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La Introduccién a {a (6gica format pretende ofrecer unos fundamentos de légica que, sin ceder en su rigor técnico, tienen una finalidad marcadamente didactica, acentuada can la incarporacién de un capitulo de ejercicios resueltos al final de la obra. Al analizar con detalle los problemas filoséficos suscitados por las investigaciones mas recientes, la obra rompe el tono criptico y cabalistico de los manuates que consideran la légica como un juego cerrado, De afiadidura, la claridad expositiva y el talento literario del autor logran la dificil meta de que los temas propios de la légica resulten atrayentes y aun divertidos. Alfredo Deafio (1944-1978) fue profesor de Filosofia en la Universidad ‘Auténoma de Madrid. El libro universitario formal i6n a la l6 10n a Alfredo Deaiio Introducc id légica Alfredo Deafio Introduccion a la logica formal Filosofia y Pensamiento Manuales / Filosofia y Pensamiento Alfredo Deano Introduccion a la logica formal El libro universitario Alianza Editorial Primera ediion en «/lianaa Universidad Textosy: 1974 Primera edicién en «Manuales 1999 Senta reimpresion: 2009 Resa ods oe devshos leone de eta obra st pti por a Ly, gv entice sens de pri yo ml, adem es enespondienes neon poe des pecs argues eprode, apo, dinyownocomniaen iinet ese 0 eae fn cr lie, aia 0 cot, o a wansorac,neretién 0 etic asia finde ea csi pe de sports 0 somaniad a ravés d cq mais a prcetiva storia (© Harder de Aledo Deaio (© Alana Edo SA, Madi 1974, 1975, 197, 1978, 1980, 1981, 1983, 1935, 1986, 1988, 1969, 1990, 1952, 1983, 1994, 1995, 1996, 199,200, 2072, 203, 2005, 2007, 200 Calle Hu Inacio Loca de Tena, 5; 28027 Maid tele. 91 393 $888, wor alates ISBN: 9154-206 8681-2 Depésto eal Mf, 24732-2009 Fotccmposcin¢ipresion era 5. Parque todas Ls Monjas> 28450 Toren de Aro (Madd) Pred in Spain “S[QUUERE RECIBIR:NFORS(ACION PERODICA SOBRE LAS NOVEDADESOEALIANZA EDITORIAL, ENVIE UN CORREO ELECTRONGO SLA DIRECCION: atsazneditorial@anaya.es Amis padres y hermanos, @ Mercedes, a Javier Mu querza ya Suan A. del Val italia INDICE Nota preliminar Prélogo 2eeecce. ‘Nota al yolumen 2 Capitulo I. Primecos conceptos engl us sos Leap) ealengje ‘Sionels Sombie f pape Lateline cleo ‘Bibiosrat Capitulo Tl La légica de enunciados 1 Noviores Bsus Bruneadesy cnet. Vera ons de trdad Lesgaadn Lecanpiin Ta dupa ‘leondclona! ‘contol 2 Laligca de enugcindos come sistema sxiomitco Sinbtizcin y frat El sctome PM 4 awsen guguaReense 10_nsucin aa pea forma Desucon de toromas igi pars y Weer aplcada 5 Lalbeics decnuncads como sama de els deinen Erraronomino aati eyes» reals Deducsibn axioms) deducdn mare Bioditedeladedacein nana! 4 Epilom. Capitulo IIL. La logica de predicados de primer orden . Necione sis 2 Tnrodueise race ls Wt de praia Notre y prods Preticades monies y pedicles roles Leroturlese dels preiados Cia ceror enatods mires Tot eaontfeadores lg yf mundo igi de primer onde igi orden mperin 1) Laloges de precicados meneicos Las ctr moles bao fe mids Problema de adsl “Arduino y andi pega ces de i ogc prec ments ‘Lepesde gen de predleados mons 6) Lidge de os predicados polities Exponisin de mois Prohomas de eouenatiae Protedinince de des on pica de peices pes “eye de a gia de prediadoe aliens ‘A gu laron gic erelacioes. Went canteatres numérico} scipeiones EX polendo se erdas Guamiesderes nro Desericones 2 Ll de paceados como stems de regs de irene eso dew ton ‘Preoeacn de os rss alae ‘aighde primer eden como cel de deci aa Capitulo TV. Mas alla de este ibeo 1 La gine preczator de onferexeror 2 La maton 5 Lae igas lomada’ spo tisicss 4 Ligie lings y pscloga 5 apance: Logis format y Fotos Aptodice. Ejercicios de deduosion .........+ 1 Protemas 2 Slucones in sy 1 bh i rr 12 66 13 ms iB mB 1 i 1% 18 1 1 16 i be 26 2S Bs mn 2 2 a us 2 a 23 2s m mn a NOTA PRELIMINAR Entre los miltiples proyectos que Alfredo Deafio de pendientes al tori, se enoventra la revision completa de esta nueva edicion conjanta de los dos volimenes de vn Iniroduceidn a la Légica, que ha debido ser reconstruida aproximadamente por sus amigos patti de materiales disperses. Las modificaciones mis importantes que Alfedo Dea tela pensadas afectan a los ejercicios, que aparecen ahora considerablemente aumentados yy reunidos en el Apénice nal, y l capitulo ante ttulado «Perspectivasy Los temas tratados en éste deberian aparecer ampliados y reorganizedos cn el nuevo Capitulo IV, «Mas alla de este libro», Por deseracia, su trabajo quedé inconsluso 9, siendo el fruto de sus idees sobre Ios tltimos desarrotios de fa Tégica en campos atin fluidos, ¢9 itteconstruible. Los ‘materials utilizados para teeminar de algin modo el capitulo son dema- siado vigios, dado que en los iiltimos tiempor Aired Deaiio habia