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ie Trabajo, clase y estado en el capitalismo global’ Por Ellen Meiksins Wood 1 movimiento obzers estadounidense munca hay tend realmente su propia organizacidn politics, ya fucra un 10 al eat de labors sande Sociista Fee 1 Dritsnica, El panda dsnidcrata iene en J actualidad menos sin que ofier al miciionts obrev que en el pasado, Pero hoy el esse norteamricano parece smenos excepeional de ko que parecis al dida en que los paride de la elise trabujalora mej bilecides -comunista, socalista,socialdensscrata, y abner se han separado efectivamente de sus races de clase. espe e en Europa, Los partidos comunistesy socialistas europeas. por ejemplo, abandonaron kt politica y cl lenguaje de a buch de clases, mientras que la eleceign del New Labor en Gran Bee tata lev al poder aun tiderazgo basado en cortr los laz0s histricos del partido con el movimiento sind Gran Bretafa, al menos por el momento, en un siti rmilae a la del modelo norteamericano: un estado de partido Unico, 0 como lo enunciara Gore Vidal. un partido con dos alas derechas, Es posible que incluso esta amigua victoria para la ix 4uierda, o la subsiguienteeleceidn de gobiernos socialdems cratas en Francia y Alemania, abran nuevas perspectivas po Iicas. Pero por el momento, muchas persons parecen Gur por hecho que fa desaparicigin k la politica de la clase tt bajadora es algo natural, y que el terreno politicy sobre cual los panidos revolucionariosy electoral de Ia elaxe ta bajadora operaban, sencillamente ya no exis hu sido mis 0 menos obliterado, en gran medida por l halizacién, O al menos eso es lo que se no» dice fecesitamos detencrnes mas Je Ceres sobre tal presun: cid, Debemos caplorar de maner mis erie las conse Ccuencias poltcas de a globalizacida, y lo que éstas signili- ean pars el movimienta brero fa Tacha de clases. {Qué es la globalizacién? idea de [x actual crisis global ha empafado slobalizacién hasta un punto tal que quienes so mis entusiotas defensores estin ahora cuestion ‘OSAL- Junio 2000 principios mis hisicos. Ls hechiceros Financieeos neolibe rales no sélo estin contemplindo medidas como el contrat del capital, que apenas ayer les habefan parecide homibles violaciones. ta ley natural, sino que incluso estin platen do nerviosamente cienas preguntas acerca del eapitalismo ‘e libre mercado” en general. Mientras que una signifies via revisin tedrica es previsible como consecuencia de fa crisis, la idea de elobalizacisn, sin embargo, noes Y representa una seria preocupacién para los movimientos ‘breros en todas partes {Qué significs entonces ta globalizaci6n? Los rasgox bisicos de fa concepcidn convencional, 0 lo que algunos han {dado en llamar la “wesis de la globalizacion”. son lo suicien temente conceidos: a principios de los "Wel mundo entro en tuna nueva época de "globalizacién”, mareada por una cre cienteinternacionalizacin del capital -no s6lo un mercado slobal sino una produccisn internacionalizads €inluso uni clase capitalistainternacionalizads el creciente poder de las agenciay internacionales del eapital como ef FMI. Banco ‘Mondial y la World Teale Organization; rips mos mien toy det capital financiro aeelerados pur ks nuevas tenho say de la informavisn; ls tansferencia de capitales deve {economias con alts costes de mano de vbra a economy bajo silarios — que sirve coma ju fieacin para a dis rucin de saris y fo staques a ls bet paises capi ficios socials e ita avansados; y un desplazamienta de By So bran hacis afuera de ls limites del etsdo-nacién La concepcisn general de gl puesto universalmente ae Tismo se ha vueko un sis alizacidn 19 es, por su ada.” Nadie duda que el capita ma mis universal que eunca, y 1 112 . Debates ampoco que estamos viviendo en una economia “global” can mercads cada vez mus invemacionals y transacciones econémicas de todo tipo que abarcan al planeta entero, Pero algunos eseritores de izquierda han expresado dss acerca de cufnta produccién se ha intemacionalizado en realidad, acerca de cuin mévil es verdadsramente el capital industrial, y acerca de In existencia misma de cosporaciones “multina- cionales" Tales ertieas han sefalado que Ia vasta mayoria 4e la produceién atin sucede en compafias de base nacional, cn locaciones vinivas. Han argumentado también que no existe lo que se ha dado en lamar corporaciones “nvltina- cionales", y que sélo hay corporaciones de base nacional con aleance tansnacional Los eritcos de las ideas convencionales sobre la globa- lizacién camign han sefialado que mientras que ls fugas dt capital hacia ls economfas de Bajos salarios podrian consti tuir un serio problema, ta inversion extranjra directa se hat cconcentrado de manera abrumadora en paises capitaistas avanzados, con el capital movigndase entre éstos.Existen di- ferencias enise las grandes economias capitalists. con algu- as mas expuestas que otras alas presiones competitivas in- temacionales. Los Estados Unidos, por ejemplo. estin prote- idos de algunas formas de competencia porque una propor- cin relativamente pequeda de sv economia esta dedicada a Ja manufactur, y Ia fracciGn de la fuerza labora! norteame ricana empleada en la manufacturaes ain menor, Mis del 70 dol empleo total en los Estados Unidos se encuentra en el sector de servicios, la mayoria en indusrias que simplemen- te no pueden relocalizarse en oss economias con fueraas la borales baratas y desorganizadas, ero cualquiera sea la proporcién de la industria manu- facturera en la economia noneamericana (0 en otros paises capitalistas avanzados), sta constituye todavia -y probable- _mente lo siga haciendo: una cantidad desproporcionadamen- te grande de la prodvccién mundial total. En este sector la ‘competencia ciertamente se ha intensficudo, generalmente al interior de los paises capitalists avanzados entte si. Los Estados Unidos, en particular han sido profundamente afec- tados por la compecencia de Japén y Alemania, A mismo tiempo, la solucidn preferida no hs consistdo simplemente em exportar industrias alos pases det Tereer Mundo. Las in dusrias manufactureras son mucho menos mdviles de To que el saber convencional acerca de ls globalizacin sugiere -no fen escas medida debido a que las inversones de capital de ‘ran escala y a largo plazo son dificiles de abandonar. En es- ta situaciGn, las estategias competitivas no tienen muchas posbilidades de basarse en el waslado del capital aotos lu- ‘Bares, por fo que la opein mis corrente es lade ratar de re- {uci fos costs labora en las propias economias avanza- das. De hecho, una de las més notables caraterstcas de la actual economia global no es la industralizaciGn y enrique- cimiento de los patses mas pobres del Tercer Mundo, sino por el contraio, un reciente empobrecimiento de las econo fas dejadas en los margenes dela globalizaciéa y una ere ciente polarizaciGn entre ricos y pobres Resulta entonces dificil formular euatquier proposickén simple acerea de la competencia entre economias de bajos salarios y de altos salrios,@ de los peligros de las tgas de capital en respuesta ala organizacion y lucha de Ia clase tra- bajadora. Em trminos mas generales, no existe una correla cin simple entre [as politicas 0 la ideologia de la “global zaci6n” y la actual exposiiéa de las economia capitalistas avanzadas a la competencia internacional, al menos a la competencia por parte de las economias de bajos salaros. La “globalizacién’ cs ciertamente una amenaza efectiva. y por ende una estrategia politica poderosa. Pero no debemios cquipararacriticamente amenaza con realidad. Mis alld de estos desafios empiticos als nociéa conven: cional de globalizacin, existen preguntas mis amplia, dos de las cuales debems esbozar agus. En primer lugar, debi ‘amos preguntarnos cun nueva es este fenémeno. De acuer {docon la tesis de a glokalizacién, hemos estado viviendo en una nueva épocs desde iniios de los '70. Sin emtbargo, na: 4a mis obvio que ta improbable semejanza entce el mundo burgués tan vividamente retratado por el Manifiesto Com nista_ en 1848 y 1a “época de la globalizacién” en la que es: tamos viviendo hoy: “’Mediante Ia explotacién det mercado mundial, la bur ‘uesia dio un eardcter cosmopolita a la producci6n y al con- sumo de todos los paises... Las antiguas