CapfituLo 14
PLASTICIDAD CEREBRAL: MITO O REALIDAD
CARME JUNQUE
y PERE VENDRELL
Al nacer nuestro cerebro no tiene un disefio definitivo y muchas de
sus caracteristicas adultas dependeran de las primeras experiencias.
Durante la vida adulta, la interaccién con el ambiente, en forma de
nuevos aprendizajes o de posibles agresiones, pondra en marcha
mecanismos de plasticidad que supondran modificaciones de la es-
tructura y funcién cerebral.
Antecedentes
La plasticidad cerebral se refiere a los cambios en el desarrollo pre-
natal y posnatal en respuesta al ambiente, ya sea en el curso del desarrollo
normal 0 patoldgico. La plasticidad se ha investigado desde perspectivas
neurocientificas muy distintas. Por un lado, existe un amplio cuerpo de
investigadores que ha aportado evidencias sobre los mecanismos celulares
y moleculares, y por otro lado, existe otro colectivo cientifico que investi-
ga los cambios estructurales y funcionales macroscépicamente visibles
tras lesiones cerebrales focales mediante técnicas de neuroimagen estruc-
tural y funcional.
La idea de que la experiencia podia modificar el cerebro ya fue ex-
puesta a finales del siglo xx por Santiago Ramén y Cajal y a mediados del
siglo xx por Donald Hebb. Hebb (1947) realiz6 el primer experimento so-
bre las consecuencias del enriquecimiento ambiental en el cerebro de la
rata. Posteriormente investigadores de Berkeley (California), esencial-
mente el grupo liderado por Mark R. Rosenweig, pusieron en evidencia
los cambios cerebrales en peso y grosor cortical, cambios dendriticos, ¢
incrementos en niveles de distintos neurotransmisores que se acompafia-
ban a los enriquecimientos ambientales. En los afios 70 y 80 se demostré
que ademés de los cambios neuronales, existian incrementos de los astro-
citos ante la demanda conductual.,
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Los estudios de Brian Kolb en 1995 demostraron que con 60 dias de
entreno en ambientes enriquecidos en ratas se podia conseguir un incre-
mento de un 7 a un 10 % del peso cerebral, en ratas. Este incremento era
debido al aumento del soma neuronal, dendritas, sinapsis, glia y vasos
sangufneos. Las sinapsis se incrementaban en un 20 % en el cortex.
Sobre la exisiencia de un periodo critico
Aunque los patrones y fuerza de las conexiones sindpticas en el siste-
ma nerviosos son capaces de algtin grado de ajuste adaptativo a lo largo
de toda la vida, muchas conexiones pasan por un periodo de desarrollo
critico para su correcto funcionamiento. El periodo critico se puede defi-
nir como un estadio del desarrollo en el que las neuronas seleccionan su
repertorio de entradas entre una amplia gama de posibilidades. Se trata
del perfodo en el que las neuronas son especialmente sensibles a su modi-
ficacién relacionada con los estimulos ambientales. Los perfodos criticos
han sido muy bien documentados en la experimentacién animal en paja-
ros y mamfferos
Los interesantes estudios realizados por David Hubel y Torsten Wie-
sel, en la Universidad de Harvard (Boston), consolidaron la idea de que la
privacién sensorial durante el perfodo critico puede producir defectos
irreversibles en el sistema nervioso, Los monos y gatos a los que se les pri-
vaba de la estimulacién visual de un ojo demostraron cambios notables en
Ia organizacién cortical occipital correspondiente a la vision. En el cere-
bro adulto de muchas especies de mamiferos, las aferencias enviadas por
los dos ojos terminan en columnas de predominio ocular que se alternan
en la corteza visual primaria. Al nacer, estas aferencias estén completa-
mente solapadas y sdlo en el transcurso de algunas semanas se separardn.
Este proceso de separacién es extremadamente sensible a la experiencia
visual. Si la vision de un ojo es degradada durante el desarrollo (por oclu-
sién quirtrgica), las columnas de predominio ocular de este ojo se redu-
cen y las del contrario se expanden. Estos cambios son irreversibles si se
producen en el periodo critico (alrededor de las 12 semanas después del
nacimiento en el gato). En cambio, la oclusién ocular después del perfodo
critico no produce ningun efecto sobre el ancho de las columnas de predo-
mino ocular.
