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ENE EDWARDS a __ La misiin de Editorial Videos proporsonar fos pears necetarion fn de leone atx personas para levis yapadartas reer ee (©1986 EDITORIAL VIDA ‘Maur, lode Rodisefado 2008 ‘ablcndo en ngs bajo! sae: [nate of Tree Kings Por Cnisian Books £1980 por Gene Eeivards Diseo nei: Grp Nive Uno Ie. Dis de eles: Grupo Nive! Uno Ie. Reserv todos 1s deren, ISHN: 08297-4356 ‘cuegori: Vide crniana ideracse Impreso en Estados Unidos de Arca ‘Pred inthe Uaited Stats of Ameren (0910 14 +21 20191817 16 18 1413, Delivatonia ‘A los erstianos quebrantados de corazén que eseapan de grupos autoritarios en busca de con- suelo, sulud y esperanza. Dios quiera que st reco- ‘ren y prosigan con él, que es a libertad genuina. ‘Alos crstianas que ban sufrido, o que sufren, Ja experiencia desconsoladora de la division entre Jos hermanos. Que esa historia les dé uz yconsue- Jo, Dios quiera que también se reeobren y prosigan con él, que es la verdadera paz, Y quiera Dios que scan sanados de un modo tan absoluto que puedan responder al llamamien- to de aquel que todo lo pide porque é oes todo. «cllos establecieron reyes, pero no escogidos por mf; ‘construyeron principes, ‘mas yo no lo supe.” Oseas 8:4 Querido lector: Es un placer y un privilegio pasar este tiempo usted. Gracias por su compaffa. Le sugiero ‘nos apresuremos a entrar al teatro porque veo ya estin apagando las luces. Hay dos localidades no lejos del escenario re- as para nosotros. Sentémonos en seguida. “Tengo entendido que la trama es del género tico. Espero, sin embargo, que no la en- tre demasiado triste. ‘Creo que In historia se divide en dos partes. Ja primera se presenta a un rey anciano llama- Sati y a un pastorcito lamado David. En la se- ida aparece de nuevo un rey aneiano y un jo- . Pero esta ver el rey anciano es David y el jo- ‘es Absalon. El argumento es una descripcién gréfica un al carbén, si usted prefiere— dela obedien- "ya autoridad en el reino de Dios. Han apagado las Tuces; Jos actores estén en puestos. El piblico ha guardado silencio. Ya sube el tel6n. a comenzado nuestra historia. E1 Dios vivoy omnipotente se dtigié a Gabriel y Je hablo de este modo: “Toma estas dos partes de mi ser. Hay dos hombres que esperan su destino, Ye yentrega a ca- da uno de ellos una poreion de mi mismo. ‘Con dos luces de vida radiante que palpitaban ‘en sus manos, Gabriel abrié la puerta del reino que separaba a los dos mundos y se perdié de vista. Ha- bia entrado en la galeria de is generaciones faturas Tengo aqui dos porciones de la naturaleza de Dios. La primera es del mismo género de su natura Jeza. Quien se cubre con ella es investido con el aliento de Dias. Su mismo aliento lo rodea como las ‘aguas alrededor del que se zamballe en el mar. Con esto ~elaliento que enviste—tendréel poder del Al tisimo para dominar ejérctos, avergonzar a los ene- ‘migos de Dios y realizar en la tierra su obra. Aqui es- tiiel poder de Dios como un don. Aqui esta la inmer- sign en el Espiritu, PoE ete eee a Daf dats mansers ‘Un hombre dio un paso adelante. —Esta poreién de Dios es para mi —Muy bien —respondié el angel. Recuerda que quien recibe una porcién tan grandiosa como testa serd, sin duda, conacido por muchos. Antes que ‘tu peregrinaje terrenal termine, seré conocido tu ca rricter por medio de este poder. Tal es el destino de todos los que estn investidos de esta porcién y ejer- cen st poder, porque ella afecta tinieamente al hom- bbre exterior, sin afectar un pice su espiritu. El po- der exterior revelaré siempre los recursos ‘timos del ser o la carencia de ellos. El primer hombre recibi6 su poreién y dio un paso alti. Gabriel habl6 otra vez. —Tengo aqui la segunda de las dos porciones del Dios viviente. Este no es un don sino wna heren- tia. Se lleva un don en el hombre exterior; se siem- ‘bra