industias nacions les han sido destruidas y estin destruyéndose continuamen: te. Son suplantadas .. por industrias que ya‘no emplean ma: terias primas indigenas, sino materias primas venidas de las mis lejanas regiones del mundo y cuyos productos no ssto se consumen en el propio pals sino en todas las partes del globo. En lugar de las antiguas necesidades, satsfechas con productos nacionales,surgen necesidades nuevas, que reel ‘man para su saisfacciin productos de los paises ms aparta 4s, . En lugar del antiguo aislamiento de las regiones y na- ciones que se bastaban a sf mismas, se establece un inter- cambio universal, una interdependencia universal de las na- Y todas las crisis del siglo veinte, hasta la reciente en Asia inclusive se anticipan aqui “(Toda esta sociedad burguesa, que ha hecho surgir tan potentes medios de produccién y de cambio, se asemeja al ‘mago que ya no es capuz de dominar las potenciasinferma- les que ha desencadenado con sus conjuros. nar lus erisis comerciales que, con su relorno periédico, plantean, en forma cada ver més amenazante, la cuestin de Ta existencia de toda la sociedad burguesa... Durante las cri sis, una epidemia social, que en cualquier époea anterior hu bicra parecido sbsorda, se extiende sobre Ia sociedad: la epi- al rns inconsistencias.Parecera como que en la tesis de la plo bulizacin fa teansnacionalizacin del capital no significa la intensifcacidn de ta corapetenea sino, por el contri, sw dectinavin ene ts magores potencias capitalists. En Sm: esto significaris Ia intepenerraisin de eapitsles nae cionales.y su ereciente colaboraciGn, sparentemente en lac sur de bs competencis Ahora bien, ain el tedrico mis extrem de fs globaliza- cid jamés dirfa que 4x globalizacién esta creando un solo Capital internacional unificado. Obviamente, Is globuliza- wo por recorer,y ene fat ro. hasta donde resulta predecible, todos fos que participa cn el meteado tendrin que pelear para peramaneeet en a ci: rns Pero fa implicancia mis fuerte de la tess de a global zavi6n es que existe una relacion inversa entze globulizacién y competencia: cuanto mas globalmente integrado se vuelve capitalism, mis unificada estas ks else capitalist, Esto pareciers implicar que Ia globalizacion no es el evevimients de la competencia, sino su supresién De acuerdo con dichos argumentos, es verdad que un ea pital altumente movil se mueve libremente a través de las fronteras nacionales en busca de mano de obra barat, y all ‘mismo tiempo hace descender los salarios en su pais de oF pen, Pero esto aparemtemente mo sucede dcbido aos anti vos imperatives de competence sempre los han llevatlo a aumenta fa rent ticipacin en el mereade per medi de fa baja a costs Iaboraes. Sucede simplemente porque el capita es ahr bre de hacer sentir su gravitaciéin por daquier, eerciendo sin comapisas su poder. La tesis de lx globalizacidn, entonves, ‘que constaniemente invoca la necesidad de competencia, tambign remite a una internacionalizacin del capital que ex pulsa la competencia, une al capital formando una tinea cla- se internacional, y desarticula tod oposicin, Pero vista desde un enfogue diferente la globalizacién significa exactamente lo conteari. En primer lugar, no debe- ‘mas olvidar que el eapitalismo siempre e indefeciblemente ‘comporta competencia. La competencia ests en el covazén ‘mismo del sistema, Esto obviamente o0 significa que el ¢2- pital no hari lo posible para evadie kx competeneia, Por el ‘contrario, es wna ley dela competencia que el capital procu- rari evanlirla. La competeneia capitalists significa tear siempre de mantener e inerementar fa participacidn en el mercado, y una manera clisiea de hacerlo es cooperar eere- tamente con lox competidores, crear monopolies -como bien Tosa ya Adan Smith- © dejar fuera los rivales pork pu 1a fuerza del tamafo y las economias de escala. ¥, por su- puesto, una de las conseeuencias de li competencies que Jos perdedores serin traginlos por los gunadores dd los ganadores de hoy podeian ser fos perdedores de ma- ana. Por consiguiente, el aumento en la concentracién y centralizacign del eapital no es la