Aedicado mucha atencion a la lbgicas no-lisicas, por fo que tenia: muchas cosas nuevas que devi. Aun pretendiendo ofrecer «narrativamentey una ssracterizacion breve y pedagigica de esas Logics, es evidente que no se reducia a presentar un catélogo, sino que se esforzaba por ballar unos caiterios para organizar y clarificar esas divergencias y cotplementos de la 16gica normaly, En cuanto al sitimo apartado —. Pensaba que era muy importante sefalar eso y no se cexplicaba muy bien cbmo se le habia olvidado decirlo en Ia primera edicion La inmersién en los problemas actuales de la Ioeica, especialmente el desarrollo de nuevas logicas suscitadas por problemas externos, debia ‘producirseen el capitulo TV inacabado, y para ello consideraba necesario introducir bistorieamente los problemas que tratan de solucionar. Finalmente, deseabe extender su lista iniial de agradecimientos a per- sonas come José Ferrater Mora, José Luis Zofio y Jess Hernindez, entre otros que no menciona Madrid, 1998 Carlos Solis {(Asadido en la sogunds edicidn.) En esta nueva edicion se ha corregido un error de las anteriores. Elsistema de deduccidn natural uilizaba una ‘egla de clininacién y otra de introduccion para cada conectve. El problema planteado con ello era que si bien en ese sistema, con tas reglas de troduccion y eliminaci6n de fa (simple) negaciGn, se puede obtener la de introduceién de la doble negacion, no se puede obtener la de eliminaciGn de Ta doble negacidn, de tan frecuente uso en las reducciones al absurdo. (Aa inversa, con la cegla de eliminacién de la (doble} negacién se puede obtener la de eliminacion de simple negacién, conocida como ex contra. dictione quodlibet.) El deseo de maxima esimplicidad> y simetrfa en las ‘eglas primfivas da lugar 2 un sistema intuicionista incapaz de generar cl sistema clésico, como seria de desear en una obra introductori, inclu- yendo, vg, las replas de De Morgan. La situacién podria resolverse aia- ‘iendo como primitiva la regla correspondiente al principio de tercio fexcluso, para derivar luego con su ayuda la regla de doble negacién. Ha parecico, sin embargo, mis econdmico sustitvir la antigna regia primitiva de eliminaciGn de la (simple) negacién por la de climinacién de Ja (doble) negacién, rompiendo asi [a simetria con la de introduccién de la (imple) negacién, aunque obteniendo a cambio la doble regla de contraposiden del condicional y, con ella, la antigua regla primitiva de climinacion de la (simple) nepacidn. El resto de las demostraciones se ha corregido do acuerdo con ello] Jos autares a rematar los prOlogos de los libros mostrando ihiento hacia todos aquellos que de un modo u otro hen ‘que el libro se escribiera. Nosotros terminaremos también (de ese modo. Vamos a empezar, sin embargo, dedieando un Jos enemigos: si los amigos hen hecho posible este libro, *primeros debemos algunas de fos manifestaciones mas ivitantes jaevezregocijantes acerea de la ciencia que con este iro empezattos . Han dado en pensar que fa Iain formal es una especie de ‘Mercantil del intelecto: asi como éste no seria otra cosa que la cs de determinados procesos esonOmicos que tienen lugar capitalista y que desaparecerin con ésta, asi también la titra In regulacibn formal de los procesos de pensamiento sarrollan en las mentes positivistas, La l6sica formal —bgica ietite administrado— ha de ser, como el capitalismo, superads. sible ocuparse aqui en detalles de anslizar esta idea, si es que fet se trata. Una de dos: 0 es que hay que postalar fa extn ante bipotesis de que son dos los tipos de cerebro humano —cerebros enndosconconexionesneuonales ee cari eco astorepresivo seaer ts ‘rilgo pene sl volunes I de le Fnoaducn « Wt Usien formal gue dels apts Ty dea obra atta 6 36_Intoccin aa lgia orma comportamiento daria perfecta cuenta Ia Logica formal, y (fase superior en fa evolueidn) cerebros libres, de neuroma fil, cerebros bravos capaces de desconcertantes conexiones, cerebros, en suma, dialécticos», entre comillas—; 0, por tosco que parezca, es que lo que se presenta como avanzada de la reflexion filosofica no constituye en muchos casos mas ue el retorno a formas primitivas de pensamiento. La logica ~en cuanto tal, ¢ independientemente de los usos que de ella se bayan hecho 0 pretendan hacerse— es solamente una ciencia; ni administra ni prescribe. Se limita a presentarformalizadamente las leyes a las que la mente humana, seatiene cuando se aplica a razonar. Por «medievales» entendemos, no los légicos de le Edad Media —a muchos de los cuales se deben espléndidas contribuciones al desarrollo de esta ciencia—, sino aquellos para quienes la logica formal se reduce ale pica que sc imparte en nuestra Ensefanza Media, Es una «logica» {que parece eserita por un precursor de Arist6teles no demasiado