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Evgeny B. PASUKANIS TRORIA GENERAL DEL DERECHO Y BL MARXISHO Presentacién de Jean Marie VINCENT A guisa de introduccién, Karl KORSCH I" edicién en espafiol EDITORIAL LA PULGA LTDA. Cane 54 Neo. 4614 Apanravo Afazo 50818 Mapsuiinv - Covosana secuencia superiores y més desarrolladas. C se comprende ia renia, dice Marx, se comp fd tributo, el diezmo y el impuesto feudal. La Ima mis esarrollada nos permite comprender jy tapas pasadas en las que aperecia solo de my fnera embrionaria, La evolueién histérica ul Gescubre al mismo tiempo las virtualidades gy se pueden encontrar en el pasado lejano. wal’ sociedad burguesa es la onganizactn ig ica de 1a produccion més desarrollada y var icada por Ia y vats ia por Ia aparicion de un sistema de co da que ha exlstido, For esto las calegoies ge waiyos generales que reflejarr tedricamente el sis- expresan las relaciones sta sock Y Qf tema juridico como totalidad organica. fen comprender su estructura, permiten gp Gnismo tiempo comprender la estructura y a aver aparecido en una etapa detorminada de Ie _Mplizacion, permanece largo tiempo en un. estado ehrionario con una débil diferenciacién intea $'sn delimitacton con relacién a las esferas ad- Yggentes (costumbres, religiOn). Solo al desarro- #20G progresivamente ega a si apogeo supremo, se diferenciacion y a su precision maxima, - iujpa de desarrollo superior corresponde a rela- _ Gfhes econémicas y sociales completamente de- fiminadas. Al mismo tiempo esta etapa esté ca- ‘A estos dos ciclos de desarrollo eorresponden dos 6poees de desarrollo superior de los con {os juridicos generales: Roma y su sistema de gececho privado y los sigios XVII y XVIII, euan-) fo el pensamiento filosbfico descubrid el! signin | ficado universal de la forma juridica como po- feneialidad que la democracia burguesa estaba | lnmada a realizar. En consecuenela, solo podremos obtener defi- siones claras y exhaustivas si basamos nuestro andlisis en la forma’ juridica enteramente desa- rrollada que descubre las formas juridicas pase- das como sus propias formas embrionarias. Jaciones de produccién de todas las formas sociedad desaparecidas, con los restos y los ea| mentos con que est edificada, algunos de Vestigios no enteramente superados subsisten-¢ ella”), ‘Si queremos aplicar las reflexiones metodi gicas cltadas mas arriba a la teoria del dereda | Gebemos comenzar con el anilisis de la fom Juridica en su configuracién mas abstracta y may pura y luego ir mediante una complicacion ¢ Giente hasta el concreto histérico. No del olvidar que la evolucién dialéctica de los con {os corresponde a la evolucién dialéetica del pro| ‘ces0 histérico mismo. La evolucidn histérics 3 $5 Gita’ un eumbio'en el contenido dey formas juridicas y una modificacién de las ing Htuciones juridicas, sino también un desarrolb de la forma juridica como tal. Esta, después te Solo en este caso podemos eaptar el derecho,“ 10 como un atributo de la sociedad humana en bstracto, sino como una categoria histérica que forresponde a un régimen social determinado, edi ficado sobre Ia oposicion de intereses privados, 6K, Marx, Op: Cit 90 y 91 Eta “debe, ..s610,.." reside el meotlo de to- sult roblema, Bsto elo que queremos expli partir de un ejemplo sacado de 1a Eeo- Gar Politica, Las eategorias mereaneie, valor mor de cambio son sin duda alguna forma- _Jite ideoldgicas, representaciones deformadas, ceffficadas (Gegiin Ja expresiin de Marx) me- te les cuales la sociedad basada en el cambio dleffenlil coneibe las relaciones de trabajo de F [re diferentes prod CAPITULO It IDEOLOGIA ¥ DERECHO s a eae Ja naturaleza ideolégica del recho ha jugado tun papel exencial en ! snire Pe eStucks 9 ol profesor Helse Promo Ja llama Marx de un “fetichismo de la Svsreancia” y contar este fendmeno entre los fe- El profesor Rejsner se apoya para esto en un it - Mgmenos sicoldgitos. Pero resionante numero de citas. Evidentemente né | hhay que objetar a dichas referencias y cits, No se puede diseutir el hecho que-el derécho ia ‘para los hombres una experiencia sicolégica, a Eeularmente bajo ia rinciiggPticlnes eso: subjetivos, Sobemos muy o normas generales. Ey bien que por ejemplo, a absoluto en admitir o impugnar