You are on page 1of 172
“lalla noi: se ii, Finney andr ier ce cn el och, Placing 209 2G ala 1968 celeste Cn, 2015 (Cae rar. Aces rns 315, Stein, Pay, 2015 “ows on CLAN, aa de are Ai Are evi dels: Jai An Dust care: al Foe Mequon: Base det Fee cel epg ae L723 mgs Argent Pinta ti bins porta el para da oe ‘inpemis eas enc ici Gis ie Buna iF 208 poeenres adap Ae oe NaN steseresne4s | Hii le Gen sea ed Te oo Fetadecuingcte 00015 Griselda Pollock Vision y diferencia Feminismo, feminidad ¢ historias del arte Ineodeccisn de Laura Maloeri Cot Teaducciin de ‘Azscena Gaeta ava Tay Benjamin y Hester Agradecimientos Es noemal reservar un espacio para agradecer alo colegasy ami- _g05 que han colaborado en leconfecci de ua libro, Ha habido tancasconteibuciones al desarrollo a la agicacién de la hiso= ria ferinista del arce que la lise de aombtes seria y deberia ser larga. Confio en que aquellos que me haa ayudade con si ejem- plo y su prictca se encuentcen recanocidos debidamente a lo largo del reo, ‘Tambigm es comin que los autores dejen paca ef fina a sus familias, como si el apoyo doméstico fuera menos valioso que cl sporte intelectual de los colegas y amigos. Esto no es as Las personas que me han dedicado generosemente su tiempo, su pacienciay su sostén para hacer este libro son mis hijosy 80 padee. I libro esti dedicado ellos con el més profundo de los agradecimientos. No he enconteado ain al equlibrio ence ls psiones dela macernidad y el entusisemo por le investigacin scadémice Feminist. Son mis hijs y su padre quienes viven os aceptads) constituye aucrided y poder. Aun aquellos y aquellas pertenecientes a culeuas y Ambitas no eueopeos,ra2as no blan- «as, sexo no masculine y clase no burguese o pequeioburguesa, que chan por consteie pauts idenitarias baradas en la dife- rena y Ia alteridad, no han hecho mais que forealecer el canon en tanto este contin siendo la eglao a norma woiversl a ser Aiscutida desde oxts lugares. TL construction mise del artists como héeoe dels moder- sida —dice Pollock sexista, No existe una figura semejante en femenino, Los lugares de la modesnidad arsticay de la mi= sada del fae, personaje paradigmatico de la escena atistica moderna, esruveron reservados a sujetot masculiace con libee- «ad para pasearse en la ciudad, apropiarse de los lugares pabli- cos; mira inser vistos. Las mujeres raveron ozos hagas, otras smizadas y una posicién de poder ridicalmente diferente, subal= ‘ern, sosayada sstemiticamence Su primer libro en esta lines de reflex, escrito en colabo- ‘ac con Rosska Parker en 1981, tiene un teu inraducible: (Old Mistress? La ms sida tradcign en la historia del arte ex opeo (canto como lade ls grandes subastas de arte) reconace 15 Ronse Pushes y Gel Pllc, Old Mirae Wine, At ad sy, Tones, Rouge & Kegun Pol 1981, aur BoC ‘como un pilarceneral de la dscplina la expresin Old Marr, 0 Vis Matte (en las dos lenguas canSnicas de a hiscota del acre luego de a Seguada Guerra Mundial) El tielo mise del libro pone de manifesto la imposibilidad de trpones al géneco feme- ino esa expresién: Old Mires no significa, no puede signif car, Grandes Pinoras de la Tadiciin Occidental sino, mis bien, vieja prosticuase 0, en el mejor de los eaas, sefiora vices, Griselda Pollock sosiene que el canon accidental e he ido construyendo (y cambiando) alrededor de una sve de «grandes hhombsess: una galeria de ohéroese respect dela cual alteatian cult al pare idealizado ylsidentfcacones narcsists con el, Inéroe (van guards) que desafia el poder del padre. De ahi la ex- ‘aordinaria preeminencia de la forma biogrifce (padee ideal radofhéroe cransgresor) en ls relatos y monogralas sobee arte, sun desde antes de Vasu. Esto nos lleva ns ald de las exc ‘ones del sexismo y la dscriminacin, dado que el avtta es en- onces una figura sibélica, a caw de la cual cieres faneaelas| pilblcas udquieren forma tepresentacional. En el campo de la historia del arte, el punto de vista del ‘yarn blanco occidental ha sido acepeado inconscientemente ‘como EL. punto de vista. EI desafio feminisea fue probae no solo que es inadecuado desde el punco de visex moral y &io, sino también desde sus fundamentos mismos, en cérminos pararente e0ricos. Esa flla dela historia del arce académica (yen buena medi- dda dela historia en genera fue no tener en cuenta el ssems de valores subyaoence en sos relatos. La crlica feminista ha puesto de manifest esa fll, al introduc un sujeto de anliis ances inexistene, Sa misma presencia es disruptive. Durante mucho tiempo la historia del arte siguis aceptando sus -hechos» como srauralse, incluso a coneacortence de otras disciplins yclea- fl expansion mie de ls ero feminists rel clondos cone esurgmiento de los movimiento de mujeres fle dela dual serene, Los etaios de mujzes emerge rom en cs todas as ciiplna acadmics poniendo ences ts spas del conan." Pro ul x el ebjee de los 4 Dl Spender el, Ma Sr Ali The Unpaof Femnio te Asln Dinifine, Over, Paton Ps, 981 ie bok cescuios de mujerer? Volver a escribir en fn historia a as mje res implica uaa verdaderaceformulacin