! mada a Ia bid’ gobierno nara negocios prestamos) Su llegeda estuvo condicionads, ademés, la rex Tezacign de una politica de estabilizaion monetazia y coaten- Gin del as pico aay adap exo scald por el reemplazo del equipo Frigerio por Alsogaray— que n0 solo Condiconabs las posibidadesretles del desatollo propuesto sino que tenia efectos iamediatos sobre los niveles de vida de las clases populares y ms En estas conioes 4 opel sedis antiga la za con apoyo obrero; el problema politico, a su ver, se agu oe hee eee eT re obrera, que exigia no sélo mejoras salariales sino la legaliza Gién de perontmo, se tradujo en medidas de lucha cal vet tds intensas; tavieron su réplica en los sucesivos plenteos del Ejército, que asumis cada ver mas decididamence el progcama de la moderaizacién y el autoritarismo, Bntre ambos, el go- biemo frondizista apenas pudo subsists ya tiempo, enfren, tando a unos con otros. La de 1962) lalimpovibilided ficial de deszotar al peronisomo en las yroasevd as caida) ese a su fracaso, el isto de Frondizi fue Gl més Icido para ‘pacer frente una serie de situaciones concrecas que planteaba la (aueva cofunnuta del desarrollo capitalists) en esa etapa histérica, Su ismo) pretendfa dar respuesta tanto al problema del estancamiento industrial a aceén de los capi- tales, sus efectos disruptivos y las profundas transformaciones 189 i necesatas para su recepeiéo, cuanto al problema politico, ea cetbado por la marginacién peronista, ue hacia casi imposible lograr el consenso de Iss clases populares para el programa de modernizaci6n. La situaciéa creada durante la. presidencia de Guido mosiré hasta dénde se habtan agudizado las contra dicciones entre la opciéa de Jas Fuerzas Armadas y la de una salida legel, El gobierno de (lid represen:é el imi intenca para salvar el siscema demosrético-representative) La UCRP. una agrupacion de clase media lo suficientemente difasa como para albergar cendencias muy diversas y con cierto respaldo popular, traté de encontrar a forma de incorporar al peronis: smo sin entzegarle el poder y realizar simoltdneamente la obra modernizadora. Fue precisamente en ese campo, en el que intenté una timida aplicacién de la doctrine de ls CEPAL, donde ms incficaz se mosts6 el radicalismo, que recibié und. times eriticas por su leatitud e ineficiencia, La reapariciéa, ea las elecciones de 1965, de la amenaza dei triunfo peronista, {que se agravaba por la radicalizacién de los métodos de lucha a partir de fas ecciones de 1964, precipie6 su caida en junio de 1966. ‘La ctisis era més profunda que Ja meta sustitucién de un Presidente, En sgn, esd fiat dl peronlano habia fe ca 3s Ios intentos politicos paca resolver el doble pro- Petia) ae ace secesaios pare adaptar a la Argeatina a las nuevas condiciones ‘readas pot el funcionamiento del capitaliemo intemnacio 4.4 ez (aula las distnts faciones dominantes co in| blogue ‘s6lido) que subordinara sus oposiciones interio- res y fuera capaz de lograr la aceptaci6n de vastos sectores de la poblaciéa, Bra claro que los gl sgl stems pol ey eater rie letter tatividad) sino que eran incapaces de alcanzar una articilacion de ese ne El nuevo orden politico debia tener en cuenta algunas carac- tergtes capecticas y novedosey dela sizvacon. a nein Ge les grandes corporaclones tivadas y del proplo Estado en la Pct edietaa teat, del coho WiralaEeee necesario frenar [as reivindicaciones salariales de los sectores Poe ere peierrajeacteclsvacrifer Hel candid! cemetery marginaba répidamente a sectores industriales antiguos, a clases medias independientes ¢ incluso a los propios sectores agroexportadores. En funcidn de esto, el (nuevo orden poli- tico debia encontrar la forma de articularse en torno del cay tulsme mogopdice internacional, feceién dominante qug. por otra parte, no tenia