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yaa r Soc t- LA OBEDIENCTA A ORDENES CRININALES , x Cofad fo ~ La _compulsién de hacer el mal. - por Stanley Milgram Traducet6n: Susan Scheoln La destruccién de los judfos europeos en 1933-45 no tuve dw- Ber coe tesultado de los actos de un Gaico hombre que actuara por Sf solo. Ninguna persona es oanipotente en este sentido directo. MY Gontrario, el poder, incluso el poder de destruir a individuen, Surge @ través dei control de les organizaciones sociales en las eveles participan numerosos individuos. Entre estas orgauizacio. Res esthn el partido polftico, 1a burocrdcia administrative, y 1a poliefa y les ramos militares del gobierno. Lo que suelda cada u- ne de vnidades on una fuerza monolftica capaz de ejecutar Tas directivas omitidas de “arriba” es 14 obediencia pronostica- ble de los partictpantes. Le obediencia vincula los individuon a Yes sistemas de autoridad, y asf vincula 1a accién individual a Ja intnci6n politica Yes al fendmeno de 1a obediencia que tarios conentador han dirigido su aven 46n, buscando explicar el holocausto nari. Milles de sienonos comunes, notan, participaron en el trabajo del diablo, y muchos de ellos lo hict, Geber. La propensién o obedecer a la autoridad sin ron en un sentido apremiante det ites mi pre Siesee, efirma Williem Shiver, es 16 falle caracterolégica bésica del pueblo slemén, y es 1a principal respon de de 1a complici~ Ged de grandes ndmeros de ellos en el verror de Auschwitz y Belsen. C.P. Snow afirma que se han cometide los crimenes nés ho- rribles en nombre de 1a obediencia, mis que por cualquier otra causa o ideologia, La exterminaci6n nazi de los judfos europeos es la instancia més extrema de 1a perpretaci6n de actos {nmorales sborrecibles Por miles de personas en nombre de 1a obddiencia. Es el caso més extremo por: 1) el némero de victimas involucradas; 2) el statua de no-combatientes de las victi 3) la dnclusién de mujeres, niflos y ancianos en le matanza; 4) la natvraleza inocente de lao victimes conforme s cualquier norma aceptada por la justicia; 5) le naturaleza prolongada y coleuleda del programa: no fue una wa- Sacre impulsiva, sino un programa s6lidamente concebido, que re- audri6 une organizactén y el empleo de muchas personas inteligen- 85, provistas de habilidades técnicas y administrotivas, y 6) el Mivel generalizado de vrutalidad y de insensibilidad demostrado hacta les victinas Sin embargo, en menor grado, este tipo de cosa ocurre cons- fantemenfe: Los ciudadanos comunes son mandados destruir a otra | gente, y lo hacen » awe Lo consideran su deber ohedecer a las Srdanes. De esta manera, 1a obediencia a lo outoridad,” una carec- terfatsca tradicionalmente alabada como virtud, tone un aspecto ! nuevo cuando sirve una causa malévola lejos de quedar como vir- tad, es transformadn en un pecado atroz. 20 no? . | ba cuestién moral de obedecer © no cuando las Srdenes choean | con 2a conciencin, fue discutida por Platén, dramatisang en Auth | potas ¥ tratado en anélisis f1les6fico en cada éyoca historica. hos f116s0fos conservadores sostienen que Ja desobediencia amena: ba el migmo edificio de ln sociedad, y que inclusive cuando et acto prescripte por u si aukoridad-es malo, we major ejecutar La orden que quebrar # le estructura de le autorided. Hobbs afirms mas: que un acto asf ejecutade no sabilided de le persona que lo ejecut, de ninguna mane la reapon- sino solamente de La au- jo ied sue lo ordena. Pero los humanistas sostienen 1e primacte de 18 conciencia individual en tales cuestiones, insistiendo que 10s Juictos morales del individuo deben supediter © 1a autoridad cuando los dos, estén en conflicto. c hes aspectos legales y filoséficos de In obediencia