Ja existencia gf pesst_de légico patente, |. Sabemes que mentes etapas de desarrollo de esta relaclén, su tniverselidad mis 0 menos grande, son realidar {es inateriales que deben ser lomatias en consi- deyacién como tales y no solo como procesos ideo- figicos yy sieoldgicos. Asi pues los conceptos gene- mnles de la economia politiea no gon s6lo elemen: {os ideol6gicos, sino. ante Ja ideologia juridiea (0 de la sicologia) sino Thaya sido hecha es tarse como inatacable 1. CE. Vesmih Socit Koj Abademi, Nt 1. Qién de Marx, 92 98 efectivamente en la repfesentacién de algu- “sonas ¥, digamos, el Estado, se bossa Fe eer us, ocuzeemcecisamy “Las eategorias de Ia economia burguese von fof wo mas del inteleeto que tienen una verdad objets fe en tanto que reflejan relaciones sociales ret pero estas relaciones pertenecen solo a esta & histérica determinada en la que le producaf de mereanelas es el modo de produccién social” no es que los ceptos juridicos generales pueden entrar a tiny de elerientos constituyentes en los 3 temas ideolégicos —10 q i ‘dsscubirta a faves de estos conceptos. — i ccicn ‘Bl carder sicolégico de las manifestaciones el poder es & tal punto evidente, y el poder del , qite S010 eziste en, el siquismo humano FSirayado por E. P.), esta tan desprovisto on Giranto de caracieristicas materiales, que se ich eseer que es imposible concebir el poder P ier Estado de manera diferente a la forma de una ‘que solo se manitiesta en la medida en que 48 Smbres Ia hacen el principio de su compor~ famiento” ®, rer Secuencia replanteamos la pregunta de la siguien, ie manera: Puede concebirse el derecho como wnt ‘relacién social en el mismo sentido en que Marg amd al Capital una relacién social? 3", todo esto existe sélo en el HiPero qué se hace con toda ‘ea masa “enorme” de la poblacién, segin la ex- freon del mismo Rejsner, que vive "por fuera Boda conciencia del Hstado?”. Aparentemente Fie debe excluir esta masa; en efecto no tiene nin- Jgna imporiancia para la existencia “real” del . oro au wel Baad dando ol punt de vis ta de ‘Tal problemética elimina @ priori la referey cia a la naturaleza ideoldgica del derecho y re bbica toda la investigacién a otro nivel. La constataciin de la naturaleza ideologica d un eoncepto dado no. nos. dispensa en nin, forma de la obligacién de estudiar la realidad objetiva, es decir Ia realidad existente en el mun do exterior y no solo en Ia conciencia, Si no, tods | frontera entre le realidad del més allé que existe ‘su Unidad econ6mica? Las fronteras adua~ eras son también un proceso ideologico y sico- {igico? Se podrian planiear numerosas preguntas 5 Reimer, Gosadarntun, 1 parte, 24 Bd, Mosci, 1918, 2K, Mans, El Capita, L. 1. Cap, IV + p, 88 95 94 Estado y cuando arroja por la borda no sol flementts objetivos y materiales de Ia red sino también el siquismo humano real. Pero sotros renunciamos a concebir una teo + xista, es decir, materialisia, que opere excl ‘mente con experiencias subjetives. Por otra te, Rejsner, partidario de la teoria sicoldgiea Petrazielj, que “deseompone” completamentdg Estado en'una serie de “emociones imperat atributivas", no tendria inconveniente, comog demuestran’ sus obras més recientes, en sus este punto de vista de la concepeién neo-kant na logica y formal de Kelsen (. ‘Tal tent clertamente hace honor a la amplia cultura nuestro autor, atin si se hace en dettimento d Jégica y de la'claridad metodolégica, Sin funa de dos: 4. M. Rejoner, “Socal maja psikologia i Ucenie Frei’ Pecar i revolaci, vol, IT, Mossi, 1925 96 ae oom ros de vista, M. Rejsner cae en una contradie- ats een absoluto puede llamarse dialéetica. Witerestera' de dominacion concentrada y en secuencia, ante todo, la creacién de una orga ‘on administrativa, financiera y militar real fl aparato humano y material correspondien- isi Estado nada es sin medios de comunicacién, ‘te T posibilidad de transmitir érdenes y direc: ing y de movilizar las fuerzas armadas, etc. El fo nos queda en Boner en el mismo Ta realidad “de Ia tances ‘ plano la realidad del Estado y * ffersture, de la filosofia y las demés produccio- nes espirituales del hombre”. Es una léstima “fue la préctica de la lucha politica, de la lucha Sr el poder, contradiga radiealmente esta concep 23 aivoldgica del Bstado y nos oponga cada paso Fg factores objetivos y materiales. A este respecto, hay que notar que la conse cusncia inevitable de este punto de vista sicolé- ffco, adoptado por el profesor Rejsner, es un subjetivismo sin salida. 