You are on page 1of 147
JOHN BAINES LA CIENCIA DEL AMOR i UNION DE LA PAREJA POR EL VERDADERO AMOR Primera edici6n 14 dibujos EDITORIAL KiERS.A, | Av. Santa Fe 1260 | 1059 Buenos Aires t Gemma Herrero Tendera Primera edicién argentina Editorial KIER S.A. - Buenos Aires 1982 Dibujo de la tapa Horacio Cardo LIBRO DE EDICION ARGENTINA 1.8.B.N. 950-17-0035-6 Queda hecho el depésito que marca la ley 11.723 © 1982 by Editorial KIER S.A. - Buenos Aires Impreso en la Argentina Printed in Argentina PROLOGO Este es el libro de la miseria del amor; del infortunio y la ignorancia de los que creyendo amar se engafian a si mismos; de la desdicha e indigencia espiritual de quienes se ven privados de conocer el genuino amor; es el li- bro de los amantes satanicos y de los amantes divinos. Queremos rescatar al verdadero amor; limpiar lo contaminado; iluminar la oscuridad de sentimientos y pasiones; poner en fuga a Satands. Pretende- mos borrar el pecado original y devolver al amor su pureza perdida; deste- rrar lo morboso y lo inmoral, pero también liberar el impulso cautivo de los que anhelan amar, pero se los impide el temor y la represion de una moral hipécrita, Intentamos formar maestros y maestras del amor, trasce1 diendo el coito sensual para conocer la unién mental, emocional y espiri- tual. Venceremos al negro dragon de la concupiscencia, pero el ardor amo- roso sera el corcel alado que nos conduzca a las regiones de lo celeste. Ire- mos mas alld del matrimonio mercantilista y la hipocresfa puritana; llama- remos a cada cosa por su nombre; nos convertiremos en los adoradores del amor; usaremos del sexo sin miedo ni gazmofieria; comeremos del fruto del drbol sagrado del paraiso pero no incurriremos en la ira de Dios. Formaremos a la mujer y el hombre superior de la especie, para termi- ngr con la burda imitacion del amor y realizarnos a través de la copula es- piritual. Ensefiaremos la formacion de la pareja espiritualizada; mostrare- mos la pareja luminosa del futuro pero que debe nacer en el presente para contrarrestar la absoluta crisis de la actual. {No es el matrimonio el que es- 14 en crisis, es la pareja humana! Es ella quien practica una comedia del amor limitada a la costumbre y el habito, apoyada en la conveniencia y el mercantilismo, y sostenida por el falo y la vagina. Patético amor es el limi- tado a los humores vitales y al éxtasis htimedo de las secreciones genitales, carente de calor y contenido, sin carifio ni ternura; es cuito satanico que hiela los huesos y esteriliza la inteligencia y el espiritu. ;Desventurados los incapaces de trascender esta condicién! ;Pobres de aquellos que descono- cen [a uni6n superior! Nuestro concepto de saténico y divino es muy simple: lo divino es lo natural y lo satdnico es lo antinatural, lo natural corrompido o pervertido, concepto que profundizaremos a lo largo de esta obra. Lo natural para no- sotros es la naturaleza pura que no ha sido adulterada o contaminada por las pasiones humanas. Creemos que una gran parte de los infortunios del hombre se deben a que viviendo dentro de Ja naturaleza, no cumple con sus leyes, sino que pretende regirse solo por las propias. Sin embargo, las Gemma Herrero Tendera leyes humanas y naturales estén en pugna, y la naturaleza, tarde o tempra- no destruye las creaciones del hombre, a no ser que éste aprenda a. vivir en armonja con ella, Cresmos responsable y maduramente, que en el Universo existen dos fuerzas basicas: lo creativo o divino, y lo mortifero o satdnico. Dios y Satan viven en eterna pugna, cuyo destino final nos esta vedado co- nocer. Por desgracia, el mundo del Homo Sapiens est4 muy cerca de Satan y demasiado lejos de Dios. Esto es tan evidente que grandes fildsofos y pensadores han Iegado a decir que “‘al mirar el mundo no pueden creer que sea una obra de Dios, sino mas bien del Diablo”. La luz y la obscuri- dad se disputan el reinado de! Universo; vivimos todavia en la era obscura del materialismo, la bestialidad y las pasiones desatadas. Satan es sdlo un nombre que simboliza la manifestacion de Ja fuerza negra de a muerte, disoluci6n y destruccién. Fs muy simple observar