importan enormem ter Pero un chentifico empirico lege al punto eventent mente de querer pasar del reino del discurso abstracto la obser- vectén culdadoss de circunstancias concretas. Pare poder estudiar més de cerca el acto de obedecer, instalé un experimento sencillo en 1a Universidad de Yale. tventualmente, el experimento involu= cr6 més de mil participantes y fue r petido en varias universida- “eas, pero al principio, 1a concepcién era sencilla. Una persona vsene a un leboratorio da paicologin y le dicen ejecute uno Sethe de actos que entran cada vex més en conflicts con og con~ ciencio. La preg ta Principal es, chaste cudndo el participante cumplicd con las instruceiones del experimentador antes de negar- se 8 ejecutar las acciones que se le oxigen? Pero el lector necesita saber algén detalle més acerca.del ex- Perimento. En este situacién dos personas vienen a1 loboratorio fe patcologia para participar en un estudio de memoria y aprendi- male: Uno de ellos esté designado como "maestro" y o1 otro como “alumno". EL experimentador explica que el estudiose trata de }os efectos del “refuerzo negative” sobre el oprendizaje. AL luano" 9¢ lo llevan a un euarto, 1o sientan en s sillén, se te suietan los brazos para evitar el movimiento excesivo, y se le > fila un electrodo a la muteca. Se le dice qu lista de pares de palabr deve aprender una sadn vez ane comete un-error recibe on "refuerso negativo". La cualidad civilizeda der Lenguaje en- ay STA cise mascara el hecho sencillo de que el hombre va a recibir unos cho- aues eléctricos dolorosos. E1 foco verdadero del experimento ea el "maestro". Después de observar mientras al " Jumao" Lo aten al sill6n, ése es llevado a1 cuarto de experiments principal y Lo stentan delante de un generador de choques impresionante. Lo mas notable de este avarato es una Linea horizontal de treinta Llaves fue varfan desde 15 voltios hasta 450 voltios, con, incrementos de 8 15 voltios. lay también tfeulos que vart desde "choque love" hasta “peligro-choque severo". Al "maestro" se le dice que debe 4 aduinistrar el test de aprendizaje al hombre que eaté en el vtro cwarto, Leyendo las primeras palabras de cada conjunto de pares de palabras. Cuando e1 alumno responde correctamente con la segun= da palabra del yar, e1 maestro sigue con el préximo item: cuando el otro hombre da una respuesta incorrecta, el maestro le debe dar un choque el, trico. Debe empezar el nivel mis bajo del cho- due (15 voltios) y aumentar el novel cada vez que el hombre come- te wm orror, pasando por 30 voltios, 45 yoltios y ast sucesiva- mente. EL "maestro" es un sujeto verdaderamente ingenuo que ha ve~ nido al Laboratorio para participar en un experimento. El alunno, © victima, es un actor que en realidad no recibe ningén choque.E1 evsetivo del experimento ea simplemente averiguar haste dénde pro- sederé una persona en una sivtuacién concreta y mensurable en la cual le ordenan que inflija cada vez més dolor a ana victina que Protesta. 4a qué punto rehusaré el sujeto a obedecer al experi- mentador? conflicto surge cuando el hombre que recibe el choque em pieza a indicar que experimento desagradd. Hasta el choque de 75 voltios no hay respuesta de protesta. A los 75 voltios, el alum- No arufie. A los 120 voltios, se queja verbalmente; a los 150 exi~ ge que lo si wen del experimento. Sus protestas contingan a medi~ a que los choques se elevan, llegando a ser cada vez més inten- sivas y emocionales. Alos 285 veltios au respuesta puede dencri- birse Gnicamente como un grito de agonia. Los observadores concuerdan que 1a cualidad angustioss del - fAwerimento so oscurece bastante an Ins valahras escritas. Para el suteto, 1a situact6> no ~s un inegos el conflicto es iutenso