representecida politica 190 yo 191 sid + = pI La féllcin) mas cohezente la ofrecié Ja Revolucién Argentina, aque instald’ las Fueress Armadas en el control del jetcido y manejado por eficientes teenéeratas asimilados « fos intecses del capital monopélico)? Elfquewo orden)sedefinis como (autObtt)y 20 aun a costa de’ repetides chogues con Ta liberal, y ssumid lo funcién de organizer poliicamente a las distincas fracciones de la Duzpuesta sin pasar por la mediacién de los partidos politicos. Esta situacién, el reapeldo que le aban las Fuerzas Armadas y el hecho de no tener que some. terse periédicemente a la confrontacia electoral le permitisron defender los intereses mis genecales del sistema aun a costa de Sactificar incereses pecticulares de algunos seciores especial pent eg, como ol eporader, Medace us jugo cop: binado de(represién y sgborno alos secoses més prvilegiacos le ami os aunt pe Daz ¢ incluso pensar en el apoyo de ese Sector para la tarea fandamental? i ees Congelada la situacién politica autoritariamente, la tatea fua- ddementel consistig en realizar las profundas transformaciones necgsatias pace laftbrey eicna accion del capital internacional} El plan de Kriegel Vasena)cortinuado por sus sucesores, puso cl Scena en Ja estebilidad monetacia 9 leeontenci6n de la indlucigah cl es lamiento de los salario} Ia geduccidn del ‘gasto pidblico Is fracionalizacién adminiserstiva y) la clabora- in de todos los nstrumentos legales para la libre accicn de las iaversiones exiranjerai.* x, 2 NORMAS af 2. La aceidn de las invefsiones extranjeras (Desde 1953 el Estado adopté sucesivas poltticas que tendfan cstioular y regular Ia entcada de capitales internacionales| La ey de Radicas 953} propicis las fin : enas dirigidas a actividades miheras e indastriale 2 La relacién ent el estado autoritaro y el capitalise money fa sido exerlestementeanalade por F. Cardoso y . Facto, deneie'y deserollo en Aoeériea latina, Médeo, 1969, ca. VI. SEL 29 de muyo de 1969, cuando ocx el cordobuzon, es ex muchos fered ne pe de te net, Sands expe ites Ste tabalo. ‘Pare un ands ggudo del Plan Keicger Vatens, vése Oscar Beau, By opicie wempotae «pote, Haram Atay ita et cstableiendo restrcciones para el giro de as tldads 0 d g a SRSRYSSRRIISR |S rendimiento del capital, al tiempo que sancionaba ua régimen 4 | RGSPaaaaSheos de promecién fndustrial)que beneficiaba con exenciones espe- = 18 BESGESESSE RSS _ ciales ‘a algunas actividddes. Las restricciones desaparecieron 3 Raaeersnsnas | & a 1955, al eliminarse el contsol de cambios, y el nuevo régi- 5 Slee men legal establecido en 1958 autorizé la libre teansferencia 3 ; de utilidades y capitales, reiterando las exenciones especiales fe poe tngeer ost = para la promociéa de industrias bésicas. Estas medidas se com me | 0) HSRRARRSERRSE| g plementaron con Iss garantias a las inversiones, que a partir 3 as de 1963 gozaron de una real extratersitorialidad, y otros estt- | 3 3 smulos diversos que fueron acompaiados por una constante | cs fo Sev eet | basqueda de inversores en Estados Unidos 0 Europa,” = | oz ARSSASSR | 2 Esty medias que representaban un giro completo de la 4 EB Thildgendaaae | 9 tuacién hasta entoaces vigente, promovigron importantes in = |4z BEE A versiones exteriores,* especialmente de (Estados Unidos) que AGRA] E tn 1965 habia provisto mds del 50 % de las radicaciones de Sa & xpi eles nly tos der fon "Las nersions, se 2 attatdas por las franquicias especiales y por el mercedo que z mnvessss| 2 sees sl pears ct eeceae ee] of iii 2/3. de yn feducido mimero de grandes ‘corporaciones monops- ao ae lieas} qe se orientaron bésicamente a, lafinversin industriel 3s 3 diretta y a la extraccién petrolers, acen! Ja tendencia) Li agsaage| 72 posterior a la crisis del tre;nta @e abandonar las inversiones Bee)2e| | RRSSESN| E. n