lo facil que resulta destruir algo, y lo tremenda- mente dificil que es crearlo, En la vida del ser humano el caos y el desor- den se presentan con muchisima ms potencia que la fuerza ordenadora. Es por esto que el amor del hombre es oscuro, pasional, mortifero, fic- ticio y saténico, y no consigue llegar a través de él a la realizacion de su anhelo interior de uni6n profunda y verdadera con el ser amado. Homb: Jnujer separados son solamente la mitad de un todo, realidad incompleta de una verdad total. A esa estructura integral es den Tegar de manera inconciente Jos amantes. Sin embargo, la realidad demuestra la fan- tasia de su quimérico deseo. No obstante, siempre hay excepciones a las re- glas; existen hombres que viven 120 afios; hay quienes jamds en su vida se han enfermado de algo, A pesar de la incredulidad general, existen también los santos, los magos y los inmortales. Es posible llegar a la formacién de la pareja espiritual, y esto siempre se ha sabido en el nivel interno de los templos inicidticos de Egipto, Grecia y otros, Mas, no es esta una tarea que deba emprenderse con el dnimo ligero de quienes creen haber descubierto un nuevo juego, sino por el contrario, con el propésito maduro y sereno que nace de la vision inteligente que se nos revela en un momento dado con Ia potencia avasalladora de una ilumi- nacién intelectual. Slo aquellos que utilicen de verdad su inteligencia pueden pretender lograr el conocimiento del amor divino; los demds se guian por méviles demasiado bajos como para poder concebir la existencia de un amor superior, en verdad se conforman sélo con el simple ayunta- miento de las bestias. Nos referimos, sin embargo, a la inteligencia despro- gramada que es el fruto de una elevacién del nivel conciente, conseguido dentro de una Escuela inicidtica hermética y no a la inteligencia muerta y programada del saber memorista. No se crea que el amor divino es una relacién abstracta 0 etérea que se aproxima al concepto platénico, o que es un concepto que excluye o limi- ta lo sexual; por el contrario, se trata de realizar un amor integral que in- cluya todos aquellos puntos que dé ordinario no se consideran. Pretende- mos un_amor que satisfaga no s6lo al cuerpo también al alma, a la in- ieligencia y al espa espiritu. Se comprende que quedan marginados de inmedia- fo de esta posibindad todos los sujetos de condicién puramente instintiva, animal, pasional y genital, quienes slo podrfan llegar a este camino tras- cendiendo primeramente su bajo nivel. El amor satdnico conduce invariablemente a la autodestruccién psico- logica y espiritual, pero no a una disolucién violenta o espectacular, sino a aquella mds terrible ain; la que se produce muy lentamente con el paso del tiempo, sometiendo al individuo a la accién de los jugos digestivos de la naturaleza. En efecto, el sujeto es digerido gradualmente en sus prin pios superiores, perdiendo poco a poco, de manera insensible, sus cuali- -dades mds elevadas, fortaleciéndose en cambio lo bestial y grosero. Es asi como el sujeto que puede tener cualidades exquisitas termina convertido en un palurdo cualquiera; en una caricatura de lo que un dia fue. La mu- ier, delicada, hermosa v refinada, va transformindose en una persona du- Ta, vulgar_y-opaca, Estos cambios no son nécesariamente producto del envejecimiento, sino el resultado del quebrantamiento de los 5 Principios naturales que se deben a la pérdida de la “inocencia interior”, cualidad opuesta al cinismo. Esto los lleva a mostrar un rostro que estd mas alld del externo, que aparece sucio y contaminado, tal como si fuera mudo testigo de un gran pecado interior. A la inversa, existen seres que llegan a una edad avanzada con su frente y ojos limpios, manteniendo todavia, a pesar de los afios, una suerte de pureza interna, Son los que por algin motivo han cumplido con las leyes naturales, 0 que por lo menos, no las han violado en extremo, Para conseguir los propdsitos que perseguimos en este trabajo, nos valdremos de los principios de la sabiduria hermética, segin los hemos ya expuesto en obras anteriores. La naturaleza del tema nos ha obligado