En humanos se han observado efectos similares. Después de la ciru-
gia para eliminar unas cataratas congénitas, los pacientes suften impor-
tantes deficiencias visuales en el reconocimiento de objetos complejos,
percepcién de la profundidad y la deteccién de contornos ilusorios y figu-
ras. Es también ilustrativo el caso MM, este paciente perdié un ojo y su-
frié una lesién en la cérnea del otro a la edad de tres afios. La lesién daiié
el epitelio limbal, por lo que no fue posible un trasplante de crea, El pa-
ciente era capaz de percibir la luz, pero no podfa experimentar contrastes
o formas. A la edad de 43 afios a MM se le practicé un trasplante de cor-
nea y de células madre limbales. Después de la intervencién quirirgica, el
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procesamiento de las formas simples, color y movimiento fueron norma-
les. En contraposicién, el reconocimiento de formas complejas, objetos y
caras estaba gravemente alterado. Es posible que la visién del movimiento
que se desarrolla muy tempranamente en la infancia estuviera ya estable-.
cida y que por ello fuera mas robusta a la privacién. Por el contrario, la vi-
sién de las formas complejas que se desarrolla mas tardfamente fuera mas
vulnerable a la privacién sensorial.
Los estudios clasicos se han Ilevado a cabo frecuentemente con pri-
vaciones sensoriales parciales. Mas recientemente, se ha demostrado que
la privacién sensorial total puede expandir el perfodo critico. Este fend-
meno se ha demostrado aislando de sonidos al pajaro durante el perfodo
critico para el aprendizaje de melodfas y al gato durante el periodo critico
para la representacién cerebral de cada ojo.
Tanto los estudios clinicos como con modelos animales han puesto
de manifiesto que la privacién visual se compensa con otras habilidades
sensoriales superiores, como pueden ser las destrezas auditivas y tactiles.
Estos cambios parecen realizarse a expensas de regiones cerebrales pri-
mariamente implicadas en la visién. Concretamente, existen claras evi-
dencias que en los individuos ciegos la corteza occipital esta implicada en
el procesamiento de informacién tactil y auditiva.
En el hombre se ha venido considerando que el perfodo eritico de una
determinada regién cerebral dependfa de su grado de maduracién. Asf, mien-
tras una regién cerebral era inmadura se entendia que su perfodo critico esta-
ba abierto, es decir, que la presencia de estfmulos ambientales seria impres-
cindible para su correcto desarrollo y que, por el contrario, la privacién de
estimulos producirfa anomalfas estructurales irreversibles. A. R. Luria y cola-
boradores propusieron como periodos criticos la edad de 3 meses para las
dreas cerebrales primarias, de 4-5 afios para las éreas asociativas unimodales
o secundarias y de 12 afios para las dreas asociativas polimodales de la encru-
cijada temporoparietal y 20 afios para las asociativas prefrontales.
Los casos de los Ilamados nifios salvajes tales como Victor y Genie pa-
recfan dar raz6n a la existencia de perfodos criticos para la adquisicién del
lenguaje. En efecto, estos nifios aislados de comunicacién durante la infan-
cia, no consiguieron desarrollar un lenguaje normal. No obstante, reciente-
mente el éxito obtenido tras la adquisicién del lenguaje tras el implante co-
clear en adultos que no lo habfan adquirido pone seriamente en cuestién la
idea de perfodo de cierre de las Areas lingiiisticas primarias y secundarias en
humanos. No obstante, cabe sefialar a favor de la plasticidad del cerebro in-
fantil, que la reeducacién lingiiistica tras implante es mucho mejor cuanto
mis pequefio es el nifio.
Recuperacién funcional tras lesiones
o malformaciones cerebrales focales
El denominado principio de Kennard postula que las lesiones cere-
brales son mas reversibles cuanto mas inmaduro esta el cerebro, Existen.
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diversos datos experimentales en animales que refuerzan el principio de
Kennard, por ejemplo Patricia Goldman-Rakic estudi6 el efecto de las le-
siones prefrontales en animales inmaduros. Segtin sus datos, las lesiones
en el cortex prefrontal realizadas prenatalmente en monos no producen
déficit funcional, pero las posnatales producen déficit irreversible. Sin
embargo, fue la propia Margaret Kennard quien cuestiond su principio.
Los datos més optimistas respecto a la plasticidad del cerebro infan-
til proceden esencialmente de los estudios sobre la espectacular recupera-
cién del lenguaje que se produce en el nifio tras Jesiones en el hemisferio
izquierdo. En efecto, existen casos de hemisferectom{as totales en el he-
misferio izquierdo (dominante para el lenguaje) que no tan sélo permiten
alcanzar el lenguaje con el hemisferio derecho (no lingiifstico), sino hacer-
lo de forma eficaz. No obstante, los estudios sistematicos de grupos apun-
tan a una limitacién en la recuperacién dependiente de la edad en la que
se produjo la lesién. Actualmente los estudios neuropsicol6gicos mas fi-
nos ponen de manifiesto que los déficit funcionales sutiles derivados de
lesiones pre, perio posnatales persisten a lo largo de la vida. Las alteracio-
nes debidas a lesiones cerebrales corticales en regiones polimodales son
mis reversibles que las debidas a lesiones en estructuras mas primitivas
(hipocampo o ganglios basales) y que las alteraciones en regiones muy im-
plicadas en la conectividad compleja (sustancia blanca) tienen una escasa
compensacién. Algunas lesiones tienen peor pronéstico en el nifio respec-
to al adulto. Estos datos se han extrafdo del estudio de las consecuencias a
largo plazo de las lesiones relacionadas con antecedentes de parto prema-
turo, asfixia perinatal, hemorragias intraventriculatres y traumatismos
encefélicos ocurridos durante la infancia.