5. M, Refsnes, Gorudarstwo, op. Cit. 97 “EL poder estatal como creacién de init sioologias individuales, el poder del Estado 4 se manifiesta bajo tantos tipos diferentes cont Jos hay de medio, de grupos y de clases, . naturalmente diferentes figuras en la conciense y el comportamiento de un ministro o de un cane pesino que no se ha elevado a la idea del Fstady en el siguismo de un hombre de Estado, o de iy anarguista por principio, en una palabra, en gen p tes de situaciones sociales, de profesiones yd edueacién diferentes” ©, Se desprende clarazien de estas afirmaciones ga se regulan llas mismas, Porque al. decir ‘al o cual relacién social reviste formas juri- {Nes no podemos expresar una simple tautologia: Gigerecho reviste una forma juridica ®), js eldad conforms n scone... Ha sido este ora ST Sn fn porta, prio fe a s pefewién csc un exited de corte. dein {e Paesion au (en gan prs) silo, ol papel. Baas PHONE eaciors de Engels no sgniican sin emiago en singin materi Fy ge el pio de vite adoptado po el poor Reser Ferien el concepto el feineno seu corre, Pare Engels ‘heonctpto de futaino y el ssema social feudal m0 fer fen abn una slay Jz misma com. Por el conti, demuestra precamente gue el fendi no cone et er Gf ie ext. EL conepto misao de feulasmo es bused fis tcdencas res del ste social gue Unmaros feu ‘gpk Be le read his esas tcadeoas © confunden 7 ve eusan con oes mers endencis y Eas m0 Pore, pe ee, se observads en su configura Higa ore si fo en una fora ms 0 menos aprocinads, Esto elo inka Engels coando dice que in uidad del concepto y el Hexineno on proven inno. & CE el comentario af libro de P. I Stucka por el profesor Rejoer en Vesinit Socialites} Abdo, Np. 178 99 (es decir, teniendo en cuenta todos tos, no solo sicoldgicos, sino a | las formas subjetivas innumerables y di ‘versas, en las que es vivido y se refleja'”). , 6 Op Ge. 1. EL profesor Reiner usa jastificar sy punto de visa (CE sus trabsos sobre Is Sloiasoil 7 J tera de Tea con una cara de F. Engels a C, Scuni, donde Engels emt rina el problems de Jn elaiéo ente el concepio y elfen, sneno. Al tomat pr cpl skein seal feud, age indice que is wn del conepto y ef fendineno se prea, somo on proces infnto por esena, “Ha sido ana ne 98 rtiendo del concepto como “trabajo act Este argumento parece a primera vista uy ygtss Tatjado en. general”. citi iy peut qe to dlr on ie que el reconoclnlento del dérecho come os Hieoldgt, Negotos queremnos cin embargo taf. No Ogee GE a de llegar al fondo de estas dificultades. Para gf aperen'’ Si URERETON Oe a cilitarnos esta tarea recurriremos de nuevo a a ysis de las a i Compacsciin. La Beonomia Politica ensei, rebar de uma relacia. Social 2 mo dice Marx no pt a del microseopio, pero sin embargo tampoco se iif | ja reducir a las experiencias vividas, @ las ideq| Jogias y otros procesos subjetivos que se desar lan en el siquismo humano. Es una relacion 5 cial objetiva, Ademés, si observamos, dij en la esfera de la pequeria produccién, un Brogresivo del trabajo para un, client. cons jor al trabajo para un comerciante, constatany que las relaciones correspondientes han reves una forma capitalista, ;Significa esto que he aide en una tautologia? Ex_ningin caso, plemente hemos dicho que . Si despejamos esta mula de un cie1 jpomorfismo que les es ‘se reduce entonces a la proposiciOn.si- facion es, sin duda, mi fre todo, histéricamente més justa. Ni Gabo he ranslenito su Zorma sobre Ga ‘podemos considerar todos los fenémenos de el lado objetivo, como procesos materiales 9 juninar asi totalmente 1a sicologia o la ides ero-no se nos ocurité afirmar que de las abejas‘o las hor- si in teguladas juricamene, 81 pasamos ae solos peumlvos vemes letamente el ee fuén'de un derecho pero la mayor parte de las | iiciones até regulada extrajurdicamente, por Lares informa de preset pelones religlosa, Faalmnente "active ‘este rodeo el problema dejéndonos guiar por Sepresenteciby confuse del dosecho como “for en general”, tal como 1a economfa vulga? no fi podido captar la esencia de las relaciones capita de a regulacién juridiea si las consi- 5 101 100 = dera muy superficialmente y nos dejainos a concertar por la forma exterior de las leyes*| tatutos y decretos. La planificacién. ferrovig?