You are on page 1of 27
Sebastian Plut TRABAJO Y SUBJETIVIDAD Estudios psicoanaliticos eee MU CICC LE P RSet Eciets tay (Esa CNS 1. LA SIGNIFICATIVIDAD LABORAL fel abajo lo que seme que cer inersante? 20 es 6lquien debe ear inseresade en el taba? Hey una gran diferencia.» Bion, Seminatioscliios) En este capitulo expondremos, a modo de presentacién inicial, algunos conceptos centrales sobre el sentido psiqui- co del trabajo y sobre las vicisirudes pulsionales. Asimismo, mostraremos el andlisis de un caso, a modo de ejemplo y con el objeto de ilustrar la significatividad con que un suje- ro dora a su actividad laboral. Por iltimo, desarrollaremos brevemente algunas nociones psicoanaliticas sobre el dine- 0, ya que no solo importan respecto del caso comentado sino, sobre codo, por tracarse de una de las variables rele- vantes en el trabajo. 2QUE SENTIDO TIENE TRABAJAR? Jacob refiere que «... erimoldgicamente, trabajo viene de tre- palium, méquina de tres pies para herrar los caballos, usilizada después como instrumenso de tortura, Del siglo XII al XVI, tra- bajar significa atormentar, sufrir; el trabajador era el verdugo, Fl sentido primitivo de esta palabra expresa entonces explicitamente la idea de tormento, y después, progresivamente en sit evolucién, exfuerzo penoso, fatiga, En la Edad Media, trabajar significaba x es ina 31 también viajar (trabajar de reina en veino), y la lengua ingle- fa conserved este origen en la palabra travel» (1985, pag. 2). El tayecto lingistico del termine, entonces, pone en evidencia una disminucién progresiva de Ia carga de afectividad negativa del trabajo y hacia fines del siglo XVIII Ia palabra trabajo ya se asociaba a la nocién de resultado til. Puedo agregar que en los textos que examinan el trabajo desde el punto de vista del trabajador como tycrima no he hallado que revisen la curio- sa transformacién (inversién) que habria dado lugar a que la misma palabra que originalmente se utilizaba para denominar al verdugo luego sca utilizada para nombrar a la victima, No obstante, de los significados histéricos (ligados con la tortura y el viajar) podemos inferir la importancia de la motticidad alo- plistica y el procesamiento det sadismo, sobre lo cual volveré cn un capitulo posterior, Indudablemente, las mutaciones seménticas del vocablo no fueron independientes de las transformaciones sociales deriva das del cristianismo, la Reforma, la Enciclopedia, la Revolu- cién Francesa, la industrializacién, entre otras, De todos mo- dos, més allé de la historia lingtiistica de la nocién de trabajo, ime interesa centrarme en su significacion psiquica, Dejours (1980, 1998a, 1998b) parte de un hallazgo de la er- gonomia segiin el cual existe un defasaje irreductible entre Ia tarea prescrita y la actividad real de trabajo. La organizacién del trabajo no seria estrictamente suftida por los trabajadores, pues todas las prescripciones y consignas se reinterpreran y re~ construyen; esto es, los trabajadores 0 son solo pasivos ante las instrucciones que reciben, Desde esta perspectiva, entonces, el trabajo es laactividad desplegada por hombres y mujeres para enfrentar lo que no est dado por la organizacion pres ‘rita del teabajo. Esta visién conduce a cuestionar la divistin tradicional entre trabajo de concepcién y trabajo dle efecuclin, Pagina sa en tanto todo trabajo siempre pose, en mas 0 en menos, una porcién de concepcién. Creo que, erréneamente, diversos a tores han superpuesto la antinomia entre trabajo de concep: cldn y de ejecucién con la correspondiente a trabajo intelectual y trabajo manual. En primer lugar, pues solo de un modo psi {quicamente costoso podria implementarse una tarea que solo sea de ejecucidn, Por otro lado, porque cortesponde a cierta ceguera considerar que la tatea manual carece del recurso a la inteligencia. En todo caso, seré més adecuado oponer el traba- jo intelectual al trabajo mondrono, es decir, a las condiciones laborales en que se lleva a cabo. Probablemente, considetar el trabajo manual como diverso y opuesto al intelectual constitu- ya.una herencia de la n filoséfica entre el alma y el cuer- po. Entre los argumentos que refuian Ja oposicién manual- intelectual, podemos recordar que Freud sostuvo (190Sa) que Ja pulsion de saber es un derivado de las pulsiones de apodera- inienio y de ver, Hil trabajo es el fragmento humano de la tarea, del proceso, va que se requicre alli donde el orden tecnotigico es insufi- ciente. Si para Dejours la brecha entre la consigna y lo real a lugar a la movilizactén de fa inteligencia," agregaré que alll ow inserta la significacién del trabajo, Dicho de otro modo, rencia entre lo prescrito y lo real conduce a preguntar- ve por la eficacia de la subjetividad en el desempefio laboral. Vuvedo también formutarlo de forma invertida: dado que la vctivided humana implica la subjetividad y la significacién, Ja tesultante es la produccién de una brecha entre lo real y lo preverito, ‘ste neocon de dba diterencia esto de fos factors de suinets Pagina 33 Para Freud, el trabajo cumple importantes fiunciones tanto en la economia libidinal del sujeto como en el desarrollo de Ia cultura. Respecto de lo primero, son conocidas sus referencias a la salud y las metas del tratamiento analitico (1904, 1916b) y también describid la aversién que muchos seres humanos tie- nen frente al trabajo (1930). En relacién con el trabajo y la cultura, Freud alude al apremio de la vida, al motivo econé- mico de la sociedad, a la compu'sién al trabajo y la renuncia pulsional (191Gb, 1927a, 1930). También dice que el trabajo es una técnica de conduccién de la vida que liga frmemente al individuo a la realidad, en especial a la comunidad huma- actividad laboral (que incluye la area realizada y los vinculos que en ella se establecen) es