y manifiesto. Por un lado el sufrimiento patente del alumno lo pre siona para que desista. Yor otro lado, el experimentador, una au- toridad te; Vina con quien el sujeto ge siente algo comprometido, levordena que sigs. Cada vez que el maestro vacila en adminisiras un choque, el expartmentador aplica, aucesivamente, cuatro est qulos verbales: "Siga, por favor"; El experimenta requiere que a vated sino"; "Es absolutamente necesariv que usted siga", o 3 i SL RE TELE GE TIE ee aT cH ET nalmente, “Usted no tiene otra alternativa que seguir", Para desenr. fdarse de la situacién, el rotura clara con 1a autocidad Wjeto debe hacer una EL objetivo de esta investigactén cra encontrar culndo y cémo ln gente desafierse la aytoridad frente a un imperativo moral claro. for, hay diferencios enormes. Sin embargo, queda 1e esencia de u- ne determinada relacién, porque uno puede Preguntar de modo ge- neral: {C6mo se comporta un hombre cuando le dice una autoridad Tegftima que actGe en contra de un tercer Andividuo? En todo caso, Fodrfamos postular que el poder del experimentador serfa bastante aeeeegn ot ttt Seneral, dado que Ese no tiene ningGn poder para reforzar a sus Saperativos, y porque 1a Perticipacién en un expe= * peser de estas # que serfe valioso empezar una observacien cuidadosa de 1a obediencia en est: limitaciones, p ‘@ situacién modesta, a la espe re de que estimulara algunos “insights” y Tindiera unas proposi- Stones generales que se pudieran dplicar a una variedad de cic- ho veaccién inicial de un lector o este experimento podrta Sers Gpara qué se molesterta uns persona cuerda en administrar los primeros choques? LPor qué no se parerte simplemente, para fe del laboratorio? Pero el hecho es que nadie Jemés lo hace. Como e1 sujeto ha venido ol Laboratorio para ayu- dor el experimentador, esté muy dispuesto @ iniciac el procedi- luego salir camin miento. Esto no es nada extraordinarie, especialmente Porque la chara et "8" Fectbir los choques parece ser cooperetice ini~ gitinentes ailsdve: elgonatvites. le aye borprends og hasta d6n~ ie 1egarde\ loa individeos normdles pore’ eveplar con las instruc stones del experimentador, Verdadernmente, los resultados del ex- Derimento fueron a la vez sorprendentes y d lentadores. & pe~ Ser Me que muchos sujetos experimentan stress, a neece de que mu~ ches de ellos 1e protestan al experinentador, usa Proporciéa con~ siderable sigue hasta el Gltimo choque del generador, Muchos sujetos obedecerén a1 experimentador por née vehenen~ Fes 0 insistentes que sean los demandas de la Por mas dolorosos que le sean los choques, Persona choqueada, Y por mBs que ruegue, seen go ublore ave Lo suelten. Bato se vio repetidamence enn fros estudios, y ha sido observado en varias universidades donde se ha repetido e1 experinento. fi ‘8 esta complacencia extrema de loa edultos para hacar casi cuulquiet cosa bajo 6rdenes de una auto~ 1 del estudio, y es et rided que constituye e1 hallezgo princip 4 if f . Me CO: | aaa hecho quo demanda mis urgentemente una explicacién. Una explicacién ofrecida comGnmente es que 1os que lo cho- auearon a La ‘ima en cl nivel més severo eran monatruon, et Margen s6dico Jo 1» sociedad. Pero si uno considera que casi dos tercios de los purticipantes estén en la categoria de sujetos “o- bedientes" y que representan a ln gente conGn de las clases trabe Jadoras, administrativas y profesionales, entonces' el argumento se torna muy débil. Por cierto, recuerda mucho la polémico que surgié a raiz del libro de Hannah Arendt, Eichmann in Jerusalem Arendt maatuvo que el esfuerzo de parte del acusador para pintorle ® Eichmann como monstruo sédico era Cundamentalmente equivoco, Que &ste se aproximaba més a un burderata sin imaginacién