agudo, ‘Tampoco merece la pena que nos oeupemos de ella. La historis marcha en su contra, Certo que Ia actitud, envarada y esotériea, de muchos lgicos for males ha fayorecido bien poco la generalizaciOn del interés por esta disciplina, Persuadidos del carécter autosuficiente de su ciencia, se consu~ rmenen la contemplacion de su «pureza cistalina», como diria Witgenstein, ‘no queriendo que su cienci se contamine, la enrarecen. Parecen olvidar {ue Ia proposicién «Todo lo que no es fermalizable no esti en el mundo» es falsa, Nada de todo esto ha hecho a Ja lbgica perder sn importancia, Ella y la matemitica son ciencias que penetcan todas las demas ciencias Ella, tanto © mis que otras ciencias, nutre de problemas a la flosofa No es sélo, por tanto, la cundidad Glosdfica de su estudio: es también Ja universaidad de su aplicacion, a inevitabilidad de su presencia, lo que nos a hace, mas ain que interesante, necesaria, La logice es, a la vez, capacidad de anilisisy posibildad de ironia Alemprender la edaccion de este libro perseguiamos varios objetivas, Confesaremos tres: hacer vn libro claro; hacer un libro irSnico; hacer un libro claro e irdnico sin mengua del rigor. Con otras palabras: hacer tun libro til y no demasiado aburrido, pero un Iibro serio. Un libro smediance el cual pueda quien lo desee iniciarse seria y ficilmente en la \6gica formal Demasiado ficilmente, ha de decir alguno, Demasiadas paginas slo para exponer la lésica de enunciados. Demasiadas concesiones en la presentacion de tema tan elemental En cuanto a lo primero, nuestra experiencia docente en Facultades espaolas de Filosofia nos dice que nunca es demasiado ficil una intro- duceion a ta Iogiea: que es demasiado facil exponer la légica abrupta- préiogo 11 mente, y bestante dificil hacer comprender cual es ef lugar —abstracto Jugar— que la lbgica ocupa. Hemos ensefiado logica a alummos de Ia especialidad de Filosofia y a alumnos de la especialidad de Psicologia. Los primers nos han obligido a intentar preciser Ia funcién de la Jogica come instrumento de la reflexion filosofca, A los segundos hemos de agradeceles el que, 2 través de su desconfianza respecto de le utilidad de la logica para la psicologia, nos hayan forzado a buscar lo formal en lo conereto, 2 ventilar la Iogica poniéndola en contacto con al estudio empirioo de nuestros procesos intelectuales. En unos y en olros —es decir, en pesonas que cn virtud de los planes de estudio vigentes se han visto privacas de conocimientos matemiitions, o han huido de ellos— estéelorigen de este libro. Libro que, sin embargo, no se drige sdlo a los alumoos: también, y en la misma medida, a todos aquellos lectores que simplemente quieran iniciarse, con muchas failidades y un cierto sentido del humor, en éste que el fascinante Lewis Carrol califiod de «arte fascinanter ‘Tampoco faltarin quienes nos acusen de habernos demorado en la ligica de enumciados, de haber dedicado todo un volumen al cileulo Jgico mis elemental. Pero es que si para un légico avezado Ia Iégica ‘de enunciados no reviste especial interés tebrico, especial interés didéctio revste para el principuante en logica. Manejando ese caleulo sencllo y ‘sdomésticor podri adiestrarse para empresas logicas de mayor aleance. Podria, or iltimo, reprocharsenos el haber introducido, en la expo- sicion de cenceptos y téenicas tan poco complicados, demasiadas expli- caciones, el habernos repetido tanto. También aqui hemos de cecurrir a las enseenzas de nuestra profesion de ensefiante. Volver atcis, cepetir lo ya dicho muchas veoes, ha sido, para el alumno, una necesidad, y, para nosotros, un motivo de impaciencia, Cierto que, tratindose de’ un fexto eserite, Ia dificulted se mitign, Le bastaria al lector interesado con volver a paginas anteriores. Pero hemos preferido ahorrarle ese esfuerzo haciendo ncsotros el de recordarle Io necesario en el momento oportuno. Son ya muchos Ios libros de 16gica publicados. Muchos también los traducidos al castellano. ¥ son tes los escrtos recientemente en nuestra lengua; los de Manuel Sacrstén*, Jesis Mosteria** y Manuel Garrido**. Suponemos que la afirmacion de que todas estas obras y, en especial, las tes iltimas, hacen superfluo este libro seré tomada como afirmacién retérica. Noes retro el reconocimiento de nuestra deuda con todas elas [Liegads la hora de los agradecimientos, he de mencionar el que debo al Departamento de Filosofia de la Universidad Auténoma de Madrid, + Traci alga yl andl forms. Barelona, Eons Ari, 1964 s+ Ligic de prime orden. Bareona, Edcones Ai, 1970 se Logis since Volumen I Maéri, Boor Toeno, 97%; guns eipee sion revisoa, i977 18 _inrocuosén (a lpea foal ae, construido por el profesor Carlos Paris, y al equipo de trabajo que en el1.C. E, de esa misma Universidad y bajo la dicecciSn de Juan A. del Val, esacroll, mientras pudo, el proyecto de investigacion 22 Gustavo Bueno, en la Facultad de Filosofia y Letras de Ia Universidad de Oviedo, en 1961, meinici6 traumiticamente en ls légica formal, y en otras muchas cosas. ‘Numerosos amigos —por orden alfabético, Pilar Castillo, Vidal Peta, Carlos Pieta, Javier Pradera, Vietor Sanchez de Zavala, Carlos Solis, Pilar Soto, Juan A. del Val, ete.