Uno de los datos mas polémicos en torno a la plasticidad cerebral es
el de la excepcionalidad del cerebro de Einstein. Albert Einstein murié a
la edad de 76 afios y doné su cerebro para la investigacién. Existen 3 pu-
blicaciones cientfficas sobre el cerebro de Einstein. En 1985 se publicaron
los resultados de un estudio en el que se habfan contado el ntimero de
neuronas y glia de areas 9 y 39 de Brodmann, El area 9 est relacionada
con la capacidad de planificar. El drea 39 se relaciona con la capacidad
para la lectura, escritura y célculo. Sorprendentemente se encontré que
habfa una mayor proporcién de glia respecto a neuronas, lo cual fue inter-
pretado como un incremento metabélico de las regiones que estaban en
pleno funcionamiento para sus actividades cientificas. En 1996 se publicé
que el peso cerebral de Einstein no era excepcional, ya que estaba por de-
bajo de la media de un cerebro adulto (1.300 gramos era su peso frente a
Jos 1.400 de Ja media). La tiltima publicacién aparecia en junio de 1999 en
la revista The Lancet y ponfa de manifiesto que Einstein tenia un defecto
en los surcos parietales (ausencia de opérculo parietal, parte de la circun-
volucién supramarginal) que al parecer se compensaba con una mayor
amplitud de las regiones circundantes. Ello podrfa estar-en relacién con
sus escasas habilidades para el aprendizaje de la lectoescritura y sus so-
bredesarrolladas aptitudes para las matematicas complejas y el razona-
miento visuoespacial.
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En torno a Ja polémica de la reproduccién neuronal
Hasta hace relativamente pocos afios se consideraba que la repro-
duccién neuronal o neurogénesis estaba cerrada en cl nacimiento. Segtin
este modelo, el desarrollo neuronal humano posnatal se fundamentaba
esencialmente en el crecimiento dendritico, axonal y sinaptogénesis. A fi-
nales de los afios ochenta se demostr6 que en ciertos pdjaros existia una
reproduccién neuronal en los machos que coincidfa con cambios estacio-
nales, Poco después se puso de manifiesto que en el hombre y otros ma-
miferos existe también una reproduccién neuronal en las neuronas del
stema olfativo y cn la circtmvolucién dentada del hipocampo. Un poco
mas polémica ha resultado la neurogénesis en regiones neocorticales.
En 1998, Peter Erickson y colaboradores del hospital universitario
de Goteborg (Suecia) y Fred Gage y colaboradores del Instituto Salk de
California publicaron que en los seres humanos se afiadfan neuronas en la
circunvolucién dentada del hipocampo, en concreto las denominadas cé-
lulas granulares, Este hecho, aunque sorprendente, ya habia sido observa-
do con anterioridad en otros mam{feros adultos como las ratas. Gerd
Kemperman y colaboradores, en el mismo afio, demostraron que las neu-
ronas del giro dentado del hipocampo de la rata se generaban de acuerdo
con las influencias ambientales. En 1999, Elisabeth Gould y colaborado-
res de la Universidad de Princeton publicaron en Science evidencias sobre
la neurogénesis en e] neocértex de primates adultos. Demostraron que en
macacos adultos se afiadian nuevas neuronas a las areas asociativas pre-
frontales, temporales inferiores y parietales, Las nuevas neuronas se origi-
narfan en la zona subventricular y migrarfan a través de la sustancia blan-
ca al neocértex.
Una cuestién realmente relevante es conocer el valor funcional de la
neurogénesis en el adulto, tanto desde el punto de vista de saber qué papel
juega en el funcionamiento cerebral como los mecanismos que la produ-
cen. Nos podemos preguntar si juega algtin papel en la plasticidad cere-
bral, o més en concreto si la proliferacién o la supervivencia de las nuevas
neuronas se hallan en relacién con las demandas del ambiente.