autitesis de la compeoten= ‘ia sino una de sus expresiones. Los commpetidones pueden haberse ampliada: no sSto enorme cumin domestica sing firmas transnacionales ¢y esto, nuevamiente, no susle Sghificar empresas no-naefonales, sino compas acim Fes con aleance transnacional, Pero todo esto ciertsmente {que 10 ha disminuido ta competencia, Por et contrario, ke competencit entre econamias capitaistas avanzadas se hit imtensificado.a medida que nuevos y agresivos jugadores han ingeesada al juego, ‘Tomemos por ejemplo el caso ckisico de un capitalism hhegeménico y monopstico -los Estados Unidos en lo inicios| del period de posguerra. La economia de BE UU. era tem (OSAL.- Junio 2000 113 “4 | | 4 114 Debates poraliente hegemnicay présticamente no eafcataba desa fios, en gran medida debido ala guerra. Pero la recuperactén ‘de las potencias vencidas pronto incorpons nuevos ¥ ms di rnémicos competidores al juego (y aqui. el period de heve :monta de los EE.UU. podria incluso haberse tornado un han dicap compettivo). El resultado fe sin duda mis “monopo- Tios" capitalistas -no sélo norteamericaos, sino tambiga ja- poneses y alemanes- que de ninguna manera signiticaron ‘menos competencia. Por el contrario, unidades mayores han hecho a la competencia mis feroz y destructiva, Por un fado este tipo de competencia significa el colapso de ls compa- fas pequedas; y por el otro vemos ahora nvevas formas de imacro-competencia, por lamarla de alguna manera, con implacable iva lidades y nuevas formas de intervencin estatal para asstir= has econom{as nacionales enteras envueltas et Por lo tanto, la colaboracién eapitalista munca a sido in compatible con la competencia. De hecho Ia interaccién en tre ambas es otra de esas contradicciones caractristicas del capitalism. Atin la mis avanzada colaboracién transnacio- ral convive mano a mano con la competencia mis feror Basta con echar una mirada a la Uni Europea en la actus lidad. La Unién tiene como ebjetivo precisamente foralecer las ecanomfas europeas en su competencia con los EE.UU. y Japén Pero es también el terreno de a competencia ensre estados europeos. De hecho, uno de los resultados espera dos, incluso deseados, de 1a Unién Monetaria Europea y ta ‘moneda comin, es la intensificacin de la competenci al i terior de las economias europeas e incluso entre si, en la me- dida que las diverses economias nacionales son despojadas de sus protecciones nacionales (por ejemplo. politica mone taria y manipulacién de las tasas de cambio) contra la fuer2a arroliadora del mercado competitive. iQué conclusiones debidramos sacar entoces de esta competenca intensifcada ence los pases capitalists avan- 2ados? Una conelusin abv es qué la globalzacign pda Signticar menos y no més uniad capitalista, De manera tl «que por lo menos la parte dela ess de Ts lobalizacidn que postu la existencia de un capital internacional cada vez ms unificado se ve desmentia por la competencia eapit- lista Pero esta intensificaciGn de la competencia:;significa ‘que los e6ricos de la globalizacin estén en lo carreto alin vocar los requerimientos de la compettvidad? Mas do un texto en este volumen expondr los defectos de las estate ias compettivas de inquierda y explicatd por qué son ma las para los trabajadores. Por es0 Timitaré mis argumentos a tun Gnico punto, a saber: la principal conclusion que el mo: vimiento obrero y la i2quierda debieran extrar de la globa lizacidn,o la universalizaciGn del capitalismo, es que el 2 pitalismo se encuentra hoy mis que nunce abrumado por sus contradicciones interna, y que és es una raz para inten sifica, no abandonar, ls luchas anticapitalistas La universlizacion del capitaismo significa que més economias capitalists estén ingresando a la competencia global: que las mayores economas eapitalistasestin depen: diendo de las exportaciones hasta prados casi suicidas: y que las ersis de sobreproduccién son cada vez mas severas. Al ‘mismo tiempo, para hacerse compettivas, dichas economia capitalisasrestingen la capacidad de compra de los propios consumidores que estin compitiendo para aanzar. La md: ima rentabilidad para el eapital