para Freud tun escenario donde desplazar componentes erdticos, narcisistas y agresivos. En sintesis, pensar la actividad laboral desde el punto de vista psicoanalitico supone considera ¢l_yalor del _traba- jo en la economia psiquica, la importancia de la actividad transformadora dela realidad y su funcién en las relaciones intersubjetivas..” Fi siguiente ctuadto expone de modo sintetizado algunos de los problemas relativos a la vida laboral que pueden ser estudia- dos desde el psicoandlisis, muchos de los cuales desarrollaré en Jos capftulos que siguen: TS pucde verse un gloato que rine drentes cas de Frecd sre fbr de 20° Divers aucons an formalads propassassinilaey (Defoaes, £99 Menmgen 190), Pagina 34 Indcastda ea teva Labora atedon bre enentichin Yeacana, problemas ato Ircenss sda expitica, devas dea asonidal de Jon pater, ilaves ee Froud rete qu el enbala no sucle ser apres coms vt Dipmtinatnbefer heat lied ta maps perce kta foros ie fea euten dre pikes ds Cairn Condon labors Auf erat bre dee unfoucce Cenlas(demple, footages pole we dep lee tchemplentnbije es. acon eons roel adoro mid nq esis du de gated pecs dab Tanna Syncs Wr fade gre vi de sata inepercaidnreunacon ed dea acl rae LK wee] ede cee nisi lly Bn sendnar denne income titel, Lace pare te clo npn tee ‘Seftteeto me Stes prcspsyee spec rsa Oma ae een Alta soporte detos Iporuhoneueneaes Womuleue Agathallames isesusls sobre str, em eur ebing ee. S, aleano dee Feud, nclera devcanst obreia.com: pels leas, lon imperainoe de ape comnian perdea wu wire ono conta esms elmer sien de thomas ccupacines” Al examinar le oposicién entre las exigencias pulsionales y luv testticciones impuestas por la cultura, Freud (1930) dis- (ngue una triple fuente de suftimientos: a) el cuerpo propio; I hiperpoder deta naturaleza: clos vinculos con los otros. | uego tefiere que dos de estas fuentes de suftimiento (natura- lent y cuerpo) ficilmente podemos considerarlas inevitables rad bce gaan robe untesde etek bee eid 2 de eam een testo ge wpa ine de ge 196, Pigina 35 y sobre cuyo dominio nuestros empeiios encuentran siempre Jimitaciones, no obstante lo cual nuestra actividad se orien- ta clatamente, No podremos suprimir totalmente el padeci- miento que proporcionan (el cuerpo finalmente pereceré y la naturileza es escasamente gobernable)"? aunque sf una y otra. podritt ser parcialmente morigeradas. La fuente social del su- frimiento, en cambio, es més dificil de entender y aceprar 7 por ello, Freud se pregunta por qué las normas que creames no sitven a la protectin y beneficio de todos. He sefialado en otf oportunidad (Plut, 2003a) que de alli se derivan dos problemas. Por un lado, la transgresién de les normas, es de- cir, auellas situactones en las que los sujetas desaflan la ley. Légictmente, dentro de estos desafics hay diferentes alterna- tivas-¥a que no es lo mismo una produccién creativa que una estafa: Por otro lado, la insuficiencia inherente a tado cédigo normativo, Esto ¢s, siempre habra un resto no normativizable sobseel cual debe reczer el trabajo dela cultura, En otro texto dices #.-- dada la lentitud de las personas que gitar la sociedad ino sntle quedar otro remedio para corngit esas leyes inadectiadas gue ol de infringirtas a sabiendasn (Breud, 1926b, pig. 221), in elmbito de las empresas Dejours (1988) ha decectado fi- namente cudntas veces la transgresin de los trabajadores no revela tanto la intencién de un fraude cuanto la inevitable in- suficlencla de lo prescrito, Fisdmente, Freud (1931a) plantea una forma abreviada de categotizar los estilos individuales: a) narcisisea, b) de acci6n, TE Tied bablaba del fiporpeter de bo nsturelees, de esa nanursha cuya fieza noe hace germs musta decatstento yaa eal el empeno del hembe procurths doosina, Hiei en cambio, cuando bablamos de a nauralera, mis que doblegls penvamios en -svpreservacéa. Qué podem conieturar-a porte de ese passe desde ol lim de sor vera la naturlea al reistn de la necesidad de eudara? Crea que la conclu es ue Jens ido tomndo una progesiaconciencha de nuestro sam, ean Lxennsgae ceggencla de usa mayor rensnela polsonal qze, asa vex, nos impane buscar. tos vielents coma forma de sobreposernos a mueato desallzients, Pagina 36 f c) exdticos"* segtin predomine la libido narcisista, la pulsién de dominio o la pulsién sexual. La satisfaccién en el trabajo, en- tonces, podré derivar del reconocimiento que se obriene, del producto o resultado alcanzado y/o del placer por la coopera- cidn, Bl siguiente cuadro sintetiza lo expuesto: Orleneaclén Ballo Pabién Sulifcctia Peed pede Realdid econ Dedennio Hida are Porel| Sass Cuerpo Nunta asm yaro. Reverie Opi test, iis bee ee ie Coops Fn un articulo previo (Plut, 2001) propuse el concepto de pulsida laboral para delimicar la constitucién anfmica dela sig- nificatividad del trabajo. Desde la perspectiva del concepto ge- nérico de pulsién, recordemos que para Freud (191 5c) se trata ale una exigencia de eridajo pata lo psiquico. Este trabajo con- wate en que el yo establezca enlaces entre ia pulsién y el mundo simbélico, enlace que conjuga tipos especificos de goce, des- empefios mortices y percepcién, De manera que si nos pre- juntamos qué es trabajo desde el punto de vista psfquico, ta respuesta inicial aparece con la definicidn de pulsién, Asimis- tio Freud también caracteriza la pulsién como motor del de- surrollo, En cuanto al atriburo especifico («laboraly), remite a Inconjugacién de mociones libidinales, egofstas y agresivas que ve plasman en la actividad productiva. En rigor, considero la pulsién laboral como un derivado de otra pulsién compues- ta, la pulsién social (Freud, 1921), en tanto se despliega en el soundo del erabajo. gue mean volo depos idles Pagina 37 Lanocién de pulsién social resulta de gran valor para pensar problemas clinicos (sobre todo aquellos referidos a la intersub- jetividad) asf como las vicisitudes institucionales y, en particu- Jar, lo relativo a la organizacién del trabajo. En diversos textos Freud (1911, 1921) se ha ocupado de !a pulsién social para re- ferirse a una inclinacién descomponible en elementos egoistas {autoconseryacién), eréticos (libido homosexual) y agresivox. Este concepro es complementario de ottos dos, ideal del yo y representacién-grupo, que retomaré en diferentes sectores de este libro y a los cusles he dedicado diferentes textos."