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JOSE REVUELTAS. MEXICO: UNA DEMOCRACIA BARBARA (1958) MIGUEL ORDUNA CARSON* Soportar la verdad [...}, pero también la carencia de cualquier verdad. JOSE REVUELTAS, Los dias terrenales En 1958 José Revueltas publicé México: una democracia barbara, un breve ensayo que habia escrito a finales del afio anterior con motivo del pentltimo informe presiden- cial de Adolfo Ruiz Cortines. Se avecinaban las elecciones que llevarian a Adolfo Lopez Mateos a la presidencia de México y comenzaban las expectativas en torn del nuevo presidente. Habia pasado poco mas de una década de gobiernos civiles desde que Miguel Aleman asumi6 el poder en 1946 y, siguiendo la propia memoria del régimen, eran éstos los afios del “desarrollo estabilizador”. Reyueltas escribe su ensayo en el marco de un nuevo pacto social en el que los esfuerzos estatales se dirigen a promover la industria nacional. En estos afios, como dicen Olga Pellicer y José Luis Reyna, “las caracteristicas esenciales del sistema pol- tico mexicano estaban ya establecidas”.' Las instituciones del régimen de partido de Estado, como la Confederacién de Trabajadores Mexicanos (CTM) y su sempiterno, lider, Fidel Velazquez, se habian consolidado. Faltaban, sin embargo, algunos me- ses para la movilizacién de Oth6n Salazar, al frente del Movimiento Revolucionario del Magisterio, seccién IX del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educacion (SNTE) y algunos més para que detonaran las mucho mas importantes del sindicato de ferrocarrileros (SNTFRM) a cargo de Demetrio Vallejo, asi como Ia fuerte repre- sién gubernamental con que se respondié a las demandas de estos sectores. La Revolucién cubana no aparecia en el mapa politico de América Latina, pero ya en 1958 tanto Estados Unidos como la URSS habian puesto en el espacio los primeros satélites que, a partir de entonces, y hoy convertidos en chatarra, giran en torno de la Tierra. “La actualidad es siempre aparente”, dijo en una ocasién José Revueltas,’ y en México, para ese 1958, la actualidad estaba marcada por el sonoro aviso del cambio, el feliz despliegue de la sustitucién de mandatario. Se preparaban elecciones y el régimen aceitaba la maquinaria de la sucesién presidencial. Las fuerzas politicas * Universidad Autonoma de la ciudad de México, plantel Cuautepec. , ) Olga Pellicer de Brody y José Luis Reyna, Historia de la Revolucion mexicana, Periodo 1952-1960. BL afianzamiento de la estabitidad politica, p. 7. 2 Ignacio Solares, “La verdad es siempre revolucionaria” en Conversaciones con José Revueltas, p. 58. (1401 {OSE REVUELTAS, MEXICO: UNA DEMOCRACIA BARBARA 14 se preparaban para el evento y al presidente le tocaba la dificil tarea de montar la coreografia que levara a opacar gradualmente su propia figura, asf como dirigir las juminarias al candidato, al tapado, al bueno, el gallo de todos, para que sdlo él se hiciera notar. La estructura politica se organizaba para que, finalmente, después de jas elecciones, otra vez s6lo una persona quedara en el escenario de las decisiones politicas. En 1958 se escenificaba el teatro electoral, el espectaculo politico en torno del cual parecfan tejerse los acuerdos que le daban solidez y legitimidad al régimen. Las elecciones seguian cumpliendo su funcién como acuerdo renovado; una for- ma de la democracia mexicana que naturaliza la imposici6n y organiza la unanimi- dad. Como lo explica el propio Revueltas: Ia imposicién, el fraude, los chanchullos, en suma todo lo que constituye las apariencias exteriores de la politica exterior de la politica electoral, no son otra cosa que el reflejo secun- datio de una realidad interior, que es la que verdaderamente importa y donde esta el resorte del mecanismo con que se mueve el conjunto de toda la complicada tramoya.