hoy depende cada vez me: nos del crecimiento absoluto ode la expansién hacia afuera, 1y ms de fa redistribucign y de una brecha cada vez més ex: tensa ene rcos y pobres, tanto al interior de las naciones: estado como entre ells. La situacién diffeilmente podria ser mis contradictoria de lo que ya es. Fl punto, entonces, es que las fortalezas del capitalismo son también sus dbilidades, y que la globaliza- ign podria estar ampliando, y no restringienlo, el espacio para ls polticas de oposicién, WEI Estado y la lucha de clase Esta argumentacién acerca de las nvevas posbilidades politicas sesfa hueca sa tesis de la globalizacién estuviera en lo cierto en lo tocante asus supuestosbisicos sobre el es: {ado 1a transferencia de soberanta de éste al capital global Repetidas veces se nos dice que la globalizacin ha tornado inrelevantes alos estados nacionales. Para algunos, esto sig nifiea que nada queds por hacer, que no existe un espacio real para ls potiticas socialistas, porque su blanco tradicio- ral, el estado-nacién, se ha desvanecida, Para otos,signifi- cca que la lucha debe trasladarse de inmediato al plano inter nacional, En ambos casos. una politica reconocible como propia de Ia clase trabajadora pareceria estar fuera de toda posibilidad Esta es, entonces, la presunciOn que quiero desafiar aho- ra, Pretendo argumentar que la globalizacién ha hecho a la politica Ue 1a clase trabajadora -una politica dirigida al es- tado y al poder de clase concentrado en el estado- més, y nO ‘menos, posible e importante. Los marxistas solian enftizar las maneras en que el ere- imiento del capitalismo alenta el desarrollo de la concien cia y la organizaciGn de clase. La socilizacién de la produc cin y lahomogeneizacién del trabajo, y la interdependent ‘nacional, supranacionale incluso global de sus partes cons- tituyentes, se suponia que creaban as condiciones para la temergencia de la conciencia de clase y la organizacion en es- cala masiva,e incluso para Ia solidaridad internacional, Pe- 10 los desarrollos alo largo del siglo XX han socavado dicha conviecién de manera erecientey, algunos dian, de modo inveparable. (OSA, - Junio 2000 {La incapacidad de la ease tabajadora pata satisfcer las expectativas del marxismo tradicional es tipicamente cite por intelectuales izquivedistas convo kt rxzsin principal pare abandonar el socialism, © por To menos para Pusear actores alternativos, En dgcadss recientes, el marcismo occidental, Iuego el post-marxismo y el postimederaismo ha, uno tas ‘otro, asignaclo esta responsabilidad histries (ies que to Via creen, siquiera miinimamente, en It historia © en sus agentes) a los itelectuales, a los estudiantes, fos “nuevos movimientos sociales” =a cuslquiera excepto a la elise ta bajadora, Hoy, el movimiento obrero casi ha desaparycile de Tas variantes mas de moda entre les tecicos y politicos iz 4uierdistas. Y la globalizacion pareciers haber dado el i ‘mo golpe. La mayorin de los que bbl por ejemplo, probablemente di lism global fy el nds fragmentada que naaca. Y si estin ew la izguient. probable que digan que no hay altemativa, que ke mgjee que ppodemos hacer es liberar un poco mis de espacio en hos terstcios del captalismo por medio de muchas luchas par ‘culares y separadas -el tipo de luchas que veces se dena. ‘mina “politicas de a identidad” rca de It glohatizacin, aque en Irena d ‘ait lase trabajar, ses Ahora bien, existen muchas razones para esta tendencia 4 repudiar la politica de clases en favor de la fragmentacisn politica y las politicas de Ia identidad, Pero sin dud una ra 26n de peso es el supuesto de que, cuanto ms global se na et capitalism, mis global debera se la lucha contra Después de todo, reza el argumento ;2¢aso noes cierto que Ja globalizacién ha transferido el poder desde los estados na- cionales a las instituciones y fuerzas transnacionales? ;¥ no cs obvio que ello significa que cualyuier cha en contra del ‘apitalismo deberd operar en ese nivel transnacional?” Enonces, dado que la mayoria de las personas tcnen di- fieultades razonables para ereer ental grado de internacions lizacign y en a posibilidad misma de organizarse a ese nivel ;aturalmente legan a ta conclusign de que en realidad el je 20 se hia terminado. Concluyen que el capitalism Hep6 pa a quedrse, que ya no tiene ningin sentido tratar de cons: tuir un movimiento politico masivo, o una fuerza politica inclusiva y de amplio aleance como las que los antiguos par idos de Ta clase trbajadora aspiraban a ser. En ols pala bras: ta clase como fuerza politica ha desaparecid,¥ junto a ella el socialism como un objetive politica. Si no pode= mos organizarnos a excala global. 