de las discipnas, pero puede dejar incatos los mites dsciplinatis. La divisién misma Sel conacimiento en compartimentos estancos tiene efecaspoli- ‘eos, Los estudios sociales y ferinista dels péctcas culurales cn las artes visules por lo general son expulssdos del reino de ls historia del act ycalfcadas como cenfoque sociolsgicon, como sila ceferencia las condiciones sociales ya as determinaciones ideoligicas fuera a jacoducie preocupaciones sjenas al can di- ferente mundo del arte. Peco si espamos a erasionar las falas ivisione,ceuil seria el marco uniformador para un andi que incluya sls mujeres? En su introduce @ la antologiacolectiva Wom in Swit. Inerisiplnary Ease grupo responsable del curso «Las muje~ res en la soctdadn, dictado en Ia Universidad de Cambridge en 1970, cuestionaba la postbiided de siquiera dar por sentado el ming senujeres ‘A pine vit, parecerta que concepos como machofhembes, ‘ombeemujer, ndiduafamiia son an evidenes que no reuie- ren ningun edecaiicaciénw, sino que putden see esiceads 3 fo largo de divertor cambios sociales 0 hisérics. Estos cambios, pot ejemplo, le darian sna mje ioglsa del siglo XVIT una Fdentidad socal diferente aa de na mje de wa cst baja de Ia India cual, adsebirianeiferentsFanciones I ais en las socedades indus ypreindustriles, Pero el problema de es dos cemplo ex que dean al upc sujet de esos cambios (Gamer la familia) con una iene apsrenerneate coherent ‘qo eeu de un siglo acto ode wna sociedad ota, como Sse cera de algo que yz exiti independiencemente de Is ‘Saeunseanciusparicslaret, Uno de los propésits dl presen Nibto, de auesto cu,» media que se fue dearollando, neers ein ns tid at cckonar es coherenca: masta que se constraye apace de hechos sociales que eambign pueden sr cweconahos de maneta similar, Poe lo canto, este Ibo se concentra en temas gue renvlan an esfrs deo social nds que I fers lini boned dfs ew le coma nil de aio eal. En una conferencia se le pidis cla arta Mary Kelly que respondiese la pregunta: «Qué es el aru feminists, Hla la redizecciood de [a siguiente manera: «iGusl els probleméti- a de [a prictica artistca feminists," donde «problemstca» refers al campo restico y metodelégico desde el cus se hacen afirmacione y se produce conociiento, La problemstca de un andlisisfeinisa dele culeura visual come parte de wna empre- su feminista mis amplia podria defnise en los siguientes cér- rminos: la consruceién social de la diferencia sexual. Pero sera necesito complemencar ese andlss con el de la caestnuccién psiguica de I diferencia sexual, que es el lugar donde einstibe ‘dentro de los individuos, por medio de las relaciones sociales fa- ilies, la dstncibn socialmente deteainada que privlegia al sexo como criterio de poder. Fs cierto que debemos setalar la discriminacién hacia las mujeres y coeregie que se las haya omiido dea histovia. Peto esa puede volvete con faildad una empresa negativa de objetvos limitaclos, bisicamence de correcciény peefecionansienta, Ela hiscoria del aree hemos documeneade la aecividad aristics de as 1 The Cambedge Wome! Seis Group Wey Sit Indiiiay ‘yr Lands, Vigo, 1981.3. ler 6 May Kelly, «Onsen ple ua arom Bens Tar (de and ‘Pi, Winches, Winch Scolo Ar,180, eda co Roe Packer y Gia Pllc, Pomig Fin tad te Wo Ment 19701985, Lode, urs Pree, 98, eu Boose mujeres yen repeidasocationes expuesto el prejucio que velaba el psconacimiento de la pacicipaci de las mujeres en la cule 1.0 eBero ha tenido ealmentealgin efecto? Ocasionalmentes€ le da alga lugar marginal cursos sobre las mujeres y el ace, con fo cual ao se reemplaza el paradigma dominance. E incliso cenclio hay motivo para alarmarse, Por ejemplo, ea la instcucin cen [a que tabs, el plan de estudios para obtener un cialo et ‘de cuatro afos,y dentro de exe plan se expone los estudiances a ‘ce preocuparse demasiado por el masclinismo masvo del resto ‘de los cursos, La ansiodad refeja que hay algo mayor en juego aque la mera meaciin de las mujeres. Las ftervencionesfeminis- ‘as demandan el reconocimiento de ns relaciones de poder entre les géneros, haciendo vsibles los mecanismos del poder mascu- lino, la coneecuccin social de la diferencia sexual y el papel que desemperian las representaciones culeuales en ess construceiéa, ‘Mientras iscutimes sobre ls mujeres, a familia los ofcios, ‘cualquier otro cema que erabajemes, como feminists seguimes| soateniendo como algo dado socialmente la categorie de mujer, familia, as esferasseparadss, Cuando insstimos en que la dfe- sencia sexual ¢spradacide mediante una serie interconeccada de pdctcas sociales ¢insicaiones de ls cuales son pate las fi- 17 at de pbicones sobre xe ea a leaned tata con- tide, Quin nese por elas y dete amp nie del ee teogofemeninan piers» Rene Parker y Greta Plesk, (id Misra: ones, Art end Wag, Lene, Roe Kegan Pl 198; eed por Pandora Pres er 1986 Intrenet a i tris a ae lis, In educacin, fs estudos sabe are, ls glerasy revisas, las jerarquias que sostienen el dominio masculine son puesta bajo esrutinio y presién. Entonces, lo que extudiamos cuando ‘escudiamos