* 1] Siempre en la militante tarea de reflexionar sobre la situacién politica y social del pais, en 1958, como en tantas otras ocasiones, José Revueltas intentaba adentrarse enla maquinaria de la estructura politica mexicana y, para tratar de explicar el fun- cionamiento de su sistema electoral, escribe México: una democracia barbara. Diez afios antes, en 1947, Daniel Cosio Villegas habia advertido ya sobre la ne- cesidad de “crear en México una democracia con ciertos visos de autenticidad” y mostraba como las elecciones no eran “genuinamente” democraticas, pues ningtin “partido o grupo ajeno y, todavia mejor, opuesto al gobierno” habia llegado al po- der por este medio.! José Revueltas respondié en aquel momento al texto de Cosio Villegas, sin contradecir las tesis centrales, pero pugnando por una interpretacién materialista de la historia. Compartia algunas de las conclusiones a las que llegaba Cosio Villegas en su anilisis sobre la Revolucién mexicana: 1] que se habia luchado, mas que contra Dfaz, contra la “tendencia indefinida del poder por un hombre”; 9] que para establecer la suerte de los mas por encima de los menos, propuso la re- forma agraria y el movimiento obrero, y finalmente, 3] que para afirmar que el pais tenia intereses y gustos propios, el régimen habia aprendido a exaltar lo mexicano. Mis alla de estas coincidencias, Revueltas insistia, sin embargo, en analizar la di- mensién historica del problema: “Lo tinico abrumador e insoportable de los hechos historicos —dijo— es que existen y nada ni nadie puede alterar su naturaleza”? Para entender al régimen mexicano, sefiala Revueltas, se requiere verlo como resultado de una estructura de la “necesidad historia”, “Para afirmar su nacionali- 5 José Revueltas, Mévico: una democracia barbara, p. 60. “Daniel Cosfo Villegas, La crisis de México, pp. 22 y 25, respectivamente. En torno al tema, véase el «apitulo de Daniela Gleizer del presente volumen. ® José Revueltas, “Crisis y destino de México” en Ensayos sobre México, p. 119. Publicado por primera vez en Excélsior en los dias 18 y 19 de abril de 1947. 142 MIGUEL ORDUNA CARSON dad México necesitaba, en lo externo, enfrentarse al imperialismo y, en lo interno, aplicar con audacia y prontitud una politica de reformas sociales que le permitieran de una parte el progreso econémico y de otra la aglutinaci6n”, la integraci6n de los diversos sectores y clases sociales en un proyecto unitario.® Revueltas llama nacio- nalidad a ese proceso histérico mediante el cual la burguesia logré apoderarse, no slo de los medios de produccién, sino también de la estructura politica del Estado. En su ensayo Posibilidades y limitaciones del mexicano, de 1950, participando en el debate sobre la Hamada “mexicanidad”, Revueltas habia explicado ya las con- diciones hist6ricas de la sociologia del mexicano y el modo en que satisfizo una necesidad ideolégica de la burguesia mexicana. En este texto, Revueltas explica que la nacionalidad mexicana naci6 en 1810 de “una doble condicion adversa”: la opresion espaitola y la existencia de los grandes estados nacionales, que ya habian realizado sus revoluciones burguesas. Este atraso histrico habia llevado a México a plantearse “tareas superiores (como las de la revoluci6n burguesa, por ejemplo) que no coinciden con el estado de desarrollo de su infraestructura econémica”.” En 1950, dice Revueltas, la nacionalidad mexicana, con su significativo atraso hist6rico, “se convierte en el ser nacional de México” dentro de un mundo donde coexisten dos fendmenos: el imperialismo y el socialismo. En estas condiciones, y “con la existencia del socialismo en el mundo, la contra- diccién entre la superestructura ideol6gica cultural y politica, y la infraestructura econémica, ha dejado de ser una barrera infranqueable para los pueblos”.* Para José Revueltas, la ideologia es parte de los procesos politicos de los que se sirven las clases sociales para imponer su hegemonia. La ideologia no es un falso reflejo de la realidad econémica ni, necesariamente, un engaiio de la clase dominante: es una de las herramientas de las que se sirven las clases en su lucha politica.