en muchas partes a sacrificar el estilo en aras de la claridad. Es asi como en muchos pasajes hemos tenido que repetir las mismas palabras innume- rables veces, Gnica solucién para que el lector pueda Hegar a la compren- sin integral de esta enseanza. éPOR QUE SE CASAN LAS PERSONAS? QUE BUSCAN CON EL MATRIMONIO? Por una parte buscan “la unin con la gente” a la cual se refiere Fromm como uno de los verdaderos objetivos del amor y que !as personas buscan 2 veces erréneamente, a través del sadismo 0 masoquismo, por ejemplo. El instinto de reproduccién leva también al sujeto a buscar el matrimo- nio como el medio aceptado por la sociedad para tener hijos y obtener la_ gratificacién sexual. La etimologia de 1a palabra matrimonio, se hace deri- var de las palabras latinas MATRIUS y MUNIUM, que significan respecti- vamente, madre y carga, con lo que parece querer destacar el papel onero- so que para la madre implican los hijos, resultado extensivo del matrimo- nio. Entre los textos legales antiguos, “Las Decretales” del Papa Gregorio IX decian que: “para la madre el nifio es, antes del parto, oneroso; doloro- so en el parto; y después del parto, gravoso”. Sin embargo, la razén motivadora més comunmente aceptada para el matrimonio es la del amor. No obstante, las justificaciones del hombre y la mujer son diferentes: ella busca la seguridad de un hogar, con todo lo que ésto involucra, 0 sea, seguridad econdmica, bienestar, proteccion y la ter- nura roméntica del idilio. Ademés, por supuesto, ser madre. E] hombre por su parte quiere gratificacion sexual, un “centro de operaciones hogarefio”, ser atendido, apoyado, y una “madre-institutriz” para sus hijos. El matrimonio ha legado a constituirse en Ja célula fundamental de la sociedad y en el germen que permite la reproduccién de la especie huma- na. Millones de matrimonios en todo el mundo, cumplen décilmente con lo que se supone que es justamente su propésito: procrear hijos y, brindar- se mutuamente amor y proteccién. Sin embargo, el aspecto que més falla en la practica es precisamente el mds importante, esto es, el amor. Es asi como el matrimonio ha Iegado a ser eminentemente utilitario; mantencion econémica paraa mujer y administracién del hogar y crianza de los hijos para el hombre. En el aspecto sexual, ha ocurrido también lo mismo: el “utilitarismo sexual”, o sea, la manipulacién del cGnyugue para el propi placer genital. Emocionalmente la situacién es idéntica, acercdndose peli- grosamente a la servidumbre psicolégica. Sin embargo, existe un propésito superior en la unién amorosa, algo que trasciende todas las motivaciones utilitarias o procreatorias; esto es el verdadero amor, infortunadamente desconocido por la especie humana y 10 al cual hemos lamado AMOR DIVINO, extremo polar opuesto al amor vulgar, al que denominamos AMOR SATANICO, por ser la expresion de “Jo natural corrompido”, es decir, la naturaleza desviada. Es preciso acep- tar la penosa realidad de que el ser humano no tiene la menor idea sobre lo que es realmente el amor, raz6n por la cual no sabe amar, ni al sexo opues- to, nial mundo, como tampoco a si mismo. Es por eso que queremos re- velar en esta obra los fundamentos profundos del amor. Nos guia en este empefio un propésito diferente al de Erich Fromm, quien en su “Arte de Amar” hizo un enfoque psicoanalitico y filosdfico genial de este proble- ma, aunque por desgracia ha sido poco comprendido. Nuestro fin es mos- trar la parte hermética del amor, es decir, aquellas leyes muy profundas pe- ro ‘desconocidas por el vulgo, las cuales se refieren a la mecdnica, fisica y aritmética de la naturaleza y que se aplican no solamente al amor sino a to- dos los fenémenos de la vida, pero que no se expresan en nimeros ni ecua- ciones, sino en verdades que se hacen evidentes como tales, sloa quienes son capaces de alcanzar un estado de conciencia més elevado que el del hombre comin. Podriamos decir que estas ensefianzas son solamente para quienes procedan “espiritualmente”, y no “pasionalmente”. Como segui- dores del Maestro de maestros, Hermes Trismegisto, pademos afirmar que espiritualidad no es