infaesrieniea yilos préstams al Estado)® El desing de — go] ga]! i111 1SEKESER] ab j [as mismas fue fundamentalmente la petroquimiad) nfnduseds | | +, S| An Ssaeceg| 35 | atomotri) la Gideruegia yle glectedhiesl sectores bésicos que | sO ae a | dirigian ¢] crecimiento industrial y cuyo' desarrollo permitirfa \ WVEK SOMES SS ¥ muperar el estancamiento del proceso de sust{tucién, aS ae | Gis Re sclncicnsben sino. auc Sala 88) ol iitiiieessas| fe wala lencia que el sector industsial tenfa con ef ga nals sector extemnd En efecto, si bien las inversiones representaban as re ‘BH aporte Posttivo en el momento de su ingreso, la remesa de is as utilidades y la posibilidad de girar los capitales libremente S=| 2|sasacacsgasaz| 23 crearon rdpidamente serios problemas en la balanza de pagos. An) PARSSSHSRSE SEA | Ye Las xportacionessiguieton siendo ri factor clave; fine eo| =| RSSRRERSARRSS | ge 80, cl agro demostré ser incapaz de suministrar las divisas 33 PSRROSAMNA ISS | 3B netesarias: la supresién del control de cambios, el sostén de e§) 3) °s58 Bin los precios en los perfodos de baja y las repetidas devaloaco. zi sae 3 Contest O, Alig, He Sincamasts y J, Soueuil, clo ine is |; 3 | seerannacanne (SE ‘neatos de promocin indostal en in pontgcerm, DesarPllo Econ Pat ta ReSe ‘co, Buenos Aires, n° 21-77. = Sta Nerd 42 i ats yen eee S3| 2 | SARRRREREEERE [PEs i) 192 el 193 ‘Cuadro 51. Inversiones segin paises de origen, 1958-65 (por- cents, euseseess 06 Avstia FFondos argentinos externos Tout 1000 Fucnies Argentina eonbica 9 Financiere, OECEL, Buenos Aires, 1966, take por G. Manotel Las iversines extranet en lx Argentin, Bue. ‘pow Aizes, 1989, pig. 107 bs, cue repeiebia traslado qutomético de nr al ee = Pea eee as Cuadro 32. Inversiones extranjeras privadas, 1955-59. =e a (mils: Valores merce, Beige Estados Otot ‘Ato deddlaes) piblicos “owes.” Unido Unidos _pafses Ain © dechinns)) ribbons, foot Usito Velde ee scsi 02 Ae BF ioe las) BRR HRD i 7p 0a RT RB ie ls «0298 SS 488 139 tata Patan eee Fuente: OEGEL, op. a 194 ciones de ‘dUstialed—ana salida glternativa cuan- ees con lay bbatketes arancelaiad\ievantadas por nidos | ‘Las inversiones extrdajeras aceatuaron Ia dependencia general Gil sister nacional, qe io sensblementedisminuigae sus fronteras frente a Jos centros mundiales. En el exterior se con- centraban parte de los beneficigs, mientrag que el remanente se reinvertia internamente. I ependencid no pasa ahora por pei! al sistema politico sino que (evinstel en In pfopia estructura rodetva que glopta las pas de fnctonamient dl site x. ‘ma international wee (Cuadea 33, Dirtribucién de lat inversiones de Extados Unidos en la Argentina, 1956-65 (millones de délares) (1) Towersones (2) Reinversiones Naw Oe vane MERE ‘Totales fae petsied, Manwe petsdes, "et _ Aso facrura "ous facura “omas” (1) (2) General 6ST eee ys a ae IF Sevag tt ® Cieezh aie te 35 ri ae 4 i Eat 49 ag 0 de 93 tel Ae eS aegoe Pty mee at May 3 3% 16 A961 we 9 Sees SIN 49. 19652 1s Tecate eehTe. SUAS 96 (52 Lae Terankit aeupity 2A eae aT Be eee ss oe 19a 92 dp Pe aga 2 Gian ve 1 Ras 100 3328S Fuente; Informe expecial de Juliin Delgado, con dator excaidor del egartanent de Gmcco de Estados Unde: sfador el deat a la Arazntinsy, Primera Plana, Buenos Altes, a° 287, 9 de setembre do 1968, pig. 36, capital norteamericano se ubica en\aquellos sectores claves fie) por'eadinamisnio, disigen el at ESE sos sectores adoptan ao solo {os capitales sino ef financiamiento, Jos circuitos de comercializacién, la tecnologia y las formas de cngunizacion. empressrial moderna propias de lov sistemas cegtrales. Esa adopcién implics gaan el mercado inter- Sajna sie 2 eros de co . ‘np solo. se. trata = of sino de’ (produetivided) la 195 st a3 ene

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