una hereneia —como una semilla~ en Io més in- timo del corazon. Sin embargo, aun cuando es una siembra tan insignificante, crece hasta lenar, an- ‘dando el tiempo, todo el hombre interior. ‘Otro hombre dio un paso adelante y exelam6: —Creo que esta poreién ha de ser mia durante ii peregrinaje terrenal. —Muy bien —respondi otra vez el Angel. De~ bo decirte que se te ha dado algo glorioso. Es lo tini- co —en todo el universo de Dios y de los dngeles— 8 ee Pupil de ns measieas que puede cambiar el corazin hurmano. Sin embar- 0, ni siquiera este elemento de Dios puede llevar a ‘cabo su tarea ni erecer hasta llenar todo tu ser inte- riora menos que esté bien combinado. Tiene que ser prédigamente mezclado con quebrantamiento, tris- tezay afliceion. El segunda hombre recibié su porcién y dio un paso atris. Junto a Gabriel se sont6 el Angel Archivero, De- bidamenteasent ens libro el registro de os dos —iQué Hegardn a ser estos dos hombres des- ppués que hayan pasado la puerta hacia el mundo vi- sible? —progunt6 Archivero. En voz baja respondié Gabriel: —Cada uno, en su tiempo, seré rey. Cogpitule / BI hijo menor de cualquier familia posee dos +asgos distintivos: Se le considera informal y con- sentido. Por lo general, se espera poco de él. Inevi- tablemente, revela menos caractersticas de lideraz- go que los demés hijos de Ta familia. Nunea gula, Siempre sigue. No tiene aninguno menor que él con quien ejercer el iderazgo “Asis hoy vas ue hace tres millaiios en un pue~ bio Tamado Belén, en una familia de ocho mucha- chos. Los primeros siete hijos de Isai trabajaban cerea dela granja de su padre. EI menor era enviado a las montanas para que apacentara el pequetio re- fio de ovejas de la familia En aquellos aburridos viajes pastoriles, este hi- {Jo menor levsba dos cosas: una honda y un peque- jo instrumento parecido a la guitarra. Es abundan- teel tiempo libre de un pastor en las mesetas, don- de durante muchos dias pastan las ovejas et una pradera solitaria, A medida que pasaba el tiempo y Buf tes mererens Jos dias se convertian en semanas, el joven se sentia muy solo, a sensaci6n de soledad que lo rodeaba siempre se aumentaba en su alma. Tocaba mucho el arpa Tenia buena vor, de modo que cantaba con frecuen- cia, Cuando nada de esto lograba distraerlo, recogia tun montén de piedras y las lanzaba, una a una, con su honda hacia un érbol distante como si estuviera en realidad furioso Cuando desaparecia un montén de piedras, ca- minaba hasta el drbol que le habia servido de blan- co, volvia a reunirlas y designaba a otro enemigo frondoso a una distancia todavia mayor. Asi libraba muchas batalla solitarias como esta ste pastor, cantor y hondero también amaba 2 su Seficr. Porla noche, mientas todas sus ovejas dor- ‘fan, se sentaba a contemplar con fijeza el fuego mortecino: de Ia hoguera, rasgueaba su arpa y ofe- cfa un concierto de un solo instrumentista. Cantaba Jos antiguos himnos de la fe de sus antepasados. Lloraba mientras cantaba; ya menudo, cuando Toraba, terminaba alabando a Dios. Cuando no alababa ni loraba, dderos y las ovejas. Sino estaba ‘cupado con su rebaiio tiraba con su afable hhonda tuna y otra vez hasta que pudiera decitle a ca- 4a piedra exectamente adonde drigirse laba los cor- Pfs ns arsare Una vez, mientras eantaba a todo pulmén a Dios, alos angeles ya las mubes que pasaban,divisd tun enemigo vivo: ‘un enorme oso! Se lanzb adelan- te. Ambos se encontraron avanzando furiosamente Ihacia e! mismo objetivo: un corderito que pastaba ‘enuna alta planicie de exquisito pasto verde. ELmu- chacho y el oso se detuvieron a medio camino y se volvieron con violencia para enfrentarse el uno al otro, Aun cuando instintivamente buscd una piedra en su zune joven se dio cuenta de que no tenia ‘Mientras tanto, Io embistioron las patas pelu- das, como un potente relimpago pardo con furor