— han seguido con un interés totalmente desprovisto de justificacion la gestacidn deeste libro, llegando algunos ineli- so a leer partes de él. Que lo escribiéramos fue idea de Javier Muguerza. No por eso, sin embargo, ha de considerarsele culpable. [Los alumnos que han venido escuchindonos tres veces por semana ‘en los titimos tiempos son, ya lo hemos dicho, la verdadera razon de ue este libro exista, y, aunque no pensamos oblizarles a que lo adquieran, tsperamos que su ekistencia sea na raz6n para que, en medio de otras (areas mas urgentes, dediquen algin momento al estudio de la légica, ‘Siendo la especialidad de Meroades Cabrera la historia contemporiinea de Espatia, no puede decirse que la ayuda por ella prestada haya sido e orden técnica. Madrid, 6 de septiembre de 1973. ALFREDO DEANO NOTA A LA SEGUNDA EDICION* [Nos hemos lmitado a cortepir las eratas, errors ¢ inconveniencas aque hemos podio encontrar, asi como a itentar mejorar I prsentacin el texto Mads, 5 de abel de 1975 AD. 7 Se rate dea 24 edicién ol Yolen | NOTA AL VOLUMEN 2 Esto libro constituye In continuacida de Ia Tnerndaccién w hs iyi formal (1. La ligica de emunciodos) publicada en esta misma Coleccién** Yy recientemente reeditada. Esta sopunda entrega consta, como puede verse por el Indise, de dos partes. La primera —y mis larga, con muicho— contiene uni iniciacién —facilitada con ejemplos numerosos yreiteraciones constantes— a la lGgica elemental de predicados en toda su extensién, y se completa con un capitulo de ejercicios. La Segunda Parte se ‘compone de un capitulo ttulado «Perspectivas» y de una breve Bibliogra- fia. Por fo que hace al primero, se trata —dicho sea en el estilo de algunos de nuestros ensayistas— de un «capitulo alfgizar, cuyo propésito nO es otro que el de asomer at lector a los miltiples y variados desarrollos que —mis all de lo expuesto en esta obsa— esta Ja légica formal experimentando, En cuanto a la Bibliografia, ya se ha dicho en el ugar oportano que se trata tan s6lo de una minima seleccion de textos, guiads en muchas ocasiones por las puras preferencias personales dol Autor, y limitada, en otras, por ef casi insuperable hastio que le produce onfeccionar listas de publicaciones. Con todo, es de esperar que esa telacién de libros surta sus eleetos: el efecto, sobre todo, de estimular a leer mis —y, desde Iuego, mejores— cosas sobre logica Este segindo volumen es deliberadamente escucto (no, por supuesto, fn el estilo, sino en el contenido). Quedan, sin duda, muchos temas por twatar, 0 por tratar mis detenidamente, Hemos creido, sin embargo, que + Esta ots perisee al Volumes 1 de bs tauducin a Ja gle format ue ‘onsaa aprosimadameate de los eile 1, 1V y Apéncive def ob asus. > Abana Users, 2? 8. 29_tnrocucion a lic formal era cosa de tratarlos de otto modo, No de modo introductorio, resignada- ‘mente didéctico, sino de manera problemmitica, no codificada, mis acorde ‘con el varicterabierto de esas cuestiones que aqut apenas hemos bordeado, pero algunas de las cusles nos proponemos afontar en otro lugar y en ‘otro tono.* Las consideraciones generales que haciamos en el Pr6logo al Volumen I —y que presentaban a la 1dgica formal terciando entre, de una parte, el oscurantismo y la flojera pseudo-progresista, y, de otra paste, eatre la sgaseose especulacion gratuita y la pobre astringencia formalists— siguen, siendo vilidas agui, Los agradecimientos, también, aunque habria que ‘multiplicaris en nimero e intensidad. Madrid, 19 de julio de 1975 Alfredo Deafo, Urn tratamiento mis‘dtsnido de cas otras cuntonespuode verse ca A, Dea, ‘Ls coreploes de ie, Madi, Taunus Edison, 198. Capitulo I PRIMEROS CONCEPTOS Bl lenguafe ysus usos La lingistica cientifiea nos ha acostumbrado a saber que nucstras posibilidades de uso del lenguaje son propiamente infinitas. En efecto: el dominio de wna lengua consiste esencialmente en la capacidad de recrearla constantemente produciendo de continuo oraciones nuevas (¥ n0 sblo «frases hechas»), A su vez, esas infnitas oraciones nuevas pueden emunciarse en infinitos contextos distintos. Nos servimos del lenguaje! para los menesteres més diversos: para hacer preguntas, para elevar siplcas, pura dar Grdenes, para proferir insultos, para expresar descos, Y también, a veces, para formular afirmaciones acerca de los objetos, es deci, para enunciar hechos o