beateria ni misticismo barato, sino que expresa un ele- iencia,en-el cual “el espiritu se manifiesta a través del. “propio cerebro”, definicién que hemos creado para aclarar este concepto tan oscuro. Cuando una persona consigue un elevado estado de conciencia, alcanza la “inteligencia integral” preciosa posesién que puede conducirla al. verdadero amor. La inteligencia cerebral es muy limitada, ya que mantiene al sujeto prisionero de una programacién rigida, por lo cual éste no obten- dra jamds aquellas cosas que estén excluidas del objetivo de la programa- cin. Es asi, por ejemplo, como una inteligencia cerebral, por muy elevada que sea, carece del poder necesario para obtener la felicidad del amor, la plenitud humana, la conciencia superior, la plena comunicacién con sus etna y la paz interior. El objetivo de este trabajo es el de ensefiar el ABC hermético de la cien- cia del amor. Aseguramos que cualquier persona que comprenda efectiva- mente este arte y lo aplique debidamente, alcanzara una felicidad amorosa y espiritual de una intensidad, fuerza y calidad, como jamés pudo haberlo sofiado y esta dicha serd estable e imperecedera. Sin embargo, nadie puede esperar apropiarse de este “néctar de los dioses”, por la mera ejecucion de ciertos actos o el estricto cumplimiento de ciertos mandatos. La actuaci6n, por correcta que sea, es indtil si no es motivada por la comprensién esen- Gial de las leyes herméticas que rigen el principio del amor. De la misma 11 forma, el auténtico amor no puede ser “amor inconciente”, sino que tiene que ser “amor sabio”. Para muchos puede resultar un contrasentido esta afirmacién, ya que tradicionalmente, se supone que el amor es una fuerza que brota esponténeamente como un manantial campestre. Este es tal vez el error mas grande de los amantes de todos los tiempos, puesto que el amor no existe como un don o una facultad natural del individuo, sino que es una técnica; mds que esto, es una ciencia, la cual es preciso dominar para obtener el éxito. Sin este aprendizaje. lo mas probable es que sobre- venga el fracaso, la incertidumbre, la frustracién, la insatisfaccion o la unién por el habito mecénico. _La fecundidad amorosa no se mide por los hijos, sino que por el nivel de u comunicaci amistad, entrega mutua,plenitud intema y felici- ‘dad -de-cuerpos y almas. He ahf el verdadero y rara vez alcanzado objetivo de la pareja humana: la uni6n de las almas, matrimonio mistico que lleva a ambos cnyuges a la meta mas elevada que pueden anhelar. La union de cuerpos y emociones es slo una burda parodia del verdadero matrimonio. La comunidad de bienes, el enfoque posesivo del contrato matrimonial, sus mutuas obligaciones, constituyen tnicamente un intento artificial para li- gar a dos personas. Mientras menos amor existe entre dos seres, més reglas, mds juramentos, ms obligaciones y mas convencionalismos se necesitan para mantenerlos unidos. Como hermetistas propiciamos la union por el verdadero amor, pero no por la conveniencia social o personal, ni tampoco por el espejismo fugaz de una ardiente pasidn. Nos asiste la profunda con- viccién que el dia en que la especie humana comprenda, acepte, aprenda y practique la uni6n por el genuino amor, la humanidad habrd entrado en el camino recto de la humana perfeccion. LOS FUNDAMENTOS DEL AMOR SATANICO Si la gran mayoria de la humanidad practica el amor satdnico no es por su exclusivo deseo, sino que se debe principalmente a su ignorancia y a las limitaciones propias de su constitucién humana-bestial. Adora a Satin por su ineapacidad y desconocimiento de como amar a Dios en si misma, No puede, por lo tanto, hacer otra ccsa. Las caracteristicas bioldgicas y psicoldgicas del ser humano lo impulsan generalmente por el camino del menor esfuerzo, lo cual lo conduce comun- mente a la mediocridad y frustracion de sus posibilidades superiores. No cabe suponer premeditacién por parte del hombre, sino desidia y despreo- cupacion al no dedicarse a estudiar mas a fondo una necesidad y un pro- blema tan fundamental como es el amor. Se hace especialmente evidente al observar que la gente fracasa en el amor y el