* Por esto es que, en otro texto, Revueltas llega a afirmar que durante el gobierno de Cardenas, “los revolucionarios del gobierno —revolucionarios de la revolucién democratica mexicana, enemiga del imperialismo y del feudalismo— necesitaron de las masas para proseguir su politica”. En consecuencia, establecicron una serie de alianzas que Ilevé a “las masas obreras mexicanas [a acostumbrarse] durante muchos anos a recibir las conquistas desde arriba, por concesién de los gobiernos revolucionarios". En esas condiciones, los lideres de las organizaciones obreras no tardaron en califi- car los actos de gobierno como socialistas.'” ° [bid., p. 123. 7 José Revueltas, México: una democracia barbara. Posibilidades y limitaciones del mexicano, p. 153. Cito la versin de 1975, pero fue publicado por primera vez, en 1950. Véase la nota 14. * Dbid., p. 155. ° Edith Negrin apunta una interpretacin de lo dicho por José Revueltas en su Carta de Budapest a los escritores comunistas, “Las palabras, ubicadas en ciertas situaciones historicas concretas, tienen una carga subversiva. Yaquellos que por definicion detentan el uso de las palabras, los escritores, poseen ese poder de subversin que deciden emplear o bien abstenerse de ello. Lo que en el terreno religioso seria vacacién redentora, por parte de los artistas, en el politico se traduce en conciencia y responsabilidad social”. Edith Negrin, “José Revueltas y las palabras sagradas: de la metafisica a la politica”, pp.165-166. 1 José Revueltas, “Hay que resolver la crisis del movimiento revolucionario”, en Ensayos sobre México, p. 112. Publicado por primera vez en El Insurgente, 20 de mayo de 194, p. 4. {JOSE REVUELTAS. MEXICO: UNA DEMOCRACIA BARBARA 143 Revueltas no forma parte de la tradicion de izquierda cardenista. Por el contra- tio, observa al cardenismo como parte del proceso de control politico de Ia bur- guesfa nacional sobre la clase obrera, como una coyuntura hist6rica necesaria para el mantenimiento politico del régimen burgués. Para 1958 este control continia. “Ll gobierno y su candidato creyeron tener a las masas porque tenfan a sus lideres, porque los tienen”. Sin embargo, con el abierto apoyo del Estado a los capitales nacionales como parte del proyecto de industrializacion, las condiciones creadas “a partir del gobierno de Aleman” habian cambiado."" “La clase obrera ha comenzado adespertar y, apenas con el mas leve sacudimiento de su gigantesco cuerpo, ya esta lanzando a la basura a los lideres traidores. Ahi estan los telegrafistas, los maestros, Jos ferrocarrileros, para demostrarlo, cualquiera que sea el resultado final de sus Iuchas’."* La izquierda aparece, entonces, no sélo como “la oposicién verdadera, sino también [como] la tinica oposicién posible”." 2] José Revueltas nacié en 1914 ya los 16 afios de edad se afilié al Partido Comunis- ta Mexicano (PCM). En 1938 comenzé a publicar articulos de diversos temas en la prensa nacional, particularmente en el periédico El Popular. Para 1958, habiendo publicado el libro de cuentos Dios en Ia tierra, y las novelas Los muros del agua, El luto humano y Los dias terrenales, José Revueltas era ya un destacado escritor entre las prolijas letras nacionales de la época. (Recuérdese que Pedro Péramo, de Juan Rulfo, esde 1955, que La regién mas transparente, de Carlos Fuentes, es de 1958 y que Piedra desoly Libertad bajo palabra, de Octavio Paz, son de los aiios 1957 y 1958, respecti- yamente.) Revueltas particip6 también en varias polémicas con sus textos sobre la novela y el arte en México" y, particularmente, en los exaltados debates que sobre la mexicanidad y el régimen politico entablaron los intelectuales a mediados del siglo Xx. Entre estos debates destaca el articulo “Posibilidades y limitaciones del mexicano”, texto que acompaiia a la primera y segunda ediciones de México: una democracia barbara," y su respuesta al texto de Daniel Cosio Villegas, La crisis de Méxi- (@, que publicé bajo el titulo Crisis y destino de México.’