describir situaciones * © tal ve, on oto sentido, sve de msotes, 7 nosotros somos press de. Respcdemos por uns pars a tHempty Dumpty el pesonye de Lewis Carol (A rads de spi, cap. VI) yes aropanes aniestasones,propas de wn sefior del lenge “Cuando yo 880 uns palaens — jo Humpty Dumpty en un tno ms Nea dendehonn tena palabra igs enatamente To que 90 quiero goe sng Nims ni meno fla even eds do Als an a usted de hacer que las palabras sigenquen tants cosas diferentes.» a eaatida etis —dijo Humpty Durnpty— wen quléa es ol que mands Eso er tod» so recordems tambien os soos que aa dicho queel domire —y, eminent, 1 hombre rf ett prsionero en Las dbs det lengua, ev or el leagues (Neusche, Were, Ted. Shlecta, pir 189 y 790, wmbeuado por & (Witensten, Prilsoptiche Unertachangen 2? 109, a 22_tnrocucién ala ics fos Ee ee ee -xesdaidecao-falsa, desi. ‘no_un estado de cosas que de hecho ta? Ot-tntncabe deci dei etclamaaga 6 ae uma splice, por ejemplo. Las preguntas, las ordenes o las siplicas no-tiensn valor de-verdad. Silo tienen en cambio, y necesariamente, las afirmuviones que octwcra aia eee ccres ower neancer dd moos ogee, ita ee pascanseat es aeaie aes See th diots tee Gane ain habe fe uueiatia () berm go doled spomatee, tae elo Rigcgey once faa ere ee rate acer eee eal tares Vale ale tee eeseeras oeraee ccee ee ame Tee Shea fea seeraoae ae eee Fale Sia sina ese tea weed ice eer aie ea er paees eects gear AGy Gave ee tipo de discursage le llama también enunciativo,declarativo, representativo, indicative, descriptivo, asertbrico, aseverstiva, ete. Serer Grigori Sarma se comin om ux monn sts ‘Traduzcamos esa oracion, eserita en castellano, a algunas otras lenguas: Gregor Sansa ht sic nein unsheurchnInsektencerwselt (Gregorian Soma it mano insite comers Grevory Sansa became a mons ne Gregor Sanat ranma sp morta et (Grego Sas ransom an moss Isto He ahi seis oraciones, Seis oraciones que som distintas, porque son seis dlistintas manchas sobre el papel y a ln vez seis manchas distintas sobre papel. Y, sin embargo, en un sentido muy claro esas seis oraciones ‘dicen lo mismo», Con otras palabras: esas seis oraciones distintas enuncian una misea propesicién wunciamos.proposicionss._ Al-peoducto de ese acto lingliistico le lamamos ‘enunciado’. Al hablar > Porjempl. i pegurta—cirtamente enna 1jPor qué quien sma mencajtusca sesdad ino qu use dich (Chaco Rodgue, Alans y Condon) uo ese cant ta, 1 vededera ti fs auzgue s puede edo le aGrmacién a ls que cab traduci ‘ods fos que ass busca dicha no vtdeds Shor repos 3m espe de excaacién como «A mi, tn. eg, blame dl Sinado Fractias Reals. L. Borys, Hombre dr la equino rouse) prolema dele endady ia faedad no sags. Y,jqvitn se praia bac el métdo' de vericacin de on expen como vPro cxpkempairdae to danas (Pablo Nered, Ls ort sean. opp merpretaon, 168 331727, Primers concectos 23 ene eae lando conjuntamente de una oracién GETS proposiiin que en ella se expresa, Y ast diremos, por ejemplo, (ue ef enunciado “Gregorio Sainia se volvié insecto’ es verdadero Lenguaje y metalenguaje «¢Un famoso poeta es menos inventor que descubrider, dijo Averroes, scribe Jorge Luis Borges*. Dice Hipélito en sv obra Refutatio omnium haereseum": «la frase ‘el bien y el mal son uno" fue escrita por Heréclito»® Es verdad que Valle-Inclin ha escrito: «A bordo de la Dalla, lo {_ recuerdo con orgllo,aesiné a sir Roberto Yones»?. ‘Qué tienen en comin las tres afirmaciones que acabamos de bacsr? Ciertamentemr-et mas empedernido defensor de la idea de que todo esti relacionado con todo se atreveri a decir que los tres textos bablan del mismo asunto, 0 que en ellos se menciona a las mismas personas Y, pese a ello, es innegable que tienen algo en comin (ademis de su artificiosidad), Lo que tienen en comin es que en todos ellos se da lo que pudieramos lamar una vestatifcacion del Tenguajers en todos ellos Cabs Soeur Te Pree Ge UMtaioe Place Te Tape En cleo, Hay, ex primer Iogat, en cada uno ée ellos, una frase —‘Un famoso poeta es ‘meROF HERIOT que descubridor, "El bien y el mal son uno’, ‘A bordo de Ja Dalila, Io recuerdo con crguilo, asesiné sie Roberto Yones, respectivamente— que se refiee, 0 pretende referirse, a Ja realidad extra” lingistca, al mundo; Enconiramos en segundo irmino, unas expr Aigo Averross, Tue eserita por Herdclit” y ‘Valle-ndlan ha escrito” ‘que no se refieren a una realidad jena al lengusje —el mal, los poeta, siPRoberio Yones— sino alas frases antes citadas. Son, pues, expresiones que-no se refieren propiamente al mundo, sino a otras expresiones. No hhablan del mundo, sino de elgo que se ha dicho acsrea del mundo Y estén, por iltimo, otras tres oraciones —escribe Jorge Luis Borges, “Gice HipdTio"y es verdad? que se refieren, no a los objetos, ni siquiera “Al menos ena fxn —no