es- ‘pumoso. Impulsado porla fuerza dela juventud, p= soa piedra en la honda y pronto un guijarro liso del roy sion el aire para hacer rente la embesti- la. Momentos después, el hombre —no tan joven como minutos antes— recogié al corderito y le dijo ~Yo soy tu pastor y Dios es el mio. Y asi, alo largo de la noche, entretejié la leyen- da del dia hasta convertila en eancién. Lan al cie- Jo aquel himno repetidas veces hasta que hubo ense- fiado la melodia y la letra a cada ngel que tenia do musical, Flos, asu vez, se hieieron guardianes de esta cancién prodigiosa y la hicieron llegar como bilsamo sanador a los quebrantados de corazén de todos los tiempos. — sein, Biypitule 2 ‘Una figura corria hacia él en la distancia. Crecia ‘a medida que se acercaba. Era su_hermano —grité el hermano—. Corre con todas tus fuerzas. Yo cuida- 16 del rebaiio. =éPor qué? Unanciano, un sebio, esta en casa. Quiere cono- ‘er alos ocho hijos de Isai y los ha visto a todos me- nosati. —éPero por qué? =iCorre! David corri6. Se detuvo solo el tiempo suficien- te para recobrar el aliento. Después, con el sudor co- rriendo copiosamente sobre las mejills bronceadas por el so, y el rostro enrojecido haciendo juego con ‘su rojizo pelo crespo, entré en la casa de su padre, agrabando con sus ojos too lo que ve, EIhijo menor de Isa estaba al de pie, alto y for- nido, sobre todo ante los ojos del curioso visitante. La familia casi nunca puede percatarse de cuénto un ss NU) Pop te tes nantes hombre he erecido, ni siquiera al mirarlo de frente. Bl aneiano lo not6, ¥ advietié también algo mas. De algi modo supo lo que Dios sabia. Dios haba hecto una encuesta casa por casa en todo el reino en busca de algo muy especial. Como restitado de esta encuesta, el Dios omnipotente ha- bia notado que este trovador, que tiraba piedras con sshonda, amaba asu Seor con un corazén ms pt- zo que cualquier otro en toda a tioera do Israel. = Arrodillate— dijo el barbudo de larga eabelle raencanecida Se arrodill6 casi rogiamente, al menos pera «quien nunca habia estado en esa peculiar posielon, y Sintié que el aceite se derramaba sobre su cabeza En algiin lagar en el archivo de sa mente, com el r6- tulo «datos de l nitiez», se rememoraba este pensi- 'miento:«iBsto es lo que hacen ls hombres para i vestir a un rey! Samuel me esti convirtiendo en. equi Jas palabras hebreas eran inequivocas. Hasta Jos nifios ls sabian, He aqui el ungido del Seiior! Un dia formidable para la vida de un joven, éno es verdad? éNo es entonces extrafio que este acoate- imiento samamente notable condujera al joven no al trono, sino a una déeada de infernal agoniay sufn- riento? Aquel dia David fue inserito no en el linaje de larealera, sino en la escuela del quebrantamiento eee Pop de ts asnanias Samuel se fue a su casa. Todos los hijos de Isai, ‘excepto uno, se fueron a le guerra. Fl menor, tierno ‘iin para ir campo de batalla, recibié, no obstan- te, un ascenso en Ia casa de su padre... de pastor a ayudante de camarero. Ahora su nuevo trabajo era evar alimento a sus hermanos en la linea del fren te. Hacia esto con regularidad. ‘Enna de tales visitas al frente de batalle, maté ‘un 00 exactamente de In misma manera que lo hi- 10 la primera ver, Sin embargo, este os0 tenia una altura de tres metros y era humano, Como resultado de esta proeza extraordinaria, el joven David se vio de pronto convertido en héroe popular. Por iltimo, se encontré metido en el castillo de ‘un rey loco. Yen eizeunstancias tan loeas como el rey, el joven iba a aprender muchas cosas indispen- sables. Cypitule 3 David cantaba con frecuencia para el rey loco. ‘La mfsica era un gran alivio para el anciano, segin parece. Cuando David cantaba, todos se detenian en Jos pasilios del castillo, y escachaban maravillados Jas canciones que provenian ela cémmara real. £C6- smo Hleg6 alguien tan joven