® No obstante su participacién en el debate con los intelectuales de la época, el principal interlocutor de Revueltas en sus ensayos y novelas fueron siempre los militantes de los partidos y demas orga- nizaciones politicas de izquierda. A ellos les escribia y con ellos pretendia dialogar Precisamente, como parte de estos debates, y para poder continuar su trabajo en el PCM, Revueltas escribié una autocritica de su papel politico hasta antes de 1955. "José Revueltas, México: una democracia barbara. Posibilidades y limitaciones del mexicano, p. 23. "© Tid. p. 25. Mid, p. 28. “De hecho su primer libro de ensayo fue El realismo en el arte, que se publicé en 1956. ' Este texto fue resultado de una conferencia impartida en la Facultad de Filosofia y Letras de la UNAM, lugar donde habia iniciado el largo debate que en la década de los cuarenta aborda el tema de la mexicanidad. Fue publicado por primera vez en la revista Filosofia y Letras, nium. 40, octubre-diciembre de 1950, y se reprodujo en el periddico Excéisior los dias 2, 4, 8 y 9 de mayo de 1951. Como asentamos en el cuerpo del texto, el ensayo volvi6 a publicarse en 1958 ‘© “Crisis y destino de México” se publicé en Excélsior los dias 18 y 19 de abril de 1947 y en El Popular €130 de abril de 1947. José Revueltas, Ensayos sobre México, p. 224. 144 MIGUEL ORDUNA CARSON Esta muestra pablica de arrepentimiento por haber escrito ¢ impreso la novela Los dias terrenales se ha convertido en un difuso signo que articula y confunde el com- promiso y la autocensura; ha sido también el debate que eclipsa el luminico paramo de la obra de José Revueltas. No obstante, se suele dejar de lado que este acto de constricci6n era también una critica al PCM. No basta, le dice al partido, “con diri- gir a las masas para convertirse en vanguardia hist6rica del proletariado”."” Incluso cuando decidia silenciarse, Revueltas no callaba. 3] 1955, “Tremenda incégnita. Me quedaré s6lo? :Me aceptar el Partido Comu- nista?”, escribe Revueltas para si, angustiado.'’ La imagen biblica de Job, el recuer- do de Cain. No es casualidad que las imagenes del abandono y el castigo sean fre- cuentes en la literatura de José Revueltas: “[...] seré errante y extranjero, en la tierra”, escribié en Los motivos de Cain, citando un versiculo de la Biblia, en 1957." s narradas por Revueltas se presentan frecuentemente como inescruta- ble fatalidad.” Al final de su novela Los errores, la imagen del abandono y del castigo aceptado como sino se admite inseparable en el discurso de Lucrec Puedes hacer de mi lo que quieras. Pegarme, maltratarme, humillarme. Sé que no puedo escapar de ti [...]. Viviré a tu lado para sufrir todo eso hasta que llegue el momento en que me mates, porque eso es Jo que va suceder. [...] Es mi de: (0 de pinche puta desdichada2! Para Christopher Dominguez, esta voluntad de sacrificio anima la vida y obra de Revueltas: “Identificaci6n con el crucificado, voto de pobreza y de sacrificio, mas el autoescarnio del pablico examen de conciencia, trazaran la figura de Revueltas [...]”. El sacrificio es un tema recurrente en nuestro autor, incluso una posicién estética y una responsabilidad politica. “Entender que el artista hoy, en esta sombria etapa de la historia, no puede ser sino un sacrificado, un ser que Hora todas las légri- mas que no quiere que lloren los demas”.®* Revueltas forma parte de los escritores que, como Leon Felipe, escribieron la wagedia del hombre desde una narrativa biblica secularizada. 4] Es en la historia donde puede entenderse la realidad y es la historia un campo abierto de posibilidades, el lugar inequivoco de la libertad. La historia esta acotada s6lo por el empuje de los acontecimientos. Como categoria, lo histérico es, tanto " Véase Rodrigo Martinez, “José Revueltas y la organizacién de la conciencia”, 1980. ** Cit, Jorge Ruffinelli, José Revueltas. Ficcién, politica y verdad, p. 87. " José Revueltas, Los motivos de Cain, p. 1. 2 EI signo de esta fatalidad ha sido tema recurrente de los estudios sobre la literatura de Revueltas, Ejemplo de esto son Dabove, “El bandidaje como experiencia de los limites de la raz6n letrada en José Revueltas”, 2007; Evodio Escalante Vargas, José Revueltas. Una literatura del “lado moridor”, 1979. 