tan tic, depts de todo de Kat, + Ens lato Lo bree de Aver. Grog Cao, funds de tei de conjuntog, penta como buen patnico, que no ess nventando naa, Pre ontario, cbusrata 40 are pareide 2M deur ntario qu levantars gen de In exiencia do Ube dled read o este, ln efor consntos. os popsdades y elas. Incso samba AMiomncones la prennts de Averoes 9 I de Cantor fuera cas el0 no queria ‘ecir,como yremos al hablar dol igca de iSetdad, qe er ae miiaY ser poets se Tomismo sino slo ~y ao es poco que noon cote completes distin ie ‘mbio, Witgeaste, Bemerange br die Grundlagen der athena 1 157: «El mate Taito bs un ivenon non dso. Kin. © Frogm 38, * Dele Auto ogra spared en 1905 en evita Ala expat 24 Invoducoin ala ica toma ee recent ete areas ee ate re eee eee ten Sprayer cavers cae Gl re Goals wo Gea woe ba eed See taste ou potareNous. ses nares td GE Cases | Tle eh coum Noa lal de ama Eiaaleaaaes ell see digas ah ase sobs npn pmeee aed ee ere ee tsa Co ies pension Ce Pcatepesrel, enced STque Racer Telerencia a ls expresiones del sivel Ly. En esguema CU ano oe x menor inventor ee ecard Aeroee, o % eente JL Boros, ee ee We esse pet pclae rele Hale inca Bee eon ag pene: ee ch tee es oresece ag rao ir ae 0 feblee neath a aese sas aE eh ieee wiht oem 311, ines oy le isos ae ate, el py lL se sonsidcran.comouniniconiye. Pues ben a smamos «lenguaje-abigio» por Tespecto al antctior. Asi, en el segundo ejemplo, la oraciga “dice Hipdito en su Refiatio onium hacrescum’ seria une expresion metalingtistce que se relere a I expresién del Jenguaje objeto wa frase ‘el bien y el mal son uno’ fue escrita por Hericlitor. Obviamente, los conceptos de enguaje-objeto y de metalenguaje no deben entenderse en sentido absoluto, como si hubicra unas expresiones que fueran metalingiticas en todas los casos y otras que no pudieran serlo munca. Cierto que hay expresiones —eomo, por ejemplo, la expresin ‘es verdadero’ (y también, naturalmente, ‘es fulo’)"°— que se refieren sempre a enunciados y no a cosas: Ia expresion ‘es verdadero’ se relic, concretamento, a la correspondencia de los enunciados con los hechos 4 Por tanto, pertenece siempre a un metalenguaje por respecto a aquel 0-8 aguellos enunciados a los que se rere. Ello no obst, sin embargo, para que pueda decirse en general que el que una expresién pertenezca al metalenguaje 0 al lenguaje —objeto— en rigor, a un metalenguaje © a un lenguaje-objeto— depence del puesto concreto que est expresién "© Entndindo ‘verdad con veas ermine dei, comm In verdad de an ‘enuncads que denote un extado de cons que ds betho Sed adseguatio bles ere Prinroscencoptos_ 2 ‘ocupe dentro de un determinado contexto, Veamos un ejemplo con las sociones de verdad y faseded. En el enuaciado x erdadero que ‘Abshr ha eado on Ch’ fo a & | expresién ‘es falso’ pertenece al lenguaje-objeto por respecto a 1s expresin “es verdadero’ (aunque pueda decise que pertenece al metalen- guaje por respecto a ‘Abulcasim ha estado en China’) En cambio, en el cenunciado (que viene a decir lo mismo que el anterior, a saber, que Abuleisim no ha estado en China) sao qu “Abldsin be etado on Chines srdedero 5 o la expresién ‘es verdadero" pertenece al lenguaje objeto por respecto ‘es falso' si bien cabria decir que pertenece al metalenguaje por respecio a la expresin ‘Abulcisim ha estado ea China’. ‘Usamos, pues, el lenguaje casi siempre para referienos a los objetos, ‘a objetos no tnghistios, Usamos primariamente el lenguaje en lugar de los dobjetos"*. Pero hay ocasiones en que usamos el lenguaje para bablar acerca del lenguaje (como se hace sistemiticamente, dicho sea de paso, en la lingistica). Usamos entonces un metalenguaje para mencionar las ‘expresiones de un lenguaje. Los conceptos de uso y mencign son paralelos 4 os de lenguaje y metalenguaje. Cuando decimos, por ejemplo, scucabo Una dels ebeecs en loreal de mi nsencia™™ 1 Ch va ArinSee: tizamos tos nombres come gos de lect (De Soph. El 165» 7, Jonattan Swit event, om los Fier de Cale, cago uno Ge lee proyectos fe is prfeores miembros de a Real Academia de Lagaco em sun plan porn slit oe compo ls palabra, cualsira que fase; se defends como una pan vets, {st respect dee sald como de a brvedad, Es evdete que cide palaben qu haem spon exert grad, ansdiinuioa de aero plmone or coos, pro tanto, ‘ontbuye&aoortanos la vl; es cmsecaencin sed quested at pals single ‘ene el nombre dels css, sess ads conveiente que sada peroga lyase contig) todas aguas coma de que fein neesrio hala en el asia espedal sree gue habia de docuie. Y este inento ce hubiseimplantag, cietauents con pat comodidad ¥ ‘hor fe ed par los indvdues, do no Baber sine en cororco. com dl ‘ao 9 fos imoranies,amenusago con alec en resi s 9 8 es dejab eo beta de hablar co ls engus al modo de sus anepeedor; que a