* La ac- tividad laboral sostenida en la pulsién social, entonces, es un método apto para orientar la hostilidad en el sentido de lo tit, Sin embargo, esta formulacién sélo nos da una visién global, ya que la composicién erdgena de cada quien (desplegada en los vinculos con los otros) conduce a dotar de una significativi- dad especifica el mundo laboral. El grafico que sigue sintctiza algunas de las funciones intrap- siquicas ¢ intersubjetivas del trabajo: Permie proces ciety exigenclas puldonslen: hentidadfatern libido Iheenosexh Ubido nares, pls de spoderamienta © dominio. CConttuye un escenario enque preden dsplegari sentimientes de Inpiticls, eon eid, Bala per acatar ana teabdad contains ab petzipio de placer ‘Cuestona os wineloeasivs (que st acompafan de una fala de in- ‘sectduca de sencion dings baci el meds El trabajo Terme desrrollarsentimiasion de peetesene,prosectos ambitions y lascapucides reavas. sea fsa de afimarseen los vincu exngaicos, buscar sceonoel 10 soe y logit una auionossa orgullonsrespacto de It sutontdad de los proginizares 14 Vesse Thr, 2000, 20006, 20032, 20053, 2008 ¥ 2924, Pagina 38 DEsGaSTe PULSIONAL Uno de los temas frecuentes en la bibliografia de psicologia del trabajo es el de la motivacién, ya sea que nos centremos en las estrategias para incrementarla en los miembros de una ‘organizacién, ya sea porque nos interese abordar sus perturba- ciones. Si bien motivacién no es tun concepto psicoanslitico, s{ contamos con nociones que pueden ser afines, tales como pulsién o deseo. La arguitectura pulsional de cada sujeto y/o grupo se earac- tetiza por su hererogencidad, Jo cual implica al mismo tiempo considerar las tensiones entre las diversas incitaciones asi como las hegemontas, complementariedades y subordinaciones. En cuanto a los determinantes de la mencionada atquitectura (asf como de las prevaleucias relativas) hallamos los desenlaces in- untiles, peto también una u otra disposicién pulsional puede tornarse dominante como respuesta a las incitaciones munda- .s del presente. Este enfoque, por lo tanto, permite compren- der ta intersubjetividad como la convocatoria reciproca de los deseos presentes en el repertorio de cada quien (Maldavsky et /., 2007). Jas tensiones entre las diversas incitaciones comprenden, pues, un ordenamiento en el cual una de ellas (de forma dura- «lomo transicoria) resulta hegeménica, mientras que otras que- como subordinadas y, por iltimo, alguna deellas puede no \juedar integrada en el conjunto (fragmento pulsional que que- suexeluido), La dominante Impone al resto su tSnica erégena, ‘on tanto las restantes aportan los placeres preliminares, intensi- ‘ican la tensién global. En cambio, las pulsiones no integradas | conjanto entorpecen esta constelacién ¢ interfieren en los propésites generales. El siguiente grafico sintetiza lo expuesto: Pagina 39 Donn > Asponeinvinica gener Paldones Ings > Avorn pat ua 6s Nointpiidae > Proce inerkerenciae Volvamos ahora ala problemdtica de las incitactones munda- nas en el presente, sobre todo en aquellas ocasiones de la vida institucional que afectan la economia pulsional. Peelers sin- tetizar dos alternativas posibles, relativas a agotamiento pul- sional y al empobrecimiento pulsional. El siguiente cuadso expone Los tipos de cenilictas, ejemplos de fos mismos, sas efectos y una breve explicacién.”” Tho Bjemplos Hecios Replied {.Coefligmue 1-Umpenenien Ta unoucno ae Eng scaione sxeernbilim Thqueprdanen, usenet ge Eonetapreessbie- eden large: Gasun periioen fuived requete Giherisnfincs Glyde elqueambre tue: mmisds mene Setladlecents dstodewersmads wegen dep’ a0 oinanesos Puniinctecin suffeunaigpra seataresgmtar ke hepmonay pre Eagentaue ingees otenaeinusa. delveeidid sens peeve ifaad_ Se podice un dex seddciala ds Exdedelacrue pot laos ft delesdetens chat ennroca efogenasprobable: exes et avid pel Biuee ‘Hdsscrlods ace peg ea’ area gu condece Hecosdsteosnl placercsebrenidas aundecorceso Je primi, Poretos ollie ks eatonesen ie Finest eulien gen aheve. en 2. in wungate afsenen sn os Scene Senta queht iguersapstercan. a tonervaridela fiilinsdet dacs Enemies, losbnvalptior AGOTANIENTO PULSIONAL fuprimci,e lepewrenci es: wersilpa Cul penioe —piapresseene daumenlaieno feteveteadoa fromaniligar isha yl Sivadanesn is fugettnien. ora sobuedene ieee depliger tn decries, Steducony aoe itis oagetanten isin hereto ot todd omen Sosa poruss reaproca ‘co geil, etiscien des Eamponetr. Te Taleamo tla Matdsnky 29020. ex cansonarcincnn fas tpos de wana glaetatos porFreid-ene deen ace uede dase por ik cranifeaconde enasituacin ean 9 por J peesncis desisachts cri vradae aun cuando no sein de auisterdesmesutado Pagina 49 pe Hep Pheceon eee log ciao de ci a Seelgmisie e Sindeeade re vec empsie faieston: Begeur” Seeenin itypine cid "enact alengpadn ud Seconocuh por porbaceugue perder a dstcr Shuicore evtes ESmpomencan fad umes 2 Sucnenequerea iden fontaine Bitane canoe inl prceor sasepat ‘hop 2 Use eto en purzel Sha primar ee ‘elena Tocleneren ia ge beaten inustein. Senseo acme EMPOBRECISHFNTO PULSIONAL EI cuadro precedente muestra las consecuencias del enlace centre las incitaciones mundanas con las disposiciones erdgenas en di contexto de las sivuaciones