matrimonio de manera tan repetida, pero que a pesar de ello no se preocupa mayormente de estable- cer las causas del descalabro, sino que lo atribuyen simplemente al hecho de no haber encontrado la persona adecuada, cuya infructuosa busqueda puede prolongarse por toda la vida. En ningiin momento se les ocurre pen- sar que los motivos de su falta de éxito residan en su propia incapacidad o en el désconocimiento de Ja naturaleza del amor. Erich Fromm en su “Ar- te de Amar” expone, precisamente, que no puede ser algo que se improvi- se y se practique al azar, sino que debe estudiarse con el mismo afin y cui- dado con que se aborda el conocimiento de cualquier arte. Sin embargo, como sucede usualmente con este tipo de problemas, muy pocas personas han comprendido este mensaje y siguen creyendo que “el amor es facil”. Es nuestra intencion exponer los secretos herméticos del amor, es decir, aquella parte esotérica y profunda que ha permanecido siempre desconoci- da para el vulgo, y que nos explicard qué es en verdad el auténtico amor, cémo se manifiesta, como debe practicarse, y en qué se diferencia del falso amor. Este conocimiento que se ha mantenido en el secreto desde la mds remota antiguedad continua atin envuelto en el misterio, por Jos fundamentos herméticos expuestos en nuestras obras anteriores. De- bido a la profundidad de esta ensefianza, no esperamos que se nos com- prenda de buenas a primeras, pero creemos que todos aquellos que abor- den con sinceridad, honradez, inteligencia, falta de prejuicios y sobre to- do con humildad el estudio de este conocimiento, encontraran el camino adecuado para lograr la felicidad y plenitud en el amor. Creemos que no es posible ver la luz sin conocer primero lo que es la oscuridad, por lo cual explicaremos a través de 26 capitulos lo que es el falso amor, es decir, las conductas amorosas satdnicas del ser humano, para adentrarnos posteriormente en el conocimiento de la esencia del ge- nuino amor y sus misterios més profundos. LO SATANICO EN EL AMOR Es: LA IGNORANCIA Existe una serie dé aspectos en los cuales el hombre se limita a improvi- sar 0 simplemente dejar que sus instintos actten. Nunca nadie nos ha ense- fiado una higiene emocional o imaginativa, por ejemplo, como nadie nos ha dicho tampoco que sea necesario estudiar o hacer un curso para aprender a amar. Ordinariamente se deja que la pasion o el sentimiento amoroso fluya y choque con las fuerzas equivalentes que provienen de la pareja amorosa, entregindose al deleite que pueda producir. Los resultados de la experien- cia distan mucho de ser satisfactorios y el elevado indice de divorcios y se- paraciones asi lo demuestra. La estadistica no considera tampoco a aque- llas parejas que son infelices o mal avenidas, pero que se mantienen unidas por la obligacién religiosa, la conveniencia, el hdbito,o para no perjudicar a los hijos. Es facil darse cuenta que la gente no sabe qué es el amor verda- dero y mientras lo ignore, dificilmente podra lograr sus expectativas de fe- licidad. Todos saben que es una de las necesidades fundamentales del ser humano, y que a través de dicho impulso éste busca realizarse como indi- viduo. Sin embargo, en la prictica es tal vez una de las mayores fuentes de frustracion para la persona, inhibicién que engendra amargura, agresividad, desdicha, envidia, autodestruccion, soledad y vacio. En verdad son muy pocos los que efectivamente han conseguido apoderarse del genuino amor. Al analizar este estado de cosas resalta la absoluta incapacidad amatoria del individuo, quien fracasa guiado por la ignorancia y que junto con su con- traparte, aporta a la pareja una pesada carga de errores, prejuicios y false- dades. Debemos aceptar que la gente ignora por completo lo que es el amor y s6lo tiene al respecto un concepto absolutamente fantasioso, capri- choso'y personalista. Ahora bien, como por lo general las fantasias amato- rias no coinciden en los integrantes de la pareja, éstos se desilusionan en un tiempo relativamente breve, dependiendo de fa pertinacia de su ilusién, a no ser que se produzca el caso de una coincidencia en sus fantasias