las ares visuales e& une instancia de esa produce id de cterencia que por necesidad debe ser considerada en un marco doble capaz de concemplar: a la espeifcidad de us efee- {os en cuanto prictca concteta que rene sus propios materia- Jes, recursos, condiciones, partcipantes, modos de capactacin, compecenci, perc, formas de consumo y disursosssociads, asi como cambién sus propies eédigs y revérca;b) su intende- pendencia de ors discursos y pecticas sociales, que colaboraa en su incligibilidad y su significado, Por ejemplo, una mujer de visia en la Royal Academy de Londres a medias de siglo XIX Ilevaba consigo un bagaje ideolégico compuesto de periddicos itusrades, novelas, diacos, revista, libros sabre ef cuidado de Jos nitios, seemones, manuals de exiquers, conversaiones sobre medicina, tc, que apuntaban a las mujeres dela burguesia y ‘ran consumidos de diversas maneras por ells, bombardeadas «con ess representaciones de lo que debia ser una dama, Pero n0 todos eios diseursos decian fo mismo, al contrat de la que la esis bisia sobre la ideologia dominante nos haria cree. Cada tuno d ellos articulaba deforma distncva Js pregunta acucante sabce coo defini la masculnidad y la feminidad en los térmi- 0s de un sistema capitalista imperialists, y de acuerdo a formas decerminadas por el origen institucional, los productres ye pi- blco de esos materiales. Peto en las interconexiones, repeticiones| Y parecidos se generaba un régimen de verdad que prevaecia y proveia un gran marco de intligibilidad dentro del cual se pe feriancietas maneras de comprensin y otras se consilertban Jmpensables. Por eso, la pintusa de una mujes que ha elegido uns pareja sexual por fuera del lzo matrimonial podia se lida como una mujer cada en desgracia, una fuerza que tompia con ci alk clorden del encramado social, I encarnaciin del cao, una ame- raza contaminante 2 la pureza de su condiciin de mujer, una es scubado para describ la for rmacién de Jos céigos visuals, y so cirulacia iasieuional es tun avance decisive conta la perodizacin que hace la historia del ate ssi los patrones de estilo y movimiento, por ejemplo tl pretafacimo, el impresionisa, el simbalismo y demés. Ea ugar de las diferencias estlticassupericisles, se ponen de re~ lieve las siicades eseeuccurales En cl ensayo final considero las obras de un grupo de pro- ductoras de arte del Reino Unido de las décadas del stents y ‘del ochents, para quienes el anlisspsicoanclitico de los placeres visuals fue un importante recurs con el que produc incerven- clones feminists en la pectica artista. Exsten continuidades signiicacivas entre la priceica aesicafeminisa y la historia fe Iminista del arte, ya que los muros divisorios que normalmente separan la produccin del ace de a critica e historia del arc son srosionados por una comunidad mayor a la cual perenecemos ‘como feministas: el movimiento de mujeres. Creamos quests propia comunidad con el fn de dilogar y desarolarparadig- mas para nuestas précticas, interactuando y brindando comen- tari consteuctivos conseantemente. El sentido politico de una historia feminsta del are debe ser cambiar el presente mediante rererione feria anata dane la forma en que re-represencaimos el pasado, lo cual signifcs que sdebermos rechazar la acepeada ignorancia de los hiseriadores del sree con respecto a las atisea acuales y contribu alas luchas| de as productoras de nuestro tempo. ‘A su vez, exisen otras conexiones que hacen pertinente ef hecho de corer ese libeo con un ensayo sobre el arte eminisea cde nuesteotieenpo, Si la historia modernists del arte provee el paredigma que la historia feminista del are del pero modern debers poner ea tela de juico, la critica y prietica modernis- tas son el objetivo al que apunea la prétien artistic coatem= pordnes, Se ha defindo el pensamiento moderista segin tes princpios bisicos: la especiicidad de la experiencia estétic, la aucosuficiencia de lo visual, la evolucibn teleoligicn del arte con Independencia de cualquier otra causlided o peesién social Ts protocolos moderistasestipulan que se valida como «arce moderna», es deci, qué se considera relevante, progressta y de vanguard. El arte que se ivolucra co Ia reali sociales pox lice, sociolégico, narraivo,reboj Ins preocupaciones propias del acts por la nacuraleza del medio o por la experiencia hu mana encacnade en gestos pstads otlladas. Los textos y prc tices aristcas feminists, en alianaa con otros grupos radiceles, hhan intervenido para romper con la hegemonia de las cori y prdctcas modernists que ain hoy est activas en la educaciin sobre are en la denominada cultura posmodernists. No es que Jo hayan hecho nada ms que para hacerle ngar ala actisas snujeres dentro de los parimetros del arte mundial El punto es ‘rear una extice politica de larga duracién y akance a ls ss- 2 Chats Haren, stneductin: modem, poblems eed math, unas 12, Madr Aad deny, eon Keen, Open Une Pres (988,09 ie Polk temas contemporineos de represencacion que tensa wn eeto sobredeceminad en la prodcrn social dea diferencia sexual ‘vena jerarguia