| regula ol tréfico de los ferrocarriles en tn ido diferente al de, digamos, la ley somes responsabilidad de los ferrocarriles que 1 por ejemplo las relaciones de éstos com loss fentes de mereancies, Hl psimer tipo de reg sntacion es sobre todo técnica, el segunde’s fobre todo juriiea, La injsna relacion exist ize un plan de movilizacién y le ley sobre el vieio militar obligatorio, entre el sumario ex nal y el cédigo de instruecién eriminal. BEHAAMTe donde el sujeta jurcces te pers ‘peetseuentra uta eneammacion tolalmente ad 184 Sg a personalidad concreta del sujeto ec its, del propetario, del portador de ‘La sombra clisica de Aulus Aegerius yi mofvuerius Negidius, protagonistas de los pro- tt mas de procedimiento romano, planea asi con- » Riuamente por encima de los juristas que se ins- -piran en ellos, Precisamente en el derecho priva- Bitjas premisas y los principios a priori del pen~( ‘fmiento juridico se incorporan a la came y la - Siigre de dos partes en litigio que, con la vin~ ficta en el puflo, reclaman su “derecho”. El pan del jurista, como tedrico, coincide: aqui inc Prediatamente con su funcién’ social practica, EL jt del derecho privado no es otra cosa que na serie infinita de consideraciones et pro 6 en contra de reivindicaciones imaginarias o de even- ies demandas, Detras de cada paragrafo de este ema se oculla el cliente abstracto, invisible, ‘a utilizar las tesis en cuestiGn como con- Jejos juridicos. Las polémicas especializadas de Jos juristas sobre el signifi ig reparticién de las cargas de la prueba no se distinguen en absoluto de las disputas anélogas que se llevan a cabo en los téibunales. La dife- feneia no es mayor que la que hay entre los tor- neos de caballeria y las guerras feudales. Los tor- rneos se llevaron a cabo como se sabe con un gran ue ‘© menos sobre la relacién damental, especffica, del derecho, fu | Existen efectivame tre © Tow diversos dominios de las reaciones hurt diferencias asombrosas desde este punto de ‘Gumplowicz establecié un Limite neto entre el recho.privado y las. normas ‘estates ®, Per solo reconocié como esfera de la jurisprudenci ae aaiaie ee a (Gt me pus 9. CEL. Gumplowice, Rechitat ‘and Soxilsmns, Tas wi Sozilsmus, Tnnsbrudk, 102 103 encarnizamiento y exigieron tanto gasto Ue en Bla y causaron tantas victimas como las guerra, Feales, Solamente cuando la economia individus, lista sea reemplazada por una producciin ¥ ung disteibuelén social planificadas tendra tétming | este gasto iinproductivo de fuerzas intelectual, del hombre ‘antagont m fe Ia forma juridiea como ly Presto las normas juridicas relativas @ ME sabilidad de los ferrocerriles presupon ne istencia de derechos privados, de interes fades diferenciados, mientras que las normas feng del tréfieo ferroviario presuponen un fin lietgrio, el de por ejemplo una eapacidad de ren ‘wryenio maximo. Tomemos otro ejemplo. La ou Se a eee ioe hupenses, aq. Pasion de un enfermo presupone una serie de re ae cn Ocenia ys inportto del derowhe de ie, gs tanto para el enfermo como para el personal aa ee orcas de cossne apcaiay Pgesico. Mientras estas reglas estén establecdas Soe hun esrsosbeecve problems, Sela ye fa Testun w: Pade el, punto de vista unitaro Oet restableci- TRE MASRUEicte sa bas lr poxgoadores y bac sq siento del enfermo, tienen un cardeter (éeneo oe emul dor “oes” but eld I coceag pa apllencion de estas reglas puede estar lgada F han dividido todo el medio juridco especializado en dos canta aplicacibn de una violencia sobre el enfermo- ann er usta enemado con Is riquen de argunes f Mentras esta violencia sea considerada desde, ef ae ea rete aie desde hace 100 afos por las dos paras [punto de vista de la finalidad médica, tanto pare ‘at meatot Fidcaumante no he inpedido cue otros inveniges al que. ejerce la violenela como para el. que te (est Gone ate problema teomen oy mismos axsumenter om | fre, dicha violencia es una accion tebricamente Se ny ete hocenaj al “andlag,peneemte” y ¢ asonal ¥ nada