erties, Ambas altecnarivas dejan inerme al sistema pulsional frente a la necesidad de tra- sar otras incitaciones pulsionales. Jomamos en cuenta, ademés, la hipstesis de! triple vasalla- te del yo, es decir, el yo tiene que procesar las exigencias del iho, del supery6 y de la realidad. $i trasladamos ahora esta hi- potcsis al Ambito institucional, entendemos que ¢l conductor tice que darles cabida a las aspitaciones y descos de grupos € individuos de la propia organizacién, a las tradiciones (valo- istorias y liderazgos previos} y ala realidad intra y extra institucional (por ejemplo, los recursos con los que cuenta la institucidn), in cacla organizactén hay persorias 0 grupos que representan a uno de estos sectores: mientras algunos, por ejemplo, licen agueremos huccer tal proyecto», ottos padran decitles wise wcintes asi, mienttas que un tercero (supongamos el ad- Pigina 41 miniscrador) les resportde arta ferenios presupuesto». Entre estos grupos o personas se desarrollan diversas pugnas y el conduc- tor (0 grupo dirigente) deberd ofrecer caminos para encontrar transacciones en las cuates cada sector tenga su lugar, El modo cen que una organiaacién especifica (y en especial el grupo con- ductor) dé cabida a esta triple fuente de exigencias (aspiracio- nes, ttadiciones y realidad) contiene la clave para la generacidn ycontinuidad de proyeetos. Este conjunto de hipétesis nos permite proponer la siguiente formula: el grado de conflictividad de una organizacién es inversamente proportional al grado de conciliacién de las tres fuentes de exigencias.* SUSANA! ENTRE EL TEDIO Y LA VENGANZA En algunos de los capftulos posteriores estudiaremos las vi vencias y efectos subjetivos de ciertas condiciones laborales, tal como suele ocurric ctitndo analizamos problemas de estrés Burn ent Shora prefitto detenerme en una perspectiva com- plementaria para dar cuenta de las modalidades particulares con que un sujeto dota2 su trabajo de una significatividad es- pecifica. En efecto, l mundo laboral puede ser estudiado no solo tomando como punto de partida la empresa y la efica- ia de su funcionamiento, sino también desde el propio sujeto y-cémo desde su axuitectura pulsional y defensiva inviste de ‘una manera singuls au actividad, al lugar en que lo hace, a la posicién que allf ocupa ¥/0 a los vinculos que establece, Légicamente, las modalidades de investidura pulsional del TE Ta propodetn precise te combina con ls hipseet ya mencionada sobre l tiple facste de suFimlersst 87 propo. el hiperpadeede la aaruralea y ln wiacuioe con los eos, Por ofa sate pear psicoanaeieaente I actividad Lora pos fe contidear el yal ofv 2889 en lneconomia pelquica la importancia dela sthvad ttatformadoradeiteite y5u furcon en Las wlalonesIntrubeiva, gina 42 trabajo, dentro de un rango acotado, son variables, por lo cual la viieta clinica que sigue es solo ilustrativa de una de tales mo- dalidades posibles. En todo caso, el objetivo seré mosteat, por medio de un easo singular, una de las aleernativas de un pano- rama més amplio y abarcador. ‘Susana es una mujer de 55 aftos, universitaria, que trabaja en tuna organizaci6n ligada a la defensa juriclica, Desde el comien- 29 mismo de su anilisis eran frecuentes las referencias a sucesos cen los que decia haberse sentido traicionada o estafada: por un médico, por si ex marido, antiguos jefes, ete. En este marco, cera habitual que aludiera a que alguien quetia «moverle el piso» © que algiin compaiiero se sburlabar de ella. Estas vivenclas, 41st vez, eran acompafiadas de una sensacién de abandono y «lesamparo, Asimismo, padecia de un conjunto de alteraciones orginicas que si bien no eran graves, si eran persistentes, Lue- de su divoreio tuvo varias relaciones, algunas con hombres ados, aunque en todas ellas se sentia usada sexualmente y, cn su mayoria, se mezclaban vinculos laborales. En cuanto a su trabajo y la obeencidn de su sustento, su expectativa era que lle- jira el dia en que se jubilara o bien ganara el premio de alguno dkelos jucgos de azar en que apostaba dinero, En ocastones se le lespettaba un precario deseo especulativo que la llevaba a en- Htogar cheques y, asi, sentir que «gancba unos diaz», Si bien rea- tun trabajo ligado a su profesién, no sencia placer con su wvidad ¢, incluso, solfa decir que en la empresa erencdrdia rei ‘worpo pero no rai mentes, Desde el punto de vista de los estados ulectivos, la paciente evidenciaba desconfianza y humillacién, slolor, angustia automdrica y astenia, es deci, prevalecian los ectos disfricos. Ja posicién expresada en la frase wtendrén mi cuerpo pero no il mentes patece correspondet a la fantasia de prostitucién, srencia de lo que describié Freud (19105), en Pigina 43 1 caso de Susana no se daba como acompafiante de un de- seo ambicioso.” Mas bien, dicha frase desafiante era el inicio del circuito que derivaba en la vivencia de traicién (0 abuso), luego de abandono, para finalmente quedar en estado de desvitalizacién. tal como puede ocurrir en la situacién de una mente que pretende desconacer las incitaciones del. propio cuerpo. Desde el punto de vista de los deseos, entonces, se destacan particularmente tres: anal primario (AI), oral secundario (02) y libido inttasomatica (LI).