de género relacionada con el. ‘igual imporanciaesel hecho de que seescin descbvindo manera de digs 4 as mujeres emo sujets sin enmascear- tas como objets femeninos de deseo, fantasy odio masculno, os placeres dominance del campo vil pata son descfa- dos y peerbados yeas iets, foyian auevos placees 1 pure de compresiones pals de as condiciones de nuest ‘exiscencia y de nesta esteuceurapsizolgic. Al nal del ercer osayo, al analisr a obra de Mary Cassie y Berche Moise me pregurto cémo pueden hablateprsenar las mujeres denro de tos clears que define al emenino como wn oe silenced, y para ello me valge de una cit de un aul de Mary Kelly aya br xl feo principal del capital 7 Esta coexién no slo da cuenta del corbin de as pracicantes de are Finis 2 desarrollo dels historia femiisa del ate, soo que express smi preocupacin por hacer de inmediaco por ls artistas acuaes| lo que solo podemos haceetardlamence por aquelias det pasado: scinsrbisas cal iscsi as ensayosreuides en ese libro busca se una contribu cit a seri de prices diversas y heerogéncas que consitu- ‘yen Ia icecvenci feminist en la sora de arc. No se rca ‘Se una abstacib sino de una peetcshistrcacondiionada ot as instiruciones en as que se produce dicha pectic, le po- siciin de clase, raza y géaeo de sus productos. Sin dude el foca de mis preoeupaciones sve condcionado por lacomonidad oavescioal dentro del ual eas ya eeu engo acce= s0 mediance revista, confrencs,eibiconeseinsitucones echcaivas, que Forman la organzaién soil de la peodecin Jncelectual radical del Reino Unido, Esta comunidad es miata, cella ay alana foriadas gracias «propos comune y cone BI Intevercloe oinis en tes sad ae searios a la hegemonia de los paradigmas daminantes, lo cul presenta tanto ventajas como desrentajas. Por ejemplo, ol taba jo colaborareo de ands de las insicuconesy las pricticas del smodernismo y de la historia modernista del arte,” y la ceguera con respecto a las evidences problemnétcas de género presences en esos emprendimientos, han dado forma a mi comprensin Ge los objetivos y as necesidades politica de las itervenciones feminisas, al mismo tiempo que me peoveyeron de un invslo- sable encendimiento de los patadigmas dominantesy sus hese sociales, indispensable paca mi erabsjo feminisce. Ademis, este trabajo no es solo euroctntrco sino ermocéateco. La postura de los artses negios, sean hombres © mujeres, pasados 6 actuales, con rods la dversidad culeuraly de clase de sus comunidades y paises, debe ser analiza y documeacads. La raza también debe ser reconocda como uno de los ejes centrals de nuestro anlisis de sociedades que no eran slo burgess, sino tari imperia~ lista, colonizadoras. Esta preocupscién no est claramente de- Fineada en esce conjunto de esritos, pexo ante le confrontaciin de quienes se involucran en luchas sobre ess cuestén, debemos hacer aucocrciea y cembiar nuestas pretest, La comunidad principal de la que surge y ala cual se dtige ste libro es una comunidad disperse, compuesca de fersiniseas e todo ef mundo que investigan, escriben, dialogan entre sy son portavoces ls unas de ls oa, con el ebjtivo de constr luna comprensin radicalmente diferente de questro mundo, con todos sus horrores y esperanzas. Bs imposible dee ana lit 40 Bend Orton y Griselda Pallac, Les Données Betinnane: ln pai se lprsennann, Art lity, ol yo, 1980, pp 314344 Fed ‘non y Gries Polbck, “Avane gues und putin: reviewed ‘At Hay 4 3, 19D, edit en Anon Gade Bat ened, Manchester, Mancheer Unies Pet, 1996, Gea ak completa de cas las mujeres que me insprazoa y spoyaron, St reconocimienco estéen Jos cextos que siguen. La comunidad es académice, tiene e benefico de poser un acceso privilegiado al dinero y al empo necesaros para estudiar y extibie. Sin em- bargo, por macho que a veces parcaca que nuesirs actividades ‘ransigen con fos bastiones de poder y privlegio ~y sin duda que en consecuencia nucitese mires ee exteschan~ sigue siendo ecesaro que exista una produccia ineleceual en el corazén de cualquic lucha politica. Puede encontrar algo de consuelo en Ja clara visién que presenea Christine Delph dele eeorta fei sista, af cual ¥e como un complemento del mavimient social de Las mujeres: Lfeminismo materialise, por canto, un modo de hacer ia- telectul capo advenimignto e cecil pa ko movimientos ‘sociales, pars Is lucha ferinisay eambidn para el coneciien co, Paz la primera equivalde l paso del socio upc al socilsno cinco y ended las misma implizacones parse caarllo de eat lucha. ate mode de hacer no pode imitaie le seria imposible, aun supniendo que glo proper ni ‘camente a Is poblacén dniamente Is oprsin de as muj- esa conttatio, ao deja ncaceanloguna past dea realidad, ing dominio dl conocinien,ningin aspect del msndo Igual que el feminiemo-morimiento se proponeeevolucona ls realidad soca el feminismo-puaro de vista tebe -¥ ambos son indispeasabes el uno para el otto debe proponerse we revo del conocinent." 