10 Unico que nos queda es ial ou extremo, Todo lo que podermos hacer, aparentemen te, es volveros hacia adentro, concentrindonos en nucstras| propias opresiones locales y partiulares otro extremo se encuentra un tipo de internacion tismo abstracto carente de bases materiales, Una eos es re- conocer la importancia de la sotidaridad internacional la cooperacién entre movimientos obreros nacionales. Ese tipo {de intermacionalismo no sélo es esencial para los valores So- Trabajo, clase y estado en el capitalismo global 1 sino tambien esta sito dem en he ‘icamemte indispensable p. Tuchas de clase a nivel nacional, Pero alg quiets invocan uns “Sociedad eis internacio ral como la nveva arena de lucha, 0 la “eiudadana global {como ta hase para una mieva Solidaridad -y eso suena mes ‘os como una estrtegia anti-capitaista que eomo un silhide ‘en Ia oscuridad. Cuando dicen que ts arena internacional ex la sinica para tos sovalistas, que el capital global silo puede ‘enfretarse con una respuesta auténicamente global parece ‘fan estar diciendo -con no menos cetera ue os abogados de ta politica fragmentada- que la lucha contra el eapitais mo efectivamente sha texminado, Mi propia eonelosi es diferente. porque parta de pre- ‘isa diferentes. Permitaseme dacit en primer lugar que siempre he tendo resersasrespocto de ln reac diet tre ef crecimiento del ea ammo y Lx uid dey lise Inajadora. Uns dive y siete aos sen un aticultitul do “1. separaetin ds lo eoonsimico y lo politico en el capi talismo", me refer a Ia fuerza contiuga del capitalism, Jas maneras en que, contrariamente al saber convencionsl del marxismo, lt misma estructura de produccin y explot- in en un capitalismo completamente desarollado tienda Srogmentar Wa lucha de clase y a domesticarla. a volearla ba- cia adentro, a hacerla sumamente local y particularista El capitalismo ciertamente tiene efectos homogencizantcs,y la itepracién de la economia eapitalista provee las bases ma {eriaes para la soidaridad de la clase trabsjadora mis alld de Jos mutos de la empresa individual ¢ incluso de las fronte= ras nacionales. Pero el efecto mis inmesiato del eapitalismo €s limitarel confieo de clase alas unidades indviduales de produccién, descentrafizando ¥ localiande la lucha de cla- Debemos enfatiar que este desentace no es producto de tuna falls en ta conciencia de ease de ls teabajadores. Es una respuesta a una realidad material a a forma en que el mun ddo social es realmente organizado por el capitlismo. Vale agregar aqut que pese 2 que los confitos de clase son loca lizados de esta manera la clase tabajadora es, paradéjiea- ‘mente, dividida aun mas por la competencia entre las empre- sas, en li cual Tos tabgjadores son llevados a verse como aliados de sus explotadores en contra de sus competidores, tanto capitalistas como trabajadores. Esta es una tendencia que la ideologia de Is globalizacién eta tratando de promo- lonar por todos fos medios Et repliegue hac adeno de fa lucha de elses también signifies, como sugers. que en el ea Tiicos son en ciera fo fa autoridad y la dominacién, que en las sociedades preci Pitalists estin directamente dizigidos alos poderes jurisdic: cionales o polfticos de seiores y estados, ne eapital ino se than desplazado hacia la empresa capitalists individual. Si bien e capital continGa dependiendo del poder del estado pa ra sustentar el sistema de propiedad y mantener el orden $0 ial, no es en el estado sino en el proceso de produecién, y lismo Tos asuntos po satizades. Las confictos sobre Sax: Junio 2000 116

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