que sim- plemente Sentaba en su escritorio y hecta su tarea Por adelantar estas ideas, Arendt LlegS a ser objeto de bas tante desdén, e eluso de difanacsén. De alguna manera, se con wf sideraba que lox actos monstruosos ejecutados por Eichmann exi Bian una personalidad brutal, perversa y sidica, el mal nificado. Deapuds de ver No cieitos de personas comunes se so- meten a la autoridad en avestros propios experimentos, devo Liexar @ la conclusign de que lw idea de Arendt de la trivialided del mal se acerca mis © le verdad de lo que uno se atreve a imngi- arse. La persona comin que le aplica los choques a la victinn lo Nizo por un sentimiento de obligacién, una concepcién de aus debe~ res como sujeto, y no por tendencias especialmente agresivas Bsta es, quizé, la lecci6n més fundamental de nuestro estu~ dio: que 1a gente comin, simplemente haciendo sus taress y ain "inguna hostilidad especial de su parte, puede llegar a ser agen~ te de un proceso destructive terrible. Ademis, aun cuando los e- Fectos destructivos de su trabajo se les hacen patentes, y se les pide ejecutar acciones © son incompatibles con las pautas fun damentales de la moral, entonces son relativamente pocas las per- Sonas que tienen los recursos necesarios para resistir a la auto- vidad. Entra en juego una gama mayor de inhibiciones en contra de desobedecer a le avtoridad, las cuales consiguen mantener a la persona en su lugar, Sentados cOmodamente en nuestros sillones, nos results fécil condenar las acciones de los sujetos obediente EL que condena a los sujetos los compara con su propia capacidad para formular dictémenes morales ideales. Pero esta comparacién es injusta. Mu- chos sujetos, en el nivel de 1a opinién declarada, estén tan con- vencidos que cu lduiera de nosotros del dictamen moral de no-ac~ ci6n contra una vic ima indefensa, Ellos ‘también saben, en térmi nos generales, lo que ae debe hacer, y pueden declarar sus valo- tes cuando surge la ocasifn. Tiene poco y nada que ver con et verdadero comportamiento bajo la presién de las circunstancias s cans ee manne nearer ry Neat cart Src enn error nce tes mana ee a Si a0 le pide a une persona su juicio moral acerca del con- je gamtento adecuado en esta situactén, veré stempre la necenidad fe desobedecer. Pero no son los valores loa Gnicus fuerzas que aneran en Juego an 1a situsci6n reel. Ho son mda que una banda f Betrecha de cavsns en todo el eapectro de Jas fuerzas que se ejer- cen sobre una persona. Much; *Praonas son incapaces de realizar aoe LloFes en aus acciones, y se encuentran Ja posicién de se Suir con el experinento aunque proteste, 10 que estén haciendo, | he fuerza causal que ejerce el Sentido moral del individuo e# menos efectiva que 10 que nos Meter creer el mito secial. se- | purtmente tiene un efecto, pero ocupa able un lugar en un campo | ampli de las determinontes de la accies humana. Aunque tales | ebersPctonea como "Wo matarés” vcupan un lugar preeminente en shvorden morel, no ocupen une posiesse firme correspondiente en 1s estructura pafquice humana. Algunos Cambios en los titulares fe los diarios, un 1lamado a ie conscripcién, las Srdenes de un hombre con charreteras, 11evan facilmente a qu Theluso 1 facklidad a través " Feestructuracion ealculada del campy ine Formacional y social, LQUE, enton s hace que ln persona sige obedecienda al ex- herimentador? La respuesta conata de des Partes. Primero, hay condanto de “factores de enlazamiento” ae encierra al sujeto en ta situacién. Incluyen factores tales como cortesia de su parte, su deseo de manten F ceppomes® Amtciol de ayudar al experimes as for, y la dificultad implicade en retirarse. Segundo, acurren Santided de reajustes en e1 pensamiente del sujeto, que sabotean