3 Chinoe Delpy; en Eine Maks lle de Cousin fe, Nee Fr Fins Aus Al, Bight, Hever Pos, 19ST, p 198. (Se cia ede al pa: ram ori matali eel ra aly sr, Bachn La, 1985, p30, Inerercione ris at itor del ae Fl feminismo como punto de vist eeérieo represents un campo diversiicado de teoizscones que a veces son de consi- erable complejidad. No obscanc, su produccién y ariculacién tiene en todo momento el respalde queda el compromisa polit co de cabajar para la iberacin de las mujeres, Qe tiene que ver la hiscria del are com esa luche? Vista ‘como una discipline remoca y esteca que busca preserva ei westigar objec y culeusas de un interés limitado, cuando 90 ssotérico, a hiscoria dl arce puede parecer lisa y lanamente irrelevante. Sin embargo, el are se ha vuelto parte de un gran negocio, un componente importante de la industria del entre- renimiento, un lugar de inversién cosporsiva, Tomemos por ‘ejemplo la exhibiciba The Pre-Raphalits (Loe precafalstss) de la Tae Gallery en 1984, patrocnada por una empress multina- ional entre cuyesinterecs se contaban no solo la miner, los Dbancos y las propiedades, sino cambién edicriles, 200lgicos, figuras de cera, edemés de diaios y cevistas. Qué era lo que apoyeban? Una exhibicién que le mescaba sl piblico hombres {que miraban a mujeres hermosas como el arden natural de la creacién de cosas hermoses? En auesta ese de a exhibicin, Deborah Cherry y yo conciuimos: La Alea Cultura cumple una funcin conctea a la seprodu ii de In opresién de as mujeres, en acelin devotes y Signfceds eelaivos que colaboran en las constuccions idole ies dea ascuinidnd yl femiidad Al epee fa creat- ‘cad como caracterica masculia ya Moje como la images emosa que eofece aI ica dereante de hombre, ls Als CCltuee niga sistemécicamente el conoimicnto de las mje como producora de cult y de sigifiados. De echo ls Alsa ‘Cultura se poscona de manera decisiva conta ef feneimo. No solo exclaye el conocimieno de as mujeres artes que produce el feminio, sino ue edb en us sacra significant fo so un gaa deneo de los arco en el cua a mujeres Vise dacuros de a masculnied. Los conocisenrs ysignesciones [que prodacencvenos tales como La proms esti fis mente conectados con el funcionamienta del poder patrarcal enero de oes ecedad Muchos vena lt hiscoria del arte como una dlimicci ds ciplina difaneac irrelevant El estado dela prodcein cular ha sangrado tanto y cambiado de manera can radical para dejar te ser un objeto y pasar a see una orienracisn discursive y pric reo is weatjur pana oper de comune cere dae que ean aia dene de as ora : fedigmn en tl de (edi y qual go pone cl pri omer de on cmb de puaigma que resi od J tune calor Pores manor sii qe no pense mes hors emis dle so eau inerenin re nad ae. No provetine deo dis rn sn metcnna e erm, no hanos de arene rsa del arr cy bev es cer mens 2 sega mods lies de pest oc iota 1 posses nee co eet specu uly us pres. eos wanted deer eta oi al poder Sen Sumi elgc ue movinient me and de 2 Debomh Chery y Greek Pllc, Pail poner re Rapelase, Ar Hi 730° 4 198, pd 2 Visién, voz y poder Historias feministas del arte y marxismo! 1 historia social (ferninista) del arte? ‘Ya debi euler evidente que no me interes a histori sci del ante como pare de una alegre divesfcacn del tern, ue cape su lagar juneo a ors vides: formalise, «moderns ‘an, subfeudian, fis, ferinsea,eradicals; oda las abo ‘adss con premura a enconciar lo Nuevo. Por diversifcaié, ease desncegracio ‘TJ. Clark, «Oa the conditions of asic creations, ‘Times Litwrary Supls, 24 de mayo de 1974, p. 592 En el ensayo del cual proviene esta cita, TJ. Clark describe una crisis en la historia del arte, Comienza recordéndole a sus lecco- ses una époce mis feliz, a comienzos de siglo, cuando histria- doves del arte como Dvorik y Riegl eran considersdos grendes historindores, pioners, y cuando la historia del arce no se ves reduc a su actual rol de curadora sino que pacicipaba en los 1 ses nn ec revinaa de un ara qu publi por ines we ingle Ba 6, 1587 debates mis importantes del estudio de Ix sociedad humana Desde aquellaépoca a histota del arce seh aisado de las oeas tenden- el hiso riador macsista del arce Meyer Schapito publicé una reseia de catélogo de la exposiién Cubism and Absa Art (Cubismo y arte abstacto, 1936, Museo de Atte Moderno de Nueva York), preparads por uno de los arqitectos de la histori modems fa del arte, Alfeed H. Bate Je, que expresaba una critics sin pertinent a es tipo de hiseoda. Schapiro describ la paradoja presence en ellibee de Barr: la obraesen gran pare una descrip ciencias scile ehieéricas. Dentro de le dsciplina cas dominantes 00, sia duda, awihistrics. Ea 193 iba de movimientos hiseércosy, sin embargo, es en s{ misma csencialmente ahisrca. Segin afima Schapieo, Barr ctes una nareaiva lineal y evolucionista acerca de los individuos creado- res, agrupdndolossegin eos plazada por la mera cronologi: se egiseea la fecha de cada una elas eapas de vatios movimientos, lo que peemite erazar una ‘curva que ued Ia emezgenca del arte afo por aio. No obsta ‘nunca se esablecen conexiones entre el arc y las condiciones de la €poca. Bare excluye, por considera irrelevant, [a mata dela sindad de Ia cual