* Desde el punto de vista clinico, psicopatoldgico, la paciente exhibja la com- binacién de una corriente paranoica y otra psicosomitica, tal como ha sido desarrollado por David Maldavsky (1992) y Sa- mi-Ali (1984), Ambos autores comaron del caso Schreber ta relacién entre alergia y delirio paranoico, En Susana no asis- timos a la aparicién de una produccién delirante (aunque sf ciertos pensamientos de corte querellante con un alto grado de conviccidn), pues en su violencia paranoica va sustrayendo sus procesos psiguticos del organismo. Freud sefialé que el punto de fijacién de las paranoias cortes- ponde al desco anal primario, el cual posee una doble meta, per- det y aniquilar. La primera de estas metas reconoce como fuente pulsional la mucosa anal, en tanto la segunda tiene como fuente la musculatura de las extremidades. El goce por perder deriva del valor excitante que poseen los propios excrementos, y su pérdi- ch promueve tn estallido de célera que Freud caracterizé como ‘orgasmo anal. El placer por aniquilar es solidario del placer por extraer un bien de un cuerpo ajeno (transformacién pasivo acti- va), La pérdida de exctementos se atribuye a la actividad extrace deseo aaciciow iu el dtina de pein, pu sad a presi de conducira uma oporafebl 18 Talcamo entipé en el Prélogo lfm del lbrohay una afeada es aque se expen ‘ettode de inverogicion ADI y x caastezant os dese, Tor el moreno, coi ‘09 aguas ila: HbidoIncasonntia (L1.oralprimario 11), otal weustb 3) anal primatio (AL), ena sandr (AZ), fica wetal (PL) y fli a Pigina 44 tiva de otro (zvivencia de robo?} yla meta activa procura hacer a ‘otto lo padecido (afin de venganza). Susana reiteradamente usa- tba términos como cigars mierda, robe, justicia, sobte todo en el contexto de una posicidn pasiva, en situaciones en que se sentia robada o violada, frente a las cuales reaccionaba furlosamente, Cuando tefiere que tendrén su cuerpo pero no su mente s¢ pone en evidencia un uso violentado del cuerpo por el cual re- cbiria una paga (en tanto se trata del trabajo) que lentamente va detivando en fa supresién de sus procesos psiquicos. Esto liltimo se produce a medida que ella ni siquiera jerarquizaba su jwinaneia, lo cual comprometeria un carécter sobreadaprado, vino la que otros extrafan a su costa. Ja fantasfa de la prostituta deriva de un proceso que se inicia con la represién del deseo incestuoso, sustituyenda el amor a | madre por ta ternuura (se conserva el objeto pero no la meta). {ence al surgimiento del nuevo envidn pulsional de ta prepu- bestad, reaparece el saber sobre la sexualidad de la madre que, contradictorio con la ternura, e rechavado y attibuido a otra mujer, lt prostituta. En esta fantasia (que contiene un modo le injuriar af padre en cuanto la madre le seria infiel) coinciden Hlewos homo y heterosexuales partir de suponer una pric- vio sexual con un hombre pero con un fin extractivo de un (wen (por ejemplo dinero) que es enttegado a una mujer. Cabe slvertir que Susana ocupa variablemente tanto la posicién de syilen extrac como la de quien es desposeida de dicho bien, send esta dltima posicién més frecuente. Vora Susana, trabajar es una afrenta y se enfurece si percibe Jive otws podrian disfiurar haciéndolo, en In medida en que Soe ottos podrian estar gozando, al mismo tiempo, de hu- willarla, Env un segundo tiempo ella pierde su identificacién- Jwootituta y, en Lugar del delitio restitativo que te permitirfa semener el conficto en lo psiquico, se desarrolla un proceso en yee or mente deja de morar en el cuerpo. rigina 4s Para decirlo de un modo sintético, Susana aspiraba a la ob- tencién de una precatia tensién vital (como cuando daba che- ques), algo asf como «hacer una diferencia», aunque finalmente tal expectativa solo la conducfa a las vivencias de abuso men- cionadas cuyo desenlace era quedar como un despojo, como tun desecho de la economia (sexualo monetaria) ajena. Por otro lado, «ganar unos dias» (con los cheques) u obtener algin dito por medio de acciones judiciales (cuando, por ejemplo, se daba por despedida) puede que constituyeran formas de pro- ducirse una precaria tensién vital mientras esperaba que llegue el anhelado dia de jubilarse y poder vivir sin trabajar, aunque para ese momento ya habrd transicado gran parte de su vida SEMANTICA DEL DINERO El ejemplo comentado en el apartado previo muestra, aun- gue solo de modo parcial, la importancia de una de las varia- bles que forman parte del universo laboral: el dinero. Si bien, ciertamente, no siempre el trabajo es remunerado (tal como ocutre con los voluntariados 0 los trabajos ad /homarem), es in- dudable que frecuentemente el dinero adquiere particular im- portancia, aun en los casos tecién mencionados. En ocasiones es una de los Factores que los jévenes pueden considerar al mo- mento de su cleccién vocacional, o bien participa como una de las razones de la decisién de cambiar de trabajo o también puede ser frente de conflicts y malestar (ya sea individual 0 grupal). De hecho, las éreas de RR.HH. suelen incluir un see- tor especifico que define la politica de remunersciones y, de modo més amplio, podriamos considerar las negociaciones sa- lariales y sindicales, paritarias, etc. A su vez, en las actividades independientes, cada profesional suele reffexionar sobre emo decidir sus honozarios, los modos de cobrar, asf como tambicn Pagina 46 se le presentan conilictos de diverso tipo, por ejemplo, al def hir aumentos, ete. Por otra patte, estan aquellos que ya no soto trabajan con la expectativa de obtener su sustento sino que el dinero mismo es su materia de trabajo, tal como vemos en Jos financistas 0 especuladores, es decis, aquellos que trabajan con dinero, tema al cual dedicamos algunos capitulos, Desde 1 punto de visea de la subjetividad pueden estudiarse numero- sos problemas espectficos de la relacién entre trabajo y dinero, por ejemplo, los sujetos que sustituyen la actividad laboral por unia tendencia al endeudamiento o bien que aspiran a vivir del esfuerzo ajeno. lin sintesis. ya sta por su significado, por su funcién o por su fleacia en relaciéa con el trabajo, es pertinente que nos ocupe- sos del problema del dinero, De este modo, en este apattado cxpondré algunas consideraciones generates sobre la significati- vidael del dinero y en un sector posterior del libro me ocuparé «le