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SOBRE LA CLINICA PSICOANALITICA En 1925, en "Las resistencias contra el psicoandlisis" Freud con su estilo tan peculiar y una claridad meridiana no por e- lilo m4s eficaz, dej6 constancias de las resistencias que su clinica suscitaba. Elias eran la tendencia hacia lo biolégico y 1a tendencia ha- cia lo filos6fico, ambas dislocaciones eran - segun Freud mas soportables, que correr los riesgos del abordaje y descubri- mientos de la verdadera raz6n del padecimiento humano: el Incenciente. Es comin abastecernos masivamente de frases hechas como por ej El Edipo es el nicleo de las neurosis y psicosi: Qué quiere deci. Porque la significacién no va de suyo. El Edipo: Es uma constelacién compleja como resultante de una constitucién progresiva o es una estructura que se produce en un acto sincrénico? Si es esto Gltimo, entonces el conjunto de partida y conjunto de llegada coincidirian y la tarea de analizar nifios o psicéticos -por ej.- no tendria sentido teérico alguno. Esto es posible a partir de la posibilidad de pensar la cli- nica en el senc de una metapsicologia. ya que el abandono de concertos tales como lo dinamico, 10 éconémico, lo tépico, el conflicto ete, implica un empobrecimiento inevitable. Pensamos, ademés el aparato psiguico en sus movimientos cons- titutivos Cémo entender el Edipo? Como la encrucijada donde Edipo 44 muerte "sin saber" a Layo. Sin lugar a dudas. Pero a la vez, c6mo dar cuenta de esa encrucijada sin incluir cémo Layo arroj6é a Edipo de su lugar de hijo, con anuencia de Yocasta? El intento como analista es recopilar una historicidad cons-~ titutiva de la realidad, lo cual implica las vicisitudes de los movimientos pulsionales, investimientos y contrainvesti- mientos, las orientaciones y fijaciones del deseo, el mundo de os objetos, los precipitados identificatorios con un con- cepto basado en una Lemporalidad que es la retroactividad. Las ensefianzas de los pacientes graves (no necesariamente psi c6txcos) y del andlisis de nifios se comportan en si mismas e- jemplificadoras de varias cuestiones que interesa destaca: i, la existencia del Inconciente (Freud nos recomendaba ana lizarnos de tanto en tanto, simplemente para no olvidar esto) Inconciente sexual, infantil y reprimido, y siempre en el se- no del conflicto inter o intrasistémico, o con la ralidad ex- terna. (2) La constitucién prooresiva por una parte y compleia y h terogénea por otra del aparato psiquico. Es necesario reconsi derar la diversidad de las corrientes de la vida psiquica y el valor que ellas tienen en la clinica. De ello se desprende la necesidad de pensar al aparato como abierto en 2 y en 3. 3) Esa constitucion pensada diacrénicamente, existe en relacién al otro de esa constitucién (el otro de todas las corrienes psicoanaliticas aunque con diferente valor teérico y contextual). 4, El estudio de la escisién (o clivaje o disociacién) en el Yo en vias de contitucién, y luego la consideracién indispen- sable de la fuerza insoslayable de la sexualidad infantil mosi:rada en todos sus atributos en los primeros estadios Yy las vicisitudes de los movimientos resivos o fallidamente xepresivos © sus esfuerzos de contrainvestimicnto. Esta es una realidad que cualquier paciente neurético desplie ga en la clinica, y pone al rojo vivo en variados momentos de la historia de los movimientos transferenciales, por predomi- nio de algunas de las nombradas corrientes psiquicas. Es a prop6sito de estos tres puntos en que el anélisis de ni- fos se constituye en una ensefianza inestimable en lo que se refiere al trabajo con pacientes psicoticos y con pacientes graves, pero afin hay un concepto que creo de valor clinico fecundo. Bl psicoandlisis con nifios, con pacientes graves y psicéticos han sido sin duda alguna, las transformaciones tanto interna como externa mas fructiferas de la teorfa y clinica analitica Y por eso es que no creo azaroso que hayan sido los primeros que se hayan preocupado técnica y teéricamente de un concepto ya enunciado e incluso dilucidado por Freud en lo pertinente a lo transferencial-contratransferencial, abord4ndolo de mo- dos nuevos y diferentes. Esto es, sin duda, lo que contribuyé a extender los limites de analizabilidad, que es hoy un punto para reflexionar de continuo acerca de: psicosom&ticos - adicciones - violencia cotidiana narcisistas- borders El tema podriamos caracterizarlo como la importancia del Diagnéstico metapsicolégico en relacion a las visicitudes de de_la_constitucién del campo analitico mismo. mstitucioén campo analitico En las neurosis, frecuentemente el campo conceptualizado por Freud se muestra suficiente para el proceso terapéutico. En otras patologias se trata de reflexionar sobre las necesidad de introducir variables que sometidas a un proceso de verifi- cacién se constituyen en constantes. La investigacién del campo permite entender indicios que ha- bilitaron a determinadas escuelas a estudiar con més rigor especificamente la constitucién temprana