mas. El contenido de las reglas fu determinado al interior de este cuadro por Jn "persica de los procedimientos metodorics” de fs di nese clini y hace saber que La pence he iv fw clencia médica y evoluctona a medida que ele 0 e ver nada aqui. Flamado Jas pasionts a tal punto que los adversarios se acusan rmutuamente, en ef fuego de [a sccién de difamacién y de dt fusién de rimores falas al reprocharse redprocamens 50 10 ag como fomoces y desbonesss, {oF panto inbyo de, Jibodow, Supntinse aden gene aot, en ltd) Ves, 126, 2, 15, que expone ia historia y la literarura del problema jus ested pin de sexes de apts ete as 104 i ferme y el médico se transiorman entonees sujetos que tienen derechos y deberes y lag gglas que Jos unen en norma’ jurfdicas.” Por a violencia no se considere ya desde el pugyh de vista de la racionalidad del fin, sino tam desde el punto de vista de su caracter fom] mente, es decir, juridicamente, licito, oe No es diffeil constatar_que fe tho que los deeretos de los. poderes piblices aplican en general sin importar el objeto, Es ap has necesafio prober_particulermente el dtm punto, No hubo en efecto en el cédigo burgue Hel imperio ruso pre-revolucionario un_artieay| ue Goligaba al hombre a “amar a su mujer cow a su propio cuerpo”? Pero alin el jurista més au} daz jamis habria osado emprender un inform juridico que correspondiera con. posibilidades & ‘ein judicial. Por el contrario por racioeinada e irreal gu pueda parecer tal o cual construccién juridia ella repose sin embargo en una base sélida miet! tras se mantenga dentro de los limites del der ho privado, del derecho de propiedad en prime| 106 get -, Si no seria imposible comprender porque Hetggs fandomentales de ios juristas romanos tos \antenido su signifieado hasta nuestros dias M gmaziecen como el derecho escrito de toda edad de produccién de mereancias por eli hebjamos antiipade hasta certo pune erate hs tase lataada pel so Abate ay ace bres ee aaa mde tratarcmos de demostar en sega que neanerar en cuslguier filosofia'del derecho, cons- frye Ja relacién juridica como relacién por ex- felencia, como relacién de la voluntad de los hom- bres en. general. El pensamiento parte aqui de ‘los resultados acabados del proceso de evol cian", de “les formas de pensamiento corrientes IL ¥. V, Adotacij, 0, Gosadarston, Moses, 1923, p, 4: “la jnfluencia enorme de It ideolog juelica sobre redo el rnodo de pensar de lor miembros ‘ortodoxos! de a sociedad fongess repore sabce el papel enorme que Ia ideclogla justdi- cr joest en Ia vida de esta sociedad. La relaciia de cambio tz cumple bajo Ia forma de lor actos judicos de compra, ven- ta, prtamo, alquller, etc”, y “El hombre que vive en Is sovtdad burgvese sf consderado permanentemente como st” ino de derechor y deberes. Diarlemente ejeuta una cantidad Tnnumertble de actos jurdisoe que tienen las tas varadss con- sevens juridicas. Por esto ninguna sociedsd tiene tania ne- cxidad de In iden de derecho, precistmente por el uso pr to wotidano, como la soiedad buzguesa, ninguna somete ‘a idea a une chboracién tan acabeds, ninguoa In cransfor- fhe én on medio tan neces de Tae tlacones cuosidians”. 107 sin tener en cuenta su origen histérico. Cus ‘en realidad las premisas naturales del acto de e bio vienen a ser, en funcién de a evolucién la economia de mercado, las premisas naturale, jas formas naturales de toda relacién humana Jas cuales ellas imprimen su marca, los actos comercio se presentan por el contrario en la ey beza de los filésofos anieamente como casos pak Hiculares de una forma general que ha tomady para ellos un carécter de eternided “. Bl camarada Stucka ha planteado correctames,| te, en nuestro sentir, el problema juridico con tun problema de relaciones sociales. Pero en:li, especifica de estas relaciones ha vuelto a la nicién formal habitual, atin quedando ésta cunscrita por caracteristicas de clase. En la tik mula general que da Stucka, el derecho no figuy ya més como relacién social especifica sino com @l conjunto de relaciones en generat, como wn sig tema de relaciones que corresponde a los intere ses de las clases dominantes y salvaguarda sig intereses mediante ta violencia organizada. Ey

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