estudiar Jos problemas inherentes a quienes desarroilan su sctividad laboral en el mundo de la especulacién, [il conjunto de tépicos econémices abordado por el psicoa- J es extenso y hererogéneo. De mada esquemitico pode- oe enuimerar los siguientes: + Laeficacia de los deseos, las Fantasias y las convicciones en la toma de decisiones + Lasignificatividad del dinero, de los bienes, su compra y costentacién Laadiccién al endeudamiento y al juego a dindmica de las empresas familiares 110s efectos animices del desempleo Las conscewencias de la inflacidn y de los ences econémicos 11) linero, el contrato y el encuadte psicoanalitico valor del dinero en los ideates colectivos Pigina 47 Cada uno de estos temas, a su ver, puede subdividitse, Por ejemplo, en el caso de las empresas familiares importan la transtnisidn generacional, la continuidad y reformulacién de los ideales familiares, los vincitlos fraternos, Ja relacién y con- ‘keto entre diferentes tipos de ldgicas (la requerida en el mun- do familiar y la esperable en el mundo laboral), etc. El des- templeo, por su parte, comprende sus efectos en cada caso, su impacto psicosocial, la selacién (semejanzas y diferencias} en- tre la amenaza de desempleo y la desocupacién concteta, los Conflictos que suelen ocuttir en quienes deciden o eecutan los despidos, ete. "Asimismo, entiendo que al estudiar las légicas que determi- nan los intercambios econdmicos es necesario considerar las. videntes diferencias que puede haber, por ejemplo, entre el ahorro doméstico, la invetsién productiva, la especulacion fi nanciera, ef consumo superfluo, la decisién de endeudarse {peéstamos, créditos), et. Esto es, el uso 0 manejo del dinero puede seguir diversas metas. Por ejemplo, uno puede ganar- fox gistatlo, perderlo, ahorratlo, invertilo, donatlo, prestarla 6 deborlo,"" Cada una de tales alternativas implica deseos, va- Tores ¥ fantasfas diferentes. Entendemos, pues, que el dinero ‘constituye un atractor seméntico privilegicdo, pues si bier Jos diferentes objetos pueden recibir multiples significaciones, eqeemos que el dinero ~tal vex por su particular funcién social, jntersubjeriva~ se creuentra en una posicién especialmente fa- ‘yorable,?” Asimismo,adenuis de la diversidad de deseos y metas posibles, el dinero puede quedar colocado al menos en cuatro de las posiciones postbles que describid Freud (19142, 1919a, 1921); 0 Recondenos qu para Feud metas puinafet se express en verbo Agosimarpropase G Danse (1567) cuando aitms quecl dines esun ignican respeo para todo servi, 11 Tas ours dorposclonassonki de suit via de rl. Vato también Mabieskey (0 Pigina 48 * Ayudante % persona, objeto animado o inanimado que el sujeto, el objeto, el rival o el modelo utiliza para lograr un objetivo. * Objeto D es aquel o aquello con quien un sujeto aspiraa consumar su deseo, * Doble > se caracteriza por tenet los mismos rasgos de al- unos de los actores falter ego del modelo, de! eujeto, del objeto, ete). © Ideal > esel representante de lo que el sujeto aspira a ser. Comencemos con sin breve tepaso por fas referencias al di- nero y Ios intercambios econémicos que hallamos en ta obra dle Freud, A grandes rasgos, estas pueden reunirse en cuatro grupos ‘A. observaciones técnsicasligadas con los honoratios que paga el paciente; 1, nexos entre el dinero y el desco anal secundarios ,nuumerosos ejemplos de conflictos con el dinero (des- cripeiones clinicas, andlisis de chistes, suefios, lapsus y olvidos);** | 1», la funcién social de los intercambios econémicos (que Freud denomind «comunidad de intereses). Aljp deena de poeioneven gu unde coun neo seaverte en is | eles pasian Padre eabuher 9 Do Dinero de Fanceo de Quevede) y ote sole lito» de idm de buee emsr dl ips de Hit avis parle que oiw en furerevinis et ean pura siguns dents wnes ¥ conslunones seria apicar a estudio de los problemas ecandmices ln ela | os de Frid 19364, vb es tps decade: excepclones So i a Sv ennotiey nse lingasn por elena de culpa Ea pale que lox me on rdesss que operas en dich npoingit teagan su lugares el mado cn ge \ojpradurs seme! tpn deiner: gealmente. sul podemosugerit ov ununcon cya valle queda espe de zeros etud. ni hyn que Fea acd ~anicamece- sea gsc sa a ner. Sin ‘eng eulo as dada de hy epee ncades en ee grupo pani de \utstnaee tetroqencidady england areata Cabeassar qu el d= tleFivtera toslaesncadechive Jo micanamt gence ‘Signy ude, leet desaeton et Pigina 49 El dinero y las sesiones Expondré algunos aspectos del problema de los honora~ rios en psicoanilisis, pues incluye algunas reflexiones sobre el dinero pero también porque expres una de las formas que el intercambio econdmico adquiere en un tipo de tra- bajo, en este caso, el del terapeuta. Si bien no es habitual que en otras actividades se analice dicho intercambio, es probable que algunas variables puedan trastadarse a otros mbitos, EL lugar del dinero en el tratamiento psicoanalitico presenta, cuanto menos, dos temas diferenciados, Por un lado, las pres- ctipciones ligadas con el contrato analitico (aspectos formales}. Por otro lado, las vivencias transferenciales y contratransferen- ciales derivadas del punto precedente2* Sobre la dimension contractual, Freud advierte que la valora- cién del dinero es portadora de Factores sexuales, motivo por el cual «Al hombre de cultura trata les asuntos de dinero de idéntica manera que las cosas sexuates, con igual duplicidad, mojigateria ¢ hipocresia» (1913a, pig. 132), Por ello sugiere una comuni- cacién espontanea de los honorarios con el objeto de mostrar el valor de una sinceridad que deponga toda falsa vergiienza. ‘Tambign objeta la gratuidad de los tratamientos, pues fa act tud filantrépica -siendo que el analista se sustenta con su tra- bajo— podrfa tener consecuencias negativas para ambos