surge el are, es deci, caicter de los ‘conflicts ycsructaras socials, las condiciones de la vida social ¥ de intercabio;excluyendo, as, su campo real de producién yy consumo, La historia, ses que apatece, se reduce a una serie Jas. La historia es reem- de incidences, como una guecra mundial que podria acelerar dobsceuir el arte, considerado wn proceso inter, inmanente, de los artistas Los cambice de estilo se explian mediance la popular teotia del agotamienta, la noved y la reacciba” 2 Meyer Sehapi, On the ace of abit at, Marit Quart, oe oman le 1937, pp. 77-78. xine cnn al pal sa nate Teen del are abit, en Mars Linde). Minar cond isin oe per En opasciia 2 se tipo de historia del arce que fue la co- fumna vertebral dela enscfanza de eta dlscpline durante los siglos XIX y XX en buena parte de Feeados Unidos y Europa, 7]. Clark eclamS una altecnatva cricc, yen suslibres omens a.sentar las bases para ella. La historia socal del arte ~moldeads conseituyé un conjunto fadialmente nuewo de trabajos sabre el dceay epuncs a refucat por un ands marxista de la socie: la hegemonta de la historia modernista y burguesa del arte, Es cierto que yaexistan otros historiadores marxistas del ate, pero lo que se neceseaba era un exfuerzo conjunto pare fundar una tradicién, producic una manera radicalmente nueva de entender I peoducién arsica Sin embargo, en 1974, Clark fae feroz en su advertencias conta otra tendencies disponibles en ese mo- mento: las denoriné meras pscudosoluciones, sincomas prolife- rances de desesperacinincelecrual,Esss novedades elo de las sodas en discipinas relacionadas pero necessiamente distntss, Jneluian el formalismo lceraro, las excueasfreudianas, la teora delcine y el feminismo, Como feminists, me encuentro en un lugar incémada en tse debate, Coincido con Clark en que un paradigma pars la historia de arte ~uno muy importante, ademés- se encuentra disponible dencro de la prictica hiseérca y la teoria cultural maraistas. No obstante, asf como una sociedad se estructura por México DF, Insitwo Nacional de Bells Ares y Litestna, 2011, pee) 9 TJ clark, tng oe Pole. Geter ed the 148 Relation, ane, Thames Hon, 1973; Th Abt Bares Artis ond i ‘in Fou 1848-1831, Lends, Thames & Huson, 1973, Te Peng Madr Life Bri nh tf at Floor Ne ek dLocte ‘Alf A KeopThames de Hans, 1884 (Del pines do exe te dc al epul: fag dl pal Gana Corl lind 1848, Basel, Gus Gal, 1980, fs relaciones de desigualded nel nivel dela produccién maceial, también se extraceura por divisiones y desgualdades seales, as sociedades que han producido arte no son solo, por ejem- plo, Feudales o capitalists, sino cambiga pecearcales y sexist. [Ninguna de ess formas de explotacin puede reducire otra. (Como ha sesalado Jean Gardines, una perspectiva marxsta que desconoce el trabajo feminista sobre las divsiones sexuales 10 puede analizar de mane ‘mpesible comprendes la posciba de clase de las mujeres sin en= tender Ia manera en que las divisiones sexusles moldean su con- éencia de clase (..). Ning socalsca puede darse el Iujo de igaorar esa cuestidan* Pero seria un error cree que la solucién rdica en ampliar el marxismo para que reconozca la politica sexusl como ua elemenco adiconal. La damiaaciéa y la explo- taciénsegin el sexo no soa ua mero complemsento de wn aivel ds bisico de conficto ene clases. El feminismo expase nae= vas éceasy formas de conict social que demandan sus propios| rmodbos de andlisis dl parentesco, de Ia construcin social de la slferencia sexual, dela sexulidad, la ceproduccidn, el trabajo 1 por supuesto, de la culeura. A est cima se lz puede define como el conjunto de aquellas pricticas sociales cuyo objetivo priocipal es la significacioa, es deci, In produccin de sentido 0 la creacin de dndenes de ssentido» pars el munda en el que vivimos La cultura es] vel social en el que se producen inde udecuada los procesos sociales: «Es 4 Jean Castes, «Women in she abe pes and ls secre, en ‘Alan Hin (ed), Cla and Cla Src, Lone, Laven Waar, 1977, p 63. Exe adc ol epatl en AA.VY, Cle aracne 4 ear, Mie DF, Nato Tempo, 1981. Ne eatin L Comer, “Thecus af nomen an can, Hh Sais lori Quaror ost 2 1978 pp 16573. i sgn del ming acura 200 meno onion. Alga ra a palibea pues le ci, to, decease elon very poder genes del mundo y definiciones de la realidad que pueden io- vilzarse ideoligicamence para legitimar el orden existente de las selaciones de dominacin y subordinacin entre clases, czas y sex0s. La historia dl arte toma un agpecto de esa produccidn caleura, el ace, como su objeto de estado, pero ta dscplina en si misma cambitn es un componeace fundamental dela he- sgemonfa cultural dela clase, eaza y género dominente, Poe lo anc, es importance refutar las defniiones de la realidad ideal de nuestra sociedad producidas por las inerpreteciones de la ‘altura proveniences de Is historia del arte oc consiguiene, el proyecto que afrontamos implice de- solar una pricica de la hiseoria del arte que analice la peo- duce cultura en las artes visuales y en medios elacionados ‘olin een a una manera devise ut