Su resoluctén de rom ser ct auteridad. Los reasustes ayudan ot eto ® mantener su relacién con el experimentador, yo 1s vex educen el stress que se debe al conflicto experimenta Plerde de vista Jas concecuencias mig amplies de eu accién. La pe~ Meula "Dr. Strangelone” satirizn brillantemente 1a absoretén de o los tripulantes de un avién de bombardeo eu el procedimiento véc- Bice preciso y exigente para bombardeas un pats con ar as acd micas. Anélogamente, en este exPerimento, los susetos quedan in= merece en el apuroto, leyendo low pares de Producir una ejecucién competente, pero muestran una preoeupacién moral correspondientemente més estrecha. El técnico es la persona awe tiene la competencia y 1a habilidad neceserias para ejecutar exitosamente una accién, pero que no se preocupa por las conse- cuencias humanas mis omplias. Anflogamente, el sujeto asigna las tareas més amplies de fijar metas y evaluar la moralidad, a La autoridad experiment] que sirve. El reajuste de pensamiento mis comin en el sujeto obediente e9 simplemente percibirse como no-respongable de sus acciones, Se Jeshace deta responsabilidad en cuanto atribuye toda iniciativa al experimentador, a una autoridad 1 vna persona entera que acta de manera moralmente responsable, si {tima. No se percibe como no como el agente de una avtoridad externa. En la entrevista post experimental, cuando’ se les pregunta por qué siguieron, los suje~ os responden tipicamente: "No lo hubiera hecho por mi cuenta. Yo hacta simplemente 1o.que me dijeron que hiciera". Incapaces de desafiar le autoridad del experimentador, le atribuyen a 61 toda le responsabilidad. Es la vieja historia de "simplemente hacia mi deber" que se escuché repetidamente en 1a declaracién de defensa n Nurember Vero serfa una equivocacién considerarla una dis~ culpa formulada para la ocasiGn. Al contrario, es el modo de pen- sar fundamental de una gran cantidad de gente, una vex que eaté encerrado en una posici6n subordinada en une estructura de au- toridad, La desaparicién de un sentido de responsabilidad es la consecuencia ile més aleanc ridad. del sometimiento a un sistema de auto Las personas que estan debajo de una autoridad, ejecutan ac~ clones que parecen violar las pautas de conciencia, pero no se- ria verdad declarar qu el sentido moral ha verdaderanente desa~ narecido, En vez, adyuiere un foco radicalmente diferente. tna vez que ha entrado en un sistema de autoridad, la persona no vea- ponde con un sentido moral a las acciones que ejecuta. Al contra- rio, sv preocupaci6n moral se cambia ohora para una c: idera~ cl6n por cuénto satisface las expectativas que tiene de él la ar toridad. Er @yeea de guerra, un soldade wo se pregunta si es bue~ no © malo bombardear un pueblito; no experimenta ai vergivenza ai culpa cuando destruye a un i6n al grado de eficacidad de su ejecucién de da. Ora fuerza psicolégica que actéa en esta situacion puede aldea: en cambio, siente orgullo o la mision que le fue asign Llamarse "contra-antropomorfismo". Desde hace unas décadas, los paicélogos han tratado la tendencia primitiva entre los hombres a atribuir las cualidades de la especie humana a los objetos y :¢; NEST RANGERS MR a7 20 CRE TCIRSAe CC Rama HLARtONE fverans inanimadns. Una tendencia contravalente, sin embargo, es 3a de otribusr una cualidad impersonal a ins fucrzas ane Son esen~ {atimente humonan en su origen y au conservacd8n, Algunes iadicr @uos traten s los sistemas de origen humano cono si existieran @~ kriba y més al16 de cualquier agente huaano, més allé del control fel capricho 0 del sentimtento human. Sq niega el elemento humano fetrés de las agencies e instituciones. Entonce + Cuando le dice “EL experinento requiere que uated sign”, ¢ Ske