micm- bros de la situacién: para e! analista, «... affigine en su fcero 25 Siblen quleuoy puna larepretclonesde Feud, cabeconigtar un com {erlogue [Suerte en rcdacidmcon ln problemas cunios de rust de hor ‘aries gue se prodhieron en em pried de ales inBackin. A peop de un exc, de Chemo oe babi dad re rent po fide fr ia pongae se srtibs dw macro iis po el events Bs aparecieren mnt de Bona enmipcentes panel pvteate allen aparta coma una pores enna y ‘snl qu yam cone dpa el cap: en es endo, amie ena pe paris nets oreqeidas 9°0, pig. 3), Pagina 50 intivia per la falta de miixarnientor y afin explotadcr de los pa- clentes, 0 quejarse de ello en vox altars en el paciente, reconocet ute 4... as resistencias del nenerdtico se acrecientan exormemente por el traiaritento gratuito» (op. eft., pag. 133), Freud compara la situacién de atender gratuitamente varias hores semanales con el efecto de un accidente traumatico, Esta comparacién posee dos valores, Por un lado, en el sentido de una alusién al kicto cesante, Por otto lado, en ranto una actitud sacrificial (Pst, 20046) lleva a que el trabajo adquiera el carécter de una fivente de incitaciones traumaticas duraderas que operan con significativided similar a un impacto tinico y de alta in- tonsidad, La consecuencia de ello sera un drenaje pulsional, un condo de inermidad para proces las exigenclas pulsionales, We la realided y el superyé. Bn particular, resuleard dificil ra- Initar y conjugar los sentimientos de injusticta, los deseos am- Niclosos y Ia postura sacrificial, En sintesis, una ingenua (y/o ‘cesiva) flantropia puede encubrir la tendeneia del analista a oltecer lo innecesario pero que, luego, da lugar a enfurecerse como silo hubleran despojado de lo propio, En el paciente, a 11 sea, la genetosidad ajena no sélo podrd despectar mas env’ Wha que gratttud,** sino que transformaré en derecho adquitide le aplicacion constante) lo que sélo es vilido en circunstan- wvacotadas, Hioud da et ejemplo de un paciente que extravia las Haves de jo donde guardaba el dinero para pagar las sesiones [ovis a las vacaciones e interpreta el motivo de tal extravfo ep Wiminos del «.., maihumor por la interrupeidn de la eva y le secrete furia por tener que pagar wnes elevados honorarios dove el tan male (1901, pig. 141). Las aves refie- ey la divisién encte des espactos y a la postbilidad de abrir esetitor Mita len Pagina 51 © cetrar aquello que los separa. Podemos conjerurar, pues, tun tipo especifico de vivencia: quedar encertado del lado de afera. Dicho de otro modo, el paciente se supone excluido del espacio que contiene Lo valioso (dinero, analista, goce), el cual ya resulta inaccesible. A su ver, la pérdida de fas Haves expresa el rechazo a la decisién de abrir el escritorio (esfin- ter) que permitiria entregar el dinero (heces). Recuerdo un paciente que, reiteradamente, solia demorar varias semanas el pago de sus sesiones. En cada ocasién en que ingresaba al consultorio, luego de dar unos pocos pasos, exclamaba «Me alvidé otra ver!», Asimismo, el paciente acostumbraba a no Ievar ni las llaves (de su casa w oficina) ni dinero en su bille- inalmente, cuando traia dinero para abonar las sesio- nes, al irse ~ya desde el otro lado de la puerta referfa haberse quedado con un sabor amargo por un supuesto final abrupro de la sesidn (eran frecuentes también sus intentos por exten- der el cierre de la hora). Este dltimo ejemplo retine varios aspects. Por un lado, po- demos inferir una dificultad para trasmudar una experiencia en huellas mnémicas, en cuyo lugar prevalece el apego a un mundo inmediato.” Algo de ello se advierte en el hecho de que sélo recordaba pagar cuando ingresaba al consultorio y veia al analista, as{ como también en sus intentes por proton gar Ia sesién (como si el paciente mismo captara su tenden- cia a desinvestir lo ofdo y, por lo tanto, q huella mnémica). Por otro lado, también importa su postu- ra lastimera, que se evidenciaba en el «sabor amargo» y en su andar por el mundo sin Ilaves ni dinero (el paciente solia comentar que siempre usaba remeras rotas y viejas o bien se tera. no decante como. describfa en una posicién econémica menesterosa, atin cuan- Tap i ra na vac erent strien coma avy 2994, pig 50) Pagina 52 do no era tal su situacién), Finalmente, respecto de las \laves, ademds de lo consignado sobre el ejemplo de Freud, en este caso conjeturamos que el paciente entrega ta decisi6n de abrit lay puertas (cuando llega a su casa debe tocar el timbre) como expresién de la furia que le provoca la decisin de abrir el es- finter anal. Es en esta misma Iinea que podemos comprender ottas situaciones del paciente, como sus frecuentes ataques de ia frente a actitudes de sus empleados, que consideraba in- aulecuadas. En tales casos, sola referir que «no las dejo pasar», t0, el paciente no lograba disponer de dicha decisi6n {dejarla pasar), con Lo cual conservaba un goce masoquista que culminaba en estallido de furia. Viste breve desarrollo muestra, por un lado, un modo en que | psicoanatisea puede pensar los honorarios por su trabajo y. por otro lado, respecto del paciente, cémo se reproducta en el vineulo con el terapeuta algunas vivencias que formaban parte de su vida extra sesidn, entre ellas las laborales. ‘I dinero y el deseo anal La relacién entre el dinero y-el deseo anal es quizi el aspecto ‘nis destacado de la obra de Freud respecto de esta materia, | dinero puede recibir diversas investiduras y significaciones, poems preguntarnos por qué se ha subrayado aquel enlace. Hatlamosal menos tres razones: por un lado, porque ha sido el mismo Freud quien lo formulé explicitamente; por otro lado, porque probablemente algunas estudios ulteriores omitieron vhondar y sofisticar la metapsicologia del dinero; finalmente, porque lt aparicién