del psiquismo (Klein, Bion, Winnicott, Meltzer, Tustin). Estas son las escuelas que permiten deslizarnos sobre el eje diacrénico, para tomar lo cincrénico de la primera elapa. A la metapsicologia freudiana (1899 y 1923), 1a pensaremos tambien desde el eje diacrénico con los conceptos mas actua- jes de historicidad, ya investigado por Freud en los suefios, ios recuerdos encubridores, y construcciones. Pero todo ello lo entendemos necesariamente en el yinculo con el otro. El ctro no es un otro formal abstracto sino un otro encarnado Todo ello remite una vez mas a un aparato abierto Los pacientes graves son en la clinica altamente irreverentes a un encuadre fijo o a un analista particularmente regidifi cado. Ponen a prueba como decia Winnicott "un analista que sepa jugar", o que pueda dejarse "USAR", porque se trata de aceptar una puesta en juego de nuestro lugar pero tambien de nuestru ser mas intimo. HS en estos pacientes y nifios que aparecen los indicios de una inconfortabilidad de la contra- transferencia por la aparicién de légicas transferenciales regresivas y por lo tanto masivas de diferentes cualidades. La aparicién tambien de una sexualidad infantil apenas contra investida o en mejores situaciones fallidamente reprimidas. Con los nifios y con pacientes graves toma peso la necesidad de una praxis creadora. Se trata de sostener el riesgo del gesto esponténeo La teoria no puede anteceder rigida y formalmente al anali ta, la teoria esta con él, en su cuerpo o en sus huesos, asi decia Winnicott, es lo que 61 olvidaba al hacer clinica, 1o metaforizaba con un ejecutante de instrumento musical, que olvidado ya de la partitura en si ejecutaba con todo su ser. Mas francesa y més formal Picra Aulagnier decia que la aten- cién flotante tenia un estatuto de teorizaci6én flotante. Jung decia que habia visto ya, en aquella época innumerable cantidad de anélisis entorpecidos por la teoria. Y recién em- pezaban los fervores teéricos que tendrian su mas encarnizada expresién en las Gltimas cuatro décadas. La téoria no puede jugarse formal y conceptualista a impreg- nar, saturar el campo analitico antecediéndolo, es decir la teoria como un molde en el que subsumimos al paciente, porque es por ahi precisamente que se homogeneiza el campo analitico barriéndolo como lugar de la puesta en acto de la singulari- dad del sujeto. La teorfa de que el analista disponga, ilumina un campo de escucha que puede ser fecundo o reducirse a la luz de una linterna. Tambien puede ser reducida a la luz de una linterna una teo- xia que aunque fecunda en su concepcién, maneje su sistema de verdades con un espiritu fundamentalista. Tenemos demasia- da tendencia a que suceda lo que el Zen nos ensefia: "El mace. tro sefialé la luna y los discipulos se quedaron mirando el dedo". Qué quiere decir que la teorfa ilumina un campo de escucha? por ej. El concepto de Demanda. Si yo tomo demanda en una relacion triddica y diferencial necesidad - demanda - deseo 6 demanda - deseo - goce en el campo de las neurosis, es posi- ble que me llame a mantener la regla de abstinencia y no res- ponder a ella. Pero si yo tomo demanda en el campo de la Constituci6n de un tratamiento posible con un paciente grave en una transferencia muy regresiva, donde se impone el traba- Jo de integracion de si, del cuerpo, del espacio y del tiempo entonces leeré la demanda como demanda de integracion-nutri- gion del yo, donde el analista es convocado a comparecer en el campo del analisis, este contexto clinico implica 1a conceptualizacion diferencial entre necesidades del yo y Deseos del ello, donde Deseos del ello refiere a pacientes donde 1a abstinencia se manteniene. Un suefio puede ser trabajado en su multiplicidad Ste. por un paciente en condiciones de afrontar el trabajo de desligadura psiguica (por via de levare) pero un suefio puede y debe sex puesto a trabajar en un paciente narcisista como metaforiza. gion posible de su posicion, su cuerpo, su espacio (por via de porre) es decir construyendo. VYayamos ahora al lugar del analista el analista se va construyendo entre: 1.- la historia de su formacién como analista a. Sus teorias de aparato psiquico b. Su Psicopatologia. c. Sus maestros; Sus supervisores 2.- Su historia como paciente a. Sus andlisis: o sea su historia y la de sus padecimientos. La clinica puede ser pensada entonces como un puente posible Ese analista singular su paciente y la historia de la constitucién del campo analitico Singular que dara lugar a un proceso analitico tam- bien singular. entre- En mi lectura el analista esta (Tenga o no conciencia de ello), instalado por los bordes internos 0 externos de ese puente, las més de las veces en forma dialéctica, cémoda y movible pero también muchas veces haciendo tope, con lugares resistenciales, contraidentificatorios, o tambien por estre- checes de la teoria. Queda como tarea fecunda cada vez, hacer una lectura de en qué lugar de ese puente nos hemos detenido. Noemi Windaus

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