21 José Revueltas, Los errores, p. 368. ® Cristopher Dominguez Michael, Tiros en el concierto, Literatura mexicana del siglo V, p. 366. % José Revueltas, Las evocaciones requeridas, p. 13 JOSE REVUELTAS, MEXICO: UNA DEMOCRACIA BARBARA 145 lo que explica como lo que condiciona al hombre. Sin embargo, el referente de la historia se presenta en la obra de José Revueltas también como un fardo que carga el hombre. Revueltas no es un historicista, como lo entendemos en México, es un materialis- tahistorico para quien, ademés de las circunstancias, el papel historicamente con- dicionado de los sujetos condiciona la accién humana. La historia para Revueltas esla marca que le recuerda al hombre la incapacidad de actuar contra la fatalidad, le muestra su pequeiiez, pero también le permite advertir, tomar conciencia de su inmensa responsabilidad. Las circunstancias en las cuales se actita y el papel hist6- tico de los actores son los dos condicionantes de la acci6n humana y en ese cruce Revueltas, el intelectual, descansa tanto sus expectativas como sus anilisis. Pero ademas de intelectual, José Revueltas también es escritor, un escritor que expone al hombre en el abandono. Sus personajes estan marcados por la soledad y ddesconsuelo, Sus personajes, admitira en 1977, son proyecciones de su persona" La proyeccién del escritor respecto a sus personajes es inevitable, pero de Io que debe huir dlescritor es de aquellos que podriamos llamar “personajes teleolégicos”, personajes que tienen una finalidad ética, una finalidad moral 0 una finalidad politica, porque introduce entonces uno, en el material, una tesis preconcebida y eso lleva al demérito de la calidad artistica del producto.” Revueltas, el intelectual que explica la historia, que hace de ella el lugar de sus preocupaciones, que expone a los actores sociales ante ella, con la responsabilidad historia. No esta también escribiendo el relato de lo historico? ¢No est también escribiendo la historia? La pregunta inquictante ¢s si en el andlisis de su obra po- demos realmente distinguir entre el Revueltas escritor y el Revueltas intelectual.”° Sin detenerse en su produccién literaria, es necesario insistir sin embargo en que, por un lado, la historia necesariamente propone una narracién y, por el otro, que Reyueltas construye una interpretacion de la historia, lo habiamos dicho ya, donde losactores sociales cumplen un determinado papel hist6rico. En este sentido es que Revueltas est obligado a promover un relato que cancela o al menos restringe la accién de los sujetos, sometiéndola al condicionamiento hist6rico de las circunstan- cias, La responsabilidad histrica hace que los sujetos participen en una especifica ™ Adolfo Castaiion, “José Revueltas: antigiiedad y tragedia”, 1987. Este autor explica esta sintesis de Jos personajes de Revueltas con Revueltas mismo, siguiendo las interpretaciones de Octavio Paz. ® Gustavo Sainz, “La iiltima entrevista con Revueltas”, p. 10. ® Se ha trabajado poco esta perspectiva, pero sin duda los trabajos mas destacados en el intento de una genealogia literario-intelectual de José Revueltas son los de Ruiz Abreu, José Revueltas: los muros de la tlopiay Cheron, El drbol de oro: José Revueltas y ol pesimismo ardiente, y Fuentes Morita, José Revueltas: una bio- fia intelectual, especialmente el capitulo “Ideologia contra literatura”, pp. 95-120, Para una discusién ideologica de la obra de Revueltas, véase Evodio Escalante Vargas, José Revueltas. Una literatura del “lado noridor”, donde explica la “maquinaria literaria” de Revueltas a partir de una dialéctica negativa 0, mas specificamente, como una dialéctica de la degradacion, Continuando con esta idea, el mismo autor aborda el problema de la ideologia en Evodio Escalante Vargas, “El asunto de la inversion ideologica en las novelas de José Revueltas”, 2007.

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