det deseo anal secundario supone un par- ticular tipa de intercambio entee el yo y los otros, Mas aun, fa idad yoica de proferir palabras surge a partir del desa- eseo anal secundaria, ef cual incluye la constitucién Pagina 53 intrapsiquica de las normas que es necesario respetar si se de- sea sostener tun inteecambio simbélico intersubjetivo. Cuando Freud (1908b) estudia el cardcter ahortativo, que extremado puede conducir hacia la avaricia,”* sefia! mn vendash el liver expr en lor made nines: winculy ea el esenenta ddoneequiens ue dowtine, ogee haya perdenado el mods areata de pessamionts en des entares antiguas en ef mito, kr cuents tional, ka supersticién. ene pena iconvionte, aaueay la newvories (op. el: dg. 157 Pata Freud, el goce infantil por la defecacién —destinado a ex- tingairse en fa madurez— queda subsumido en el interés por el dinero. De todos modos, es importante subrayar que el dinero adquiere este valor en tanto ahorrable, El cardcter ahorrable del dinero -y su versién hipertrofiada en avar deseo de control (orden. dominio) y, a fa vez, la restriccién de tocarlo, En un texto posterior, Freud (1917) establece la ecua- cidén simbdlica entre heces — dinero — regalo — pene — hijo y afirma: «Bsos efementas a menucto son tratados en lo inconctente coma si fieran equivalentes entre oy se pudiera sustitnir sin reparo unos por otros» (pag. 118). Estas especulaciones metapsicolégicas ya habian mostrado su rendimiento clinico en el abordaje de El hombre de las ra- tas (Freud, 1909c), De este caso, entre cuyos sintomas Freud aludié a su «pertinas incapacidad para mabajar» (pag. 156), destacamos la multiplicidad de evocaciones condensadas en Ja palabra srata»,.” En ella quedaron reunidos diferentes sig- ja supone un in el deseo wreea. La eonelusin inqiepen ses de ele obo fost ret Bel mim sla quearriba Froud e que» ae des proves oignara, sb ont lars Gp sb 39 El pacientes habs homoricado al escuchar un eastlgo que se propio con rats. aque sepin Freed, «dena be toda ere a Pagina 54 nificados: ratas, cuotas, jugador, casarse, hijos, el paciente mismo y pene, Recordemos que su padre haba sido jugador y de cuya historia te resonaba una «deuda inpaga» (op. cit. yiag, 165). Dos aspectos de este historial descamos conservar como interrogantes; por un lado, qué hipétesis podemos de~ tivar de que el rasgo de caracter ligado con el ahorro reconoz- cv un linaje en una deuda impaga en un progenitor, Por otro ado, nos preguntamos sila significacién de la rata como uni- dad monetaria ~segin lo denomina el mismo Freud~ refiere ya no sélo al deseo anal sino también a una particular con- figuractén del ideal del yo en su componente formal (ideal torémico). Vitriaciones en la significacion Las hipétesis freudianas sobre el dinero no se cifien a sti nexo con el deseo anal y/o su fancién en torno del pago de las se- niones, aun cuando estas dos referencias se ubiquen como los problemas principales quel padre del psicoanilisis abords. En tlceto, podemos advertir propuestas que ponen de manifesto oitus significaciones asi como algunas materiales clinicor que requieren de un estudio mas sofisticado, Como en los capitu- Jos 10, UL, 12y 13 expondré de manera més detellada algunos de estos problemas, me limito ahora a sefialar que en ocasiones Jed ligaba ef dinero con la ambicin (deseo FU), con el de lar premoniciones, Freud dio igen empl: oe ripen de sey Auctrangar pace canter die cece maces de sta que We Tanuiaadeenferecor de asbaaore, que se ade ad epover la plas de diner aaonsle vn e ch del Banc, debi por i de aul tener wdes (2901, pag. 286). Fred corsa sxcemplo ¥ {anal del nim ea teldenan el excuestt sorpreo con na persona conocds, Voc tno reine fantasiananblconh, a comperasn emt exe econoin'ay lu jessica del boneo yt eiceca daar todos compesemts propos de lay exenas Vjenal dee file va (Mla 20139 Pagina 55 sentimiento de injusticia (deseo Al)" 0 bien con tos intentos de contraer deudas (deseas O1 y LD 3 Freud eramina el eo ce uma muchacha pobre que s spesa por na poder sormprat una alhaiabaraeay miettascartnabs con u deh iis orbillte enei suelo. Cuando emprende el segreso para, ralmeme,com- par aqucl obicon se ice gue arene cerca a aver, porgee elaine falado esdinere de lesuere que debegatare 190%, pig 208 Fl problema quest ie panics als Joven deta dl en'acesegin cl cas la suertex promueve la vives de baker obenide indebica o inustarente et dines Tlanalts un olde prope ade on pga deta dvds. vate ie ire todo cena cata con fled yore tap tere koma © ‘guepor eta ns dao pas de deen Crs when 09 Bare mle [naujer ds baqices anes hola mts ees de cate Ost ih It poe 9s er cearn for en pos cpt ge di nigprs me ert dead ogee pq fk tn cen deta sta detent ev li carats prepares ue ie bakit seupate toe dtc epoch. “Gaon wagon cs baenie f eei pon vnc neue dl wae. fe cen pred ete ue pus epceare de os cs pa Be ted a da fen 1501 pgp. 135.6, nea eel ple reed shades x eroe ‘el can por eal ao moe aber pads} nve en pba del co ich Asma hace eletecl es comstttes que dean el pap 1 posed ‘Gingue ler epee gananca sen] aus pacers que ovine, perio, pagan consul, Frade tere no arse al deo ds mene se 3 Fats haber aga. aa rent decontaee deus (queen eu eer gel fata con a adr bac, sprocupulons por pens y lec tl del fetes Cuando Fremm 2966) decibels spn de To qe derarna el ‘ror sezmaerlaquepeaeleadslos isan stg deceit dat rive an dirncaesve la consracln pluie Tapas) que pola wrarorieob ie Alepope vagus ceerea ana ese scbracese es oa pegs Lx cotseacones de Fu ube lis desta ls epesmor de scuede peenten conan que eal dlarente proce unt exena que po ils dt igre moeo nes CeO {huevo pidereasira penurs econinien Fe posbleque enncsisos sendeidunie {Stembi peraa gente nae ar gus os aceon iv dene tan ease psa 10 Pagina 56

You might also like