a poseer letra y miisica ton maravillosas? Parecia que Ia favorita de todos era la cancién que compuso cuando salvé de la muerte al corderi- 40. Les encantaba esa eaneidn tanto eomo a los fn- eles, No obstante, el rey sentia celas porque estaba loco. £0 ser‘a que estaba loco porque sentia celos? De cualquier modo, el rey se sintié amenazado por David, como sucede a menudo con los reyes cuando por debajo de ellos hay un joven popular y que pro- mete. El rey también sabia, como lo sabia David, que este muckacho tenta la posibilidad de ocupar su AN puesto, éPero ascenderia David al trono por medios Sratalulentas 6 par medios legtimos? Sail no lo sa bia, Este era uno de los interrogantes que enloque- ofa al rey. ‘David estaba strapade en wna posieién inedmo- da, Sin embargo, en tales cireunstancias parecié ‘caplar Ia interpretacion profunda del drama en eur- so en el que habia sido strapado, Parecia compren- der algo que muy poeas de los hombres més sabios desu tiempo comprendieron. Algo que an en nues- ‘10s dias, cuando los hombres son todavia més sa- Dias, menos comprenden. 2Qué era? {Que Dios no tenia, pero ansiaba tener, hombres ‘que vivieran en In afliceion, Dios queria una vasija rota, ae RT pany tee es ip es Cypitule 4 rey loco vea a David como une amenaza pa- ra su reino, No comprendia, segin parece, que debe permitirse que Dios decida qué reinos perdurarén ante las amenazas. Al no saberio, Sail hizo lo que hhacen todos los reyes insensatos. Arrojé lanzas a David. Hl podia hacerio, Brae rey. Ls reyes pueden hhace tales cosas, y casi siempre as hacen. Los reyes se atribuyen el derecho de artojar lanzas. Todo el undo sabe que tales hombres tienen ese derecho. “Todos lo saben muy bien, éCémo lo saben? Porque lrey se lo ha dicho muchas veces. 28s posible que este rey loco fuera el verdadero rey, incluso el ungido del Seiior? 2Queé piensa usted respecto a su propio rey? cEs 1 ungido del Ser? Tal ver sf, tal vex no, Sélo Dios sabe. Sisa reyes en realidad el ungido del Sefor, y si Parfit ds ras mesaries ‘dems azroja Tanzas, entonees bay algunas cosas ‘que usted puede saber y saber con seguridad. ‘Su rey est bastante loco. ‘Yes un rey segin el orden del rey Sail Cypiule & Dios tiene una universided, Bs una escuela pe- quofia. Pocos se inseriben, todavia menos se gra- ‘daan, Muy, muy pocos en realidad. ‘Dios tiene esta escuela porque no tiene hombres ‘quebrantados de coraz6n. Mas bien tiene otros tipos de hombres, Tiene hombres que afirman sera auto- ridad de Dios... yno lo son; hombres que dicen estar Guebrantados de coraz6n... y no Jo estén. Tiene Thombres que son la autoriad de Dios, pero son in- sensatos, de coraz6n no quebrantado. El posee,tis- temente, una mezcia espoctroscépica de todo entre ‘es0s dos tipos de hombres. Tiene de todos estos en abundancia; pero hombres quebrantados de cora- 26n, casi absolutamente ninguno. ‘ePor qué hay tan pocos estudiantes en la escue- la divina de Ta obediencia y el quebrantamiento? Porque todos los que esti en esta escuela deben su- frir mucha alicién, ¥ como usted pudiera suponer, + os Ppl de ts menares ‘esa menudo el gobernante no quebrantado de cora- ‘én —a quien Dios soberanamnente escoge— el que ‘oeasiona la afliccién, David fue una vez estudiante cn esta escuela, y Sabl fue et medio escogido por Dios para afligir a Davi ‘A medida que aumentaba la Jocura del rey, Da- vid erecia en conoeimiento. £l sabia que Dios lo ha- bia colocado en el palacio del rey, bajo auioridad le- ‘itima. Ba legitima la autoridad del rey Sati? Si, era la autoridad escogida de Dios. Escogida para David. ‘Antoridad de un corazin no quebrantado, si. Mes ‘ordenada divinamente. ‘i, eso es posible. David tomé aliento, se puso bajo las 6rdenes de su rey insensato, y eaminé la senda de su infiemo terrenal Ap Cyitule 6 David tenia un interrogante: Qué se hace cuan- do