invlur I sesformacisn (Ela mcrae en atau dew sori: Eo oe ns tian ap Tare spe smog, ampli ar bec una Gro de ‘id ous comunidad adem, pune igen grape de eg. ‘out el temo sealers en ete capital pn defi un ie dea sociedad go ferent al le a conor a polit, gue ee eco “he pein que preduce send, ae pecs icon lesa lena yo at, que comparen forms linge rls de co ‘muni, itrccan (us co ar xa 6 gaia tas de Inaacoes como laa, lurve el mc edi os we loc de comuniai einccane cla say poplar de ene ‘enim oe ano, neta denis aclu exer de ode lac pai, nach ull, que imps! dvf egie de wed particles, rdene de represnaién Grane en sue lund ate punt en mgney, pment inept pare 7 nota). Vs rane Maer, -Os cule and ull ele, SE, 2°34, 1980, En chan, 50 apse dau sce evn lise Ini del ae Kenneth Cit ofrecer ean la ori imagna de bat beret y de pros cai La isa ‘are ofee ee escape que a ht Come a oe fropersnen eels alk ateniiendo alos imperatvos de marxisme y el feminiseno. Para llevar a cabo esa area, es necesaia la transformacién muta de In ya existence historia marxisea del arte y de la historia fermi nisea del arce, que es mis reciente. La preocupacién central de dos hiscoradores marxseas del arte con respecto «lat telaciones ide clase s puesta en cela de juici por la discusign feminisa de las relaciones sociales ene los sexos en torna a temas come la senualidad, el parentesco, la familia y ls adguisicién de Ia iden fidad de género. Al mismo tiempos historia feminista del ate se ve desfiaca por el eigor, l mosvacin histéricay los dea rolls cesticos de los macsstas. Una historia feminists del arte {que adopce ese forma no seré una mera adicién, no se limitaré a scribe un par de ibos mis sobre artistas mujeres, que pueden ser Ficilmente iacorporados y olvidados al igual que muchos voltimenes sobee el rema publicados en el siglo XIX’ Ee nece- sco hacer una alianza con la historia social del are, peso con- servando una postura critica con respecto a su 90 Cuestionada parcalidad patriarcl Que importncia police tiene para ls feminists intervenit «enun dra can marginal como la historia del arte, wan redacta de ppensamiento reacionati, como s¢ la a llamado? Si bien de- bbemos admicir que la historia del are ao ena disciplina fla- yente, encerrad como esi en las universidades, en a eculeades de arte yen los mohosossétanos de los musees, vendiéadole st ‘onocimieato .” La historia del arte tiene su propia historia como dscucso Weokigico. El ensayo de Antal especfcabs claramente Its formas en las que él vela que [a disciplina respondia al desafio del marxismo & mediados del siglo XX, y oporeunamente aos recordaba: EL puaco de visa de aguele hisoriadores delat, sa imporar pis de origen ai formar, que i sigue an absebido ai los logos de Reg, Durie y Warburg (ni abla de vena nds alli de ellos ve condicinado pore aga hstico que ocu- pan: aera a concepione anciguas,quedandestasados, por 9, al meas en en cute de silo. De igual modo queda cond -donad su eta polain y as oncesons qu extn dispes- 08 acer (oo mucha y no demasiado pronto) al evo expt, Su esiencin 5 canto mayor su vohutad de cde errno tanto ‘menor, uanta mayor coniencay novedad encuenrean ‘Ancal sefalabs fas maneras en que la historia del sec haria lugar « lo que Clark denominé ua «alegre divesfcacns. Se puede colerar el pluralism, pero lo que se rechaza y no puede coexistr no son solamente los enfoques ferinisas ola referencia sl contexto soci, sino todo lo que deste «nivel fundamental Ja imagen del mundo que la i v que esas otras perspecivasoffecen un conjunto muy diferente de explicaciones sobre cémo opera la historia, qué estructura a una sociedad, cSmo se produce el arte y qué tipo de sees sociales son los artistas. Se crata de una competencis por la ocupcin are lucha por de un eerrenoideolbgicamenteestatégico, La historia feminists del arc deberia verse s{ misma como parte dele inicatva po- 3 iden, p18. « uc Paes lic del movimiento de mujeres, no solo como una perspectiva ‘ovedose que busca mejorar la inadecuada historia del arte que yucexite, La historia feminista del arte debe involucrasse en unt palkca del conocimiento Tnicialment Hevé a cabo mi eabaj sobre femninismo chisto- sia del arcedentso de un colectvo de mujeres artistas, artesanas, cscritoras historiadoras. Eserbi en eolaboraciin con Rozsa Packer Old Mite: Wome, Aet and Ideaigy (1981). La pose tua desde la que eeabajamos estaba en conflito con much de la biblograia feminsta disponible sobre historia del are. No cereemos que los mayores problemas que las feministas de este lisciplina deben encsear estén asociados con superar el descui- do que han recbido las atsras mujeres por parte de autores ‘como Jatsion y Gombrich. Tampoco conseramos que docu rmentar los obsticulos Ia disceiminacién que sufian las muje- tes, por ejemplo, dada como esplicacién de su assencia en los libros de histori noe permite sleanza’ ls respuesta que quere- ‘mos. Como Rozska Pacer coment6 en una resefia del bro The bute Ras (1979), de Germaine Greer: «No son los absticulos que Germaine Greer menciona lo que realmente cuenta, sino el Inecho de gu ls tegls del juego deben ser revisadas.