perso- nales (que sean similares), lo cual en vez de solucionar el problema lo hace més grave pues el proceso de disolucién es muchisimo més lento y penoso, conduciéndolos muchas veces a tremendos dramas emocionales y psicoldgi- cos. Todos conocemos la inmensa variedad y el lacerante realismo de los dramas amorosos cotidianos. Divorcios, separaciones, rifias, abandonos, polpizas o suicidios y tal vez, en el mejor de los casos, una vida entera de amargura, desdicha y frustracin. No es simple conseguir que el sujeto supere sus ilusiones amatorias para llegar a un enfoque realista de la situacion, ya que estas fantasias son solo una pequeiia parte de los suefios de cada individuo y éstos, a su vez, solo forman parte de la ensofacién fantasiosa de toda la humanidad Cuando hablamos de la necesidad de renunciar a las ilusiones, no nos referiamos a la esperanza, deseos, ni legitimas expectativas, sino que hablamos de los suefios fantasiosos de cada persona, motivados por la suma total de sus de- seos y temores ocultos, Si un individuo fuma una pipa de opio, tendra por lo general una serie de suefos erdticos, los cuales obedecen a su fantasia erética inconciente. Estas visiones son completamente caprichosas, absur- das y descabelladas, no guardando una relacion con la logica 0 la realidad. Lo que interesa es considerar que estas fantasias no se originaron, en este ejemplo, en la droga misma, sino que ésta actud como un simple detonante que dio salida al contenido del inconciente. Ahora bien, existen muchos detonantes de efectos similares, aunque mas suaves, pero que no corres- ponden a drogas ni estimulantes de ninguna especie, sino que obedecen a situaciones psicolégicas o materiales tipificadas, las cuales desencadenan, por algain motivo, las reacciones fantasiosas del sujeto. En la medida de la frecuencia y potencia de los factores desencadenantes, el sujeto se convier- te en un sofiador ocasional, frecuente o consuetudinario. En este titimo caso el individuo es dificilmente rescatable para una experiencia amorosa satisfactoria, a no ser a costa de gran sufrimiento moral y psicoldgico. Tal como el nifio sufre para Ilegar a convertirse en adulto (0 por lo menos una imitacion de adulto), el amador aquejado de la enfermedad de la fantasia debe someterse a un proceso doloroso para conseguir curarse. Sin embar- go.es dificil persuadir a la gente que cl construir castillos en el aire puede Hlevarios a la infelicidad y al dolor. Hay quienes renunciarian a cualquier cosa menos al secreto placer de imaginar constantemente situaciones agra- dables, en las cuales, invariablemente son ellos los héroes. Por desgracia estos individuos llevan generalmente en su vida real una existencia comple- tamente inerte, vacia de acontecimientos significativos 0 estimulantes, a menos que sean de tipo subjetivo. Puede decurse, acertadamente, que han renunciado a la existencia real en aras de lo imaginativo: en vez de hac -cosas y vivir experiencias, pgefieren sofiarlas, Padecen de una especie de co- bardii € impotencia moral que los Heva a evitar constantemente los ries- gos de la vida, ya que el softador nada arriesga. Resulta obvio que una mujer que busque a su “principe azul” experi- mentard un gran desengafio porque carece de un concepto realista del amor, primera condicién necesaria para no caer en el satanismo amoroso Por lo general la gente considera lo realista como un sacrificio, es decir, co- 16 mo si el hecho de ser realista implicara renunciar a cosas muy queridas. Lo cierto es que la situacién inversa es més probable: que el sujeto tenga que renunciar a expectativas concretas y reales para poder asi satisfacer su ro- manticismo perjudicial, Esto lo podemos ver en todas las situaciones de Ia vida; el estudiante que vive en el mundo de la fantasia o tiene delirio de grandezas, por ejemplo, dificilmente llegaré a convertirse en profesional: slo lo consigue el que tiene una mejor aproximaci6n a la realidad, ain cuando légicamente, esta cualidad no basta para convertirse en un cienti- fico del amor. Esperamos que a través de una definicion de lo que noes el amor y de aquello que