alguien nos arroja una lanza? No le parece ex- “trafio que David no supiera le respuesta a este inte- rrogante? Después de todo, cualquiera sabe qué ha- cer cuando le arrojan una Tana. iSe recoge la lanza, yyse arroja contra el agresor! «Cuando alguien te arroje una lanza, David, arréneala de la pared y arréjala al que la tré prime +o. Absolutamente todos los dems lo hacen; puedes estar seguro». Al realizar esta proeza insignificante de devol- ver las Ianzas arrojadas, usted probara muchas ¢o- 25: Que ¢s intrépido. Defiende Io recto. Se opone valientemente al mal. Fs firme y no se le puede ha- cer a un lado, No soportara la injusticia o el trato in- Justo. Es el defensor de la fe, guardidn de la antor- cha, deseubridor de toda herejia. No sera injuriado 5 Dif de ws morerers ficilmente. Todos estos atributos se combinan para probar que usted también es, obviamente, candida- to para el reino. Si, tal vez sea el ungido del Sevior. ‘Segin el orden del rey Sati ‘También existe la posibilidad de que unos vein- te aiios después de su coronacién, sera increible ‘mente el més diestro lancero del reino. Y, aun més seguro, para entonces...estaré bastante loco. we Diferente de cualquier otro lancero en la histo- via, David no sabia qué hacer cuando Ie arrojaban luna lanza. No la arroj6 de nuevo a Sail, ni prepard su propia lanza para arrojarsela. David hizo algo distinto. Lo tinico que hizo fue esquivarla. Qué puede hacer un hombre, sobre todo un jo- ven, cuando el rey decide usarlo como blanco en sus prieticas de tiro? Qué sucede si el joven decide no devolver el golpe? Ante todo, tiene que simular que no ve las lan- 2as, Aun cuando yengan directamente contra él, En segundo lugar, tiene que aprender a esquivar ripi- damente el golpe. Por ditimo, tiene que aparentar que nada ha sucedido, Uno puede fécilmente darse cuenta si alguien ha sido alcanzado por una lanza. Se converte en una ‘oscura sombra de amargura, A David nunca lo hiti6 ninguna lanza. Gradualmente aprendié un secreto Bie ot ey Pupil de es menareas bien guardado, Descubrié tres prineipios que impi- . En Jerusalén, cuando los hombres ensefiaban acerea de ser obedientes a los reyes y a honrar alos ungidos del Seiior, David servia de ejemplo. «Miren, esto es lo que Dios hace con los hombres rebeldes». Los j6venes oyentes se esttemectan ante tal pensa- imiento y resolvian munca tener nada que ver con la rebelién. ‘Asi era entonees, asi es ahora, as ser siempre. ‘Mucho més tarde, David Wegaba a-un pafs ex- tranjero, aun fnfimo grado de seguridad. También aqui fue temido y odiado; se inventaron mentiras y Inubo confabulaciones contra él, Se enfrenté a la ‘muerte en varias ocasiones. Estas fueron las horas més negras de David. Us- ted las conoce como los dias que precedieron & su reinado, pero é no las vefa de ese modo. El suponia ‘que esta seria su suerte para siempre. EI suftimiento daba a luz. La humildad nacfa, De acuerdo con las normas terrenales, era un ‘hombre frustrado; de acuerdo con las norma del cie- Jo, era un hombre quebrantado de corazén, —— Pp Cypitule 13 Otros tuvieron que huir a medida que auments- ba ta locura del rey. Primero uno, luego tres, des- pués diez, y por filtimo eientos. Al término de pro- longada basqueda, algunos de estos fugitives hicie- ron contacto con David. Elos no lo habian visto por largo tiempo. En realidad, cuando Io vieron otra vez simple- mente no lo reconocieron. Haba cambiado. Su per- sonalidad, su carder, todo su ser habia sido trans- formado. Hablaba menos. Amaba mas a Dios. Can- taba de manera diferente. Ellos nunea antes babfan escuchado estas canciones. Algunas eran indeserip- tiblemente hermosas, pero otras helaban la sangre en las venas, os que lo encontraron y decidieron ser sus compafteros errantes eran un grupo miserable y

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