siente un imperative que posa més allé del deseo humane. No hace 1a pregunta que pareceria ser tan obvia experimento? al experimentado, "ide quién es et dPor qué se debe servir ul disenador mientras su fre le victima?" Los deseos de un hombre - el disetador del expe lo personal. “Debe se abi Debe seguir", se repite uno de los sujetos. No se de cuen= ta que es un hombre tal con 1 quien quiere que sige. Para 61, eh agente humano se ha borrado del cuadro y "EL Experimento” ad- aiere un Smpetu propio. Fi contexto doming a le significectin. Ninguna acct6n tie por ef sola una cualidad psicolégica inaiterable. La significe- 46m de cualquier acto puede alterarse al colocarlo es el contex~ to anropiado. Un diario norteamericano cité recientenente « un Pitoto quien concedis que los norteamericanos estaben beabs dean- fo @ los hombres, mujeres y nitos vietuamitas pero quia, sentsa ave @1 Donbardeo era por una "causa noble” y que de este manera Se JusthEicoba. Anglogamente, 1a mayoria de los sujetos del expe Fimento ven a su comportams. nto dentro de un contexto més gronde ae 's2 benGtolo, y Gtil a le sociedad, o sea, 1a bosqueds de u verdad clentffica. A través de au articulacién con 1a sociedad née Brande, el Ishoratorio psicolégico tiene un tuerte tice te Legitinacdéa, 7 evocn 1e fe y 1a confjenza de los que ri- gen alli para ac F+ Una eccién, tal como choquear a une victina Abe ‘sisladamente parece maligna, edquiere une aignificacién to~ Kelmente diferente cuando se lo coloca en este marco, Pero permi- fir que un acto sea dominade por e1 contexto, sin Considerar de~ bidamente las cvalidades e. neiales del acto que uno esté efecu- tendo, ‘puede ser peligroso en extremo Finalmente, un rasgo esencial de 1a sit ei6n en Alemania no Se estudi6 aqui, ego es, Jo intense desvalorizncién de 1a vfetima antes de la eccién en contra de ella. Durante més de una década i." Prepasanda antisenite violente prepars eistenkticsmente o te poblacién alemann para que aceptara la destruccsén de los ju~ * fos. Paso por paso, los Judfos fueron exclufdes de 1a categoria fe eiudadano wocional, y finalmente se les ness el status de Seres humanos. a desvalorizacién oiacenética de la vigtian pro- vee en alguna medida una justificactén paicolégice para el trata ‘router te Te VIeting, 7 se he sido el acompafiamionto conacente de Las mosacres, pogroms y guerras. Con tule seguridad, nuestros sujetos hubieran experimentado mayor facilidad en choquear a La victina si gata hubiera sido representada como un vil criminal perverso. Ee bastante interesante, sin ewbargo, el hecho de que muchos aujetos desvalorizan duranente a 1a victima como consecuencin de haber actuado en contra de la victima. Comentarios tale conv: “Era tan eatGpido y cabeza dura que merecié ser choqueado", (ue~ ron comunes. Una vez que h bfan actuado én contra de Ja vfetinn, muchas personas aparentemente tenfan necesidad de conaideraria wn individue indigno, cuyo castigo fue inevitable » raz6n de sus Propias deficiencius de intelecto y crécter. Muchas personas que fueron estudiadas en el experimento esta- ban, en algGn sentido, en contra de lo que le hacfan al“aluane 7 muchos protestaban incluso mientras obedecian. Pero entre los Pengantentos, las palabras y el paso critico de deaobedecer a ua sutoridad malévols, se in expone otro ingrediente, esto es, In capacidad para transformar @ las creencins y valores en une acé c46n. Algunos sujetos estaban totalmente convencides de la mnt dad de lo que hactan, pero no podfan Leper = une rotura abierte Gon la autoridad. Algunos estaban satistechos con sus pensanien- tos y sintieron que, por 10 menos dentro suyo, habfan estedo ilel lodo de los Gugeles. Lo de que no se dier cuenta es que los Sentinientos