realmente es, los lectores puedan, segin su grado de motiva- ciGn, inteligencia y comprensién superar en buena medida sus propias fan- tasias para llegar ‘al realismo amoroso. Por lo general la sapiencia de la per. sona con respecto a la pareja se limita al conocimiento de las diferencias anatémico-genitales, ignorando mayormente en qué se diferencian el hom- bre y la mujer, cultura indispensable para que cada uno pueda definirse a si mismo y a su pareja y actuar concientemente. S6lo el amor conciente es fecundo; elo 4 n primer lugar es preciso entender que masculino y femenino no repre- sentan una simple diferencia de género, sino que son principios universales El sexo masculino esta en relacion con el principio macho universal y lo fe- menino con la fuerza hembra. El hombre irradia el principio activo de Dios y la mujer lo pasivo 0 concébidor de la naturaleza. Ninguno es superior al otto, sélo son diferentes. Se necesita, empero, entender cudn diferentes son el hombre y la mujer, para que pueda existir entre ellos comprension y comunicacién. Con frecuencia el hombre subestima a la mujer por su aparente debili- dad fisica y poca brillantez intelectual. Este concepto peyorativo desapare- ce, sin embargo, cuando se apercibe que la inteligencia de la mujer es tan eficaz como la suya, pero dirigida en una diferente direccidn; es de cardc- ter mas préctica que abstracta. Rara vez la mujer inventa cosas, pero esta mejor preparada que el hombre para usar las invenciones de una manera conereta. Es preciso que cl hombre derribe de una vez por todas el mito de la supremacia sobre la mujer, a fin de obligarla a su vez a abandonar su fingida actitud de indefensidn y debilidad, la cual ha adoptado desde tiem- pos muy remotos para alcanzar poder sobre el hombre y equilibrar asi el poderio fisico muscular de éste. En cierto sentido se podria decir que el hombre es mas inteligente que la mujer en lo abstracto, pero ella esta mu- cho mejor preparada para afrontar situaciones practicas. . Uno de los primeros requisitas para formar una verdadera pareja (no sa. 17 tanica), es conseguir que se establezca en un plano de igualdad, ya que de no ser asi,‘existird siempre la explotacién de una parte por otra (el mas dé- bil se aprovechard del més fuerte). Igualdad, en este caso, se refiere princi- palmente a la madurez del Yo y ‘al nivel intelectual. No creemos, sin em- bargo, que la mujer desee realmente competir en un plano de igualdad con el hombre, dado que por comodidad esta acostumbrada a transferir su res- ponsabilidad a él. Si analizamos este problema a fondo, llegaremos a la Conclusion de que la mujer tiene dos posibilidades bien claras en su vida: o se convierte en protegida de un hombre poniendo fin prematuro a sus posi- bilidades de evolucién, o bien se pone a la misma altura, tomando simila- res resporisabilidades. En el primer caso se formard una pareja desequilibra- da debido a que el porcentaje més elevado del “espacio matrimonial” esta- ra ocupado por el hombre. También ocurre un caso que estudiaremos mas adelante, de aquella mujer que adopta posiciones extremas: deja que el hombre la mantenga (como se supone y siempre se ha supuesto que debe ser, en vista de la “debilidad” de la mujer) por su condicion de fragil Eva, pero lo tiraniza implacablemente para satisfacer su ansia de poderio y do- minio. Esta dictadura puede ser abierta o encubierta, en vista de que en es- te terreno el hombre no puede competir en astucia con Ja mujer. Con el fin de profundizar en el estudio hermético de la pareja humana, revelaremos las leyes de polaridad magnética que la rigen, slo en la medi- da que compete a este trabajo. Debemos manifestar, primeramente, que hombre y mujer no son entera- mente masculinos y femeninos pues el hombre posce solamente 3/4 de energia masculina y 1/4 de femenina. La mujer por su parte tiene 3/4 fe- meninos y 1/4 masculino, Esta cuarta parte del sexo opuesto es la que ‘causa la mayoria de los choques en la pareja y evita la relacion arménica. El porcentaje que hemos sefialado representa la norma comiin, pero con frecuencia se altera, ya sea desde el nacimiento