Para determinar si el aprendizaje dependiente del hipocampo afecta
Ja generacién de neuronas en la edad adulta se ha estudiado el destino de
las nuevas células marcadas con el andlogo de la timidita bromodeoxiuri-
dina después de diversas tareas de aprendizaje. El ntimero de neuronas
generadas en la circunvolucién dentada del hipocampo de ratas adultas se
dobla después de realizar aprendizajes dependientes del hipocampo. Por
el contrario, las tareas de aprendizaje que no implican el hipocampo no
modifican el ntimero de nuevas neuronas. Los datos apuntan a que el
aprendizaje dependiente del hipocampo afecta a la supervivencia de las
nuevas neuronas mds que contribuye a aumentar su proliferacién. En
efecto, el aprendizaje incrementa las nuevas neuronas, células granulares
de la circunvolucién dentada, generadas antes del entrenamiento y no las
que se produjeron durante o después de él. Se ha utilizado la expresién
«los usas 0 lo pierdes» para referirse a la influencia que sobre la supervi-
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vencia de las neuronas generadas tiene la adquisicién de nuevos aprendi-
zajes.
Un hecho sorprendente de la neurogénesis en el hipocampo adulto
es su relacin con el efecto de los antidepresivos. Diversos tratamientos
con antidepresivos (fluoxetina o imipramina) incrementan la neurogéne-
sis en la circunvolucién dentada del hipocampo en ratas adultas. En un
estudio llevado a cabo con ratones adultos se les bloque6 la neurogénesis
del hipocampo inducida por los antidepresivos mediante métodos genéti-
cos (knockout para el receptor 5-HT,,) 0 radiol6gicos (irradiacién de la
cabeza con rayos X). La fluoxetina no tuvo efecto sobre la neurogénesis de
los ratones knockout y ni la fluoxetina ni la imipramina modificaron la
neurogénesis de los ratones irradiados y ademas en ambos casos los anti-
depresivos no produjeron el efecto conductual esperado.
Cambios cerebrales en adultos tras estimulacién 0 entrenamiento
‘Los misicos profesionales han sido a menudo un motivo de investi-
gacion de la relaci6n cerebro-conducta en biisqueda del sustrato de las ha-
bilidades adquiridas por estimulacién sensorial o entrenamiento motor.
La espectroscopia por resonancia magnética permite la cuantificacién de
diversos metabolitos presentes en una determinada regién cerebral. Me-
diante esta técnica se analizé una regién de la corteza temporal denomi-
nada planum temporale. Los misicos profesionales mostraron una mayor
concentracién de N-acetilaspartato (NAA) que los controles no mtisicos.
Ademés la concentracién de NAA correlacioné con la duracién del apren-
dizaje y la actividad musical. En otro estudio, la resonancia magnética
funcional revelé que la representacién cortical de los dedos de Ja mano iz-
quierda de los misicos que tocan instrumentos de cuerda es mayor que en
los controles. La extensién de la representacién cortical de los dedos co-
rrelacioné con la edad en que comenzaron a tocar.
Las habilidades espaciales en relacién al hipocampo son otra eviden-
cia de cambios estructurales consecuentes a la practica. En un estudio
mediante resonancia magnética estructural se puso de'manifiesto que los
cerebros de sujetos con una gran experiencia en la circulacién por una
gran ciudad (taxistas de Londres) tenfan el hipocampo posterior mayor
que los controles sin esta experiencia. Ademds, el tamaiio del hipocampo
posterior correlacionaba positivamente con el tiempo que hacia que tra-
bajaban como taxistas, mientras que el tamafio del hipocampo anterior lo
hacia negativamente.
En los casos anteriormente descritos, los sujetos eran elegidos por su
especial habilidad en alguna conducta y en el momento del examen pre-
sentaban diferencias morfolgicas en el tamafio de determinadas estruc-
turas cerebrales. Pero es posible producir estas diferencias en sujetos
que no las presentan previamente mediante el entrenamiento? En este
sentido, se sometié a un grupo de sujetos a un entrenamiento visuomotor
consistente en el conocido juego malabar de las tres bolas que son lanza-
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A modo de conclusiones preliminares
De los ejemplos seleccionados podrfamos concluir que la plasticidad
cerebral no puede ser considerada como un hecho excepcional sino que
constituye una caracteristica del sistema nervioso. La plasticidad del adul-
to respecto a la del nifio no es fenémeno de todo o nada sino que varia en la
magnitud y la persistencia de los cambios cerebrales ocurridos como con-
secuencia de la estimulacién ambiental. Es decir, aunque la plasticidad
cerebral comprende todo el perfodo de vida de los animales, tiene caracte-
risticas diferentes segtin las edades. En la edad temprana produce el en-
samblaje caracteristico del sistema nervioso de la especie, en la edad adul-
ta permite el mantenimiento de la capacidad individual para nuevos
aprendizajes. Frente a la agresion y la muerte neuronal, la plasticidad cere-
bral parece tener una capacidad de respuesta mds bien limitada. En el fu-
turo esta capacidad de regeneracién del sistema nervioso adulto que no ha-
ll6 una ventaja adaptativa para ser mds eficiente en muchas especies
animales, quizds pueda ser controlada efectivamente por el hombre.
Para saber mas
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