subjetivos son mayormente irrelevantes mientras no se transformen en accién. El. control politico se efect vés de la acci6n. Las actitudes de los p a tra rdias en un campo de Foncentracién no tienen ninguna consecuencia cuando de h bin permitiendo 1a cho es- tenza de personas inocentes delante de ellos Anélogamente, La Llomada “resistencia intelectual” en Europa vew- pada ~en le cunl las personas por un gird de pensaniento sintie— Fon que habfan desafiado a1 invasor- era meramente entregarse # un mecanismo psicolégico consolader. Las tiranias se perpetéan por hombres t{midos que no poseen e1 coraje para actuar de acuer- fo con sus creencias, Reiteradas veces en el experimento, 1a gen te desvalorizaba lo que hacfa pero no podfa juntar los recursos internos para traducir sus valores en accion. Otra situa i5n experimental representa a un dilema que es mas comin que lo We expusinos anteriormente: en esta condiciou hay tres*maestros" delante del generador de choaues que le dan choques o le victima que protesta. Dos de loa “anestros” son a- Mados del experimentador. El sujeto ingenuo no llega a apretar e1 gatillo que manda el choque a la vfctima: ejecuta el acto subsidiario de cerrar una lave maestra antes de que uno de lus denés entrega e1 choque. En esta situacién, treinn y siete de cun= fe chogue més alto ¢e1 generador. Tal como habianes pronosticado, les sujetos disculparon su procedimento diciends ue lar sabilidad era del- hombre que realmente apretabs ot Batillo. Esto tlustrarfa una situacién peligrosamente tfpica en la sociedad compleja: es paicotsgicamente ¢6cil desconocer 1a Fesponsabilidad 18 accidn, Aun Eichmann ee sintis enfermo cuands Yisité los cam hes de concentracién, pero para partieipar en el homicidio en nase mo Eenfa que hacer nada més que sentarse en un escritorio y manipular popeles. Al mismo tiempo el hombre en e1 campo que ti- rahe el Cyclen Bo les cémaras de gas puede Justificar su com= bortamiento con la razén de que esté solamente cumpliendo las Srdeneo de arriba. De esta manera, hay una fragmentacién del acto h vie fetels ndngda hombre solo dectile lever a cabo et acto ma- Névolo y es enfreatado con sus consecuencias, La persona que osu- me Plena responsabilidad por el acto se ha evaporado, Quizé sea ésta Le caracterfstica més comin de 1a malded Socialmente orgo- nizada en la sociedad moderna, EL problema de 1a obediencia psicolégico, £1 se esta a poca, quizé, mente humana a cualquier situacién, porque estabar plenanente Gbsorbidos en elle como seres humanos. Paro en cus to hubo una ‘iviat6n del trabajo antre los hombres, lao cones cambiaron. has al18 de un determinado punto, 1a fragmenvaciéy de la sociedad en reryctae Qu@ Cumplan taress 1tmitadas 'y muy espéciales quite par- fe Ge 19 cuelidad humana del trabajo y de ie vid Une persona Wadh ce eet ENdad de ver a0 stuneisn ‘énderec edtee que co~ noce s6lo una pequena parte de ella, y Poy &sto, no le es posi- ble actu F sin alguno especie de direccié global. sin embargo, hare las elecciones morales importantes, creo, el individuo debe insistir en reservarse el derecho final de decision. For supueato, el eféreito es un &ren‘ donde ae espera la obe- ftencia. Sin embargo, hay cada vez abs indices de que 1a obe~ dtencta mo puede cer 18 regia suprema de la vida Hay dos ejé {ites en el mundo en los cuales un soldaso tiene 1a obligacion legal de desobodecer a las érdenes inmorales. Son los ejéreitos fe Alemania Occidental y de Israel. Qizh los Judfos y los alema~ fefe.ehe que nadie, han tenido In oportunidad de aprender que los “hombres estén perdidos si actdan solamente dentro te las alter- navtvas que les son transmitidas desde acriba, 40

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