debido a problemas genéti- cos o en el transcurso de la nifiez 0 la adolescencia, como consecuencia de fendmenos con los cuales nos familiarizaremos en el curso de esta obra. Cuando el principio que le es propio a cada sexo disminuye mas abajo de Jo normal, comienza el predominio o Ia influencia exagerada de la parte opuesta, originandose el homosexualismo y lesbianismo. También nace de este modo el hombre timido, apocado y femenino, y la mujer dominante y hombruna. Por.otra parte, debemos saber ombre tiene un cere- br .d femenina y la mujer de polaridad masculina. Ta importan- ‘cia de este hecho la discutiremos en capitulos venideros. Por el momento nos concentraremos en el estudio del porcentaje del sexo opuesto que to- dos llevan dentro de si, parte que debe ser eliminada gradualmente para 18 que la pareja pueda llegar a la perfeccién armé 7 perfeccién arménica; es dec Be er cient por cento macho y la mujer hembra por once rodenGta bien, cedmo se origin esta porcién de sexualidad opuesta que nos dice ae i pe an le provino originariamente? La tradicién hermética i apareciera Adan y Eva en el mund andrégeno, es decir, tenia los di que dl Gagne nesealt ; : jos sexos, de manera que el 6 i no de uno procreaba al del iceve faa ioe dee tenet . otro y viceversa, de fe luz. La diferenciacié: fe cuenda seus ear ere n sexual se produjo cuando al i - A Igunos mas fuertes que otros, y que temfan os dolores del part, sujetarom a los mas débies An fados por ellos. De este modo un 6 x atrofiando y se produjo la di i dele opens in oate cree tro io la diferenciacién. Subsistid, e gética del érgano atrofiado, la cual atin co eone ane f : atin conservamos con sexvalidad opuesta que porta el individuo de hoy ee eon, fin de comprender qué es el amor y cémo debe actuar la pareja in ae Se Goa que tees sé manifiesta en las personas la cuar- c 0 que evan, es decir. cuales son i actitudes femeninas en el hombre y masculinas en la mujer eee Lo masculino en la mujer vagy Glubildad - brusquedad - amargura - matrarquismo - clos -oxgllo- vanidad - envi verbortea» apresvidad - espiit de posssién »ingier : jocional - mal genio - lenguaje fa ansi sexual gids emocional ~ mal geno lenge sez «mongaera = ns fe + egoismo - hipocresia - irresponsabilidad - histeri ricter histérico - autocompasin - sadi Sumpter i auto 1» sadismo - odio - impulsos morbosidad imaginativa - deslealtad - narcicismo . capriche | Lo femenino en el hombre ant, debe xtranarnos que muchas de las cualidades que son masculinas f -meninas en el hombre, ya que su condicion de gé no teside en la cualidad mism: ay ioheion demain Gee a, 6 6 oan sino en su relacién de manifestacion en sro atime -apasionsmignto ;sensualidad-debilidad de carécter Fanta . - deslealtad - mojigateria - is at ae d jigateria - egoismo - histeria - vani- - celos - prepotencia - mal i i dad - orgullo - D val genio - machismo - cardcter volu- le - odio - cardcter explosivo - agresividad fisica y oral - irresponsabilidad. di idad - abulia - hipocresia - exhibicio- idia - masoquismo - pereza - comodidad - abu > . ; tismo - falta de autodominio - fantasia - rigidez emocionale. intelectual avaricia - subjetividad - cobardia. 0 en la mujer Lo feme i a - naturalidad - autodo- - suavidad - dulzura - equilibrio - franqueza - naturali¢ - mine cOmpEEn ‘on - libido* equilibrada - imaginaci6n limpia y controls da -amistad - lealtad - objetividad - humildad - seguridad - responsabilidad - realismo - generosidad - armonia - prudencia. Lo masculino en el hombre Valor - modestia - humildad - responsabilidad - franqueza - autodot nio - seguridad - actividad - fuerza controlada + ausencia de celos - no ma- chista - rectitud moral - razonamiento légico - capacidad de comprension - flexibilidad emocional e intelectual - armonia - equilibrio - espiritualidad - inteligencia - carencia de prejuicios - solidez mental y psicolégica. Este listado nos permite reconocer de manera sumaria aquellas caracte risticas que provienen de nuestra parte de sexualidad opuesta, an cuando hay muchas otras que resultan arduas de describir, ya que no existe para e adecuado.

You might also like