* a premisa de la cual partimos fue que las mujeres siem= pre han estado involucradss en la produccidn de arte, pero que ruestra cultura no estaba dispaesta « admitielo, La pregunta enuonces es: for qué et eto aif? @or qué la historia del arce tuvo que ertar va imagen del arte del pasado que fuera un 1 Row Pasker y Gives Fock, OW Misa: Winn, Aandi, Tac, Rowllge Regen Pol, 198; edad po Pandora Pres © 1996 1 RowsaPakar, Breaking he ras, Na Sat ol 98, 2° 2537, 2 de neve de 1979, p. 682 zz Walon sry pede segistro exclsivo de logros masculinos? Descubsimos que fue Sinicamence en el siglo XX, coa el establecimiento de la histo ria del atte como disciplina académica insticconalizada, que ‘asi coda la historia del arte bore alas artistes majetes de los registros. Si bien la mayoria de Jo libgos no hace mencin al sunt de artistas mujeres, los que s se refcren a elas lo hacen ‘an solo para cecordarnos lo inetiorese insignficantes que son en realidad, Nuestra conclusin fue, por lo tanto, inesperada, ‘Aunque la mayoria de las artistas recben un tratamiento ne- sativo por parte de la historia moderna del are, es deci, soo ignoradas, omicdas 0, coando se lat menciona, menospreci- cs, ls artistas mujeres y ol art por ella producido cumplen, 1 pesar de codo, una faacién esructaral en el discuso de La dlsciplina, De hecho, descubri la historia de las meres y ace significa dar cuenta de cémo se scribe la historia del arce, Exponer sus presunciones subyacentes, sus prejuicios y silen= clos, es revelar que la maneea negetiva con la que se registra a las atciscas mujeres y se ls descara es, no obscane, vital para los conceptos de arte y de artista creados por la discipliog. La ‘area inical de la historia feminsta del arte es, por lo canto, tuna critica a la historia del ace en ‘A su ver, la bibliografle sobre historia del aete que i hace seferencia al arte hecho por mujezes emples un grupo particular de eérminos y evaluaciones, y lo hace con tal consiscenciay tal {alea de cuestionamiensos que puede denominase un sestereo- tipo femenino», Todo lo que esas mujeres produjeson es visto «como testimonio de una Gnica cualidad derivada de su sexo: [a feminidad, y por lo canto, camo prueba de que las mujeres te ‘nea un escarus menor como artistas. cPezo qué implic la equi paracin del arte creado pot mujeres con la feminidad, y de la feminidad con el mal ate? ¥ lo que es ails significaivo, épor ‘Qué se debe poner énfass en ese punto tan a menudo? Sein eit oto sugernos cles fesino ops ct un nmin Cen de diene complement ie erie mantener e tne ado pig del hombre en le Jami dc ines carta honbres arte maaclino, npg deco car 7 ait, Lapeovopmva coal cacao menone por a afomacin dun epi, un stom, foemein, como intra nee de tenis, Ela beth por me cece ser mencono ue dear reine para Jorg co are Poll vero ecumene cones et més me isa lon cela ria dl ae conraye ea agen del tra gute lepton de fv Hels burg de un ue- to mmasclio,podemescomenzs delinetwn po dienes de hrn pen el ate En primer gat ses ace enarar In eapenetin de nego sitenaion unque deen de tn activa aria dela eae Lang, bene dee as posture iscrkaments expects a port ea cules sn fs incrvneon en ls prea caus com cried tec nnd par appease dost, teen de mane ces co ese alas x or er dat popes Sempre estes hacer an ete ds Enitione combined lr no ata sue Sn fla sewn des moon neque snes a ad eteropenaent pos difrencil en as camber ones cies patra y de cls, clair deci hi cies dels mje, lee y I oops que peoduzaos Caress de inp plc. Se queda en lta eer Cin del xo 0 fine pera, alent, eee de cera de ransom silent, ion vry pode Enseflanzas y trampas del marxismo En este apartado deeo examinar ais declladamente la histo- ria del arte en s misma en relaci6n con el proyecto feminisca, y lsc algunas de las ensefanaas que nos dejan las cities 2 la lisciplia que hace el marxismo, y que debemos incorporat. En uns Gel introduccin a su programa para una historia, marxista del srt, publicada en su libro Hiri del arte lacha de lass (1973), Nicos Hadjinicolaoa idensificaba los obsticulos que presentan ls formas actuals de a historia del ate: la historia el arte como historia de fos artiseas(biograis y monogafis); la historia det arte como parce dela historia de ls civilizaciones (ceftexiones sobre los perodes y sus correntes incelecrualey, la historia del arve como historia de objetoe auténomos esceiza~ dos." Aunque corrects en eéeminos desripives, esalea dif, de cots formas, caracteviae a cualquiera de esos métodos como bisebricos, En cambio, epresencan bien las idols burgess solve el fancionamienco de Ia historia, por Io tanto, cela 50- caracceristco de los esercosvictrianos sabre acstas mujeres, como Woe Painters of he Werld (Muje= res pincoras de rodo ef mundo, 1905) de Walter Sparrow. Escos ‘textos tan caballesoss,dispuestosareconocerlaexistencia y ls cacscerstica especiales de las arestas,lograron, sin embargo, consigner a una esferaseparad el arte hecho por mujeres, La

You might also like