les etremor legs spre 6) vulgo en se enemiga por fn cenca (De ts tadeccin potieaéa en la Coleen Astral Madris, EipaCalpe, 194, pig 48) Lo que ha echo Sak —y ao ce dda de gue con exe prosaic obwevacien stmos ehand> a perder Ia inmenie racia esta faulaide soya es expitar eh absurdo err coossente en pent Gre is Palabras son smplemene el nome de fy come En leo: coma es bien sabi, e engine ro es ur conan Ge roto, so ao eps concep "1 And Beton Pipe Soupat: SW wus pot, acto piers 25 _invocuccén a gis forms Jo que estamos haciendo es usar las palabras para tratar de expresar una determinada —y refinads— sensacién. Cuando decimos, en cambio, a expen ‘decreie popula es una redimfoncis cstoy, sin duda, usando cevtas palabras —estoy usando todas ls palabras ‘que he empleado para decir es0—, pero lo interesante aqui es que algunas de esas palabras —concretamente, las palabras “democracia’ y ‘popular, ademis de estar siendo usadas, estin siendo mencionadas, Las hemos usido para mencionarlus; las hemos empleado para hablar acerca de elias mismas. 'Nos limitamos a usar una palabra cuando nos servimos de ella como signa, ¢s decit, para aludit a algo distinto de ella misma (como cuando templeamos la palabra ‘viento’ para referimos a un determinado fenémeno de Ia naturaleza, o como cuando empleamos el término ‘priscilianistas para aludir a los partidarios de cierta herejfa). Mencionamos, en cambio, luna palabra —ademas de usarla, 0 usindola con ese fin~ cuando nos teferimos 2 Ia palabra misma, cuando nos detenemos en ella, sin ir mas alla, La sefial de esta detencin en la palabra —la indicacién de que sta vez no nos referima® a la cosa, sino que «nes quedamos» en el len- ginje— soe las enmillas “Amar ea ua veto de sipnifaco moy compile ‘A lor marinero elma a ue 9 caben, portant, te posi: 15 Usk, simplemente, on para Ue cei, usta sin meaionra, como cua ao deans {Ls garam practican eawoeritn 22) aaa ya nye menos, stl para menconal, emo cuando decines “Autos. palabra gc ls grsas no eplesn | Mexconala sin tert somo endo desinos 1 pls qu sre pe dsgar la atiad melon Ia eel gen some ec spo ees 9 actions often scalar de 5 9a "4B sigsiete texto de Lowi Carol eoporcina una divertda muestra de je guise del lengusje mesinte una acumuacn de nanons: “Este tsten —o el Calero con tno de ansidad— «Perens que te ‘ane ueu ania para cnfoiat, GE nombre ea cnc 2 ge “Haddo'sFyes ‘Aa qe ee el nombre de a cancin, ino —peeuatd Ala, ietertando sot need No, no me elende, “The ged Aged Max ‘sEatones lo ge teadia que haber cshor —dj Alia woeiicando ace qoe ssi escomo slam In cancion, 0% ote se ame orbs El nombre en ela eo Primeroscenceptes 27 Hasta el momento, y para simplifcar, hemos venido hablendo de uso ymencién de las palabras. Habria ahora que generaliza y hablar del uso y la mencién de expresiones —incluyendo no sélo palabras de todo tipo, sino también frases enteras, simples o compuestas, En realidad, ‘cada vez que empleamos un metalenguaje estamos usando las expresiones de éste y, al propio tiempo, estamos usando y a Ia vez mencionando las cexpresiones del lenguaje-objeto de que se trate Sinaxis, senéntica y pragmatica ‘Toinemos las seis affrmaciones siguientes: (1) En b frase "era det afio la estacién florida’ hay un hipérbaron, 2) Por conjunto vacio’ se entiende, en teorta de onjuntes, el conlunto aque carece de miembros. 8) Benjamin Péret escribla a veces en un lenguaje especial en el que, por gemplo, la palabra francesa ‘porte-feulls'significaria, adici- dda a! castellano, ‘estanque cubierto de nenisares (4) El orden de las palabras en ‘de en Mancha la un lugar’ no es el miso que en el comienzo del Quijote. (5) Alguien podria pensar que la palabra ‘algoritmo’ viene del griego “Eige” (dolor?) y apis " ('ndmmers), y que significa ‘nimero dolore’ 0 bie ‘dolor nunérico’ (© Por increible que pueda parecer, personas que pasan por peritos ‘ prlcoandlisis pronuncian ta palabra ‘libido’ (del latin libido nis) come si fuera esirijula, y no Ilana. ‘Después de lo dicho en el apartado anterior, no es dificil ver que en cada uno de estos ses ejemplos hay una expresiin —era del afo la estacion Moria’ “ibico’, porte-euiles,etc—que esti a la vez usada y mencionads, Hemos usedo esas expresiones para que se designaran a si mismas, pat hnacer mencion de ellas. Ahora bien: jcon qué finalidad las hemos men- cionado? Una lectura atenta de los seis ejemplos revela que en conjunto nos han guiado tre finalidades distintas, una por cada dos ejemplos. En los casos 1 y 4 hemos mencionado sendas sartas de palabras para hablar acerca de las relaciones entre ellas, para hablar de ellas sin salirnos del lenguaje, por asi decis. En los casos 2 y 5, hemos mencionado una ‘expresion para rlacionarlacon lo que ella designa. Por diltimo, en los casos 3 y 6 hemos mencionado una expresiin para telacionarla con Ios sujetos que la utilizan, ‘iNo (Esalgototnente distin! La cnc se tama ‘Ways end Moen; eo 30 esol qu amon Bien Entoness, eal es a canciin» ~All, que seas altos estaba yo completmente ard, ‘tho be» ~dijoe Caballero «Enea tacanions‘Asting On A Gate» 28_hoduoatn a igi foal enominames wsemistica la ciencia que se ocupa del estudio de los signos, o de los lenguajes en cuanto sistem de sighos. La semiétca se divide ea sintais, serntica y pragmatics. La sintaxis ser el puro estudio Ge las telaciones de los signos entre si, Ia teoria de la consiruccién { identfcacion de las secuencias de signos bien formadas: al d por ejemplo, que Ja sarta de palabras ‘de en Mancha Ia un Tuga esti mal ordenada, estamos haciendo na observacin de cater sini. La seméntica, por s0 parte, sera a disciplina que se ocupa de las relaciones eae los signos y aguello que ésos desigaan, ents los signos y aquello de fo cual hablamos por medio de ellos (entre los nombres propios y las eat dadesinividuales a que se refeen, o entre los enunciadosy los hechos aque pretenéen describir, por ejemplo): cuando desimos que la palabra ‘algoritmo' no significa ‘dolor numérico estamos haciendo semintica de esa expresdn, Finalmente, la prgmdtice seria aque! tipo de indagacén semis- tica en Ta que entra también en juego la consideraci6n de las relaciones entreloslementos de ua lenavae y los sujetos —individuos o comuaidades Tingistias— que emplean ese lenguaje como medio de comuniacién Asi pues, cuando estamos haciendo pragmdtica nos ineresamos por ell lengua en cuanto forma de conducts en cuanto actividad de un sujeto 0 de un grupo de sujetos. En semntico, sin embargo, hacemos abstracién del hablante, y nos linitamos examinar lo eelacion entablada ente Jos signos que componen un Jeaguaje y aqulis entidades a Jas que esos ‘signos, precisatente por serlo, apuntan : una palabra designara, por ejemplo, tn tipo de fendmeno atmosferco,otta un sentimiento, una feccera nom: braréa un famoso asesino, En sinraxis, por dito, hacemos abstraccin de todo aquello que no sex fa pura materalidad de lot signos,a fin de poder estudiar fas nudas relacionesentce ellos: prescindimos del sujeto fablont,preseindimos también de a referencia de las expresiones a slgo ajeno alls; nos limtamos a considerarastadamente le estrctra de las cadenas de signos, y decimos, por ejemplo, que en lz cadena de signos “era del ao la estaciaMorda’ hay un hipécbaton, una slteracién —poe- ‘ica del orden habitual de las expresiones. Fs tarea propia de Ia sintais la construccién de elculos. @A qué llamamos un céleulo? La noon de edleulo ‘«Podemos considerar nuestro lenguaje como una ciudad antigua: tan laberinto de pequefas calles y plazas, de casas vicjas y nuevas, y de casas con afadidos que datan de épocas distintas; y todo esto odeado de una multitud de barrios nuevos con calles rectas regu Jarmente trazadas y casas uniformesy**, Un poco antes, en este mismo 1 Winget: Phioschiche Untarchangn, m1 Primeros concepts 29 pirrafo, ha dicho Wittgenstein que el simbolismo de la quimica o la notaci6n del cilclo infinitesimal, por eemplo, son «suburbies de nuestro lenguajen. La distincion entre lenguajes naturales y lenguajes artifiiales es a primera vista muy clara. Los lenguajes naturales los heredamos. Los Anguajes artifciales los construimos. Los lenguajes naturales son las Jenguas,crcadas yrecreadas constantemente por la especie en el transcurso dde muchos siplos y transmitidas a cada individuo en el transcurs0 de ‘pov0s aos. Los lenguajes naturales son los que hablamos todos los dias, esos compleios instrumentos de comunicacién que solo las grami- ticas generativas parecen hoy capaces de describir de modo relativamente aadecuedo, esos lenguajes que, dicho de manera rudimentara, se componcn, en el fondo, de un léxico —finito— y de un conjunto de reglas que permiten combinar hasta cl infinito Ios elementos de ese léxico'*. Los Jenguaies son, segin diria Wittgenstein, «una forma de vidao, Habler 6 parte de nuestra historia natural como pasear, como teber © como jugar". Por eso, por ser tan natural ¢ inevitable, por constituir un ‘components tan profundo de nuestro comportamiento, por esa zazéa cs el Jenguaje tan huidize, tan difieil de comprender, de sila, de cerca cienti- ficamente ; Pero en rigor —y fa metifora de Wittgenstein apunta_verosimil- mente a este hecho— Jos lenguajes naturales han sido también cons- truidos. Slo que construimos a ritmo lento, a Jo largo de la secular relacin del hombre con su medio: su riqueza, su ambigiedad, su infnitud de matioes no son sino el efi de In riqueza de esa relacion, Y un producto de eta relacidn —un resultado de la nevesidad de controlar

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